The Open Door cap 14

Estaba consciente de que lo que había hecho no era para nada bueno, por muy puras que fuesen sus intenciones, no tardaron ni medio minuto en enterarse que algo no estaba bien.

Habían ido a tocar a su puerta, al abrirla, vio a su amigo parado, mirándolo fijamente, con una expresión llena de tristeza.

Entonces lo entendió…

Se lanzo a sus brazos y entre sollozos le preguntó -¿por qué?... ¿porque lo hiciste Yunho? –

-lo saben ¿verdad? – le regreso el abrazo, sabía que era muy sensible a ese tipo de cosas, más con él, llevaban de conocerse millones de años.

-¡claro que lo saben!... ¿realmente creíste que no se darían cuenta? – se separo de el, y le miro recriminándole.

-lo sabia…- de inmediato fue interrumpido

-¡¿entonces por qué?!...¡¡ ¿por qué llegar tan lejos por el?!! – aún no estaba para nada convencido de lo que había hecho

-cálmate Yoochun…no exageres, no es para tanto… - le sonrió forzadamente

-¡¿qué no es para tanto?!...Yunho… me han mandado a decirte… que es tu última misión en la tierra…- y le abrazo de nueva cuenta.

-vaya… - se alejo de apoco de su compañero, tomo lugar en el sofá y cubrió su rostro con su mano, ocultando su mirada –entonces… ¿qué se le va a hacer?...no queda de otra – sonrió amargamente.

Yoochun estaba totalmente indignado, triste y molesto, por igual, no tenía bien claro cómo reaccionar, pero, Yunho lo estaba tomando demasiado bien, era como si realmente hubiera querido que se le sentenciara de esa manera -¿lo planeaste? –

Quien estaba en el sofá le miro fijamente –tal vez… -

Su compañero camino en silencio y tomo lugar frente a su amigo –Dios mío… ¿qué has hecho?... ¿por qué? –

-¡porque es injusto Yoochun!...si cometes un error aprendes a llevarlo, tratas de corregirlo…pero ¡no lo matas!... ¡no es error del chico! ¡ES SUYO!... ¡el no tiene ninguna culpa! – había levantado la voz sin darse cuenta.

-… - y no pudo contestarle, porque, tenía razón

-en algún momento, esto se ha convertido más que en un trabajo para mí- dijo poniéndose serio

-pero su tiempo aquí, se termina en dos días… ¿qué harás Yunho? –

Cerró los ojos, estaba muy cansado para pensar –no lo sé… - era la primera vez que se sentía perdido, sin saber a dónde correr

El clima era demasiado traidor para el estos días, cuando hacía frío y el repentino calor de un día para otro, pero…

Por alguna razón…

Justo en ese momento…

Llovía…

No tenía idea de cuánto había caminado, o de cuán empapado estaba, todo eso no tenía ninguna importancia.

Estaba preguntándose una y otra vez si sería bueno ir a casa de Yunho o de ir directo a su departamento, donde nadie lo esperaba.

Por fin después de mucho tiempo, sabía qué lado era el bueno y cuál no…pero entonces ¿por qué no estaba tan convencido?, era como si inconscientemente buscara que hubiese pasado exactamente lo contrario, se aferró a la idea de que Jae era “el lado correcto”, todos esos sentimientos absurdos…

-¡maldita sea! – grito a mitad de la calle, no había problema, estaba vacía por la lluvia, se revolvió el cabello mojado, apartando un poco el flequillo que le estorbaba para ver bien.

Se dejo caer con sus ropas empapadas, pesadas –tal vez tenga que aceptar lo que me toca, recibir la muerte y ya…- murmuro para si mismo, se recargo en la pared de aquella casa azul y cerró los ojos, centro sus pensamientos en el ruido de la lluvia, casi hipnotizándose por completo.

Abrió los ojos con rapidez al sentir que súbitamente no estaba recargado en nada y se estaba cayendo en el vacio -¡ahora no! – se maldijo, ¿otro sueño en tan crítica situación?, no era posible, no podía ser peor, ¿ahora qué le esperaba?... ¿qué nuevo enigma aparecería?

Finalmente sintió suelo, escucho un goteo constante, miro a su alrededor, todo estaba oscuro, lo único que veía con claridad eran goteras por todas partes, el piso estaba ligeramente inundado, todo estaba tan negro que no sabía dónde estaba ni el comienzo ni el final de aquel lugar.

-¿hay alguien? – se atrevió a preguntar, el eco de su voz pareció desaparecer a lo lejos

-¿piensas huir todo el tiempo de lo que es desconocido para ti? – claramente había escuchado una voz a sus espaldas, se giro, vio un chico alto, unos cuantos centímetros más alto que él, su cabello estaba corto y oscuro, se podía apreciar las formas de su cuello, aquellos ojos brillosos fijos en el, estaba sentado en ese suelo mojado, con una expresión tan serena que daba la impresión de estar en pleno campo.

-¿tú quien eres? – se limitó a preguntar

-¿te serviría de algo saber mi nombre?...además yo te pregunte primero, contesta y te contestare – sonrió el extraño con cierto aire de superioridad.

-no huyo de lo que es desconocido para mi…-

-¿no? Porque…pareciera que crees más en un montón de mitos e historias que en los hechos… ¿cómo pasaste de ser el señor escéptico a ser el señor creo en lo que los demás creen? – el tono de su voz era muy molesto, e irritante para Min.

-¡esto es diferente!... ¡yo creo en lo que quiero! – aunque había levantado la voz, esto no inmuto al ser frente a el.

-¿y por qué no creer en Jaejoong entonces? -

Quien quiera que fuera, sabía de la situación en la que vivía, y la pregunta le había sido muy acertada.

-porque el es un…-

-¿demonio?....escucha Changmin…- el extraño por fin se levantó de su lugar y quedo frente a Min –los hombres dicen que los ángeles son los buenos, y los demonios los malos…pero eso es lo que la gente cree… ¿tú qué es lo que crees?....no los demás…TU Changmin –

Y trato de buscar la respuesta en su interior, siempre evitando mirar a los ojos al ser –yo…- se llevo las manos a su frente, estaba pensando demasiado, comenzaba a sentirse mareado –no lo sé….¡no sé! –

-no tengas miedo –

Cual trueno que retumba en los cielos, Min levantó su vista de inmediato, al escuchar aquella frase se sintió seguro y el miedo había desaparecido, de pronto recordó aquella voz que había aparecido en sus sueños, diciéndole exactamente lo mismo –¿tú eres quien me habla en esos sueños? –

-si – sonrió

-¿Quién eres? –

El ser le dio la espalda a Min, y continuó su camino, detuvo sus pasos a unos metros y dejo salir la respuesta a su pregunta –Asderel –

Al escuchar aquel nombre se quedo totalmente en shock, luego de unos segundos, se dio cuenta que aquel comenzaba a alejarse, corrió presuroso para tratar de alcanzarlo, pero entre más corría más se alejaba, de todos los nombres que había escuchado, ese era sin duda uno que tenía muy grabado en su mente.­

­-Que no se te olvide creer en lo que tú crees – se despidió levantando una mano.

Jalo aire como si se estuviera ahogando, se sintió salir del mar, sin embargo, estaba sobre el pavimento, recargado en aquella casa azul, la lluvia había cesado.

No podía creer con quien había charlado, realmente aún no terminaba por digerirlo…

-¿entonces en qué es lo que tengo que creer? –y golpeo el suelo con su mano derecha.

Sacando sus conclusiones propias, sabía que Asderel era amante de Jae, por lo tanto eso quería decir que de igual manera era un demonio, pero, entonces ¿cómo era posible que la voz de este le tranquilizara tanto?

Se levantó de su lugar, dispuesto a regresar a su departamento, no tenía ganas de ver a Yunho, y no quería buscar a nadie por el momento…

-¿no sé qué hacer? –

-pues más te vale que lo vayas sabiendo porque te quedan dos días de vida jaja –

Min se giro hacia su derecha y observo con terror que allí parado bajo la luz de un poste eléctrico, estaba el…

-A-Asderel –

El otro chico pudo avanzar hasta donde estaba el –oye… ya me había presentado quita esa cara de miedo ¿ok? –

-¡pero tu estas muerto! ¡Me lo dijo Jae! – dijo echándose para atrás

Dio un suspiro y negó con la cabeza – lo sé… ya lo entenderás… si estoy aquí es para contarte la verdad de todo… pero no creas que te diré todo de un golpe…tú tienes que ayudar… ¿entendido? –

Changmin solo se limito a asentir, definitivamente ya había perdido la cordura, ¿ahora veía gente muerta?... no podía ser peor.

En el transcurso del camino a casa de Changmin, Asderel no podía evitar verlo con gracia, no entendía ¿cómo era posible que no se diera cuenta de lo obvio?, aún así prefirió no decirle nada específicamente sobre “eso”.

Llegaron en silencio, Min no espero mucho antes de que Asderel le dijera algo

-pregúntame todo lo que quieras –

-¿me gustaría saber lo que te paso a ti? – había clavado su mirada en aquellos profundos ojos, y espero paciente a la respuesta.

-vaya, eres muy directo… te contare…-

Flash back

Aquella era una mañana cálida, se había levantado con los ánimos hasta arriba, muy por encima de el, giró su cabeza para mirar a quien estaba a su lado boca abajo, prefirió no despertarle, acaricio su espalda y deposito un beso pequeño en su hombro.

Miró el reloj de pulsera –es tarde – murmuro a regañadientes, se levanto con cuidado de la cama y tomo la ropa que estaba sobre aquella silla de madera, se dispuso a salir.

-¿te vas otra vez sin despedir? –

Miro a quien estaba sobre la cama con ojos medio dormidos –perdona, es que te veías plácidamente dormido, no quise despertarte – le sonrió y lo que obtuvo por respuesta fue un almohadazo

-Asderel ¿vas otra vez a ayudarle a aquella chica en el parque? Si te descubren… yo… no quiero ni imaginar…- expreso cabizbajo

-no te preocupes, pasará lo que tenga que pasar – se acerco hasta quedar a la altura de su amante y le regalo un beso en los labios –tranquilo ¿ok?... ve con Junsu, nos vemos en la noche –

-pero Asderel, no quiero que sigas ayudándole a las personas… no está permitido…- reclamó

-Jae ¿cuántas veces hemos tenido esta charla?...yo les ayudo porque quiero, y porque se merecen una explicación, tanto ellos como nosotros, tienen derecho a saber porqué pasan las cosas – y terminando su frase abandono la habitación.

La tarde había pasado rápidamente, y con ello llegaba la noche.

Como todas las noches a la misma hora Jae le esperaba en el mismo lugar, aquel balcón frente a la fuente del Edén, sintió la briza sobre su cara, aquella cálida agua salpicando sobre su rostro, y ese olor a tierra mojada inundando la escena.

Ya había pasado la hora marcada, Jae estaba sospechando que algo no marchaba bien, estuvo a punto de abandonar el lugar cuando a lo lejos logro divisar a Asderel, corrió a recibirle.

-nunca llegas tarde ¿paso algo?-

El rostro de quien estaba enfrente tenía una expresión dura y amarga

-¿Qué paso?- insistió Jae

-me descubrieron…-

-¡¡ ¿QUÉ?!! – su corazón se había detenido súbitamente, no podía ser verdad, había sido muy cuidadoso con eso.

-vienen por mí…-

-no no no no ¡NO!...- Jae caminaba de un lado a otro, sin saber dónde mirar o qué hacer –huyamos…vámonos-

-no, se darán cuenta que me ayudaste y te sentenciaran a ti también…-

-Asderel no me importa….¡vámonos! –

Escucharon pasos, había mucha gente tras de ellos, murmurando y gritando enfadada, ambos muchachos se echaron al suelo, y se escondieron tras una pared.

-¡corre a esa puerta! – dijo Jae señalando la puerta prohibida, servía para transportarse, sin duda no los encontrarían jamás si cruzaban por allí.

-no, quiero que vayas tu…quiero que corras y te vayas –

-¡no voy a abandonarte! ¡Ven conmigo! –

-nos perseguirán por siempre… ¡vete! – El ruido de la turba comenzó a acercarse más -¡¡QUE TE VAYAS!!- ya sea por miedo o lo que haya sido, Jae obedeció y corrió a la puerta, se desapareció de su vista, y una vez del otro lado se sintió morir, lo había abandonado.

-Jae – dejo salir, justo en ese momento se vio rodeado por varia gente que le miraba acusatoriamente, señalándole y mofándose en su cara, uno se acerco hasta quedar frente a el

-Asderel…has sido sentenciado al purgatorio… tu falta fue ayudar a los mortales a no cruzar el umbral de su muerte…no puedes intervenir en el ciclo de la vida…además de tener relaciones prohibidas con otro miembro…- y terminando la explicación, le golpeo en la cabeza tan fuerte que le dejo inconsciente.

Abrió los ojos frente a una enorme puerta de metal, más allá no había más que un abismo de nada, sin duda la peor sentencia era ser mandado al purgatorio, porque en ese lugar se encontraban los no nacidos, los que no tenían ni entrada al cielo ni al infierno, lo peor de lo peor.

A pesar de que la sentencia ya había sido dictada, un hombre de complexión robusta, sonriente y con uñas largas y afiladas se acerco a el –bien muchacho, se te enlisto las razones por las que te sentenciaron, aún así ¿cómo te declaras? –

Cerró los ojos y suspiro profundamente –culpable…- y agregó –lo volvería a hacer – y le lanzó una mirada desafiante.

El hombre ahora con ojos rojos encendidos, le araño el rostro en señal de desaprobación -¡Estúpido! ¡Entonces cumple tu sentencia infeliz! – y le dio la espalda, caminando por donde había llegado.

-¡¡ASDEREL!! – escucho un grito desgarrador a sus espaldas, vio a Jae forcejeando con los guardias para que le dejasen pasar

-Jae- le regalo una sonrisa

-No ¡NO! ¡NO LO HAGAS! ¡NO TE MUEVAS! – aunque había suplicado porque no lo hiciera, dio el primer paso y con eso fue suficiente para irse para siempre.

Perdido en aquel abismo, rodeado de llantos de bebes, sumergido en la eterna penitencia, la soledad era el castigo a quienes amaban a la humanidad, a quienes ayudaban a los inocentes de una muerte que no les correspondía, a quienes tenían un amor “prohibido”…

Penitencia…

Fin del flash back

Changmin miraba fijamente a su no invitado, de pronto hilo todo lo que le había contado con su realidad.

-entonces todos esos sueños…todo lo que veía…no eran míos…esos eran recuerdos tuyos… ¡¿qué tienen que ver conmigo?! –

Y quien estaba frente a él, levanto la mirada, totalmente serio respondió -eso lo tiene que encontrar tu… te dije que no te daría todas las respuestas tan fácilmente –

-¡¿pero cuáles respuestas?! –replico

Se giro hasta el, le miro desafiante, con un tono de voz le contesto fuerte y claro -¡Es obvio que por lo que te acabo de contar lo que tienes qué hacer!...¡deja de huir Changmin!...¡vete!...-

Min se encogió de hombros al escucharle -¿Qué me vaya?... ¿a dónde?...-

-¡Maldición Changmin! ¡Busca a Jae!... ¿crees que no sé lo que sientes por el?, ¿qué no me di cuenta? No soy estúpido… ¿Qué importa que te digan que es un demonio o un ángel?, ¿si le amas?...entonces búscalo… nadie puede estar mal por defender en lo que cree o lo que quiere… -

Changmin se llevo las manos al pecho…

Era cierto…

Todo el tiempo se molestaba con Jae porque quería, pedía a gritos que el fuera su ayuda… el lado correcto… pero las circunstancias no se prestaban para que lo fuera…no era culpa de Jae sino de las circunstancias…

Que egoísta había sido…

Asderel permaneció en silencio y luego se sonrió cuando vio aquella puerta abierta, la chaqueta en la mesa de al lado ya no estaba, y aquella silueta corriendo bajo la lluvia, alejándose de su visibilidad.

-buena suerte…- murmuro y finalmente…

La casa quedó sola…

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