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You Should Be Mine - Cap. 9

Perdiendo el pudor.

Era pasado el mediodía ya en Tokio.  Changmin descansaba en el interior de la Van mientras sorbía de un café con el entrecejo fruncido. Ya se cumplían tres días desde que había regresado de Seúl luego de la conversación con sus padres y las cosas habían marchado de mala manera. Claro, sus padres no habían formado un escándalo ni nada parecido, ellos por supuesto le dijeron que era lo bastante mayor para tomar sus propias decisiones, pero Changmin los conocía muy bien a ambos y esa expresión de preocupación y espanto en el rostro de su padre, le dejo entrever que no estaba nada feliz.

 Luego de eso, no habían cruzado una sola palabra hasta  que se despidieron en el aeropuerto.

Su manager se había marchado contento del resultado, pero Changmin hubiera esperado una discusión en la que pudieran naturalmente dejar todos los cabos atados y no esta sensación de que sus padres no le reprochaban por alguna razón en particular.

Justo por ello no había podido sacarse el mal humor desde que había regresado.

No solo era el problema de sus padres lo único que le preocupaba, ahora ellos sabían la verdad, pero en unos cuantos días todo Japón también se enteraría y en un par de meses quizás  en todos los rincones de Asia conocerían su nombre y seria recordado como el hombre que actuó como homosexual en una serie de televisión con una extravagante estrella de rock a punto de debutar. Solo esperaba y deseaba que la afluencia de papeles que le llegaran luego de culminada la serie no terminaran en más papeles con tipos extraños como Jaejoong.

Ante aquel pensamiento final, Changmin dio un suspiro sorbiendo el último trago frio de café y murmuró aquel nombre en voz baja.

Algo extraño estaba sucediendo en su cabeza últimamente.

Luego de regresar del viaje las cosas entre ambos siguieron fluyendo normalmente, sin embargo, cada que Changmin volteaba hacia algún lado ya no sentía aquella persistente mirada de Jaejoong sobre sí mismo y desde entonces apenas  habían cruzado saludos apresuradamente antes de ambos sumirse  en el trabajo.

Changmin podía estar formándose un mundo de nada, pero juraba que Jaejoong en este momento lo estaba evitando y no tenía la menor idea de porqué.

Las cosas habían terminado bien en Seúl.  Justo como se lo pidió al despedirse ese día, Jaejoong apenas y le envió un par de mensajes de texto y cuando regresaron a Seúl, su asedio telefónico había regresado a ser lo que era normalmente. Aun así, Jaejoong no había concertado ningún encuentro nuevo, tampoco había irrumpido en su camerino para liarla y  salía extrañamente temprano del set, casi siempre escoltado por el director Amure.

Y no es que Changmin haya estado espiándolo, claro que no. Pero da la casualidad que el pelirrojo era el tema candente de conversación de las estilistas y ellas estaban perfectamente informadas de cada suspiro que daba el chico y vaya que daban miedo pues eran tremendamente intuitivas con todo. El por supuesto había fingido desinterés, pero los comentarios habían talado hasta lo más profundo de su cerebro y se instalaron ahí hasta escucharlos incluso en sus sueños.

Es por eso que algo estaba mal, su sensibilidad respecto a la sola mención del nombre del tipo era para ponerse a llorar.

Trató de dejar de pensar en ello y salió del auto, dirigiéndose al set de la siguiente escena, no muy lejos de allí. Jaejoong y los actores auxiliares ya se encontraban en la estancia, así que Changmin se acercó a Oonoki directamente, recibió las instrucciones de la escena y de inmediato las luces y cámaras se encendieron cuando tomó su lugar. El actor dio un respiro, levantó la mirada hacia Jaejoong y se mentalizó en que, en este momento, era su personaje y no Shim Changmin.

Lastimosamente, las cosas no avanzaron al ritmo rápido que esperaba.

—Ehm, ¿Jaejoong—san? Te has saltado tres partes del dialogo. Vuelve a hacerlo por favor —

Esta era la tercera corrección que Jaejoong había recibido del director en apenas una hora de grabación, se supone que era una escena rápida y simple, pero gracias a que Jaejoong estaba en la nubes no habían podido avanzar mucho, y al parecer había estado del mismo modo todo el día.

El pelirrojo solo rio nerviosamente y se disculpó, releyendo el libreto mientras todos se reubicaban en sus puestos, incluyendo a Changmin.

—Nii—san, dime por favor que tú no tuviste nada que ver —recitó Changmin completamente metido en su papel, expresión perfecta, dialogo perfecto, pero el idiota frente a su rostro no hacía más que mirarlo fijamente sin seguir la línea de la actuación.

—…—

— ¿Nii—San?—

—…—

Changmin sintió la chispa de su ira encenderse, perdiendo por completo la envestidura de su interpretación. Regresando a ser Changmin, solo pudo dirigirse a Jaejoong de la forma en que lo hacía regularmente, olvidándose por completo de todo el personal que los rodeaba.

— ¡Joder, responde pedazo de Idiota! —Gritó alterado, todos en el set estallaron en carcajadas.

Jaejoong solo reaccionó cuando Changmin le gritó, mostrando una sonrisa titubeante y rascándose la nuca con total despreocupación, cosa que solo alteró más los cansados nervios del actor.

—Tomémonos un descanso de 15 minutos, chicos —anunció Oonoki volviendo a reír mientras veía la repetición de la última escena grabada.

Changmin tomó a Jaejoong por el brazo y lo arrastró hasta las máquinas expendedoras a pocos pasos de allí, sacó algunas monedas y escogió un par de bebidas carbonatadas, una de las cuales le tendió al distraído cantante que la recibió y dio las gracias en un inaudible tono.

—Siempre me jodiste con eso de que mi actuación era mediocre al principio, pero desde ayer has metido la pata más de lo que lo he hecho en toda mi carrera— bufó molesto Changmin, dejando que la bebida bajara de un solo sorbo a su estómago —¿Estas enfermo o algo parecido?

Jaejoong negó con la cabeza tomando un sorbo de su bebida con parsimonia, como si estuviera muy cansado siquiera para respirar. Luego de una larga pausa finalmente  habló.

—No he dormido prácticamente nada desde hace dos días —anunció dando un bostezo largo— Oye, ¿podemos ir a un sitio después de esto? —Rápidamente cambió de tema, haciendo cabrear a Changmin que tomó parte del cabello de su nuca y lo haló con fuerza hacia atrás— Ay, Ay, ya, ya… entendí ¡Duele!

—No voy  ir a ningún lado contigo, ¡No tengo tiempo que perder con idiotas! —anunció bruscamente.

 Jaejoong comenzó a reír en un silente suspiro.

—Te ves muy lindo enojado— Musitó, pero Changmin amenazó con dejarlo calvo si no se enfocaba. Jaejoong accedió levantando sus manos al aire como defensa— Vale, lo tengo. Me concentraré a partir de ahora pero solo si prometes que cuando terminemos vendrás conmigo.

—No estás en condición de pedir cosas, cerebro frito— escupió Changmin alzando una ceja—

—Puede que hoy no sea mi mejor día, pero ahora tengo una motivación porque en verdad tengo que mostrarte algo.

Changmin suspiró bastante indignado con esa actitud despreocupada, pero de alguna forma se sentía aliviado, esto se acercaba más al Jaejoong con el que lidiaba normalmente.

—Si logras concluir la jornada de hoy sin un solo NG mas, haré lo que quieras. Pero si cometes el más mínimo error, no hay trato.

Jaejoong aceptó sonriendo gustoso y terminando su bebida un poco más animado. Volvieron al set acercándose a las estilistas que retocaron sus peinados y maquillaje y pronto las cámaras y las luces estuvieron listas, rodando la grabación cuando se dio el grito de acción.

[…]

Changmin gruñó por segunda vez mientras movía la punta del pie impacientemente. Ya había pasado veinte minutos esperando sentado en el capó de su auto y aún no había señales de Jaejoong por ninguna parte.

La razón de su irritación no solo era la tardanza del tipo; luego de que se reincorporaran a la escena de grabación, Jaejoong realizó su trabajo brillantemente después de su desastrosa línea de errores desde la mañana, y contrario a todo pronóstico, habían terminado la jornada una hora antes de lo esperado, gracias a que el idiota cumplió su meta sin un solo NG a partir del descanso.

Justo como había prometido, Changmin no tuvo más opciones que cumplir su deseo de ser llevado a quien sabe dónde cuando la agenda del día concluyó.

— ¿Este idiota no estaría haciéndolo todo mal a propósito? —se planteó cruzando una de sus piernas mientras el arco en sus cejas se profundizaba. Después de todo no había una sola explicación razonable de porque el drástico cambio en el sujeto justo cuando accedió a acompañarlo.

Era Jaejoong después de todo, el tipo había demostrado ser bastante manipulador.

— ¿Estás listo? —Jaejoong apareció finalmente en el parking, sonriendo alegre mientras se deslizaba por el auto, arrebatándole las llaves a Changmin directamente de su mano— ¡Sube, sube! — le animó al verlo estático aun en la puerta—

Changmin entró a su propio auto sentándose como copiloto mientras pacientemente aguardaba por una explicación venir del pelirrojo.

—Vamos hombre, deja el mal humor. ¿Podrías por una vez demostrar que te estas divirtiendo conmigo? — Musitó Jaejoong encendiendo el motor y comenzando a conducir. Changmin puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos.

—Últimamente tengo la sensación de que estoy siendo manipulado y eso no me hace exactamente feliz —anunció mirando de reojo al conductor— Fue tu idea, ¿Era necesario hacerme esperar como si yo fuera el impaciente por ir a quien sabe dónde? —Finalmente Changmin dejó que el reclamo saliera de su boca—

—Tuve que hablar algunas cosas con Oonoki, me dio una reprimenda por mi rendimiento de hoy, y bueno, terminamos conversando de otras cosas y el tiempo se fue volando —se excusó estirando el brazo para encender la radio— También tenía que dejar todo listo. Pero no diré nada más, el resto es una sorpresa.

Ante la firme posición de Jaejoong de no seguir hablando del tema, Changmin guardó silencio y se concentró en la carretera. Jaejoong entonces comenzó a cantar a todo pulmón al son de la melodía en la radio, una vieja canción de rock se dejaba escuchar. Ante el alto tono con el que Jaejoong cantaba y su animado humor, Changmin pudo relajarse y sonreír. Este definitivamente era el Jaejoong de siempre.

En algún punto del recorrido, el mismo comenzó a tararear las canciones, dejándose llevar por las pesadas tonadas de la música en la radio.

[…]

Estaban bastante alejados de los alrededores del estudio de televisión o la casa de alguno de los dos. Esta vez, se detuvieron en un complejo de edificios y dieron vueltas por las zonas hasta que Jaejoong finalmente pudo estacionarse. Bajaron del auto y el pelirrojo rápidamente arrastró a Changmin por la acera hasta detenerse en uno de los edificios. Afuera, un enorme letrero se avistaba imponente iluminado por luces de piso, en él se podía leer claramente “CJes Japan”.

Changmin miró entonces a Jaejoong que sonreía emocionado mientras él era arrastrado a la entrada, donde el guardia que custodiaba les permitió el acceso de inmediato. Caminaron raudos  por los pasillos, Jaejoong tomando la delantera mientras asía fuertemente el brazo de Changmin guiándolo hacia donde quería llevarlo.

Finalmente, un par de puertas y pasillos después, Jaejoong pareció encontrar su destino y empujó a Changmin dentro, que observó sorprendido el cuarto lleno de personas y el ruido proveniente de una cabina protegida por un enorme panel de vidrio.

— ¿Un estudio de grabación? —Preguntó confundido y solo entonces los presentes, incluyendo a la banda encerrada en la cabina  se percataron de la presencia de los dos—

— ¡Jaejoong hijo de perra, llegas tarde! —bramó Ichi, dejando los palillos de su batería a un lado y levantándose furioso. Los otros dos miembros de la banda se detuvieron entonces, percatándose de que su líder se encontraba acompañado— ¡¿Y porque trajiste a ese tipo aquí?! —Gruñó asustado, inconscientemente cubriendo sus partes íntimas—

Jaejoong rio acercándose al productor que se encontraba sentado frente a los controles de audio y saludó, pronto la banda entera abandono la cabina y asediaron al pelirrojo con preguntas mientras observaban al alto con suspicacia.

Changmin se mantuvo en la misma posición, bastante desinteresado en lo que el cuarteto podría estar hablando sobre él, cruzó los brazos en una posición defensiva hasta que Jaejoong desapareció en una puerta contigua a la entrada a la cabina. Al parecer había otro cuarto de acceso en el interior, por lo que ya solos, los miembros de la banda se acercaron hacia él prevenidamente.

—La última vez que nos vimos no pudimos presentarnos correctamente, por culpa del idiota de Ichi— mencionó el chico del bajo extendiendo amablemente la mano hacia Changmin— Soy Eiji Murasato —.

Pronto el más pequeño de todos se acercó también dudoso a Changmin. El día del concierto el chico se encontraba bastante arreglado, pero en esta ocasión se veía bastante normal e incluso llevaba lentes de marco grueso en lugar de lentillas de contacto:

—M—Mi Nombre es Aoda Gintarou m—mucho gusto —saludó nervioso, inclinándose.

El baterista se ahorró su presentación pues Changmin ya lo conocía bastante bien.

—Shim Changmin— saludó secamente, sin apartar la vista de la pequeña puerta por la que el pelirrojo había ingresado. Aun no tenía claro el sentido de traerlo a este lugar ni porque Jaejoong estaba tan emocionado al respecto y luego lo abandonaba.

—¿Ese idiota en verdad lo hizo?—bufó Ichi sentándose pesadamente en el sofá de la sala— Nadie escribe una canción en tan poco tiempo y esta vez no trajo ni un solo papel con el —Murmuró. Los miembros restantes de la banda se sentaron a su lado poco después—

—Sabes que él es impredecible, nunca le toma más de un par de horas escribir una canción —respondió Murasato— Es solo que la petición de Hyo—San fue bastante para manejar. Pedirle una canción de amor dulce a alguien con una vida amorosa tan complicada como la de ese tipo.

—Y con tan malos gustos… —Concluyó Ichi mirando de reojo a Changmin, el actor ladeó una sonrisa hosca en sus labios que mando a callar inmediatamente al imprudente baterista—

—Si nos llamó aquí es porque ya logró escribirla ¿no? —Mencionó tímido Aoda— Senpai nunca nos mandaría a llamar solo para perder el tiempo.

Los dos miembros suspiraron en respuesta y se mantuvieron en silencio luego de la corta intervención del más pequeño, justo a tiempo para que Jaejoong saliera de aquella habitación acompañado de una mujer.

Era una bonita castaña de corta altura y rostro sonriente, parecía muy cercana a Jaejoong por la forma en la que naturalmente se sonreían uno al otro.

— ¡Oh! ¡No puede ser! —chilló la mujer una vez se percató de la presencia de Changmin— ¿Tu eres Shim Changmin? ¿El actor? —Exclamó emocionada acercándose inmediatamente— He visto muchas de tus series desde que estaba en la escuela, no puedo creer que seas tú en persona. Cuando Jaejoong me dijo que te conocía no lo podía creer, ¡así que en verdad están trabajando juntos!

Los ojos de la mujer brillaban con emoción mientras sostenía las manos de Changmin entre la suyas. Changmin sonrió nervioso inclinándose con cortesía. De cerca era mucho más bonita y su perfume tenía un aroma muy dulce.

SI podía decirlo claramente, ella era totalmente su tipo.

— ¡Pero que adorable rostro! ¿Cuántos años tienes? ¡Ah, cierto! ¿24? —Sonrió complacida cuando Changmin asintió— Aish, que tonta, no me he presentado. Mi nombre es Song Ji Hyo, y soy la sub directora ejecutiva de esta compañía —Anotó sonriente cambiando el Japonés por hangul.  Changmin se quedó mudo al instante— Soy coreana también ¿no es genial?

—Jefa, no intimides a Changmin, él es muy educado con las chicas —alegó Jaejoong llamando a sus miembros para que volvieran a la cabina de grabación y se encerró con ellos.

Changmin siguió a Ji hyo hasta sentarse a su lado en el sofá.  Al principio ambos se encontraban en silencio, escuchando los acordes de los miembros tratando de sincronizarse bajo las indicaciones de Jaejoong. Poco después, Ji hyo quiso romper el silencio haciendo un comentario.

—Esta es la primera vez que nos arriesgaremos a sacar un single digital de una banda que aún no ha debutado— musitó con brazos y piernas cruzados observando a la banda a través del panel de vidrio— A pesar de que tienen un público fiel que los ha seguido desde hace años, si quieren sobrevivir en esta industria, necesitan llamar la atención de las masas, así que le propuse un pequeño reto a Jaejoong —sonrió juguetona— Me preguntó si ese cabeza hueca en verdad logró hacerlo.

La forma en la que la mujer sonrió efectivamente dio un poco de miedo a Changmin, a pesar de ser tan pequeña y guapa parecía el tipo de chica que doblegaría a cualquier hombre que fuese a través de dulces y castigos. Algún tipo de sadismo había oculto detrás de esa resplandeciente sonrisa.

Inconscientemente entendió porque esos dos parecían llevarse tan bien.

La banda se acopló un rato después. Jaejoong tomó el micrófono e hizo un poco de calentamiento de sus cuerdas vocales al mismo tiempo que sus miembros discutían y ensayaban acordes, cuando el pelirrojo estuvo listo, Ichi hizo la marca con sus palillos y la tonada de una balada rock se escuchó, inundando la sala con una melodía dulce pero enérgica.

La letra era muy distinta a cualquiera que Changmin haya escuchado de Jaejoong hasta entonces, en realidad no era muy específica sobre si era o no un amor correspondido o si era amor siquiera, solo un sentimiento vago y confuso pero sin melancolía o soledad de por medio que era lo que caracterizaba las letras del rockero, como si alguien estuviese disfrutando de una relación aunque no estuviese claro que tipo de relación era.

El interludio en medio de la canción era muy potente, el pequeño Aoda tocaba la guitarra de una forma excepcional dejando que el sonido opacara por completo el de los otros dos instrumentos, luego se unían de nuevo para enlazar con el coro de la canción en un tempo mucho más rápido. La voz de Jaejoong se escuchaba excepcionalmente dispar, mezclando tonos altos y bajos, lo que terminaba en un agradable y animado coro. Parecía el tipo de canción que se adecuaba al Opening de una serie animada, muy vibrante y positiva. La canción concluía con otro solo de guitarra y algunas armonías por parte de Jaejoong.

Cuando la canción culminó, Ji Hyo que había permanecido sentada en el sofá con un rostro neutro, se levantó y se acercó hasta el productor, presionó un botón verde en el panel de control de sonido y se acercó hasta un delgado micrófono dispuesto en la mesa, hablando a los miembros de la banda.

—Que la próxima sea la definitiva chicos, Matsura se encargará de grabar. Buen trabajo y bien hecho Jaejoong— sonrió la mujer y los miembros de la banda saltaron en sus puestos de inmediato, pero pronto volvieron a su lugar siguiendo las instrucciones de su líder que permaneció más sereno.

La canción se escuchó una vez más.

[…]

Casi dos horas después el single estaba grabado y en unas cuantas semanas seria lanzado al mercado. Ji Hyo no especificó una fecha exacta pero dijo que pronto, incluso Changmin, estaría enterado de ello. Respecto a este último, la mujer no había hecho algo distinto a acosarlo desde que estuvo allí, insistiendo con vehemencia de que dejara su aburrida compañía y se uniera a Cjes de una vez, prometiendo también ayudarle en su carrera de artista si decidía inmiscuirse en la música. Changmin fue muy político y amable en cada una de sus respuestas pero eso no impidió que Ji hyo insistiera hasta dejar que tomara su tarjeta, asegurando también que se pondría en contacto con su manager.

Poco después, la mujer recibió una llamada y se despidió de todos, advirtiéndoles que se prepararan para iniciar la grabación del álbum una vez la grabación de la serie de Jaejoong terminara.

Changmin pudo respirar aliviado cuando finalmente se fue.

Los miembros de la banda no podían estar más eufóricos con el buen resultado, inmediatamente comenzaron a contactar a amigos y familiares dándoles cuenta del gran suceso, haciendo alarde del próximo éxito y asegurando que debían beber hasta caer inconscientes el día de hoy, incluso invitaron a Changmin aunque su relación con el baterista era bastante mala. Changmin declinó amablemente. No podía andar por ahí con un grupo de chicos bebiendo sin control.

Jaejoong parecía más calmado al respecto. Se negó a salir esa noche excusándose con el horario de grabaciones que debían cumplir mañana y entre quejas se deshizo de los muchachos, quedando a solas con Changmin finalmente.

—Es tan raro que alguien como tú no quiera irse de juerga— murmuró Changmin con una sonrisita burlona en los labios—

—Nadie dijo que yo no iba a celebrar hoy —respondió el pelirrojo dirigiendo una mirada lasciva hacia el Castaño— En realidad, lo que quería mostrarte no estaba aquí, esta solo fue una parada obligatoria —aseguró, deslizando sus dedos suavemente por la mano de Changmin y tomándola— Vamos.

Changmin se dejó arrastrar de nuevo a la salida del edificio, caminando hasta volver a su auto donde esta vez pudo conducir bajo la guía de Jaejoong. El actor creyó que en ese instante volverían al apartamento del pelirrojo, pero el lugar al que fue conducido era distinto, en realidad no muy alejado del edificio anterior.

—Ven aquí— mencionó Jaejoong empujando a Changmin hacia el interior de un complejo de apartamentos.

Esta vez sí fue necesario detenerse en recepción. Jaejoong le pidió a la mujer encargada que se grabara el rostro de su acompañante pues vendría seguido. Changmin pateó la pierna de Jaejoong respuesta por la tremenda imprudencia que acaba de cometer, sin embargo, la recepcionista no mostró mayor reacción que un político “entendido” y ambos accedieron a un ascensor después de ello.

Cuando las puertas se abrieron finalmente, Changmin se sorprendió al encontrarse con un amplio living decorado de forma exquisita. Estaban en uno de los pisos más altos del edificio por lo que  en el fondo de la sala, una impresionante vista de la ciudad se avistaba a través de los enormes espejuelos que rodeaban la habitación. El lugar estaba completamente alfombrado y amueblado, un perfecto apartamento de soltero.

—Acogedor ¿cierto? —Expresó Jaejoong con una sonrisa— Quería algo más discreto pero la compañía insistió que este lugar era mejor que cualquier otro. Aquí viviré lo que dure mi contrato con ellos.

Changmin asintió dando una mirada rápida al lugar. A la izquierda se encontraba la isla de la cocina y un amplio comedor en mármol y vidrio, más al fondo se podían ver las puertas que corresponderían a las dos habitaciones, en el lado derecho se encontraba un pequeño salón de juegos donde descansaba una impresionante TV y un set completo de consolas de juegos, un par de salones más y unas escaleras que conducían a un segundo piso. Parecía demasiado espacio para una sola persona, sobretodo una persona que solía vivir en un módico apartamento de 2x2.

— ¿Vivirás aquí, solo? —preguntó Changmin quitándose los zapatos para poder entrar—

—La idea original era que toda la banda viviera aquí, pero los padres de mis chicos, bueno… yo como que no les agrado mucho —sonrió avergonzado— Estuvieron de acuerdo con el contrato pero bajo ninguna circunstancia aceptaron que se alejaran del seno familiar. Así que todo este espacio será para mí solo.

Changmin asintió convencido.

—Son uno padres sensatos— murmuró en tono burlón y Jaejoong reacciono escandalizado—

— ¿Qué hay de malo conmigo? —preguntó—

—Si yo fuera un padre y mi hija o mi hijo te llevaran a casa, ¡te cerraría la puerta en la cara!— aseguró Changmin apuntando a Jaejoong  con el dedo— Te vistes y actúas como un pendenciero, por supuesto que ningún padre te querría cerca.

—Juzgar a alguien por cómo se viste es muy anticuado —se defendió Jaejoong—

— ¿En qué país crees que vives, idiota?

Jaejoong pareció entender el argumento de Changmin y por ello no insistió más en la discusión, alejándose rumbo a la cocina donde comenzó a rebuscar en las gavetas. Changmin entonces se permitió deambular un poco por el apartamento, deteniéndose en la hermosa vista panorámica que ofrecía el edificio de la bella ciudad de Tokio. Este lugar se sentía como la habitación de lujo de un hotel.

Pronto, sintió el toque frio de algo contra su mejilla y viró percatándose de la botella color esmeralda que el pelirrojo había acercado a su rostro.

—Celebremos —anunció Jaejoong, tomando una copa y tendiéndosela a Changmin que la tomó con recelo—

—Dijiste que hoy no ibas a beber— alegó—

—Dije que no iba a beber con ellos. No tienes idea el aguante que tienen, y no hay forma que me dejen ir después de un par de copas. Pero contigo está bien —Sonrió chocando casualmente su copa con la de su acompañante— Además, aún no he escuchado mis felicitaciones.

Changmin dejó salir un suspiro mientras sonreía, levantando la mirada hacia el par de ojos negros que reflejaban en su brillo todas las luces de la ciudad.

—Felicidades. —alzó su copa, chocándola de nuevo con la contraria y bebió su contenido, sintiendo el dulzor del vino cosquillear en su garganta.

Su copa fue llenada de nuevo por Jaejoong. El segundo trago fue más lento pero igual de gratificante, y antes de llevar una tercera copa a sus labios, Jaejoong los cubrió con el toxico sabor de sus besos.

Había esperado por esto toda la noche.

[…]

Dos botellas de vino ahora descansaban vacías en el suelo, misma posición en la que el cuerpo de Changmin se encontraba ahora. Sus piernas se arrastraron suavemente por la superficie acolchonada de la alfombra,  encorvó la espalda, apretando entre sus dedos mechones de pelo rojo que hacían cosquillear su estómago mientras aquella boca cándida se deslizaba suavemente por la húmeda carne expuesta de su sexo. Arrastró sus piernas un poco más hacia arriba, aun inseguro de qué hacer con ellas hasta que sintió los dedos incrustarse en sus muslos y asirlos firmemente hacia arriba.

—Ha…ngh —gorgoteó ruidosamente, cerrando los ojos con fuerza al sentir aquellos dedos hundirse en su interior, tocando expertamente un punto que hacia bailar sus caderas involuntariamente.

Jaejoong siguió en su labor, acelerando el ritmo de la lengua que jugueteaba sobre el sexo de Changmin y hundiendo sus dedos en su interior, provocando más quejidos y maldiciones, que se incrementaban en tono gracias a todo el espacio vacío de aquel penthouse.

Había sido una grandiosa idea dejar a Changmin inconsciente por el alcohol en el living, pues su habitación llena de cajas aun sin desempacar no parecía el lugar idóneo para pasar una noche agradable.

Sutilmente abrazó las piernas de Changmin hasta que colgaron inertes en sus hombros, enterrándose más profundamente en su parte media,  nuevamente, el coro de jadeos vino en aumento, estimulando con fuerza su propia parte baja.

Changmin se movió levantando las caderas de nuevo, ya incapaz siquiera de respirar correctamente, con el cuerpo caliente y los huesos entumecidos por culpa del absoluto placer y la difícil posición. Jaejoong enroscó su lengua en la corona de su eje, aprovechando para levantar el rostro con la más sucia de las expresiones, el líquido preseminal se escurría entre sus dedos pero él lo succionaba y lamia como si se tratara de caramelo. Changmin estaba a punto de correrse de tan solo ver ese rostro y expresión tan sucia. Mordió su labio, escuchando el sonido de las sorbidas que eran dadas a su eje. Jaejoong sonrió, contorneando con su lengua la corona del glande.

Changmin dejó salir una respiración pesada, mordiendo sus labios con fuerza sin poder detenerse, echó la cabeza hacia atrás viéndose venir.

Fue entonces que escuchó el aviso de una llamada entrante a su celular, devolviendo así un poco de lucidez a su cabeza.

—Mi manager—murmuró removiéndose intranquilo para tratar de alcanzar sus pantalones.

Un sonido húmedo se escuchó cuando forzó su pene a salir de la boca de Jaejoong, un gruñido de molestia por parte de este último se dejó escuchar casi inmediatamente.

Changmin se estiró en busca de su teléfono, pero Jaejoong lo arrastró de regreso a su posición.

—No es muy sensato contestar ahora —gruñó Jaejoong, pero Changmin pataleo hasta sacárselo de encima y alcanzó los pantalones, tomando la llamada sin importar su actual estado de excitación.

— Hyung… —murmuró agitado—

¿Eh? ¿Changmin? —La voz del hombre mayor se escuchaba algo distorsionada—Creí que ya estabas en casa… ¿Estas bebiendo?

—Me encontré con un amigo. Volveré un poco tarde— respondió y su manager dio un gran suspiro de alivio—

Solo llamé para avisar que mañana no podré llevarte al set. Por favor no bebas demasiado

—Está bien hyu…¡uwahh!— gritó repentinamente al sentir la fuerte mordida en su trasero. Inmediatamente giro su cabeza, viendo al impaciente pelirrojo enterrar sus dientes contra su carne— ¡¿Qué haces, idiota?!

¿Qué pasa, Changmin? ¿Todo está bien? —Preguntó alterado el manager—

—Estoy bien, mi amigo esta algo pasado de tragos, creo que lo mandaré a dormir ahora. Se está volviendo un dolor en el trasero. —Murmuró entre dientes, apartando la cara de Jaejoong de su trasero a empujones—

Está bien, buenas noches. — se despidió el manager colgando la llamada y Changmin bajó la cabeza agotado, poco después se incorporó, no dejándose endulzar por aquella mirada profunda que se acercaba lentamente a su cara.

—Solo te pedí que te quedaras quieto un segundo, maldición— Espetó molesto, alejando el pegajoso cuerpo desnudo que intentaba doblegarlo de nuevo— Suel…tame….

Jaejoong insistió cargando todo su peso sobre Changmin, haciéndolo volver al piso.

—Fue una pequeña broma, de seguro ni se dio cuenta— se excusó Jaejoong mordiendo suavemente su oreja — No seas amargado, estabas a punto de venirte. Deberías haber visto esa deliciosa expresión en tu rostro.

El pelirrojo se acercó hasta el rostro de Changmin y lo redujo pero no logro besarlo pues el actor se lo impidió apartando la cara.

—Acabas de chuparme la polla con esa boca, asqueroso— se quejó aun reticente— ¡Quítate, no tengo ganas de nada ya!

— ¿Desde cuándo tan pudoroso?— se burló Jaejoong mordiendo la mejilla de Changmin en contraposición—

— ¡Ahg! ¡Deja de morderme, maldita sea! ¡No soy un puto dulce!

— No un dulce, eres un rico trozo de carne —Murmuró, hundiendo su lengua en el borde de su oreja una vez más— Te la chuparé de nuevo, de la misma forma —susurró— no te resistas…

—hng…—

—Tomaré eso como un sí.

Changmin se dio por vencido y dejó que nuevamente aquella boca pecaminosa le encendiera, cerrando los ojos mientras Jaejoong volvía a hundirse en su pelvis y frotar su miembro primero con sus labios y luego con su lengua, enroscándola alrededor del tronco y jugueteando con su glande, besándolo y apretándolo entre sus dientes pero sin llegar a sorberlo. Deseaba enfadar a Changmin y que este le pidiera por sí mismo acelerar el trabajo. Pero el actor, medianamente borracho, no podía hacer mucho más que jadear desaforado y mover sus caderas pidiendo más atención.

Jaejoong sonrió, mordisqueando suavemente la piel sensible y deslizando su lengua hasta acabar en los testículos, los cuales engulló como si se trataran de golosinas, moviéndolas en su boca. Changmin gimoteó adorablemente, la piel de sus brazos y piernas se erizó por completo. Jaejoong respondió ante esa dulce respuesta de su cuerpo, volviendo a repetir la tarea un par de veces más, siguiendo el camino que las abultadas venas que el tronco marcaba.

Finalmente, se ayudó de su mano para estimular mejor el eje de Changmin y siguió su camino hacia abajo, tratando de llegar con su lengua a aquel lugar en el que sus dedos estuvieron hace poco, repaso solo con la punta de su lengua el pequeño círculo enrojecido. Cuando el cuerpo de Changmin respondía a los estímulos, aquella pequeña parte escondida entre sus glúteos se abría y cerraba en un movimiento incitante, y su propia erección palpitaba furiosa solo al verlo. Quiso abrirse paso con su lengua en ese lugar, pero se detuvo al sentir el líquido tibio escurrirse por su mano.

— ¡Ah…! —Changmin jadeó, arqueando su espalda y soltando un respiro hondo antes de vaciar todo el contenido de sus testículos sobre aquella pálida mano— ¡ugh…!

Changmin siguió jadeando fogosamente al tiempo que Jaejoong seguía exprimiendo su huevos, hasta que la última gota de semen fue derramada.  Se dejó caer agotado contra la alfombra y Jaejoong sonrió con satisfacción. Como su propia recompensa, el pelirrojo se permitió mordisquear las puntas levantadas de las tetillas de Changmin que aún permanecían tiesas, comenzando a auto complacerse con su mano mientras el actor se reponía.

Poco después, Changmin generosamente enrosco sus dedos contra la despierta erección de Jaejoong, buscando acelerar el trabajo un poco y ayudarlo a venirse también.

Sin embargo, de alguna forma no estaba satisfecho.

— ¿Que con esa cara? —Indagó Jaejoong meciendo sus caderas contra la mano que lo acariciaba— Nuestro señor pudor quiere intentar hacer algo sucio ¿eh? —murmuró lascivamente robando un beso de los labios contrarios, cuando Changmin se distrajo—

Changmin gruñó apretando el agarre sobre la carne en sus manos, provocando un aullido de dolor por parte de Jaejoong. Ignoró su último comentario y se incorporó hasta arrastrar el cuerpo del pelirrojo debajo del suyo, sorbiendo su boca en un brusco beso, aun cuando se había negado a besarlo minutos atrás.

Jaejoong sonrió, enroscando sus dedos en la nuca del alto y acariciando el lugar suavemente mientras se movía hacia atrás hasta quedar apoyado en la parte frontal de uno de los muebles, sentado.

Changmin se alejó de sus labios, mirando aquellos ojos insinuantes fijamente. Jaejoong sonrió usando sus dedos para delinear los delgados labios húmedos que se abrían suavemente dejando pasar la respiración.

La mirada de Changmin bajó hasta quedarse detenida en la pálida carne que sus manos tocaban, se mordió el labio sensualmente y Jaejoong dejó bailar otra atrevida sonrisa.

— ¿No quieres probar hacerme una mamada? —Se aventuró a decir al leer en esos redondos ojos castaños que aquella era su intención—

Changmin no respondió. Contrario a ello, uso sus labios para besar la tibia piel del cuello contrario perfilando con su tacto el elevado círculo de su nuez de adán, sorbiendo el sabor salino y la esencia del cuerpo que se retorcía bajo sus besos. Siguió descendiendo por las curvas de su clavícula, y siguió bajando un poco más. No quiso detenerse en las rosadas tetillas de Jaejoong, a pesar de que se  veían adorables y rígidas, su vista estaba totalmente enfocada en otra parte rosa de su cuerpo.

Jaejoong abrió sus piernas conduciendo el mismo la cabeza que lentamente se hundía más y más hacia el centro de su cuerpo, buscando que Changmin no se retrajera en hacer lo que estaba deseando hacer. La lengua de Changmin barrió sus labios en un movimiento insinuante antes de volver a tocar la piel tibia y sonrosada del abdomen del cantante.

—Ahueca tus mejillas y usa solo la lengua, nada dientes, quiero tener hijos aunque sea por inseminación —musito Jaejoong en un retintín burlesco que irritó Changmin, quien mordió su muslo fuertemente en venganza— hng… que dulce —Continuó, sonriendo— Te avisaré para que no tragues nada. Aunque puedo decirte que no tiene un sabor desagradable.

— ¡Cállate! —le retó Changmin, volviendo a morder su piel, Jaejoong mordió su labio queriendo recibir un poco más de ese trato—

— El tuyo sabe especialmente dulce.

Changmin levantó la mirada torciendo su labio en una forma intimidante y Jaejoong entendió, cerrando su boca. El pelirrojo sabía que no había forma que un “no me van los hombres” le haya hecho una mamada a uno antes, por eso quiso darle algunas indicaciones, pero Changmin no parecía feliz con ello. Con aquella última indicación se permitió cerrar los ojos, no sin antes dejar salir una sonrisa de satisfacción al sentir el aire caliente acariciar la sensible piel de su glande. Aún estaba apostando si Changmin se atrevería a hacerlo o no.

Changmin procedió abriendo sus labios y mojando la punta de aquel rosáceo eje con algo de reserva al principio, pero ya acostumbrado al salino sabor en su lengua, se permitió abrir un poco más la boca y sorber despacio. Continuó lentamente pasando su lengua de arriba abajo hasta empezar a escuchar los primeros quejidos de satisfacción y entonces aceleró el ritmo ayudándose con su mano libre para sostenerlo en su sitio y engullir un poco más.

Solo entonces se permitió abrir los ojos, percatándose del bello color que habían tomado las mejillas de Jaejoong y como sus labios húmedos se entreabrían incapaces de retener el aire. Las manos de Jaejoong se aferraron a su nuca dirigiéndolo firmemente y en un intento desesperado por más velocidad, movió sus caderas provocando que Changmin retrocediera un poco abrumado. Jaejoong no era exactamente pequeño, aquella cosa casi logró cruzar su garganta.

—Lo siento…— murmuró Jaejoong entre risas al verlo toser— No volveré a tomar partido, continua —aquello lo susurró incapaz de contener su placer, mordiendo sus labios suavemente.

Changmin refunfuñó, pero regresó a su posición anterior al instante, cerrando los ojos y tratando de ir más rápido. Uso su lengua y la envolvió alrededor del tronco como el pelirrojo había hecho con el suyo, se deslizó por el aun intranquilo sobre qué hacer, y luego volvió a la punta la cual sorbió con fuerza y bajó de nuevo, cerrando los ojos fuertemente mientras, como hizo Jaejoong, lamia suavemente sus testículos, sin atreverse a engullirlos por miedo a morderlos pues controlar sus dientes era difícil. Esto sin duda requería practica y control, y su mano casi temblaba al sentir el grosor de aquel eje ensancharse aún más ¿Hasta qué punto podía llegar?

Jaejoong jadeó contrayéndose y Changmin se animó, volviendo a su sexo y sorbiendo una y otra vez con velocidad, viendo como ya sus caderas eran incapaces de quedarse quietas. Ya acostumbrado a la sensación de aquella carne caliente palpitando en su boca, se permitió salivar lo suficiente como para dejar que su lengua recorriera su entera extremidad con mayor facilidad.

Antes de que Jaejoong se lo esperara, sintió el completo y húmedo interior de la boca de Changmin envolviendo su carne, devorándola con tanta devoción que no pudo evitar abrir sus ojos y observar aquel hermoso rostro, aquellos ojos cerrados cuyas largas pestañas humedecidas lo enloquecían, y la forma como sus delgados labios escondía la punta de su pene en el mojado interior de su boca y  sorbían de su piel.

Ver a Changmin así, hundido entre sus muslos, chupando su polla como si en verdad siempre estuviera deseando hacerlo, con tanta hambre, le suscitó  al pelirrojo un cumulo de deseo tan grande de follarlo, que meció sus caderas sin poder detenerse más, al sentir el calor inyectarse en sus testículos hasta acumularse en la punta de su sexo, al imaginar esa misma humedad en el agujero que se escondía entre los glúteos del actor.

— ¡Changmin! —Gritó como advertencia, halando del cabello del alto hacia arriba para alejarlo pero no fue lo suficientemente rápido y parte de la semilla que brotaba de su sexo término empapando la mejilla de Changmin—

—¡…!—

Jaejoong rápidamente se abalanzó hacia adelante limpiando el rostro de Changmin con su mano. Changmin, aunque enfadado, no hizo ningún comentario al respecto y solo se dejó caer en el piso boca abajo, bastante agotado, pero satisfecho de haber cumplido una fantasía. Al final no era tan malo, sobre todo ver a ese tipo tan lascivo retorciéndose de forma vergonzosa.

Sin embargo, Jaejoong parecía inquieto. Se removió de su lugar, acercándose hasta donde se encontraba y presionó el cuerpo de Changmin con su peso.  Changmin sintió la lengua del pelirrojo pasearse por su mejilla y las manos de este presionar sus glúteos con suavidad. Por ello se viró solo un poco, viendo esos ojos filosos que lo miraban de esa manera que ya aprendía a reconocer.

—Cuando lo hicimos en el hotel ¿no te gustó? —indagó Jaejoong, enterrando sus dedos en aquella parte de Changmin, haciéndole entender lo que pretendía—…dímelo.

— ¿Qué pasa contigo? —Bufó Changmin descolocado— ¡Acabas de correrte!

—Tengo buen aguante —sonrió, restregando su dedo una y otra vez en aquel lugar, hasta sentirlo contraerse— ¿Quieres que te lo pregunte directamente?

Sin esperar, Jaejoong hundió sus dedos aún más en la entrada de Changmin, ya suave y húmeda porque estuvo estimulándola desde el principio de la velada. Changmin sabía lo que eso significaba así que suspiró y levantó sus caderas un poco, pero Jaejoong uso sus manos y tomó sus caderas, hasta volcar su cuerpo boca arriba. Su cabeza chocó contra la baldosa.

— ¡Duele! —

—Quiero hacerlo así —Pidió el pelirrojo, separando los muslos de Changmin sin descaro, y lamiéndose los labios— De esta forma puedo mirarte, besarte y abrazarte mientras te follo—

Changmin enrojeció ante la seria expresión de Jaejoong. No pudo protestar, sus caderas fueron levantadas y ubicadas dando por entendido que no había marcha atrás. Jaejoong sacó el tubo de lubricante de sus pantalones, tomando a Changmin completamente desprevenido.

—Tu… ¿siempre cargas esas cosas contigo? —murmuró intranquilo, observando el líquido espeso escurrirse en los dedos del otro. Los bolsillos de Jaejoong eran como la bolsa de Doraemon, solo que en lugar de cosas fantásticas siempre llevaba condones, lubricante y otras porquerías sexuales—

—Siempre, desde que comenzamos a dormir juntos —murmuró Jaejoong dejando salir una sonrisita estúpida— No tengo problema en hacerlo en cualquier parte, así que estoy preparado mientras pueda convencerte —sonrió tan inocentemente que era hasta perturbador.

—Pervertido— musitó Changmin arrugando la nariz y Jaejoong sonrió nada avergonzado.

Pronto el pelirrojo se dio a la tarea de cubrir las paredes internas de Changmin con el lubricante, asegurándose de juguetear un poco con él para encenderlo de nuevo. Changmin parecía no querer saber nada al respecto así que mantuvo sus ojos cerrados todo el tiempo por lo que Jaejoong se decidió a provocarlo un poco.

El cantante uso sus dedos pegajosos y resbaladizos y los introdujo de una sola vez, los anillos del interior de su recto cedieron sin problemas, así que se permitió separar los dedos en el interior y dio una ojeada.

Todo lucía tan húmedo y rosáceo, no pudo evitar morder sus labios, sintiéndose impaciente.

—Qué lindo es todo esto, me encanta el color de tu polla, pero esto también tiene un encantador color.

Changmin de inmediato abrió los ojos mortificado al ver al hombre inclinado completamente sobre su trasero. No sabía por qué esto se sentía más como una cita con el urólogo que sexo con un hombre.

—Woah, se está contrayendo…

— ¡Sal de ahí, maldición! Como puedes mirar eso… —mencionó Changmin alterado, pero Jaejoong surgió con una sonrisa de satisfacción—

—Simplemente porque no hay una sola parte de ti que no me parezca hermosa.

— ¡Esa no es una excusa!

—Yo no soy del tipo de persona que tiene reticencia por nada. Me gusta mirar, tocar, sentir, así que no pongas esa cara de espanto —musitó, acercándose de nuevo al rostro del actor— Ya me chupaste la polla, pronto tendrás deseo de experimentar aún más —sonrió, dejando a Changmin mudo— Y yo estaré dispuesto a cumplir tus más sucias fantasías, así que no te restrinjas y pídeme lo que quieras.

Dicho esto, Jaejoong sintió como sus dedos eran atraídos hacia el interior de Changmin, ya que sus paredes comenzaron a cerrarse, apretando sus dedos con fuerza. Jaejoong sonrió reconfirmando algo que sabía tenía mucho efecto en Changmin y que había descubierto desde hace un tiempo. Hablarle sucio, aunque siempre se quejara, eso lo encendía. Era un fetiche extraño, pero entrañable.

Changmin vociferaba cuan pervertido él era, pero lo que no tenía idea es que sus pensamientos y acciones revelaban que era mucho más pervertido de lo que el mismo podía llegar a ser. Después de todo, los más serios y mojigatos siempre escondía un salvaje interior.

—Parece que no soy el único impaciente aquí—Insinuó, el recto de Changmin volvió a expandirse de nuevo.

Jaejoong entonces tomó más del lubricante y cubrió su propio sexo con él. Anteriormente había usado un condón pero esta vez quiso hacerlo de esta forma, quería sentir aquella carne contra su propia piel, y estaba tan duro que no podía esperar más.

Changmin no protestó. En realidad no sentía la diferencia, aquella noche había estado tan nervioso que no se dio cuenta si Jaejoong se había puesto uno o no.

En realidad gracias a que Jaejoong siempre se tomaba su tiempo para prepararlo el dolor era mínimo, aun cuando lo hicieron por primera vez, no se sintió exactamente mal. Pero eso no quitaba lo vergonzoso que era estar debajo y con las piernas abiertas.

—nngh… —gorgoteó inmediatamente sintió la punta del eje enterrarse suavemente y estirar su piel—

— ¿Duele? —preguntó Jaejoong preocupado—

Changmin negó de inmediato.

—Es incomodo— aseguró, volviendo la vista a la intranquila mirada del cantante.

Aun cuando pareciera no importarle en absoluto sus quejas, en este ámbito Jaejoong era extremadamente cuidadoso, el no hacía nada que a Changmin directamente le disgustara, y aunque era vergonzoso, siempre preguntaba si podía hacerlo o si se sentía bien.

Más tranquilo, el pelirrojo continuó deslizándose por aquel estrecho pasaje, masajeando el miembro de Changmin con su mano mientras este cerraba los ojos y esperaba que se enterrara por completo. A diferencia de esa noche en el hotel Changmin parecía más relajado esta vez, y su interior en lugar de apretarlo impidiéndole moverse, se contraria para aceptar más de sí.

En poco tiempo Jaejoong estuvo completamente dentro, por lo que se inclinó hacia adelante, tomando los labios de Changmin como forma de aviso de que comenzaría a moverse, entonces realizó su primera estocada, esperando a que se acostumbrara y siguió moviéndose, haciéndolo con más fuerza conforme su interior cedía más.

Changmin comenzó a jadear conforme Jaejoong apretó el ritmo de la penetración y la masturbación, rematando aquellos movimientos con besos salvajes y húmedos o humedeciendo sus tetillas y mordiéndolas, acelerando el empuje hasta que lograba tocar ese punto ciego que provocaba su interior contraerse y con el que Jaejoong gruñía en satisfacción al sentir aquellas paredes apretándolo con fuerza.

— ¡Ngh! —Sus caderas se mecían con fuerza bestial conforme el tiempo trascurría y Changmin sentía la fricción en su interior volverlo loco, y en poco tiempo su cuerpo amenazó con estar al límite. Pero Jaejoong se le adelantó esta vez, abalanzándose hasta abrazarlo con fuerza y penetrando con velocidad, incapaz de detenerse.

— ¡Ah…! —Jadeó Jaejoong avisando que pronto se vendría. Changmin trató de romper la penetración al ver que el pelirrojo no pretendía moverse y seguía empujándose contra su entrada, tan fuerte, que sentía los huesos de su cadera golpearle directamente.

Jaejoong comenzó a moverse frenéticamente, Changmin sintió un poco más de humedad en su interior de la que debería y lo obligó a detenerse usando sus brazos.

— ¡No te corras dentro! —amenazó y de inmediato Jaejoong se apartó, pero no fue lo suficientemente rápido y su semilla terminó esparciéndose en los muslos internos de Changmin.

Al menos no se corrió dentro.

— ¡Agh! —Gruñó Changmin al sentir la humedad pegajosa deslizarse por sus piernas— ¡Te lo advertí!

Jaejoong se movió rápidamente antes de recibir un golpe, incorporándose y dirigiéndose al baño, luego regreso con algunas toallas y comenzó a limpiar lo que había hecho.

—Primero mi cara y ahora esto —refunfuñó Changmin. Su molestia había menguado su propia excitación por lo que no necesitó ayudarse con ello—

—Lo siento— murmuró Jaejoong, limpiando las largas piernas con la toalla húmeda con sumo cuidado, ya convirtiéndose esto en una tarea recurrente cada que tenían sexo— Hoy estaba particularmente nervioso— confesó, viéndose algo tímido—

— ¿Nervioso? ¿Tu? —Murmuró Changmin incrédulo— ¿Por qué?

— Desde que regresamos de Seúl he estado ocupado con la firma del contrato y el cambio de apartamento, es la primera vez que dormimos juntos desde ese día. —musitó, tallando incluso los pies de Changmin, como un sirviente— Lo cierto es que debía escribir esa canción hace mucho, pero estaba tan lleno de sentimientos desde ese día que no sabía por dónde empezar. Es la primera vez que me pasa —sonrió juguetonamente— No nos habíamos visto, no te había tocado y desde que no podía siquiera acercarme a ti por todo el trabajo que tenía, me sentía ansioso. También porque esa noche particularmente hiciste algo lindo…

Changmin pestañeo, incapaz de recordar a que se refería Jaejoong. Comprendiéndolo, el cantante continuó:

—La primera vez que tuvimos sexo, te fuiste dejándome con un beso brusco. Esa noche, me besaste gentilmente y te despediste de mí, eso me hizo sentir… —Jaejoong se detuvo, al ver que Changmin en verdad no entendía de que rayos estaba hablando, así que sonrió lascivamente para ocultar toda intención anterior. Era claro, esta no era la dirección por la que debía llevar las cosas, el rostro de Changmin era la alerta roja para que se detuviera.

Sus preocupaciones de esa noche se estaban haciendo realidad, aquel gesto fue para Changmin un acto reflejo, no fue algo condicionado, así que era claro que se arriesgaba si intenta avanzar un paso más. Inmediatamente recordó aquella noche en el backstage de su concierto “No te enamores de mí” Changmin había dicho vehementemente. No podía hacerlo.

Sintiendo su corazón algo lastimado, sonrió acorralando al actor con sus brazos.

— En realidad, me gustas mucho Changmin y porque me gustas tanto me siento nervioso al estar junto a ti.

Changmin alzó una ceja, creyendo que todo lo que Jaejoong mencionó atrás no era más que otra de sus falsas artimañas para despistarlo, y ya con su cuerpo libre de sustancias pegajosas, se acostó en el suelo dispuesto a descansar por un momento.

Jaejoong miró con detenimiento el rostro de Changmin y largó un suspiro para luego sonreír melancólicamente. Tenía que calmarse y cerrar la boca o arruinaría todo lo que estaba logrando.

[…]

Luego de descansar en el cálido suelo un buen rato, Changmin comenzó a cabecear. Tenía sueño, sin embargo debía conducir a casa en ese instante. Trató de incorporarse, pero su intento quedó solo allí cuando el pesado cuerpo desnudo de Jaejoong se ubicó sobre el suyo.

—Pesas…—murmuró Changmin apenas manteniendo los ojos abiertos—

—Quédate a dormir —susurró Jaejoong sin moverse, como un gato terco— Es tarde y no puedes conducir así de ebrio, te matarás.

—Mañana tengo que ir al set temprano —Murmuró largando un sonoro bostezo— Jaejoong, me estas jodiendo la respiración, quítate—Exclamó apartando finalmente el cuerpo pesado del suyo y acomodándose de lado, sin embargo el pelirrojo insistió, pegándose a su espalda, con su pegajoso sexo flácido apuntando su trasero.

—Tsk—

—Enojón—murmuró Jaejoong enlazando sus dedos fuertemente en el estómago de Changmin, sin intenciones de apartarse— Puedes quedarte aquí, mañana te levantaré temprano y conducirás en tus cinco sentidos a casa.

—Si prometes cerrar la boca y dejarme dormir, además de quitarte, estás pegajoso y hueles horrible— se quejó y Jaejoong dejo salir una sonrisa—

—Es la esencia del amor—musito bajando su tono de voz en un ronquido sensual directo a su oreja—

—Dices otra mierda como esa y te dejaré calvo—

Viéndose derrotado y rechazado, el rockero cambió de tema.

—Vamos a la cama entonces—invitó, pero Changmin no se movió ni un poco—

—Dormiré aquí, es cómodo— murmuró ya en un suspiro, incapaz de seguir manteniéndose consiente.

Jaejoong suspiró y entendió que la terquedad de este hombre era innata y que no podía hacer nada al respecto. Caminó rumbo a su habitación y rebusco sus maletas hasta sacar un edredón y volvió al lado Changmin, que ya dormía plácidamente, usando su propio brazo como almohada. Jaejoong tomó varios cojines del sofá y los tiró al piso acomodando la cabeza de Changmin en uno de ellos y luego lo cubrió con el edredón.

Seguidamente, se acercó al baño y tomó una ducha. No se preocupó por vestirse al salir y solo secó su cuerpo antes de volver al lado de Changmin. Sin duda el comentario de que olía mal le había afectado.

 Aun cuando Changmin le había advertido que se mantuviera alejado, el pelirrojo hizo caso omiso y se acurrucó en su espalda, apagando las luces con el control remoto y dejándose arrullar por la suave respiración del dueño de todos y cada uno de sus delirios.

[…]

A la mañana siguiente Changmin abrió los ojos pesadamente sintiendo el sol caliente directamente en su cara y se removió incomodo encontrándose protegido por una cama de cojines en el suelo, de inmediato un olor familiar inundó las fosas nasales. Levantó la cabeza algo confundido y miró en dirección a la cocina, allí se encontraba Jaejoong ya vestido y listo para comenzar el día, preparando el desayuno. El pelirrojo viró su cuerpo al escuchar un gemido de queja y sonrió viendo al desnudo actor incorporarse.

—Buenos días— saludó y Changmin bostezó moviendo la mano como saludo.

—Baño— murmuró acomodando su rebelde pelo de alguna forma con los dedos, Jaejoong le indicó con un dedo donde se encontraba el baño mientras disponía la mesa y apagaba la tele esperando a que saliera.

¡Mi ropa, Jaejoong! —Gritó Changmin desde el baño y Jaejoong sonrió recogiendo la ropa del piso, llevándola hasta la puerta del baño donde fue recibido por un húmedo Changmin, que tomó sus prendas y le cerró la puerta en la cara.

Poco después salió ya vestido, con el cabello húmedo y ensortijado. Se sentó en la mesa que Jaejoong había dispuesto y comenzó a comer aun sin esperar a este último.

—Creí que tu no desayunabas— murmuró Jaejoong divertido sentándose frente a su asiento—

—Hoy tengo hambre— respondió Changmin metiendo un enorme bocado de arroz y miso en su boca. Todo era delicioso— Dijiste que me despertarías temprano— Se quejó con las mejillas hinchadas por la comida—

—Aún es temprano— indicó el pelirrojo señalando el reloj de pared detrás suyo— ¿Tienes resaca?

Changmin negó y continuó comiendo. Jaejoong decidió dejarlo y en silencio terminaron el desayuno.

Cuando estuvieron listos, ambos salieron juntos del edificio.

 Al bajar, Jaejoong arrinconó a Changmin contra su auto y dejó un suave beso de despedida en sus labios. Changmin se quedó pasmado un momento, pero rápidamente se incorporó, entrado a su auto.

Jaejoong tomó un taxi para dirigirse al set.

Por supuesto no era prudente ni fácil de explicar por qué dos personas que se habían ido juntas el día anterior regresaran juntas en la mañana, y Changmin no podía volver al set con la misma ropa que vestía ayer, por ello llegó a casa y se cambió de ropa antes de volver a conducir rumbo al set, donde una la larga jornada de grabaciones les aguardaba hasta entrada la medianoche.

2 Comentarios:

  1. Anónimo7/10/2014

    ahhhhhh.me encanta.sigue por favor

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  2. Anónimo7/10/2014

    siguelo porfa esta super espero el siguiente me encanta como escrubes porfa conti no me dejes con la intriga

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