KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Game Over cap 1

Junsu suspiró fuertemente antes de girar con desgano la perilla de la puerta apartando la mirada de la pantalla del celular, Yoochun acababa de enviarle un emotivo mensaje al móvil en el cual sólo había encontrado un enorme corazón rojo que le guiñaba tiernamente el ojo.

Quizás sólo para hacerle un poco menos fastidiosa la idea de quien pondría las reglas aquel día.

Porque sí, el mayor había llegado una vez más antes que él a casa

Sinceramente odiaba aquel sistema, no podía negar que le gustasen los juegos que el chico de ondulados cabellos negros no dejaba de inventar porque sólo Dios y el pelinegro sabían como lo disfrutaba, pero sin duda alguna, odiaba aquellos juegos en los que sabía…iba a perder…

Se quitó aquel abrigado polerón gris dejándolo sobre uno de los aterciopelados sofás del living comedor del departamento antes de entrar en la cocina y ver una nota con letra desordenada pegada con cinta adhesiva en el refrigerador asegurándole que no tardaba en regresar

-no quiero imaginar lo que se te ocurrió esta vez…

Y mientras intentaba relajarse pensando que sería buena idea no dejarle entrar a casa y tomaba un vaso de jugo su teléfono sonó mostrándole a Yoochun haciendo una extraña y graciosa mueca que le hizo sonreír antes de sentarse en la mesa y descolgar

-Susu ah?
-Chunnie-shii…-contestó con cariño sonriendo
-He ganado otra vez precioso!!-comentó entre risas
-es injusto! Sabes que odio manejar a esa velocidad desesperada con la que tu…-reprochándole
-hay cosas que me desesperan…-susurró haciéndolo sonrojar
-Chun pervertido…y bien?
-ansioso?-casi podía ver esa sonrisa en sus labios
-Chunnie!
-ya, ya… te he dejado una sorpresa en la habitación, te amo, bye!

El tono del teléfono indicándole que el mayor había preferido huir antes de que él llegase a intentar siquiera imaginar por su retorcida mente de ratón pervertido.

Dio el último sorbo a su jugo y sonrió al caminar hacia la habitación y encontrar una caja sobre su almohada. Se lanzó sobre la cama con una sonrisa que intentaba aúne n ausencia del ratón esconder las ansias quedando boca abajo en la cama disfrutando de la suavidad de las sábanas que hubiesen dejado tiradas esa mañana cogió la caja entre sus manos y tiró algo nervioso del papel rosa con ositos que la envolvía

Sus mejillas adquirieron en segundos un intenso tono carmesí y aún hundido en la vergüenza se puso de pié y cogió el teléfono marcando sin demora a su novio

-Su…?
-ni creas que voy a usar eso Yoochun!!
-Junsu…-con dulzura- vamos…lo disfrutarás!
-sabía que tu mente estaba retorcida peor jamás imaginé…!
-siempre te imaginé atado Junsu…-ríe levemente- por favor…juro que te dejaré tomar el control pero debes usar las esposas…
-lo prometes?-sonaba tentador pensó ilusionado
-lo prometo…te amo baby-sonrió emocionado
-también yo…
Te las colocas y me esperas en una silla frente ala puerta ok?
-que?!-sonrojándose nuevamente
-shhh…sólo sigue instrucciones-rió divertido
-jamás me había atado a una silla Chunnie…-reprochó avergonzado aún
-te encantará! Ya estoy llegando!
-voy…-susurró

Y así desganado como estaba tomó una silla y la instaló frente ala puerta de entrada, cerró las esposas en torno a una de sus muñecas y se sentó en ella suspirando fuertemente antes de pasar su otra mano por detrás de uno de los brazos del mueble literalmente…condenándose a lo que Yoochun quisiese hacerle…

Como si no le gustase lo que le hacía…sonrió resignado

La puerta se abría y el oía la llave en la cerradura junto a la sonrisa ansiosa de un chico de oscuros cabellos que le sorprendió con un dulce sonrojo al liberar un suspiro

-pensé que no lo harías…-murmuró sonriéndole lascivamente al avanzar
-que sepa que…-sonrosándose otro poco ya algo arrepentido de la idea
-shhh…-un suave beso sobre sus labios mientras se quitaba el saco dejándolo caer a un lado, el menor sorprendiéndose al recordar que estaba esposado y no podía tocarle, el mayor sonriendo divertido ante su intento
-Chun…-suspiró suplicante
-que harás conmigo eh?-alejándose de él unos pasos

Y Junsu no pudo más que abrir grandes los ojos acabando de comprender el juego…tenía el control…peor no debía tocar…

¡Lo odiaba!

¡Hubiese preferido mil veces tocarlo y..!!

…ya comenzaba a disfrutarlo…

-la corbata…quítala…-sonrió sonrojado

Sí, en cierto modo…se sentía poderoso…
Mientras no cayese en el juego no habría ningún problema…

Y el mayor sonreía suave y sensual antes de tirar del nudo de su corbata cuando Junsu parecía haber caído ya bajo sus reglas…

-no, no bajes la cabeza…mírame…

Esa sonrisa curvando sus labios más notablemente al fijar la vista en aquellos ojos achocolatados mientras tiraba de la corbata hasta desarmar aquel bien armado nudo y dejaba resbalar entre sus dedos, el delfín estaba perdido, estaba seguro de que en sus ojos ya no podía ver más que aquel amor y deseo…

-la camisa…-relamiéndose los labios inconscientemente observando atentamente las manos de Yoochun-despacio…

Desató con calma cada botón de la negra tela que iba dejando al descubierto la blanca piel de su pecho, volvió a sonreír para si mismo sin apartar su mirada, podía apostar a que Junsu le desnudaba mucho más rápido en su mente que lo que lo haría el mismo si estuviese desesperado…

La tela resbalando por sus hombros dejándole admirar aquel torso y brazos tan bien cuidados por el ejercicio en el gimnasio al que le había obligado a ir, aquella piel que parecía tan sensible bajo sus dedos y que ahora moría de ganas por tocar…

¿Qué seguía…?

El chico de ojos oscuros le observaba desde su lugar divertido de perder el contacto de sus ojos que ahora sólo enfocaban el costoso cinturón que llevaba y que se arrepentía de haberle regalado ahora…

Una brillante idea cruzando su mente y arrancándole una sonrisa ¿si no tocaba…no rompía ninguna regla verdad?

-puedo…?

Yoochun avanzaba hacia él lentamente torturándole con aquellos pocos pasos como no imaginó hasta detenerse frente a él y permitirle inclinar algo la cabeza tomando con los dientes la hebilla del cinturón de cuero, respirando a ojos cerrados la calidez que ya emanaba su piel

Tan cerca…

¡tan cerca maldición!

Su nariz rozando con ternura la piel de su bajo vientre

El mayor dando un paso rápido hacia atrás al haber sentido aquellos dulces labios besar suavemente bajo su ombligo y un puchero formándose en la boca del pequeño a la vez que un suspiro ahogado quedaba en labios del mayor

Y no pudo evitar sonreírle sin dejar de dar pasos hacia atrás tomando con ambas manos el cinturón para terminar de quitarlo con una tortuosa lentitud

-pro-prometo no volver a tocar…déjame hacerlo…

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