KINGDOM TVXQ!

CLOSE 2U
Arualthings

Our World

Sus mundos eran totalmente diferentes, sus familias y amigos no entendían su relación, pero lo que sentían el uno por el otro, era más fuerte que todo lo demás. Lo que no sabían, es si esto sería suficiente para estar juntos.

El príncipe de los bárbaros

En un mundo antiguo un hombre busca levantar a su pueblo e inicia la búsqueda de un ser que le brindará todo el poder que necesita, sin saber que forma parte de un historia muchísimo más grande que su propia ambición. Shim Changmin y Kim Junsu se encontrarán de forma inesperada para formar parte de un destino dictado por la atracción entre gemas.

Insano

Junsu no podía creer que aún después de todo ese tiempo de humillaciones por parte de sus dos mejores amigos él no se hubiera vuelto completamente loco, desquiciado; en cambio se sentía renovado, en una nueva piel.

Lluvia de estrellas

¿Crees en los deseos? Yunho alzó la vista al cielo y con una lágrima oró a las estrellas para que le concedieran un deseo… desde ese momento el destino de Changmin reposó entre sus manos. El máximo inconveniente es recordar… ¿quién es Changmin?

You are everything I've been looking for

Después de una decepción amorosa, Changmin decide alejarse de la vida como la conoce, acompañado de su mejor amigo Jonghyun. Juntos descubrirán sentimientos que les cambiarán la vida para alejarlos o acercarlos más, mientras conocen a un grupo de peculiares personas en un lugar común y corriente...

Dolor

Todos tenemos algo que ocultar en nuestras vidas pero ¿Qué ganamos con eso? ¿El guardar todo ese dolor solo para nosotros, no también causa dolor a los que nos rodean?

Novio secreto

La relación de Changmin y Jaejoong era un secreto para el mundo, sus únicos testigos eran aquellos lugares donde se veían a escondidas, los testigos mudos de su amor y su pasión, de su tristeza y desesperación.

Querido Secretario - YooMin

Título: Querido secretario
Pareja: YooMin
Género: Lemon
Extension: Oneshot
Autor: Aemin

Nota: Ill be back... volvi por fin XD ah que horrible es la crisis de escritor....otros autores no me dejaran mentir ^^U disfrutenlo!! 

Estaba desempleado y muy, muy aburrido.

Necesitaba algo que hacer. Pero cualquier cosa a la larga requería dinero: el cine, el café, la música. Y obviamente la ropa. Y muy importante, la comida. Si…la comida era lo más importante. Tenía ahorros para alimentarse pero no serían eternos.

¿Qué hacer?

Abrió el periódico electrónico que llegaba cada mañana a su mail y revisó la sección de empleos. No había mucho. Barrendero ni hablar. Pasear perros…no. ¿Mesero? ¿Por qué no?

Lo despidieron una semana después. Por probar la comida de todos los platos, o la mayoría. Y por vomitar. La comida no era para nada buena.  Shim Changmin, necesitas un trabajo con urgencia, se repetía a diario. Trató de trabajar en una biblioteca pero se aburría a morir, después repartió pizza pero lo dejó: el aroma era insoportablemente tentador y antes de ser penosamente despedido por la comida una vez más mejor se adelanto a lo inevitable. ¿Pasear perros? Más bien ellos lo pasearon a él. Fue esquiando en pasto y lodo por todo el parque hasta que finalmente su tenis se atoró entre unas piedras y al soltar las correas cayó de bruces en el suelo. Los canes huyeron por todos lados y recuperarlos fue una pesadilla. Los dueños se molestaron por la tardanza y antes de mentarles a sus progenitoras también lo dejó. Sólo quedaban dos empleos según la web: secretario o intendente en dos distintas empresas. Vaya…trabajo de nena o limpiar porquerías…

“Edad: 23 años. Licenciado en administración de empresas. Disponibilidad de tiempo, sí. Sé conducir y sé usar Microsoft Word, Excel, y otros programas.” Enviar.

Suspiró, fue a la cocina por un vaso de leche y al volver a su habitación revisó su correro. Una, dos, cinco veces hasta quedarse dormido.

Despertó con la mejilla entumida y las letras wertyu sdfgxc tatuadas en su piel. Se frotó la cara con la mano, bostezó y miró al frente. En la pantalla de su computadora, frente a la cual se había dormido, estaba la respuesta a sus plegarias: “RE: Solicitud de trabajo de secretario”. Pestañeó con sorpresa y lo abrió de inmediato.


“Hola, Shim. Vamos a conocernos, ¿te parece? Seré tu nuevo jefe, pero antes necesito entrevistarte. ¿Te parece vernos mañana jueves a las 9:00 a.m en el café Delitte? Sé puntual. De eso depende tu empleo. P.C”


¿Jueves? Hoy. Un segundo, ¿qué hora era? ¡Las ocho y media! Saltó del escritorio al armario a la regadera a la cocina y a la calle y corrió a su auto. Condujo de una manera que a Vin Diesel le habría dado envidia y llegó frente al café Delitte a las 9:03. Maldición, ojalá el señor P.C siga ahí. Entró. En el lugar había pocas personas. Una pareja, una mujer sola leyendo un libro, una familia de cuatro. Y ningún sujeto con aspecto importante. Tragó saliva. Bueno, al menos aprovecharía el viaje, tenía sed y algo de hambre, sólo había alcanzado a embutirse un pan medio tostado antes de salir. Fue a la barra y pidió un café y se sentó a beberlo, angustiado.

Pasaron unos minutos mientras saboreaba la crema del café cuando se acercó a él un sujeto de traje oscuro. Volteó.

-¿Shim? – preguntó el hombre. Su piel era muy blanca, se veía casi transparente en contraste con su traje negro.
-Sí….¿señor P.C?
El hombre sonrió encantadoramente y se sentó frente a él.
-Soy el señor Park de hecho. ¿Cómo está, Shim?
Debía disimular y no parecer desesperado por nada del mundo, aunque lo estaba. Sonrió un poco.
-Bien…
-¿De verdad? ¿Entonces por qué un hombre joven, atractivo e inteligente como usted solicitó empleo como vil secretario?
Changmin abrió por completo los ojos. El señor Park era muy hábil. No le convenía mentirle.
-Bueno…no todo esta tan bien, señor.
-Según tu correo tu ultimo trabajo de oficina fue en Home and Living Co., ¿Cierto?
-Sí, señor.
-¿Y por qué lo perdió?
-Tuvieron que recortar el personal…
-Ya veo.
Una mesera se les acercó.
-¿Dese algo, señor?
-Sí, por favor. Un café negro con dos de azúcar y leche fría, por favor – la mesera asintió y se retiró, - mejor memorícelo, Shim.
-¿Eh? –eso lo descolocó.
-Si lo contrato, necesitará saber cómo me gusta mi café.
-Oh. Sí señor.
-¿Y?
-Eh…¿negro con dos de azúcar y leche fría…?
El señor Park sonrió mostrando todos los dientes.
-Buena memoria. ¿Qué más sabes hacer?¿Conduces?
-Sí señor. Tengo un auto, es un viejo accord.
-Ya veo.

La mesera trajo el café del señor Park y se retiró nuevamente después que le dijera que tenía encantadora sonrisa y bellas manos. Changmin sintió algo revolotear en su interior. Su posible jefe era un ligador de esos…bueno, daba igual, mientras le pagara. Tras servirle algo de leche a su café y revolverlo cuatro veces con la cucharita, el señor Park habló.

-¿Tiene novia, señor Shim?
-No señor…¿por qué?
El señor Park sonrió de lado, pícaro quizás.
-Nada en especial. Pero me alegra.
-¿A qué se refiere?
No sabía por qué, pero le parecía una insinuación. Eso lo tensó. Se puso muy nervioso y apretó las manos bajo la mesa.
-A que así no se distraerá de su trabajo.
-Oh. Le aseguro que aunque la tuviera no le fallaría, señor.
-Ya veremos eso si se da el caso, ¿le parece?
Changmin asintió y las preguntas cesaron. El señor Park se tomó su tiempo en disfrutar su café, oliéndolo primero y degustándolo despacio.
-Bueno, señor Shim…- dijo el señor Park cuando se terminó el café, - quizás lo llame después. Fue un placer.

Y sin más se fue. Ni siquiera pagó.
¿Qué demonios?

Frustrado, Changmin pagó y volvió a casa. Se preparó ramen, salió a caminar, comió, se bañó y se fue a dormir. Las cosas estaban horrendas. Iba de mal en peor y al karma parecía divertirle burlarse de él. No sólo no tenía empleo, sino que le había tenido que pagar el café a un hombre que podría haber sido su jefe y que realmente se había burlado de él y nada más. En sus ahorros solo quedaban unos pocos miles de wones….a este paso ni siquiera podría pagar más ramen instantáneo… resistió las ganas de llorarle a la almohada.

Al día siguiente, al salir de casa se encontró un reluciente Audi negro estacionado frente a su puerta. Se quedó pasmado. Más aún cuando del hermoso automóvil bajó nada menos que el señor Park. Esta vez el sujeto vestía un traje color blanco, lo que hacía su piel más oscura y sus labios más rosados………… ¿qué tenían de importante los labios? Que sonreían, tal vez…

-Buenos días, señor Shim. ¿Durmió bien?
-Señor Park, ¿qué hace aquí?
-Quiero que me lleves a unos encargos y después a la oficina, ¿qué te parece?
Casi se cae.
-¿Me…me está contratando?
-Depende de qué tan rápido se cambia esos trapos por ropa decente y enciende el motor.

No tuvo que repetírselo. En menos de 15 minutos Changmin ya estaba frente al volante del flamante Audi, conduciendo por las calles de Seúl. Atrás, el señor Park hablaba por teléfono y se limitaba a darle una que otra indicación de a dónde dirigirse.  Después de ir a la tintorería, a una pastelería y a una florería lo llevó a la oficina.

-Te llamaré cuando salga, ¿bien? Muchas gracias, señor Shim.
Otra vez. Se despedía como si nada. De pronto se detuvo. Volteó.
-Ah, mientras tanto, ¿podrías lavar mi auto? Que quede reluciente para cuando salga, ¿bien? – le sonrió y desapareció en el interior del edificio. Changmin sintió que le ardían las orejas. Si no lo contrataba lo asesinaría. Al menos en la cárcel daban de comer y había techo gratis.

Lavó el automóvil en el estacionamiento del lugar. No tenía caso llevarlo a su casa y volver, además si estaba lejos cuando Park le llamara… ese Park era un hombre interesante. Apenas se había conocido y ahora le confiaba su auto… ¿Quería impresionarlo? ¿Presumirle? ¿Burlarse?

Ya lo estaba terminando de pulir con un trapo cuando una voz dijo.
-Se nota el jabón.
Volteó. El encargado de seguridad lo observaba.
-¿En dónde? – le preguntó, molesto.
-¿En dónde no? –replicó el policía.

Fastidiado, Changmin volvió a lavar el automóvil hasta que el policía le dio el visto bueno. Moría de hambre, pero prefirió aguantar hasta la cena. Si el payaso de Park no lo contrataba, necesitaba ahorrar tanto como pudiera para comer. Se sentó en el interior del Audi y cerró los ojos, tratando de sobrellevar la situación. Empezó a cabecear… y el sonido de su celular lo despertó.

-Shim, ya voy saliendo, ven por mi – la voz de Park exigió al otro lado de la línea y colgó. Changmin suspiró y dócilmente fue a recogerlo.

Al verlo desde la entrada del edificio, Park se echó a reír.
-Déjeme adivinar, Shim…¿lo lavó? ¿De verdad?
-Sí…- empezaba a sentir una furia…
-¿A mano? ¿Usted solo?
-Sí, señor… ¿no me lo pidió? Ya, entre – respondió abriéndole la puerta, gesto que le había exigido hacer en cada parada que habían hecho ese día.
-Es cierto, te pedí que lo lavaras, pero podrías haberlo llevado simplemente a un lavado automático.
Changmin sintió como si le vaciaran una cubeta de agua helada por la espalda, empezando en su nuca y terminando en lo más bajo e íntimo de su ser.
-Vamos… - Park subió. Casi le deja ir la puerta pero logró contenerse y subió adelante al lado del piloto.
-Llévame a casa, Shim. Ya fue un día bastante largo.

Changmin asintió y encendió el motor. El camino fue silencioso. Por fin llegó a su destino, a su hogar dulce hogar.

-Eh, Shim…ésta no es mi casa…
Cerró los ojos y los apretó con fuerza.
-Lléveme a mi casa.
Respiró profundo.
-Dígame por dónde, señor.
-Por supuesto.

De nuevo por las calles de Seúl… su conciencia le decía que resistiera, pero su instinto le suplicaba que cometiera un homicidio perfecto. No podría tolerar una burla más. Y ultimadamente, ¿por qué le aguantaba todas esas cosas? No era su jefe aún. Y nada parecía indicar que fuera a serlo. ¿Sólo por ser un hombre poderoso? Y rico…constató al notar la zona donde residía. A callar y cooperar…

-Bien. Muchas gracias, Shim. Hable con mi portero y él le pedirá un taxi que lo lleve a casa. Buenas noches – con una encantadora sonrisa, Park se retiró. El portero fue testigo de la rabieta del pobre muchacho alto y moreno, afuera frente al edificio. Y desde el penthouse, Park también.

Fue dando pataletas en el taxi y tardó en dormirse, furioso, pero estaba tan cansado que no soñó, fue un dormir profundo. Ni siquiera le había dado suerte ese hombre, sólo problemas…
Al día siguiente, ojeroso, cansado y con mucha desilusión, salió nuevamente de casa casi al medio día y se detuvo en seco. Frente a su puerta ahí estaba, nuevamente el Audi negro. Se acercó. Park no estaba ahí, el auto estaba solo. Tragó saliva y, tentado tras ver las llaves al lado de la rueda, subió. Sobre el volante había una nota.

“Shim. Lo felicito. Su futuro está por cambiar, y le aseguro será tan brillante como este auto, lo merece por pulirlo con esfuerzo tal como intuyo ha pulido su camino por la vida. Lo espero para inciar su nuevo empleo en mi oficina. No falte. Park Yoochun”.


Yoochun. Así que así se llamaba el condenado…si tuviera una Death Note…¡Changmin, no es momento de ser infantil! Corrió a asearse y ponerse decente para presentarse a su nuevo trabajo.

Llegó al edificio, se estacionó y el policía lo saludó divertido. Subió y preguntó en recepción por el señor Park.  Una secretaria asintió y le entregó un sobre. Mientras ella iba a avisar al señor Park de su presencia, Changmin abrió el sobre. Dentro estaba el dinero exacto para pagar el café que había bebido con él hacía dos días. Indignado entró violentamente a la oficina en cuanto la secretaria le concedió la entrada.

-¡¿Jefe?! – casi gritó.
-Pase, Shim. Cierre y siéntese.
Changmin cerró la puerta pero no se sentó.
-¿Qué pretende?
-¿Impresionado?
-¿Por qué debería de estarlo?
-Ah…¿aún no lo comprendes?
Yoochun Park se levantó de detrás de su escritorio y se acercó a él.
-¿Qué debería comprender? Uhm…

Yoochun apoyó una mano al lado de su cabeza, cercándolo contra la pared.

-Ese auto lo compré especialmente para ti…es mi primer regalo ya sea que aceptaras o no…
-¿Aceptar qué?
Sintió nervios de nuevo. Tensión. Y algo revoloteaba en su estómago. Lo encaró.
-¿El estúpido empleo como su secretario? –preguntó. Luego se arrepintió. Pero estaba molesto, debía desahogarse.
Park sonrió.
-El empleo, sí…pero pretendo que nuestra relación sea muy cercana…¿me explico?
-Cercana…¿entre jefe y empleado?
Yoochun pegó su frente a la de él. Era ligeramente más bajo que él, pero seguía siendo un hombre rico y poderoso. Y estaban en su terreno, Changmin no debía defenderse con fuerza bruta. Además, sus músculos no le respondían del todo, la mirada de Yoochun lo tenía pasmado.
-Me gustaste desde que te vi en el café, con esa cara desesperada. Y después, cuando te vi en ropa deportiva…y luego con ese traje…simplemente me dieron ganas de cogerte en ese instante, pero preferí jugar.
-Maldito…
-Y no sabes lo mucho que me excito verte desesperado en la calle… - lamió su oreja, - tuve que atenderme esa noche…anoche en realidad… pero ya no me contendré…
-Cada minuto se vuelve más indecente…Park…
Yoochun rió, juguetón.
-Apenas empiezo…
-Ah….ahh…

Los labios de Yoochun estaban en su cuello, rápidamente descubierto tras las hábiles manos blancas que habían desatado la corbata y ahora desabotonaban su camisa. Sin saber por qué, la sensación le gustaba…era placentera…

-Eres tan sensible, Changmin…
Changmin…su nombre pronunciado así…sonaba increíblemente bien…
-Señor Park…
Lo tomó por la barbilla.
-No eres más que un niño, ¿eh?
-No…tengo 23 años…apenas tres menos que usted…
Yoochun sonrió con ternura.
-Para mi eres un polluelo perfectamente pervertible…
-¡Yah…unngghh…!
No pudo reclamar. La lengua de Yoochun llenó su boca de pronto y todo se volteó de cabeza.
Cuando pudo respirar estaba recostado sobre el escritorio, casi desnudo, con los suaves labios de Park recorriéndole toda la piel.
-Ah…ahh…
-¿Rico, verdad…Changmin?
-Park…no…estamos en…
-No pasa nada…relájate… precioso…
Masajeó sus brazos, su pecho, sus muslos…luego…su mano lo masturbó con firmeza. Mientras su boca no dejaba descansar su piel, endureciendo sus pezones, succionando su ombligo, estremeciendo el lóbulo de su oreja. Changmin no podía más que estremecerse…
-¡Ah! ¡Tus dedos…! ¡Ahí no…!
-Shh… se sentirá increíble, ya verás…  déjame encontrar el punto…
-¿P…punto..? Ah…duele…espera…
No sabía de qué le hablaba hasta que lo sintió. Tocó algo en su interior, un lugar…una zona…que fue como dinamita. Perdió la noción de todo, y todo se convirtió en placer. Placer y nada más. Sonriendo Yoochun continuó tocando ese delicado y exquisito punto mientras besaba su pecho.
-¿Qué te dije? Es increíble…
-Park….Paaark…ya….ya no…
-Yoochun…dime Yoochun.
-Yoo……chun………
-Mejor.
Sin dejar de mover sus dedos besó sus labios, haciéndolo gemir en su boca. Todo se volvió blanco y sintió esos fuertes espasmos placenteros en su miembro, estallando y haciéndolo gemir fuerte con el orgasmo.
-Eso es… ahora estás listo…
-¿E-eh…?
-Changmin…- Yoochun se acomodó entre sus piernas y las dobló, - voy a hacértelo. Voy a entrar en ti y seremos uno…y va a encantarte…
Changmin frunció el ceño.
-Pero antes…- Yoochun se apartó y se sentó a su lado, tentándolo y jugando como siempre, - necesito algo de atención…¿has hecho un blowjob antes?
Nunca. Pero sabía lo que era.
-¿Pretende…que le de uno?
Yoochun asintió.
-Déjame sentir esa grosera boca en mí.
Tembloroso Changmin apoyó las manos en los blanquísimos muslos. Nervioso abrió la boca y se inclinó.
-Ah…así…lento, Changmin…así…no…no todo…la punta…eso es…
Resultaba…excitante…
-Bien…es mi turno…
Lo empujó de nuevo sobre el escritorio y le dio una demostración de un experto blowjob. Atontado por la testosterona y el placer, Changmin no lo detuvo. Se dejó llevar por la marea de éxtasis hasta que sintió algo entre sus piernas, debajo de su hombría. Se irguió y encaró a su jefe.
-Va…¿va a violarme?
-Sería violación si opusieras resistencia…
Changmin apretó sus labios. Cierto, para nada lo había detenido. Apenas se había negado con palabras, pero no más.
-Admite que te gusta… - Yoochun le lamió los labios y empujó, entrando un poco entre sus piernas.
-¡Ah…!
Se lo hacía por atrás, abrazándolo contra su cuerpo. Se aferró al escritorio con fuerza y el vaivén empezó. Cada vez iba más profundo, era incómodo y ardía. Hasta que entró por completo y tocó de nuevo ese punto. Ese punto placentero que ya había sido domado. Y una vez más era acariciado, esta vez con más fuerza, detonando el placer y la locura en Changmin. Tiró levemente de su cabello, haciéndolo ladear su cabeza y besó sus labios con indescriptible pasión.
Le dio con fuerza…más…más…parecía implacable…la madera del escritorio incluso rechinaba un poco…
Y su segundo orgasmo fue aún más violento que el primero, tanto que…





Despertó. Estaba sentado en su escritorio, frente a la oficina de su jefe, Park Yoochun. Acababa de soñar con su primera vez con él. Había sido igual de increíble que en la realidad aunque… en realidad él se le había echado encima a Yoochun y lo había penetrado sin clemencia sobre el escritorio. Se lo debía por tentarlo así desde que se conocieron en el café. Además desde que había visto sus jugosos labios había querido probarlos. Le había tenido ganas. Y ahora el deseo era mutuo. Hacía días que lo hacían.
Sonrió y se limpió el sudor de la frente con la mano. En eso sonó el teléfono.
-Shim, a mi oficina. Necesito sus atenciones – dijo Yoochun del otro lado. Sonrió.
-En seguida, señor.
-Aquí te espero, querido y sensual secretario.
Riendo para sí Changmin se levantó y entró a la oficina, cerrando la puerta con llave tras de sí.

FIN.

Honestamente, ¿Irías a un concierto de TVXQ en Chile?

POR FAVOR, LEER ANTES DE RESPONDER.

Necesitamos saber quienes realmente SÍ irían a un concierto de TVXQ en Chile. Por favor responder honestamente, solo si estás SEGURO que irás.
Si no puedes ir y "asistes" al evento para ayudar, solo estarás haciendo lo contrario.

Si logramos ser MÁS de 5.000 personas, podremos llamar la atención de las productoras, porque realmente no saben si existe el público en el país. Por eso es importante que respondan con la verdad.

Insistimos: NO "ASISTIR" si no estás SEGURO. No usar el "TAL VEZ" porque no servirá de nada. Tampoco sirve el "asistir" solo por querer ayudar.

POR FAVOR sean SERIOS y SINCEROS.

¡Esta ES la oportunidad para hacernos notar!

PD: ¡Debemos ser rápidos, ya que el tiempo es escaso!

(¡La fecha del evento es solo porque esperamos llegar a la meta ese día~!)

Para responder ir a este link: https://www.facebook.com/events/640973445931540/?notif_t=plan_user_joined

Actua #106 (Domingo)

Para las que aún no se enteran, aunque creo que ese no sea el caso. TVXQ va a Perú *v* felicidades a las chicas de ese país, y a las de otros países que podrán ir al concierto. Por fin TVXQ se acerca a este lado del planeta *^* años esperando, aunque yo seguiré esperando porque soy de Chile y no tengo dinero para ir a Perú -canción triste de fondo- Espero que se pueda confirmar un concierto en otros países también.
Y por cierto, perdón por no haber actualizado la semana pasada ._. me pasé. Realmente lo siento. Como saben ya casi no se piden fics en otros lados para ser publicados aquí. Rara vez sucede y es que los foros ya están muriendo en sus sectores de fanfics, si se actualiza son muy pocos los que están activos, muchos fanfics se abandonaron después de la separación, sumado que ya la mayoría de las autoras salió de la escuela y están en la universidad y/o trabajando. Al igual que las traductoras.
Si alguno/a de ustedes conoce a las autoras de los fanfics que se dejaron de publicar aquí, podría decirles si se puede contactar con nosotros? No es necesario que se sigan actualizando sus fics aquí si es que el autor no quiere, pero nos gustaría tener alguna dirección en donde el fanfic fue continuado. Se que a muchos les gustaría continuar leyendo.

Bueno, anoche me puse a leer un fanfic y se los quiero recomendar, es JaeMin claro o más bien "MinJae" de Evy/Alexia. Al principio no quise leerlo porque no está terminado, pero con leer el resumen y parte del primer capítulos, pues ya no pude detenerme.

Título: The Cutest
Pareja: MinJae
Géneros: Comedia/Romance/Drama/Lime/Lemon.
Resumen: La relación de un don nadie (Kim Jaejoong) con Choikang Changmin de TVXQ

Como dije, no está terminado, y hace poco fue actualizado el último capítulo, pero es realmente hermoso. Si eres fan del JaeMin en verdad no pierdes nada con leerlo aunque esté en proceso.

Otra cosa. Las listas de fanfics no están actualizadas, así que es normal que los fanfics publicados casi desde la actualización 98 no se encuentren ahí. Lo siento, intentaré actualizarlo pronto.

Ahora si les dejo la lista de las actualizaciones:

* últimas actualizaciones.

Traducciones:
 Blind [YooSu] Cap. 25

YunJae:
- Why / empty? Cap. 0
Belong. Te pertenezco Cap. 12 y Epílogo
*
*

YooSu:
Time Cap. 3 + Epílogo (Completo)
Cuando dices "Annyeong" Cap. 9 y 10

YooMin:
* Todo Comienza con un Disparo Prólogo al Cap. 2

Parejas Varias:
- Reencuentro inesperado [Yunjae, Yoomin, Suhyuk] Cap. 12 al 14
Extrañar en Silencio [YunJae, YooSu, ChangTae] Cap. 4
* Extrañar en Silencio [YunJae, YooSu, ChangTae] Cap. 5
* El sacrificio de los Arcontes [YunJae, Yoosu, MinSu, MinJae] Cap. 4
We found love [YunJae, YooSu, ChangMinho, SiChul] Cap. 5

Hetero:
Love is like a snowflake [JaeJoong] Cap. 2
- Kyō wa hijō ni tokubetsuna hito ga umareta [Jaejoong]

...............................................................................................

We found love - Cap. 5

Pvs Jae


Una semana paso, no fue mucho pero la conexión que tuve con Yunho para mi sorpresa fue rápida, nunca pensé que estar en un lugar tan ¿como decirlo? Tan decadente, pudiera convertirme en alguien un poco egoísta, mis hermanos ya no me preocupaban como en un principio, tenían a sus propios chicos para protegerlos. Estaba empezando a sentir lo que era la seguridad de nueva cuenta, una que mis padres buscaron hasta su muerte.

Sentado con Yunho en una pequeña mesa que el mismo había mandado poner en nuestra habitación para que comiéramos allí, porque solo un día comimos con sus demás protegidos y poco menos de la mitad nos miro con desagrado, se que nos miran como una mala señal, todos saben que buscan a unos chicos, y de la nada aparecemos nosotros, claramente sabían o sospechaban algo.

-¿como es la vida de un chico especial como tu con los militares? – de repente pregunto.

-pues aunque no lo creas no es muy distinta a ser mercancía.

-mercancía ¿Cómo es eso?

-bueno pues una vez que naces ponen una marca en tu piel como un tatuaje una vez que tu piel puede soportarlo claro esto es el numero de chico, para que ninguno de otro bando se adueñe de lo que es de ellos si eso llega a pasar seria como una especie de casería ya que ellos son los que tienen mas armamento de entre los bandos, claro imagino que eso tu lo sabes – asintió tranquilo – nadie se atreve a enfrentarlos, pero esta marca es solo si naces con eso de ser especial, registran tu nombre tu fecha de nacimiento y constantemente te visitan esto es porque lo que es suyo debe ser vigilado cuidadosamente, cuando un chico con el don cumple quince años sus padres deben llevarlo al consejo, si no te llevan van por el, si alguien se opone es arrestado por traición y si las cosas se ponen mal, como en nuestro caso no hay vida que perdonar.

-eso es cruel – asentí ante su cara de completa molestia –¿que ganan las familias al dar a sus hijos?

-son protegidos he incluso se les da una parte de lo que se le ofrece al consejo.

-¿la aceptan sin mas?

-no queda de otra, si te opones es la muerte, si tienes mas familia quizás seria desterrada, para el que muere todo termina pero para los que viven ¿que?, así que es mejor no opinar y ver como se llevan a su hijo.

-¿Qué pasa después? ¿Por qué tienen que ir cuando cumples quince años?

-es algo así como que pasas ya ha la madurez de tu cuerpo, o cuando ya esta mas que listo para la procreación, entonces te ponen en cuarentena, se pasa como una especie de informe a todos lo hombres libres, no importa la edad de estos, viejos o jóvenes da igual mientras sean todavía fértiles, ellos hacen ofertas o hacen ofrecimientos como desprenderse de algunas pertenencias ser el que se arriesgue en tal ataque eso depende de las capacidades del ofertador, la que al consejo le convenga la toma y entrega al chico para que el hombre ganador pueda hacer lo que quiera con el, pero una vez que tenga un hijo con el mismo don, debe hacer lo mismo, es como una cadena.

-y ¿nadie puede quitárselos?

-no, estos son hombres con mucho poder, nadie puede hacerlo, solo si no tuvieran un hijo al año de casados entonces se les quita al chico y vuelven a hacer ofertas, el bebe sea o no con el don es como si marcara al chico como tuyo ya nadie mas puede quitártelo una vez embarazado.

-y ¿si a ustedes los encontraran ya embarazados?

-pongamos un ejemplo si me embarazo de ti, y me encuentran no les importara me ofertaran y aquel con el que me quede será el padre de mi hijo y nadie dirá lo contrario, solo si tu fueras un militar o hijo de un hombre muy poderoso por supuesto aliado a los militares, esa unión se cancelaria y tu podrías tomar lo que es tuyo, pero si me han entregado a el antes que tu vayas por mi, es posible que mi cuerpo ya haya sido mancillado, por lo cual puedes pedir una compensación que podría ser las propiedades del hombre o su misma vida si este sabia que había alguien antes que el, lo cual seria difícil de comprobar y siendo así el consigue el perdón y como si nada hubiera pasado.

-eso es tan ruin y miserable, ahora mi vida no parece estar tan mal, vivo en la miseria pero al menos elijo la vida que quiero llevar.

-lo se, pero tristemente esa nuestra vida, que gracias a mis padres, mi hermano no vivió y nosotros no llegamos a conocer.

-y ¿como lo sabes si tu…?

-¿si yo no le he vivido? – asintió - Mi madre nos lo conto el paso por lo mismo mi padre y madre se enamoraron pero después de conocerse, casi al mismo tiempo que mi madre debía ir al consejo mi padre que tenia poder pudo llevárselo consigo ella tuvo suerte, de esa forma y con la ayuda del doctor cambiaron nuestro destino, si no hubiéramos vivido como chicas ahora Heechul estaría casado y quizás con uno o dos hijos, yo estaría a punto de ser ofertado.

-¿Cómo lograron engañarlos para que no se dieran cuenta de su condición?

-mi padre amigo del doctor hizo un trato con el no se muy bien cual pero informo que con cada nacimiento de nosotros cuatro éramos chicas. Nadie se intereso en nosotros, siendo chicas no éramos útiles, podemos llegar a ser concubinas de alguien a quien le lleguemos a gustar, solo eso.

-¿Por qué esconderse como chicas? ¿Por qué no ser chicos, solamente y ya?

-veo que tu no sabes como nace un chico con un don.

-pues creo que no, jamás hasta ahora los conocí a parte de mi madre de quien fui separado, muy joven.

-entiendo, pues nosotros somos fértiles de una forma, pero infértiles de otra, nacemos sin testículos, lo que nos hace infértiles, es como si fuéramos chicas pero con ¿ya sabes? – Se señalo la parte inferior de su cuerpo, Yunho comprendió - si nos ponían de pareja a una chica no podríamos responder como hombres completamente, y si nos juntaban con un hombre notaria la diferencia, ya sabes. Ser mujeres quizás nos aseguraba no estar nunca con nadie, y nadie se ofendería.

-ya veo es difícil comprender, debieron pasarla mal viviendo como alguien que no eran ustedes.

-quizás pero éramos libres de elegir nuestra vida, nadie se metía con nosotros, bueno hasta que apareció Seung Hyun entonces lo que era como un sueño se convirtió en la peor de las pesadillas.

-la pesadilla termino porque ahora que estas conmigo nadie se atreverá hacerte daño – tomo mi mano por encima de la mesa.

-se que lo que dices es lo que sientes, pero debemos ser realistas si Seung Hyun no nos ha encontrado es solo porque nos esta dando tiempo para entregarnos, estoy seguro que tarde o temprano nos encontrara, casi puedo sentirlo.

-tanto dudas de mi – pregunto desilusionado.

-No. Nunca dudaría de ti, pero tengo miedo de que todo esto termine… de que esta paz que mis hermanos y yo hemos encontrado con ustedes se acabe, si nos encuentra nos separaran.

-si los militares están buscando solo tres, que pasara contigo porque según lo veo el no te reportara en el consejo.

-no se lo que piense hacer conmigo para que desconozcan de mi paradero, pero se que no será nada bueno.

-y si vamos al consejo y decimos lo que hizo, si les decimos que mato a tus padres – sonreí cansado por toda la injusticia que estábamos viviendo.

-ellos no van a escuchar la voz de un rebelde podrían matarte incluso sin permitir que hablaras y prácticamente en el momento que ponga un pie en el consejo ellos me ofertaran ¿entiendes?, nosotros no tenemos voz para reclamar nada. Seria como ponerme en bandeja de plata.

-¿entonces que podemos hacer?, no podemos irnos porque movernos aun con tan poca gente será peligroso, y llamaremos la atención, no podemos aclarar las cosas y no podemos matar al maldito porque tendríamos que pasar primero por sus guardias y para eso necesitamos muchas armas.

-lo se y también se que en algún momento nuestra presencia será peligrosa, tal vez seria mejor si nosotros nos fuéramos, por nuestra cuenta – eso lo molesto y apretó mi mano, mirando con los ojos entrecerrados.

-ni lo pienses Jae, tu no vas a apartarte de mi lado, dije que te iba a proteger y eso hare, debes tener un poco de fe en mi – quizás el cree que aun no confió en el al cien por ciento pero lo cierto es que es la única persona en la que podría mi vida en sus manos, incluso la vida de mis hermanos.

-la tengo y por eso mismo se que si mi vida esta en peligro darías tu propia vida y eso no lo quiero, y debes estar seguro y escucharme que lo que te voy a decir es cierto, por favor ¿si? – el asintió - se que aunque me atrapen y espero que a mis hermanos no, no me lastimaran no al menos de una forma que pueda morir pero estaré vivo, así que prométeme que si nos separan encontraras la forma de salvarme sin arriesgar tu vida, si mis hermanos logran seguir libres primero debes asegurarte que donde los dejes ellos estarán a salvo, que no les pasara nada y yo prometo que te esperare el tiempo necesario.

-lo prometo me asegurare de que ellos estén bien y no dudes que iré por ti, porque ahora eres mío – sonreí la primera vez que escuche esa palabra fue en los labios de Seung y se había escuchado tan escalofriante, y esta era la segunda vez que la escuchaba de labios de Yunho la primera vez que lo dijo debo confesar que no me gusto pero no le dije nada, obviamente por no comprometer mi situación y ahora todo era distinto era un sentimiento cálido y ese sentimiento me hacia sentir algo dentro que aunque era incomodo me alegraba, no sabia lo que era pero fuera lo que fuera quiera seguir sintiéndolo, muchas veces mas y descubrir a su lado que era.

-gracias, nos quedaremos por ahora, pero si debemos irnos no impedirás que me vaya ¿verdad? Es por el bien de todos – pude notar su inconformidad, pensé que se negaría que objetaría mas pero no lo hizo.

-no lo se - lo mire suplicante lo que menos quería era arriesgar su vida, Seung no descansaría hasta tenerme quizás si me dejaba atrapar lo convencería a que dejara ir a mis hermanos que no los siguiera, pero esa medida la tomaría si no tenia otra opción, por ahora la única que tenia era estar cerca de Yunho - de acuerdo lo intentare.

-bien – sonreí.

Entonces escuchamos un estruendo y sentimos el temblor del edificio el se levanto rápidamente y me protegió sin pensar. Mis hermanos entraron corriendo a la habitación aferrándose a mi, donde Siwon, Changmin y Yoochun entraron tras ellos, los habían llevado a ponerlos seguros, ellos exaltados entraron en busca de Yunho.

-¿Qué ha pasado? – pregunto Yunho.

-¡no has atacado! – grito Siwon como si no lo escucháramos.

-¡¿que?!– contesto, sus otros dos amigos estaban igual de angustiados, mis hermanos estaban temblando, mentiría si yo no.

Despues de todo no paso tanto tiempo para que nos encontraran estaba seguro que este ataque tenia que ver con nosotros, y era el momento de que Yunho tomara la decisión de dejarnos ir o seguir protegiendo a su gente, yo no quería que por mi culpa perdiera todo aquello por lo que estaba luchando pero lo que mas desearía en la vida es que sin dudarlo, me prefiriera.

El sacrificio de los Arcontes - Cap. 4

Coincidencias

Actualidad
Monasterio Meteoro

En inaccesibles cimas rocosas que se levantan a 300 metros sobre el valle, se encuentra una comunidad monástica, completamente alejada de cualquier distracción terrenal. Los picos y los acantilados de este paisaje sobrenatural fueron creados por la acción del mar, que sumergió estas llanuras hace 30 millones de años. Construido con rocas del pico más alto de 415 metros. La única manera de llegar hasta los monasterios es por medio de los peldaños labrados sobre la misma roca.

Cerca de una ventana, en la intimidad de una habitación del monasterio se encuentra un joven de veinte años, mirando la naturaleza que se observa al otro lado del acantilado que separa al monasterio del bosque, su mirada se pierde en el recóndito color verde de los arboles, mientras su mente divaga en un sentimiento de que alguien mas lo llama.

Su piel pálida, sus labios rojos, sus ojos negros al igual que sus cabellos, lo hacen diferenciarse de sus compañeros monjes, su belleza es símbolo de atracción, pero al estar en un lugar donde se esta libre de pecados, su seguridad no es interrumpida, y es respetado como si de otro monje se tratara.

Fue llevado a este monasterio a penas nació, sin recuerdos de padre, madre o hermanos, su única familia son los cerca de veinte compañeros que residen con el, lo único que lleva como marca de nacimiento y tal vez como referencia de cómo podría encontrar a su familia es una B en el brazo derecho, como un tatuaje.

Días antes de que un sentimiento de vacio creciera en su interior tuvo un sueño muy real, donde había pasado la noche teniendo relaciones con un joven de su misma edad, de tés morena, cabello y ojos castaños, muy guapo demasiado atractivo, el sueño fue tan real que incluso despertó con un dolor muy fuerte en su parte trasera, y bañado en sudor, tenia marcas en el cuerpo y los labios hinchados.

No le platico a nadie del sueño, a pesar de que el monje mas anciano encargado de enseñar a los demás insistió en que debía decir todo lo que le pasaba cuando confesara, pero decir que había tenido un sueño erótico con  alguien que jamás había visto en su vida era algo loco, sobre todo si se trataba de otro hombre.

-Jae debes decirme que es lo que te ocurre – dijo el monje anciano, el noto la forma extraña con la que Jae estaba empezando a manejarse en el monasterio - ¿Qué es lo que te ocurre hijo? Puedes decírmelo.

-no es nada de verdad – dijo inseguro, no quería hablar de aquella noche – es solo que he empezado a tener curiosidad acerca de mi pasado, todos aquí tienen familias que les envían cartas, o que visitan cuando es el tiempo, pero yo no se quien soy.

-tu eres de aquí, no debes buscar tu pasado, porque puede ser que lo que encuentres no sea lo que esperabas – dijo apacible el monje, que quería mucho a Jae, pues lo consideraba un hijo.

-pero es mejor a no tener idea de quienes fueron mis padres, que tal si me arrebataron de ellos, y ellos ahora están buscándome, o peor aun ¿si ya se cansaron de buscarme o están muertos? Quisiera salir y saber de ellos – el padre que se encontraba con Jae de pie frente a el pequeño altar del monasterio, tampoco sabia nada del pasado de este, pues una mujer lo había llevado hasta las puertas y no hablo no entendió como a pesar de la dificultad del lugar donde se encontraban la joven había aparecido y desaparecido fugazmente en una noche de tormenta.

-creo que te sientes solo… -continuo – una de las mujeres que nos solventan, quiere hacer una excursión con los niños del hospicio del pueblo, pienso que tu junto con algunos de tus compañeros deberían ir, y ayudar a cuidar a los niños, pues nos han pedido ese favor de ayudarles.

-es buena idea ¿a donde?

-al mar.


Castillo Neuschwanstein. 

El castillo de Neuschwanstein, o “Nuevo Cisne de Piedra”, con sus pináculos de marfil recortándose sobre un fondo de abetos verde oscuro, nieve o niebla, según la temporada del año. Es un castillo de cinco pisos, de estilo romántico y 360 habitaciones, de las cuales sólo 15 fueron acabadas, una moderna cocina con un sistema de calentamiento basado en estudios de Leonardo Da Vinci. La cocina y el comedor están unidos por un ascensor. Tiene una gruta subterránea con un lago navegable, una cascada y una luna artificial.

Yunho estaba sentado cerca de la cascada, días antes un chico vino a su mente, a sus sueños, aquel chico hermoso, que durante las siguientes noches su clara imagen no le permitió dormir bien, aunque solo una vez soñó tocarlo, nunca había sido del tipo de desear a alguien, no al menos a alguien que no pudiera tener, era adinerado, apuesto, caballeroso, con todas las cualidades que una mujer soñaría, pero era gay. Su novio Karam que es un chico lindo de diecinueve un año menor que el, era bonito, y estaba seguro que el era le único que llamaría su atención, pero después de ese sueño, deseaba tener ese cuerpo aquel que toco y que parecía tan real.

Aun podía sentir el sabor de su cuerpo, la dulce voz proveniente de esa exquisita boca cada vez que lo penetraba o saboreaba su piel, además de lo perfecto que había sido su cuerpo, también le había quitado la virginidad las pequeñas lagrimas que salían de sus ojos que limpio delicadamente con sus manos, la sangre combinada con su semen, la estrechez de su entrada se lo había confirmado, su sueño no podía ser mas perfecto, ese ser divino, era solamente suyo de nadie mas, nadie había probado su cuerpo mas que el, ya jamás nadie lo haría, porque necesitarían meterse en su mente para poder tener una noche con él y estaba claro que aunque pudiera pasar eso el no permitiría, que el ser creado por su propia mente lo tocara alguien mas.

-otra vez aquí solo – pregunto su novio, con voz sensual, pero no se comparaba a la de aquel chico, que no pretendía serlo si embargo lo excitaba.

-solo pensaba… - quiso decirle que quería algo mas… sentir mas, pero hablar de cosas profundas con su novio era como hablar con la pared el no entendía los sentimientos de las personas y mucho menos le importaba, para el lo importante era el placer del cuerpo aunque en la cabeza no tuvieras nada, eso a veces lo hacia sentir solitario, pero sabia que no dejaría a Karam porque por triste que sonara quería a su novio, nunca lo había amado pero cuando murieron sus padres el siempre estuvo a su lado para bien o para mal y el se sentía agradecido – hoy estas muy lindo – aquel chico hiso una mueca de desagrado.

-me gustaría otra palabra mas significativa pero al parecer es lo único que sacare de tu boca, que te parece si vamos a tu habitación  y te muestro que podemos meter en la mía – Yunho sonrió sin muchas ganas, últimamente estar con el no era satisfactorio, aquel chico era guapo, incluso también había sido virgen cuando tuvieron relaciones por primera vez, pero no había sentido el mismo sentido de posesión que con aquel ser creado por su imaginación.

-vamos – contesto.

-¿así de feliz?, pensé que te gustaría tener una noche de sexo desenfrenado, pero al parecer es mas emocionante mirar una cascada sin hacer nada – entonces Yunho tomo su barbilla y lo beso con cansancio, pero eso le basto a Karam para quedar satisfecho, el no conocía la diferencia entre besar con deseo y con amor o solo besar.

-anda vamos – y no objeto mas, fueron a su habitación donde Yunho para poder tener su momento de intimidad tuvo que pensar en alguien mas.


La ciudad mágica de AngkorWat

AngkorWat es un complejo religioso. Abarca cerca de 200 km², pero sus límites reales trascienden las fronteras, en cuyos territorios se encuentran vestigios de templos y de la actividad política, religiosa y cultural del antiguo imperio. Dentro del inmenso complejo, el principal templo es el AngkorWat, el templo más grande del mundo y el mejor conservado de todos los que integran el complejo.

Podían escucharse las risas de jóvenes entre quince y veinte años, a lo lejos del templo, Junsu un joven bello, de piel blanca cabellos castaños, podía escucharlos claramente, lo entristecía no poder divertirse como los demás chicos de su edad, solo tenia diecinueve, pero el no era como los demás, según se le dijo, no debe mezclarse con las personas que no son pertenecientes al templo, aunque el templo fuera casi toda la ciudad.

-deberías dejar de estar perdiendo el tiempo y hacer tus quehaceres, si el padre te ve sin hacer nada… - dijo su mejor amigo.

-si, lo se – interrumpiéndolo – pero me gustaría ser libre como aquellos chicos – apunto con la cabeza a donde unos chico jugaban.

-no creo que sean tan libres como tu piensas – miro por el mismo lugar con un poco de indiferencia.

-¿Por qué lo dices? – pregunto curioso por la afirmación de su amigo, pues el pensaba que la felicidad venia de la libertad.

-porque deben trabajar si quieren comer, y a veces son trabajos que solo les corresponde a los adultos, aquí solamente debes cumplir con tareas simples, y tareas de mas cuando como ahora no cumples tus quehaceres así que no te quejes.

-tal vez tengas razón- dijo dejando de mirar lo que el exterior el templo le mostraba.

-no es tal vez, claro que la tengo, o es que preferirías estar afuera sin que nadie se preocupe por ti, porque tus padres…

-si ya se mis padres me abandonaron aquí, porque me tenían miedo y ni siquiera se porque.

-solo es la buena suerte de haber nacido en la fecha que al parecer abarca una profecía.

-vaya buena suerte que me ha alejado de tener una vida normal, y además de que mis padres me despreciaran.

-no debe preocuparte eso, los sacerdotes te aceptaron en el templo a pesar de no ser de familia adinerada, y te tratan como si fueras el ser mas importante, así que debes ver el lado bueno, has perdido cosas que no valen la pena como personas que no te quieren por lo que eres, por personas que creemos que eres único.

-gracias – sonrió agradecido por las palabras – lo mejor que pudo haberme pasado al entrar aquí es tener un amigo como tu.

-lo se – su amigo se sintió orgulloso de si mismo – pero anda apúrate todavía tenemos que ir al templo.

-de acuerdo.


Palacio de la Ciudad Perdida

En el centro de una seca planicie poco arbolada y rodeado por el ostentoso sucedáneo del glamur, se levanta este majestuoso Palacio, de un tamaño casi inconcebible. Un casino, cuatro hoteles, dos galardonados campos de golf y una reserva animal de 55.000 hectáreas. Hay más de 300 habitaciones. 22 hectáreas de jungla artificial y bosque virgen están salpicadas de convincentes reminiscencias de la legendaria civilización de la ciudad perdida.

Dueño de una cadena hotelera Park Yoochun es el soltero mas cotizado en su ciudad, adorado por los hombres, deseado por las mujeres, es un joven atractivo de veinte años, de piel blanca y cabello negro, con un particular estilo seductor en su andar.

Es huérfano sus padres murieron en un accidente automovilístico, cuando era un bebe, sin tener hermanos, ni ningún familiar quedo como dueño absoluto de una cuantiosísima herencia, pero sin desear sentar cabeza, desea vivir la vida al máximo y no pretende tener una relación ni siquiera de noviazgo.

 Jamás a salido de su ciudad, es difícil lograr salir de ahí, y también para no perder su fortuna como único requisito que se le pidió fue que si quería casarse alguna vez tenia que hacerlo con una lugareña de su ciudad, y sin cuestionar obedeció la voluntad de sus padres, pues creía que eso lo hacían porque amaban mucho sus raíces y no querían ver a un hijo alejado de las tierras que con tanto trabajo habían logrado crear, además la comodidad en la que vivía no le permitía ver mas allá de los verdaderos intereses de sus padres, pero no teniendo otra referencia de padres, porque no tenia amigos mas que su fiel mayordomo, nunca lo vio extraño.

Y así, fuera de cualquier preocupación, su vida eran las fiestas, conocer mujeres, en su misma cadena hotelera, y cualquier cosa que le brindara un poco de diversión, claro sana, pero que pudiera olvidar el encierro en el que se encontraba. Pues no administraba sus bienes si no que tenía un secretario al que también sus padres habían dejado a cargo, el no sabia como ganaba el dinero solo como lo gastaba.


Castillo de Neidpath

El Castillo de Neidpath situado a orillas del río (en una zona textilera) originalmente llevaba el nombre de Jedderfield, estructura que data del siglo XIV que se destaca por su arquitectura en L. Se distingue por su belleza.

Changmin un joven alto delgado atractivo, de dieciocho años, es huérfano, hijo de padres suicidas que hace diez años tuvieron una baja económica o eso escucho Changmin decir a alguien una vez, no pudieron soportar que el status se les acabaría aunque vivían en una comunidad que poco importaba la clase social, la noche que acabaron con su vida Min nunca vio a sus padres, ni siquiera en sus ataúdes aun ahora no recuerda sus rostros, no recuerda nada de ellos.

Lo dejaron al cuidado de un amigo, que con el tiempo se convirtió en su tutor legal, este siempre había estado con el y mas desde que se había quedado solo. Lo extraño que a el le parecía no tener recuerdos de sus padres era que del viejo amigo de sus padres se acordaba perfectamente desde que era muy pequeño, y de sus padres no tenia ningún recuerdo por mínimo que fuera, tenia un par de fotos pero parecían de personas ajenas a el.

Siendo un joven apenas tenia cierta pasividad en su vida, le gusta estar solo, leer, no solo porque nadie estaba con el, no le gusta mucho interactuar con la gente, su padre adoptivo era lo único que necesitaba para estar bien, y el estaba feliz de que Changmin no le gustara hacer preguntas innecesarias, lo mas que llegaba a salir era para poder ver los alrededores de su casi extinto imperio, no recuerda si tenia ayudantes en sus tierras, o si habían mas viviendas cerca de su hogar, lo único que sabe ahora es que es muy solitario todo, y eso le agrada.

Extrañar en Silencio - Cap. 5

Descubriendo Parte de las Mentiras


Sosteniéndole la mirada a su hijo por lo que había dicho, no creía haber escuchado bien, no podía haber escuchado bien, eso seria imposible.

-Que dijiste Yunho-pregunto con severidad en sus palabras quería que su hijo se haya equivocado de nombre, que solo este jugando con el, frunciendo el ceño esperando por su respuesta

Sonriendo con malicia-que el nuevo alumno es nada más ni nada menos que Kim Jaejoong, el nieto del gran empresario Kim Neul Won padre- dijo Yunho con sorna

Teniendo una respiración agitada debido a la furia que le empezó a surgir en ese momento, cerrando sus manos en forma de puños para no perder su compostura-estas seguro de eso Yunho?

Antes de que contestara el moreno, el menor se le adelanto debido a que tenia miedo que Yunho dijera algo de mas que no debía, por que por lo que veía su amigo se lo tomaba a juego-es cierto señor Jung, yo mismo lo vi.-hablando con certeza

Sin decir nada el padre salió molesto del cuarto de su hijo azotando la puerta tras de si, dispuesto a constatar sobre lo que habían dicho Yunho y Changmin por que si era así no podía estar sin hacer nada.

Yunho sonrió maliciosamente y miro a ver al menor-ves? le cayo como balde de agua fría

Changmin sonrió ocultando con ello lo que realmente quería expresar-mmm no se por que pero no presagio nada bueno.

-Apuesto a que tu padre tendrá la misma actitud cuando se entere.-afirmo el mayor sin quitar aquella sonrisa burlesca, eso le divertía mucho, sentía que por fin su vida dejaría de ser monótona con la llegada de Kim Jaejoong y no desaprovecharía ni un solo minuto.

-No apuesto nada por que se que así será-hablo el menor a sabiendas que su padre esta tan inmerso en esa situación como el de Yunho.

............................................

Universidad Konyang

Con un clima que dejaba ver el cielo con un azul muy intenso, con nubes a simple vista frondosas que hacia sentir un clima lleno de vida siendo muy agradable para el segundo día de clases en aquella prestigiosa universidad.

Dando la hora que indicaba el descanso, todos los alumnos empezaron salir presurosos para por fin liberarse de tanta palabrería por parte de sus profesores, excepto el joven Kim y el joven Jung, el castaño ignoro aquello y se dedico a recostarse en su escritorio y así cerrar los ojos y dormir mientras su amigo llegaba a buscarlo, mientras que Yunho espero a que todo salieran para cerrar la puerta.

Ya que salieron todos y logro por fin cerrar y quedarse a solas con el castaño se acerco sigilosamente hacia el, observándolo detenidamente cada una de sus facciones que podía lograr ver en aquella posición en la que Jaejoong se encontraba recostado, dejando ver la mitad de su cara, con sus cabellos castaños cayéndole por la frente dando así una imagen realmente hermosa, sus pestañas, su nariz perfectamente perfilada, y sus labios cual cerezas, reaccionando ante sus pensamientos inmediatamente al sentir que se olvidaba de su verdadero objetivo-el niño Kim tiene sueño?

Pasaron unos cuantos segundos y Jaejoong no abrió los ojos pero si le contesto- y tu un niño que solo se ha dedicado seguramente a admirarme no es así?-pregunto con seguridad, ya que tal vez no tenia abierto los ojos, pero no por ello no sintió que alguien lo miraba fijamente y sabia perfectamente quien era ese alguien.

Yunho al oír las palabras del castaño se sintió descubierto y un reverendo idiota por haberse quedado viéndolo mas de lo que debía, pero no supo el por que no pudo evitarlo, solo emergió de el hacerlo pero prefirió ignorar aquello-ya quisieras, bonito.

Abriendo por fin los ojos-lárgate!-grito Jaejoong con furia, para después ladear una sonrisa con un toque de desprecio- o que tus amigos se dieron cuenta de lo estúpido que eres y te abandonaron.

Molestándose ante lo dicho por Jaejoong lo agarra con una mano del cuello y lo acerco hacia el haciendo que se levantara, pensando si al castaño le encantaba meterse con el fuego-ya te dije que no te metas conmigo o me vas a conocer.

Zafándose inmediatamente-no me vuelvas a tocar imbécil-con una de sus manos en su cuello tocándose tenuemente.

Al ver que el castaño se disponía a irse lo agarro por detrás de la cintura apegándolo a el-a la princesa no le gusta que la toquen?-susurrándole al oído

Jaejoong muy difícilmente hacia desplantes ante lo que la gente le decía, ya sea para atacarlo o fastidiarlo siempre les daba por su lado ya que no le interesaba, pero su limite ante todo lo que estaba pasando desde que llego no pudo controlarse con la rabia que sentía dándole con su codo fuertemente en el estomago al moreno en un rápido movimiento, haciendo que Yunho lo soltara-te dije que no me tocaras imbécil!-tomándolo de su mentón- Y si me vuelves a llamar princesa-sonriendo enarcando una ceja- te rompo la cara, estúpido-una ves que dijo esto salió del aula encontrándose con Yoochun en el camino quien a pesar de ver la mayor parte del tiempo molesto ahora tenia mucho mas que eso y prefirió por el momento no preguntar y seguirlo.

Yunho por su parte sostenía su estomago con sus dos manos a causa del dolor por el golpe que le dio el castaño y aunque con mucha dificultad sonreía-Kim Jaejoong no sabes la que te espera.-dijo para si mismo, cerrando después los ojos con fuerza para poder así calmar su dolor.

.....................................................................

Casa Jung

Daba vueltas de un lado a otro en su oficina pensando detenidamente que carta mover a su favor, oyendo cuando tocan la puerta detiene sus pasos.

-Adelante-dijo en tono molesto.

Entrando bajando su cabeza para dirigirse al señor Jung la empleado hablo-el señor Shim a llegado.

-Y que esperas para dejarlo entrar!-después que le grito a su empleada, esta fue en busca del señor Shim a paso rápido.

Entrando a la oficina con una sonrisa que se desvanece al ver la seriedad de su amigo-que pasa Yun Dong? Estas bien.

Mirando a ver a su amigo-no no estoy bien! Y tu tampoco cuando te enteres.

Mirando extrañado al señor Jung-de que hablas?

-Kim Jaejoong ha regresado a corea.-dijo con sorna

Frunciendo el ceño-que!?...que broma es esta?

-Asi como lo escuchas, nuestra presa perdida ha vuelto.

Sonriendo-y por eso estas con esa actitud, deberías estar feliz, una vez que tengamos a la familia Kim completa, nos encargaremos de ellos de una ves por todas.- acercándose a su amigo-sabes lo mucho que hemos estado buscando a Jaejoong después de que se fue de nuestras manos.

-Hemos esperado mucho para poder terminar lo que no terminamos hace 13 años, la suerte es que nuestros hijos están lo suficientemente grandes para llevar cabo esto con nosotros.

Quitando su sonrisa que se dibujaba en el rostro-en eso preferiría no meterlos, es peligroso y lo sabes.

-He pensado en ello, y no crees que seria bueno que ellos den el tiro final-sonriendo maliciosamente

Mirándolo a ver con seriedad-se que es lo que realmente quieres, pero eso déjame decidirlo a mi.-haciendo una pausa-mientras tanto hay que asegurarnos que esta ves nadie quede vivo.

.................................................................

Llegando a su casa después del tercer día de clases, al entrar 3 pares de ojos lo veían sorprendidos, ni tiempo tuvo de reaccionar, cuando una bella mujer lo abrazo muy cariñosamente.

-Jaejoong-ah has crecido mucho estos últimos años, ve que apuesto estas.- decia la señora mientras lo abrazaba, para después soltarlo al oír la voz de su esposo.

-Sun Hee amor deja respirar a Jae- decía el señor con una sonrisa y nostalgia en la mirada, al ver a Jaejoong.

-Soo Wook hace años que no veo a nuestro querido sobrino-decía la señora de mediana edad.

El señor Soo Wook hablo de nuevo-Jae como has estado te hemos extrañado mucho en todo este tiempo.

Jaejoong solo hizo una pequeña venia a los señores para hablar-bien tío.

El abuelo tomo la palabra-Jae saluda también a tu primo-dijo el mayor señalando al joven de cabellos rubios peinado con parte de sus cabellos de adelante hacia arriba, dándole un estilo jovial y actual, con una polera blanca que hacia juego con su saco negro y unos jeans azul rasgados, cruzado de brazos aparragado en una columna de aquella gran sala, con una mirada seria que le dirigía al castaño.

Jaejoong solo se dedico ver aquel chico rubio, haciendo una corta venia como saludo al chico sin decir nada, luego miro a su abuelo y hablo-puedo retirarme a mi habitación.?

El abuelo se quedo callado, y su hijo Soo Wook tomo la palabra-claro que si Jae ve, de seguro has tenido un día agotador.

Jaejoong hizo una venia y empezó a retirarse, parando al momento en que escucho a su abuelo de nuevo- Junsu acompaña a Jaejoong, y así platicas un poco con el, a partir de mañana entraras a su misma escuela, seria bueno que hablen.

El rubio por fin hablo-no abuelo, lo podemos dejar para después-dijo en forma seria Junsu sin dejar de mirar a su primo.

-Junsu no repliques a tu abuelo y sube con el.-dijo el hombre mayor a su segundo nieto.

Jaejoong después de escuchar la orden de su abuelo subió a su cuarto, y tras suyo Junsu que prefirió no desobedecer al mayor, ya que se encontraba cansado para hacerlo.

Una ves que los dos se adentraron a la habitación del mayor, Jaejoong busco ropa para bañarse, y se metió al baño, mientras que Junsu se sentó en el sillón que se encontraba en el cuarto y se recostó en el.

Cuando Jaejoong salió de bañarse vio a su primo recostado viendo hacia la nada, ignorándolo por completo empezó a sacar unos libros de su bolso, hasta que escucho hablar al menor.

-Iras mañana?

Sin parar de hacer lo que hacia contesto cortante-no

-A mi que soy el sobrino me obligan a ir, y tu que eres el hijo no vas?-dijo Junsu sarcásticamente.

-Eso a ti no te incumbe.-hablo sin siquiera mirarlo

Levantándose de aquel sillón-si me incumbe primito, por que ya estoy arto de mi vida.

Poniendo una de sus libretas en el escritorio que tiene en una esquina de su habitación-y eso a mi que?.

Junsu iba a contestar cuando entraron por la puerta esta ves sin siquiera tocar.

Jaejoong miro a ver la persona que entro con ojos furiosos por entrar así como así a su habitacion.

-Oh interrumpo algo?-dijo el pelioscuro al ver a las dos personas, después le dedico solo su mirada al menor, que al verlo a los ojos algo en el hizo que no parara de verlo.

-Yoochun que haces aquí, creí que tendrías algo que hacer?-hablo seriamente el mayor, que veía a su amigo parado como estatua viendo a Junsu el cual igual veía detenidamente al peliosculo.

Reaccionando Yoochun hablo-y el es?

Sin ganas el mayor contesto-Kim Junsu mi primo.

Yoochun mostro una brillante sonrisa y extendió la mano-mucho gusto yo soy Park Yoochun el mejor amigo de Jae.

Junsu al oír al pelioscuro no dijo nada solo se limito a pasar por su lado y salir de la habitación de Jaejoong, ignorando la mano tendida de Yoochun.

Yoochun al ver que fue ignorado hablo-veo que el mal humor viene de familia.

Jaejoong arqueo una ceja y vio con enojo al pelioscuro.

..............................................

Universidad Konyang

Asistiendo a su primer día de clases, ignoro aquellas miradas que se posaban en el, y al saber de quien se trataba, todos quedaron sorprendidos como con Jaejoong, ya que por fin han conocido a los nietos Kim, que para los ojos de todos eran chicos con una gran belleza e inigualables, herederos de las grandes fortunas de su abuelo.

Junsu ignoro todas aquellas miradas, se la paso escuchando la clase, y al momento del descanso se quedo en su salón solo, a pesar de recibir muchas invitaciones para salir con ellos al descanso, las ignoro todas.

Mientras miraba hacia afuera en la ventana, escucho a alguien entrar pero ni siquiera miro a ver, el sabia de quien se trataba-no te cansas de ir donde yo vaya.?

-Mm ya me acostumbre a cuidarte las espaldas-hablo el chico que entro.

Junsu lo miro a ver-mi familia paga muy bien no es así Yamapi?

-Junsu gracias a tu familia puedo mantener a mi familia y estudiar en una buena escuela, como estas?

-Quieres a tu familia, pero la dejas ahí en Japón para seguir vigilándome.-dijo sin expresión alguna

-Junsu sabes que es lo mejor, es por tu protección y aparte somos amigos no es así?, me ofende que insinúes que lo que mas quiero es el dinero-dijo el joven con voz lastimera

Junsu miro de nuevo hacia la ventana y contesto-si eso creo, lo siento

-Ya he podido observar a tu primo, sinceramente es una persona bien parecida. Aunque su mirada intimida a cualquiera.-dijo sonriendo

-Habla por ti Yamapi a mi no me intimida en lo mas mínimo-hablo Junsu cansado y fastidiado, mirando así la ventana pero con su mente divagando en lo mas profundo de sus pensamientos-el también tiene protección?

Mirando a ver hacia la ventana donde miraba Junsu-si, al igual que tu esta custodiado, por personas que fingen ser personas normales, siendo cuidadosos para no ser descubiertos por el.

Formando una sonrisa de lado-dudo que tarde mucho en darse cuenta, no he convivido con el desde hace años, pero algo me dice que no es ningún ingenuo.

- Podría ser que al igual que tu se entere, pero las ordenes de tu abuelo son cuidarlos y protegerlos, cualquier queja tendría que ir directo con el, ahora me pregunto por que tu desde que enteraste no lo hiciste.-quitando sus ojos de la ventana para mirar a Junsu

Mirando a ver los ojos de su amigo-de que serviría?, me hubiera quejado o no iba hacer la misma tontería de siempre, desde aquel incidente nuestra vida se volvió una porquería!-sintiendo mas enojo al recordar-toda mi maldita vida desde eso, he tenido que tener gente a mis espaldas de una u otra manera.

-cálmate! Ya hemos tenido esta platica miles de veces y sabes que la razones por tu custodia son muy validas Junsu, me voy tengo que ver como va todo con los demás, pero Jin estará afuera por cualquier cosa.

Saliendo de la sala dejando a Junsu con un sentimiento de vacio, un sentimiento que ha tenido desde niño un vacio que lo hace sufrir, que una vez dejo de sentir pero que le quitaron en un abrir y cerrar de ojos, odiándose así mismo y a los que lo rodean.

...........................................................

Una vez que los primos Kim salieron de la escuela, fueron llevados en autos distintos a la casa de su abuelo, que era donde vivían a partir de su llegada.

Al entrar a su casa Jaejoong pudo observar a su abuelo y tíos sentados en la sala, con trajes de luto, ya que hoy irían ala tumba de sus padres a conmemorarlos, pero el no le venia ningún sentido.

Tan solo haciendo una reverencia a los mayores subió sin decir nada, Junsu quien estaba tras de ellos hizo lo mismo pero el se detuvo al escuchar a su madre.

-Junsu-ah bebe, tu iras con nosotros verdad?-hablo la señora, con una mirada que trasmitía, calma pero a la vez tristeza.

Junsu al ver a los ojos a su madre hizo que no se negara-iré madre, me cambiare y bajo enseguida-una vez que dijo aquello subió a su recamara.

..........................................................

Cementerio Dongjak-dong.

Viendo aquellas tres lapidas en medio de un gran jardín rodeado de arboles, estaban aquellas cuatro personas de rodillas, sin decir nada, conmemorándolos en silencio.

Junsu rio con ironía una vez que se paro, mientras los tres mayores seguían incados, mirando a ver por detrás aquella persona que se aguardaba tras un árbol cercano, observando aquellas tumbas, Junsu le dedico una mirada a su primo, quien le regreso una mirada pero una llena de frialdad.

Los tres mayores se pararon para luego hacer una venia, el abuelo miro nostálgico siendo tocado por el hombro por su hijo.

-Papa por que no le dices la verdad? Tal vez así Jae hubiera venido.

El abuelo negó con la cabeza gacha-el ha sufrido mucho, tal vez eso sea lo mejor.

-Pero papa, si el supiera que los cuerpos de sus padres si fueron encontrados y están aquí, tal vez su dolor disminuya. Es su familia después de todo papa, y aunque el cuerpo de su hermanito no lo hayamos encontrado, el tiene derecho de por lo menos saber esto.

Junsu oía esa platica, la cual el era consiente, mirando de nuevo a su primo, quien había escuchado todo......

Todo Comienza con un Disparo

Título: Todo Comienza con un Disparo
Autor: MiyuChan
Pareja: YooMin
Género: AU, Lemon, Policial
Extensión: Proceso
Advertencia: Violación, violencia física y verbal, lemon
Reseña:

Una vida. Una muerte. Otra vida.

Un inicio. Un final. Otro inicio.

La soledad. La felicidad.


Una vida llena de drama, peleas, tristezas, sexo y criminales.


Todo comienza con un disparo.
----

Todo Comienza con un Disparo - Prólogo

Imagina que te disparan. No sabes quién fue. No sabes de dónde vino. Sólo lo oyes. Un sonido ensordecedor, fuerte. No alcanzas siquiera a pensar. La bala es demasiado rápida como para darte tiempo. Ni siquiera puedes girarte cuando sientes una punzada atravesar tu cuerpo. La bala ha impactado contra tu espalda. Sientes cómo quema tu piel. Avanza. Atraviesa tu carne. Sientes todo lentamente, como si el tiempo hubiera disminuido y todo sucediera en cámara lenta. Tus ojos se abren. Tus labios tiemblan. Otro ruido fuerte. Un disparo más. Tus rodillas se doblan solas y caes. Te han dado en la pierna. La bala atraviesa su muslo derecho. Sientes tu pierna acalambrarse, y cuando te das cuenta estás en el suelo, con el rostro contra el suelo gélido.

No entiendes nada. No sabes qué está pasando. Sientes una punzada y toses con fuerza, sintiendo cómo algo sale de tu boca. Es sangre. Toses y duele horriblemente. Intentas moverte, pero es imposible. La bala ha impactado contra tu pulmón izquierdo. La sangre brota sin parar. Mueves tu mano, aquella temblorosa y cobarde. Intentas en vano detener la sangre que brota de tu boca. Es imposible. Continúas tosiendo con dolor.

Oyes un fuerte grito, desgarrador, y entonces otro disparo irrumpe en el silencio de la noche. Pero esta vez no llega a tu cuerpo. Oyes un cuerpo cayendo a lo lejos, y ves a alguien corriendo hacia ti. Es él. Aquella persona a la que tanto quisiste, a pesar de todo lo que pasó. Y en ese momento te das cuenta de que estás llorando. El miedo se apodera de tu ser cobarde, y no puedes evitar llorar. Y tampoco puedes evitar arrepentirte de todo lo que viviste. Te sientes arrepentido por lo que deseaste, porque tú, TÚ deseaste morir. No ahora, no ayer, pero alguna vez lo deseaste. Y ahora te arrepientes, y lloras, porque tienes miedo. Porque ya no quieres morir. Porque cambiaste de opinión y la muerte te aterra. Porque no importa cuánto hayas sufrido en tu vida, porque no importa cuánto dolor hubo, y porque tampoco importa cuánto lo hayas deseado en esos momentos de debilidad, la muerte te aterra, como a cualquier otra persona.

Y ese alguien que se te acercó te sujeta entre sus brazos. Sientes tu cuerpo entumecerse. Tienes mucho frío y tiemblas de pies a cabeza. Intentas mirar a esa persona. Es imposible, pues tus lágrimas te impiden ver con claridad. Oyes un llanto. Un sollozo. Viene de ti. Estás llorando porque realmente estás atemorizado.

“No quiero morir” intentas decirle a esa persona. “Tengo miedo. No quiero morir. Ayúdame”. Pero sólo logras emitir rasposos e inentendibles sonidos, ahogados por la sangre. Sientes el sabor metálico en tu boca, en tu lengua, en tus dientes. Y el frío comienza a causarte sueño.

- ¡N-no! ¡Por favor, resiste!

Reconoces esa voz. La reconocerías donde fuera. Sientes unas manos acariciar tu rostro. Y sabes que te estás yendo. Y oh, sientes tanto miedo. Millones de imágenes pasan frente a ti. Tus padres, tus hermanas. No las ves desde hace mucho. Entonces tus amigos aparecen frente a ti. Y esa última persona, la misma que ahora lo sostiene. La misma que llora tu nombre y grita pidiendo ayuda.

Te sientes débil. Tan débil que decides rendirte. Ya no puedes más. “Lo siento tanto” piensas, y sin dejar de llorar, todo comienza a desvanecerse.

Y en ese momento, mientras tu miserable vida se apaga de una vez, comienzas a recordar cómo… Cómo llegaste a esto. Cómo de un momento a otro tu vida cambió tan drásticamente, llevándote a la muerte como a la que estás a punto de llegar…

Todo comenzó con un disparo.

Todo Comienza con un Disparo - Cap. 1

La primera vez que había oído a sus padres pelear fue cuando tenía 8 años. Sus hermanitas dormían. Él había ido al baño a mitad de la noche cuando vio la luz de la cocina encendida. Se asomó y lo que vio no le gustó nada. Su corazón se oprimió con fuerza. Su madre lloraba, y jamás la había visto llorar, pues ella era una mujer fuerte y alegre. Su padre se mantenía sentado, con el rostro hundido en sus manos.

"¿Cómo podremos darles una vida normal?" lloraba su madre. Changmin observaba escondido tras la puerta de la cocina, callado. Y entonces comenzaron a gritarse, olvidando completamente que tenían tres hijos que dormían en sus habitaciones. Su madre no dejaba de llorar, dándole empujones y manotazos a su esposo, desesperada.

Changmin se sintió tan asustado en ese momento que decidió que lo mejor sería ir a dormirse una vez más.

Cuando tenía 10 años, las peleas ya eran cosa de todas las noches. Cada vez que comenzaban, sus hermanitas iban a su habitación y se metían en su cama, abrazándolo y buscando algo de cariño, temblorosas, porque a sus padres no les importaba gritarse docenas de insultos sabiendo que había niños pequeños en el hogar. Sus padres a esta altura ya no tenían tiempo para brindarles cariño. Changmin, con sólo 10 años de edad, decidió tomar ese cargo.

Cuando tenía 12 años había entendido al fin la razón de esas peleas nocturnas, que cada vez terminaban en más llantos y dolor. Les faltaba dinero. Su padre no ganaba mucho, y desde que sus hermanas menores habían nacido su madre había tenido que dejar el trabajo para encargarse de ellos. Cada día que pasaba más deudas aparecían y menos dinero había parar pagarlas. Su madre siempre, siempre decía “No es su culpa, pequeños” , pero Changmin sabía en el fondo de su ser que su madre los odiaba. No mucho, no poco, pero los odiaba, en lo más profundo, aún cuando ella no lo había notado. Changmin sabía que su madre los culpaba a ellos por toda su desgracia y por todas las peleas que ahora tenía con su esposo, pues se veía en su murada. Había repudio escondido en cada palabra de cariño, en cada abrazo, en cada beso. Pero Changmin no lo entendía ¿No era acaso su propia culpa por decidir tener más hijos, aún cuando sólo con Changmin el dinero escaseaba?

Cuando tenía 14 años comenzó a tener pequeños trabajos para ganar algo de dinero y ayudar a su familia a pagar pequeñas cosas. Repartía periódicos por la mañana, lavaba los autos y las ventanas de sus vecinos por la tarde, y durante las noches cuidaba a los hijos pequeños de sus vecinos cuando sus padres (aquellos que sí tenían dinero) salían a hacer cosas de adultos.

A los 16 años, y a tan temprana edad, se sentía más cansado que nunca. Sus padres no paraban de pelear. Sus hermanitas crecían, y no eran felices. Fingían enormes sonrisas, cuando sabía que en el interior se sentían miserables y culpables de cada pelea que sus padres tenían, las cuales ya no eran sólo de noche. Y a Changmin le pesaba el haber desperdiciado gran parte de su infancia trabajando para ayudar en su hogar.

Y cumplió 18 años finalmente. Triste, cansado. Sin otra opción, consiguió un trabajo en un bar de mala muerte. Peleas, ebrios, drogadictos y putas baratas eran cosa de todos los días. En ese lugar Changmin había visto cosas que jamás imaginó posibles. Veía gente teniendo sexo en todos lados con prostitutas, de las formas más grotescas posibles. Los hombres las golpeaban y ellas los dejaban. Hombres ebrios y sudorosos vomitaban en cada lugar posible, y él... Él debía soportarlo todo.

- Oye jovencito - dijo un hombre. Su hedor le dio de lleno en el rostro, haciéndole sentir nauseas. El hombre le mostró su vaso vacío y lo agitó, haciendo sonar los hielos a medio derretir - Llénalo, ¿Quieres?
- Claro - respondió y vertió el sucio contenido de una botella en su vaso. No tenía ni idea de qué clase de licor esa, y tampoco iba a preguntar, pero al parecer era muy popular en el bar. Lo único que él sabía era que sólo destapar la botella le hacía sentir mareado. El hombre le tendió un billete todo sucio y arrugado - Ten, una propina. Te la ganaste - sonrió y Changmin recibió el dinero, haciendo una reverencia.
- Muchas gracias señor.

Continuó con su trabajo en la barra, limpiando vasos y sirviéndole el mismo licor pestilente a los hombres del lugar, recibiendo billetes y monedas como propina de vez en cuando. Pasado un rato el mismo hombre hediondo de antes lo llamó, haciéndole un gesto con el dedo, ya seguramente demasiado ebrio como para formar frases coherentes. Volvió a llenarle el vaso como él lo pidió. Realmente no entendía el gusto de llegar a ese punto. Perdían toda decencia que les quedara, vomitando en cualquier lado y orinándose en los mismos asientos. Pero allá ellos y sus vicios, pues mientras más bebían más le pagaban, y mientras más ebrios más grandes eran las propinas. Cuando el mismo ebrio de hace un rato volvió a darle un billete, ahora de mayor número (seguramente ni siquiera recordaba haberle dado una primera vez. Changmin sólo aprovechaba) Changmin se giró con un enorme "gracias" en su sonrisa. El hombre aclaró su garganta con fuerza, haciendo un sonido desagradable, para luego lanzar un escupitajo amarillento que le hizo sentir enfermo. Entonces le sonrió, mostrando sus dientes igual de amarillos.

- Ven, ven, acércate muchacho - le indicó con la mano. Changmin, muy a su pesar, obedeció, pues a pesar de todo era el cliente y si quería seguir sacándole dinero debía tratarlo bien. El hombre lo miró fijamente, incomodándolo de sobre manera. - Oye... Qué bonitos labios tienes - le dijo, y Changmin supo en seguida a dónde quería llegar - De seguro haces maravillas con ellos.
- Oiga - lo detuvo Changmin para evitarse oír esas asquerosas proposiciones que siempre le hacían. El hombre habló de todos modos.
- ¿Por qué no vamos por ahí y me das una buena chupada?

Changmin se giró, ignorándolo, con una mueca de asco en su rostro. El hombre insistió.

- Vamos. Sólo lo metes en tu boca y haces lo tuyo - rió lujuriosamente. Changmin tuvo que comenzar a contar mentalmente para calmarse - Debes ser excelente dando mamadas - murmuró entre dientes. Changmin notó cómo el hombre comenzaba a frotar su entrepierna con su mano, por sobre el pantalón. - Ahh,  esos bonitos labios chupando golosamente, cada centímetro de mi enorme pe... - comenzó a decir, pero fue interrumpido con un golpe en el mesón. Miró a Changmin algo atemorizado, al verlo con el ceño fruncido y los labios curvados, viéndose totalmente amenazante.
- Ve a decirle a tu mamá que te la chupe degenerado hijo de puta - dijo entre dientes - Vuelve a decirme algo así porque te volaré esos asquerosos dientes amarillos de un golpe. Y ya veremos si sales de aquí con tu asquerosidad entre piernas luego de eso, porque te juro que te castro, ¿Entendiste?

El hombre asintió repetidas veces, sus ojos bien abiertos. Probablemente hasta la ebriedad se le había quitado por el susto. Cuando el ebrio se alejó, Changmin arrojó con fuerza el paño que usaba para limpiar sobre el mesón, y sin que nadie lo viera (ni le importara) corrió y se encerró en la bodega. Soltando un quejido ahogado comenzó a golpear con fuerza un saco gigante de limones, dándole golpe tras golpe tras golpe, canalizando toda esa rabia en esos malditos frutos amarillos que nada de culpa tenían.

Oyó la pesada puerta de acero haciendo un fuerte chirrido, indicando que la abrían. Frotó fuertemente sus ojos con sus manos, intentando calmar el ardor que en ellos se había formado. Quería llorar, la rabia acumulada lo estaba carcomiendo por dentro, pero no debía. No era correcto en un lugar como ese, pues mostrar debilidad sólo atraería a más ebrios pervertidos. Odiaba ese lugar. Odiaba trabajar ahí. Odiaba tener que soportar los acosos diarios de ebrios asquerosos que engañaban cada noche a sus esposas, acostándose con prostitutas e insinuándoles cosas a adolescentes menores de edad. Lo odiaba, pero debía soportarlo. Necesitaba ese dinero, necesitaba ayudar a su familia, y siendo menor de edad jamás encontraría un trabajo mejor.

Sintió unas palmadas en su hombro, y al girarse se encontró con su jefe. Era un hombre pasado en unos kilos, de unos 30 y tantos. No era mal jefe, y trataba como a un hijo a Changmin. Aquel cariño que él le daba era como aquel que su padre jamás fue capaz de darle, pues sólo había lugar para peleas con su madre en su vida. Sus hijos ya eran algo secundario. Y Changmin sabía que mendigar cariño con gente desconocida era caer muy bajo, pero a veces no podía evitarlo, pues se sentía tan solo.

- ¿Volvieron a decirte cosas feas? - le dijo el hombre. Changmin asintió, frotando sus manos. El hombre tomó una de ellas - Oye, los limones no tienen la culpa - le dijo notando las heridas en sus nudillos. Changmin sonrió, desganado.
- Lo siento.
- No importa, sólo no quiero que lastimes más tus manos golpeando esos sacos, ¿Sabes? Sólo ignora lo que te dicen - presionó su mano en su hombro y Changmin se sintió incómodo.
- Es difícil - respondió. El toque se prolongó aún más. Se sentía extraño. El hombre solía darle palmadas y palabras de ánimo, pero esta vez no le estaba gustando que mantuviera tanto su mano en su hombro. Se alejó un poco, incómodo, y sonrió - Pero no se preocupe, estaré bien - dijo y antes de recibir cualquier tipo de respuesta salió de la bodega, acelerado.

Volvió a su lugar y suspiró, volviendo a mirar a los ebrios, a las prostitutas y a los peleadores de cada día.

Su vida era un agujero.

--


 Cuando vives triste y desganado durante tanto tiempo, los años comienzan a venirse encima con mucha más rapidez. Sientes que nada tiene color, nada tiene vida. La vida es monocromática y oxidada, lenta...

Lo único que a Changmin le animaba a seguir con todo esto era poder ayudar a su familia, principalmente a sus hermanitas. Ellas se merecían una buena vida, y él se esforzaría al máximo por conseguirlo.

Recientemente su jefe había se había comenzado a comportar de forma extraña con él. Y a Changmin realmente le incomodaba de sobre manera sus actitudes tan... "cero respeto por el espacio personal". Solía darle palmadas en la espalda y darle apretones en los hombros y en la cintura con mucha frecuencia. Aparecía de pronto por la espalda y le hablaba bien pegado al oído. Y a Changmin no le gustaba, pues tenía un mal presentimiento de esto. Temía lo que pronto vendría....

- Changmin, ¿Puedes venir a mi oficina? Sólo un momento - le había dicho el hombre al pasar por su lado, y sin detenerse entró a la dichosa oficina.

Changmin lo miró, y sintiendo su corazón oprimirse lo siguió. "No vayas, Changmin" se repetía mentalmente, pero sus piernas se movían solas. "Por el amor de Dios, Changmin, no lo hagas" sonó en su cabeza mientras se acercaba. Se detuvo frente a la puerta y golpeó, tembloroso.

- Pasa - dijeron desde adentro, y Changmin obedeció.

El aire se sentía pesado. El  hombre leía unos papeles, y al verlo sonrió enormemente, indicándole que se sentara, actuando extremadamente eufórico. Sacó un enorme puro de una cajita metálica y lo encendió, inhalando con fuerza. Soltó todo el humo casi en su rostro y sonrió.

- ¿Un puro? - le ofreció, extendiendo la caja. Changmin negó con la cabeza.
- No, gracias.
- Cómo quieras - se echó atrás en su silla, volviendo a inhalar con fuerza del puro entre sus labios. Saboreó el humo en su boca unos segundos para luego soltarlo. El aire comenzaba a hacerse más pesado.

Pasó un largo rato antes de que el hombre volviera a hablar. Changmin se sentía nervioso, asustado, ansioso. El hombre aclaró su garganta y se enderezó en la silla, mirándolo con una sonrisa.

- ¿Te han vuelto a molestar? - preguntó - ¿Los clientes te han molestado?
- No mucho - se encogió de hombros, restándole importancia, aún cuando sabía que los hombres seguían ofreciéndole cosas de mal gusto a cada momento. El hombre sonrió.
- Ya veo, eso es bueno.

Changmin comenzó a examinar la oficina detenidamente, intentando relajarse. Estanterías llenas de papeles y cuadros con documentos firmados eran todo lo que se veía. Las persianas rotas de la ventana se mantenían levemente abiertas, dejando ver la oscuridad de la noche del otro lado del vidrio. La oficina era sólo débilmente alumbrada por una lámpara, pero aún así el moho en las esquinas y el papel tapiz rasgado podían notarse fácilmente.  El hombre se mantuvo un largo rato callado, fumando con parsimonia. Finalmente, algo aburrido, Changmin se decidió a preguntar por qué lo había llamado. El hombre lo interrumpió antes de que pudiera preguntar.

- Supe que tienes problemas económicos muy graves - comenzó a hablar. Changmin bajó la mirada, y tras dudar si responder o no, asintió.
- Es cierto.

Hubo un nuevo silencio que los envolvió. Esta vez fue aún más incómodo. Changmin quería irse pronto de ahí. El hombre aspiró con suavidad el puro y, luego de unos segundos, soltó todo el humo.

- ¿Qué trabajo estarías dispuesto a hacer para ganar más dinero? - preguntó echándose para atrás, hablando con total naturalidad. Changmin alzó la vista, interesado.
- Cualquier cosa.
- ¿Cualquier cosa? – preguntó actuando asombrado. Changmin asintió eufórico.
- Realmente haría cualquier cosa para conseguir más dinero.
- Conque cualquier cosa... - cerró sus ojos. Changmin apretó los labios.
- ¿Tiene un trabajo para mí?

El hombre rió - Oh sí, claro que sí, pero es opción tuya aceptar.

Changmin se acercó, interesado, sus ojos abriéndose - Dígame. Aceptaré.

Hubo otro silencio y el hombre aclaró su garganta, acercándose también a él - Sé que te lo han dicho antes, pero tienes unos labios muy bonitos - susurró. Changmin abrió más sus ojos, sintiendo algo quebrarse dentro de él. No se había esperado eso, así que se sintió como un golpe bajo. Calmó su expresión al instante, intentando no verse muy asombrado, y por ende, verse frágil y débil. Así era como todos empezaban la proposición. El hombre acercó su mano al rostro de Changmin, acariciando su mejilla. Changmin frunció el ceño, sin alejarse - Soy un hombre casado, ¿Sabes? Pero ya no es lo mismo que antes. – habló como si estuviera realmente sufriendo. Changmin quiso reír, pues le causaba gracia que el hombre pensara que caería en el cuento del “esposo solitario” . - Llevo tanto tiempo sin tener relaciones, y me siento muy... Muy estresado por eso. Tú sabes, un hombre tiene necesidades, y cuando su pareja no se interesa… - cerró sus ojos como si le doliera decir esas palabras. Siguió acariciando, deslizando su dedo pulgar hasta su labio inferior, rozándolo con suavidad.

- ¿Qué es lo que quiere? - dijo Changmin cortante, algo resignado. El hombre sonrió.
- ¿Alguna vez has hecho una felación?

El corazón de Changmin se encogió - Nunca. - negó, su expresión endureciéndose.

- Pues verás, eres un chico atractivo con una boca... deliciosa - dijo lentamente, lamiendo sus labios con una sensualidad que, a los ojos de Changmin, no fue más que un gesto pederasta. Realmente sintió asco - y yo un hombre con necesidades y una gruesa billetera, ¿Entiendes?
- Está diciendo que me pagaría por sexo oral - dijo cortante Changmin, frunciendo los labios. El hombre sonrió - Quiere que yo me rebaje a eso.
- No te rebajarías a nada, pequeño. Ambos saldríamos ganando.

Changmin se quedó callado largo rato. En su vida, desde que trabajaba en ese asqueroso bar, había recibido muchas proposiciones de sexo. Le habrían ofrecido hacer sexo oral, tríos, orgías y otras cosas más asquerosas. Y Changmin, lógicamente, siempre se había negado, pues si bien su vida era miserable y se sentía horriblemente solo, no llegaría a acostarse con cualquier ebrio que se lo pidiera.

... Pero su jefe le estaba ofreciendo dinero. Dinero que, en este punto de su vida, Changmin necesitaba completamente.

- ¿De cuánto estamos hablando? - preguntó tras un largo momento de silencio, haciendo que el hombre sonriera enormemente.
- Mucho dinero, pequeño. Hasta cinco veces lo que ganas trabajando una semana.

Sintió su estómago revolverse por la inesperada emoción que esto le causó, y su corazón dio un salto. Sacando cuentas (Y Changmin era realmente bueno en eso) esa cantidad era, sin duda alguna, mucho dinero.

"No puedes aceptar eso, Changmin." le reclamó su conciencia, y más aún su decencia. Su respiración se agitó levemente. Se sentía como si su corazón vibrara por la ansiedad. Mordió su labio con fuerza y bajó la mirada, los latidos de su corazón casi matándolo y la mirada ansiosa del hombre frente a él casi perforándole la cabeza. Finalmente, tras mucho meditar, alzó la mirada.

- Acepto - susurró sin mirarlo directamente a los ojos, pero aún así pudo ver cómo el hombre sonreía enormemente. El hombre se enderezó y le dio unas cuantas palmadas en la cabeza, y alzar la mirada el hombre le sonrió.
- Ve a trabajar, pequeño. Esperemos a que termines tu turno.

Changmin asintió, y totalmente avergonzado salió de la oficina.

--

Vio como el último cliente del bar, totalmente ebrio y apenas caminando, salió por la puerta de entrada, dejando el lugar completamente vacío. Suspiró con fuerza y dejó el paño sobre el mesón. Sus manos temblaban horriblemente y su frente sudaba.

"No puedo creer que haya aceptado esto" pensó, sintiendo su corazón latir. Estaba asustado, realmente asustado.

Comenzó a moverse de un lado para otro, ordenando y cambiando cosas de lugar innecesariamente, pues ya había terminado y debía irse a su casa. Debía, normalmente, pero no ahora. Estuvo muchas veces tentado a correr, pero luego el sonido de su mente diciendo “necesitas ese dinero, Changmin” volvía a retumbar en sus oídos, y sus pies le impedían el movimiento. Oyó cómo desde la oficina su jefe lo llamaba con voz grave, pronunciando un ronco "Changmin", el cual retumbó en todo el bar, pues estaba tan vacío que lo único que se oía en el lugar era su respiración agitada. Casi sintió que el corazón se le salía por la boca y, tomando una gran bocanada de aire, se dirigió a la oficina.

Al entrar se encontró con el hombre quien, al verlo, sonrió enormemente, indicándole que se acercara. Changmin obedeció, sus rodillas temblando involuntariamente.

- Adelante, ven - sonrió. Changmin no lo miró. - Relájate, ¿Quieres? Así podremos disfrutar los dos.

Changmin sintió repugnancia al oír aquello. Quiso reír por esa ridiculez. ¿Disfrutar, él? Imposible. Sólo estaba haciendo esto por sus padres, por ellos y por sus hermanitas. Sus hermanitas que merecían un buen futuro. Sus hermanitas que merecían, como toda niña de su edad, comprarse ropa bonita y tener una adolescencia normal. No como la que Changmin había tenido. Ellas merecían tener un futuro, estudiar y ser alguien en la vida, para así no volver a sufrir las penurias de una vida sin dinero.

- Vamos, vamos, acércate.

Changmin borró esos pensamientos de su mente y cruzó la distancia entre ellos, rodeando el escritorio, parándose frente al hombre. Este se acomodó en la silla de cuero y, sin borrar la sonrisa de su rostro, comenzó a desabrocharse el cinturón.

- No sé cómo... debo hacerlo - dijo en un murmullo, con la mirada baja, sintiendo cómo la saliva le impedía hablar bien. El hombre lo miró y le indicó que se arrodillara frente a él. Changmin obedeció.
- Sólo debes usar tu lengua y meterlo en tu boca. Juegas con él y ya, pero trata de no tocarlo con los dientes - le acarició la mejilla, y con la otra mano abrió su pantalón, metiéndola en su ropa interior para sacar su miembro. Changmin miró a otro lado.
- ¿Cómo sé si no me hará hacer esto y luego no me pagará?
- Oh por favor - se hizo el ofendido. Metió la mano en su bolsillo y sacó un montón de billetes - Soy un hombre de palabra, Changmin - le metió el dinero en el bolsillo - Aquí tienes la mitad, y si te portas bien y haces un buen trabajo, te ganarás la otra mitad - sonrió, y sin dejar de sonreír, le hizo un gesto con la cabeza - Ahora, has lo tuyo.

Changmin tomó una gran bocanada de aire. "Perdónenme hermanitas. Lo hago por ustedes" pensó, y entrecerrando sus ojos tomó el miembro de su jefe con una mano, comenzando a moverla.

No bastó mucho tiempo para que comenzara a endurecerse en su mano. El hombre movía su cabeza de un lado a otro, suspirando y jadeando, cerrando sus ojos, dejándose llevar por las caricias de Changmin. Escupió en él para hacer el trabajo más fácil, pues estando sexo era difícil mover su mano. Se sentía avergonzado por estar haciendo eso, más aún tratándose de un hombre adulto, unos veinte años mayor que él, y que esto fuera por dinero. Y lo peor (sólo ahora, al ver su mano, lo había notado)… era casado.

"Estás vendiéndote, Shim Changmin"

- Vamos, no te estoy pagando por usar sólo tu mano.

Algo temeroso acercó su rostro a su entrepierna, y cerrando sus ojos completamente sacó su lengua y comenzó a jugar con ella, lamiendo temeroso la punta, estimulándolo y oyendo cómo el hombre hacía leves ruidos de agrado. Era primera vez que hacía algo como eso, y se sentía totalmente avergonzado. Siguió lamiendo, asqueado por el sabor de ello. Jamás había probado algo así, y realmente no le agradaba. El hombre comenzaba a emitir ruidos más largos, murmurando "Hmm, sí, así" y otras cosas que intentaba no escuchar. Pensó que sólo quería hacerlo terminar, así que sin más rodeos apretó sus ojos, aspiró una gran bocanada de aire y lo metió entero en su boca.

- Ohh Dios - gimió el hombre, cuando Changmin hizo esto. Comenzó a mover su cabeza de adelante a atrás con dificultad, sacándolo de vez en cuando para poder respirar. Era difícil por su tamaño ¿Por qué este hombre no podía seguir el estereotipo de “asiáticos y penes pequeños”? Ni siquiera era satisfactorio que fuera tan grande, pues él era un viejo asqueroso y Changmin sentía que se ahogaba.

Una de las manos del hombre comenzó a jalar su cabello, lastimándolo. Changmin se quejó, y al parecer, las vibraciones de su garganta le hicieron sentir más placer, pues tras gemir roncamente volvió a jalarle el cabello, logrando que Changmin se quejara un par de veces. El hombre enloqueció con cada quejido, y sin siquiera dejarle respirar rodeó su rostro con sus manos, sujetando fuerte su cabeza. Changmin intentó alejarse, pero el hombre comenzó a embestir contra su boca con fuerza, haciendo que Changmin se quejara. Cada gemido que su jefe hacía era más asqueroso que el anterior. Changmin sentía nauseas, le costaba respirar y el hombre insistía en que le cabía completamente en la boca, pues insistía en meterlo más y más. Varias veces golpeó su garganta, haciéndole emitir sonidos ahogados. Esto le causaba aún más placer a su jefe. Con todas sus fuerzas Changmin tuvo que controlar lo más posible los reflejos de su garganta, pues las arcadas se hicieron presentes tras tantos golpes en su garganta.

"Termina rápido." pensó, cayendo en la desesperación "Termina rápido, demonios.”

Sentía sus ojos humedecerse. Quería terminar con esto, quería que el hombre terminara de una vez, recibir ese maldito dinero e irse de ahí. No podía creer que hubiera accedido a hacer eso. Ya se sentía arrepentido. Le dolían las rodillas, se sentía mareado por lo poco que podía respirar, la saliva corría por la comisura de sus labios, humedeciendo su mentón y su cuello. Finalmente el hombre soltó un par de gruñidos, y su semen caliente salió dentro de su boca. Su jefe lo jaló del cabello hacia atrás y, sin dejar de mover su mano terminó por derramar su esencia en su rostro, ensuciado su mentón y mejilla derecha. Changmin cerró sus ojos, asqueado, recibiendo aquello sin quejarse.

El hombre se dejó caer en su enorme silla, con una gran sonrisa en su rostro, repleto de satisfacción. Changmin se quedó en el suelo, con la cabeza gacha, la respiración agitada, tosiendo con fuerza y con toda la vergüenza sobre sus hombros.

- Trágatelo - ordenó el hombre, metiendo su miembro en su ropa interior y acomodando su pantalón. Changmin lo miró con asco, por esa orden y porque ni siquiera se había limpiado antes de hacer eso - Trágatelo todo – insistió - o sólo recibirás la mitad.

Changmin sintió su estómago revolverse, y cerrando sus ojos tragó de una vez todo lo que tenía en su boca, sintiendo las arcadas apoderarse de él y ese sabor amargo bajar por su garganta. El hombre le tomó el rostro y le hizo abrir la boca, obligándole a sacar la lengua.

- Buen chico - sonrió al ver que efectivamente había tragado todo. Lo soltó otra vez y le extendió otro montón de billetes. Changmin lo recibió en silencio - Puedes irte.

Changmin se levantó sin decir nada, con rapidez, y limpiando el semen de su rostro salió de la oficina y del edificio, avergonzado. No avanzó mucho hasta llegar al callejón junto al bar, y sin poder aguantar más vomitó asqueado, tosiendo con fuerza, sintiendo aún el horrible sabor en su boca y el aroma en su nariz. No podía creer lo que había hecho. Ver ese dinero le hacía sentir sucio. Permaneció un largo rato sentado contra la pared, respirando con dificultad e intentando normalizar su estado; y finalmente, totalmente debilitado y avergonzado por lo que había hecho decidió volver a su casa, sintiéndose el ser más miserable del mundo.

--


Entró a su casa cubriendo su rostro con el gorro de su sudadera. Durante todo el camino de regreso sintió que todas las miradas se posaban en él, como si todo el mundo lo estuviese juzgando. Era como si todos los supieran y lo apuntaran entre todos. Y sentía que su familia sería igual. Estaba seguro de que encontrarían cualquier cosa que  lo delataría: una mancha, una arruga, un mechón de cabello fuera de su lugar, un olor distinto, cualquier cosa que indicara lo que había hecho. Pero nada ocurrió. Sus hermanitas lo saludaron felices, como siempre. Sus padres lo ignoraron, como siempre.

Y cuando ya todos se fueron a dormir Changmin se escabulló en el pasillo hasta llegar a la habitación de sus hermanas. Su padre había estado bebiendo (Vicio en el que había caído por todas sus deudas), por lo que si lo descubría de seguro le gritaría.

Golpeó tres veces, esperando cinco segundos entre cada golpe, tal y como tenían ordenado sus hermanas (De ser otra forma de golpear sabrían que eran sus padres, así que se harían las dormidas). Entró con lentitud y cerró la puerta con suavidad tras él.

- ¿Cómo les fue en la escuela hoy? - susurró sentándose en una de las camas. Las chicas se encogieron de hombros.
- Bien. Casi llegamos tarde en la mañana - rieron suavecito. Changmin asintió.
- ¿Papá y mamá estuvieron muy insoportables hoy? - preguntó suavecito, algo preocupado. La menor de sus hermanas suspiró.
- Papá sigue bebiendo y mamá no estuvo en todo el día. Creo que tiene un amante.
- No lo sé - suspiró, siendo incapaz de negar esa posible realidad. - Cómo sea, les tengo algo - sonrió, metiendo la mano en el bolsillo de su pantalón de dormir - No deben decirle nada a nuestros padres, es para ustedes.

Ambas lo miraron expectantes. Changmin extendió sus manos y, con una sonrisa, les dio una buena cantidad de dinero a cada una.

- ¡¿De dónde sacaste tanto?! - susurró alarmada la mayor. Changmin la tranquilizó.
- Conseguí un trabajo extra. Me pagan bien - se encogió de hombros, intentando ocultar la verdad. - Gástenlo en lo que quieran, se lo merecen.

Ambas lo abrazaron fuerte, murmurando una y otra vez palabras de agradecimiento, y besando a cada una en la cabeza con cariño se despidió, regresando a su fría habitación para poder dormir.

---


 Fue curioso mirar el calendario esa mañana y comprobar dos cosas: se cumplía casi un año desde que había comenzado a ganar dinero por los... "favores" que le hacía a su jefe.

... y además de eso… era su cumpleaños.

Tras una tarde de trabajo ligero lleno de ebrios violentos y prostitutas ofreciendo sus servicios desvergonzadamente, se encontró una vez más con el rostro clavado en la pelvis de su jefe, ya más acostumbrado, lamiendo y succionando tal y como a él le gustaba. Había notado que el hombre no gemía tan entusiasmado como normalmente lo hacía, y eso le hacía temer que quizás no querría pagarle, alegando que su servicio había sido deficiente.

El hombre lo tomó de los hombros y lo alejó.

- ¿Pasa algo? - preguntó Changmin limpiando su boca. El hombre suspiró.
- Me siento algo cansado, ¿Sabes? - curvó los labios. Changmin alzó la ceja - Quiero decir, ¿No es cansador tener que hacer lo mismo siempre? Ha pasado un año y medio ya. Quisiera cambiar.

Changmin se enderezó y se sentó en la cama, expectante. Desde hacía unos meses que el hombre había decidido que en su casa los encuentros serían más cómodos y privados. Su esposa no estaba en ella, y Changmin se sentía horrible pensando en cómo ella desconocía los engaños de su desgraciado esposo.

El hombre se paró frente a él - ¿Por qué no me dejas poseerte? Muero por metértelo - se relamió los labios y Changmin se puso de pie al instante, alterado y sonrojado.

- ¿Estás loco? ¡No estoy tan necesitado!
- Vamos, sé que te gustará. ¿No sería acaso delicioso tener este enorme bebé - tomó su miembro, comenzando a masturbarse - perforándote hasta lo más profundo?
- Eres un enfermo - Le golpeó la mano cuando intentó tocarlo.
- ¡Te pagaré el doble!
- Me voy.

Comenzó a caminar hacia la puerta,  ofendido, ignorándolo. ¿Que lo dejara desvirgarlo por atrás? ¡Ni loco! Que se buscara a otro. Cuando abrió la puerta el hombre lo agarró fuerte del brazo.

- Oh, no. No lo creo - sonrió y lo jaló con fuerza hacia sí mismo, atrapando su boca en un profundo beso. Changmin alejó el rostro asqueado, y el hombre comenzó a besar y morder su cuello.
- ¡Déjame! - le gritó dándole un fuerte empujón. El hombre rió.
- Oye, yo siempre obtengo lo que quiero - sonrió enormemente, y antes de que Changmin pudiera reaccionar el hombre le dio un fuerte golpe, haciéndole caer al suelo.

---


Abrió sus ojos algo adolorido, y cuando intentó levantarse notó que no podía. Sus muñecas estaban fuertemente atadas a la parte superior de la cama. No veía nada, pues la luz estaba apagada. Sentía frío. La luz se prendió de pronto. Se encontraba recostado boca abajo con los brazos estirados hacia arriba. Tenía el rostro contra la almohada, y al ver hacia al lado notó su ropa tirada en el suelo. Entró en pánico al notar que el frío se debía a su desnudez, e intentó hablar, pero un pañuelo cubría su boca, impidiéndole el habla. El miedo creció aún más, como nunca antes lo había experimentado. Un peso además del propio hundió el colchón, y una risa grave le hizo saltar.

- Ahh, ahh, te ves tan bien así - suspiró el hombre desde atrás, observando la vista panorámica del cuerpo desnudo de Changmin. Este intentó hablar, pero le fue imposible.

“Hijo de la grandísima puta” pensó desesperado, intentando mirar como pudiera hacia atrás para ver al hombre. Este rió suavemente, y suspirando, comenzó a masajear y apretar su trasero con sus ásperas manos, deslizando sus dedos sin pudor y dando suaves palmadas.

Changmin se movió violentamente, como convulcionando, balbuceando cosas inentendibles por el pañuelo en su boca, cayendo en la desesperación por soltarse - No sabes cuánto deseé tenerte así - se agachó y enterró sus dientes en una de sus nalgas, sacándole un fuerte quejido de dolor a Changmin. El hombre sonrió y continuó aquello, lamiendo su piel y mordiéndola emitiendo asquerosos gemidos. Changmin se movió con más fuerza, quejándose, sus palabras siendo atrapadas por el pañuelo que cubría su boca.

Con fuerza el hombre abrió las piernas de Changmin y comenzó a deslizar sus dedos. Changmin intentó cómo podía volver a cerrarlas, emitiendo un quejido más parecido a un llanto. Sus ojos se mantenían bien abiertos, sin poder ver completamente al hombre tras él. Su respiración se agitaba cada vez más.

Tras un largo rato de disfrutar con la vista, deslizando sus dedos por entre sus nalgas, le levantó la parte inferior de su cuerpo con fuerza, sin importarle si le dolía o no. Changmin sintió una punzada en su columna al doblarse. El hombre suspiró, rozando su piel con su vello facial, y sin dejarlo siquiera pensar, comenzó a lamer sin pudor alguno con su lengua su entrada.

Changmin gritó, furioso. Furioso y avergonzado, convulcionándose sobre las sábanas, tirando con fuerza sus brazos, lastimando sus muñecas por la aspereza de los amarres. Sentía su rostro caliente, hirviendo por la vergüenza y la humillación. El hombre continuaba lamiendo y chupando. Changmin no paraba de gritar, intentando apretar sus piernas. Pero el hombre tenía más fuerza, y sólo con el agarre de sus manos podía sujetarlo e impedir que se moviera.

Gruñó con fuerza cuando el hombre se alejó, dejando escapar con fuerza todo el aire de sus pulmones por la nariz y miró por sobre su hombro con odio. El hombre le sonrió, relamiéndose los labios, dando nuevamente una palmada en una nalga de Changmin, dejándola marcada.

- Por favor, no me mires con esos ojitos - le acarició la espalda. Changmin balbuceó algún insulto, pero nuevamente fue inentendible. El hombre sonrió y divertido comenzó a rozar su trasero con su miembro erecto. Changmin se desesperó aún más al sentir eso - Sólo relájate~ - canturreó rozando su entrada. Changmin tiró de los amarres lastimando sus muñecas. Podía ver cómo la piel de sus muñecas, por el constante roce y tironeo, comenzaba a erosionarse, causando heridas sangrantes y muy dolorosas. Movió las piernas intentando golpearlo de algún modo. Logró golpearle levemente, pero fue inservible. El hombre no se alejó. El hombre se divertía con las reacciones de Changmin, golpeando su piel con su miembro. Tras un largo rato de diversión se le acercó con lentitud y, rozando su oreja con sus labios, susurró: vamos a divertirnos.

Y entró en él de una estocada.

Y un grito desgarrador se apoderó de toda la habitación, seguido por un lujurioso gemido de parte del hombre tras a él. Changmin se movió con fuerza, intentando soltarse de alguna forma. Fue imposible. Sus gritos fueron los más desgarradores que haya podido emitir alguna vez en su vida.

Dolía. Dolía como mil demonios, y cuando el hombre comenzó a moverse el dolor fue aún peor. No podía pensar en nada que no fuera el dolor que se apoderaba de cada uno de sus sentidos. El hombre se movía lentamente, jadeando. Changmin sentía cómo su erección entraba y salía con lentitud, causando sólo dolor. Comenzó a acelerar sus embestidas, cada vez más fuertes, sin importarle cómo estaba lastimando al menor.

"Por favor...” pensaba desesperado “Por favor, ayuda” . Las lágrimas comenzando a brotar sin remedio, humedeciendo la almohada. Changmin siempre había sido una persona fuerte, jamás lloraba, siempre soportaba todo el peso de los problemas que había en su hogar, y se mostraba fuerte ante el resto de las personas, para que así no lo pasaran a llevar, pero ahora... por primera vez en su vida luego de tantos años, sentía que era demasiado para él.

- Ohh, Dios mío - gemía el hombre, entrando cada vez más, y Changmin no podía dejar de gritar y de gruñir, tirando con fuerza las amarras.

Cerró sus ojos con fuerza, sin dejar de llorar, sin dejar de gritar. Plantó su rostro contra la almohada, desesperado, rogando por que el hombre terminara pronto y todo esto se acabara de una vez.

En lo más profundo de su ser rogaba porque esto fuera un sueño. Una mala pesadilla. Deseaba despertar en cualquier momento y que todo el dolor que estaba experimentando desapareciera. Pero sabía que no era sí. Este hombre estaba haciéndole aquella atrocidad. Estaba acabando con su fe en un mejor futuro. Estaba acabando con el sueño de lograr salir de la pobreza en la que vivía.

"Por qué acepté. Por qué acepté" sollozó con dolor, apretando sus puños, clavando sus uñas en sus palmas, intentando aguantar todo ese dolor. Sentía como si lo partieran en dos. Sentía que su interior ardía, quemaba. El dolor viajaba a lo largo de su columna y tensaba sus extremidades.

El ruido de sus pieles chocando llenaba toda la habitación, pero estos eran opacados por los gemidos del hombre y por los desgarradores gruñidos de Changmin.

Se sintió mareado, y en este momento maldijo su fortaleza y su buena salud. Quería desmayarse, quería morirse, cualquier cosa para dejar de sentir aquel dolor y esas enormes nauseas que comenzaban a apoderarse de él.

Y tras una larga hora de infinito dolor el hombre, con un último gemido y las últimas embestidas, terminó en el interior de Changmin, respirando agitado, con la sonrisa  más grande posible.

Cuando el hombre se alejó Changmin sintió un dolor punzante en su zona baja, y su esencia caliente saliendo de él, deslizándose. Continuó en la misma posición. No se movió ni un centímetro. Sólo su espalda temblaba por los sollozos, los cuales intentaba acallar contra la almohada. Tras unos instantes sus manos fueron soltadas y algo cayó a su lado. Un fajo de billetes, uno muy grande. Pudo oír cómo el hombre se subía el pantalón, el sonido del cinturón y del cierre retumbando en su cabeza. Era como si tuviera una horrible resaca. Cada sonido se sentía mil veces más fuerte.

- Ya puedes irte - le dijo de pronto, al mismo tiempo que encendía un cigarrillo. Changmin no se movió - ¡Eh! ¡Dije que te fueras! Mi esposa llegará en un momento.

Sin decir nada Changmin se enderezó, débilmente, sintiendo el dolor apoderándose al instante de él. Comenzó a vestirse. Su flequillo caía sobre sus ojos, impidiendo ver lo rojo y húmedos que estaban. Temblaba. Terminó de vestirse y soltando un sollozo involuntario tomó el fajo de billetes, metiéndolo en su bolsillo.

Dio paso tras paso, pasando junto al hombre, sin mirarlo a la cara. El desgraciado ni siquiera lo miró, y cuando salía por la puerta oyó una suave risa proveniente de él. El dolor punzaba con más fuerza cada vez que avanzaba, cada paso que daba lo debilitaba más y más. Tuvo que parar una y otra vez en el trayecto. Una señora le preguntó si se encontraba bien, pero él sólo asintió y siguió caminando. Al llegar a su casa se fue directo a tomar un baño, subiendo con dificultad la escalera, sintiendo el agua caliente correr por su cuerpo tenso, tratando de llevarse sus problemas. Apoyó la frente en la pared de la ducha, sintiendo el frío contraste. Tembloroso llevó su mano hasta su parte baja. El dolor fue horrible. Al mirar el agua cayendo en sus pies comprobó lo que temía: sangre.

Su ropa interior estaba completamente sucia, completamente roja, y su pantalón también lo estaba.

Esa noche lloró como nunca antes lo había hecho, sintiéndose horrible, física y emocionalmente. No pudo dormir. No encontraba una posición que evitara que sintiera dolor. Cualquier movimiento le dolía, y a cada instante, cuando el dolor se hacía presente, comenzaba a vomitar sin remedio, sudando grandes cantidades.

Al otro día no pudo comer nada. Ni siquiera pudo ponerse en pie. Su temperatura corporal estaba por las nubes. Su hermana le acariciaba el rostro tiernamente, preocupada, acomodando sobre su frente un paño húmedo y frío. La fiebre estaba demasiado alta.

- ¿Cómo llegaste a enfermarte tanto? – le preguntaba preocupada. No había ido a la escuela para poder cuidarlo. Changmin siempre las cuidaba cuando estaban enfermas, así que ahora era su turno. Changmin no quería hablar nada. Sabía que si lo hacía rompería a llorar miserablemente, y no podía mostrarse débil frente a ellas.

Cuando su hermana había salido de la habitación para ir a preparar algo de comer, Changmin se había levantado con lentitud, viendo cómo sus sábanas nuevamente estaban cubiertas de sangre. Volvió a recostarse y a cubrirse con las mantas, pues si su hermana veía eso enloquecería.

Tardó dos días en mejorarse, y durante semanas no fue a trabajar. Ni siquiera quería que la gente lo viera. Sus miradas frías lo juzgaban. Era como si todo el mundo supiera lo que había sucedido. Como la primera vez que le había hecho sexo oral a su jefe, pero ahora maximizado millones de veces más.

Y el dinero que había conseguido en contra de su voluntad… No quería ni verlo. Le había dado parte de este a su madre para que pagara deudas y también algo a sus hermanas. A su padre no le había dado nada, pues sabía que de darle dinero sólo lo utilizaría para comprar alcohol. Las heridas físicas ya habían sanado, ya no le dolía caminar y había comenzado a comer nuevamente, pero la profunda herida en su orgullo seguía abierta, punzante, doliendo infinitamente cada día más.

Cuando ya había pasado un mes estaba comenzando a superar todo esto que había sucedido, pero de muy mala gana se había dado cuenta de ya muchos en su vida. Definitivamente ese hombre había matado todo deseo sexual que pudiese existir en el cuerpo de Shim Changmin. Ahora la simple idea del acto sexual le causaba nauseas. Cuando veía películas en que se mostraban escenas románticas subidas de tono Changmin sólo podía sentir ganas de vomitar. Muchas veces había ido a tiendas, y al pasar por librerías había visto comics eróticos y revistas de ese tipo. Sólo sentía ganas de vomitar. Cuando viajaba en internet en la biblioteca y veía propagandas de páginas pornográficas, se sentía tan asqueado que debía dejar de usarla e irse de ahí.

Ya ninguna chica lo atraía como antes. Cualquier mujer que viera le parecía horrible. Cualquier hombre adulto que se le acercara le parecía repugnante. Ya no podía lidiar con gente mayor. Todos le parecían grotescos. Le causaba pavor siquiera observarlos. Ese hombre lo había arruinado todo.

 Y cuando todo estaba comenzando a arreglarse, lentamente, una tarde... esa tarde todo se arruinó.

Había ido a comprar víveres, gastando lo último que quedaba del dinero que había ganado. Al llegar a casa había oído gritos y llantos desde afuera. Sus padres peleaban. Se había sentido eternamente agradecido pues sus hermanas aún no llegaban de la escuela, y Changmin odiaba exponerlas a esas peleas.

Corrió a la sala. Su madre lloraba.

- QUÉ VAMOS A HACER AHORA - lloraba jalando su cabello con sus manos huesudas por la desesperación. Manos huesudas por el estrés, el llanto y la depresión. Su madre se veía cada vez peor.

Y aunque estuvo de pie ahí, frente a ellos durante largo rato, sus padres no lo tomaron en cuenta. Pero Changmin lo supo al instante.

… Su padre se había quedado sin trabajo.

---


Se paró frente a la puerta con la respiración agitada. Se sintió asustado como esa noche en su cumpleaños, aquella noche en que el hombre había abusado de él sin piedad. Cerró sus ojos con fuerza, sabiendo que no le quedaba otra opción que volver a humillarse.

Su familia estaba antes que él.

Sus nudillos golpearon tres veces, lentamente, como acostumbraba a hacer. Quiso correr y esconderse, estuvo realmente tentado a hacerlo. Que abrieran la puerta, no vieran a nadie y creyeran que sólo había sido un niño jugando. Pero no lo hizo. Oyó cómo el pestillo de la puerta giraba, permitiendo que esta se abriera. El hombre abrió sus ojos algo asombrado. Changmin tragó saliva.

- Quiero saber... si la oferta de pago doble sigue en pie - susurró tragándose su orgullo. El hombre hizo un gesto de asombro, y luego de un leve silencio sonrió.
- Claro que sí.

Abrió la puerta completamente, invitándolo a entrar. Changmin suspiró con fuerza y obedeció, sintiéndose cada vez más pequeño y miserable con cada paso que daba.

Y el hombre acarició su hombro con una sonrisa, cerrando la puerta tras ellos.