KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Our World

Sus mundos eran totalmente diferentes, sus familias y amigos no entendían su relación, pero lo que sentían el uno por el otro, era más fuerte que todo lo demás. Lo que no sabían, es si esto sería suficiente para estar juntos.

El príncipe de los bárbaros

En un mundo antiguo un hombre busca levantar a su pueblo e inicia la búsqueda de un ser que le brindará todo el poder que necesita, sin saber que forma parte de un historia muchísimo más grande que su propia ambición. Shim Changmin y Kim Junsu se encontrarán de forma inesperada para formar parte de un destino dictado por la atracción entre gemas.

Insano

Junsu no podía creer que aún después de todo ese tiempo de humillaciones por parte de sus dos mejores amigos él no se hubiera vuelto completamente loco, desquiciado; en cambio se sentía renovado, en una nueva piel.

Lluvia de estrellas

¿Crees en los deseos? Yunho alzó la vista al cielo y con una lágrima oró a las estrellas para que le concedieran un deseo… desde ese momento el destino de Changmin reposó entre sus manos. El máximo inconveniente es recordar… ¿quién es Changmin?

You are everything I've been looking for

Después de una decepción amorosa, Changmin decide alejarse de la vida como la conoce, acompañado de su mejor amigo Jonghyun. Juntos descubrirán sentimientos que les cambiarán la vida para alejarlos o acercarlos más, mientras conocen a un grupo de peculiares personas en un lugar común y corriente...

Dolor

Todos tenemos algo que ocultar en nuestras vidas pero ¿Qué ganamos con eso? ¿El guardar todo ese dolor solo para nosotros, no también causa dolor a los que nos rodean?

Novio secreto

La relación de Changmin y Jaejoong era un secreto para el mundo, sus únicos testigos eran aquellos lugares donde se veían a escondidas, los testigos mudos de su amor y su pasión, de su tristeza y desesperación.

Darkness Deep cap 6

MOON



*********************

Hong Kong, China
Antro Vampiro

Jung Yunho estaba que reventaba de ira al contemplar aquélla escena… no solo por el hecho de no tener idea del motivo por el cual Jaejoong se encontraba en aquéllas tierras, lo cual de entrada le inquietaba de sobremanera… era… el ver al Príncipe vampiro saciando su sed de deseo en otros labios que no eran los suyos, devorando con lujuria a aquél chico que encantado se dejaba besar por un completo desconocido que lo había abordado de la nada hace cuestión de instantes, pero que era a ojos de cualquiera, el hombre más hermoso de la faz de la tierra…

El Diurno lanzó una maldición y apresuró sus pasos hasta ése lugar en el antro… Zhenli solo pudo observarle conociendo esa ira en los ojos del moreno, sabiendo que lo que había visto, sacaba la peor faceta de su persona…

- mejor lárgate!... – bufó el Diurno apenas separó al pelioscuro de aquél sujeto que todo atontado apenas si podía vislumbrarle con la vista nublada por el éxtasis de aquéllos labios rojos que ya no presionaban los suyos… - ahora!.. – gritó y apuntó con un arma directo en la cabeza de ése sujeto que reaccionando por fin caía en cuenta de la magnitud de la situación…

Y todo pavorido salió lejos del alcance de Yunho, mientras que las personas alrededor volvían a lo suyo pensando que aquello no era más que una disputa sin sentido entre bravucones o algo por el estilo… después de todo, la fama del Diurno es amplia, pero pocos, muy pocos pueden identificarle, salvo vampiros de altos mandos…

Jaejoong se limitaba a decir nada y tomar su propio camino fuera del antro con un bolso al hombro, sonriendo internamente al saber que Jung le sigue los pasos… pasos pesados y un aura que destella su enojo… sus celos…

Dentro del antro, la Princesa Yin suspiró al ver al Diurno salir detrás de ése atractivo chico que pudo reconocer como uno de los Príncipes del Clan Kim… después de todo, entre vampiros, las castas élite se reconocen con una instintiva naturalidad… y giró el rostro hacia un lado al sentir una peculiar mirada posada sobre ella… la mirada de un chico de ojos amielados que le sonreía suavemente desde la pista… invitándola con un movimiento a acompañarle a bailar con sensualidad… invitación que no negó, porque esos ojos de alguna manera le hipnotizaron.

………………………………………..

Jaejoong caminaba tranquilamente por todas esas calles oscuras en cuyas penumbras solo iba quedando el sonido casi inexistente de sus pasos… dejándole escuchar con claridad esa respiración impaciente de ése Yunho apenas contenido a sus espaldas… el pelioscuro pensaba que todas las cosas resultaban mejor cuando no se planeaban… hasta podía degustar el sabor de su venganza al sospechar que el moreno solo le seguía seguro de poder poseerlo y marcarlo una vez más como de su propiedad… pero no iba a permitírselo… le iba a demostrar en ése preciso instante que era mucho mejor que la Princesa Yin, y que ella en nada podría compararse con el placer que solo en su cuerpo… y su alma… podría encontrar…

Sonrió de medio lado al pensar en la serie de objetos que llevaba en ese bolso al hombro… objetos que en el propio antro había comprado… la de cosas que se pueden encontrar en lugares que son para el gusto y placer de criaturas nocturnas como los vampiros. Ése bolso, que de hecho, casi perdía en el antro por actuar impulsivamente y tener la idea de provocarle apenas lo viera bajar esas escaleras en compañía de esa que se había atrevido a besar los labios que solo deben ser suyos… y su sonrisa casi desapareció al pensar en todo lo que la Princesa no habrá tocado profanando palmos que son sus dominios… pero entonces su celo creció y solo pudo reafirmarse mentalmente la determinación de mostrarle al Diurno que con Kim Jaejoong, nadie… absolutamente NADIE, puede jugar…
Yunho iba metido en sus propios debrayes… controlando con esfuerzo esa ira por haber visto mancillados esos rojos labios que solo él quiere recorrer con su lengua y devorar con su boca… labios que ahora tenían mezclados otro sabor, otra saliva, otros deseos… los que moría por borrar con sus labios, y recordarle que desde la primera vez, ya nadie más que él tenía derecho de tomarlos… porque Jaejoong le pertenecía, a pesar de las circunstancias…

Y le siguió casi sin darse cuenta hasta ése templo budista cuyos grandes portones de madera se abrieron con un leve crujido permitiéndoles el paso a su interior matizado en cada detalle por esa peculiar cultura oriental.

Y en un abrir y cerrar de ojos, Jae tomó a Yunho por los hombros estampándolo con fuerza contra el muro lateral en una de las cámaras del Templo, alumbrado por cientos de velas y ataviado por figuras de la cultura budista… sus ojos cruzados por ese tono azul dejando al descubierto su naturaleza vampira…

- tú eres solo mío, grábate eso, Yunho… - le besó con brusquedad sintiendo empero cómo el moreno le respondía con el mismo fuego. E iba sintiendo el calor de su cuerpo aumentar con facilidad cuando las manos del Diurno se movieron sinuosas bajo su gabardina sacándole la camiseta de esos pantalones de cuero negro… entonces recordó que iba a vengarse, y haciendo presión con su cuerpo retuvo al moreno contra el muro, mientras sacaba ágilmente unas esposas de su bolso y las cerró en las muñecas del Diurno, un par en cada muñeca, por lo que ciertamente aún eran libres… - verás que soy mucho más que esa Princesa…

Y nada pudo hacer Yunho para impedir que sus brazos y piernas fueran encadenadas a unos pilares dejándole a entera disposición de Jaejoong, quien sonreía con lascivia y perversión al saber que había descontrolado lo suficiente al moreno para conseguir que bajara sus defensas… de otro modo, seguro que jamás hubiera podido someterlo hasta ése punto con tal facilidad…

- se puede saber que mierda hacías besándote con ése imbécil… - poco o nada importó al Diurno saberse encadenado… le podía más saber qué pasaba por la mente de Jae que tan entretenido había parecido entregado en aquél lujurioso beso… ya después encontraría el modo de liberarse…

- <.lo mismo que tú hacías besando a esa princesa.>… - fue su pensamiento inmediato, pero logró contenerse, mirar divertido a su presa y relamerse los labios sensualmente antes de pronunciar palabra… - celoso, Yunho?... – y deslizar su mano por el pecho del moreno… moreno que con temple aguantó ése gemido que retuvo en su garganta…

- no acabas de decir que soy solo tuyo… - sonrió con picardía… el pelioscuro reconociendo mentalmente que ése había sido un error… - entonces, tú debes ser solo mío, no Jaejoong?... – empuñó las cadenas tirando de ellas en un movimiento apenas perceptible que le permitió calibrar la fuerza que necesitaría para doblegar los grilletes…

- depende… - dio un par de pasos atrás, retomando esa sonrisa sensual… - vas a ser solo mío?... – sus manos retirando lentamente la gabardina para dejarla caer al suelo… - soy egoísta y no me gusta compartir, ni siquiera con Princesas de mi raza… - tomó el primer botón de su camiseta sacándolo del ojal con la lentitud más tortuosa que el Diurno pueda recordar…

Porque era un gesto sensual que ése erótico Jaejoong realizaba mostrando poco a poco su blanca piel, ése pecho delineado por los músculos perfectos que Yunho se sabe de memoria… que tocó muchas veces pero que hace meses no ha podido saborear… no desde que acordaran ese distanciamiento intencionado en el que habían procurado la seguridad del otro…

Pero no consiguiendo olvidar ése deseo libidinoso que los une…

Ése que matizado en las pupilas de ambos sólo fue alimentando un sentimiento que oculto en sus corazones parecía ganar un trozo más de conciencia saliendo a flote en esos celos posesivos, en esas miradas y sonrisas cargadas de mucho más que solo deseo o lujuria…. En ésos movimientos casi involuntarios que ejecutaban en busca del otro que les abrasaba la piel impregnándose en ella como más que una atracción apasionada sin restricciones…

Tiró una vez más de las cadenas en cuanto la camiseta de Jaejoong cayó al suelo y le vio comenzando a tocarse con aquella lasciva sonrisa bailando en sus labios… rojos, atrayentes, deseables… como el más prohibido de los manjares del mundo. Pero demasiado prendido de aquélla figura perfecta, el Diurno no imprimió la fuerza suficiente para conseguir que los eslabones de las cadenas se rompieran…

- sé que quieres tocar, Yunho… - se movió sigiloso hacia el moreno, dejando sus cuerpos tan cerca que podían sentir su calor mezclándose, pero sin llegar a tocarse entre ellos, más una de sus manos descendiendo por su torso hasta llegar a sus pantalones…

- quiero hacer mucho más que tocar, Jaejoong… - sabía que la distancia era suficiente para besarlo si se estiraba todo cuanto las cadenas le permitían… pero solo sintió esa ráfaga silenciosa contra su rostro cuando el pelioscuro se apartó moviéndose con la agilidad de su naturaleza vampira… - fuck, Jae!... – maldijo sin poderse controlar, tirando una vez más de las cadenas sin tener éxito…

Seguía encadenado a merced de un molesto Príncipe vampiro que estaba decidido a torturarlo mostrándose ante él sin permitirle el mínimo contacto…

- sé que sí, Yunho… - su risa maliciosa marcada de sensualidad hizo eco en la sala del Templo, y ahora se encontraba sentado en las faldas de una figura de oro de más de tres metros de altura que representa a Buda en posición de flor de loto… - debiste tocar a tu princesa ya que tan fácil te ibas a calentar al verme… - y apartó los pantalones dejando al descubierto su erección semidespierta… Yunho se relamió los labios con su vista fija en ese trozo de carne que se erguía más y más conforme esos masajes lentos de arriba abajo que el pelioscuro se proporcionaba… y ni siquiera se dio cuenta de que Jaejoong no llevaba ropa interior y que ya se había sacado el calzado… - mhh, ahh, ahh… mmhhh…

Jaejoong mantenía los ojos semicerrados pero con su vista clavada en ése Yunho que todavía luchaba contra sus propios gemidos no queriendo ceder al control que el pelioscuro podía imponer sobre su persona. Cuando sintió su miembro lo suficientemente duro y caliente, apartó su mano para semi-incorporarse y poder sacarse los pantalones… notando en el brillo de esos ojos cafés del Diurno que eran movimientos que moría por estar realizando… volvió a recostarse contra el Buda abriendo considerablemente sus piernas y mostrándole su pequeño pasaje sin llegar a hacer más nada que permanecer ahí sintiendo cómo Yunho prácticamente le violaba con la mirada, escuchando ése tercer tirón sobre las cadenas que no cedieron…

Sonrió consciente de que ése ceño fruncido en el Diurno era consecuencia de su provocación. Se puso de pie y avanzó esos pocos metros que los separaban. Su bolso, que ya estaba a un lado unos pasos antes de quedar totalmente frente a Yunho, atrajo de nuevo su atención y yendo hacia él, sacó un objeto más… el moreno abrió los ojos con sorpresa al descubrir que se trataba de un vibrador… objeto de placer que Jaejoong no tardó en llevarse a la boca tragándolo lentamente… habría tal vez medio metro de distancia entre Yunho y él, por lo que sabía que aquello excitaría fácilmente al moreno…

El pelioscuro comenzó a chupar ese vibrador que se iba llenando de su saliva produciendo sonidos húmedos que estaban excitando rápidamente al Diurno… deseando que ésa boca haga aquéllos sensuales movimientos en su propio miembro… ése que ya endurecido molestaba atrapado entre sus ropas…

Y las malditas cadenas que no cedían!!

Se estaba desesperando…

Jaejoong se sacó el vibrador de la boca, tan solo para comenzar a lamerlo pasando con parsimonia a lo largo y ancho, dando golpecitos con su lengua en la punta… sabía, podía sentir, que Yunho comenzaba a gemir bajo deseando ser él quien reciba esas candentes caricias…

- quieres que te lo haga?... – caminó esos centímetros que restaban, con una mano comenzó a desabrochar el cinto del moreno… esa sonrisa sensual grabada en sus labios rojos…

- hazlo… - el tono de su voz no solo fue ronca y excitada, sino que sonó a orden… lo que el pelioscuro no tenía pensado cumplir hasta que le suplicara…

Más siguió con su acción, le sacó el cinto con sensualidad, pasándolo luego tras el cuello del moreno acercándose en lo que parecía ser un beso, pero apenas si sus alientos chocaron y ni un roce de labios permitió el Príncipe vampiro cuando alejó su rostro al tiempo que soltaba el cinto dejándolo en torno al cuello del Diurno y sus manos viajaban cuesta abajo por su pecho…

- Jae!!... – bufó ante el contacto inexistente, escuchando esa risa traviesa del pelioscuro que terminó de desabotonar el jean bajando luego el zipper, notando en el proceso lo excitado del moreno… - mhh… - arrancándole un gemido…

- me gusta el tamaño… -apartó bruscamente el bóxer apresando su virilidad…

- mmhhh… - gimió de nuevo Yunho… tirando por cuarta vez de las cadenas, pero no en un acto por librarse, sino por el espasmo que le corrió la espina dorsal ante el contacto…

- estás duro… - sonrió malicioso, comenzando a masajear suavemente toda su extensión… - y caliente… - la sangre que lo mantenía erguido casi podía ser sentida por su tacto…

- mhh, Jae… - movió sus caderas necesitando mayor contacto, pero en cuanto hizo tal movimiento, las manos del pelioscuro dejaron de rodearle… - qué carajo haces!!!... – inquirió molesto y desesperado al verle dar otra vez pasos atrás…

- te demuestro lo que puedes perderte por una princesa… - sonrió con picardía y volvió a sentarse en el Buda, chupando una vez más el vibrador…

Escena erótica que cortó toda réplica que el Diurno pudiera haber dicho, Jaejoong levantó una pierna sosteniéndola flexionada con una de sus manos, mientras que la otra mano llevó el objeto hasta su entrada, tanteando apenas su fruncida cavidad anal…

Yunho quiso gritar desesperado por ser él quien pudiera estar por poseer su pasaje, pero solo pudo rugir como fiera tirando con toda su fuerza de las cadenas, consiguiendo que el metal se estirara raspando los pilares generando roces que comenzaban a soltar polvo de la columna…

- mmhhh… - gimió Jae cuando comenzó a introducir el vibrador en su propia estrechez, sus paredes abriéndose para albergar ese objeto… - ahh… - y comenzar a moverlo dentro y fuera sin haber llegado antes al tope de su pasaje, adentrándolo cada vez más profundo… - aahhh, aahhh…

- <.gime mi nombre.>… - pensaba Yunho, al borde de la locura al ver esas facciones de gozo marcándose en el rostro del pelioscuro conforme ese maldito objeto iba tomando lo que era suyo… - <.¡mierda!.>… - tiró con tal fuerza que se lastimó las muñecas haciéndolas sangrar, igual que las palmas de sus manos que sujetaban las cadenas…

- ahh, sí, así… mhh, ahh… - seguía gimiendo el Príncipe vampiro, metiendo con algo de fuerza el objeto en su interior… sabiendo que Yunho podía ver perfectamente cada detalle, cómo se autopenetraba con el vibrador, las mejillas arrebatadas de carmesí producto de la excitación, esa pierna alzada que le mostraba su entrada profanada por lo que no era él… - mmhhh… - y saber que tenía al límite al Diurno era lo que realmente le tenía tan excitado, no ese objeto que seguía metiendo y sacando en su pasaje…

Yunho no lo soportó más… era su erección la que debía estar provocando todo placer en SU Jaejoong… reveló su naturaleza vampira, aunque sus ojos no cambiaran de color, y tiró por quinta vez de las cadenas, con más fuerza de la que el pelioscuro creía podía tener, porque los gruesos eslabones de sus manos finalmente se trozaron, solo los grilletes quedaron en sus muñecas. Y el Príncipe vampiro casi se asustó al ver que el Diurno liberaba sus piernas con facilidad y caminaba con velocidad sobrenatural hacia él, impidiéndole todo movimiento cuando lo apresó entre su cuerpo y el Buda…

- llegaste a mi límite, Jae… - soltó con voz ronca, besando con furia esos labios rojos que se dejaron tomar por los suyos mordiéndole sin piedad al separarse, hiriéndolos pero demasiado excitado y molesto como para reparar en sus acciones…

El pelioscuro no dijo nada, se lamió su propia sangre, sonriendo pícaramente mientras volvía a embestir contra su propio pasaje… entonces una mano del moreno se posó sobre la suya… creó que para retirar aquél objeto de su intimidad…

- aahhh!!!... – pero solo sintió cómo el vibrador casi quedaba tragado por su entrada, sintió un líquido resbalar y comprendió que se había desgarrado… pero al diablo! Era lo que quería, provocarlo, que lo tome… que comprenda que solo pueden pertenecerse entre ellos…

Que son el uno para el otro…

- no debiste provocarme… - y volvió a meter el objeto hasta el fondo, el pelioscuro gimió fuerte encorvando la espalda… - eres solo mío… - una embestida más… - y ahora voy a demostrarte que ni tú mismo con un simple objeto puedes darte el placer que yo te doy…

Apartó bruscamente el vibrador lanzándolo por ahí, se sacó los pantalones y su bóxer con urgencia, acomodándose de inmediato entre las piernas de Jaejoong penetrándolo de una con fuerza…

- Yunho!!... – gritó sofocado por el dolor y el placer de su intromisión… - mmhhh, aahhh… - gimiendo sin restricción en cuanto el moreno comenzó sus estocadas, rápidas, certeras, fuertes, profundas…

- mhh… que te quede claro, aahhh… que eres solo mío, mhhh… - sentir su hinchado miembro ser presionado y friccionado por esas calientes paredes era un placer enloquecedor que le mantenía al borde del abismo de la eternidad, de lo perdurable e increíble…

- aahhh, así Yunho… mmhhh, más, aahhh, fuerte!!... – imploró excitado, sintiendo ese falo enterrarse una y otra, y otra vez, quemando cada fibra de su ser… sus piernas enredándose en la cintura del moreno…

Arrastrándolos a un mundo de lujuria que nunca antes conocieran… a un placer que probaban juntos… y era muy probablemente eso lo mejor de todo el acto morboso y sadomasoquista… saber que como quiera que fuera… casi era como hacer el amor…

El movimiento de ambos cuerpos unidos era frenético, el Diurno tenía al Príncipe aferrado por las caderas, mientras que las manos de Jaejoong le abrazaban por la espalda arañando cada tanto su ardiente piel… heridas de las que iban resbalando finas gotas de sangre… pero aquello solo conseguía aumentar más (si es posible) su deseo, embistiendo con mayor ahínco contra la intimidad del pelioscuro, gimiendo más ronco, sintiendo todo ése calor abrasador acercándolo a cada segundo al borde del orgasmo…

- mhh, Jae… aahhh ¡Joder! mhh, que estrecho… - y es que a pesar de la actividad sexual que pudiera tener, el pelioscuro siempre le daba esa sensación de compresión… o quizá también era por su atributo fálico… como fuera, deliraba a un paso de la locura cada que se unía a él…

Y enterró sus propias uñas en la piel blanca del pelioscuro, haciéndole gritar más extasiado, consiguiendo que el propio Jaejoong deslizara sus largas y filosas uñas por su pecho ocasionándole nuevos cortes de los que al instante brotó roja sangre oscura… y fue cuando ambos explotaron con un grito de placer… porque no había nada como la esencia de cada uno adueñándose de alguna parte del cuerpo del otro…

Jaejoong dejó caer sus piernas, estaba cansado, pleno y todavía temblaba por los espasmos del orgasmo, sonreía complacido y respiraba agitado, con la piel todavía febril y cubierta de sudor…

Yunho se dejó caer sobre el Príncipe sin importarle más nada… sin siquiera abandonar su interior… solo quería permanecer un poco más así… solo un poco más…

Saberlo suyo… SUYO por completo…

Pero temiendo pronunciar ésas dos palabras que parecen grabadas con fuego en su mente… en cada uno de sus pensamientos… aún en aquéllos que Zhenli pudiera ocupar…

Porque nunca… con ningún otro hombre o mujer alguna, ha sentido lo que solo Jaejoong le provoca desde el primer instante en que sus miradas se cruzaran hace décadas…

Y cuando se incorpora moviéndose para abandonar su interior, es que se da cuenta de que una vez más todo ha sido lujuria salvaje, que le ha herido desgarrando su pasaje… que se ha enceguecido guiado por ese instinto de posesión que Jae le inspira orillándolo a tomarlo con fuerza como si así pretendiera grabarse en su alma…

¿Tanto costaba ser sincero y pronunciar esas palabras que ahora parecían agolparse en su garganta? Pero no podía… era un vampiro… el Diurno… un hombre inmortal que pereció incluso antes de nacer… con las fortalezas de los vampiros, y ninguna de las debilidades humanas… sin su capacidad de sentimientos…

- me ha gustado… - escucha de pronto la voz del Príncipe vampiro, quien le susurra al oído y muerde su lóbulo… ya la apariencia mortal le cubría nuevamente sus pupilas de un precioso tono oscuro… - me gusta que me lo hagas fuerte, Yunho… - le lame el cuello y casi el moreno puede jurar que se excitaría de nuevo si sigue así… siente cómo desciende y recuerda las heridas de su pecho…

- no!... – le detiene al saber que tiene intención de probar su sangre… - te he dicho que es mortal para ti, no intentes probarme, Jaejoong… - el pelioscuro sonríe asintiendo, pero consciente de que nunca podrá sacarse de la mente el deseo por la sangre del Diurno…

- algún día sé que probaré, Yunho… - y le lame sensualmente los labios, provocándole a besarlo…

- eres mío, recuérdalo bien, Jaejoong… - le besa apasionadamente, sintiendo esos labios rojos devorarlo sin reserva alguna…

- eso aún depende… - le separa comenzando a buscar sus ropas para vestirse… - de que tú seas solo mío y no vuelvas a ver a la Princesa Yin…

- lo siento pero no puedo hacer eso, Jaejoong… - y el pelioscuro siente que una estaca ha sido clavada en su corazón al escucharle decir esas palabras con seguridad, comenzando a vestirse sin mirarle una vez más…

Al final ¿lo de ellos si era solo sexo?

………………………………………..

- me miras de forma tal que siento que me conoces… - Zhenli se inquietó bajo esa mirada amielada como solo se ha sentido con el Diurno… eso era justo lo que le incomodaba de ese joven con el que ahora salía del antro…

- llegué a observarte mucho cuando ibas a la cascada de las montañas profundas del sur, cuando te sentabas en lo alto del peñasco a contemplar la luna… - la princesa recordaba muy bien aquéllos lugares que últimamente no visitaba… - pero, di un paso más de lo permitido y tu guardia me transformó… - el chico sonrió como si aquello hubiera sido de hecho algo esperado por él… como si hubiera conseguido algo deseado con anhelo…

- no me has dicho tu nombre, ni porqué es que me sigues, no es la primera vez que te veo cerca de donde estoy… - inquirió la princesa, caminando a lado de ése chico por los caminos escarpados que dan a su Palacio…

- me llamo Lee DongHae…

……flashbacks……


Le había visto por primera vez hace días caminar acompañada de algunas chicas que reían y canturreaban felices hablando de algo que no alcanzaba a escuchar pues iba por la acera frontal; sin embargo, sus ojos se habían quedado prendados de esa hermosa chica de largos y finos cabellos oscuros que ondeaban con el viento de la noche… su piel blanca como la nieve y labios rojos que incluso parecían tener brillo propio… o era simplemente que se había enamorado a primera vista? Porque desde aquélla primera noche, no había dejado de pensarle… porque la veía pasar todas las noches por su trabajo, un local de café que daba servicio hasta la madrugada… en la zona más activa del centro de la ciudad, donde antros y bares reunían a toda ésa gente que buscaba algún tipo de distracción de sus estresantes rutinas diarias…

Y se preguntaba si es que algún día ella le devolvería la mirada… si tal vez alguna de esas noches llegaría junto con sus amigas a tomar una tasa de café… o si él tendría el valor de abordarla y cuestionar por lo menos su nombre, y con un poco de suerte, obtener una cita para conocerse mejor…

Pero cada noche era lo mismo… solo la contemplaba al pasar…

- es una chica muy interesante, no eres el único que se pierde en su figura y desea algo más con ella… - le había dicho una de esas noches uno de sus compañeros de trabajo, palmeándole el hombro mientras ambos se apoyaban en la encimera de la barra del café, observando a través del ventanal a ese grupo de chicas pasar…

- sabes cómo se llama?... – poco le interesaron las palabras que dijera su compañero… después de todo no se sentía con derecho alguno de medir las frases con que se expresaran de esa chica de piel de luna…

- mh… sé que su apellido es Yin, y parece que es de una familia importante pero muy misteriosa… - el chico exhaló algo pesadamente, tal vez un poco aburrido de la tranquilidad del local… le apetecía más estar en un antro… - hay quienes dicen que es todo un peligro acercarse a ella, que solo puedes encontrar la muerte si la buscas…

- ah… - pero realmente aquélla advertencia le pareció más como una leyenda urbana, que algo que considerar por su seguridad… ahora solo le parecía que tenía algo a su favor… - Yin… - sabía su apellido…

………………………………………

Y conforme los días siguieron pasando, DongHae supo que nunca podría saber más nada de la chica si no se esforzaba por conocerla… pero pronto descubrió que solo por las noches podía complacerse con su belleza… y fue una noche de luna llena que por casualidad la vio pasar por uno de los escarpados caminos de las montañas del sur, a donde él había ido a cazar por hobbie, y sintió su corazón latir apresurado en su pecho creyendo que tal vez estaba tan enamorado que ya la soñaba, pues la vio caminar ágil como el viento, con ese vestido azul celeste que parecía solo como un juego de tiras de seda que cubrían su cuerpo y danzaban con el viento dándole una peculiar imagen seductora y misteriosa… y la siguió con la mirada hasta verle subir por el camino a lado de una de las cascadas de la zona y parar en uno de los peñascos sentándose en una roca a observar el cielo estrellado…

Y supo que no habría nunca imagen más encantadora que ésa… porque ahí estaba la chica de la que estaba enamorado, contemplando la luna llena en absoluto silencio, con su blanca piel brillando con la luz del astro plateado… con un mote de esos rayos de plata titilando en sus oscuras pupilas… y era tan encantador que parecía un sueño… tan perfecto e increíble como la magia misma…

Pero fue también esa la primera vez que escuchó un aullido a la distancia que rasgó los vientos e hizo que se le erizara la piel y la chica que estuviera tan tranquila en lo alto de la montaña, se pusiera de pie mirando a su alrededor como quien busca entre las penumbras, antes de salir corriendo con sorprendente agilidad perdiéndose entre los árboles y matorrales…

Más no fue la primera noche que le vio en ése sitio, pues desde entonces cada luna llena iba ahí con la esperanza de verla de nuevo y observarla con devoción como quien contempla la octava maravilla del mundo… cerca de medio año pasó hasta que se atrevió a acercarse a ella e intercambiar una palabra… pero apenas un par de metros avanzó cuesta arriba, unos sujetos le cerraron el paso sujetándole del cuello con fuerza cortándole la respiración… y vio por vez primera esas pupilas azules que no parecían naturales y esos colmillos sobresalir de entre labios de esos hombres, antes de escuchar un peculiar sonido como felino y un fino dolor nacer en su cuello para sentir cómo le succionaban la sangre y sus sentidos iban perdiendo noción de tiempo y espacio llevándolo a la inconsciencia…

Y solo supo que cuando volvió a abrir sus ojos, la noche parecía ser otra pues ya la luna no estaba redonda y enorme en el firmamento… le dolía el pecho a la altura del corazón… y tenía sed… mucha sed…

Sed de sangre…

Bastaron las horas de esa noche para comprender que aquello que parecía un sueño era ahora su realidad… y la cosa más inverosímil le había atrapado en sus telarañas de misterio…

Era un vampiro…

Igual que ella…

La Princesa Yin Zhenli…

Fue entonces, irónicamente, el chico más dichoso de la tierra, porque de alguna manera, sentía que ahora tenía más posibilidades de conocerla… y tal vez, si el destino es condescendiente con él… de amarla…

……flashbacks……

Zhenli le miró de arriba abajo con detenimiento… su nombre no le parecía en absoluto familiar… pero tenía un aura que le atraía… que le inspiraba confianza y un deseo irracional de conocerle… e iba más allá del obvio atractivo del joven de cabellos cobrizos y ojos amielados de expresión amable, labios carnosos y tez clara, sonrisa juguetona y personalidad pícara…

Era que tenía el deseo de conocerse mutuamente y explorar tal vez un mundo hasta ahora desconocido en partes por ella… porque solo conoce las penumbras de la noche, los límites de la fuerza y el poder, las hipocresías de la ambición… el temple de la oscuridad… el anhelo de la calidez de la luna… la utopía de una vida más allá de sus deberes como sucesora de su linaje…

- pero no me has dicho, qué es lo que quieres de mí, si eres un vampiro transformado y no pareces buscar venganza, qué es lo que buscas de mi o mi linaje…

- solo quiero conocerte… solo Te Quiero a ti… - respondió el de ojos amielados, sonriendo dulcemente sin atreverse a dar un paso más que pueda invadir el espacio personal de la princesa…

- me quieres?... – y en sus labios se curvó una sonrisa seductora, siendo ella quien se acercara al chico pegando sus cuerpos, llevando una de sus manos a la nuca de él acariciando sugestivamente sus cabellos cobrizos… - y exactamente, para qué me quieres, DongHae?... – acercó sus labios a los del chico… cerca, muy cerca… casi rozándolos…

- para amarte, Zhenli… - le miró con profundidad… consciente de cuán arriesgado era ser honesto… pero seguro de que en su pecho todavía late un corazón humano… un corazón enamorado…

La Princesa abrió los ojos con sorpresa e instintivamente dio un paso atrás alejándose del chico… aquéllas palabras… le habían intimidado más que la presencia de un licántropo acechándola…

………………………………………

Palacio Yin

ChangMin por fin sentía que la fuerza había vuelto a su cuerpo, aunque el dolor en su pecho no se iba… porque recordaba de entre pensamientos borrosos, la dureza de su padre al sacarle de la Mansión Zhang, la ira cruzando sus pupilas cuando Yiang mencionara a su madre… la furia con que le había espetado que no le llamara padre… y esa mirada fría con que le observaba siempre…

Y ahora estaba encerrado en esa habitación sin poder salir… preocupado por Kenryu y solo… como se ha sentido cada noche desde hace tanto tiempo que no puede recordar cuánto ha pasado… porque ya Jaejoong poco le prestaba atención en comparación de sus épocas de niños… porque Chae Yun también comenzó a dedicarse más a su placer que a compartir algo de su humor con él…

Era estúpido y lo sabía, que añorara cariño como lo hace un niño abandonado por su madre… pero es que hasta donde puede recordar, solo cuando la Reina Hye Yong viviera, él podía decir que pudo ser feliz… después de su muerte… todo había cambiado radicalmente y nada de lo que pudiera haber hecho cambió la actitud de su padre hacia su persona… como no cambió el hecho de que sus propios hermanos se fueran alejando poco a poco de su vida… aún cuando todos vivieran bajo el mismo techo…

Y ahora… y eso lo hacía sentirse todavía más estúpido… presentía que en Kenryu podía encontrar algo de todo ese amor que hace tiempo no siente… porque tenían una conexión especial, puede sentirlo… porque el ojigris le inspiraba todas esas sensaciones que solo pudo soñar o leer en novelas fantásticas y demasiado humanas… emociones y sentimientos que él quería… porque estaba cansado de la soledad de su inmortalidad

- Kenryu… - y solo pudo murmurar su nombre mientras permanece de pie ante el ventanal de la alcoba donde permanece custodiado por la cuadrilla de vampiros que su padre conservaba y había apostado fuera con toda la intención de mantenerle a raya… viendo esa luna roja que parece solo traer mal augurio y provocarle una sensación avasallante de desconcierto por el paradero del híbrido…

………………………………………

Caminaba por calles desconocidas, la mayoría desiertas de vida humana pues son ya más de las cuatro de la mañana… su sed aún es extrema y sus sentidos solo parecen ir en busca de sangre humana de la cual alimentarse… pero no quiere… porque aún quedan en su ser vestigios del mortal que fuera hasta antes de la noche en que ChangMin lo mordiera, y eran esos vestigios los que luchaban contra la bestia que parecía ganar terreno en su mente a cada minuto que pasaba…

Podía escuchar el mínimo sonido con increíble facilidad, y oler en el viento infinidad de esencias que le decían si había humanos, lycans o vampiros cerca y una vista que parecía indicarle por donde seguir el camino… porque de entre todos esos aromas, podía distinguir el del morocho llamándole a reencontrarse con él… y no muy lejos podía vislumbrar en lo alto de las montañas, un castillo que se levantaba imponente entre las sombras de la noche…

………………………………………

Junsu no podría decir cómo fue que llegó hasta ese lugar… pero lo agradeció infinitamente en cuanto alcanzó a disparar una flecha de su ballesta acertando en el pecho de un licántropo que había estado por dar un golpe certero a un Yoochun que yacía de rodillas en el suelo y una serie de importantes heridas en el cuerpo…

Pero aún había más de esas bestias peludas que atacaban y él temía no tener la habilidad para proteger a su amante… pero lo daría todo por él…

Aún su vida si tenía que hacerlo…


Eslabones cap 4


NO PUEDO DEJARTE


Apenas escuchó el llamado de su novio, el pelinegro se había apresurado hacia el cuarto en que se encuentra, seguido por Pierre; pero cuatro hombres les cerraron el paso, y dos más iban por Junsu. La poca gente en los pasillos o cerca de ahí solo se quedó en su lugar al ver a esos cuatro uniformados rodeando a Yoochun y el francés…

- INTERPOL, las manos en alto y no tendremos dificultad alguna… - dijo uno de ellos…

- agente Pierre Giuly, Inteligencia Francesa… - se identificó el francés… el pelinegro preguntándose porqué la Agencia de Inteligencia francesa estaba tras su novio, al mismo tiempo que analizaba la situación….

- ahora es cuando necesito tu ayuda… - pensaba el pelinegro, las armas de los cuatro uniformados eran una ventaja para ellos pero no un obstáculo para el pelinegro, lo único que le preocupaba era que fueran a resultar poderosos como el afroamericano…

- Micky… - apareció una persona vestida completamente de negro, llevaba un pasamontañas que impedía verle el rostro. El pelinegro volteó al escuchar ese nombre, era una de las claves con las que se entendía con su amiga Cameron…

Le lanzó un arma por el aire a la vez que atacaba con ayuda del francés a los uniformados y le daban espacio para que se dirigiera con el castaño…

…………………………………..

El enfermero que solo había estado haciendo su trabajo fue noqueado por el golpe que recibió en la nuca con el mango de una pistola. Los agentes de la INTERPOL intentaron detener al castaño, pero éste, aun lento por la anestesia y las limitaciones propias de la cirugía a que acababa de ser sometido; consiguió golpear a los sujetos y salir de la habitación, trastabillando con sus pies por la debilidad que volvía con creces a su cuerpo…

- Chunnie!...- apenas lo encontró en su camino, se aferró a él… - sácame de aquí, por favor, te lo suplico, Chunnie…

- shh, baby, está bien, voy a sacarte de aquí… - vio a los uniformados venir y no dudó en dispararles, obligándoles a protegerse en los pasillos laterales que dan a otras salas en el hospital; momento que aprovechó para buscar la salida de emergencia, pero el castaño estaba demasiado agotado y ya sus piernas no le respondían para caminar…

- Yoochun ah… - murmuró antes de que sus piernas se doblegaran y casi cayó al suelo justo cuando llevaban un piso escaleras abajo, pero el pelinegro lo tomó entre sus brazos…

- tranquilo, Susu ah, ya te tengo… - lo colocó sobre su espalda para tener mejor movilidad, podía sentirlo más liviano y su respiración trabajosa golpeando contra su cuello. Llegó al estacionamiento, tomó un auto cualquiera, dejó al castaño en el asiento trasero para que esté menos incómodo, lo hizo arrancar gracias a una llave especial que se ajustaba a cualquier interruptor de auto y partió a gran velocidad… algunos minutos después, cuando ya iba por una de las calles principales…

- estoy fuera, nos reuniremos en el punto de encuentro acordado… - escuchó la voz de su amiga en su oído, la conocía, sabía que para ella deshacerse de esos sujetos (que gracias al cielo no eran como el afroamericano) había sido casi como un juego…

………………………………….

Nombre: Cameron
Agencia: ONU, Departamento de Seguridad
Cargo: Líder del Equipo de Logística del Programa Emisario

…………………………………

- de acuerdo… - aceleró al límite y se perdió por una de las avenidas principales. Mirando hacia atrás cada tanto para asegurarse de que su novio siguiera despierto, aun estaba delicado, y podía jurar que los puntos de la sutura se habían abierto de nuevo….

……………………………………..

Distrito Gangnam-Gu
Departamento YunJae

Después de haber interrumpido por segunda ocasión su encuentro pasional, Yunho y Jae habían vuelto al departamento; aunado a la vergüenza que sentían por haberse enfrascado nuevamente en besos y caricias, estaba el hecho de saber que no podían controlarse y mantener la concentración en lo que debe ser su prioridad; la misión correspondiente a cada uno…

Que porqué pararon esta vez?

……flashback……

Ya el pelioscuro había colado sus manos por debajo de la camiseta del moreno, sus labios dando sugestivos mordiscos en el mentón de Yunho, éste jadeando cada segundo más excitado; sus propias manos bajando del torso de Jae a sus pectorales, sus dedos jugando en los bordes de la ropa interior…

- estás ardiendo… - murmuró con sensualidad al oído del moreno…

- no soy el único… - sonriendo lascivamente, buscó nuevamente los labios del otro fundiéndose en un beso profundo, enredando sus lenguas con lujuria… hasta que alguien comenzó a golpear la puerta desde el otro lado…

- maldición! Quien quiera que sea, quiero orinar, móntenselo en un hotel. Joder!... – claro está, la voz del sujeto afuera, sonaba trabada por causa de la embriaguez de que era presa, pero había sido suficiente para “echar un balde de agua fría” sobre ellos, apagando el fuego en que se estaban consumiendo, dejando en su lugar un intenso sonrojo que ya no solo era el reflejo de la excitación, sino también de la vergüenza…

……flashback……


- no puedo seguir así… creo que no tendré mas remedio que buscar mi propio departamento… - concluyó el pelioscuro, acostado en su cama, en su habitación, esa que el moreno le dejara después de sacar su equipo de ejercicio físico… - porqué no puedo resistirme a Yunho, porqué!...- una vuelta más en la cama, enredándose en las sábanas, sintiendo molestas esas prendas que rozan su piel cuando no puede evitar pensar en el tacto del moreno… - dame it! No dormiré otra vez por estar pensando en él cuando debo preocuparme y ocuparme de mi misión con la búsqueda y eliminación del Zodiaco Púrpura…

En tanto…

- nunca había perdido así el control, con nadie… no así, tan rápido, tan fácil… qué es lo que tienes Jae, que con solo verte quiero tomarte, marcar cada palmo de tu piel y dejar mi huella en todo tu cuerpo…- todavía podía sentir en su mentón la sensación de los dientes del pelioscuro mordiéndolo suavemente, sus labios suaves cerrando esa peculiar caricia… - fuck! Se supone que debo ocuparme de encontrar ZION, no estar pensando solo en Jae… - suspiró mientras salía de su cama y se acercaba al ventanal, el aire fresco de la madrugada tocando su rostro, el peculiar arma del rocío impregnando su olfato… - creo que lo mejor será tomar otro rumbo, buscar otro lugar donde vivir…

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Tokyo, Japón
Distrito Ota. Residencia de Nakamura Kregh

- puedo saber porqué de pronto estás tan serio conmigo… - y es que después de haber conocido a Kirsten, el pelicastaño se había limitado a mostrarle las instalaciones del Núcleo de ZION con un profesionalismo extremo, nada de bromas, no sonrisas, le hablaba por su apeído y prácticamente no lo miró…. – si es porque no soy quien creían o esperabas, no es mi culpa, así que no tienes porqué sentirte decepcionado, Kregh…

- tú no entiendes… - soltó con un tono amargo… recordando la ocasión en la que él conoció a Kirsten y las palabras que pronunciara solo para él… - ella no pudo hablar en serio… - se acercó al menor y mirándolo directamente a los ojos, de forma tal que ChangMin tragó hondo mientras sentía un calorcito cubrir sus mejillas, le dijo... – tú tienes que ser el Eslabón Perdido…

- porqué… - cuestionó con suavidad, su mirada desviándose de los ojos del pelioscuro a su boca… - <.porqué diablos miro sus labios.>

- porque… - inconscientemente, dejándose llevar por las sensaciones, comenzó a acercarse al rostro del menor, perdido también en esos labios que siempre lucen una expresión apacible, que lo han tentado desde el momento que lo conoció; aun antes de que la Sibila hablara con él… - porque creo en ti, Shim ChangMin… - tomando conciencia a tiempo de lo que estaba a punto de hacer, se alejó con sus mejillas sonrojadas… - creo que sí tienes lo que se necesita para ser el Elegido…

- y si te equivocas…

- el corazón no se equivoca nunca… - aseguró…

*********************

En algún lugar de Seúl, atravesando el Río Han hacia el norte…

- alteré las grabaciones de las cámaras de seguridad del hospital, pero como sea en algunas horas o días se sabrá y aunque esos sujetos no eran en realidad de la INTERPOL, estoy segura de que la agencia u organización de la que se trate, moverá cielo, mar y tierra para encontrarlos…

- lo sé, por eso no debes involucrarte más… - el pelinegro desvió su mirada hacia la habitación donde su novio descansa… - agradezco tu ayuda…

- somos amigos…. – la chica le palmeó el hombro, tomó su bolso, se colocó una peluca rubia para no ser reconocida al salir… - tengan cuidado, recuerda que la confianza es algo casi nulo en este trabajo… - el pelinegro asintió, le dio un beso en la mejilla a su amiga y la vio partir…

- no podremos permanecer en un solo lugar por más de un par de días… - suspiró tocándose el costado lesionado y luego se fue a recostar a lado de su novio, quien al sentirlo se refugió en su pecho; parecía estar teniendo pesadillas, o tal vez simplemente recordaba entre sueños partes de su pasado. El pelinegro sabía ahora más que nunca cuánto ama a Junsu, y lo mucho que éste confía en Él… - no se cómo, pero e cuidaré, Susu ah…

………………………………….

Distrito Gangnam-Gu

Jaejoong había despertado a temprana hora, cuando el amanecer apenas se asomaba en el horizonte. Un mensaje privado en su Black Berry (n/a no se me ocurrió otro súper móvil xDD) lo arrancó del sueño que difícilmente había logrado conciliar…

… - probable corrupción del sistema, altos mandos usando deliberadamente el Programa Legión… -

El pelioscuro salió de la cama con su mente trabajando rápidamente, tal programa se supone no debe ser de su conocimiento, pero el Director del CENTRO le confío alguna información confidencial por sospechas de sus propios compañeros científicos. Comenzó a empacar sus cosas en silencio, curioso, porque en primer lugar él no suele desempacar, en su trabajo siempre sale así, de pronto, por eso suele tener todo listo; pero esta vez el hecho de haber pensado en vivir con Yunho había causado una peculiar impresión en su persona, y por ello, en su proceder. El moreno hacía que todo lo demás perdiera sentido e importancia para él… era amor acaso?

- soy agente de la CIA, no tengo tiempo para amar… - trató de convencerse siendo frío… pero aun así antes de irse entró a la habitación del moreno, donde por cierto no estaba, ni en ninguna parte del departamento… - donde estás, Yunho… - y tampoco pudo evitar sentirse intranquilo por su ausencia cuando ni siquiera ha amanecido aún, cuando su cama estaba perfectamente acomodada… - porque me siento extraño de solo pensar que se haya ido con un chico o una chica a terminar lo que no pudo conmigo?

……………………………..

Yunho estaba sentado en la banca de un parque, un cigarrillo en su mano, su vista perdida en el firmamento, el peculiar aire húmedo y fresco del alba tenia sus mejillas heladas… pero era una sensación agradable, porque era uno de esos momentos a solas en que buscas reunir el valor de tomar una decisión que solo la razón apoya, pero contra la que el corazón disputa casi a muerte por doblegar…

- porqué me resulta tan complicado el solo pensar en no volverlo a ver… - una bocanada más, el fuego consumiendo otra tanto del cigarrillo, el humo siendo exhalado por su boca, el sabor del tabaco impregnando sus papilas gustativas… - pero no puedo engañarme, aún si resultara que me enamoro de Jaejoong, no le conviene estar con alguien como yo… alguien capaz de matar sin remordimiento alguno, no soy alguien que le convenga a Jae… - una última bocanada, los rayos de sol bañando la ciudad mientras él tira la colilla al suelo y la pisa para apagarla completamente…- así que es mejor quedarme con la duda de si lo que siento por ti es atracción pasional o un sentimiento más profundo… - se puso de pie y con la determinación de alejarse del pelioscuro, tomó camino de regreso al departamento… donde tan solo una breve nota esperaba por su regreso…

………………………………

En algún lugar de Corea, dos días después…

……Memorias……

Junsu sabía que no era el único en aquel lugar que era sometido a las pruebas más agresivas a nivel biológico, que las sustancias experimentales para mejorar el ADN humano también eran suministradas a uno de sus compañeros… a ese chico de largos cabellos oscuros que como él, a pesar de las circunstancias, solía bromear y hacer de la estancia en esas instalaciones, algo incluso divertido…

Fue el morocho quien lo motivó en primera instancia y a temprana edad, al vez cerca de los nueve años, a dejarse envolver por el sonido de la música y moverse al compás de su ritmo, aprovechando entonces la más mínima oportunidad de expresar sus frustraciones, desacuerdos y la soledad de sus vidas dirigidas por un puñado de científicos locos y ambiciosos que jugaban a tener el poder de los dioses.

……Memorias……

- Chunnie!... – gritó apenas despertó, sudando frío, la playera empapada, sus pupila dilatadas y la respiración alterada… no importaba la intensidad de sus recuerdos, el solo hecho de que estuvieran volviendo lo atormentaba…

- aquí estoy, baby… - saliendo del modesto baño de aquella habitación de hotel, el pelinegro se apresuró a abrazar a su novio mientras le acaricia la espalda intentando calmarlo… - tranquilo, Junsu ah, no te dejaré nunca…

- no quiero volver Chunnie, no quiero volver a eso nunca mas… - rogaba el castaño, aferrándose a su novio, su rostro escondido en su pecho…

- lo sé, Susu ah, no permitiré que te encuentren… - el pelinegro había desistido de cuestionarle sobre sus sueños desde la primera vez que Junsu se negara a hablarle de ello; entendía que responder y tener que dar detalles de aquello que obviamente le generaba todo ese tormento que se reflejaba en sus ojos marrón, en su semblante angustiado y en las gruesas lágrimas que ha llegado a derramar, era lo mismo que volver a vivirlo; y de ninguna manera lo presionaría a enfrentar un pasado que aun vuelve en pedazos por las noches o los momentos en que esos preciosos ojos ceden al cansancio de la situación en sí…

- Chunnie… - murmuró minutos después, cuando ya se había tranquilizado y el calor de su novio le hizo sentir seguro otra vez… - crees que soy humano o una especie de fenómeno genético…

- que tonterías, Junsu ah… - lo apartó de su cuerpo para verle a los ojos, pero el castaño se negaba a mostrarle su mirada… - eres un humano, una persona maravillosa, no voy a decirte que tu pasado no me importa porque estaría mintiendo, pero la única razón de que así sea es que quiero saber a qué me enfrento para poder protegerte…

- y si lo que fui realmente cambia tu visión de mí… - levantó la mirada, esos ojos marrón cristalizándose de llanto… - mírame, Chunnie, no soy como tú, soy diferente más allá de lo creíble, todas las personas de mi pasado cambiaron lo que pude ser, sano tan rápido que me asusto, tan bien que no tengo una sola cicatriz visible en mi cuerpo, pero mi mente y corazón están llenos de ellas… - las heridas que su combate con el afroamericano había dejado estaban desaparecidas ya de si rostro y el resto de su cuerpo; y la cicatriz de la sutura de su operación estaba casi sanada… a apenas dos días de haberla tenido… - ahora que comienzo a recordar, siento aun mas temor de no saber lo que soy… - acongojado por el misterio de su propia historia, el castaño deshizo el agarre flojo que mantenía con su novio y bajó de la cama, el pelinegro le siguió… abrazándolo por la cintura de pie cerca de la ventana…

- Junsu ah, Te Amo… - un dulce beso en la mejilla de su novio… - la realidad es que no podemos hacer nada para evitar todo lo que viviste, pero, yo no veo nada malo en ti… - el castaño respingo entre sus brazos… - imagino que es diferente para ti, se que ahora debes estar pensando justamente en cosas que sí ves malas en ti… - instó a su novio a girarse en medio del abrazo para quedar de frente… - pero yo no pienso así, no puedo, porque te miro y sigo viendo al chico del que me enamoré hace ya mas de un año… y eso no va a cambiar, déjame amarte y protegerte, Junsu ah…

- Chunnie… - sus labios siendo tomados con suavidad por su novio, un pausado beso que lo hizo temblar de emoción… - gracias Chunnie, Te Amo… - un beso más, sus manos subiendo al cuello del pelinegro, las de éste sujetándolo más de cerca…

- y no es eso una muestra de cuán humano eres… - su mano acariciando la sonrojada mejilla del castaño… - no es el amor, una de las muestras mas claras de la condición humana…

Junsu ya no fue capaz de decir mas nada, Yoochun tenía la facultad de decir siempre lo que necesitaba escuchar, de hacerlo sentir bien, seguro… normal a pesar de todo; hasta antes de que sus memorias volvieran con mayor claridad, el simple hecho de haberse enamorado de otro chico… como sea, ahora solo quería esto, dejarse amar por su novio, que lo envuelva en caricias y besos que le hagan olvidar cualquier otra cosa.

Yoochun le sacó la playera, recorriendo con tranquilidad su suave piel, besando apaciblemente esos labios dulces que Junsu posee, tratando de mitigar por lo menos un poco la preocupación de la situación, demostrándole al castaño de esa otra manera que sus palabras son sinceras. Las prendas del menor de los dos estaban ya en el suelo, ellos recostados en la cama, el castaño debajo del pelinegro disfrutando de esa ternura con que desliza sus manos por los costados de su torso, acariciando con fervor la piel caliente en su camino, dedicando especial atención a su cintura…

………………………………

Autopista principal de Seúl…

Después de haber conseguido que Cassy le hablara tranquilamente de los negocios de su padre, obtener información sobre reuniones que Brandon Kyu tenía cada semana en China y que revelaban una importante pista sobre el Zodiaco Púrpura, el pelioscuro se había visto obligado a suspender esa misión porque el Dr. Hargitay, Director del CENTRO le había encomendado otra misión:

… - Encuentra y protege al segundo prototipo del Proyecto Eslabón, protocolo alterno…

El protocolo alterno es una clave que solo él y el Director conocen, pero si tal misión le fue encomendada es porque las cosas en el CENTRO han empeorado. El vibrador de su móvil privado, ese del que solo contadas personas tienen su número, lo sacó de sus pensamientos….

- hola?

- no sabes lo difícil que me resultó que Ban Soo me diera tu número, Jaejoong…

- Yunho!... – reconoció la voz al otro lado de la línea…

- hola, la verdad es que tu nota de despedida me dejó… intranquilo… - el moreno estaba en su departamento, sentado frente a su portátil, hablando con el pelioscuro mientras depura unos expedientes que el dueño de aquel club en el que Jae y él estuvieron a punto de tener sexo en uno de los baños… - “me voy porque necesitas reinstalar tu minigym”, qué clase de excusa para dejarme fue esa…

- conseguiste mi número para esto?... – porqué se sentía molesto y emocionado a la vez emocionado… ah sí, estaba molesto con su amigo por dar su número… <.me las pagarás cuando te vea, Ban Soo.>… y emocionado simple y sencillamente porque se trata de Yunho….

- no puedo dejar de pensar en ti… - soltó el moreno, por primera vez en su vida, sus emociones estaban tomando control de sus acciones… - quiero volver a verte…

………………………………….

En algún lugar del mundo….

Un chico despertó alterado, su rostro y pecho bañados en sudor, la oscuridad de la habitación era total, ni un solo vestigio de claridad se colaba por ningún lado, ni las luces de la calle o la luna en el cielo. Sentado en la cama llevó sus manos a su cabeza, buscó un frasco en el cajón de la mesita de noche y se tomó dos píldoras de un medicamento que le llega puntualmente cada mes desde un laboratorio en Japón.

Inmediatamente su cuerpo se tensó por unos segundos, pero luego venía una sensación de tranquilidad que le duraba unos minutos y después podía llevar una vida normal por 24 horas, antes de que el dolor aparezca de nuevo y tenga que volver a tomar esas pastillas…

- una mierda de rutina… - murmuró con hastío, miró el reloj en la mesita, marcaba las 4:27 de la madrugada, pero sabía que ya no volvería a conciliar el sueño, siempre era así, dormía 3 o 4 horas a lo sumo… - pero no les dejaré tenerme nunca, ni al CENTRO, ni al Zodiaco Púrpura… ni ZION, antes muerto que volver a ser un objeto de experimentos…


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Hado mitico cap 7

LOVE IN THE ICE


La llegada de este nuevo alumno trajo consigo tranquilidad para el corazón de Mimi, porque con solo ese gesto había conseguido que su palpitar volviera con un ritmo soñador. No digamos tampoco que era que se hubiera enamorado de él, porque en su corazón todavía está el cariño por Yoochun, pero… puede llegar a enamorarse otra vez, no?

- un momento, qué estoy pensando… es decir, es acaso que me estoy dando por vencida con Micky?... – inconscientemente, trazó en la hoja de su libreta un símbolo que no sabe ni de dónde salió en sus pensamientos… - y ahora qué estoy haciendo?... – la castaña suspiró y volvió su vista a la pizarra, esforzándose por retomar el hilo de la clase.

Mayuko, por su parte, aún pensaba en si darle o no el antídoto de la poción de amor a Hiro, la pequeña botellita de cristal en el fondo de su mochila. Sabía que no debería estar dudando, que tenía que hacerlo sí o sí, no estaba bien jugar con los sentimientos de las personas tan solo por tener el conocimiento y don mágico para hacerlo. Pero… y si Hiro la olvidaba? Ella habría podido vivir sabiendo que cada intento por atraer la atención del chico era frustrado por el desinterés del chico, pero… es muy diferente tratándose de que será completamente indiferente para él… no es que llevaran una gran amistad, pero… por lo menos sabía que ella era la popular líder del equipo de porristas: Iwasa Mayuko… no una completa desconocida.

Yoochun volteó a ver a sus amigos. Yunho se sienta en el último asiento de la fila a su derecha, dos lugares más atrás de donde se ubica él. El moreno tenía el codo en la butaca y su barbilla apoyada en su mano, aparentemente muy concentrado en la clase, pero por la forma en cada tanto la desviaba hacia Jae, sabía que lo único que no tenía en mente era la explicación que el profesor tan animadamente daba. El pelioscuro se sienta en la fila pegada a la pared, a lado de la de Yunho, en la misma dirección de Yoochun, es decir, había solo una butaca en medio de ellos en sentido vertical, pero eso no le impidió ver la sonrisota que lleva Jae y que parece no saldrá de su expresión en un buen rato, y le dio curiosidad por saber, porque el pelioscuro miraba de vez en cuando a Yunho y se sonreía como tontos.

Que porqué Jae estaba tan contento?

Bueno, por esas sencillas palabras que leyó en el texto que Yunho le mandó cuando inició la clase. Que por cierto, podría terminar ya? Quiere casi lanzarse a darle un abrazo a su amigo… ah sí, el contenido de tal mensaje es…

Aunque, analizándolo detenidamente, no tendría porqué ponerse tan feliz, es decir… no era como que dijera gran cosa, lo normal, lo que por algunos días se le había olvidado, por decirlo de una manera. Ahora, podría alguien decirle a su mente que deje de recrear escenas de ese tipo… un tono carmesí adornando sus mejillas… cómo se le venía a ocurrir pensar en ESO con su amigo…

- no, no… sal de mi mente, idea perversa… - se decía mentalmente. Y sin darse cuenta, su vista había vuelto a buscar al moreno, que le sonrió de vuelta por quincuagésima vez en la última media hora… - ay no, porqué, porqué… - llevó su mano derecha al bolsillo de su pantalón, sacó el móvil y leyó otra vez el texto del moreno…

…..Eres mi mejor amigo, Te Quiero JaeBoo…….

Suspiró y se asustó porque él mismo se escuchó y varios compañeros más, Yunho y Yoochun incluidos, por lo que, avergonzado, fingió un bostezo para ver si se creían que había sido por aburrimiento y no porque se siente estúpidamente feliz.

- si mi clase le parece tan aburrida, joven Kim, puede usted tomar mi lugar y hacerla más amena… - señaló el profesor mirándole con repruebo…

- no, profesor, disculpe… - el pelioscuro enrojeció violentamente, tal vez había resultado el oso más grande de toda su vida.

El moreno sonrió ampliamente, no porque le resultara en gracia que a su amigo le llamaran la atención, sino porque, ok, Jae no es malo actuando, porque claro está muchos pensaron que estaba aburrido (porque la gran mayoría lo estaba), pero, los suspiros por aburrimiento no llevan ese peculiar sonido soñador.

Y aunque, ok, no es como si se le haya declarado a quien es su mejor amigo… , decirle “te quiero” significaba tanto para él, solo espera que Jae en verdad no haya mentido cuando dijo gustar de él, porque si no, el porrazo al ser bajado de la nube en que se subió (gracias a Minnie, hay que reconocer, por el simple motivo de haberle hecho saber que a quien mas extrañaba era al pelioscuro) será muy doloroso. Pero… se ve tan hermoso… sí, esa es la palabra adecuada, no es solo que se vea guapo o tierno, sino… hermoso en el amplio sentido de tal descripción; ahí, todo sonrojado, cruzando sus miradas cada cinco minutos o menos, sonriendo alegre, con sus ojos oscuros brillando de aquella manera que le hace sentir un agradable calor cubriendo todo su ser.

- en verdad, no se cuándo exactamente fue que me enamoré de mi mejor amigo, pero… - miradas cruzadas, sonrojo en ambos, sonrisa nerviosa… - no me arrepiento JaeBoo, espero poder decírtelo pronto…

……………………..

Los fríos días del invierno se deslizaron con el pasar de las semanas. Hoy era el gran día del Festival de Navidad, antes de salir a las vacaciones decembrinas, y los cinco chicos se encontraban realmente nerviosos, todo por insistencia de Yunho y Jae, los otros tres iba a participar con ellos en un número, cantando la canción Love in the Ice, esa hermosa canción que tanto significaba para cada uno de ellos, desde distintas perspectivas, con todo lo sucedido en los últimos meses.

Las cálidas cortinas del alba cubrieron el paisaje vestido de blanco. Los hermanos Kim despertando cada uno en su habitación. De igual manera lo hicieron Yoochun, Yunho y Minnie, en su respectiva casa. Se ducharon y cambiaron con la emoción recorriéndoles cada fibra de su ser. Bien que cantan, pero… hacerlo delante de toda la escuela, con profesores y cuerpo administrativo incluido, da bastante nervio.

Cómo habían llegado a eso?...

……flashback……

Una hoja pegada a la pizarra de avisos, una donde decenas de jóvenes adolescentes se amontonaban para leer. Misma que terminó por llamar la atención de Yunho y Jae, Yoochun les siguió porque andaba con ellos, los tres contentos de volver a ser los amigos de siempre cuando las aguas se hubieron calmado desde aquel día en que casualmente llegó Mitsuo Inamoto.

- que bien, convocatoria para inscribirse en el Festival y participar con el talento que se quiera… - el moreno esbozó una sonrisa emocionado, sí, porque sabía que podía convencer a su amigo de anotarse y deleitarse con su melodiosa voz… sí, lo ama, aunque eso aún no esté formalizado entre ellos… - JaeBoo… - como lo decía a diario desde el texto aquél… - vamos, inscríbete…

- yo solo! Ni hablar, te inscribes conmigo o ni loco le entro solo… - el pelioscuro le sonrió con determinación, lo que significaba que, o Yunho daba su brazo a torcer o no le vería sobre un escenario cantando…

- pero… no hay como que muchas canciones para dueto… -

- pues entonces no participamos y ya, asunto arreglado… -

- pero tú cantas muy bien, JaeBoo… - compañeros solo se les quedaban viendo… -

- ya dije, con compañía o ni hablar…

- ya sé, Yoochun participará contigo… - el aludido saltó en su lugar…

- qué, yo porqué, eres tú el que quiere oír a Jae cantando, no yo, a mí no me metas… - se defendió el pelinegro… -

- no tienen remedio… - los tres se sobresaltaron cuando escucharon la voz del menor, venía acompañado de Junsu y Kenryu… - ok que tengan algún talento para cantar, pero… hacerlo frente a toda la escuela, no quiero estar presente… - fue fulminado por la mirada de Jae, Yunho sonrió un tanto incómodo (más adelante sabrán porqué) y Yoochun no sacaba la vista del pelirrojo, que sonriendo trataba de tranquilizar a su hermano y a su amigo…

- Minnie solo bromea… - comentó Junsu…

- no del todo… - masculló en voz baja el menor…

- porque no participan los cinco… - opinó de pronto el castaño, siendo mirado por todos… - bueno, es una idea, la verdad Jae y Junsu cantan muy bien, Yunho también lo haces genial, te he escuchado por años en las duchas de los vestidores después de los entrenamientos… - el moreno tiene esa costumbre… - y Minnie.. – el menor sintió una sacudida violenta en el estómago cuando el castaño se dirigió a él… - aunque lo veas como mala idea, cantas también con una extraordinaria potencia… - con poco menos de entusiasmo… - Yoochun toca bien el piano y canta, pueden intentarlo los cinco juntos… -

- yo no quiero cantar delante de toda la escuela… - comenzó a negarse Minnie…

- vamos, así no nos sentiremos tan cohibidos si solo lo hace uno de nosotros… - el moreno definitivamente estaba dispuesto a todo con tal de que JaeBoo participara.. –
- pero eres el único que ha dicho querer participar… -

- no fue eso lo que dije, JaeBoo, pero… no me dirán que tienen miedo… - ok, estrategia dos, picar en el orgullo…

- si tú participas también lo haré yo… - soltó de pronto el menor, logrando otra vez esa incomodidad en el moreno y una mirada de inconformidad en Jae.

- yo participo si están los cuatro de acuerdo… - señaló el pelinegro, tratando, en vano, de que su mirada no se clavara en Junsu…

- bueno, en ese caso, vamos a inscribirnos… - concluyó el pelioscuro…

- eh? Pero yo no he dado mi opinión, hyung… - respingó el delfín, pero su hermano solo lo tomó del brazo y se lo llevó rumbo a la oficina donde se tienen que registrar, seguido por los otros cuatro, Kenryu iba nada mas por ir, no por participar.

……flashback……

Y ahora, con la noche cayendo lentamente en la ciudad, los cinco chicos se encontraban ya con micrófono en mano esperando porque el maestro de ceremonia los mencionara y salir al escenario, en donde decenas de compañeros, algunos padres de familia, y cuerpo académico, los escucharía y observaría. Los cinco habían decidido vestir de blanco, de acuerdo con la época del año y el contenido de la canción.

Cuando finalmente fueron anunciados, haciéndose llamar Dong Bang Shin Ki, nombre elegido por los cinco, después de varios intentos de nombre que no convencía a unos u otros; los chicos salieron al escenario siendo recibidos por un cordial aplauso. Las luces se volvieron más tenues, la música de fondo comenzando a sonar, los cinco de pie, cada uno listo para hacer su parte lo mejor posible. El pelioscuro comenzando con esa hermosa voz que le caracteriza.

[Jaejoong]
Tsumetai sono te kimi no seijanai
Osanaki hibi hotta kizukakae

[Changmin]
Dareka wo aisuru koto osoreteru no
Kotoba no uragawa se wo mukete

[Yoochun]
Dakishimeta kokoro ga koori no you ni
Sotto tokedasu

No es tu culpa si estas manos están frías.
Conservando las heridas del pasado... (Jae)

Con miedo de amar a alguien,
Dándole la espalda al significado verdadero de la historia (Min)

El corazón que es abrazado
Se derrite lentamente, como el hielo (Yoochun)

De entre los presentes, Mimi escuchaba atentamente, disfrutando de las voces de ellos, de lo que con su canto le transmitían, de los recuerdos que llegaban a su mente.

……flashback……

Había transcurrido ya una semana desde que Mimi y Micky terminaran su noviazgo, la castaña estaba decaída, a pesar de que a fin de cuentas terminara dándole el antídoto al pelinegro, nada entre ellos había cambiado, la confusión de Yoochun era sincera, nacida desde su corazón, si bien tal vez la poción de amor fue el detonante que volviera de aquellas sensaciones algo consciente.

Era extraño despertar cada día con la seguridad de que el amor que te cobijaba a diario no aparecería en tu puerta para darte los buenos días, que no caminaría a tu lado con su mano entrelazada a la propia, que sus sonrisas, sus miradas, sus besos, ya no serían dedicadas más a tu persona, porque han encontrado otro corazón al cual ser destinadas.

Y era peculiar esa sensación, cuando los vientos frescos del otoño acariciaban su rostro y sentía cómo su corazón se envolvía de aquella necesidad de no volver a enamorarse, de no volver a sufrir. Y no importaba realmente cuánto quisiera volver a sentir los brazos del pelinegro alrededor de su cuerpo, sus caminos se cruzaron una sola vez pero ahora deben seguir rumbos distintos.

- una chica tan bella no debería llevar ese triste mirar en tan hermosos ojos… - la voz de Mitsuo la hizo detenerse de golpe, apenas había salido de su casa, y ese chico de ojos oscuros la miraba con una intensidad que llevaba un calor agradable a sus mejillas… - buenos días, srita. Mimi… - le saludó con una suave sonrisa…

- buenos días, Inamoto-san… - correspondió la castaña, ligeramente avergonzada…

- puedes llamarme simplemente Mitsuo, me gustaría sentirme más en confianza contigo… -

- de acuerdo, entonces tú solo llámame Mimi, no es necesario lo de señorita, aunque lo soy… - se sonrojó violentamente al hacer tal aclaración, no era como si el chico o hubiera dudado… -

- me permites acompañarte a la escuela, Mimi… - el muchacho le extendió caballerosamente la mano, ese aire misterioso bien marcado en sus ojos, en su cabello desaliñado, en ese porte… -

La castaña solo asintió con las mejillas cubiertas de tono carmesí. Aceptó la mano que se le ofrecía, y a pesar de haberla sentido fría al contacto con la suya, sintió como si su corazón danzara a un ritmo diferente, sintiendo alivio, un calor agradable tocando su alma

Desde ese día, era común que Mitsuo la esperara afuera de su casa y fueran acompañados a la escuela, tomados de la mano, siempre una mano fría que tomaba la suya y le hacía sentir, irónicamente, un agradable calor. El chico conversaba con ella de una y mil cosas, respondía a casi todas las preguntas que le hacía sobre su hogar en Kyoto, de igual manera, ella le contaba sobre su familia, sobre sus amigas, sobre eso y muchas cosas más.

…..flashback…..

[Jaejoong]
Daremo ga dare ka ni aisareru tameni
Kono you ni inochi wo kiramekaseru no sa
[Junsu & Yuhho]
Sore ga moshimo boku nara
Mou ichido kimi no kokoro wo
Towa no yasashisa de atatameruyo

[Yoochun]
Unmei no itazura
[Jaejoong]
Kokoro wo itametemo
[Yoochun + Jaejoong]
Sono namida no saki ni wa

Para cualquiera el ser amado por alguien
Hace que la vida brille de esta manera (Jae)

Si fuera yo,
Fabricaría tu corazón una vez mas,
Calido, con una ternura eterna... (Junsu & Yunho)

El juego del destino (Yoochun)
Incluso si esto hace daño a tu corazón (Jae)
Al final de las lagrimas (Yoochun & Jae)

Mayuko observaba desde su lugar en las primeras filas, a lado de su amiga Mimi, podía ver hasta el frente a Hiro tomando fotos del evento. Realmente se sentía mal, se había equivocado, y aunque lo resolvió para bien del muchacho, y tal vez hasta de Yumi, la realidad es que nada había quedado como estaba, había interferido con su magia y ahora pagaba las consecuencias…

…..flashback…...

Había aprovechado la hora del almuerzo para buscar a Hiro, seguro, como todo el tiempo libre que tiene, se encontraba en el aula del periódico escolar. Llevaba el frasquito con el antídoto en el bolsillo de su falda.

- hola… - saludó la chica con una sonrisa, pero en cuanto su voz fue escuchada por el muchacho, éste derramó una tasa de café sobre el escritorio en que se encontraba, y cuando intentó ordenar lo que hizo le resultó peor porque lápices y otros papeles terminaron en el suelo.

Mayuko sonrió con tristeza mientras le ayudaba a recoger todo. Le ponía nervioso, sí, como cualquier tímido enamorado se pondría, pero… Hiro no la ama de verdad, es solo el bendito efecto de la poción que ella misma preparó.

- hola… - correspondió bastante tiempo después, sus manos temblorosas, una sonrisa nerviosa, las mejillas sonrojadas. A fin de cuentas, ese ni siquiera era Hiro, porque el chico del que ella se enamoró tiene un aire diferente, más reservado, misterioso, casi frío e indiferente… - te puedo ayudar en algo?

- sí, me preguntaba si puedes tomar fotografías de uno de nuestros entrenamientos, es para…

- claro, con todo gusto, haré todo lo que me pidas… - maldición, hasta la voz del muchacho era considerablemente diferente ahora. Qué caso tenía tenerle enamorado si le había incluso modificado esa personalidad atrayente que le enamoró por principio de cuentas… - Mayuko, yo, me preguntaba… porqué no te presentaste ayer, es que no te interesa salir conmigo?... – oh dios! Podría hacerse esa pregunta mil veces y siempre diría que Sí, sin dudar, pero… a ese Hiro, a ese chico que tiene al frente… a ese… bien, tampoco le diría que no de no ser porque lo sabe hechizado… -

- no fue eso, me… me salió un contratiempo, perdona que ni siquiera te avisé, es que… sabes, ni siquiera tengo tu número celular… -

- te lo puedo facilitar si gustas… - la chica asintió, entonces mientras le chico anotaba en una pequeña hoja de papel, ella aprovechó para verter (una vez más) el antídoto sobre la botella de agua que pertenece al chico… - podríamos salir hoy?... – cuestionó en tanto extendía el papel…

- hoy no puedo, lo siento… - mintió… - pero, si mañana aun quieres, pregúntame…

Cuando salió de la modesta aula, se quedó afuera, asomando cautelosa su cabeza para cerciorarse de que el chico bebiera del agua con el antídoto, cuando hubo dádose cuenta de tal, regresó a la cafetería, donde su amiga la espera, mientras sentía el nudo en la garganta, el vacío en el estómago, y el llanto acumularse en sus ojos. La proxima vez que Hiro se topó con ella, había vuelto a ser el chico despreocupado de antes, había buscado a Yumi para explicarle que a pesar de no comprender su actitud de esos pocos días, estaba seguro de que darse un tiempo era lo mejor. Porque, a pesar de haber actuado impulsado por el hechizo de la poción, la realidad es que hacía semanas que su novia poco interés despertaba en él. No porque la chica no mereciera su cariño, sino porque sus ojos se habían estado desviando más de la cuenta hacia otra chica. Empero, no olvidó a Mayuko, si bien no recuerda haber estado actuando estúpidamente al verla, aún sabe quién es, y que tiene que tomarle fotos durante un ensayo.

…..flashback……

[Yunho]
Hitosuji no hikari ga
[Changmin]
Yami no naka maiorite
[Yunho + Changmin]
Bokura wa kizukusa

[Jaejoong]
Kurushii hodo ni tsuyoku kanji ya eru
Hito no nukumori

Daremo ga motteru kanashimi ya kodoku
Iyashite moraeru basho sagashiteiru
Sou kimi ni wa sono basho ga koko ni arusa
Osorenaide mou mayowanaide
Boku ga mamoru

Un rayo de luz (Yunho)
Baja desde la oscuridad (Min)
Nosotros lo sabemos (Min & Yunho)

Podemos sentir ese fuerte sentimiento doloroso,
La calidez de una persona (Jae)

Todo el mundo busca un lugar
Que pueda curar su tristeza y soledad (Junsu & Jae)

Si para ti ese lugar esta aquí
No te preocupes, no dudes por nada.
Yo te protegeré. (Jae & Yunho)

Para Minnie esas palabras en específico calaban hondo en su corazón, estaba seguro de que enamorarse era la peor enfermedad del mundo, te consume lentamente cuando nadie te ofrece la cura para tal mal, tan adictivo, tan sosegador, tan bello pero doloroso, tan abrumador…

…….flashback…..

Yunho venía de una reunión con el entrenador, motivo por el cual ya todos sus compañeros de equipo habían partido del campus. Estaba tranquilo porque todo en su vida ahora se encontraba en su lugar, porque el equipo iba de maravilla, hay que aceptar, con el importante regreso de Junsu. Y ya se había arreglado con Jae y Yoochun, así que… era simplemente bueno sentirse bien.

Sintió que alguien tiró de su brazo y cuando reaccionó ya se encontraba abrazado por Minnie, que escondía su rostro entre su cuello y su hombro, respirando en su oído.

- Minnie?... – cuestionó intranquilo, por la forma en que el menor le tenía preso, no era como que estuviera sollozando como para pensar que se siente mal, así que, porqué lo metió en ese lugar, el mismo donde casi besa a Jae hace días.

- yo solo… solo quiero saber la verdad, Yunho… - pronunció con voz suave… - solo quiero entender lo que me pasa… - dicho lo cual, se separó del moreno apenas un poco, lo suficiente para poder hacer aquello que no había podido sacarse de la mente desde que el moreno lo abrazó en medio de la noche aquella vez.

Yunho no tuvo tiempo de reaccionar a ese contacto, pero se quedó helado en su lugar cuando los labios del menor cubrieron los suyos, sin responder, sin poder hacer más que separar gentilmente a Minnie, tomándolo por los hombros. Quiso mirarle a los ojos para poder hablarle, para que no creyera que lo alejaría por tal atrevimiento, porque, a pesar de no quererlo como supone el menor desea, le tiene un cariño especial, le considera un amigo.

- lo siento, de verdad lo siento… por favor, perdóname… - incapaz de levantar la mirada ni de escuchar palabra alguna de boca de Yunho, el menor salió corriendo de ahí, dejando al moreno con toda palabra en la boca.

Y por primera vez en su vida, Minnie supo lo que es estar enamorado… más por desgracia para él, su primer amor no podía ser correspondido. Y comprendió mejor que nunca a Junsu y el sufrimiento por el que pasa a causa de Yoochun. Y no supo porqué o cómo fue que terminó tomándose aquellos vasos de cerveza… ni mucho menos porqué terminó en la casa de aquel chico…

- Minnie?... – Kenryu le miró sorprendido cuando abrió la puerta de su casa, eran cerca de las ocho de la noche, y el menor no llevaba buena pinta…

- puedo pasar?... – cuestionó con la voz ligeramente alterada, las pupilas dilatadas y un aliento alcohólico que le dejó claro al castaño el estado del menor.

- ay Minnie, qué te pasó, porqué bebiste, si tan solo tienes 15 años… - Kenryu le permitió la entrada, no era tampoco que el menor estuviera que se cae de borracho, pero es innegable que se tomó tal vez dos o tres cervezas. Y que lo hizo por una decepción amorosa… - te preparé un poco de café cargado, se te bajará un poco… - se encaminó a la cocina, suerte que su mamá no está en casa.

El menor le siguió, casi como autómata. En silencio, con la mirada perdida, hasta que se concentró en observar al castaño, cada movimiento mientras prepara el café. Porqué Junsu no se enamoró de Kenryu, hacen linda pareja, y no estaría sufriendo por el tonto de Yoochun. Porque, Kenryu es un gran chico, tiene todo lo que cualquiera, chico y chica, buscaría en una pareja, es atento, atractivo, inteligente, sano…

- quieres hablar, Minnie?... – lo ven, es atento… y tal vez por el alcohol, por la necesidad de sentir cariño, por…. Dios, no tiene idea del porqué, pero…

Minnie se lanzó a besarlo, tomándolo naturalmente desprevenido, los labios del menor presionaban contra los suyos con torpeza, pero cuando un gemido salió de su garganta el chico aprovechó para meter su lengua sin pudor alguno en su boca. Que porqué gimió, bueno, no es como que sea de piedra, y una mano de Minnie se había colado entre su pants y el bóxer rozando su entrepierna. Cómo no iba a reaccionar a eso?

- Minnie… - el Cataño intentaba separarlo, empujándolo por los hombros, pero el menor volvía a él atacando ahora su cuello… - Min… mmhhh, Minnie, espera… - esa era la situación más embarazosa de toda su vida. Porque su cuerpo estaba reaccionando a esas inexpertas pero acertadas caricias y besos que el menor dejaba sobre su cuello, masajeando suavemente su erección, ya medio despierta…. – Minnie, basta!!!... – finalmente lo empujó con fuerza. El menor se quedó de pie frente a él, ambos respirando agitadamente… -

- es que soy aburrido, no soy nada interesante, sé que no soy muy atractivo, pero tampoco soy feo, sabes…

- Minnie… -

- porqué entonces ni tú ni Yunho tienen interés alguno en mí, porqué no me desean… - las lágrimas comenzaron a desbordarse por las pálidas mejillas del menor, silencioso llanto que conmovió a Kenryu. Sabía que a pesar de todo, al menor solo le importaba comprender porqué Yunho no se enamoraba de él… - se que Jae es el chico más apuesto de la escuela, de verdad, hasta yo puedo notarlo, pero…

- Minnie, ya debes saber que el amor no es cuestión de físico solamente, es algo en realidad que simplemente nos pasa y sobre lo que no se puede mandar… - esperando no equivocarse, el castaño abrazó al menor, los brazos del menor aferraron inmediatamente a él.

- lo siento, lo siento, lo siento… - decía una y otra vez, sollozando contra su pecho.

……flashback……

[Junsu]
Setsunai hodo ([Jaejoong] My heart)
Utsukushii ai dakara ([Yunho] Don't be afraid)
Hakanai hodo ([Changmin] Let you know my mind)
Uruwa shii ([Yoochun] You know)
Kono toki wo ([Yoochun] Let you Know my love too)

[All]
Daremo ga dare ka ni aisareru tameni
Kono you ni inochi wo kiramekaseru no sa
Sore ga moshimo boku nara
Mou ichido kimi no kokoro wo
Towa no yasashisa de atatameruyo

Porque este es un amor (mi amor)
Tan bello como triste (no tengas miedo)
Este momento (dejarte conocer mi mente)
Precioso como efímero (aún si es un solo momento, te haré saber mi amor)

Para cualquiera, el ser amado por alguien
Hace que la vida brille de esta manera
Si fuera yo
Fabricaría tu corazón una vez más
Cálido con una ternura eterna (todos)

Para Yunho y Jae las palabras que salían desde sus gargantas con aquella voz, el sentimiento con el que cantaban, el poder mirarse casualmente por momentos, era como una comunicación especial. Porque a pesar de que aun son solo los mejores amigos, pueden sentir esa conexión especial entre ellos, y es incentivo suficiente para estar juntos, para esperar por el momento adecuado para entregar por completo sus corazones, porque nadie más que el otro les hace temblar de emoción, les arranca aquellas sonrisas o los cela de manera casi posesiva.

Para Junsu era como una petición al destino de encontrar alivio para su apesadumbrado corazón, consciente de que no importa los intentos que haga, jamás podrá amar a otro que no sea Yoochun. Y tiene ahora la esperanza de que su sueño se haga realidad, porque, aun cuando después de aquel beso solo obtuvo un “disculpa, fue solo un accidente, pero espero que no dejemos de ser amigos” que el pelinegro le dijera aquella tarde abordándolo después de un entrenamiento; el ratón le sonríe con marcado nerviosismo en ocasiones, le ha llegado a separar de Kenryu cuando les ve (para gusto del pelinegro) demasiado cerca. Entonces, tal vez, y solo tal vez, pueda llegar a gustarle.

Yoochun… él se esfuerza por entender las sensaciones que tiene por el pelirrojo, asegurarse de no malinterpretar sus propias acciones, consciente de que se siente celoso de Kenryu, de que cuando le dijera a Junsu que el beso había sido un accidente, su corazón latía apresurado en su corazón y sintió como una puñalada cuando notó el brillo opacarse en la tierna mirada del delfín… SU delfín. Por quien sabe, su mundo está cambiando, su manera de verlo, de percibirlo, hasta de sentirlo.

Last Vow/Bow cap 1

La impaciencia parecía hacerse del control de mi cuerpo. Sería pues otro estúpido verano desperdiciado, seguramente otra desilusión más del montón. No soportaba el calor ni la ansiedad. Quería que todo acabase de una vez resultase vencedor o perdedor.


“… Kim Jaejoong”


Sonaba como una de esas voces vacías oficinescas… casi un llamado de abordaje a un avión que no se pueden entender. "Jajaja! Malditas azafatas" Pensé. No podía prestar atención… la extraña visión frente a mi evocaba los más abstractos pensamientos posibles.


- Kim Jaejoong, acérquese por favor.


¿Eh, Valió la pena, entonces? Pensé casi en voz alta.


Sm hacía audiciones como locos. Pensé que esa era quizás mi única oportunidad. Estos meses de pobreza y desesperanza al fin rendirían fruto, era ahora o nunca. Así me hundiera en el fracaso no pasaría el resto de mis días lamentando mi usual cobardía.


Estaba rodeado de famosos y gente hermosa. Mis ídolos estaban frente a mí listos para juzgarme, cortar mi cabeza y acabar con mis sueños en un solo instante. Mi canto, como era de esperarse, fue mediocre. La voz me temblaba y mi cuerpo no respondía a mis comandos. En cuanto terminé salí casi a la carrera a la sala de espera procurando no maldecir mi ineptitud.


Había otros trainees en el lugar, algunos ya habían hecho cosas importantes como colaboraciones con artistas, comerciales y apariciones en vídeo. Mentiría si dijera que no los envidiaba un poco.


Era muy tímido, pero gracias a DongHae conocí a mucha gente ese día. Me avergonzaba hablar demasiado, no era muy elocuente a la hora de conocer gente nueva y mi acento no era exactamente citadino; en ese punto me preocupaba cualquier opinión acerca de mí porque, generalmente, la primera impresión sobre mi no es buena. Prefería actuar fría y calculadamente para pasar desapercibido.


Estaría tomando una amarga limonada que el staff de Sm me ofreció cuando DongHae me dio una palmada en la espalda para que volteara.


- Jaejoong-sshi, quiero presentarte a un gran amigo mío! - Dijo señalando a un tipo alto y apuesto a quien reconocí de inmediato - Jung YunHo, éste es Kim Jaejoong.


- Mucho gusto – Dijo él mientras extendía su mano – Soy Yunho.


Lo dijo sin complejo alguno y de una manera tan segura y resuelta. Sólo cuatro palabras lo describieron de semejante manera.


- ¿Qué pasa ahora Jaejoong?- Dijo DongHae con un tono de burla.


- Jaejoong. – Alcancé a decir mientras estreché su mano e hice varias reverencias. Era quizás el más famoso de ahí… mostrar un poco de respeto era lo más lógico.


YunHo se sonrió, mi torpeza resultó ser humillantemente divertida para alguien como él. Hizo solo una pequeña reverencia y por menos de un segundo me dirigió una helada y cortante mirada y siguió caminando por la sala.


Sí, era el tipo de Diamond, ése trainnee. Alto y atlético; frío y arrogante como una estrella de rock. Perplejo, contemplé como seguía caminando y siendo presentado por la pieza. DongHae hablaba conmigo pero creo que ni por un instante sospechó que lo había ignorado por completo.


- … Kim Jaejoong…- Sonaba como un eco en un aeropuerto repleto. Una voz oficinesca y monótona.


- ¿Oíste eso? Eres el mejor rostro! Jajaja, qué demonios Jaejoong?!


“Un tipo así debe ser un imbécil. Un completo egoísta. Quizás pensará que es mejor que todos nosotros porque aparece en un estúpido vídeo donde su nombre no aparece por ningún lado… porque puede bailar y rapear piensa que es mejor que todos nosotros.” Pensé.


- Kim Jaejoong, mejor voz de la competencia.


“Espero no ser así si llego a tener éxito.”


- Kim Jaejoong, acérquese por favor!


- Valió la pena – Dijo con decisión mientras esbozaba una amable sonrisa – Todo rindió fruto, eres tú!


- ¿Eh, entonces valió la pena?- Un coro de aplausos y ruidos monótonos danzaban en mis oídos pero solo un sonido se entendía con certeza.


- Valió la pena, Jaejoong. – Dijo el del lunar sobre sus labios.


Y volvió a mirarme.

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No es cosa de tiempo cap 6

Desde ese día sus pensamientos se habían volteado a Changmin, el pequeño que se había marchado el mismo día de su graduación, en estos momentos no sabia su paradero y había perdido todo contacto con el, aunque le había buscado preguntando e insistiendo nadie le decía nada, Jaejoong sabia que Junsu conocía el paradero de Changmin y no se atrevía a preguntarle ni a insistirle.

-Jae, acuérdate que tenemos los exámenes de admisión la semana que viene, tienes que estudiar mas- Yunho que a pesar de que la atención de Jae en estos momentos no era el ni los estudios, continuaba acompañándolo como si nada hubiera ocurrido.

-Perdóname Yun, hoy quiero estar solo, pensar y…

-Eres un estúpido Jaejoong.

-Lo se… perdóname.

-No te tengo que perdonar nada, eres un estúpido porque por tu estúpido orgullo, has perdido a alguien muy importante para ti. Por tu culpa todo los hemos pagado la distancia de Changmin. Ahora no sabemos donde esta, ni como esta. Te has comportado como un imbécil.

-Tú no entiendes Yun.

-Si entiendo, tienes miedo y tuviste miedo a que nada funcionara y a terminar odiando a tu mejor amigo, no fuiste capaz de conocer sus sentimientos. Fuiste un egoísta porque solo pensaste en ti, no pensaste en nadie mas, ni siquiera en nosotros y preferiste engañarte hacer como que me querías ¿y si yo te hubiera amado Jaejoong? ¿y si yo te quisiera como lo hace Changmin?, eres un estúpido, perdiste a la persona que mas te ha comprendido y que mas te ha querido.

-Yunho!- grito corriendo a los brazos del que era su hermano, para hundirse en lágrimas y ahogarse en su cálido aliento- no sé que hacer, ya lo perdí y fui un tonto, no quería darme cuenta de lo que sentía, lo quiero tanto, el era el único con el que podía estar todo el día y no aburrirme, le hice tanto daño Yun! No me lo perdonare nunca, necesito verlo, lo necesito a mi lado, no sé donde esta, lo he buscado y nadie quiere decirme nada. Junsu sabe pero no me dirá, Changmin le debe haber pedido que no me digiera nada.

Su llanto no apagaba sus palabras mientras intentaba desaparecer en los brazos de su amigo.
Desde ese momento la vida de Jaejoong había cambiado, le costo darse cuenta que lo que había hecho había sido lo peor en toda su vida, todos menos el sabia cuanto quería a Changmin y creyó que por no lastimarlo seria mejor no estar juntos. Habían Terminado el instituto, y no tenían nada más por hacer.

Cinco años habían pasado. Desde ese día en que se despidieron bruscamente, ese día, por mucho tiempo que había pasado, no había sido olvidado por ninguno de los dos. Cinco navidades, cinco cumpleaños que a partir desde ese día habían celebrado por separado. Uno tenia 23 años mientras que el otro tenia 21, ambos eran hombres grandes y maduros que sabían que cada decisión que tomaran acabaría dejando alguna consecuencia en sus vidas, ambos no habían podido superar la separación, a pesar de que habían pasado cinco años.

Jaejoong no había entrado a estudiar, ese año no se presentó a rendir los exámenes de admisión a causa del poco estudio y de su escasa concentración. Había conseguido un trabajo en un restaurantes importante donde como mesero había empezado a escalar puestos poco a poco donde ahora se encontraba como jefe del personal de atención al público. Changmin a diferencia del delgado chico de pelo castaño claro, estudiaba música en una universidad de su ciudad.

Changmin había cambiado, pese a que la distancia con Jaejoong aun no podía superarla, había aprendido a vivir con ella. Detrás de sus anteojos se escondía su mirada entristecida la cual a pesar de haber conocido nuevos paisajes, personas y cosas, extraña vez demostraba alegría.

Había crecido, se había desarrollado como hombre mientras estudiaba música la que le había acompañado y en la que había reflejado sus sentimientos.

Debía viajar a Seúl, cinco años habían pasado desde que el no visitaba su ciudad natal y donde tenia que ir en busca de repuestos para su vieja guitarra. Dos horas se demoraría el viaje, estaría tres días y volvaria para continuar con su vida. Nadie sabría que había regresado, no quería recordar su adolescencia triste y lastimera.

Tomó el bus que lo llevaría de regreso y prendió su reproductor de música para escuchar sus últimas creaciones durante el viaje, intentaría dormir y no recordar.
Sus pies pisaron Seúl después de dos horas y media de viaje, tenía sus piernas, largas, algo acalambradas por lo que necesito de algunos minutos para recuperar su movilidad perfecta.

Miró al cielo y luego su alrededor, todo parecía igual al día que había abandonado esa gran ciudad, caminó a la salida para buscar un lugar donde quedarse, tomó su celular y llamo.

-Junsu, soy yo Changmin- dijo sacándose ese orgullo que le había impedido ver a su amigo.

-Min! – gritó emocionado y sorprendido por esa llamada.

El también había perdido contacto casi por completo desde el día que Changmin dejo Seúl, a pesar de que se llamaban para los cumpleaños seguían siendo grandes amigos- Dónde estas?- preguntó.

-Su, estoy en Seúl, vengo por unos días y no tengo donde quedarme, ¿puedo ir a tu casa?

-Claro que si, vente de inmediato para acá! Debes tener mucha hambre! Ven rápido ¿sabes cómo llegar?

-Ehh… la verdad no, se que te cambiaste de casa, así que no sé donde es.

-¿Dónde estas?

-en el terminal de buses.

-Espérame ahí, iré a buscarte, no te muevas de ahí.

Junsu arranco en su vehículo en dirección al terminal de buses tan rápido que debía asegurarse que Changmin se quedara en Seúl como había dicho y evitar que si le bajaba el arrepentimiento tomara el primer bus de regreso a su casa y no verlo nunca mas, iba a 120 km/hr para llegar lo antes posible. Se detuvo cuando llego y se bajo corriendo para buscar a su amigo, y ahí estaba, sentado viendo televisión en la sala de espera con un bolso, vestido de negro, con sus lentes cuadrados y su pelo largo.

Ese momento en que vio a Junsu era la primera vez en mucho tiempo en que esbozaba una sonrisa. Se abrazaron fuertemente, el tiempo que no se habían visto no les había pasado la cuenta, esa calidez seguía intacta MINSU seguía tan vivo como antes.

-Junsu!- Dijo Changmin soltándose un poco de ese fuerte abrazo- estas exactamente igual.

-yo no puedo decir lo mismo que tu! Vaya si que haz cambiado, nos has dejado pequeños a todos, los chicos estarán felices de verte, no te imaginas cuanto te hemos extrañado, y Jaejoong será el mas feliz de verte! Te ha extrañado tanto. –decía hasta que Changmin lo interrumpió.

-no quiero ver a los demás, solo vine por tres días y a cosas muy puntuales, además los chicos deben estar ocupados, son días de trabajo.

-que tonterías dices, mañana mismo haremos algo los cinco, debemos juntarnos, tenemos que saber como has estado, han sido cinco años Min.

-pero…

-nada de peros, en mi departamento mañana, así que hazte la idea.

A pesar de todas las ganas que tenia de no saber de ninguno y de creer en estos momentos que llamar a Junsu había sido una mala idea, muy dentro de su corazón quería verlos nuevamente, incluso a el.

Era temprano y no alcanzaba el medio día aun, partieron al departamento de Junsu para almorzar algo antes de regresar a la rutina. Almorzaron juntos mientras se ponían al día de todas las cosas que habían hecho durante el tiempo que no se vieron, rieron como en esos años, bromearon como entonces, volvió su sonrisa a su rostro.

-Tengo que volver a la oficina Minnie, espero que no te moleste que te deje solo- le dijo mientras tomaba su chaqueta y sus llaves de la camioneta.

-No te preocupes, yo saldré en busca de los repuestos para la guitarra y algunas cosas mas que no hay allá, sal tranquilo que no se me ha olvidado caminar por las calles de Seúl.

Ambos salieron, de formas distintas por caminos separados, era extraño que Junsu saliera cerca de las cinco de la tarde a trabajar cuando cualquier otra persona hubiese considerado ese día como perdido, mientras Changmin caminaba por las calles que alguna vez albergaron sus jugarretas de niño.

El frio comenzaba a caer poco a poco, su chaqueta negra, esa que siempre le acompañaba le permitía esconderse de el, sus lentes se empañaban por el vapor de su respiración, mientras las luces de las calles comenzaban a prenderse indicando que ya oscurecería. Caminaba sin mirar a nadie, no tenia la intención de detenerse a saludar ni a buscar gente conocida. Sus recuerdos de ese entonces habían sido guardados en un rincón muy lejano en su memoria.

-Ten cuidado imbécil- dijo cuando uno de sus brazos chocó con otra persona, un joven mas bajo que el, de cabello claro que se escondía en un abrigo café.

-Lo siento… lo siento mucho- le dijo el moreno haciendo una leve reverencia- no vi por donde caminaba.

Ambos se miraron unos cuantos segundos, Jaejoong sentía que hace mucho tiempo había visto a ese chico en algún lugar.

-¿Perdón? ¿Nos conocemos?-le preguntó

-¿Nosotros?, no lo creo –Changmin si sabia quien era ese que insistía en recordarlo.


Deseos cap 4

ACUERDOS EN EL ESTIRA Y AFLOJA


El arribo a tierras niponas se efectuó sin contratiempo alguno. Para explicar las repentinas náuseas, mareos ocasionales y el restringido ejercicio físico de Junsu y Jae, Yunho le dijo al manager que era por una ligera infección que habían atrapado pero que pronto estaría todo con la normalidad debida. Si bien convencerlo de su propia salud había sido algo complicado dado que Lee So Man le recordó que él había tenido los mismos síntomas antes, expresando una preocupación encausada hacia posibles atentados contra el grupo.

- nada de eso, Señor, ha sido una situación meramente circunstancial, usted no se preocupe, en unas semanas el grupo estará al 100, mientras tanto daremos le mejor para no defraudar a nadie... – así fue como cerró su base de argumentos el líder, consiguiendo por fin quitarse de encima a un manager visiblemente preocupado por DBSK.

- a alguien se le ha ocurrido una buena idea para enfrentar el aspecto más importante, cómo haremos para cumplir con la agenda del grupo cuando Junsu y Jae ya no puedan hacer presentaciones?... – cuestionó ChangMin, los cinco sentados en la cómoda estancia del departamento que ocupan en Japón... – porque yo la verdad todavía no encuentro una forma que no implique contarle al manager y hacer cancelaciones por meses... – se miraron todos entre sí, la misma expresión marcada en sus rostros... absoluta incertidumbre... – no... – afirmó el menor.

- a mí se me ocurre algo, pero igual creo que es muy tonto...

- nada es tonto en estos momentos, Junsu, dinos... – animó el líder...

- bueno... – se estrujó las manos nerviosamente... – busquemos a alguien que pueda sustituirnos... – expresión de incredulidad en todos... - bueno, por mí no habría tanto problema solo tengo que hablar con mi hermano, le enseñamos las coreografías, le cambiamos el look y seguro nadie notará que no soy yo, el problema sería encontrar a alguien que se parezca lo suficiente a Jae... – soltó de corrido, viendo la cara de los cuatro se sonrojó <.por.>...

- en general es una buena idea... – por la expresión del menor supieron que no le parecía tan genial...

- pero?... – instó Yoochun a que continuara su comentario...

- hay algunos detalles a considerar; primero, habrá que decirle la verdad a tu hermano y no sé, hay que pensar en su reacción, en sí de entrada aceptaría o si no terminaría por complicarse todo, hyung...

- Jun Ho (su hermano) y yo tenemos una relación muy estrecha, no creo que signifique un problema contarle la verdad, él siempre ha sabido apoyarme y sé que si se lo pido lo hará... – aseguró el castaño. Micky por otro lado, tragó saliva y comenzó a sudar frío de solo pensar en aquello, nunca ha hablado con Jun Ho como cuñado, y de repente tener que hacerlo y además decirle que embarazó a su hermano, simplemente le da temor, lo acepta, teme el rechazo de la familia Kim.

- bien, segundo, tu hermano canta? Podría aprender a bailar como tú? Al comportarse podría pasar por ti?

- el baile y el comportamiento no serían gran dificultad si comenzáramos desde ya a instruirlo, pero admito que en canto tal vez si tendríamos un gran problema...

- bueno, encontraríamos alguna solución para ello, pistas o algo, ya se nos ocurrirá algo; qué más Min... – a Yunho la idea le estaba gustando, como más pronto termine de exponer los puntos flacos (fallas) el menor, mejor pueden acercarse a la solución referente al grupo.

- lo más grueso que el delfín ya mencionó; un doble para Umma... – las cuatro miradas cayeron sobre el mayor, intimidándolo. Qué culpa tiene él de ser tan único y no tener un gemelo, y que su novio lo haya embarazado... eso le pasa por no cuidarse.. ¡argh! Pero porqué se habría preocupado por eso si es hombre... mejor para de pensar, le comenzará a doler la cabeza. Así, cada uno se había sumergido en sus pensamientos por largo rato, hasta que...

- es tarde ya, vamos a dormir y descansar, mañana hay que presentarnos en la disquera e integrarnos al trabajo. Después continuamos pensando en esto, eventualmente la luz llegará a nuestros ojos y daremos con la perfecta solución... – el moreno intentó motivarlos, pero siendo sincero consigo mismo hasta él está preocupado.

Contaban con uno, a lo sumo dos meses para tener claro qué hacer, porque para entonces el vientre ya se notará y la participación de Junsu y Jae estaría más limitada.

.............

- porqué no te quedaste con los síntomas Yunnie... – el castaño oscuro tomó la bolsa de galletas de soda porque servían para aminorar las náuseas permitiéndole continuar su día con normalidad.

- lo siento, cariño... – ambos se sonrojaron, realmente le moreno era muy tierno, pero lo evitaba al máximo cuando se encontraban en el trabajo, y aunque estuviesen hablando en voz baja no dejaba de ser un riesgo... aunque se escuchaba tan tierno!...

– ya estoy ganando peso, cuando haya tiempo me acompañarás a comprar ropa nueva?... – le apetecía tanto que su novio lo abrazara, que lo hiciera sentir seguro y tranquilo, eso del embarazo era un regalo de dios sin duda, pero no deja de temer, aún hay cosas en las que no han reparado, por lo menos no lo han hablado, como lo que harán o dirán cuando de pronto haya bebés en el grupo, ni modo que los den en adopción apenas nazcan, ¡eso ni pensarlo! Y, de una u otra forma sus respectivas familias tendrán que enterarse y eso es algo más que le preocupa, la reacción que puedan tener...

- claro que sí, Boo... – el moreno también deseaba abrazarlo, besarlo tiernamente, pero el resto de las personas hacía aquello imposible; aunque Min estaba más que contento con Kohei por ahí, dándose miradas coquetas y cruzando alguna que otra palabra de compañeros, siendo discretos a pesar de que percibía deseo en aquellos ojos de los jóvenes... - ¿ya mejor?... – cuestionó refiriéndose a las náuseas. El castaño oscuro asintió con una sonrisa y retomaron el ensayo.

Junsu también comía galletas de soda (cosa que extrañaba a más de uno en los ensayos), aunque no podía hacer mucho respecto a los mareos, que con menor frecuencia, aún se presentaban (durante el primer trimestre es normal, les había dicho la Dra. Bin), así que solo podía esforzarse al mínimo, controlar muy bien su ritmo respiratorio, beber muchos líquidos y tomar descansos cada tanto (lo que seguía extrañando a más de uno, ok que se tomaban descansos en los ensayos, pero casi cada hora, desconcertaba a muchos por ahí, gente del staff, bailarines, y es que solo el manager estaba enterado de la “mentira”)

- hay que pensar en algún paso más suave, este te hace marear... – el pelinegro estaba preocupado por la salud de su novio y el desarrollo óptimo de su (o sus) bebé (s)

- no te preocupes, Chunnie, estoy bien... – el castaño le sonrió con seguridad... – estamos bien... – completó pasando disimuladamente una mano por su vientre. Yoochun asintió, no del todo convencido y drenándose el cerebro para encontrar una solución a todo el asunto, aunque al final, terminaba donde mismo.

.............

Esa noche Kohei invitó a Min a su departamento (cosas de la vida, que el chico no es rico, pero el departamento en su ciudad natal es regalo de sus padres, mientras que él se encarga de mantener el que tiene en Corea), a lo que el menor no se hizo de rogar, le extrañaba mucho, quería sentirlo, besarlo, hacerlo suyo... aunque antes estuviera aquella conversación.

- estás bien, te he notado preocupado desde que llegaron... – Kohei se sentó a lado de ChangMin, entregándole una soda mientras pasaba su brazo por sobre los hombros del menor.

- estoy bien... – pero obviamente ni el menor se convenció a sí mismo.

- oye, es por la cena con mis padres este fin de semana?... – el bailarín lo miró directamente, tomando una de sus manos con cariño... – si es por eso y no quieres, podemos cancelarlo...

- no es eso... – sonrió el menor, sí era algo de lo que debían hablar, pero entre los embarazos de sus hyungs, su deseo de hacerlo ya y un poco el temor sí de conocer a los padres de su novio... realmente estaba confundido, su cabeza era un lío.

- entonces?...

- es algo... de lo que no puedo hablar contigo aún, pero, gracias por preocuparte por mí, te prometo que en cuanto pueda te contaré todo... – le dio un suave beso a su novio...

- porqué me das solo probadas si sabes que me encanta... – el bailarín atrapó los labios de su novio en un apasionado beso. En un ágil movimiento la soda fue a parar sobre la mesa de centro, un obstáculo menos, sus manos desabrochando lentamente la camisa, palpando la suave piel que se erizaba a su contacto...

- Kohei... – suspiró el menor, tratando de controlarse, sentía que debía abordar aquel tema antes, o después lo dejaría pasar de largo. Su novio simplemente gruñó, mientras lo recostaba sobre el sofá sin parar sus caricias, que ahora frotaban su entrepierna sobre el pantalón, haciendo suspirar de placer al menor... – espera... tengo algo que... decir... – Kohei paró las caricias, pero siguió besándole el cuello... – si sigues así... mmhhh, no podré... hablar... – su pareja se separó, pero no cambiaron las posiciones, aún estaba sobre el cuerpo de Min... – antes, cuando comenzamos a salir, tú dijiste que nunca habías llevado a ninguno de tus exnovios a presentar con tus padres... – el bailarín frunció el ceño... – yo... me pregunto por qué es diferente conmigo... – cuestionó tímidamente.

- así que después de todo si era también por eso que andas nervioso y preocupado... – el bailarín se alejó del cuerpo de su novio, ambos sentados nuevamente, Min no lo miraba, tenía la vista clavada en el suelo... – es diferente por una sencilla razón... eres el único a quien Amo... – sí, y no le costaba admitirlo, a sus 24 años era la primera vez que estaba enamorado con el alma, aunque el dueño de su corazón no lo estuviera de él...- lo siento... – murmuró después de un silencio que se tornó incómodo para él.

- por qué... – el menor pensó que si alguien debía disculparse sería él, después de todo nunca ha correspondido tal confesión, siempre se limita a sonreír cuando le dice que lo ama, o a besarlo, tal vez le ha dicho que lo quiere, pero ambos saben que la relación entre ellos es más pasional que emocional, si bien Kohei tiene perfectamente claro cuánto lo ama, pero tampoco puede obligar al menor a quererlo con la misma intensidad.

- supongo que te presioné, estoy yendo demasiado rápido contigo, por eso lo siento; pero la intención de que conozcas a mis padres es porque quiero que sepan quién es el chico que me hace tan feliz.

- solo eso?... – se le escapó al menor. Kohei sonrió.

- qué otra cosa pensaste?...

- eh?... – Min comenzó a sentirse estúpido, él pensando en matrimonio y...

- oh, ya veo... – por fin el bailarín comprendió lo que pasaba con su novio... – pensaste que te propondría matrimonio, que te pediría vivir conmigo o algo así?... – ahora sí, Max se sentía estúpido en el amplio sentido de la palabra, enrojeció furiosamente y se maldijo mentalmente... – Minnie ah... – tomó sus manos con ternura, buscando que le dirigiera la mirada que hace minutos le negaba, el menor finalmente accedió, posando sus oscuros ojos en los de Kohei... – yo Te Amo... – no era la primera vez que se lo decía, y como en aquellas ocasiones pudo notar en el mirar del menor que no era correspondido... - pero creo que no estamos listos para dar un paso tan importante... sobre todo si tú aún tienes tus dudas... – un dejo de tristeza y decepción apareció en su semblante, lo que hizo sentir culpable al menor.

- Kohei, yo... yo... te quiero mucho... – otra vez solo esas palabras, soltadas casi por obligación... – eres una de las personas más importantes de mi vida, es solo que... es... – ésta vez su novio no salió al rescate, no intervino con palabras como “está bien, olvídalo” o “no te preocupes, Min, sabré esperar”, para luego fundirse en un beso necesitado y desesperado por intimidad. Guardaron silencio por unos instantes, Min se drenaba el cerebro una vez más, tenía que decir algo, lo correcto, la verdad... – todo lo que he vivido contigo ha sido completamente nuevo para mí, muy bello, pero... hay ocasiones en las que no sé qué decir o hacer, siento que me llevas ventaja, que no soy lo que mereces, has conocido a otros y yo solo te tengo a ti...

- olvídate ya de mis ex, Min, eres quien me llena de vida, no me importa más nada que vivir el presente contigo, no necesitas saber siempre qué hacer o decir, es parte de esto, es ir conociéndonos; ¡por dios! Yo tampoco sé qué hacer o decir en ocasiones para animarte, hacerte reír o tener tu atención... ni siquiera sé si lograré hacer que me ames... pero sigo intentando...

- insinúas que yo no lo intento?... – cuestionó ofendido, sí, la verdad es que Min a veces era algo impulsivo y solía estar a la defensiva tratándose de sentimientos hacia Kohei, no le gustaba que otros dudaran de su amor, menos el propio Kohei, nadie excepto él podía hacerlo.

- no estoy insinuando nada... – aclaró con paciencia el mayor de los dos, recargándose en el respaldo del sofá, dejando que a Min se le bajara la repentina bronca...

- sabes que tengo miedo de no poder hacerlo, de no amarte como mereces, yo no quiero hacerte daño...

- me lástima que digas eso ahora, Min... – el menor sintió como si algo helado se le enterrara en el corazón... – porque desde que comenzamos a salir tú siempre sacas a colación mis relaciones pasadas...

- porque no quiero que les extrañes, porque quiero saber cómo ser mejor que ellos...

- pero tú no necesitas tal cosa, nunca te he comparado ni necesito hacerlo, eres todo lo que necesito, me enamoré de ti tal como eres, no quiero que cambies, menos si solo lo haces por parecerte a ellos...

- tú sabes que siempre trato de dar lo mejor de mí, que me gusta pensar las cosas, tengo temores y no pareces querer respetarlos... – el tono de su voz era peligrosamente serio y frío...

- tal vez... tal vez sea bueno darnos un tiempo... – cómo dolía decir esas palabras.

- por... porqué... – el corazón le latió furiosamente...

- porque lo necesitas Min, ambos lo necesitamos... conoce a otros si quieres, no sé, solo... solo démonos un respiro, yo voy a seguir aquí, seguiré amándote pero, la próxima vez que hablemos de nosotros quisiera que hayas aclarado tus sentimientos...

- y terminando conmigo crees que lo voy a lograr?... – lágrimas de enojo y tristeza se agolparon en sus ojos, se puso de pie por impulso, quería correr y al mismo tiempo quedarse... – así es como demuestras que me amas ¡terminándome!... – gritó ya al borde de la desesperación, no había lógica en aquella decisión, no para el menor, y si no hay lógica no tiene razón de ser, no para Min, que siempre se guía por la razón.

- pues no sé de qué otra forma hacerlo, Min... – el mayor se puso de pie, pero modelaba su voz, no quería gritar, no quería desesperarse y decir algo de lo que se arrepienta después... – he aceptado no escuchar un solo “te amo” de tu parte en estos meses, he callado cuánto me dolía escucharte decir “no sé si podré amarte”, te he dado tu espacio, te he respetado tanto como pude en tus inseguridades, pero ya no puedo más, Min... dime, dime qué más quieres de mí si ya te he entregado todo mi ser...

- tienes razón... es mi culpa entonces, no?... -

- no es eso lo que quise decir... – intentó aclarar el mayor, pero Min no lo escuchó, o más bien no quiso escucharlo...

- soy yo el que está mal aquí, perdóname, te he hecho perder el tiempo... – mientras hablaba ya había tomado su abrigo y caminado hacia la puerta, sin mirar atrás, sin escuchar las peticiones de Kohei de quedarse y hablar...

Salió a toda prisa, rogaba porque el elevador no fuera a tardarse porque los pasos de Kohei se escuchaban muy cerca tras de él, algunas personas bajaron del ascensor, Min subió rápidamente, sabía que el bailarín no diría nada puesto que una pareja de casados estaba a bordo, por lo que solo se miraron a los ojos mientras las puertas se cerraban separándolos, dejándolos solo con su dolor.

El bailarín volvió a su departamento, cerró la puerta y al instante se desarmó resbalando sobre ella... – cómo fui a arruinarlo todo?... – gruesas lágrimas surcando sus mejillas.

ChangMin se apresuró a la calle, esperando para tomar un taxi, caminando por las calles iluminadas de la ciudad, pasando de largo si alguien le reconocía, nada más le importaba en esos momentos, nada más que su propio dolor y arrepentimiento...

- que idiota, cómo podía esperar que lo comprendiera?... – limpiaba las lágrimas de su rostro una y otra vez, pero éstas seguían resbalando en torrente de sus ojos... – yo solo fui sincero con él, y... y ahora ya no le tengo... ¿así duele el amor?


Se perdió por horas solo caminando sin rumbo, sumido en sus pensamientos, tratando de entender lo que había pasado. Cuando el cansancio de apoderó de su cuerpo (y de su corazón), Min volvió al departamento, entró haciendo el menor ruido posible, ya era tarde así que sus hyungs debían estar durmiendo ya. Aunque sabía el regaño que le esperaba al amanecer cuando Yunho en su papel de líder le recriminara trasnocharse a mitad de semana y con un montón de trabajo pendiente.

- las tres de la mañana... – escuchó cuando apenas iba a girar la perilla de su habitación... – acaso tú y Kohei esperan que les recuerde que tenemos responsabilidades que cumplir... – el tono de Yunho era firme, con un dejo de picardía, por supuesto, el moreno pensaba que la tardanza de su crío era debida a una larga noche de pasión con el bailarín.

- no será necesario, Yunho, a partir de ahora me tendrás aquí todas las noches... – sin haber siquiera volteado, el menor entró y cerró con seguro la puerta de su habitación.

El líder supo que algo no andaba bien con su crío, y que ahora era mejor dejarlo solo.

- espero que puedas dormir... – susurró en la puerta con tono paternal, después regresó a su cama con Jae...

- Minnie está bien?... – preguntó el castaño oscuro con preocupación, aunque algo adormilado...

- no lo sé, no me dio tiempo de preguntar... tu duerme, Boo, mañana hablamos con él... – le dio un beso en la frente y lo abrazó. Jae se durmió casi inmediatamente, otro de los efectos del embarazo, mucho dormir. Por otro lado, el moreno no concilió el sueño, aún mucho en qué pensar y ahora también estaba Min...

........

Aparte de haber sido el último en llegar a la mesa, Max apenas si ha tocado su plato.

- sabes que las preocupaciones no son buenas en nuestro estado, verdad... – comenzó Junsu, cansado del silencio tirante y angustioso en que habían caído.

- claro que lo sé... – respondió cortante el menor <.por.>

- pues como no empieces a hablar vas a lograr en serio que nos preocupemos, y no quieres eso en tu conciencia, verdad, peque... – secundó Jae, que últimamente se entendía de las mil maravillas con Junsu, tal vez por el embarazo y la susceptibilidad que adquirieron.

- no, pero no es nada importante, no tienen que preocuparse... – intentó evadir.

- si no es importante, porqué no has comido prácticamente nada... – el menor jugaba con los cubiertos revolviendo la comida... – y porqué tu semblante dice todo lo contrario... – intervino Yoochun...

- qué pasó con Kohei?... – Yunho directo al grano...

- terminamos... – sus ojos se humedecieron de nuevo. Junsu y Jae se llevaron una mano a la boca ahogando un grito de sorpresa...

- pero, apenas ayer se les veía muy contentos cuando se fueron... – comentó el pelinegro...

- ya sabes lo que se dice, no creas en todo lo que ves o escuchas...

- Min, qué pasó, discutieron, tuvieron un malentendido... te engañó?... – de solo pensar en la posibilidad el moreno ya había empuñado las manos, nadie lastimaba a su familia sin recibir un castigo...

- no, appa... – aclaró el menor, sonriendo suavemente por la actitud de Yunho, siempre tan impulsivo cuando se trata de ellos... – no me engañó, fue... – suspiró... – es que él me ama pero yo no sé si lo amo a él...

- lo hablaron entonces?...

- sí, Micky, lo hablamos... y terminamos...

- creí... creí que Kohei entendería...

- y lo hizo, Junsu, realmente lo hizo, me ha estado entendiendo por meses, es mi turno de entenderlo a él y pensar las cosas por un tiempo. Fue lo mejor para los dos, lo estaba lastimando pensando que hacía lo correcto al ser sincero con él, pero nunca hice un esfuerzo, dejé que me amara sin condiciones y yo solo le entregaba migajas de cariño. Lo quiero mucho y me duele saber que ya no podré abrazarlo, besarlo o estar con él en la intimidad, pero si no puedo responderle un “Te Amo” no es justo estar juntos...

Jae se paró y le besó en la frente, como una madre a su hijo... – ahora estás aprendiendo a amar con el corazón y no solo con el cerebro (o las hormonas)... – luego comenzó a levantar la mesa. Junsu le imitó, no sin antes darle un beso en la mejilla a su hermanito. Yoochun y Yunho le revolvieron el cabello en gesto fraternal. Los cuatro sonriendo y confundiéndolo, qué no deberían compartir su tristeza, mimarlo, darle un montón de consejos, alentarlo, motivarlo o algo así?

.........

- oye tú, a dónde crees que vas... – el castaño oscuro fulminó a su novio con la mirada, cómo se atrevía a hablarle con ese tono?... – digo, Jaecito de mi alma, a dónde vas vestido así... – suavizó el moreno, es que la presión lo está haciendo tener arranques y hablar antes de pensar.

- eh?... – el mayor arqueó la ceja confundido y molesto. Qué había de malo en su vestimenta? Llevaba un pantalón oscuro, playera de manga larga y una chaqueta. A su parecer, estaba perfecto, es más, a su novio debería de apetecerle algo más, porque ese calor que siente, definitivamente es hormonal.

- no sé si escuchaste el pronóstico del tiempo, pero allá afuera está haciendo frío... – señaló hacia la calle a través de la ventana, un día ligeramente nublado con viento fresco... - y no queremos que pesques un resfriado, verdad... -

- no exageres, además, no es como si no estuviera abrigado... – el mayor se dirigió a la entrada...

- no seas crío... – decidido, el moreno tomó a su novio del brazo y lo llevó de vuelta a la habitación, entre reclamos y berrinches de Jae que hacía lo posible por liberarse del agarre.

Al mismo tiempo en que el JaeHo entraba en su habitación, el YooSu salía de la suya, mientras Changmin observaba todo divertido.

- te lo advierto Chunnie, como insistas en que me ponga esa... – apuntó con desdén a lo que en realidad era una gabardina muy gruesa... – cobija, no me pones un dedo encima por una semana... – Junsu caminaba enfurruñado lejos del alcance de su novio.

- Susu ah, no seas injusto, yo solo me preocupo por tu salud y la de nuestro bebé... – explicaba por septuagésima vez el pelinegro, siguiendo a su novio por la sala, como un par de niños que juegan a los “quemados” (juego de persecución), estaba dispuesto a no ceder. Aunque le preocupa la amenaza que le lanzara ¿no tocarlo por una semana? ¡el infierno!

- y yo me ocupo de eso, esta chaqueta es calientita, no me voy a poner esa... cobija... – se defendía, septuagésima vez el castaño.

- delfincito, dulzura, cariño... – cuántas vueltas le han dado ya a la sala?

- ni intentes la persuasión hablándome bonito... -

- ok, de acuerdo, no te pongas esto, pero ponte algo más cubridor, Su... – el ratón dejó la prenda sobre el sofá tomando asiento, se masajeó las sienes, su novio sí que lograba estresarlo en cuestión de minutos, pero lo amaba. A Junsu verlo así le conmovió, pero es que cuando quieren los dos son tan testarudos. El delfín regresó a la habitación, y al momento en que entraba, el JaeHo salía de la suya, Yunho con cara de susto y Jae con el ceño fruncido, pero un abrigo de lana y una linda bufanda alrededor de su cuello.

- esperaré abajo... – el mayor salió sin decir más nada.

- qué pasó... – preguntó Min, pero Yoochun imaginaba la respuesta.

- he conseguido a un alto precio proteger a mi novio y nuestro bebé... -

... Retrocedamos un par de minutos, cuando el JaeHo entró en su habitación...

- Yunho, suéltame... – acción que realizó el moreno...

- como no tengo tus gustos para vestir, mejor tú elige lo que te guste, pero de aquí no sales si no te abrigas mejor... – le dijo lo más calmado de lo que fue capaz.

- no quiero... – se montó en su macho el mayor (n/a por si alguien no conoce la expresión, que dicho sea de paso se escuchó muy sexosa, ejem, ejem... bueno, que la frase significa que se puso de inflexible con una idea), cruzándose de brazos mirándolo retador.

- JaeBoo... – voz de paciencia límite... – recuerda lo que dijo la Dra. Bin, tú tal vez no sientas frío por el descontrol hormonal, pero hazme caso, afuera está helando y la chamarra que traes no es suficiente...

- no me la voy a pasar en la calle, de aquí al estacionamiento, el camino a bordo de la camioneta, de ahí a otro estacionamiento y luego a la disquera, en qué momento me va a dar el frío...

- Boo, no me orilles a obligarte...

- como te atrevas, no hacemos el amor durante todo el mes... – (n/a qué manera de manipular a alguien a través del sexo, no n_n! Quién les manda a ser tan golosos, jojojojo) Oh sorpresa cuando Yunho tomó un abrigo y se lo colocó a un confundido Jae, después enroscó la bufanda en su cuello... –

- lo siento, Boo... – intentó darle un beso pero el mayor se dio la vuelta y salió con su novio detrás.

... volviendo al presente...

Xiah volvió con una gabardina de pana, abajo traía un chaleco tejido sobre una camisa de cuello de tortuga, Yoochun sonrió agradecido, pero el castaño solo siguió de largo rumbo al estacionamiento, donde Jae estaba igual de enfurruñado que él, aunque sabía que sus respectivas parejas tenían toda la razón del mundo, pero, el orgullo.

- y esto apenas comienza... – suspiró el pelinegro.

- y que lo digas... – suspiró el moreno.

- y aún faltan siete meses y cacho... – el menor les palmeó la espalda, tratando de no doblarse de la risa que ver la expresión que llevaban le provocaba, admitía que en ocasiones como esa llegaba a ser divertido verlos.

...........

Escenas como esa se repitieron casi todos los días, Jae no le permitía a Yunho hacerle el amor, y el delfín apenas si le aceptaba algunos besos a su ratón. Lo único positivo de esas “peleas” entre sus hyungs era que Jae y Junsu tenían toda su atención sobre él y eso le ayudaba a Min a no pensar en Kohei, por lo menos mientras no participaba de los ensayos, porque cuando era así se la pasaba pensando y divagando sobre cosas en las que antes ni al caso, como: <.porque.> <.desde.> <.porque.> <.es.> <.porque.> <.porque.> <.es.>

- deberías intentar ser menos racional, Min... – había sido el consejo de Jae cuando éste lo sorprendiera murmurando maldiciones por lo bajo porque Kohei se divertía platicando con la chica de vestuario mientras terminaban de arreglarse para el primer concierto.

- recuerda no esforzarte demasiado... – Yunho ordenaba los mechones en la frente de Jae, bueno, fingía hacerlo para acercarse a él y hablarle. Aunque estuviera molesto, el castaño oscuro no lo iba a alejar, la preocupación por el bebé era primero que nada.

- descuida... – el mayor sonrió, realmente la molestia ya se le había pasado desde el momento en que esos tiernos ojos oscuros lo miraran esa tarde. Inconscientemente se mordió el labio inferior, deseaba un beso, ahí y ahora, pero era imposible, discreción ante todo. El moreno conocía ese gesto, sabía que quería un beso, él quería besarlo, pero tendrían que esperar a estar solos.

- si te llegas a marear o es muy cansado... – el pelinegro le hablaba al oído, ambos caminando por los camerinos.

- Chunnie, ya lo sé, deja de preocuparte, vamos a estar bien... – pasó disimuladamente una mano por su vientre, sonriendo con seguridad...

- ok, es que estoy nervioso... – el castaño sujetó su mano por un instante, lo suficiente para tratar de transmitirle confianza... – bueno, aquí vamos... – un hombre de staff los llamaba a escenario.

.......

Ese y los conciertos que le siguieron por poco más de dos semanas habían resultado en un total éxito, aunque era de llamar la atención que Jae y Junsu hayan hecho pequeñas modificaciones en sus coreografías, si bien sus movimientos no dejaban de hacer gritar a las fans. Además, el sentimiento que todos ponían, especialmente en las canciones de amor, era inigualable, el brillo en sus ojos, las miradas que se movían en contra de su voluntad hacia el dueño de sus corazones, generando así una gran fuente de segmentos YooSu y JaeHo para las fans que claro, creían que todo era fanservice, alguna que otra se atrevía a soñar y afirmar que aquello era tal vez real, pero al final todo quedaba en rumores, mientras la verdad seguía oculta comúnmente en las cuatro paredes de su departamento, y algún que otro encuentro en lugares solitarios de la disquera, como los besos que Yunho le robaba a Jae cuando se acompañaban al baño y este misteriosamente se encontraba vacío. O cuando Yoochun atrapaba a Junsu en algún camerino desolado. Mientras Min se la pasaba en la luna pensando en Kohei, sin querer aceptar lo que ya es obvio por temor a que sea solo por el reciente rompimiento.

Así, por lo pronto las cosas marchaban, dentro de lo que cabe, bien, porque el Manager no paraba de preguntarle a Yunho si los chicos ya se encontraban totalmente bien de salud, ya no se les ha visto con mal aspecto, al contrario se les ve muy sanos, aunque siguen requiriendo de descansos y, a ojos de varios, comienzan a ganar peso, que hasta los encargados de vestuario se han visto ya en la necesidad de ajustar sus vestimentas.

- solo diles que hagan más ejercicio, para que pierdan las libras que tengan de más, que hagan dieta si es necesario, recuerda que la imagen del grupo es muy importante... – Lee So Man metía papeles a su maletín, iba a salir a ultimar detalles para su presentación en un programa local, después de eso un viaje de dos semanas a Corea y de regreso a Japón para continuar con la promoción del álbum.

- sí Señor, yo me encargo de decirles... – pero internamente Yunho se preguntaba qué hacer, habían llegado al límite, era momento de tomar cartas en el asunto respecto de los embarazos, y tal como veía en esos momentos al manager, preocupado por no dejar que el éxito de DBSK se viera truncado de ninguna manera (léase, unas cuantas libras que habían ganado Jae y Junsu) definitivamente descartaba la opción de contárselo todo, capaz que desintegraba al grupo, se volvía todo aquello un escándalo, perjudicaría a su novio e hijo, y ser realmente felices se convertiría en algo más que un espejismo con la prensa y laboratorios sobre ellos tratando de averiguar cómo había ocurrido aquél milagro de vida.

- Yunho, me estás escuchando?... – So Man ya estaba en la entrada, esperando a que el moreno saliera para poder irse también él...

- sí, Señor, disculpe... – el líder salió ligeramente apenado, vaya dios a saber qué más le haya dicho el manager, porque él no escuchó ya nada...

- bien, entonces así quedamos, que se pongan a trabajar en su imagen porque el trabajo más pesado e importante comienza a finales de mes... – el hombre se alejó con pasos apresurados rumbo al ascensor y de ahí, a llenarles de más compromisos la agenda.

Yunho regresó al departamento con mal aspecto, estaba visiblemente preocupado. Apenas si entró cuando escuchó un grito de Jae, corrió de prisa hasta la habitación, su novio se encontraba con la respiración alterada y los ojos llenos de lágrimas...

- Jae, qué pasó, estás bien, te duele algo... – cuestionaba en tanto le miraba por todos lados, buscando algún indicio de malestar físico, hasta que lo tomó por los hombros viéndolo directo a los ojos... – Boo, qué sucede, me estás asustando...

- es... – sollozo... – es que... – se limpió las lágrimas, se sentía un tanto lerdo por comportarse así, las malditas hormonas que seguían haciendo de las suyas con sus estados de ánimo... – ya no me queda nada de la ropa, Yunnie... – y se largó a llorar desconsoladamente en los brazos de su novio, que suspiraba aliviado mientras le acariciaba la espalda con ternura; era solo eso, tan fácil como comprar ropa y ya... – todo lo que me entra es solo la ropa sport... – hizo un puchero, señalándose a sí mismo para que viera su vestimenta, pants, playera, una sudadera y tenis... - pero... – otro sollozo... – mi adorada ropa ya no me queda... – llorando otra vez, escondiendo su rostro en el pecho del moreno, que ahora que ponía atención se daba cuenta de que el closet estaba vacío puesto que toda la ropa estaba regada por la habitación, todo un desorden, poco común en Jae.

- ya, Boo, está bien, ahora mismo nos vamos de compras, eh, qué dices... – le dio un suave beso en la boca, después comenzó a limpiar con sus pulgares las lágrimas del rostro de su novio.

- es que, Yunho... tú no entiendes, me estoy poniendo como ballena... – puchero adorable, su blanca piel teñida de un tono rosado... – y si ya no recupero mi cuerpo, tú adorabas mi cuerpo...

- y quién ha dicho que ya no lo adoro... – al rescate de un estado depresivo... – me encanta, solo que tú no me has dejado hacerte el amor... -

- porque te lo ganaste, recuerdas?... – se justificó el castaño oscuro... – además, no lo hemos hecho con todas las de la ley, pero no te hagas que sí me has metido mano... – le sonrió coquetamente... -

- vale, tal vez lo hice... – aceptó, un sonrojo se instaló en sus mejillas, pero no de vergüenza sino de excitación porque su novio cambiando una vez más de humor, ahora se estaba poniendo de calenturiento acariciándole el trasero...

- ya pasó un mes, Yunho... – le susurró seductoramente, adiós a las lágrimas de hace unos segundos, hola a la lujuria...

Dejándose llevar a los dos les importó poco que alguno de los muchachos fuera a llegar, es más, ni sabían dónde andaban, les dan la tarde libre y se desaparecen, bueno, ahora que lo recuerda...

- Yunnie, Min... – lo paró cuando el moreno ya lo había recostado sobre la cama (y algunas de sus camisas) y le besaba el cuello...

- qué tiene?... – cuestionó distraído, todavía un solo objetivo en su mente...

- él está en... aahhh... para... – lo alejó de su cuerpo, sonriéndole con una disculpa por frenarlo así, él también quería, pero... – Min está en la sala de Música, componiendo creo, y me parece que está algo deprimido desde su rompimiento con Kohei... – eso fue suficiente para que la temperatura le bajara al moreno, que dicho sea de paso recordaba lo que el manager le dijera, o sea, regreso a las preocupaciones... – estás bien, te quedaste muy serio...

- Jae, el manager dice que tú y Junsu están ganando peso... – su novio palideció, entendía lo que eso significaba... – tenemos que hacer algo ya, no podemos esperar más ni seguir buscando excusas, el viernes nos vamos a Corea por un par de semanas, hay que aprovechar para, pues, no sé, cuando estemos todos juntos tomamos la decisión, por cierto, dónde están Yoochun y Junsu...

- me parece que ellos se fueron de compras, a Junsu tampoco le queda ya su ropa, pero yo quise esperarte a que volvieras de tu reunión con el manager, y mientras me probé todo para ver si algo me quedaba, obviamente no fue así... – sus ojos se cristalizaron otra vez pero ya no lloró... – perdona... -

- eh, porqué... – cuestionó algo confundido el moreno...

- te estoy ocasionando tantas tensiones... – acarició el rostro de su novio, pasando por sus mejillas, su frente, todo el contorno, su nariz... – te ves estresado y sé que es por nuestra causa...

- ya te he dicho, Boo, nada me importa más que tú y Junsu puedan estar lo suficientemente tranquilos durante el embarazo, estas tensiones no son nada comparado con la emoción que siento de saber cada día que voy, vamos, a ser padres... -

- eres el mejor Yunnie, no puedo imaginar amando a nadie que no seas tú... – le besó tiernamente, un beso largo, suave, pausado... – Te Amo...

- y yo a ti, JaeBoo... – lo besó otra vez, pero entonces el teléfono de la casa sonó... – yo contesto...

Pero cuando salió a la sala, Min ya había contestado...

- hola?... - al otro lado de la línea solo se escuchó silencio... – hola?... – intentó de nuevo, pero otra vez nada. Y él que no está de humor para bromas... – bien, si no es nada entonces haga el favor de no molestar, quiere... – después simplemente colgó.

- nadie te contestó?... – cuestionó el líder...

- no, y el identificador solo marca que es número privado, igual no era nada, alguna broma solamente... – restó importancia el menor.

- sí, tal vez... eh, Min, cómo estás... – actitud de padre preocupado.

- si te digo que bien no me vas a creer, verdad... – el moreno asintió, Max suspiró... – pues, lo extraño, pero, no sé, creo que no quiero apresurar nada, es decir, no quiero tomar una decisión a la ligera, me gusta mucho, siempre me ha gustado, pero siempre que pienso en lo que extraño de él termino pensando en... – se sonrojó violentamente... – bueno, ya sabes, así que no puede decirse que lo amo, y no pienso volver con él solo por una atracción física y de deseo...

- y porqué no intentan ser amigos, Min, es raro verlos con ganas de hablarse, yo creo que podrían intentarlo, es decir, tuvieron una relación y definitivamente no la terminaron de la mejor forma, pero, siempre es bueno tener alguien con quien hablar aparte de la familia...

- sí, tal vez... – pero el menor no estaba convencido de aquella posibilidad, como Kohei le permita algún tipo de acercamiento sabe que terminarán intimando, y al caño sus intentos por olvidarlo.

- solo piénsalo... pero cuando digo que lo pienses no me refiero a que lo analices como algo lógico, cuantificable o todos esos raciocinios que sabes manejar muy bien porque sin duda eres un genio, Min; el corazón también piensa, sabes, y cuando lo hace te permite sentir cosas, darte cuenta de ellas... – el moreno se acercó a darle un abrazo paternal... – la vida es como las canciones, es más que simples notas al azar, es ponerles un sentimiento para que lleguen a los corazones de las personas y les inspire algo en particular... -

ChangMin le miró algo confundido, pero viniendo de su appa, aquellas palabras debían ser un buen consejo que llevar a la práctica.

.........

- aahhh, Chunnie... eres... mmhhh, un pervertido aprovechado… - el castaño trataba de no gemir muy fuerte, de hablar en susurros, Yoochun se las había ingeniado para raptar a Junsu en el probador de una tienda departamental y ahora se encontraba atrapado entre la pared y el cuerpo del pelinegro, en tanto éste le envestía suavemente (por aquello del embarazo, pero por dios que difícil era controlarse con su delfín), las piernas del castaño abrazándole por las caderas.

- es tu culpa... mmhhh... Su, por... aahhh, aahhh... ser perfecto... – entre gemidos, el ratón continuaba sus estocadas en el cuerpo de su novio, besando su cuello cada tanto, disfrutando del roce que el miembro del delfín hace entre sus torsos desnudos, con la camisa desabrochada pero sin retirar, los pantalones del castaño en el suelo, los suyos en sus tobillos. Había sido todo muy rápido, el deseo se había apoderado de sus sentidos y cuando menos se dieron cuenta ya se encontraban enfrascados en su pasión.

- Chunnie... mmhhh, más... aahhh.... rápido, por favor... – el castaño sentía que le quemaba todo el cuerpo y que el pelinegro estaba siendo demasiado cuidadoso con él, quería que llegara hasta el fondo como solía hacerlo, quería sentir el chocar de sus caderas en un vaivén desenfrenado.

- aahhh, Su, no... mmhhh... no es, bueno... – jadeos ahogados en un beso, que si no, gritaba de placer, aunque al final Junsu le mordiera un poco salvaje el labio dedicándole una sonrisa lasciva... – aahhh... – aunque haya sido excitante, sabía que su novio estaba tratando de enloquecerlo para lograr su objetivo, que dejara de ser delicado con él, pero, su bebé... -

- estamos bien... mmhhh, no nos harás... aaahhhh... daño... – el delfín se abrazó aún más al cuerpo de su amado, besándolo con toda la lujuria que recorre sus venas, logrando que el ratón por fin respondiera con embestidas más fuertes, más rápidas y profundas.

Algunos minutos después ambos se corrieron, el ratón en el interior de su novio, y éste en sus torsos. Se dieron un beso más calmado, mientras Yoochun bajaba con cuidado a Junsu, sus cuerpos aun temblando por el orgasmo alcanzado, realmente era algo que nunca les ha faltado, con Junsu sabe que siempre alcanzará el éxtasis, con él y nadie más, estar con él no tiene comparación con ninguna de sus experiencias sexuales pasadas (pues sí, que el ratón no llegó virgen a su primera vez con Junsu, mientras que el delfín sí que lo era).

- no me vuelves a acompañar a comprar ropa solo... – le dijo el castaño con un sonrojo de vergüenza, sí, después de montárselo en un lugar público donde cualquiera los podría haber pillado, al delfín le entró lo puritano.

- pero si te ha encantado, Su... – el pelinegro le ayudaba a su novio a terminar de vestirse, él rápidamente había abrochado sus pantalones y camisa, pero su novio había tenido más trabajo, además, ya no le permitía agacharse, porque es mala postura para el embarazo.

- calla, ratón pervertido... – pero su sonrisa de satisfacción lo delataba completamente.

- Te Amo... – se fundieron en un beso tierno antes de salir, disimuladamente y uno por uno, de ese pequeño probador.

- también te amo, ratón pervertido... – Junsu tomó el pantalón que había sido causante de su aventura sexual ahí, que ni se lo había probado pero ahora tendría que comprarlo para no sentirse tan culpable.