La noche es tan
pesada, que ni siquiera me puedo enojar
Yunho fundió sus
brazos alrededor de Goongsu, con fuerza, de esa que rara vez puede usar
mientras sin que él lo notara el otro posaba una sonrisa forzada entre sus
labios, apretando despacio la espalda del mayor, superando su momento de
forzada espera en tanto apreciaba el instinto protector que el otro le ofrecía
y que tan escasamente merecía.
—No puedo creer
que te marches.
—Da igual
—murmuró bajito— de todas formas no nos hemos estado viendo demasiado.
—Nos hemos
conocido casi una vida entera.
Goongsu no quiso
refutar aquello, sonrió despacio porque contemplar la sonrisa amena de su mejor
amigo era ciertamente reconfortante, a pesar de que su departamento ahora se
viera vacío, las cajas amontonadas por todos los lugares.
—¿Cuánto durará
esa especialización?
Él no quería
hablar de ello, pero Yunho se había acomodado en el sillón junto a él y lo
miraba atento como si en verdad no notara su poca disposición a hablar sobre el
tema.
—Dos años, pero
si me va bien por allá, quizá consiga trabajo y… no regrese.
Los ojos de Yunho
se abrieron bastante, hubo un silencio tenue antes que de Jung bajara un poco
la cabeza y apenas estirara un poco la comisura de sus labios. Estados Unidos
sonaba algo tan lejano ahora.
—¿De qué huyes
Goongsu?
Decirle que de
sus sentimientos por Namin, sería destruir una amistad que planeaba salvar a
través de la distancia, de nada serviría tomar esa oportunidad que en bandeja
de plata le era ofrecida si de todas formas dejaba una herida marcada entre
ellos. Una herida no justificada porque jamás había podido siquiera lograr que
ella lo mirara de manera diferente. Era innecesario, injustificado.
—De nada, pero es
una gran oportunidad ¿no lo crees?
Por un momento el
mayor pareció no creer, pero prontamente Goongsu sonrió y palmeó su espalda sin
recato.
—Vendré cuando
tenga vacaciones, visitaré a mi familia y saldremos por ahí, además siempre
puedes ir a visitarme, no es como si tuviera algún reparo en verte.
—Lo sé. —Yunho
suspiró despacio, sintiendo el afecto de su amigo muy cercano a su cuerpo— He
terminado con Namin.
Quizá no era el
momento oportuno pero había decidido soltarlo sin demasiada premura y el
vasto silencio que su amigo le regaló fue suficiente como para sentirse más
abrumado de lo esperado.
—¿Qué?
—He empezado a tomar
decisiones en mi vida y creo que esta es la primera correcta en muchos años.
—Entonces ¿has
comenzado algo con él?
Goongsu aún no
parecía muy dispuesto a hablar de Jaejoong y eso en cierta forma lo mantenía
apenado. No lo aceptaba y al parecer no parecía siquiera dejarlo en
consideración. Pensó que si se quedara, con el paso del tiempo y el contacto
mutuo al menos lo aceptaría en su vida. Pero no sería así, porque Goongsu se
iría y esa brecha quedaría establecida de ahí en adelante.
—Algo así…
Le pareció ver
una pequeña expresión de disgusto en el rostro del menor, apenas notoria porque
al fin y al cabo Goongsu intentó disimularlo, pero Yunho lo conocía más que
bien y ese pequeño gesto de su boca y la falta de contacto que percibió bastó
para sentirse incómodo de nuevo.
—No entiendo aun
como puedes preferirlo a él, pero es tu decisión y no pienso juzgarte por ello.
—Aquello sonaba a un discurso muy bien aprendido y Yunho agradeció el intento—
Al menos así espero que ella ya no siga sufriendo.
Si, él también
espera lo mismo, desde el fondo de su corazón lo esperaba. Namin le había hecho
prometer que no se cruzarían de nuevo por la vida del otro, y agradecía
internamente que sus profesiones por suerte no chocaran porque de algún modo
saltaban cualquier encuentro incómodo.
Sin embargo Yunho
no se alejaría por completo de ella, no estaría en paz hasta saber que Namin se
encontraba mejor, al menos más estable que él en su mundo. Claro, sin que ella
lo supiera, y tal vez sin que el mismo Jaejoong se enterara, era solo como un
compromiso profundo que merecía ser saldado.
…
…
—La noticia está
por todos lados.
Yoochun arrojó el
periódico sobre el mesón de la cocina de Jaejoong, el mayor solo sonrió un poco
mientras terminaba de colocar la comida recién comprada en un par de cacerolas
que tenía por ahí. Los días venideros serían largos y estresantes, aún más
porque se encontraban en el plazo final para grabar lo que quedaba de aquella
serie que los había puesto en el tope de su carrera.
—Lo sé, las fans
han enloquecido un poco por ello.
—¿Un poco?
¡Quieren hasta comprarte una estrella!
Jaejoong rió
divertido, la voz de Jaejoong había sonado llena de exasperación mientras ahora
él buscaba un par de platos donde servir correctamente la comida, pero Yoochun
ahora parecía interesado en terminar de colocar la mesa y un silencio que pocas
veces compartían logró llamar su atención.
—¿Por qué hay
tres platos?
—Bueno —Jaejoong
habló bajo, un poco nervioso quizá—, hace un par de días me reclamaste que
pronto nos enlistaremos y aún no lo conocías…
Por el sonido del
timbre y la forma automática en que el cuerpo de Yoochun se tensó supuso que
sería una velada larga que esperaba su irremediable carisma no pudiera saldar.
Dos de las personas más importantes en su vida estarían a punto de conocerse y
no quería que aquello fuera arruinado por un pasado que hace mucho Yunho y él
habían decidido dejar atrás.
—Iré a abrirle,
promete que te comportarás. Esto es importante para mí. —Yoochun no se movió
demasiado, ni siquiera asintió pero Jaejoong suspiró y lo señaló firmemente
antes de darle la espalda y caminar hacía la puerta—. Incluso mi madre ya cenó
con él y pareció enamorarse automáticamente de él. Así que en serio Yoochun,
tómalo con calma.
—Ella no sabe lo
que te hizo.
Las palabras de
Yoochun lo hicieron detenerse y en cuanto el timbre sonó de nuevo, suspiró
despacio y apretó sus puños, esta vez sin moverse demasiado.
—Fue un juego de
dos, Yoochun. Ambos nos hicimos daño y somos responsables de ello, ahora
queremos hacer las cosas bien y quiero que seas participe de eso. Si no puedes
hacerlo…
—¿Lo escogerías a
él?
—Yoochun por
favor… —Esta vez giró hacía él, con esa mirada de desesperación que pocas veces
tenía—. No me hagas esto.
—Lo escogerías.
Esta vez fue una
afirmación que sonó conjuntamente a indignación y un par de golpes suaves en la
puerta lograron estresarlo velozmente, mucho antes de lo esperado.
—¿Jaejoong? —Era
la voz de Yunho, justo tras la puerta mientras Yoochun acusaba con la mirada.
—Jae…
—No te das cuenta
de lo que te ha hecho, de lo que se han hecho mutuamente y aun así lo
escogerías a él por encima de todo.
—Tú no entiendes…
—El que no
entiende eres tú, arriesgar tanto por algo que no es seguro, ese Yunho ni
siquiera ha de estar arriesgando algo por esta disque relación que apenas está
en sus raíces y tú en cambio…
—Ha dejado a
Namin, le ha dicho de lo nuestro a su mejor amigo y a su compañero de trabajo,
que son los más cercanos a él.
—¿Y alguno de
ellos te ha aceptado, has hablado con ellos siquiera?
—Pues si tú no
puedes aceptarlo a él, ¿qué puedo esperar de ellos?
Ya no había
ningún gesto de petición en los ojos de Jaejoong, ahora parecía igual de frío
como cuando se topaba con gente indeseable o desconocida, Yoochun se sintió
terriblemente lastimado por eso y cuando el celular de Jaejoong sonó, Park
solamente recogió sus cosas velozmente.
—¿Si? —Jaejoong
apenas vio a Yoochun pasar a su lado, con el entrecejo arrugado y directo hacía
la puerta—. Estoy dentro, ya te abro.
No necesitó
correr, porque sabía que sería imposible detenerlo, Yoochun pasó junto a Yunho
sin mirarlo, en el más absoluto de los silencios, la mirada de Jung lo
persiguió hasta las puertas del ascensor extrañado por el comportamiento del
otro y Jaejoong desde el interior del departamento solo abrió sus brazos para
él, porque necesitaba sentirse reconfortados por esos brazos, por el calor de
su cuerpo y el vacío que Yoochun había dejado a su paso.
…
…
—Entonces dijo
que se iría…
Jaejoong
recordaba poco de Goongsu, no es como si su mente lo recordara por algo en
especial excepto por aquella ocasión en la que le había pedido, muchos años
atrás, que se alejara de Yunho por el bien de todos, eso tal vez ni el mismo
Yunho lo sabía, pero Jaejoong prefería pensar que aquello fue un acto por salva
guardar a su mejor amigo. Lo mismo que el mismo Yoochun incluso haría.
A pesar de todo
podía notar el pesar en las palabras de Yunho, la falta que le haría su mejor
amigo, y el apoyo del mismo, que no parecía de acuerdo con el hecho de que
estuvieran juntos pero aun así no parecía muy dispuesto a evitarlo, dejarlo de
lado o contradecirlo. Pero del mismo modo a veces la indiferencia golpeaba más
fuerte que el rechazo.
—Pero al menos se
mantendrán en contacto, eso es lo bueno.
Acarició suavemente
la mano de Yunho sobre la mesa, con una sonrisa leve y calmada que pareció
calmarlo mientras le regalaba otra de sus sonrisas. Jaejoong no comprendía
mucho de esa amistad de Goongsu y él, pero quería creer que era tan fuerte como
la suya y la de Yoochun, aunque por el momento Park fuera un caso aislado.
—Por cierto, he
ido a llenar la inscripción esta mañana.
Las palabras de
Yunho lograron un poco de calma en el ajetreado día de Jaejoong que parecía
nunca acabar, no es como si hubiera dudado de sus palabras, pero tener la
certeza lograba hacerlo sentir mejor en medio de ese mundo que parecía ponerse
totalmente en contra de que ellos estuvieran juntos.
—¿Te han dado
fecha?
—Me han dicho que
debo esperar un par de día, probablemente hasta la otra semana.
—Ya veo…
Jaejoong no pensó
demasiado en aquello y su rostro bajó hacia los platos vacíos sobre la mesa.
Yunho pudo notar ese ánimo decaído y el montón de cosas que pasaban por aquella
cabeza, especialmente ante la salida abrupta de su mejor amigo.
—¿Sabes algo? Hoy
Junsu me ha invitado a ver un partido de futbol a la suite que tiene comprada
en el estadio, ¿te gustaría venir con nosotros?
—¿Me estás
hablando en serio?
Yunho
irremediablemente sonrió.
—Por supuesto que
sí, el partido es a las cuatro, así que aún tenemos tiempo de confirmarle que
iremos e incluso dejar lavados los platos.
—No lo sé… Ya
viste lo que pasó con Yoochun y…
El chirrido de la
silla siendo arrastrada sobre el suelo sobresaltó a Jaejoong que todavía no se
terminaba de acostumbrar a las muestras de afecto por parte de Jung quien lo
abrazó desde atrás y apoyó la quijada sobre su hombro mientras le hablaba al
oído.
—Él va a
conocerte y estoy seguro que simpatizarán bastante. Déjame hacerte olvidar lo
de esta tarde, en parte siento que ha sido mi culpa y…
—No es tú culpa.
—Aun así, déjame
presentarte a un gran amigo, pasar una tarde agradable y hacerte sonreír un
rato, ¿vale?
Jaejoong se
rindió, relajó su cuerpo y apretó las manos de Jung con fuerza, asintiendo en
medio de su abrazo y esperando que al menos esta vez las cosas fueran
diferentes.
…
…
—Soy Kim Junsu,
un gusto verte de nuevo.
Lo primero que
recibió de aquel hombre fue su estupenda sonrisa, esas que te hacen querer
sonreír de la misma manera. Se acercó un poco y sonrió, lo mejor que pudo
mientras estrechaba esa mano que le era ofrecida y flotaba en esa burbuja de
buenos presentimientos al por fin sentir que su relación con Yunho era bien
recibida por alguien además de ellos mismos.
—Kim Jaejoong,
igualmente.
—Wow… Eres muy
apuesto, de todas las cosas que Yunho me he dicho de ti nunca mencionó que eras
tan apuesto —la mención de aquello lo tomó de sorpresa, miró a Yunho de reojo
que fingía no haber escuchado nada y Junsu rió brevemente—, aunque bueno,
supongo que siendo actor era de esperarse que fueras atractivo.
Jaejoong no supo
cómo sobrellevar aquello, ¿qué cosas le había dicho Yunho a Junsu de él?
¿Sabría su historia completa? ¿Conocía Junsu a Namin? ¿Creía que él era la
decisión adecuada? Su cabeza dio muchas vueltas, las suficientes para que Junsu
de pronto se acercara y agitara la mano frente a su rostro un poco preocupado
por su palidez.
—Jaejoong, ¿te
sientes bien?
Pronto tuvo el
rostro de Yunho también cerca, así que agitó un poco la cabeza y sonrió, lo más
francamente que pudo.
—Sí, lo siento.
Me distraje pensando en tonterías.
—La vez pasada
nos conocimos por asuntos laborales, esta vez es diferente así que de verdad me
agradó cuando Yunho me llamó para decirme que quería que nos encontráramos aquí
los tres.
El partido aun no
comenzaba cuando Jaejoong se sentó entre Yunho y Junsu. Kim particularmente
hablaba bastante y le conversaba sobre cosas que Jaejoong no entendía
demasiado, porque hasta ahora nunca estuvo excelsamente interesado en el
futbol, pero de pronto se encontró interesado en saber más sobre aquello.
Quería
simpatizarle a Junsu, quería formar algún lazo con una persona importante para
Yunho, saberse aceptado en medio de tanto rechazo por parte de ambos lados
alrededor de su relación, Yunho también comentaba y hablaban sobre los
jugadores que participarían esa tarde y el equipo contrario, Jaejoong aprendía
mientras escuchaba, asentía y de vez cuando comentaba haber conocido a alguno
durante alguna premier o acto benéfico. Junsu saltaba emocionado cuando
comentaba aquello, incluso había prometido presentarle a un par de ellos.
Cuando el juego
empezó la conversación se había vuelto más dispersa. Jaejoong observaba a ratos
a Yunho, bastante interesado con algo que sucedía en la cancha mientras
discutía con Junsu sin despegar sus ojos del partido sobre alguna mala
estrategia por parte del técnico. A ratos sonreía por las circunstancia,
usualmente los deportes a los que Yoochun lo invitaba, como el golf o la pesca,
le resultaban terriblemente aburridos y tediosos por lo cual les huía de manera
irremediable, sin embargo se encontró disfrutando del futbol, aunque entendiera
poco y se arriesgara mucho, especialmente por la absurda apuesta que Junsu y
Yunho habían hecho sobre el resultado al final del partido.
…
…
Yunho terminó
pagando la cena de esa noche, que consistió de unas hamburguesas bastante grandes
en un local que Jaejoong no había visitado hasta ahora, pero que parecían ser
las preferidas de Junsu, supuso que la fe de Kim por el equipo fue la que lo
hizo ganar a pesar del gol que iba en contra incluso hasta los últimos minutos
y la dichosa estrategia que tanto criticaron durante los noventa minutos de
juego
Finalmente y
luego de una hora y media en la que se la pasaron platicando y comiendo, los
tres salieron directo al estacionamiento mientras Junsu sonreía gustoso y Yunho
rodaba los ojos, en esta ocasión la hamburguesa le parecía delicioso de lo
normal al menor de los tres, quizá la victoria sobre su apuesta le daba ese
extra al sabor de la deliciosa hamburguesa que habían degustado.
—Ah, por cierto.
El próximo fin de semana será el cumpleaños de un amigo y lo celebrará por todo
lo alto en el bar de peor mala muerte que se hayan imaginado.
Junsu rió
divertido y Jaejoong no pudo evitar acompañarlo mientras Yunho negaba
suavemente, quitando la alarma del carro con su paso lento hasta el auto.
—¿Ya es el
cumpleaños de Changmin?
Junsu asintió de
inmediato y Jaejoong los miró confuso.
—¿Quién es
Changmin?
—Es el mejor
amigo de la infancia de Junsu, es un poco taciturno, por eso Junsu siempre lo
anda sacando a convivir con otras personas y disfrutar de la vida.
—Especialmente en
su cumpleaños —agregó Junsu con una sonrisa gustosa y su dedo índice en alto—.
Bien yo me despido, es tarde y mañana no tengo que madrugar, por eso quiero
llegar a dormir mucho.
—Cuídate.
—Igual, nos vemos.
Luego les aviso la hora y el lugar para lo de Changmin, al menos este años
seremos cuatro y no tres tristes aburridos.
Junsu se alejó
caminando hasta su auto con una expresión serena y una pequeña sonrisa entre
los labios, Jaejoong lo vio alejarse y respiró hondo mientras giraba hacía Jung
que parecía mirarlo con verdadera felicidad de pronto.
—¿Alegró tu día?
Junsu es muy bueno para ese tipo de cosas cuando no está trabajando. Ya sabes,
debe mostrar seriedad en su trabajo.
Jaejoong tan solo
lo abrazó y respiró hondo, aspiró su aroma y la grácil situación que los
rodeaba ahora.
—Muchas gracias
por todo Yunho.
—No lo
agradezcas.
Estuvieron un
buen rato abrazados en medio de la oscuridad y en aquel estacionamiento
discreto sin que nada los perturbara hasta el momento que Jung decidió ir a
casa. Yunho se quedó a dormir esa noche, empezaba a acostumbrarse a aquello, a
la presencia de Yunho, a su vida dando un giro de 180 grados. Podía
acostumbrarse a ver partidos con Junsu los fines de semana e incluso cree que
podrían simpatizar bastante Yoochun y Junsu por esas manías tan propias de ser
ligeramente extrovertidos por naturaleza.
Y aunque aún no
conoce a Changmin puede hacerse a la idea de unir fuerzas con Junsu para
sacarlo más seguido a conocer el mundo y no solo en su cumpleaños. Miró el
cuerpo de Yunho a su lado y suspiró despacio, poco a poco su mundo iba tomando
forma e incluso tener que ir a la militarizada fue algo que lamento con la vida
porque perdería demasiado tiempo agradable.
Cerca de las once
de la noche Jaejoong recibió un mensaje, ya algo adormecido tomó el celular y
revisó en la pantalla el nombre de Yoochun, se apresuró en abrir el mensaje y
leer las pocas palabras que habían terminado por mejorar su día: ‘Lo lamento,
no seré tan idiota la próxima vez’
…
…
Tus maneras de mentir hace mucho que no son el problema.
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