Changmin, aún con su cuerpo sobre el de su huyng, frunció el ceño confundido.
-Pero, Yoochun hyung... no te lo has pasado bien? Yo creía que...- Fue interrumpido por un leve sollozo de los gruesos labios de su hyung. - ¿Qué pasa?- preguntó dulcemente.
Yoochun agitaba la cabeza lentamente intentando reprimir nuevas lágrimas.
-Es..por tu novia hyung? Estás así por ella?- insistía Changmin. Yoochun se tapó la cara con una mano y no pudo reprimir un claro sollozo esta vez.
El corazón de Changmin se oprimía por momentos mientras le observaba.
No podía ser que todo estuviera tan mal.
No podía ser tan malo lo que acababa de pasar.
Changmin en seguida intentó acomodarse sobre él de forma que no recostara todo su peso y sujetó las muñecas de Yoochun para mirarle de nuevo a la cara y que él le mirase.
-Hyung... yo... nadie lo sabe, en serio.....créeme....ella no se enterará, te lo prometo. No te pongas así por favor....hyung...- Suplicaba en el mismo tono que antes.
Yoochun no podía resistirse a ese tono de voz que usaba y Changmin lo sabía.
-No... no sabes lo que haces Changmin.- Concluyó Yoochun entre murmullos con sus labios tapados con parte de su mano.
Changmin no supo como reaccionar a las palabras de Yoochun.
“¿Qué no sabía lo que hacía?”
-¿Tu que sabes?- Changmin no pudo evitar replicar.
Yoochun suspiró como si realmente Changmin no le hubiera entendido, y parecía más ocupado en calmar su dolor para poder comunicarse.
Toda la emoción, la excitación y la felicidad que sentía Changmin se estaba esfumando de su cuerpo por segundos al verle así.
-Yoochun...-comenzó a decir casi en un susurro.- No entiendo, que es lo que va mal? No te lo has pasado bien? Te arrepientes?
Su voz ahora sonaba desilusionada, algo dolida y confusa. Pero Yoochun aún no parecía poder responder.
Sin embargo no estaba enfadado ni le había apartado a empujones. Changmin estaba realmente confuso y estaba empezando a considerar si habría ido demasiado lejos intentando seducir a su codiciado hyung.
- Yoochun por favor dime algo, es por ella? Dímelo si es así. Lo siento, pero yo pensé que... bueno al igual te acostaste con todas estas mujeres....no tienes por qué contarle esto tampoco. Ni siquiera los chicos tienen por qué enterarse....ya te he dicho que no se lo diré a nadie.......
........
.........
.....hyung?
Unos segundos después Changmin notó como le hacían caer al colchón sobre uno de sus costados mientras un cálido líquido goteaba imperceptiblemente sobre sus mejillas.
Sentía todo el cuerpo desnudo de su hyung pegado al suyo, algo húmedo por el sudor, y muy, muy cálido. Aquellos turgentes labios atraparon los suyos aprovechando su suspiro. Y no necesitó abrir los ojos más, perdiéndose en la sensación de aquellos dulces besos, nuevos para él.
Sentía caricias en su piel, su mejilla. Yemas de los dedos volando por su cuello, su frente, revoloteando por su clavícula, perdiéndose en su nuca.
Sentir las caricias y besos de Yoochun era mucho más intenso de lo que siempre imaginó.
A punto de gemir cada vez que su hyung se acomodaba mejor a su cuerpo, rozando sus caderas y sus muslos, encajados en confortable precisión.
Podría quedarse así, rodeado por sus brazos y sintiendo su piel hasta que desapareciera el tiempo.
No era la primera vez que Changmin estaba en la cama con alguien, pero la situación era completamente nueva.
Enlazado a otro cuerpo, besándose sin prisa, mezclando entre sus bocas el saturado aire y sus propios alientos, a tientas en la agradable oscuridad de sus párpados cerrados. Dejando sus manos vagar por sus cuerpos en una eterna exploración.
Poco a poco su cerebro dejaba de funcionar para aletargarse y procesar únicamente el éxtasis emocional que sentía.
Changmin comenzó a estrechar su abrazo, encerrando a Yoochun entre sus fuertes brazos y echando el cerrojo con sus dedos.
La manera en la que sus músculos tensos se deslizaban en su ansia por sentirse más era simplemente deliciosa.
Una nueva dimensión de sentimientos abrió sus compuertas para Changmin, que apenas podía contener la fluidez de sus suspiros, aunque casi en silencio para no perturbar su propio trance.
Quizá el día se fue de nuevo... y la noche también, pero el tiempo y el lugar no existía en esa cama.
Desapareció todo lo ocurrido en las últimas horas y quizá en los últimos días.
Hasta que después de mucho tiempo, Yoochun simplemente se levantó de golpe poniéndose inmediatamente de pie, de espaldas a la cama, y frotándose la cara con las manos. Changmin le siguió con la mirada perezosamente, como si se acabara de despertar porque le habían retirado el edredón de encima.
Observó el cuerpo de Yoochun, desnudo, de espaldas a él, los músculos de su trasero tensándose y sus muslos, mientras andaba. Salía de la habitación.
¿a dónde iba?
A pesar de que ya se habían separado, el pecho de Changmin bajaba y subía rítmicamente aún, siguiendo su respiración acelerada.
Se incorporó al fin de la cama, mirando al suelo detenidamente durante quién sabe cuanto tiempo.
Algo confuso aún, intentando asimilar lo que había ocurrido, esperó a que Yoochun volviera a la habitación después de ducharse. Cuando escuchó la puerta.
Se levantó, corriendo hacia el salón. Yoochun se había ido. Y se quedó con cara de idiota, completamente desnudo en medio del moderno y ahora solitario salón de la inmensa suite.
Yoochun no le había dirigido la palabra a Changmin en las horas restantes que pasaron en Las Vegas. Se dedicó a ir de compras, cosa que no había hecho en los días anteriores.
Yoochun pasaba algunas temporadas sin apenas dirigirle la palabra a nadie. De modo que su comportamiento no llamaba tanto la atención para los demás. Cada vez que salían del hotel, Yoochun siempre procuraba en un grupo distinto al suyo.
Changmin sabía que sólo tenía las últimas horas en USA y las del avión de vuelta a Asia para poder hablar con él. Después pasarían muchas cosas, el dream concert, la instalación de la familia de Yoochun...las fiestas privadas y con eso........”ella”.
Pero...ahora era Changmin quien no se acababa de entender a sí mismo.
Tanto tiempo esperando por esto y ahora.... no sabía como sentirse.
Había deseado y luchado tanto por conseguir esa intimidad con Yoochun lo cual parecía imposible....y cuando parecía que lo más difícil lo había conseguido.....ahora ocurría esto.
Había imaginado mil formas de reaccionar de Yoochun.
Mil maneras menos una.
Justo lo que había ocurrido, que no sabía muy bien como definir.
Lo realmente extraño de todo es que se sentía tan desconcertado él mismo, que no tenía muy claro que era lo que quería hablar con él.
O qué explicaciones podría darle sobre su propio comportamiento. Changmin había creído durante todo este tiempo que lo tenía todo muy claro, pero... ahora se empezaba a dar cuenta de que no lo había tenido todo en cuenta.
Changmin estaba al tanto y había vivido de cerca el comienzo y la relación de su hyung con “ella”. Aunque al principio Yoochun intentó ocultarlo de todos, trabajando tan estrechamente como ellos, hacía imposible guardar cualquier secreto de la vida privada de cualquiera de los cinco a los demás.
Yoochun siempre conseguía rodearse de las mujeres más impresionantes y de carácter más admirable. Tenía esa habilidad como muchas otras. En cierto modo, Changmin siempre había envidiado eso de Yoochun, mas bien TODOS envidiaban eso de él.
Changmin había estado a su lado también cuando “ella” se quedó embarazada y Yoochun sufrió lo indecible por perder a su hija por culpa de su trabajo.
¿Quién entre sus fans y su público hubiera entendido las ansias de Yoochun de tener una familia propia?
Cualquiera de ellos sabía bien que eso estaría más allá del desastre, si quiera en convertirse un rumor.
A cambio, Yoochun había podido al fin traer al resto de su desmembrada familia a Seoul.
Aunque desconocía más detalles de su relación con “ella” puesto que Yoochun era casi tan discreto como Jae-hyung; le había observado durante demasiado tiempo dar rienda suelta a su lujuria espontánea en los momentos de mayor estrés.
“¿por qué no puedo ser yo?”
Había pensado al fin.
Estando tan cerca... ¿por qué no podía liberar toda esa sensualidad con él?
Changmin se descubrió codiciando con creciente ímpetu aquellos labios carnosos, pecaminosos que su hyung tan bien parecía usar. Consumiéndose por recibir el toque de sus expertas y delicadas manos....deslizándose sobre él, así como lo hacían sobre las teclas de un piano.
Quería recibirle en su cuerpo.... probar su carne.
Pero Changmin no sabía qué era una relación.
Nunca había tenido una.
Y quizá había menospreciado la relación de Yoochun con “ella”. Quizá había malinterpretado algo.
¿Los ojos de Yoochun le miraban como si de alguna manera se hubiera aprovechado de su debilidad....?
¿Podría ser eso cierto?
La verdad no veía como....
Él solo quería algo de eso que le regalaba a extraños....
¿Qué problema tenía en dárselo a él también?
Al menos una vez.
Era la homosexualidad de sus deseos hacia él lo que Changmin creía posible que Yoochun rechazara, aunque él nunca se había pronunciado en contra de ello. Y Changmin sabía que había sido la primera experiencia de ese tipo que había tenido Yoochun, aunque no había sido la primera para él.
Changmin había entendido por el comportamiento de Yoochun, que no le desagradaba.... del todo, al menos....entonces por qué?
Aunque era evidente que Yoochun nunca le vio venir....a pesar de que Changmin creía que había llegado a ser demasiado obvio.
Quizá , desde el punto de vista de Yoochun, había menospreciado su amistad con él mezclando sexo de por medio.
Quizá realmente siempre le vio como un hermano pequeño y le resulte retorcido el hecho de acostarse con él.
¿Pero acaso no le veía deseable?
Le había escuchado comentar sin pudores el atractivo de otros hombres, ¿Es que el suyo propio de verdad era menos?
Mientras se duchaba por última vez en esa suite del hotel Caesar´s de las Vegas, recordó aquella noche en la que se puso a tiro.
Flashback
Durante la promoción de su disco T en Japón, gracias a su influencia sobre Yunho, Changmin consiguió hacer equipo con su hyung favorito.
Tenían varios días para ellos solos, pero Yoochun siempre era tan autoritario, solitario, que a Changmin se le acababan siempre las excusas para poder retenerle a su lado.
Pero le encantaba beber. A Yoochun le encantaba beber, pero aguantaba menos sobrio que un caramelo en la puerta de un colegio.
La segunda noche que pasaron allí...Changmin quería de él....algo más que su atención, sus chistes, sus órdenes....
Yoochun Había bebido tanto alcohol aquella noche como para tumbar al mismo Jae-hyung.
En la habitación de Yoochun, jugando al póker. Changmin había insistido en que Yoochun le enseñara. Al menos como buena estrategia para desnudar a las chicas, si llegase el caso, habían comentado.
Recordaba que Yoochun había reído y le había dicho que Changmin jamás necesitaría ganarle a una mujer a las cartas para que ella se quitara la ropa para él.
“¿Te la quitarías tu?”
Había dicho Changmin de pronto provocando la risa de su hyung. Changmin también rió con él, por dentro expectante de su reacción.
“Te la quitaría a ti”
Había respondido.
Y un repentino calor había invadido súbitamente el cuerpo de Changmin por completo.
Changmin había decidido que era el momento, soltó las cartas encima de la cama, y se desabrochó la camisa mientras le miraba a los ojos.
Yoochun seguía riendo atractivamente... esa risa pícara que enervaba a Changmin aún mas por momentos....
Changmin hacía eso porque pensaba que SI otro hombre, no había podido resistirse a ponerle las manos encima y mucho más, estando en una situación muy similar a esta, no mucho tiempo atrás, Yoochun, también podría perder razón?
Changmin así lo esperaba. Quería ver aquella mirada de deseo irrefrenable que vio en los ojos de aquella persona, en los oscuros y dulces ojos de Yoochun.
Mirándole.
Una vez abierta, se sacó la camisa y la tiró tras él. Sin perder el contacto visual se incorporó de la cama donde estaban sentados, y deshizo el cierre de su cinturón. Abrió el botón y tirando de los bordes desabrochó la cremallera.
Yoochun perdió la risa lentamente, mientras los pantalones de Changmin se escurrían por sus caderas, para terminar rápidamente en el suelo.
Dejando a la vista una escandalosa erección vetada por la negra tela de su ropa interior ceñida.
Changmin, con sus mejillas rosadas por el alcohol, la mente despierta, y una trabajosa respiración aguardó de pie frente a Yoochun a que éste mostrara alguna reacción.
Yoochun con la mirada algo perdida alzó la cabeza para mirar a Min a los ojos.
“¿He ganado la partida....?”
Preguntó como si buscara una explicación a la súbita acción de Changmin.
Sin decir una palabra, lentamente, Changmin puso ambas manos sobre los costados de su cintura y desde allí fue deslizando los dedos hasta que estos se toparon con el elástico de los boxers. Yoochun siguió el recorrido de sus manos, embelesado.
Las manos siguieron su descenso por la morena piel, sobrepasando los perfectos huesos de sus caderas, y empujando la tela hacia abajo.
Changmin siguió descubriendo su cuerpo deleitándose en la atención que su hyung ponía en ello. Pero estaba tan nervioso que a penas podía reprimir sus suspiros de excitación al sentirse observado por él.
Finalmente su erección comenzó a quedar expuesta y las manos le temblaban de no tocarse mientras seguía, tanta excitación y ningún estímulo, mataban a Changmin.
Estaba comenzando a arrepentirse cuando iba a medio camino, suspirando cada vez más rápido, sin saber qué mas hacer para que Yoochun se acercara a él y al fin le tocara.
“Cierra la puerta cuando termines de ducharte”
Le dijo Yoochun levantando una ceja antes de echarse sobre la cama de un salto, y descalzarse para acomodarse y dormir.
Changmin sacó las manos de sus boxers como si algo le hubiera quemado.
Se quedó parado allí, de pie, en ropa interior, mirando como Yoochun se acomodaba sobre la almohada, tumbado boca abajo. Quedándose dormido poco después.
Changmin no sabía si reír o llorar.
No sabía donde había ido toda su excitación, su anhelo, sus expectativas.
Solo vio claramente la frustración como un enorme cartel de neón golpeándole la frente.
Estaba tan anonadado que no podía ni llorar.
En silencio, cogió su ropa, la puso de nuevo en su lugar y volvió a su habitación.
Pero aquella noche no pudo dormir. No por la excitación que había desaparecido por completo. Si no porque revivía el momento una y otra vez.
Algo le decía que seducir a Yoochun no iba a ser tan sencillo.
Se descubrió deseando desesperadamente, aún más que antes, a su dulce hyung.
Se dio cuenta de que si realmente quería que pasara algo, tendría que provocarlo él mismo.
Fin del flashback.
Cuando se estaba vistiendo, con la cabeza perdida en sus pensamientos, la puerta del baño se abrió de golpe. Yoochun entró con los zapatos puestos y cerró la puerta tras de sí. No parecía estar de buen humor.
A Changmin se le olvidó saludar. Aún ni se había abrochado los pantalones.
-Hyung......?
-No vuelvas a llamarme “hyung”.- Le ordenó Yoochun muy seriamente. Sólo había puesto ese gesto una vez con él. Nunca había querido volver a verlo.
-¿Pero qué...?- Como respuesta Yoochun le mostró un pedazo de papel que rompió y tiró al inodoro.- Sólo quería decirte que quiero hablar contigo po....
-Ni se te ocurra volver a hacer algo así.- le ordenó de nuevo.
-Esas son muchas órdenes, hyung.- Le dijo Changmin encarándole de pronto. Parecía que a Yoochun se le había olvidado esa misma mañana, que a Changmin era al único al que no podía ir ordenando cosas aquí y allá.
-Pues más te vale ser suficientemente listo para recordarlas todas. – le advirtió Yoochun. “oh oh” Su hyung nunca le había replicado de ese modo. Esto estaba dejando de ser divertido.
- ¿Se puede saber a qué viene todo esto?- Preguntó Changmin.
- Solo quiero que te mantengas alejado de mi. ¿Es mucho pedir?- Le preguntó Yoochun.
A Changmin esto le pilló por sorpresa, no sabía como contestar.
Ante su silencio, Yoochun se giró para salir de allí.
- ¿Se puede saber por qué te comportas de esta manera tan inmadura?- Le preguntó de pronto Changmin deteniéndole.- Nos hemos acostado, ¿y qué? Si hay algo que te moleste, lo dices y punto. No te pregunté si querías hacerlo conmigo, vale. ¿Y qué? Sea lo que sea lo que te haya molestado, no se a que esperas para decirlo. Eres el señor de hablar las cosas claras. Lo somos.Tu y yo.
- No hay nada que me haya molestado. Sólo quiero que dejes de llamarme hyung. Y que no vayas dejando notitas donde cualquiera pueda verlas, creí oír que ibas a mantener todo en secreto. Pues bien, empieza desde ya.
- ¿Qué no hay nada que te moleste dices?- dije riendo con ironía.- ¿En serio?- Pregunté de manera sugerente. Tu seguías sin girarte hacia mí.
No sé por qué estaba tan excitado. Sólo dejé caer mis pantalones y mi ropa interior al suelo tirándola bruscamente al suelo.
Y caminé hacia él con paso firme para empotrarle contra la puerta. Emitió un leve quejido cuando su cuerpo chocó contra la superficie pero no dijo absolutamente nada.
MI cuerpo desnudo presionando con fuerza contra el suyo. Respirando sonoramente cerca de su oído. Rebocé toda mi excitación contra la tela de sus pantalones.
- ¿Y entonces para qué demonios entras aquí ahora? ¿No ves que me estaba duchando? – Le pregunté cabreado, harto de que fingiera conmigo. Él no era así. Nos conocíamos bien. -¿Tan pronto ya vienes a por mas? ¿Eh? Eso es lo que quieres?- Le preguntaba mientras presionaba mi endurecido miembro contra su trasero cubierto de ropa.
-Haz lo que quieras- Dijo con toda la frialdad del mundo.- Esto se va a acabar en cuanto volvamos a Corea.
Ni siquiera puedo explicar hasta que punto el tono de sus palabras encendió mi ira.
Mis puños se cerraron sobre la tela de su camisa, arrugándola. Y él se quedó como estaba.
El Yoochun que yo conocía me estaría matando por maltratar de este modo su maravillosa camisa nueva. Pero permanecía en silencio. Y una cosa detrás de otra se apilaban contra las puertas que contenían mi desmedida ira.
Senti unos incontrolables impulsos de hacer que te comieras esas palabras y ese tono de fría indiferencia aquí mismo contra esta puerta.
Nadie me había hecho sentir de este modo. Llegué hasta a pensar por un instante que lo hacías adrede para provocarme.
Pero no.
Por desgracia ese no era el caso.
Iba tan en serio que eso era justamente lo que por alguna razón no podía soportar.
Y bajo mis fríos pies descalzos se abrió un enorme agujero.
Ya no quería besarte. No quería tocarte. No quería mirarte a los ojos. No quería saciar mi excitación.
No sabía que me pasaba.
Te solté y me aparté rápidamente de ti para tapar mi desnudez que ahora me avergonzaba.
Te di la espalda mientras me vestía.
Una punzada atravesó mi pecho cuando escuché cerrarse la puerta tras de mi.
Ni una sola palabra más. No se por qué sentí ganas de llorar.
En tan sólo unos segundos habías vuelto mi corazón del revés.
¿Por qué me hacías esto?
ohhhh dios que le pasa a chunie ahissss tonto este fic se sale me tiene en un sin vivir jajajajaja sigeleeeeee
ResponderEliminar=OOOOO q demoniooos??? lo mateeee >O<!!! q yoochun tan cobarde! siguele esta bien bueno =)
ResponderEliminarnooooooooooooooooooooooooooooo no pueden dejarlo asi!!!!!! porfa NECESITO KON URGENCIA konti!!! en serio ya no aguanto!!!
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