KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Our World

Sus mundos eran totalmente diferentes, sus familias y amigos no entendían su relación, pero lo que sentían el uno por el otro, era más fuerte que todo lo demás. Lo que no sabían, es si esto sería suficiente para estar juntos.

El príncipe de los bárbaros

En un mundo antiguo un hombre busca levantar a su pueblo e inicia la búsqueda de un ser que le brindará todo el poder que necesita, sin saber que forma parte de un historia muchísimo más grande que su propia ambición. Shim Changmin y Kim Junsu se encontrarán de forma inesperada para formar parte de un destino dictado por la atracción entre gemas.

Insano

Junsu no podía creer que aún después de todo ese tiempo de humillaciones por parte de sus dos mejores amigos él no se hubiera vuelto completamente loco, desquiciado; en cambio se sentía renovado, en una nueva piel.

Lluvia de estrellas

¿Crees en los deseos? Yunho alzó la vista al cielo y con una lágrima oró a las estrellas para que le concedieran un deseo… desde ese momento el destino de Changmin reposó entre sus manos. El máximo inconveniente es recordar… ¿quién es Changmin?

You are everything I've been looking for

Después de una decepción amorosa, Changmin decide alejarse de la vida como la conoce, acompañado de su mejor amigo Jonghyun. Juntos descubrirán sentimientos que les cambiarán la vida para alejarlos o acercarlos más, mientras conocen a un grupo de peculiares personas en un lugar común y corriente...

Dolor

Todos tenemos algo que ocultar en nuestras vidas pero ¿Qué ganamos con eso? ¿El guardar todo ese dolor solo para nosotros, no también causa dolor a los que nos rodean?

Novio secreto

La relación de Changmin y Jaejoong era un secreto para el mundo, sus únicos testigos eran aquellos lugares donde se veían a escondidas, los testigos mudos de su amor y su pasión, de su tristeza y desesperación.

S.Revista de Entrevista (Jul 2007)

LS de MIROTIC cap 3

ATRAPADO

Aquél prisma le había hecho tener demasiadas fantasías, tal vez era por causa de esos videos especiales a los que era adicto, debería de dejar de verlos de una buena vez o terminaría haciendo locuras.

Pero cómo no imaginarse ahí dentro, encerrado en ese reducido espacio, acorralado por dos de los cuerpos más perfectos que no haya visto nunca. Era un atentado a su integridad mental verlos, y más con ese vestuario nuevo en el que mostraban con tanta sensualidad la piel de sus brazos tan fuertes, de sus pectorales tan marcados; de aquella manera de mirar seduciendo a la cámara mientras grababan el video clip, de esa forma tan hipnotizante de hacer cada paso, de atraerlo a él, de despertar sus propios deseos de no escapar, de ser atrapado por el encanto de esos dos chicos en particular, de sus hyungs favoritos.

- yo solo quiero un poco de su amor... – susurró con voz seductora el menor, en medio de Jae y Yunho, mientras acariciaba con delicadeza la mejilla de su líder detrás de él, y al mismo tiempo rozaba el pecho del mayor, haciéndolos suspirar por eso.

Cómo había conseguido llevarlos ahí, por dios que en ese instante no lo recuerda, en ese momento lo único que desea es que esos cuerpos se unan al suyo y lo hagan delirar de placer. Él no puede darle todo su amor a solo uno de ellos, como sabe no puede exigirlo de parte suya. No pide promesas de un juntos por siempre, solo una demostración de toda esa pasión que sabe circula por la vena de esos dos.

La respuesta por parte del moreno y el mayor no se hizo esperar, sin demasiadas palabras de por medio, sí muchos suspiros y gemidos. Apresado entre esos cuerpos, acariciado a diestra y siniestra por ese par de manos que repartían sus muestras de afecto a lo largo de su piel.

Retirando hábilmente cada prenda de su cuerpo, desnudándose lentamente entre ellos, sin dejarle nunca de lado, permaneciendo siempre en el medio, recibiendo besos húmedos de uno y otro, sintiendo su piel desnuda entrar en contacto con la de sus hyungs, primero el pecho de Yunho a su espalda, que se pegaba a él como si la vida se le fuera en ello, dejándole sentir cada uno de sus pectorales en su ardiente piel, sintiendo las manos del líder viajar por su pecho y acompañar a una de las manos de Jae a acariciar su erección ya bien despierta ante ese ataque de caricias.

- mmhhh... se siente... bien.... – Jae le besaba el cuello con desesperación, lamiendo despacio hacia abajo, disfrutando de sus pezones, mordiéndoles lentamente, succionando con premura... – aahhh, Jae... – el líder no quería que solo su Boo hiciera disfrutar al menor y le arrancara esos sonoros gemidos de la garganta, aunque sabía bien que también estaba disfrutando del trabajo que ambos realizaban en su miembro, aún así, llevó una de sus manos a la boca del menor, instándolo a que lamiera de sus dedos para poder dilatar su entrada y apoderarse de una vez de su estrecha cavidad.

Adivinando la intención del moreno, el mayor le miró con ojos lujuriosos, tomó una de las manos del menor y él mismo lamió de sus dedos...

- vamos a hacerlo los tres juntos... – informó con voz ronca, demasiado excitado de sentirse en aquella entrega con el menor y su líder. Se recargó en la pared a su espalda de aquel prisma, jalando consigo al menor y a su vez al líder, con quien tenía esa conexión especial, mirándose entre sí con ternura y lujuria, dispuestos a hacer disfrutar al menor con su cariño, llenarlo de placer para que nunca tenga que volver a pedirles solo un poco de su amor, porque ellos estaban dispuestos a entregárselo todo.

Min estaba demasiado excitado como para darse cuenta de todo lo que estaba pasando, sus sentidos nublados por la temperatura le impedían ser consciente de lo mucho que en ese prisma pasaba. De un momento a otro sus dedos se encontraban entrando y saliendo de la entrada de su Jae hyung, le escuchaba gemir, le veía con ese rostro de gozo, con los ojos cerrados, mordiéndose el labio inferior, el cabello pegado a la frente sudada.

Él mismo se sentía delirar por esos dedos que se movían en su interior, haciéndole gemir con fuerza, por los besos que le dejaban en la nuca, en los hombros, en el cuello, lamidas furtivas que humedecían su lóbulo.

- estoy listo, Minnie... – escuchó apenas a su hyung, casi por instinto sustituyó sus dedos por su erección, sintió como Jae pasaba una pierna alrededor de su cintura, pero no se cerró sobre su trasero sino sobre el de Yunho, quien en cuanto supo que él se había posesionado del interior de su Boo, le invadió de una sola envestida, arrancándole un grito de dolor que rápidamente fue reemplazado por gemidos de puro placer.

Aquello era lujuria en el amplio sentido de la palabra, Jae había terminado por abrazarse a las caderas de ambos, sosteniéndose a la vez en los brazos del menor, pegándolo a su cuerpo, gimiendo en su oído, mordiendo su hombro, tirando de su cabello cuando más profundo llegaba en su interior y le besaba con pasión desenfrenada, golpeando sus caderas una y otra vez al ritmo que imponía el líder a su espalda, quien lo embestía con fuerza, con rapidez, dejándole gemidos roncos y palabras tiernas al oído. Sintiendo como de vez en cuando ellos dos se encontraban para fundirse en un beso apasionado, los tres cuerpos unidos, él en medio disfrutando de todo el placer.

El miembro de Jae estaba apretado entre sus torsos, friccionándose incesantemente con el movimiento de esos tres cuerpos ardientes, mandando descargas eléctricas por sus cuerpos, logrando que la expresión de gozo en el rostro de Jae se hiciera más pronunciado, que sus gemidos se convirtieran en gritos y suplicara por un ritmo más delirante que no se hizo esperar conforme el propio Yunho aumentó sus estocadas, haciéndole delirar al sentir la estreches de la cavidad del mayor y la palpitante erección de su líder en su interior.

Era demasiado erótico, demasiada estimulación como para soportarlo más, bastaron unas cuantas estocadas de parte de Yunho para que Min se corriera en el interior de Jae liberando un ronco gemido que les hizo saber a los otros dos que el menor había alcanzado su orgasmo. Tembló con el mayor en sus brazos, que lo abrazaba tiernamente mientras el orgasmo pasaba. Yunho también había frenado, dejando que su Minnie disfrutara sin prisas de su éxtasis, ya después él podría terminar con su Boo, porque sabía que como él, aún le faltaba un poco más.

Cuando el cuerpo en brazos de ambos dejó de temblar, Yunho salió de su interior al tiempo que Jae bajaba sus piernas y las colocaba en el suelo. Min también abandonó el interior de su hyung, podía ver que a ellos aún les quedaba pendiente su orgasmo, sonriéndoles agradecido se hizo a un lado, viendo cómo esos dos se encontraban de inmediato, Yunho penetró a Jae mientras éste enroscaba sus piernas en sus caderas nuevamente. Los escuchó gemir y besarse con amor apasionado, entregándose una vez más en los brazos del ser amado, no pasó mucho tiempo antes de que ambos se corrieran y su propio orgasmo los alcanzara.

.............

- ¡Min! – el grito nada considerado de parte del delfín lo sacó de su sueño de sopetón.

- ¡argh! JunSu no me grites, no estoy sordo... – espetó el menor mientras abandonaba su calientita cama, aunque al levantar la sábana y echar una mirada en cierta parte de su anatomía se dio cuenta de que su húmedo sueño lo había hecho vivir un orgasmo en la realidad... – por suerte que ese delfín no se quedó aquí, que si me ve así no me lo quito de encima con sus bromas... – tomó algo de ropa cómoda para luego dirigirse a la ducha, en el camino se topó con Jae y Yunho quienes le dedicaron una sonrisa amable, pero que plantó un intenso sonrojo en su rostro... – la de cosas que me da por soñar... Mirotic es un hechizo demasiado poderoso hasta para mí, como no me controle uno de estos días mis fantasías harán que de verdad cometa locuras.

FIN

LS de MIROTIC cap 2

SUMERGIDO

Yoochun y Junsu estaban de pie a lado del tanque aquél en el que Min se sumergiera para hacer su solo para las grabaciones del videoclip de Mirotic.

- así que este es el tanque que se rompió... – comentó con una sonrisa Junsu, recordando lo curioso que es ChangMin resfriado...

- no Su, éste no es... – debatió Yoochun...

- claro que sí... – rebatió molesto el delfín.

- que no, si éste fuera el mismo no estaría lleno de agua... – se burló el ratón...

- argh! Pero sabes a lo que me refiero, idiota!... – espetó molesto, cruzándose de brazos, frunciendo el ceño. Le molestaba que su amigo se aprovechara de su despiste. Micky rió a carcajadas por un rato… - ¡tonto!... – y terminó uniéndosele al pelinegro (aunque ahora él también tiene el cabello oscuro). Dejaron de reír cuando el estómago ya les dolía... – ahora, qué es eso tan interesante que descubriste por aquí, hay un tiburón en el tanque?... – cuestionó con sorna.

- nop... algo mejor, pero tenemos que entrar para mostrarte... – sonrisa peligrosamente sexy.

- eh? Ni hablar, no me voy a meter ahí, es tarde, está fresco, no quiero... – se negó infantilmente el pelioscuro, dando un paso hacia atrás, listo para irse...

- anda, no seas niño, vamos a darnos un chapuzón... – pidió con un puchero demasiado adorable que derretía las defensas del delfín... -

- eres terco, sabes... como no valga la pena lo que me vas a mostrar te juro que... – el ratón le instó a subir por una pequeña escalera que daba acceso al tanque...

- sí, sí, lo que quieras, sube ya... – Junsu subió primero, se sentó en el borde con sus piernas hacia fuera, porque no quería terminar mojado del pantalón. El ratón lo imitó, tomando lugar a lado suyo, le tomó la mano y antes de que Junsu pudiera reaccionar, Yoochun ya lo había tirado hacia atrás logrando que ambos entraran en el tanque.

- ¡ay, está fría!... – se quejó el delfín cuando logró salir a flote después del chapuzón que su amigo ocasionó. Ahora estaba todo empapado, igual que el ratón... – qué te pasa, porqué lo hiciste, capaz pesco un resfriado... – le espetó con un puchero, simplemente adorable y sensual con esas gotas resbalando por su rostro, cayendo de su cabello pegado a su frente, los labios tiritando suavemente por el frío.

- yo ya pesqué algo... – sonriendo con esa coquetería tan natural que posee Micky, luciendo aún más sexy con el cabello pegado a su piel, con esos ojos cazadores que lo hipnotizaron en contra de su voluntad, hechizándole. Se fue acercando a su amigo, el agua moviéndose suavemente alrededor de ellos con ondas que le hacían cosquillas en los brazos al menor de los dos... -

- eh?... – balbuceó nervioso Junsu, últimamente a su amigo le daba mucho por jugar al YooSu y eso lo descolocaba, porque a pesar de ser solo un juego en el que siempre le seguía la corriente, ahora un deseo incomprensible se había apoderado de su cuerpo, que cada que entraba en contacto con el del pelinegro se estremecía.

- pesqué a un delfín, al que muchas quieren tener, pero que ahora está a mi disposición... – Micky acorraló a su amigo contra el final del tanque, colocó sus manos en el borde, rodeando así a Junsu, que lo miraba titubeante... – ahora no puedes escapar, te tengo...

- oye, que te traes, te dije que dejaras de leer las historias de las fans... – trató de zafarse el muchacho, aunque algo en su interior le gritaba que permaneciera ahí.

- acaso no te da curiosidad el YooSu, averiguar qué se siente besar a tu mejor amigo?... – el cuerpo del pelinegro se pegó más al de Junsu, su mirada enfocada en esa boca de labios gruesos...

- esto... pues... – la mirada de él también se desviaba hacia los labios apetecibles de su amigo, quien al darse cuenta se relamió sensualmente para provocarlo...

- pongamos a prueba nuestra canción, véamos si puedes romper tus reglas... – su voz tan llena de sensualidad susurrándole al oído en verdad que lo estaba enloqueciendo...

- Chunnie... – murmuró Junsu, sus manos fueron a parar al pecho del mencionado, sus cuerpos demasiado cerca...

- quiero sentirte hasta debajo de mi piel, Junsu ah... – sus labios rozaron los de su amigo, haciéndoles estremecer de pies a cabeza con esa electrizante sensación... – quiero ese segundo beso que caliente tu corazón y nos haga explotar... -

- pero nosotros nunca... – “nos hemos dado un primer beso” completaría la frase que quedó a mitad de camino cuando la boca de su amigo se apoderó de la suya en un beso que más que tierno, lento o romántico, se sintió desesperado y hambriento... pero igual le había gustado mucho. Se separaron cuando el aire en sus pulmones se hizo necesario... – a eso hemos venido, por eso me tenías que tirar al tanque con el agua fría... – cuestionó con un puchero, ligeramente sonrojado. El pelinegro negó con la cabeza...

- te lo dije, quiero sentirte hasta debajo de mi piel... – se acercó nuevamente a besarlo, ahora el delfín sí sintió diferente ese beso, un calor agradable se instaló en su corazón, sintiendo cómo su amigo probaba sus labios con paciencia, tomándolos despacio, con ternura, pidiendo permiso para entrar con su lengua a explorar su interior.

Aquel beso era más una caricia que diluyó rápidamente cualquier temor que pudiera haber tenido cuando su amigo comenzó a quitarle la ropa, lanzándola fuera del tanque donde caían con pesadez por el peso del agua que se había absorbido en cada prenda.

Junsu no se quedó atrás y despojó sensualmente a su amigo de la ropa, lanzándola junto a la suya fuera del tanque, se fundían cada segundo en un nuevo beso más apasionado y lujurioso, cuando sus manos viajaban furtivas por el cuerpo del otro, palpando con premura la piel, suaves caricias que se deslizaban con suma facilidad por el agua que rodea y fluye alrededor de ellos.

Yoochun se separó de sus labios para lamer el lóbulo de su oreja mientras sus manos acariciaban su piel desnuda bajo el agua, el frío quedado en el olvido cuando la temperatura de su piel ascendió con cada caricia y beso que su amigo le entregaba.

- adoro tu cuerpo... – siguió hablándole, mientras Junsu sentía cómo sus sentidos estaban desconectados de nada que no fuera solo su voz, sus caricias, sus besos, su piel... – adoro cada músculo en ti, cada centímetro de tu piel... – a cada palabra, el pelinegro acariciaba con más fervor, llegando al punto que más deseaba y enloquecía su mente... – adoro esta parte de tu anatomía que tantas veces imaginé tener como ahora... – sus manos comenzaron a acariciar de arriba a abajo el miembro ya erecto del delfín, quien gemía bajo, mordiéndose el labio, cerrando los ojos, apoyando sus manos en los hombros del ratón, enterrando en ellos sus uñas, marcándole la piel... -

- aahhh... Chun... mmhhh... más, quiero más... – pidió entre gemidos, el sonido del agua a su alrededor moviéndose al compás de ellos era una melodía armoniosa y delirante a la vez, era demasiado erótico estar en aquella posición, su cuerpo apenas flotando pegado al de Yoochun.

- mmhhh... siempre quise... aahhh, hacerlo en el agua... – sonrió lascivamente, acelerando los movimientos de sus manos, atacando de nuevo el cuello del delfín, dejándole una marca con sus succiones.

- mmhhh... – gimió más fuerte el pelioscuro, demasiado excitante sentir los labios del ratón succionando su piel y masajeando a la vez su erección, sentía que en cualquier momento terminaría por correrse... – así... aahhh... eres, genial Chunnie... – unos pocos instantes después sintió ese conocido calor en su bajo vientre y un grito ahogado le indicó que su orgasmo lo había alcanzado, ligeros espasmos recorrieron su cuerpo, abrazado por el pelinegro, que le tomaba por la nuca besando una vez más sus labios con profundidad, enredando sus dedos en su cabello húmedo.

- te atrapé, cierto?... – las manos del pelinegro abrieron lentamente las piernas del delfín, que sabía lo que venía con esa acción, por lo que sin pensarlo dos veces enroscó sus piernas a la cintura del ratón...

- completamente, me tienes en tu hechizo, Chunnie... – le dio un suave beso en los labios... – hazme sentir completamente tuyo, imprégname bajo tu piel como tú lo estarás bajo la mía... – le dijo de la forma más sensual que pudo.

- Te quiero, Junsu ah... - gracias a la humedad que el líquido vital les proporcionaba, fue fácil dilatar la entrada del delfín, aunque igual su intromisión le arrancara algunas lágrimas de dolor, mismas que lamió tiernamente...

- yo... también Te quiero, Chunnie ah... – las estocadas del ratón comenzaron suaves.

Los movimientos del agua a su alrededor se hicieron también más ruidosos y descontrolados conforme las embestidas aumentaban en ritmo, ambos gimiendo roncamente, Junsu abrazado a su espalda, su rostro enterrado en el cuenco entre el cuello y el hombro del pelinegro... cuello y hombros que besaba, lamía y mordía cada que Yoochun llegaba más profundo en su interior. El sonido del agua haciéndose más delirante, sus cuerpos se tocaban y resbalaban por la humedad haciendo de sus encuentros caricias suaves entre sus pieles.

- mmhhh... Junsu ah, eres... muy estrecho... aahhh... me, mmhhh... encantas... -

- aahhh... a mí me... ah dios!... así, Chunnie... más rápido... – el vaivén desenfrenado hizo que Junsu olvidara lo que iba a decirle, gimiendo más fuerte, gritando sin importar que alguien los pudiera descubrir, apenas la noche anterior Jae y Yunho habían estado ahí también hasta altas horas de la madrugada, y ahora ellos se encontraban pegados como si fueran uno solo. Gimiendo sus nombres, pidiendo más, disfrutando de esa unión apasionada entre sus cuerpos.

Las manos de Yoochun estaban fuertemente sujetas al borde en tanto sus caderas golpeaban una y otra vez contra las de Junsu, el agua chapoteaba alrededor de ellos por sus movimientos salvajemente lujuriosos, enterrándose sin piedad en el cuerpo del delfín, marcándole con celo como suyo, porque a partir de ese día él sería solo suyo y de nadie más, se habían hechizado mutuamente, atrapado en sus corazones, dispuestos a no dejarse ir.

- mmhhh, Su... aahhh... yo, quiero... terminar de, aahhh... otra manera... – desaceleró poco a poco sus embestidas. Notó la mirada curiosa y excitada del delfín, su respiración descontrolada, su rostro sonrojado por la excitación... – gírate... – le pidió con voz ronca, saliendo despacio de su interior. El delfín ni siquiera preguntó, a él mismo le parecía seductora aquella postura que el ratón pedía. El agua parecía tranquilizarse lentamente alrededor de ellos, acariciando sus cuerpos.

Junsu se aferró al borde, sus manos cubiertas por las de Yoochun, quien le besó el cuello mientras se introducía nuevamente, ya sin dolor de por medio, su erección acoplándose al instante a ese pasaje, saboreando de la presión de las paredes de sus cavidad. Retomó las embestidas con un vaivén rápido y profundo, los gemidos roncos volvieron, el agua se turbó otra vez.

- se te... aahhh, ocurren muchas, mmhhh... fantasías... – articuló el delfín, sonriendo placenteramente de las embestidas del ratón.

- mmhhh, solo por ti, ahhh, delfín... – una de sus manos volvió al miembro de Junsu, estimulándolo nuevamente, sintiendo su caliente palpitar crecer entre su mano.

Era deliciosa esa sensación húmeda infiltrándose entre el poco espacio que quedaba entre sus cuerpos cuando el ratón salía de su interior para volver a embestirlo con fuerza, golpeando con gozo su trasero, llegando tan profundo que sentía que moriría por las oleadas de placer que embargaban su cuerpo. Llenando cada uno de sus sentidos, ocupando cada fibra de su ser con las sensaciones, más allá de la desbordante pasión que quema su piel, el sentimiento de sentirse uno con la persona de la que se enamoró sin ser consciente de ello.

Bastaron algunas embestidas más para que el orgasmo los hiciera temblar, Yoochun esparciendo su esencia en el interior de Junsu, éste explotó otra vez en la mano del pelinegro. El ratón le besó suavemente la nuca mientras abandonaba su interior, cansado, respirando alterado por el éxtasis, igual que el delfín a quien giró nuevamente para admirar la expresión de gozo en su hermoso rostro.

- te gustó lo que descubrí?... – le preguntó con una sonrisa tierna.

- me encantó... – Junsu lo besó otra vez, le gustaban demasiado esos labios, eran adictivos, demasiado suaves, dulces y expertos como para no probarlos cada que están a su alcance.

- bueno, efecto Mirotic, mi querido delfín... – lo abrazó por la cintura, pegándose a su cuerpo nuevamente... – sabes que te ves terriblemente guapo ahora, hacer tanto ejercicio te dio un cuerpo más deseable de lo que ya lo era... – una de sus manos delineando los pectorales...

- me parece que no soy el único... – el delfín deslizó sus manos por los brazos del pelinegro... – definitivamente volveremos locas a las fans con estos cuerpos, pero.. me alegra saber que solo yo puedo disfrutarlo como lo hice...

- igual que yo, porque ahora tú solo eres mío... – comenzó a acariciar son su nariz el cuello del delfín, arrancándole algunas sonrisas por las cosquillas que le ocasionaba con su respiración.

- Chunnie?... -

- mh?... -

- cómo vamos a irnos ahora, empapaste nuestra ropa... – el bulto de prendas fuera del tanque aun escurría agua.

- ya lo veremos, ahora quiero seguir con mis fantasías... – después de eso se sumergieron en el tanque, besándose bajo el agua.

LS de MIROTIC cap 1

ATADO

Desde que comenzaran las grabaciones del videoclip, el líder sentía esa atracción salvaje hacia su amigo, es que era inevitable que su vista no se perdiera en ese cuerpo más hermoso que nunca, con sus brazos tan marcados, los pectorales tan definidos, ese corte en sus lacios cabellos oscuros, tan brillante y sedoso; ese porte cada día más maduro y su mirada tan sensual al hacer cada toma, así las hubiesen repetido una y mil veces antes de que el videoclip quedara perfecto.

Había sido una tortura para sus ojos observarle cada día que durara la realización del gran lanzamiento de su nuevo álbum “Mirotic”, esa palabra que sonaba tan excitante; además que era cierto que la letra contenía tanto, era una clara invitación a enamorarse de ellos, a caer seducidos por su encanto. Pero la idea no debería de haber sido que él cayera presa de las redes de su propia telaraña, perderse entre los pasadizos de su propio laberinto de emociones.

Deseando más que nunca poder poseer ese cuerpo que ya ha osado arrancarle suspiros y lo ha atrapado en sueños húmedos demasiado delirantes. Cómo evitar tener fantasías subidas de tono con un Jae atado a una improvisada pared rocosa, quedando a su entera disposición, limitándole la defensa, pudiendo obtener de él lo que anhela.

Pero... porqué dejarlo solo en fantasías... porqué no tener lo que desea...

- recuérdame porqué estamos en el set a estas horas de la noche, Yunho... – pidió un JaeJoong notoriamente intrigado, le había dado mala espina desde que su amigo le dijera que lo acompañara porque había olvidado algo. Desde cuándo olvida cosas si es el primero en decirles , además, qué apuro de ir siendo pasadas las once de la noche, podría haber esperado al siguiente día. Y para rematar, qué necesidad había de que lo acompañara, ni que se lo fueran a secuestrar en el camino, y el velador los conoce y les permitió fácilmente la entrada...- hay algo raro con Yunho... – pensó, no solo porque el moreno no le respondió, sino porque ahora se encontraban en esa sección del set donde él hiciera su solo del videoclip atado a esa pared de aspecto rocoso.

- aguarda aquí, ya vuelvo... – apenas le dijo cuando se perdió por un pasillo oscuro. Jae entonces se dio cuenta de que había poca luz en todo el lugar.

- cómo se supone que va a encontrar lo que olvidó si no prende las luces... – en cuanto esas palabras abandonaron su boca, sintió cómo cubrían sus ojos con algo, un trozo de tela suave. Se asustó de inmediato, hasta que...

- tranquilo, soy yo... – reconoció la voz del moreno en su oído, hablándole con un tono sensual que lo descolocó, sintió cómo el moreno ajustó suavemente aquella tela tras su nuca, sin hacerle daño.

- de qué se trata esto, Yunho... – cuestionó algo alterado, es que ahora sentía cómo su amigo lo conducía hasta recargarlo contra la pared, y de igual forma ató sus muñecas, flexionando sus brazos ligeramente a los lados (n/a como en el video pues n_n)... – qué haces... – volvió a preguntar, más asustado que nada.

- shh, no te haré daño, JaeBoo... – volvió a susurrarle, pasando lentamente sus manos por los brazos del mayor, acariciando su piel, había convencido a Jae de vestirse de la misma manera, con esa playera sin mangas y su pantalón oscuro.

- Yunho?... – lo llamó el mayor, moviendo su rostro hacia los lados como intentando ver, pero era imposible por la cinta que cubre sus ojos. Sentía las manos del moreno recorrer lentamente su cuerpo, acariciando con tacto suave la piel expuesta en su rostro, su cuello y sus brazos.

- Jae... Mirotic ha logrado su hechizo en mí... – comenzó a decirle, pasando sus manos ahora por debajo de la playera, palpando sus pectorales, delineando cada detalle en ellos... -

- eh?... – murmuró el mayor, comenzando a suspirar por las caricias que le eran entregadas, sin siquiera darse cuenta de que no protesta, de que lo disfruta.

- te deseo... – paseó sus dedos por los labios del mayor, sintiendo descargas eléctricas por todo su cuerpo, tal como le pasara a él... – estoy loco por ti... – tomó un paso más cerca de él, acercando sus labios a los del mayor, rozándolos apenas, sintiendo temblar a Jae y respingar con sorpresa por su acción.

- qué... qué significa esto, Yunho... – aunque parecía más que claro que lo que el líder deseaba era poseerlo, el mayor esperaba que fuera algo más que simple deseo carnal, no pensando tampoco en sus propios sentimientos, simplemente se ha sentido bien a lado del moreno siempre... -

- que, estoy enamorado de ti, Boo... – retiró la cinta de los ojos del chico, mirándolo con deseo, en el fondo de esa necesidad carnal, un sentimiento brillando en sus oscuros ojos... -

- Yunho... – el mayor hizo el amago de acercar una de sus manos para acariciar la mejilla del menor de los dos, pero la soga que lo mantenía atado se lo impidió... – suéltame, Yunho... – el moreno negó con la cabeza...

- eres mi esclavo... – le dijo con una sonrisa lasciva, fuego puro ardiendo en su mirar.

- per... – sus labios fueron atacados por los del moreno, besándolos con desespero, con ansia, reclamando la entrada en su boca, misma que se le permitió sin mucho rodeo.

Sus lenguas se encontraron para entrelazarse con fogosidad, músculos vivos que luchaban por dominar la acción, por exponer con sus embestidas y enredos la pasión latente en sus cuerpos. Las manos del moreno tomaron a Jae por la nuca, profundizando salvajemente ese apasionado beso, cortándoles la respiración más rápido de lo que esperaban. Se separaron con la respiración descontrolada, sus rostros cubiertos de un tono rojizo producto de la excitación y el propio sentimiento que ambos estaban aceptando en esos momentos.

Sin más palabras de por medio, el moreno coló sus manos otra vez bajo la playera del mayor, arrancándole gemidos suaves que poco a poco irían aumentando en intensidad. Besando su cuello, lamiendo su blanca piel, disfrutando de su sabor, de su aroma.

Jae hacía intentos instintivos por mover sus manos, pero cada vez se veían frustrados por las molestas sogas que lo mantenían prisionero y a disposición de su “dueño”.

Dada su posición, también se volvió imposible retirar la playera por sobre la cabeza del mayor, así que, en un arranque demasiado salvaje y erótico, el moreno la rasgó de un tirón, dejando así al descubierto el pecho tan marcado de su Boo, todo el ejercicio había hecho de su cuerpo un monumento a la sensualidad masculina.

- Yunho, quítate la playera, por favor... – es que el mayor también quería deleitarse con la figura de su amante, pero estaba decidido a seguir atado, ver hasta dónde sería capaz de llegar el moreno manteniéndolo como su esclavo.

El líder sonrió con picardía, se sacó la playera y después se pegó al cuerpo de Jae, el contacto piel contra piel los hizo gemir, mientras compartían más besos y las manos del moreno seguían su camino de caricias por el pecho y la espalda del mayor. Callando los gemidos más roncos con sus besos, disfrutando del erizar de la piel blanca contrastando con la suya de un tono más bronceado. Comenzando a perlar sus cuerpos en sudor, delirante reflejo del calor que se incrementaba en ambos.

De un momento a otro sus manos se deshicieron del pantalón y la ropa interior del mayor, dejando expuesta su desnudez total, admirando su miembro ya erecto, avergonzando a Jae por saberse observado de esa forma tan lujuriosa por parte de su amante. Inconscientemente volvió a intentar mover sus manos, por su mente había pasado la idea de cubrirse, pero no solo quedó en el olvido cuando sus manos continuaron atadas a la pared, sino también cuando las manos del moreno fueron a parar a su erección masajeándola suavemente, arrancando más gemidos de su garganta.

- mmhhh... aahhh, así, Yunnie... mmhhh... – el mayor cerró los ojos rendido a las oleadas de placer que viajaban por todo su cuerpo.

- te gusta, Jae... – le habló al oído, esa voz sensual resonando en sus tímpanos. Una de sus manos acelerando el ritmo, la otra tocando otros lugares de su cuerpo, dedicando especial atención en su trasero.

- mmhhh, sí... – Jae se mordió el labio inferior para callar un grito que luchaba por escapar de su garganta, gimió más fuerte cuando la erección de su amante comenzó a rozarse con la propia... – ah, dios, Yunnie...

- aahhh, Jae... mmhhh... esto es... excitante... – articuló entre gemidos el moreno, ahora masturbándose a sí mismo, aunque su erección solo salía de entre su ropa interior y el pantalón, a la par que masturbaba a su amante, separándose de su cuerpo lo suficiente para poder llevar a cabo esa delirante actividad...

- aahhh, sí... si me sueltas, pue, mmhhh, puedo hacerlo por ti... – el mayor vio esa escena y deseó enormemente que fueran sus manos las que dieran tremendo placer al moreno.

- mmhhh, no... aún no... – Yunho dejó su miembro, se arrodilló frente a Jae y metió su palpitante erección en su boca...

- mmhhh... aahhh, así, Yunnie... más... rápido... – dejando de lado todo pudor, el mayor se entregó por completo a los deseos de su “dueño”, sintiendo sus piernas flaquear de placer.

Sentir la lengua de Yunho acariciando toda su extensión, lamiéndolo como a su dulce favorito, besando con lujuria, dándole especial atención a la punta, succionando fuerte de ella cuando subía, llenándose la boca cuando bajaba, sintiendo que llegaba hasta el fondo tocando su garganta. Era como flotar en el viento, era una sensación deliciosa de libertad, de estar libre de ataduras, de poder sentir sin límites, sin preocupaciones, solo disfrutando de esa delirante pasión. Sintió que una oleada de calor se concentraba en su bajo vientre, miles de impulsos eléctricos viajando por su cuerpo, preparándose para el momento final... gimió con fuerza cuando ese calor se liberó a través de su esencia, su cuerpo temblando por el orgasmo, Yunho tragando todo, limpiándole con su lengua, saboreando su semilla como si fuera su postre favorito.

- sabes delicioso... – le dijo antes de volverlo a besar con desenfreno... – quiero terminar, Jae... – al mayor le quedó claro a lo que se refería cuando el moreno se deshizo de una vez de sus pantalones, quedando completamente desnudo ante él, después puso ante su boca tres de sus dedos. Sin pensarlo, porque deseaba tanto como él que terminara con ese acto, atrapó esos dedos entre sus labios, humedeciéndolos sensualmente, mirando con picardía a su amante, que gemía suave por la forma en que acariciaba con su lengua sus dedos apresados en su cavidad.

- más te vale que lo disfrute, porque se que duele al principio... – advirtió con sonrisa lasciva el mayor, liberando los dedos de su amante.

Yunho se colocó en medio de las piernas de Jae, bajó su mano hasta la entrada del mayor y comenzó a dilatarla, metiendo lentamente primero un dedo, haciendo círculos para lograr su objetivo más rápido y menos doloroso. Jae gesticuló con incomodidad al principio, el dolor era casi insoportable, algunas lágrimas bajaron por sus mejillas, el moreno las besó despacio, mientras besaba a su amante con dulzura y dejaba que sus labios viajaran hasta su oído para susurrarle palabras de seguridad y amor. Pronto agregó un segundo dedo, sintió que su amante respingó pero sus gemidos ya no eran solo de dolor, había placer mezclado en ellos. Un momento después el tercer dedo se unió a los otros, ahora entraban y salían con mayor facilidad, cuando vio que su amante gemía solo de placer, retiró sus dedos, tomó las piernas del mayor y las colocó a cada lado de su cintura, inmediatamente Jae las enroscó celosamente, ambos respirando agitadamente porque la erección de Yunho quedó lista en su entrada.

El moreno comenzó a introducirse despacio, agarrando con fuerza las caderas del mayor, gimiendo a su par. Es un pasaje estrecho pero que lo llena de placer, apretando con sus paredes su miembro. Casi toda su erección estaba dentro de Jae, esperó unos instantes a que se acostumbrara a su intromisión.

- estoy listo... – le susurró el mayor, deseoso de sentir las embestidas contra su cuerpo.

Mismas que no se hicieron esperar, porque apenas salieran las palabras de su boca, el moreno ya estaba embistiéndolo, despacio, lento, buscando el vaivén adecuado para que ambos sintieran el mismo placer.

Poco a poco los gemidos se hicieron más roncos y prolongados, algunas palabras sueltas se escuchaban entre suspiros y gritos , incluyendo sus nombres dichos una y otra vez con éxtasis. Las oleadas de placer recorriéndolos incesantemente, cada vez más delirante conforme Yunho llegaba más profundo en su interior y sus caderas chocaban con cadencia, el calor de sus cuerpos a tope, sus pieles completamente cubiertas de sudor brillante con la poca luz que iluminaba aquella habitación.

El moreno tomó nuevamente el miembro de su amante, que respondió rápidamente a sus caricias a pesar de haber tenido un orgasmo apenas hace unos instantes. Inconscientemente el mayor seguía haciendo intentos por usar sus manos, quería abrazarse al cuerpo de Yunho y pegarse más a él, pero nuevamente sus intentos eran frustrados por las sogas que lo ataban, así que solo podía gemir sin parar, sentir cómo su cuerpo es aplastado contra la pared cada que el moreno le embiste con más fuerza, rapidez y profundidad.

Después de algunos minutos en que las estocadas eran más delirantes y anulaba todos sus sentidos dejándoles solo el poder de sentir placer, el orgasmo los inundó una vez más, repartiendo temblores deliciosos por sus cuerpos.

Jae aflojó el agarre de sus piernas en la cintura de Yunho, dejando otra vez sus pies sobre el suelo, respirando trabajosamente aún, temblando suavemente, disfrutando como su amante del placer que ocupa sus cuerpos.

- me soltarás ahora?... – cuestionó con ternura y un dejo de erotismo en su voz.

- sí... – correspondió el moreno, deshizo los nudos de las sogas y se sintió culpable cuando vio unas marcas rojizas alrededor de las muñecas de su Boo, mismas que se había ocasionado cada que intentó moverse para usar sus manos... – JaeBoo, lo siento... – jamás se perdonaría haberlo lastimado, aunque fuera levemente, en su desenfrenado deseo de poseerlo.

- yo no, ha sido maravilloso caer seducido por Mirotic... – libre por fin de usar sus manos, el mayor tomó al moreno por la nuca y lo besó profundamente largo rato, hasta que el oxígeno los obligó a separarse. Sus cuerpos aun desnudos tocándose otra vez, las manos del líder se enroscaron en la cintura del mayor, mientras las de este estaban alrededor de su cuello... - no te dio pendiente que alguien nos fuera a encontrar en plena faena?

- no... – le dio un suave beso... – lo planeé, nadie iba a venir, ni vendrá en las próximas dos horas... – agregó con una sonrisa por demás lujuriosa.

- perfecto... ahora tú serás mi esclavo... – antes de que pudiera reaccionar, el moreno ya se encontraba atado en el lugar que antes ocupara el mayor.

La Seducción de MIROTIC

Titulo: La Seducción de MIROTIC
Autor: felina_05
Pareja: YunJae, YooSu, MinJaeHo *¬*
Palabras del Autor: Es una serie de tres oneshots que nacieron después de ver miles de veces el video de Mirotic (seeee, es adictivo) y yo como que soy muy pervert, jajajajaja...
Compilado de tres One-shot
Género: Lemon
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YunJae
YooSu
MinJaeHo

Todo queda en Familia Capitulo 12

Capítulo 12 :Cuando nuevas personas entran en la historia


“-Jae…-

-Ehm, ya… ya puedes soltarme Yoon Ho- contestó el mayor poniéndose en pie –gracias, si no fuese por ti-

-Debes tener más cuidado- dijo el líder con una simple sonrisa -¿o acaso lo hiciste a propósito?-

-¡No!- gritó Jae Joong con el rostro completamente sonrojado haciendo reír al otro.

-Solo bromeaba Jae- se despeinó levemente – ¿te invito un helado?-

-Deja de tratarme como a una chica Jung Yoon Ho-

-Cuando dejes de parecerlo…noona- agregó esquivando los golpes que ahora le propinaba el muchacho mientras bajaban los escalones.”

-noona…. ¡noona!- reclamaba Jae Joong mojándose la cara en el baño de aquella heladería, se había dejado convencer por Yoon Ho al final y se había escapado de él al ser reconocidos por un grupo de jovencitas que al parecer amaban a la “pareja” que formaba con Yoon Ho

Sacó su cabeza con mucho cuidado por la puerta fijándose en su amigo, hablaba tan cómodo con las jovencitas y ellas estaban tan fascinadas con él que algo en el interior de Jae Joong hizo que cerrara los ojos al mismo tiempo que se metía en el baño y tiraba la puerta.

“¿celoso?”

-¡no!- se respondió a si mismo recargando sus manos en el lavadero, abriendo el grifo nuevamente y dejando que el sonido del agua al caer lo relajase -¿celoso de quien?... ¿de Yoon Ho por las fans?-

“O de las fans por Yoon Ho…”

Suspiró cansadamente, no podía fijarse en su mejor amigo… no justo cuando empezaban a unirse nuevamente.

“Quieres algo más que unión, quieres que te bese y te haga sentir amado…lo has deseado por tanto tiempo”

-¡NO!- gritó está vez golpeando el espejo y logrando que unos pedazos se introdujeran en su piel –no…yo…-

-¿porqué demoras tanto?… ¡Jae!- exclamó su amigo al verlo en ese estado aún parado en la puerta, el nombrado solo pudo voltear y sonreírle suavemente, culpable de lo que pasaba ahí –pero…diablos ¿Qué ha ocurrido Jae Joong?- preguntó esta vez saliendo de su trance y sujetando delicadamente su mano, lavándola y envolviéndola en un pañuelo que tenía en su bolsillo.

-perdón…- ¿Cuándo era que la herida había sangrado tanto?, el pañuelo de Yoon Ho antes blanco ahora lucía un fuerte tono escarlata ¿acaso no era solo una simple herida?

-Es profunda- dijo el líder ignorando sus palabras y fijándose nuevamente en la cortada –deberíamos ir a que te lo revisen…-

-No te preocupes, está bien-

-pero…-

-no duele Yoonie, me lo curaré en el hotel- el líder sonrió en su suspiro.

-¿sabes?- Jae Joong se le quedó mirando sorprendido al salir del baño –me gusta que me digas Yoonie- comentó como si nada el nombrado al alejarse a pagar la cuenta. El mayor enrojeció rápidamente, intentando esconder o aplacar su reacción con un seño fruncido que no lograba su objetivo ¿Yoon Ho coqueteaba con él?

“-No, no; él siempre ha sido así”

-Si, siempre…- se respondió sin cambiar su rostro al verlo hablar tranquilamente con la mesera y lograr que la cuenta se volviera nula.

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-Bien- suspiró colocándose los lentes para esconder su nerviosismo –Es hora- se dijo así mismo bajando de la avioneta y encontrándose con flashes y personas gritando su nombre

“¿No se suponía que nadie se enteraría de esto?” se preguntó mientras escondía su sorpresa con una sonrisa.

-¡Jun Su! ¡Jun Su!- volteó a ver a la reportera que le llamaba, su cabello castaño a la altura de las mejillas y sus ojos vivaces y serios al mismo tiempo le hicieron recordar a su primera novia -¿porqué has regresado antes que los demás miembros de Dong Bang Shin Ki?-

-Bueno Ha N…- y volvió a reír nervioso al darse cuenta que casi pronunciaba el nombre de aquella chica que no veía hace años –vengo a tomarme las fotografías del calendario-

-¿Acaso no habías viajado para eso?- preguntó al joven logrando que el otro maldijera mentalmente.

-Al inicio sí, pero…-

-¿pero?- insistió ella sonriendo ligeramente indignada –Kim Jun Su sigues siendo un mentiroso- susurró alejada del micrófono, susurro que el chico escuchó y no pudo más que sonreír apenado; no había duda que era ella.

-Visité a mi hermano en Brasil, mi madre me dijo que en su viaje él había enfermado demasiado pero extrañamente cuando llegué se había recuperado milagrosamente-

-¿Insinúas que fuiste engañado por tu propia familia?-

-Y si así fue me alegro sinceramente, faltaban pocos días para su cumpleaños y ya eran demasiados sin estar a su lado-

Los flashes le regresaron a la realidad y solo pudo despedirse con la mano mientras buscaba a alguno de los encargados de la SM, era seguro que Lee Soo Man ya se había enterado de aquello y no tardaría en enviar a alguien para recogerlo y evitar las entrevistas. La joven corrió tras él luego de finalizar el reportaje apartándose del camarógrafo e ignorando a los demás reporteros que también lo finalizaban o bien se limitaban a entrevistar a la gente que lograba reconocer al ídolo.

-¿Es cierto lo que has dicho?- le preguntó ella al alcanzarle.

-Por completo Ha Neul, por cierto… un placer verte luego de tanto tiempo- contestó siendo escuchado difícilmente por ella, varias fans empezaban a reconocerlo y los murmullos empezaban a hacerse cada vez más fuertes.

-Nunca pensé… es más, no debí tomar este reportaje-

-te alegre verme ¿no?- comentó Jun Su fingiendo cierta molestia.

-Te veo todo el tiempo oppa- respondió Ha Neul con un retintín de burla –y no debí reportarte, yo no me encargo de ese campo. Solo lo hice puesto que la encargada tuvo un accidente y…-

-Mientes-

-¿Me crees tú?- preguntó divertida sonriendo al igual que él –Debo irme, un gusto verte de nuevo- dijo volteándose y notando como los periodistas regresaban su interés al muchacho –oh! Me alegra que hayas logrado tu sueño-

-Espera- ella se detuvo con nerviosismo, si las cámaras les tomaban fotos empezarían a especular y… -¿no te volveré a ver?- pero esa pregunta le había dejado tan desubicada como a Jun Su el formularla.

-¿Andas sentimental?- dijo extrañada sintiendo cada vez más cerca las cámaras –toma- contestó con rapidez al tenderle una tarjeta –es más fácil que me ubiques tú-

-Pero Ha…-

-¡Kim Jun Su!-

“Diablos” pensó alejándose al ubicar el carro de la SM, un guardia impedía el paso de los reporteros mientras el subía al auto con rapidez. Suspiró al sentirse seguro tras las lunas polarizadas y quitándose los lentes ¿la había visto en realidad?...después de tanto tiempo ¿no había sido solo un juego de su cansada mente por hallar a esa persona que tanto quiso?

La tarjeta blanca en su mano le dio la simple respuesta que provocó una risa escapara de sus labios ¿quién diría que su regreso serían tan diferente a como lo había imaginado?

-No puedo creerlo- dijo sin lograr borrar aquella sonrisa completamente sincera que enmarcaba su rostro -This is Your Angel Dreams…- leyó echándose en el respaldar del asiento –yo también me alegro de que consiguieras lo que querías Ha Neul-

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-Usted……¿está hablando en serio?-

-Jamás bromeo con eso señora-

-Mamá…..-

La señora miró fijamente al mostrador en el que se encontraba el contrato, aquel fotógrafo quería convertir a su hija en modelo profesional y parecía haber pensado en todo antes de pedírselos. Sus ojos se posaron en los de su hija, lucía algo confundida y emocionada, la decisión era de Sun Lee pero había llegado seria a preguntárselo alegando que necesitaba su opinión.

“¿qué opinión puedo darle?... ¿decidir su vida?”

-¿Qué opinas?- Ella solo suspiró, no quería que su hija se fuera pero…

-Debes hacer lo que tú consideres correcto Ji Sun- aclaró ella mencionando el nombre real de su hija.

-Mamá yo…-

-Si quieres ir, puedes. Además… te verás con Jun Su ¿cierto? Él te protegerá- Sun Lee sonrió enternecida, intentando evitar que las lágrimas escaparan de sus ojos –Y esos dos chicos, Yoo Chun y Chang Min… ellos también podrán cuidarte-

Sun Lee solo abrazó a su madre sin decir alguna palabra más –Veré a Jung Hwan, madre…- y las lágrimas se escaparon sin poder contenerlas –lo volveré a ver…-

-Lamento interrumpirlas- el fotógrafo se quitó la gorra mostrando el rostro de un joven que las hizo guardar silencio, cabello negro y sus ojos de un color gris que denotaban eran lentillas, su rostro fino y su piel bronceada –señora, Ji Sung… no tienen de que preocuparse –y la sonrisa que les dio a ambas las tranquilizó por completo, no podrían explicarlo pero aquel muchacho destilaba cierta confianza…aquella confianza que necesitaban sentir en esos momentos –yo misma la cuidaré e informaré a usted sobre todo lo que ocurra a menos…-

-¿a menos?-

-que decida acompañarnos-

-es imposible- fue la respuesta cordial que dio la señora y su hija no pudo más que asentir melancólica.

-entiendo, eso quiere decir- el joven miró fijamente a Sun Lee -¿cerramos el trato?-

-Soy su nueva modelo señor…-

-¿señor?- el chico rió –No soy tan viejo, tengo su misma edad señorita Lee- la otra le miró con las mejillas sonrojadas –Bae Ian Wu, aunque suelen decirme Wu Wei-

-Le queda bien- susurró Chang Min acercándose y mostrando una de sus más inocentes sonrisas ante la señora -¿me da un plato más? Está tan delicioso que…-

-¡Chang Min está en crecimiento!- grito Yoo Chun desde su asiento logrando que los demás rieran y el nombrado se sonrojara.

-¿Entonces Sun Lee?, o ¿debo llamarle Lee Ji Sun?-

-Sun Lee- y la sonrisa que se dieron ambos no le gustó para nada a Chang Min.

-Noona ¿no nos acompañas?- preguntó rápidamente el DBSK sujetando su mano sin realmente notarlo.

Ian Wu lo observó con gracia, ¿Qué le pasaba a aquel niño? –Debo irme, vendré mañana por el contrato y las aclaraciones que tú desees darle- el rostro de Chang Mine ra todo un dilema ¿aclaraciones? ¿Contrato? –Me despido señora, un placer- mencionó galante el fotógrafo volviendo a ponerse su gorra y los lentes de sol que lucían anteriormente en su cuello –Dile a Yoo Chun que esté listo para las fotografías ¿si Chang Min?-

-¡Estaré listo!- volvió a gritar Yoo Chun tranquilamente sentado en la mesa, divirtiéndose al ver que Chang Min se daba cuenta del echo que sujetaba la mano de Sun Lee y le pedía miles de disculpas intimidado.

“Los celos no te ayudas Minnie” pensó divertido mientras terminaba su bebida. “mañana…y luego regresaré” –suspiró, riendo luego al pensar en todo lo que había ocurrido con la familia TVXQ –todo queda en familia- se dijo a si mismo acomodándose al ver venir a la señora con dos platos de comida -¡Sopa!- gritó como un niño olvidándose por unos segundos a aquel que aún invadía sus pensamientos.


Aclaraciones del capitulo:
Aclaro: Bu Wei significa : no hacer algo. En si cuando se le dice a una persona es como llamarle vago xD. Mayormente se menciona que tienes la filosofía bu wei xD.*seee la mía xD*


Problema Hormonal Capitulo 3


Capítulo Tres: YooChun

Y así avanza el tercer día en este lugar… estamos acalorados, algo incómodos, pero definitivamente divertidos. Anteayer, luego del ataque de “embarazada” de JaeJoong hyung nos pudimos divertir todos en el agua. Bañarnos bajo la cascada fue una experiencia revitalizarte, sobre todo porque siempre he querido ver una cascada. El mulato Okum se unió a nosotros, obviamente motivado por JaeJoong, y participó de nuestros juegos, ganándonos en todo; nadó más rápido, estuvo más tiempo bajo el agua, encontró más piedras verdes ¡si incluso atrapó un pez con las manos! Es un joven admirable y JaeJoong se encariñó muy rápido con él, al igual que JunSu, quién al enterarse de que el pequeño nativo tiene su propio elefante decidió que iban a ser mejores amigos. No es más que un interesado, pero Okum parece feliz con la idea, ya que convenció a Junsu de que le diera clases de coreano a cambio de clases para montar elefantes.

Por otro lado me he pasado todo el día riéndome cada vez que un aborigen se acerca a saludar a JaeJoong, claro, a mí también me saludan, pero no hago escándalo como “Yeión jión” como le dice Okum.

A todo esto, el niño apenas puede pronunciar nuestros nombres, así que nos dice como puede, quedando JaeJoong como “Yeión”, JunSu como “Chunsú”, YunHo como “I-Uno” y ChangMin como “Changuín”. Obviamente a nuestro dongseng le sonó como chango, así que se enojó con Okum. Yo creo que ChangMin anda con síndrome pre-menstrual, ya que de repente le dan sus arranques de insoportable niño mimado y al rato es un tierno pedacito de algodón, o sino está “embarazado” al igual que JaeJoong y además de ser nuevamente hermano mayor voy a ser tío.

El apodo que me puso Okum es… eh, bueno… no sé ni como lo pronuncia el niño, pero suena como “Uchún…” así que le pedí que me dijera Micky, no YooChun, pero me entendió mal y ahora me dice “Michún”. Lo dejé así nada más porque parecía muy confundido cuando intenté explicarle la diferencia.

Tras salir del agua regresamos con el staff, quienes nos dieron algunas cosas para que nos preparáramos (…preparara JaeJoong…) algo de comida, ya que según ellos iban a aprovechar que el guía que nos había traído aún estaba en la aldea para que los llevara a la ciudad y para poder comprar ropa de lino, no sé para que, y otras cosas que según ellos nos harían falta. Por la tarde nos dejaron descansar y explorar la aldea, según el staff teníamos aún veinte días para grabar el video y hacer el photoshoot, y era tiempo más que suficiente, que por el momento debíamos aprovechar de tomar sol y recuperarnos del viaje.

Para el segundo día no tuvimos otro panorama más que bailar y ensayar la coreografía. Gracias a dios pudimos convencer a YunHo de que practicáramos a orillas del río, ya que así podríamos refrescarnos cuando nos diera mucho calor. JaeJoong insistió en que Okum debía venir con nosotros, así que el pequeño fue obligado a aprender los pasos. Debo admitir que aprende muy rápido y nos ayudó incluso con la coreografía, enseñándonos pasos típicos de su tribu.

Por las noches el calor se mantiene en el ambiente, así que no es necesario taparse con nada más que una sábana delgada. Dormíamos los cinco juntos en la misma choza, en hamacas rodeadas de delicados mosquiteros. Era todo tan… salvaje. La primera noche nos dormimos al instante, ni siquiera nos molestó el que la hamaca se balanceara cuando nos movíamos. No así anoche, estábamos adoloridos por la practica de baile tan rigurosa que nos había obligado a llevar YunHo, supongo que los raros pasos que nos enseñó Okum hicieron que fuese más pesado el ensayo.

No dormí casi nada, me dolían muchos de los músculos de las piernas y cuando trataba de acomodarme en la hamaca ésta se balanceaba y me dejaba mareado. Sin contar que YunHo casi roncaba mientras abrazaba a su “hija” de peluche, Bambie; JunSu se movía para todos lados sin despertar y remecía la hamaca de un lado a otro; JaeJoong se levantó a mitad de la noche, tropezó con el mosquitero y fue a no sé donde, yo supongo que al baño; y ChangMin soñó quien sabe que cosa, pero pataleó y habló toda la noche.

Me hundí una vez más en el agua, aplacando el calor, se me hizo ya una costumbre el bañarme por lo menos dos o tres veces al día en este río, quedándome dentro del agua por lo menos media hora. Es una manera delicada para controlar los arranques hormonales que me dan de repente, tengo mejores opciones, pero estando aquí se hace un poco difícil encontrar un lugar tranquilo para atender las necesidades básicas, sobre todo porque no hay un baño como la gente en cientos ciento cincuenta kilómetros a la redonda. Es comprensible que muchas de las actividades que se realizan con frecuencia en ese lugar se vean muy limitadas estando en esta aldea, por suerte el río es un lugar casi solitario, los únicos que venimos más seguido aquí somos los coreanos que damos vueltas por la aldea, así que es relativamente privado.

Deslicé mis ojos hasta centrarlos en mi entrepierna que estaba bajo el agua fría, mas aun no bajaba por completo. Se mantenía semi-erguido y orgulloso, como si fuese divertido, y palpitaba exigiendo mi inmediata atención… maldita mi suerte ¡Tengo ya veintidós años, por Dios! No puedo estar masturbándome como chiquillo de quince cada cinco minutos, así que baja solo y se las aguanta, porque no me iba a rebajar a cumplir sus caprichos como los días anteriores, ahora no es un buen momento…

– YooChun, Aquí estás… – Giré mi vista, moviéndola hasta la orilla, donde YunHo hyung me hacía señas con la manos para saludarme. Incómodo le respondí el gesto, rogando que desde esa distancia no pudiese ver mi problema.
– ¿Qué pasa, hyung?
– Nada, tengo calor y vine a bañarme ¿te puedo hacer compañía o te cohíbes como JaeJoong con los aborígenes?
– Adelante, ven a bañarte. – le sonreí, tratando de parecer normal. La erección debe bajar ahora si o si. Nadé un par de metros, hasta quedar junto a una rocas, talvez de esa forma sería más fácil ocultarme de hyung.

Observé como sin ninguna ceremonia se comenzaba a desvestir, dejando su ropa sobre una roca en la orilla, junto a las mías. Se quitó la camiseta verde que traía, revelando su pecho que me pareció un poco más ancho ¿en que momento los mega pectorales de YunHo se volvieron… hiper mega pectorales? ¿Y esos abdominales? ¡Si casi parece que tiene una barra de chocolate metida bajo la piel! Y hace una semana alegaba porque su estómago se veía igual que el de una chica por lo plano que era… ¿Y desde cuando sus oblicuos son tan… cuadrados? Mas grave aún ¿YunHo tiene carne en las piernas?

– ¿Qué pasa, YooChun? – Me preguntó, antes de terminar de sacarse la ropa interior y comenzar a caminar en dirección hacía mí en el agua, traía entre sus manos un shampoo y un acondicionador.
– No… no, nada… – me distraje unos segundos dándole una mirada a su figura, no es que no lo hubiese visto desnudo antes, además de los músculos no había nada nuevo en su fisonomía, pero por una extraña razón mi cuerpo reaccionó de forma inesperada e incómoda ¿Qué me está pasando? – Eh… ¿has hecho ejercicio? – Le pregunté cuando estuvo a metro y medio de mí, hundido hasta el cuello en el agua, obviamente estaba agachado, ya que yo estoy más cerca del centro del río y el agua me llega apenas hasta el pecho.
– ¿Ejercicio? No, nada además de la práctica de baile que tuvimos ayer, ¿Por qué? – Se puso de pie, con el agua hasta las caderas, me lanzó ambos frascos y luego se volvió a hundir, dando unas brazadas para quedar cerca de la cascada, donde el agua caía haciendo bastante ruido. No era una cascada alta, no superaba los cuatro metros, pero se hacía notar con su incesante sonido al golpear las rocas que estaban abajo.
– Estás más musculoso. – Le comenté cuando se subió a unas piedras para poder quedar bajo el agua que caía, como si se tratara de una ducha natural, dándome una vista inesperada y muy cercana de su trasero apretado y marcado ¡Oh, dios santo! ¿desde cuando Jung YunHo tiene ese trasero?
– ¿En serio? Debe ser cosa del complemento… – Me hizo unas señas con las manos, indicando que le lanzara el shampoo para poder lavarse el cabello. – Tú también estás más musculoso, tus brazos están inflados… y tienes pectorales… en general todo está mas desarrollado – puso algo de shampoo en sus manos y lo esparció en su cabeza, haciendo espuma rápidamente. Obvio, su pelo estaba impecable, lo lavaba por lo menos dos veces al día, obviamente va a producir espuma al instante. – ¡toma! – Me lanzó el embace, lo atrapé y lo dejé sobre una roca que estaba a mi lado. Sonriendo terminó por esparcir la espuma que le sobraba por el cuerpo, lavándose muy relajadamente… esto no está bien, se supone que debe bajar con el agua fría, no levantarse más ¡Y por un hombre! Las malditas hormonas van a volverme loco. – ¿Qué te pasa, YooChun? te veo tenso…
– No pasa nada.
– Deberías lavarte también el cabello, es shampoo de frutas, el aroma te relajará.
– Sí, gracias.
– Lánzame el acondicionador, quiero terminar de lavarme. – Le lancé el embace que había dejado junto al shampoo.
– Te vas a quedar calvo si sigues lavándote tanto el cabello.
– No puedo evitarlo, sudo tanto que mi cabello no dura limpio todo el día. – Se aplicó el acondicionador al instante, aclarando su cabello con el agua de la cascada. – Ten YooChun… – Me arrojó el acondicionador y lo dejé sobre la roca, ignorándolo. Me quedé un rato quieto, respirando profundamente. No bajaba, el agua fría no va a funcionar esta vez.

Volví a alzar la vista, enfocando a YunHo que aún estaba bajo el agua. Había dejado los brazos sueltos a los lados de su cuerpo y su cabeza estaba levemente inclinada hacía atrás, dejando que el agua cayera por su frente y se deslizara por todo su cuerpo… me sentí extraño al pensarlo, pero se veía muy tentador. Seguí bajando mi vista, hasta que me encontré con cierta parte de su anatomía que parecía… “emocionada”.

– Hyung… – Llamé suavemente, tratando de no sacarlo de su sexy trance de forma muy brusca.
– ¿Qué pasa, YooChun? – Ni siquiera abrió los ojos, tan sólo la boca para contestarme.
– ¿Te puedo hacer una pregunta muy personal?
– ¿Qué me quieres preguntar? – Entreabrió los ojos para mirarme desde atrás de sus pestañas, al parecer no quería por ningún motivo abandonar ese estado de trance y relajación que entregaba el agua que caía de la cascada. – Ve al grano. – Pidió al volver a cerrar los ojos, llevando su cabeza hacía adelante y permitiendo que el agua cayera directamente sobre sus hombros.
– OK… – Tomé aire, se lo diría de una vez ¿para que andar con pelos en la lengua? Éramos dos hombres adultos y yo era particularmente curioso y desinhibido para hablar de estos temas ¿de aquí a cuando tanto pudor? – ¿hace cuanto que no te acuestas con una chica? – Me di cuenta de que dejó de respirar, ya que su pecho ya no se movía, y luego soltó el aire que tenía dentro de los pulmones. Al parecer no se esperaba tal pregunta.
– ¿a que viene esa pregunta?
– Curiosidad. Respóndeme ¿si? – No tenía otra opción. O me respondía o yo lo iba a seguir todo él día con la pregunta, él lo sabe, así que seguramente me responderá.
– Pare serte sincero… hace bastante.
– ¿Cuánto bastante?
– Bastante.
– ¿Bastante para ti son unos meses, unas semanas o unos días?
– Bastante para mí vendría ser más de un año…
– ¿hace más de un año? ¿cómo es que vives así?
– No tengo tiempo para esas cosas YooChun.
– ¿entonces… hace más de un año?
– Si. ¿a que viene esa curiosidad repentina?
– Es que… parece que alguien allá abajo te lo están reclamando… – bajó su vista asustado, encontrándose con ese detalle que yo hace rato llevaba viendo. Sonreí pícaro, su situación se me hacía peculiarmente divertida. Se cubrió avergonzado, dándose la vuelta y dejándome con una vista igual de insinuante. Insisto ¿de donde salió eso? Hace una semana no rellenaba sus pantalones con nada y ahora está cerca de hacerle competencia a ChangMin, y eso es mucho viniendo de YunHo ¿estaré yo en esas condiciones? Me daré una mirada mas tarde.
– Lo siento…
– No te avergüences, a mí me ha pasado muy seguido estos días y en los momentos más incómodos… – Me puse a reír levemente, recordando los extraños incidentes que he tenido. Soy muy abierto a tratar temas sexuales, siempre ha sido así, no tengo el menor pudor cuando hablo sobre eso y en parte esa misma manía ha hecho que seamos más unidos y más abiertos con lo que sentimos. Supongo que eso debe ser producto de mi crianza semi occidental. – Ayer, por ejemplo: no te imaginas lo raro que fue excitarme al ver a ChangMin cambiarse de ropa y hoy en la mañana me pasó lo mismo, pero con JaeJoong… creo que son las hormonas. – Bajé mi vista, al parecer “Micky Junior” ya no estaba tan inquieto, el agua fría estaba haciendo su trabajo, pero aún le faltaba bastante para bajar del todo.
– ¿Te excita sólo ver a los chicos? – Preguntó incrédulo, apenas girando su cabeza por sobre su hombro. Se veía incómodo.
– Sí ¿a ti no te pasa igual?
– Yo… – Se agachó y tomó asiento en las rocas que estaban bajo la cascada, dejando que el agua fría le diera directo en el “problema” que tenía. Dudo que eso valla a solucionarle la urgencia, a mí se me hace que ese masaje que le debe estar dando el agua sólo va a potenciar la erección que tiene. – Yo… me pasó algo… pero con JunSu cuando tomaba sol ayer por la tarde… – Recordé el episodio, JunSu muy falto de vergüenza se tiró desnudo boca a bajo sobre una frazada, a un lado de la catarata y tomó sol por una hora. Fue un espectáculo digno de verse. – No me gusta JunSu… – Alterado se puso de pie, al parecer se había dado cuenta que el agua de la cascada no lo iba a ayudar, y tapándose como pudo bajó de las rocas y se sentó cerca de la orilla, con el agua hasta el cuello.
– No digo que te guste, tú no me gustas e igual creo que al bañarte en esa cascada eres terriblemente tentador.
– ¡YooChun! – Avergonzado me salpicó con agua, para darme una lección. Al parecer no está de humor. – Por dios, hombre, ten algo de vergüenza.
– No seas tan cartucho y métete mano, te hará bien. Yo lo hago a diario este último tiempo y así me mantengo algo más tranquilo, además tenemos que probarnos el atuendo que usaremos para el photoshoot. Debes estar “relajado” si quieres que te entre el taparrabo.
– No puedo si estás aquí, mirándome. – Me recriminó, aceptando que tendría que masturbarme para poder salir del agua. Sus mejillas estaban rojas, al igual que sus orejas, se estaba acalorando demasiado rápido. Se veía tan gracioso.
– ¿Por qué no? Yo podría y sería sexy. – Le guiñé un ojo. Realmente disfruto el burlarme de él.
– YooChun… – Me llamó serio. – Aléjate un poco, por favor, vete a jugar más allá si quieres que termine con esto. – Sin salir del agua se volteó, dándole la espalda.
– Uy, se nota que estás urgido. – Reí travieso. – Si me lo hubiese dicho antes te habría traído lubricante, así es más fácil, pero te recomiendo que uses algo de acondicionador. – Le di una rápida mirada a mi entrepierna, comprobando que estaba lo bastante baja para no levantar sospechas y me acerqué a YunHo con el acondicionador en la mano. El sonido del agua pareció inquietarlo y giró su cabeza a tiempo para encontrarse conmigo a un metro de distancia, con el agua hasta la cadera.
– ¿Qué quieres?
– Yo nada, pero toma, te hará falta. – Le lancé el embace que cayó al agua junto a él y lo tomó cuando salió a flote. Su mirada inquisitiva me siguió todo el tiempo, hasta que me subía a una roca grande que sobresalía bastante del agua. Quería tomar algo de sol, estaba muy pálido y pronto sería el photoshoot, quería verme bien. – disfrútalo hyung. – dije muy tranquilo. Él se sonrojó más que antes y se giró una vez más, para luego ponerse de pie e ir a sentarse a unos cinco metros de distancia de mí a una rocas que estaban cerca de la orilla. Seguramente piensa que no lo voy a ver, pero desde esta roca puedo ver casi todo lo que hace. Es raro, pero me da mucha curiosidad lo que va a hacer YunHo. Además… con mirar no le hago daño a nadie ¿no?
– No hay caso… – Lo escuché decir, mas creo que era sólo para él ¿a qué se referirá? ¿a mí y mi actitud “Happy&Relax” o al problema que tiene entre las piernas? – YooChun, más te vale que te pongas a cantar algo y no me escuches ¿entendido?
– Si, hyung, como digas… – Obligadamente me puse a tararear la primera babosada que se me vino a la cabeza, que fue “You Can Leave Your Hat On” de Joe Cocker, no sé porque, pero fue lo primero en que pensé. – You can leave your hat on… chananá, chananá…,
chananá, chananá…
– ¡YooChun! ¡Canta otra cosa!
– Uy, que aburrido eres, era para darle más ambiente. – Me tiré en la roca, decepcionado por no poder terminar mi canción y me puse a tararear “I Feel Good” de James Brown y YunHo me volvió a gritar, fue lo mismo con “Sex Bomb” de Tom Jones. Está más huraño que en sus peores días ¿estaré embarazado también? Al final me aburrí y me puse a cantar “Balloons”. No se puede enojar por esta canción, es la menos sexy que conozco, ésa y la canción de los teletubies que me hizo aprender JunSu.

Seguí cantando, no había ninguna relación entre lo que miraba y lo que cantaba, pero bueno… si canto una de mi señor Barry Hughes seguramente me golpeará. Me daba la espalda y lo vi inquieto en cuanto separó las piernas, parecía que no tenía idea de que hacer o más bien parecía que era la primera vez que se miraba el pene. Fue muy divertido.

– ¡Oh, dios! – Gritó de repente y supe por su tono de voz que no era un “¡Oh, dios!” de “oh, yeah baby” si no más bien un “¡Oh, dios!” de “¡Oh, dios! ¡Tengo tres testículos!”
– ¿Qué pasa hyung? ¿necesitas ayuda?
– ¡No! No quiero ayuda.
– ¿Entonces?
– ¡Está enorme! – Me gritó sorprendido y comencé a reír. – ¡no le veo la gracia!
– ¿Se supone que sea malo que esté grande?
– YooChun, esto es serio ¿y si me pegué algo?
– ¿Qué te vas a pegar? No te has acostado con nadie aquí, ni siquiera hay mujeres, no te puedes pegar nada. Que esté grande es cosa de las hormonas.
– ¿Te pasó también?
– Si y también me asusté, pero tranquilo, una vez que termines volverá a su estado natural.
– Más te vale… no dejes de cantar. – Se volvió a mover y vi como tomaba el acondicionador y se ponía un poco en la mano. Seguí cantando, esta vez “Together”, la canción más ultra melosa que teníamos y por fin sentí que Micky Junior bajaba por completo. Esto de las canciones sirve, lo tendré en mente. Mientras observé muy interesado como hyung buscaba el mejor ángulo para abordar su urgencia, hasta que dio un chillido que confundí con los de JunSu ¿desde cuando YunHo da esas notas? – ¡YooChun!
– ¿Qué pasa ahora, hyung? – Le preguntó, con voz aburrida. Quería ver acción, no escuchar sus gritos de niña, además se me iban a acabar las canciones.
– ¡Duele, maldición! – Me gritó acongojado. Ya sé a que se refiere.
– ¿Hace cuanto que te masturbas?
– Un par de meses…
– Eres un caso perdido, hyung, con razón tienes erecciones sólo porque sí, y no te toques la punta o terminaras chillando.
– ¿y cómo pretendes que me masturbe con decencia si no me puedo tocar la punta?
– ¿Qué no sabes si quiera masturbarte?
– ¡Si sé!
– Entonces hazlo, pero sin tocarte la punta. Y hazlo rápido, porque nos quedan como diez minutos antes de que tengamos que volver.

Urgido volvió a lo suyo y tras unos segundos comencé a escuchar unos suaves gruñidos y uno que otro jadeo. No sé porque, pero siempre pensé que YunHo gimiendo sería más… porno. Muy por el contrario, Micky Junior parece pensar diferente y al parecer se quiere levantar para mirar a YunHo al igual que yo. Dejé de mirar a hyung cuando me sentí muy homosexual y me tapé los oídos, comenzando a cantar “Together” más fuerte, cuando se me acabó la canción no supe que hacer, los gemidos de YunHo inundaban por completo mis oídos. Me puse a cantar “Proud”, ya que cada vez que la cantaba me ponía a llorar. Al cabo de “Proud” y a mitad de “Lovin’ You” escuché el sonido más sensual y provocativo que alguna vez pensé escuchar. Creo que hyung no lo sabe, pero puede hacer que la gente se caliente muy rápido. Me bajé de la roca antes de volver a tener una erección y esperé un par de minutos a que bajara con el agua fría, mientras YunHo recuperaba el aliento. Tras unos cinco minutos mi problema estaba resuelto y me encaminé a ver a Hyung.

– ¿Ya terminaste, hyung? – Escuché como el agua se movía antes de que alcanzara a darle la vuelta a la roca y cundo logré verlo me estaba dando la espalda. Parecía incómodo ¿Qué le pasará? – ¿YunHo? – se volteó lentamente, cubriéndose muy celosamente la entrepierna con las manos y me miró desde atrás de sus pestañas con la cara totalmente roja. Se veía tan… raro…
– Tengo un problema, YooChun…
– Eso ya lo veo ¿no pudiste terminar?
– Si pude, sólo que… se volvió a levantar.
– ¿Qué? Eso no se puede. Los hombres no somos poli orgásmicos.
– Si se puede, sólo míralo. – Sacó sus manos de una vez, levantándolas a la altura de sus hombros, revelando ese enorme pedazo de carne. ¡Era descomunal! Nunca había visto algo así, ni siquiera el mío alcanzaba ese tamaño, pese a que estaba consumiendo lo mismo que él… ¿será porque se masturba con mucha menos frecuencia?
– ¡Woh! ¡Realmente está enorme! Quizás entres en el libro de los record Guiness.
– ¡YooChun, seriedad, por favor! Necesito ayuda.
– ¿Quieres que yo te masturbe, hyung? ¿No será muy gay?
– ¡YooChun! ¡No me refiero a esa ayuda!
– Lo sé, lo sé… esto me tiene preocupado, YunHo, porque si no baja significa algo muy malo. – Si quería ayuda, lo ayudaría. Le va a doler pero va a ayudar.
– ¿Qué? ¿Qué cosa, YooChun? ¡No me asustes!
– Debo decirte la verdad… – tomé aire, necesitaba verme muy serio. – se te caerá a pedazos… – Juro que me pondré a reír en cualquier momento.
– ¿Qué…? ¿Cómo que se caerá a pedazos?
– Sí, no volverá a bajar y te masturbarás tanto que terminará por caerse. Es causado por una infección, en dos días se te despegará y terminarás siendo una señorita.
– YooChun, no bromees. – Desesperado me tomó por los hombros, buscando apoyo. Al parecer el orgasmo que tuvo hace poco lo dejó medio tonto, ya que en otra situación no me creería ni pío.
– No bromeo, a JunSu se lo contaron ayer, es una infección muy común en esta aldea…
– Oh, no… – Miró en todas direcciones, buscando no sé que cosa, talvez una respuesta escrita en una roca. – ¿Qué hago? ¡Maldición ¿Qué hago?! ¡No me quiero quedar sin pene!
– Pues ya nada… te queda sólo aceptarlo… Noona. – Abrió los ojos hasta que duplicaron su tamaño normal. Me creyó.
– No puede ser… ¡No puede ser! ¡NO SE ME PUEDE CAER EL PENE! – Me sentí tan mal cuando pensé que se iba a poner a llorar, de verdad está asustado, pero había funcionado.
– Mira, ya bajó. Creo que el susto si funcionó.
– ¿Qué…? – Bajó su vista, incrédulo, y ahí estaba aún su pene, del puro susto había vuelto a la normalidad, si casi parecía que se iba a esconder entre sus piernas con la simple idea de despegarse de su cuerpo.
– YunHo… ¿no me digas que vas a llorar? – Reí suavemente cuando alzó la vista, sus ojos estaban vidriosos.
– No… – Bajó la cabeza, avergonzado. Que malo soy, casi hago llorar a hyung, pero no puedo evitarlo, siempre es divertido asustar a otro hombre con castraciones trágicas y cosas así.
– Deberías haber visto tu cara de espanto, fue genial, desearía tener aquí una cámara.
– YooChun…
– ¿si?
– Más te vale que corras si no quieres ser tú el que termine sin pene… – Me miró serio, estaba enojadísimo. Cumplirá su amenaza, sé que es capaz… – ¡YooChun! ¡Ven acá rata mentirosa! ¡Te juro que si te atrapo te lo arrancaré a pellizcos!

No sé ni como lo hice, pero antes de que me diese cuanta ya estaba fuera del agua corriendo para salvar mi hombría. De repente sentí un peso desconocido en la espalda y caí al suelo, sobre la arena que había junto al río, con YunHo sobre mí. De un movimiento pasó uno de sus musculosos brazos por su cuello, haciéndome una llave que no supe como desarmar y me levantó, quedando ambos de rodillas. Su pecho frío quedaba contra mi espalda y era muy raro sentir ciertas partes de su cuerpo contra el mío, mas grave aún, no podía evitar estar divertido con toda la situación, no me cabe en la cabeza que me creyera tal idiotez, así que sólo río y trato de escapar.

– Hyung, hyung… lo siento, lo siento ¡Te juro que lo hacía por ayudar!
– ¡Casi me matas de un susto! Esta me la cobro YooChunnie…
– ¡AAAHH! – Volteamos al mismo tiempo, encontrándonos con ChangMin, quien nos miraba incrédulo. – ¡¿Pero qué están haciendo?! – Su cara estaba totalmente roja y sus ojos parecían querer salirse de su cara.
– YunHo estaba apunto de violarme… ¿te nos quieres unir?
– ¡YooChun! – Me soltó, molesto, y se apartó de mí un par de metros, creo que apenas se vino a acordar que está desnudo y que debemos estar dándole el espectáculo de u vida a nuestro dongseng. Cuanto me voy a reír al recordar esto.
– Los… los dejaré solos para que terminen… – Minnie se comenzaba a dar la vuelta, consternado, dispuesto a irse.
– Es… espera ChangMin, no es lo que parece… – hyung intentó buscar una forma de explicarle, más el menor simplemente se cruzó de brazos, incrédulo. Nunca es bueno decir “no es lo que parece”, nadie se cree las explicaciones que vienen luego.
– Hyung… no soy tonto, y si estaban ambos desnudos y en esa posición no era precisamente porque jugaban a las escondidas. – Suspiró, sonriendo malicioso. – siempre creí que eras gay, YunHo, mas pensé que la cosa era con JaeJoong.
– ¡Yo no soy gay! – Respondió indignado y yo me puse a reír. YunHo se ofende tanto cuando cuestionan su sexualidad ¿me pregunto porque será?
– Min, lo que pasó es lo siguiente. – Comencé a explicar, ya que obviamente a YunHo iba a estar tan nervioso que iba a sonar a mentira cualquier explicación que diera. – YunHo me quería matar porque le dije que se le caería el pene a pedazos y casi se pone a llorar, se me lanzó encima como bestia en celo y por venganza me iba a violar. – ChangMin me miró divertido, al parecer creyéndome, sobre todo cuando la expresión de hyung cambió a una de sumo disgusto.
– ¡YooChun! ¡Ahora si que te mato!
– ¡Minnie, esconde a tu Micky! – Me levanté de un salto, yendo a esconderse tras ChangMin, quien miraba entretenido como corríamos en círculos a su alrededor. En un impulso tonto YunHo pasó sus brazos por los costados de Min, agarrándome por las costillas y jalándome contra la espalda de ChangMin. Entre los forcejeos terminamos en el suelo, de costado. Que dolor de costillas…
– ¿Saben? Este es el momento más gay de toda mi vida… – Dijo Min, tratando de levantarse y buscar una salida entre la maraña de brazos y piernas que habíamos hecho. No pude hacer más que encontrarle toda la razón, sobre todo cuando me sentí extrañamente cómodo contra la espalda de ChangMin.

Cuando logramos desenredarnos y vestirnos caminamos de vuelta a la aldea, siguiendo el sendero que Okum nos había enseñado a través de los árboles. YunHo parecía ir muy enojado, su labio inferior iba fruncido y sus brazos cruzados sobre su pecho eran una clara señal de “aléjense”. Parecía más un niño disgustado porque no le dieron un dulce. Yo iba por mientras con Changmin hablando tonteras, él quería saber bien que había pasado, así que le conté más o menos que sucedió, pero sólo algunas cosas, no le iba a decir que me excité al verlo cambiarse de ropa, pero si que YunHo había roto un record. YunHo nos interrumpió a veces, diciendo que yo mentía, pero al final desistió. No había caso en que intentara desmentirme.

Al llegar a la aldea saludamos a unos cuantos aborígenes que se nos atravesaron y llegamos a la choza en la que estaban nuestras cosas. Ahí dormíamos todos juntos, en hamacas rodeadas de mosquiteros. Era una choza de madera y techo de hojas de palma, era un lugar muy exótico. Dentro ya estaba JunSu y JaeJoong, y me llamó mucho la atención el como estaban vestidos.

Hyung traía un taparrabo de piel color mostaza, así que supongo que debe ser algo así como piel de león, de su cuello colgaban un par de dientes afilados de un cordón de cuero y en sus pantorrillas y muñecas tenía un ramillete de plumas. JunSu traía encima un taparrabo color café chocolate con pequeñas manchas blancas, creo que eso es piel de gacela o algo parecido, además de los mismos adornos que hyung. Se veían bien, sus cuerpos resaltaban con tan poca ropa, sus músculos se veían muy definidos y eso que apenas llevábamos cinco días consumiendo el complemento ¿cómo será de aquí a una semana más? Me distraje unos segundos mirando el trasero de JunSu ¡estaba enorme! Y sentí unas incontrolables ganas de darle un apretón. Ya luego lo haré, buscaré alguna excusa tonta y le pellizcaré una nalga. Por otro lado JaeJoong realmente es blanco, le hace falta tomar mucho sol o saldrá transparente en las fotos, aunque… ese trasero es imposible de ocultar…

En la choza también estaba Okum, con expresión pasiva mientras JaeJoong parecía una niña de siete años vistiendo a una muñeca, ya que hacía que Okum se probara y se probara la ropa que había traído. El chico le hacía caso y se dejaba hacer, mientras JaeJoong le ponía una camisa y luego se la cambiaba por una musculosa, y le ponía y sacaba los pantalones. Toda la ropa le quedaba pintada, ya que es de la misma altura que hyung y es apenas un poco más delgado que él, pese a que diga que es pequeño… el niño no tiene nada de pequeño además de la edad y la cara de bebé. Entre tanto JunSu le indicaba como se llamaba cada una de las cosas que JaeJoong le ponía, al parecer esa era la condición que había puesto el pequeño mulato para hacer de juguete de nuestro caprichoso hyung.

– Hola I-Uno jión, Michún jión, Changuín jión… – dijo suavemente Okum cuando nos vio entrar.
– Es CHANGMIN… – Intentó aclarar, pero Okum lo ignoró, al parecer estaba más atento a aprender las palabras que JunSu le enseñaba.
– Hola. – Lo saludé amablemente, haciéndole un gesto con la mano. Al parecer Okum es el único aborigen que no saluda con el típico apretón el los genitales, luego le preguntaré a JunSu el porqué.
– ¿Qué le haces al niño? – Preguntó YunHo algo asustado al ver a JaeJoong muy feliz quitarle un pantalón de jeans al aborigen.
– Le pruebo mi ropa… cuando me lo lleve quiero que se sienta cómodo con la ropa de allá, así que debe acostumbrarse.
– JooJoo… – Dijo YunHo, utilizando ese raro apodo que le había puesto a hyung y que usaba exclusivamente para negarle cosas a su conyugue imaginario. – Ya lo sabes, no te lo puedes llevar. – Su semblante se notaba preocupado, al parecer sabía que JaeJoong podía hacer alguna locura.
– Eso es lo que tú crees. Estoy casi seguro que cabe dentro de la maleta de ChangMin.
– No lo puedes meter en mi maleta ¿dónde voy a llevar mi ropa? No la puedo dejar aquí.
– Es un sacrificio que estoy dispuesto a hacer por tener a Okum por siempre conmigo.
– ¿Sacrificio? ¡Pero si es mi ropa!
– No la vas a necesitar, te ves bien sin ella. Créeme, tus fans me lo agradecerán.
– Hyung…
– Déjalo ChangMin, ya se le pasará… – Le dije en voz baja, para que JaeJoong hyung no me escuchara, pero estaba tan entretenido probándole un conjunto de pantalones apretados y camiseta escotada a Okum que no me escuchó.
– ¿Vinieron a probarse los trajes? – Nos preguntó JunSu, dejándole un rato la tarea de enseñarle palabras nuevas al nativo a JaeJoong.
– Si, veo que ustedes ya se los pusieron.
– Si, Okum nos enseño cómo y luego de eso a hyung le entró curiosidad por saber cómo se vería Okum con nuestra ropa, así que en un arranque de los raros que le dan a él obligó a Okum a ponerse su ropa. Por cierto, ChangMinnie, esos calzoncillos nuevos que te compraste y que aún no usas… pues… hyung se los puso a Okum, así que lamento decirte que te quedaste otra vez sin calzoncillos blancos…
– Ya decía yo que se me hacía raro que el chiquillo anduviese con ropa interior Calvin Clain…
– ¿Dónde están nuestros trajes? – Pregunté, cuando la conversación sobre calzoncillos ya no tenía sentido.
– Aquí, toma, este es el tuyo YooChunnie. – JunSu me pasó un trozo de piel de leopardo 20 por 100 centímetros, una tira de cuero como de dos metros y un montón de plumas y cordones de cuero con dientes de algún animal. – Este es de YunHo hyung… – Le entregó exactamente lo mismo a YunHo, sólo que la piel que le pasó era de cebra. – Y este es tuyo Min…
– Deben estar bromeando… – Observé como ChangMin dejaba su traje a un lado, mirándolo con desprecio. Cuando me percaté de que tipo de piel le había tocado tuve que tragarme una carcajada. – Me rehusó a utilizar esto.
– Vamos ChangMin… – Le dije, tratando de calmarlo, pese a que en cualquier momento me iba a poner a reír. – Podría ser peor. – y en verdad podría ser peor, podría ser piel de… no sé… ¿conejo? Creo que eso si no le cubriría nada.
– ¿Qué es peor que esto? – Apuntó indignado la piel que había dejado a un lado. – Ya me han obligado a vestirme de reno, de dinosaurio y me han hecho ponerme una falda escocesa. Ahora me rehúso, reitero, ¡Me rehúso a llevar una jirafa encima! ¿Me entienden? ¡Una jirafa! ¡Ustedes se están burlando de mí!
– No llevarás una jirafa encima, ChangMin, nadie se burla de ti.
– ¿Y cómo le dices a este montón de piel con manchas que me quieren obligar a usar?
– Se llama ropa y te la vas a poner. – Sentenció YunHo, serio. Sólo él tiene ese aire de magnate tan aplastante, más aun estos últimos días, parece que su aura de líder se potenció con el complemento. A mi forma simple de ver las cosas tantas hormonas hacen que YunHo se comporte como macho Alfa.
– Dame una buena razón para que me ponga esto, hyung.
– Si no te lo pones saldrás desnudo en el video. – ChangMin pareció pensarlo un rato, hasta que suspiró, resignado.
– OK, me convenciste.
– Pruébense los trajes, será divertido. – Junsu se veía tan alegre.
– Si, muy divertido disfrazarse de jirafa.
– Vamos ChangMin… a mí me toca usar un taparrabo de leopardo y créeme que es muy raro, me da la sensación de estar actuando en una película porno, pero por algo nos dieron estas pieles.
– ¿Por qué me tenía que tocar una jirafa?
– ¿Será porque eres alto y de piernas largas como las jirafas?
– JunSu, era una pregunta retórica ¡Es obvio porqué tengo que vestir de jirafa!
– ¡¿Para que preguntas entonces?!
– Chicos… – Llamó JaeJoong, poniendo sus manos en los hombros de cada uno para alejarlos, si no juro que se iban a matar. Su voz calmada podría detener incluso a un tornado. – Pruébense los trajes, ¿si? JunSu y yo les enseñaremos.

Entre juegos y bromas comenzamos a quitarnos la ropa, sin prejuicios ni nada. Era cosa ya de todos los días vernos en ropa interior, es decir, tras bambalinas nos desvestían entre cuatro personas y nos vestían igual ¿pudor? Esa era una palabra que habíamos tenido que borrar de nuestro vocabulario desde el primer concierto. Okum se fue a sentar a un rincón de la choza, aún con la ropa de JaeJoong encima, se veía bien, ese estilo le quedaba, pero eran colores muy claros para su piel. Curioso tomó a Bambie, el peluche que YunHo había traído y que estaba arropado entre sus cosas, y lo analizó, buscándole la gracia al juguete.

Por otro lado miré divertido como JaeJoong hyung le ayudaba a YunHo con su taparrabo, quien trataba de descifrar como ponérselo. Le daba vueltas y vueltas, buscando el lado correcto. Se veía tiernos, como un verdadero matrimonio… aish, ya alucino, deben ser las hormonas.

– ¿Cómo se pone esto? – Le pregunté a JunSu, quien se acercó a mí.
– Primero quítate la ropa interior, te lo debes poner con nada debajo.
– Pero me va a colgar todo.
– No te va a colgar nada, queda todo muy firme.
– ¿seguro?
– Sí, vamos, yo te ayudo a ponértelo. – Le hice caso al JunSu, quitándome los bóxers y sintiéndome algo expuesto, no es que nunca hubiese estado desnudo frente a él, siempre era así cuando íbamos a las aguas termales, sólo que sentir la mirada curiosa del pequeño nativo era un poco raro.

JunSu tomó el trozo de piel y me indicó que separara las piernas, fue raro, muy raro, sobre todo porque me estremecí cuando rozó la parte interior de mi muslo al pasar el trozo de piel en un movimiento raro. Al parecer estaba un poco incómodo con la situación, se veía nervioso. Pasó uno de los extremos entre mis piernas, tomó ambas puntas, dejando el lado suave y peludo de la piel por dentro, y subió. Todo quedó muy cómodo y resguardado en ese refugio de piel. Me hizo sostener ambos extremos del trozo de piel, pegándolos a mi cuerpo, mientras él estaba muy concentrado en pasar la tira de cuero por mi cadera, dándole dos vueltas, para terminar con un nudo en mi lado derecho.

– Ya lo puedes soltar. – solté los extremos de la piel y estos cayeron, quedando inmediatamente acomodados cubriendo todo lo que se podría ver.
– Genial… – ajusté un poco el taparrabo y luego di un par de saltos, era muy cómodo y tal como dijo JunSu nada se movía. – Con que así se ponía… – revisé que todo estuviese en su lugar y me di una mirada, se sentía agradable y fresco. – ¿cómo me veo? – Hice una pose ridículamente sexy y JunSu comenzó a reír.
– Te queda bien YooChun.
– Obvio, a mí todo me luce. – A un metro de distancia pude ver que YunHo ya traía su taparrabo puesto y al parecer JaeJoong lo había hecho percatarse del detalle de su trasero ya no tan plano.
– Te digo YunHo que tu trasero está mas grande.
– Eso es imposible, JaeJoong, los traseros no crecen así como así.
– Si lo hacen, mira. – Apuntó el trasero de YunHo, haciendo que él se torciera sobre su propio cuerpo, al parecer hyung no encontraba ninguna diferencia. – Aish… – Obligó a YunHo a darnos la espalda, tomándolo a la fuerza por la cadera y nos miró. – ¿Cierto que está más inflado?
– ¡Cierto! ¡Hyung, tienes trasero! – JunSu se acercó a YunHo y muy divertido enterró su dedo en lo que se veía de las nalgas de YunHo, quien se quejó por tan osado toque. – ¡Es de verdad!
– ¡Por supuesto que es de verdad, JunSu!
– ¿YooChun, tienes tú también más trasero?
– No lo sé, no me he mirado.
– Date vuelta… – Le hice caso y me volteé, al instante sentí un pellizco que me hizo dar un salto. No es justo, yo quería hacer eso.
– ¡JunSu!
– ¡Lo siento! Es que la tentación fue mucha… tu trasero está genial, YooChun, se parece al de JaeJoongie. – Llevé mis manos a mi propio trasero y me apreté. Cierto, ahora hay más que apretar. Recordé la escala que habíamos hecho, en donde nos calificábamos del uno al diez, YunHo era uno y JunSu diez, obviamente. Yo quedé en tres, ChangMin en cinco y JaeJoong en siete. Ahora creo que todos nos movimos unos puestos, YunHo quedó en cuatro, yo en seis y por lo que vi antes JaeJoong quedó en nueve, mientras JunSu ya va como en quince.
– ¿y ChangMin? – Los cuatro nos giramos para mirar a nuestro dongseng, quien estaba aún completamente vestido en un rincón, con los brazos cruzados y con el traje tirado a un lado. Sus labios estaban fruncidos y sus cejas contraídas. Esa era su cara de niño consentido.
– ¿ChangMin? ¿no te vas a poner tu taparrabo? – Preguntó JaeJoong, levantando el traje del suelo.
– No, me niego. No pienso andar por ahí con sin ropa interior.
– Vamos, te verás mega sexy. – Comenté, pero ChangMin pareció no estar muy feliz con eso.
– No me interesa ser sexy, sabes que eso se lo dejo a JunSu o YunHo, se supone que yo soy el tierno, no tengo porqué andar por ahí con calzoncillos de jirafa.
– Basta ChangMin. – Contó YunHo, nuevamente dejaba notar su rol de líder, a pesar de que era un poco difícil tomarlo enserio con un taparrabo de cebra encima. – Desde que supiste que deberíamos usar taparrabo no has hecho más que alegar, ahora te lo pones por voluntad propia o tendré que tomar medidas drásticas.
– ¿Cómo que? – Lo retó ChangMin, revelándose.
– Yo digo que lo desvistamos entre los cuatro y le pongamos el taparrabo. – Recomendé, mirándolo divertido. Cuanto disfruto molestar a los demás miembros.
– Buena idea. YunHo, sujétale los brazos. – Dijo JaeJoong, comenzando a acercarse a Min por la derecha.
– ¿Ah? No… no se me acerquen… ¿Qué haces con eso JunSu? ¡No! ¡No me pongan las manos encima! ¡Aaaahhhh!
Peleó, pataleó, gritó que lo estaban violando y al final le pusimos el taparrabo. Fue un gran lío, no sé en que momento este niño creció tanto y ganó tanta fuerza. Si entre los cuatro apenas pudimos contenerlo, cuando Okum se metió para ayudarnos lo pudimos desvestir. YunHo le sujetaba fuertemente el brazo derecho, JunSu el izquierdo, Yo sostuve su pierna derecha y Okum la izquierda, entretanto JaeJoong hyung se movía entre nosotros quitándole la ropa. Una vez que estuvo desnudo ponerle el taparrabo no fue tan difícil, ya que al parecer se dejó hacer porque no quería estar desnudo. Si sus fans se llegan a enterar de que lo tuvimos que desvestir a la fuerza de seguro nos matan, aunque pensándolo mejor… nos van a amar cuando lo vean en el video y el photobook con semejante conjunto.

– Me siento ultrajado… – Miré algo apenado como ChangMin estaba en el rincón más oscuro de la choza, sentado en el suelo y con las piernas abrazadas a su pecho.
– Vamos, no fue tanto. – Trató de consolarlo YunHo que estaba sentado junto a él, despeinándolo un poco.
– Quiero a mi umma…
– Aquí está JaeJoong ¿no es acaso lo mismo? – Al decir eso me llegó un golpe en el brazo por parte de hyung.
– Ya, Minnie, era por tu bien. – Se sentó también junto a ChangMin y le pasó un brazo sobre los hombros. -- Te digo con toda sinceridad que te ves espectacular. – JaeJoong trató de subirle el ánimo, pero ChangMin ni siquiera levantaba la cabeza.
– Eso no me quita el trauma…
– ¿Te subiría el ánimo el que te prepare tu comida favorita para la cena?
– No me puedes sobornar con comida, hyung.
– Ración doble.
– Lo pensaré…
– Te dejaré darle un “one touch” por esto a cada uno. – Y tuvimos que estar de acuerdo, era eso o soportar a ChangMin con síndrome pre-menstrual por una semana.
– ¿Con todo mi cariño?
– Si, pero a mí en una parte que no se vaya a ver, sabes que me pongo morado con facilidad. – Dijo JunSu, resignado a recibir un golpe por parte de nuestro dongseng.
– ¿incluso a Okum?
– ¡A Okum no lo tocas! – Muy protector hyung abrazó al mulato, apretujándolo contra él. Pobre chiquillo, tendrá que soportar todas las ocurrencias de hyung hasta que nos vallamos.
– Uy… está bien, los perdono, pero me deben decir hyung por el resto de la semana.
– Ok, ChangMin hyung… -- Y por fin se dignó a ponerse de pie, junto con YunHo y JaeJoong. Los quedé mirando a los tres por un rato, tratando de recordar en dónde más había visto esa combinación de pieles…
– ¡Se parecen a los animales de Madagascar! – Gritó de repente JunSu, comenzando a reír. Eso era, ahí había visto esas pieles. – ¡ChanMin es Melman!
– ¡Yo no soy esa jirafa hipocondriaca!
– Si y YunHo es Marty la cebra y JaeJoongie Alex el León.
– En ese caso tú eres Gloria el hipopótamo, JunSu.
– ¿hipopótamo? ¿Por qué?
– ¡Porque tu trasero es enorme al igual que el de ellos!
– ¡Eso es mentira!
– ¡Es verdad!
– ¡Mentira!
– ¡Verdad!

Y siguieron así… no hay caso con esos dos.