Trading Places

Titulo: Trading Places
Autor: Irady
Pareja: HoMin
Género: Lemon
Extensión: Ones-hot
Nota: El título lo tomé de la canción "Trading Places" de Usher, aunque no tiene nada que ver el contenido de la letra con la historia (sólo es la canción que escuchaba cuando lo escribí). Mi primer intento de lemon… sólo para que lo sepan
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Yoochun y Junsu tenían la sospecha de que había algo raro en la relación de Yunho y Changmin. ¿Raro en qué sentido? Pues en el sentido de que, la verdad, estaban preocupados por el menor y la influencia que pueda tener en él la fuerza de voluntad del líder.



Al principio estaban felices por su relación, después de todo ambos eran sus amigos y los amaban por igual. La felicidad de ellos era la felicidad de los demás.



Pero comenzaban a tener sentimientos encontrados respecto a esa relación. Yunho parecía haberse vuelto muy posesivo con Changmin. Exageradamente posesivo, más bien dicho, y no sabían qué hacer al respecto. Jaejoong les decía que estaban volviéndose locos. Conocía a Yunho muy bien, y jamás lastimaría a Min. Les dijo que si tantas eran sus dudas, que le preguntaran directamente al mismo Changmin.



Sin embargo, el menor lo negaba todo. Les decía que Yunho jamás lo forzaba a hacer algo que no quisiera, que todo lo que pasaba entre ellos era totalmente con su consentimiento. Pero ellos no estaban tan seguros de eso. Yunho era bastante conocido por su fuerte carácter y su personalidad casi dictatorial, incapaz de dejar que otros tomaran alguna decisión, por muy pequeña que fuera.



Era normal que se preocuparan por el pequeño Min. Después de todo, él jamás había tenido una relación antes del líder. La inexperiencia y el gran amor que se notaba que el menor le tenía a Yunho podrían llevarlo a aceptar cualquier cosa que el mayor le pidiera o exigiera.



Esos eran los pensamientos que a diario perturbaban sus mentes, pero casi siempre se dejaban convencer por las palabras del maknae. Aunque a veces la duda surgía de nuevo, como por ejemplo hoy, de alguna forma, consiguieron que Jaejoong hablara con Changmin. Sabían que él podría resolverlo todo.



—Changmin, necesitamos hablar —dijo Jaejoong de pronto. Acababan de llegar a casa después de un largo día de trabajo y aprovechaba el momento en que Yunho se quedó hablando con el manager en la sala.

—Dime hyung —dijo el menor con una sonrisa.

—Changmin, ¿de verdad Yunho no…?

— ¿Ahora tú, hyung?—interrumpió, borrando su sonrisa y rodando los ojos—. Ya les dije a ese par de locos que Yunho…

—Pues no los convenciste Min, y la verdad tengo que darles la razón en algo. Yunho es demasiado posesivo. ¿Y crees que no he notado cómo poco a poco te has distanciado de nosotros? Ya ni siquiera recurres al "one touch" como antes… y no es que me queje de eso exactamente, pero…

—De verdad hyung, no tienen nada de qué preocuparse. Te juro que Yunho no me fuerza ni obliga a nada. Él sería incapaz de hacer algo que fuera remotamente peligroso para mí.



Jaejoong lo miró, sonriendo.



—Eso ya lo sé. A quienes tienes que explicárselos con manzanitas es a…

—¡Changmin! —Yunho interrumpió la conversación desde la puerta con una mirada no muy amigable, tenía los brazos cruzados sobre el pecho—. Perdón, ¿interrumpo algo? —dijo con sarcasmo, el que seguramente había aprendido del menor.



Jaejoong se quedó con la boca abierta al escuchar el tono de Yunho. Sintió cómo la furia comenzaba a invadirlo. ¿Cómo es que Yunho podía ser tan imbécil? ¿Acaso Yoochun y Junsu tenían razón?

Estaba a punto de contestar, pero fue interrumpido de pronto cuando Changmin se puso de pie y caminó hasta Yunho tomándolo de la mano.



—Claro que no interrumpes nada, Yunnie. Sólo hablábamos del programa en el que estuvimos hoy.



Definitivo. Yoochun y Junsu tenían razón. Jae se sintió terrible por no haberlo notado antes. Él, que decía preocuparse por Changmin más que ninguno (excepto tal vez Yunho, o eso pensaba antes). Pero eso terminaba ya. De ahora en adelante, mantendría los ojos bien puestos sobre ellos.



—Bueno Jae huyng —dijo Changmin inmediatamente después—, luego seguimos hablando. La verdad es que estoy muy cansado y sólo quiero dormir. Hasta mañana.



Jaejoong sólo pudo ver cómo ambos salían de la habitación para ir a la que Yunho compartía con Changmin. Soltó un bufido de exasperación. La verdad aún no sabía que pensar.

Conocía muy bien a Yunho y estaba seguro de que jamás lastimaría a Min, pero eso no evitaba que la inquietud creciera en él. Sólo le quedaba confiar en Min y observar cómo iban las cosas después.

Esperaba no arrepentirse por no intervenir.

***********


Changmin llevó a Yunho hasta la habitación que compartían, cerrando la puerta con seguro detrás de él. En cuanto lo hubo hecho, Yunho lo tomó por los hombros y lo empujó contra la pared contraria.

—Hyung —susurró el menor con una mirada interrogante.

—¡Qué demonios Shim Changmin! Te he dicho que no me gusta que estés tan cerca de alguien que no sea yo.

Changmin se sobresaltó por el tono tan fuerte que Yunho usaba.

—¿Por qué hyung?

—¡¡Porque lo digo yo!! ¿Por qué diablos tanto secretismo con Jaejoong, uh? ¿Por qué hablaban en susurros si…?

Yunho paró en seco cuando vio la sonrisa de lado que se formó en la cara de Changmin.

—Hyung… estás celoso —canturreó.

—¡¿QUE?! Claro que no estoy celoso… ¿Pero de qué demonios estaban hablando al fin y al cabo?

—Nada, Jae cree que estás aprovechándote de mi inocencia —dijo Changmin.

Yunho abrió enormemente los ojos, estaba seguro que sintió el golpe de su mandíbula contra el suelo.

—¿Que yo qué? —dijo sin dar crédito a lo que escuchaba. Changmin lentamente pasó sus brazos alrededor del cuello del mayor acercándolo a él, sin borrar la sonrisa de sus labios.

—Que cree que el fuerte y dominante líder —dijo cuando sus labios rozaban los de Yunho— está comportándose como el macho alfa de alguna manada y se aprovecha de su pobre, inocente e inexperto maknae —finalizó, y comenzó a bezar desesperadamente a Yunho. El mayor primero se tensó de la sorpresa, pero poco a poco se fue relajando y se perdió en esos besos que tanto deseaba.

Hacía tanto tiempo que no hacían esto… El maldito trabajo era más pesado de lo que parecía. Cada vez les dejaba menos tiempo para ellos, y en el poco tiempo libre que tenían estaban tan cansados que lo único que querían era tomar un buen baño y dormir hasta decir basta.

De improviso Changmin cambió sus posiciones, de modo que ahora Yunho estaba contra la pared. Yunho gimió en medio del beso cuando su espalda golpeo contra el muro, pero aferró sus manos a la cintura del menor. Tan de golpe como lo había iniciado, Changmin rompió el beso. Miró fijamente el rostro de Yunho: ojos nublados de deseo, mejillas sonrojadas, labios hinchados y enrojecidos… Perfecto.

—Los demás están en casa, Changmin —dijo Yunho en un susurro—. Jaejoong puede estar…

—¿Qué pasaría si Jaejoong supiera? —lo interrumpió mientras comenzaba desvestirlo un tanto apresuradamente.



Un profundo y ronco gemido fue todo lo que Yunho pudo formular como respuesta. Su cerebro ni siquiera podía ordenarle a sus manos que se movieran, cuando todo lo que quería era desvestir al menor, ya.



—¿Qué pasaría si alguien más supiera? —preguntó el menor.



Si alguno de sus compañeros, o cualquier persona que los conociera, pudiera ver lo que ahora sucedía, estaría increíblemente sorprendido de ver a un Yunho tan complaciente. Él, que siempre era tan dominante y controlador, estaba rendido, voluntaria e incluso desesperadamente sumiso al babyboy del grupo.

Una vez que Changmin terminó de desvestirlo, lo tomó por los hombros y giró su cuerpo, dejando a Yunho de cara contra la pared. Inmediatamente después comenzó a desabrochar sus pantalones con la mano izquierda, mientras que la derecha iba a la boca de Yunho quien comenzó a lamer desesperadamente sus dedos.



—Es increíble que la gente aún crea que eres quien llevaría el control en una relación —dijo Changmin riendo, mientras se quitaba los pantalones y bóxers a patadas—. Has dicho infinidad de veces que te gusta ser dirigido, y aún así nada cambia.



Yunho iba a responder, pero todo lo que salió de su boca fue un profundo y fuerte gemido cuando Changmin introdujo de golpe dos dedos en su cuerpo, comenzando a moverlos en círculos. Era increíble la habilidad de Changmin para reducirlo a nada más que a un tembloroso e incoherente montón de jadeos, suspiros, gemidos, lujuria y deseo.

Un tercer dedo siguió a los primeros, pero eso definitivamente no era suficiente para Yunho.



—Changmin, ya es suficiente, ya estoy…

Yunho no terminó la frase porque Changmin empujó muy fuerte sus dedos, enterrándolos más profundamente dentro de él.

—No puedes hablarme así —susurró en el oído del mayor.

—Bambi… por favor —gimió.



«Maldición» fue todo lo que Changmin pensó antes de retirar sus dedos y reemplazarlos con su miembro palpitante. Se introdujo completamente en Yunho de una sola estocada, lo que provocó que ambos gimieran. Yunho apoyó fuertemente sus manos contra el muro para evitar golpear contra él.

Changmin no le dio tiempo de recuperarse o acostumbrarse cuando comenzó con sus embestidas, ambas manos sosteniendo firmemente a Yunho por las caderas. Yunho cerró los ojos, moviendo su cuerpo al compás del de Changmin mientras dejaba caer su cabeza hacia atrás hasta apoyarse en el hombro del menor.

—Más fuerte —gimió más que habló.

Changmin no pudo evitar complacerlo. Sus movimientos se hicieron más frenéticos y desesperados. Yunho dejaba escapar leves sonidos cargados de necesidad que lo volvían loco. Con una embestida más profunda Changmin golpeó la próstata de Yunho, ganándose el sonido más sensual que haya escuchado alguna vez del mayor.

Yunho solo pudo cerrar los puños sin despegar las manos de la pared. Pero una oleada de miedo le recorrió el cuerpo cuando sintió que Changmin salía de su interior.

—Minnie… ¿qué…?

Pero de nuevo Changmin no lo dejó terminar cuando giró su cuerpo otra vez, quedando frente a frente. Inesperadamente, el menor tomó los muslos de Yunho, obligándolo a rodear su cintura con las piernas. Yunho pasó sus brazos por el cuello del otro ante la pérdida de balance, pero no pudo quejarse. No cuando el miembro caliente de Changmin volvía a llenar todo su interior de golpe.

Yunho refugió su cara en el hombro del maknae, lo que le dio a éste libre acceso a su cuello. Changmin comenzó a succionar el punto sensible en donde el pulso golpeaba en su cuello. Yunho tembló, incapaz de hacer otra cosa que no fuera gemir y rendirse de nuevo. Su espalda golpeaba contra el muro, pero era lo último que cruzaba por su mente.

—Te gusta esto, ¿verdad? —preguntó Changmin con la voz enronquecida, acelerando un poco el ritmo de sus caderas—. Te gusta sentirme dentro de ti. Dímelo, dime que te gusta.

Yunho gimió de nuevo, aferrando con las manos la camisa del menor que aún seguía puesta. ¿De verdad Changmin esperaba que dijera eso? Sintió su rostro arder aún más ante la idea. Un quejido de inconformidad se le escapó cuando Changmin hizo más lentas sus embestidas.

—Dímelo —demandó. Yunho mandó al diablo los últimos rastros de su timidez. Si decirlo iba a hacer que Changmin le diera lo que quería, lo haría.

—Me gusta —dijo—. Me g-gusta cuando, ahh, me tomas así, sal… ¡Changmin!... salvajemente. Amo cuando –oh, Dios Changmin– amo c-cuando, nnggh, cuando terminas dentro d-de mi. ¡Dije más fuerte! —gritó.

Changmin gimió profundamente y aceleró sus embestidas aún más. Yunho sonrió un poco al pensar que ahora sí se comportaban como el Yunho demandante y el Changmin sumiso que la gente creía. Arqueó la espalda cuando sintió su clímax muy cerca.

—Bésame —pidió, y Changmin lo hizo. Eso fue más de lo que Yunho pudo soportar, y dejó que el placer se adueñara de él en un fuerte orgasmo, sin la más leve estimulación en su miembro. Sólo Changmin. Interrumpió el beso para acercar su boca al oído del menor y susurró—: Saranghae. Saranghae, Changmin-ah.

Con un profundo gemido, Changmin terminó dentro de Yunho, cerrando los ojos para intensificar las sensaciones. Durante un momento lo único que se escuchaba en la habitación eran sus respiraciones. Ambos muy ocupados tratando de recuperarse del orgasmo como para reparar en algo más.

Un momento después Changmin abrió de nuevo los ojos, cuando algo en la pared llamó su atención.

—Yunho —dijo sorprendido—. ¡¿Dejaste marcas en la pared?!

Yunho, con el mentón apoyado en el hombro de Changmin, revisó sus uñas inmediatamente, entre divertido y sorprendido.

—Supongo —dijo mientras reía suavemente—. Eso quiere decir que hiciste un buen trabajo —concluyó y ambos rieron, para después caer en un leve silencio, uno abrazado al otro—. Bambi —dijo Yunho al fin—, ya puedes bajarme si quieres.

Changmin por fin se dio cuenta de que seguía de pie, cargando a Yunho, quien seguramente tenía un poco de frío ya que él sí estaba totalmente desnudo. Riendo por su torpeza, llevó al mayor hasta la cama y lo acostó suavemente. Saliendo poco a poco de él, Changmin se dejó caer sobre Yunho, hundiendo la cara en su pecho.

—Creo que después de todo si corrompiste mi inocencia —dijo—. Mira nada más en lo que me has convertido.

—Como sea… —dijo Yunho tratando de sonar indignado, y fallando miserablemente—. Los dos sabemos por qué fuiste el venadito en los performances de "Ballons". ¡Te aprovechaste de mis debilidades!

Changmin no pudo evitar la carcajada que se le escapó. Era cierto, desde aquel entonces estaba tratando de atrapar en sus redes al líder. No es que recordara que eso le fuera muy difícil.

Yunho rodeó con sus brazos el cuerpo del menor, pensando en todo lo que les había tomado llegar hasta donde estaban ahora. Se sentía el hombre más afortunado del mundo, y las palabras salieron de su boca antes de que pudiera detenerlas.

—Debí de haber hecho algo muy bueno en otra vida, si en esta puedo tenerte.

—Cursi —dijo Changmin, aunque la sonrisa podía adivinarse en su voz.

—Así me amas —dijo Yunho.

Changmin levantó la cabeza hasta poder ver fijamente los ojos de Yunho. No era hombre de muchas palabras, pero todos sus sentimientos se leían en su mirada y sabía que Yunho podía entender.

—Eso es algo que no puedo negar —dijo antes de besar al mayor.


***********


Jaejoong, Junsu y Yoochun siguieron con la vista a los tórtolos que se paseaban por todos lados en el departamento. Los tres con la mirada preocupada. Habían llegado a la conclusión de que debían vigilar. Vieron cómo Changmin decía algo que no pudieron escuchar, y Yunho comenzó a reír, abrazando al menor por la cintura.

De pronto Yunho volteó y sus ojos se cruzaron con los de Jaejoong por un momento. El líder borró su sonrisa y abrazó aún más posesivamente al menor del grupo. Lanzando una mirada desafiante al mayor, Yunho tomó el rostro de Min y lo besó desesperadamente.

Jaejoong sintió unas ganas enormes de golpearlo, pero no lo hizo. Simplemente suspiró y reafirmó su convicción de que seguiría vigilando muy de cerca a esos dos, en particular a Yunho. Porque ahora ya nada le sacaba de la cabeza que estaba aprovechándose de la inocencia del menor.

Changmin, por otro lado, sólo sonrió. El podía arreglárselas con el trío de dementes después, pero Yunho, sin mencionar él mismo, tenía una reputación que debía proteger.

Y lo haría.


FIN