No la conozco
demasiado, pero en verdad no me agrada
Namin lo supo desde que Junsu atravesó aquella puerta.
El cuerpo de
Yoona se tensó y por la mirada que Yunho le envío a la mujer se percató que no
había sido la única en notarlo, Junsu llegó atareado en papeles y no es como si
la mujer se encontrara en mejor estado que cuando aquel hombre llegó por ella y
Yoona se sacudió en un llanto amargo y lleno de temores.
—Tienes que
denunciarlo —había sentenciado Junsu, masajeando su sien y procurando que sus
ojos no estuvieran tan lejanos todavía de la negación absoluta que Yoona hizo
en cuanto escuchó sus palabras—. No puedes permitirle que te siga haciendo
esto.
—Ustedes no
entienden, él es peligroso, puede hacerle daño incluso a ustedes.
Yoona se encogía
todavía, sus manos pequeñas y frías arrugaban la parte inferior de su camisa,
suelta y mucho más grande de lo que usualmente usara, pero estaba bajo la
mirada de los tres y sus ojos recordaban esa mirada. Perpetua y molesta que la
hacía encogerse todavía más si le era posible.
—Yoona, nosotros
entendemos que…
—¡Ustedes no
entienden nada! —Finalmente se levantó con sus ojos rojos por el llanto de más
minutos que lo esperado, con su cabello a medio recoger y su respiración
agitada— Mi peor error fue haberme metido en su vida, y no voy a dejar que les
haga lo mismo que a mi… Vivir así, con temor todo el tiempo, es lo peor que
pueden sentir.
De repente Namin
sintió esos ojos sobre si, tan breve antes de que pudiera decir algo, viéndola
correr hacia la habitación y encerrarse en ella como si también a ellos les
temiera. Yoona estaba tan rota por dentro, que era casi imposible ayudarla a
armarse de nuevo.
…
…
Fue hasta las
seis de la tarde que Namin la vio vestida de nuevo con esas ropas poco holgadas
y su maquillaje suave, maquillaje que a ella le pertenecía pero que Yoona había
tomado sin permiso como cada cosa en su vida, apenas llevaba una expresión
resignada, Yunho intentó detenerla, habló con ella por más de media hora pero
el único resultado había sido una negación absoluta. Negación que cuando fue
expuesta hizo a Junsu recoger sus cosas y marcharse de ahí. No había nada más
que él pudiera hacer.
Namin ya no podía
siquiera hablar con ella, no quería siquiera escucharla y así se lo había
expresado Yunho luego de hablar con la mujer que difícilmente había logrado
ocultar las pocas manchas, muestras de su continuo infierno. Así que Namin
pertenecía abrazada a su piernas, sentada sobre ese sillón con el té en la
mesita frente a ella mientras los pasos de Yoona se escuchaban livianos y
rápidos. Namin prefirió mirar el humo en la taza.
—…Ya me voy
—Habló ella y Namin se encogió solo un poco más.
—Yoona por favor,
solo danos unos días, te prometo que…
—Ya no insistas
más Yunho. Creo haberte dicho todo lo necesario. —Esa voz fue extremadamente
cortante y Namin solo apoyo la quijada sobre sus rodillas, sobrecogida y
angustiada por igual—. Gracias por todo Namin.
Yoona pareció
esperar por una mirada suya que nunca llegó. Y la puerta finalmente fue abierta
y cerrada a los pocos segundos. Yoona volvía con él. No importaba el nulo
esfuerzo que habían empezado a marcar, ella regresaba con él y en el fondo
Namin temía que la próxima vez que la pudiera ver, esos ojos no la miraran de
verdad, y su alma se encontrara vacía en verdad.
—Se ha ido.
El mayor lo
anunció de repente y fue como si la tensión se marchara de sus hombros,
ignorarla le resultaba terriblemente doloroso y devastador, pero el brazo de él
sobre sus hombros fue reconfortante, como en los viejos tiempos.
—Va a herirla de
nuevo.
—Lo sé… —Musitó
Yunho despacio— Y ella lo sabe también, pero aun así se ha marchado.
Yunho peinó sus
cabellos, recogió los pocos despeinados y los colocó tras su oreja. Namin no
podía comprender que tan afectada se podía encontrar para que él realizara esos
gestos de cariño, que hace mucho no compartían.
—No puedo
comprenderlo ¿por qué vuelve con él? —De repente atravesó los ojos de Yunho,
con su profunda mirada mientras susurraba bajito y sus rostros apenas se
chocaban —¿Acaso estoy viviendo contigo la misma situación?
—Yo jamás podría
hacerte daño.
—Lo sé, pero la
diferencia es que él la lastima físicamente, tú me estás destruyendo por
dentro. Nunca vas a quererme.
Yunho volvió a
acariciar su rostro como antaño, despacio y cómo si la contemplara por vez
primera.
—Ella vuelve con
él porque se siente amenazada.
—Yo no sé nada
fuera de ti, fuiste mi primer novio, mi primera pareja de verdad. El primero en
mi mundo. Ese mundo de allá afuera me hace sentir amenazada, débil y asustada.
Namin besó los
labios del otro con cuidado, con caricias sutiles de su mano mientras delineaba
la barbilla masculina del mayor que solo se dejó hacer, mientras ella se sentía
pequeña y desvalorada, mientras su cabeza confundida no entendía de emociones y
de cariño, porque era mejor querer a Yunho que enfrentar lo que pasaba por su cabeza
ahora.
—Si vas a
marcharte… Déjame sin que pueda ver que te vayas y no vuelvas a aparecer frente
a mí. —Namin besó de nuevo su boca, y esta vez las manos de Yunho se aferraron
levemente a su espalda—. Pero antes de irte hazme creer que todo está bien. Si
estoy contigo me olvidó del resto del mundo, regálame eso una última vez.
Su suplica
pareció ser aceptada sin más palabras, los labios de Yunho se deslizaron solos
por su cuello y el afecto despertó el resto de su cuerpo que lentamente viajó
hasta quedar sobre las piernas del mayor que la besó, la acarició y se apoderó
de su alma una vez más, aunque la neblina de Yoona no abandonara su cabeza
todavía.
…
…
—Entonces… ¿por
qué la sonrisa de idiota?
Jaejoong frunció
el ceño, fingiendo estar molesto mientras hacía puchero con su boca y lograba
al menos sacar una sonrisa en Park que luego de aquello volvió a comer de su
ensalada de frutas tan bien adornado sobre su plato.
—¿Arreglaste las
cosas con ese sujeto?
—Si —sonrió— Y
además dijo que se iría conmigo.
—¿Irse? —Yoochun
momentáneamente abrió mucho sus ojos— ¿A dónde? Porque te recuerdo que ya nos
enlistamos.
—Al servicio
militar, Yoochun. Él prometió venir conmigo a la militarizada.
Yoochun aún tenía
muchas dudas rondando por su cabeza, muchas piezas faltantes en ese
rompecabezas que a Jaejoong parecía no importarle y que lo volvía vulnerable
ante el sujeto ese que seguramente no andaba caminando por el lugar adecuado.
—¿Entonces esta
vez va en serio?
—Sí.
—¿Estás seguro?
Jaejoong dejó un
momento los cubiertos, el lugar un poco lleno debido a la conferencia de prensa
que estaban a punto de dar para anunciar su fecha próxima al ingreso de la
militarizada, el ambiente no era el propio, al menos no para hablar de aquello,
pero Jaejoong sonrió, por primera vez con una gran confianza y entusiasmo,
haciéndolo brillar más allá de lo normal.
—Confía en mi
Yoochun, esta vez es diferente. Lo sé.
…
…
Yunho lamentó
demasiado no haberse despertado antes, pero cuando pudo abrir los ojos Namin
dormía todavía, con su brazos ligeramente sobre el estómago de él y su rostro
limpio de maquillaje parecía completamente relajado, apenas se movió para no
despertarla y procuró dejarla correctamente abrigada por el edredón antes de
mirarla una última vez y recoger cualquier cosa suya que en algún momento
hubiera decidido dejar en el departamento de la mujer.
Recogía su vida
en minutos, una vida de años que parecían más largos de lo habitual porque pasó
junto a ella su etapa de adolescente a hombre y porque ahora las cosas eran
distintas aunque al salir del lugar no lo sintiera así. Namin prefirió no
escuchar palabras de su boca y a cambio le pidió que se marchara como si de un
sueño se tratara.
No encontraba
honorable irse así, sin una última palabra, sin un recuerdo, sin poder ver una
última vez sus ojos, luchaba contra el miedo de enfrentar a Jaejoong y al mundo
entero, de abandonar su lugar seguro y dejar lo único que había conocido por
tanto tiempo a cambio de algo desconocido e inestable.
Quizá él tenía el
mismo miedo de Namin para enfrentar a un mundo diferente al que habían
construido juntos. Sin embargo ya era muy tarde para lamentar pérdidas o tener
arrepentimientos, la puerta se cerró a su espalda y lo último que lanzó Yunho
en aquel espacio fue un suspiro leve y cansado.
El mundo se
derrumbaría antes de que pudiera hacerle más daño a ella.
Por eso se iba,
principalmente para no seguir siendo comparado con el esposo de Yoona.
Y para intentar
formar un futuro, que a lo mejor no merecía, pero que le era entregado.
…
…
¿Qué es lo que te gusta tanto de ella? ¿Por qué no la puedes dejar
ir?
¿Cómo puedes lastimarme tanto por culpa de ella?
N/A: La canción pertenece a IU “I really don’t like
her”.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario \(*O*)/ ♥ ♥
o más bien... deja tus pensamientos pervertidos grabados en esta entrada XD