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Arualthings

Lluvia de estrellas - Cap. 7

Cuando Yunho vio a Han las piernas le temblaron, no por ella, sino porque al instante reconoció a la persona que se encontraba a su lado, a pesar de estar de espaldas a él. Dudó en acercarse, no se sentía listo, ¿por qué la vida lo ponía a prueba tan rápido? Sin desearlo sus piernas se movieron hacia su dirección, mientras su mente se daba por vencida.
Changmin se encogió levemente al escuchar el saludo de Yunho, “no sería demasiado tarde para salir corriendo”, pensó. Se inclinó con exageración ante Han, y volviendo su cuerpo hacia la dirección de Yunho hizo una nueva inclinación para, sin mirarlos, alejarse corriendo rumbo a su edificio.
Poco le había permitido hacer a Yunho, verlo huir le había provocado una mescla de sensaciones contradictorias, dominando la decepción por sobre el alivio.
-¿Qué pasa con ese niño? –escuchó a Han referirse al joven alumno. –Hoy está raro.
El profesor, desconcertado, la escuchaba sin perder de vista el camino por donde Min había desaparecido.
-¿Tú cómo estás?
-¿Eh? –finalmente la miró.
-¿Te sientes mejor?
Sonrió cortésmente –Sí, estoy bien. Gracias por cuidar de mí –Se inclinó hacia ella.
-Ok –dijo sorprendida -¿quién eres tú y qué has hecho con sargento Yunho?
Aunque sabía que Han bromeaba, Yunho no pudo evitar sentirse inquieto ante la pregunta. Por muy extraño que pareciera, por primera vez no estaba seguro de la respuesta.
***
Changmin no se detuvo hasta llegar a salvo a su asiento; nunca su delirio de persecución se había mostrado a ese nivel. Una vez ahí se sintió estúpido, su lado racional se burlaba de él, qué infantil y cobarde se había comportado; ni siquiera le había dirigido la mirada a Yunho. Dejó caer su mochila al piso y su cabeza al pupitre. Ahora se sentía deprimido.
-¡Hey, perdedor!
Sus felinas orejas imaginarias se alzaron expectantes reconociendo que esa frase acompañada de esa voz sólo podría ser dirigida a él.
Yoon le dio unos golpecitos en la espalda antes de dejar sus cosas en el asiento detrás de su amigo. Se alzaba orgulloso.
-Debes estar muy avergonzado, ¡diez retas de dieciséis!, ¡te hice polvo! –Volvió a darle un par de golpes en el hombro.
Changmin únicamente soltó leves quejidos sin levantar la cabeza. Yoon se preocupó, creía que su amigo se sentía humillado por su culpa, lo cual le divirtió un poco, pero tampoco buscaba deprimirlo.
-Hey~~… -Sobó su espalda y se agachó a la altura de la cabeza de Min para intentar verificar que no estaba llorando –ya, cálmate. La próxima vez te dejo ganar.
Changmin se descubrió la cara -¡¿Quién está así por eso?! Hazte para allá, tu aliento se siente horrible –le empujó la cara con una mano.
-¡waaaaah!... ¡yah, eso dolió!
Changmin rio levemente, por donde viera a su amigo era divertido. Después se acordó de la razón de su depresión y con un gruñido se llevó las manos al rostro, dirigiéndolas después a su cabello. Suspiró. Volvió a gruñir y se revolvió el cabello con desesperación.
-¿Y a ti qué te pasa?, ¿ya te volviste loco? Sabía que pasaría, pero no tan pronto.  
Suspiró –Tampoco yo  –dijo más para sí.
Yoon lo miró confundido, lo normal es que recibiera un contraataque de Min, en cambio su amigo parecía estar de acuerdo con él, y la situación dejó de ser divertida.
-Yoon… -habló tímido – ¿alguna vez has sufrido por alguien?
El aludido compuso un gesto pícaro -¿te refieres a una chica?
-Bueno… sí. – Reordenó su idea – ¿alguna vez te ha gustado una chica que no está interesada en ti?
Las mejillas coloradas de Min ensancharon la sonrisa de su amigo –Estás enamorado.
-¡Yo no dije eso! –Las repentinas palabras de Yoon  lo asustaron. Odiaba que exagerara todo y no metiera mas que dudas en su cabeza.
-Dime quién es – Estaba pasando un buen rato -¿no es la maestra de música, verdad? Hermano, escuché que es la novia de sargento Yunho, y con lo que le pertenece a sargento Yunho mejor no te metas. –agitaba un dedo acusatorio frente a él.
-Agh, ya cállate –irritado empujó el dedo del otro –quién está hablando de ella. No hay nada que me atraiga de ella ¡nada!
-¿De Han?, estás bromeando ¿no? Es una diosa. Un ángel llegado del paraíso para traer belleza divina a esta humilde escuela.
Changmin mostraba un inconsciente gesto de desagrado al oír a su amigo hablar maravillas de aquella mujer mientras parecía estar en un viaje de ensoñación.
-Decídete, una diosa o un ángel.
-No importa qué, algo divino, lo que más te guste –Changmin rodó los ojos –No es de extrañarse que eligiera a sargento Yunho como su novio –Y Changmin volvió a desear lanzar al hablador por la ventana, sólo eran tres pisos, no lo mataría la caída. -¿No es genial? Un ángel y un demonio –hablaba ilusionado –como el amor de Romeo y Julieta.
¿En qué se parecía a Romeo y Julieta?, pensó Min. Suspiró de alivio al ver entrar a su maestro de turno, ya no tendría que escuchar más estupideces, maldijo la hora en que se le ocurrió abrirse ante su amigo.
***
El silbato de Yunho se hizo oír en la cancha de soccer. Los que apoyaban al equipo ganador soltaron vítores de emoción. Yunho sonrió, sus alumnos se tomaban muy enserio los partidos aunque fueran únicamente de práctica.
-¡Buen trabajo! En la próxima clase volverán a jugar, los equipos seguirán iguales. Quiero que investiguen las reglas del soccer, no me hagan amonestarlos de nuevo.
“¡¡¡Sí, PROFESOR!!!” dijeron al unísono.
-Bien, regresen a sus aulas, si veo a uno de ustedes afuera me harán cincuenta lagartijas.
-Profesor Jung –Se acercaron un par de alumnos -¿Cuándo se hará la visita a Naji?
-¿Qué es eso de la visita a Naji? -Preguntó sin poner demasiada atención, mientras recibía los balones y material utilizado en clase que le entregaban los jóvenes.
-La que se hace cada fin de trimestre. Esta vez debería tocarle a nuestro grado.
-Se los haré saber cuando sepa de qué me están hablando, vayan a sus salones –observó su reloj –ya va a comenzar su próxima clase.
Los alumnos obedecieron. Ya hablaría más tarde con alguien que lo sacara de la ignorancia.


***
-La institución se hace cargo de cada cierto tiempo llevar a sus alumnos a reforestación. Son tres días y dos noches donde se acampa y se siembran árboles, se riegan y ayudan en lo necesario ¿me explico? –Le informaba Han en el comedor de la escuela.
-Eso creo… -Respondió procesando la información –ahora explícame, ¿por qué dos alumnos me preguntan eso a mí?
Han alzó los hombros mientras se llevaba un bocado de ensalada a la boca, después de pasarlo contestó –porque eres profesor de deportes.
Alzó las cejas en muda pregunta.
-Te corresponde hacer el viaje, ponte de acuerdo con los otros profesores. Es divertido, fui una vez.
-¿Eras profesora de deportes? –Se burló.
-¿Crees que no podría serlo?
-Lo que me extraña es que estuvieras dentro de un área que no te pertenece –bromeó, entrecerrando los ojos, lo que causó la risa de Han.
-¿De qué me acusas?
-¿Ibas con algún novio?
Han rio divertida y mirándolo con coquetería apoyó sus codos en la mesa y recargó su barbilla en los nudillos de sus manos entrelazadas –No, pero esta vez podría ir con mayor razón.
Yunho, lejos de caer ante la provocación, rio con gracia, provocando un gesto fingido de indignación.
-¿Te ríes de mí?
Negó con la cabeza y las manos, la risa se volvió más sutil.
-Te burlas de mis intentos de sensualidad, eso no se hace. –Sonrió contagiada por la risa del otro, a la vez que tomaba un nuevo bocado.
-No, no. Eres muy sensual –dijo condescendiente.
-Pero enserio, porque si te estás burlando de mí no te voy a pagar la apuesta.
-¿Qué apuesta?  
-¿Cómo cuál? -Lo miró fijo, daba por hecho que ese gesto le traería la respuesta a su novio.
Yunho recordó lo del festival. Si su equipo le hacía perder el primer lugar en el concurso, él pagaría una comida para Han, y viceversa. Entonces él había ganado, eso significaba que Changmin había perdido.
-¡Ey!, ¡Yunho! –Un chasqueo de dedos de parte de su acompañante lo sacó de sus cavilaciones. -¿Quieres que vayamos después del trabajo?
Yunho no tenía ganas de salir, pero Han parecía emocionada. Una buena comida antes de volver a casa no le caería mal, lo mejor es que él elegiría el sitio.
***
-Y entonces me dijo: no te conozco ¿quién eres?
-¿Qué?, ¿la Sung Tae del salón?
Yoon alzó los brazos dándole la razón a Changmin sobre su sorpresa.
-Pero ha estado dos años con nosotros. –expresó Min.
-¡Está loca!
-O de plano hizo un jon-rón contigo –hizo el movimiento de un fuerte bateo ilusorio para después fingir que veía la pelota volar muy lejos.
-Sí, muchas gracias. Pero vas a ver, mañana me voy a plantar frente a ella y le diré: “¡mucho gusto soy Choi Yoon, llevo aquí dos años!” Enfrente de todo el salón, que todos se enteren.
-Uuuh, chico rudo –bufó.
-Así es, “¿no me conoces, no me conoces? ¡Pues me vas a conocer!”
-Choi Yoon ¿no?
Los dos jóvenes detuvieron su camino al pasar la entrada principal de la escuela y toparse con Jung Yunho recargado en la pared.
-Te conozco. No eres bueno en velocidad pero sí en salto, deberías sacar provecho de eso. –Sonrió y después miró a su acompañante, quien después de salir de la estupefacción desvió la mirada.
Ninguno de los dos pudo evitar la incomodidad en el estómago. Changmin estrujaba sus manos que por alguna razón habían comenzado a sudar. Yunho deseaba que el más joven lo mirara, aunque eso significara que algo dentro de él terminara detonándose.
-Sargento Yunho – pronunció Yoon, corrigiéndose al instante al procesar lo dicho -¡Profesor Jung! –hizo una inclinación exagerada ante la figura adulta.
Yunho y Changmin lo miraron extrañados. Yoon se notaba avergonzado, seguramente creería que sería reprendido por el mayor. Pero Yunho sonrió incómodo.
Changmin recordó que él no había hecho el gesto de respeto y se inclinó ante su profesor de manera discreta. Yunho se enterneció ante el gesto e hizo lo mismo, su mirada había cambiado a una suave.
-¿Cómo estuvo su día? –La pregunta era para los dos, pero era difícil alejar su mirada de Min, quien  a su vez le lanzó una mirada a Yoon para darle acceso a una respuesta.
-¡Bien! –Contestó el otro. A Yunho le hizo gracia, cada expresión de Yoon parecía tiesa, dura. Sus respuestas eran cortas y frases ya hechas.
-Qué bien –atrapó una mirada de Min, esto le hizo bajar la cabeza al más joven y sentirse nervioso. –Y… ¿están listos para la visita a Niji? Según entendí le toca a su grado.
-¡Ah!, ¿a usted le tocará llevarnos?
Asintió enérgico con la cabeza componiendo una sonrisa amable -¿van a ir?
-Yo sí, desde que me contaron que en el segundo grado te llevaban a Niji he tenido muchas ganas de ir. Dicen que es muy divertido, acampas y se hacen fogatas y se canta y así.
Yunho rio ante la repentina emoción de Yoon –Eso también me dijeron a mí… y tú, Changmin… -Por primera vez los ojos de Min y de Yunho se encontraron de manera deliberada -¿Vas a ir? –la mirada y la voz del mayor se suavizaron, Changmin creyó notarlo y bajó la vista rápidamente.
Carraspeó y a continuación soltó un “sí” que hizo sonreír a Yunho.
-Bien, ustedes tendrán que decirme qué es lo que se hace en este viaje porque no tengo ni idea.
Yoon notó que Yunho insistía en querer hacer hablar a Changmin, quien por alguna razón estaba sumamente callado y parecía fascinado en observar a alguna hormiga que caminara por el concreto.
Yoon miraba a Changmin y a Yunho y ante la nula comunicación por medio del más joven, Yoon habló.
-Changmin está sufriendo mal de amores.
Los ojos de Changmin se abrieron sorprendido por lo que acababa de escuchar, Yoon no había dicho lo que él creyó haber escuchado ¿verdad? La frase parecía volver a repetirse con insistencia en su cabeza. Observó a su amigo al lado de él, y la sola mirada asesina hizo a Yoon retroceder por impulso, sus piernas se preparaban para girar y salir corriendo mientras el rostro de Changmin se  deformaba en un gesto de ira. Todo parecía suceder en cámara lenta.
-¡¡Cállate!! –Gritó Min, y Yoon se encogió llevándose los brazos a la cabeza. Changmin de pronto miró expectante a Yunho. En un vano deseo, esperaba que no hubiera oído nada y que tampoco hubiera presenciado su ataque de ira. Tal vez si de pronto algo hubiera llamado su atención o por algún milagro ellos hubieran desaparecido y ahora se encontraban perdidos en una dimensión cualquiera donde Yunho no lo estuviera viendo así, como en esos momentos: desconcertado.
Min abrió la boca intentando formar una frase entendible pero antes de lograr algo, la voz de Han interfirió en el sitio.
-Perdón, no pude terminar temprano.
Yunho había olvidado la razón por la que se encontraba ahí. No fue hasta que ella llegó que la recordó. Changmin de pronto se mostraba incómodo y eso a su vez incomodó a Yunho. Supuso que la razón era la presencia a Han.
-Oh, veo que estás acompañado, menos mal, así no me extrañas. –Sonrió la joven profesora –Changmin, esperaba verte hoy, ¿estuviste ocupado?
El suspiro de molestia no pasó inadvertido para Yunho –Estaré muy ocupado toda la semana, no creo poder verla mas que en clase.
-Mmmm… ya nos las ingeniaremos –le guiñó un ojo.
Yunho no perdía de vista los gestos de Min. Le extrañaba que Han no notara el aparente desagrado que mostraba su alumno.
-¡Bien!, ¿nos vamos? –Sonrió a Yunho y esta vez fue él quien se sintió incómodo, pero asintió.
Se despidió de sus alumnos y deseó que Yoon y Han desaparecieran para quedarse a solas con Min. Preguntarle por qué estaba tan inquieto; qué le molestaba; por qué lo miraba de esa manera, ¿había algo que quería expresarle?; ¿era cierto que tenía mal de amores?, ¿por quién sufría? Sintió que algo se retorcía en su estómago, ¿le gustaba alguien? Nuevamente esos deseos egoístas de posesionarse de Min, se había dicho que debía eliminarlos… no tenía derecho de querer a Changmin para él cuando por culpa de una caricia de éste se abandonó a los brazos de Han. Por miedo o por lo que sea, si él se negaba a ser de Min, ¿por qué él sí pedía eso?
***
-¿Quieres terminar? –cuestionó ella, ahora sentada frente a él, en el restaurante que él había elegido.
Antes de pensar siquiera en pedirlo, ya lo había dicho “Terminemos”.
-Lo siento, no encontré otra manera de pedírtelo. Justo ahora no estoy interesado en tener una relación…
-¿Entonces creíste que lo mejor era soltármelo en la cara?
-Discúlpame, es cierto. De ninguna manera busco lastimarte…
-¿Ahora intentas arreglarlo?
Yunho se quedó callado, ya dos veces había sido interrumpido y el tono en la voz de Han no auguraba nada bueno. Fue en un impulso que decidió terminar la relación, de haber esperado el mejor momento probablemente no se habría animado nunca. Aunque no lo pensó, no se arrepentía, no era bueno para ella y por qué no aceptarlo, tampoco lo era para él. No quería una relación con Han, nunca la había deseado y había vuelto a su amiga una víctima de lo que él creía sería lo mejor.
-No te preocupes Yunho, se necesita más que esto para lastimarme… sabes qué, a la mierda todo, yo tampoco quiero un novio como tú, esta es la mejor decisión que has tomado.
Yunho no podía hacerse el desentendido, esto apestaba, el ambiente se había tornado incómodo y aunque Han jurara que lo mandaría todo a la mierda, Yunho sabía que la había herido, al menos en el orgullo. -Tal vez lo mejor sea irnos.
-¿De qué estás hablando?, hicimos una apuesta, nadie se va hasta que esté pagada. –volvió la mirada al menú.
Él no supo qué hacer por lo que decidió perderse también en la carta hasta que escuchó cómo el menú contrario era cerrado con fuerza.
-Ordena, después me pasas la factura. –Han se puso de pie y salió del local.
Suspiró, qué se hacía en esos momentos; sería egoísta ir tras ella, pedirle perdón, fingir que fue un error y volver al problema del que acababa de salir únicamente para no hacerla sentir mal. Se talló el rostro con las palmas de las manos y suspiró. Debió pensar y practicar una manera más amable de terminar, un “no eres tú, soy yo” lo habría metido en más problemas, ella era lista como para caer en estupideces… Decirle la verdadera razón habría sido aun peor, Han no debía enterarse nunca de que la causa llevaba un nombre: Changmin.
***
-¡¡Ah!!, por poco le ganan a Hyun Joong. Míralo, ahora sonríe como si fuera un campeón, contra ese grupo yo también habría ganado –Yoon y Min esperaban su turno de correr. El primero miró a su amigo sentado a un lado de él, había estado muy callado desde que inició la clase de deportes. -¿Qué tienes? –notó que al dirigirse a él, Min había apartado la mirada de su profesor.
-¡Hyun Joong no has superado tu marca, ¿crees que vienes a jugar?, y esto va para todos: en la próxima sesión, los que no superen su marca tendrán entrenamiento especial al terminar las clases! ¡Así que vayan avisando a sus madres que no los esperen despiertas!
-¡Wahhh!, ¡qué miedo!, hoy Sargento Yunho parece querer asesinarnos. ¿Y si así como no queriendo la cosa, nos escondemos en el baño? –bromeaba Yoon sin escuchar respuesta de su amigo.
-¡Siguiente grupo, en la línea de salida!, ¡rápido!
-Nos toca – Changmin se puso de pie rápidamente y Yoon lo siguió con la mirada, para posteriormente ponerse de pie y correr a la línea de salida.
-¡Los que ya corrieron, no se dispersen, volverán a hacerlo y esta vez quiero verlos esforzarse! ¡Bien, aquí vamos, “en sus marcas…”!
Changmin se frotó las manos y decidido colocó una rodilla en el piso inclinándose hacia delante, con los dedos sujetándose del asfalto y la cabeza gacha.
-“¡listos…!”
La pierna, cuya rodilla reposaba en el piso, se estiró; el rostro de Changmin se alzó frente a la pista, se reflejaba el fervor en sus ojos.
-¡”Fuera”!
El silbato marcó la salida. Y sin tiempo que perder, Changmin arrancó lo más rápido que pudo, dejando a sus compañeros rezagados por unos momentos, hasta que la energía comenzó a disiparse y la meta se mostraba aún a una vuelta de distancia.
-¡¡Yoon corre más rápido, te estás quedando muy atrás!!
El escuchar la voz de Yunho, aun cuando sus palabras no eran para él, lo hizo forzar sus pasos. Faltaba mucho, uno de sus compañeros ya lo había rebasado y otro más amenazaba con lo mismo. Escuchaba a lo lejos las voces de sus compañeros animando a su favorito, incluso pudo escuchar su nombre de voces distintas, pero no estaba la de su profesor. Si alcanzaba el primer lugar seguramente podría oírla, todo el tiempo decía que él no se esforzaba pero ahora quería llamar su atención de manera positiva, se enorgullecería de él y sería su favorito por encima de Hyun Jong. “Quiero escucharlo; quiero que me mire; lo haré sentir orgulloso de mí”. Sus piernas se movían tan rápido como le era posible, temía tropezar y hacer el ridículo frente a él como ya tantas veces lo había hecho. Se le complicaba respirar, una de sus piernas amenazaba con acalambrarse, pero la meta se acercaba cada vez más. Un esfuerzo más, casi llegaba; por desgracia al compañero que lo había rebasado ahora era imposible alcanzarlo, pero un segundo lugar no estaría mal, si tan sólo sus piernas pudieran moverse más rápido, ¡no, su compañero lo estaba pasando!, debía esforzarse más, más, más; apretó los ojos haciendo un esfuerzo extra y a cinco pasos de la meta ya había un segundo lugar, no había podido defenderlo. Pasando la meta se dejó caer de rodillas en el pasto sosteniéndose con sus brazos, segundos después escuchó el silbato de Yunho dando por terminada la carrera al pasar el último.
-¡Aún quedan veinte minutos, quiero a esta mitad del grupo en la línea de salida, ya descansaron suficiente!
No escuchó su nombre de la voz de Yunho, terminó la carrera y no destacó ante sus ojos. Ahora sentía que se le iba la vida, nunca se había esforzado tanto, el aire no parecía llenar sus pulmones, la garganta le dolía al pasar aire por su boca; cerca de las costillas le dolía y su pierna izquierda también. Se dejó caer de costado mientras se sobaba la pierna para eliminar el calambre que ahora estaba sintiendo.
Yoon se acercó gateando -¡Carajo!, creo que voy a morir. –jadeaba a la vez que se dejaba caer de espaldas junto a Min.
-¡SeungHye!, ¿eso es todo lo tienes?, ¡más rápido! –Gritaba Yunho aparentemente ajeno a lo que le sucedía a Changmin.
***
Ese día, la profesora de Historia le reclamó a Yunho por cansar a tal extremo a su grupo, pues su clase seguía a la de él. Los chicos no aprovecharon el aprendizaje debido a que la mitad del salón se quedó dormido y la otra mitad trataba de quedarse despierta. Lo único que se llegaba a escuchar, además de alguno que otro ronquido, eran las quejas de dolor de algunos de ellos.
***   
A la mañana siguiente, Changmin apenas podía mover las piernas, sentía el infierno en cada músculo del cuerpo. Su papá tuvo que llevarlo hasta el colegio donde le hizo gracia ver al resto de sus compañeros en la misma situación.
-Sargento Yunho es una bestia, –como de costumbre, se quejaba Yoon. –qué culpa tenemos nosotros de que Han no le cumpla.
Changmin le dirigió una mirada molesta por tal comentario, pero prefirió seguir quejándose del dolor a pelear con Yoon.
-¿Crees que profesor Jung estuviera enojado por algo? –pregunto Changmin más para él que para alguien más.
-Mmm… no, yo creo que es el mismísimo diablo. Eso o está loco, enserio, está loco.
-No bromeo, desde que llegó estaba raro…
Yoon alzó los hombros –Tal vez Han lo terminó…
-¿Tú crees? –Sin proponérselo su gesto se mostró esperanzado.
Yoon notó el gesto de su amigo - ¡Claro que no!, seamos realistas, ellos son el uno para el otro, y tú no podrás separarlos.
Se puso completamente rojo -¡¿Quién dijo que quería eso?! – Yoon no había podido darse cuenta de nada ¿verdad?
-Lo sé todo.
Changmin se llenó de temor, ¿había sido tan obvio?, ¿en qué momento lo había notado, quién más lo habría hecho?
-Pero Han no es la indicada para ti. No quiero que te lastimes, hermano; mira, hay muchas chicas lindas y de tu edad. Busca alguien que esté a tu alcance.
-No me gusta Han, ya te lo dije.
Yoon le dirigió una sonrisa empática –Como sea… conserva el consejo, ok?
Min no dijo nada, podía sentir el deseo de su amigo a ayudar, por primera vez se notaba seriedad en sus palabras. Tal vez Yoon se había equivocado, pero tristemente, esas palabras le cayeron como balde de agua fría, cada una de ellas podía aplicarse a Yunho también.


***
El director le había llamado la atención a Yunho, algunos padres se quejaron por el exhaustivo ejercicio que les había impuesto a sus alumnos el día anterior. El director debía creer que alzarle la voz frente a los demás profesores era la manera correcta de hacerlo entender. El día no iba nada bien. Han ya no le dirigía la palabra, mucho menos alguna mirada; lo peor del caso es que era la única con la que sentía que podía comunicarse. Encendió su celular, el único contacto registrado: Han. Por mucho que quisiera negarlo, era la única persona con la que podía contar, ahora se sentía más perdido que antes.
-Profesor Jung…
***
Changmin vio a Yunho, por el lugar en que lo encontró era evidente que quería estar solo. Llevaba como veinte minutos buscándolo, pero ahora se le complicaba acercarse.  Nunca esperó encontrarlo detrás de los salones apartados del edificio, entre un grupo de árboles con troncos inclinados, y ramas trenzadas entre sí. Ahí estaba él, de espaldas a Min,  semi-sentado en uno de los troncos posicionados horizontalmente, usándolo más como recargadera que como asiento, con los brazos posados en el tronco a sus espaldas.  Apretó fuertemente los puños y decidido caminó con pasos largos hacia él, pero un suspiro de Yunho y su rostro hacia el cielo, le hizo dar la vuelta y volver tras sus pasos. De espaldas a él se quejaba interiormente como un niño, “¿por qué es tan difícil?”. Su corazón palpitaba muy fuerte, entrelazó los dedos de una mano con los de la otra intentando calmar el temblor. Respiró varias veces y se acercó con sigilo. Podía verlo nuevamente, ahora  con la cabeza gacha y los ojos cerrados. Gran parte de su ser quiso huir pero aprovechó un segundo de valentía para hablar: -Profesor Jung…
Yunho giró levemente el rostro en su dirección, Min sólo alcanzaba a notar que sus ojos estaban ahora abiertos -Changminnie –éste se sonrojó al escuchar aquella adaptación a su nombre de voz del mayor, no pudo evitar sonreír. -¿Cómo estás, adolorido? – dijo con seriedad.
-Ah… es-estoy bien, no duele tanto –rio nervioso. -Sobre el viaje… -se acercó más a la visión de su maestro, pero de inmediato Yunho giró su rostro al lado contrario y en un movimiento se llevó un par de dedos a los ojos, como limpiándose algo de ellos. El más joven se detuvo, le inquietaba creer que Yunho estuviera pasando por un mal momento. – ¿ya hay fecha de salida?
-Mh… aún no es seguro, pero se calcula para finales de mes.
Changmin estiraba el cuello para descubrir el rostro de Yunho sin moverse de su lugar. – ¿La profesora Han vendrá con nosotros?
-¿Por qué me preguntas eso? –preguntó intrigado, mirándolo a la cara. Changmin se intimidó por un momento, bajando la vista. Esto hizo enternecer a Jung.
-Es que… -carraspeó –es muy insistente con lo del canto, me pondrá a trabajar –bajaba la voz cada vez un poco más. Se había inventado la excusa a su pregunta y la sentía ridícula, pero al levantar la mirada se encontró con la suave sonrisa de Yunho.
-Es cierto, soy testigo de eso. Sería mala idea invitarla, entonces.
Changmin correspondió a la sonrisa de su maestro, pero aún había algo que le inquietaba, Yunho se notaba raro, el más joven lo asoció con un sentimiento de tristeza.
Se rascó el cuello y suspicaz se acercó un poco al otro quedando de frente, miraba hacia arriba, hacia un lado, hacia el otro; y Yunho no perdía de vista ni un solo gesto ni movimiento, sonriendo inconscientemente ante el nulo disimulo del contrario. -¿Quieres decirme algo Changminnie?
-¿Hay algo que le preocupa, profesor? –soltó en un momento de valentía.
-¿Eh? –su sonrisa se borró. Estaba sorprendido de escucharlo. Podía notar lo nervioso que se encontraba, podía jurar que sus piernas desesperaban por correr tan rápido como les fuera posible, pero aun así Changmin estaba de pie frente a él, con la mirada en el piso, pero bien plantado.
Lo miró a los ojos -¿hay algo que le preocupa?, por eso está aquí, ¿verdad? –le costaba sostener la mirada, esa era la razón por la que la bajara cada tanto. Para su sorpresa fue el mayor quien se viró a otro lado.
-¿No… deberías  estar en clase?
-¿Qué es…?
-¿Eh? – levantó las cejas en pregunta.
-¿Qué le duele? –se mordió el labio, estaba temeroso de que Yunho lo reprendiera por su insolencia; pero le preocupaba el estado del otro. Sus cejas se curvaron lastimosamente al descubrir cómo los ojos de Yunho se humedecían.
Yunho sonrió avergonzado limpiándose rápidamente los ojos con el dorso de la mano. La última persona que hubiera querido que se diera cuenta de las emociones que le embargaban era él. Recordó cuando le preguntó sobre su relación con Han, Changmin sabía cómo ser insistente.
-Estoy bien Min, no pasa nada.
-¿Es por su novia?
Yunho cerró los ojos fuertemente ante la pregunta de su alumno. En parte era por Han; en parte porque no terminaba de entender su existencia; y en mayor parte por las emociones que Changmin despertaba en él, porque sabía que la presencia del más joven no era una casualidad en su vida; seguía “recordando” una vida con él y no había nadie que le explicara lo que sucedía. ¿A quién podía contárselo? No había nadie que pudiera escucharlo y entenderlo, él tampoco podía.
Negó con la cabeza y sonrió incómodo –Ya no tengo novia.
Changmin abrió los ojos sorprendido, al momento bajó la cara pues no podía evitar la sonrisa que bailaba en su rostro.
-Pero eso no me afecta… -al observar al otro, inclinó su cabeza, Changmin parecía intentar a toda costa esconder su sonrisa, ahora se cubría la boca con su puño y se viraba hacia el lado contrario de la mirada de Yunho.
Ahora sí sonrió enserio, Changmin era muy dulce; le emocionaba su inocencia y aún más le emocionaba pensar que escondía su alegría por la confesión que acababa de hacerle. Se sentía  como un adolescente enamorado.
-Regresa a tu clase o te castigarán. Si repruebas alguna materia tendrás una sesión de ejercitación intensa conmigo.
-Eso se escuchó raro- Changmin se sonrojó ante el doble significado de sus palabras.
Yunho se sonrojó también al entender que pudo ser malinterpretado –Yah!, ¿qué clase de pensamientos sucios surcan esa cabecita?
Changmin rio agitando su cuerpo y contagiando al profesor. Cuantas ganas tenían de tocarse sin ser conscientes de la necesidad del otro. Yunho debía seguir en su papel de maestro antes de perder contra sus emociones.
-¿Por qué sigues aquí?, a su clase, jovencito. –sin embargo no eliminó su sonrisa.
-Ya me voy –se alejó unos cuantos pasos. Yunho dejó salir un suspiro. –Profesor… una vez usted me vio llorar… -sus miradas se cruzaron nuevamente, Changmin pudo notar la confusión en Yunho –está bien si también necesita hacerlo, yo no se lo contaré a nadie. Déjeme ser yo esta vez quien lo consuele.
Yunho tomó aire profundamente sintiéndose conmovido. Cuando lo perdió de vista al marcharse después de brindarle una tierna sonrisa, Yunho se llevó las manos al pecho, una encima de la otra. Eso que sentía debía ser algo muy cercano al amor, porque no concebía una emoción más fuerte que la que le hacía sentir aquel niño de hermosos ojos.


***
Yoon no podía evitar sentirse confundido, el humor de Changmin había cambiado repentinamente. Hacía días que se le veía apagado, sólo bastó una rápida ausencia del salón para volver tan sonriente que no le extrañaría se pusiera a cantar en plena clase.
Changmin sintió una bolita de papel rebotar contra su nuca, se viró ligeramente notando el signo de interrogación estampado en la cara de su amigo. Como única respuesta negó con la cabeza para que dejara de prestarle importancia.
Cuidándose de no ser descubierto por su profesor, Yoon se acercó cuanto pudo al oído de Min – ¿Qué pasó? –obteniendo nuevamente una negación. –Te pasó algo ¿verdad?, ¿qué pasó?
-Nada –susurró Changmin empujando la cabeza de Yoon hacia atrás.
Pocos segundos pasaron antes de que Yoon lo intentara de nuevo -¿Viste a tu “novia”?  
-No.
-¿Qué pasó entonces?
Volvió a negar con la cabeza, pero un piquete en las costillas lo hizo saltar de la silla llamando así la atención del profesor.
Señor Shim, señor ___ ¿les parece aburrida mi clase?
-¡No, para nada! –contestaron al unísono.
-¿Qué fue lo último que dije señor__?
-Ah… -miró a todos a su alrededor, tenía fijas las miradas de sus compañeros, Hyun Jong se veía divertido -¿que la sangre… circula por las venas? –intentó adivinar, y es que Yoon no había estado prestando atención en toda la clase. Y supo que no tenía escapatoria al notar el gesto del profesor.
Changmin dejó caer su cabeza en la palma de su mano.
-Tal vez les gustaría visitar al director, seguro que ahí encuentran algo que sí les interese.
***
-Lo dudo mucho –Mencionó Yoon con las manos entrelazadas detrás de la cabeza y de camino a la dirección.
-¿Y yo por qué?, eras el único que estaba haciendo escándalo –se quejaba.
-Y yo que sé, el “prof” amaneció de malas, supongo, ¿viste?, ni siquiera nos dio el beneficio de la duda. –dio una rápida mirada a Min, quien caminaba a su lado, carraspeó al toparse con la mirada asesina de su amigo.
-¿Enserio?... ¡¿la sangre circula por la venas?! ¿No se te ocurrió algo mejor?
-¡¿Por qué tú no me salvaste?!
-¡Porque tú solo te pusiste la soga al cuello!
-¡Mejor di que tampoco habrías podido contestarle!
-¡Pues no, pero fue tu culpa por no dejarme poner atención!
-¡Querrás decir que fue porque acababas de volver de quien sabe dónde, y además te tardaste mucho, si yo fuera el profesor ni siquiera te habría dejado entrar!
-¡Pero me dejó entrar porque no había hecho nada malo!
-¡¿Ah sí?!
-¡Sí!
-¡¿A ver, con quién estabas que te tardaste tanto?!
Al llegar la imagen de Yunho a su cabeza, Changmin se sonrojó y bajó la mirada no pudiendo evitar una sonrisa tonta.
-¡Yah!, ¡¿qué significa eso?! ¡¿Te viste con una chica, verdad?!
-Claro que no –contestaba tímido.
-¡Dime quién es!, ¡sabes que no puedes tener novia si yo no tengo una antes!
-Yah, no grites.
-¡¿Que no grite?!, este chico, ¡aishh, tú fuiste el primero en comenzar a gritar!
-Pero ya no lo hago, tú tampoco lo hagas –reclamaba de manera infantil.
-Ok… pero tienes que contarme sobre ella.
-Ya te dije que no estoy así por una chica.
-¿Entonces qué?, te dio felicidad volver a entrar al salón ¿no?
-¡Mh!, sí, fue eso. Si no volvía pronto el profesor me mandaría a dirección, pero gracias a ti de nada me sirvió.
-No, no, no, no me cambies el tema, que de volver a ver profesores nadie se pone feliz.
Changmin volvió a agachar la cabeza al sentirse sonrojado.
-¿Y ahora qué, te sonrojaste?... ¿estás pasando por una especie de menopausia o algo así?
-¡Ya, deja de decir tonterías!... ya llegamos.
Frente a ellos estaba la puerta de entrada al aula de maestros, debían caminar hasta el fondo para encontrarse con la temible puerta hacia la dirección. Compartieron una mirada y pasando saliva asintieron al mismo tiempo.
Changmin  giró la perilla y la mirada de algunos profesores se posaron en ellos de inmediato. Temía mirar hacia el lugar de Yunho, ya era demasiado penosa la situación como para preocuparse por que él estuviera presente.
Llamaron a la puerta, del otro lado se escuchó “un momento”. La esperanza de que el director se encontrara fuera de la escuela había sido destrozada, el sólo escuchar su voz los hizo tragar saliva. Changmin como no queriendo echaba un vistazo por la sala sin detenerse a observar demasiado. “Adelante” escucharon y sin perder más tiempo ingresaron.
Lo primero que vieron fue al director sentado del otro lado del escritorio escribiendo en su computadora. Inmediatamente después repararon en la presencia de Yunho sentado en un sillón pegado al muro derecho, con una pierna cruzada sobre la otra y unos papeles en las manos. El profesor alzó la vista y cruzó mirada con Changmin, los dos se notaron sorprendidos.
-¿Y?, ¿qué sucede? –preguntó el director. Apenas les dirigió un vistazo, volvió a su computadora.
-El profesor Park nos mandó –Habló Yoon.
-¿Qué hicieron?
-No hicimos nada –contestó Changmin, cruzando mirada con el director.
-¿Entonces?
-Bueno es que… Changmin y yo estábamos… compartiendo algunos comentarios… - Decía de manera cuidadosa alternando miradas entre Changmin y el director.
-Según él estábamos haciendo desorden en su clase –Yoon miró a Changmin, no esperaba respuestas tan arrogantes hacia el director.
-¿Estás llamando mentiroso a tu profesor?
Changmin alzó los hombros de manera insolente, ni siquiera él sabía por qué se comportaba de esa manera, pero estaba seguro que de no estar ahí Yunho su comportamiento sería distinto. Ya no quería quedar más en ridículo frente a su maestro de deportes, debía mostrarse fuerte, aunque a ese paso se buscara que llamaran a su madre.
-Ustedes dos parecen causar muchos problemas – Yoon tragó saliva y Min no pudo evitar mirar de reojo a Yunho, quien tenía toda la atención puesta en la conversación. –Aish – Hizo un gesto de molestia a la vez que se sobaba el cuello –no tengo tiempo para tratar con niñerías…
-Si no le molesta director, yo podría hacerme cargo de ellos –intercedió Yunho –Con mucho gusto les enseñaré a comportarse.
Mientras Yoon rogaba mentalmente que el director se negara a tal ofrecimiento, Yunho se puso de pie presionando al mayor a  aceptar.
-Vamos chicos –abrió la puerta. Ante una señal del hombre detrás del escritorio, los dos jóvenes siguieron a Yunho.
Una vez frente a su escritorio, los invitó a tomar asiento –entonces –hizo lo propio frente a ellos –cuéntenme ¿qué pasó?
-El señor Park amaneció de malas –se excusó Min, dibujando una sonrisa en el rostro de Yunho.
-¿Qué dices tú Yoon?
El nombrado se puso nervioso –Ah… bueno… lo que pasa es que… ¡Changmin llegó tarde a la clase!...
-Pero eso no tiene nada que ver, el profesor ya me había dejado entrar.
-Sí, pero también por eso se enojó ¿no?
-¿De qué estás hablando?, no estaba enojado.
-No, pero eso fue lo primero que pasó, después nos descubrió hablando y terminó por enojarse… -Changmin rodó los ojos al escuchar a su amigo -porque ya te había pasado una.
-Nos sacó porque tú no contestaste bien su pregunta, ni siquiera sabías de qué estaban hablando.
-Eso fue porque tú llegaste todo feliz bailando y saltando, -hizo graciosos ademanes -y me desconcentraste… -No pudo continuar porque Changmin le cubrió la boca.
Yunho los escuchaba con gesto suave, desde que había hablado con Changmin no podía evitar la luz que irradiaba su mirada. Se sentía feliz y su sonrisa lo delataba. Inclinó ligeramente la cabeza al presenciar la acción de Min.
-El profesor Park se enojó porque Yoon me picó las costillas y me hizo saltar, después se dio cuenta que él no había puesto atención en toda la clase y nos sacó. –Terminó dirigiéndole una mirada de advertencia a su compañero.
-Bueno, mañana les toca deportes, aprovecharemos que traerán tenis para cumplir su castigo en la cancha de básquet bol, los veré ahí al terminar las clases. –Ante la inmovilidad de sus alumnos continuó – Ya, se pueden ir.
Yoon con pesadez, Changmin con inquietud, se pusieron de pie y después de una inclinación salieron del aula de maestros.
-¿Mañana nos ejercitaremos dos veces? Sargento Yunho no es tan malo ¿verdad? –chilló el más temeroso.
***
-¡Yoon te faltan tres vueltas! –Yunho tocaba el silbato marcando el inicio de un nuevo lapso -¡Bota bien ese balón! ¡Ya sabes, si se te va tienes que ir por él!
Hacía ya una hora que habían iniciado su castigo, entre pruebas de velocidad y habilidad, los alumnos comenzaban a arrastrar los pies por el tremendo cansancio que los albergaba.
-¡Changmin, la última!
Apenas escucharon el silbato que marcaba el final, los dos jóvenes cayeron al piso, exhaustos.
-No están cansados ¿verdad? –mencionó Yunho de manera amistosa.
-Lo estamos –respondió Yoon con lo que le quedaba de energía.
Yunho sonrió, era gracioso ver a los dos jóvenes recostados en el piso, uno boca abajo, Min boca arriba, sudado y con la respiración agitada, mantenía sus ojos cerrados y su cabello se pegaba a su rostro. Se acuclilló junto a éste, sonrió dulcemente mientras no perdía detalle de su rostro. Min abrió los ojos y sus miradas se cruzaron sintiendo cada uno un flechazo interno.
-Sigues vivo –afirmó con voz suave.
-Eso… creo –murmuró y volvió a cerrar los ojos.
Sin poder evitarlo, las manos del profesor apartaron delicadamente los cabellos que se pegaban a la frente de Changmin –Lo hiciste bien.
Min volvió a abrir los ojos, cada vez era más complicado no perderse en la mirada del otro.
-¡Profesor Jung! –habló Yoon intentando ponerse de pie, lo que hizo a Yunho alejarse de Min. -¿Ya acabamos, nos podemos ir?
-¿Ya aprendieron la lección?
Yoon asintió enérgicamente causando la gracia de Yunho –Entonces ya pueden irse, tengan cuidado al volver a casa.
-Para mí aún no es suficiente –dijo Min atrayendo la atención de los otros dos. –Puedo quedarme un poco más.
-¿Estás loco?, sargento Yunho dijo que ya nos podemos ir –gritó confundido.
-Entonces ya vete –se volvió hacia su amigo, quien después de intentar analizar la situación decidió ponerse de pie y salir de la cancha después de despedirse. La puerta volvió a cerrarse, Yunho y Min se quedaron solos.
Yunho estaba un poco confundido, Changmin volvió a acomodarse boca arriba y cerrar los ojos, su respiración se regulaba poco a poco.
-¿Enserio necesitas más?
Asintió con la cabeza –no es suficiente –repitió –sólo deme… -alzó dos dedos al aire –dos… -levantó uno más –tres minutos para reponerme.
El profesor alzó una ceja. Le daría los minutos que le pidió pero no estaba seguro de ponerlo a ejercitar de nuevo, el exceso tampoco era bueno. Tomó asiento en la grada más cercana a la cancha y cruzando una pierna comenzó a escribir en su cuaderno de notas.
-¿Profesor?
-Dime.
-Su clase es muy cansada.
Yunho sonrió sin alejar la vista del cuaderno.
-Eso es porque últimamente te has esforzado mucho.
Changmin se sentó en dirección a Yunho.
-¿Pudo notarlo?, corrí con todas mis fuerzas.
-¿Hablas del día de las pruebas de velocidad? Pude notarlo –Lo miró –ignoraste mi indicación de iniciar lentamente, por eso llegaste en tercer lugar… debí haberte reñido por eso.
-Me esforcé mucho, quería llegar en primer lugar.
-Eso no era necesario, Changmin.
-Pero… Hyun Jonng siempre llega en primer lugar, y su atención siempre está en él. –A pesar de la vergüenza, Min se mantuvo firme –esta vez la quería para mí –Pudo notar la confusión en los ojos del mayor –pero… en ningún momento pronunció mi nombre.
¿Qué eran esas palabras?, ¿una especie de declaración? Yunho sonrió tímido y no pudiendo soportar la mirada directa de Min volvió a perderse en el cuaderno.
-Changmin, no seas tonto. No ha habido un momento en que no tengas mi atención.
El alumno bajó la mirada sonrojado, sus dedos jugaban unos con otros, nerviosos. Decidido se acercó hasta acuclillarse frente a su profesor. Se miraron sin decir nada, cada uno podía ver el nerviosismo en el otro, porque cada uno podía sentir indirectamente las emociones del otro.
La manos de ambos quemaban, sus cuerpos despedían descargas de necesidad hacia el otro, sentir entre sus dedos al menos un rose de la piel del contrario. Changmin, quien menos podía con el autocontrol tomó suavemente la tela del pantalón de Yunho entre sus dedos.
-Profesor –llamó con voz baja – ¿puedo… ir a su casa?
Yunho sintió un vuelco en el estómago, entre agradable y en alerta -¿qué?... no… -dijo poco convencido.
-¿Por qué?
-No sería una buena idea.
-¿Aún tiene al gatito que rescató el otro día?, ¿puedo visitarlo? –Sus manos se desplazaban discretamente hasta rosar una de las manos de Yunho.
El rose de Min provocaba que la piel de Yunho se sintiera cálida, su rose enviaba una sensación placentera a todo su cuerpo, pero debilitándolo al mismo tiempo.
-Prometo no molestar –Sus dedos alcanzaron los de Yunho y los de éste también se movieron acariciando los contrarios para en un movimiento sutil quedar entrelazados. -¿Puedo?
Yunho asintió como si se encontrara dentro de un embrujo, Changmin sonrió y su mirada se perdió en los labios de su maestro. –Yunho hyung –mencionó con voz profunda y una parte del subconsciente de Yunho pareció encajar una vez más.
“Yunho hyung”

Changmin había bebido en una reunión con la Kyuline, Yunho se había molestado con él, a veces se confiaba de la resistencia que tenía a la bebida y terminaba perdido. Esta había sido una de esas ocasiones, al día siguiente tenían práctica y por eso tuvo que ir por él. Debido al mal estado de Min, Yunho canceló las actividades del día siguiente, esos significaba más trabajo para el resto de la semana; eso sin contar que debía mandar a lavar el auto pues su copiloto no soportó el viaje.

Llegando a casa, Changmin se negó a irse a su habitación, sabía lo molesto que estaba Yunho y no le gustaba que las cosas quedaran inconclusas.

-Changmin, ya déjalo, hablamos mañana.
-¡No!, ven –le extendía la mano. Una vez tomada lo jaló hasta quedar sentado a su lado. -¿Me---perdonas?
Yunho suspiró –Te perdono, vete a dormir ahora.

Changmin se sintió tan aliviado que dejó caer su cabeza en el hombro de Yunho.

-Chanmin ah, yah. –movió su hombro recibiendo una queja de parte del otro.
-Déjame dormir… -canturreó sacando una sonrisa frustrada en Yunho.


Yunho suspiró resignado. Se removió logrando separar a Changmin de él, y se acomodó a lo largo del sillón, jalando hacia sí a Min, quien con una sonrisa terminó recostando su cabeza en el pecho de su líder. A Changmin le gustaban las caricias en el cabello, por lo que Yunho jugó suavemente con él, rosando en ocasiones sus orejas hasta que ambos quedaron perdidamente dormidos. 
-Yunho hyung.
El tacto de la mano de Changmin en su mejilla hizo a Yunho reaccionar. Se sorprendió al ver a través de sus ojos húmedos el gesto preocupado de su alumno. Tenía tan cerca al mismo Changmin de sus visiones, ahora podía saberlo, gran parte de su ser lo gritaba, estaba ahí por él, existía para él y lo seguiría así fuera a otro tiempo, a otra dimensión o a otra vida.
Las lágrimas cayeron y un gesto de dolor se dibujó en el rostro del más joven.
-Changmin –apenas dijo como en un suspiro y lo abrazó con firmeza  ante la sorpresa del otro. Sujetaba la nuca del alumno con una mano y con la otra rodeaba su espalda a la vez que ocultaba su rostro en el cuello del chico.
Min correspondió tímidamente el abrazo, oprimiendo la tela de la playera de Yunho entre sus manos. Su corazón palpitaba como nunca antes. Soltó un suspiro cuando delicadamente sus frentes se unieron, podía sentir la respiración del contrario contra su rostro enmarcado por las manos de Yunho. Sentía su rostro totalmente caliente. Cerró los ojos al sentir uno de los dedos pulgares de Yunho acariciar su labio inferior. Necesitaba sujetarse de algo y así, sus manos, húmedas, temblorosas, se sostuvieron de las de Yunho. Entreabrió la boca para poder sentir mejor la caricia.
Yunho no perdía detalle de los labios de Min, tan suaves al tacto, y tan cercanos. Su boca comenzaba a hormiguear, quería unirse con la contraria, era más que una necesidad. Inclinó la cabeza hacia la derecha mientras levantaba ligeramente el rostro de Min.
Por un momento la respiración del más joven pareció detenerse al comprender lo que estaba por suceder. Lo deseaba tanto, pero su nerviosismo fue tal que un movimiento inconsciente hizo que presionara la mano de Yunho trayendo con esto el raciocinio del mayor.
Abrió los ojos y se separó de Changmin. Había estado a punto de besarlo. Pudo sentir cómo el aire volvió al cuerpo del otro.
-Creo que… deberíamos irnos –sugirió Yunho sin poder mirar a Min, el segundo asintió observando al lado contrario. Los dos luchaban contra una vergüenza insoportable, sus rostros rojos en su totalidad eran ejemplo de esto. Yunho carraspeó –yo necesito guardar algunas cosas todavía, así que… -
-Bien, yo… me adelanto –Los dos asintieron con la cabeza. Changmin se puso de pie y después de hacer una inclinación hacia Yunho salió del lugar sin mirar atrás. Una vez solos, no tardaron en tocar su pecho intentando frenar aquel corazón que enloquecía por volar hacia el otro.

7 Comentarios:

  1. oh por dios espere tanto pero valio la pena
    Porfa no te demores en actualizar TTTTT-TTTTT

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  2. Anónimo6/20/2016

    amo este fic, ojala no tardes tanto en actualizar sobretodo porque se quedo tan emocionante >.<

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  3. Cielosss!!!! Ha pasado tanto tiempo es encerio, mucho y aun asi seguia esperando Gracias :)
    Me encanto los sentimientos de mis dos peques son tan fuertes que si uno se va el otro lo seguira espero que yunho no lo deje ir.
    Ojala subas pronto otro capitulo y un favor enorme no tardes tanto tiempo~ GRACIAS

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  4. :D ♥ Oh! que interesante quedó, espero la conti n.n Gracias por actualizar luego de tanto tiempo

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  5. Cuanto me alegra esta nueva actualización!

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  6. Continua la si ya este año quiero saber en qué acaba me gustó bonita y triste a la vez

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  7. ¡Yay! que bonitos comentarios, gracias a todas por tomarse el tiempo de leer y escribir. Gracias a sus comentarios les prometo que el próximo capítulo saldrá este mismo año jajaja... espero no tardarme. Me alegra que les haya gustado y que sigan esperando las actualizaciones.

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