Secret Game cap 5

El comienzo de un nuevo juego

Hoy SI que era un día realmente odioso. Changmin estaba demasiado aburrido y perezoso. Tanto así que no tenía ganas ni de sexo (Aquello era bastante impresionante tomando en cuenta que… era Changmin). Se sentía muy cansado porque estos días había tenido demasiada actividad física, y no se refería exactamente a los ensayos de la banda.

Normalmente no hacía eso, se esperaba un día o dos antes de "entregarle" su cuerpo a otro de la banda (y que hicieran lo que quisieran con él, de todos modos lo disfrutaba), pero pensándolo bien...

¿No podía pegarse algo metiéndose con cada uno una y otra vez?

Podría ser... pero sin duda alguna, si eso llegaba a pasar, podría morir en paz diciendo "yo conocí el verdadero placer, supe vivir".

Changmin no podía evitar comenzar a reír cuando pensaba eso, y cada vez que le preguntaban de que reía él debía responder con lo mismo "Nada hyung, no es nada".

Placer carnal y secretos, mentiras...

¿Había algo más condenadamente hermoso que eso?

No lo creía.

Lo que si creía, es que su vida estaba hecha del más puro placer.

- Changmin.

Una firme voz lo sacó de sus pensamientos. Eran el líder y sus discípulos (Ok, eran Yunho y los chicos). Los cuatro lo miraban fijamente, algo serios y... ¿Molestos?

- ¿Qué pasa? ¿Se quema el departamento? - respondió el menor, volviendo su vista al televisor. El programa se estaba poniendo interesante.

La tele se apagó de pronto y Changmin se giró para mirar a Yunho, quien tenía el control remoto en la mano.

- ¡Oye! ¡La estaba viendo!
- Y no me importa. Tenemos que hablar.

"Tenemos que hablar". Eso no sonaba bien.

- Ahh~ Yunho - hizo un puchero - Primero déjame ir a buscar algo de comer - se puso de pie, pero Yunho lo empujó con más fuerza de la necesaria, haciéndole caer nuevamente sobre el sofá.
- No. Tenemos que hablar AHORA.

Changmin lo miró impresionado. Para que su hyung actuara así es porque debía ser algo demasiado importante. ¿No sería que...?

- Ya lo sabemos todo, Minnie. - Esta vez habló Jae, con voz firme (¿Se alistaron en el ejército antes de venir a regañarlo?)

¿Y que ya lo saben todo? O sea que...

- ¿Saben qué? - preguntó fingiendo.
- No te hagas el tonto. Sabemos lo que haces y has estado haciendo desde hace mucho.
- No se de que me...
- "Juego secreto" ¿Te suena? - esta vez fue Yoochun quien habló, aquella sonrisa que tanto le gustaba a Changmin plasmada en su rostro.

(Y se turnaban para hablar. Habían hablado durante mucho esto... Lo cual era peligroso).

No pudo evitar sonrojarse un poco. Se sentía avergonzado, quería que se lo tragara la tierra... Y no sabía muy bien porque.

También comenzó a sentir miedo. ¡Lo habían descubierto! De seguro lo golpearían, lo castrarían, lo torturarían, lo matarían... ¡Deben estar furiosos! Deben... Deben...

Espera... ¡YOOCHUN LO ESTABA BESANDO!

Changmin se le alejó, con rapidez casi inhumana, totalmente impresionado. Ok, en otra situación hubiese correspondido el beso y habrían terminado teniendo sexo desenfrenado como siempre pasaba, pero ahora habían descubierto todo.

¡Quizás solo lo distraerían para luego golpearlo, matarlo y esconder su cadáver! O peor... Jae lo cortaría en trocitos, lo freiría y luego lo serviría al resto usando su sangre como salsa, entonces Changmin ya no existiría en la banda y los chicos se reirían de su desgracia y luego nadie lo acordaría de él y...

- Minnie... - Susurró de pronto Jaejoong en su oído, desde su espalda, haciendo que se sobresaltara. (¿Y cuando había llegado ahí?)
- ¿S...Si?
- Te noto nervioso... Relájate, ¿Si? - dijo haciendo un puchero que no pudo resistir (Supo que era un puchero por la voz que tenía) y el cual fue tan "inocente" que le hizo sentir como miles de seres voladores chocaban en sus tripas. – Haz sido un chico muy malo, ¿Sabes? Y los chicos malos merecen que les den su castigo. – sonrió y Changmin sintió escalofríos recorrer su cuerpo.
- Pero no te preocupes, Changminnie... - susurró esta vez Junsu, masajeando sus caderas con suavidad - No te haremos nada... que no te guste.

Dicho esto Yoochun volvió a besarlo con fuerza, sintiendo al mismo tiempo como una lengua se paseaba por su cuello, juguetona. ¿Quien demonios era? No lograba verlo, pero... pero... pero... ¿Por qué estaban haciendo esto en vez de molestarse con él?

- ¿Te gusta jugar? - preguntó Yoochun, delineando con su lengua la mandíbula del menor. - Pues te daremos de tu juego... - completó con voz ronca, haciendo que Changmin sintiera un cosquilleo en su bajo vientre.

Estaba totalmente confundido, pero ¿Y qué? esto se estaba sintiendo mucho mejor que todas las otras veces que tuvo sexo con cada uno, por separado. Y ahora estaban los 4 con él, solo para él. Esto era más que hermoso… Era peligrosamente maravilloso.

Yunho tomó su rostro y lo volteó para que lo mirase, una vez hecho esto le sonrió lascivamente, para luego besarlo con fuerza.

Era tan delicioso y a la vez tan enfermo. Lo sabía, pero no le molestaba, al contrario... Le causaba gracia y más placer de lo humanamente sano.

Changmin debía admitir que todo lo que estaba ocurriendo ahora mismo se salía completamente de cualquier fantasía sexual que haya tenido. Quizás se había imaginado en un trío alguna vez, ¿Pero en una orgía, con 4 chicos besándolo y tocándolo? Ni el mismo Changmin se lo hubiese imaginado.

"Tranquilo, Changmin. Solo te están distrayendo. Solo te están... Oh diablos"

- Ahhh... - gimió cuando, luego de levantar su camiseta, alguien (Ni siquiera supo quien fue) mordía con más fuerza de la necesaria sus pezones, lo cual más que hacerle gemir de dolor le hizo gemir de placer.

"Eres un puto masoquista de mierda, Changmin" pensó sonriendo lascivamente.

- Son unos desgraciados... - suspiró al sentir como las caricias y besos desenfrenados de los demás recorrían su cuerpo acalorado.

- No más que tú, pequeño pervertido y mentiroso. - rió Yoochun, entreteniéndose con uno de sus pezones (Ah, él fue quien lo mordió). Comenzó a lamer y chupar su piel dejando varias marcas rojas por su pecho y sus pezones rojos e hinchados, al igual que sus labios a causa de la boca de Yunho, que no paraba de besarlo. Mientras la boca de Jaejoong se encargaba de besar y morder con lujuria su cuello. ¿Y Junsu? Junsu estaba... Estaba... Oh dios mío, ¿Cuando demonios había llegado ahí?

- Es-espera, Junsu... Hmm... - gimió con fuerza al sentir la lengua de Junsu recorriendo cierta parte de su anatomía la cual se encontraba completamente despierta.

Esto no era bueno. Jamás, en toda su vida de actividad sexual, se había excitado tan rápido. Ni siquiera se había dado cuenta cuando Junsu había bajado sus pantalones y había comenzado a hacerle sexo oral.

Debería dejar de pensar tanto cuando tiene sexo.

De un momento a otro la camiseta de Changmin había salido volando por ahí, la cual quedó tirada a unos metros de ellos. Junsu dejó su erección para ahora besarlo él.

Sentía su rostro hirviendo. Incluso veía borroso. Las manos de cada uno se perdían entre su cuerpo, tocando cada centímetro de su piel y haciéndole enloquecer. Definitivamente, si Changmin no estuviese de acuerdo con todo esto, fácilmente pudo haberse sentido completamente violado y ultrajado.

Pero no era así. Changmin lo estaba disfrutando más que nunca, por mucho que lo negara o dijera lo contrario (En todo caso, ¿Sería capaz de negarlo?).

Ahora que lo pensaba... Si su familia se enterara de todo esto, ¿Qué diría? De seguro lo odiarían y lo creerían enfermo.

Al recién caer en eso Changmin no pudo evitar sentirse mal por su familia. Pero no tenían porque saber ¿O si?

- Changmin, te ves algo pensativo... - lo besó Jaejoong en los labios, Changmin respondió el beso sin pensar.
- Estoy b-bien... - suspiró apenas el menor.

Por alguna extraña razón estaba comenzando a sentir que toda la rudeza que demostraba cuando tenía sexo se estaba esfumando. En cambio, ahora... Se estaba sintiendo como hace años, cuando era el pequeño del grupo y todos lo mimaban.

Simplemente terminó rindiéndose, y se dejó hacer por el resto de los chicos. Adiós rudeza, adiós sarcasmo, adiós al Changmin maduro y engreído... Bienvenido sea el placer absoluto.

- Estás más sumiso que de costumbre, Minnie... - Yoochun lamió sus labios y Changmin cerró sus ojos, dejándose llevar por el beso que atrapó sus labios con fuerza, devorándolos.
- Lo se... - respondió Changmin, entre los cuerpos de los demás.
- Ver a Changmin tan sumiso de verdad es raro... - dijo Jaejoong, y Changmin suspiró al sentir su aliento caliente chocar contra su oreja.

¿Podría Changmin decirles a los demás que la razón por la cual estaba así era porque la excitación era tan grande que su cerebro se había bloqueado por completo impidiéndole ser el mismo de siempre? Quizás no entenderían. Mejor se quedaba simplemente callado.

- Solo sigan con lo que hacen, por dios... - dijo Changmin, pero más sonó a un ruego.
- Estás bastante impaciente, ¿No? - preguntó Yunho. - Eso me gusta...

De ahí en adelante, de la boca de Changmin casi no salieron más palabras, solo salían fuertes gemidos de placer, jadeos acalorados y suspiros llenos de deseo. Esto debía verse como la película porno más... porno que haya visto en su vida y quizás en sus vidas anteriores.

En algún momento que no pudo notar, y que tampoco le intereso demasiado, su ropa había volado por ahí, dejándolo completamente desnudo. Sus compañeros no tardaron mucho en hacer lo mismo, quitándose lentamente sus ropas.

- ¿Te gusta? - preguntó Jaejoong. Changmin asintió. - ¿Quieres más? - volvió a asentir. - Quiero oírte pidiendo más, Changmin. - dijo finalmente, metiendo dos dedos en la entrada del menor.
- Ugh... - el menor encorvó su espalda al sentir aquellos dedos moviéndose frenéticamente en su interior.
- Vamos, Minnie... dilo. - Esta vez habló Yoochun, lamiendo el lóbulo de su oreja izquierda.
- Q-quiero más... - gimió con fuerza al sentir otro dedo entrar en él, moviéndose sin compasión.


¿Cuando se había vuelto Changmin un pervertido tan grande? ¿Cuando demonios se había esfumado aquella inocencia que tenía cuando la banda se creó? Recordaba a la perfección ese día en que cumplió 18 años. Ya sería mayor de edad, ¿No? Ese día, por curiosidad, había comenzado a leer varias historias que sus fans escribían. Muchas de ellas en las cuales involucraban amorosamente a Changmin con algún otro integrante del grupo. Al principio amplias sonrisas se dibujaban al leer ciertas escenas bastante subidas de tono. Le causaba gracia. Pero cuando comenzó a leer más y más su mentalidad comenzó a cambiar.

¿Cómo se sentiría hacer todo aquello de verdad con los chicos?

Aquella pregunta quedó grabada en su mente, hasta que decidió que debía quitarse la duda. El primero con el que lo hizo había sido Junsu (Auque quizás no lo creyeran). Había deseado corromper aquella ternura e inocencia que irradiaba. Y así lo hizo. Salió triunfante luego de eso, y con ganas de más.

Luego siguió con Yoochun. Haciéndose el inocente y tímido logró tenerlo en la palma de su mano y terminó también acostándose con él. Luego siguió Jaejoong, su "umma". Con él fue fácil, puede quizás hacerse el rudo y difícil, pero no con Changmin. El último con el que se atrevió fue con Yunho, temiendo solo por el hecho de que era el líder. Pero al contrario de lo que pensó, terminó cediendo fácilmente, e incluso pidiéndole más a los días siguientes.

Changmin había logrado lo que quería.

No pudo evitar comenzar a reír al recordar todo aquello.

- ¿Qué es tan gracioso? – preguntó Junsu, robando sus labios para besarlo con fuerza.
- Nada, hyung. No es nada.

De un movimiento más que rápido Yunho giró el cuerpo del menor, dejándolo en cuatro. Al sentir cierta parte del cuerpo de Yunho completamente dura y erguida rozándose contra su trasero no pudo evitar gemir sonoramente. Junsu se movió hasta quedar bajo el cuerpo de Changmin, sus piernas muy abiertas, esperando a que el menor se adentrara en él.

- ¡Ahh! – gritó Changmin con fuerza cuando Yunho lo penetró de una fuerte estocada, haciendo que su espalda se encorvara hacia atrás. Junsu acercó su rostro al propio, atrapando sus labios con fuerza.
- ¿Qué esperas, Minnie? – suspiró cuando separaron sus bocas. – Haz lo tuyo… - sonrió. Changmin asintió y entró en él sin siquiera prepararlo, mordiendo su labio y gruñendo con suavidad. Sintió también como Yunho se adentraba más en si y un fuerte grito de parte de Junsu.

No esperaron más y comenzaron a moverse, ni suave ni lento. Cuando Changmin entraba en Junsu, Yunho salía de él. Era tan adictivo.

“Piensa en algo más, Changmin. Tanto placer va a matarte. Piensa en algo…” Si, debía pensar en algo. ¿En qué podía pensar en un momento como este? “Dos más dos son cuatro… cuatro más cuatro son ocho… Ocho más ocho son dieciséis… Dieciséis más dieciséis son…mierda” ¿Cómo mierda podía estar pensando en sumas en un momento así?

- M-mierda… ¡Ah! – gimió el menor, y el un arranque de excitación acercó las caderas de Yoochun hacia él, tomó su erección y la metió en su boca, mientras que con una mano masturbaba con fuerza a Jaejoong.
- Minnie… Hmm… Ahh dios…

Los gemidos acalorados resonaban por todo el departamento. Hacía calor, más que nunca. La mano de Yoochun se posó en su cabeza, acercándolo más a su miembro, mientras jugaba con su cabello húmedo.

Las uñas de alguien se pasearon por su espalda, dejando varias marcas e incluso sacando algo de sangre. El ardor comenzó a hacerse presente.

- ¿Q-Quién fue el animal que me rasguñó? – se quejó Changmin, dejando de lamer la hombría de Yoochun. Solo recibió como respuesta risas.
- Si adivinas te damos un premio… - rió Yoochun. Changmin siguió masturbando a Yoochun con la otra mano (No todos los hombres son incapaces de hacer dos cosas a la vez… o más, como notarán).
- De s-seguro… De seg-guro fue J-Jaejoong… - habló entrecortadamente, ya que las embestidas de Yunho se hacían más rápidas cada vez.
- Bingo. – sonrió Jaejoong y acercó su boca a la del menor para besarlo. – Y lo siento. – volvió a reír.

Las caderas de Changmin empezaron a moverse más rápido, haciendo gemir con fuerza a Junsu. Estaba llegando al clímax, dio unas cuantas estocadas más y llegó al orgasmo, corriéndose en el interior de Junsu. Un largo gemido salió de su boca. Yunho dio también unas estocadas más y se corrió en su interior, sintiendo su esencia derramarse dentro de si.

El líder salió de su interior, y Junsu se movió para salir de donde estaba. Antes de decir cualquier cosa Junsu lo empujó con suavidad y se ubicó entre sus piernas, entrando en él también con fuerza. Un grito ahogado por un húmedo beso de Junsu salió de su boca, y el delfín comenzó a embestirlo sin siquiera dejarlo hablar.

- Ahh. J-Junsu… ¡Ahhh! – sus gemidos eran los que más se escuchaban, Junsu daba pequeños gruñidos y de vez en cuando gemidos algo agudos. – Más rápido, más rápido… - suplicó el menor de la banda, moviendo también sus caderas al encuentro de aquello que le daba tanto placer.

Una última embestida y un gemido bastante sensual salieron de Junsu, derramando su semen en el interior de Changmin. Sin siquiera dejarlo respirar Junsu se salió de su interior y Yoochun lo atrajo hacia él, las piernas de Changmin rodearon su cintura y entró en él con fuerza casi salvaje.

La espalda de Changmin se mantenía encorvada hacia atrás, al igual que su cabeza. Sus ojos cerrados con fuerza y su boca abierta, dejando salir solo gemidos que demostraban el gran placer que sentía (¿Había una palabra mayor que placer que describiera lo que sentía?).

- Yoochun… Yoochun, ahh… - su corazón latía con fuerza. Estaba demasiado agitado, acalorado y sudoroso. Finalmente Yoochun lo besó, derramándose también en él.

El menor ya no tenía ni fuerzas para hablar. Sintió un brazo que lo acercaba desde su espalda. Jaejoong lo sentó en sus piernas, su pecho rozándose con su espalda. Entró en él lentamente y comenzó a moverse, besando el abusado cuello del más alto.

Varios besos de los otros chicos recorrieron su cuerpo, el cual daba fuertes saltos, para sentir más adentro a Jaejoong.

- Dios mío, J-Jae… - fue lo único que pudo decir. Los labios rosados del mayor de la banda recorrían su cuello, sus hombros y lo que alcanzaba de su rostro.

Finalmente alcanzó su orgasmo y Changmin sintió como su semen caliente se esparcía por su interior.

“¿Este fue el premio por adivinar quien me rasguñó?... Vaya premio…” sonrió para si mismo.

Sus respiraciones agitadas eran lo único que se oía en la habitación y en todo el departamento. Changmin se levantó lentamente, sintiendo como aquel líquido templado escurría por entre sus piernas, las cuales no le respondieron y cayó sentado sobre el sofá.

- ¿Muy cansado? – preguntó Yunho, acariciando su rostro y depositando un beso en su mandíbula.
- Hmm… - asintió el menor y cerró sus ojos. Yunho se levantó y buscó su ropa interior entre toda la otra ropa regada por el piso, se puso su ropa interior, tomó a Changmin en brazos y lo llevó hasta su habitación.
- Tendrás que dormir bastante, creo que esto debería repetirse más seguido. – sonrió y Changmin le devolvió la sonrisa, metiéndose bajo las blancas sábanas. Solo bastó para que apoyara su cabeza en la almohada para quedarse profundamente dormido.

Cuanta razón tenía Yunho. Esto debería repetirse más seguido. Si bien su juego secreto ya no era tan secreto, podían seguir jugando y divirtiéndose, ahora sin tener que esconderse entre ellos.

Todo era cada día más hermoso. Este era el comienzo de un nuevo juego.

Fin