—Eunmi necesita reposo —informó Changmin que había instalado a la Princesa en su cama mientras Jaejoong, Yoochun y Yunho habían comunicado la noticia de la muerte del Rey. Todavía tenían que anunciar a Yunho como el nuevo Rey. Esperaban poder mantenerlo en secreto por un tiempo más largo. Los dragones comenzarían a rondar para asegurarse de que Yunho sería un buen gobernante, y Yunho todavía no estaba listo para tomar las riendas del liderazgo.
—Bueno. Ella necesita su sueño —dijo Yunho—. Necesita sanar y ha tenido una gran impresión por lo de su padre.
Yunho se aseguraría de que la Princesa tuviera todo lo que necesitaba. En lugar de estar aislada en un grupo de dragones solitarios, le encontraría algunos amigos.
—¿Crees que le gustaría la escuela a la que han enviado a su niña? —Preguntó Yunho. —Por la descripción de Yoochun, sonaba como un lugar agradable.
Changmin frunció el ceño. Le vino a la cabeza la discusión entre Maeri y Eunmi, con el estado actual de la niña dragón, si ambas discutían tal vez destruirían la escuela.
—Acaba de perder a su padre ¿Y ya estás enviándola lejos?
—No lo entiendes —negó con la cabeza—. Los hijos de un dragón son más raros que las piedras preciosas de color púrpura. El clan puede juzgarla por no ser la siguiente en la línea de sucesión al trono. Ellos buscaran defectos porque los dioses no la eligieron a ella. Alguien ya le ha hecho daño, y quiero que esté a salvo. Habrá menos presión si está en algún lugar lejos de la montaña donde pueda hacer algunos amigos no-dragones. Cuantas más conexiones pueda hacer dentro y fuera de la montaña, mejor se va a ajustar en la edad adulta. Nos aislamos y no quiero que eso le pase a Eunmi.
—Esa es una buena idea —dijo Yoochun, ignorando los pensamientos sobre las niñas de su compañero—. Yo estaría encantado de hablar con la director de la escuela. No creo que tendría ningún problema con un dragón mientras Eunmi firme el código de conducta que establece que no puede utilizar sus poderes contra otros estudiantes. Es motivo de expulsión inmediata.
—Muy bien—. Yunho podía ver cómo una escuela llena de paranormales mixtos podría ser un problema si todos estaban usando sus poderes contra otros. No tenía duda alguna, así que probablemente lo hacían a escondidas, pero Eunmi podía sostener su palabra.
—¿Podrían darnos unos minutos? —preguntó Jaejoong.
—Claro —Changmin agarró el brazo de su vampiro y lo arrastró por el pasillo—. Encuéntranos cuando estés listo para ir a cazar a Rain.
Yunho pasó de un pie a otro. Sabía que Jaejoong se iba a enojar con él. La postergación de esta confrontación no sería su mejor interés. La ansiedad que se derramaba de Jaejoong picaba en él como un sarpullido.
—No creo que te puedas escapar de esta conversación —dijo Jaejoong—. No puedes ser Rey. No me puedo acoplar a un Rey.
Un borde de histeria llenó la voz de Jaejoong.
—Tranquilo, amor—. Yunho tomó las manos de Jaejoong en la suya—. Vas a estar bien.
—No, no lo haré —sacudió la cabeza frenéticamente—. Me he librado de ello antes. No funcionará.
—Yo no soy como tu padre y no soy una sirena— Yunho tomó el rostro de su compañero—. Te quiero, Jaejoong. Si pudiera renunciar a la corona, lo haría. La única manera de renunciar a ella ahora es a través de la muerte.
El pánico en los ojos de Jaejoong desgarró el corazón de Yunho.
—No sé si puedo pasar por eso otra vez. Quiero decir, sé que no puedes dejar de ser Rey, pero no sé si puedo ser tu pareja.
—No puedo vivir sin ti. Estamos obligados, unidos— envolvió a Jaejoong en sus brazos y lo abrazó.
Jaejoong se acurrucó en los brazos de Yunho. A pesar de sus reservas, era obvio que todavía quería a Yunho.
—No sé qué hacer —confesó .
—Quédate conmigo. Te necesito—. Nno tenía palabras para expresar lo mucho que quería que tener a Jaejoong en su vida. Jaejoong y el aire eran las dos necesidades de las que no podría prescindir en la vida.
—Tengo miedo —se sujetó a la camisa de Yunho.
—Danos una oportunidad. No puedo prometer ser una pareja perfecta, pero nadie va a trabajar más duro para hacerte feliz.
Después de un largo momento, Jaejoong asintió.
—Nos daré una oportunidad.
—Bien.
Changmin corrió hacia ellos con Yoochun a sus talones
—Siento interrumpir. Tenemos que irnos. Xia me acaba de decir que el nigromante está en el cementerio. Esta podría ser nuestra única oportunidad para atraparlo.
—¿Dónde está Xia? — Yunho miró a su alrededor, pero no vio al familiar.
—Se fue a su casa. Dijo que él no puede hacer nada para ayudar contra un nigromante. Dijo algo acerca de que la magia era incompatible.
Yunho deseaba poder volver a casa cuando las cosas llegarán a ser demasiado difíciles. Agarrar a Jaejoong y sostenerlo firmemente sonaba mucho mejor que tratar con un nigromante psicótico tratando de destruir a los dragones.
—¿Qué podemos hacer? —Jaejoong hizo la pregunta que Yunho se había preguntado. Si una poderosa corriente no podía o no quería pelear ¿Cómo iban a derrotar a uno?
Yoochun dio un paso adelante.
—Vamos a ver. Tenemos que detenerlo a toda costa. No vamos a saber qué podemos hacer hasta que echemos un vistazo a este tipo nosotros mismos. Parece que trabaja detrás de bastidores hasta el momento, y tiene a sus secuaces haciendo todo el trabajo.
Yunho no podía discutir con esa lógica. El nigromante había usado a Rain como su vía libre a la montaña del dragón. Yunho se preguntó quién más podría estar bajo el control del nigromante. Tal vez no siempre se llevaba bien con Rain, pero nunca había sospechado que era un traidor.
—Voy a dejar a Yangha y Jinhyuk a cargo. Incluso si no es el próximo Rey, Jinhyuk es una influencia poderosa en el reino del dragón y los demás le escucharán. Por lo que todo el mundo sabe, él es el nuevo Rey. No vamos a desilusionarlos hasta que regresemos.
Yunho no mencionó que Jinhyuk todavía podría ser el nuevo Rey, si la batalla no salía bien.
Jaejoong le golpeó el brazo.
—Escuché eso —gruñó.
—Que no lo esté diciendo en voz alta no significa que sea menos cierto.
—¿Qué no es cierto? —Preguntó Changmin.
—Nada —contestó Jaejoong de mala gana—. Vamos. Podemos preocuparnos por el reino de los dragones después de encargarnos de Rain y su amo psicópata.
Yunho estuvo de acuerdo. El primer paso era el nigromante y luego trabajar en su relación. No sabía cuál era más aterrador.
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Changmin lanzó una mirada nerviosa por el cementerio ¿Por qué no simplemente escuchaba la música espeluznante y acababa de una vez? El cielo estaba oscuro, la niebla se arremolinaba alrededor de sus pies y de las lápidas que decoraban el suelo, todo eso podría haber salido directamente de una película de terror.
—¿Estás buscando a tu amigo? —Una voz seca y ronca preguntó mientras el hedor de huevos podridos y tierra flotaba entre ellos.
El miedo lo recorría de arriba hacia abajo por la espalda de Changmin. No había estado tan asustado durante el ataque de las sirenas o cuando se había enfrentado a un malvado dragón o incluso cuando había entrado en un bar de hombre-lobo y exigió respuestas.
Ninguna de esas criaturas había exudado tanto mal como el dueño de la voz rasposa deslizándose por sus tímpanos. Sólo la presencia tranquilizadora de Yoochun junto a él detuvo a Changmin de desmayarse. No abandonaría a su amante por muy irritante que lo encontraba generalmente.
Poco a poco, junto con sus amigos, Changmin se dio la vuelta y descubrió que en realidad no había conocido el verdadero miedo hasta ese momento.
Dos metros quince de altura, el nigromante se alzaba sobre ellos cuatro. La piel parecida al papel era de aspecto azulado y se extendía por una cara esqueletica como si el ser ya hubiera muerto una vez y no hubiera vuelto completamente su humanidad anterior.
«Marioneta» Yoochun susurró en el cerebro de Changmin. «No es el nigromante mismo, es un siervo».
«Maldita sea».
Eso tenía más sentido. El nigromante no se exponía por ahí para el ataque. Simplemente enviaría a otro a hacer su voluntad. Changmin buscó en el área, pero no vio ninguna señal de Rain.
—¿Buscas a alguien?
Una sensación de abatimiento se hundió en el pecho de Changmin. Sabía que no le gustaría la respuesta que estaba a punto de recibir.
—¿Qué hiciste con Rain? —Yunho preguntó antes de que Changmin pudiera pronunciar las palabras. Un chorro de alivio acabó con un poco de la ansiedad de Changmin. No tenía prisa para volver a ver los ojos sin alma de la criatura ¿Seré cobarde por no querer ser visto por esa asquerosa cosa azul?
—Todo irá bien, amor—. Yoochun pasó un brazo por la cintura de Changmin—.Vamos a hacer lo que normalmente hacemos —susurró.
—Espero que un demonio venga y queme a todo el mundo —respondió con una voz igual de tranquila.
La risa de Yoochun junto a él derritió el hielo que encerraba el cuerpo de Changmin. Con su amante a su lado tenían que ganar. No aceptaría ninguna otra posibilidad.
—Tengo lo que queda de su compañero Rain —dijo la criatura y tiró algo hacia ellos que rebotó en una lápida antes de derrapar a su fin en medio de su grupo.
Al principio Changmin no entendía lo que estaba viendo. Luego casi vomitó.
La garra de Rain yacía en el lecho de hojas muertas. Alguien cortó la mano de Rain mientras él se encontraba en forma de dragón.
—¿Qué pasó con el resto de él? —Preguntó Yunho furioso.
—¿De verdad quieres saberlo? —La criatura sonrió, revelando unos dientes afilados con restos de sangre en ellos.
Changmin se llevó una mano al estómago dispuesto a que no se agitara y tuviera la desgracia de vomitar.
«Tranquilo, cariño» Yoochun envió pensamientos tranquilizadores a Changmin para mantener las náuseas a raya.
—¡Eres una abominación que debe ser enviado de vuelta al infierno! —gritó Yunho.
Changmin podía sentir el dolor de Yunho estrellándose contra él en olas grandes. Rain podría haber traicionado al Rey dragón pero habían tenido una larga historia de amistad antes de eso.
—¿Crees que me puedes enviar allí, pequeño dragón? ¿Tú y tus amigos vampiros? —Rió la criatura. Sus ojos muertos se arrastraron por Changmin—. Y tú ¿Qué eres?
Changmin suspiró. Incluso el tipo no-muerto espeluznante no sabía que era humano. Se preguntó si Xia le echaría de menos, una vez que se lo haya comido. Esperaba que el familiar por lo menos sintiera una punzada de remordimiento por abandonar a Changmin a su suerte.
—Soy humano —dijo Changmin. Tal vez si lo dijera suficientes veces se convertiría de nuevo en cierto.
La criatura echó hacia atrás la cabeza y se echó a reír, un sonido fuerte y pujante sorprendentemente robusto en comparación con su voz casi susurrante.
—¡Necio¡ Nadie creerá esa historia, que se supone que es humano dices —se encogió de hombros—. No importa. Morirás al final.
La llama de Yunho detuvo esa línea de razonamiento. La criatura gritó cuando su ropas fueron tocadas por el fuego.
—¡Pagarás! —chirrió.
Sin previo aviso, la criatura saltó sobre Yunho y lo atacó con las garras que se deslizaban por las puntas de los dedos.
El grito de Yunho hizo eco en la noche. Escupió más fuego a la bestia mientras caía al suelo. Jaejoong cantó una canción de sirena penetrante que hizo que Yunho y Yoochun golpearan en el suelo. Changmin se quedó sin saber qué hacer, tontamente no tenía un arma. La bestia golpeó a Jaejoong y la vampiro-sirena calló contra una lápida antes de quedarse quieto. Changmin se congeló cuando la bestia se volvió hacia él.
La mente de Changmin corrió por diferentes posibilidades ¿Qué debo hacer?
—Me gustaría tener luz —susurró.
Una bola brillante apareció entre Changmin y la bestia.
—No —la bestia pasó por la pelota, gritando cuando su mano pasaba a través de ella—. Te voy a matar, falso humano.
Changmin dio un paso atrás cuidadosamente en busca de algo para ayudar. La bestia parecía cegado por la luz, incapaz de ver a Changmin a través de la luminosidad.
Sin embargo, no era suficiente para salvarlo. Changmin no sabía cuánto tiempo más podría sostener la luz. Los ojos de Changmin se echaron sobre su pulsera. Sin pensarlo envolvió la mano alrededor de la banda y cerró los ojos.
—Ayúdame —susurró. No sabía cómo funcionaba el brazalete, pero esperaba que alguna de las entidades que habían prometido acudir en su ayuda estuviera prestando atención.
Una fuerte explosión sacudió el cementerio. Los pies de Changmin fueron levantados por debajo de él, cuando el trío de faes aparecieron de la nada y se colocaron a sí mismos entre la criatura y Changmin. Con sus caras tatuadas y ojos con destellos de luz, formaban una impresionante barrera.
—Estamos disgustados por intentar hacer daño a nuestro Changmin —dijeron los faes en una sola voz.
La criatura gruñó. Changmin se puso de pie, pero se quedó donde estaba, no demasiado orgulloso por dejar que los faes manejaran esta lucha. No podía ponerse de pie en contra de este engendro del nigromante, no cuando eso podía contra un dragón. Changmin sabía el límite de sus capacidades y estaría muerto antes de que destruyera a esa criatura.
—¿Crees que puedes vencerme? —Se burló la marioneta. El fae del medio levantó la mano y la criatura se desintegró. En un momento estaba silbando, escupiendo, gruñendo amenazas, y al siguiente era un montón de cenizas en el suelo. El trío completo se volvió hacia Changmin. Sus ojos brillaban cuando lo examinaron.
—¿Estás bien Max Changmin —le habló el fae de la izquierda.
—Sí, gracias —respondió Changmin.
—De nada. Haznos saber si hay algo más que necesites —expresó el fae a la derecha. Antes de que pudiera decir nada más, el trío desapareció.
No creía que alguna vez se acostumbraría a su rareza.
Un gemido hizo que Changmin corriera al lado de Yoochun.
—¿Estás bien, amor?
Yoochun parpadeó hacia Changmin como tratando de enfocarlo.
—¿Los fae vinieron otra vez?
—Deja de leer mi mente ¿Cuántas veces tengo que decirte que es grosero? —lo regañó.
—Es culpa de Jaejoong. Puso mi cerebro del revés con su canto de sirena—. Se quejó Yoochun.
Changmin decidió dejar esta pelea.
Una coincidencia de gemidos detrás de él alertó a Changmin que Jaejoong y Yunho regresaban alrededor. Changmin ayudó a Yoochun a ponerse en pie.
—¿Así que los faes se hicieron cargo de la criatura del nigromante?
—Sí, pero todavía no sabemos dónde está el nigromante o dónde vive. Todavía será capaz de aterrorizar a los dragones.
—O a ti. Si él sabe que tú eres la razón de que los faes destruyeron a su siervo entonces podría venir en pos de ti— razonó Yoochun.
—Tal vez —coincidió Changmin—. Pero dudo que sea lo suficientemente interesante para ser un objetivo.
Yunho ayudó a Jaejoong a ponerse en pie y se acercó a la pareja, dio palmaditas en la espalda a Changmin.
—No hay que subestimarse a sí mismo, Changmin. Eres bastante interesante— sostuvo Yunho—. Los dragones estarán en deuda contigo por siempre, no sólo por rescatar a nuestra Princesa, sino por detener a su Rey de ser carne de los muertos.
—De nada —. Changmin se echó a reír
Yunho hizo un encanto en el aire que rodeó el brazalete de Changmin. El abalorio de plata formó un pequeño fuego de dragón.
—Lindo —dijo Changmin. Trató de ocultar la inquietud silbante a través de su cuerpo. Tenía que conseguir una marca de su relación con los hombres lobo. Cualquiera de ellos eran amigos o enemigos, y tenía suficientes enemigos en este momento.
—Jaejoong y yo vamos a volver a la montaña. Voy a preguntar y averiguar si alguien sabía quién se relacionaba con Rain. Seguramente alguien lo vio con este nigromante —dijo Yunho.
—Changmin y yo vamos a buscar en la zona en busca de pistas —dijo Yoochun antes de que Changmin pudiera contestar.
—Bien. Si encuentran algo háganoslo saber—. Yunho pasó un brazo alrededor de Jaejoong—. Voy a volar con Jaejoong a casa.
Por la boca abierta de Jaejoong, Changmin no creía que al vampiro-sirena le gustara ese plan, pero quién era él para interceder. Si Jaejoong no decía nada, Changmin no lo haría. Yoochun reprimió una risa a su lado.
—Nos pondremos en contacto contigo —ofreció Yoochun.
—¿Podrías también averiguar cómo van las cosas en la escuela de Maeri?
—Claro —respondió Changmin.
Yunho se transformó ante sus ojos. Jaejoong se subió a su espalda, sus movimientos lentos revelando sus nervios.
—Va a estar bien —aseguró Yoochun a Changmin.
—¿Estás seguro de que Yunho no le dejará caer? —Preguntó Changmin.
—Estoy seguro. Yunho nunca dejaría que su compañero cayera—. Yoochun se mostró confiado en su evaluación. Changmin se relajó.
Después de que la pareja se fue, Changmin y Yoochun pasaron la siguiente hora recorriendo el cementerio. No se encontraron con nada inusual más allá del montón de cenizas.
—Esa fue una pérdida —se quejó Changmin. Hasta ahora, este había sido el peor de los casos que nunca había tenido. A pesar de que había rescatado a la niña y al príncipe, al final el Rey había muerto. Y ahora parecía que Jaejoong se quedaría como el consorte del Rey, o lo que fuera su título. Changmin perdería a Jaejoong, el hermoso vampiro había demostrado ser un buen amigo más de una vez ¿Cómo lo hará Yoochun sin su mejor amigo?
—¡Hey! Él va a estar bien, y voy a estar bien también —le aseguró. Apretó el brazo de Changmin en una demostración de comodidad.
—Lo sé. Yunho parece ser un buen tipo —dijo Changmin. Sabía que el dragón tendría mucho cuidado con Jaejoong. No lo haría más fácil, sin embargo.
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