The Open Door cap 15

¿Era el sonido de sus pasos al salpicar el agua?...

¿O era el palpitar de su corazón?...

¿Qué era aquello que resonaba fuerte y claro en sus oídos?...

Estaba corriendo, no le importo a quien dejo atrás, o lo que la gente pensara de el, en su mente sólo estaba la imagen de la sonrisa de Jae, su aroma, e incluso aquellos Besos en sus sueños, había sido muy estúpido por no verlo hasta ahora…

¿Tenía que haber ido a visitarle el ex amante de Jae para hacerlo entrar en razón?... definitivamente egoísta.

Estaba agitado, a penas si podía contener la respiración, pero no quería parar, porque algo dentro de su pecho le decía que si lo hacía, le perdería para siempre…

…sin importar que su muerte se acercara, sin importar que no encontrara las respuestas, si llegaba ese día, quería que Jae estuviera allí

-¡que ciego! – apenas si pudo pronunciar, porque cada palabra le robaba aire, aire que necesitaría para decirle todo lo que ahora pensaba.

Todas aquellas veces pasando frente al parque para buscarlo, todas las veces que estuvo mirando y sin mirar el lugar por la ventana de aquel café donde lo conoció…

Dio vuelta a la esquina, y luego una, dos, tres calles, allí estaba el parque ya… podía verlo, donde minutos antes sin decir nada dejo a un claramente cabizbajo Jaejoong.

Entro por un costado, miro por todas partes, a penas si podía escuchar su voz por los truenos y la lluvia que azotaba el suelo.

-¡JAE!... ¡JUNSU!...¡¡JAAAAEEE!!! – grito desgarradoramente, corriendo empapado y casi sin aliento.

No había nadie…

Y para colmo de sus pesares, ese descarado olor a tierra mojada por todas partes…

-¡¡¡JAEJOONG!!!- finalmente sus pies y el cansancio le traicionaron, se había resbalado con el pasto húmedo, ¿qué podía hacer?...

-¡¿estás loco?! Sí no mueres por quienes quieren tu cabeza, morirás de pulmonía… ¡demente! –

Por primera vez se alegro muchísimo al ver a quien estaba a sus espaldas con mirada incrédula y llena de indignación, aunque no hubiera sido muy cordial en su saludo.

Quien le miraba no entendía porque el menor parecía sonreírle -¿de qué diablos te ríes? – arqueo una ceja y se cruzo de brazos.

-Junsu… necesito hablar con Jae por favor…- apenas pudo pronunciar jalando a bocanadas el oxígeno

-¿ahora tu le buscas a el?... pues no estamos jugando ¿sabes?...tu rechazaste su ayuda – estaba más molesto quizás que Jae, no le agrado nunca la idea de ayudarle a este niño malcriado y ahora menos.

-¡ME URGE HABLAR CON EL! ¡TENGO QUE DECIRLE QUE ME EQUIVOQUE! – grito dándole un golpazo al suelo, y mirando a Junsu con esos ojos llenos de suplica e impotencia.

-mmm… no puedo ayudarte…- susurro desviando la mirada de los ojos de Min

Quien estaba en el suelo protesto de inmediato tomándolo por el pantalón -¡déjate de rencores!... ¡ahora no es momento para eso!...te suplico que me dejes hablar con Jae…- esto último estaba acompañado de una voz quebrada.

Junsu se inclino y quedo a la altura de Min, le miro con tristeza –Jae se ha ido… pidió su traslado a otra zona… podría estar en cualquier parte del mundo ahora… y a ti ya no te queda tiempo…-

Changmin bajo su mirada, dejo caer su cuerpo por completo en el suelo, se llevo las manos a la cara y lloro a gritos… tenía esa sensación oprimiéndole el pecho, había llegado demasiado tarde… si tan solo tuviera más tiempo…

Sin tan solo…

-…sin tan solo le hubiera dicho lo que siento por el… -dejo salir casi sin darse cuenta que estaba pensando en voz alta

-… - Junsu permanecía en silencio, tenía una mano apoyada en el hombro del menor en señal de apoyo, era un cobarde, y ahora era su momento para demostrar lo contrario -… te ayudare a encontrarle…- dejo salir. La mirada de Min se encontró de inmediato con la de Junsu -¡¿de verdad?! ¡¿Cómo?! – sus ojos volvían a tener un brillo de esperanza.

- hay una puerta que te traslada de un lugar a otro en cuestión de segundos…investigare la zona y… lo traeré…pero no garantizó nada de nada – suspiro

Changmin miro atento al mayor y pensado mejor, contesto –no… Junsu…quiero ir yo también –

-¡¿estás loco?!... ¡mejor suicídate es menos doloroso!...-

-ya no tengo nada que perder – lo que acababa de decir el menor, era terriblemente parecido a lo que siempre le decía Jae, se enderezo y avanzó con lentitud en dirección a la puerta -¡ash!... ¡sígueme! – sabía que si los de arriba se enteraban, sería el fin igual para el, pero también sabía que ahora estaba tan involucrado, que tampoco tenía ya nada que perder.

Misteriosamente la puerta de la casa estaba abierta, el piso estaba mojado, como si alguien de afuera hubiera entrado desesperadamente buscando algo.

-¡Changmin! ¡¿Estás en casa?! –

Nadie respondió

-Yunho, esto no pinta nada bien – dejo salir su colega a espaldas suyas, mirando de izquierda a derecha el lugar

-seguramente…- dudo en continuar – ¡fue a buscarle! – y sin dar explicación alguna se echo a correr en dirección a donde sabía que estaría. Aunque confundido Yoochun le siguió

Se emparejo en su paso -¿Cuál es el plan? –

-traerlo de vuelta con nosotros – respondió casi de inmediato, totalmente decidido.

Aunque los deseos de Yunho por tratar de llegar a tiempo…aunque había puesto toda su fe en eso…

Llego tarde…

Miro por todos lados, no había nada ni nadie…

-¡rayos! -

-Yunho… no quiero ser pesimista pero de cualquier modo… tendrás que encontrártelo después…- la voz de su amigo era poco alentadora, totalmente llena de desesperanza y resignación

-no quería encontrármelo en esa circunstancia… pero a estas alturas… no queda de otra… regresemos a mi casa…- ensombrecido su rostro, al salir el parque miro a su derecha, justo allí estaba el instituto, recordaba entonces cuando se conocieron, lo bien que se llevaban – ¿en qué punto perdí tu confianza Min? – realmente no se explicaba ¿qué había hecho mal?...

Ningún trabajo era perfecto, pero en este caso… era como cuando un medico lo da todo por su paciente y al final, sin importar cuanta fe haya puesto en sus oraciones, o cuan preparado haya estado, simplemente, era su hora y lo pierde.

Esa misma frustración…esa terrible sensación de fracaso… el “pude haber hecho algo más”…

-Yunho… estas cosas pasan a veces –

-no…estas cosas no pasan…-

Su compañero no quería molestarle más pero, aún tenía una duda – pero no piensas quedarte a esperarlo ¿cierto? – esperaba que la contestación fuera negativa

-no… voy a hacer, lo que tenga que hacer…-

Yoochun temió lo peor.

A donde iba no necesitaba equipaje, ni ningún tipo de cosa material, se había tragado su orgullo para pedir el traslado…

Estaba sentado en aquella enorme cama de sábanas blancas, mirando el reloj, esperando que llegara la hora para irse y no regresar, conocía su terquedad, y tenía claro que si no se marchaba ahora, jamás dejaría de molestarlo a él… -dos días…- murmuro para si mismo, cerró los ojos como intentando escapar de la realidad…

En dos días lo que pasará ya no era más su problema, viéndolo desde un punto egoísta, Min recibiría su sentencia, el no se entrometería y nadie lo culparía de nada, todo seguiría su curso normal.

Muy conveniente ¿no?...

Su mente se escudaba pensando que había hecho hasta lo imposible por ayudarle, que el no la aceptara no era asunto suyo.

Una sombra entraba sigilosa en la habitación, sacándolo de sus pensamientos –Shedim, el traslado está listo…puedes dirigirte a la puerta norte –

Quien estaba en la cama, levanto la mirada, pero algo había de extraño en el brillo de sus ojos, era como recriminándolo por algo -¿acaso no leíste mi solicitud?, claramente venia mi nombre escrito ahí, en tinta roja – el tono de su voz estaba lleno de molestia y fastidio.

-p-pero… me disculpo Jaejoong… puedes ir cuando gustes a la puerta que ya te mencione…con permiso – estaba temeroso, y no sintió mayor alivio hasta que cerró la puerta tras de el –que sujeto tan loco – y retomo su camino

Nuevamente solo, se llevo la mano a la cabeza, removió su flequillo y dio tremendo suspiro –bueno… estoy listo – tomo lo poco con lo que cargaría, que era un maletín extremadamente pequeño, dio un último vistazo al lugar, y salió.

…..

Miraba por todos lados, pensando que los seguía hasta su sombra, estaba nervioso a más no poder, con cada paso su corazón se sentía detener, tenía tanto miedo de encontrarse con los altos mandos, si bien le iba solo lo mandarían al purgatorio, pero si no, había una serie de torturas de todo tipo que podían aplicarle, todas y cada una más dolorosa que la anterior.

-¡ne! Junsu – escucho una voz detrás de el llamándole en susurros

-¿qué ocurre? – apenas se atrevió a preguntar, estaba demasiado alerta como para distraerse con cualquier cosa, pero su compañero no era para nada cauteloso, sin duda un malcriado, además, si no hubiera contestado nada, el menor le habría insistido…

-¿exactamente a dónde vamos? –

Junsu se giro para verlo con los ojo entrecerrados –shshshshs, ¿acaso quieres que nos descubran?... no tengo plan de emergencia ¿sabes? Así que limítate a respirar -

Aunque Min era muy orgulloso y en otras ocasiones eso hubiera sido motivo de pleito, le obedeció.

Al doblar a la izquierda por el siguiente pasillo, había dos puertas mas de madera, y hasta el fondo, alumbrado por dos linternas y custodiado por cuatro guardias, si se podría llamarles así, estaba lo que Junsu buscaba.

-¡allí esta! – expreso con ánimo, miro a el menor y le explico de manera sencilla y rápida –mira, tenemos a nuestro favor la oscuridad, ve tras de mí, yo caminare hasta donde están esos cuatro sujetos, tu entra en la segunda puerta lo más rápido posible, no te preocupes, es lugar seguro, es mi habitación por decirlo de algún modo…. ¿entendido? –

Changmin asintió

Contaron los segundos con los dedos, luego, siguieron el plan del mayor, caminaron con velocidad, Min tuvo que emparejar su paso, e igualar sus movimientos para pasar desapercibido, casi como una sombra, el corazón de ambos latía desbordado, una puerta paso al lado del menor, luego la segunda y de manera cautelosa y lo más desapercibido posible, entro, lo habían logrado.

Cuando Junsu estuvo frente a los cuatro sujetos les saludo con una sonrisa -¡¿Qué hay chicos?! Oigan necesito un favor, ¿ya saben que el terco de Jaejoong pidió su traslado de zona? ...¡ash! que fastidio ¿no?... ¿pueden decirme donde esta?, ¡porque ni se despidió de mi el ingrato!- aunque había sonado lo más natural posible, sintió que no.

-Hola Junsu, ¿eso te hizo? Que mal… ¡claro déjame revisar esto y te digo en un minuto! – El que estaba en el centro tenía cara amable, los otros tres se limitaron a sonreír y saludar de igual modo, -¡aquí esta! ¡Vaya si que se va lejos jajaja! – sonrió sosteniendo un pequeño papel, luego miro a Junsu, afortunadamente no se habían dado cuenta que estaba sudando frío – mira, está a dos minutos de irse por la puerta norte, si es puntual, y se va al continente americano… debió estar muy enfadado con alguien en este sector para pedir su traslado tan lejos jajaja – y los demás sonrieron con el comentario del de en medio.

-jajaja si ya sabes…jajaja iré a buscarlo, muchas gracias… ¡nos vemos chicos! – y agitando su mano derecha se despidió, dio la media vuelta, suplicando porque no se dieran cuenta de su estado de tensión, pero ninguno noto nada extraño en el.

Entro en la puerta donde se había metido Min, lo encontró ahí parado al lado de la cama -¿y bien? –le miro atento e impaciente.

-se va por la puerta norte en dos minutos… no lo alcanzaremos – le respondió en un tono seco.

-Junsu… ¿dónde está la puerta norte? – se acerco al mayor lentamente

- Esta a cinco pasillos de aquí… pero es la zona con mayor seguridad… no podremos pasar…-

Changmin sabía que Junsu había hecho más de lo que esperaba, no podía exigirle más –Gracias por traerme… voy a buscarlo yo – y decidido camino hasta la puerta

-¡¿estás loco?!...no te dejare ir solo…-

-tú ya has hecho demasiado, no permitiré que te arriesgues mas… desde ahora voy solo- asomo la cabeza por la puerta, miro por donde estaban los cuatro sujetos y se dio cuenta que estaban bastante distraídos con un juego de póker, conto hasta tres antes de salir y correr hasta el siguiente pasillo…

Junsu murmuro un inaudible -…buena suerte…-

No sabía si la actividad era así de pobre, o era su día de suerte, estaba pasando por los pasillos y puertas como si nada.

Contó -Uno, dos, tres, cuatro… ¡cinco! – su suerte había terminado, había ocho personas custodiando una puerta de acero enorme, miro su reloj, habían pasado cinco minutos, ya no había garantía de que Jae estuviera por allí, probablemente ya se habría ido, recorrió con su vista el largo del pasillo, no había señales de el, comenzó a temer lo peor…

El problema quizás no habría sido entrar si no salir…

A su lado derecho escucho unos pasos resonando, no había manera de esconderse, si alguien lo veía no le recibiría con rosas… retrocedió unos pasos, se topo con una puerta, algo en su interior le dijo que estaba vacía, y de la manera más cautelosa entro en el lugar…

¿Cuánta mala suerte tenía que aquellos pasos se detuvieron justamente frente a la puerta por donde había entrado?...

-¡maldición! –dijo en sus adentros, espero atento que no entrara…pero el picaporte de la puerta se giro lentamente… dejo entra un pequeño rayo de luz del exterior y la silueta entro…

… se miraron, totalmente asombrados…

-¿Changmin? – dejo salir en un susurro, pestañeando con sorpresa

Allí estaba frete a el… de todas las personas posibles, era Jae, no podía creerlo…

-Changmin ¿qué haces a…- sus palabras fueron de inmediato acalladas con un beso, el menor se había abalanzado hasta el, sin decir nada, sin importar nada…

Jae estaba tan sorprendido y confundido, que no sabía si responder el beso o no… finalmente, y tal vez sin pensar lo hizo…

Cuando se separaron por aire, Jae formulo nuevamente la pregunta -¿Qué haces aquí? –

Min respondió –vine a buscarte… y a decirte que me equivoque... ¿y tu porque entraste a esta habitación?… ¿me viste? –

Jae seguía incrédulo –no…esta era la habitación de Asderel…-

Changmin comprendió entonces, que de alguna manera, ese tipo sin duda les había ayudado a encontrarse… pero ¿porqué?...

… tenían mucho de qué hablar…

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