KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Our World

Sus mundos eran totalmente diferentes, sus familias y amigos no entendían su relación, pero lo que sentían el uno por el otro, era más fuerte que todo lo demás. Lo que no sabían, es si esto sería suficiente para estar juntos.

El príncipe de los bárbaros

En un mundo antiguo un hombre busca levantar a su pueblo e inicia la búsqueda de un ser que le brindará todo el poder que necesita, sin saber que forma parte de un historia muchísimo más grande que su propia ambición. Shim Changmin y Kim Junsu se encontrarán de forma inesperada para formar parte de un destino dictado por la atracción entre gemas.

Insano

Junsu no podía creer que aún después de todo ese tiempo de humillaciones por parte de sus dos mejores amigos él no se hubiera vuelto completamente loco, desquiciado; en cambio se sentía renovado, en una nueva piel.

Lluvia de estrellas

¿Crees en los deseos? Yunho alzó la vista al cielo y con una lágrima oró a las estrellas para que le concedieran un deseo… desde ese momento el destino de Changmin reposó entre sus manos. El máximo inconveniente es recordar… ¿quién es Changmin?

You are everything I've been looking for

Después de una decepción amorosa, Changmin decide alejarse de la vida como la conoce, acompañado de su mejor amigo Jonghyun. Juntos descubrirán sentimientos que les cambiarán la vida para alejarlos o acercarlos más, mientras conocen a un grupo de peculiares personas en un lugar común y corriente...

Dolor

Todos tenemos algo que ocultar en nuestras vidas pero ¿Qué ganamos con eso? ¿El guardar todo ese dolor solo para nosotros, no también causa dolor a los que nos rodean?

Novio secreto

La relación de Changmin y Jaejoong era un secreto para el mundo, sus únicos testigos eran aquellos lugares donde se veían a escondidas, los testigos mudos de su amor y su pasión, de su tristeza y desesperación.

YunJae, La noche más larga: Cap 5

Eres tú.

-¿Por qué tengo que hacer esto?
-Porque yo no recuerdo muy bien su rostro. Y tú si.

Busqué a Park Hyun Min con la mirada. Hasta encontrarlo cerca de la salida platicando con su amigo.

-Es él.
Lo señalé.
-¿En serio es él?
-Sí, es él. ¿Por qué? ¿Es guapo?

Me golpeó en el hombro fuertemente mientras me miraba con enojo.

-¡Cállate idiota! ¡No te burles de mí! Pero a todo esto…¿estas absolutamente seguro de que le gusto?
-Sí, estoy seguro. ¿No confías en mí?
-No es que no confíe en ti, es solo que antes de intentar algo…quiero estar completamente seguro. Si algo pasa te voy a culpar a ti. ¿Entendido?
-¿A mi? ¿Por qué a mí? Eun Ji me lo dijo.
-Hey, hablando de Eun Ji…ahí viene.

Miré hacia atrás y efectivamente Eun Ji caminaba hacia nosotros con su mirada baja sosteniendo algunos libros sobre su pecho.

-¿Qué quieres?-pregunté.

Hizo una pequeña reverencia frente a mí.

-Jung Yunho…lo siento mucho. No debí de haberme comportado de esa manera. Por favor perdóname.
-¿Crees que con eso arreglas todo? Ingenua. Cuando me golpeaste dolió ¿sabías eso? ¿Ahora quieres remediar todo con una mediocre disculpa? Dime algo. ¿Enserio te gusto?
-Si me dieras otra oportunidad estoy segura de que podría demostrarte…

Incrédulo reí por un momento.

-¿Otra oportunidad? No me hagas reír. Nunca. Primero muerto.
-¿Qué debo hacer para que sepas lo arrepentida que estoy?
-No lo necesito.

Repentinamente, mirando el piso, se arrodilló frente a mí.

-¡Levántate!

Dije mirando alrededor para asegurarme que nadie nos estuviera mirando.

-No, hasta que me perdones.

La miré un segundo y me alejé sintiendo lastima por ella, preguntándome como puede hacer algo así. Unos pasos después sentí a Jaejoong detenerse detrás de mí. Lo miré de reojo y quise preguntarle cual era el problema, pero retomé el paso irritado cuando vi que había vuelto para ayudarla a levantarse. Tomó mi brazo izquierdo y giró mi cuerpo hacia él.

-discúlpate.
-¿Qué?
-Que te disculpes.
-¿Bromeas?
-No bromeo. Eso fue muy cruel, discúlpate.
-No quiero.
-No te esfuerces, Jaejoong. Es inútil.-Dijo Seung Ho caminando hacia nosotros acompañado por los demás.
-Hyung ¿Cómo te fue en la cita?-Preguntó Han Soo mientras me abrazaba por los hombros.
-No me hables sobre eso.
-¿De qué deberíamos hablar entonces?-Preguntó con tranquilidad mientras nos sentábamos en unas jardineras junto a nosotros.
-De cualquier cosa.
-Entonces ¿Por qué no hablamos del por qué esta cosa viene hacia acá?-Comentó Seung Ho en tono de burla.

Park Hyun Min se acercaba con paso decidido hacia nosotros y supuse que ese día iría empeorando conforme pasaran los minutos. ¿Qué demonios quiere ahora?

-¡Hey, idiota!-Tomó mi playera y me acercó con brutalidad a su rostro enfadado-¿Qué le hiciste a mi prima?
-¿Qué tenemos aquí? ¿Otro fan?-Pregunté en tono de burla.
-Idiota. ¿Crees que te tengo miedo? ¿Por qué querría ser como tú?
-Vaya, -Exclamó con sarcasmo Seung Ho- ser gay sí que te hace diferente.
-Te gusta Kim Jaejoong. ¿No es así? –Pregunté aún cerca de su rostro señalando a Jaejoong con la cabeza- Te gusta. Entonces ¿Sabes que soy su mejor amigo? Está conmigo durante todo el día a diario, conozco todo sobre él, podemos charlar durante horas porque me tiene confianza, lo abrazo e incluso he dormido junto a él en la misma cama. ¿No desearías hacer todo eso con él? Supongo que cuando lo extrañas, y lo quieres ver, no puedes soportar la idea de que en realidad está conmigo. ¿No es así?
-Entonces… ¿Te gusta Kim Jaejoong?
-¿…Qué?
-Estas presumiendo de hacer todo lo que yo quisiera hacer con él. Entonces te gusta Kim Jaejoong.

Sus palabras fueron tales que me dejaron completamente en blanco. No sabía que pensar al respecto. ¿Cómo puede ser tan directa una persona?
Jamás había pensado en la posibilidad de que podría ser gay. Eso es imposible, yo no podría. Sin embargo, quiero a Kim Jaejoong. A pesar de no estar completamente seguro de que manera de quererlo es la correcta. Lo quiero.

-No vales la pena. –Dijo con desprecio y se alejó.

Escuché la risa de mis amigos y a Jaejoong llamándome con reproche. Fueron unas simples palabras pero...me hicieron pensar tanto. Quizá más de lo que debería. ¿Yo…soy gay?

-Olvidemos que eso pasó –Dijo un sonriente J iSung.
-¿Vamos a comer? –Preguntó Seung Ho levantándose de su asiento.

Todos se levantaron y comenzaron a caminar. Respiré profundamente y suspiré, pero Jaejoong no se movió de su lugar. Lo miré esperando a que se levantara pero solo me miraba fijamente. Algunas veces este niño es extraño. ¿Está enfadado?

-Vamos. –Dije.

No respondió. Comenzaba a ponerme nervioso.

-…Lo siento.

Suspiró y rodó los ojos. Y en un intento por ocultar una extraña sonrisa se levantó con la mirada hacia abajo.

-Vamos.
-¿No puedes enojarte conmigo o si? –Sonriendo, pasé mi mano por sus hombros.

Me miró a los ojos con una enorme sonrisa. Mi corazón latió con mucha fuerza, como jamás lo había hecho antes. De nuevo me sentí muy nervioso. No sabía cómo actuar.

-¿Qué pasa? –Pregunté.
-Te disculpaste. -Albergó alegremente.
-…No es cierto.
-Claro que sí, te acabas de disculpar.

Ese fue el día en que comencé a amar su sonrisa y la sinceridad de su mirada. Aunque no estuviera consiente de eso aún.

-¡Oigan, ustedes! –gritó Han Soo- ¿Van a venir?

Lo solté y caminé en silencio a su lado. No lo quiero querer, no debo de quererlo de esta manera.

-Hyung, estábamos hablando y nos preguntamos a cual universidad deberíamos ir.
-Ji Sung-ah. ¿Por qué piensan en eso?
-¿Jamás te lo has preguntado? Yo quiero ser doctor.
-Yo quiero ser arquitecto. –Dijo Seung Ho.
-Yo quiero heredar la compañía de mi padre. –Comentó Han Soo- Adoro el café. ¿Tú que quieres hacer?
-Yo…siempre he querido ser maestro. ¿Y tú Jaejoong-ah?

Distante como si padeciera de autismo, Jaejoong observaba a Park Hyung Min reír con sus amigos. Mírame a mí. Aquí estoy, frente a ti ¿No puedes mirarme? Si en realidad estas dudando sobre ser gay. ¿Por qué no me miras a mí? ¿Tan poco soy para ti? Entonces entendí que no importaba qué tan confundido estuviera él o yo. Jamás podría estar en el corazón de mi mejor amigo.

-Hyung, –Susurró Ji Sung- ahí viene Park Eun Ji. ¿Ha estado llorando?

Delante de nosotros, se encontraban Eun Ji y sus amigas. Sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar. Me sentí culpable. Eun Ji es la única chica que en realidad se preocupa por mí. Ella es la única que me conoce en realidad y aún así…me sigue queriendo.
Tal vez fue Jaejoong, tal vez fue la culpa, pero si yo no hubiese hecho aquello, tal vez mi vida sería muy diferente ahora.
Me acerqué a ella pronunciando su nombre suavemente. Me incliné hacia ella y cerré los ojos con fuerza.

-Lo siento mucho…dame otra oportunidad…sal de nuevo conmigo…

Park Eun Ji era…por mucho mí mejor amiga. Me conocía, sabía como hacerme reír, era tierna, ella era la que siempre me esperaba, la que sabía como cuidar de mí. Y yo…solo soy un idiota que la lastima una y otra vez, aquel que no vale la pena. Fue por eso que intuí desde un principio que rechazaría mi propuesta. Eun Ji…donde quiera que estés, enserio lo siento.

-Sí…está bien. Saldré contigo…

Levanté mi mirada y le sonreí levemente. No podía creer que hubiera aceptado, aún sabiendo que fue solo un impulso.

-Esperaré tu llamada.

Mi corazón latió con fuerza. Se sentía como si la persona que pronunció esas palabras no hubiera sido yo. Pero no pude hacer nada para detenerlo, hasta que ya era demasiado tarde.
No quería ver el rostro de mis amigos. No quería ni imaginarme la expresión de Jaejoong, así que solo les pedí que callaran por el momento.



Para mi desgracia, decidieron ir a mi casa después de clases.

-Vamos, quiero escucharte.
-¡Déjame en paz, Han Soo, idiota!
-Solo una vez. –Pidió Ji Sung.
-¡Dejen de joder!
-Sabes que no te dejaremos hasta que lo hagas, ¿Verdad?
-…demonios. ¡Está bien! -dije molesto- A mí, Jung Yunho, me gusta…Park Eun Ji.

Todos sonrieron y aplaudieron para burlarse de mí, excepto Jaejoong. Jaejoong no había hablado en toda la tarde. Me preguntaba una y otra vez en qué estaría pensando.
En el transcurso de la tarde me quedé dormido en mi cama. Pero después de media hora, como el ruido no cesaba, me desperté en medio de lo que parecía una discusión. Pero decidí no abrir mis ojos, necesitaba dormir para no pensar en todo lo que ocurría.

-¿No creen que es extraño? –Escuché la hermosa voz de Jaejoong.
-¿Tú? –Habló Han Soo- No te preocupes, ya todos lo sabíamos.
-Ignóralo, Jaejoong-ah –Dijo Ji Sung- ¿A que te refieres?
-¿No les parece extraño que la haya invitado a salir? Estaba muy molesto con ella, y de un momento a otro…
-Tal vez, se dio cuenta de que cometió un error.
-No. No es eso…
-Confía en él, Jaejoong. –Le dijo con calma Seung Ho- Él sabe lo que hace.
-¿Incluso si lo que estuviera haciendo fuera un error?
-Todos cometemos errores, –Intervino Ji Sung- pero Yunho sabe lo que le conviene siempre. Piensa antes de actuar.
-Eso siempre he admirado de él desde que lo conozco. –Dijo Han Soo.

Ese día me di cuenta, que a pesar de ser unos idiotas…mis amigos me querían, me admiraban y se preocupaban por mí.

-Yo solo pensé que…
-¿Pensar? ¿Acaso piensas? –Lo atacó Han Soo- ¿Sabes que es lo que pienso? Pienso que eres un marica. ¿Acaso tienes idea de lo que hablamos? No comprendo por qué Yunho hyung te quiere tanto, eres un idiota.
-Cállate. –Susurré mientras fingía despertar.
-Hyung, lo siento, te desperté.
-Está bien. Han Soo-ah, no seas así. ¿Qué debería hacer contigo? ¿No puedes intentar llevarte un poco mejor con él?
-…Está bien hyung, lo prometo.

Sonreí de la mejor manera que me fue posible, aún así no miré a Jaejoong. Por primera vez en mi vida me sentí solo y confundido. ¿Estaba enojado por lo que pasó con Park Hyun Min? No fue mi intención que él pensara que sentía algo hacia Jaejoong… ¿Y si fuera así? ¿Y si siento algo por Jaejoong? ¿Y qué si sintiera algo hacia Jaejoong?



Soy un hombre…

Él es un hombre…

Y jamás lo aceptaré por estas simples razones.

No quiero a Jaejoong…no de esa forma.

Me rehúso…

Pero…

Me gusta su sonrisa…

Me gusta su sinceridad…

Es amable…

Tal vez demasiado…

-¿Jung Yunho? –Mamá interrumpió mis pensamientos con un irritante tono de voz.
-¿Qué sucede?
-¿Estás bien?
-Claro que estoy bien… ¿Por qué no habría de estarlo?
-Estas muy extraño últimamente. Muy callado, ya no te molestas por todo…pero tampoco sonríes. ¿Estás bien?
-Sí…
-¿…Te gusta alguien?
-¡Mamá! –reproché cohibido.
-Está bien, está bien…. ¿Es bonita?
-…sí.

Sonrió con ternura y se alejó a la cocina para seguir preparando la cena. Me pregunto cual sería la expresión de mama si supiera que en verdad es un hombre en el que pienso. ¿Seguiría sonriendo de igual manera?

-Mamá –la llamé suavemente.
-¿Qué pasa hijo?
-¿Podría preguntarte algo?
-Lo que quieras.

Me levanté de la silla y me posicioné a su lado, con miedo. Tuve miedo a perderlo todo, pero estaba decidido.

-¿Cómo supiste que papá era el indicado?
-Simplemente…lo supe. Él era diferente. Hubo algo que me hizo mirarlo un día y pensar “eres tú”
-…
-Y algún día tú lo sabrás. Mirarás a alguien a los ojos y dirás, “eres tú.” Me recuerdas mucho a tu padre ¿sabes? Cada vez que veo tu sonrisa…no puedo evitar pensar en él.
-… ¿Lo extrañas?

Entonces, antes de que pudiera contestar, abrió sus ojos más de lo normal. Llevó su mano a su pecho y perdió el equilibrio.

-¡Mamá! ¡Yoorin-ah, ayúdame! ¡Mamá!

Pero mamá no contestó.



El doctor me explicó esa noche, antes de mandarme a casa, que lo de mamá era una enfermedad hereditaria del corazón, que quizás esa sería la causa por la cual un día moriría y que era probable que Hyorin, Yoorin o yo la padeciéramos.
Llegué a casa cansado, recordando las palabras del doctor, “Estuvo cerca, tuvieron suerte”

-Oppa, ¿Cómo está mamá? –Saltaron enseguida Hyorin y Yoorin al escucharme entrar.
-Siéntense…no tengo tan buenas noticias.

Tenerlas que ver a la cara fue lo más difícil que tuve que hacer esa noche, quizá no debí de hacerlo, pero recordé lo ocurrido unos años atrás.
*La noche antes de que papá muriera todos sabíamos lo que vendría. Me quedé despierto toda la noche. Daba vueltas alrededor de mi habitación cuando escuché un sonido proveniente del cuarto de mis hermanas. Yoorin lloraba tendida sobre la cama.

-Yoorin-ah… -entré a la habitación.
-Déjame sola.
-… ¿Dónde está Hyorin?
-Está con mamá.
-¿Por qué no estas tú con ellas?
-No quiero verla…
-¿A mamá? –Le pregunté mientras me sentaba en la cama junto a ella, viéndola hundir su rostro en la almohada que abrazaba con fuerza.
-Sí…
-¿Qué sucede?
-…Me mintió. Me dijo que papá estaría bien. Me dijo que me tranquilizara. Que no había nada de qué preocuparse…. Pero estaba mintiendo. Todo eran mentiras. Hubiera preferido escuchar la verdad…en vez de construír falsas esperanzas…y que se rompan de esta manera. Es simplemente…cruel.

Me acosté a su lado y la abracé fuertemente. No sabía que decir, cualquier argumento era inválido. Me quedé junto a ella hasta que en algún momento de la noche nos venció el sueño. Desde ese entonces, Yoorin y yo somos más cercanos. Prometimos jamás ocultarnos algo y que podríamos ser amigos de ahora en adelante.*

Hyorin no dijo ni una sola palabra. Solo se encerró en su habitación con los ojos llenos de lágrimas. Yoorin se quedó sentada un momento tratando de analizarlo. Entonces comenzó a llorar, se levantó del sofá y se posicionó frente a la puerta del baño.

-¿Qué pasará si nos quedamos solos…? Tengo mucho miedo de estar sola…

Y finalmente, se encerró en el baño. Puse mis manos en mi rostro y suspiré. Tomé mi abrigo y salí a la calle. No podía estar ahí. Simplemente no podía.
Corrí hasta que estuve lo suficientemente lejos de casa. Entonces, con mi rostro cubierto de lágrimas y mi pecho ardiendo, me dirigí al claro al que solíamos ir Jaejoong y yo. Una vez dentro comencé a jadear y llorar fuertemente.

-¿Yunho…?-Escuché mi nombre en las sombras.
-¿Quién está ahí?
-Soy yo, -Salió a la luz de la luna- Jaejoong…
-Jaejoong…

Pronuncié su nombre en un susurro. Corrí hacia él, lo abracé en sobremanera y lloré en su hombro. Desconcertado, acarició mi espalda y susurró en mi oído.

-Yunho… ¿Qué sucede?
-Llévame a tu casa.
-¿Mi casa?
-No quiero ir a casa hoy, por favor, llévame a tu casa.
-…De acuerdo.

Ya era muy entrada la noche cuando tomamos 2 autobuses para llegar a un edificio del otro lado de la ciudad y Jaejoong me llevó al departamento 3B. Lucía un poco nervioso antes de entrar. Al abrir la puerta, escuché la voz de un hombre, el padrastro de Jae.

-¿Qué haces aquí?
-Aquí vivo.
-¿No será que cambiaste de opinión?-me vio entrar a la habitación- ¿Quién es?
-No te importa. Ven Yunho.
-Oye, tú. –Se dirigió ahora directamente a mí- ¿Te estas cogiendo a este niño? ¿Es bueno en la cama? No parece fácil. –Tomó fuertemente la barbilla de Jaejoong y lo acercó a su rostro- ¿Hasta cuando dejarás de hacerte del rogar y vendrás a mí?
-Suéltame, estás borracho.
-Vamos Jaejoongie, dime que sí.

Aventé a aquel hombre y lo separé de Jaejoong. Antes de que pudiera reaccionar tomé su cuello y pegué su cuerpo a la pared ejerciendo presión sobre su garganta. Su rostro se ponía cada vez más rojo, no podía articular palabra alguna.

-No lo vuelvas a tocar –Dije con desprecio cerca de su rostro- …hijo de puta.

Cuando lo solté cayó al piso tosiendo y sosteniendo su cuello con la mano derecha. Entonces Jaejoong me tomó del abrigo, me arrastró hacia afuera y comenzó a correr. Lo seguí unos cuantos metros cuando escuchamos la voz de su padrastro tras nosotros.

-¡Apúrate!

Corrimos más rápido. Como nunca lo habíamos hecho. Cuando salimos a la calle esa madrugada, ninguno de los dos miró atrás. Sin embargo, ninguno de los dos nos detuvimos.

Después de correr varias cuadras, no sé en realidad cuantas, llegamos a un parque totalmente diferente al que solíamos ir con frecuencia. Nos tiramos al piso y comenzamos a jadear. Mientras cerraba mis ojos y trataba de respirar, me di cuenta de que Jae producía un sonido diferente… ¿sollozos?

Sé que mi reacción fue estúpida, no sé que tanto, pero lo fue. Nunca había visto a alguno de mis amigos llorar, y menos a alguno que me importara tanto.

-¿Estás…llorando?
-Lo siento…lo siento tanto. Tú no necesitas esto ahora.-Dijo limpiándose las lagrimas- A todo esto ¿Por qué llorabas?

-…Mamá va a morir. –Dije de golpe- Y probablemente Yoorin, Hyorin o yo también.
-Cállate idiota. No vuelvas a decir eso, ¡nunca!
-Es solo la verdad…

Me acosté en el césped bocarriba. Mamá está en el hospital, dejé a mis hermanas solas. Papá estaría decepcionado de mí…. Entonces, ¿Por qué no puedo evitar sentirme bien en este momento?

-Jaejoong-ah…
-Aquí estoy…
-Acércate.

Se acercó lo suficiente para que yo pudiera verlo. Lo tomé de los hombross y lo acosté en mi pecho. Lo rodeé con mi brazo y lo abracé muy fuerte. Como si jamás quisiera separarme de él. Tal vez así era…no lo sé.


-Gracias por estar aquí siempre -dije mientras mis ojos se llenaban de lagrimas- es solo que algunas veces…me siento solo.

-No te sientas solo –me pidió mientras tomaba mi mano izquierda, que reposaba en mi pecho- Ya no estarás solo. Yo estaré aquí…siempre. Lo prometo. Prometo que siempre podrás tomar mi mano.

-… -lo miré a los ojos- Eres tú….

He escuchado decir que cuando dos personas lloran juntas, es cuando se dan cuenta de lo mucho que se quieren.

Las manos de Jaejoong, a diferencia de mis variados sueños, eran en realidad muy frías. Pero eran sus manos…no podía pedir nada más. Después de un rato los dos dejamos de llorar, pero ninguno de los dos se movió. Sin embargo pude notar que estaba luchando para no dormir.


-Está permitido dormir.
-No, no quiero hacerlo. Yunho, estoy feliz.
-¿Por qué?
-Porque siento que hoy…pude ver otra parte de tu corazón.


Con su dedo pulgar, comenzó a acariciar tierna y delicadamente el dorso de mi mano. Mi corazón late tan rápido…que siento que moriré en cualquier momento.

Cerré los ojos e imaginé que todo lo demás era un horrible sueño, y solo esta realidad importaba. Esa era la primera vez que pasábamos la noche juntos de esta manera.

Esa noche llegue a dos conclusiones.

Primera. Sí, así era…yo, Jung Yunho, estoy profundamente enamorado de Kim Jaejoong…

Y segunda. Estoy dispuesto a hacer todo para olvidarlo…


The Royal Pet: Cap 7


Los carteles con el anuncio de la recompensa por la “cabeza” de Changmin fueron retirados la misma tarde que la habitación de este ultimo fue desocupada, y los pasillos volvían a la tranquilidad y paz de siempre, cuando los nobles ocupantes ya habían echo su labor y el plebeyo finalmente se dio de baja como ocupante del edificio. El porque se había ido era la comidilla de las personas, ya que nadie se enteró de cómo sucedió ni quien recibió la recompensa por hacerlo, solo, que el líder había mandado a recoger todos los carteles esa misma mañana y, a quien intentaba plantearle el tema, le regalaba un grito potente ya sea de un “lárgate” o “no molestes” y se alejaba refunfuñando entre dientes.

La tensión se sentía en mayor forma en el salón de clases de los herederos pertenecientes a la exclusiva sociedad Line-A, hasta el mismo profesor suplente de ese día se había extrañado, pues los tres nobles habían permanecido callados y aparentemente escuchaban su lección, cuando antes de tomar el trabajo le habían resaltado que eran unos revoltosos que le harían la vida imposible y que no soportaría mas de dos horas con ellos. Pero pasada ya la cuarta hora, los tres habían estado mirado al pizarrón, e incluso estaban tomando apuntes y haciendo ocasionalmente una que otra pregunta.

Cada cual se hallaba sentado en un extremo, quedando Yoochun en medio de los otros dos, y era el único que parecía intercambiar palabras con ellos. Terminada aquella sesión, Junsu se apresuro a salir de inmediato, seguido por Yunho unos segundos después y finalmente Yoochun quedo solo en el salón, recogiendo sus cosas y marchándose de último. Cuando llegaron al edificio, se separaron, Yoochun siguió a Junsu hasta su habitación y Yunho se encerró en la suya inmediatamente, marcando su entrada con un fuerte portazo:

-¿pasó algo de lo que deba saber?-pregunta Yoochun al entrar a la habitación de junsu- Se que hubo un altercado entre ustedes dos, y lo deje pasar porque pensé que no era importante, pero están empezando a preocuparme…

-¿Sabes que Changmin se fue?-le responde Junsu con desden-

-¿Se fue?-pregunta sorprendido- ¿Por qué? ¿Qué pasó?

-Porque casi termina siendo violado anoche… por culpa de Yunho…

-¡¿Eh?! ¿Violado? –Grita- ¿Qué rayos pasó anoche?

-¿Sabias del anuncio que hizo Yunho hace unas semanas?… Que ofrecía una recompensa por el que sacara a Changmin o alguna estupidez como esa…

-No tenia idea… -se sienta en la cama de Junsu- ¿Tan grave fue?

-El bastardo de la familia Yeong se lo tomo muy en serio y termino contratando a una bola de delincuentes que se llevaron al chico y casi terminan por joderle la vida…-suspira pesado- si no es porque me entere y pude ayudarlo hubiera pasado algo terrible y el imbécil de Yunho estuviera metido en un problema muy grande ahora –hace una pausa- pero los escoltas lograron cogerlos, y pudimos cerrarle el pico a los Young antes de que formaran un escándalo…

-¿El señor Jung se enteró de todo esto?

-¡¿Crees que si lo supiera Yunho estaría aquí?! –Grita alterado- ¡Es la última vez que le salvo el trasero! ¡No dormí nada anoche haciendo llamadas y dando dinero a todo el mundo para que cerraran la maldita boca! Ni siquiera puedo con el cargo de conciencia por como quedo el plebeyo luego de la paliza que le dieron…

-toma asiento- Eso ya fue demasiado… una broma es algo, pero ¿esto?

-¡Lo mismo le dije! –toma asiento- Ni siquiera tengo ánimos de dirigirle la palabra luego de lo que hizo, Yunho ya no es el mismo, jamás había echo una cosa tan irracional… No pensé que este capricho terminaría en algo como esto…

-Es verdad pero, nada se puede hacer ahora, ¿Qué has hecho con respecto a Changmin? No crees que pueda levantar cargos…

-Aunque lo haga no serian en contra de Yunho porque el no estuvo involucrado directamente… pero es libre de hacerlo contra los Yeong, sin embargo, dudo que el pobre medianamente recuerde sus caras… Al salir del auto luego de llevarlo al hospital me dejo claro que no tomaría represalias. Así que lo dejé en paz.

-Mira a Junsu- Vas a odiarme por lo que voy a decir, pero para mi es un alivio que se haya ido, con todo lo que sucedió no creo que desee volver a acercarse a nosotros…

-¿a nosotros? –se sirve algo de agua- Querrás decir a Jaejoong Hyung…

-Específicamente, pero gracias a lo que sucedió creo que le quedo como lección que vivir rodeado de gente que no se mueve en tu mismo circulo no trae nada bueno, tal vez eso le haga replantearse el continuar siendo cercano a Jaejoong.

-Cuando Hyung se entere de lo que pasó aquí la tomara no solo contra Yunho, si no contra todos nosotros. Cuando sucedió lo del accidente se enloqueció por completo, jamás en mi vida a su lado lo había visto perder la cabeza de esa forma… si se entera de lo que paso anoche nos matara a todos.

-Justo por eso, es más conveniente que ese plebeyo se mantenga a distancia, nos ahorrara muchos problemas.

-Yoochun no seas cruel con ese chico… sabes, el no ha hecho nada –le mira preocupado- Ninguno de nosotros sabe el porque el esta aquí ahora, tampoco tuvo al culpa de que Jaejoong se fijara en el o que Yunho solo le tomara repudio por contrariar a su padre… Si lo analizas con detenimiento, el no ha hecho absolutamente nada.

-Por eso fui amable con el e indirectamente le dije que mantuviera distancia, pero aun con todo ello se fue a Jeju con Jaejoong…

-¡Sabes que Jaejoong fácilmente pudo llevarlo!-dice alterado-

-¡¿Por qué lo defiendes ahora?!-grita-

-¡Porque Tu y Yunho tienen un rencor infundado en tonterías! Sin dejar de lado ese repentino apegamiento de Jaejoong por el… ¡Me he mantenido callado todo este tiempo solo por no contrariarlos, porque pensé que seria un juego divertido, pero todo se ha enredado y el único que ha salido lastimado aquí es ese niño! ¡Tienes idea la cantidad de problemas en los que lo hemos metido! –Hace una larga pausa y toma un sorbo de agua- Yoochun tu, no puedes controlar a Jaejoong… así como Yunho ya se salió de mis manos… -respira hondo- que tus celos no te cieguen y termines por destruir a alguien inocente… Seung Jo se lo merecía, y tuviste toda la razón para hacer lo que hiciste, pero Changmin no…

Junsu soltó aquellas palabras con toda sinceridad, se sentía en verdad afectado por lo que le había sucedido a Changmin esa noche, esta no era una situación de bandos, y si bien el siempre se dejaba llevar por los demás, en este caso no podía darle el lado a ninguno, ni a Yoochun, ni a Jaejoong ni mucho menos a Yunho. Quedo profundamente conmovido por como Changmin asumió la situación, con calma, sin buscar culpables o armar escándalos, aun cuando tenia todo el derecho del mundo a reclamar. Y entonces al pensar en su comportamiento logro ponerse en sus zapatos y entender lo que Changmin vivía:

Él fue a vivir a un lugar extraordinario por pura casualidad, y se había encontrado con personas que lo atacaron sin razón aparente, había soportado toda clase de tratos y había sonreído y mantenido la calma sin temor a los insultos. Se agacho y pidió disculpas y agradeció cuando fue necesario. Entre mas analizaba al menor, mas se daba cuanta de lo duro que debió haber sido, cuando alguien que aparentemente tenía una vida tranquila, se encuentra con personas tan complicadas y caprichosas como ellos lo eran. Y se vio a si mismo como un ser deplorable, por tratar a alguien como un modo de entretención solo porque estaba aburrido con su propia vida.

-No es un asunto de celos Junsu…

-Claramente lo es –le interrumpe- No trates de engañarme diciendo que has dejado de lado tus sentimientos, cuando es de por mas claro que no es así y que te sigues aferrando a la idea de que Jaejoong Hyung se fije en ti… Tú, no te has dado por vencido y tu comportamiento durante este tiempo me lo demuestra… y quieres tratar de desahogar tu frustración en ese chico…

-¡¿Estarías feliz de que Yunho se enamorara de alguien más?!-grita fuertemente-

-Por supuesto que no, pero me haría a un lado –dice seguro- me prometí a mi mismo que lo dejaría en el momento en que su actitud cambiara hacia mi y el pensara en alguien más…

-También lo hago por el bien de Changmin… sabes perfectamente lo que le pasara si el señor Kim se entera que están saliendo, el estaba dispuesto a desaparecer a Seung jo, solo que ese bastardo cobarde acepto el dinero y se largo… pero –hace una pausa- no creo que ese plebeyo haga lo mismo…

-Sea lo que sea que pase entre esos dos será asunto de Jaejoong Hyung, tú no podrás ser su niñero toda su vida, Changmin es alguien listo y no arriesgara todo por ese tipo de relación complicada, se alejara, justo como lo hizo ahora… Déjalos en paz, o te arriesgaras a perder a Jaejoong como amigo. Bien sabes que en el momento en que sepa la verdad,… te odiara.

-Ya no es necesario arriesgarme, ya me encargue de cortar sus lazos y con el plebeyo fuera del edificio, es por mas seguro que no se volverán a ver-se dirige a la puerta- Esa verdad ya no importa, aunque el destino lo junte de nuevo con Seung jo eso no quiere decir que yo sea involucrado con aquel falso accidente y su supuesta muerte, todo eso fue ejecutado por el señor Kim, lo único que yo hice fue ocultarle la verdad a Jaejoong, solo porque quería protegerlo de ese dolor, se cuanto amo a ese idiota y lo que hubiera sido capaz de hacer si se enteraba que lo abandono. Termina esta tontería con Yunho, son las únicas personas que tengo cerca mío y es incomodo para todos esta situación.

-Lo castigare unos días mas –se recuesta en su cama- de todas maneras tenemos que irnos a Inglaterra, ese tiempo a solas le servirá de algo.

-Solo espero que de aquí a que regresemos de Inglaterra se haya solucionado todo –abre la puerta- Son mis únicos amigos, y esta estupidez me esta volviendo loco –sale de la habitación-

-Me pregunto… ¿Cuánto tiempo soportara sin mi a su lado? –susurra mientras cierra los ojos- ¿eh? Yunho-ah…

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Los pensamientos de Changmin lo mantenían desconectado del mundo, cuando a ratos suspiraba cansado y seguía desquitándose arrancando el césped que tenia bajo sus pies.

Estaba en verdad jodido, no solo se hallaba sin dinero y sin un lugar al cual ir, sino que, bajo ningún motivo podía auxiliarse en sus padres, ya que estos estaban viviendo apilonados en la casa de uno de sus tíos y su estadía en aquel lugar solo le causaría más problemas a sus ya angustiados progenitores.

Echo su cabeza hacia atrás mirando el cielo, tratando de encontrar escrito entre las nubes la solución a sus problemas, pero lo único que podía divisar era el color blanco disperso y borroso de las nubes en aquel cielo brillante.

Se había ido a voluntad propia, luego de haber pasado por aquella tormentosa situación, desesperado y enojado había hecho una pataleta y se había desquitado con Yunho, que a final de cuentas no tuvo nada que ver con lo que le pasó. Lo peor que podía hacer era enojar al líder, y estaba de por mas seguro que su cabeza seria cortada si asomaba su nariz nuevamente por el Golden Building.

No tenia mas salidas, no tenia a donde ir, y no tenia mas que su mochila y algo mas que 2000 wons en el bolsillo. Luego de aquellas horas de orgullo se había detenido a meditar su situación, y en aquel estado, terminaría por dormir en el parque en el cual se encontraba. No sabia en quien refugiarse, todos sus amigos se encontraban dispersos o demasiado ocupados para auxiliarlo, nuevamente el pensamiento de donde quedarse a partir de ahora le causaba dolor de cabeza.

Se levanto de la banca y empezó a caminar por el parque, el clima era hermoso, aunque no estaba de ánimo para admirarlo, servía para distraerlo. La brisa fresca y el dulce olor húmedo de la tierra por agua de los aspersores, La risa de los niños mientras jugaban tranquilos despreocupados de todo y solo concentrados en divertirse.

-Si pudiera… como ellos, no preocuparme por nada…

Sonrió al escucharse así mismo envidiar aquella edad, pues entonces sus padres no luchaban de esa forma por sacarlos adelante, y este tipo de situaciones no le estuviesen ocurriendo… Tal vez si, sus padres fueran menos ambiciosos, ahora estaría en su casa, tranquilo, concentrándose en estudiar. Si ellos se apoyaran en la idea de que será alguien cuyo cerebro prodigiado les sacaría adelante, y esperaran a que el se encargara de sus hermanas una vez terminara en un par de años. Pero, sus padres eran demasiado impacientes, y con el dinero que habían ahorrado en su educación pretendían hacer demasiado, y habían caído donde nunca debieron caer, en la mano de mafiosos. No eran ricos, pero tampoco eran pobres, solo eran personas clase media que sobrevivían en el mundo, como mas de la mitad de las familias en corea.

Solo por ambición, habían caído tan bajo y lo habían obligado a vivir tan angustiosamente desde hace tres meses, desde que entro a ese condenado edificio. Y como se arrepentía. Se arrepentía de haber aceptado vivir ahí, de haber levantado la ira de Yunho, y por supuesto, de no haber salido corriendo desde el momento en que no podía defenderse. Porque nadie estaba de su lado, porque todos le odiaban y porque estaba…

Solo…

Un viento frio se sintió repentino haciendo que su piel se erizara, extraño, pensó, pues el día era cálido y soleado. En ese instante, su teléfono comenzó a sonar y un extraño presentimiento de que algo andaba mal lo invadió. No se pregunto porque, dicen que cuando algo malo viene, lo sientes. Algo dentro te lo dice, y en esta ocasión pudo comprobar esa sensación. Observo la pantalla de su celular encontrándose con un número desconocido y extrañado aun mas por aquello contesto prevenido:

-¿Hola?

-¿eres Shim Changmin? -pregunta un hombre de voz ronca-

-Soy yo, ¿con quien hablo?

-Tu padre quiso hacernos pasar por tontos y nos hizo buscarlo por todo Seúl, nadie se nos lleva el dinero sin pagar antes. Así que escucha bien mocoso, esperamos en 24 horas el dinero que nos deben, o tendremos que prescindir de tu padre para poder recuperar nuestra inversión.

-¡¿Qué?! ¡¿Prescindir?! ¡Espere un momento!-alterado- ¿Dónde esta mi papa? ¡¿Dónde lo tienen?!-grita-

-Te enviare la dirección del punto de encuentro esta noche, haremos el intercambio en el lugar que acordemos, y si se te ocurre llamar a la policía ya sabes que será tu padre el que lo pague. Tienes hasta entonces para conseguir el dinero -colgar-

-¿hola? ¡¿Hola?! ¡Responda!... –tiembla- P-Papa…

¿Qué había pasado? De repente un terrible sentimiento de ansiedad le invadió… ¿Cómo los habían encontrado? Y mas importante, sus hermanas y su madre ¿se encontraban bien?. Trato de despertar ante su estado de shock, e inmediatamente tomo el celular que pobremente sostenía con sus manos temblorosas y marco con las manos aun con el corazón en la garganta luego de aquella cortante llamada, deseando poder comunicarse con su madre:

-C-Chanming-ah… -rompe en llanto-

-Mama… ¿Qué paso? ¿Dónde esta papa?

-No lo se… llegaron y entraron a la fuerza, se llevaron a tu papa -llora- estoy muy asustada… no se que hacer Changmin-ah…

-¿estas bien? -alterado- ¿Cómo estas mis hermanas?

-Están en la escuela así que no saben nada aun -llora- Changmin-ah… ¿Qué vamos a hacer?

No podía, no podía confesarle a su madre la condición que le impusieron para liberar a su padre, su madre se alteraría demasiado y aun tenía que cuidar a sus hermanas para evitar que se enteraran de todo esto. No podía refugiarse en su angustiada madre, tenia que resolver esto por si mismo:

-Mama, saca a mis hermanas del colegio y mantenlas en casa, no salgas a la calle y no hables con nadie de esto, mucho menos le digas nada a la policía. Lo solucionare.

-¿Qué vas a hacer? Dime… ¿Qué condición te pusieron? ¡Por favor! ¡DIME ALGO CHANGMIN!

-Haz lo que te dije… te llamare mañana -colgar-

Por favor, ¿Qué más podía pasar? ¿Por qué estaban sucediendo tantas cosas una detrás de otra en tan poco tiempo…? ¿acaso había echo algo mal?... mas importante que eso, ¿Cómo diablos iba a solucionarlo? ¿De donde iba a sacar 100 millones de wons? ¡Y en 24 horas!

-¡Maldición! -grita- Papa… ¿Qué voy a hacer?

No pudo evitar rompe en llanto por la conmoción, el ser mas importante en su vida dependía de lo que el pudiera hacer en 24 horas en 24 malditas horas… ¿Qué iba a ser de el? No podría el perdonarse jamás el tener que ver morir a su padre en manos de delincuentes.

Se levanto y seco sus lágrimas inmediatamente, no podía quebrarse, no había tiempo para eso, la prioridad en este momento era juntar ese dinero. Aunque tuviera que mendigar, aunque tuviera que venderse el mismo, tenia que conseguirlo.

La oscuridad cubrió repentinamente el brillante sol y la lluvia se precipitó sorpresivamente y lo empapo de los pies a la cabeza, mientras la tercera llamada era rechazada, nadie le contestaba, nadie respondía sus mensajes ¡¿A dónde carajos se fueron todos?!

Camino por la calles sin soltar el teléfono, mientras todos a su alrededor corrían a refugiarse de la lluvia, pero no importa cuanto intentara… NADIE SE DIGNABA A RESPONDERLE.

Sintió su corazón acelerarse de forma dolorosa, para entonces estaba a punto de perder la razón, pues cada minuto nuevo que el reloj marcara era una tortura, porque simbolizaba que su limitado tiempo se estaba agotando. Tan rápido.

Sus pies lo guiaron hasta la universidad, no supo porque, pero ya estaba allí, así que se apresuro a través de los salones y los pasillos tratando de encontrar a alguno de sus amigos, un conocido, o al menos alguien que pudiera decirle algo… pero… nadie estaba allí.

¿Era esto acaso algún tipo de película de horror?... ¿Cuánto tiempo había estado bajo la lluvia? ¿Cuántas horas estuvo caminando? ¿Cuántos números estuvo marcando? Su cabeza era un lio… siguió caminando sin rumbo en medio de la carretera, sin poder pensar, sin saber nada, como si su alma hubiese abandonado su cuerpo y con sus lagrimas brotando libres mezclándose con la dulce agua helada que caía sobre el.

Sin haberse percatado, sus pies lo llevaron hasta aquella puerta dorada, a aquel edificio en lo alto de las colinas, la lluvia apretó su paso cayendo aun mas fuertemente, mientras el portal se abría ante sus ojos, esta vez sin atajos que lo detuvieran se aproximo con pasos dudosos a aquel lugar.

Frente al edificio, con su corazón punzando ligeramente, levanto su mirada hacia el ultimo piso… ¿Quién mas podría ser? Además de aquellas tres personas que en ese momento se hospedaban en aquellas habitaciones, no conocía a nadie que pudiese conseguir esa cantidad de dinero en un día. Pero, aun cuando era consiente de que frente a sus ojos estaba la solución para el delirio que en este momento le atacaba, no se atrevía a dar un paso hacia adelante, y solo se quedo allí, bajo la lluvia que caía a pesado chorros sobre el. Esperando reunir el valor que lo llevaran a subir y enfrentarse a ellos.

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El sol se había ocultado de un momento a otro, y una ligera tormenta estaba empañando el cálido día. Estaba aburrido, de echo, hacia muchas semanas no encontraba que hacer.

Hacia ya casi un mes que había discutido con Junsu, desde entonces se hablaban muy poco, hasta que repentinamente este ultimo corto toda comunicación, alegando que no quería hablarle por lo que le había hecho a Changmin, y hacia unas horas se había ido de viaje con Yoochun a Inglaterra. No le dijo adiós, no contestaba sus llamadas o sus mails… en pocas palabras…

-Me envió a la mierda –dice sonriendo- Nunca había pasado… algo como esto

Era la primera vez que recordaba haber peleado con Junsu, y por ser la primera vez, no tenía idea que hacer para remediar el asunto, y tampoco tenia el humor sano para acercarse a pedir disculpas. No después de su ultimo intento de pedir disculpas en el que termino siendo llamado “basura”

-Ahg… Maldito plebeyo –molesto- no puedo borrar sus palabras de mi cabeza.

Aquel niño, lo había dejado tan inestable en aquel momento, que ni siquiera tuvo las palabras para replicarle todo lo que había dicho, y no solo eso, ni siquiera pudo moverse de su puerta por varios minutos hasta que volvió a sus sentidos. Quedo tan mareado en aquel momento… y no se explicaba el porque… sus palabras le habían removido sin siquiera ofenderle del todo…

¿Era la culpa?

Estiró los brazos y bostezó, mientras abría la ventana y se acercaba al amplio balcón a admirar la lluvia fresca caer a la tierra y tratar de distraerse con algo. Observo la vista completa del campus, aunque ligeramente empañada por la lluvia, aun así hermosa y admirable.

Mientras sus ojos se paseaban, fijo su vista hacia abajo, donde podía divisar una silueta en medio de la plaza frente al edificio. Rio mientras observaba aquello, era alguien que al parecer quería morir de hipotermia, pues el agua era lo suficientemente fría para hacer morir a alguien si se exponía a ella por mucho tiempo.

Luego de quince minutos, su punto de atención estaba en aquel sujeto que permanecía de pie bajo la lluvia, mientras el roció se hacia mas calmado, aclarando su vista.

En aquel lapso de tiempo, se distrajo haciendo hipótesis de que podía estar haciendo esa persona hay de pie, y aquello parecía entretenerlo, pues encontraba tan interesante sacar sus propias conclusiones de razones suicidas para permanecer quince minutos de pie sobre la fría lluvia.

Hasta que finalmente, aquella persona cayó al piso luego de aquel tiempo y el líder reacciono inmediatamente:

-¿M-Murió? –Se acerca al barandal del balcón- ¿Estará bien?

Se detuvo en aquel momento a observarlo atentamente sin hacer nada, pero luego de que nadie se acercara a auxiliarle pasado un minuto, tomo el abrigo que mantenía colgado en el perchero y corrió hacia la parte baja del edificio.

Cuando finalmente salió al exterior y llego hasta el cuerpo tendido de aquel chico, intento despertarlo golpeándolo con la punta de su pie, pero luego de que no hubo reacción, se inclino hacia el y trato de checar sus signos vitales, descubriendo su rostro al voltearlo:

-Es… el plebeyo… -mira atónito- H-Hey… hey ¡Plebeyo! ¡Levántate! –lo sacude con fuerza- plebeyo… ¿e-estas muerto?

Los labios de Changmin se encontraban descoloridos, y todo su rostro era pálido, en ese momento, no podía hacerse el ciego y dejarlo tirado, así que, sin pensarlo demasiado, se quito el abrigo que lo cubría y lo puso sobre el cuerpo del menor, mientras lo cargaba en su espalda y lo llevaba de regreso al edificio.

-¿Acaso… es un castigo? –refunfuñaba mientras lo sube al ascensor- ni siquiera entiendo que estoy haciendo…

Aun quejándose, logro subirlo hasta su habitación, mientras lo recostó en su cama sin tener una clara idea de que hacer, ni como hacerlo reaccionar…

-Si lo dejo aquí… todos dirán que yo lo mate –piensa detenidamente- ¿debería esconder el cadáver? –lo medita- ¡Ah! ¿Qué diablos estoy pensando? –se acerca a Changmin- Escucha, ¡no te atrevas a morirte!

Sin tener la más remota idea de que hacer, Yunho llamo al doctor de su familia, y este le dio instrucciones telefónicas de que hacer mientras el llegaba al edificio y lo atendía personalmente:

-Escuche, debe deshacerse de todo lo que este húmedo, si lleva ropa mojada, debe quitarla inmediatamente… -le menciona el medico- use el regulador de temperatura de su habitación y suba el termómetro, no demasiado… un cambio bruco de temperatura puede empeorar su estado…

-M-Muy bien…

-Cúbralo con mantas, eso ayudara a aislar el cuerpo del frio y a regular lentamente su temperatura… Escucha, no lo muevas demasiado o causaras una alteración en su ritmo cardiaco si se trata de hipotermia…

-Bien…

-Haga solo eso por el momento… estaré allí en quince minutos…

Yunho se aventuró a desvestir a Changmin mientras trataba de no moverlo como el medico le había indicado, no pudo evitar sonrojarse por lo que estaba haciendo, mientras cubría cada parte que desvestía inmediatamente con las mantas y volteaba la mirada hacia otro lado. Cuando se deshizo de toda la ropa, puso un vaporizador cerca de la cama y subió el termostato ligeramente, mientras se percataba de que el menor estuviera cubierto. Aun podía observar su rostro pálido y sus labios tiritaban, pero al menos ya daba algunas señales de estar recuperando el conocimiento.

El Doctor llego en menos de quince minutos, acercándose a Yunho que regulaba la temperatura de la habitación:

-He hecho todo lo que me pidió –responde yunho- Pero no reacciona… -mira al doctor- ¿hay que llevarlo al hospital?...

-Lo revisare primero…

El doctor examino los signos vitales del menor y tomo su temperatura corporal, examino con cuidado sus extremidades, por si había algún entumecimiento o moretón causado por el choque de frio y finalmente se dirigió a Yunho:

-Tiene una temperatura de 34 grados –le menciona- es una hipotermia leve, como sospeche… aunque su pulso es mas acelerado de lo común, sus extremidades se encuentran bien, lo que significa que podemos tratarlo aquí.

El hombre se dispuso a colocarle una intravenosa a Changmin, para tratar cualquier deshidratación producida por la exposición al frio, checaba su temperatura gradualmente percatándose de que esta iba en aumento, y se percataba de sus signos vitales:

-El que este inconsciente puede ser a causa de otra cosa –menciona repentinamente el doctor-

-¿Otra cosa? ¿Cómo que? –Pregunta Yunho-

-Un Shock emocional… -mira- Cuando el cerebro se encuentra bajo mucha presión externa o estress desarrolla un tipo de reacción para evadir ese sentimiento de angustia… como un sistema de desconexión automática. No soy neurólogo o psicólogo, pero por mi experiencia se que ya debería de haber reaccionado o que nunca tuvo que haber perdido el conocimiento por un caso de hipotermia leve… Su temperatura corporal esta aumentando y su ritmo cardiaco ya es normal. Debería estar bien para mañana –se levanta- Debe hacerse un chequeo riguroso para destacar cualquier daño interno… por el momento es mejor dejarlo descansar. ¿Puede encargarse del resto?

-Lo hare… lo llamare si algo mas sucede…

-Estaré pendiente de sus ordenes, Joven, por favor descanse… -sale de la habitación-

Con la salida del Doctor Yunho se quedo al cuidado de Changmin, se acerco ligeramente a la cama, notando como su temple era mucho mejor que el que tenia hacia unas horas.

En la habitación hacia un calor intenso que el líder ya no podía soportar, producto de la calefacción que fue colocada para mantener el cuerpo de Changmin en equilibrio. Yunho se disponía a salir de la habitación cuando escucho el ruido del tono de un celular venir de algún lado, percatándose inmediatamente de que no era el suyo. Trato de reconocer el lugar del cual provenía el ruido hasta que fijo su vista en la ropa que colgaba en el perchero, la ropa de Changmin. Se acerco hasta ella y tomo el celular, que al parecer seguía funcionando bien aun cuando permaneció en aquel lugar húmedo por tanto tiempo y, creyendo que podría ser algún familiar del menor, tomo la llamada:

-Te enviare en un mensaje de texto la dirección del lugar, no reuniremos al medio día en esa bodega y haremos el intercambio, esperaremos hasta la 1 PM y si nadie aparece con el dinero enviaremos a tu padre a dormir con los peces… recuerda mocoso… 100 millones… o tu padre morirá –colgar-

Yunho se quedó algo sorprendió al escuchar aquella extraña llamada, para luego percatarse de la llegada del mensaje de texto con una dirección y algunas instrucciones. Aquel hombre que le hablo no podía ser más que un mafioso pues su voz pastosa y su lenguaje descortés lo delataban. En ese momento, recordó las palabras del medico hacia unos minutos, que la razón por la que Changmin no despertaba era tal vez porque había sufrido un shock emocional, y aquella llamada solo le confirmo aquella sospecha.

-Tal paceré que este niño –mira fijamente a Changmin-… no es tan común como parece… es experto en meterse en problemas…

Las horas seguían avanzado y el letargo de Changmin lo mantenían en un mundo paralelo donde sus problemas no existían… huyendo de la realidad que en este momento debía y no sabía como enfrentar. Pero talvez aun en su letargo imagino que… por una sola vez enfocadose en el mismo, y no en las complicaciones de su acelerada vida, todo se solucionaría…

One Incident cap 10

Yunho se despertó con el sonido de los golpes en su puerta. El lugar junto a él estaba vacío y podía oír el sonido del agua corriendo en el baño. Frotándose la cabeza se puso de pie sólo para darse cuenta de que estaba desnudo.

“Junsu hyung, Yunho… ¿Hola?”, Changmin continúo con sus llamados. “¡Despierten! Tenemos cosas que hacer.”

Yunho maldijo entre dientes. Estaba de buen humor pero el miembro más joven parecía estar decidido a arruinarlo. Rápidamente se puso un par de pantalones antes de abrir la puerta.

“Aish, ya nos despertamos, ya~”, dijo Yunho frotándose sus ojos con sueño. ¿Por qué tenía que ser una persona que madruga?

Changmin sonrió como si pudiera leerle la mente al líder, “¿Trasnochaste hyung?”

Yunho soltó un bufido. Si él supiera qué tan tarde… “En realidad no. Ok, me levanté. Vete para que pueda arreglarme”, y le cerró la puerta al más joven.

El líder pudo escuchar el canto de Junsu en la ducha y sonrió. “También te amo…”. Echando un vistazo al reloj maldijo otra vez. Ya eran las 9. Se dirigió al baño y se encontró con una pared de vapor. A Junsu le gustaban las duchas de agua caliente. Yunho deslizó sus pantalones y abrió la puerta de vidrio de la ducha.

El más joven estaba de espaldas a Yunho con la cabeza bajo el agua mientras seguía tarareando. Yunho envolvió sus brazos alrededor de Junsu ganándose un chillido del cantante más pequeño.

“Aish Yunho ah, no me asustes de esta manera.”

Yunho sonrió. “Entonces me hubieras despertado sabiendo que tenemos una agenda que cumplir.”

Junsu se dio la vuelta y besó al otro hombre mientras el agua corría por encima de sus cuerpos.

*****

La entrega de su equipo llegó la mañana del lunes, el día después de que fueron capaces de mudarse a su nuevo apartamento. La sala de música era grande y estaba repleta de electrónica. Cinco teclados y computadoras, un enorme sistema de sonido y decenas de cables se extendían por toda la habitación. Yoochun y Changmin estaban ocupados armando las computadoras, mientras Junsu distribuía los pupitres y los teclados, así todo estaría listo para funcionar. Jaejoong luchaba con el equipo de sonido e Yunho se ocupaba de todo el cableado.

Yunho se quitó los anteojos y se frotó la sien. “Aish…” suspiró tomando uno de los manuales con las instrucciones. Hizo una mueca en los dibujos prácticamente inútiles.

Jaejoong maldijo entre dientes. El sistema de sonido no funcionaba y el hombre irritado estaba dispuesto a tirarlo todo por la ventana. Una gota de sudor corrió por su cuello. Frustrado gruñó y salió de la habitación. Necesitaba tomar algo. Jaejoong tomó una botella de agua y se apoyó en el mostrador mirando a Yunho, mientras éste husmeaba los folletos repartidos sobre la mesa.

“Yunho ah, sé que estás ocupado como los demás pero, ¿me podrías ayudar con el equipo de música? Algo no está funcionando y he leído las instrucciones una docena de veces.”

El líder miró hacia arriba. “Jaejoong, en serio necesito resolver mi parte primero. Si no puedo enderezar estos cables, nada funcionará correctamente de todos modos. No te preocupes con eso ahora.”

El mayor suspiró dejándolo para volver a la habitación. Junsu le pasó en la sala con mirada exasperada. Se sentó en una de las sillas y se dio cuenta de que había olvidado su agua en el mostrador.

“…No funciona. Lo he intentado todo. ¿Crees que podrías echarle un vistazo a esto?”. Junsu sonaba frustrado como Jaejoong lo había sentido. Es una lástima que Yunho estuviera demasiado ocupado como para ayudar a nadie.

“Oh, uhm, sí. Sólo déjame bajar esto. Necesito un descanso de todos modos. Mi cabeza me está golpeando.”

Jaejoong se detuvo donde estaba. ‘¿Qué es esta mierda?’ Apretó la mandíbula. ‘Siempre se preocupa cuando se trata de Junsu. Váyanse a la mierda’. Regresó de nuevo a la sala de música olvidándose de su agua. “Yoochun, tomemos un descanso, Ven.”

Changmin miró con curiosidad ante el tono del miembro mayor.

Yoochun se levantó y siguió a Jaejoong fuera de la habitación. No le había gustado el aspecto que vio en el hombre. Los dos salieron al balcón que daba a un pequeño parque. Yoochun sacó un paquete de cigarrillos. Le entregó uno a Jaejoong y lo encendió antes de tomar uno para sí mismo.

“O Junsu te está mintiendo o Yunho tiene algún tipo de…devoción por él.”

El joven frunció el ceño. Todo parecía normal desde que llegaron al apartamento. No los había visto merodeándose entre ellos o saliendo a la calle solos. “¿Por qué? ¿Qué viste?”

Jaejoong sacudió la cabeza y echó el pálido humo de entre sus labios de color rosa. “Le pedí a Yunho un poco de ayuda con ese pedazo de equipo de mierda y me dijo que estaba demasiado ocupado. Fui a tomar mi agua y escuche a Junsu pedirle ayuda. ¿Qué dijo Yunho? ‘Oh sí, claro, sólo un minuto’.”

Hizo una pausa para tomar una bocanada del cigarrillo. “Si terminaron, entonces, ¿por qué Yunho tiene tanto favoritismo por Junsu?”

Yoochun se sentó en una de las sillas y suspiró. El viento soplaba una ligera brisa hacia su dirección, haciéndolos temblar.

Jaejoong continuó. “Antes de todo esto, Yunho nunca actuó como lo hace ahora. Es ridículo. ¿Lo sabes verdad?”

Yoochun negó con la cabeza. “Él ha actuado de forma normal a mi alrededor Jae.”

El mayor se apoyó en la barandilla. “¿Soy el único que se ha dado cuenta que cambió…?”

“¿Cómo suele actuar alrededor tuyo, hyung?”, preguntó Yoochun interrumpiendo sus pensamientos. El cantante más joven era cercano a Yunho pero nunca había estado tan cerca como el otro.

Jaejoong observó el cigarrillo entre sus dedos y giró su mirada hacia el cielo nublado. “Él ya no habla más. Si necesitaba desahogarse él venía a mí. Si quería especular sobre nuestro futuro o tenía alguna duda sobre sí mismo como líder, yo era a quien acudía. Yo era el único con el que él iba. Yo hacía lo mismo. Yo… Extraño eso. Sólo ser capaces de hablar como antes…”

Yoochun cerró los ojos y se recostó en la silla. ‘Así como Junsu…’ “Sé lo que quieres decir Jae, enserio lo hago.” Bajó su cigarrillo, dándole un pequeño golpecito en el brazo de la silla antes de aclararse la garganta. “Es una sensación extraña en realidad. Algo así como que falta algo. Quiero decir, Junsu sigue actuando igual pero… ya no hablamos como antes.”

Se puso de pie y se apoyó en la barandilla junto a Jaejoong. Colocando una mano sobre el hombro del otro, hizo una mueca cuando dijo, “Hyung, creo que estás celoso.”

*****

Al día siguiente, Yunho anunció que tenían práctica. Hacía unos cuatro días desde que habían estado en el estudio. Los cinco miembros trataron de prepararse para un largo y duro día. No fueron capaces de hacerlo. La administración los hizo trabajar duro, pasando por nuevos bailes, una y otra vez. Al finalizar el día quedaron exhaustos y con sus músculos adoloridos. Volvieron todos a la casa a descansar, a excepción de Yunho quien se dirigió directamente a la cama luego de comer una comida rápida.

“No puedo creer que te hagan tener una reunión esta noche”, se quejó Junsu. Estaba cansado y todos los demás se habían ido a sus habitaciones. Todas las luces estaban apagadas y no eran más de las 20:30hs.

Yunho asintió con la cabeza. “Lo sé Su ah. Pero está bien, te veré cuando regrese. Si estás durmiendo, supongo que tendré que despertarte”, sonrió.

Junsu le regaló una sonrisa y apretó sus labios contra los de Yunho. “¿Me lo prometes?”, murmuró entre beso y beso.

“Sí, Junsu”, respondió riéndose en voz baja.

“Bueno, porque si no lo haces, me aseguraré de que lo lamentes”, le disparó el hombre más joven de vuelta.

Junsu se fue a su habitación y cerró la puerta. Tropezó con un par de cosas esparcidas por el suelo antes de llegar a su cama. Se deslizó bajo las sábanas cayendo en la tranquilidad de Changmin, su respiración estableciéndose mientras pensaba en Yunho.

Without Love

Nombre: Without Love
Autor: Rose
Pareja: Hosu
Extensión: Oneshot
Genero: Lemmon
Advertencia: Vampirismo
Secuela: Without Memories
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¿Cuánto… tiempo ha pasado ya? -Aquella pregunta clandestina de repente inundo su pensamiento, mientras observaba perdido el paisaje detrás de aquellos rectángulos de cristal. Era algo que simplemente no comprendía, pues la palabra “tiempo” jamás había existido en su vocabulario. Pensar en el tiempo era inútil, porque el tiempo jamás se le agotaría y era tan eterno que simplemente pasaba desapercibido ante sus ojos, un día, una semana, un mes, transcurrían y el ni siquiera se percataba cuando finalizaban una hora y comenzaba la otra.

Absorto, miro aquel objeto que sostenía en sus manos y mojo sus labios un instante echando la cabeza hacia atrás, como si estuviera preparándose mentalmente para hacer algo.

Para alguien eterno como el ¿el tiempo podía agotarse?...

-Tal parece que… para mi si- se respondió a si mismo en un susurro, y la sensación de no querer terminar su, ya de por si, agotadoramente larga vida, lo estremeció en ese instante.

No aceptaba morir, no de aquella forma tan miserable y tortuosa en la que estaba muriendo.

Tomo el objeto un sus manos, un recipiente plateado que rebosaba en el vital liquido que le proveía de vida, y lo llevo a sus labios mientras luchaba para retenerlo en su garganta. Rogó, imploro el poder absorberlo, tragándolo duramente, esperando que su cuerpo no lo rechazara… pero, al poco tiempo, no pudo resistirlo y bajo una tos intensa su cuerpo lo hizo deshacerse del liquido, mientras caía al piso completamente exaltado como si hubiese intentado tragar veneno.

-¿Cuanto tiempo más… podre sobrevivir así?-pensó completamente agitado-

Nuevamente la palabra “tiempo” le asustaba, y se sentó en el piso completamente perdido sin saber que hacer.

Tal vez por sus mas de ochocientos años, cualquiera pensaría que ha tenido suficiente vida, pero no es el deseo de ningún ser el morir, y el no era una excepción.

Hacia algún tiempo su raza se había fraccionado en clanes, luego de los muchos problemas internos y la extinción masiva de muchos por enfermedades o a manos de los humanos, la idea de evolucionar y seguir adelante en paz empezó a resonar en los oídos de los líderes.

Uno de ellos, uno de los mas poderosos se levantó valientemente y estableció un método para poder convivir y sobrevivir sin asesinar a los humanos, aunque fuese ridículo para muchos de sus allegados, el vio en los ojos de aquel líder la respuesta a sus preguntas y le siguió en su camino sin pensarlo mas.

Aunque también pertenecía a la rama principal, incluso en aquella rama existían fragmentaciones que dependían del poder, y el se encontraba en un rango menor de aquel líder. Su clan fue entonces formado con los líderes más poderosos que creyeron en la idea y colocaron en marcha el plan para vivir entre los humanos en paz.

Aunque fue difícil en un principio, todos empezaron a adaptarse a los cambios en su alimentación, sangre de animales mientras los humanos les tomaban confianza y, luego de algunos años -muchos, en realidad- la sangre que era donada como pago por protección.

Pero, el no se adapto tan bien como el resto, aunque en un principio pudo tolerar la sangre de animales y de recipiente, hacia algunos meses su cuerpo automáticamente la rechazaba. No había podido alimentarse, y estaba empezando a perder la noción de muchas cosas.

Era extremadamente peligroso para un vampiro llegar a un estado de inanición, pues el lado crudo y sanguinario brotaba como una forma de sobrevivir, buscando desesperadamente su alimento sin importarle nada. Absolutamente NADA.

Temía lastimar a alguien, temía que por su estado el pacto con los humanos se viera en riesgo, pero por sobre todo temía decepcionar al ser que más admiraba en este mundo, y que confiaba en el:

-¿Estas bien, Yunho?-le llamo moviéndolo un poco-

-Estoy bien… solo un poco distraído…-sonríe forzado-

-Diría que es normal en ti si en verdad lo fuera… luces somnoliento todo el tiempo.

-Estoy bien, Yoochun, estoy perfectamente bien, no te preocupes…

No podía permitirse el preocuparlo con su situación, y mucho mas arriesgar su permanencia en el clan, pues una vez los ancianos notaran su estado, lo expulsarían sin remedio y no deseaba aquello. Amaba su vida en aquel lugar, pero por sobre todo deseaba permanecer al lado de aquella persona:

-Alguien llegara aquí, un líder de otro clan que ha decidido seguirnos –Menciono Yoochun para hacerlo de salir a Yunho de sus pensamientos-

-¿Alguien de otro clan?

-Si, se ha negado a seguir asesinando humanos, y ha llegado a un estado de inanición total. Preocupados por el, los lideres de su clan decidieron cumplir su voluntad y dejarlo a nuestro cuidado. Tiene tu mismo rango… espero que se lleven bien.

-E-Es así…

-asiente- Ha estado recibiendo sangre de recipiente por algunos meses, y al parecer la tolera completamente por lo que, una vez se recupere lo traeré al castillo. Cuida de él Yunho. Cuanto contigo –sonríe ampliamente-

-Así lo hare.

¿Cuidar a alguien? Como iba ha ser posible el cuidar a alguien si estaba demasiado ocupado tratando de salvarse a si mismo. Estaba a punto de colapsar, solo sostenido tal vez por su propia voluntad y temía que su instinto le llevara a asesinar a un humano y todo lo que habían construido con tanta dedicación se viniera al piso. Con tantas preocupaciones no podía agregarse una mas a su lista.

-Me alegrar contar siempre contigo –le palmea la espalda-

Con el paso de las semanas el estado de Yunho empeoro, ya estaba empezando a alucinar y su garganta ardía causándole un terrible dolor permanente, pero aquella mañana, al ver su reflejo pudo notar el peor indicio de que estaba a punto de perder la cabeza… sus ojos, en aquel color ámbar empezaban a denotar la aparición de su naturaleza pura amenazándole con salir. Ya se le hacia difícil el suprimir sus instintos. Pero en este instante empezaban a brotar sin que el pudiera hacer nada para controlarlos.

-¿Qué se supone es lo que hare?...

Aquella mañana, el misterioso miembro del clan del sur finalmente llego, y en honor a su llegada se celebro una pequeña ceremonia de bienvenida en el salón principal del castillo.

Yunho aguardaba a un lado de la chimenea, completamente distraído observando el fuego quemar la madera con atención, mientras sorbía un poco del vino tinto en su copa, que poco contribuía a apagar el incendio que hacia hervir su garganta.

-Yunho –le llama Yoochun tocando su hombro- Quiero presentarte a alguien.

Ante la voz del líder de su clan, se dio la vuelta observando con el menor interés posible al invitado a su lado, que le miraba de la misma forma que él lo hacia. Sus ojos dejaban ver un vacio profundo y su expresión sin vida le agregaba un poco más de lúgubre y seriedad:

-El es Junsu –mira a Junsu- El es Yunho, uno de los mas importantes miembros de la rama principal de este clan y el dueño de mi absoluta confianza.

-Bienvenido –se inclina levemente-

Junsu, se limito a inclinarse y no decir ninguna palabra, pero mientras sus ojos se cruzaron, hubo algo que hizo que Yunho se sintiera intranquilo, pero no pudo saber el porque, pues Yoochun se llevo al invitado lejos al poco tiempo de haberlo presentado.

-Fue como si… como si… viera a través de mi –susurro nuevamente para si mismo, a lo que observaba desde la lejanía a Junsu, que permanecía con su rostro sombrío saludando al resto de integrantes de la rama principal.

-¿Qué fue eso? –pensó mientras volvía la vista a la chimenea-

La noche llegaba a su tope máximo, mientras todos departían en el salón, Yunho, regreso a su habitación mientras prensaba entre sus manos con determinación una vez mas el recipiente plateado, estaba en su limite, y si su cuerpo seguía rechazando el liquido, debía huir cuanto antes del castillo o perdería el juicio completamente. Prefería huir antes que mostrarle su estado deplorable a todo el clan.

Nuevamente, trago el líquido forzosamente y uso sus manos para cubrir su boca, pero una vez mas, la fuerza con la que su cuerpo lo rechazaba le hizo regresarlo. Era horrible, la sensación tan aberrante que sentía y la impotencia al no poder encontrar una solución que le permitiera seguir con vida, ya no podía soportarlo mas, no mas.

-¡Maldición!

Golpeo el piso con fuerza repetidas veces para tratar de alivianar la frustración que sentía, mientras tomo su rostro en sus manos completamente agotado, hasta que se percato de la luz que entraba en una línea a la penumbra de su habitación, dándole indicios de que alguien había estado observándolo todo este tiempo.

-¿Por cuánto tiempo mas pretendes torturarte así? –Aquella voz aguda le hizo sorprender, mientras le miro anonadado tratando de pensar rápidamente en una excusa para explicar aquella situación-

-J-Junsu-sshi…

Junsu entro completamente a la habitación cerrando la puerta a su paso y acercándose a Yunho, que se levanto del piso en aquel instante, su corazón empezó a latir rápidamente, y sus ojos se encendieron completamente demostrando que había llegado a su límite y que atacaría en cualquier momento. Dio varios pasos hacia atrás tratando de alejarse del que se le acercaba, a partir de su transformación ya no seria consiente de sus actos.

Junsu le tomo por el brazo impidiendo que siguiera alejándose, y le miro sin ningún temor directo a los ojos:

-Has llegado al punto más bajo al que un vampiro puede llegar, estas a punto de convertirte en un monstruo e insistes en huir…

-A-Aléjate –logra decir- por favor aléjate…

-Se lo que sientes –lo agarra con mas fuerza- La sensación ardiente en tu garganta que te atormenta cada noche y te impide dormir, el latido incesante de tu corazón que retumba en tus oídos, los pensamientos dispersos e incoherentes que te incitan a enloquecer…

-¿Cómo… como lo sabes?-le mira confundido-

-Soporte por muchos meses eso mismo que estas sintiendo… y se exactamente que hacer para aliviarte.

Junsu desabotono el cuello de su gabardina gris mientras dejaba al descubierto la blanca piel de su cuello, en ese instante los ojos de Yunho brillaron y su respiración entrecortada hizo evidente su estado de desesperación.

-Tómala…-dijo ladeando un poco su cabeza para dejar completamente expuesta la piel de su cuello-

No se dio tiempo para meditar, cuando ya había tomado a Junsu entre sus brazos y sus colmillos que brotaban filosos atravesaban su piel, mientras aquel liquido se abría paso a su garganta llenándolo de la placentera sensación de alivio, cuando el fuego que la invadía comenzaba a mermar.

Se prendió de aquel cuello con ansiedad, apretando a su presa de forma asfixiante. Termino de quitar la gabardina exponiendo el resto de su piel, devorando su cuello como un buitre engulle a su presa. Junsu no se movió, solo permaneció callado y tranquilo mientras Yunho seguía limitando el espacio entre sus cuerpos, sin siquiera lanzar el mínimo sonido de queja.

El ardor en su garganta desapareció, y sintió como la vida corría de nuevo a través de sus venas, mientras comenzó a deshacer la unión abrasiva con el cuerpo del otro y desenterró sus colmillos al tiempo que relamía sus labios absorbiendo los últimos restos de sangre.

Yunho levanto su mirada hacia Junsu, que se limito a colocarse la gabardina de regreso, mientras las dos pequeñas cicatrices de la mordida se desvanecían de su piel. Luego miro a Yunho quien aun parecía consternado por lo que acababa de pasar:

-Existen varios tipos de vampiros, el que no puedas tolerar la sangre de recipiente no debería ser motivo para intentar suicidarte –le reclama serio- Si no quieres preocupar al líder del clan con tu estado… te ayudare…

-¿Por qué…?-pregunta titubeante- ¿Por qué habrías de ayudarme?

-No deseas llegar al estado al que yo llegue… no le deseo a nadie repetir mi historia –le mira- No tengo nada que recibir de ti y además de esto tu no deseas nada mas de mi, solo tómalo como una solución temporal mientras buscas otra forma de resolver tu problema.

Dicho aquello, Junsu se dio la vuelta y salió de la habitación de Yunho, mientras este último completamente desubicado se quedo pasmado observando la puerta, mientras la penumbra volvía a inundarlo. Alguien al que acababa de conocer sabia exactamente lo que le ocurría, y con solo pensar un poco pudo adivinar exactamente de que se trataba, su actitud, fría y su mirada vacía, su desdén al hablar, conocía a alguien con la misma actitud, hacia muchos siglos convivía con esa persona, y podía adivinar el porque…

-¿El poder de Junsu? –Le pregunta Yoochun- ¿Por qué preguntas?

-Solo por curiosidad, el me recuerda a alguien… así que si mi hipótesis es cierta…

-¿Qué hipótesis?... ¿Acaso tú y Junsu hablaron de algo?…

-No, pero… por su actitud…

–le mira- sé hacia donde vas… así que te daré tu respuesta –se sienta- no al mismo nivel, pero Junsu tiene afines con el poder de Jaejoong…

-Lo sabia… ¿Puede manipular la mente?

-No ha ese extremo, pero puede leer los pensamientos… aun mas haya del subconsciente, conocer todo acerca de ti con una mirada. Es ciertamente extraño porque puedes sentir que con su mirada te perfora… Justo como…

-Jaejoong…

-Cuando lo vi por primera vez se encontraba en un estado horrible, y cuando levantaba la mirada estado, desconociendo todo a su alrededor… tomo mucho tiempo restaurarlo y se que esta experiencia fue muy difícil para el –hace una pausa- Aun cuando pueden parecerte similares, no hay punto de comparación entre esos dos, Jaejoong es un caso critico sin remedio, pero… Junsu solo es un poco distante al principio, una vez te hagas mas cercano a el, se que te agradara.

-E-Entiendo…-sonríe forzado-

Las palabras de Yoochun le calmaron un poco, pero aquello no le restaba incomodidad cuando de aquel nuevo integrante se trataba, por sobre todo, era el único que conocía su secreto y momentáneamente su único apoyo, por lo que confiar en el era mas una obligación que una opción.

Sabia, antes de que Yoochun se lo dijera, que Junsu y Jaejoong eran completamente diferentes, el solo echo que le ayudase apenas conociéndolo era prueba suficiente para el.

Aun así… se sentía intranquilo… no sabia que esperar de esta situación.

*******

Las semanas transcurrieron con tranquilidad, desde entonces, su contacto con Junsu era constante, después de todo era miembro de la rama líder del clan como el. Conversaban de forma normal, Junsu más que callado era elocuente, y descubrió en sus largas conversaciones cuanto tenían en común.
Era tranquilo incluso al hablar, algunas veces sonreía pero mayormente gracias a Yoochun, que trataba en todo lo posible de hacer que se acostumbrara al ambiente nuevo.

Aunque la conversación se extendiera, ni Junsu ni él mencionaban para nada lo sucedido tiempo atrás, pero sabia que en algún momento tendrían que charlarlo sobre todo cuando llegase a necesitar de el nuevamente, pues, por mucho que se esforzara no podría contener su necesidad para siempre.

Aquel momento llego muy pronto, esa misma noche, su garganta nuevamente estaba pidiéndole a gritos que se alimentase. Se retorcía de dolor en su cama mientras comenzaba a sudar frio, su respiración entrecortada le impedía tomar el aire de forma correcta, su pulso a reventar, presionado por la necesidad inminente que le carcomía.

Sintió la presencia de alguien mas en su habitación, que se aproximaba en silencio hasta su cama en medio de la total obscuridad, pudo adivinar de quien se trataba en un instante, mientras luchaba por que el aire no se le escapase de los pulmones:

-J-Junsu-sshi –respira con dificultad-

-Te pedí que no te contuvieras hasta este punto –le susurra suavemente-

Junsu se aproximo hasta la cama y se acerco hasta Yunho gateando hasta que pudo hallarlo, Yunho lo tomo por los brazos, prensándolo con fuerza y lo hizo quedar debajo de su cuerpo inmediatamente. La fina tela de su ropa de dormir ya se encontraba entreabierta, permitiéndole acceder a aquel cuello con facilidad, lamio aquella tersa piel sin poder resistirse demasiado al grito desesperado de su organismo y clavó los colmillos sintiendo nuevamente aquella sensación de alivio dándole calma a la presión en su interior.

Se abrazo al cuerpo de Junsu, buscando con sus manos deshacerse de la fina prenda que lo cubría, pues de aquella naciente necesidad de alimentarse surgía una necesidad distinta, que gritaba en su mente… Quería tocarlo, su piel, lo que ocultaba detrás de aquella frialdad, quería sentirlo verdaderamente… no sabia como expresarlo, pero deseaba tenerlo.

Una vez libero su cuello de la presión de su mordida, se alejo levemente y luego regreso para lamer las pequeñas gotas de sangre que brotaban de los dos pequeños orificios, que no tardaron demasiado en sellarse. Siguió lamiendo su cuello, y sus manos temerosamente se deslizaban a través de su pecho, esperando un rechazo o una aprobación, pero no obtenía nada más que la calma característica de Junsu.

Se arriesgo a seguir incitándolo, bajando de su cuello a sus pezones, atrapándolos entre sus dientes, sintiendo como se despertaban debajo de su lengua.

Yunho se acomodo, y se acerco hasta el rostro de Junsu, admirándolo por unos segundos. Sus ojos permanecían cerrados y respiraba tranquilo manteniendo los labios entre abiertos, dejando escapar entre respiraciones una cálida ráfaga de aliento, lo que incitó a Yunho a acercarse con cautela y a posicionar los suyos sobre aquellos abultados y suaves músculos.

No hubo respuesta alguna, solo los labios de Yunho se movían, pero aun así este continúo en su labor, saboreándolos, sintiéndolos hincharse y subir de temperatura con sus movimientos. Finalmente, obtuvo una leve respuesta venir de Junsu, cuando aquellos labios se movieron, dejándose atrapar por aquel beso. Y sus brazos le rodearon por el cuello, mientras él le abrazo por la cintura y se pego aun mas, sintiendo la piel denuda de su pecho.

Sus lenguas se encontraron y se enredaron, se acariciaron entre si, saboreándose mutuamente, hasta que ambos se sintieron en completa libertad, explorando la cavidad del otro mientras sus cuerpos comenzaban a encenderse al ritmo de aquel beso. Los dedos de Junsu, suavemente se enredaron en el cabello de Yunho, y las manos de este último se deslizaron hasta encontrarse con las caderas del otro, deslizando suavemente la ultima prenda de dormir que cubría su desnudez.

El beso se detuvo, en ese momento, Yunho se separo un poco de Junsu y comenzó a deshacerse de su propia ropa mientras volvía a acariciar sus labios y sentir el contacto de sus pieles libres de vestiduras.

Sus pieles matizadas en aquel brillo producto del sudor y sus besos indetenibles y largos, Yunho se ocupaba de acariciar el pecho de Junsu, de besar su cuello, lamer sus pezones. De los labios de Junsu solo se escapaban suspiros que se perdían en el silencio, Yunho no podía hacer lo mismo, contrario a Junsu el gemía sin contenerse sobre aquellos labios, completamente cegado ya por las pulsaciones de pasión que recurrían su interior.

Tomo aquella extremidad palpitante que hervía en necesidad, y la engullo mientras con su lengua le brindaba el placer para hacerlo soltar los gemidos que estaba conteniendo, y finalmente obtuvo lo que deseaba, aquellos gemidos roncos que resonaban con eco en sus oídos y golpeaban contra las paredes de aquella habitación. Lo estaba haciendo perderse en una espiral de sensaciones, solo para obligarlo a liberarse de aquella frialdad, y sentir la calidez de su voz agradeciéndole el placer que le estaba haciendo sentir.

Volvió a su boca sintiendo aquel aliento hervir sobre sus labios, mientras sus manos se encargaban de terminar lo que había empezado con su boca…

¿De que se trataba todo esto? Este profundo placer revolverse de su interior, de donde nunca había existido, y que ahora estaba succionándolo de forma tremenda, como si siempre hubiese estado allí. Esa necesidad de tenerlo, ese deseo impasible que lo hizo llegar hasta este punto ¿Qué era todo esto?... Pero por mucho que tratase de detenerse a pensar en sus propios cuestionamientos, el cuerpo bajo el suyo parecía estar completamente envuelto como el, también se había dejado atrapar por aquel repentino arrebato.

Junsu abrió sus piernas y rodeo las caderas de Yunho, que detuvo el beso pausadamente y le miro a los ojos, viendo ese hermoso color ámbar rojizo que los inundaban, estaba completamente en su limite y le pedía algo fácil de reconocer con aquella acción.

Yunho no tardo en abrirse paso a través de aquella entrada con sus dedos, mientras las uñas de Junsu se enterraban en su espalda y de su boca escapaban los más excitantes sonidos que había soltado hasta ahora:

-H-Hazlo rápido –pudo decir en un gemido- ¡Rápido!

Ante aquel llamado, Yunho dejo a un lado la preparación y se abrió paso con su despierto miembro, Junsu gemía prácticamente en un grito y Yunho sentía la fuerza de aquel interior succionándolo.

-ah... estas… muy… ah… estrecho…

En una embestida apresurada entro completamente, nuevamente las uñas de Junsu le avisaban que no estaba satisfecho, y sin esperar mas comenzó a moverse con dificultad sintiendo toda la presión en su miembro, atrapado por aquellas paredes, sintiendo aquel enloquecedor placer que recorría sus venas y alimentaban su deseo.

Embestía con fuerza, gimiendo sin contenerse, con el sudor empapando sus cuerpos. El miembro de Junsu se hallaba atrapado entre sus vientres, y la fricción de las embestidas le hizo terminar con un gemido ronco y sonoro. Yunho no tardo en venirse en el interior de Junsu, cayendo como piedra sobre el cuerpo del otro, saliendo de su interior, y buscando de alguna forma recuperar el aire que le estaba faltando.

Un último beso, calmado y pausado, fue lo que recibió de Yunho antes de que cayera preso de un profundo y pesado sueño, acomodándose a un lado del cuerpo de Junsu, cerrando sus ojos y sintiendo como todo alrededor se desvanecía.

Junsu se quedo quieto, mientras la calma volvía, y su respiración se hacia normal, dirigió su mirada a un lado, observando a Yunho completamente dormido, como si hubiera sido noqueado por algo, y no pudo evitar llevar una mano a su rostro cubriéndolo, mientras prensaba las sabanas con su otra mano:

-¿Qué… estoy haciendo? –Se pregunto así mismo en un susurro-

*******

La luz de la mañana se abrió paso en la penumbra, cubriendo de claridad toda la habitación, Yunho se movió al sentir aquella luz sobre su rostro y estiro su brazo moviéndolo a través del espacio a un lado de su cuerpo, esperando encontrar allí lo que anoche había estado, pero solo había eso… espacio vacio.

Se levanto en un salto mirando alrededor de la habitación, pero no encontraba lo que estaba buscando, estaba vestido con su ropa de dormir, y por aquel instante pensó que todo lo que había pasado no había sido más que una maquinación de su cerebro. Pero podía sentirlo, aun impregnado en las sabanas y toda la habitación, el suave y melancólico olor de Junsu… Aquel olor trajo a su mente todas las imágenes de lo que había sucedido, y todas las sensaciones se agolparon en su cuerpo de nuevo, sintiéndolas vivas, encendidas, cada parte de su cuerpo aun tenia grabado el contacto de su piel.

Se apresuro a vestirse y a salir de su habitación, con aquel deseo impasible de ver su rostro, de escuchar su voz, de estar cerca, era una necesidad tan extraña e inusual que lo hizo sorprender, al ver su cuerpo moverse con rapidez esperando encontrarlo.

Entró al salón donde siempre se encontraban cada día, vio a Jaejoong en el ventanal perdido en su propio mundo como siempre, miró alrededor tratando de hallarlo y le vio finalmente sentado en el medio del salón, pero el sentimiento que acompaño aquella mirada… jamás lo había sentido hasta ahora.

El brazo de Yoochun rodeaba sus hombros, ambos sonreían de forma tranquila mientras se mantenían sobre aquel sofá, conversando de algo que no podía escuchar desde donde se encontraba. Había visto aquella imagen incontables veces desde que Junsu había llegado al castillo, pero, esta era la primera vez que sentía como todo en su interior se revolvía.

Al que había sido su líder, el único dueño de su total admiración y respeto, el único dueño de su mirada hasta ese instante… pero, al que ahora veía como un enemigo, deseando solo apartarlo, empujarlo de su lado… y solo pudo pensar en algo mientras se aproximaba hacia ellos y halaba a Junsu con fuerza del brazo para atraerlo a si mismo: “El es MIO”

Yoochun se levanto ante la sorpresa, mientras Yunho sujetaba a Junsu por el brazo con fuerza, y sus miradas se encontraban enfrentadas:

-¿Qué esta pasando? –Pregunto Yoochun alterado- ¿Sucede algo Yunho?

-Quiero hablar con el –respondió retante Yunho-

-¿Es necesario hacer esto para hablar con el? –Replica Yoochun- ¿Hay algún problema entre ustedes dos?

-Hablemos –responde calmado Junsu- pero primero suéltame…

Yoochun se acerco a ambos e intento liberar a Junsu del agarre, encontrándose con un manotón por parte de Yunho, que lo miro de forma intimidante:

-¡No lo toques! –Grita-

-Y-Yunho… -mira desconcertado- ¿Qué rayos… te pasa?

Yunho se llevo a Junsu a rastras dejando a Yoochun con la palabra en la boca, mientras caminaban rápido por los pasillos hasta que llegaron a la biblioteca, donde finalmente libero a Junsu:

-¡¿Por qué tuviste que desaparecer?! –pregunta alterado-

-¿De que estas hablando? –Le mira- ¿Por qué estas tan histérico en primer lugar?

Yunho no sabía como explicarlo, tampoco entendía lo que estaba pasando, ni los sentimientos que lo estaban carcomiendo:

-¿Desde hace cuanto estas sintiéndote así?

-¿De que… -le mira- No leas mi mente en un momento como este…

-¿Cómo puedo entender lo que te pasa entonces?

-Si yo no lo entiendo… como tu…

Junsu camino algunos pasos hasta quedar frente a Yunho, estirando su brazo y alcanzando su mejilla con sus manos, Yunho se entrego por completo a aquella caricia, cerrando sus ojos y tomando la mano de Junsu entre las suyas para luego besarla:

-Junsu…

-No te dejes afectar por esos espejismos –dice alejando la mano que Yunho mantenía atrapada- Los sentimientos que crees sentir no son mas que eso, un espejismo… este es el extraño “lazo” de los compañeros de sangre…

-¿Compañeros de sangre? –le mira confundido-

-Es una práctica de emergencia cuando no todos en el clan pueden alimentarse, habrá un vampiro que se alimentara de la sangre de un humano y otro vampiro que se alimentara de ese vampiro.

-Lo se, este clan aplica esa practica desde hace mucho… pero…

-Tu y yo actuamos como unos –le responde- el que eses usándome como fuente de alimento porque no toleras la sangre de recipiente es lo mismo. Al ser miembros de la rama principal del Clan jamás necesitamos de un compañero porque naturalmente la sangre se nos será dada, pero debido al pacto con los humanos no puedes tomarla de un cuello, eres uno de esos extraños casos en los que un vampiro debe tomar la sangre del torrente. Necesitas uno… es la única solución a tu problema.

-¿Eso que quiere decir?

-Naturalmente se forma un vinculo entre nosotros, cada vez que absorbas mi sangre lo sentirás mas fuerte, por eso la primera vez no te sentiste así, y cada vez empeoraras hasta el punto en el que no podrás tomar otra sangre que no sea la mía –hace una pausa- pero… yo no soy tu compañero, así que piensa en otra solución antes de que eso suceda… Una vez dejes de alimentarte de mi, eso que sientes desaparecerá -camina hacia la salida-

-lo toma del brazo- ¿Por qué tomas lo que siento como…?

-¿Y que crees que es? –se voltea- ¿Amor? –Sonríe- no te engañes a ti mismo, es solo una maldita manipulación –se zafa del agarre-

-¡Junsu! ¡Espera! -lo detiene-

-Es cierto que… una vez te atas a un compañero será eternamente, y ya que será así, al menos es mucho mas conveniente que albergues sentimientos verdaderos por ese ser –mira amargamente- será una tortura estar con alguien solo por un espejismo…

-¿De que estas hablando?

-Ya que tu corazón pertenece al líder del clan –le mira a los ojos- pídele a el que salve tu vida… esta fue la ultima vez Yunho... Mi bondad llega hasta aquí.

Junsu se alejó, dejando a Yunho con un cumulo de dudas en la cabeza ¿Espejismos? ¿Amor? ¿Cómo podía hallarle una explicación clara a todo esto?... ¿Qué era lo que Junsu podía entender que el mismo no podía?, quería detenerlo, pero algo en su interior le decía que no era conveniente. Mientras peleaba con sigo mismo, Yoochun salía de su escondite y se mostraba ante Yunho, que le miro sorprendido:

-Yoochun…

-Ya escuche todo eso… pero quisiera escuchar de ti mismo una explicación de lo que esta pasando.

-Lo lamento… -hace una pausa- pero todo esto…

-¿Desde hace cuanto no la toleras?

-Varios meses –le responde- empeoro hasta el punto en el que no puedo si quiera tragarla.

-¿Hace cuanto Junsu…?

-Esta es la segunda vez –interrumpe- la primera vez fue el día que llego aquí…

-suspira pesado- ¡¿Por qué no me lo dijiste?! –grita fuertemente-

-¿Qué podías hacer por mi, Yoochun?

-¡Algo pude haber echo! –Grita- ¡Soy el líder de este clan! ¡Maldita sea!

-¡Lo se! Se que lo eres, y se que pudiste solucionarlo, pero no quería ser una carga…

-¿De que rayos estas hablando? Has arrastrado a Junsu hasta aquí, obligándolo a revivir su propia desesperación ¿solo para no decirme lo que estaba sucediendo? ¡He estado contigo por tanto siglos! ¡¿Cómo puedes ignorar mi autoridad de esa forma?!

-Se que fue mi culpa… pero aun así…

-Deja a Junsu en paz –le mira con molestia- No te acerques a el, hasta que el efecto haya pasado… -hace una pausa- te conseguiré otro compañero… o yo seré tu compañero… pero Junsu no…

-Yoochun…

-Yunho, eres como un hijo para mí y jamás dejaría que algo te pasase, seria feliz de estar a tu lado, pero lo que hiciste me decepciono… También quiero proteger a Junsu, solo yo fui testigo de todo lo que sufrió al torturarse de esa forma y se que se ve reflejado en ti… no quiero que se siga haciendo daño, solo aléjate de el y ven a mi cuando necesites alimento.

Yoochun le abrazo y le susurro al oído que todo estaría bien, luego salió de la biblioteca dejándole solo, confundido y afectado. No quería esto, y por primera vez en toda su vida, no quería que fuera Yoochun, no el, no quería depender de el… Y luego de sentarse, mirando perdido el alto techo de la biblioteca, reconsidero lo que ambos le habían dicho, tal vez, si se tratara de un efecto, tal vez estos sentimientos de angustia que querían matarlo, se pasarían si solo se alejaba de Junsu.

Obedeció las palabras de Yoochun y se aparto de Junsu, pero aun con todo ello, seguía deseando estar a su lado, y aun estando apartado muchos metros su mirada incesante era demasiado notoria. Yoochun se percato de ello, y como ultimo recurso, se llevo a Yunho a un extremo del castillo y lo mantuvo prácticamente encerrado. Sabia, que se estaba acercando el momento en que necesitaría alimento, y quería asegurarse de mantenerlo alejado o las cosas empeorarían y ya no podría separarlos.

Yunho estaba conteniéndose, aun cuando Yoochun estuviese a su lado, esperando el momento en el que no se resistiría y probaría su sangre, pero aun con todas aquellas medidas, Yunho parecía empecinado en no hacerlo, y las semanas siguieron transcurriendo y su estado empeorando.

-Tarde o temprano te darás por vencido –le acaricia el cabello- Por favor, deja de torturarte, me duele verte así Yunho… -lo abraza por la espalda- para ya, te lo imploro.

Yunho ya no le hablaba al líder, se sentaba en el mismo lugar en silencio, todo el día, como si hubiera perdido el alma y se encontrara vacio y no se percatara de nada a su alrededor. Al verlo así, Yoochun comenzó a preocuparse, le estaba doliendo su estado, pero solo un poco más, aunque sabia cuan doloroso era para Yunho todo esto, pronto su instinto lo liberaría del dolor.

Esa tarde, Yunho empezó a perder el control, respiraba con dificultad, sudaba frio, temblaba. Yoochun lo sostenía con fuerza en sus brazos, con toda la disposición, ofreciendo su cuello, pero Yunho seguía rechazándolo y retorciéndose del dolor.

-¡Yunho! ¡Por favor, ya basta! ¡Tómala!

Yunho lo prenso con fuerza y mordía sus labios hasta el punto de hacerlos sangrar, balbuceaba por el dolor y en uno de aquellos balbuceos, pronuncio su nombre, alterando completamente a Yoochun, era la primera vez que Yunho hablaba en semanas:

-Ju…Junsu –balbucea- Ju-Junsu… Junsu…

-¿Cómo… es posible?

Yoochun alcanzo el rostro de Yunho y lo coloco cerca de su cuello, pero lo único que Yunho hacia era repetir aquel nombre, tan doloroso, casi sentía el crujir de su garganta cuando lo hacia, sabia que estaba a punto de perder la cabeza y podía ser peligroso si se salía de control:

-¡Yunho! –Le grita- ¡Ya basta!

Yunho siguió mordiendo sus labios con fuerza, para evitar dejarse llevar por los instintos, para ignorar el sonido de la sangre recorriendo las venas del Líder, solo con la imagen del rostro de Junsu en su mente, tratando de invocarle con sus llamados, rogando porque viniera a desaparecer todo el dolor… como siempre lo hacia.

El líder del clan vio a Yunho a punto de desvanecerse, esto era malo, si perdía el conocimiento, una vez volviera, seria un monstruo… Yoochun hizo lo posible por incitarlo, hasta mordió una de sus muñecas para dejar brotar su sangre y que sintiera el olor, pero aun así, Yunho siguió ignorándolo.

Si Yunho se convertía, no había regreso, perdería todo de si y no le quedaría más remedio… que matarlo… Yoochun no podía más, aquella última posibilidad le aterraba…

Hasta que sintió aquella presencia y la puerta de aquella habitación abrirse y le vio en el umbral:

-Junsu –le miro-

-No puedo dejar que lo mates –entra a la habitación- también es mi culpa… me hare responsable.

Yunho levanto la cabeza lentamente y sonrió al verlo, como un niño, Junsu le correspondió la sonrisa y camino hacia el, hasta que Yunho se lanzo a sus brazos, abrazándolo con fuerza:

-Todo esta bien –susurra Junsu en su oído- ya estoy aquí, puedes tomarla…

-Junsu… -lo prensa con fuerza- sabia que vendrías –susurra- sabia que vendrías…

Junsu cerro sus ojos al sentir aquellos colmillos perforarlo al poco tiempo, y abrazo a Yunho para sostenerlo, estaba tan débil, tan indefenso que se arrepintió de haberlo dejado solo todo este tiempo.

Si, tal vez no era amor lo que sentían, tal vez ambos cayeron victimas de un embrujo, tal vez ambos se arrepintieran de esto algún día, pero ya no había salidas… no podía apartarse de el y Yunho tampoco podía dejarlo. Estaban atados aunque no lo quisiesen, victimas de su propio riesgo.

Yoochun se levanto de su lugar y salió en silencio, y estando en la puerta se recostó sonriendo mientras regresaba a su habitación, dejando que aquellos dos se encargasen de su propio problema.

El tiempo que Yunho se prendió de su cuello fue mucho, y luego, solo permanecieron abrazados sin separarse, se sentía algo inestable, luego de toda la sangre que había perdido, pero cada vez que trataba de apartarse, Yunho le abrazaba con más fuerza:

-Esta bien, no me iré –le susurra- solo déjame recostarme un poco…

-Perdóname –logra decir- por arrastrarte conmigo, por hacerte responsable…

Junsu sonrió, luego se alejo un poco de Yunho y miro sus ojos, acariciando con suavidad su mejilla:

-Yo soy el que debería pedir perdón –le besa la frente- te obligue a estar conmigo, y te aleje de la persona que amas…

-Yo te amo a ti –dice con seguridad-

-No me mientas –le acaricia la mejilla- No a mi, yo puedo ver a través de ti –sonríe- esta bien, estaré a tu lado por siempre me ames o no y se que tu permanecerás conmigo aunque no sienta nada por ti.

Junsu llevo a Yunho hasta la cama y lo hizo recostar, intento abrazarlo mientras se acostó a su lado, pero Yunho lo empujo y luego le miro con un profundo dolor contenido en sus ojos:

-¿Cómo puedes decir algo así tan fríamente? –Molesto- Me haces sentir como que esto es una obligación –baja la mirada- no quiero sentirme así, me siento un perdedor.

-Eso es…

-Aunque sea mentira, dime que me amas, aunque no me amas fíngelo –le mira con tristeza- no me hagas sentir tan miserable, ya que esto es solo un espejismo ¿Puedes hacer que la fantasía continúe por el resto de nuestras vidas?... No me digas la verdad, no quiero enfrentarla.

Yunho se abrazo a su cuerpo con temor, inseguro y temblando, y repitió ‘te amo’ hasta que su voz se apago por el sueño, Junsu sintió un profundo dolor nacer de sus entrañas y le abrazo de vuelta mientras revolvía su cabello un poco y acariciaba con sus dedos el rostro de Yunho. Vio como las lagrimas empapaban su hermoso rostro, mientras sollozaba dormido susurrando su nombre, y el dolor punzante en su pecho aumentó:

-No me alcanzara la eternidad para recompensar lo que estas sufriendo…-susurra suavemente- pero yo también le estoy entregando mi vida a alguien que no me ama –dice con dolor- esta es la ultima vez que te hare llorar, solo por hoy… prometo hacerte feliz a partir de mañana.

Beso los labios de Yunho con ternura y los sollozos de este pararon automáticamente, se abrazo a su cuerpo y cerro los ojos dejándose vencer por el sueño. A partir de ahí, cada día de su eterna vida estaría a su lado, y su tiempo para enamorarse correría a partir de esa noche.

Cuando no se da amor y no hay amor de vuelta, duele, sea un espejismo o una fantasía dolorosa ya estaban atrapados y no podían escapar. Fue su error y fue error de Yunho, ambos accedieron a este laberinto sin salida y ya no había posibilidades para salir de el.

-Lo siento Yunho… en verdad lo siento…

La mañana ilumino el comienzo, mientras ambos se sonrieron al verse uno al lado de otro, se unieron en un beso suave y cálido mientras volvían a abrazarse. Prometieron olvidarse de las dolorosas palabras del pasado y juraron empezar de cero con aquella unión.

El amor verdadero vino con el tiempo y completo lo que habían formado, haciéndolos sentir completos solo al mirarse a los ojos, como si siempre hubieran estado hechos el uno para el otro.

No es tan trágico no amar y no ser amado, porque el amor nace y se forja con el tiempo y con voluntad, no es la suya tal vez una historia de amor perfecta, pero el destino quiso que así fuera, un error llevo a otro error y ese error los llevo a estar juntos, al estar juntos se conocieron y al conocerse se enamoraron.

Sin esperar que nada los separase a partir de entonces…