KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Our World

Sus mundos eran totalmente diferentes, sus familias y amigos no entendían su relación, pero lo que sentían el uno por el otro, era más fuerte que todo lo demás. Lo que no sabían, es si esto sería suficiente para estar juntos.

El príncipe de los bárbaros

En un mundo antiguo un hombre busca levantar a su pueblo e inicia la búsqueda de un ser que le brindará todo el poder que necesita, sin saber que forma parte de un historia muchísimo más grande que su propia ambición. Shim Changmin y Kim Junsu se encontrarán de forma inesperada para formar parte de un destino dictado por la atracción entre gemas.

Insano

Junsu no podía creer que aún después de todo ese tiempo de humillaciones por parte de sus dos mejores amigos él no se hubiera vuelto completamente loco, desquiciado; en cambio se sentía renovado, en una nueva piel.

Lluvia de estrellas

¿Crees en los deseos? Yunho alzó la vista al cielo y con una lágrima oró a las estrellas para que le concedieran un deseo… desde ese momento el destino de Changmin reposó entre sus manos. El máximo inconveniente es recordar… ¿quién es Changmin?

You are everything I've been looking for

Después de una decepción amorosa, Changmin decide alejarse de la vida como la conoce, acompañado de su mejor amigo Jonghyun. Juntos descubrirán sentimientos que les cambiarán la vida para alejarlos o acercarlos más, mientras conocen a un grupo de peculiares personas en un lugar común y corriente...

Dolor

Todos tenemos algo que ocultar en nuestras vidas pero ¿Qué ganamos con eso? ¿El guardar todo ese dolor solo para nosotros, no también causa dolor a los que nos rodean?

Novio secreto

La relación de Changmin y Jaejoong era un secreto para el mundo, sus únicos testigos eran aquellos lugares donde se veían a escondidas, los testigos mudos de su amor y su pasión, de su tristeza y desesperación.

Dreams on Fire capítulo 14: La Anciana

Nota: por fin!! Siento el retraso, pero ya saben, crisis de escritor. Disfrútenlo!
Ah y "Ahjuma" significa señora n.n

XIV: La Anciana

Terminó la noche y llegó la mañana. Junsu dormía profundamente en su cama, abrazando dos de sus almohadas, cuando la luz del sol lo despertó lentamente. Abrió los ojos despacio y encontró a Yoochun de pie frente a él, mirándolo. Por un momento se sobresaltó, pero luego recordó todo lo que había pasado el día anterior. Se rascó la cabeza al nivel de la nuca y sintió la cadena que guardaba la llave, colgando de su cuello. La había recuperado y ahora estaba segura con él. Pero no estaba seguro si era el momento de liberar a Yunho o no. Lo mejor sería preguntarle al propio príncipe.
-Buenos días – saludó primero que nada a Yoochun, sentándose.
-Buenos días – respondió el fantasma, - Junsu, ¿puedes llevarme con el rey?
-¿Eh? – Junsu dejó de tallarse los párpados con los dedos para mirarlo, confundido, - ¿quieres que te lleve con Changmin?
Yoochun asintió.
-¿Por qué? Él fue quien te…
-¿Qué? – lo interrumpió Yoochun. ¿Qué no recordaba su propia muerte?
-No importa. ¿Por qué quieres verlo?
-Es complicado. Sólo sé que quiero verlo otra vez.
-Aish – se resignó Junsu, levantándose de la cama, -está bien. Me bañaré e iremos a verlo, ¿está bien?
Yoochun asintió y esperó hasta que Junsu estuviera bañado, vestido y peinado para ir a ver a Changmin, llevando consigo la pluma del poeta por supuesto. Llegaron frente a la habitación del rey y Junsu dudó.
-Te lo advierto, es probable que no te guste lo que encuentres.
-Me arriesgaré.
-Está bien.

El pelirrojo abrió la puerta y ambos entraron a la habitación. Changmin estaba despierto, acostado con la sábana cubriéndolo hasta la cintura, de lado, mirando el cuerpo que yacía a su lado. El fantasma del pelinegro no lo podía creer. Quien yacía al lado de Changmin era él mismo. O más bien su cuerpo. Junsu sólo se quedo observando como el rey miraba a su poeta, acomodándole el cabello y tocando su mejilla.
-Yoochunie…
Lo escuchó susurrar.
El fantasma del poeta se alejó de al lado de Junsu y se acercó al rey.

-Majestad.
Changmin no volteó.
-Changmin –Yoochun intentó tocar su hombro pero lo traspasó. Por un segundo se había olvidado de su calidad etérea.
-Señor – habló de repente Junsu. Changmin volteó.
-¿Qué haces aquí, Junsu?
-Quería preguntarle si quería hacer algo en especial hoy o algo.
Changmin negó. Miraba fijamente a Junsu aunque Yoochun estaba flotando justo frente a él, entre él y Junsu. Yoochun se acercó más. Aún así Changmin miraba fijamente a Junsu.
-¿No me ve? – se preguntó Yoochun en voz alta. Changmin no le respondió. Junsu lo miró y negó con la cabeza.
-¿En verdad no quiere hacer nada, majestad? – preguntó el pelirrojo.
-No. ¿Cómo te lo tengo que hacer entender? – respondió el rey con amargura.
-Bueno, es que no me parece sano que se quede aquí todo el tiempo, al lado de…él – añadió Junsu. Changmin se levantó de la cama, hastiado y se acercó a Junsu.

Yoochun lo vio levantarse, caminar hacia él y… lo sintió traspasarlo. Fue como si le hubiesen vaciado un balde de agua helada y le hubiesen tapado la boca y la nariz con fuerza, todo al mismo tiempo. Aún siendo un fantasma pudo sentir todo eso.
-No me ve…
Junsu miró a Yoochun detrás de Changmin. Se sentía mal por él.
-No quiero hacer nada – le decía Changmin al mismo tiempo que Yoochun se encogía literalmente detrás de él, - absolutamente nada más que quedarme aquí, en mi cuarto. A solas. ¿Me estás escuchando, Junsu?
-Sí, señor – mintió Junsu. Había escuchado la mitad.
-Entonces toma tu molesto cuerpo pelirrojo y lárgate.
El consejero asintió y salió de la habitación, despacio, esperando que el fantasma lo siguiera. Se quedó fuera de la habitación, frente a la puerta esperando un rato.
Adentro, Changmin volvió hacia su cama, atravesando por segunda vez a Yoochun sin siquiera notarlo.
De nuevo invadió al poeta esa sensación de vacío, frío y ahogo. Vio al rey sentarse al lado de su cuerpo y no lo resistió más. Salió de ahí, traspasando la puerta y siguió flotando hasta la que había sido su habitación.

-¡Yoochunie! – Junsu lo siguió y lo encontró sentado sobre la que había sido su cama.
-Él no puede verme, Junsu. Tú lo haces. Changmin ni siquiera me escucha.
Junsu simplemente lo observaba.
-Lo sé, me di cuenta.
-Como algo que no se puede ver. Como algo que no se debería ni siquiera de oír. Me sentí ignorado. Inclusive pasó a través de mí.
-Quizás debiste hacer algo más para que te notara. Hacer más ruido, hablar más fuerte.
-¿Pero qué podría haberle dicho? ¿“Majestad, míreme, soy el fantasma de su poeta, el único que le amó de verdad aunque fuera lo que es”? ¿Algo así?
El pelirrojo no sabía qué responderle.
-Debí haberme ido en cuanto pude. En cuanto le di la bofetada debí salir corriendo hasta llegar a otro pueblo como era mi costumbre. Pero me quedé como un idiota. Y ahora estoy… estoy…
-Muerto.
-Sí. Muerto. Y ni siquiera puedo pasar al cielo o al infierno por mis pecados. Estoy atorado en el limbo sin saber cómo hacer para atravesarlo y la única persona por la que me quedaría ni siquiera nota mi presencia.
Junsu se sintió algo excluido pero no era el momento de reproches.
-Lo siento – fue lo único que se le ocurrió decir.
-Ojalá el rey pudiera decir lo mismo que tú – el pelinegro volteó a verlo, - Perdona. No es que tú no seas importante para mí. Somos amigos. Pero el rey…
-No importa. Lo comprendo, Yoochun. No necesitas explicarme.
Se quedaron en silencio. Junsu se preguntaba si Yoochun ya no recordaba cómo había muerto. Porque hablaba del rey como si él también fuera inocente de lo que había pasado. Quizás… había escuchado a la anciana que cuidaba ahora del capitán decir que algunos espíritus no recuerdan su muerte, normalmente porque ésta fue tan atroz que prefieren bloquearla, tal como pasa con la mente humana de los vivos.
-Quizás ése sea mi asunto.
-¿Perdón? – la repentina voz de Yoochun lo tomó por sorpresa.
-Quizás hacer que Changmin me vea es mi asunto pendiente.
-Suena razonable – calibró Junsu.
-Me ayudarás, ¿cierto?
- Por supuesto – sonrió el pelirrojo, - y de hecho tengo idea de quién podría orientarnos en ese aspecto del mundo espiritual. Sígueme.

****
Aprovechando que el rey pensaba quedarse encerrado en su habitación, consejero y fantasma salieron de los terrenos del palacio hacia el pueblo. Yoochun se sentía tan mal, estaba tan deprimido, que su forma fantasmal tenía la mitad del tamaño de Junsu, quien cabalgaba a su lado, sin decir nada. Llegaron al pueblo. Sus calles estaban de nuevo llenas de gente. Al parecer la gente, al darse cuenta de que el rey no tenía ganas de salir a visitarlos como antes, había recuperado un poco de su alegría habitual. El cielo estaba muy azul, con algunas nubes que quizás darían algo de lluvia, había niños y animales jugando junto a los puestos de comida… el mundo exterior parecía mil veces más feliz que aquél que vivía Junsu dentro del castillo, mismo que había acabado con Yoochun.

Pronto llegaron frente a la casa en la que el consejero había dejado al capitán. La muchacha que Junsu había visto ese día estaba afuera, tejiendo un arreglo de flores, mientras Jaejoong sostenía algunas de ellas. Aún tenía la mirada perdida, pero se veía más vivo que antes, por decirlo así. Además, su cabello ahora era negro.
“Menos mal”, pensó Junsu al verlo, “él la está pasando mejor que nosotros”. Bajó del caballo y se dirigió hacia la chica, Yoochun flotando tras él. La chica lo saludó y luego miró a Yoochun.
-¿Puedes verlo? – le preguntó el pelirrojo al notar su mirada sobre el poeta.
-Sí. Mi familia es sensible a este tipo de cosas.
-Que interesante – sonrió.
-Oppa, ¿a qué has venido?
-A visitarlas a ti y a tu abuela y al capitán. Veo que está mejor.
-Sí, se ha recuperado un poco. Aunque aún no vuelve a hablar y camina con torpeza. Es como un niño pequeño.
-Puedo preguntar, ¿por qué el pelo negro?
-Para que le sea más difícil a la gente reconocerlo. Es mejor para él y para nosotras que nadie sepa de dónde vino.
-Entiendo – suspiró Junsu, mirando al capitán, quien miraba las flores, perdido en otro universo mejor que éste.
- ¿Quieres que llame a mi abuela, oppa? – le preguntó la chica.
-Sí, por favor. Necesitamos su ayuda.

Un rato después la chica los hizo pasar a la casa y luego trajo al ex capitán también adentro. La anciana los recibió en una pequeña sala, escasamente amueblada, pobre, pero muy limpia.
-Hija, ofrécele algo de sopa a nuestra visita – dijo la anciana.
Ya que Junsu tomó un plato de sopa y empezó a probar el segundo, cortesía de la anciana, la mujer volvió a hablar.
-Es sobre ése fantasma, ¿cierto?
Junsu se atragantó.
-¿Cómo lo sabe?
-Usted me lo acaba de confirmar, jovencito. ¿Qué necesitan?
-Bueno…
-Señora, -dijo Yoochun, - me gustaría que me ayudara a resolver mi asunto pendiente para poder irme de este mundo en paz.
-Ya veo. ¿Tienes alguna idea de cuál es tu asunto pendiente, poeta?
-Bueno, creo que debo lograr que el rey me vea. Junsu me ve, usted y su nieta me ven. Él ni siquiera me escucha.
-Qué extraño. ¿Sentías algo por él?
Junsu miró a Yoochun, intrigado.
-Sí. Creo que sí.
-Más raro aún, -reflexionó la anciana, - debería de poder verte, a menos que…
-¿Qué’ ¿Hay alguna explicación para que no pueda verme el rey Changmin?
-Dos en realidad. Pero no le gustará oírlas.
-Dígame, por favor nuna. Necesito saberlo.
-¿Nuna? – rió la mujer, - niño, tengo edad para haber sido tu abuela.
-Ahjuma. Ahjuma-nim entonces. Dígamelo. Necesito saberlo.
-Está bien. La primera razón es que el rey no te corresponda en ese afecto.
Yoochun se encogió una vez más.
-Eso no puede ser, ahjuma – intervino Junsu, - el rey se pasa los días abrazando el cuerpo de Yoochun porque lo extraña. Dudo que no sea correspondido.
-¿Su cuerpo? ¿Aún lo conserva?
-Sí. Y sin ofender, Yoochun, pero ya empieza a oler…
-Necesitarán embalsamarlo bien. Yo podría hacerlo.
-¿De verdad? Gracias, ahjuma.
-¿Cuál es la otra opción? – repuso Yoochun, rogando que fuera mejor que la primera.
-La otra opción es que el sujeto en cuestión que no puede verte no lo merezca.
-¿Pero por qué?
-Puede ser que su alma sea impura o que haya tenido que ver con tu muerte o ambas.
Yoochun se encogió aún más, del tamaño de un muñeco de trapo. Acto seguido salió de la habitación traspasando la pared.
-Yoochun…
Una voz que hasta entonces no se había escuchado pronunció su nombre. Las dos mujeres y Junsu voltearon a ver a Jaejoong.
-Parece que lo reconoció – dijo la mujer.
-Incluso él puede verlo – reflexionó Junsu, - disculpe, ahjuma, donsaeng. Iré a hablar con Yoochun.

-¿Estás bien? – le preguntó Junsu, sentándose en la barda, al lado de donde el fantasma del poeta flotaba.
-No. No puedo creer que Changmin me haya asesinado. No entra en mi entendimiento.
-Lo lamento, Yoochun, pero así fue. Accidentado, pero sucedió. El rey pensó que era el capitán y…lo siento.
-Ya debería de admitirlo, Junsu. Changmin no me quiso como yo a él. Sólo fui y aún soy su capricho, por eso ni siquiera entierra mi cuerpo ni me ve.
-Sí. Deberías renunciar ya a él. Sólo así estarás en paz.
-¿Y si de todas formas no logro irme a descansar al más allá? ¿Y si en verdad mi asunto pendiente es hacer que Changmin me vea?
-De ser así tendremos que encontrar la manera de que te vea. Incluso Jaejoong hyung te ve.
-¿De verdad?
Junsu asintió.
-Hijos míos – los llamó la anciana, - ya deberían de volver al palacio. Mañana pasen por mí para que vaya a conservar el cuerpo del poeta.
-Está bien. Gracias, ahjuma.

****


-Señor, creo que es necesario que alguien venga a ayudarle a conservar a su poeta – le sugirió Junsu una vez que Changmin le permitió entrar y cedió a escucharlo.
-Está bien. Ve mañana a buscar a alguien que pueda hacer eso.
Junsu asintió y salió de la habitación. Ésa vez Yoochun prefirió esperarlo afuera. Era menos pesado que sentir como la mirada de Changmin lo traspasaba.
-Vamos a descansar y mañana iremos por la anciana, Yoochun.
-Está bien.
Mientras el resto del palacio y del reino dormían, Yoochun pasó la noche en vela, observando las estrellas.
-Fui un tonto. Aún soy un tonto.

A la mañana siguiente, mientras los gallos del pueblo cantaban, Junsu se levantó, se dio un veloz baño, se vistió y salió de nuevo a caballo con Yoochun a su lado. Cuando llegaron a la casa de la anciana ella ya los estaba esperando afuera con un morral lleno de medicamentos y pociones hechas con flores y hierbas. Junsu descendió del caballo y le ayudó a subir para luego montar detrás de ella y cabalgar de vuelta al palacio.

-Majestad, ésta mujer es chamana y dice que puede conservar al poeta – la introdujo Junsu al llegar a la habitación del rey. La mujer se acercó con sigilo e inclinó la cabeza hacia el rey.
-Está bien. Espero que haga un buen trabajo, por el bien de los dos.
-Lo haré, majestad, - repuso la anciana, - ahora, si me permite, necesito que me dejen sola con el cuerpo.
Junsu insistió y Changmin por fin se alejó de su poeta. Ya que ambos salieron de la habitación, la mujer empezó a purificar el cuerpo de Yoochun, limpiándolo con aceites y cremas. El espíritu del poeta la observaba, a un lado.
-Quedará como nuevo – sonrió la anciana.

Mientras, afuera, Changmin esperaba, impaciente, y Junsu lo observaba caminar de un lado al otro del pasillo. Un par de horas después, la anciana se asomó fuera de la habitación y llamó al rey. Ansioso, Changmin regresó a su habitación y miró impresionado el cuerpo de su poeta. Ahora sí parecía que estaba simplemente dormido.
-¿Le gusta?
-Hizo un excelente trabajo.
-Y tendré que repetirlo una vez al mes para que siga así.
En cuanto Yoochun vio entrar a Changmin, regresó al lado de Junsu.
-Vamos, mientras la anciana habla con el rey hay que ir con el príncipe. Tenemos que resolver el asunto de la llave.

Juntos descendieron una vez más a los calabozos, Junsu cargando un plato de comida, el cual pasó entre los barrotes y acercó al joven príncipe. Al ver la comida, Yunho se apresuró a devorarla.
-¿Qué ha pasado? ¿Por qué no habías vuelto, Junsu? – preguntó una vez terminó de comer.
-Pues, tenía unos asuntos que arreglar…
Yunho dirigió su mirada al lado de Junsu y sus ojos se abrieron por completo.
-¿No me dijiste que Yoochun estaba muerto?
-Sí, lo está, -repuso Junsu, -¿puede verlo?
Yunho asintió.
-¿Es un fantasma?
-Sí.
-Increíble, inclusive usted puede verme, - murmuró Yoochun, deprimido.
-¿A qué se refiere? – preguntó Yunho, pero Junsu le hizo una seña para que no indagara más.
-Luego le explico.
- Bueno. ¿Tienes la llave?
-Sí. Yoochun me ayudó a recuperarla – dijo Junsu, mostrándosela.
-Ya. Gracias, poeta.
-Por nada.
-¿Ahora qué haremos, majestad? –preguntó Junsu.
- Liberarme y huir de aquí. Una vez lejos pensaremos qué hacer para quitar a mi hermanito del trono y retornar las cosas a como deberían de ser.
-¿Cree que ahora es el momento?
-¿Por qué no?
-No lo sé. Changmin está aún deprimido por lo de Yoochun, pero…si se da cuenta de que no estamos seguramente nos mandará buscar y fusilar en el acto- explicó el pelirrojo.
- Quizá. Pero si nos tardamos más, será peor.
-¡Por Dios!

Los tres hombres voltearon hacia la entrada de los calabozos. La anciana chamana estaba ahí, de pie, mirando a Yunho llena de sorpresa, misma que contagió a los otros tres al verla ahí. El mayor secreto del palacio había sido descubierto.
-Ahjuma… - dijeron Junsu y Yoochun.
-¿En verdad es el príncipe Yunho quien está ahí?
-Sí, buena mujer. Soy yo – respondió Yunho. ¿Qué otra cosa podían hacer ahora más que decirle la verdad? De pronto se le ocurrió una idea.
-Está vivo- dijo la anciana.
-Sí, ahjuma. Siempre estuvo vivo – explicó Junsu.
-No comprendo.
-Changmin lo mantuvo prisionero – añadió Yoochun, - igual que a nosotros.
-No puedo creerlo. ¿El rey mató al poeta y mantuvo prisionero a su hermano, diciéndole al pueblo que estaba muerto? ¿Qué otras atrocidades ha hecho ése mocoso tirano?
“No tiene idea…” pensó Junsu.
-Por favor no se lo diga a nadie, ahjuma, - dijo Yunho, - guarde el secreto de que sigo vivo.
- Está bien. No lo diré. Se los prometo – se resignó la anciana, - pero no comprendo para qué quieren mantenerlo en secreto.
-Es demasiado arriesgado que el pueblo se entere de la verdad, ahjuma. Por eso – continuó Yunho.
-Cómo quieran – accedió la mujer. Después Junsu y Yoochun la acompañaron de vuelta a su hogar.
-De verdad, ahjuma, gracias por ayudarnos. Pero prometa que no dirá nada de lo que vió en el calabozo.
-Lo prometo – reafirmó la anciana.
-Gracias.
Sin embargo, en cuanto entró a su casa la mujer le contó a su nieta todo lo que había visto y oído en el palacio. Ésta, al día siguiente, se lo contó a una amiga suya, quien se lo contó a su novio, quien se lo contó a sus amigos del mercado… pronto el pueblo se llenó de un murmullo inconforme.
Mientras tanto, en el palacio, Junsu y Yoochun regresaron con Yunho, preocupados sobre lo sucedido con la anciana.
-Majestad, ¿cree que la mujer guarde el secreto? – le preguntó Junsu.
-No. Y en realidad espero que lo divulgue por todo el pueblo.
-¿Eh? – Junsu no comprendió.
Yunho sonrió con picardía. Su plan era enfurecer al pueblo con la verdad. Así no serían sólo dos hombres y un fantasma contra Changmin, sino todo el reino. Cuando la ola de rebelión comenzara a reventar, sería el momento perfecto para destrozar al rey Changmin.

Una Carta Al Cielo

Titulo: Una Carta Al Cielo
Autora: Joey
Pareja: YunJae
Género: Romance Slash, Drama
Extensión: Oneshot
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Aún recuerdo el día que choqué intencionalmente contigo para poder hablarte. Después de aquella ocasión, supusimos que mi vista empeoraba cada día, pues día a día chocaba contigo. Mi tonta escusa era un ligero ‘Lo siento, no te vi’. Y tu cálida sonrisa iluminaba la mañana y un ‘descuida’ era todo lo que necesitaba para terminar el día. Aun recuerdo el olor de las flores de aquel puesto que atendías. Aún lo siento…

Recuerdo pues, el día que me acerqué a ti sin accidentes y me sonreíste, otra vez, pero como nunca. _Comenzaba a creer que era invisible para ti_ Dijiste riendo. Que estúpido fui, al hacerte sentir mal, pues aunque no me lo dijeras yo lo sabía. Lo siento. A partir de ese momento no hubo ningún momento nublado… Nos hicimos amigos, porque así tenía que ser. Ahora también recuerdo la noche en que accidentalmente marqué tú número en vez del de un amigo… y tú amablemente reíste y después yo te invité a cenar… tanto así lo recuerdo que aún me duele que en esa ocasione me hayas dicho que no podías.

‘¿Pero qué tal otro día?’ Aquellas palabras me esperanzaron mucho, como no pudieras haberte imaginado. El día llegó, pero tú no con él. Marqué varias veces a tu teléfono. Quizás te había pasado algo, quizás ya no querías verme… quizás…

Pero nunca hubo una respuesta. Estaba molesto y cansado de esperarte en esa cafetería junto a tu florería. ¿Me había hecho falsas ilusiones? Probablemente…

Esa noche lo que más deseaba era que la pantalla de mi celular se encendiera con tu nombre grabado y que al contestar, tú comenzaras a disculparte por no haber asistido a la cita… lo ansiaba con tantas fuerzas, que no me di cuenta que estaba pidiendo el peor de mis deseos.

Cual pedía, el teléfono sonó y tú nombre escrito en la pantalla lucia, sonreí pero al instante recordé que lo que venía era serio. Bastaría en hacerme el resignado y luego aceptaría que fuéramos a tomar algo otro día… que estúpido soy. ‘Lo siento Yunho… ya no podré verte más’.

‘Qué… ¿Hice algo mal Jaejoong?’

‘… no…. ‘

¿Entonces? Yo no lograba entender tus palabras… Si no había nada malo en mí… entonces.

‘¿Pasa algo Jaejoong? ¿Te encuentras bien?’

‘…no…’

Demasiados sentimientos se encontraron esa noche. Todo estaba mal… Nada podía ser cierto. Tú no podías estar muriéndote en la camilla de algún hospital… y yo no podía seguir ahí sin hacer nada.
Corrí. Corrí con todas las fuerzas que mis piernas podían dar. Y lloré. Lloré con todas las fuerzas que mi alma lograba obtener.

Pero no importó cuanto corriera… o cuanto llorara. No llegué a tiempo.

‘¿En dónde estás?’

‘… En el… hospital de Seúl’

‘ Voy para allá!’

‘No… no vengas…’

‘Claro que voy, no tardaré’

‘No vengas…Yunho… Te quiero’

‘… no deberías confesarte por una llamada, eso es muy informal’ Las lagrimas caían una por una mientras no podía evitar lastimarme con el celular, por la fuerte forma en la que lo sostenía. Escuché una risilla, la más hermosa en el mundo. Y luego tu negación.. ‘No vengas’. Pero fue demasiado tarde, yo ya iba bajando las escaleras del departamento…

Leucemia… no había nada que hacer. Si lo había… pude haberte amado más intensamente y sin miedos. Pude haberte protegido desde el primer segundo que te vi.

Ni la locura, ni la pena me embriagaron, porque sé que eso no te gustaría. La absoluta tristeza, la soledad y la melancolía, me acompañaron después de tu partida. De repente levantarse por las mañanas ya no era tan fácil… de repente arreglarme e ir a pasear al parque ya no tenía sentido… de repente las plantas ya no florecían como antes…

De repente mi mundo cambió. Sin ti. ¿Qué más esperaba de la vida?

El trabajo se hizo vano, como todo lo que me rodeaba… y a punto de caer en la desesperanza, regresé al parque, a la esquina donde te había conocido. Ahí donde ahora tu florería se hallaba cerrada. El único recuerdo vivido de todas esas mañanas, tardes, e incluso noches, en las que nos veíamos; era ese pequeño lugar. Entonces me prometí no dejarlo morir… yo lo amaría, tanto como tú lo amaste, y tanto como yo te amé.

Ahora, sigo. Adelante. Y miro hacia atrás para recordarte, con alegría. Me levanto temprano a regar las plantas y me voy hasta que el último rayo de sol deja de brindarnos su calor. Un calor casi comparable al que me dabas con cada una de tus sonrisas.

Y termino porque ya no hay más papel, porque la tinta se acaba y por mis lágrimas ya son imposibles de contener.
Por favor, sígueme cuidando desde allá arriba, sigue siendo la luz de mis días en el sol y la esperanza de mis noches en las estrellas…

Esta carta ya no la leerás, aún así, la enviaré en el cielo… y allá si algún ángel la encuentra, espero que te diga, cuanto te amo.


FIN

Xiahtic Cap. 1: Equis (X)

1. Equis (X)




-Pasa, por favor – el chico blanco de cabello negro y largo le había abierto la puerta del departamento.

Éste sería su nuevo hogar, y sólo por que quedaba más cerca de su escuela, aunque no de su trabajo. Pero sería más sencillo salir temprano para llegar a trabajar que levantarse a las cuatro de la mañana para llegar a la escuela a las ocho, ya estaba harto de eso.
El departamento no estaba nada mal. Era amplio, las áreas a compartir eran el baño, con w.c, lavabo, regadera y tina, un cuartito con lavadora y tendedero así como burro para planchar, además de la sala de televisión y juegos y la cocina con su pequeño comedor. El área privada eran las seis habitaciones que consistían en cama individual, armario, repisas y un escritorio.
-Hasta ahora sólo cuatro de las habitaciones han estado ocupadas – le explicó el de cabello largo. Justo en ese momento un chico alto, de piel tostada y cabello igual de largo que el del chico blanco pero castaño salió corriendo de una de las habitaciones.
-¿Otra vez tarde, Yunho hyung? – sonrió el chico blanco. El castaño volteó y le regresó la sonrisa.
-Ya lo sabes, como siempre.
-Te quería presentar al nuevo residente, el joven Kim…
-Junsu – dijo él, algo apenado.
-Mucho gusto – dijo Yunho, moviendo sus lentes - luego me presento con más propiedad, tengo prisa - y dicho esto desapareció escaleras abajo.
- Es buena persona – dijo el de cabello oscuro, - aunque aquí entre nos es una loca – añadió en voz baja, con una sonrisa pícara.
Junsu asintió, sorprendido. Nunca se habría esperado semejante carta de presentación de uno de sus futuros roomates.
-Sólo no entres a su cuarto o te llevarás un buen susto un día. Por lo demás puedes contar con él como un buen amigo, igual que conmigo. Soy Park Yoochun por cierto.
- Lo sé, ya se había presentado, hyung.
-¿En verdad? Creí que no. En fin. Háblame de tú, por favor. Y ya que te he presentado a uno de tus nuevos compañeros de departamento te mostraré dónde vive cada uno. Ésta es mi habitación, la primera de la derecha. La primera de la izquierda siempre ha estado vacía desde que llegamos.
-¿Por qué?
-No lo sé. Tampoco Kim Jaejoong lo sabe, y él fue el primero en llegar aquí. Ahorita no está, vive tras la tercera puerta a la izquierda. Cuando vuelva te lo presento. Aunque ha estado muy poco últimamente en el departamento, puedes contar con él también. Es casi el papá de todos los demás.
-¿Y por qué casi nunca está, hyung?
-Creo que tiene novia. No me ha querido contar la verdadera razón el muy ingrato.
Junsu rió. Su risa invadió todo el departamento prácticamente. Yoochun se contagió y rió también.
-Bueno, como viste la habitación de Yunho es la tercera de la derecha. Tu habitación es la segunda de la izquierda, al lado de la de Jaejoong hyung – explicó Yoochun una vez la risa casi se desvaneció.
-Es decir entre la de Jaejoong hyung y la que está vacía.
-Correcto.
-¿Quién vive enfrente?
-Enfrente…-Yoochun miró la puerta.
Enfrente de Junsu vivía Shim Changmin. Era el donsaeng de todo el departamento, y para Yoochun había sido más que eso hacía un par de meses….


***
Changmin se acababa de mudar al departamento en el que Yoochun vivía con Yunho y Jaejoong. Acababa de pasar a preparatoria y se había inscrito a la misma que asistían los otros tres, a dos calles del departamento. Desde que entró por la puerta del departamento algo en él llamó la atención de Yoochun. Alto, de piel color canela, con el cabello a la altura de la barbilla color castaño… para cualquier chica era un príncipe azul, pero ¿para Yoochun? Ambos eran hombres y que Yoochun supiera no era como Yunho. Aún así verlo en los vestidores con poca ropa llevaban la mente del de piel blanca a volar demasiado alto y demasiado subido de tono. No podía evitar que pasaran por su mente imágenes de su donsaeng Shim desnudo, aunque jamás lo hubiese visto así. Lo peor era que también se encontraba con él en el departamento y ya más de una vez lo había visto en toalla, mojado, saliendo de bañarse. Jamás se habría imaginado que el de piel canela tenía la misma extraña sensación.


La fiebre se desencadenó tras un partido de basquetbol. El equipo de Yoochun era contrario al de Changmin, y ambos grupos jugaban como si se les fuera la vida en ello. Changmin era más alto que casi todos por una frente o más, pero Yoochun era más ágil. Pronto ambos rivales se encontraron peleando cuerpo a cuerpo por la pelota, los brazos enredados rodeando el preciado objeto naranja, hasta que perdieron el equilibrio y Yoochun se encontró de espaldas en el piso con Changmin encima de él. El contacto de sus dos cuerpos, tan cerca, desencadenó ondas de calor que jamás habrían creído que podrían sentir en una situación así. El profesor los separó y marcó tiro libre al equipo de Changmin, pero eso no pudo frenar la nueva urgencia y la desesperación que ahora sentían. Terminó el partido de los de segundo contra los de primero y todos se fueron a cambiar para luego volver a clase. Todos menos Park y Shim.
Fue la primera vez que Changmin se “volaba” o se saltaba una clase, pero valdría la pena.

Acorralado contra la pared acariciaba la espalda de su hyung, levantándole la camisa de deportes, besando los labios de Yoochun mientras él tiraba de sus shorts para bajárselos.


-Hyung…
Tenían poco tiempo y sus hombrías ya exigían más acción, así que aceleraron la preparación y las caricias hasta que Changmin se encontró con las largas piernas separadas y la parte más baja del cuerpo de su hyung entre ellas. Siendo tan alto no hacía falta que Yoochun lo cargara demasiado, simplemente lo levantaba un poco y lo bajaba, sujetándolo de la cadera, mientras él hacía lo mismo con su cadera, hacia arriba y hacia abajo, al fondo y afuera. Changmin intentaba no gemir mordiéndose los labios, aferrando los hombros de su hyung, clavándole las uñas. Era demasiado grande y él aún era nuevo en ello, aún era estrecho y le dolió su invasión, con todo y la preparación que había sido algo acelerada.


-¿Te duele, donsaeng?
-Mucho.
Demasiado en realidad, al grado de que quería llorar pero ya era grande para eso. Los hombres no lloraban le había dicho su padre. Para ayudarlo Yoochun empezó a besar su cuello y sus hombros, y poco a poco con cuidado soltó su cadera con una mano para colarla entre sus cuerpos y acariciar su miembro, proporcionándole algo más de placer que suavizara la dosis de dolor que su miembro le estaba proporcionando a su donsaeng. Pronto surtió efecto y Changmin se relajó. Aún dolía, pero le estaba causando un extraño placer.


-Aah..aah hyung…
-Changmin…

Las embestidas se volvieron más fuertes y profundas mientras la mano blanca apretaba cada vez más fuerte y más rápido el miembro del moreno. Con la piel cubierta de sudor, el rostro sonrojado, el cabello alborotado, la respiración a cien y sus virilidades palpitando con fuerza, llegar a su primer orgasmo como pareja.
Afortunadamente vivían en el mismo departamento, podían reunirse para hacerlo cuantas veces quisieran. Desafortunadamente, por vivir tan cerca, cualquier diferencia o discusión podía durar días. Y así fue hasta que tres meses después Changmin terminó con Yoochun.

-Siento que abusas de que soy tu donsaeng. Y sí, me gusta cómo me lo haces, pero no estoy sólo para que me cojas, hyung. No soy un juguete sexual.


***
-Enfrente de tu habitación vive Shim Changmin, Junsu – le explicó Yoochun al otro chico.
-Oooh…¿y él cómo es?
-Es buena persona. ¿Qué edad tienes?
- Dieciocho.
-Entonces tú también eres el hyung de Changminie. Debe estar haciendo tarea. ¿Quieres conocerlo?
-Está bien –sonrió el castaño.
Yoochun asintió y toco la puerta. Una. Dos. Tres veces. Al fin una voz juvenil contestó desde adentro:


-¡No estoy!


A esta respuesta Junsu no pudo resistir reírse. ¿Cómo podía responder eso si precisamente había respondido por que estaba ahí?
-Changmin – dijo Yoochun a la puerta, amablemente, - soy Yoochun. Quiero presentarte al nuevo residente.
La música clásica que se escuchaba desde el interior de la habitación se detuvo de repente y poco después la puerta se abrió. En el umbral estaba un chico alto, de cabello castaño y largo, un poco más largo que el de Yoochun. Su piel presentaba un saludable tono moreno, como de leche con café. Sus ojos cafés los miraban a ambos con hastío.


-Changminnie…
-No me llames así, Yoochun yah.
Junsu se sorprendió nuevamente ante la falta de respeto del que se llamaba Changmin. Si después de todo era el donsaeng de todos, no debía hablarle así a Yoochun.
-Changmin, él es Kim Junsu.
-Mucho gusto – sonrió alegremente el aludido.
-Ung – respondió Min y volvió a cerrar la puerta. De nuevo se escuchó la música clásica desde el interior.


-¿Le pasa algo? ¿Está enojado?
-No. El normalmente es así – respondió Yoochun, - vamos, te ayudaré a cargar con las cajas de tus pertenencias.
-Gracias hyung.


Dos horas después Junsu ya se había instalado en su nuevo hogar. Bueno, casi. Sólo faltaba una caja a la cual le había puesto el letrero de “privado” y que no había permitido que Yoochun le ayudara a desempacar. Cerró la puerta, puso la caja sobre su cama y la abrió. Del interior sacó uno peluche de pato, otro de un delfín y otro de un borrego que su madre le había regalado hace mucho, y los acomodó sobre su almohada.


-Bienvenidos a su nuevo hogar, ue kyang kyang kyang – rió el chico. Acarició suavemente las cabezas de los tres animales y luego volvió a la caja. Sacó sus pantuflas de oveja, un cuadro con una fotografía de su madre y su hermano con él y los acomodó, las primeras junto a su cama y la segunda sobre la mesita de noche. Volvió a la caja y del fondo sacó un traje blanco así como una bolsa que contenía accesorios plateados. Miró por toda la habitación, buscando dónde guardarlos y finalmente eligió el closet, en una de las tablas superiores. Metió el traje y los accesorios en una bolsa negra y luego la metió en el closet, detrás de unos libros.


-Perfecto. Ya estoy instalado – sonrió y se dejó caer de espaldas sobre su nueva cama, - todo va a ser genial desde ahora. Lo sé. Lo siento aquí – añadió para sí, tocando su pecho sobre su corazón.
Se quedó así largo rato, quizás una hora, mirando el techo de su nuevo hogar. Sintió algo de nostalgia y agradeció que la puerta estuviera cerrada. No quería que los otros chicos lo vieran llorar. Pasó el resto de la tarde acomodando su ropa por colores y después fue a cenar con los otros chicos. Sólo estaban ahí los tres a los que ya había conocido: Yunho, Yoochun y Changmin.


-Bueno, Jaejoong hyung no ha llegado y no hay sobras en el refrigerador – sentenció Yunho, el mayor de los presentes, -¿quieren pedir una pizza?
-Sí- respondieron Junsu y Yoochun al unísono.
-¿Qué opinas Changmin?
-Está bien mientras llegue en treinta minutos, muero de hambre.
-Tú siempre tienes hambre –rió Yunho.
Changmin levantó su puño haciendo el ademán de querer pegarle a su hyung. Junsu estaba cada vez más sorprendido con las actitudes de sus nuevos compañeros de casa, sobre todo del más pequeño.
-¿Quién llamará a la pizzería? – preguntó el mayor, ignorando el puchero de enojo de Min.


-Que lo haga Yoochun, él es el que tiene la voz más grave – dijo Changmin.
-Está bien. ¿De qué la quieren?


Así el chico blanco ordenó dos pizzas grandes de peperoni, doble queso, champiñones, jamón y rajas. Por suerte para el pizzero, llegó veinte minutos después, de lo contrario Changmin lo habría golpeado. Todos comieron en la sala, conversando y sobre todo haciéndole preguntas al chico nuevo, quien las respondió con entusiasmo. Ya que terminaron de cenar, a las nueve de la noche, Changmin y Yunho volvieron a sus respectivas habitaciones, el segundo despidiéndose con un afectuoso “hasta mañana” y el primero en silencio.
-Vamos a dormir también, Junsu. Mañana hay clases y hay que estar al cien – dijo Yoochun, levantándose también.
-Sí hyung.
Ambos fueron a sus habitaciones y apagaron la luz un rato después.


***
A las once de la noche, Jaejoong regresó a su departamento que compartía con otros tres chicos. Había pasado la tarde en un taller de cocina y después salió con una de las chicas que iban al taller con él. Estaba contento, se sentía en una nube e iba más distraído que de costumbre. Tanto que no reparó en que alguien abría la puerta desde adentro al mismo tiempo que él giraba la llave desde afuera. Casi choca con un chico al que no había antes, que iba vestido con unos pants oscuros y llevaba una mochila pequeña en la espalda, y una gorra.


-Lo siento – dijo el chico y se alejó.
Jaejoong lo siguió con la mirada. ¿Quién era? Ah, cierto, ahora recordaba que Yunho le había dicho que un chico nuevo se mudaría con ellos.
-Así que él es Kim Junsu. Qué interesante. Me pregunto a dónde irá a estas horas…
Encogiéndose de hombros entró en el departamento, guardó en el refrigerador lo que había preparado durante el taller y se fue a su habitación a dormir.
Al día siguiente se encontró con el chico nuevo mientras preparaba el desayuno. Parecía cansado.
-Buenos días – le dijo amablemente.
-¿Eh? Hola. Tú debes ser Jaejoong hyung.
-Así es. ¿Qué haces despierto tan temprano?
-Siempre me levanto temprano. No sé por qué – rió. Su risa era demasiado contagiosa y Jaejoong pronto se le unió.
-¿Quieres desayunar? – le preguntó. No sabía a dónde había ido anoche ni a qué hora había vuelto pero no importaba. Prefería no meterse en las vidas de otros a menos que ellos le dieran permiso.

Xiahtic



Título: Xiahtic

Autora: Aemin
Pareja(s): YooMin/YooSuMin
Extensión: Serial


Nota: A todas nos hipnotizó el pato con ese baile, verdad? Bueno, aquí les dejo la prueba de que no fuimos las únicas hipnotizadas...

Y gracias a Anonimo, que subio esta imagen n.n






Y por si no la han escuchado:






P.D: OMFG! En el 0:58! JUNSU!!!!! (Gomen Miros)

Actua 23/01


Las chilenas no olviden votar en el censo!! TVXQ Censo Chile


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Miscelánea



Hola. Habla didi ^^u chicas esta semana tambien estare ocupada mis clases segun parece se acaban este viernes y entro a semi vacaciones T_T si, me jale un curso... pero tengo que dar un examen y talves apruebe *O* Bueno creo que pasando la próxima semana con más animos estare a pesar de que jale ese curso tengo mucha confianza en mi ^o^ jojojo* si, tengo la confianza de los tontos xD * bueno con esto queria disculparme con ustedes porque ni yuuki ni yo podremos actualizar... bueno eso creo ahora que si alguna administradora =D lo hiciera estaria muy feliz T^T ...

disculpenme chic@s esta semana será la ultima y en vacaciones habra muchas cosas por hacer muchos proyectos por realizar xD y muchos juegos extrapervertidos por jugar =P jejeje bueno byeeeee

Dark Virginity Cap 1

  • ChinSung: Ah! que felicidad, por fin el primer capítulo, ya estaba ansiosa por ponerlo, la verdad es que estoy muy nerviosa, este es mi primer proyecto en conjunto y no sé que tan bien quede. Bueno... las partes que escribió Forfi quedaron geniales, no sé si tanto así lo que yo hice, pero con Forfi lo arreglamos lo mejor que pudimos. Disfrutenlo!

  • Forfirith: Naaaa… tus partes están geniales… así que no digas esoooo… yo también estoy muy feliz y nerviosa al mismo tiempo de por fin poner el capi 1… esperamos que les guste y lo disfruten… recuerden que este fic es de todo un poco, asi que cualquier detalle muy loko e irracional… es con toda la intención del mundo XDDDD… Diviertanse y de nuevo gracias por confiar en nosotras ^^

  • ChinSung y Forfirith: Queremos agradecerles a todas las personas que leyeron el prologo y nos dieron animos para seguir con esto... mil gracias en verdad *0*... Recuerden que los comentarios son los que nos alimentan (pero no le digan a nuestras familias o no nos darán de comer XD)… asi que si apartas, no olvides editar y si no apartas y lees… comenta… no seas malita T_T…


  • Cursivas: Pensamientos





Capítulo Uno



¡Era el colmo! Por tercera vez esa semana una loca lograba acercársele lo suficiente para arrancarle un mechón de cabello. A ese paso iba a terminar calvo antes de cumplir 30 y definitivamente eso no estaba dentro de sus planes como cantante. Por su parte su compañero por poco y se quedaba sin calzoncillos… otra vez. ¿No tenían límite esas personas? Entendía que lo admiraran y que despertaran deseos no muy santos en muchas y muchos, pero todo tenía un límite ¿no?

Ya en una ocasión habían entrado a su departamento y les habían robado hasta las sobras de la comida que él había hecho. Habían interceptado su van en innumerables calles, con la excusa de un autógrafo o una foto exclusiva. Habían incluso acosado a sus familiares cercanos para obtener material sobre sus infancia y todo lo que no se decía a los medios de comunicación. Ya rayaba en una obsesión y tanto él como su compañero no entendían porqué causaban tanto alboroto. No eran la gran cosas, sólo un dueto de chicos que cantaba y tocaba bajo el nombre de “Dark Virginity”.

Tal vez era el nombre de la banda o… esos anillos de castidad que se habían puesto el día que decidieron iniciarse como cantantes. Como fuese, todo mundo los acosaba.









– ChangMin. Queremos guardaespaldas. – Sin delicadezas golpeó la superficie de la mesa.

– Espere por favor… – ChangMin cubrió con su mano derecha su teléfono, intentando que la persona al otro lado de la línea no oyese su discusión. – Guarden silencio. – Destapó el teléfono y continuó hablando. – ¿Aló? Sí, quedamos en eso entonces, mañana lo hablamos bien… Adiós. – Cortó la llamada, dejando el teléfono sobre la mesa, y con expresión seria se cruzó de brazos, impaciente. – ¿Decían?





– Necesitamos guardaespaldas urgentemente. – Recalcó JaeJoong, inclinándose sobre la mesa en que ChangMin estaba sentado, en actitud desafiante.

– Ya les he dicho que no los necesitan. – Levantó relajadamente los hombros, restándole importancia al asunto.

– ChangMin, casi le arrancan la mitad del cabello a JaeJoong de un jalón. – Apuntó intranquilo una sección de la cabeza de JaeJoong en que su cabello estaba disparejo. – ¿Qué vendrá luego? ¿Alguien con una cierra intentando cortarnos una mano para guardarla?

– No exageres JunSu. – ChangMin tomó tranquilamente su teléfono, guardándolo en su bolsillo. – Sus fan saben que si ustedes no tienen manos no pueden tocar ningún instrumento.

– ¿Qué me dices de los anti-fan? – Le recordó JaeJoong, cruzándose de brazos. – ¿Esperarás acaso que cumplan esa amenaza que nos dejaron junto con los chocolates llenos de alquitrán?

– Eso lo causó un descuido suyo. – Tranquilamente se puso de pie, dispuesto a dejar a sus dos representados ahí, dando por finalizada la conversación.

– ChangMin… – JunSu lo tomó por el brazo, obligando al más alto a voltearse. – Acéptalo de una vez ¡Necesitamos guardaespaldas! ¡Como nuestro manager deberías darte cuenta de eso!

– Como su manager considero que están exagerando. – Lentamente estiró la tela de su camisa. – Además ya han tenido guardaespaldas y a todos los despiden en menos de dos semanas.

– Es porque todos los guardaespaldas baratos que consigues son unos acosadores y enfermos violadores. – JaeJoong apartó un poco el cuello de su camiseta, permitiéndole a su manager ver tres marcas medio amarillentas sobre la piel de su clavícula izquierda. Obviamente en algún momento habían sido de color morado, mas se estaban desapareciendo lentamente. – Éstas me la hizo el último, hace una semana, y de no ser por JunSu que apareció de la nada y le dio un guitarrazo no salgo virgen para contarlo.

– ¿Virgen? – Consultó burlón el más alto, alzando una de sus cejas.

– ¡Sabes a qué me refiero, no molestes! – JaeJoong dejó caer un par de manotazos en los brazos de su manager, enojado. – ¡¿Cuándo será el día en que dejes de molestarme con eso?!

– Pues el día en que dejes de decir que eres virgen, porque no lo eres. – ChangMin rió levemente, recordando el incidente.

– No estaba conciente de mis actos… – JaeJoong se sonrojó de sobre manera. – ¡Me violaste! Yo era apenas un adolescente ignorante de la vida y con poca resistencia al alcohol y tú un borracho pervertidor de menores que sólo buscaba llevarse a un jovencito lindo y casto a su cama.

– JaeJoong… – ChangMin suspiró, intentando en vano encontrar algo de paciencia dentro de su sistema. – Tengo UN AÑO MENOS que tú, NOS emborrachamos bebiendo una botella de ron de tu abuelo, lo hicimos en TU cama y por si no te acuerdas… yo fui tu pasivo ESA vez. Así que el único violado por un borracho pervertidor de menores fui yo ¿lo recuerdas?

– No me acuerdo ¿OK? – Giró su cabeza con brusquedad, haciéndole un desprecio al más alto. – No me acuerdo porque nunca pasó. – ChangMin comenzó a reír, divertido con la actuación de su caprichoso representado. – ¡JunSu, dile que no se ría!

– ChangMin, déjalo, por favor.

– No es mi culpa que se quiera creer virgen. Debería ser más como tú y aceptar de una vez que perdieron su virginidad en ese trío de película porno que nos montamos para nuestros cumpleaños.

– ¡Oye! ¡Yo si soy virgen!

– ¡Otro más! – ChangMin llevó su mano a su rostro, cubriéndolo por completo con su gran palma. – JunSu, tú te abres de piernas con dos copas encima y no lo puedes negar porque lo hemos hecho los últimos tres fines de semana tras volver del bar.

– ¿Eso es verdad? – Consultó incrédulo JaeJoong.

– ¡Cállate! No denigres mi imagen, además… ¡Con mayor razón necesito un guardaespaldas! ¿Te imaginas me termino acostando con un sicótico si me emborracho solo en un bar? Puede que termine siendo secuestrado o… abducido por un ovni.

– Seguramente te encantará la parte en que te meten sondas por los orificios naturales del cuerpo. – Con gesto burlesco el más alto alzó una ceja.

– ¡ChangMin! – Totalmente indignado JunSu dejó caer sobre su manager un manotazo.

– Bien, dejaré el tema. – ChangMin se sobó el brazo que JunSu había golpeado. – Pero si de verdad quieren guardaespaldas consíganselos ustedes solos, ya que supuestamente yo sólo contrato a violadores y enfermos baratos. – Se dio media vuelta, dispuesto a irse de la habitación de una vez por todas. – Por cierto, JaeJoong. Esas marcas te las hice yo la ultima vez que tuvimos sexo… hace cinco días. Las que te hizo el guardaespaldas están del otro lado.

– ¡Ya vete, mentiroso! – Entre risas su manager se marchó de la habitación, dejando al par de estrellas solas. – No podemos seguir acostándonos con la misma persona, JunSu, así que nunca más lo haremos con ChangMin ¿entendido?

– Habla por ti, por mi parte me encanta hacerlo con él, lo tiene enorme y de verdad se sabe mover. – Tranquilamente JunSu se dejó caer en la silla que antes usaba ChangMin, cruzándose de brazos.

– Eres un cerdo goloso, no sé como te dices virgen.

– ¿Y qué me dices de ti? Yo me acuesto con ChangMin sólo cuando bebo, tú lo haces siempre que te da la gana.

– ¡Cállate! Yo soy virgen, punto final.

– Si tu eres virgen pues yo también.

– OK, ambos lo somos. ¿Qué hacemos con lo de los guardaespaldas?

– Mmm… ¿Ponemos un aviso en Internet?

– Buena idea, hagámoslo de inmediato.

– ¿De inmediato? Pero tenemos que salir a escena en… ¿Treinta minutos?

– Nos tomará sólo un momento y ya estamos vestidos y maquillados.

– Bien, iré por mi notebook. – JunSu rebuscó en un bolso su computadora portátil y la puso sobre la mesa, encendiéndola de paso. – Hay una página muy buena en la que encuentras de todo… a ver… ésta. Sólo debemos poner lo que queremos y esperar a que nos respondan.

– ¿Qué ponemos en el aviso? – JaeJoong se apoyó sobre los hombros de JunSu, buscando un buen ángulo para ver la pantalla.

– Mmm… ¿Se buscan dos guardaespaldas? – JunSu tecleó rápidamente esas palabras.

– Si, eso dos guardaespaldas con experiencia resguardando a famosos, para proteger al dueto “Dark Virginity”. De buena presencia, de preferencia homosexuales, sin pareja, altos, bien proporcionados… – JunSu paró de escribir tras el “homosexuales”, volteando su rostro para ver a JaeJoong.

– Oye… estamos buscando guardaespaldas, no novios.

– Ah, cierto, no pongas eso entonces. Pon… Requerimientos mínimos: Cinturón negro en por lo menos un arte marcial; hablar con fluidez coreano, japonés, chino…

– E inglés. – Rápidamente el menor tecleó la palabra que acababa de decir.

– ¿Inglés? Pero si tú no sabes inglés.

– No, pero me gusta gritar en inglés cuando lo hago. Así que me tiene que entender cuando le diga “Mor… plis, mor… ah… oh mai gad… yeah… meikit kuiker… ”

– Eres un enfermo. – JaeJoong lo miró de mala manera y al instante suavizó su expresión, inclinándose más sobre JunSu para ver bien la pantalla. – Pon también que hablen español.

– ¿Español?

– Sí, a lo Antonio Banderas. Me encanta ese hombre y quiero hacerlo con alguien que hable español y me diga “Jazdda la bizdda”.

– Eso lo dice Terminador.

– No importa, quiero que me hablan en español, quiero oír un “Mushio guzddo” y eso.

– Y así me dices enfermo a mí, que descaro… – JunSu tecleó los requerimientos indicados por JaeJoong. – ¿Qué más?

– Emm… que sean fotogénicos. Si van a andar con nosotros para todos lados no pueden opacar nuestra imagen.

– Bien… fotogénicos y bronceados.

– ¿Bronceados?

– Para el contraste, ya sabes.

– Ah, cierto. Que sepan primeros auxilios.

– Sí y que sepan hacer masajes.

– ¿Masajes? – Consultó JaeJoong, apretando los hombros de JunSu casi por inercia.

– Me estreso con facilidad.

– Sí, yo igual. Emm… expertos en el uso de armas de todo tipo…

– Con licencias para conducir cualquier medio de transporte…

– Que luzcan geniales en traje formal, de baño y ropa interior.

– JaeJoong.

– ¿Qué?

– Te faltó decir que se deben ver bien con pantalones de cuero, me encantan.

– Sí, obvio, son un clásico. Pon que… eh… sepan tocar a lo menos un instrumento musical.

– Y que bailen bien y de preferencia que tengas voces graves.

– ¿Voces graves? ¿Por qué?

– Porque los gemidos graves son muy sensuales. – El menor se mordió el labio, imaginándose una sonata de gemidos roncos, leves gruñidos y jadeos siendo susurrados contra su oído…

– Cierto, voces graves y que tengan baja tolerancia al alcohol.

– ¿Baja tolerancia al alcohol? ¿Y eso?

– Es más fácil llevárselos a la cama cuando están mareados, es sólo cosa de verte a ti.

– Jajá, muy divertido, pero no puedo poner eso. Se supone que van a vigilarnos las espaldas, no pueden estar bebiendo, y por ende no se deberían acostar con nosotros.

– Ay, que mal, pero sabes que igual terminará pasando algo si son guapos, más ahora que no nos acostaremos con ChangMIn… – JaeJoong lo pensó un momento, rascando levemente su barbilla. – Entonces pon que no sean buenos bebedores y que… a ver… tengan todo su tiempo disponible para cuidarnos.

– ¿Y eso?

– Pues… así nos aseguramos que estén siempre con nosotros y que no tengan tiempo para ninguna novia o novio… o lo que sea.

– Bien pensado… – Terminó de teclear, poniendo todos los requerimientos absurdos que tanto JaeJoong como él querían, agregando algunos más que consideró importantes y que JaeJoong felizmente aceptó. – Veamos… excelente paga, posibilidad de hacer muchos viajes internacionales, comida y alojamiento incluidos.

– ¿Por qué pones eso?

– Porque tenemos que pagarles ¿No te acuerdas?

– Claro, pagarles… sí, lo había olvidado.

– Tanto sexo con ChangMin te está poniendo tonto.

– Yo no tengo sexo con ChangMin, soy virgen. – Estiró su brazo hasta lograr ubicar su mano frente al rostro de su compañero. – ¿Ves el anillo de castidad en mi dedo? Mientras los tengamos puestos seremos vírgenes, que no se le olvide.

– Cierto, vírgenes por siempre. – Tomó la mano de JaeJoong, apretándola levemente por unos segundos y luego volvió a su trabajo, tecleando las últimas indicaciones. – OK, los interesados presentarse en… ¿Dónde?

– Pues… en la disquera, supongo. Será más seguro para nosotros si resultan ser unos enfermos violadores que se nos quieran tirar encima apenas nos vean.

– OK, en la disquera ES.CA.LA Entertainment a las 3 de la tarde, porque en la mañana no nos levantamos, el día… ¿Cuándo tenemos libre?

– Creo que mañana, todo depende de ChangMin.

– Pues te acuestas con él y lo convences. – Al terminar con las últimas indicaciones JunSu envió la solicitud, extrañamente satisfecho con lo que acababa de hacer. – Ahora a esperar.

– ¿Cuánto se tardará?

– No mucho, ya que pusimos el nombre de la banda, así que mañana tendremos una buena cantidad de personas que entrevistar.

– Genial, espero sean guapos.

– Si, yo igual.

– Chicos. – Unos golpes se sintieron en la puerta, alertándolos. – Hora de salir, tienen un concierto ¿lo olvidaron?

– ¡Ya vamos, ChangMin! – Gritó JunSu al aire, mientras cerraba apresurado su notebook. – Rápido JaeJoong, se pueden oír las voces de las fans desde acá.

– Ya voy, ya voy…


SE BUSCA:

Dos guardaespaldas con experiencia resguardando famosos, para proteger al dueto “Dark Virginity”.

Requerimientos Mínimos:

• Cinturón negro en por lo menos un arte marcial.
• Hablar con fluidez: coreano, japonés, chino, ingles y español.
• Fotogénicos (Eso implica buena presencia y un bronceado parejo.)
• Obligatorios los conocimientos en primeros auxilios.
• Conocer técnicas de masajes relajantes.
• Expertos en el uso de armas de todo tipo.
• Licencias para conducir cualquier medio de transporte: Incluyendo limusinas, motocicletas, camiones de transporte pesado y vehículos acuáticos.
• Alto perfil al usar: Traje formal, Traje de baño, Ropa interior y Cuero, necesarios para andar de incógnito con los protegidos.
• Que sepan tocar a lo menos un instrumento musical.
• Buenos bailarines.
• De preferencia de voz grave, para no llamar la atención.
• Sin vicios, incluyendo el alcohol, el cigarro y las drogas.
• Disponibilidad las 24 horas del día para vigilancia continúa.

Beneficios:

• Excelente paga, vacaciones pagadas y posibilidad de acceder a bonos.
• Viajes internacionales a toda Asia y parte de Europa.
• Comida y alojamiento incluidos.

Interesados presentarse en la disquera ES.CA.LA Entertainment con todos sus papeles y antecedentes actualizados, el día 25 de marzo del presente año a las 15:00 horas.



La habitación se encontraba oscura y sólo el brillo de la pantalla de la computadora era la que iluminaba un poco el lugar, el chico que estaba sentado frente a dicho aparato se removía en su silla, mientras intentaba leer la información que la página mostraba; por lo que había captado ese trabajo se veía perfecto y realmente sentía que era el que había que elegir.

– ¡¡Mmm!!… Es… espera… déjame leer bien esto, nos puedeeee… aaahh… convenir.

Pero sus acciones no iban acorde a sus palabras, puesto que cerraba los ojos mientras echaba la cabeza hacia atrás, sintiendo ese grandioso placer que comenzaba a envolver sus entrañas; las atenciones que le estaban dando lo volvían loco y quería sentir más de eso, pero no tenía tiempo para el goce, necesitaba ese trabajo, por lo cual abrió de nuevo los ojos y trato de fijar ésta vez su vista en la pantalla, prestando toda la atención; sin embargo, no contaba con esa succión que sólo logró que clavara su cabeza en el escritorio.

– ¡¡Oohh por Diossss!!… más rápido… aahh… usa tu lengua… – Sus suplicas fueron escuchadas y en ese momento los gemidos por fin salieron totalmente fuerte de su garganta. – ¡¡No te vayas a aaahhh… atrever a dete… detenerte porque te juro que te matooo!!

Fueron unos cuantos minutos en los que sólo los sonidos de placer de la boca de uno y las succiones proporcionadas por la boca de otro se podían escuchar, bastando un par de minutos más para que el orgasmo llegara, junto con un ronco gemido, al chico que estaba sentado en la silla.

Abrió los ojos después de que su cuerpo se repusiera de los múltiples espasmos que había tenido, dándose cuenta de que estaba totalmente echado sobre los descansabrazos de la silla y que no había indicio de luz por ningún lado; se incorporó como pudo moviendo el Mouse para que de esta forma se volviera a encender la pantalla delante de él, encontrando de nuevo el texto que esperaba poder ponerle atención de una buena vez.

Volvió a leer desde el principio, memorizando todos los puntos y viendo que cosas cumplía y cuales no, pero definitivamente ese trabajo tenía que ser suyo, tenía suerte de que ya sus papeles estuvieran listos y los que no tenía en la mañana se encargaría de ir a conseguirlos. Estaba tan absorto en la lectura que, cuando sintió que lo abrazaban por la espalda, brincó un poco por la impresión.

– ¡¡Idiota!!… me asustaste. – El otro ignoró el grito del que estaba sentado y simplemente terminó de abrazarlo por lo hombros, reposando su barbilla sobre su cabeza.

– Ahora te asusto, pero hace unos momentos suplicabas por más de mí.

– No seas ridículo… además estoy concentrado leyendo esto. – Dijo, regresando su vista hacia el frente, ignorando al otro.

– ¿Y se puede saber qué es lo que tanto lees?

– ¡¡Pues si me hubieses prestado atención ya lo sabrías!!

– Precisamente porque te estaba prestando TODA la atención es que no te escuché.

– Mmm… bueno, lo que te decía es que parece que encontré el trabajo ideal para los dos.

– ¿Sí?… ¿y de qué se trata?

– De algo que tú y yo sabemos hacer muy bien y tenemos experiencia en eso. – El otro se separo de su cuerpo, yendo a un lado de éste, para verle el rostro con la luz del monitor

– ¡¡Aaaahhh no!!… yo no voy a andar por la vida prostituyéndome y paseándome por ahí teniendo sexo con quien sabe quienes sólo por el dinero. – El chico que estaba sentado giró su rostro para ver de frente al otro, el cual ya tenía sus brazos cruzados sobre su pecho.

– No cabe duda que eres bastante estúpido cuando te lo propones. En primera; no se trata de sexo ni nada de eso, aunque admito que si pudiste entenderlo así puesto que somos muy buenos… – Dijo sonriendo de manera pervertida, para luego regresar a la cara seria que tenía antes. –… pero no es el caso. Y en segunda, Señor Inteligente; a ver, dime: ¿Qué es lo que los dos hemos hecho por igual? – El otro se lo pensó un momento, tratando de dar con la respuesta correcta.

– ¿Ser activos y pasivos a la hora de estar en la cama?

– ¡¡Que te digo que no es nada de sexo!!… ¿Qué no puedes pensar en otra cosa que no sea eso?

– ¡Uy! ¡Por supuesto que no puedo pensar en otra cosa cuando tengo sabor a semen en la boca! Además… no te hagas el casto, puro y santo, que tú siempre andas pensando en sexo y quiero que recuerdes que tú eres el que busca que estemos revolcándonos en algún rincón para hacerlo como un par de animales.

– Y de seguro tú te resistes demasiado ¿no?

– Claro que no… – Dijo, hincándose al lado del otro, tomándolo del rostro para tenerlo muy cerca del suyo. –… y eso es porque eres demasiado adictivo. – Besó su labios con devoción, la cual fue correspondida al instante por su pareja, cuando el aire les faltó se separaron un poco, mirándose al rostro.

– Me encantas… ¿lo sabías?

– No más que tú a mí. – El otro se le quedó viendo hasta que se acercó y pasó su lengua por su mejilla lamiéndola un poco. – ¿Y eso por qué fue?

– Tenías un poco de mi semen en la mejilla, así que mi obligación era limpiarte con mi lengua.

– Y luego dices que yo soy el único que anda pensando en sexo… tú eres un promiscuo empedernido y demasiado ardiente… – Se volvieron a besar, pero ésta vez más fogosamente, separándose después de unos minutos. –… vamos a la cama.

– No… – Dijo el otro, regresando a su posición inicial frente a la computadora. –… tengo que ver esto del trabajo.

– ¡¡Pero YooChun!!…




– YunHo… estamos hasta el tope de deudas, ninguno de los dos tiene trabajo y el poco dinero que tenemos se nos está terminando. Se racional, amor.




– Yo sólo quería tener un poco de sexo contigo. – Dijo, haciendo un puchero, sabiendo que eso siempre lo convencía, pero ésta vez el que estaba frente a la pantalla lo ignoró y el más alto en ese momento supo que no tendría respuesta afirmativa, por lo que se levantó y encendió la luz, el romanticismo hasta ahí había llegado; YooChun giró su rostro hacía el mayor al ver como la luz se encendía, alzando un poco las cejas en señal de asombro cuando notó el estado en que se encontraba.

– ¿Es… estás desnudo?

– ¡¡No~!!… sólo que la ropa que traigo es transparente… ¡Obvio que estoy desnudo, menso! Ya tenía todo listo para que pudiéramos hacerlo a gusto. – YunHo miró perspicazmente al otro, mientras una sonrisa pícara se formaba en su rostro. – Y el verme así, ¿no hace que se te antoje?

– N… no harás que caiga. – Tartamudeó un poco, mientras regresaba la vista a la pantalla y usaba toda la poca y nada fuerza de voluntad que tenía para no aventarse sobre su novio y hacérselo así mismo contra la puerta de la habitación. – Al menos no hasta que decidamos esto.

– De acuerdo… a ver qué me decías ¿de qué se trata?, entre más rápido terminemos, más rápido haremos el amor. – El más alto se acercó de nueva cuenta a su novio, mientras éste sólo negaba con la cabeza con una sonrisa en su rostro.

– Te decía que este trabajo es ideal para los dos puesto que ya lo hemos hecho antes, claro que piden varios requisitos que posiblemente no cumplamos, pero eso tiene solución. – YunHo se acercó a la pantalla y comenzó a leer el encabezado, cosa que hubiera resultado mucho más fácil si lo hubiera hecho desde el principio.

– ¿Guardaespaldas?

– Así es… es un medio que ya conocemos, así que no puede ser tan difícil.

– ¿Y piden dos?… ¿a quienes cuidaríamos?

– A Dark Virginity.

– ¿La virgen de dónde?

– Dark Virginity, YunHo, Oscura Virginidad.

– Que nombre más menso… ¿Y esos quiénes son?

– ¿Nunca has escuchado de ellos?… es un grupo juvenil muy famoso, no los conozco en verdad, pero si sé que son muy famosos.

– Pues no sé… ya no quería incursionar en ese medio de ser guarura.

– Pero YunHo, es lo mejor que sabemos hacer, nos han despedido de los últimos 5 trabajos que hemos estado y en verdad no podemos seguir así.

– A ver… déjame ver los requisitos. – El más alto prestó atención al escrito mientras hacía unas muecas que YooChun observaba detenidamente. – Lo de las artes marciales si cumplimos, ambos hablamos coreano, yo japonés y tú inglés, pero ninguno habla chino y mucho menos español… ¿Para qué querrían a alguien que hable español si son orientales?

– Yo que sé, tal vez son de esos chiquillos nerds que sienten que se pueden todo sólo por ser famosos y que necesitan poder interactuar con el mundo entero.

– Sí, eso ha de ser… a ver, fotogénicos si somos los dos, de hecho bastante, tendrán que cuidarse porque si no les quitamos el puesto… ammm, para lo de primeros auxilios creo que cuenta la vez que salve a la ancianita cuando se estaba atorando con el pedazo de pan en un restaurante y para ti puede contar esa ocasión que ayudaste a que no se ahogara un perrito.

– Puede ser, pero necesitamos documentación de eso.

– Oye, oye, oye… no doy masajes, la única arma que he usado en mi vida han sido los chacos y a duras penas manejo un carro y mi vida.

– Ya te dije que mañana podemos resolver ese asunto, además no creo que hagamos nada de eso, ese tipo de personas ya sabes muy bien que tienen a alguien para cada labor, sólo es por las dudas.

– No me convence mucho…

– Mira, tenemos buen perfil para toda esa ropa, aunque eso si se me hace muy extraño.

– Han de ser de esos muchachitos que se creen los adonis perdidos de la galaxia y que ni una mosca es merecedora de parárseles encima, ahora tendremos que andar de espanta moscas…

– Lo de los instrumentos pues la libramos, tú tocas muy bien la batería y yo el piano.

– Esas clases de batería con mi último protegido por fin podrían servir de algo.

– ¿Crees que si nos ponen a bailar y hago la única rutina que me sé, me salve?

– Pues amor… tienes dos pies izquierdos, así que será mejor que no hagan ninguna prueba.

– ¡¡Eres malo!!… ¿por eso nunca me sacas a bailar, verdad? no volveré a ir contigo jamás a esos tugurios a los que te gustan ir sólo para lucirte bailando. – YooChun frunció el seño mientras el otro sonreía ampliamente.

– ¿Estás molesto, mi vida?

– Claro que no, tonto, pero siempre me dejas en la barra y ahora comprendo el porqué, pero luego no te quejes cuando salga todo tomado.

– Bueno, sigamos viendo esto que ya deseo verte encima de mí mientras gimes.

– ¿Entonces me toca ser el activo? – Preguntó muy ilusionado el más chico.

– Emmm… ya lo veremos. – YunHo se concentró de nuevo en la pantalla repasando los siguientes puntos cuando vio unos que hicieron que se irguiera totalmente y con la cara de demasiado enfado. – ¡¡No acepto este trabajo!!

– ¿Por qué? – Preguntó un impactado YooChun por la reacción de su novio.

– ¿Y todavía lo preguntas?… ¿y más tratándose de ti?… lee las últimas, yo definitivamente no dejaré de beber y fumar por unos mocosos y lo más importante, no me la viviré todo el santo día viéndole las caras a unos ñoños.

– Suena rudo, pero los beneficios son buenos: Con vacaciones pagadas por fin podremos ir a Las Vegas como tanto anhelas, conoceremos muchos países que con otros famosos no pudimos visitar, los grupos de éste tipo siempre tienen fans en todo el mundo y van a todos esos lados; además, así nos podremos evitar el gasto de pagar el departamento, tendremos donde dormir y comer gratis.

– ¿Y si quiero hacerte el amor? – El mayor hizo un puchero, mientras se agachaba para envolver con sus brazos a su novio, quien al instante se separó y lo miró de mala manera.

– ¿De nuevo con eso?… YunHo, no todo en la vida es sexo, además ahí buscaríamos la forma, el dónde y el cuándo para hacerlo.

– ¿Y si sólo elijen a uno de nosotros? ¿Consideraste esa opción? – YooChun se quedó pensando por un momento, ese punto no lo había analizado y por fin sintió que YunHo tenía razón en algo.

– Pues no hay que permitir eso, no sé de qué manera harán la elección, pero tendremos que quitar del camino a los que puedan perjudicarnos… eso ya lo veremos en el lugar… YunHo, por favor…

– ¡¡No me convence para nada, definitivamente no me agrada este trabajo!!

– No perdemos nada con intentarlo ¿No?… anda di que si.

– ¿Cuándo es la postulación?

– Mañana a las tres de la tarde en la disquera ES.CA.LA Entertainment.

– ¿Qué haremos con los papeles que nos hacen falta?

– Yo me encargo de eso mañana por la mañana.

– Es poco tiempo, no creo que sea bueno este trabajo, además se ve que es un grupo aburrido, sólo con el nombre ya me cansé… así que, por favor… ¡¡olvídalo!! – Sin más YunHo se encaminó hacía el baño, encerrándose apenas entró, bajo la atenta mirada de su pareja. Él en verdad deseaba y necesitaba ese trabajo y haría lo que fuera para conseguirlo.

– ¡¡Si aceptas ir conmigo te prometo todo un día teniendo sexo sin parar!! – Cuando terminó de decir eso, YunHo abrió como un bólido la puerta asomando la cabeza.

– ¡¡Hecho!!

Sonrió triunfante, sabía que ese día quedaría más que cansado puesto que su novio era insaciable, pero valía la pena si conseguían el trabajo. Extrañaba sus épocas como guardaespaldas y estaba seguro que en esa ocasión sería por demás divertido, más que nada porque estaría al lado de su novio; ahora sólo restaba conseguir unos cuantos documentos que le diesen mayor peso a su experiencia y lo demás iba a ser pan comido.

SELECCIÓN DE GUARDAESPALDAS:

Instrucciones:

• Rellene los espacios vacíos con su información personal.
• No omita nada y responda con sinceridad.
• Use letra clara y legible.
• Utilice sólo el lápiz proporcionado junto con este documento.
• Entregar el documento de forma integra, sin manchones, borrones ni arrugas.

Información personal básica:
Nombre:......................................................................... Edad:......... Estatura:......... Peso:.........
Nacionalidad:.................................................. Cuidad Natal:.......................................................
F. de Nacimiento:....../......./........... Nº de Identidad:.....................................................................
Estado civil actual:.............................. ¿Tiene hijos? (No. Si, especificar Nº):.............................

Información Laboral:
Antiguo protegido:............................................. Desde:....../......./........... Hasta:....../......./...........
Último trabajo:...............................................................................................................................
Referencias Laborales:.................................................................................................................
Estilo de artes marciales que maneja:..........................................................................................
Idiomas hablados con fluidez:.......................................................................................................
Nivel en primeros auxilios:.................................... Tipo de licencia de conducir:.........................
Nº de certificado de licencia para portar armas de fuego:............................................................

Información médica:
¿Sufre usted de: Diabetes, Hipertensión, Fobias, Problemas Cardiacos, Respiratorios o Mentales? (Responda Sí o No. De ser su respuesta “Sí” especifique cual.)
......................................................................................................................................................
¿Sufre usted de alguna enfermedad contagiosa, como: Gripe, Bronconeumonía, Herpes, Sífilis, Gonorrea, VIH o cualquier otra enfermedad que se contagie por contacto?
(Responda Sí o No. De ser su respuesta “Sí” especifique su enfermedad.)
......................................................................................................................................................
¿Es alérgico a algún medicamento, droga, sedante, tranquilizante o animal?
(Responda Sí o No. De ser su respuesta “Sí” especifique el alergénico.)
......................................................................................................................................................

Detalles de Ropa (De ser elegidos se les proporcionará toda la ropa necesaria):
Talla de:
Camisa/Camiseta:.......... Saco/Chaqueta:.......... Pantalón:.......... Zapatos/Zapatillas/etc.:.........
Ropa interior:......... Especificar tipo (Sea calzoncillos, Bóxer largo o corto, etc.):........................

Información de Compatibilidad:
Signo zodiacal Oriental:............................................. Occidental:................................................
Color favorito:........................ Comida favorita:........................ Estación favorita:........................
¿Día o noche?:................... ¿Izquierda o derecha?:.................... ¿Arriba o abajo?:....................
¿Sala o cocina?:.................... ¿Punk Rock o Pop?:...................... ¿Hero o Xiah?:......................

Gracias por contestar, ahora devuelva este documento junto con el lápiz y espere a ser llamado. Dark Virginity le agradece su sinceridad y dedicación al contestar esto. ¡Suerte!


El dueto Dark Virginity llegó cerca de las tres de la tarde a la disquera, desviándose de inmediato al piso y habitación correspondiente en que se haría la selección. A través de la ventanilla de la puerta distinguieron a unas 50 personas esperando sentados en sofás, sillas y algunos incluso en el suelo; eran casi todos hombres y había una que otra mujer… o por lo menos eso parecía, ya que no se les veía muy femeninas. Eran de todas las edades, colores, nacionalidades… en fin, era un pack multicolor, racial y generacional de personas.

– JunSu… – JaeJoong levantó uno de los cuestionarios que traía en las manos, hojeándolo rápidamente. – Este cuestionario es una gran mierda.

– Cállate, me tardé casi toda la noche en hacerlo. – Volvió a acomodar la caja con lápices de tinta de colores que traía entre las manos, mientras se ponía de puntillas para seguir espiando a sus futuros cuidadores.

– ¿Por qué no me pediste ayuda? Está super estúpido y no creo que lo contesten.

– Porque estabas gimiendo como un cerdo descuerado mientras “Convencías” a ChangMin de darnos la tarde libre y lo contestarán porque yo lo digo.

– Ay, eres un imbécil… hazte a un lado. – JaeJoong empujó un poco a JunSu, haciéndose de espacio para ver a las personas dentro de la habitación y luchando para que no se le cayeran los papeles de las manos, pero JunSu lo devolvió a su lugar al empujarlo con la caja de lápices, dejando a JaeJoong con cara de enojo y sin más opción que seguir leyendo la encuesta. – Que pesado… además ¿Para qué quiero yo saber a qué son alérgicos? Como si me importara.

– JaeJoong… si no sabemos eso podríamos drogarlos para llevárnoslos a la cama y matarlos sin querer.

– Oh, eso… ¡ah! De verdad tanto sexo con ChangMin me está cocinando las neuronas.

– Por fin te das cuenta. Dejémosle esto a la recepcionista y que se encargue de repartirlos.

– Hay un montón de tipos ahí. – Poniéndose de puntillas JaeJoong logró ver por la ventana.

– Si y acabo de ver unos cuantos que me gustaría tener entre las piernas…

– Eres un sucio libidinoso.

– Corrección, soy un sucio libidinoso virgen. Que no se le olvide.

– Claro, vírgenes por siempre.

Entraron a paso lento y garboso, llamando la atención de todos los postulantes. Sonrieron con coquetería e indicaron que debían llenar los requisitos puestos en el cuestionario y dárselo a la recepcionista, quien les tomaría una fotografía con una cámara instantánea y luego simplemente esperar. Iban a hacer una preselección a partir de los datos puestos en la encuesta, así que si no eran llamados simplemente no habían impresionado a los cantantes. Eso causó cierto descontento en los postulantes, pero no los desanimó del todo, y entre saludos cordiales, los “Elíjanme a mí” y las auto recomendaciones de los guardaespaldas Dark Virginity se perdió por una puerta anexa.

Eran pasadas las tres treinta y ya varios postulantes habían pasado a la habitación anexa para ser entrevistados, otros varios seguían esperando y en resumen ninguno había sido seleccionado. Por el pasillo se dejaron escuchar unos pasos presurosos, llamando la atención de todos, quienes se sorprendieron al ver entrar a dos jóvenes respirando agitadamente, cargando un par de folios y revistas entre las manos.

– ¡Maldición, YunHo, llegamos tarde! – YooChun ignoró a las personas que los miraban y a paso lento se encaminó hacia a la recepcionista, quien estaba ocupada revisando unos papeles.

– No es culpa mía, necesitábamos saber para quien trabajaríamos. – YunHo dobló las tres revistas de chicas que había comprado bajo su brazo, intentando que nadie las viese. Era la única forma que había encontrado para saber algo más sobre Dark Virginity en tan poco tiempo y pese que se sentía como quinceañera hormonal con tanta revista ignoró magistralmente las miradas que se posaban en su persona.

– OK, es momento de la verdad. Yo me encargaré de sacarle información a la recepcionista, tú ve por ahí a sentarte y a leer tus revistas de adolescentes.

– Ah, por Dios, mejor dame tiempo para huir. Sabes lo mucho que detesto verte coquetear con mujeres.

– YunHo, sabes que no lo hago por placer, si no por asegurarnos el trabajo.

– Ni siquiera sé porque estoy aquí contigo, postulando a este horrendo trabajo.

– Si lo sabes y desde ayer que estás planeándolo todo, así que no te hagas el tonto.

– Cierto… durante todo el día YO seré el activo y tú te abstendrás a todo lo que yo quiera hacer, ¿entendido? Quiero a lo menos dos rondas en cada habitación del departamento y compraremos salsa de chocolate.

– Pero a mí me gusta la salsa de frambuesa… – YunHo alzó una ceja y se cruzó de brazos, mirando a YooChun sin decir ni una sola palabra. – Sí, salsa de chocolate, lo que digas… vamos, piérdete por ahí… – YunHo le mostró su lengua a YooChun, en un gesto muy infantil de enojo, y sin más se fue a sentar a un lugar vacío que vio entre dos tipos enormes y que a leguas se notaba que eran extranjeros. – Buenas tardes, preciosa. Vengo a la entrevista para ser guardaespaldas. – YooChun coquetamente saludó a la recepcionista, quien sonrió con timidez.

– Bu-buenas tardes… – Se sorprendió cuando YooChun tomó su mano, besando delicadamente su dorso y con una suave caricia volvió a soltarla, dejándola caer casi muerta sobre el teclado de la computadora de la mujer.

– Dime princesa ¿Tengo que llenar algún formulario o algo?, acabo de llegar con mi amigo y no nos hemos enterado de nada… ¿Me ayudarás, cierto?

– Eh… S-si… deben rellenar este cuestionario y luego les sacaré una fotografía. – Le entregó dos cuestionarios y dos lápices de tinta de colores, rosa y violeta. – Dark Virginity te llamará a ser entrevistado si los impresionan sus datos.

– Oh… ¿y no me darías algunas recomendaciones? Digo… se nota que eres un dama inteligente y muy amable, y yo necesito este trabajo… ¿te haz dado cuenta de a que tipo de personas llaman?

– Pues… – La chica se mordió el labio y nerviosa miró a su alrededor, buscando a alguien que la pudiese regañar por lo que estaba a punto de decir. – Me he dado cuenta de que llaman sólo a hombres altos, guapos y de buenas proporciones…

– ¿Y yo encajo en esa categoría? – YooChun sonrió de oreja a oreja, mirando a la chica casi con hambre, a lo que ésta sólo se sonrojó hasta verse igual que un tomate.

– Ah… bueno… si, claro. Seguramente te llamarán… digo… ah… eres muy atractivo y… eh…

– Gracias, tú también eres un encanto ¿algo más que me pueda ayudar?

– Si, bueno… por lo que he mirado en los cuestionarios todos son solteros, sin hijos, van desde los 20 a los 30 años y de tallas de ropa un poco grandes.

– ¿Y eso?

– No lo sé, seguramente así se ahorrarán algo de dinero, ya que les darán la ropa que necesitan a los guardaespaldas que escojan. En una de esas la comprarán al por mayor.

– Oh, ya veo… si tengo alguna duda vendré a preguntarte. Muchas gracias, hermosura, de verdad que eres maravillosa. – Con un último beso en la mano de la mujer tomó los cuestionarios y los lápices y se dirigió hacía su novio, quien estaba sumergido en una de las coloridas revistas, refunfuñando. – YunHo, tenemos que llenar estos formularios. – Le dio uno de los formularios al más alto, quien al instante lo dejó a un lado junto con el lápiz rosa.

– Ajá… oye ¿Sabías que los chiquillos estos usan anillos de castidad desde la preparatoria?

– ¿Y eso qué? – Se sentó en el espacio que le hizo YunHo, intentando no apegarse demasiado al enorme alemán a sus espaldas que peleaba con su cuestionario para tratar de contestarlo.

– Significa que son vírgenes y que esperaran hasta casarse.

– Que estupidez ¿Cómo vives toda tu vida sin sexo?

– Yo que sé, con suerte sobrevivo un día sin hacerlo, menos una vida completa y peor para hacerlo con la misma persona hasta que me muera de viejo.

– ¿No lo harías conmigo hasta llegar a viejo?

– Obvio que contigo sí, amor, pero eso no quita que me hubiese acostado con otras personas antes de ti. Recuerda que mi antiguo protegido era muy fogoso…

– Tú y tu violador protegido. Sabes lo mal que me sienta el que hables de “Él” de esa forma.

– No te quejes, que tú andabas por la vida flirteando con cada mujer que se te pasaba por enfrente y por eso se te olvidaba que debías cuidar a tu protegida.

– Eso no es cierto, me distraía con sus curvas de diosa de la lujuria.

– Tú y tus fetiches. – Dejó la revista a un lado y tomó el cuestionario, echándole una rápida hojeada a los datos que le pedían y al amariconado lápiz que le había tocado. – Recuérdame por favor porqué estoy aquí.

– Porque me amas mucho y no querías dejarme solo. – YooChun tranquilamente llenaba las casillas con los datos que le pedían, ignorando al mayor.

– La otra razón.

– Porque me harás chillar de placer durante todo un día, sin parar, y con salsa de chocolate incluida.

– Gracias por recordármelo… veamos… nombre Jeong Yunho. 25 años, 1,84 metros, 66 kilos. Coreana, Gwangyu. Seis de febrero de 1984. ID… ¿1.387.982.-5.466.546-594-K?

– Ese es mi número. – YooChun retiró la vista de su formulario, mirando atentamente lo que YunHo ponía en el suyo.

– ¿De verdad?

– Si, no te sabes tú número de identidad, bobo, yo me lo sé.

– Llena mi cuestionario en ese caso, yo lleno el tuyo. – Le ofreció el lápiz rosa y la hoja a su novio, quien al instante se las intercambió por las propias.

– OK, como quieras.

– Veamos… ¿estado civil? Pues comprometidos, ¿no?

– No podemos poner eso, YunHo.

– ¿Por qué no? Me pediste matrimonio el año pasado y teníamos pensado casarnos en Las Vegas y que Elvis Presley fuese el maestre de ceremonias, aunque ahora creo que sería Michael Jackson.

– La recepcionista dijo que buscaban solteros y sin hijos.

– Pues hijos no tengo ¿y tú?

– ¿La verdad? Creo que embaracé a esa chica que era mi vecina en Virginia cuando era un niño, así que debo tener un hijo como de 12 años.

– ¿Qué? ¿Enserio?

– No, ¿Cómo crees? Yo tenía 13 años, con suerte lograba una erección que duraba como medio minuto, nunca podría embarazar a alguien con eso.

– ¿Pero te acostaste con tu vecina a esa edad?

– Creo… espera, la verdad no lo sé, ella era mayor que yo y más resistente al alcohol, así que no tengo idea de que pasó exactamente. Sólo que desperté medio desnudo y con dolor de cabeza.

– Dios… ando con un desvirgado precoz.

– No te hagas, que tú te dejaste ultrajar por una vieja X cuando eras un adolescente también.

– Oye, tenía 15 años y necesitaba dinero para sobrevivir aquí en Seúl, además no era una desconocida, era mi profesora de danza.

– Como sea… sigamos rellenando esto.

– ¿A quién pongo de tu antigua protegida, a Britney o a Beyonce?

– A Beyonce, recuerda que Britney aún me odia por convertirla en una alcohólica y drogadicta y Beyonce aún me llama para saber como estoy y podría ayudarme con las referencias.

– ¿Te llama? Eso no lo sabía.

– Ay, como si a ti no te llegaran mensajes de ese violador al que llamabas protegido.

– Oye, más respeto con Gackt-Sama, el sólo se preocupa por mí.

– ¿Sama? ¿No que eso se usa para referirse a los dioses?

– ¿Y Gackt-Sama no lo es acaso?

– Como sea… último trabajo… ¿pongo que trabajaste en una discoteca de Go-go dancer?

– ¿Cómo crees? Pon que trabajé en Tsukiyama Corp. como guardia de seguridad.

– Ah, sí… Tsukiyama Corp.… ¿crees que esa Akioko te dé buenas referencias?

– No lo sé, es posible, después de todo no hice un mal trabajo y me dio incluso un aumento.

– Se me hace que esa mujer te tenía ganas y que por eso renunciaste.

– ¿De qué hablas? Sabes que renuncié porque uno de sus secretarios me acosaba.

– Como digas… pon que yo trabajé en guardia de la productora de eventos Froleg, la dueña me dará buenas referencias.

– Yo quería poner que trabajaste de conserje en el prostíbulo ese.

– Cállate y rellena las casillas… ¿Qué nivel de primeros auxilios salen en los papeles que conseguí?

– Avanzado.

– Tendremos que tomar un par de cursos si nos escogen.

– Ajá… Oye, ¿Qué pongo en el Nº de certificado de tenencia de armas?

– Cualquier cosa, luego les decimos que estamos tramitando una licencia actualizada.

– OK… ¿Fobias? ¿aún sufres de claustrofobia?

– A veces… ¿Qué tal tu hemofobia?

– Ya no molesta tanto… ¿Cuenta como enfermedad contagiosa la irritación esa bien fea que nos dio?

– No, eso fue por tener mucho sexo, no se pega y se pasa con el reposo y crema.

– Ah, cierto… ¿Eres alérgico a las avellanas, no?

– Si y tú a los girasoles… ¿Somos de las mismas tallas en todo?

– Sí, en todo, excepto en los zapatos…tus pies son enormes…

– No es lo único que tengo grande.

– Como si yo no lo supiera mejor que nadie. ¿14, cierto?

– Sí, 14 y tú 12 ½… ¿Bóxer corto?

– Sí, aunque prefiero los calzoncillos… ¿Qué tipo de preguntas son éstas? ¿Para qué quieren saber mi signo zodiacal?

– Tú sólo responde, de seguro son supersticiosos o quieren a alguien con gustos parecido a los de ellos.

– Que bobos… veamos… Te gusta hacerlo tanto de día como de noche, te gustan ambos lados de la cama, prefieres ir arriba, tienes una fijación con hacerlo en la sala, te gusta el Pop muy fuerte para que no nos escuchen los vecinos…

– ¿En base a que respondes eso?

– A tus gustos para tener sexo. – Tranquilamente el mayor terminó de rellenar los espacios vacíos,

– OK~… tú tienes los mismos gustos, pero te gusta más hacerlo en la cocina y el Punk Rock cuando lo hacemos contra la pared del pasillo… ¿Qué rayos es un “Xiah”? Sé qué es un “Hero”, pero nunca escuché la palabra Xiah.

– Es el apodo de uno de los cantantes, sale en una de las revistas afeminadas que compré. Y tú diciendo que eran idioteces.

– Ah, pues… da igual ¿Cuál quieres tú, YunHo?

– Como si me importara, para mí los dos chiquillos han de ser iguales.

– Entonces… ¿Todos los anteriores?

– Todos los anteriores.

Terminaron de rellenar las casillas correspondientes y fueron luego con la recepcionista, la cual entre sonrisas coquetas y algo cómplices con YooChun les tomó las fotos correspondientes con una cámara instantánea. Terminó de recibir unos cuantos formularios más y al final se encaminó a la habitación anexa para entregar todo, dejando sobre el resto de los folios los dos que le había entregado YooChun. La recepcionista iba a dar unos golpes a la puerta, cuando esta se abrió.

JunSu y JaeJoong revisaban un poco fastidiados los últimos folios entregados, desechando a la primera algunos por la fotografía que venía anexa a éstos, ya habían pasado unas cinco tandas de folios en los cuales sólo habían aceptado entre todas a unos seis aspirantes, no podían creer que hubiera tantos guardaespaldas TAN feos, sin duda ninguno de ésos les serviría. Pero seguirían revisando, no podía ser su suerte tan mala, aunque ya sólo quedaban tres folios y hasta el momento no habían ido a dejar más

– Mira éste, mide uno noventa y calza bastante de zapato. – JunSu le puso uno de los cuestionarios a JaeJoong en la cara, apuntando con sus dedos los datos que acababa de mencionar.

– Está feo… – JaeJoong alejó la hoja de su rostro, asqueado con la mala fotografía que estaba adherida en una esquina. – Éste de aquí está más lindo. – Le acercó a JunSu otro de los cuestionario, apuntando la fotografía. JunSu analizó al chico a la par de los datos, dejando el papel sin cuidado alguno a un lado.

– Es muy bajo y pesa diez kilos menos que yo, así que debe ser muy flacucho.

– ¿Y qué me dices de éste de aquí? – JaeJoong le acercó a JunSu uno de los cuestionarios, haciendo énfasis en la fotografía.

– No está mal, aunque los latinos no son lo mío.

– Pero aquí dice que fue guardaespaldas de Shakira, así que debe saber español e ingles.

– ¿De Shakira?

– Sí, mira, mira… – Emocionado, JaeJoong apuntó el papel que tenía entre las manos.

– ¡Oh, es cierto! ¿Te acostarías con él?

– Mmm… no si tuviese mejores opciones, pero sé que los latinos son “Ardientes”, así que no estaría mal.

– ¿Cómo se llama?

– No sé como se pronuncia, creo que… Mi-miwel… no, Mikel Sualesu.

– ¿Qué?

– Ay, no sé, JunSu, léelo tú.

– Dice: “Miguel Suárez”.

– Es lo mismo. Dejémoslo apartado por si no encontramos nada mejor.

– Pues no encontraremos nada mejor puesto que ya se terminaron los folios.

– Entonces hay que llamar a ese Mi… Miwel… aish, como se llame.

– De acuerdo…

JunSu llamó por la línea interna de la empresa a una de las personas de su staff para que fuera a esa oficina por la puerta posterior, le entregó el folio del latino y le indicó que se lo diese a la recepcionista para que lo hicieran pasar y así poder hacerle la entrevista correspondiente. El hombre tomó la hoja y se encaminó a la puerta, abriéndola en el momento en que la recepcionista iba a tocar, esta recibió la orden dada y por igual entregó el otro fajo de folios para que los artistas lo revisaran; el hombre se acercó a los cantantes, indicándoles que había más folios que ver, JaeJoong los tomó con alegría y los puso a un lado, después de entrevistar a ese “ardiente” latino revisarían los demás.

La chica cerró la puerta y llamó a Miguel Suárez, el cual al escuchar su nombre con una amplia sonrisa se acercó a ella para que le indicara a donde debía de pasar; YunHo miraba aburrido como ese chico parecía ir contento de que lo hubieran seleccionado, él esperaba muy en el fondo que los mandaran a volar en cuestión de segundos, algo no acababa de convencerlo de estar ahí. En tanto YooChun revisaba una de las revistas que YunHo había llevado, la verdad es que había leído una pequeña nota donde decía algo de un reportaje sobre Beyonce y eso sin duda no se lo podía perder, claro que a YunHo le había dicho que él también quería informarse mas sobre el grupo, pero la verdad era que quería ver la curvilínea figura de su Diosa de la Lujuria modelar pequeños trajes de baño.

– ¡Muero de hambre! Ya vámonos de aquí…

– YunHo, si nos vamos de aquí de igual forma morirás de hambre, no hay nada en el departamento. – Ignoró al mayor, cambiando tranquilamente de hoja para seguir leyendo.

– Pues pasemos a comprar algo.

– ¿Con que dinero?

– Pues con el que tenemos… – YooChun se acercó la revista más al rostro para tratar de ocultarse, acción que el más grande sabía significaba algo no muy bueno. –… YooChun… – Alejó la revista del rostro del otro tomándolo de la barbilla para que lo volteara a ver. –… ¿Dónde está el dinero?

– Ehm…bueno…digamos que… lo tuve que utilizar.

– Y… ¿se puede saber en qué, específicamente?

– Los papeles que necesitábamos no iban a aparecer de la nada… ¿no? – YunHo se puso de pie apresuradamente, apuntando con el dedo a su novio, llamando la atención de algunos que estaban ahí.

– ¡¡¿TÚ TE GASTASTE TODO NUESTRO DINERO EN ESOS PAPELES FALSOS?!!

– ¡¡Ssshhh!!… YunHo… – Lo jaló del brazo para que se volviera a sentar, mientras sonreía a las personas que los miraban feo. –… en primera no grites eso o nos van a descubrir y entonces todo se vendrá abajo y en segunda, tenía que hacerlo, sino no tendríamos posibilidades para conseguir este trabajo.

– ¿Y ya te pusiste a pensar que si no nos dan el mentado trabajo no vamos a tener nada que comer? – YooChun iba a contestar, sin embargo volvió a cerrar su boca al no tener una respuesta a eso, regreso su vista al frente y tomó de nuevo la revista, hojeándola y perdiéndose entre las líneas, terminando de leer lo que le faltaba del reportaje de su adorada Beyonce.

– ¡Vamos a tener este trabajo! – Aseguró YooChun muy confiado y tranquilo, distrayéndose con una foto de Beyonce en bikini, cosa que estaba poniendo de los nervios al otro.

– Por tu bien espero que así sea. Además… no se tratara de mujeres, en ese caso creo que podríamos usar nuestros encantos, pero son chicos y para colmo, ñoños, castos y seguramente heteros.

– Ajá, como digas… oye, a todo esto, ¿Cómo son ellos? No he visto ninguna foto en la revista. – Por inercia cerró la revista que tenía en las manos, dejando que la hoja en que estaba Beyonce luciendo su figura se perdiese entre las demás, y buscó alguna imagen que le diese referencias sobre el dueto.

– Yo tampoco, en el reportaje que traen esas revistas sólo sale como fotografía la portada de su disco, la cual es tremendamente estúpida y ñoña, mira… – YunHo le quitó la revista a su novio buscando el artículo, cuando lo encontró se lo devolvió al otro. – ¿Quién en su sano juicio pondría de portada un par de cerezas juntas por el tallo? Eso es de niñas. – YooChun vio la fotografía detenidamente, realmente para ser un grupo de chicos esa portada se veía demasiado “girly”, sin embargo algo llamo su atención.

– A mí me parece subliminal… – Inclinó levemente su cabeza, buscando algún ángulo extraño en el que los misterios de esa imagen le fuesen revelados.

– No empieces con tus jaladas de ocultismo y eso, que no te creo todavía eso de que viste OVNIS cuando estabas en USA.

– ¡¡Yo vi unos OVNIS~!!… pero no discutiré eso ahorita… mira detenidamente la imagen, ¿no te parece otra cosa? – YunHo la miró de nuevo, pero sólo podía notar ese par de cerezas. Su novio definitivamente estaba bien zafado.

– ¿Otra cosa?– YunHo entrecerró los ojos, los abrió nuevamente, inclinó su cabeza hacia la izquierda, luego a la derecha, pestañeó repetidas veces y al final suspiró. – Yo no veo nada… – Fijó su vista una vez más en la imagen y al final desistió, eran sólo unas estúpidas cerezas. – No, nada.

– ¡Ay YunHo!… que poco sentido de lo abstracto tienes, si te fijas bien esta figura representa el aparato reproductor masculino. – El más grande arrebató de nuevo la revista de las manos del otro para ver mejor la imagen, abriendo desmesuradamente los ojos cuando captó lo que YooChun trataba de decirle.

– ¡Oohh~!… o sea que las cerecitas son los dos… – Hizo un ademán con su mano mientras el otro asentía. –… y los tallitos juntos, que no son propiamente tallitos sino tallotes, forman el… – De nuevo un ademán a la par de otro asentamiento de cabeza de su novio. –… ¡¡Creo que alguien está deseoso y ve cositas que quiere poseer~!! – Dijo con una amplia sonrisa y mirada lujuriosa, mientras YooChun le quitaba la revista de las manos con el seño fruncido.

– ¡¡El único deseoso y urgido aquí eres tú!!… y ya mejor concéntrate a lo que venimos que sino cuando nos llamen no vamos a saber ni que hacer.

– Insisto en que es una tontería el haber venido. – YooChun golpeó con la revista a YunHo, su pesimismo ya lo estaba hartando.

JunSu repasaba con la mirada al latino, ya llevaba como tres vueltas sobre su eje para vislumbrar todo el panorama, JaeJoong lo veía hastiado, ya que al entrevistarlo no le había agradado mucho, además que no le entendía, cosa contraría con JunSu quien estaba bastante convencido con él.

– Muy bien Miguel, nosotros nos comunicamos contigo cuando tomemos la decisión… ahora puedes retirarte. – Dijo JunSu de manera sensual, aunque realmente no le había salido bien ya que más parecía como esos niños fresas y sangrones que sólo logran un capricho; el latino hizo una reverencia para salir de ahí, pero fue detenido por JunSu de nuevo. – Espera, espera… ¿podrías de nuevo decirme esa frase en español?

– “Estoy para servirle en lo que desee”. – Los ojitos de JunSu centellaron como fuego vivo cuando escuchó lo que el latino había dicho, no estaba seguro de que rayos significaba, pero en una película porno española lo había escuchado y memorizado, ahora en casi toda la entrevista le había pedido que la dijera cada tanto; por fin dejó ir al hombre y JunSu regresó a sentarse a un lado de su compañero, mientras soltaba un sonoro suspiro.

– ¿Cómo podría cuidarte alguien que no sabes ni lo que te está diciendo? – Preguntó JaeJoong, con expresión cansada, mientras jugaba con un lápiz plateado sobre la fotografía de uno de los “rechazados”. Definitivamente a ese tipo le quedaba bien el pelo platinado, el bigote era una exageración, pero los lentes le daban un buen toque.

– JaeJoong, recordemos que no precisamente queremos a alguien para que nos cuide, bueno si, sólo que nos ayude a salir de los tumultos más rápido y enteros, pero más que nada es para poder apegarse a ellos muy fuerte y poder portarnos mal cuando tengamos ganas.

– Pues ese tipo no me gustó.

– A ti no, pero a mí sí, además que a mi gusto es el mejor que ha pasado…

– Pues me alegra que estés contento con alguien, porque yo la verdad no he encontrado al adecuado. – JaeJoong hizo un puchero mientras se cruzaba de brazos y fruncía el entrecejo, su compañero se acercó a él y lo abrazó, dándole un beso en la mejilla, cosa que hizo sonreír al mayor.

– Ya lo encontraremos, además aún faltan más folios.

– Tienes razón, aunque sinceramente ya me cansé… quiero ir a casa y tener mucho sexo con Minnie.

– La verdad es que yo también, pero al menos veamos las fotografías a ver que tal y pues los entrevistamos si nos parecen “agradables”, además recuerda, la apariencia es lo que nos importa. – Rió por lo que él mismo acababa de decir y luego miró a JaeJoong, quien sonreía ampliamente.

– OK, pero unos los verás tú y otros yo, así nos vamos más rápido, ya me quiero ir.

– De acuerdo.

JaeJoong tomó el fajo de folios y como si de cartas se trataran comenzó a ponerlos en dos montones para así repartirse las hojas, poniendo hasta abajo las primeras y quedando las últimas al principio; una vez repartido todo en partes iguales comenzaron a ver las fotografías no muy convencidos por las personas que salían retratadas ahí.

Estaban a punto de tirar todas esas hojas inservibles al bote de basura, el cual ya estaba prácticamente lleno con todos los folios que habían desechado, cuando cada uno tomo el último viendo con cansancio la imagen, los ojos de ambos se desorbitaron al fijar su vista en las fotografías, cada uno miraba detalladamente a la persona que estaba retratada mientras formaban una sonrisa lujuriosa.

Ambos se voltearon a ver y pudieron apreciar la mirada del otro, por lo cual no dudaron en intercambiarse las hojas para poder apreciar la imagen de quien había puesto esa cara de felicidad en el rostro de su compañero, asintieron varias veces al aceptar el hecho de porqué el otro sonreía, pero casi enseguida se regresaron las hojas que habían tomado cada uno inicialmente.

JaeJoong tomó de las manos de JunSu la hoja que sostenía y fue a la puerta donde el mismo llamó a la recepcionista para que se acercara, ésta hizo caso inmediatamente y recibió la orden de que mandara a llamar a esos dos chicos, pero que fueran pasando uno por uno como lo venían haciendo con los otros y que era muy importante que primero pasara el que él personalmente le había indicado. El artista regresó a su lugar con las hojas en la mano, no podían darse el lujo de no tener la información cuando entraran los chicos ya que ni siquiera la habían leído; le entregó a JunSu su respectiva hoja y esperó ansioso porque la puerta se abriera.

– ¿Por qué tiene que ser el que tú viste primero? – Preguntó JunSu, echándose de mala gana sobre el respaldo de su silla.

– Porque tú ya tienes a tu latino sexy, porque soy mayor y porque se me dio la gana.

– A veces te odio ¿lo sabías?

– Pero en el fondo me amas… ahora cállate que ya no tarda y tengo que concentrarme. – JunSu puso cara de fastidio mientras se recargaba sobre su mano, en espera de ese chico que al parecer había entusiasmado mucho a su compañero, ahora sólo esperaba que el que él había visto realmente luciera como en la fotografía, sino se quedaría con su chico latino.

La recepcionista caminó hasta el lugar donde todos los aspirantes esperaban, generalmente sólo los llamaba, pero se había dado cuenta que a quienes solicitaban eran a esos chicos atractivos que habían llegado al final, quería volver a hablar con ese gentil chico que había estado coqueteando con ella y esperaba que le dieran a él el trabajo, así podría verlo más seguido y tal vez en un futuro, hasta ver la posibilidad de salir con él.

Los vio sentados en unas bancas al final del lugar mientras uno leía una revista y el otro miraba el techo como si eso fuera lo más divertido del mundo, se acercó a ellos y carraspeó un poco para llamar la atención de ambos, quienes al escucharla fijaron su vista en ella.

– Disculpen, pero ambos fueron solicitados para la entrevista…

– ¿Lo dices en serio? – YooChun se puso de pie aventando la revista mientras una enorme sonrisa aparecía en su rostro, YunHo rodó los ojos con cansancio, en verdad necesitaban un trabajo, pero no quería precisamente ése.

– Sí, así que irán pasando uno por uno para que les hagan la entrevista.

– De acuerdo… – Dijo YunHo poniéndose de pie. – Hagamos un “Piedra, papel o tijeras” para ver quien pasa primero. – Los dos chicos estaban por hacer el ridículo juego cuando la chica los detuvo.

– Un momento, el orden ya está decidido… – Ambos se quedaron viéndola mientras sus brazos quedaban en el aire.

JaeJoong estaba ansioso, no dejaba de mover su pierna mientras se acomodaba el cabello y arreglaba su ropa, JunSu mientras tanto pensaba en que el chico latino sería mejor opción, puesto que al poder violarlo escucharía todas esas frases en español que tanto anhelaba en la intimidad, sin embargo, la mirada del chico de la hoja que tenía enfrente le llamaba mucho la atención, le daría una oportunidad, sino ya todo estaba decidido.

Escucharon la puerta ser tocada y en ese momento JaeJoong dio la autorización, la recepcionista entró dejando pasar al chico que sería entrevistado, cerrando la puerta cuando salió; el recién llegado dio unos pasos al frente con la cabeza un poco gacha, aunque no quería admitirlo estaba nervioso, dando un leve respiro por fin alzo el rostro.

– Buenas tardes, mi nombre es…

– ¡¡CONTRATADO!! – JaeJoong se levantó de su asiento mientras aplaudía como menso con una radiante sonrisa, prácticamente ya se perfilaba para ir junto al chico y aventársele, sin embargo, JunSu hizo que se sentara abruptamente en su silla mientras el otro chico los veía confundido.

– ¿Qué te pasa?… – Susurró al oído del otro. – ¿No te das cuenta de que te ves urgido? Guarda la compostura… – El mayor asintió mientras juntaba sus manos y recargaba su cabeza en ellas, sin dejar de ver al chico. – Muy bien… ¿nos decías?

– Aahh… sí, mi nombre es Jeong YunHo, mucho gusto. – Hizo una reverencia y tras eso dejó la carpeta con todos sus papeles sobre la mesa.

– Y dinos… YunHo. – Dijo JunSu tomando el folio que estaba enfrente de su compañero. – ¿Cuánto tiempo tienes de guardaespaldas?

– Pu… pues… – YunHo se puso un poco nervioso puesto que el chico que le estaba preguntando era demasiado lindo, no como el otro que tenía apariencia de niña, aunque feo no era. –… he estado en este medio desde los 18 años, primero tuve un trabajo pequeño aquí en Corea cuidando a un presentador de TV, pero después me tuve que ir a Japón y ahí fue la última vez que cuide de alguien.

– ¿Y ese fue Gackt? – Preguntó JaeJoong con el seño un poco fruncido al leer eso.

– Así es. – Contestó secamente mientras lo miraba.

– ¿Por qué dejaste de ser su guardaespaldas? – La pregunta de JaeJoong lo dejó meditando, eso era algo que realmente no tenía intenciones de contar, además que no se vería muy bien hablar sobre eso, por lo cual tuvo que inventar algo.

– Él tenía que hacer ciertas cosas personales, por lo que sus actividades se suspendieron, yo llevaba ya un buen tiempo viviendo en Japón y mi intención era volver para acá, así que aproveché la instancia y renuncié.

– He sabido que Gackt es muy “especial” con sus guardaespaldas, ¿Qué tan cierto es eso?

– No… no es ético hablar sobre jefes pasados… lo siento. – Aunque aparentaba tranquilidad la verdad era que YunHo odiaba que le preguntaran sobre su Dios Gackt, era el mejor jefe que jamás había tenido, tenía y tendría y dudaba que alguien lo fuera a superar.

– Pero yo necesito saber si…

– ¡¡JaeJoong, deja eso!! Pasemos a cosas más importantes… – La mirada de JunSu le trataba de transmitir algo del sosiego que el mayor necesitaba, conocía muy bien a su amigo y sabía que toda esa bola de preguntas era porque quería saber si alguna vez Gackt había tocado al postulante a guardaespaldas, en verdad parecía que le había interesado mucho. – A ver… ¿eres alérgico a los girasoles?

– Sí…

– ¡¡NOOOOOOO, ESA ES MI FLOR FAVORITAAAA!! – JaeJoong se había puesto de pie una vez más, sentándose al instante que sintió la mirada de su amigo. – OK, ya me callo.

– De ahí en fuera no cuentas con ninguna enfermedad ¿cierto? – YunHo asintió. – Cuando dice que prefieres la cocina… ¿a qué te refieres? – Obvio, no podía decir que al sexo con su novio, sabía que ese trabajo iba a ser un lío.

– Me gusta cocinar. – Los ojos de JaeJoong se iluminaron al escuchar eso. – Generalmente, cuando estoy en casa, me gusta meterme a la cocina y ver que cosas puedo preparar, pienso que una buena alimentación es la base de todo lo que hacemos.

– ¿Y qué te gusta cocinar? – Preguntó JaeJoong, por demás entusiasmado con la idea de poder “cocinar” con YunHo alguna vez.

– Cualquier cosa, más que nada me gusta experimentar… – Todo era una gran mentira, la verdad es que detestaba cocinar, se le quemaba hasta el agua, pero ahora con lo que había dicho tenía que aprender al menos a hervir un huevo.

– ¿Eres ambidiestro? – Consultó JunSu, chequeando los datos puestos en la hoja.

– ¿Ambidiestro?

– Sí, aquí pusiste que tanto derecha como izquierda.

– Aaahhh… a eso se referían… emm digo, si, soy ambidiestro, aunque suelo usar mas la derecha.

– Te gusta más el Punk Rock que el pop ¿Por qué?

– Aunque el pop es bueno, toda mi vida he estado rodeado de gente que le gusta mas el rock, además que con Gackt-Sama me enseñé a escuchar música más pesada u oscura, así que me gusta ese más ese estilo y disfruto mucho escuchándola. – JunSu dejó el folio frente a su compañero, quería que él preguntara más cosas y no dejarlo sólo a él, ni parecía interesado, aunque la cara de bobo no afirmaba eso.

– YunHo… ¿sabes tocar algún instrumento?

– Si, la batería… aprendí con Gackt…

– ¿Y hay algo que con Gackt no hayas aprendido? – La pregunta de JaeJoong desconcertó a ambos chicos, JunSu no podía creer que presenciaría una escenita de celos con alguien que ni conocía y sólo había visto una vez; YunHo pensaba que ese era un niño prepotente que sólo le tenía envidia a su Gackt-Sama.

– Todo… lo aprendí con él… – Y cuando YunHo decía “Todo” es porque realmente TODO lo había aprendido con él.

– Pues si llegas a trabajar con nosotros aprenderás muchas cosas más.

– ¿Eso quiere decir que me darán el trabajo? – JaeJoong se paró de su silla y caminó hasta YunHo para tenerlo cara a cara, nunca le había pasado algo así, pero moría por probar los labios del que ya estaba seguro sería su futuro guardaespaldas.

– Eso aún lo tenemos que discutir bien mi compañero y yo, pero a ti… ¿te gustaría trabajar con nosotros? – El artista dijo de forma coqueta, cosa que pasó desapercibida por el más grande; YunHo por otro lado quería responder que él quería trabajar con el otro chico y no precisamente con él.

– Por supuesto, por eso estoy aquí…

– Y… – Se alejó un poco, sentándose en la mesa, dándole la espalda a su amigo y abriendo un poco las piernas de forma sugestiva para el guardaespaldas. –… ¿Qué opinas de Dark Virginity?

– Pues… es un grupo muy famoso que gusta demasiado entre el público juvenil, son unos chicos muy talentosos y que saben lo que hacen… – Los dos cantantes sonreían conformes con la respuesta que estaba dando el chico. –… aunque… – Sus sonrisas desaparecieron al instante con esa palabra. –… ¿es cierto eso de sus anillos?

– Sí… – JaeJoong volteó a ver a su compañero quien lo miraba seriamente. – Los usamos desde la preparatoria, es un recordatorio de que seremos vírgenes hasta el matrimonio.

– ¿Y no les da curiosidad el sexo?

– Estamos más ocupados en otras cosas, no nos da tiempo para pensar en eso…

– ¿A ti si te gusta mucho el sexo? – Preguntó JunSu, mirando fijamente al entrevistado, éste por otro lado no podía decir que era adicto a el y que prácticamente se la vivía teniendo relaciones con su novio, ya que estaba seguro que esos chiquillos se espantarían con eso, ya que comprobaba que eran demasiado “puros”, pese a que su aspecto no denotaba eso.

– No voy a negar que lo he probado, pero no es algo fundamental en mi vida, además creo que eso es para hacerse cuando hay amor y no solamente por puro placer, si lo haces con la persona amada entonces en verdad que encontrarás la gloria total. – YunHo no podía creer la letanía que acababa de echarse, ni él se creía todas esas pantomimas del amor, aunque con YooChun era diferente, en verdad lo amaba más que nada, pero sin duda el sexo era lo mejor del mundo.

– Me da gusto que pienses así… – JunSu sonreía inocentemente, aunque por dentro se hacía nota mental de usar esas palabras para una canción, ya que exactamente eso era lo que Dark Virginity significaba, aunque ellos en verdad no lo llevaran al pie de la letra. – ¿Tú que opinas JaeJoong…? – El otro chico no decía nada, por lo que su compañero se levantó para verlo, ya que aún le seguía dando la espalda. – ¿Joongie…?

– ¡¡Que hermosooo!! – JaeJoong tenía los ojos llenos de lágrimas mientras se tapaba la boca con las manos, tratando de retener unos gemiditos que indicaban que estaba haciendo todo un drama; YunHo rodó sus ojos sobre su propia orbita, ese chiquillo con cara de niña era todo un caso, era lindo y toda la cosa, pero con sus dramas de princesa y su prepotencia de diva caprichosa definitivamente lo sacaría de quicio en poco tiempo.

– Ya, tranquilo Joongie… lo siento… – Dijo mirando al guardaespaldas. – Es que es muy sentimental, se conmueve con facilidad.

– ¿Pue… puedo darte un abrazo? – JaeJoong preguntó con carita tímida al entrevistado, éste no sabía que contestar, aunque un abrazo no le haría daño a nadie.

– Claro… – El cantante se paró de la mesa donde seguía sentado y se acercó a YunHo, pasando sus brazos por su cuello. El postulante a guardaespaldas sintió la cercanía de su cuerpo y por instinto lo abrazó de la cintura, de verdad era muy menudito, aunque se notaba que no estaba debilucho; después de un minuto de estar así el cantante por fin lo soltó.

– Muchas gracias… hueles muy rico. – El más grande se sonrojó levemente, pero se recompuso al instante mientras el chico con cara de niña se alejaba de él y se acercaba a su lindo y más normal compañero.

– Por último YunHo… aquí no lo especificas, pero ¿A quién prefieres…? ¿A Hero o a Xiah? – Sin duda eso podía ser malo, había hecho creer que los conocía al revés y al derecho, pese a que en su vida había oído una de sus canciones, y había dicho una enorme sarta de mentiras para quedar bien y asegurar el trabajo, pero no tenía idea de cual era Hero y cual era Xiah y sin duda él quería quedarse con JunSu. No por nada hacía rato que no le podía despegar la vista de encima, ya que todo en él le llamaba la atención.

– Pues… cualquiera de los dos está bien para mí, ambos son jóvenes muy agradables…

– No… dinos uno por favor, sin vergüenza. – JaeJoong había insistido, limpiándose aún las lágrimas que quedaban en sus ojos.

– Creo que… Hero está bien… – Los dos chicos sonrieron satisfechos, cosa que dejó dudoso al más grande. Era definitivo, apenas saliera de ahí buscaría quién demonios era Hero y esperaba que la suerte estuviera de su lado.

– Muy bien, entonces te llamaremos si es que eres seleccionado como uno de nuestros guardaespaldas… mucha suerte. – Dijo amablemente JunSu, ordenando los folios sobre la mesa.

– Gracias… y eso radica en ustedes, ojala hayan tenido una buena impresión de mi…

– Eso sin duda. – JaeJoong contestó con una sonrisa en el rostro.

– Con permiso.

YunHo salió del cuarto donde eran las entrevistas dejando salir todo el aire retenido una vez que cerró la puerta a sus espaldas, se talló las sienes con vehemencia y contó hasta diez unas tres veces hasta calmar todos sus sentidos, más le valía a YooChun tener energía y aguante, porque sin duda ésta no sólo se la cobraría con una buena sesión de sexo salvaje y sin parar.

Cuando la puerta se cerró JaeJoong se recostó en la mesa aguantando las ganas de soltar un grito de felicidad, pataleaba como niño chiquito que acababan de comprarle el juguete que tanto deseaba; JunSu lo veía con la ceja levantada, en verdad ese chico había entusiasmado demasiado a su amigo y eso lo ponía contento, aunque sabía que cuando Jae se ponía en ese plan, era más loco de lo común.

– Veo que te interesó mucho ¿no?

– ¿Mucho?… ¡Demasiado~!… Wah~ ¿Escuchaste lo que dijo?, es un amor de hombre y quiero violarlo ahora mismo… ¿crees que sea homosexual? Sino no me importa, lo transformo en poco tiempo…

– Lo que estás diciendo no tiene nada que ver con lo que diste a notar hace un rato.

– Claro que no, recuerda que seremos vírgenes hasta el matrimonio, claro que si nos violan en el camino, pues ya no fue decisión propia, así que eso no cuenta…

– ¿En verdad lloraste?

– ¿Cómo crees? Quería abrazarlo, necesitaba sentir su cuerpo pegado al mío y ¡Que cosa! se ve que tiene un paquetote enorme… soy buen actor ¿verdad?

– Eres un depravado y mira que tienes suerte, te eligió a ti…

– ¡¡Siii!!… eso es el destino, sin duda.

– Entonces ¿ya te decidiste?

– Estaba decidido desde que lo vi entrar… así que apenas veamos a ChangMin haremos que elabore el contrato… – JaeJoong se levantó de la mesa y se sentó en la silla que le correspondía, bajo la mirada extrañada del otro.

– ¿Y ahora por qué te sientas ahí?

– ¿Cómo que por qué?… falta el tuyo.

– No sé… creo que me quedaré con mi latino candente.

– ¿Con el Miw… algo?… por favor JunSu, ve nada más esta fotografía, está mil veces mejor que esa imitación barata de Antonio Banderas, dale una oportunidad. Además… sabes tan bien como yo que los latinos son peludos y a nosotros nos gustan lampiños.

– Si, cierto… entrevistaré a este tipo. – JunSu caminó hasta la puerta, mandando a llamar a la recepcionista para que hiciera entrar al otro chico.

YunHo no dejaba de golpearse en la cabeza con la revista, sabía que su suerte nunca había sido buena y ahora lo comprobaba. YooChun no entendía nada, sólo vio llegar a su novio y cuando estaba a punto de preguntarle como le había ido, éste lo ignoró tomando una de las revistas, buscando como poseso algo y después de verlo leer detenidamente comenzó a golpearse sin miramiento alguno.

– ¿Se puede saber por qué te golpeas? – Consultó YooChun, cuando ya comenzaba a preocuparse por la estabilidad mental de su novio.

– Porque soy un imbécil… – Se dio un último golpe en la frente con más fuerza que los anteriores y al final tiró la revista al suelo.

– Eso ya lo sé, pero así te amo… – El mayor lo vio con un puchero. – Sabes bien que te besaría, pero no puedo aquí, así que mejor cuéntame ¿Cómo te fue?

– Pésimo… – Se dejó caer por la banca, quedando totalmente desparramado en ella.

– ¿Por… por qué lo dices? ¿Te fue mal? ¿No los impresionaste?

– Elegí mal…

– ¿Cómo que elegiste mal? Ellos tienen que elegir, no tú.

– No entiendes. De esos dos mocositos uno se ve que es más normal, además que está demasiado lindo.

– ¿Cómo que lindo? – YooChun frunció su entrecejo, su novio jamás dejaría de ser un coqueto.

– No te pongas celoso amor, hay que aceptar que tienen lo suyo esos niños, pero ése que te digo es el que me gusto a mí y no mal interpretes, o sea, que me agradaría cuidar de él porque me da una sensación de ternura, pero por idiota dije el nombre del otro… sabes que tengo poca paciencia y exploto con facilidad, tú me aguantas más, pero al que te digo que me exaspera lo asesinaría y no me sentiría nadita culpable…

– Bueno, pues ni modo, no puedo elegir al mismo, sino a uno de los dos no nos darían el trabajo, pero si nos escogen a los dos posiblemente podamos pedir cambio al final.

– ¿En verdad harías eso por mí? – Con ilusión tomó una de las manos de YooChun, sin que nadie los pudiese ver.

– Claro, por ti lo que sea amor… y ¿a quién tengo que elegir?

– A…

– Dis… disculpa YooChun. – Ambos alzaron la vista, encontrándose con la recepcionista sonrojada hasta las orejas. – Es tu turno y me pidieron que entraras rápido, porque los chicos tienen un compromiso después…

– Oh, gracias linda… Muy bien, vuelvo enseguida… – Dijo mirando a su novio. – Deséame suerte.

– Suerte…

YooChun se levantó como bólido de su asiento y se dirigió hacía el lugar donde estaba la recepción, para perderse tras el mostrador donde hacían la entrevista; la recepcionista se había quedado parada viendo por donde el pelinegro había ido, soltando después de eso un fuerte suspiro. Sintió una mirada muy penetrante en su espalda y cuando se giró pudo notar como el otro chico la miraba con no muy buena cara por lo cual optó por regresar a su lugar rápidamente.

YunHo se sentó en el lugar que antes ocupaba YooChun mientras no dejaba de ver a la recepcionista, había notado la confianza que ésta tenía con SU novio y no le había parecido que lo llamara por su nombre, se vía que estuvieron hablando mucho mientras el estaba en la entrevista, otro detalle más que YooChun pagaría cuando cobrara el trato.

Ansioso, JaeJoong le quitó el papel de las manos a JunSu cuando éste volvía de hablar con la recepcionista, cosa que le importó un pepino a menor, quien simplemente se fue a sentar a su silla. El latino de verdad que le había gustado y el problema de que fuese “peludo” se arreglaba con un poco de cera depilatoria y paciencia, por lo demás ese latino ardiente era todo lo que podía pedir de un hombre.

JaeJoong por su parte no quería verlo ni en pintura, estaba hastiado del español sólo con escuchar al tipo decir una y otra vez esa frase que JunSu le había pedido repetir a cada rato como loro poseído por le fantasma de Emily Rose, así que haría todo lo posible para que escogiese al joven de la mirada misteriosa de la fotografía del folio en sus manos.

No es que fuese racista, la verdad es que si el latino hubiese sido mudo se habría quedado con él, pero sería más cómodo tener un cuidador que compartiese su mismo idioma natal. Con ese pensamiento en mente repasó una y otra vez los datos puestos en el cuestionario, releyendo más veces de lo necesario uno de los datos en particular. Notaba que el tipo de letra había cambiado, en los datos personales era más pareja y ordenada y de ahí en adelante la letra tenía un cambio drástico, aún era legible, pero no totalmente, así que no podía estar seguro al ciento por ciento de que ese dato estuviese correcto.

– JunSu…

– ¿Si?

– ¿Qué número es éste? – Le acercó la hoja a la cara, dejándola tan cerca que JunSu tuvo que apartarla un poco para llegar a distinguir el dato que JaeJoong indicaba

– Mmm… catorce ¿Por qué? – El mayor volvió a acomodarse en su silla, llevándose consigo el cuestionario para seguir mirándolo.

– No, por nada en especial. Sólo que esa es su talla de zapato.

– ¿Su talla de… qué… ¡QUÉ!? ¡¿CATORCE DE ZAPATO?!

– ¡No grites! Y sí, eso dije, catorce de zapato. De seguro tiene un paquetote enorme, de esos que te dejan sin sensibilidad en las piernas por una hora luego del orgasmo, pero como tú no lo quieres… yo no tengo problema alguno con quedármelo.

– ¡Ah, no! Tú ya escogiste al que recién entrevistamos, no te pases de listo.

– Es cosa mía si quiero dos guardaespaldas, además tú ya tienes al latino.

– ¿Qué latino? Yo no sé nada de ningún latino, dame la hoja… – Intentó quitarle ja hoja a JaeJoong, quien sólo atinó a alejarla de las manos de JunSu lo más que pudo. – ¡Dámela!

– Ay, JunSu, no seas goloso. – Se levantó de si silla, seguido por el menor, y caminó al rededor del mesón, huyendo de él. – Quédate con tu latino peludo, yo quiero al dueto de guardaespaldas sexies con enormes juguetes.

– No, no. ¡Cállate! Aquí el único goloso eres tú, dame esa hoja ahora mismo, que éste es mío y sólo mío. – Intentó nuevamente quitarle la hoja al mayor, pero no lo consiguió ¿de aquí a cuando JaeJoong era tan escurridizo? – ¡JaeJoong, dame la hoja! – Dio otra vuelta alrededor del mueble, intentando darle alcance a su amigo y quitarle de una buena vez el bendito cuestionario.

– Oblígame. – Le mostró la lengua, con burla, y alzó por sobre su cabeza el papel.

– JaeJoong… Si no me la das… publicaré en Internet ese video tuyo en que el que lo haces como animal en celo con Minnie en el mesón de la cocina. – El mayor palideció, quedándose paralizado en su lugar, cosa que aprovechó JunSu para atraparlo contra en mesón.

– ¡Oye, cuidado! – Intentó soltarse, pero estaba echado sobre los papeles y tenía a JunSu entre las piernas, era imposible liberarse. – ¡Eres un bruto! ¡Además dijiste que habías borrado todas las copias!

– ¡Pues fíjate que si lo hice, pero ChangMin aún tiene una! – Quiso quitarle la hoja de la manos a JaeJoong, sin embargo, el mayor nuevamente dejó el cuestionario fuera del alcance de JunSu al ponerlo por sobre su cabeza. – ¡Dámela o “Convenceré” a Minnie para que me dé la copia que aún tiene!

– ¡Uy! Eres un maldito… ¡Con razón tus papás no te quieren nada, eres un desgraciado chantajista!

– No te hagas el santo, porque tus abuelos no te soportan por ser tan horrendamente caprichoso.

– ¡Te odio!

– ¡Yo te odio más!

– ¡No! ¡Yo te odio más que tú a mí! – JaeJoong dejó un de sus brazos, específicamente ése con el que sostenía la hoja, caer por un lado del mueble, cosa que JunSu aprovechó para compactarse contra el torso del mayor e intentar quitarle el cuestionario. – ¡No te me acerques, nalgón del demonio!

– ¡Dame de una vez la recondenada hoja, maldito afeminado!

– ¡No soy afeminado! – Logró empujar a JunSu y rodó sobre si mismo, cayendo del mesón. Se puso de pie de un salto y corrió en dirección hacia la puerta, la que justo en ese momento se abrió y entró un YooChun con expresión desconcertada ¿De aquí a cuando lindos jovencitos, que casi parecían jovencitas, corrían hacia él con tanta desesperación? – ¡Escóndeme!

– ¿Q…? – JaeJoong corrió a esconderse tras la espalda de YooChun, sujetándolo por las caderas para hacerlo girar a la par suya y usarlo así de escudo. Al segundo después un JunSu con cara de psicópata asesino estaba a menos de tres centímetros de distancia del rostro de YooChun, buscando por todos los medios posibles la forma de alcanzar a JaeJoong, quitarle la hoja, ahorcarlo con el cordón de su zapatilla y luego arrojarlo por la ventana del vigésimo quinto piso. – Perdón… si están ocupados ahora puedo volver en unos minutos para ser entrevistado.

– ¿Ah…? – JunSu por fin fijó su vista en el recién llegado, totalmente desconcertado. – Tú… ¡TÚ! – Lo apuntó, reconociéndolo de la fotografía. Por estar pensando en formas de tortura se había olvidado de que el último postulante entraría.

– Eh… sí. – YooChun lo miró curioso, analizando al jovencito frente a él, mientras sentía que el otro, el que tenía cara de niña, ajustaba sus manos en torno a su cintura, buscando resguardo. – ¿Vuelvo luego?

– ¡Nooo! Digo… no… – JunSu miró nervioso a su alrededor y al final fijó la vista en el mesón, avergonzado. Estado todo hecho un desorden. – P-pasa… te entrevistaremos ahora mismo… JaeJoong, ven a sentarte. – El artista de mayor edad sonrió levemente, soltando la cintura del postulante, y dio unos pasos hasta quedar de pie junto a él.

– Voy… – YooChun entró a paso firme a la habitación, debía imponer presencia para que notaran que tenía experiencia siendo guardaespaldas, pero principalmente quería verse lo menos nervioso posible. El chico de apariencia delicada realmente le había gustado, no de un gustar romántico, sino que un gustar más bien platónico, mas esperaba que le dieran el trabajo y así verlo a diario, ya que no le costaría nada de trabajo cuidar de alguien tan… adorable. – Discúlpanos por esta escenita, a veces JunSu se vuelve loco y quiere matarme.

– No te preocupes, puedo entenderlo.

– Trae el formulario de una vez, JaeJoong. – Dijo el otro chico, el que supuso era el “exasperante”. Claro, el chico era lindo y todo, pero se notaba a leguas que era un prepotente y entendía porqué su novio había dicho que no lo soportaría.

– Sí, ya voy… – JaeJoong se giró sobre sus talones, quedando frente a YooChun. – Por cierto… gracias por protegerme.

– No hay problema, para eso estoy aquí. – Y se dio una patada mental al darse cuenta de que coqueteaba con el chiquillo. “Tengo novio, tengo novio…” se repitió varias veces en su interior, casi como si fuese un mantra “Tengo novio y tendremos sexo sin parar por todo un día…” y con ese ultimo pensamiento se dispuso a responder lo mejor posible la entrevista.

– ¡JaeJoong, el formulario!

– ¡Ya~! Que carácter… cierra la puerta, por favor.

– De inmediato.

Cuando la puerta se cerró a sus espaldas sintió que le faltaba el aire. Dios… ahora que veía a los dos chiquillos de pie a cabeza se daba cuenta de que YunHo tenía razón, si que eran lindos el parcito de maravillas, sobre todo el de facciones suaves y cierto encanto femenino; el otro tenía un físico curvilíneo, muy poco común en un hombre, pero que le quedaba perfecto. Si el chico fuese más… callado, definitivamente le gustaría.

JunSu casi no podía respirar, estaba anonadado, nunca había visto a nadie con tanto garbo y desplante, no le podía quitar la vista de encima y analizaba todos los rincones de su figura. Era tal vez unos centímetros más alto que él, su cabello ondulado le daba un toque rebelde a su look elegante, su rostro era limpio y de facciones suavemente esculpidas, su torso se apreciaba trabajado y grueso aún con la ropa encima, pero sobre todo notaba la curva que hacía su pantalón al ajustarse a su entrepierna y OMG ¡Que entrepierna! De verdad le hacía honores a la talla catorce de sus zapatos y se le hacía agua la boca de sólo imaginar todas las cosas que se podrían hacer con ella.

– Deja tu folio con tus papeles sobre la mesa. – Dijo JaeJoong con voz tranquila, ordenando unos cuestionarios más sobre el mesón para hacerse espacio, mientras se sentaba. – ¿YooChun, cierto?

– Correcto, Park YooChun para servirles. Mucho gusto. – Hizo una venia frente a los jóvenes y estuvo seguro de que escuchó un suspiro.

– OK, YooChun… aquí dice que trabajaste con Beyonce ¿Hace cuanto tiempo fue eso? – Consultó JaeJoong, analizando los datos puestos en el cuestionario, ya que JunSu no parecía que fuese a reaccionar muy pronto.

– Dos años y medio. Viví en USA por varios años, desde los 9 para ser precisos, y ahí cuidé de unos cuantos famosos, entre ellos a Beyonce.

– ¿Unos cuantos? ¿A quién más cuidaste?

– Bueno… estuve una temporada cuidando de Britney Spears, luego, para una premiación, custodie a Jennifer López y la última persona que cuidé fue a Beyonce antes de volver a Corea.

– Oh… Beyonce, Britney y J. Lo… Haz cuidado sólo a mujeres ¿no te crea problemas cuidar ahora de un par de chicos?

– Por el contrario, es mucho más cómodo. – Mentira, le encantaba cuidar mujeres, sobre todo porque se ganaba su confianza muy rápido y ellas le permitían vigilarlas incluso en los vestidores. – Con las señoritas hay que tener un cuidado especial para que no se sientan acosadas por su propio cuidador, cosa que no pasa con los hombres, ya que no se intimidan con la cercanía de su custodio. Es más que nada por las limitaciones en la relaciones entre hombres y mujeres.

– Ya veo… ¿JunSu? ¿Vas a preguntar algo? – Sacudió por el hombro al menor, logrando que por fin despertara de sus fantasías que involucraban ciertas partes del cuerpo de YooChun.

– Si… eh… YooChun, ¿qué tan bueno es tu inglés?

– I can speak perfectly english; if you want I can answer to you in english all the interview. (Puedo hablar perfectamente inglés; si ustedes quieren puedo responderles en inglés toda la entrevista.) – Ambos jóvenes se miraron entre ellos con una mueca rara que YooChun no supo interpretar. Se miraban casi con complicidad, un toque de duda, algo que se podría interpretar como “WTF?” y cierto brillo de felicidad. JaeJoong ya juraba que JunSu pronto entraría en un colapso hormonal con tantas fantasías y posibilidades que se estaría formulando para con su prospecto de guardaespaldas. Tenía todo lo que JunSu quería, el físico, el porte, el atractivo, el inglés, incluso la voz grave, ahora sólo era cosa de terminar de confirmar si ese tipo era totalmente perfecto para su compañero.

– Correcto, tienes un excelente inglés… aquí en el formulario dice que tienes claustrofobia ¿Es algo de lo que debamos preocuparnos?

– No, está bajo control. Para serles sincero no me ha molestado en los últimos dos años, así que les aseguro que no será un problema.

– OK… ¿Alguna otra enfermedad, aparte de tu alergia a las avellanas? – Cuestionó JaeJoong, releyendo los datos en el formulario.

– ¿Qué? – JunSu golpeó la mesa con sus manos, casi indignado. – ¿Avellanas? ¡¿Cómo puedes ser alérgico a las avellanas?!

– ¿Hay algo de malo con eso? – YooChun juraba que si el chiquillo volvía a gritar no respondería. Ya lo tenía arto con su prepotencia y su voz tan aguda.

– No, no hay nada de malo, YooChun, sólo que a JunSu le gustan mucho. ¿Tocas algún instrumento?

– El piano.

– ¿Qué tan bueno eres para dar masajes?

– No es algo que yo pueda juzgar, ya que jamás me he dado un masaje.

– Oh, muy inteligente ¿Tienes algún vicio? – Si, el de tener sexo con su novio, pero no era buena idea decirle eso a un par de castos jovencitos.

– Ninguno que implique adictivos lícitos o ilícitos.

– Eso es excelente… JunSu, ¿Le preguntarás algo?

– Si, dame la hoja… – Pero el mayor lo ignoró. – ¿JaeJoong…? – Con burla le mostró la lengua. – ¡JaeJoong, dame la hoja!

– No quiero.

– Bien, no me la des, pero si mañana amaneces rapado no te quejes.

– Ay, que pesado. Toma la hoja.

– Gracias… OK, YooChun… según esto puedes hacer guardia todo el día.

– ¿Perdón? – ¿En que parte del cuestionario le preguntaban eso?

– Eso, aquí pusiste tanto día como noche, así que he de suponer que no te molestará hacer guardia nocturna cuando estemos de gira ¿cierto?

– Ah… era eso… no, no me molestará, puedo estar más de tres días sin dormir.

– Perfecto… aquí hay un problema, ya seleccionamos a uno de los guardaespaldas y al él también le gusta ir arriba ¿no te molestará ponerte de acuerdo con él, no? – ¿Ah…? ¿Ponerse de acuerde en qué? ¿en quien era el activo? ¡Dios! El único hombre con el que tenía pensado ser el pasivo, a veces, era con YunHo, no lo haría con ningún otro tipo.

– Ah… no… digo… ¿qué problema puede haber, arriba, abajo… de lado… no es todo lo mismo? – No podía estar seguro sobre qué le preguntaban los chiquillos esos, así que lo mejor era dar una respuesta abierta.

– Si, eso creo, si eres seleccionado espero que puedas llegar a un acuerdo con el otro guardaespaldas y decidan quien usará la litera superior y quien la inferior cuando se muden. – ¿Litera…? ¡Ah! Estaba hablando de un camarote… por un segundo su imaginación había volado y todas las posiciones del Kamasutra dieron vueltas en su cabeza.

– ¿Significa que quedo contratado?

– Es muy posible, aún debemos aclararlo bien con JunSu. YooChun… ¿Qué opias de Dark Virginity?

– ¿Cómo personas o musicalmente hablando?

– Mmmm… ambos.

– Como personas me parecen un par de jovencitos maravillosos, muy enérgicos y encantadores. Musicalmente me parecen muy completos, saben expresar sentimientos a través de su música y las melodías son pegajosas.

– Oh… muchas gracias. – JaeJoong comenzó a ordenar los papeles, dejando en un montón todos aquellos que le pertenecían a los rechazados. – Creo que eso es todo, a menos que JunSu quiera preguntar algo más ¿JunSu?

– ¿Ah…? Eh… si… YooChun ¿A quién te gustaría cuidar, a Hero o a Xiah? – ¿Por qué rayos ese niño no se refería a si mismo en primera persona?

– Eh… bueno… – ¿Quién tenía cara de Hero y quién de Xiah? Mmm… ¿Qué rayos era un Xiah? ¿Era un apodo? ¿Una abreviatura? El que usase ese apodo debía ser un loco ¿Quién en su sano juicio se llama “Xiah”? – Pues… no se me hace problema cuidar a alguno en especifico, pero si me preguntan por el que prefiero… pues… Hero. – Al parecer algo malo había dicho, ya que el jovencito de facciones delicadas abría los ojos desmesuradamente, en tanto el otro, el prepotente, se alzaba de si silla, golpeando con fuerza el mesón con sus dos puños.

– ¡¿QUÉ?! ¡¿CÓMO QUE HERO?! – Ups… había metido la pata.

– Eh… digo… Hero me gusta por su voz, pero Xiah es más… lindo. – ¡Dios! ¿Quién rayos era Xiah? De seguro era el enano prepotente y gritón.

– Eso es todo YooChun, puedes retirarte. – Le dijo JaeJoong, avergonzado, mientras intentaba calmar a JunSu para que volviese a sentarse.

– OK… con permiso. – Casi corriendo YooChun salió de la habitación, buscando refugio en YunHo, pero grande fue su sorpresa al verlo hablar amenamente con la recepcionista, riendo a carcajada limpia de vaya a saber Dios de que guarradas. – YunHo…

– ¡YooChun, por fin saliste! Estaba aquí hablando con mi nueva amiga, es todo un encanto ¿no crees?

– Eh… si… ven, tenemos que hablar. – Jaló al mayor, arrastrándolo a la esquina más cercana y solitaria que vio, a unos metros de la recepcionista y cerca de unos negros enormes.

– ¿Qué pasó, AMOR, te fue mal?

– ¿YunHo? ¿Qué te pasa? ¿Por qué hablas así?

– ¿Así, cómo, MI VIDA?

– YunHo, deja de hablar así, nos pueden escuchar y pensar cosas raras.

– Que piensen lo que quieran, CARIÑO, después de todo mi nueva amiga ya lo sabe y al resto de las personas no le importa.

– ¿Qué…? ¡YunHo, de nuevo con tus celos!

– ¡¿Qué celos?! ¡Yo no tengo celos!

– Ya, para. Eso no es lo importante, te estaba hablando de la entrevista.

– Claro, MI CIELO, dime cómo te fue.

– Ay, Dios, ¿Por qué no me diste un novio más normal?… YunHo, ¿A quién elegiste?

– A Hero, el prepotente y caprichoso, pero yo quería al que es más normal y lindo, Xiah.

– Espera, Hero es el normal y tiene una cara de niña de lo más linda, Xiah es el prepotente y gritón.

– ¿De qué hablas? Hero es el exasperante y gritón, y sí, tiene cara de niña, pero Xiah es el lindo, normal y curvilíneo.

– Creo que estamos en problemas.

– Creo lo mismo.

– Disculpen, ¿Me dejan pasar, por favor? Tengo algo de prisa. – Ambos guardaespaldas alzaron la vista, encontrándose con un joven alto y atractivo, de expresión seria y cabello castaño. Usaba camisa y pantalón de tela, ropa no muy común para alguien tan joven.

– Ah… si, discúlpanos por bloquear la pasada. – YooChun jaló a YunHo hacia un lado, dejando el paso abierto hacia el rincón en que estaba la recepcionista y la puerta a la habitación anexa.

– No se preocupen. – El joven caminó hacía la recepcionista, le preguntó algo y, tras eso, tranquilamente entró a la habitación en la que se hacían las entrevistas, cerrando la puerta tras de él.

– Él era lindo. – Comentó YooChun, anonadado con el porte del joven y el ancho de su espalda.

– Sí, muy lindo… ¿Quién crees que sea?

– No sé… puede que sea parte de la banda.

– Ojala, está justo en su punto.

– Yeah, baby…

JaeJoong corría por toda la habitación, huyendo de la furia de JunSu, quien estaba aún muy enojado porque YooChun no lo hubiese elegido a él en primer lugar y seguía a su amigo con un lápiz en la mano, como arma punzante. El mayor no entendía porqué estaba tan enojado, si YooChun había dicho que sólo lo prefería por la voz y que JunSu era más lindo, pero eso no parecía ser suficiente para el menor y quería desahogar frustraciones sobre su persona.

– ¡¡TE CASTRARÉ!!

– ¡No, JunSu, sabes que les tengo mucho aprecio, por favor!

– ¡Lo sé y por eso te los cortaré igual que la niña loca de Hard Candy!

– ¡No, como la niña loca de Hard Candy no!

– Si, como la niña de loca de Hard Candy… ¡te los congelaré, los cortaré con una tijera de punta redonda y luego los haré puré en la trituradora del fregadero!

– ¡Aaaaaahhh~! ¡Ayuda~!

– ¡¿Qué es todo este escándalo?! ¡JaeJoong, deja de gritar! ¡JunSu, baja ese lápiz!

– ChangMin… ¡Oh, ChangMin! – JaeJoong corrió directo a abrazar a su manager, quien acababa de entrar a la habitación, escondiéndose luego tras su espalda para refugiarse de los ataques de JunSu.

– ¡ChangMin, quítate de en medio! Éste afeminado me quiere quitar al guardaespaldas.

– Yo no te quiero quitar nada, yo quiero a mi sexy-sexy YunHo, ¡tú quédate con YooChun y sus enormes cosas!

– ¡Pues fíjate que así lo haré, el será mi guardaespaldas!

– ¡Pues bien!

– Sí, ¡Bien!

– ¡Ya basta! ¡A sentarse los dos! – Los dos cantantes obedecieron de inmediato la orden dada por su manager, yendo a sentarse a las sillas que antes usaban. – ¿Escogieron a sus guardaespaldas? Sino recuerden que no tienen otra oportunidad, ese fue el trato, no puedo volver a aplazar sus actividades para que ustedes estén jugando a “Éste sí, éste no”.

– Ya decidimos, Minnie, cada quien escogió a uno de los postulantes.

– Entonces si ya eligieron y cada quien tiene al suyo, ¿Por qué es el pleito?

– Porque este cara de fémina urgida coquetea a propósito para quitarme a mi ratoncito…

– ¿Ratoncito? – Preguntaron al mismo tiempo los otros dos.

– Si… ¿no viste JaeJoong su expresión de ratoncito desvalido? Es un encanto… ¡¡Y TU ME LO QUERIAS QUITAR!!

– Para nada, por mí conviértete en queso y que te coma entero, yo solo quiero a mi sexy YunHo, tan varonil, tan cautivador, tan papacito… además, no es mi culpa ser más atractivo que tú.

– ¡¡Ahora si te mato peli teñido!!

– ¡¡Ja!!... mira quien habla de peli teñidos, cresta de gallo culeco… o debería de decir ¿culón?

– ¡¡BASTA!!... – ChangMin ya no soportaba las palabrerías de ambos, por lo cual alzó la voz, que era lo único que podía controlarlos –…quiero ver los papeles de esos tipos ¡¡ahora mismo!!... – JunSu se acercó a la mesa y entregó ambos folios junto con los papeles que cada uno había llevado comenzando a revisarlos bajo la atenta mirada de los dos chicos. –…tienen buen historial, han cuidado a artistas de renombre, pero…

– ¿Pero? – Preguntaron ambos.

– ¡¡¿Quién demonios hizo este formato tan rotundamente gay?!!

– ¡Fue JunSu!

– ¡¡TÚ ESTUVISTE DE ACUERDO!!

– Era eso o quedarnos sin nada, así que ChangMin, si tienes algo que reclamar, es a éste culón cabeza de gallo que además se pasa de gay.

– ¿Los cuestionarios fueron llenados con lápices de colores?

– ¡¡Ese fue JaeJoong!!

– Traidor…

– Afeminado…

– Voz de pito…

– Sin trasero…

– Pervertido…

– Tú más…

– ¡¡NOOO TÚ MÁS!!

– ¡¡¡TUUUÚ!!!

– ¡¡CALLENSEEE!!... – Ambos chicos se soltaron, ya que habían comenzado a jalarse de los pelos y a golpearse lo más masculinamente que les era posible, o sea como unas niñas. –…bien, vi a ese par de chicos allá afuera ¿seguros que los quieres a ellos?

– ¡¡Y a sus divinos cuerpos griegos!!

– ¡¡Siiii!!

– De acuerdo, luego no se vayan a arrepentir, porque les juro que no les daré otra oportunidad.

– ¡¡ChangMin te amamosssss!! – Gritaron los dos mientras se acercaban a él y lo abrazaban, regalándoles besos por todo el rostro, éste sólo rodaba sus ojos con fastidio, sin embargo, se dejaba hacer de todo; una vez que los otros dos se cansaron de repartir mimos es que se dirigió a la puerta de salida.

– ¿A dónde vas Minnie? – Preguntó JaeJoong.

– ¿A dónde más iría?... a hablar con ese par de chicos para decirles que están contratados.

JunSu y JaeJoong siguieron al otro, deteniéndose detrás del mostrador, mientras veían como su manager se acercaba a los otros dos, los cuales estaban hablando ¿acaso ya se conocían?, posiblemente el estar en ese medio los hacía conocidos.

YunHo y YooChun seguían discutiendo su mala suerte, definitivamente a cada uno le había parecido un fastidio uno de los chicos, pero si les daban el trabajo tendrían que aguantarse a toda costa; dejaron de hablar en el momento en el que vieron como ese atractivo chico que unos minutos atrás los había cautivado.

– Buenas tardes caballeros… mi nombre es Shim ChangMin y soy el manager de Dark Virginity… – YunHo y YooChun en ese momento abrieron los ojos desmesuradamente ¿ese chiquillo era el manager de ese par? – …he hablado con los chicos y están muy convencidos de su preparación en este trabajo, por lo tanto ustedes dos han sido elegidos para ser los nuevos guardaespaldas.

– ¿Ha… habla en serio, señor?

– Por supuesto, ¿acaso tengo cara de ser alguien que bromea?

– No, para nada…

– Bien, entonces, bienvenidos… – Revisó los folios que llevaba en las manos, para luego voltear a ver a ambos chicos. – … Park YooChun y Jeong YunHo… ahora serán parte del staff de Dark Virginity. – YooChun no cabía en su felicidad, por fin sus sueño de tener un empleo decente se estaba materializando, aunque tuviera que ver a ese chiquillo escandaloso todo el tiempo; YunHo por su parte sonreía coqueto ante ese muchacho, se veía seductivo con ese gesto de enojo todo el tiempo, la verdad es que le daba igual si le daban o no el trabajo, ya había obtenido su placentero día de sexo sin parar.

– Mil gracias Sr. Shim… le prometo que no se arrepentirá…

– Eso espero, mis muchachos valen millones y ahora estarán en sus manos y ustedes en las de ellos… los esperamos mañana a las nueve de la mañana en nuestra casa, aquí tienen la dirección… – Dijo, entregándoles una tarjeta a cada uno. –…y por favor, no lleguen tarde… – El chico se dio media vuelta para regresar con sus tormentos, cuando paró en seco y volvió a mirarlos. –…y traigan todas sus cosas, a partir de mañana vivirán con nosotros.

– Muchas gracias, mañana sin falta ahí estaremos… – dijo YooChun con una sonrisa radiante y una mirada coqueta para el muchacho

– Disculpe… – Dijo YunHo, cuando veía como éste se comenzaba a girar de nuevo, captando la atención del más chico. –… ¿y a quién cuidaremos cada uno?

– No sea impaciente, YunHo… – Dijo, sonriendo por primera vez, cosa que hizo derretir a los más grandes. –…mañana sabrán todo… adiós. – Dijo, por fin despidiéndose y guiñándoles un ojo.

Los dos guardaespaldas se despedían con la mano mientras no quitaban sus caras de babosos y esto fue hasta que focalizaron a los dos artistas que ahora serían sus protegidos, los cuales de la misma forma que ellos se despedían ondeando sus manos. ya que pensaban que los otros dos les hacían este gesto a ellos. ChangMin llegó hasta donde JunSu y JaeJoong estaban y los hizo meterse al salón donde hicieron las entrevistas, puesto que tenían que detallar muchas cosas sobre los dos próximos habitantes de su morada.

YunHo y YooChun salieron de la productora como en una nube, no sabían porqué, pero sentían que de alguna forma esto iba a ser bueno, aunque apenas un claxon se dejó escuchar, ya que estaban a punto de ser atropellados por ir navegando en su propia baba, es que reaccionaron y regresaron a su realidad.

– ¡¡¿Viste?... te dije que nos elegirían a nosotros!!

– Sí, pero cuando me acuerdo de ese chiquillo todo el ánimo s eme va a los pies

– Bueno, pues tendrás que acostumbrarte, ya que ahora lo verás todos los días, además… ya sabes como son ese tipo de personas, se la viven ocupados todo el tiempo, sólo es cuestión de que estemos al pendiente de que nadie los lastime.

– ¿Y quién lo cuidará a él de que no lo lastime yo?

– ¿Cómo que ya estás pensando mucho en él, no crees? – YunHo abrazó a su novio por los hombros, ya estaban unas cuadras retirados de la productora, así que no les importaba que la gente los viera.

– No te pongas celoso amor… sabes que sólo soy tuyo… y de ese manager sabroso que tiene ese par, bueno… si se le antoja…

– ¡¡Oye!!... aunque tienes razón…bueno… pues hay que preparar todas las cosas para la mudanza…

– ¡¡AAAHHH NOOOOO!!... ahora tú me cumples…

– ¿Qué?

– Antes de comenzar a hacer cualquier cosa que tu mente alucinada pretenda, me debes muchas horas de sexo…

– YunHo, ya tendremos tiempo de eso…

– ¡¡No, no y no!!... llegando al departamento comenzaré a quitarte toda esa estorbosa ropa y te comenzare a hacer el amor por todos lados…

– ¿Con música de Dark Virginity de fondo? – Dijo con sonrisa pícara, la verdad es que él también quería hacer el amor con YunHo sin parar.

– Para nada… ya será mucho lo que escucharemos de esos dos, mejor un poco de mi Gackt-Sama…

– ¡¡Ay no!!... mejor ponemos a mi divina Beyonce…

– Ni tú ni yo… pongamos a Dong Bang Shin Ki…

– De acuerdo… quiero que me la metas bien fuerte cuando este ese gritito sexy de la canción Mirotic…

– ¡¡Tus deseos… son órdenes!!

Sin más la pareja se fue muy contenta y ansiosa por llegar a su departamento, había sido un día un poco loco, pero ¿Cuándo no era así con ellos?, ahora sólo esperaban que esta nueva etapa fuera a ser fructífera, sino, sabían que se tenían el uno al otro para darse todo el amor del mundo…


CONTINUARA

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