KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Our World

Sus mundos eran totalmente diferentes, sus familias y amigos no entendían su relación, pero lo que sentían el uno por el otro, era más fuerte que todo lo demás. Lo que no sabían, es si esto sería suficiente para estar juntos.

El príncipe de los bárbaros

En un mundo antiguo un hombre busca levantar a su pueblo e inicia la búsqueda de un ser que le brindará todo el poder que necesita, sin saber que forma parte de un historia muchísimo más grande que su propia ambición. Shim Changmin y Kim Junsu se encontrarán de forma inesperada para formar parte de un destino dictado por la atracción entre gemas.

Insano

Junsu no podía creer que aún después de todo ese tiempo de humillaciones por parte de sus dos mejores amigos él no se hubiera vuelto completamente loco, desquiciado; en cambio se sentía renovado, en una nueva piel.

Lluvia de estrellas

¿Crees en los deseos? Yunho alzó la vista al cielo y con una lágrima oró a las estrellas para que le concedieran un deseo… desde ese momento el destino de Changmin reposó entre sus manos. El máximo inconveniente es recordar… ¿quién es Changmin?

You are everything I've been looking for

Después de una decepción amorosa, Changmin decide alejarse de la vida como la conoce, acompañado de su mejor amigo Jonghyun. Juntos descubrirán sentimientos que les cambiarán la vida para alejarlos o acercarlos más, mientras conocen a un grupo de peculiares personas en un lugar común y corriente...

Dolor

Todos tenemos algo que ocultar en nuestras vidas pero ¿Qué ganamos con eso? ¿El guardar todo ese dolor solo para nosotros, no también causa dolor a los que nos rodean?

Novio secreto

La relación de Changmin y Jaejoong era un secreto para el mundo, sus únicos testigos eran aquellos lugares donde se veían a escondidas, los testigos mudos de su amor y su pasión, de su tristeza y desesperación.

Concurso: Resultados listos!!!! ****


Aquí los fanfics del concurso para que puedan leerlos mientras. Perdón la demora :c pero los resultados los daré esta noche. Y muchas gracias a todos los autores por participar :'D me emocionan. Estaba preocupada pensando que este concurso no funcionaría, así que gracias nuevamente por participar. ♪ Sin ti no soy nada~ ♫

Queridos lectores comenten bonito y apoyen a los autores c: nos vemos en la noche y disfruten~ 


  • Acre [Yoosu - Yoomin] Resumen: Eres tan nocivo. Y aun así, te quiero para mí. Así que ven, y destruye todo de mí.
  • Entre cuatro paredes [Homin] Resumen: “Encerrados en una habitación ChangMin y YunHo desarrollan un amor que va más allá de tener la misma sangre”.
  • Unexpected Lover [Homin] Resumen: Changmin siempre ha amado a su hermano, Yunho siempre ha cuidado de él. ¿Podrán ambos continuar siendo los mismos luego de develar la verdad de sus corazones? Para ellos PARA SIEMPRE no es solo una promesa.
  • Oblivion [MinSu] Resumen: En la escuela media Shim Changmin se enamora por primera vez, el amor que siente es tan intenso y tan profundo que desborda todo su ser, pero lamentablemente su “sangre” le impide alcanzar aquello que anhela.
  • If I Have to Hate you [YunJae] Resumen: “Si tengo que odiarte tanto como te he amado, Entonces olvidare todo y borrare de mi memoria hasta el más último de mis recuerdos”. Hay historias que a veces no deben tener un inicio pero cuando una de las partes insiste en que sus destinos se crucen debe tener en cuenta que el desenlace de su historia puede terminar de manera fatal, y no de la manera deseada y con el final feliz.
  • Latch [Homin] Resumen: Yunho era el hermano de mayor de Changmin, un niño caprichoso que siempre pedía algo a cambio. Yunho quería una fiesta y la única condición impuesta por sus padres era el de llevar al menor que iría, pero no gratis.
  • Love? [Yunjae] Resumen: JaeJoong está enamorado de su padre, pero cuando este le avisa de su compromiso desencadena la autodestrucción de este, drogas, amores prohibidos y una relación que retara lo que es moralmente correcto.

Siento tardar tanto :c quería más opiniones respecto al ganador. Y bueno, siento mucho demorar con el resultado. Muchas gracias a todos por participar, fueron fantásticos sus fanfics, sus propios lectores se lo han dicho. Se que hubo uno que otro comentario que puede desanimarlas, pero no todos tienen los mismos gustos y si se puede mejorar entonces a echarle ganas, Me costó elegir ganador porque fueron originales, en unos se me apretó el pecho y en otros quedé con la boca abierta jajajaja

Y bueno, la ganadora es Nesly, con su fanfic YooSu-YooMin Acre. En realidad no me esperaba una trama así, menos con tan tremendo final. No les daré spam aunque sé que la mayoría ya lo ha leído, otra cosa es que les de pereza comentar XD o como dicen en Chile :v les da paja y ya jajajaja. 

Eso es todo c: gracias a todos por participar con presencia, comentarios y fanfics, y por sobretodo mucho apoyo. Nunca he estado en concursos de fanfics, pero sí de arte y siempre pensaba que no iba a ganar XD pero epa! sí hubieron veces que gané :v así que échenle ganas chicas.

Ganador

Love?

Título: Love?
Autor: Dara y Megumi
Pareja(s): YunJae, YooSu, BiMin
Géneros: Au
Advertencias: Drogas, Angust leve, Incesto
Resumen: JaeJoong está enamorado de su padre, pero cuando este le avisa de su compromiso desencadena la autodestrucción de este, drogas, amores prohibidos y una relación que retara lo que es moralmente correcto.
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Para JaeJoong que su padre cambiara de novia cada dos años no era algo que le causara mucha gracia y más porque esas mujeres no querían a su padre, todo lo que querían era el dinero y la posición que el apellido Jung les daba, y no era que JaeJoong estuviera en contra de la idea de que su padre fuera feliz, ¡no!, es sólo que el menor no entendía porque su padre tenía que buscar esa felicidad fuera estando él en casa. Con bastante molestia después de ver el auto de Boa estacionado frente a la escalera principal y a pesar de tener el cuerpo cansado por la larga fiesta que había disfrutad durante la noche JaeJoong ingresó a su casa siendo recibido por el ama de llaves.

-Joven Jae – la suave voz de la señora Choi le dejó una cosa clara a JaeJoong, su plan de dormir apenas llegara a casa se acababa de ir a la basura – su padre dio orden de que se dirigiera a su despacho apenas llegara.

-¿El desayuno está listo? – JaeJoong ignoro el hecho de que su padre dijera “apenas llegara” en la oración y tras quitar sus zapatos tomo rumbo a la cocina de la casa – traigo un hambre que sería capaz de comerme un pollo entero, definitivamente JunSu es bueno preparando fiesta, pero es una mierda midiendo la cantidad de comida ¿puedes creer que ya a las 2 no había nada que comer?

-Supongo que el joven Kim no pensó en que estuvieran interesados en comer cuando era una fiesta de fin de semana – la anciana mujer sabía que JaeJoong odiaba a la mujer que estaba junto a su padre en el despacho, y que ese era el motivo para que este no se dirigiera allí de inmediato como su padre quería – daré la orden de que le sirvan el desayuno.

-Nana ¡eres la mejor! – JaeJoong detuvo su andar y se giró abrazando a la mayor mientras dejaba un suave beso en su mejilla – dile por favor que no he comido desde el almuerzo de ayer y te amare más si me das postre.

-Creí que había dado una orden Sra. Choi – la fuerte y grave voz de YunHo se hizo presente en el pasillo a la cocina llamando la atención de las dos personas que se encontraban en este – pero al parecer mi palabra no tiene valor en esta casa.

-Amo Jung – la anciana mujer se colocó delante del menor en señal de protegerlo del regaño que se avecinaba – el joven Jae tiene hambre, pensé que si comía primero no traería…

-¿Consecuencias? – YunHo sabía que la Sra. Choi sería capaz de lanzarse a las llamas por proteger a su hijo, pero en esta oportunidad no dejaría pasar los actos del menor – Sra. Choi notifique a Eun que JaeJoong comerá luego de hablar conmigo y en cuanto a ti jovencito espero que mi orden se cumpla.

-Disculpe General, pero creí que a pesar de vivir dentro de un fuerte militar estaba exento de seguir órdenes – JaeJoong sabía que la molestia de su padre estaba justificada, pero el menor odiaba cuando este le hablaba de esa manera – después de todo soy un civil.

YunHo sintió una gran molestia al escuchar las palabras del rubio, JaeJoong tenía todo un fin de semana sin ir a la casa y eso le tenía los ánimos cruzados al mayor, además de eso Boa estaba en el despacho y ese día tenían una noticia importante para comunicarle, pero en verdad en ese momento el mayor se estaba barajando la posibilidad de darle una buena reprimenda a su hijo – Estas muy chistoso JaeJoong.

-Es una herencia de familia, mi madre tenía un buen sentido del humor – El recuerdo de la señora Jung era algo intocable para ellos, pero JaeJoong solía sacarlo cuando sabía que su padre estaba pensando en casarse con cualquiera de las zorras de turno – aunque el ser una dama también era una de sus virtudes, cosa muy distinta a la zorra que tienes en tu despacho justo ahora – JaeJoong se acercó a su padre levantándose un poco para quedar pegado al rostro de este –si vas a decirme que te casaras con ella, es una conversación que podemos ahorrarnos.

-JaeJoong, no abuses de tu suerte – YunHo estaba aguantando las ganas increíbles de cachetear al menor, pero al fijar su vista en los ojos de este sintió aquel calor extraño que recorría su cuerpo cada que el rubio estaba a una distancia tan corta – esta vez mi matrimonio no será un tema para discutir, quiero tu trasero en el despecho ¡ahora!

JaeJoong dibujo una sonrisa traviesa en su rostro fijando su mirada en su padre acercándose al oído de este – podría poner mi trasero en un lugar más divertido…padre.

El comedor de la casa estaba en rotundo silencio, los únicos sonidos que se escuchan en este eran los generados por el movimiento de los cubiertos, luego de las palabras dicha por el menor YunHo se retiró a su despacho sin más para hablar con su prometida y JaeJoong se había retirado a su cuarto pasando por alto el hecho de que la Sra. Choi había visto aquella escena sucedida entre él y su padre. No fue sino hasta dos horas después que la mayor le fue a buscar para que comiera que salió de su cuarto, para ese momento ya estaba tranquilo, pero al momento de ver a la rubia besando a su padre su estómago sufrió un vuelco entre el asco y la molestia.

-YunHo me dijo que ya sabes de nuestro compromiso JaeJoongie – Boa intentó romper el silencio que reinaba en aquella habitación y dejo de lado su cubierto mientras fijaba su vista en el menor – espero de verdad nuestra relación mejore desde ahora, sé que nunca podre ocupar el lugar de tu madre en esta casa pero…

-Qué bueno que seas consciente de ello – JaeJoong dejó de comer para también fijarse en la mayor al tiempo que notaba el gesto de molestia que se hacía presente en el rostro de su padre – porque ni tú ni nadie podría igualar a mi madre, además mi nombre es JaeJoong, no JaeJoongie no soy ningún crio – con esas solas palabras el menor se levantó y caminó a la salida de la casa ignorando lo gritos de su padre ordenándole detenerse.

YunHo solo había tenido una pareja desde los 5 años y esa era Kim Narae, junto a ella se había trazado los sueños para tener una familia y una vida perfecta, sus padres nunca se opusieron a su relación por eso mismo los dos chicos estuvieron acompañando al otro durante todo momento de su infancia y adolescencia, por eso mismo cuando Narae quedo embarazada a los 16 años sus padres se preocuparon pero no fue algo que les tomara por sorpresa dado que Narae siempre fue clara en su deseo de darle hijos al moreno y YunHo por su parte estaba sumamente feliz y deseoso de hacerse responsable del pequeño. Al principio fue bastante difícil para los dos adolescentes teniendo en cuenta que ni YunHo ni Narae deseaban que sus padres cargan responsabilidades que no les correspondía, por ellos se mudaron juntos a una casa que fue un regalo de los padres de ambos y debían administrar su tiempo entre estudiar, cuidar al pequeño Jae y el mayor en trabajar para mantener a su pequeña familia y si bien era cierto que ambas familias eran de buen estatus social ya que ambos patriarcas tenían una larga y productiva carrera militar y el moreno había decidido seguir los pasos de estos.

Lo que nadie se esperaba era que Narae falleciera en un accidente cuando el pequeño Jae solo tenía 7 años y si bien era cierto que JaeJoong y YunHo habían creado una relación muy unida a raíz de esta tragedia, también lo era el hecho que desde el momento que YunHo comenzó a salir con otras mujeres en un intento de rehacer su vida, su hogar tranquilo se acabó. JaeJoong había comenzado un cambio de actitud radical que sacaba de sus casillas al mayor, beber, fumar, salir de fiesta cada día y quedarse fuera cada fin de semana eran una parte de los actos del menor cada que su padre conseguía una novia nueva. Pero todo cambio cuando el menor cumplió los 15 años, desde ese momento no solo el cuerpo del JaeJoong cambió, también cambió la forma en la cual veía a su padre, desde ese día para JaeJoong fue imposible no notar los labios gruesos de su padre, su espalda ancha y sus brazos fuertes, fue imposible no preguntarse que se sentiría besar esos labios mientras sus brazos recorrían su cuerpo y su espalda era marcada por los rasguños que él le pudiera dar mientras hacían el amor.

JaeJoong pateó con rabia la lata de café express que acaba de beber, de todas las mujeres que habían intentado quitarle a su padre la zorra de Boa era a la única a que no lograba espantar, Hyori fue fácil, ella solo con verle “drogado” le basto para prácticamente terminar su relación de un día para otro, Kahi no aguanto la tentación de un menor de edad “enamorado” de ella, el resto fue sencillo, conseguir que YunHo lo encontrara en el sofá de la casa para que todo acabara, Jessica fue más fácil aun, con ella solo le tocó sacar una pequeña fortuna de la cuenta de su abuelo para que se desapareciera de la vida del moreno. Pero Boa era distinta, con ella no funciono mostrar el hecho de que era un adolescente rebelde porque la única respuesta que le dio al moreno fue “es una etapa por la que todos hemos pasado”, cuando intento seducirla esta le restregó una verdad que incluso él no podía negar “nunca cambiaria a YunHo que es un hombre maduro y experto por un crio” y el intentar sobornar, bueno, la muy bastarda era modelo, así que dinero no es algo que le faltaba, lo único que le faltaba era una posición y esa solo la obtendría cuando el apellido Jung pasara a formar parte de su nombre.

Todo esto había llevado a YunHo a tomar la decisión de que ella sería la madrastra “perfecta” para JaeJoong, ¿perfecta? y una mierda, la única cosa perfecta en boa era las clases de actuación que había tomado para parecer un ángel cuando no era más que un puto lobo esperando la presa para comerla, y en esta oportunidad la presa perfecta era el ingenuo de su padre. El persistente sonido de su teléfono le sacó de su mundo de quejas y maldiciones al mayor, cuando sacó el móvil de su pantalón esperaba encontrar el nombre de su padre en el identificador de llamada, pero muy por el contrario y para sorpresa del rubio el número marcado era el de su primo JunSu, cosa que le sorprendió teniendo en cuenta el hecho de que este le había dejado en claro que durante todo el día estaría con su perfecto novio y que por ende no quería ser molestado lo que solo significa una cosa, su teléfono estaría desconectado hasta que terminara de “jugar” con YooChun, en más de una ocasión JaeJoong se preguntaba ¿qué pensaría su padre si supiera que su cuñado, el siempre perfecto Capitán Park era el amante de su primo? Sacando esos pensamientos de su cabeza el rubio atendió la llamada del menor con un poco de desgano en su voz.

-Si YooChun no tuvo la fuerza de mantener una erección el tiempo suficiente no es algo que quiera saber JunSu.

-Estoy embarazado – la voz del menor salió clara y cortante, por un segundo JaeJoong estuvo por preguntarle si estaba de broma, pero los sollozo provenientes del otro lado de la línea le dejaron en claro que no era así – nos enteramos hoy cuando fuimos al médico para hacerme un chequeo de rutina...Jae no sé qué voy a hacer.

-Maldición JunSu idiota, te dije en más de una oportunidad que te cuidaras, que no debían dejar de utilizar condón, pero no, al puto delfín le gusta que le rompan el culo sin protección.

-Jae tengo miedo, YooChun no dijo absolutamente nada en el camino de regreso a casa, es más me trajo a casa y solo se marchó como si nada – el llanto de JunSu se hacía cada vez más fuerte atreves de la línea y esto solo preocupa a Jae, si lo que el menor decía era verdad y estaba embarazado, alterarse era lo que menos podía hacer – no puedo obligarle a que lo reconozca JaeJoong, yo solo soy “el puto” de turno, él tiene a su esposa y una posición, estoy seguro de que no renunciara a nada de eso por un crio idiota de 16 años.

-Cálmate delfín, voy para allá – Jae conocía muy bien a su primo y sabía que este en su estado no pensaría en nada coherente y buscaría de hacer una idiotez –solo no hagas nada estúpido por favor.

-¿Quién va a hacer algo estúpido JaeBoo? – la voz de su padre le sobre salto ya que JaeJoong había dado por hecho que el mayor estaría en casa enfadado por su actitud con su prometida, aun así el menor no respondió la pregunta que este le había hecho y solo guardó su teléfono para dar unos pasos ya que su padre le sujeto por la muñeca - ¿hasta cuándo seguirá esta actitud tuya JaeJoong? Ya estas comenzando a cansarme.

-Ahora no es el momento para hablar de esto YunHo, de verdad debo irme – JaeJoong giro su cuerpo con tranquilidad tomando la mano de su padre y quitándola de su muñeca – JunSu está en un problema.

-Y yo me supongo que tú esperas salir del fuerte a esta hora un día domingo – YunHo sabía que su hijo tomaba una actitud protectora cuando se trataba de JunSu, y sin importar que alegara en ese momento este se marcharía – te llevaré, necesito hablar con tu tía de todas formas.

La casa de los Kim quedaba a dos horas del fuerte militar y los domingos las rutas internas solo trabajan hasta medio día por ese motivo JaeJoong no se opuso a que su padre le llevara; los muebles estaban ordenados todos en su debido lugar, ni una sola mancha o desperfecto se podía notar en la sala de la familia Kim, quien viera el lugar en ese momento no lo asociaría con la gran fiesta de dos días que había sido dada por el hijo de estos. Con tranquilidad JaeJoong entró en aquella casa una vez más saludando a sus tíos en el camino para luego subir a paso rápido con rumbo a la habitación de su adorado primo.

***

JaeJoong, ChangMin y JunSu estaban en el patio del colegio en total silencio, el día anterior los dos mayores habían pasado todo el día encerrados en la habitación del delfín pensando en lo que debían hacer y ese día apenas llegaron al colegio y le notificaron lo que pasaba a ChangMin decidieron no entrar a sus clases de ese día.

-En momentos como estos es donde me pregunto ¿qué diablos hago relacionándome con ustedes dos? – ChangMin dejo caer la colilla de su cigarro al piso mientras veía a los mayores – uno enamorado de su padre y el otro embarazado de un hombre casado.

-Tú no me hagas hablar ChangMin, hasta donde sé tú no estás muy exento – JaeJoong le dedico una mirada venenosa al menor pues sabía que ese reproche se había tardado en llegar.

-Rain ni es mi padre, ni está casado con nadie.

-Solamente tiene 15 años más que tú.

-La edad solo es un número y además….

-Voy a abortarlo – la voz de JunSu salió quebrada y baja, pero aun así lo suficientemente audible para los contrarios los cuales guardaron silencio fijando sus miradas en él.

-¿De qué estás hablando Hyung?

-Abortaré al bebé, YooChun nunca dejará a su familia por mí y cuando mis padres se enteren me mataran.

-No digas tonterías Hyung, vas a ver que encontraremos una solución, si es necesario alguno de nosotros puede asumir la responsabilidad del embarazo…pero un pequeño no puede pagar las consecuencias.

El sonido del timbre de finalización de las clases de ese día les indico que ya debían marcharse a sus respectivas casas, los tres se acomodaron sus mochilas para caminar a la salida del colegio sumido cada uno en su pensamiento sobre que iban a hacer con la situación de JunSu. Cada uno caminaba pensando en una solución distinta al problema a la vez que pensaban como salir de los problemas propios que cada uno estaba enfrentando.

Cuando JaeJoong ingreso en su casa estaba pensando en qué hacer con referencia al menor y al matrimonio de su padre, le extrañó un poco que la Sra. Choi no le recibiera al entrar y más aún que la casa estuviera en tanto silencio. Sin darle mucha importancia al asunto con desgano subió las escaleras principales con rumbo a su cuarto cuando pequeños sonidos llamaron su atención, en ese momento el miedo le recorrió el cuerpo, si la casa estaba sola no tenía sentido esos ruidos en la habitación de su padre, su corazón latía rápidamente mientras se acercaba a la puerta de la habitación, en el camino tomó uno de los jarrones de la mesa del corredor pero al llegar a la puerta de la habitación del cuarto del mayor la abrió con cuidado, cuando JaeJoong veía a su padre de pequeño veía a un hombre que le trasmitía admiración y respeto, cuando su madre falleció YunHo se volvió su todo ya que era todo lo que tenía pero al crecer en YunHo solo veía al hombre que amaba, verle en aquella habitación embistiendo fuertemente contra el cuerpo de Boa mientras gemía en su oído y se aferraba a su espalda rompió el mundo de JaeJoong en pedazos

El florero resbalo de la mano del menor rompiéndose pero nunca estaría tan partido como su corazón en ese momento, los movimiento de YunHo se detuvieron al igual que los gemidos de la rubia ya que ambos se fijaron en el menor quien estaba en la puerta fijo – Yo… lo siento – JaeJoong reacciono solo al ver a su padre salir del cuerpo de su prometida y cubrirse con la sabana para acercarse a él , JaeJoong solo pudo alejarse de él a pasos lentos y confundidos, cuando finalmente reacciono salió corriendo por el pasillo ignorando el llamado del moreno y soltándose con rapidez de este cuando alcanzó a tomarlo - ¡no me toques! Ve con ella y síguete revolcando – las lágrimas que hasta ese momento no había notado estaba reteniendo salieron sin poder evitarlo – solo…solo no me toques por favor, no me toques.

-JaeBoo…

-Por favor papá….no me toques

-Bebé, por favor hablemos – a YunHo le rompía el corazón ver a su ángel en ese estado y más cuando sabía que él era el responsable pero le mataba más ver como su hijo buscaba de alejarlo – bebé por favor.

-Me das asco.

-Jae….

-¡Suéltame, me repugnas! – la rabia termino de salir del menor y jalo su brazo ignorando el hecho de que estaba en el borde de la escalera, su cuerpo golpeo fuertemente al caer por estas y cuando su cuerpo llegó a la mitad de la escaleras el rostro aterrorizado de YunHo y el grito de Boa fue todo lo que percibió antes de perder la conciencia.

Un terrible dolor en todo el cuerpo fue la bienvenida para JaeJoong tras haber estado en el mundo de la inconsciencia, lo último que recordaba era haber discutido con el moreno, el solo rememorar porque había sucedido le dio un terrible dolor de cabeza, JaeJoong intento mirar a través de la pulcra habitación pero el collarín ubicado en su cuello impedía hacer algún libre movimiento, además su brazo izquierdo tenía un yeso, suspiro al no poder hacer lo que deseaba– JaeBoo despertaste–YunHo quien se mantuvo al pendiente del rubio durante las últimas horas que fue internado en la clínica, se acercó con un semblante de culpabilidad por lo sucedido. JaeJoong cerró los ojos, abriéndolos y desviando la vista de su padre, no quería verle, aún el dolor estaba fresco en su ser.

– No quiero verte padre, quiero estar solo– Aquellas palabras hirieron a YunHo, él sabía que no debía ir en contra de los deseos del menor, al menos por los momentos.

–Tenemos que hablar JaeBoo, sé que no quieres verme ahora, pero volveré...solo quiero que te recuperes– El moreno deslizo su mano por una de las piernas de JaeJoong a modo de despedida, el rubio sintió como aquel simple rose activaba el aleteo de mariposas en su estómago, en su mente el menor negaba ese hecho; por otro lado eso descartaba una lesión o posible parálisis.

–Fuiste afortunado jovencito, muchas de las caídas por las escaleras tienen un desenlazase fatal o con daños graves, pero en tu caso tienes un ángel que te cuida, una fractura en la muñeca la cual hemos inmovilizado con una escayola, hematomas en la espalda, coxis... ya le he dado la receta a tu padre para que cumplas con el tratamiento, te veré en 8 días para revisar el avance en tu brazo, posteriormente deberás cumplir con las terapias para recuperar la movilidad de tu muñeca.

Los días de reposo serian para cualquiera una bendición, para JaeJoong era un suplicio, tener que aguantar las atenciones del moreno, al cual no le dirigía palabra alguna, él aún estaba dolido por presenciar como el moreno se revolcaba con la zorra. Pero regresar a clases era aún peor, ChangMin estaba de humor de perros por hacer discutido con Rain y JunSu estaba en una depresión similar a la suya debido al embarazo y a lo que pasaba con YooChun.

-¡Maldición! – JaeJoong golpeo contra la corteza del árbol, se encontraba en el jardín del colegio ya que ese día se había saltado la clase como tenía ya una semana entera haciéndolo – ¿Por qué tengo que sentir esto? ¿Por qué? – JaeJoong se preguntó aquello en voz alta mientras sentía como las lágrimas bajaban una vez más por su rostro – que asco de vida – un golpe más contra el árbol y los nudillos del rubio comenzaron a enrojecerse.

– Problemas en el paraíso – una voz sarcástica a su espalda hablo, JaeJoong rodo los ojos, no quería interactuar con nadie, deseaba estar solo ¿es qué nadie podía entender eso?

– ¿Qué quieres? – corto en seco.

– Uuuy, cálmate, vengo en son de paz – El rubio le miro hastiado – se por lo que estás pasando, créeme el mundo apesta ¿cierto? – aun cuando aquello hacía sido una pregunta, JaeJoong sabía que más que una duda era una afirmación.

– No quiero tu lastima – JaeJoong tomó su mochila mientras hacia el ademan de irse – así que si tú no te vas, yo lo haré yo.

Cuando JaeJoong dio un par de pasos lejos del chico la voz del pelirrojo llego a sus oídos – Te has hecho tantas preguntas, de ¿por qué me pasa esto a mí? ¿Por qué todo lo que hago está mal?, e incluso quisieras que todos desaparecieran – JaeJoong detuvo su andar, y el pelirrojo sabía que ya tenía a su próxima víctima, él había estudiado al rubio con anterioridad, constantes salidas a fiestas, probadas a drogas “leves”, discusiones con su padre, el típico caso de niño de papi que quiere llamar la atención, pero para él eso era irrelevante, lo que en verdad le interesaba es lo mucho que podría ganar con el contrario – tengo algo que te hará olvidar la asquerosa realidad, y estoy seguro que encontraras el mundo que deseas – disimuladamente el chico saco algo de su bolsillo entregándole luego un pequeño sobre a JaeJoong – Esta es cortesía de la casa, si deseas más sabrás donde hallarme – el rubio se quedó mirando aquel pequeño sobre, reconocía aquella droga, él ya había experimentado con otras, pero esta eran palabras mayores.

JaeJoong volvió a casa mucho antes de lo que él mismo hubiera querido hacerlo, la Sra. Choi le recibió como de costumbre a la vez que le informaba que su padre estaba en su cuarto y que quería hablar con él, el menor suspiro dirigiéndose a la habitación de este, pero en ese momento Boa apareció de nuevo en la casa con un montón de revistas para organizar la boda y en ese momento JaeJoong la fulmino con la mirada. Durante su etapa de rehabilitación de la muñeca YunHo estuvo atento a él, pero la atmósfera se esfumo cuando recupero la movilidad por completo. Ahora, la vil realidad lo abofeteaba, YunHo seguía con la estúpida idea de casarse con esa zorra.

– JaeBoo, tenemos que hablar – YunHo estaba saliendo de su cuarto cuando se dirigió al rubio.

– Si es de esa – el menos soltó aquellas palabras con repulsión refiriéndose a la prometida de YunHo – no quiero escuchar más nada.

– Se llama Boa, y tienes que comprender que ella es la mujer que he elegido para rehacer mi vida – YunHo se acercó a su hijo bajo la mirada de las dos mujeres en la sala de la casa – sé que no te agrada, pero al menos puedes intentar llevarte bien con ella y darle una oportunidad.

– ¿Terminaste tu discurso? – JaeJoong empuño las manos fuertemente, la ira comenzaba a bullir, como se atrevía a pedirle que se llevara bien con esa, y que pasaba con lo que él sentía – Yo nunca la voy a aceptar, nunca ocupara el lugar de mi madre – sus ojos comenzaron aguarse – ¿Realmente estas seguro que ella es la persona que tú necesitas en tu vida? ¿Estás seguro que realmente ella te ama por quien eres y no por lo que tienes?

– No te permito que hables así de ella, no tengo dudas de su amor y honestidad, JaeJoong... – YunHo fue interrumpido por el menor quien simplemente no quería escuchar aquello.

– Perfecto, ya entendí que lo que te diga no tiene valor ya que no me escucharas – el menor se apartó de YunHo rumbo a su habitación.

– ¡Demonios!...– frustrado consigo mismo YunHo termino de bajar las escaleras y se sentó en el sofá aflojando su corbata en el proceso, le dolía ver como la cercanía con su hijo se iba erosionando, se preguntaba en que momento todo cambio, aunque en su interior quizás sabia la respuesta. Cada instante del día se repetía que su casamiento con Boa sería lo correcto, correcto para él y para todos.

JaeJoong cerró la puerta fuertemente, se apoyó en ella y fue deslizándose hasta quedar sentado, situó la cabeza en sus rodillas, las lágrimas retenidas se desbocaron – No…puedo – hipaba – no seguir sufriendo por ti, nunca me veras más allá del ser tu hijo – JaeJoong al reparar en uno de los bolsillos de su jean, saco lo que el pelirrojo le entrego durante la mañana, era momento de olvidar, de escapar. Limpiándose las lágrimas se levantó, yendo a la mesita de noche de su habitación, ya había escuchado a varias personas como usar esta droga, abrió el sobre y formo una fina línea, acercando su rostro inhalo aquel polvo, ya estaba hecho, el menor entro en un camino del que quizás no tendría retorno.

~~~~~~

– ¿Qué te pasa Hyung? – ChangMin se acercó al menor durante el descanso de clases, desde hacía semanas JaeJoong estaba muy cambiado- Te he notado extraño últimamente, has sido agresivo con JunSu, sé que no es un santo, pero no es para que le trates así.

– ¡Basta! – JaeJoong conocía muy bien al menor y sabía que se avecinaba un sermón molesto y él en ese momento no estaba como para tragarlos - ¿Tú también vienes a reclamarme ChangMin? ¿Es que no entienden que no voy a cargar con más problemas?... ya con los míos tengo suficiente, yo no le dije a él que le abriera las piernas a YooChun – El rubio no midió sus palabras

– No sabía que para ti era una carga, y que pensaras de mi de ese modo Hyung – JunSu había escuchado las frías palabras de su primo, le dolió profundamente ya que nunca pensó que JaeJoong pudiera hablar de él de esa manera.

– No es eso lo que quise decir Susu, yo…– trató de retractarse, pero desde hace días ya él no era el mismo, no media lo que decía o hacía, cuando se dio cuenta de lo que había dicho ya era tarde.

– Escuche claramente, estoy solo con esto, no te molestare – diciendo esto salió rápidamente del colegio.

–No te reconozco Hyung-ChangMin estaba sumamente molesto por lo que acaba de pasar - sé que no quisiste decir eso de JunSu pero….

–Te equivocas, si se lo que decía, y es hora de que se le digan las cosas claras y se enfrente a la realidad, que salga de esa ilusión que vive con YooChun, es mejor que lo acepte ahora y no cuando se haga aun más tarde.

– Todos tenemos nuestros propios problemas, pero parece que tu solo escondes tu cabeza en tu culo, ¿o debería decir tu nariz en el polvo? – ChangMin no aguanto la actitud indiferente de su amigo, si era momento de decir verdades, él se encargaría de hacerle ver a JaeJoong la suya – crees que no me he dado cuenta de tu andanzas, te toleraba el Éxtasis, pero ¿Cocaína?, eso ya supera los límites, aléjate de ese mundo JaeJoong.

– Ha ha ha ha, pero que gracioso, me lo dices tú, por favor no tienes un buen prontuario, yo hago lo que me plazca, si ya terminaste tu papel de amigo abnegado, me largo.

El cambio de actitud de JaeJoong desde hacía casi un mes tenía a YunHo con los nervios de punta, era cierto que el menor desde que le había confesado sus sentimientos había tenido un cambio radical, pero el que ahora presentaba le llevo a hacer algo que nunca pensó, contratar a un detective que investigara que pasaba con él al principio le pareció irreal pero realmente la situación lo ameritaba.

– He realizado la investigación señor Jung y ya le tengo el informe que me pidió – el detective que había contratado YunHo estaba sentado junto a él mientras le informaba todo lo que había averiguado – el joven JaeJoong ha ido a innumerables fiestas, ha dejado de asistir al colegio, su proveedor es un pelirrojo que conoció en durante sus clases y por lo que me han notificado mis informantes es un estudiante que pertenece a la mafia de tratas de personas. – el detective privado luego de darle los detalles de la investigación se despidió de YunHo dejando un sobre sobre la mesa de este, el moreno saco el informe y unas fotos donde se aprecia al rubio siempre acompañado del pelirrojo, imágenes de JaeJoong bailando y besando a un hombre, de JaeJoong consumiendo droga, de JaeJoong tomando alcohol, de JaeJoong bailando semi-desnudo y siendo manoseado. La ira se apoderó de YunHo al ver las imágenes, todo era su culpa, no había notado los pequeños detalles antes, pero desde hace unas semanas él se había dado cuenta del cambio en el menor, cambios repentinos de humor, aislamiento, su delgadez, todos estos signos de que algo malo le estaba ocurriendo a su JaeJoong.

-Bin…-el moreno levanto el teléfono hablando con su secretaria mientras rompía aquellas fotos en un ataque ira – comunícame con el banco de mi hijo.

JaeJoong intento sacar efectivo para comprarle mercancía al pelirrojo, pero las tarjetas no funcionaban, molesto ante la situación se dirigió al banco y fue recibido por un operadora quien le informo que todas sus cuentas y tarjetas fueron canceladas por su padre.

– ¿Por qué has cancelado mis cuentas y tarjetas? – JaeJoong ignoró el hecho de estar entrado a la oficina de su padre sin tocar e importándole poco si este estaba ocupado, la rabia de no poder disponer de su dinero y la necesidad de droga tenían bloqueado sus sentidos de razonamiento.

– Parece ser que es la única forma en que te dignes en regresar a casa o de venir a hablar conmigo, y al parecer no me equivoqué – YunHo hizo una pausa mientras fijaba su mirada en su hijo – he cancelado todas tus cuentas y tarjetas porque no quiero que sigas destruyendo tu vida, ¿ de verdad no te has dado cuenta que estas cayendo en un vicio difícil de dejar? no has asistido a clases en semanas, incluso le pregunte a JunSu y no quiere saber de ti JaeJoong, ¿te parece normal que él diga eso donde ustedes siempre han sido unidos?, sé de tus andanzas, de tu adicción y de tus juergas y quiero dejar en claro que se acabó JaeJoong, ya he contactado con un muy reconocido centro de rehabilitación y serás ingresado en cuanto...– Un estruendoso ruido surco el estudio, JaeJoong en un arranque de ira tumbo lo primero que encontró a su paso lo cual eran las fotos de su madre y él que tenía YunHo en una mesa al costado de la oficina.

-¡¿Casa?! , esta dejo de ser mi casa en cuanto dejaste entrar y le propusiste matrimonio a la puta que tienes de turno – la ira había terminado de invadirle y ahora si diría lo que sentía sin tener consideración a que se las decía a algo más que su padre, se las decía al hombre que amaba- no tienes derecho a cancelar mis cuentas, ese dinero es la herencia de mi madre, tú te has encargado de destruir mi vida, ¡¡eres tu papá quien me has lanzado por este abismo!! – La mano del rubio comenzó a doler debido a los trozos de vidrio rotos que se había incrustado en su mano al momento de arrojar la porta retratos al piso.

– JaeBoo estas herido – YunHo se dio cuenta de la sangre que salía de la mano del menor e intento acercarse a él pero este solo retrocedió – Hay que curarte.

– No has escuchado nada de lo que te dije ¿verdad?, y esto – mirándose la mano lastimada – es poca cosa a como esta mi corazón – el rubio al notar que YunHo no hacia ni decía nada, con todo el pesar huyo, escapo a su habitación, tomando un bolso en donde coloco su iPad, laptop, relojes, celulares y demás cosas de valor. En otro bolso más pequeño guardo ropa de cambio para unos cuantos días, al bajar por las escaleras se detuvo en el umbral de la puerta del estudio, viendo al moreno tomar un vaso de whisky, JaeJoong acomodó el bolso a en su espalda y el otro en la mano derecha, sin decir nada salió de lo que una vez llamo hogar. Lo que no supo nunca JaeJoong es que YunHo después de tomar su whisky estrello el vaso contra la pared, mientras gritó fuertemente, un grito que fue acompañado por lágrimas de impotencia y dolor.

Al no tener dinero, con el cual pagar un hotel, JaeJoong camino por horas en las calles aquella fría noche, recordó a su primo, pero su amistad como había mencionado su padre se quebró desde aquel día en que le dio la espalda, ChangMin, a él no podía recurrir, no después de haber llegado a los golpes una vez, ese día fue un día gris, ChangMin acudió a él para que detuviera a su primo de la loca idea de abortar, según lo que recordaba, ese día en la tarde JunSu iría a una clínica clandestina para practicarse el aborto, JaeJoong bajo el efecto de la droga le respondería “Lo que haga JunSu no es mi asunto, si él ha decidido que no tendrá a ese crio, quizás sea mejor que ese bebe no venga a este asqueroso mundo.” lo siguiente que supo el rubio fue del puño de ChangMin en su cara, el golpe fue fuerte, haciéndolo caer al piso “ ¡Tú eres un bastardo JaeJoong!, el que estés en tu mundo de destrucción, no quiere decir que los demás debamos correr la misma suerte, ese niño vivirá así sea lo último que yo haga en este mundo, y espero que te des cuenta de que te estás perdiendo de ver crecer a tu sobrino y la amistad y el amor de quienes te queremos a bien”. El sonido de un claxon lo devolvió de su amargo recuerdo, tras haber caminado por un buen tiempo, se refugió bajo la escultura en un parque, por esta noche este sería un dormitorio “aceptable”, mañana se encargaría de cambiar sus pertenencias de valor por dinero.

– JaeJoong sin dinero no hay polvo – el pelirrojo le contesto con simpleza mientras caminaban por un destartalado parque abandonado.

– Pero ya no tengo dinero, ya vendí todo lo que tenía, GD por favor – el demacrado rubio rogaba juntando las manos frente a su rostro – dame algo, y después te lo pagare, créeme.

– Esto no funciona así y lo sabes JaeJoong, tú pagas yo entrego, sino no hay trato – el pelirrojo arrincono con sus palabras al menor, sabía que JaeJoong ya no vivía con su padre y que estaba viviendo en la calle, si tiraba un poco más de la cuerda y tendría en su mano al rubio.

– Por favor, haré lo que sea, pero dame más – palabras mágicas para el pelirrojo.

– Considerando el tiempo que tenemos conociéndonos, y porque te considero mi amigo, hay una forma – GD se acercó al rubio para que lo escuchara con atención – podrás tener todo el polvo que quieras si me acompañas esta noche a una fiesta, es la fiesta de una persona muy importante, si te portas bien con él, te olvidaras de tener que mendigar por unos gramos y de andar en la calle.

JaeJoong no supo porque pero aquella idea le llevó a sentir un aire frío correr por su columna pero el deseo de olvidar que ya no estaba con su padre y sus amigos fue mayor– Si, si...haré lo que sea – un frenético JaeJoong respondía a la proposición.

– Pero antes iremos a un hotel para que tomes un baño, se nota que tienes varios días sin uno, después iremos a comprar ropa adecuada para la ocasión – Lo que no sabía JaeJoong es que el pelirrojo horas atrás concreto una cita en un yate procedente de los Emiratos Árabes Unidos, en el estaría un muy rico y poderoso empresario, quien tenía unos gustos especiales por los jóvenes de piel nívea, el pelirrojo le mostró fotos de JaeJoong y el empresario quedo prendido ante la belleza del rubio, lo que para JaeJoong sería una fiesta en un lujoso yate, no era más que otra de las innumerables transacciones de la trata de personas.

YunHo estaba desesperado, desde hacía dos meses JaeJoong se había ido de la casa y aun no podían encontrarlo, aquella noche que escucho esas palabras salir de sus labios supo que negar lo que sentía por el rubio solo le había desecando en lo que estaba pasando, sus ojos se cerraron mientras lagrimas salían de estos al pensar que él pudo detener todo con solo una palabra y no lo hizo a tiempo.

– Señor Jung…. – una vez más había contratado sus servicios del detective para encontrar a JaeJoong y aquella llamada incrementó su miedo de que algo malo le pasara – su hijo está siendo llevado a una fiesta en un yate, se sabe que hoy habrá una venta, y el producto es su hijo – aquellas palabras del detective encendieron a YunHo, el temor, la angustia de perder aún más a JaeJoong lo consumían, una vez anotada la dirección donde llevarían al rubio, realizó un par de llamadas, tomo su arma y salió de su casa abordando su vehículo.

JaeJoong estaba perdido en un mundo de sueños y actos erróneos, desde que había llegado a aquel yate había probado los diferentes tipos de drogas que allí tenían y eso había bloqueado todos sus sentidos. GD se había encargado de hacerlo de forma provocativa para todos aquellos hombres, de hecho más de uno se había encargado de manosear su cuerpo en el tiempo que llevaba en ese bote.

-Verdaderamente es un chico provocativo – aquel viejo hombre veía a JaeJoong y hablaba de él como si un pedazo de carne se tratara – en esta oportunidad conseguiste mercancía de primera.

-Debo darle lo mejor a mi mejor cliente – la mirada de GD y de aquel hombre se fijó en JaeJoong quien estaba subido a una de las mesas bailando de forma sensual para aquellos hombres que le desnudaban con la mirada – supongo que no pondrá ninguna objeción al precio.

-Claro que no, una buena mercancía como esta, bien vale cada dólar que me has pedido, además… - las palabras del hombre se cortaron cuando el sonido de la guardia costera se dejó escuchar, esto fue algo que dejo a todos en aquel yate sorprendidos ya que el anfitrión había asegurado que tras pagar una gran cantidad a la policía no serían molestados mientras hacían sus negocios – ¿qué está pasando aquí?

El bote fue abordado por más de 15 hombres armados y vestidos de negro, todos aquellos hombres trajeados y con ganas de “comer” carne joven estaban en el piso de rodillas y con las manos tras su cabeza mientras eran revisados. YunHo solo estaba atento buscando a JaeJoong y lo encontró en una esquina en un estado que termino de romper su corazón.

***

YooChun había estado muy seguro de su amor por Ji Won desde la primera vez que la vio, la para aquel entonces pelirosa era la mejor amiga de su hermana menor y la conoció cuando a Narae se le ocurrió la idea de organizar una cita triple donde también participaron su compañero de grado KiBum y la hermana de YunHo Jung Ah, desde que la vio sonreír por primera vez no pudo evitar sonreír el también y desear protegerla en todo momento. Solo dos años después ya estaban comprometidos y desde el primer momento los dos fueron muy felices en su vida de casados, nunca existieron dudas, secretos ni siquiera una discusión más allá de lo normal, pero todo cambio aquella noche en casa de Jung Ah. La última vez que YooChun vio al pequeño JunSu este solo era un pequeño niño de 3 año, pero eso había cambiado, le fue casi imposible no notar aquellos ojos rasgados y labios rojos, JunSu era alguien inteligente y perspicaz y eso era que el mayor amaba ver una persona, acompañar aquello de la pequeña cintura, el prominente trasero y la picardía del menor fueron una combinación que YooChun no pudo pasar por alto, pero ahora todo se le había salido de control, la noticia del embarazo de JunSu y su propia situación familiar le crearon una situación que le supero.

-Amor ¿estás bien? – para Ji Won fue imposible no notar el cambio de actitud de su esposo en los últimos tres meses, YooChun estaba cada vez más distraído y aunque al principio intento dejar pasar ese cambio por alto le fue imposible seguir haciéndolo - ¿desde hace tiempo estas extraño?

-No es nada nena – YooChun tomó la mano de la menor y la acaricio con dulzura mientras la veía – son solo cosas del trabajo, sabes que cuando estoy saturado de trabajo tiendo a quedar ausente de otras cosas, discúlpame por preocuparte.

-No tienes nada de que disculparte amor – Ji Won sabía cuándo su esposo estaba ausente por trabajo y cuando lo estaba por otras cosas – es solo que me pareció extraño que no me comentaras nada, siempre me has contado las cosas que te pasan en el cuartel, supongo que esta vez es algo grande y no puedes hablar de ello.

-No es solo, solo que… - YooChun intento buscar una excusa a su estado, pero cuando estaba por dar su excusa Ji Won soltó unas palabras que él no esperaba escuchar.

-JunSu ya debe tener tres meses de embarazo ¿verdad? – la contraria pregunto aquello con total tranquilidad en su rostro aunque le fue imposible que su voz reflejara lo que aquello la alteraba emocionalmente - ya su estado debe de haber comenzado a notarse – cuando Ji Won soltó su mano del agarre del mayor, este pensó que la tormenta se avecinaba pero sorprendentemente su esposa solo respiro profundamente antes de proseguir – me parece cruel que en todo este tiempo no le acompañaras ni una sola vez a la revisión.

-Ji Won, yo….

-Siempre has deseado ser padre y lastimosamente yo no fui capaz de dártelo, supongo que por eso.

-¡No! Amor no es lo que piensas, te lo juro.

-No te estoy reclamando YooChun, tú y yo no tenemos dos días de estar juntos al contrario son 17 años conviviendo juntos y hace ya más de dos años que lo nuestro se enfrió, el mismo tiempo que tienes junto a JunSu.

-Tú….lo sabías y aun así nunca me lo reclamaste.

-Cuando se ama se desea la felicidad del contrario YooChun, aunque esa felicidad no esté a nuestro lado – la pelinegra le regalo una mirada de cariño aun cuando sus ojos estaban bañados en lágrimas – y yo te amo demasiado mi ratón, pero solo lamento que tu lealtad hacia mi te esté robando la felicidad de estar con quien amas y la oportunidad de ver crecer a tu hijo – con toda la tranquilidad la menor se colocó de pie para caminar con lentitud y colocar sus débiles manos sobre los hombros del mayor – ve con él mi amor, no dejes escapar la felicidad.

-No me pidas eso Ji Won – para YooChun fue imposible no llorar y levantarse tomando a la menor entre sus brazos abrazando su delgado cuerpo – pídeme cualquier cosa, menor el que te abandone.

***

JaeJoong debió ser ingresado en la clínica militar de emergencia para intentar estabilizarlo debido a la sobre dosis que estaba sufriendo, su cuerpo estaba excesivamente delgado debido a la mala nutrición que había tenido en esos tres meses fuera de casa de hecho cuando YunHo lo encontró en el yate este estaba tirado en el piso en una esquina comenzando a convulsionar debido a su estado, pero por suerte para el menor lograron estabilizarle a tiempo y ahora solo era cuestión de ingresarlo para que el menor desintoxicara su organismo. Los seis meses que siguieron fueron un infierno para el menor, sobreponerse a la adicción era difícil pero el tener a su padre junto a él le ayudaba a superarlo y más aún cuando ahora era el dueño total de los besos y el amor de este.

-Tengo miedo – JaeJoong estaba preparando su bolso ya que ese día saldría de la clínica y además de ello asistiría con ChangMin y JunSu a la cesaría para el nacimiento de la bebé de este último, como ChangMin había dicho evitó que el contrario cometiera una estupidez y después de pedirles perdón a ambos por las cosas que había dicho y hecho pudo recuperar su amistad con ellos – aun no sé cómo afrontare el salir de aquí.

-Todo va a estar bien mi amor – YunHo tomó entre sus brazos al menor besándole dulcemente – yo estaré allí para apoyarte en todo momento.

-Aun así, me da miedo no ser lo suficientemente fuerte para afrontar lo que me espera fuera de este cuarto Yunnie – JaeJoong correspondió aquel beso pero sin poder evitar mostrar sus miedos – no quiero volver a caer en los mismo errores.

-Y no lo vas a hacer amor, yo no te dejaré solo nunca más JaeJoong, aunque tenga que enfrentar al mundo entero por lo que siento, nunca más volverás a llorar ni a tener miedo mi amor –YunHo acarició la mejilla del menor con dulzura trasmitiéndole toda la fuerza que pudiera – se acabó la pesadilla para nosotros, ahora solo nos queda vivir y ser felices.

-Está bien Yunnie – JaeJoong dejó un suave beso sobre los labios del mayor para luego separarse de este y terminar de hacer su bolso para salir por fin de ese lugar. El sonido del teléfono del mayor le distrajo un momento y más al escuchar al contrario hablando con su tío pero solo hubo una frase que le quedo en la mente en ese momento.

***

JunSu estaba temblando de miedo en ese momento, ya hacía casi un año que no veía a YooChun y la verdad enfrentar lo en ese momento era algo que le aterraba. Su pequeña estaba dormida entre sus brazos cuando tocó el timbre de la casa de su tío, casi inmediatamente JaeJoong abrió la puerta recibiéndole con gran felicidad, ese día la pequeña de JunSu estaba cumpliendo dos meses de nacida y Jae cumplía el mismo tiempo fuera de la clínica por lo cual habían decidido hacer una pequeña reunión para celebrarlo, lo único que sacaba los nervios del menor era el hecho de que YooChun estaría presente ese día.

-¡Llegó la festejada chicos! – JaeJoong ingreso a la sala anunciando al menor siendo seguido por este quien fue recibido por los demás asistente a la reunión.

-Yo quiero a mi hermosa ahijada – Rain rápidamente se acercó a JunSu quitándole a la pequeña para luego alejarse de este.

-¡Claro Rain! Puedes llevarte a mi hija sin problema alguno – JaeJoong y ChangMin no pudieron reír al ver como la niña era prácticamente “secuestrada” mientras el mayor de los cuatro ignoraba a JunSu.

-ChangMin, tu novio es tan malditamente estresante como tú ¿lo sabías?

-¿Y por qué crees que lo amo tanto? - el menor contesto aquello con simpleza mientras tomaba un trago de su cerveza – Por cierto JaeJoong Hyung, escuche que tu novio será promovido de rango.

-Sí, la ceremonia será en tres semanas y luego de esta celebraremos nuestra boda.

-Aun no puedo creer que encontraran a un juez que accediera a casarlos aun cuando son padre e hijo.

-Bueno querido primo, en este mundo si puedes pagar obtienes todo lo que quieras, incluso un par de triquiñuelas legales.

-JunSu…- el menor al escuchar aquella voz sintió un escalofríos recorrerle toda la columna - ¿podemos hablar?

-Yo iré a ver si Yunnie necesita ayuda con algo.

-Que excusa tan barata Hyung, ¿no es más fácil decir que vas a ir a revolcarte con él tras una puerta y ya? – ChangMin hablo con simpleza mientras se encogía de hombros – yo iré a evitar que Rain mate a nuestra ahijada intentando que coma que no puede.

-JunSu yo...

-Lamento la muerte de tu esposa, JaeJoong me lo dijo una semana después de tener a mi bebé.

-Gracias, supongo – YooChun no sabía cómo iniciar aquella conversación, la verdad estaba muy nervioso – yo quería pedirte disculpas por lo que pasó, sé que no estuve para ti en el embarazo pero la verdad…

-Tu esposa te necesitaba YooChun, eso es algo que yo puedo entender a la perfección – JunSu fijó su mirada en el mayor y le dio una sonrisa que expresa el hecho de que él entendía lo que pasó – no te mentiré al decir que no te odie durante mi embarazó, incluso una vez fui a buscarte con toda la intención de decirle la verdad a tu esposo, pero al verla….simplemente no pude, no era tan cruel como para hacerla sufrir, nunca supe lo de su enfermedad, si lo hubiera sabido yo.

-Ella me pidió dejarla e ir contigo, pero fui un cobarde no pude dejarla sola con su situación, pero cada noche JunSu deseaba estar junto a ti, ver como nuestro hijo o hija crecía poco a poco, Susu yo te amo, te amo como nunca ame nadie, ni siquiera a ella en todos los años juntos y aun cuando sé que no tengo ningún derecho, solo quiero pedirte que me dejes ser parte de la vida de nuestra hija, nunca podré reparar el daño de dejarte solo, pero puedo darte todo el amor que he guardado.

-YooChun – JunSu solo se dejó llevar por sus sentimientos y abrazo al mayor con fuerza escuchando como todos comenzaban a aplaudir y a vitorearlos – vamos, estoy seguro que la pequeña Nami amará que su padre la cargue.

***

Las manos de JaeJoong sudaban hasta más no poder, su reflejo en el espejo le daba una imagen que antes nunca pensó ver, el traje blanco se ceñía perfectamente a su cuerpo, en tan solo una media hora más estaría casado con el hombre que amaba. Tal vez para algunos aquello era una total locura, YunHo era su padre, el hombre que le dio la vida, era inmoral e incorrecta aquella relación que sostenían pues desde hacía 8 meses él era el “hombre” de su propio padre, cada noche se entregaba al moreno sin importarle nada más, cada día compartían besos y caricias cómplices cuando nadie les veía y aun así JaeJoong sentía que no les debía ninguna explicación ni ninguna disculpa, él amaba a Jung YunHo, que él fuera su padre es algo que él no le había pedido al destino y aunque así hubiera sido, no se arremetía de lo que sentía.

-¿Estás listo JaeBoo? – YunHo entró en la habitación de su ahora pareja y le abrazó por la espalda dejando suaves besos en su cuello – te ves hermoso bebé.

-¿Nadie te ha dicho que es de mala suerte ver a la…

-No creo en las supersticiones JaeJoong y aunque así fuera, en estos momentos ni la misma muerte podría apartarme de tu lado.

-¿Lo juras?

-Te amo...

Fin.

Latch

Título: “Latch”
Autor: DazedMik
Pareja: HoMin
Género: AU
Advertencias: Incesto, Lemon
Resumen: Yunho era el hermano de mayor de Changmin, un niño caprichoso que siempre pedía algo a cambio. Yunho quería una fiesta y la única condición impuesta por sus padres era el de llevar al menor que iría, pero no gratis.
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—¡Quiero eso! —.

Yunho miró fijamente a su hermano menor y después al último trozo de postre que tenía su plato, era pastel y una enorme fresa, se relamió los labios sintiendo el dulce del merengue y azúcar. Él siempre dejaba para lo último su parte favorita, la fresa, que relucía de un rojo brillante, volvió a mirar al frente donde los ojos color chocolate no se apartaban de los suyos del mismo tono, pero diferente intensidad —Lo siento, Changmin, este es mi último trozo y quiero comerlo yo, además tu devoraste tu porción—. Sin más se bajó de la silla alta, trastabillo antes de poder tomar el trozo entre sus pequeños dedos y corrió al mismo instante que el otro comenzó a llorar de forma ruidosa.

Detuvo la huida cuando su madre vestida elegantemente le bloqueó el paso, el niño miró al suelo de azulejo blanco y suspiró largamente, sin esperar a que la mujer dijera palabra, caminó hasta donde un ansioso infante de tres años con el rostro rojo y las mejillas mojadas extendía el brazo para tomar el preciado último trozo de pastel. De él no salió un gracias, solo lo devoro entusiasmado con la mirada fija en los almendrados ojos de su hermano mayor, le había ganado y después de lamer sus dedos sonrió. Yunho nunca olvidaría ese momento, lo tendría en su mente, no como un recuerdo de infancia en donde fue obligado a dar algo que deseaba, se grabaría como una declaración de guerra, nunca, al menos cuando pudiera correr más rápido, cedería ante los caprichos de su hermano menor o al menos eso juró.




~o~




— ¿Por qué debo ir con él? —Yunho tenía la mirada fija en el rostro de su madre, aquella condición que le impusiera para poder salir de casa el sábado por la noche a la mejor fiesta que se daría en su preparatoria, y su progenitora le condicionaba el permiso. Estaba harto de esa situación, siempre había sido de esa forma desde que tenía memoria: juguetes, dulces, ropa, la bicicleta los patines y una vez hasta la novia, pero eso debería detenerse y quería que fuera en esta ocasión. Yunho detestaba compartir y ceder por su hermano menor que cada día era más caprichoso.

— Mamá por favor solo esta vez. Es una reunión muy importante, irán algunos compañeros de clase y también algunos chicos de universidad. Por favor…— Suspiró bajando la mirada al piso que seguía siendo el mismo desde que diera sus primeros pasos, sabía que la batalla estaba perdida, sus padres saldría de casa ese fin de semana y él debía cuidar a ChangMin, dolor de cabeza ChangMin.

No odiaba a su hermano en realidad lo quería mucho y en repetidas ocasiones salían a “por cosas de chicos”, pero también estaban esas ocasiones en las que deseaba ser hijo único, que solo duraba un segundo porque no soportaba la idea de no tener a su hermano menor, al fin y al cabo era su hermano y a la familia no se le elige. Yunho sabía que no tenía otra alternativa, debería de ir con ChangMin, sabía que este no se negaría a ir, prometería comida para él, ya se inventaría una excusa frente a los demás, era una suerte extraña que el parecido que tenían entre los dos era el de poseer dos ojos, nariz y boca.

Golpeó un par de veces a la puerta de madera y no tardó en escuchar la voz de su hermano —Un momento por favor—. Esperó un minuto y la puerta seguía sin abrirse, giró la perilla impaciente, pero esta tenía seguro —Changmin abre, soy yo, necesito hablar de algo muy importante—. El sonido de pasos, cajones abrir y cerrarse es lo que escuchaba, Yunho frunció el ceño golpeando nuevamente con los nudillos para hacerse notar y también tiró de la manija con impaciencia — ¡Abre ya, tengo prisa!— Pateó la puerta con la punta del pie hasta que por fin esta se abrió y el chico le recibió con una enorme sonrisa en los labios y una pequeña capa de sudor en la frente — ¿Qué hacías?— Cuestionó Yunho con las cejas elevadas al ingresar y recostarse en la cama con pereza sin perder los ojos en rostro del menor.

Changmin no se apresuró en responder, acomodó la sudadera que usaba y se sentó en la silla de su escritorio, la pantalla estaba apagada, pero Yunho supo que solo estaba suspendida —Estaba leyendo un nuevo manga que Kyu me prestó hoy en la escuela ¿Tiene algo de raro, hyung? —Rodó los ojos y exhalo como si fuera algo demasiado obvio, cruzó los brazos sobre su pecho y flexionó la pierna derecha para reposar el pie en la rodilla izquierda — ¿Si? Yo creo que estabas haciendo otra cosa— Respondió el mayor reposando la cabeza en la almohada con las piernas estiradas y las manos descansando sobre su abdomen, pero siempre con su atención en el contrario —No tengo porque darte explicaciones si no me crees —. Se alzó de hombros y giró la silla para mirar pantalla del portátil, pero solo tocó las teclas y miró la pantalla, había recordado un pequeño detalle, así que girando por el resorte que tenía la silla volvió a dirigir su atención al invitado a su habitación — ¿Qué era eso importante? —. A Yunho no le sorprendía la manera de comportarse de su hermano, estaba acostumbrado y también necesitaba de él en ese instante, así que dejó el interrogatorio para después — ¡Ah, cierto! Mi asunto. El sábado por la noche habrá una fiesta en casa de Donghae y quiero ir, invitara a algunos amigos mayores y promete ser algo muy divertido —. El mayor formó una enorme sonrisa en los labios con unos dientes perfectos, tratados apenas unos meses atrás, tratando de sonar lo más entusiasta posible.

Por su parte ChangMin se mantuvo con los pies en el piso, pero girando y mirando el techo como si se tratara del mejor espectáculo galantico jamás antes visto, en Star Wars por su puesto. A pesar de que aparentar ignorar al mayor su atención estaba en la voz de este y al mirar hacia arriba imaginaba cada gesto que hacía cuando hablaba, por eso tardo en responder — Mamá te dijo que yo debería ir o los dos nos quedaremos en casa ¿No? —Detuvo la silla y mantuvo la atención en su hermano —Ajá, mamá dio esa condición, estoy seguro que lo pasaras bien, ella pensó que irían muchas personas, pero será algo más privado, así que esta es tu gran oportunidad para conocer personas y ser sociable, Changdollie — Yunho se sentó en la cama y extendió los brazos en ofrecimiento de esa excelente ocasión al menor que era un poco tímido en cuanto a conocer nuevas personas, Kyuhyun era su único amigo desde la guardería.

— ¿Qué me darás a cambio? Porque eso de “gran oportunidad” es basura, yo quiero algo más valioso—. Elevó los hombros y apretó los brazos cruzados sobre su pecho con una sonrisa que se curvaba hacia el lado derecho. Era algo común entre ellos negociar; en ocasiones Changmin quería algo de Yunho y el primero debía en su mayoría, limpiar la habitación del mayor, este en cambio siempre pedía ropa, accesorios, libros o cualquier cosa que su hermano poseía. Yunho bajó los brazos ante la respuesta que había recibido y suspiró largamente, cerró los ojos y despeinó sus cabellos con la mano derecha —Dime que quieres porque dudo que si ofrezco algo lo aceptes.

— ¡Respuesta correcta, hyung! —Changmin sonrió y se levantó de la silla, pero no salió de su habitación como acostumbraba hacer cuando “cobraba”, caminó hasta la cama y ladeó la cabeza señalando las piernas del otro — ¿Mis pantalones? —Preguntó Yunho, adoraba ese nuevo par que su abuela le había comprado la última vez que salieron los tres de paseo y no quería darlos, pero si ese era el precio por ir a la fiesta… exhaló con resignación y asintió al ponerse de pie —No quiero eso—Anunció el menor con una sonrisa, perversa, sus ojos almendrados se hicieron pequeños y la asimetría que poseían se marcó en su rostro —El bóxer que usas, lo quiero—. Sentenció extendiendo el brazo derecho y hondeando los dedos para recibir su pago —Eso es raro… — Susurró el mayor, pero era un buen intercambio y no diría nada o podría cambiar de parecer el más alto.

A pesar de ser el mayor de los dos, Changmin era unos centímetros más alto que su hermano, a simple vista era un detalle que pasaba desapercibido, pero en la atenta mirada del menor era un tema que no podía dejar de lado cada vez que se debía parar junto al mayor. Sin embargo Yunho tenía una mejor complexión física por el hapkido que practicaba casi a diario por las tardes —Si no quieres…— Musitó el menor al notar la lentitud contraría, pero Yunho no tardó chocar la mano del menor frente a él para cerrar el trato —Cuando mamá lo regrese después de lavarlo es todo tuyo —. Sonrió caminando a la salida, pero la voz algo baja del menor lo sobresalto —No es necesario, cuando te lo quites yo lo tomaré del cesto de ropa sucia —. Yunho giró el rostro con la mano en la perrilla y a punto de salir, era algo muy, muy raro ya que Changmin era un compulsivo de la limpieza —Lo lavaré yo o mamá lo pondrá de nuevo en tu cajón —Respondió y sin más se recostó en la cama y tomó un libro de la mesa de noche por lo que Yunho salió, se encogió de hombros y olvido el asunto.




~o~

— ¡Yunho! — Gritó desde el interior de la casa Donghae, la sonrisa en su rostro era amplia, se hizo a un lado para que el mencionado entrara, pero notó la presencia de alguien más —Oh… ¿Trajiste a alguien? —. Changmin no podía creer que el otro preguntara eso, era obvio, él estaba unos pasos atrás de su hermano, elevó la mirada y rodó los ojos para evitar que saliera una risa — ¡Ah! Sí, es un amigo… Vive a un lado de casa—. Mintió esperando que su mejor amigo hubiera olvidado todas las veces que habló sobre su hermano menor y en especial de su nombre. El amigo del mayor entrecerró los ojos porque recordaba haber visto ese rostro en algún lado, pero no podía, estaba bajo los efectos del alcohol desde hace un rato y solo podía reconocer a unos pocos; se encogió de hombros y asintió —Tener más gente lo hará divertido.

Unos minutos antes de salir de casa Yunho le explicó a Changmin de que iba la fiesta, estaban invitadas apenas unas 20 personas aproximadamente, prácticamente se besarían, tocarían y todo lo que se pudiera hacer sin pensar en las consecuencias —Pero tú te quedarás sentando sin decir o hacer algo ¿De acuerdo? No quiero te involucres en esto—. Sin embargo no podía entender como ahora ambos estaban sentados en el suelo con vasos de algo extraño en las manos y sin dejar de mirar la botella que era girada por cada uno de los invitados que aún estaban despiertos. El típico juego de verdad y reto que poco a poco se había convertido solo en reto y reto en el armario.

— ¡Ahora le toca girar a Siwon! —. Exclamó Donghae derramando la bebida café sobre la ropa de Changmin quien lo miró con más repudio de lo normal, estaba cansado ya de que el amigo de su hermano se la pasara colgado de éste hasta casi besarlo, se supone que Yunho debía de cuidarlo. Bebió un largo sorbo de la cerveza que le quemó la garganta y que le dejó un sabor amargo en la boca, si su madre se enterara de que estaba bebiendo lo castigaría de por vida además de tirar toda su colección de legos a la basura, pero no estaría solo, seguramente también castigarían a Yunho y mucho peor, era el mayor. Sonrió ampliamente y comenzó a reír de forma tonta sin hacer mucho ruido siempre mirando a su atractivo hermano —Se nota que te gusta—. Una voz aguda le susurró al oído, el castaño se sobresaltó y giró el rostro para ver de quién se trataba, era lógico que no lo conociera, pero esa persona acertó en que por muy extraño y también enfermo para la mayoría se sentía atraído por su hermano.

— ¿Lo conoces? Le he visto un par de veces y debo admitir que si tuviera la oportunidad le abriría las piernas para pedirle que me folle—. El chico se relamió los labios y dejó escapar un suspiró. Sus rasgos eran bastantes finos, incluso parecía una chica, no muy bonita para sus gustos, pero lo suficiente atractivo como para mantener la atención en él —Soy Heechul, unos de los sunbae que vino esta noche a divertirse y a enseñar unas cuantas cosas ¿Tú eres?— Dijo todo eso con sus finos labios en un murmullo que producían vibraciones en las grandes orejas de Changmin —Soy Changmin—. Respondió cortante y sin mostrar interés en lo que otro decía, bebió toda la cerveza que quedaba en la lata que tomo de la mesa llamando por fin la atención de Yunho que frunció los labios —Changmin es un bonito nombre —. Comentó apoyando el mentón en el hombro del contrario que sintió el fuerte aroma a cerveza que salía de la boca de este, no se apartó por simple respeto al mayor, pero lo deseaba demasiado.

Durante toda la charla y movimientos de Changmin con Heechul, Yunho no apartó la mirada desde que el segundo se acercó demasiado a su pequeño hermano; pensaba en las diversas formas de levantarse y sentarse entre ellos porque sabía que el menor odiaba tener a personas extrañas tan cerca de él, que le dejó con la boca abierta y parpadeando cuando el más pequeño de cuerpo apoyó el mentó en Changmin. Tomó aire, miró a los demás y se dispuso a levantarse, pero en ese momento la botella le apuntaba a él. Donghae explotó en una risa escandalosa, él ya había pasado dos veces al armario, primero con una chica que no conocía y con Siwon, compañero de escuela de un curso menor, ambos tenían los labios hinchados —Te toca. Elige a alguien—. Yunho miró a todos los presentes, debía elegir a alguien pronto o tendría un castigo, no estaba permitido titubear — ¡5, 4, 3…! — La cuenta regresiva y sin tener opción mejor, miró a su hermano que estaba en las garras de Heechul — ¡Tú, Changmin, ven! —. Apuntó al mencionado con la izquierda para que los demás supieran a donde mirar.

Changmin no dudo en levantarse y caminar directo al armario, el tipo aquel se le había estado restregando más y más, incluso le pellizco el abdomen y colocó una mano en su muslo, era algo desagradable porque él no era su tipo. Yunho no tardo en ir tras de él, cerró la puerta y apoyó la espalda en la madera — ¿Qué se supone hacías?— Le habló al mayor conteniendo el alzar la voz —Se supone que te mantendrías alejado de todo esto y Heechul hyung estaba prácticamente violándote con la mirada—. Los brazos del mayor se agitaban por el aire al mismo tiempo que se acercaba al más alto, pero no pudo decir ni una palabra más porque fue callado con un beso cortó y seco —Deja de hablar, hyung, estamos aquí para besarnos ¿No? —Se encogió de hombros —Besarte a ti o él no hay mucha diferencia para mí—. Yunho lo miró por segundos interminables con los labios sin moverse, había sido una declaración extraña porque no sabía si Changmin admitió ser gay o no sentir nada extraño con besarlo a él, su hermano.

—Hora de irnos a casa—. Exhaló profundamente con los ojos cerrados en su interior se sentía defraudado por dos cosas: la fiesta no estaba siendo tan genial como pensó. En segunda instancia su hermano le había besado, muy rápido, pero beso al final y dijo que no era nada. Tenía sentimientos contradictorios porque había sido como besar a un perro o a cualquier otro y eso no le gustaba, su ego dolía — ¿Tan pronto? Creí nos quedaríamos hasta el amanecer —. Suspiró Changmin sonriendo en sus adentros, había arruinado la noche de fiesta del mayor. Tomó su rostro entre sus manos con facilidad y dejó un beso un poco más largo, en esta ocasión con los labios entreabiertos antes de soltarlo y caminar hacia la puerta. Yunho tenía una expresión de perplejidad que se notaba en la oscuridad de aquel espacio. Al reaccionar se limpió los labios con los nudillos y salió ya que Changmin le dejó la puerta abierta. Se sentía humillado por un niño de 16 años y que era su hermano, se debatía entre tomar venganza u olvidarlo y fingir que nunca pasó nada.




~o~

Al llegar a casa Yunho apoyó la cabeza en el respaldo del conductor, le rogó a Dios que le perdonara por haber bebido alcohol, sobre todo porque tomó sin permiso el auto de su padre y condujo con su hermano menor también alcoholizado como copiloto. Pero no pediría perdón por los pensamientos insanos que estaban en su mente y que prácticamente eran un boleto seguro para entrar al infierno. Ambos guardaron silencio durante todo el trayecto a casa, tener sus sentidos lo más concentrados posibles en llegar completos y sin problemas era la prioridad. Yunho se quitó el cinturón de seguridad y se movió para mirar al menor que hacía lo mismo después haber liberado una larga respiración — ¿Por qué me besaste? — Soltó colocando las manos en las llaves para sacarlas sin quitar el seguro de las puertas, acción que pasó desapercibida de los ojos atentos de ChangMin. Este último encogió los hombros sin dar una respuesta, logrando que Yunho apretara los puños — ¿Recuerdas que somos hermanos? —Yunho gritó y golpeó el claxon por accidente, obteniendo por fin una reacción, no la deseada porque solo saltó de su lugar, pero era un avance.

—Sí, lo recuerdo como también el que te gusta mirar paginas gay, tomar duchas largas después y eyacular en la pared—. Musitó lentamente Changmin con el semblante enojado por la sorpresa que el otro tenía en los ojos — ¡Ah! No lo puedo creer ¿Pensabas que no lo notaría? Estoy seguro que hasta mamá lo sabe… Siempre terminó limpiando los restos de tu juego. Y debo admitir que eres un asqueroso por no limpiar —Yunho tenía las mejillas y todo el rostro rojo, por el alcohol y la vergüenza, abrió los labios para decir algo sin embargo fue detenido —Se supone que sin importar que fuera tu hermano debiste haberme besado. En ese momento era tu vecino o lo que sea, no tu hermano —Changmin se cruzó de brazos y el mayor sintió miedo de aquellas palabras —Mamá siempre dice que eres demasiado bueno conmigo, pero yo sé que no es verdad. Me llevaste a la fiesta solo para poder ir, y sí me dijiste que esa era su condición, pero ¿Podrías haber olvidado que compartimos genes? Estoy cansado de ser la carga, estoy harto de ser el hermano menor y sobre todo de que tenga poner un precio a todo—El menor estaba exaltado, apoyó las manos en la parte delantera del vehículo y miraba el interior de la chochera con la respiración agitada, Yunho no entendía nada.

El mayor de los dos estaba dolido por las palabras que dijo el otro en el armario, su ego fue lastimado, sabía que no debía sentirse de ese modo, sin embargo había sacrificado tanto por Changmin que no podía creer que lo tratara así — ¿Quieres calmarte? Porque no entiendo nada de lo que dices y solo me confundes —Sugirió Yunho acercando una mano para tocar el hombro del menor que se sobresaltó ante el tacto —Nunca entiendes nada…— Suspiró cerrando los ojos y apartando el contacto ajeno, apoyó la espalda en la puerta y miró a su hermano —Le diré a mamá que tomaste el auto de papá, bebiste alcohol, permitiste que yo lo hiciera y estuviste al volante para regresar a casa ebrio…- La sangre de Yunho se bajó a sus pies, algo que aprendió con los años es que Changmin siempre iba tras su madre y padre acusando cada travesura que hacía, incluso un año atrás le delató cuando escapó de una clase —A menos que tengamos sexo—. Sin embargo Changmin nunca dijo que se había saltado la clase para besarse con su novio, un chico de su mismo curso.

— ¿Estás loco? No voy a tener sexo contigo, eres mi hermano, ChangMin, ¡Mi hermano, se supone que los hermano no tienen sexo! —Gritó sin apartar los ojos del rostro del menor que solo se cruzó de brazos con los labios fruncidos en un ¿puchero? ¿Eso era? Yunho no podía creerlo, un capricho más del menor, igual que la última rebanada de pastel que le había pedido de niños —Somos hombres, se supone que no está permitido porque la descendencia podría tener problemas, pero ambos tenemos penes, no quedaré embarazado, solo con semen en mi interior, ¿Así que cuál es el problema? —Cuestionó con una voz que rozaba en línea de ser aniñada, pero las palabras que salían de su boca no eran las de un niño —Estas loco—. Yunho se tocó el puente de la nariz con una mano y con otra buscó la manija para abrir la puerta, pero antes tocar el plástico los labios del menor habían mordido su hombro con fuerza — ¡Yah! —Gritó por el dolor colocando ambas manos en los hombros del otro para alejarlo — ¿Eres un salvaje? ¿Eres un perro para morderme?

— ¡Sí, soy un animal! ¡Soy una perra en celo y quiero que me folles ahora! —Changmin dijo cada palabra sin titubear, las había practicado cada noche desde que descubrió cómo entrar a sitios porno, las mujeres ahí las decían y también los hombres, pero él solo quería repetirlas a su hermano, por el que sentía atracción desde que tenía doce y él catorce. La admiración se había convertido en algo más. Miró a Yunho con los labios temblorosos y la mirada fija en los ojos color chocolate que ambos compartían, que no eran diferentes a los de otros —Sí, estás completamente loco— Musitó el mayor halando la camisa de su hermano menor para chocar sus labios en un beso húmedo y violento que no tardo en recibir respuesta. Changmin abrió la boca para hacer que el sonido de sus dientes al chocar se escuchara en el interior del vehículo, rodeó el cuello ajeno y apretó los dedos en sus cabellos para empujarlo y tener más cerca su respiración. La réplica fue que Yunho lo tomó por la cintura y lo empujó más contra la puerta que no cedió. Era incomodo besarse por lo pequeño del lugar, pero era perfecto para estar tan cerca el uno del otro.

— Una perra en celo ¿Eh? —Susurró sobre los labios del más alto entre los dos — ¿Tu primer celo? —Cuestionó recordando todo lo que había visto en su habitación sobre el sexo entre hombres y dejó en segundo plano que al que besaba y hablaba “sucio” era su hermano menor, su pequeño hermano. Jaló la palanca para reclinar el respaldo del asiento a toda su capacidad. Se colocó encima de Changmin para frotar su joven e inexperto pene en él, exhaló por la fascinante descarga de adrenalina que corría por sus venas y empujó las caderas como cada vez que se masturbaba. No podía creer que estuviera excitado con la idea de follarse a un miembro de su familia, ambos provenían del mismo sitio al nacer y podía ser enfermo, pero tener a Changmin con las piernas abiertas y frotándose sobre las propias mientras sus labios se devoraban entre sí, era simplemente delicioso —¡Ah, Yunho! ¡Hyung, hyung, hyung, hyung, hyung! —Musitó Changmin al mover la pelvis para sentir el miembro del mayor sobre su erección que con solo unas caricias y besos estaba liberando pre-semen.

Aquella voz y sobre todo el significado de las palabras, hicieron que Yunho hundiera el rostro en el cuello del menor para morderlo con fuerza, sintió la piel marcarse y no le importó. Recargó todo su peso sobre el cuerpo bajo el suyo, desabotonó su pantalón y bajó el cierre al igual que su bóxer, sacó su miembro erecto además de grueso. El almizclado pene hizo salivar al menor y emitió un gemido agudo y desesperado porque el otro lo liberara también —Hyung…—Musitó relamiéndose los labios, empujando las caderas y abriendo las piernas lo posiblemente permitido en el asiento del vehículo de su padre —Ah~ Ahora soy tu hyung—. Respondió el mayor bajando los pantalones del contrario hasta los tobillos y tomando el falo entre sus manos para frotarlo entre sus dedos entre risas. Changmin asintió con las mejillas y orejas rojas, los labios secos y la respiración entrecortada, por fin estaba experimentando su fantasía sexual de adolescencia —Basta… Suficiente…—Susurró en un ronco gemido, miró a Yunho y pegó sus frentes —Fóllame o me voy masturbar—. Sentenció con el gesto cariñoso, una muestra de afecto poco común en el menor, pero no apartó el rostro hasta que el otro lo tomó por las caderas y lo giró con dificultad.

Changmin apoyó las rodillas en el asiento con el trasero arriba y el torso apoyado en el respaldo fue esa imagen que hizo titubear a Yunho ¿Estaba seguro de lo que haría? ¿Lo haría bien? El menor estaba tan dispuesto que lo ponía nervioso. Pero no esperó más y llevó sus labios cerca de los glúteos ajenos, los tomó con ambas manos y los separo para encontrarse con la cerrada entrada de su hermano. Sus rodillas temblaron sus dedos también, y Changmin se burló de eso — ¡Ésta perra se cansa!— gritó frotando su pene contra el recubrimiento sintético del auto —Zorra—. Masculló Yunho, tomó nuevamente las nalgas y dejó a su vista su objetivo, empujó al menor hacia adelante para tener espacio. Cerró los ojos y abrió los labios para cubrir la cavidad con su boca, la mojó con saliva y estimuló con la lengua. En respuesta el castaño se removió del asiento y mordió sus labios, estaba caliente, por fin notaba el calor y sudor que cubrían sus cuerpos bajo la ropa. El hermano mayor estuvo unos minutos penetrando la entrada del menor con la lengua antes de meter tres dedos en su interior de golpe que lo hicieron gemir de dolor y placer.

Sin palabras Yunho se alejó de parte baja de Changmin, dejando un rastro de saliva que se escurría por sus testículos y erección hasta mezclarse en el glande del menor que llevaba todo ese tiempo entre gemidos roncos y agudos. El más bajo lo tomó por la cintura y tratando de no golpearse con el techo del vehículo lo alzó y sentó sobre su cadera, estaba cansado y ahora solo quería disfrutar —Ah… Muéstrale a hyung lo perra que eres—Susurró estimulando su pene con los dedos pasándolos por su punta para lubricarlo con sus propios fluidos antes de tomar al menor —Ah…—Fue el único sonido que salió de los labios de Changmin antes de que apartara la mano del miembro del mayor y sin esperar un segundo más se penetro con un grito de dolor. Se sintió como si se hubiera clavado un cuchillo porque ardía y dolía, pero también se sentía demasiado bien cuando el glande tocó desde el principio su próstata.

—Un… Un momento—. Pidió tomando aire, llenó sus pulmones y apoyó una mano en el pecho del mayor y la otra en techo como un recordatorio de que podía golpear, quería un orgasmo no fracturarse el cráneo. El dolor no disminuía y Yunho lo sabía, tocó el miembro del menor y lo masturbo lentamente al mismo tiempo que colocaba una mano en su cadera porque ya no podía más, necesitaba moverse y si Changmin no lo hacía lo haría él —Muévete, Changdolla—. Ordenó empujando su pelvis hacia arriba, cerró los ojos y gimió porque no era como masturbarse, era caliente, húmedo y apretado, no tardaría mucho, ya había durado mucho para ser su primera vez. Su hermano menor no tardó más en moverse, fue lento y errático unas veces y otras rápido, ambos gemían, el placer era más grande para uno, pero ambos estaban disfrutando del momento y en algún lugar de su consciencia les decía que estaba mal, pero solo Yunho lo pensó más tiempo, porque Changmin estaba ya cavilando en repetirlo pronto.

Yunho ayudó a los movimientos y cuando el cosquilleo en su abdomen se hizo presente apretó los músculos de sus muslos y tensó los brazos al penetrar con más fuerza al menor, sus parpados se apretaron al momento que una gota resbalo por su frente y le lastimó el ojo derecho por el ardor que pronto fue opacado por el orgasmo más dulce y placentero que podía jurar le hizo ver estrellas, las paredes apretadas de Changmin succionaron todo su semen y lo sintió derramarse cuando continuó moviéndose hasta sacar la última gota. Su hermano menor todavía no se venía y con una sonrisa complacida además de tonta movió la mano en el pene ajeno hasta que su propio miembro fue presionado por las paredes del castaño. Ambos suspiraron largamente y se miraron a los ojos unos segundos antes de besarse con desesperación. Yunho tocó la mejilla del menor y la acarició mientras la otra mano, la manchada con semen tomaba su aún estimulado órgano reproductor y lo libero de aquel pasaje que ya lo estaba rechazando.

Changmin se quejó cuando ya no sintió a su hermano en su interior, había dolido casi tanto como cuando entro, pero se sentía flotando en una nube —Yunho hyung—. Susurró con su voz más inocente sobre los labios del mencionado que no respondió y solo lo besó sin la insistencia de momentos atrás. Le había quitado la virginidad a su hermano menor, pero podía alegar igualdad de condiciones porque él también era virgen, y bueno, Changmin tenía razón, ninguno podía embarazarse, así que no había problemas con eso, al menos en ese momento. Las manos de mayor de los dos acariciaron la espalda baja para masajearla, porque suponía que le dolía mucho, habían dejado de besarse en los labios, sin embargo sus labios seguían en contacto con la piel del otro. Después de lo que pareció una eternidad y cuando Changmin se sintió listo pidió a Yunho que le ayudara a recostarse en el asiento. Ambos hermanos acomodaron sus prendas y miraron el techo en silencio.

— ¿Ahora qué? — Preguntó Yunho mirando a Changmin que cerró los ojos y encogió los hombros —No me arrepiento, lo volvería a repetir una y otra vez, y leí que después de unas veces de experiencia la penetración se reduce en dolor y con la lubricación correcta, será perfecto—. Changmin por fin abrió los ojos y miró a su hermano —Mamá y papá estarán fuera un día más —. Y con esa afirmación tiró del mango del vehículo para descender, pero la puerta no se abrió y volvió el rostro al contrario —Le pusiste seguro—. Yunho movió los dedos y el chasquido de las puertas se escuchó y encogió lo hombros —Entonces no me sentiré culpable —. Masculló el joven de dieciséis años y descendió del auto. Por su parte Yunho solo lo miró antes de imitarlo minutos después porque desde el momento que quitó las llaves tenía muy calo lo que quería.

—Sí, Changmin, ambos queríamos esto, solo que yo obtuve mi revancha por el pastel de fresa—Sacó la lengua en un gesto infantil. Corrió para alcanzar a su hermano menor y rodear su cintura con los brazos antes de que ingresara a su hogar. Ambos sabían que se repetiría, ambos sabían que estaba mal, pero Yunho creía que iría al infierno y Changmin pensaba que lo acompañaría, porque al final de todo son hermanos, en las buenas y en las malas.

Fin.

If I Have to Hate you

Título: If I Have to Hate you
Autor: Grizly
Pareja: YunJae
Extensión: Oneshot
Género: Slash, Angst
Advertencia: Incesto (Padre/hijo)

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“Si tengo que odiarte tanto como te he amado,
Entonces olvidare todo y borrare de mi memoria hasta el más último de mis recuerdos”.

Hay historias que a veces no deben tener un inicio pero cuando una de las partes insiste en que sus destinos se crucen debe tener en cuenta que el desenlace de su historia puede terminar de manera fatal, y no de la manera deseada y con el final feliz.
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—Ha sido solo un simple desmayo Chun por favor…
—Puede ser algo más grave debes acudir a un doctor.
—Ya he dicho que no es necesario— respondió Yunho fastidiado alzando un poco la voz.
—Pero…— quiso rebatir Yoochun.
—A veces creo que olvidas que tu posición en esta casa no es más que la de un simple criado así que acata mis órdenes.


Yoochun salió presuroso de la habitación porque en tantos años sirviendo para Yunho había aprendido que cuando este sacaba a colación su estatus social era porque el tema en discusión ya estaba más que zanjado.

Ambos habían compartido su infancia y adolescencia en la misma casa y eran muy buenos amigos sin que el estrato social influyera en ningún momento en su relación sin embargo con el pasar de los años y la vida desenfrenada a la que se había dedicado Yunho y que no agradaba a Yoochun había terminado distanciándolos y convirtiendo a Yunho en una persona fría y superficial muy diferente a lo que había sido en su niñez.

Pasaron varios días aun para que lo inevitable sucediera; era más que notorio que la salud del dueño de la casa se había ido deteriorando al iniciar el año aunque este haya hecho caso omiso a las pequeñas advertencias que le enviaba su cuerpo. Estaba disfrutando de una fiesta descomunal que había organizado en su mansión cuando sufrió un desmayo muy cerca de la piscina y por poco se ahoga de no estar Yoochun cerca vigilando sus pasos.

Fue llevado de inmediato al hospital donde Yoochun solicito una evaluación general del estado de salud de su amigo.

Cuando Yunho despertó enfureció y empezó a destruir todo lo cercano a su paso; odiaba los hospitales pues la última vez que se había encontrado en uno fue para presenciar a sus padres moribundos. Yoochun corrió desde la recepción al escuchar el alboroto en la habitación, al ingresar se encontró con el rostro rojo de ira de Yunho.

—Te dije que no quería estar en un lugar de estos—chillo— cuando dejaras de meterte en mis asuntos— intentando salir del lugar.

—Sédenlo por favor— pidió serenamente Yoochun a las enfermeras mientras detenía a Yunho.

—No te atrevas— grito él con una mirada desafiante pero al sentir el pinchazo y el medicamento adormeciendo su cuerpo solo pudo pronunciar “estas despedido” tan suavemente que solo Yoochun logro escucharlo.

Pasaron todo el día haciendo diversas pruebas; en algunas de ellas Yunho parecía despertar de la somnolencia y empezaba a vociferar contra Yoochun tratando de generar un gran escándalo. Finalizada la tarde el doctor apareció con los resultados lo cual tranquilizo a Yoochun aunque no podía dejar de sentirse avergonzado por la conducta de Yunho.

—Tengo entendido que el paciente no quiere permanecer en el hospital un día más…—dijo el doctor.

—Algo así pero si es necesario por favor permita que se quede nosotros cubriremos los gastos por los problemas que pueda ocasionar…

—E s muy necesario que se quede pero yo convendría en que lo trasladen al Saint Thomas ya que hay buenos especialistas en oncología en ese hospital.

A Yoochun le tomo varios minutos procesar lo que le decía el doctor, la palabra “oncología” daba vueltas en su cabeza logrando distraerlo del informe que le comentaba el doctor e inclusive del lugar al que se dirigían. Cuando llegaron a la habitación de Yunho y el doctor se disponía a ingresar, Yoochun alzo la voz de manera alarmada mientras sujetaba al doctor de manera suplicante.

— ¿Me está diciendo que tiene cáncer?

—Me temo que sí, ya lo confirmamos…

— ¿D-donde? — interrumpió Yoochun.

El doctor frunció las cejas levemente algo fastidiado de tener que explicarse nuevamente.

—Es leucemia y es crónica— dijo muy fríamente.




Ambos estaban tan absortos en la pequeña conversación que no habían notado que Yunho se encontraba despierto y muy sorprendido al escuchar la noticia de manera tan imprevista.

—T-tengo cáncer— pregunto de manera ansiosa sacudiendo al doctor, quien se encontraba muy fastidiado ya por la situación…









— ¿Donde esta? —murmuraba para sí mismo buscando su dinero entre sus bolsillos— ¡Diablos! — grito frustrado al darse cuenta que había perdido su billete— como me viene a pasar esto justo hoy.

Se fijó en el viejo reloj que tenía en el brazo y al ver que este marcaba las siete dejo de lamentarse y concentro toda su energía en correr. Era su primer día de trabajo en su nuevo empleo, se había levantado temprano sin embargo se retrasó al atender a su madre, pensó que podía utilizar sus últimos euros en el tren pero muy a su pesar los había perdido en algún lugar de su alocada carrera para llegar a tiempo a la estación.

Había llegado diez minutos tarde después de correr unas cuantas millas; su cabello se había desordenado por completo y su rostro estaba plagado de finas gotas de sudor cuando se presentó ante su jefe; este al verlo hizo una mueca de manera negativa y luego añadió.

—Te dije que vinieras temprano hoy para explicarte tus funciones, como no llegabas mi esposa se tomó la libertad de contratar a alguien más.

—Por favor…— intento explicar su situación.

—Lo siento dijo el señor, ves a ese chico de allá— señalando a un joven que se movía de un lado a otro limpiando el lugar— es el que cogió tu trabajo.

Viendo la negativa del dueño por reconsiderar su decisión salió del lugar muy apesadumbrado y mientras caminaba por los alrededores del lugar con la mirada clavada en el piso, en su mente se arremolinaban pensamientos catastróficos “que vamos a comer ahora” “debería dejar el instituto”…

Siempre intentaba mantenerse positivo pero cada día era más difícil levantarse después de un tropiezo; nunca había sido bueno en nada más que en cocinar y sin embargo nadie la daba una oportunidad, solo querían a personas con experiencia por lo que intentaba empezar como lavaplatos e ir ascendiendo. Pero era tan torpe que a duras penas lograba sobrevivir una semana en un trabajo sin que lo botaran.

Caminaba lentamente sin levantar la mirada pensando en qué hacer cuando alguien lo empujo tan fuertemente y de manera tan desprevenida que término cayendo sobre el asfalto sintiendo el dolor apoderarse de su columna.

—Auuuu— grito debido al dolor

La persona que había ocasionado el accidente pronuncio un atropellado “lo siento” y siguió corriendo sin detenerse a ayudarle.

Se mantuvo unos minutos en el piso tratando de reponerse del dolor, finalmente se sentó algo fastidiado y colérico por lo mal que le estaba yendo. Lanzo un gran suspiro tratando de eliminar la frustración cuando sus ojos divisaron un pequeño estuche de cuero reluciente muy cerca de él. Al cogerlo se dio cuenta que se trataba de una billetera con mucho dinero, era como si Dios le estuviera ofreciendo un regalo de no ser porque él nunca se habría atrevido a coger el dinero; había aprendido de su madre, de todo lo que ella había sufrido por irse por el camino fácil. Vio la identificación de la billetera y se decidió por ir a devolverla; la dirección quedaba por Kengsinton uno de los lugares más lujosos de la ciudad mientras que él vivía en uno de los más pobres Camberwell por lo que tendría que caminar muchas millas para llegar.

Mientras caminaba recordó que aún tenía una opción y se desvió de su camino por unas horas.

—Te dije que regresarías— murmuro la rolliza enfermera.

—Pues tenía razón—dijo en un amago de sonrisa mientras se sacaba la camisa se recostaba en la camilla y se preparaba para la extracción de sangre.

Una hora después la enfermera desconecto la aguja y le proporciono un vaso de agua.

—Como te dije la primera vez que viniste aquí, no duele nada.

—Lo sé— sonrió un poco pálido.

—Firma— susurro la enfermera— y el dinero es todo tuyo, enseñándole unos cuarenta euros.

Mientras firmaba pregunto.

—Acerca de ese análisis que me hicieron la última vez para los ensayos clínicos ¿Me tiene buena noticia?

—Lo siento— dijo ella— dijeron que no eres apto— le dio el dinero y lo despidió en la puerta.

En sus momentos más críticos donar plasma le había salvado de morir de hambre porque podía hacerlo al menos dos veces por semana y recibir dinero sin afectarse demasiado.

Se sentía algo débil aun pero siguió caminando en busca del dueño de la billetera encontrada, unas horas después finalmente dio con el lugar; era una mansión gigantesca una casona antigua cuya arquitectura barroca le daba un aspecto que impresionaba a primera vista a cualquiera que cruzara por el lugar.

Luego de discutir brevemente con los guardias de seguridad y que estos llamaran al mayordomo de la casa pudo ingresar a lo que era la sala de la mansión.

Al ingresar se quedó atónito, el rostro se le desencajo de sorpresa porque el lugar era muy diferente de lo que había pensado. Solo la fachada de la casa era antigua porque lo demás se trataba de lo último en modernidad; lo cuadros le daban cierta nobleza a la casa, los muebles eran hermosos y suaves; cada cosa del lugar parecía haber sido hecha para estar ahí y mostrar el esplendor del lugar.

Un jarrón que se encontraba en medio de la sala llamo poderosamente su atención y no pudo evitar tomarlo en sus manos mientras observaba sus preciosos grabados. Se encontraba tan ensimismado que no escucho los pasos acercándose y sintió un estremecimiento de miedo al escuchar una voz de manera repentina; el jarrón se hubiera hecho trizas de no ser porque la persona que entro logro sostenerla a tiempo.

—L-lo siento— murmuro con la cabeza gacha.

—No fue nada— pronuncio el anfitrión colocando el jarrón en su lugar— Soy Jung Yunho— Estiro su mano en un cordial saludo.

—Kim Jaejoong— respondió correspondiendo el saludo.

Yunho invito a sentarse a su invitado y solicito a Yoochun, quien lo acompañaba, que hiciera el encargo que le había solicitado de inmediato.

Jaejoong se sintió intimidado por esos ojos oscuros y fríos como la noche, esa piel aterciopelada y morena le llamaron poderosamente la atención pero no más que aquella mirada fría y triste a la vez. Llevaba una bata simple por lo que podía apreciarse una parte de su musculosa anatomía mostrando una imagen sexy de él, claramente se podía ver que aunque le llevaba unos quince a veinte años seguía siendo más que atractivo.

Se mantuvieron en silencio unos minutos como si estuvieran analizando cada detalle uno del otro.

—Me disculpo— empezó Yunho— hace un rato llevaba algo de prisa, así que siento haber sido tan descortés contigo.

Jaejoong se sorprendió un poco ante las palabras del desconocido

—Ya que tienes mi billetera y no tuve ningún incidente más que mi carrera alocada asumí que mi billetera se cayó cuando te empuje ¿no fue así? — pregunto cautelosamente.

—Ohh si— reaccionando al fin— fue así como sucedió.

—Te agradezco infinitamente que te hayas tomado el trabajo de venir hasta aquí para devolvérmela.

—Imagine que estaba preocupado por su dinero y tarjetas…

—No claro que no— contesto Yunho sorprendiendo a Jaejoong— Lo más valioso que tenía en esa billetera era esto— sacando una imagen escondida en la billetera—era mi familia pero todos murieron

—Yo lo siento— intento disculparse.

—Mis padres murieron en un accidente— continuo Yunho— y mi hermana falleció no hace mucho y hoy cuando paseaba por la ciudad creí verla caminando; baje de mi auto y corrí a toda prisa tratando de alcanzarla; y es que yo— aguantando las lágrimas— aun no puedo superar el hecho de haberme quedado completamente solo.

Se mantuvieron en silencio un largo tiempo, el mismo que le tomo tranquilizarse a Yunho.

—Yo nunca conocí a mi padre pero mi madre aunque enferma siempre ha permanecido a mi lado así que no podría decir que comprenda tu situación pero sí que con el tiempo será menos dolorosa.

Yunho volvió a murmurar un sincero agradecimiento.

—Se está haciendo tarde y debo irme— murmuro Jaejoong levantándose del cómodo sillón.

—Al menos déjame recompensarte— pidio Yunho.

—No es nece…— pero no pudo continuar porque su estómago gruño ruidosamente ya que no había comido nada en todo el día.

¬—Al menos acompáñame a almorzar— insistió Yunho.

Jaejoong no pudo negarse porque en realidad sí que estaba muy hambriento.

—Me disculpo por no invitarte una comida de verdad— dijo Yunho mientras sorbía su ramen— pero mi chef enfermo y aun no le encontramos un reemplazo…

Jaejoong dudo unos minutos en hablar pero finalmente lo hizo aunque un poco rojo de vergüenza.

—Yo no soy chef apenas si estoy estudiando, no creo que sea muy bueno pero realmente necesito un trabajo; soy muy torpe pero nunca en la cocina y yo…

—Entonces esta dicho, te quedas como chef— interrumpió Yunho con una sonrisa.

Jaejoong no pudo más que agradecer infinitamente la confianza que le había dado el señor Jung.









No llevaba más que un mes trabajando para el señor Jung pero aun así Jaejoong no pudo evitar enamorarse de su enigmático jefe; había bastado su caballerosidad, su cordialidad y la hermosa sonrisa que recibía como saludo todas las mañanas para romper sus barreras y penetrar su corazón. Al principio eran rumores en la cocina de las empleadas que no dejaban de molestarlo y luego ya no podía evitar sonrojarse ante su presencia o que su piel se erizara ante el más mínimo roce que tuvieran.

Era ya navidad y Jaejoong estaba emocionado porque pasaría una hermosa noche con su madre sin preocupaciones de dinero; preparaba un lechon con oporto para la cena navideña de su jefe sin que la sonrisa se borrara de su rostro cuando este apareció en la cocina.

Yunho casi nunca iba a la cocina casi siempre pedía que Jaejoong lo acompañara a cenar en el comedor o a algunas salidas por la ciudad por lo que Jaejoong se sorprendió e intento mantenerse sereno. Sin embargo eso no fue posible ya que su cuerpo parecía traicionarlo; ahora por ejemplo sus manos no dejaban de temblar al punto de que tuvo que tomarse varias copas de dicho vino para calmarse.

—Acaso estas nervioso— inquirió Yunho.

—Un poco, no me gustaría malograr su cena señor— dijo sin mirarlo a los ojos.

—Ya te dije que me llamaras por mi nombre— Dijo algo dolido Yunho ante la negativa de Jaejoong.

Y entonces de la nada cuando Jaejoong empezaba con los aderezos Yunho loa brazo por la espalda y coloco su cabeza en el cuello de este.

Jaejoong se tensó por completo, soltó la sartén y por poco les cae el aceite encima de no ser por los reflejos de Yunho que alejo a Jaejoong de la cocina y lo situó encima de la encimera de la isla, al sentarse Jaejoong abrió las piernas por instinto y Yunho aprovecho el momento para colocarse entre ellas.

Desde la primera vez que Jaejoong entro oficialmente a trabajar como chef podía notarse la atracción que existía entre los dos por lo que los empleados al ver la situación cerraron las puertas y se fueron a celebrar su noche buena en sus respectivos domicilios.

Yunho dejó caer su bata quedando solo en calzoncillo, Jaejoong trago saliva al ver el cuerpo tonificado de su jefe y cuando dirigió la mirada al rostro de este pudo ver el mismo deseo que invadía en su cuerpo cuando estaban tan cerca el uno del otro.

Apresado como se encontraba Jaejoong no podía hacer nada para huir aunque tampoco es que quisiera hacer algo. Cuando finalmente el beso dio a lugar ambos ahogaron un gemido de placer y empezaron a acariciarse mientras sus lenguas se enredaban y luchaban frenéticamente en la boca del otro recorriendo cada parte de esta.

Jaejoong siquiera noto que estaba siendo desnudado porque los besos de Yunho lo sofocaban, sus mordidas y succiones en su cuello y oreja no hacían más que enviar placer a cada célula de su cuerpo haciendo que se pusiera cada vez más duro.

Se besaron apasionadamente y cuando sus pieles sudorosas se tocaron finalmente, una pasión enloquecedora los cegó a ambos y la entrega se volvió más que salvaje; con Jaejoong tendido por completo en la encimera mientras Yunho no dejaba de chupar su pene, lamerlo mientras le estrujaba el escroto haciéndolo gritar de placer y al mismo tiempo se encargaba de preparar la entrada de Jaejoong. Aunque Yunho estaba más que ansioso, ver chillar y gemir a Jaejoong mientras él lo tocaba era una imagen que lo enloquecía y lo llevaba al éxtasis, pronto él estuvo igual de duro que Jaejoong y no pudo esperar más penetrando a Jaejoong de una sola estocada. Jaejoong se quejó al principio pero el placer borro cualquier huella de lágrimas y Jaejoong no dejaba de gemir moviendo sus caderas para que la penetración fuera más profunda.

“Mas”

“Quiero más”

“Follame más rapido”

Pronto llegaron al éxtasis; Jaejoong se corrió manchando sus cuerpos gimiendo acaloradamente por su parte Yunho se vino dentro de Jaejoong y este no dejo que se saliera abrazándose a él fuertemente.

¬—Me gusta tenerte dentro de mí, me gusta la sensación de que seamos uno solo admitió escondiendo su rostro en el pecho desnudo de Yunho.

Jaejoong se quedó profundamente dormido y Yunho tuvo que cargarlo hasta su habitación.

En plena madrugada Yunho continuo besando y mordisqueando el cuerpo de Jaejoong intentado levantarle la temperatura nuevamente hasta que finalmente consiguió que despertara, estaban besándose apasionadamente y Jaejoong movía sus caderas sentado sobre el pene de Yunho cuando recordó que era navidad y de seguro su madre estaría esperándolo.

Intento vestirse lo más rápido posible pero no logro mucho avance debido al dolor de su espalda baja, Yunho no pudo evitar dejar escapar una risita burlona recibiendo una mirada de reproche por parte de Jaejoong.

—Ya es muy tarde deberías ir mañana, quédate conmigo— pidió Yunho

—Mamá estará esperándome— negó Jaejoong, lo beso apasionadamente y luego salió de la habitación.









— ¡Yunho! — grito Jaejoong al ver que de un momento a otro se desvaneció en sus brazos mientras tenían sexo.

Desde la primera vez que durmieron juntos apenas si se habían despegado uno del otro por lo que Jaejoong fue capaz de darse cuenta de lo enfermo que se encontraba Yunho; constantemente le sangraba la nariz, algunas veces las encías, las pequeñas mordeduras que Jaejoong podía hacerle tardaban días en sanar y algunos moretones aparecían apenas si se le tocaba y en la última semana había estado con fiebre por más de tres días.

Ese día en particular se levantó con buen semblante

—Ves que no me ha pasado nada— dijo Yunho con una sonrisa, besándolo de manera apasionada.

Sin embargo no había pasado mucho desde que estaban desvistiéndose cuando Yunho se desplomo y ardía en fiebre nuevamente. Jaejoong se asustó terriblemente y salió prácticamente desnudo en búsqueda de Yoochun. Apenas había tenido tiempo de ponerse la bata y bajar junto a Yoochun al auto más cercano y acudir raudamente al hospital.

Cuando llegaron Jaejoong se sorprendió porque los doctores ya parecían conocerlo e incluso saber sobre la enfermedad que lo aquejaba, pero sin importar cuanto insistió nadie le dio los detalles ni siquiera Yoochun con quien había empezado a entablar una hermosa amistad.

—Por favor Chun, yo soy su pareja merezco saber lo que le pasa.

—Vamos a esperar a que despierte y que él mismo te lo diga.

—Pero…

—Le prometí no asustarte así que espera por favor— respondió de manera cortante y se retiró de la habitación donde yacía Yunho profundamente dormido.

La noche de ese mismo día Yunho finalmente despertó y al ver a Jaejoong sujetando fuertemente su mano y observándolo con tal devoción no pudo más que sonrojarse y sonreír.

—Dime que es lo que tienes— pregunto Jaejoong muy seriamente.

—Nada, solo ha sido un resfriado y cansancio por lo que hacemos todas las noches— respondió seductoramente.

Jaejoong se puso rojo como un tomate pero aun así no se desvió del tema y siguió insistiendo.

—Chun me dijo algunas cosas pero quería oírlas de tu propia boca.

El rostro de Yunho se oscureció, sus cejas se levantaron y su rostro enrojecía poco a poco de furia.

—Como se atreve— chillo— él no tenía derecho, ¿Dónde está ese malnacido?

—Yunho por favor dime que te pasa yo aún no lo creo quiero escucharlo de tu boca— fingiendo saber la verdad.

—Yo…— empezó Yunho lentamente cuando fue interrumpido por el ingreso de Yoochun— como te atreviste— grito— lanzándole la almohada— maldito traidor.

Yunho estaba levantándose de la cama para enfrentar a Yoochun cuando Jaejoong paro de lleno la pelea.

—Él no me dijo nada pero sé que me ocultas algo ¿dime que te pasa Yunho?

Yunho se relajó y volvió a echarse en la cama al sentirse débil por el esfuerzo realizado.

—Es mejor que lo sepa de una vez— dijo Yoochun antes de irse— los dejare solos.

—Me dirás que te pasa— volvió a insistir Jaejoong.

—Es mejor que lo sepas de una vez Chun tiene razón— dijo sujetándole con una mano y acunando su rostro con el otro— yo voy a morir tengo leucemia.

Jaejoong se estremeció ante la noticia

—Eso no puede ser cierto— murmuro— ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Desde cuándo lo sabes? — pregunto de manera tan atropellada que no se le llego a entender nada.

—Debía llevar quimioterapia, radioterapia y un trasplante de medula pero hasta ahora no encontramos a alguien compatible

—No puedes morir— dijo Jaejoong ahogando un sollozo— no puedes dejarme solo ahora que te encontré— robándole un beso— yo te amo Yunho.

—Y yo a ti, solo debemos esperar un poco más y seguramente encontraremos un donante.

Jaejoong tardo un poco en controlar sus emociones pero finalmente comprendió que no debía perder las esperanzas y permanecer como un pilar firme y fuerte para Yunho.

Yunho debía permanecer unos días en el hospital por lo que la pareja pudo conversar un poco más sobre el tema de los donantes y fue durante esas conversaciones que Jaejoong fue pensando en que tal vez si él era compatible podría ser su donador.

— ¿Amor y si yo me hago las pruebas?

—No amor yo no te pediría algo así— dijo Yunho secamente.

—Si yo soy compatible podríamos quedarnos juntos y no tendría que seguir sufriendo por este temor a perderte, no se hable más me hare las pruebas.

Y tal como lo aseguro Jaejoong se realizó sus pruebas y cuando obtuvo los resultados corrió emocionado a darle las noticias a Yunho.

— ¡Soy compatible Yunho! ¡Lo soy!

—De verdad— Yunho lo observo asombrado como si no pudiera creerlo.

—Es solo el 50 a 60% pero es un gran porcentaje no crees amor.

—Por supuesto— dijo mucho más animado.

—Hable con el doctor y dijo que podías empezar tratamiento desde mañana, yo voy a prepararme para donar ahora— sonriendo— además le pedí al doctor que colocara nuestras camas juntos.

—Gracias amor— besándole los nudillos de las manos— gracias por existir.









Por los pasillos del hospital Saint Thomas caminaba una mujer muy extraña; se le veía algo demacrada pero aun a través de eso se podía ver lo hermosa que era, estaba extrañamente abrigada para ser verano y observaba constantemente a todos lados como buscando a algo o alguien.

Hasta que pareció interesada en un chico delgado que parecía saltar de felicidad mientras hablaba con un doctor, lentamente se fue aproximando y siguió al chico hasta una habitación. Mientras caminaba iba murmurando algunas palabras para sí misma.

—Ese hijo mío me deja abandonada y ni siquiera puede presentarme al novio, tengo que venir yo misma a presentarme como puede ser posible que estén más de dos años sin mi consentimiento…— murmuraba a cada paso.

Llego a la habitación donde se había ingresado su hijo, abrió la puerta ligeramente y al ver la imagen ante si se quedó estática, sus ojos se abrieron de la impresión y se quedó horrorizada por unos breves momentos. Cuando la pareja estaba a punto de besarse ahogo un grito espantoso de furia, rabia o asco quizás.

La pareja se giró al escuchar la bulla pero Yoochun ya se había encargado del asunto aunque Jaejoong se sintió intranquilo por la situación y salió de la habitación para ver que sucedía.

Encontró a Yoochun luchando con una mujer y al verla se sorprendio mucho al darse cuenta que se trataba de su madre.

— ¿Qué pasa mamá? — pregunto Jaejoong preocupado.

—Dime que no te acostaste con él— vocifero ella con el rostro desencajado.

Jaejoong no entendía la situación mas no podía negar lo que sentía por Yunho.

—Yo lo amo mamá…

Ella finalmente logro soltarse de Yoochun y sujetando fuertemente a Jaejoong empezó a arrástralo fuera del hospital.

—Basta mamá— grito Jaejoong— suéltame.

—Nos vamos— exigió ella

Yoochun interrumpió a pedido de Jaejoong y logro detener a la señora.

—Tu— grito ella empujando fuertemente a Yoochun— ¡tú maldita rata! cómo pudiste permitir esto sabiéndolo todo— grito

—Y-yo no entiendo…— dijo Yoochun confundido.

—Eres igual que él— grito ella golpeándolo en el pecho— tú Miky como puedes permitir una aberración así ¿Cómo? — cayendo en el piso llorando amargamente.

Yoochun se quedó estático, espantado de lo que acaba de descubrir, Jaejoong no entendía la reacción de Yoochun pero no quiso pensar en ello, intento sacar a su madre del hospital pero ella no le dejo, se liberó de su agarre y salió huyendo.

— ¡Estamos malditos! — grito cuando se encontraba entre la muchedumbre del hospital.

Yoochun corrió tras ella y Jaejoong tras Yoochun encaminándose hasta la azotea.

—Meribeth, no lo hagas— grito Yoochun al ver la situación.

Pero la señora Kim ya se había lanzado desde la cornisa de la azotea al vacío, segundos después se estrelló en la acera del aparcamiento. Yoochun y Jaejoong observaban la escena horrorizados y desconcertados.

La felicidad que había sentido Jaejoong al hablar con el doctor hace unas horas y saber que Yunho había vencido el cáncer se vio opacado por completo por el suicidio de su madre; una decisión que él no entendía.

Jaejoong estuvo completamente ido un par de días mientras se realizaban la documentación para el entierro de su madre. Fue un entierro por demás solitario y penoso con solo dos personas en el lugar El hijo y el amigo de este (Yoochun).

Yunho no había podido participar debido a los malestares que aún sentía, por su parte Jaejoong pidió quedarse en el lugar que compartía con su madre antes de irse a vivir con Yunho, pero no pudo tolerar la soledad y la tristeza y regreso casi de inmediato a la casa Jung.

Cuando llego se sorprendió de que hubiera tanta bulla y tanta vida en la casa; al ingresar descubrió que se trataba de nada más y nada menos que una gran fiesta, habían mujeres casi desnudas por doquier alcoholizadas, personas drogándose en los rincones y algunas teniendo sexo.

Jaejoong se sorprendió mucho y se sintió dolido de Yunho celebrara cuando él estaba pasando por una desgracia, pero al ver el gran letrero en la pared decidió que era algo sin importancia.

“Bienvenido Jung, de tus amigos del alma”

Camino a la habitación sin hacer caso de la música y subió directamente a la habitación; estaba tan aturdido que no se dio cuenta de lo que sucedía hasta que se sentó en la cama, giro los ojos y descubrió a Yunho teniendo relaciones con una desconocida.

Se levantó asqueado de la situación, las lágrimas se desbordaron de sus ojos y ocultando lo mal que se sentía con ambas manos salió huyendo del lugar. Yunho corrió tras él y logro detenerlo pero Yoochun lo alejo de Jaejoong.

—No te metas— vocifero Yunho.

—Basta Yunho— levanto la voz Yoochun— no puedes continuar con esto, ya te explique la razón.

—Lárgate he dicho— grito Yunho con los ojos inyectados en furia.

—Entonces voy a contarle la verdad— amenazo.

—No te atrevas a traicionarme…

Jaejoong no entendía la situación y permanecía sentado en el sillón sin decidir qué hacer.

—Tú me traicionaste primero— reclamo Yoochun— tú sabias que amaba a Meribeth y aun así te acostaste con ella sin importarte mis sentimientos.

—Ya te dije que ella te utilizo para llegar a mí, además fuiste tú quien le dio la espalda cuando salió embarazada.

—Era tu hijo—chillo Yoochun olvidándose de la presencia de Jaejoong.

—Como estas tan seguro que no era una golfa.

—Porque no lo era, ella te amaba y si se fue por el mal camino fue tanto por tu culpa por abandonarla y mía por no apoyarla cuando su familia la echo de casa.

Jaejoong observaba la escena atónito sin poder creer lo que sus oídos habían escuchado, le tomo minutos procesar el hecho de que su madre y Yunho habían salido alguna vez juntos y que habían tenido un hijo, entonces se vio a si mismo con terror.

“No puede ser” —se repetía moviendo la cabeza negativamente.

Pensó en su madre y su reacción en el hospital y su corazón empezó a quebrarse poco a poco.

“No es cierto” — volvió a murmurar empuñando las manos y evitando las lágrimas.

—Me negué a pensar que tu fueras capaz de una cosa así pero ahora quiero saber si tu sabias que Jaejoong era tu hijo antes de traerlo a la casa.

Yunho no contesto se quedó paralizado unos minutos y luego rio negando la acusación pero el minuto de estupefacción fue el tiempo suficiente que necesito Jaejoong para descubrir que Yunho mentía. Un vago recuerdo cruzo fugazmente por su mente.

—Doctor Park, doctor Park— grito la enfermera y saludó efusivamente a Yunho cuando este se giró.—Porque te saluda— pregunto Jaejoong.—Debió equivocarse— murmuro Yunho. 
Jaejoong se tranquilizó pero se le hizo extraño que fuera la misma enfermera quien solía atenderlo cuando donaba plasma.



Y fue entonces cuando ese pensamiento escabroso fue convirtiéndose en algo más real y una pregunta por demás descabellada salió de su boca casi sin que se diera cuenta.

—T-tu— señalando a Yunho— tu eres mi padre— murmuro quedo casi sin voz.

El forcejeo que empezaba a convertirse en una pelea por parte de Yoochun y Yunho se detuvo por completo. Yunho permaneció en silencio con el rostro frio como la roca.

Jaejoong empezó a llorar y con los ojos inyectados en rabia grito.

—Tu sabias que yo era tu hijo; lo de la enfermera el análisis adicional fue tu idea no es así— comprendiendo el silencio de Yunho como aceptación— tiraste tu billetera a propósito y aun sabiendo que era sangre de tu sangre te acostaste conmigo— rompió en llanto— porque me hiciste cometer semejante aberración— cayendo de rodillas en el piso.

—Tú no eres mi hijo— dijo finalmente Yunho— seria aberrante y pervertido solo si hubiéramos vivido en el mismo techo pero no fue así, nosotros compartimos sangre y que…

—Cállate— enfureció Jaejoong— cállate de una buena vez maldito enfermo— asestándole un duro golpe en la mejilla y tumbándole en el piso.

—Estoy seguro que si tu hubieras sabido desde antes que teníamos un parentesco igual hubieras terminado revolcándote conmigo como las tantas veces que lo hiciste…

—Cállate de una buena vez degenerado— volvió a chillar Jaejoong con las lágrimas brotando de sus ojos por doquier.

—Quieres que te repita todas las cosas morbosas que me decías cuando nos acostábamos— provoco Yunho.

—Yo no soy así— grito Jaejoong con resolución— fuiste tú, demonio quien se cruzó en mi camino; si querías mis células bastaba con pedírmelo o pagarme por ello no tenías por qué jugar conmigo de esta manera tan enferma.

—Esa era mi primera intención— revelo Yunho— pero debes reconocer que eres tan sexy y apetecible que no pude resistirme…— admitió Yunho sin vergüenza alguna.

—Basta ya, déjame en paz— grito Jaejoong.

—Tú me amas y eso no va a cambiar nunca, acéptalo de una buena vez te acostaste con tu padre, se la chupaste a tu padre y le pediste a tu padre que te penetrara cada vez más duro y eso no va a cambiar…

Jaejoong intento ahogar las afirmaciones de Yunho cubriéndose las orejas pero era tan insoportable que Yunho tuviera razón; porque lo amaba si, amaba a ese ser demoniaco que estaba en su presencia y aunque intentaba odiarlo no podía más que sentir lastima por sí mismo. No pudo soportar más ver a este ser que no era ni la pizca de quien se había enamorado, alzo el jarrón que había visto por vez primera y lo tiro al piso para acallar las venenosas palabras de Yunho pero solo consiguió que siguiera hablando de él cual si se tratara de un trofeo.

La rabia, furia y asco se apoderaron de él y cogiendo un pedazo de los restos del jarrón se acercó a Yunho, lo abrazo casi delicadamente y viéndole con el rostro transformado por la rabia, susurro.

—Muere— y le asestó varias puñaladas en el abdomen.

Yunho gimió de dolor y lo último que vio de Jaejoong fue su lado más bestial intentando acabar con su vida, Yoochun intervino a tiempo y logro rescatar a Yunho sin embargo para Jaejoong ya era demasiado tarde.










Jaejoong siempre había tenido un alma pura; tenía muy arraigada la convicción de que su madre se merecía la vida y las enfermedades que tuvo desde que se desvió del camino correcto y por eso siempre respeto las normas y ni una sola vez quebró una de ellas por lo que al verse con las manos ensangrentadas y a su padre el ser que amaba de manera insana tirado en un charco de sangre no pudo sobreponerse padeció unos días con fiebre y cuando se restableció no volvió a ser él nunca más. Si lo veían era solo en aquel centro para enfermos mentales caminando lentamente si mencionar una sola palabra como si se tratara de un simple cascaron vacío.

Yoochun salvo Yunho de una muerte inminente pero eso fue lo último que hizo por aquella antigua amistad que tenían y no pudiendo soportar más todo lo sucedido puso tierra de por medio y se alejó para siempre a quien sabe dónde.

Yunho por su parte continúo su vida como si nada hubiera pasado porque así era él; si al enterarse de su enfermedad y próxima muerte no se dejó morir y busco una solución casi de inmediato ahora solo debía estar en reposo y continuar con su vida mundana. Él estaba seguro que cualquiera en su lugar no se hubiera atrevido a llegar tan lejos para seguir viviendo porque ellos se hubieran conformado con haber vivido de parranda en parranda y habrían aceptado su muerte como su destino. Pero él no, él no podía morir sin disfrutar de todos los placeres de la vida. El nunca acepto que Jaejoong hubiera llegado a ser importante en su vida sin embargo muy a su pesar Jaejoong si lo había afectado porque una parte muy en el fondo de él se rompió cuando escucho de la boca de la persona que amaba todas sus verdades juntas y aunque se las arregló para mostrar un rostro de indiferencia esa pequeña parte se preguntaba constantemente si alguna vez volvería a ver a un Jaejoong sonriente o si tal vez en ese cascarón vacío aun residía algo de él.

Y fue esta pequeña parte que nunca sano que terminó por convertirlo por completo en la bestia que empezaba a ser pues no hubo desde entonces mujer que calmara su deseo, comida que calmara su hambre o bebida que calmara su sed por lo que poco fue perdiendo su humanidad con cada delito cometido para satisfacer sus vacíos emocionales.

Y de esta manera termino una historia que nunca debió ser escrita con un final fatídico donde quien más amo se resistió a odiar y opto por borrar cada parte de su memoria incluyéndose a él mismo…

“Si tengo que odiarte tanto como te he amado, entonces olvidare todo y borrare de mi memoria hasta el más último de mis recuerdos”.
FIN