Los días pasaron y conoció mas de ese que hoy llamaba ‘Señor’ sin importarle lo que otros pensaran. Se encontraba sumergido en una relación diferente a lo que siempre pensó tener, pero en poco tiempo supo que le amaba, que ese sentimiento era mutuo y que no le desagradaba del todo el ser atado o recibir un par de azotes, por parte Yoochun.
“Buen día, Yoochun-ah” saludo con tono cantarín sonriendo de medio lado, al entrar en la oficina de su Amo. Quien lo miro con una sonrisa y una ceja enarcada. “Sabes, que para ti soy Señor o Amo. Buscas problemas Junsu-ah” Junsu solo sonrió inocentemente, se acerco y Park lo jalo para que tomara asiento en su regazo. Regalándole un tierno y cálido beso de recibimiento. Kim jadeo cuando la intensidad subió y las manos traviesas de su Amo se perdieran en su firme trasero. “Se-señoor” Junsu no es capaz de comportarse completamente sumiso, cosa que a Park le encanta, ya que su personalidad inquieta, inocente y divertida… nunca lo dejaría hacerlo. Pero está bien, a Yoochun no le gustaría que cambiara… un sumiso no se trata de reprimir la personalidad de la persona.
“Que pasa Susu-ah?” Sonríe con malicia mientras sigue recorriendo sus muslos en movimientos suntuosos, dando pequeñas lamidas y mordiscos por su lóbulo… bajando por su cuello. “Eres tan dulce, Su~” Abrió unos cuantos botones de la camisa del menor, esa color pastel que ahora no importaba lo bien que se le veía a Junsu, solo quería arrancarla para poder probar mas de esa tersa piel. Una vez logrado su objetivo, bajo la camisa hasta sus brazos… y en un movimiento rápido ato sus manos detrás de su espalda, el pelirrojo solo se dejo hacer. Park regreso a su ocupación, reanudo los besos, descendió por los hombros y llego a esos pequeños montecitos rosados que se irguieron con sus atenciones. Deposito a Kim en el escritorio, se deshizo de los pantalones, admiraba ese cuerpo, como lo hiciera la primera vez.
“Te desatare Junsu-ah, pero quiero que te toques, okey baby?” Junsu miraba el rostro de Yoochun, prestando mucha atención a cada palabra de lo que decía. “Sí Señor” El pelinegro unió fugazmente sus bocas. “Ese es mi chico” Paseo sus labios por su pecho y abdomen en lo que desataba las manos del pelirrojo. Beso nuevamente sus labios, y se sentó en el sillón, se dedicaría a observar a ese dulce manjar que tenía solo y exclusivamente para él. “Vamos baby, hazlo para mí”.
Kim Junsu no era un experto en esos temas, no tenía experiencia -solo lo que ha hecho con Yoochun- que en ese par de meses ha sido mucho. Su timidez la dejo de lado y comenzó tocando su pecho, acariciando sus botones que estaban sensibles por las atenciones recibidas. Descendió y abrió sus piernas dejando a Park apreciar todo en él. El mayor gruño por lo bajo al observar ese anillo que estaba contraído y que sería suyo.
Sus manos se posaron en su erguido miembro, comenzando a bombearlo a un ritmo lento, su mirada se entrecerraba por el placer, pero Kim se empeñaba en mantenerla fija en su Amo. Su otra mano masajeaba sus testículos, al cabo de un tiempo sus gemidos llenaban la oficina. Su respiración entrecortada y palabras sin coherencia salían de su boca. Humecto tres de sus dedos y fue introduciéndolos uno a uno, comenzó a auto embestirse bajo la expectante mirada del pelinegro, quien comenzó el mismo a masturbarse.
Junsu tiro su cabeza hacia tras jadeante… al borde del éxtasis, sus auto embestidas eran cada vez más rápidas...”Yoochun-ahh~… t-te hnnm nece-sito hmmn” y Park detuvo las acciones de Kim. “No debería complacerte, sabes que eres tu el que debe hacerlo. Pero… te has portado muy bien, Junsu-ah, dime con exactitud qué es lo que quieres” Junsu había dejado caer sus brazos a sus costados, respiraba trabajosamente.
“Métemela Yoochun-ah” Dijo lo más tierno posible. Park sonrió complacido “Tendré que educar esa boquita, baby… pero será después…” dejo la frase inconclusa y se posiciono entre las piernas firmes del pelirrojo. Tomo sus caderas y se introdujo despacio en ese pasaje que lo aprisionaba de una manera delirante.
Con movimientos rápidos y certeros Yoochun toco ese punto en que hacía a Junsu arquearse de placer “A-ahí Chunn, a-ahí” El pelinegro obedeció esas suplicas de su chico, dando una y otra vez en ese punto sensible. “Vamos baby, córrete para tu S-señoor” le dijo en su oído con esa voz profunda y cargada de placer.
En tan solo unas estocadas mas, Junsu se corrió entre sus torsos gimiendo fuertemente “S-seeñoor hmm” las paredes internas aprisionaban el hinchado miembro de Park, quien disfrutaba un poco más para correrse dentro, para marcarlo nuevamente como suyo. “Junsuu-ahh” gruño mordisqueando un poco ese cuello de piel blanquecina. Paso uno de sus dedos por la esencia esparcida en sus torsos, untándolo de ella, para después probar ese sabor único. Para saborear el sabor inmenso de SU Junsu.
Salió despacio y aprecio su semen salir del dilatado anillo. Junsu miraba sonrojado a Park, pero era incapaz de decir algo… simplemente fue maravilloso. Park saco unas toallitas húmedas de su escritorio y limpio a Junsu. “Ponte de pie, te vestiré”
Kim obedeció, Park se encargo de subir los pantalones, de acomodar la camisa y tratar de alisar las arrugas en ella. “Listo, hoy en la noche educaremos esa boquita suelta, ni creas que lo pasare por alto” Junsu sonrió haciéndose el inocente.
“P-pero Señor, no hice nada malooh~” Una timida risa salió de esos labios rosados y el mayor solo pudo rodar los ojos. “Nada malo, ajá!, pero mejor vamos a comer algo, te agrada eso?” como respuesta Junsu se tiro a sus brazos rodeando su cuello y asintiendo con gran efusividad. “Vámonos, Susu-ah”
“Pero… estas trabajando, te irás solo así?” la incertidumbre apareció en sus ojos avellana. “Claro, es la ventaja de ser el jefe” Guiño un ojo con aire seductor y a Kim se le colorearon las mejillas y una risa escandalosa escapo de sus labios. “Entonces vamos, Amo” fue toda respuesta.
Park lo llevo a comer a un restaurante bastante lujoso, disfrutaron de una comida realmente deliciosa y la charla fue amena. Las risas, los besos no faltaron; tampoco así los sonrojos por parte del menor, como respuesta a los comentarios subidos de tono por parte del mayor.
Por la noche en el departamento…
Junsu estaba de pie, sosteniéndose de uno de los postes de esa gran cama… Yoochun estaba buscando entre sus ‘juguetes’ una fusta, para enseñarle a la boquita de ese pelirrojo como le debe llamar.
“Baby~ esto solo lo hago para que aprendas, ok?” Susurro Park en el oído de Kim, quien se estremeció por completo, al sentir el cálido aliento rozar su piel. Los largos dedos del pelinegro acariciaron con parsimonia la espalda y costados del pelirrojo, sus labios repartieron suaves besos de hombro a hombro.
“Solo serán 6 azotes… quiero que en cada uno me llames como se debe, de acuerdo?” La voz sonó grave y severa, sus manos palpaban sus firmes glúteos. “Si…Amo” Junsu respondió suave, se encontraba a la espera de cada golpe… expectante y tenía que mantener el equilibrio… no era nada fácil para él. “Bien, hoy no te podrás correr... hasta que yo lo decida…” “Si Amo” respondió de nuevo Kim. Dio una caricia a su trasero y golpeo con la fusta en él, Junsu gimió de dolor mezclado con placer “Señoor”. La sonrisa de Yoochun creció al igual que lo haría su erección dentro de sus pantalones.
Repitió el proceso… acariciar y azotar las cinco veces siguientes… Junsu se encontraba sumergido en esa nube de placer/dolor otorgada por el mayor, desde el tercer azote Junsu luchaba por no correrse… y al sexto solo podía gemir. Las amables manos de Park masajearon su trasero con un ungüento para calmar la sensación de escozor en su rojiza piel. Lo tomo en brazos, cargándolo en vilo y lo recostó en la suave cama… “Lo has hecho muy bien, espero que aprendas a hablarme con el respeto que corresponde” Dicho dejo un casto beso sobre la frente de su esclavo. “S-si Señor” Junsu le regalo una sonrisa, en la cual le dejaba saber que estaba bien.
Yoochun quito su ropa, quedando en igualdades con Junsu quien jadeo al ver la blanca piel y la gran erección que tenia Park. Regreso junto a Junsu, se sentó, recargando la espalda en la cabecera, flexionando ligeramente sus piernas y atrajo al menor a ellas. Comenzó a bombear sus miembros; con movimientos suaves que fueron aumentando al poco tiempo, sus labios se encargaron de mordisquear el cuello y pecho del chico quien gemía entre sus brazos.
“A-amooh~” Jadeaba dulcemente Junsu en la curva del cuello de éste. Los fuertes espasmos se adueñaban de su cuerpo, agudas corrientes eléctricas los sacudían por completo. Ambos sabían que le faltaba poco, que no resistiría mucho más esos toques placenteros. Yoochun paro toda acción, lo beso con desmesurado frenesí. “Ohh, quiero hacerte mío-oh~” lo recostó y comenzó a dilatar con prisas la contraída entrada del pequeño. “Solo, solo hazlo Señoor” exclamo Junsu, no soportando más, esos dedos en su interior, otorgándole mucho más placer… cuando está a punto de correrse. “No eres tú, el que decide que hacer, hmm” gruño el pelinegro dando un mordisco en el muslo del menor, quien solo se disculpo entre mas jadeos y gemidos, que comenzaban a ser gritos impacientados cargados de placer. Yoochun tenía un gran autocontrol o eso parecía para Junsu. Que cada vez que lo miraba con ojos suplicantes, su Amo solo lo veía estoico y con una calma que solo hacia enloquecerlo más.
Unos minutos más, los intrusos que llegaron a tocar ese punto en el que Junsu quedaba entregado por completo a las sensaciones, salieron sin más de la cálida cabida. Junsu solo gruño por ser dejado a medias y también por no poder terminar aun. Yoochun lo miraba complacido, porque estaba aguantando mucho, lo estaba haciendo bien. Subió a sus labios y lo beso profundamente, introdujo su lengua. Haciendo fuerza contra la otra, disfrutando de esa boca, explorándola. Rompió el contacto con un sonido húmedo. Respiro hondo y entro en Junsu. Lentamente, hasta llenarlo por completo.
A cada estocada le susurraba en los labios, que lo amaba, que no se fuera de su lado. En cada embestida perdía un poco su autocontrol. “Junsuuh~” Sus movimientos eran certeros y Junsu ya no soportaría mucho más. Entraba con fuerza, una y otra vez. “Córrete!…vamoohs” ordeno Yoochun y enseguida Junsu tuvo un estrepitoso orgasmo. Gimió fuertemente y Yoochun le acompaño, corriéndose dentro de él. Park se desplomo sobre Kim, respirando agitadamente; ambos tenían una gran sonrisa en el rostro, una imborrable sonrisa llena de amor. “Señor, lo amo, lo amo demasiado” dijo con el rostro enrojecido y un lindo puchero en sus labios, el cual fue besado de inmediato por Yoochun.
…Meses Después…
“Anda Junsu, ve a la habitación, he preparado algo para ti, te quiero listo en 5 minutos” Park ordeno a ese que mas que ser su esclavo, se ha convertido en su pareja.
Junsu obedeció de inmediato, corrió hacia el lugar mencionado y sus ojos se abrieron de par en par…”pa-pantalones de cuero?!!” trago saliva y comenzó a desvestirse… el tiempo pasaba y Junsu no lograba que esos estúpidos pantalones subieran por su bello trasero.
“Junsu-ah, ya pasaron cinco minu…” toda frase quedo inconclusa ante la vista que obtuvo Park al abrir la puerta de la recamara. Un Junsu con los pantalones por debajo de su trasero; que estaba al aire y él con el rostro enrojecido por todo esfuerzo realizado.
Su plan de salir con el menor se fue por la borda, su excitación subió en menos de un segundo, se acerco y comenzó a bajar esos pantalones de cuero, Junsu se quejo por todo el esfuerzo que había hecho, para que llegara el pelinegro y solo los quitara con esa mirada pervertida y libidinosa en sus hermosos negros.
“Lo siento baby, los planes cambiaron” soltó ronco el pelinegro. Junsu sonrió, porque sabía que entonces seria amado por ese Yoochun hambriento de él. Pero cambio las posiciones de un momento a otro, Junsu quedo arriba y Park debajo.
Kim comenzó a deshacerse de la corbata, camisa y demás prendas del mayor. Besaba con pasión cada parte de su cuello, hombros y esa sexy manzana de Adán, que le daba un toque aun más masculino a Park. Iba dejando marcas rojizas, y aquellas que ya casi se desvanecían las volvía a marcar.
Yoochun le dejaba hacer, porque creía que Junsu también necesita su tiempo, ese tiempo para disfrutar de él, como él lo hacía con Junsu. Comenzó a jadear, al tiempo de que el pelirrojo jugueteaba con sus pezones.
Junsu quien pocas veces ha tenido el control; y en momentos como este aprovechaba. Para hacer con Yoochun lo que siempre desea, y en ocasiones como esta puede realizar.
Desliza sus dedos con suavidad por la lúcida piel del pelinegro, recorre con parsimonia cada palmo de ella, llega a la pretina, desabrocha y quita esos estorbosos pantalones. Disfrutaba de la tersa piel en la cadera del mayor, y en sus manos se hallaba ya, el endurecido miembro de Park.
Masajeaba sus testículos apaciblemente, para luego continuar su recorrido hacia arriba. Bombeaba la erección de su amo, y se limitaba a lamer levemente la hinchada punta. Yoochun enloquecía, solo pedía más, lo estaba torturando y ambos lo sabían. Pero buscaría venganza.
Yoochun cambio de lugar, sometiendo al pelirrojo, dando inicio a esa muy dulce venganza. Unió sus bocas en un beso que oscilaba en lo vulgar, saboreando cada parte de esa cavidad húmeda.
Lamiendo y mordisqueando esos labios que se encuentran hinchados y rojizos. Rompe el beso y desciende por su quijada con rumbo al cuello, sus manos comenzaron a dar roces por aquí y por allá de aquel cuerpo febril. Susurra ronco el nombre del menor, en su oído, haciéndolo estremecer un poco más.
Vuelve a su tarea… ahora su objetivo son los hombros, dejándolos provistos de besos húmedos y suaves marcas. Junsu pierde la cordura con suma lentitud, anhela, pide y suplica por más, pero Yoochun solo sonríe complacido por ello. Su lengua ha encontrado el ombligo del pelirrojo, ha comenzado a entretenerse en él.
Para después descender ahí donde comienza la perdición del propio Park. Engulle por completo el miembro erecto de Junsu, lentamente, lo hace tan despacio que Kim bajo él se retuerce del inmenso placer que lo embarga. Una de sus manos busca su pasaje; da con él, y tantea alrededor de éste, acaricia con suavidad e intenta introducir uno de sus dedos. “Tan estrecho como siempre, baby” murmura sobre el sexo del menor, estremeciéndolo aun mas al sentir el caliente aliento sobre la sensible piel. “Yo-Yoochuunn hng, va-vamos hazlo yaah!” gimoteo desesperado Junsu. “No baby, ahora disfrutare yo” soltó malicioso. Mientras seguía dilatando su entrada. Volvió a engullir su sexo, lo disfruto tanto hasta el punto de saborear el presemen del pelirrojo; mordisqueo la sensible piel de los muslos, mientras Junsu abría más sus piernas para darle espacio. Llego a su entrada y comenzó a lamer delicadamente. Junsu no podía dejar de apretar las sabanas entre sus dedos… su cabeza tirada hacia atrás, ojos cerrados y solo jadeaba y gemía el nombre de Yoochun. Trataba fuertemente de no correrse, no quería terminar sin sentir al pelinegro dentro de él.
Park regreso las atenciones al resto del cuerpo, enloqueciendo más a Kim; se alejo y lo miro expectante, Junsu abrió sus ojos al no sentir el peso del mayor sobre él. “Q-que pasah?” pregunto desconcertado y aun con la respiración entrecortada. “Nada baby, solo quiero mirarte un momento” Junsu necesitaba a Yoochun dentro y no encontró otra solución que auto embestirse, cosa que al mayor pareció agradarle… pero segundos más tarde le molesto, el hecho de que no era él lo que ocasionaba ese placer en el chico.
Paro los movimientos bruscamente y se perfilo para entrar, un gruñido broto de sus labios al sentirse rodeado por esas aun estrechas paredes. Junsu sonrió complacido, su plan había funcionado. Y ahora tenía a Yoochun empujando de manera salvaje en él.
Park Yoochun sabia de manera exacta donde toca dentro de Junsu para hacer perder la razón, y lo hacía. En cada estocada, Kim Junsu se sabía en el cielo, en el mejor paraíso que pudiese existir. Ambos sabían que el orgasmo se aproximaba, sin poderlo refrenar un poco más. Sus miradas se encontraron, declarándose ese amor de una manera única, a su manera. Un nuevo beso nació con pasión renovada, mientras Park se corría dentro del pelirrojo y éste entre sus torsos.
Disfrutaban una vez más de estar en compañía del otro, disfrutaban de esos encuentros sexuales, que eran más que solo sexo había amor en ellos. Se quedaron recostados en esa gran cama, del que ahora es su hogar. Con sendas sonrisas en sus rostros, se dejan llevar por los brazos de Morfeo… en un plácido sueño, que seguro formara parte Yoochun, como Junsu del de éste.
Y así como esa noche, existirán más, donde sus planes se vallan por la borda y se queden en el departamento haciéndose el amor.
FIN
N/a: Heey! muchisimas gracias por sus coments :3 espero que les haya agradado la segunda parte c:
super lindo, por demas de sexoso... pero embriagador de yoosu, amo que sean re pornosos pero a la vez se amen demaciado... me encanto
ResponderEliminarK pornosidad!!! ./////////////. el 1 cap y este... lo ame todo!!! *------------* sadhgas,dhgfhgsf waaaaa!! no m esperaba q terminaran enamorándose y amándose tanto ;w;!!!... estuvo demasiado bueno tu fic~~♥ w ♥
ResponderEliminarespero leer mas de ti kien kiera q seas xD :'3
Me alegra mucho que fuera de su agrado! :D
ResponderEliminarsus comentarios me alientan para seguir escribiendo, mas yoosu pornoso y tierno! :3
si quieren leer algunos fics mas que he escrito dense una vueltesita por mi blog (http://songeunkyo.blogspot.mx/) y enserio muchisimas gracias por sus coments y por darse el tiempo de leer! :3
*OOOOOO*!! Y de nuevo muchas gracias a ty por escribir tan genial!!*0*!
ResponderEliminarmhasdgmsahdshfdgfdg gracias por mostrarnos tu blog! ahora te sigo y leeré todo lo k vea!! y también comentare!!! *O*!xD! hdsg,dshfgdsfhg *explota* YOOSU~~ *W*~~ *se va saltando como bailarina de danza clásica y pensando en su yoosu besho~~ ♥ ♥*
Bdsm??? Lo disfrute mucho :')
ResponderEliminarNecesitaba algo pornoso como esto <3
ResponderEliminarGracias :3