KINGDOM TVXQ!

CLOSE 2U
Arualthings

Our World

Sus mundos eran totalmente diferentes, sus familias y amigos no entendían su relación, pero lo que sentían el uno por el otro, era más fuerte que todo lo demás. Lo que no sabían, es si esto sería suficiente para estar juntos.

El príncipe de los bárbaros

En un mundo antiguo un hombre busca levantar a su pueblo e inicia la búsqueda de un ser que le brindará todo el poder que necesita, sin saber que forma parte de un historia muchísimo más grande que su propia ambición. Shim Changmin y Kim Junsu se encontrarán de forma inesperada para formar parte de un destino dictado por la atracción entre gemas.

Insano

Junsu no podía creer que aún después de todo ese tiempo de humillaciones por parte de sus dos mejores amigos él no se hubiera vuelto completamente loco, desquiciado; en cambio se sentía renovado, en una nueva piel.

Lluvia de estrellas

¿Crees en los deseos? Yunho alzó la vista al cielo y con una lágrima oró a las estrellas para que le concedieran un deseo… desde ese momento el destino de Changmin reposó entre sus manos. El máximo inconveniente es recordar… ¿quién es Changmin?

You are everything I've been looking for

Después de una decepción amorosa, Changmin decide alejarse de la vida como la conoce, acompañado de su mejor amigo Jonghyun. Juntos descubrirán sentimientos que les cambiarán la vida para alejarlos o acercarlos más, mientras conocen a un grupo de peculiares personas en un lugar común y corriente...

Dolor

Todos tenemos algo que ocultar en nuestras vidas pero ¿Qué ganamos con eso? ¿El guardar todo ese dolor solo para nosotros, no también causa dolor a los que nos rodean?

Novio secreto

La relación de Changmin y Jaejoong era un secreto para el mundo, sus únicos testigos eran aquellos lugares donde se veían a escondidas, los testigos mudos de su amor y su pasión, de su tristeza y desesperación.

Tiendas

Tiendas on-line para que hagan sus pedidos (Yuuki: me muero por pedir algo pero no puedo ;O;)
Este fue el gran aporte de yuuki en la entrada XD


With You forever Parte 1

Era mitad de la noche cuando el apuesto chico YunHo cuadro su coche en el aparcamiento del edificio, volvió a la cabina de luces y cerro la ventana lentamente después se dispuso a abrir el coche…abrió la puerta, salió del este y tomó algunos archivos amarillos y azules de el asiento trasero y los puso bajo su axila … salió del auto y cerró la puerta detrás de él, presiono la cerradura y caminó rumbo a el elevador, llamó para que este venga en su búsqueda… luego miro su reloj de plata que le señalo que eran las 2:30 am, suspiró y se arreglo las gafas en los ojos…después de minutos se escucho el "ting" que le daba a entender del inicio de su viaje, YunHo observo como delante de él, el ascensor abrió sus puertas entro en él y presiono el botón que marcaba el 4 º piso…esperó hasta que las puertas se cierren y el ascensor empezó a moverse hacia arriba, unos segundos después y llegó al lugar deseado y abrió sus puertas, YunHo puso una de sus manos en el bolsillo de él pantalón del traje negro y salió de el ascensor…giro a la esquina de el pasillo llegando a su apartamento al final de el pasillo oscuro, sacó la llave de su bolsillo y puso la llave en la puerta corrediza lentamente…y justo al estar a punto de abrir la puerta de nuevo puso la mano en uno de sus bolsillos y quito la llave de la cerradura al ver a alguien muy conocido para el mismo en su apartamento.




YunHo: cuando vas a renunciar a esto YooChun?



YooChun salió del lado oscuro del pasillo, caminó hasta quedar cerca de YunHo mientras ponía sus brazos frente a su pecho, se detuvo detrás de YunHo y dijo en voz tranquila.




YooChun: nunca YunHo.



YunHo: * suspiró y tomó de sus gafas de vuelta para hacer frente a YooChun *



YooChun: voy a decirte la milésima vez... no me interesa.



YooChun: y yo te diré una milésima vez mas…no renunciare.




YunHo miró fríamente a YooChun, suspiró y volvió a caminar rumbo a su apartamento, se quedo justo frente a la puerta de su apartamento y cuando estaba a punto de cerrar la puerta YooChun tomo la mano de él y llamo a YunHo…idiota…



YunHo: **trato de alejarse lo más posible de el** -no puedo más…
YooChun * viendo a YunHo con dolor en sus ojos *- yo no me detendré hasta que hablemos.



YunHo: maldición YooChun no hay nada que hablar!!!!



YooChun * agitando su cabeza, mientras mantiene herméticamente en la puerta cerrada*: no puedo...sabes que no la amo...por favor permíteme pasar



YunHo vio que YooChun tenía hinchado los ojos, sabía que si lo miraba más no sería capaz de retener las lágrimas que querían salir de sus ojos…


YunHo estuvo fuera todo el día, trabajando duro, regresando por la noche a su apartamento para que pueda poder ir a la cama y dormir, ahora porque él no estaba cansado? Maldición el no es capaz de detener las lágrimas y eso hace que sienta más dolor.


YunHo trato de alejar las manos de YooChun de las suyas, insistentemente y ahora cansado de tratar de que los dedos de el dejen de tocarlo, lo ponía nervioso, pero ahora YooChun tomo su mano libre dándole un cálido calor y sintió sus manos temblar, se sintió tan débil, YooChun al fin tuvo la oportunidad y empujó la puerta facilitándole la entrada, YunHo retrocedido unos pasos y trato de sonar fuerte con una voz aguda pero ya quebrada, no había logrado nada…. YooChun ahora cerró la puerta con la llave, la bloqueó...y ahora se despojaba de alguna de sus ropas



YunHo suspiró para luego ver los ojos de YooChun que no paraban de expulsar gotas de agua saladas…Camino más cerca hasta sentir el calor de sus cuerpos, deslizo hacia abajo una de sus manos y la puso en la cintura de el menor luego beso sobre los ojos a YooChun para que el vea con satisfacción lo que él hacía, ahora el miro profundamente a YooChun mientras este levantaba la malo y suavemente tocaba la mejilla de YunHo mientras la acariciaba con su pulgar en la suave piel del chico más alto,
YunHo sintió que las lágrimas salían de sus ojos, YooChun lo tomo de la mano y ambos se recostaron sobre la ventana que mostraba toda la ciudad de Seúl…las luces de los coches, el pequeño aeropuerto, todo.



YooChun estaba mirando a YunHo desde su lugar y entonces caminó lentamente hacia él, YunHo pudo escuchar los suaves pasos que se acercaban, pero quería huir de ahí, corrió hacia su habitación hasta que sintió el bloqueo de YooChun….se sintió aun más cansado de huir, quería salir y dejar atrás a YooChun…no lastimarlo…pero él también estaba tan herido como el otro , no quería lastimar a YooChun, YunHo tragó saliva al sentir que sus ojos brillaban comenzando a surgir las lágrimas y luego suspiro cansado sin hacer ningún ruido…luego sintió que YooChun rodeaba con sus brazos su cintura y su cabeza quedaba justo en el medio de su cuello y hombro , YunHo cerró los ojos al sentir que su corazón latía tan rápido, también podía sentir los latidos fuertes de YooChun por la espalda. Se quedaron en esa posición por unos segundos hasta que YooChun hablo con voz débil.




YooChun: Yunni recuerdas?... recuerdas nuestra primera fecha?? –

YunHo no dijo nada… seguía estático...

YooChun: fue el 25 de diciembre... la noche de Navidad.... el mejor día por toda mi vida... que jugamos con bolas de nieve.... también hicimos el hombre de nieve...

YunHo apretujo los labios tratando de no sollozar como un triste YooChun

YooChun: ... no teníamos como poner la zanahoria como nariz ya que no la había por ello todos fuimos al mercado... entonces pusimos la tierra en la nieve y luego ambos miramos el cielo en busca de un rayo de sol…bebimos el chocolate caliente... y en esa noche... te enseñe cómo es el amor.... te enseñe verdad? ¿Cuál es la diferencia entre hacer el amor y tener sexo?? ... ...


Nunca olvidaré ese día ... esa noche ... Y nunca olvidare todas las noches juntos ... cada parte ,cada palabra que me dijiste ... Yo todavía recuerdo que ... cuando te besaba yo decía que ... tus labios sabían a azúcar ... cuando te abrazaba ...tu solías decir... que quisieras que el mundo se detenga aquí, donde podemos estar así y que nadie puede alejarnos .... Cuando te miraba a los ojos... tu solías decir…..quisiera verme reflejado en ellos por toda la eternidad...toda mi vida entera...




YunHo estaba haciendo su mejor esfuerzo para no llorar en voz alta, incluso el mismo no pudo detener sus lagrimas… pero él no quería que YooChun lo escuchase….pero si podía sentir a YooChun llorando con el corazón, cada palabra dicha por YooChun lo mataba, su corazón estaba siendo cortado con un cuchillo, intentó separarse de YooChun…porque sabía que el lloraba detrás de él debido a los sentimientos que sentía en ese momento


Sabía que YooChun fue herido tantas veces por el debido a su frio trato antiguo, pero él no podía mantenerse cerca de él después de que él sabía de la enfermedad en su cerebro y que sus días eran pocos, y no sabía cuando él iba a morir y no quería ver a YooChun morir, que es la razón por la que él ayudó a la mama de YooChun para obtener una buena chica para que lo olvide…pero no puede ni siquiera….dejarlo.



YooChun seguía hablando hasta que YunHo no pudo aguantar más y grito



Yunho: YA BASTA!




YooChun se sorprendió al sentir la separación brusca por parte de YunHo a lo que luego atino a pedirle no dejarlo ser abrazado a gritos…..-YUNHO POR FAVOR…NO….NO SALGAS….DEJAME ABRAZARTE…POR FAVOR…TE LO RUEGO…-rogo-
Las lágrimas ahora salían inevitables de los ojos de un adolorido YooChun




YunHo intento varias veces tener alejadas las manos de YooChun de el…pero no funcionaba ya que luego oyó a su amante llorando desconsoladamente mientras caía al piso… YunHo dejo de gritar al ver a su bebe llorar, simplemente ya no podía actuar más frío con él y lo único que atino al hacer es abrazarlo por detrás mientras ambos lloraban….


Lo abrazó fuertemente aun llorando sobre su hombro mientras YooChun no podía dejar de hacerlo
YunHo froto suavemente su mano en el pelo negro YooChun tratando de alejar el llanto de él.



Después de 30 minutos YunHo y YooChun estaban en la habitación, en la cama de YunHo…siendo tapados por un cobertor blanco…YooChun abrazo a YunHo mientras este besaba cada parte de su cabello, su rostro, su pelo, su frente, los ojos, nariz y especialmente sus rosados labios.


YunHo espero hasta poder dormir luego para despertarse mañana por la mañana e ir a trabajar y no molestar a YooChun mientras dormía, pero para YooChun ... el nunca prometió dormir por lo que no dejara salir a YunHo de esta cama hasta la mañana siguiente.


Todas las habitaciones en el piso estaban oscuras, incluyendo la de YunHo, que se iluminaba con la suave luz de la luna. YooChun estaba mirando en el espejo en el armario en frente de la cama, donde podía ver su posición y le agrado tanto que rio para sí mismo…pero él sabía que jamás podía volver a esta noche por lo que pensó que él debe tener todas las cosas que quiere antes de que esta noche llegue a su fin.


YooChun levanto lentamente la cabeza mientras estaba todavía YunHo besando su rostro y él esperó hasta YunHo besó sus labios y con su brazo derecho hizo círculos alrededor del cuello de YunHo y profundizó el beso, YunHo abrió sus ojos y trató de alejar a YooChun pero YooChun estaba seguro de sí mismo así que comenzó a lamer y morder la parte inferior de los labios de su amante suavemente, YunHo estaba tratando de hablar pero no podía por lo que trato de empujarlo más y al abrir la boca para hablar YooChun fue más rápido y tomó la oportunidad para deslizar su lengua y saborear cada parte de esa cavidad mientras degustaba la boca de su amante haciéndolo temblar y gemir.



YunHo: YooC ... ... mph.



YooChun besó a YunHo apasionadamente saboreando cada parte de su boca…sonsacándole jadeos a su niño que ahora tenía la mente en blanco ,después de unos segundos ya no podía más que reír a lo que luego comenzó a besar a YunHo de manera hambrienta, YooChun gimió y sonrió mientras los besaba tratando de profundizar ese dulce martirio.


YunHo empujo a YooChun sacando la lengua de su boca…mientras YooChun lamia su labio inferior recordando esa boca, los labios que aun lo volvían loco


YooChun quedo sin aliento, pero no quiso retirarse, él trató de tomar algún respiro, valiéndose de su nariz, pero fue tan duro que YunHo le obligue a retirarse a respirar, YooChun miró a los ojos de YunHo, jadeo… entonces saco los brazos de YunHo y empezó a vestirse YunHo se paro frente a él y lo tomo por el cuello de la camisa para luego empujarlo hacia el piso…ahí deslizo su rostro en el cuello de YooChun, beso suavemente su piel, YooChun levanto la cabeza y cerró los ojos sintiendo el suave roce de labios que extrañaba mucho en su cuello…YunHo lo beso lamiendo la manzana de Adán, YooChun gimió suavemente mientras deslizaba sus dedos en el pelo marrón oscuro de YunHo y lo mantenía firme en el, lentamente YunHo marco en el lugar más sensible del cuello de YooChun entre su cuello y hombro… marcó como lo solía hacer, YooChun gimió suavemente el nombre de YunHo…su corazón latía muy rápido, YooChun deslice suavemente su mano lejos de su camisa para desabrochar la de YunHo y luego la tiró lejos, YunHo empezó a besar la clavícula de YooChun para luego aspirar en ella suavemente puso su mano sobre el pecho bien formado de YunHo sintiendo ansias de hacerlo suyo,…YunHo se sentó sobre él y lentamente comenzó a moverse hacia abajo para darle en el pecho húmedos besos, YooChun se movía su cabeza de lado a lado, mientras los dedos de YunHo producían en él un ”toque mágico“…cerró los ojos y el gimió…YunHo besó a YooChun moviéndose desde el estómago hasta su ombligo y lamió a su alrededor , luego se trasladó a sus tetillas y los miraba hambriento, YooChun lentamente abrió y observo a YunHo que movía sus manos suavemente sobre el pecho y que jugaba con sus manos sobre aquellos ya rígidos puntitos.


YooChun estaba gimiendo fuertemente mientras YunHo lo miraba tímido pero ello no dejo de que el mire a YooChun mientras se inclinaba y tomaba la tetilla derecha con la boca y la succionaba maniacamente, con la otra mano jugaba con la otra tetilla, YooChun solo podía gemir de placer a lo que luego grito lleno de excitación, YunHo siempre le hizo sentir mareado y loco por sus caricias



YunHo siempre fue el que más placer dio a YooChun pero este quería darle las gracias por cada pequeña cosa que hizo con él…cada cosa en la que ambos se daban cuenta de su amor por el otro…
YunHo luego deslizo sus manos por el cuerpo de YooChun y desabrocho sus pantalones, luego él se dio cuenta de que su amante estaba completamente excitado ya que sintió lo rígido de su tetilla…. succiono sobre la tetilla, para que a la que atendí este tan rígida como la que succionaba...


YooChun gimió mientras su amante desabrochaba su pantalón y los sacaba fuera a lo que luego YunHo sintió que YooChun jaloneaba su pelo…lo miro extrañado… insistentemente alejaron ambos la sabana que estaba sobre sus cuerpos… YunHo ayudo a que la sabana salga de sus cuerpos dándoles patadas….


Ambos se miraron mientras ahora YunHo estaba en la parte inferior y en la parte superior YooChun, YunHo no dijo nada y sólo miró YooChun que se inclinó y tomó los pezones de YunHo en su boca, mientras veía a YunHo cerrar los ojos excitado completamente… YunHo gimió al sentir el trabajo que hacia YooChun en sus pezones, los lamio y luego los pezones se endurecieron de una…YunHo deslizo los dedos por el pelo negro de YooChun el gemía suavemente su nombre
Continuara….

Don’t cry my lover cap 1

Dolor. Lo único que podía sentir en ese momento era un profundo dolor. A su alrededor todo era negro. El joven Shim Changmin lloraba silenciosamente, unas cuantas personas vestidas de negro lo rodeaban, pero se sentía solo. Frente al castaño, había cuatro lápidas de piedra.

“Familia Shim”

Fuera del cementerio, un grupo de policías se encontraban discutiendo con un señor.
-¿Tengo que hacerme cargo del niño?- Preguntó furioso el hombre alto, de más o menos 30 años, su cabello negro como el carbón
- Lo sentimos mucho Sr. Shim, pero usted es el único familiar que puede hacerse cargo del chico ahora. Al menos hasta que cumpla la mayoría de edad y termine la escuela.- le dijo una agente, que miraba con lástima en dirección al jovencito que aún lloraba mirando las lápidas.
- Está bien. Cuidaré del crio.

Shim Changmin no se sentía solo. Estaba solo.

Hace tan sólo unos días había cumplido por fin sus 16 años. Estaba tan feliz. Por fin podría optar a sacar una licencia, y también tendría la edad para encontrar un trabajo de medio tiempo para ayudar a pagar los gastos de la casa. Como era costumbre, el junto con sus dos hermanas y sus padres salieron de paseo. Había sido la mejor semana del año.

Pero nada podía ser tan perfecto. En un abrir y cerrar de ojos, un camión perdió el control del vehículo, estrellándose violentamente contra el pequeño Toyota que manejaba su padre. Se habían volcado, Changmin salió disparado por la puerta, y calló en el pavimento torciéndose un tobillo. Cuando levantó la vista, todo era negro y … rojo.

Fuego…

- ¿En qué estado está ahora mi sobrino?-Preguntó - ¿Sufrió algún daño?
- El muchacho sufrió sólo lesiones leves y quemaduras de menor grado. El seguro lo cubre todo.-Respondió el policía.
- Esas son buenas noticias.- Y no lo decía por el castaño, lo decía por su billetera.

Sólo se salvó él… ¿Por qué?

No había podido salvarlas…A sus hermanas. Recordaba que al sentir el impacto de su cabeza contra el suelo, se mareó. Levantó la vista y todo era borroso. A penas entendió lo que pasaba, el pequeño había corrido al rescate de sus padres, pero ellos le rogaron que salvara a las menores. Lo intentó. De verdad hizo todo lo que pudo. Había logrado sacar a su hermana menor, lo que le costó unas cuantas quemaduras en su rostro y brazos, y un esguince en la muñeca. Pero todo fue en vano, la chica murió en el hospital antes de poder ser atendida.

Y ahora sólo quedaba él…

-Vamos, sube al auto- Le dijo de mala gana el caballero.
-Si tío.- respondió con su voz grave, seca, sin sentimiento alguno. Se sentó en el asiento del copiloto, mirando por la ventana.
- ¿En qué curso vas? Hace años que no me cruzaba contigo, la zorra de tu madre jamás me dejó verte. La última vez tenías 12 años.
- Voy en segundo año de enseñanza media.- respondió cortante. Se mordió el labio inferior para reprimir todo lo que quería decirle al hombre.
- Urg, y tendré que pagarte la colegiatura.-

El resto del viaje fue en silencio. En poco tiempo llegaron a la casa del menor, allí ya estaba la policía desalojando todo. El Sr. Shim salió del auto y recogió las pertenencias de su sobrino. Cuando hubo metido todo al maletero partieron rumbo al desde ahora nuevo hogar de Changmin. Su tío era dueño de un famoso restaurante y poseía una cadena de hoteles también, por lo que el pequeño no se sorprendió cuando llegaron a una gran casa ubicada al lado derecho del famoso restaurant.

-Baja tus cosas mientras yo le aviso a mi señora.- Ordenó de mala gana el mayor
-Si…- Respondió, y se bajó del auto para luego sacar sus cosas del maletero.

<<.¿Un qué…?.>>

El joven Jaejoong abrió sus ojos con espanto ante las palabras de su madre. - ¿Cómo que un hermano? ¿Estás embarazada?
-No estoy embarazada cielo, pero...Si…tendrás un hermanito. Hijo, desde ahora Changmin vivirá con nosotros.- Le dijo la mujer, sus ojos llorosos y su voz quebradiza.
-¿Porqué? ¿Quién es ese chico?- Preguntó el rubio.
- Shim Changmin, es tu primo.- Le dijo- Es el hijo mayor de tu tío. ¿Recuerdas? El hermano de tu padre, el esposo de mi mejor amiga...
- ¿Y ella no lo sabe cuidar acaso? Ni idea que tenía un primo… Y sabes muy bien que ese hombre no tiene nada que ver conmigo. ¿Porqué no se hace cargo de su hijo y nos deja en paz?- preguntó con odio en cada palabra que pronunciaba.

Odiaba a esa mujer. La mejor amiga de su madre era una zorra. Sabía perfectamente todo lo que había ocurrido antes de que su mamá decidiera casarse con su ahora padre. En ese entonces Jaejoong sólo tenía2 o 3 años de edad. Su madre lloraba todas las noches por aquel hombre, aquel con el cual se casó su supuesta mejor amiga. Y siguió así hasta que cumplió los 14, y ella se casó con el Sr. Shim, hermano de su amor de joven.

-No hables así de ella, no ahora que está muerta. Por favor…- Lloró. Lloró desconsolada ante la pérdida de su amiga, a la cual seguía queriendo a pesar de todo.
- ¿Qué….? Mamá no estoy entendiendo.
- Tu tío, tu tía y tus dos primas murieron en un accidente. Sólo el pobrecito de Changmin se salvó… Tu padre es el único pariente vivo que le queda…-
- No es mi padre.- Se quejó.
-Shim Jaejoon—
- KIM Jaejoong, mamá. Ese hombre jamás será mi padre, jamás. Yo voy a llevar siempre tú apellido, el que me diste cuando nací, sin padre.

También lo odiaba a él.

-Mi amor…
-Mamá, ese tipo no me trata como se debe tratar a un hijo.

Toc Toc. Llamaron a la puerta. Ambos se quedaron en silencio, y de pronto dos figuras entraron a la habitación.

-Min…Ven pequeño.- Dijo la señora corriendo para abrazar al castaño que acababa de llegar, el chico le devolvió el abrazo con gusto, era la mejor tía del mundo, siempre lo trató muy bien y era la mejor amiga de su difunta madre.- Lo siento tanto mi cielo…-

Lo cierto es que la Sra. Kim era también su madrina. La había dejado de ver al tiempo que ella se casó. Ella siempre le estaba mandando regalos, buenos deseos, y de vez en cuando se juntaba con su madre a platicar horas y horas en la sala. Intentó no llorar ante los felices recuerdos, y miró a su alrededor. Divisó un chico, pero no tenía buena cara.

- Desde ahora vas a vivir con Jaejoong.- Dijo la voz de su tío.- El es tu primo, no se conocen porque no era parte de la familia hasta hace unos cuatro años más o menos.
- Si, mira Changmin, ese es mi hijo.- Lo soltó y apuntó a Jae, haciéndole señas para que se acercase.- Tiene 18 años, es un poco mayor que tú, pero espero que se puedan llevar bien.- le dijo acariciando el cabello del menor.

El rubio lo miraba con recelo, y lo examinaba con cuidado. Changmin era alto, se atrevería a decir que un poco más alto que él. Tenía el pelo castaño y sólo unos cuantos cabellos cubrían su frente. Tenía orejas grandes, sin perforaciones. Ojos oscuros, ahora llorosos, también tenía ojeras, una nariz perfecta y labios delgados y resecos.

-Jae, quiero que le enseñes a Minnie la casa mientras que tu padre y yo salimos a arreglar todo este asunto del traslado. Quizás lleguemos algo tarde, así que por favor asegúrense de comer algo antes de irse a la cama.
- Si mamá.

Los dos adultos salieron de la habitación. Changmin observaba al rubio como si fuese de otro mundo. ¡Era hermoso! Sus cabello rubio, sus orejas estaban perforadas, la derecha con tres aretes, sus ojos eran oscuros, sus labios rosados y gruesos. Tenía la piel clara, era delgado y con sus brazos bien trabajados.

-Mira, no me hables, no me toques, no te me acerques, y vamos a poder llevarnos bien. Tu cama está allí, el baño, por el pasillo la segunda puerta a la izquierda, la cocina bajando las escaleras, y la puerta de salida ya la conoces.

Con eso, el bello chico salió de la habitación.



Ya llevaba dos semanas viviendo con su nueva familia, y nada podía ser peor. Su tío siempre lo había tratado pésimo, pero jamás se espero que su primo fuese tan frío y lejano con él. No lo trataba mal, no lo golpeaba, pero no se le acercaba, le respondía cortante, y siempre lo estaba llamando mocoso. No entendía por qué, pero tenía la impresión de que el rubio lo odiaba. La única que realmente lo quería era su tía la Sra. Kim, pero para su desgracia, ella trabajaba todo el día.

Su vida en el colegio tampoco era la mejor. Nuevos alumnos, nuevos maestros, nuevo todo. Nada le estaba saliendo bien. No tenía ganas de estudiar, y todo el mundo le preguntaba acerca de su familia. Sus notas eran terribles. Antes del incidente sólo sacaba buenos promedios, pero ahora todos eran bajo el 4.0. Encima, en año estaba por terminar y probablemente repetiría…

-¿Qué es esto?- Gritó enojado el Sr. Shim. – Te llamé a mi estudio para discutir ESTO- Dijo mostrándole al pequeño su informe de notas hasta el momento.
-Mis notas…No…
- Mira niño, te matriculé en el mejor colegio de por aquí, y quiero que lo hagas valer. ¿Entendido?
- Mi cielo. A mí me trasladaron de escuela cuando pequeña, allí conocí a tu madre. No me iba bien porque no conocía el modo de trabajo y estaban un poco más adelantados, pero tu mamá siempre me ayudó.- Dijo su tía.
-Lo siento mucho… Yo—
-Mi amor, tranquilo- Lo cortó la mujer.- Si te complica mucho podemos pedirle ayuda a Jaejoong.-
- Eso es una buena idea- Comentó el Sr. Shim
-¡Jae, cariño! Baja al estudio de tu padre.

En unos pocos segundos el rubio entró a la habitación, quejándose mentalmente. ¿No iba a entender nunca su madre? ¡Seguía y seguía diciéndole que aquel tipo era su padre!

-¿Qué pasa? Mamá tengo tarea que hacer y luego tengo que ir al tra—
- No te quitaremos mucho tiempo Joongie. Queremos pedirte que por favor ayudes a Changminnie. El pequeño no está en su mejor momento y necesita que le ayudes con los estudios.
-Claro má.

Los dos chicos subieron el silencio, y cuando llegaron, el rubio cerró la puerta de la habitación.

-¿Malas notas, eh mocoso?
-Si…-Respondió cabizbajo.
-Mira, te voy a responder una pregunta al día. En el colegio no te me acerques, no quiero que sepan que estamos relacionados. No soy tu niñera ni nada por el estilo. ¿Entendido?

Changmin asintió.

Desde ese día nada parecía mejorar. Jaejoong nunca estaba y solo de vez en cuando le respondía de mala gana, y eso era por lo general cuando estaban sus padres en casa. Pasadas las 5 de la tarde el rubio se hacía humo, salía y no volvía hasta las 9 de la noche.



22:00 PM, habitación de los chicos

Casi un mes viviendo allí. Era bastante tarde, por suerte mañana era sábado y no habría clases. Últimamente los fines de semana eran su momento favorito de la semana. De todos modos, estaba recostado boca abajo sobre su cama –que estaba al lado de la de Jaejoong- concentrado haciendo la tarea, no entendía muy bien. Aún permanecían frescos en su memoria los recuerdos del incidente, y le era difícil conciliar en el sueño, concentrase, y como si pudiese ser aún peor, las materias que estaban pasando eran más avanzadas que las que pasaba en la escuela a la que asistía antes. Pronto se le acabaría el semestre, y su promedio no le alcanzaría para pasar de curso si sus notas no mejoraban en los exámenes. No al paso que iba.

-¿Haciendo la tarea?- Preguntó una voz tras él.
-Si…- Respondió tímidamente, rara vez el rubio le hablaba de buena forma.
- ¿Y mamá…?
- Salió con mi tío a cenar, llegan tarde.- Respondió, su voz agria al mencionar al hombre que lo había “acogido”.
-Oh…Ya veo.-

Caminó con pesadez y se recostó en su cama. Miró al pequeño que hacía su tarea, y se veía realmente complicado. Le sorprendía mucho lo responsable que era. Sabía que no era idiota. De las pocas cosas que le explicaba todas las entendía a la perfección.

El chico tampoco era tan malo…Como persona. Changmin era increíble y aterradoramente respetuoso, obediente, y maduro. Desde que llegó a vivir a la casa, jamás le ha faltado el respeto. Siempre lo trataba como ‘Hyung’, no le hablaba de mala manera, lo saludaba, le daba las buenas noches, se ofrecía cocinar, cuando quería ayuda primero le preguntaba si estaba muy ocupado o si necesitaba algo. También le daba las gracias aunque no se las mereciera, le dejaba recados y siempre, siempre encontraba todo lo que se perdía. Era el hijo y el hermano que todos desearían tener.

Pero lo odiaba. Era una de las causas de que su madre tuviese que tomar pastillas todos los días, porque era hijo de esos dos, la mejor amiga de su madre y el hermano del Sr. Shim.

<<.¿Qué es ese ruidito?.>>

Lo miró otra vez, para cerciorarse de que el ruido que escuchaba provenía del menor… Estaba llorando. No le extrañó mucho, había estado sollozando todo el día.

-¿Mocoso, estás llorando?- Preguntó sin darse cuenta. Aunque le costara, muy en el fondo de corazón estaba preocupado.
- N—No yo…- Intentó secar sus lágrimas y luchar contra el hipo-
-Oye… ¿Qué tienes? – Se acercó hasta donde estaba el menor, y se sentó en la cama a su lado, tratando de ver bien su rostro, el cual mantenía oculto.
- No es nada Hyung.- Mintió.
- Oye, si no me dices que te pasa y mamá se entera me vas a meter en un lío bien grande. Suéltalo ya mocoso.
- Hyung, no quería molestarte, lo siento mucho… Es sólo que esto me supera…- Mintió otra vez, pero para Jaejoong sonó lo suficientemente convincente como ara dejar de insistir.
- A ver, ¿Qué estás estudiando?- Preguntó fastidiado, aunque muy en el fondo si quería ayudarle un poco.- ¿Biología? No te estudies eso, no entrará en la prueba. Apréndete lo que es Mórula, Gástrula, y esas cosas. Ahora deja de llorar y ponte a trabajar.
- Si…Gracias- Le sonrió con ternura.

Esa noche, Jaejoong no pudo dormir bien. Algo le decía que ese pequeño no era de los que soltaban todos sus males a cualquiera, más bien, era de esos que todo se lo guardaban. Se quejó internamente, y se dio media vuelta en su cama. Ya eran las tres de la mañana y aun seguía muy despierto. Miró hacia la cama del menor, y allí estaba…Dormido como un angelito, pero por alguna razón, estaba llorando….



You are for me cap 1

TE DETESTO!

Los días soleados en Seúl durante sus cálidos veranos atraían cantidades importantes de turismo, y eso por supuesto era bueno para la cadena hotelera más importante de toda Corea, la Franquicia Park, presidida por la elegante Jo Nang Park, heredera líder de personalidad imponente, sagaz e inteligente. Su esposo falleció hace cuatro años en un accidente automovilístico, del cual ningún miembro de la familia ha hablado más.

Un joven de 22 años corría a toda prisa por su habitación, vistiéndose con unos jeans, playera y calzado cómodo, guardando en su bolso el pulcro uniforme de su trabajo. Es alto, delgado, de facciones atractivas, ojos color marrón y su cabello de color castaño lleva un corte moderno que resalta su personalidad juvenil.

- hyung, quieres darte prisa, llegaremos tarde… - una voz masculina vino desde la estancia…

- ya voy… - y un minuto después salió a encuentro de su hermano menor… - vamos, vamos… - apuraba con una sonrisa…

- hijo, ni siquiera desayunaste… - una mujer de 40 años, estatura promedio y cabello oscuro, con el semblante cansado le sonreía de medio lado….

- mamá, no te preocupes, siempre puedo comer algo en el restaurante del hotel… - le besó la mejilla después de que su hermano lo hiciera, y luego ambos chicos salieron y montaron en la moto del mayor de los dos… - no hagas nada que requiera esfuerzo, Syana debe estar por llegar (una joven que ayuda en los quehaceres domésticos y cuida de ella cuando ellos no están), y Min volverá por la tarde, cierto?...

- sí, no queremos un susto como el del mes pasado, mamá… - el joven de 20 años, más alto que su hermano, cabello negro corto, ojos oscuros y porte intelectual, apoyó la petición del otro hacia su progenitora…

- sí, sí, lo prometo, ahora váyanse ya o llegarán tarde… - despidiéndolos con una sonrisa, So Lyn Kim vio partir a sus hijos, ellos quienes son su motivo para luchar contra ese mal congénito de su corazón… - Junsu, ChangMin, estaré con ustedes lo más que me sea posible, pero sé que mi corazón es cada día más débil… - su mano en su pecho, una lágrima resbalando por su mejilla…

Junsu, ése es el nombre del mayor de los Kim, hace cuatro años le detectaron a su madre una enfermedad cardíaca que ha ido consumiendo lentamente su vida, los tres saben que si no le dan un trasplante pronto, un día simplemente su corazón dejará de latir. Por eso es que desde entonces So Lyn está en la lista de espera de donación, y también desde aquél fatídico día el castaño ha estado trabajando arduamente y ahorrando con la fe de que la donación se efectúe y le pueden realizar la operación a su madre.

Sintiéndose responsable por su hermano mejor, Junsu no le ha permitido abandonar los estudios, aún cuando él mismo tuvo que hacerlo años atrás. Pero ha asumido el rol de cabeza de familia, y que Min termine la carrera de medicina está entre las prioridades a cubrir. Por ello es que él trabaja todo el día, cubriendo dos empleos, uno en el Hotel Park, perteneciente a la Franquicia Park.

El castaño frenó en la entrada de la Universidad de Seúl.

- que tengas buen día… - sonriendo alegremente, deseó a su hermano…

- tu también, hyung… - el casco dejado… - procura no enfadarte tanto hoy…

- enfadarme, con quién?...

- tu sabes bien de quién hablo… - y antes de que el mayor pudiera decir nada, el menor dio la vuelta con el bolso al hombro y se dirigió a donde un compañero lo esperaba…

- yo no me enfado, soy todo carisma y simpatía…- se decía a sí mismo, en tanto ponía en marcha su moto y emprendía camino a su trabajo… la imagen de un chico en su mente… - ay, ojala enferme de gripe y no le vea hoy, hace que me duela el estómago nada más verlo.

……………………………

- debes estar ahí a las 4 de la tarde…

- madre, con cuántas mujeres más piensas citarme… - cuestionó con una sonrisa socarrona y una ligera molestia hacia su madre… - ya te dije que no me interesa… - el joven de 23 años, alto, delgado, ojos oscuros como la noche, labios sensuales, cabello azabache ligeramente largo y porte seductor; estaba sentado al otro lado del escritorio desde donde Jo Nang dirige los negocios familiares…

- no cuestiones mis decisiones, Park Yoochun, hasta que no tengas una relación formal, seguirás teniendo citas así sea a diario… - habló con voz fuerte, dejándole claro a su hijo que aún es ella quien manda…

- no importa cuántas chicas hermosas me presentes, nada cambia lo que soy… - haciendo caso omiso de las palabras soltadas con molestia por parte de su madre, el pelinegro abandonó la oficina en lo más alto del Edificio, prefiriendo dar inicio a su aburrida rutina de supervisión…

Subió al ascensor y pulsó el botón de la planta baja, cuando llegó y las puertas se abrieron salió hacia el elegante vestíbulo con un piso impecable de mármol, algunos muebles a disposición para confort de los clientes y personal amable que saludaba y atendía según fuera el caso, ya que en ese Hotel la planta baja se trata de un Restaurante, uno de los más afamados de la ciudad. Y fue justo ahí a donde se dirigió en primer lugar, pasando por entre las mesas donde comensales conversaban de quién sabe exactamente qué cosas, había personas locales, pero también extranjeros, lo que remarcaba la popularidad de que goza la Franquicia Park; y en tanto él saludaba cordialmente con una reverencia a todo aquél que le miraba y dedicaba una sonrisa; el chico de cabellos castaños batía la mezcla para un cake en la cocina del restaurante…

- hoy ha sido una buena mañana, y será un día estupendo si no lo veo… cómo puede un chico tan ególatra como él tenerlo todo en bandeja de plata, ni siquiera creo que lo merezca, seguro que nunca ha tenido que trabajar por nada, o sea, qué de complicada o agotador puede ser pasearse por todos los negocios de su familia solo para ver con sus propios ojos que todos hacemos nuestro trabajo…

- eh, Junsu, yo creo que la mezcla está más que uniforme… - lo interrumpió un chico de linda sonrisa, alto, atractivo, cabello castaño y ojos claros, un año menor que él, trabaja medio tiempo ya que está terminando sus estudios, su nombre: Lee Seung Gi.

- ups… - sonrió el castaño enseñando la lengua en tono infantil, mirando la mezcla más uniforme de toda su carrera como repostero. Vació el contenido en un molde y lo metió al horno…

- es realmente curioso… -

- el qué…

- que nadie haga postres tan exquisitos como tú, pero seas un fracaso en los platillos… - el castaño simplemente se encogió de hombros, él tampoco se podía explicar eso, pero era verdad… - supiste la nueva?

- creí que estudiabas medicina, no periodismo… - bromeó el castaño…

- oye, no es que yo ande por ahí de chismoso… - se defendió el chico de ojos claros…

- si tú lo dices… - le sonrió con sorna, realmente Lee siempre conseguía enterarse fácilmente de todo, en ocasiones aún antes que el resto del personal… - bueno, qué nueva… - cuestionó con interés, terminando de decorar un pastel…

- el hijo menor vuelve a la ciudad y se integrará a la administración del hotel…

- Park Yoo Hwan, el hermano menor del patán?

- shh… - le mandó callar, mirando hacia todos lados, esperando que sus compañeros no hayan escuchado, o peor aún, que el propio Yoochun ande por ahí… - que no temes que un día te escuche, podrías perder el empleo…

- pero si rara vez pasa por aquí, se limita a ver la gente en las mesas y luego pasa de largo hasta la oficina del chef en jefe, nunca se involucra con el resto de los empleados…

- sí, pero…

- puedo perfectamente decir que Yoochun es un… - se agachó en busca de los ingredientes que necesitaría para seguir en su labor… - ególatra, engreído, creído, manipulador…

- Junsu… - Lee trataba de callarlo, pues veía venir al pelinegro por el pasillo observando a los demás trabajar…

- patán, hijo de mami, todos los sinónimos que encuentres para lo que acabo de decir, es más… - sus manos dejando algunos recipientes e ingredientes en la mesa, pero aún sin levantarse… - te apuesto que es incapaz de hacer algo por sí mismo…

- Junsu, cállate ya… - el chico de ojos claros bajó las manos para tratar de taparle la boca, pero el castaño se paró dando la espalda hacia el pasillo, el pelinegro estaba a cosa de un metro de distancia de ellos…

- deja, Park Yoochun es un cretino mujeriego que tiene citas todos los días con una chica diferente… - el chico de ojos claros le miró con espanto…

- si quieres te puedo dar el número de alguna… - el castaño brincó en su lugar cuando escuchó esa voz, conoce bien ese tono seductor… - porqué, tal vez ni él lo entienda aún… -

- mierda!... – soltó por lo bajo mientras se daba la vuelta y ponía su mejor sonrisa, o arreglaba eso o se quedaba sin empleo, y no podía darse ese lujo… porqué no se había quedado callado?

- así que crees que soy un cretino mujeriego… - el pelinegro llevó su vista a la placa de identificación a la altura del pecho de lado derecho para leer el nombre de ese atractivo chico que todos los días observa de reojo durante sus recorridos… - Kim Junsu… - pensó, su mirada clavada en la del castaño…

- esto, yo… - aclaró la garganta… - no hablaba de ti, de usted… - se corrigió rápidamente… - Señor, hay muchos Park Yoochun, sabía, y el otro día conocí a uno en un bar, y… se puso a contarme de sus conquistas como si fuera una cosa extraordinaria y… - obligaba a su mente a pensar en algo creíble que le salvara el pellejo…

- olvídalo, eres malo mintiendo…

- eh?... – ahora sí, la había hecho buena, dónde demonios encontraría un buen empleo como ese?

- pero no voy a despedirte… - el castaño suspiró… - tus postres son muy populares entre los comensales, sin embargo, no quiero volverte a escuchar hablando de mí, realmente no me conoces… - mirándolo con seriedad, el pelinegro agregó… - limítate a hacer tu trabajo y habla menos… - dio la vuelta y siguió su recorrido, sintiendo una molestia extraña en la boca de su estómago, sí, le molestaba que ese chico en específico pensara así de él…

- ay, como lo detesto, y todavía se ofende, como si fuera mi culpa que sea como es… - volviendo a su trabajo, el castaño pensaba, con el ceño fruncido y un dolor de estómago que solo Yoochun era capaz de generar en su persona…

- en una de esas realmente perderás el empleo, y no puedes darte ese lujo, Junsu… - señaló con seriedad el chico de ojos claros…

- tienes razón… - suspiró… - es solo que… - gruñó, amasando con fuerza la harina… - no lo puedo evitar… lo envidio tal vez… -murmuró, sus ojos adquiriendo una opacidad que solo pocas veces se permitía expresar…

- por tu mamá?...

- sí, supongo que quisiera poder disponer de dinero en grandes cantidades como él, así no estaría tan preocupado por conseguir dinero para la operación de mi madre…

- y qué hay sobre la donación?

- aún nada, la lista es larga, los donadores pocos…

……………………………

Aeropuerto de Boston, Massachusetts.

Dos chicos a bordo…

- qué harás llegando?... – un joven de 24 años, cabello teñido en rubio, rasgos orientales, cuerpo de modelo y ojos oscuros que en ocasiones parecen muy fríos, se sentaba de lado de la ventanilla…

- supongo que instalarme en el departamento…- un chico de 23 años, tez morena clara, cuerpo atlético, rasgos orientales, ojos oscuros muy cálidos, sonrisa segura y cabello castaño oscuro corto, terminó de colocar un pequeño bolso en los cubículos a disposición, luego se sentó a lado de su amigo…

- y después lo buscarás?...

- no lo sé, Jae, es lo que más quisiera, pero temo que no quiere verme ni en pintura… - respondió con voz triste, jugando con un medallón en su mano…

- Yunho, si aún amas a Yoochun, no dudes en buscarlo… - el rubio observó el pequeño medallón en manos del moreno, donde una foto del rostro de su amigo y del pelinegro se encontraba.

- cuatro años, Jaejoong, durante cuatro años ni siquiera le llamé una sola vez…

- pues hay entonces mucho de lo que hablar… - sonriendo, trató de animarlo, aunque en su pecho su corazón lloraba en silencio…

- eres muy optimista… - el moreno guardó el medallón en una cajita que colocó dentro de un maletín… - tienes razón, lo mínimo que puedo hacer es darle una explicación…

- exacto… - murmuró el rubio, mirando por la ventanilla, una lágrima rebelde corrió por su mejilla e inmediatamente la apartó con su mano, fingiendo que se acomodaba el flequillo en la frente…

El avión despegó, rumbo a Seúl, Corea…

……………………….

Lee Seung Gi llegó corriendo a la Universidad, tenía suerte de que le permitieran continuar sus estudios dedicándole medio tiempo solamente, considerando que la Medicina prácticamente exige las 24 horas de cada día. Pero era solo un trato especial por parte del Consejo Administrativo de la Facultad para que el chico pueda seguir costeando su carrera. El chico de ojos claros contaba además con un apoyo muy importante, su mejor amigo, ChangMin…

- cinco minutos tarde… - le recibió el menor Kim en el pasillo del segundo piso del edificio de laboratorios… - el profesor Song Ki ya te advirtió que….

- ya lo sé, ChangMin ah… - interrumpió caminando a toda prisa al Laboratorio de Anatomía… - el tráfico está fatal, la avenida principal está cerrada porque hubo un accidente…

- y ya te daban ganas de quedarte a ayudar, no?... – comentó con una sonrisa…

- me conoces… - y por un momento cuando sus miradas se encontraron y sonrieron, un ligero carmesí se apoderó de las mejillas de ambos chicos…

…………………………….

Yoochun llegó a su casa, una Mansión ubicada en la zona residencial de Seúl, una vez más había ido contra los planes de su madre, y aunque había asistido a la cita en que conoció a una linda chica, se limitó a saludar, decirle claramente que no tenía interés alguno en ella, pagar el café no tomado y salir a pasear por la ciudad antes de volver a casa…

- tu hermano llega al aeropuerto en una hora, ve y recíbelo… - la Sra. Park estaba en la estancia revisando algunos papeles…

- es que temes que Yoo Hwan se pierda en el camino?... – dijo en tono sarcástico, tomando un sorbo de vino que acababa de servirse…

- haz lo que te digo y no discutas conmigo… esa chica era perfecta… - tomo molesto…

- voy por Yoo Hwan… - prefería eso a tener una conversación más con Jo Nang acerca de su vida amorosa (prácticamente nula desde hace cuatro años… tal vez nula sea correcto en realidad)

La relación de los hermanos Park es extraña, como han sospechado acertadamente, cambió desde el accidente de hace cuatro años en el que el Sr. Park murió. Yoochun es rebelde con su madre en algunas cosas, pero es muy responsable con el cumplimiento de sus deberes en la empresa familiar. Yoo Hwan, por otro lado, puede olvidar toda responsabilidad si hay una buena oportunidad de divertirse a rienda suelta.

El pelinegro aguardaba en la Sala de Espera por el arribo del vuelo de su hermano, muchas chicas que lo veían sonreían coquetamente hacia él, y por mera diversión, éste correspondía con seductoras miradas y guiños.

Yoo Hwan llega desde París, Francia, en donde estuvo estudiando Administración y Economía… por el simple gusto de estudiar en el extranjero. Tiene 21 años, alto como su hermano, delgado, cuerpo varonil, cabello lacio color negro que llega hasta sus hombros, ojos del color de las penumbras y un brillo pícaro que atrae las miradas de propios y extraños, llegó con una maleta al hombro, pantalón oscuro, camisa blanca, chaqueta oscura deslavada con hilachas en el borde, lentes negros de estilo y un caminar relajado…

- mamá pensó que iría a un antro o un bar antes que llegar a casa?... – el morocho estrechó la mano de su hermano…

- supongo que eso quiso decir cuando me pidió que viniera y te recibiera… - los hermanos caminaron rumbo a la salida, donde el auto del pelinegro está estacionado… - qué no tuviste graduación?

- los actos académicos son aburridos, y las fiestas en París ya me parecieron rutinarias, así que decidí que no valía la pena hacer movimiento alguno, además, mamá tal vez habría dicho que está ocupada en el trabajo y tú no creo que hayas ido feliz de la vida…

- cualquiera que te escuche pensará que no somos una familia unida… - subieron al auto…

- porque no lo somos… -

El camino a la Mansión Park fue bastante incómodo, el silencio se había instalado entre los dos, para ambos recordar, solo mencionar, que todo en sus vidas cambió cuatro años atrás era tema difícil de abordar. El accidente aquél había marcado sus vidas… y aún en ocasiones pensaban que ello no deberían de estar ahí.

La reunión familiar fue… simplemente como si no hiciera más de un par de horas que se habían visto. Jo Nang inmediatamente asignó a Yoo Hwan sus actividades que debía comenzar al día siguiente, más no hubo un emotivo reencuentro.

- mañana es el aniversario luctuoso de Won Jin, iremos a visitar su sepultura, rezaremos y tendremos una cena en su honor, no hagan otro planes… - actuando con esa frialdad que rayaba en la indiferencia hacia sus hijos, la Sra. Park subió a su recámara sin siquiera desearles buenas noches.

- bueno, no puedo decir que extrañaba esto… - el morocho subió a su recámara simplemente a cambiarse para salir a divertirse al centro de la ciudad.

Yoochun simplemente salió a caminar al Parque en donde muchos recuerdos de su exnovio le hacían añorar los buenos tiempos vividos y que desde hace cuatro años no ha vuelto a sentir.

………………………

Jung Yunho llegó a su nuevo departamento en los suburbios de Seúl, el viaje había sido agotador, pero finalmente estaba de regreso. Apenas había respirado el aire de la ciudad se había dado cuenta de lo mucho que su corazón extrañó ese lugar, y del deseo que tenía de recuperar parte de la felicidad que él mismo truncó tiempo atrás, yéndose a Estados Unidos de pronto… con un amargo adiós de por medio.

- quieres que me quede a ayudarte a desempacar… - ofreció el rubio, de pie en el pasillo de la entrada…

- no Jae, gracias pero estoy cansado y tú debes estarlo igual, ya mañana me encargaré de eso… - desistió sutilmente, regalándole una amigable sonrisa…

- bueno, te veré mañana… o prefieres no verme algunos días… - medio bromeó el rubio, aunque claro está quería saber si ahora que han llegado a la ciudad ellos seguirán siendo tan amigos como en Boston.

- no seas tonto, claro que nos veremos mañana… - sacó su móvil, pero luego cayó en cuenta de algo… - no tengo señal… - ambos rieron por eso… - iba a pedirte un taxi y ni siquiera recuerdo el número de la central… - inconscientemente se rascó la nuca, desordenando un poco su cabello…

- caminaré a la avenida, no está a más de cinco minutos, ahí tomaré uno rápidamente… - resolvió el rubio…- hasta mañana…

- te acompaño… - tomó las llaves y salió con Jae, caminando un par de calles hacia el sur hasta la avenida… - no sé dónde diablos tengo la cabeza!...- exclamó de pronto…

- porqué… - conociendo a su amigo, seguro que había olvidado algo…

- cómo voy a llamarte si no tengo señal y tú tampoco, nuestros celulares no funcionan aquí y…

- fácil, nos ponemos de acuerdo para vernos en algún lugar, no es como si no recuerdes cómo moverte por la ciudad, o si?... – se burló…

- que gracioso estás, Jae, ya me las cobraré… - olvidándose del cansancio, a media acera y sin importarles los pocos transeúntes que andaban por ahí cerca de medianoche, comenzó a hacerle cosquillas al rubio, hasta que éste le suplicó lo dejara en paz… - entonces, nos vemos mañana en el Parque del Centro, a las dos, podemos ir y comprar móvil nuevo y luego nos vamos a comer, o algo, qué te parece?

- bien, nos vemos mañana, Yunho… - le hizo la parada a un taxi…

- descansa, Jae… - cerrando la puerta, vio al auto partir, sonrió pensando en que desde que conoció a ese chico la soledad no ha tocado a su puerta… - casi tres años de amistad…

………………….

Kim Junsu llegó a su casa a esa hora, acababa de salir de su segundo trabajo. Estaba cansado y le dolía la cabeza, entró con sigilo para no despertar a nadie. Esta nueva rutina desde hace un mes era agotadora de verdad, pero las cuentas de los medicamentos de su madre y la colegiatura de ChangMin absorbían todo su salario del hotel, y había otros gastos que cubrir y ahorros que hacer, por lo que no tenía otra opción. Se asomó a la habitación de su progenitora y se acercó para besar su frente y susurrarle un buenas noches; luego fue a la de su hermano, encontrándole dormido sobre un libro en el escritorio, la lamparita de noche encendida…

- Min, Min… hermano, vete a la cama… - sacudiéndolo suavemente por el hombro, el castaño despertó al menor…

- hyung… hace cinco minutos estaba despierto… - incorporándose y tallando sus ojos, acomodó los anteojos en su rostro… - necesito terminar este reporte…

- estás cansado, se te nota, duerme y despierta temprano para que lo termines… - sabía que su hermano dedica tiempo no solo a sus estudios, sino también al cuidado de su madre…

- creo que te haré caso, tú también descansa, hyung… - en su tono de voz el castaño pudo notar que se sentía culpable por no trabajar como él y apoyar con los gastos…

- buenas noches, Min… - sonrió como suele hacer, besó la frente de su hermano y se fue a su habitación…

- buenas noches, Junsu…

…………………………

Yunho y Jae llegaron al Restaurante del hotel Park, más por insistencia del rubio, que estaba decidido a apoyar a su amigo para que se reencuentre con Yoochun… porque creía que tal vez viendo feliz al moreno si el pelinegro le da una segunda oportunidad, él estará contento y podrá seguir adelante con su vida sin esperar a que ese guapo chico sentado a su lado en un taxi repare un día en él sin verlo como el mejor amigo.

- el amor verdadero puede incluso con el tiempo, la distancia y algunos errores, no? Si Yunho y Yoochun se aman, volverán a estar juntos… hago lo correcto, soy su mejor amigo y como tal debo ayudarlo… quiero conocer sus sonrisas, sus miradas, sus suspiros por amor y no por tristeza, culpa o arrepentimiento… no importa que mi corazón no sea el destinatario de tan puro sentimiento…

- no puedo… - soltó de pronto el moreno, sacando al otro de sus pensamientos… - Jae, no puedo presentarse así como así, y ahí… no puedo…

- claro que puedes, no es momento de dejarse dominar por el miedo… - el alto edificio del hotel se erguía con elegancia de entre los otros alrededor…

- es solo que, es muy pronto…

- pronto? Hace años que quieres hablar, no puedes dejar pasar más tiempo… -el valet parking con la puerta del taxi abierta esperaba a que los pasajeros bajaran… pero Yunho solo miraba hacia las elegantes puertas de grandes vitrales del hotel…

………………………..

En tanto, dentro del Hotel…

- puedes darme una rebanada de pastel… - el morocho se había presentado ante el personal, y ahora estaba donde el castaño…

- seguro Señor, algún sabor en particular… - preguntó sonriendo ampliamente, aunque a su manera de verlo, el menor Park es como un adolescente que juega a ser adulto pero que solo ve diversión en todo a su alrededor…

- dime… - leyó el nombre en la placa… - Junsu, cuál es el tuyo… - sonrió coquetamente…

- eh… todos los sabores son buenos para mí… - respondió comenzando a sentirse incómodo con la manera en que Yoo Hwan lo observa…

- ven conmigo… - apareció de pronto el pelinegro, y no se le veía contento… y no, tampoco se dirigió a su hermano, sino a Junsu, a quien tomó por la muñeca y llevó casi a rastras hacia su oficina…

- y ahora a éste qué le pasa. Ok que sea mi jefe, pero, me trata como si fuera de su propiedad o algo así, y, tiene que agarrarme tan fuerte? Casi siento que me va a cortar la circulación, y por qué esa cara de pocos amigos, bueno, realmente no debe tener muchos amigos en el medio que vive, ricos, ricos y más ricos que se comportan como sanguijuelas esperando la oportunidad de ensañarse del otro… - pensó el castaño en el camino, siendo observados por alguno que otro compañero de trabajo…

- aléjate de Yoo Hwan… - le dijo con tono golpeado apenas cerró la puerta…

- eh?... – confusión…

- no quiero que te involucres con mi hermano…

- involucrarme? De qué estás hablando?

- en primera, no me hables de tú que soy tu jefe… - el castaño frunció el ceño… - y en segunda, simplemente aléjate de mi hermano, te lo digo por tu propio bien…

- eso es todo, Señor…- se mostró sereno, aunque por dentro estaba que trinaba de coraje, no entendía a qué venía ahora esa advertencia, es decir, Yoo Hwan solo le pedía una rebanada de pastel!

- no, tendré una cena especial esta noche, quiero que prepares tu mejor postre para mí, es solo para unas pocas personas, no necesito nada demasiado dulce ni amargo, lo recogeré a las siete… - finalmente tomó asiento en su cómoda silla tras su escritorio. El castaño no dijo nada más, porque sentía que si abría la boca terminaría por decirle unas cuantas cosas desagradables al pelinegro…

- no puedo perder el empleo, no puedo perder el empleo…- se repitió mentalmente hasta que volvió a su área de trabajo… - te detesto Park Yoochun! – murmuró mordazmente mientras estrujaba entre sus manos una masa…

En tanto…

- cuál es tu problema, creí que era Yunho por quien sigues esperando… - espetó con molestia el morocho al entrar a la oficina de su hermano…

- no sé de qué estás hablando… - pero su mirada oculta estaba inyectada de ira y tristeza…

- Junsu te gusta?... – cuestionó con firmeza… el pelinegro seguí con la vista en el monitor de su computadora, pero el morocho notó como abría los ojos con sorpresa ante su cuestionamiento…

(Dulce) Reencuentro... cap 7

No quiero...no quiero...



Jae llegó a su casa y antes de entrar ya tenía un cigarro en la boca. Se quedó pensando hasta altas horas en lo ocurrido. Curiosamente el encuentro con Kumi no le había producido nada comparado con lo que él esperaba. No le dieron ganas de decirle todo lo que sintió en el tiempo que siguió cuando rompieron, ni quiso golpear como nunca a Yunho al verlo ahí. Ahora esos dos le eran insignificantes y le aliviaba mucho haberse dado cuenta de eso. Rió para sí mismo cuando se dio cuenta -y admitió- que el responsable de que otros sentimientos ocupaban su cuerpo era Changmin. Ya no tenía nada que hacer, aquel pequeño le gustaba. Suspiró

<<.me rindo...>>



Lo que tenía despierto a Changmin en cambio, eran los planes que dijo tener Jae para ellos dos. Pero quizás ni siquiera hablaba en serio. <<.Y yo acá calentándome la cabeza...jajaja.>>. Entonces escuchó que alguien abría la puerta, supuso que era su hermana. Se hizo el dormido.



Kumi se quedó observándolo en silencio. A Min le pareció escuchar un distante sollozo pero no lo supo con claridad ya que a los minutos cayó dormido.



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- ESTABA EN TU CASA CUANDO LLEGASTE????????- Chun y Junsu miraban a Jae con los ojos como plato mientras él les contaba todo lo ocurrido.

- Y qué más pasó!?-Preguntó Junsu.

- Nada más…-se sonrojó al recordar las osadas palabras del menor-…no pasó nada.-iban a empezar las clases- Me iré a dormir a tu puesto “Su”-con tono burlón- así podré dormir, te puedes sentar al lado de Yoochun.

- Pero al almuerzo no te libras de contarnos lo que no pasó eeeh!!-le gritó Chunnie mientras éste se marchaba.



Pero Yunho tenía otros planes para ese recreo. Apenas sonó el timbre agarró a Jae por el brazo y sin soltarlo lo llevó a la oficina que él sabía estaría vacía. Changmin los vio pasar: celos. Pero en un segundo se transformaron en preocupación, ¿en qué podría terminar ese encuentro? Decidió ir a espiarlos.



- Jae, en verdad lo siento mucho-comenzó a hablar apenas entraron, Min escuchaba del otro lado de la puerta.- es lo más estúpido que he hecho en mi vida, yo…nunca quise que las cosas terminaran así entre nosotros..-Jae sólo lo escuchaba, era el típico sermón que alguien, y en especial Yunho, daba para ser disculpado. Pero no se molestó en interrumpir. La verdad poco le importaba- Pero la verdadera razón de por qué te pido disculpas, es porque en tres semanas me iré a Estados Unidos con Kumi a estudiar danza, y no quiero irme sabiendo que sigues enojado.



-Y Min se va con ustedes!!?-desesperado, sin hacerle caso a todo el discurso anterior. Changmin era todo lo que le importaba.



-Hasta donde yo sé, si...Pero Jae por favor necesito que...-no pudo seguir hablando, Jae ya había salido de la oficina, muy rápido.-No se lo digas a Min!!!-gritó.



No podía soportarlo. Min se iría y el no podría hacer nada<<.no quiero...>>. Salió casi corriendo en dirección contraria a donde se encontraba Min, por lo que no supo que estaba ahí. Min se había quedado congelado, él no sabía nada. Si se iba dejaría de ver a Jaejoong y ya le había empezado a importar demasiado como para dejarlo. <<. ¿Acaso para eso son mis clases de ingles? Pues no pienso seguir yendo...No quiero irme, no quiero, no quiero....no quiero!.>> Se fue antes de que el moreno lo viera. Le rodaron algunas lágrimas pero las secó de inmediato, no había tiempo para llorar.

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En la mitad de la hora Jae lo sacó de clases, la profesora cayó fácil con algún tonto pretexto de "necesitan al alumno nuevo en rectoría". El temple de los dos estaba muy bajo, pero ninguno quería demostrar lo que ya sabía. ¿Orgullo? No, era simplemente el hecho de no querer arruinar el momento que compartían.



-¿Que pasa?-preguntó Min. El mayor comenzó a caminar.

-Sígueme-lo miró por encima del hombre, aún no lograba esconder por completo la pena.



Se dirigían a la salida. Jae planeaba salir del colegio, como había estacionado en la zona de profesores no hubo ningún impedimento - portón sin guardias. El pequeño sólo lo seguía.



- a dónde vamos, Jae.

- Ayer te dije que te tenía una sorpresa- sentimientos escondidos, ahora podía hablarle con toda naturalidad. Hasta le dio una leve sonrisa.



<<.Pero era hasta después de mis clases...>> Entonces recordó que ya no iría, no hizo más comentarios. Sabía, y sentía, que salir antes del colegio a escondidas era riesgoso para él: alumno nuevo y por ende condicional; pero había algo que no dejaba rechazar la sorpresa por muy peligroso que le resultara. Claramente la razón era el joven sentado en el volante.



El camino fue en silencio, algo ya típico de ellos dos. Jae había tomado una decisión: Aprovechar al máximo el tiempo con "su" pequeño, sin dejar que el hecho de que se fuera le quitara el ánimo. << .Si antes no encuentro como hacer que se quede, claro...>>

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-¿Y de quién es la casa?- Preguntó el pequeño cuando el auto se detuvo.

- Ahí no tarado, es aquí- Apuntando por su ventana.- Es esta plaza, es mi favorita y te la quería mostrar.



Era una plaza gigante, entre dos calles. Tenía mucho verde; árboles, arbustos, pasto. También había juegos, que estaban llenos de niños jugando y alrededor bancas en el camino de arena que rodeaba los juegos donde se sentaban quienes los cuidaban. El sol de la tarde que recién empezaba e daba un toque melancólico, romántico, casi como sacado de un cuadro. Hace tiempo que Jaejoong pasaba ahí sus tardes libres, cada que tenía la oportunidad se escapaba y se acostaba en el pasto a pensar, dibujar, algunas veces incluso escribía y otras simplemente dormía una siesta con las rizas de los niños como una agradable melodía de fondo. Con pocas personas había compartido este pequeño secreto- para qué mencionar que Kumi era una de esas pocas <<.y fue un error.>>- pero sentía que Min tenía que ser parte de él, y que sentiría lo mismo al encontrarse ahí...había notado que el estar cerca de Changmin le producía la misma sensación de paz que aquel lugar, claro que más fuerte y venía acompañada de indecisiones e inexplicables corrientes de sentimientos.



-¿Te gustó la sorpresa?

-Este lugar me encanta Jae -suspiró

-Podemos venir cuando quieras...-le dedicó una sonrisa.



Pero para Min ese "para siempre" tenía tiempo límite. Tres semanas.

La tristeza que había desaparecido gracias a la compañía de Jae y a ese lugar tan lindo, ahora estaba a flor de piel. Se apegó al mayor, lo miraba profundamente. No se imaginaba cómo sería capaz de soportar la distancia. ¡Y quizás por cuánto tiempo! no podía especificar cuándo aquel chico se había vuelto tan vital para él, pero así es el amor: llega y sin saberlo ya está envuelto, carente de voluntad...completamente dependiente de él, ni siquiera eres capaz de comprender cómo era que vivías antes de que llegara.
Y había decidido entregarse a ese sentimiento, pero ahora...¡Dios, cuanto dolía! Las primeras lágrimas se formaron en sus ojos.



-N-no quiero irme Jae -se aferró más a su pecho, escondiendo su cara en el- Yo no...yo...te escuché hablando con Yunho- la respiración se le dificultaba.
-Mírame -le contestó el mayor haciendo lo imposible por no hundirse en la tristeza. Y aunque se le apretó el corazón cuando Min levantó la mirada, no se dejó caer- Escuchar detrás de las puertas es de muy mala educación -continuó, triunfando en el intento por sonreír- Nunca más, ¿Vale?

El pequeño asintió y ambos rieron -Min entre lágrimas- y entonces...se besaron.

Y ese beso fue más perfecto de lo que ambos podían imaginar. Sus labios encajaban a la perfección, como si hubieran descubierto que existían sólo para basarse entre ellos. Sus tímidas lenguas ahora se entrelazaban en un hermoso compás que hacía parecer todo el acto una danza, la más linda de todas. Respiraban muy despacio como si no les hiciera falta...en ese momento el beso lo era todo.

Cuando se separaron se miraron a los ojos, tímidos. Los dos tenían algo de experiencia en el amor y sabían lo importante que era la mirada luego del primer beso. y aquella era intensa, llena de significado, de sentimientos correspondidos...de amor.

Se estremecieron por la corriente de emociones. Jae lo tomó por la cintura y Min le imitó, quedando aún más cerca uno del otro. Respiraban el mismo aire, un aire dulce al parecer de ambos...

Dulce: esa era la palabra con la que se podía describir todo entre ellos, así se sentían los escalofríos, las sonrisas, los fugaces besos anteriores -e incluso los desconciertos que vivían después de estos-...y ahora la tarde recién vivida.



Se quedaron así unos minutos y luego se besaron nuevamente. Fue más corto que el anterior ya que Jae lo interrumpió para hablar.

-¿Sabes, Minnie? Creo que ya me gustas demasiado -no se soltaron.
-¿Crees? -Se recostó en su pecho, ambos miraron al cielo por un instante.
-No, estoy seguro -Se llenó de felicidad al asimilar que todo lo ocurrido era real al igual que todos esos sentimientos, que hoy vivía más que nunca.

Hubo un silencio, el mejor de los silencios. Los dos chicos estaban que explotaba por dentro de felicidad.

-Te quedarás siempre conmigo ¿verdad? -el tono de su voz, tan inocente y esperanzado pero al mismo tiempo triste, hizo recordar a Jae nuevamente esas ganas de protegerlo, de estar a su lado en todo momento, lo sentía tan indefenso y pequeño...todo lo que había sentido desde que lo conoció. Eso que lo había descompuesto antes dejándolo fuera de lugar, pero que ahora era su felicidad y su razón de ser. <<.Si, eso es lo que es...mi razón de ser, mi razón de vivir.>>

-Siempre, siempre, siempre. -lo besó y luego lo envolvió en un abrazo.

Se quedaron viviendo ese momento hasta que una voz ajena a su nuevo mundo los despertó de ese romántico estado...



-¿Jae?...¿Changmin? -ambos miraron algo aturdidos- tienen que salir de aquí ahora!!! Kumi anda furiosa buscándolos!...
-Yunho??? -dijo un Jae desconcertado- pero qué haces tu aquí...



¿Los andaban buscando? Jae miró la hora y se dio cuanta de todo el tiempo que había pasado. Se levantó y ayudó a Min a incorporarse. Se quedaron inmóviles sin entender nada aún.



-Apúrense, yo le diré a kumi que vayamos a casa y será mejor que te encuentre ahí Min...anda más alterada que nunca. -Lo seguían observando sin decir nada- Creo que sospecha lo de ustedes. -No se inmutó al decir eso.



Él se había dado cuenta hace ya algunos días que algo pasaba entre esos dos, conocía demasiado a Jae, pero no había querido ni decir ni preguntar nada...no le correspondía. Y Jae lo conocía a él también, por lo que entendió que de cierta manera lo aceptaba. Pero aún así no dejaba de mirarlo con recelo, las cosas entre ellos no estaban bien...y su comportamiento protector tampoco lo haría cambiar de parecer tan fácilmente, claro que en esos momentos no era su mayor prioridad...

Min seguía sin mostrar ninguna reacción.

-¡Vamos Jae! antes de que me arrepienta de lo que hago y le cuente...-su voz era firme pero claramente no era una amenaza.

El mayor llevó a Min casi en brazos a su auto. Cerró su puerta y partió. Solo entonces Minnie reaccionó.


-Yunho sabe...-no era una pregunta, sino una afirmación. Sus ojos reflejaban algo de miedo debido a eso.
-¿Tu hermana esta que te cuelga y tú te preocupas por eso? -Le preguntó calmado pero al mismo tiempo irónico.

Min se encogió de hombros.

-Tu tranquilo, no dirá nada, lo conozco -confió en él. Tenía que confiar en las palabras de su <<.¿novio?.>>

El camino se hizo eterno, a pesar de la velocidad a la que Jae iba manejando.

La verdad es que no era tan grave la situación si se comparaba a las otras tantas esperadas de noche y los retos que había tenido que soportar el menor. Pero ahora había algo distinto: era segunda vez que parte de la culpa era de Jae y su hermana sospechaba de ellos dos -si es que las palabras de Yunho eran verdad-. No sabía que le diría, y sintió cómo su rostro era incapaz de esconder esa angustia. Jae lo notó, trató de calmarlo un poco mientras entrelazaba su mano con la de él.

- Tranquilo, saldremos bien de esta -min le agarró más fuerte la mano- Te lo prometo.

Los dos suspiraron cuando doblaron por la calle de Changmin, aunque Jae era el más calmado. Recién ahí notó que Yunho iba tras ellos

Al pequeño se le heló el corazón al ver a su hermana apoyada en la puerta de su coche, con la mirada fija en ellos.

- SABIA que andaban juntos...-dijo Kumi tratando de contener la ira mientras los dos se bajaban del auto.


Puzzle fichas






Puzzle Prólogo

Prólogo



-112, MinJee ¿Cuál es su emergencia?

-uhmm.. si… acabamos de escuchar unos disparos…

-¿cuál es la direc…

-…creo que hay un chico herido.

-está bien señor, necesito la dirección exacta

***



Eran ya las tres de la mañana y estaba más cansado de lo que jamás en su vida podría recordar, pero más tranquilo de lo que en los últimos años había estado, otro intento de comenzar de cero que esperaba funcionara.

Hizo que el taxi aparcara tres calles más abajo de su casa y decidió caminar desde allí, no le quedaba más dinero y no le haría mal despabilar un poco de aquel largo viaje.

Con su maleta en mano y su mochila al hombro subió las calles que hace varios años había retenido en su memoria y que había dejado en cuerpo, todo era tan diferente, los autos aparcados, la pintura, las casas, algunos detalles impresos en su cabeza tendrían que ser borrados, ya no existían más.

Y mientras subía aquellas calles de su infancia, calando el frio de la madrugada, sucedió… delante de él un hombre fornido con una gran pistola, 5 tiros, un grito y todos los miedos de los que había huido regresaron a su cuerpo mientras su corazón latía desbocado y supo entonces que eso nunca acabaría.

***



-dios como llegas de borracho Jaejoong huyng, ve a dormir, iré a guardar el carro – tomó las llaves de la mesita ratonera y su abrigo de perchero de la salida.

-No quiero dormir y no estoy tan borracho – refutó el castaño recostado en el sofá, tapándose los ojos con su antebrazo, había tomado sí, pero no tanto como para no estar lucido, Minho como siempre era un exagerado

-está bien, aun así ve a dormir – salió de la casa dejando la puerta semi abierta – no te pienso cargar hasta el cuarto - el castaño sonrió al escucharlo y se levanto del sofá.

Giró las llaves del auto entre sus dedos sonriendo, jae jamás cambiaria y mientras caminaba al carro aparcado frente a su casa solo un impacto, algo liquido resbalando pos su frente y luego… luego no hubo nada.

***



El olor a puro ahogaba aquella obscura habitación, así como la tención y el miedo, la gran silla de cuero dio la vuelta en su lugar y un llamada fue cortada.

-¿Y bien? – aquella vos profunda, aquel hombre bajo enfrente de ella, temblando, sudando frio.

-N No… – el sonido del cristal reventando contra la pared, aquel líquido vino escurriendo por ella, el pequeño hombre saltando en su sitio.

***



El hospital estaba tranquilo en cierta medida, apenas quedaba allí el personal y aquellas personas que se quedaban velando el sueño de algún familiar internado. Sonriendo revisó el cuadro de entradas esperando encontrar algo en lo que pudiera asignarse, lastimosamente todo estaba vacío y renegó su suerte por haber tenido turno nocturno ese día.

Bien, quizás un poco de café y algo para comer le serviría en ese momento. Con el hambre a cuestas y el cansancio acumulado camino hasta la cafetería del lugar, pero antes de llegar un interno lo detuvo en su camino.

-una ambulancia está viniendo ahora, un muchacho fue disparado en la cabeza, no sabemos el daño pero el dr.Gang pidió que usted se haga cargo.

Eso definitivamente era más interesante que ir a comer

***



El sabor a café atravesó su garganta una vez más, no era una delicia pero prometía mantenerlo despierto por lo menos hasta que llegara el día, Yoochun a su lado revisaba una pila de documentos una y otra vez mientras se embutía un gran pedazo pan.

La puerta de la oficina se abrió y SunHee entró tirando una carpeta marrón en su escritorio

-Un chico fue disparado al sur de la cuidad, se les asignó el caso.

Apuró el resto de café de su tasa mientras tomaba las llaves del auto


Tu eres mi universo cap 1

Estaba revisando su mapa de direcciones, debía estar al día con la entrega de los informes de los planetas, era algo que le gustaba mucho, desde que despertó a la vida espera con ansias sus misiones, salir y conocer el universo, pero en ese momento en especifico no tenia ánimos para nada, pero en ese momento su vista se fijo en algo, un pequeño planeta azul en el horizonte de la ventana de la nave.

-¿Quiero ir?

-No puedes ir-la molesta voz de la nave siempre leyendo sus pensamientos era la única cosa que odiaba de su trabajo.

-Deja de leer mi mente

-Señor un meteorito se dirige a la nave la colisión es inminente

-Activa el escudo de defensa-suspiro con desgano lo que menos quería era esquivar un pedazo de piedra flotante

-Es inútil señor el meteorito viene a gran velocidad

-Activa el escudo y punto-se sentó en su silla y cerró los ojos, de pronto y de la nada sintió un gran golpe y luego nada, todo fue oscuridad absoluta.

*******************en la tierra*******************

Sintió un fuerte golpe en la parte superior de su casa que lo despertó de su sueño, subió corriendo y lo que encontró no lo podía creer, si su vista no le estaba fallando y si no se estaba volviendo loco aquella cosa era una nave espacial, se acerco a aquella cosa y se dio cuenta de que había alguien tirado en el suelo debajo de la nave, lo primero que se le ocurrió

-Llamare a la ambulancia-corrió hacia la salida del ático

-espera-la voz de alguien lo hiso detener y voltear pero no pudo evitar sonrojarse al darse cuenta de que aquel ser esta totalmente desnudo-no llames a nadie-algo le llamo la atención y era que aquel chico no movía los labios

-¿Quién…?

-Me llamo JaeJoong-¿Qué acaso aquel chico…?-si puedo leer la mente

-Pues deja de hacerlo

-Puedo ver que tienes miedo-aquel ser veía al chico solo como una silueta llena de luces cambiantes que le decían los niveles de miedo que el chico tenia-no te hare nada

-YunHo-la voz de alguien llamándolo desde el piso inferior lo hizo reaccionar, después solo pudo escuchar pasos que se dirigían al ático donde él estaba-Yunho, estas ahi voy a entrar.

Destiny cap 1

CONOCIENDO LA CIUDAD

*************

Park Yoochun es uno de esos jóvenes que desde la cuna tenía el futuro asegurado, bastaba con pedir para que lo que deseaba le fuera entregado, cualquier capricho que tuviera le era concedido… aún así, era en realidad un chico de 26 años con buenos sentimientos, amable y caritativo... y era su seductora personalidad la que solía dar una impresión diferente de su persona, como fuera, había aprendido a lidiar con las críticas, ignorándolas comúnmente.

Sus padres dirigen aún los negocios familiares, pero han advertido ya al primogénito que en unos meses tomará lugar como Presidente de una de las empresas más importantes… lo que implica, sentar cabeza, por tanto, disfrutar su soltería antes de “echarse la soga al cuello”…

Yoochun tiene dos grandes amigos, los únicos que se atreve a decir son verdaderos, por quienes metería las manos al fuego, y sabe harían lo mismo por él… ellos son…

Yunho… muchacho de 27 años que conoció hace algunos años en la Universidad, de familia acomodada pero sin gran presencia económica. Y Jaejoong… también tiene 27 años, hijo de los mejores amigos de los padres de Yoochun, los Sres. Kim, socios de los Sres. Park en otra empresa multinacional, los muchachos se conocen hace cerca de 10 años, cuando aquélla alianza empresarial iniciara; son los mejores amigos.

Yunho y Jaejoong son novios desde hace unos cinco meses, aunque se conocen de años atrás; fue en último año que ellos comenzaron a flirtear y celarse, hasta formalizar su relación. Jung Yunho es físicamente muy atractivo y varonil, de personalidad firme y emprendedora, ojos cálidos, sonrisa pícara, tez morena, alto y romántico. Kim Jaejoong también es atractivo, con rasgos finos y nívea piel que contrasta con sus lacios cabellos oscuros, personalidad sensualmente juguetona. Y aunque el moreno ha propuesto al peli-oscuro vivir juntos, su novio ha desistido de su tentadora oferta porque no se siente listo para dar ese paso. Se quieren? Sí.. pero amarse… para ello tal vez aún falta algo más.

…………………………………

Departamento de Yoochun

El chico de cabellos negros, cuerpo atlético, atractivo, ojos oscuros y alto; se encontraba ahí en compañía de sus amigos por una razón en específico…

- entonces ya es un hecho, ya tienen fecha y todo… - Yunho llegó con las cervezas que tomara de la nevera en la cocina…

- sí, mis padres insistieron en que ya estoy en edad de sentar cabeza, y Yu Lin estuvo más que encantada de fijar fecha… - el pelinegro tomó un largo trago de la cerveza que su amigo le acababa de entregar…

- pues no pareces muy contento con la idea de casarte, Yoochun… - Jae era un tanto más perceptivo, y sabía que a pesar de lo que su amigo pelinegro dice, no será feliz casándose con su prometida…

- no es que no esté contento, es que así siento que me presionan para tomar las decisiones, yo se lo hubiera pedido en un futuro no muy lejano… - termina su cerveza, demasiado rápido para gusto de sus amigos… - he decidido que quiero espabilar un poco antes de que la fecha esté tan cerca que solo se hable de ello…

- y cómo pretendes hacer eso?... – cuestiona intrigado el moreno…

- me iré de viaje unas semanas…

- a dónde… - el peli-oscuro enarca una ceja un tanto preocupado…

- aquí, allá, iré a donde se me antoje, al fin y al cabo tengo dinero para eso y más… - para el YunJae quedó claro que lo que su amigo intentaba era huir de lo inevitable… su boda, a efectuarse en poco más de dos meses…

***************

Cuando se va por el mundo esperando pensar lo menos posible en ciertas cosas, hombres como Yoochun terminaban por visitar lugares exóticos, con poca civilización o vistas demasiado turísticas… paseaba entonces por destinos llenos de cultura y un toque de misterio… y ésta parada, podría traerle lo que más necesita en la vida sin darse cuenta de ello.

Era una playa paradisíaca en una Isla del Caribe con poca atracción turística. Poblada por pequeñas aldeas con costumbres particulares y una cultura latina rica en historia. Desde que llegó, un guía turista que le acompañara desde Miami, se encargaba de mostrarle todo lo que los nativos compartían con el extranjero. Incluyendo la historia de un muchachito peculiarmente diferente a ellos en raza, color de piel y lengua… un joven que vivía en el extremo de la Isla en una pequeña choza levantada por quienes fueron sus padres y que murieran hace años por un mal que adjudicaban a demonios según sus creencias…

- dice que se parece mucho a ti, que tal vez tú puedas comunicarte con él… - el guía traducía todo lo que el Jefe de la Aldea le relataba sobre ese misterioso joven… - que nos llevaran hasta el lugar si lo deseamos…

- pues vamos… - aceptó el pelinegro, porque era como una aventura de película que poder contarle a sus amigos al volver a Corea…

Caminaron largo trecho por la selva entre caminos escarpados, los sonidos de la naturaleza eran una melodía exquisita para el oído, y el olor de su flora era un recuerdo agradable, y la vista de su fauna una exclamación de sorpresa y admiración que guardar en la memoria. Cuando finalmente arribaron al lugar indicado, solo pudo ver la silueta de una persona esconderse tras los árboles y correr presuroso hacia una choza que emulaba a la perfección el reflejo de una cinta cinematográfica…

- dicen que no suele mostrarse ante nadie…

- y cómo se supone que ha hecho para sobrevivir?... – el guía traduciendo su cuestionamiento al Jefe de la Aldea…

- dice que la selva y el mar se encargan de ello, ofrece frutas y animales que cazar… - el pelinegro asintió para luego andar hacia la choza… - piensa entrar?

- por supuesto, uno no se encuentra a menudo con un “chico de la selva”… - ignorando las voces de quienes se quedaban atrás, Park caminó esos cerca de 50 metros hacia la choza… - hola… - saludando cordialmente en la entrada, una puerta hecha de ramas y madera que supone fueron obtenidos en la selva… - puedo hablar contigo?... – mirando detenida y curiosamente el interior… había rudimentarios muebles hechos con madera, algunas conchas, caracoles y otras cosas que supone provienen del mar y el interior de la selva estaban por todo el espacio de lo que podría considerarse era la estancia, un cuarto más pequeño de lado derecho podía ser la cocina puesto que algunos gastados utensilios estaban ahí; y más allá, otra habitación de donde alcanzó a notar nuevamente la silueta del chico que observaba a través de las ranuras entre los ramajes que conforman su puerta… - hola, porqué no sales de ahí… no te haré ningún daño… - dio un par de pasos dentro de la casa, la silueta continuaba en el mismo lugar… - puedes entender lo que digo?...

- sí…- escuchó al chico decir, luego la puerta se abrió, encontrándose con un jovencito más o menos de su estatura, tez clara, ojos marrón, cabello pelirrojo, facciones claramente orientales, delgado y atractivo, vestido con ropas gastadas y descalzo…

- me alegro… - sonrió, caminando unos pasos hacia el chico… - me llamo Park Yoochun, y tú?…

- Junsu… - respondió esbozando una sonrisa, tan limpia que el pelinegro tuvo la impresión de estar ante un niño… - hace mucho tiempo que no hablaba con alguien a quien pudiera entender…

- sí… bueno, mucho gusto Junsu… - estiró su mano, el castaño le miró a los ojos, amplió su sonrisa y estrechó su mano tímidamente…

Así de increíble fue como Yoochun conoció a Junsu, encariñándose de a poco con él, le visitaba todos los días para conversar y conocerse, le escuchaba atentamente cuando le contaba sobre cómo fue que llegó ahí con sus padres, el haber tenido que decirles adiós cuando murieron por una fiebre ocasionada por el veneno de alguna fruta, el no haber podido marcharse porque en aquellas tierras fueron enterrados sus cuerpos, y porque no tiene a dónde ir, el sobrevivir en aquélla isla prácticamente solo, sin conocer ya la forma en que el mundo ha cambiado más allá de esa escondida Isla a la que ha llamado hogar desde sus cuatro años de edad…

- ven, quiero mostrarte algo… - tomó la mano del pelinegro y corrieron colina arriba hasta llegar a un claro desde donde la vista de la playa y las olas rompiendo contra los peñascos era una hermosa panorámica…

- es mucho mejor que cualquier postal… - rematada la escena por el astro sol escondiéndose en el horizonte y sus últimos rayos bañando el cielo con un tono nacarado…

- espera, aún falta mi parte favorita… - sonriendo, como hacía todo el tiempo que el pelinegro estaba con él, el pelirrojo se recostó en el suelo de verte pasto mirando hacia el cielo… - las estrellas… - murmuró con ese tono embelesado de quien observa la cosa más bella existente… las parpadeantes estrellas comenzando a notarse…

Yoochun simplemente le imitó acostándose a su lado. A decir verdad no sabía porque Junsu parecía tan emocionado; claro que sabe cuán hermoso es el firmamento moteado de estrellas titilantes, pero ha visto muchos cielos así…

- mis padres y yo veníamos aquí todas las noches, nos acostábamos a mirar las estrellas, jugábamos a inventar figuras y nombrar nuevas constelaciones, aquélla es la mía… - apuntó hacia un conjunto de estrellas que al parecer del pelinegro no era más que eso… - es la constelación del Delfín, mis padres decían que era en honor a mi sonrisa, porque los delfines siempre parecen estar sonriendo, igual que yo…- una risa, el pelinegro concordando con aquélla opinión de quienes no pudo conocer…- y allá está la de mamá… - señaló otro conjunto de estrellas… - brillantes y encantadoras como una sirena, papá siempre decía que mi madre cantaba como las sirenas y de lo que puedo recordar estoy totalmente de acuerdo… - porque nadie le cantó canciones de cuna con voz tan melodiosa y tranquila… - y allí, junto a la de mamá… - otro conjunto más… - está la de papá, un ángel… - una sonrisa melancólica… el pelinegro pensó que aquello debieron hacerle creer siendo un niño… - porque siempre cuidó de nosotros, como un guardián…

Silencio… cómodo… tranquilo…

Yoochun de pronto se perdió en sus pensamientos. Él no tenía recuerdos así con sus padres, llevan una relación cordial y hasta le han dedicado momentos en los que se divirtieron, pero… junto al valor de los recuerdos de Junsu, los suyos le parecían más triviales y comunes…

- quieres tu propia constelación… - de un momento a otro la voz alegre y casi infantil del pelirrojo lo sacó de su ensimismamiento…

- no lo sé, qué podría representarme a mí… - bromeó, siguiéndole la corriente, girando su rostro a un lado, donde el pelirrojo parecía muy concentrado en el firmamento, observando estrellas… se veía… feliz…

- qué crees que dirían tus amigos…

- porqué…

- porque ellos te conocen mucho más de lo que te conozco yo, así que seguro tienen algún mote o algo así… - respondió sonriendo… como nunca el pelinegro vio sonreír a alguien… con inocencia pura…

- ratón… - suelta inconscientemente, porque de verdad no habría querido tener que revelar tal mote de su persona…

- ratón?... – el pelirrojo giró su rostro para verlo, enarca una ceja y sonríe divertido…

- sí… - la sonrisa del pelirrojo ampliándose… - y más vale que no te rías porque si no…

- no me burlaría de ti… - interrumpe volviendo su mirada al cielo estrellado, aún sonríe y no hay ni pizca de molestia en su rostro… - me gustaría tener amigos que me pongan motes, que bromeen conmigo y hasta se burlen de mí…

Y el pelinegro lo comprendió… porque ha tenido toda una vida de soledad, sin padres ni amigos… sin más compañía que sus recuerdos, y toda esa gente que no hizo nada por él…

- esa te parece un ratón?... – Park apunta hacia un montón de estrellas, sonriendo suavemente al escuchar al castaño reír…

- nop, me parece solo un montón de estrellas…

- <.justamente.>… - piensa el pelinegro, pero siente que el corazón le late de prisa cuando el rostro del pelirrojo ocupa todo su campo de visión…

- no te esforzaste, Yoochun ah… - una de sus manos en el costado de la cabeza del pelinegro, medio cuerpo sobre éste… el pelirrojo sonriendo sin darse cuenta de que aquélla posición ha puesto nervioso al mayor de los dos… - tienes que pensar como un niño y mostrarte convencido de lo que ves, porque si no, no son más que un puñado de estrellas…

- ah?... – entonces…

- yo sé que no viste un delfín, ni una sirena o un ángel, pero cuando se tiene cuatro años, uno puede ver lo que sea, y mis padres me dejaban fantasear… aún lo hago, porque así siento que estoy menos lejos de ellos… - una sonrisa triste en aquéllos labios que gustaban más al pelinegro curvados por felicidad y alegría…

- entiendo… - sonrió con cariño, como si pretendiera apartar un poco de aquélla melancolía que el pelirrojo mostrara en esos momentos…

Junsu sonrió ampliamente y luego recostó su cabeza en el pecho de Yoochun mirando hacia arriba. Duraron un rato decidiendo a qué conjunto de estrellas le encontraban forma de ratón y bautizarlo como su constelación, entre risas y bromas… y una sensación peculiar de alegría que el pelinegro no había experimentado antes, la madrugada los alcanzó y ellos finalmente se retiraron. Para el pelirrojo esas habían sido las tres semanas más hermosas de sus años en aquélla Isla; sobre todo desde que se quedara solo… pero sabía que tenía que decir adiós… una vez más… porque Park volvería a su mundo, a la civilización, a una ciudad llena de gene con una vida más atractiva e interesante que esa Isla… e intentaba no demostrar que se sentía deprimido, que desearía que el tiempo se congelara y no llegara nunca la hora en que Yoochun tenga que marcharse…

Pero como se dice por ahí, “de tripas corazón”…

- me dio mucho gusto convivir contigo estos días… - sonriente, el pelirrojo se paró junto a su amigo afuera de su hogar…- que tengas buen viaje, Yoochun ah… - estira la mano y espera que el pelinegro le dé un fuerte apretón de despedida mientras dice “adiós”…

- ven conmigo… - pero no esperó… deseó sin duda, pero no creyó que fuera posible… escuchar esas palabras… - sé que a tus padres les gustaría que su hijo volviera a la ciudad, a la civilización, de tener la oportunidad, y creo que te gustará el mundo que no has visto desde que estás aquí… - Park no estaba del todo seguro del motivo por el le pedía tal cosa… pero no se había podido hacer a la idea de no volverle a ver…

- pero no tengo a nadie allá, no que yo sepa… -

- me tienes a mí, Junsu ah… - podía latir su corazón más fuerte y rápido que en ese instante?

- en serio?... – una tímida sonrisa… luchando por no ampliarse como su corazón se lo dicta…

- sí… anda, trae todos tus documentos, te irás conmigo…

Ya el pelirrojo le había mostrado antes unos papeles que sus padres llevaran tiempo atrás… todo era original y respaldaba la identidad de Kim Junsu. Así que minutos más tarde el delfín salió de su casa con un pequeño maletín claramente cuidado con celo por él, unas pocas fotografías y sus documentos…

- aún estás a tiempo de arrepentirte… - jugando con la punta de su pie sobre el suelo, el pelirrojo le miró ligeramente avergonzado…

- no tengo porqué… - sonríe… y cae al suelo cuando el pelirrojo se le aventó a los brazos enroscando los suyos en el cuello del pelinegro, igual sus piernas en sus caderas… - Su… - murmura con el poco aire que le quedó en los pulmones…

- gracias… - y basta escucharlo para olvidarse del tiempo y el espacio… el pelirrojo lleva el rostro colorado, una sonrisa cristalina y los ojos brillantes…

…………………………………………

Miami, Florida

Apenas llegaron al Puerto, Junsu se aferró a la mano de Yoochun, un poco asustado y otro tanto curioso mirando todo alrededor. El pelinegro se extrañó, pero pronto ignoró el hecho cuando el pelirrojo tiró de él pretendiendo llevarlo a ver todo lo que él ya conoce y no le causa mayor admiración, pero Junsu era como un niño pequeño que redescubre las maravillas del mundo…

Tiempo después entraron a la habitación del Hotel en que Park se hospeda… y claro, tuvo que convencer antes al castaño de subir al ascensor y explicarle que nada malo iba a pasarle si entraban, y tuvo que respirar profundo cuando Junsu lo abrazó por la cintura (sin prestar atención a las otras pocas personas que estaban a bordo) al momento en que el ascensor se movió comenzando a subir… y ahora sonreía divertido al ver cómo el pelirrojo andaba por toda la habitación viendo y tocando todo como auténtico niño pequeño…

- esto es lo que creo que es… - sonriendo acusador hacia el pelinegro, el delfín estaba viendo las botellas de licor en el mini-bar de la habitación…

- vino?... – el ratón enarcó una ceja… - sí, lo es… - qué tenía de especial el vino que le deba cierto morbo al pelirrojo…

- yo quiero… - soltó con ojos brillantes, dando saltitos en torno al ratón…- puedo, puedo, anda Chunnie, déjame tomar solo un poquito… - sonrisa, cara de niño bueno… una carcajada del pelinegro…

- te comportas como un niño y estás pidiendo un vaso de licor…

- pero tengo 19 años… - se defendió haciendo un puchero…

Yoochun se detuvo un momento a pensar, porque ahora que recapacitaba, en ningún momento le había preguntado su edad… en realidad, un par de años menos y no era más que un adolescente… aunque por su forma de ser, en verdad era como un niño… un pequeño lleno de vida y alegría, curioso en verdad, que después de haber vivido solo por años en una Isla, él no esté triste… o loco… ante su último pensamiento, el pelinegro se dio un golpe mental…

- en qué piensas… - acercándose al ratón, el pelirrojo quedó cara a cara con él, muy cerca, con una enorme sonrisa en la boca y la mirada cubierta de curiosidad…

- en que eres muy joven para tomar… - sonriendo suavemente, el pelinegro se acercó al mini-bar y le extendió una botella de agua…- si tienes sed, solo te permito tomar agua o soda…

- pero yo quiero probar el vino… - puchero… - anda, no seas malito, solo un trago ratoncito… - el pelinegro enarcó una ceja al escuchar su mote en aquélla tierna voz aniñada… - anda…

- nop… - Yoochun amplió la sonrisa al ver el mohín de molestia en el pelirrojo… - qué tal que te guste y después solo quieras estar tomando hasta embriagarte, quién crees que tendría que cuidarte…

- te prometo que solo será un traguito aunque me llegue a gustar, Chunnie… - volvió a hacer un pucherito… demasiado adorable a ojos del pelinegro, que por un instante se perdió en aquélla expresión angelical e inocente en el rostro del delfín…

- de acuerdo, pero solo un trago eh… - sirvió un poco de vino suave y le extendió el vaso a su amigo… - tómalo despacio, Su…

El pelirrojo asintió, tomó el vaso y lo llevó a su nariz… no olía como el vino que su padre tomaba antes de perderse en aquella Isla del Caribe… pero le recordaba la sensación de tranquilidad que su padre tenía cuando llegaba a casa después del trabajo, cuando se relajaba conversando con su madre, jugando con él… tomó un poco, apenas lo que sus labios tomaron al empinarlo en su boca, sabía dulce… así que volvió a tomar hasta que el trago pasó por su garganta…

- ahh… - exclamó disfrutando de ese calorcito que viajó por su garganta y se quedó en su estómago… - en realidad sabe bien… - le regresó el vaso al pelinegro… - gracias, Yoochun ah…

- por nada, pero recuerda que no debes abusar del alcohol aunque te haya gustado, vale?... – el pelirrojo asintió vigorosamente y luego se perdió rumbo a la habitación…

- Waaa, es enorme…- miraba embelesado la acolchonada cama, se acercó a tocar con sus manos… - y suave… - se sentó en el borde… - y blandita!

Yoochun rió desde el umbral, viendo al pelirrojo recostarse, quitarse el calzado (que él le prestara) y dar vueltas en la cama, riendo muy feliz de la vida… y viéndolo ser tan inocente disfrutando de la cosa más sencilla, el pelinegro se preguntó si en verdad había estado bien llevarlo consigo, temiendo que con el tiempo Junsu se corrompiera en ese mundo y ya no fuera ese jovencito con alma de niño que le llenaba de alegría…

- Chunnie… - el llamado del pelirrojo lo sacó de su ensimismamiento…

- dime…

- tengo hambre… - respondió con una tímida sonrisa… avergonzándose cuando un gruñido se escuchó de sus tripas…

- ven, vamos a comer al restaurante… - la verdad era que había querido burlarse, pero presintió que de hacerlo el delfín después no se sentiría cómodo con él; así que solo le sonrió y le extendió la mano… <.porqué le extiendo la mano.>… el pelirrojo amplió su sonrisa, con el rostro colorado, se puso de pie y entrelazó sus dedos con los del pelinegro…

- ah, espera!... – ya casi en la puerta de la salida, el pelirrojo regresó como rayo porque había olvidado colocarse otra vez el calzado…

…………………………………………

Ya en la noche, después de haber pasado toda la tarde mostrándole algunos lugares cerca del Hotel, Yoochun y Junsu volvieron, el pelinegro cansado de tanto caminar, el pelirrojo deseoso de tomar una ducha, dormir y esperar la mañana siguiente para salir a conocer mucho más…

- oh my good!... – soltó de pronto el ratón, a bordo del ascensor, un par de pisos más y llegaba a su destino…

- mh?... – Junsu no entendió lo que dijo, pero por su tono y la expresión, supuso que era algo importante…

Y lo era… porque Yoochun acababa de recordar que solo había una cama en la habitación… las puertas del ascensor se abrieron, y el delfín solo se movió cuando el ratón salió. Entró a la habitación, observando al pelinegro con el semblante pensativo…

- ya vuelvo, no tardo… - Park volvió al living, y después de varios minutos tuvo que volver con la misma inquietud en la mente… porque tendría que compartir cama con el delfín, (ya que ni siquiera pensó en el sofá de la lujosa habitación ni mucho menos el suelo) a falta de otra habitación disponible en todo el Hotel… - más de 400 habitaciones y no hay ni una sola libre… - abrió la puerta y vio al pelirrojo sentado quietecito y serio en el sofá…

- pasa algo malo?... – se atrevió a preguntar, temiendo haber ocasionado algún problema al pelinegro…

- no… bueno, es solo… - suspiró, no debería de sentirse nervioso, son chicos, buenos amigos, que están a punto de dormir juntos… solo dormir… no es como si antes no hubiera dormido ya en la misma cama con un hombre… - <.Jae no me ponía nervioso.>…

- Chunnie… - una vez más, la voz del pelirrojo lo sacó de su ensimismamiento…

- ah, tendremos que dormir juntos, Junsu ah, me había olvidado por completo que solo tenía reservada esta habitación y resulta que no hay ninguna otra disponible…- se largó a explicar…

- por eso estabas pensativo?... – el ratón asintió y el delfín sonrió de nuevo… - pero la cama es enorme, no hay problema por eso, te prometo no molestar y ni cuenta te darás de que estamos en la misma cama…

- yo no dije que me fueras a molestar… - aclara sonriéndole… - vamos a ducharnos y a dormir, porque mañana hay que regresar a Seúl…

Junsu asintió todo emocionado porque volvería a ver la ciudad que dejó siendo apenas un infante… y más tarde se colocó un pijama del pelinegro para descansar, y cuando se metieron bajo las cobijas…

- buenas noches… - el pelirrojo se acercó al ratón dándole un beso en la mejilla, no había hecho nunca antes algo así, era algo que simplemente le había nacido, porque se sentía tan feliz, que en realidad tal vez no lograría dormir de emoción…

- buenas noches… - algo azorado por esa muestra de cariño, el pelinegro se sonrojó ligeramente, dándose cuenta de que también se le había acelerado el pulso y la respiración, y que su condenado corazón latía apresurado…

Pero sonrió al recordar que Junsu es como un niño, y que seguramente todavía tiene sorpresas bajo la manga que harán que se inquiete… pero se siente bien, y no le importará tener que enseñarle muchas cosas, todas las del mundo si es necesario, con tal de verle sonreír siempre de la misma manera…