Changmin miró fijamente con sus ojos color chocolate el interior de la nevera, por fin se había dado cuenta que en su departamento parecía que solo una persona vivía, comida para uno y no más. La expresión en su rostro enseñó confusión, pero se limitó a morderse los labios y acto seguido tomó lo necesario para preparar una rápida cena, aún tenía trabajo para terminar y el hambre fue el único impedimento que había en el silencioso piso para finalizar. Al ir caminando notó algo más, en la alfombra diviso su argolla de matrimonio, la miró extrañado porque ni siquiera se había fijado que llevaba días sin usarla. La levantó del piso y la colocó en su lugar, encajaba a la perfección, pero algo estaba mal, y lo sabía, aunque ya no podía decir hasta qué punto la relación con Yunho se había enfriado o quizá perdido.
—No sé dónde ésta o con quién—Suspiró largamente al mismo tiempo que dejó de preparar la cena, guardo todo y limpio, el apetito se le había ido. Únicamente bebió un vaso de agua para llenarse o fingir que lo había hecho, regreso a su estudio y miró su celular después de sentarse en su silla, marcaban las 2:00 a.m. y en el departamento solo estaba él —Tienes que terminar Changmin, mañana es un día importante—. Dejó el aparato en el escritorio y volvió a posar toda su atención en la pantalla de la computadora, ni siquiera se inmuto cuando la puerta se abrió y el hombre con el que llevaba años de relación le saludo. Yunho no lo beso ni abrazo, únicamente un “—Tuve un día muy cansado en el estudio, en unos días es la presentación”, la respuesta que recibió fue un seco “—Dúchate y duerme”. Ni siquiera una sonrisa de parte de ambos y como le pidiera el menor, el castaño se dirigió a la habitación y no supo más.
Yunho no se sorprendió por la respuesta que obtuvo del menor, tan solo asintió y cerró la puerta del estudio, entro a la habitación se quitó la ropa y tardó poco más de media hora en el baño, estaba agotado de las practicas, pero no podía borrar la sonrisa de sus labios cada vez que recordaba los pasos de baile, sus alumnos y compañeros reproduciéndolos, la presentación sería perfecta. Al salir de la ducha notó que su celular tenía un par de llamadas perdidas y unos mensajes — ¿Quién llama a esta hora? —Se cuestionó algo sorprendido, pero feliz, revisó el número y se dejó caer a la cama más feliz que antes. El mensaje era de Donghae, pidiéndole perdón porque le había dado su número de contacto a uno de sus estudiantes. Ese alumno en particular se esforzaba mucho, nunca faltaba y era sorprendente, Yunho estaba orgulloso de él, pero también había notado que JongIn lo miraba de una forma particular, y no podía negarlo, se sentía halagado.
Yunho:
No te preocupes, es un chico talentoso, quizás necesite consejos en el futuro y
me parece lindo.
Donghae:
Yunho… estás casado.
Aquel mensaje fue como un golpe en la cabeza, dejó caer el celular y miró a su alrededor ¿En qué estaba pensando? ¿Un alumno lindo? Cerró los ojos y se cubrió los parpados con el antebrazo, respiró profundamente y solo los abrió cuando se dio cuenta que no portaba su alianza de boda. Lo dejaba siempre guardado en el bolsillo de su mochila porque temía perderlo cuando estuviera practicando o dando clase, pero ya no recordaba la última vez que después de haberlo dejado ahí no volvió a tomarlo para depositarlo en su sitio. Respiró profundamente y se levantó de la cama, tenía un pijama sencillo, suave y cómodo para dormir, un regalo de Changmin, su esposo, el amor de su vida y de quién no sabía que era lo que hacía a las 4:00 a.m. en su estudio —¿Por qué no viene a la cama a dormir? — Se levantó y fue donde dejó la mochila, sacó el anillo y lo puso en su dedo, regreso a la cama cubriendo su cuerpo con las sábanas.
Eran las 6:00 a.m. y Changmin por fin se dirigió a su habitación, estaba agotado y con dolor de cabeza, pero por fin terminó los documentos que tenía que entregar en el centro de investigación. Era sumamente cansado, pero tenía un enorme regocijo en su interior, incluso pensó que podía sentir mariposas porque tendría tiempo para dormir. La habitación estaba oscura cuando entro, el aroma del jabón de Yunho estaba impregnado en el aire, camino sin luz y se arrastró a su lugar en la cama, apenas sintió la cabeza en la almohada y sus ojos se cerraron, no pudo ni pensó en acercarse al cuerpo de su pareja, solo se dejó vencer por la fatiga. Y Yunho tampoco extraño durante la noche el calor que el menor irradiaba.
9:00 a.m.
La cama se sentía cálida, el sol luchaba por traspasar las cortinas, pero solo conseguía que se pudieran apreciar dos cuerpos enredados con las sábanas, las piernas entrelazadas. Changmin reposaba la cabeza sobre el suave pecho de Yunho, éste último rodeaba la cintura del más bajo con los brazos. Ya era hora de despertar, pero ninguno dio indicios de abrir los ojos o levantarse.
10:00 a.m.
El estrepitoso sonido del celular despertó al mayor de los dos, se frotó los parpados con el dorso del brazo y lo primero que vio fue el rostro de Changmin, a pesar de que el aparato no dejaba de hacer ruido, las facciones perfectas del menor capturaron su atención por completo. Besó suavemente los labios de su pareja ignorando todo lo demás, lo abrazó con fuerza, sintió los latidos del corazón ajeno palpitar contra su pecho, y después de mucho tiempo sintió miedo de perder a aquel hombre entre sus brazos, por culpa de ambos, por descuido de los dos. Changmin despertó desorientado, los brazos del mayor lo tenían atrapado, se mordió los labios, cerró los ojos y suspiró largamente para tener aire en los pulmones y que sus latidos se calmaran. El menor se aferró con fuerza al más bajo, hundió el rostro en el cuello y con mucho cuidado, dejó un pequeño beso antes de juntar sus labios con lentos y suaves movimientos. Y ambos dejaron que el mundo se acabara en un simple roce de sus labios, una corta caricia en sus narices, brazos y piernas mezclados.
— ¿No irás al estudio? —. Susurró el menor con el mentón sobre el hombro de su pareja, cerró los ojos y rodeó el cuello con los brazos para pegar sus frentes, sentir su respiración tan cerca, el calor de su cuerpo y la sola presencia del mayor le recordaba porque se enamoró de él, porque seguían juntos, porque ahora tenía la visión despejada y no dejaría por nada que aquel hombre, Yunho, se alejara de su vida nunca, él que con un solo abrazo y un corto beso le hacían sentir enamorado y perdido por esa persona, Jung Yunho.
—Sí, solo vamos a quedarnos un momento más de esta forma—.Yunho acarició la espalda baja de Changmin, la suavidad de su piel siempre le había fascinado, sus labios no paraban de tocar los del menor, los conocía perfectamente, tanto años besándolos y por un tiempo los dejó, pero teniéndolo en sus brazos, aferrándose a la cintura de la persona que eligió para compartir su vida, se daba cuenta de lo tonto que había sido los últimos meses, sonrió y besó la punta de la nariz del más alto. Cerró los ojos y junto más de lo que eran posible sus cuerpos, porque deseaba tocar su alma, hacerlas una, el alma de ser más maravilloso que había encontrado y que no dejaría escapar, Shim Changmin.
que hermoso acabo, ya me habia preocupado que YH pudiera ser infiel :3 estare esperando la 2a parte! gracias!!!
ResponderEliminarAwwwwww fue hermoso, me gusto mucho y estoy ansiosa por la segunda parte. <3
ResponderEliminarhahahaha lindoooo c': me asuste por un momento pero el amor que se tienen es mas fuerte uwu
ResponderEliminaresperare con ansias la segunda parte :3
Dios! Creí por un momento que Yunho era infiel D= pero aún me preocupa que Min vea los mensajes del celular, espero que recuerdes este fic y subas la segunda parte ^^
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