Cayendo en la trampa
Junsu caminó durante casi dos horas, sin rumbo fijo, solo quería despejar su mente y cuando volviera que Yoochun ya no estuviera en el departamento. El recuerdo de escucharlos haciendo el amor lo estaba consumiendo por dentro y los deseos cada vez más ardientes por estar con Yoochun lo estaban aniquilando, sin poder entender cómo es que aquel patán podía causar ese efecto en él, más aún, Junsu no entendía como durante tantos años Yoochun guardó su verdadera personalidad, estaba confundido
— Nada gano con huir, debo enfrentar mis deseos y callarlos, alejarlos de mí —pensó convencido Junsu, y con aquel pensamiento dio media vuelta y comenzó a caminar de regreso a casa
…
Jaejoong abrió los ojos y el olor a tabaco quemado llegó hasta su cama, miró hacia la ventana y ahí estaba Yoochun, desnudo junto al alféizar, fumando un cigarrillo, el mayor sonrió, salió de la cama y también desnudo se acercó a él, lo abrazó por la espalda y le dio un beso sobre el hombro derecho, Yoochun no se movió
— ¿No dormiste? —preguntó casi tiernamente, volviéndole a besar el hombro en dos ocasiones
— No —respondió fríamente, dio un par de caladas más al cigarro antes de apagarlo en el alféizar, luego lo desechó tirándolo hacia abajo en la calle —Ya me voy —anunció con seriedad, Jaejoong se entristeció
— Quédate —dijo tiernamente, pero Yoochun no solo se quedó callado, sino que se quitó a Jaejoong de encima y caminó hacia su ropa, el mayor lo miró con tristeza —Si te quedas podemos seguir divirtiéndonos
— Vaya —dijo Yoochun con una sonrisa cínica, agarró su ropa interior y luego se la colocó, se giró hacia Jaejoong aunque estaban separados una distancia considerable —Eres como una zorra insaciable —dijo con burla, hiriendo su orgullo, Yoochun lo vio en el rostro duro de Jaejoong, lo miraba con odio pero sus ojos estaban cristalinos, ni siquiera enojado podía ocultar su amor por él, para Yoochun eso era como elevar su ego
— ¿Por qué me dices eso? —preguntó herido, Yoochun soltó una carcajada
— ¿Preguntas por qué? Mírate nada más como te ofreces —respondió con dureza, mirándolo a los ojos, el otro permaneció callado —Ten un poco de dignidad —dijo de golpe, antes de acercarse a él y sujetarlo de la barbilla, Jaejoong lo miró en silencio unos momentos —Comienzas a aburrirme —dijo con frialdad y lo soltó, luego le dio la espalda para caminar hacia el resto de su ropa
El corazón de Jaejoong latió con fuerza al escucharlo, sintió una ansiedad enorme, imaginando que lo perdía, que Yoochun se alejaría de él, sintió pánico y por segundos sintió que el aire le faltaba, Yoochun no se percató, solo comenzó a vestirse, dándole la espalda al mayor. Jaejoong se acercó hacia él y se hincó por atrás, abrazándolo con fuerza por la cintura, colocando su cara en la baja espalda
— ¿Qué demonios haces? —preguntó enojado, queriéndose librar del agarre
— ¡No me dejes! —gritó asustado, Yoochun sintió que los brazos de Jaejoong temblaban bajo su cintura —Haré lo que me pidas, ¿Qué debo hacer para no aburrirte? Hablas de dignidad pero no me importa, te quiero solo a ti, no necesito de mí si no te tengo —dijo con desesperación, nunca en su vida había hecho semejante cosa
— Estás enfermo —dijo Yoochun con una sonrisa nerviosa, no podía creer que su amante estuviera haciendo el ridículo de esa forma —Suéltame —ordenó enojado, agarró los brazos de Jaejoong y lo apartó de él con un empujón, pero Jaejoong alcanzó a levantar la mano y sostenerle la tela de la camisa por atrás, agachó la cabeza, quedándose inmóvil
Yoochun no sabía qué hacer, no entendía como Jaejoong estaba tan desquiciado que le rogaba de esa forma, él lo humillaba, lo orillaba a hacer cosas extrañas en la cama, lo insultaba y otras cosas más, ¿Cómo era posible que aún con todo eso le estuviera suplicando que no lo dejara? Y más aún, rogándole porque le dijera qué hacer para que no se fuera, el menor estaba sorprendido
— Yoochun por favor —sollozó y bajó la mano, dejándola caer pesadamente sobre el suelo, aún tenía la cabeza agachada y comenzó a llorar, no fuertemente, pero si alcanzaban a oírse sus sollozos, Yoochun se giró hacia él y se agachó, lo sujetó de los hombros y lo ayudó a ponerse de pie. El mayor aún mantenía la cabeza agachada
— ¿Eres idiota? ¿Qué debo hacerte o decirte para que me odies? —preguntó aturdido, lo abrazó con fuerza, casi al punto de lastimarlo, Jaejoong se abrazó al cuerpo del menor y hundió su rostro en el hombro de Yoochun. Lloró por unos momentos, luego él lo apartó, Jaejoong levantó la cabeza y se miraron a los ojos, la mirada de Yoochun era fría mientras que la suya seguía nublada por las lágrimas
— Te amo —dijo sinceramente Jaejoong, era la primera vez que le decía aquella declaración, aunque Yoochun ya lo sospechaba —Te amo más que a mí mismo, si me dejas ya no quiero vivir —dijo decidido, pero eso molestó a Yoochun, quien lo agarró de ambos hombros y le dio una sacudida violenta
— A mí no vas a chantajearme, si te quieres matar ¡Mátate! —gritó alterado, luego lo soltó y salió rápidamente de la habitación, Jaejoong miró atónito como volvía rápidamente, con un cuchillo de cocina en la mano, estirando su mano hacia él —Tómalo, córtate el cuello, las muñecas, lo que quieras, desángrate y muerte, no me importa
— Yoochun —dijo con susto, mirándolo a los ojos
— ¿O prefieres que lo haga yo? ¿Quieres que te mate? ¿Eso te haría feliz? Demuéstrame que tan masoquista eres, ¡Tómalo! —dijo convencido, Jaejoong volvió a llorar, ésta vez aterrado, se agachó y se hincó, cubriéndose el rostro con ambas manos. Yoochun lo miró desde arriba, con la mirada blanda, luego aventó el cuchillo hacia la cama y avanzó hacia la puerta —Eres tan patético que no sé si reírme de ti o llorar contigo —dijo duramente antes de salir de ahí, dejando atrás a Jaejoong que comenzó a llorar con más fuerza hasta colocar la frente sobre el suelo, golpeando éste con su puño derecho, sintiéndose un idiota miserable
…
Aún faltaba mucho para llegar al departamento y los pies de Junsu estaban adoloridos, ya no quería seguir, estaba cansado, se arrepentía de haber caminado tanto. Llegó a un parque y ahí se sentó un rato, luego decidió seguir, era muy noche y no quería estar solo y arriesgarse, después de todo Seúl era una gran ciudad
— Maldita sea, que tonto fui —se quejó en silencio, la calle estaba sola y casi oscura, comenzaba a sentir pánico hasta del sonido de las hojas, entonces a lo lejos vio la luz de un automóvil, al principio vio que andaba rápido pero luego disminuyó la velocidad, eso lo puso nervioso, así que se puso en alerta
La luz era cegadora y no le permitía ver bien, pero notó que el auto se detuvo a unos pocos metros de él, luego avanzó de nuevo, él quiso acelerar el paso, pero entonces se dio cuenta que aquel auto era el de Yoochun, su amigo sonreía desde el volante
— Hola —saludó animoso, Junsu quiso ignorarlo caminando pero el auto comenzó andar en reversa lentamente para seguirlo
— No seas ridículo —dijo Junsu enojado — ¿Manejarás así el resto del camino? —se detuvo y Yoochun hizo lo mismo
— Sube
— Ni loco —respondió decidido
— No seas tonto, es peligroso, pueden asaltarte —dijo seriamente, Junsu supo que no hablaba en broma, pero dudó en subirse —Vamos, te llevo a casa
— Está bien —respondió Junsu poco decidido, entonces subió del otro lado, Yoochun sonrió emocionado y arrancó el auto, pero no iba en dirección al departamento de Jaejoong y Junsu
— ¿Qué haces? Ya te pasaste el retorno, vamos hacia el otro lado —dijo sorprendido
— No te lo recomiendo, tuve una pelea con Jaejoong y si llegas y te ve se va a desquitar contigo —recomendó con sinceridad
— ¿Una pelea dices? ¿Ustedes terminaron? —preguntó con interés, Yoochun se soltó a reír
— ¿Terminar? Nunca fuimos novios, te lo dije —respondió cínicamente
— ¿Y qué pasó con el "Claro que te perdono bebé"? —preguntó molesto, celoso
— Lo dije para acostarme con él, obviamente —respondió de nuevo con descaro, a Junsu le hirvió la sangre solo de oírlo, no entendía porque Yoochun se empeñaba en tratar como un objeto a Jaejoong, volvió a sentir pena por su compañero de piso
— Eres un malnacido —dijo Junsu enojado, cruzándose de brazos, Yoochun echó a reír y luego permanecieron el resto del camino callados — ¿A dónde me llevas?
— A mi casa —respondió tranquilamente, los ojos de Junsu se abrieron como platos
— Ni loco, detén el auto —ordenó
— Ya estamos cerca —respondió como si nada, pero Junsu estaba muy nervioso
— Maldito —dijo con intranquilidad
— ¿Por qué actúas como si fuera a violarte? Tengo muchas habitaciones —dijo con amabilidad, en esos pocos segundos Junsu volvió a ver al hombre que fuera su amigo por tantos años, eso lo tranquilizó
— No creo que esté bien, mejor déjame en un Hotel
— No es necesario, mi mamá no está, la llevaron de paseo al campo —informó mientras estacionaba el auto en la cochera, luego lo apagó y se giró hacia Junsu antes de salirse del auto —Si te sientes más cómodo duerme aquí en el auto —dijo en broma, casi riendo, Junsu torció la boca en un gesto pensativo —Parece que de verdad te la piensas —observó Yoochun
— Claro que lo hago —respondió sinceramente y luego salió del auto, Yoochun lo hizo enseguida que él —Pero es más cómodo dormir en cama
Yoochun sonrió sin decir nada y fue hacia el interior de la casa, entraron por la cocina, que era el lugar que conectaba la cochera con el interior de la casa, Junsu lo siguió, caminando detrás, el mayor dejó sus llaves sobre la barra del desayunador
— ¿Quieres algo? —preguntó amablemente, Junsu negó con su cabeza —Bien, te mostraré tu habitación —dijo tranquilamente y avanzó unos pasos, pero se dio cuenta que Junsu no iba tras él, se detuvo y giró hacia atrás — ¿Qué pasa?
— No confío en ti —dijo sinceramente, Yoochun sonrió de nuevo
— ¿No confías en mí? ¿O no confías en ti estando cerca de mí? —respondió con aquella pregunta, notando como Junsu se sonrojaba —Vamos —volvió a darle la espalda y caminó hacia la segunda planta, Junsu lo siguió en silencio, le demostraría que no era como había dicho, aunque en el fondo era cierto, tenía miedo de sí mismo, de terminar como Jaejoong, en brazos de Yoochun y rendido totalmente ante él
Subieron a la segunda planta, Yoochun abrió una habitación de huéspedes y prendió la luz, Junsu entró luego que él
— Traeré sábanas limpias —dijo y salió de la habitación, Junsu registró todo y sintió frío, era una habitación bastante impersonal, muebles sencillos y sin luz, ningún cuadro, ningún accesorio. Yoochun volvió con sábanas luego de pocos minutos y las dejó sobre el colchón, se giró hacia el menor —Que duermas bien —dijo amablemente, se acercó a Junsu y le besó la mejilla —Dulces sueños —sonrió provocativamente, subiendo su mano derecha para acariciarle suavemente y con delicadeza el labio inferior con su dedo pulgar, Junsu estaba sonrojado, casi jadeante, mirándolo a los ojos
— Buenas noches —contestó en un susurro. Yoochun se apartó de él y le dio la espalda, salió de la habitación cerrando la puerta tras de él, Junsu se quedó perplejo mirando hacia la puerta, los latidos del corazón acelerados
Del otro lado Yoochun evitaba reír, si continuaba con aquella paciencia pronto Junsu sería suyo por completo, mientras tanto le gustaba ese juego, tan diferente con Jaejoong, el mayor se la pasaba ofreciéndose todo el tiempo, y aunque era apasionado y fogoso, a Yoochun a veces le aburría el hecho de no costarle trabajo llevárselo a la cama, por eso le obsesionaba Junsu, él era más recatado y tenía mucha más dignidad que Jaejoong, aunque aun así lograba ver en sus ojos el deseo vivo por estar con él
— Sé que soñarás conmigo —pensó divertido Yoochun, luego se alejó hacia su habitación y se encerró ahí, no intentaría nada con Junsu esa noche aunque las ganas no le faltaban de tomarlo a la fuerza, pero tampoco quería ser esa clase de persona, además sabía que tarde o temprano Junsu estaría revolcándose con él por voluntad propia
Junsu se quedó inmóvil un rato, mirando hacia la puerta, su corazón latía desesperado, sus manos temblaban, la cercanía de Yoochun lo había dejado helado y con el rostro ardiendo, se llevó lentamente una mano a los labios y se sintió un tonto
— No, él no es así, ¿Por qué debo creer que soy diferente para él que Jaejoong? Seguramente dice de mí frente a Jaejoong lo que dice de él frente a mí. Tienes que controlarte Junsu —se recriminó con nerviosismo, entonces fue hacia la cama para poner las sábanas limpias, cuando terminó se dio cuenta que no podía dormir con su ropa con la que estuvo en la calle —Tendré que dormir en ropa interior
Sin ánimo de realmente hacerlo se quitó la ropa dejándose solamente la interior, apagó la luz y se metió bajo las sábanas, miró hacia el techo en aquella oscuridad, como era costumbre pensó en mil y una cosas antes de quedarse dormido
En sueños, Junsu estaba con Yoochun, hacían el amor bajo el agua de la regadera en el baño de su departamento, donde horas atrás Junsu había escuchado a sus amigos teniendo sexo, pero ahora el canto de gemidos era de los dos, y él se entregaba al placer en los brazos de Yoochun, sin miedo, porque en sus sueños su amigo no era un imbécil, no era ningún patán desgraciado, era dulce con él, lo embestía con cariño mientras lo llenaba de besos, sus cuerpos húmedos y calientes
Junsu abrió los ojos súbitamente, por las ventanas entraban los rayos del sol, su pequeño y sensual sueño duró toda la noche, él casi despertó sudando, supo que se había movido mucho mientras dormía pues la sábana amaneció en el suelo. Miró hacia abajo y vio la erección con la que despertó, sonrojándose demasiado, sintiéndose culpable por haber tenido aquel sueño húmedo, desde sus días de adolescente no le había sucedido algo así
— Soy un tonto —pensó angustiado. Miró hacia fuera y los rayos del sol le indicaron que eran menos de las ocho de la mañana, miró su celular sobre el buró y efectivamente era muy temprano —No creo que Yoochun esté despierto, y si salgo al baño seguro lo despertaré —pensó nervioso. Lo dudó un poco pero luego se decidió, se sentó en la cama con las piernas cruzadas y bajó un poco la ropa interior, lo suficiente para sacar su miembro erecto con su mano derecha y comenzar a acariciarlo, cerró los ojos y se relamió los labios, jadeando despacito
Se sintió muy culpable, pero tocarse era tan placentero que poco a poco lo olvidó, con su mano izquierda apretó su puño sobre el colchón mientras la derecha se tocaba con más rapidez cada vez, se mordió la lengua para no gemir, trataba de ser discreto, pero estaba tan excitado que sus gemidos escaparon. Aceleró, quería terminar de una vez, las piernas le comenzaron a temblar
La puerta se abrió de la habitación se abrió de golpe y rápidamente abrió los ojos, dejando de tocarse, Yoochun estaba de pie en el marco, más afuera que adentro de la habitación, tenía los ojos abiertos por la sorpresa pero con una sonrisa divertida, Yoochun no esperaba encontrarse en aquella situación a Junsu, pero le agradó lo que veía, en cambio Junsu se asustó, acomodando su ropa interior para ocultarlo, el miembro punzante y duro comenzó a dolerle, la presión sanguínea sin liberar era tortuosa
— ¿No crees que es muy temprano para eso? —preguntó con burla, Junsu estaba tan sonrojado que la cara completa le ardía —Al menos usa el baño —sugirió —El desayuno está preparado, baja cuando termines de divertirte —sonrió burlonamente y cerró la puerta, afuera rio por lo bajo, había sentido tantos deseos de echarle una mano pero se había contenido
— No, no, que vergüenza —pensó asustado, Yoochun lo había visto masturbarse, nunca alguien lo había encontrado así, además ni siquiera era algo que hacía seguido, él era la clase de hombre que prefería ocupar su mente y cuerpo en el estudio y otras actividades físicas, pero desde que había descubierto su ardiente deseo hacia Yoochun su mente no pensaba en otra cosa que sexo y temía caer más pronto que tarde
Junsu bajó a la cocina cuando terminó de masturbarse en el baño, luego regresó a la habitación y se puso la ropa del día anterior. Cuando Yoochun lo vio entrar a la cocina sonrió, intentó no ser cínico ni molestarlo por lo que había visto, así que decidió actuar como si no hubiera visto nada, a Junsu le extrañó la falta de burla pero poco a poco olvidó también que había sido descubierto. Comenzaron a desayunar, sentados sobre los bancos en el desayunador
— ¿Dormiste bien? Creo que esa cama es algo incómoda —preguntó Yoochun tranquilamente, Junsu asintió
— Si es cómoda —respondió con amabilidad —Gracias por dejarme dormir aquí —sonrió sin fingir y terminó de desayunar. En esos momentos sentía como si la amistad que tenía con Yoochun fuera la misma que antes de haber participado en un trío con él
— Es sábado ¿tienes planes? Dime si quieres que te lleve a casa —dijo Yoochun con normalidad, aunque deseaba pasar ese día con Junsu, pero no quería parecer sospechoso
— Puedo volver solo —dijo secamente
— Si no te violé anoche tampoco lo haré hoy, déjame llevarte a casa o a donde tengas que ir, vamos —dijo casi indignado, Junsu se sintió malvado de haberle hecho el fuchi de esa manera, así que asintió
— Hay algo que debo comprar, pronto será mi aniversario con Hani —mintió fría y calculadoramente, si iba a ser su aniversario pero realmente no tenía interés en comprarle algo especial, solo quería recordarle a Yoochun que él tenía novia. Su amigo sospechó que aquel era un pretexto pero fingió, sonrió con amabilidad
— Te llevo entonces —dijo casi con alegría, se puso de pie y retiró los trastos de ambos —Lavo esto y nos vamos —le guiñó un ojo y casi lo hace sonrojar
— Sí —respondió alegre, comenzaba a sentir que su amigo era el de antes, pero aquello no era más que una ilusión y si Junsu no se cuidaba terminaría cayendo en aquel malévolo juego. Yoochun no tenía escrúpulos, nunca los había tenido cuando se trataba de conseguir lo que deseaba.
Salieron de casa de Yoochun enseguida, se dirigieron al centro comercial más cercano a la casa del mayor, éste insistió en acompañarlo en sus compras y no solo en dejarlo, Junsu accedió y anduvieron por la plaza en diferentes tiendas, ropa, joyas, accesorios, en cada una Junsu veía algo y consultaba con su amigo, pero él lo convencía de no comprar nada de lo que había elegido. Incluso anduvieron en tiendas de ropa para caballero, Junsu se probaba trajes y algunas prendas menos formales, Yoochun era el Juez, así terminó comprándose ropa para él y nada para su novia. Casi al mediodía hicieron una pausa, estaban exhaustos, entraron a una cafetería
Junsu esperaba sentado en un cómodo sillón individual, con las bolsas en el suelo, al cabo de un rato llegó Yoochun con dos cafés con hielo escarchado, dio uno a su amigo y el otro se lo quedó él, luego se sentó justo en el silloncito de al lado
— No compré nada para ella —se quejó Junsu sin ánimo, mirando todas las bolsas con sus compras, Yoochun sonrió
— Encontrarás algo —respondió para animarlo, Junsu sonrió también, sostuvo su mirada un momento con la de Yoochun y luego la agachó, se sintió nervioso. Aquello parecía una cita y estaba avergonzado —¿Qué pasa? Te sonrojaste —dijo fingiendo demencia, sabía que había puesto a Junsu nervioso con su mirada —¿No tendrás fiebre? Anoche estuviste en la calle a la intemperie mucho tiempo —dijo con seriedad, se puso de pie y fue hasta el otro sillón donde estaba Junsu, se sentó a su lado a pesar de que apenas cabían los dos
— No, estoy bien —respondió nervioso, moviéndose un poco hacia un lado, la gente en el café los miraba, ese sillón era demasiado pequeño y ellos estaban muy cerca
— A ver… —levantó su mano hasta tocar la frente de Junsu, pero no estaba caliente, sin embargo aquel toque de su mano hizo que la piel completa del menor se erizara
— Será mejor que nos vayamos —dijo rápidamente, poniéndose de pie, salió rápido de la cafetería sin agarrar sus bolsas, Yoochun rio para sus adentros, agarró las compras de Junsu y salió del café, fue tras él
— Espera —lo llamó y Junsu se detuvo, dándole la espalda —Tus bolsas —enseguida Junsu volteó, avergonzado
— Perdón —estiró su mano e intentó agarrarlas pero Yoochun lo evitó
— Yo las llevo —respondió amablemente, como si hablara con una chica, como si fuera el típico novio que ayudaba a su chica a cargar las compras, Junsu se sonrojó aún más, sin duda eso se parecía mucho a una cita
— Pero
— Anda, termínate tu café y las repartimos —dijo tranquilamente, aunque él también sostenía su café con una mano y las bolsas con la otra
Caminaron en línea recta, pasaron por una tienda de lencería y Yoochun se detuvo, mirando el escaparate, Junsu se acercó a él, no entendía que miraba
— Mira, ¿Por qué no le compras algo sexy? —sugirió Yoochun señalando un coordinado de dos piezas color rojo con encaje negro, se veía sexy y no rayaba en lo vulgar, Junsu lo vio y se avergonzó, Yoochun lo miró de reojo y sonrió —Ya veo, sigues sin acostarte con ella —dijo con un tono de cinismo, aunque trataba por todos los medios de no parecer obvio
— Es nuestro primer aniversario, no le compraré algo así —dijo ofendido, dio media vuelta y volvió a caminar en la dirección a la que iban antes de detenerse, Yoochun fue tras él, caminando luego a su lado, subieron por una escalera eléctrica, siguieron viendo los escaparates mientras bebían de su café, Junsu estaba por terminar el suyo, no lo había revuelto bien y tenía aún mucha crema batida, así que abrió la tapa transparente y con el popote comió de ésta, Yoochun lo observaba y sonrió, encontraba aquello muy erótico, Junsu se fastidio del dulce y decidió tirar lo que quedaba de su café
— Junsu —llamó Yoochun cuando éste volvió de tirar el vaso a la basura, su amigo se acercó a él —Tienes aquí —dijo con voz suave, cambió el café de mano y estiró ésta hacia Junsu, quitó con el pulgar algo de crema batida que había quedado en la comisura de su labio y se lo llevó a la boca, comiéndosela —Listo —dijo como si nada, volvió agarrar el café con su mano y le dio la espalda a Junsu, comenzando a caminar, Junsu estaba sonrojado hasta el último dedo del pie, ya no lo soportaba, estaba desesperado, deseaba a Yoochun, lo deseaba demasiado. Su corazón latía locamente
Se mordió el labio con fuerza, tratando de calmarse, pero ya era demasiado, tal vez Yoochun no se daba cuenta de que lo seducía, o tal vez lo hacía a propósito, Junsu estaba confundido. El mayor se giró hacia él al notar que no lo seguía
— Date prisa —llamó con voz relajada, Junsu asintió y caminó hacia él, su corazón no había dejado de latir con fuerza — ¿Qué sucede? —preguntó cuándo Junsu estuvo cerca de nuevo, se veía agitado, angustiado, pero el menor no respondió, Yoochun lo recorrió con la mirada en busca de algo inusual, encontrándolo en la entrepierna de Junsu, sobresalía por el apretado de sus pantalones, Junsu se dio cuenta que su amigo lo miraba ahí y volteó hacia abajo, mirándose. Pronto volvió a sonrojarse, miró asustado a los lados pero no había gente pasando por donde estaban ellos
— Yo —dijo nervioso, intentando hablar, Yoochun sonrió, mirándolo a los ojos
— Hoy estás muy cachondo Junsu —dijo con burla, avergonzándolo más, sin decir nada Junsu arrebató una de las bolsas de la mano de Yoochun y se tapó
— ¿Qué hago? —preguntó con voz baja, Yoochun sonrió, como si hubiera estado esperando aquella pregunta, así que se alejó para tirar el vaso de café, sin importarle que aún tenía líquido, volvió a donde estaba Junsu y le hizo una seña de que lo siguiera, Junsu obedeció sin chistar
Caminaron hacia el baño, cuando entraron dos chicos salían, ambos eran desconocidos, Yoochun caminó hacia todos los cubículos y comprobó que ninguno estaba ocupado, sonrió, a diferencia de los baños de mujeres que siempre estaban llenos, los de hombres no solían estarlo
— Ven —dijo tranquilamente, agarró a Junsu de la mano, con la otra le quitó la bolsa que antes le había arrebatado y dejó todas en el suelo, cerró la puerta con el postigo y se dirigió a uno de los cubículos, Junsu lo dudó unos momentos pero se dejó guiar, entraron ambos en uno y Yoochun lo soltó, cerró la puerta, el retrete les quedó justo a un lado, ambos estaban uno frente al otro
— ¿Por qué entras? —preguntó avergonzado
— Te ayudaré —respondió con descaro, pero luciendo serio, Junsu se puso nervioso
— Puedo solo —dijo indignado, volteándole la cara a su amigo
— Tú solo cubre tu boca —respondió confiado, antes que Junsu pudiera reclamar Yoochun se hincó frente a él, poniéndolo mucho más nervioso —Confía en mí —dijo con voz urgente, comenzando a desabrocharle los pantalones, Junsu no podía creer que eso estuviera pasando, temblaba como gelatina. Los pantalones cayeron a sus pies y Yoochun no tardó en bajarle los calzoncillos hasta las rodillas, sujetó su miembro con una mano y comenzó a besarlo
A Junsu le temblaron las rodillas, Yoochun lo besaba y jugueteaba su lengua, se llevó la mano derecha a la boca y la tapó, comenzando a ahogar sus quejidos en la mano, entrecerró los ojos, mirando como su amigo se divertía con su miembro, Yoochun miró hacia arriba cuando dejó de usar su boca, con la mano lo masturbaba, mientras le chupeteaba los testículos, Junsu estaba cada vez más nervioso
— No hagas tanto ruido —sugirió Yoochun cuando solo usaba su mano, mirando como los gestos de placer de Junsu le distorsionaban el rostro, sus gemidos estaban escapándose por entre sus dedos
— Yoochun, por favor —suplicó avergonzado, ya no quería estar en esa situación, quería terminar, no quería alargar aquel placer, solo terminar y salir de ahí
El aludido sonrió, besó por última vez el miembro antes de meterlo por completo en su boca, la punta tocó su garganta pero no se inmutó, sin embargo para Junsu aquello fue tan delirante y exquisito que dejó escapar un gemido. Yoochun rio para sus adentros, mirar tan vulnerable a Junsu era simplemente maravilloso, él también estaba excitado
Comenzó a mamarle el pene cada vez más rápido, saboreándolo todo, las primeras gotas de semen, mezclándose con su saliva, se ayudó con la mano, masturbándolo al mismo tiempo, cuando su boca llegaba hasta la mitad de su pene la mano le hacía presión hacia la base del abdomen. Junsu se tapaba la boca con fuerza, una mano sobre la otra, cerrando los ojos con fuerza, doblando las rodillas, aquello era tan jodidamente placentero que casi olvida que estaban en los baños del centro comercial
Yoochun hizo lo último con tanta fuerza y rapidez, demostrando su vasta experiencia, que Junsu casi termina gritando, pero no lo hace, ahogando todos sus gemidos en las manos termina por fin, viniéndose como nunca, llenando casi en su totalidad la boca de Yoochun, pero éste tragaba todo poco a poco, sin sacarse el miembro de Junsu de la boca, hasta que sintió que no salía más, entonces lo sacó lentamente, miró hacia arriba y la cara de placer de Junsu era indescriptible, el menor balbuceaba algo, exhausto de placer, se dejó caer sentado al suelo, resbalándose lentamente por la pared del cubículo, no le importó el frío del azulejo en su trasero, estaba aún en éxtasis
— Hermoso —pensó Yoochun al verlo, amaba enloquecer a sus amantes, demostrándoles quien era el maldito dios del sexo — ¿Estás bien? —preguntó curioso, Junsu aún sentía espasmos. El menor asintió, se estiró hacia Yoochun y le rodeó el cuello con ambos brazos, se besaron fogosamente, Junsu jadeó cuando se separaron, cansado, permaneció en el suelo mientras que Yoochun se puso de pie —No te preocupes, yo me encargo de mí —dijo encogiéndose de hombros, se puso frente al retrete y se desabrochó los pantalones, sacó su miembro por entre la ropa interior y comenzó a masturbarse, Junsu le miró la espalda
— Espera… —dijo embelesado, Yoochun se detuvo y giró un poco la cabeza hacia atrás, Junsu se puso de pie, pegó su pecho a la espalda de su amigo y le sujetó el miembro con una mano —Fóllame —susurró en su oído, jadeando, Yoochun sintió un escalofrío por todo el cuerpo, no esperaba esa reacción, aquella orden, Junsu lo sorprendió, estaba fascinado, a diferencia de Jaejoong cuando era una ofrecida, Junsu sonaba tan sensual y poco convencional que de pronto se sintió más excitado que nunca
— ¿Estás seguro?
— Rápido —respondió nervioso —Antes que me arrepienta —dijo con urgencia, Yoochun no lo dudo, se giró hacia él y le dio otro fogoso beso, luego lo giró para que le diera la espalda y lo llevó a la pared donde le había hecho sexo oral, le colocó ambas manos sobre dicha pared y él puso las suyas sobre estas, comenzó a besarle el cuello, el hombro, dando algunos mordiscos leves en la nuca. Entrelazaron sus dedos, Yoochun soltó su mano izquierda segundos después y le sujetó suavemente la cabeza, haciéndolo girarse para compartir un beso
El mismo Yoochun se sorprendió de haber besado en tantas ocasiones a Junsu, cuando se acostaba con Jaejoong generalmente no solían besarse mucho en la boca, solían enfocarse a lo sexual, pero ésta vez no, quería besar esos labios una y otra vez, que esa boca fuera suya para siempre
Yoochun soltó la cabeza de Junsu y la bajó hasta su miembro, soltó su otra mano y agarró la cadera del menor, movió el trasero de Junsu hacia él, dejándolo más expuesto, entonces buscó su entrada y comenzó a metérselo, Junsu jadeó, apretó los labios y agachó la cabeza, Yoochun estaba dentro de él por segunda ocasión, desde aquel trío no había vuelto a suceder, pero ahora eran solo ellos dos
Se relamió los labios cuando Yoochun comenzó con las estocadas, le sujetaba la cadera con ambas manos mientras su boca besaba desesperadamente el espacio entre su cuello y hombro. Los dos estaban gimiendo, entregados al placer, Junsu sonreía impaciente entre gemidos, su amigo se lo estaba follando en un baño público, se sintió tan poco pudoroso que había algo de excitante en eso, lo mismo había pasado en la escuela cuando Yoochun lo masturbó al aire libre
— Es verdad —pensó mientras se entregaba —No es a él a quien temo —reflexionó perdido entre el placer y su raciocinio —Temo de mí, de lo que soy capaz por él —gimió con brío, sintiendo que una humedad placentera le invadía por dentro, los gemidos de Yoochun en su oído cuando éste tuvo su orgasmo le llenó los sentidos. Sintió todo el placer anal que pudo sentir, su miembro no había vuelto a despertar pero no era necesario, estaba satisfecho, sintiendo la semilla de Yoochun en él
— Oh Junsu —suspiró Yoochun mientras se salía, haciendo pausas para besarle la espalda, acariciándole el pecho —Eres exquisito —jadeó embelesado, saboreando la piel bajo sus labios, bajo sus manos
Jadeante, Junsu se giró hacia él y volvió a echarle los brazos al cuello, se besaron lentamente, Yoochun se aferró a su cintura, sintiendo el miembro del otro tocar el propio. Se besaron hasta ya no poder, luego se separaron, avergonzado Junsu subió su ropa interior y sus pantalones, Yoochun hizo lo mismo
— Gracias —dijo avergonzado Junsu —Por ayudarme —sonrió tímido, Yoochun lo observó perplejo, seguía sin creer que aquel dulce rostro hasta hace unos momentos estaba tan distorsionado por el placer que era jodidamente erótico
— De nada —respondió con una sonrisa. Salieron del cubículo, todo parecía igual, las bolsas en el suelo, la puerta cerrada con el postigo
Lavaron sus manos y salieron discretamente, afuera había un chico esperando, los miró de forma extraña ya que había intentado abrir la puerta y ésta estaba cerrada por dentro, pensó mal acertadamente, les hizo un gesto de desagrado e igual entró al baño, Yoochun lo observó con indiferencia, luego él y Junsu se alejaron
— Debo ir a casa —dijo Junsu al mirar el reloj de su celular
— Creo que te falta aún algo —dijo casi con burla, el juego que Junsu quiso jugar en la mañana le salió al revés y ahora quien había ganado fue el juego de Yoochun, logró que Junsu follara con él, así que era un triunfo para Park Yoochun
— No sé de qué hablas —dijo sinceramente, se había olvidado por completo del maldito regalo para su novia
— Olvídalo —respondió despreocupadamente, después de todo ya había obtenido lo que quería —Te llevo
Sin responder, Yoochun comprendió que eso era un sí y salieron del centro comercial, llevó a Junsu al departamento, ninguno habló de lo que habían hecho en el baño, como si hubiera sido lo más normal del mundo. El mayor detuvo el auto pero no se bajó
— No quiero ver a Jae, así que aquí te dejo —confirmó y Junsu tan solo asintió, agarró sus bolsas que estaban en la parte de atrás, miró a Yoochun desde afuera, el cristal de la puerta estaba bajado más de la mitad
— Gracias por llevarme de compras y a casa —dijo sinceramente, Yoochun sonrió
— ¿Por follarte no me agradeces? —preguntó cínicamente, Junsu sintió una pequeña opresión en el pecho, no quería sentirse cualquier cosa, pero aquella pregunta lo hirió —Es broma ¿sí? No te lo tomes a mal —le guiñó un ojo —Pero si quieres más, sabes dónde encontrarme —sonrió seductoramente, Junsu se sonrojó pero no dijo nada —Cuídate —dijo casi con ternura, a Junsu se le olvidaron las palabras de segundos atrás y asintió, sonriendo
— También cuídate —respondió dulcemente, se alejó del auto sin dejar de mirar hacia dentro y Yoochun volteó al frente, comenzando a marcharse, Junsu observó el auto alejarse, suspiró ilusionado. Avanzó al edificio cuando el auto se marchó por completo
La enorme sonrisa de Junsu mientras subía las escaleras era tan radiante que él mismo se sintió en las nubes, suspiraba ilusionado, había tenido una cita con Yoochun y habían terminado haciendo el amor en el baño, además Yoochun lo había besado como nunca, casi tiernamente, y le había hecho sentirse querido. Pero Junsu tenía miedo de enamorarse más de lo que estaba y terminar herido
Abrió la puerta del departamento y lo primero que vio lo llenó de horror, dejó caer las bolsas al suelo y entró rápidamente
— ¡Jaejoong! —corrió hacia el cuerpo de su compañero, estaba tendido en el suelo, como si se hubiera desmayado, Junsu constató que estuviera respirando, miró su boca entreabierta y tenía espuma blanca saliendo de ella, le separó el párpado de un ojo y la vista estaba perdida, no dormía, estaba como en shock —Dios mío, ¿Qué hiciste? —preguntó mirando el cuerpo débil de su amigo, a su lado vio un frasco de pastillas, solo una se veía afuera de éste, el resto supuso que las había consumido
Aterrado se puso de pie rápidamente y marcó a un número de emergencias, dio un informe general del estado de Jaejoong según lo encontró y la ambulancia estaba en camino, asustado comenzó a llorar, se sentía también culpable, mientras él se revolcaba con Yoochun en el centro comercial, Jaejoong estaba a un paso de la muerte, recordó que Yoochun le dijo que anoche habían discutido y Junsu imaginó que esa era una consecuencia de dicha pelea
— Perdóname, por favor perdóname —dijo angustiado, se agachó junto al cuerpo de Jaejoong y lo abrazó con impaciencia, si su compañero moría jamás se lo iba a perdonar
N/A: No me odien. Comenten por favor, gracias por leer :D
D= JJ está tonto o qué???? Mira que meterse pastillas solo porque Yoochun lo dejó -__- para mí que es mero chantaje
ResponderEliminarOMG casi muero aguantando las ganas de gritar con semejante escena Hot en ese cubiculo. EL DIOS DEL SEXO¡¡¡¡ Yoochun eres estupendo se te da ser el chico malo "Casi me derrito con este rol tuyo" tan intenso el Yoosu Junsu todo enamorado y Chunnie que solo quiere jugar con él...(¡.¡) ojala y que termine rogando por tantota de lanatencion del delfin. Jaaae Que tienes en la cabeza ademas de esa codependencia por Chunnie no mueras flaquito sino quie el del cargomde cinciencia va a ser Junsu y a Yoochunie pos igual le va a ir y le va a venir.
ResponderEliminar¿Qué le está pasando a Junsu? ;o; está cayendo en las redes de ese bastardo de Yoochun que solo quiere acostarse con él -_- ahora Jaejoong está a punto de morir, lloro
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