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Aisenai aishitai - Cap. 2

- ¡Wow! ¡Ya llegamos! – la voz aguda de Junsu exclamaba emocionado mientras el vehículo se detenía a la orilla de aquella hermosa playa – ya quiero bajarme, ¡Déjenme salir!

- ¿Cuál es la prisa? Tenemos 2 semanas para disfrutar del sol, la playa, la comida…

- Ay minnie, ¿Qué acaso es lo único en que piensas?

- Oye, con nuestra apretada agenda no había comido bien, tengo que recuperar fuerzas.

- Min, comías como ocho veces al día, ¿Eso era poco para ti? – el mencionado asintió – pareces barril sin fondo, tragas como vaca y no engordas.

- Es la ventaja que tengo. Puedo comer todo lo que quiera sin preocuparme de que suba de peso.

- ¿Aunque nos dejes a todos los demás sin comer? Un día nos vas a dejar a todos hechos unos esqueletos andantes.

- Oye que yo no… – los demás miembros asintieron – yo no los dejo sin… – de nuevo asintieron.

- Mejor así déjale – le decía el líder mientras uno por uno comenzaban a bajarse del auto.

- A mí me gusta cocinar para mi minnie – Jaejoong le apretó una mejilla al chico alto.

- Y a mí me gusta comer lo que me preparas – el rubio le sonrió satisfecho con la respuesta.

- Bueno si ya acabaron de platicar, ¿Creen que podrían ayudarme con esto? – Yoochun bajaba las maletas de la parte trasera del vehículo.

Una vez ingresados en el hotel en donde se hospedarían. Los miembros se dividían las habitaciones quedando el Yunjae en una habitación, el Yoosu en otra y Changmin se quedaría en la tercera habitación de la suite. Después de acomodar sus cosas en sus respectivas habitaciones, el Yunjae se fue de shopping a las  tiendas cercanas. El Yoosu se fue a la playa para disfrutar del bello paisaje al que llegaron y Changmin… se queda sin saber qué hacer.
- Como siempre, me quedo fuera de todo – Pensó en llamar a Minho o a Kyuhyun pero recordó que estos dos se encontraban de promoción en Japón – me siento tan forever alone.


Tomo su portátil y lo llevo consigo hasta su cama. Busco alguna película en internet que le pareciera interesante y lo empezó a ver. Definitivamente podía ser nombrado como un ejemplo perfecto de un forever alone. El resto de la tarde se la paso viendo películas y llenando su estómago con azúcar y comida chatarra. Iban a dar las 11 de la noche cuando los chicos regresaron, pero  solo llegaron a bañarse y a cambiarse para salir de nuevo.
- ¿Y ahora a dónde van?

- Vamos. Tu vienes con nosotros – le decía Jaejoong mientras buscaba ropa de entre su maleta y se la dejaba en la cama – y no hay excusas. Pasaste toda la tarde como ermitaño encerrado en la habitación, tienes que salir a distraerte un rato. Vamos a ir al nuevo club que abrieron en la cuidad.

- Pero… – no pudo terminar la oración ya que el rubio se había retirado de la habitación. Pues ni modo, no le quedaba de otra más que obedecer y salir con sus hyungs.

La música resonaba enérgicamente por todo el lugar mientras las personas bailaban y se divertían en contraste a ella. Los chicos desaparecieron dejando al más joven a su suerte.  El castaño suspiro mientras buscaba la salida pero fue detenido por unos brazos que lo sujetaban por detrás.
- ¿A dónde crees que vas minnie? Ni creas que te dejare irte tan pronto. Ven vamos a bailar – Junsu se lo llevo hasta la pista de baile y empezó a moverse en torno a la música de fondo – Vamos min, deja que la música te embriague y se apodere de tu mente. Entrégate a ella…


El más alto se relajó y dejo que su cuerpo actuara por él. Se movía de manera en que algunas de las personas presentes volteaban a ver como aquel chico sexy mostraba sus mejores pasos en la pista. Estaba tan entregado que no noto que su amigo se había ido. El trabajo del cobrizo había sido precisamente hacer que Changmin se distrajera lo suficiente como para no querer irse del club. Se unió junto a Yoochun y los demás miembros a beber un poco.

- Wow. Changmin sí que se mueve – decía con admiración Yoochun – Hiciste un buen trabajo en convencerlo de quedarse Susu.

- Gracias Chunnie.

- Una preocupación menos, ahora… ¡Salud! – los chicos chocaron sus copas y bebieron de ellas. Siguieron probando diferentes bebidas hasta que sintieron los efectos de estas empezar a hacerse presentes en sus cuerpos, sobretodo en el cobrizo quien ya no podía ni con su alma. El chico risueño empezaba a reírse de nada y los demás sabían que era hora de llevárselo a casa antes de que cometiera alguna estupidez. El problema era que ninguno quería irse, y sabían que era peligroso dejar solo a un ebrio, más si se trataba de Junsu. ¿Y quién sería el candidato perfecto para la tarea?

- Min – los cuatro chicos dijeron al unísono.


El mencionado seguía dándose a conocer entre el público. Muchas  personas bailaban a su alrededor y otros invitaban al sexy moreno a bailar con ellos. Al chico ya no le importaba si eran hombres o mujeres, el bailaba con ellos por igual. Se estaba divirtiendo mucho hasta que sintió una mano tomar la suya y sacarlo de la pista.

- Hyung, ¿Por qué me sacas? Recién me estaba divirtiendo.  

- Junsu se puso ebrio y necesitamos que te lo lleves de regreso al hotel antes de que cometa alguna estupidez.

- ¿Junsu? – se había olvidado por completo del cobrizo – ¿Y porque no lo llevan alguno de ustedes?

- Porque eres el único que no ha bebido y por lo mismo estas más consiente.

- Pero hyung… – empezó a reprochar.

- Sin peros. Junsu es tu mejor amigo, ¿Qué clase de amigo serías al dejarlo a su suerte estando en ese estado?

El rubio tenía razón, podía oler la mezcla de diferentes bebidas en su aliento. El cobrizo solo reía alegremente por los efectos del alcohol. No le quedaba de otra. Medio cargo y medio camino a su risueño amigo hasta el estacionamiento del club en donde localizo a un taxi para llevárselo de regreso al hotel. Todo el camino estuvo soportando la risa defenezca del cobrizo y los repentinos lloriqueos por no sé qué tantas cosas. Por fin llegaron a su destino. De nuevo arrastro a su amigo hasta el elevador y una vez en su piso lo llevo hasta el interior de la suite, tirándolo en la cama de la habitación que compartiría con Yoochun. El cobrizo se quejó  cuando sintió su cuerpo hundirse en la suavidad de las frescas sabanas que cubría el colchón.
- Minnie…que suaveeee… casi como una nubeee… –  después el cobrizo se echó a reír escandalosamente mientras daba vueltas en la cama.


El menor no sabía qué hacer con su amigo. Ya había tenido que lidiar con un borracho (Minho) antes, pero incluso el chico brilloso no era tan “risueño” como Junsu. El mencionado seguía riéndose mientras una y mil tonterías salían de su boca sin parar.  Recordó una vez que una amiga le había dicho que a su novio se le bajaba comiendo. “¿Y si le doy algo? ¿Pero qué…?” en eso recordó algo… “¡Los chocolate que me dio Minho!” el castaño se fue corriendo a la otra habitación y busco entre su maleta aquellos manjares. Finalmente regreso con su amigo y se los enseño.

- Mira lo que tengo Susu.

- ¿Qué es eso? – le respondió entre risas.

- Son chocolates Susu. Chocolates para ti – le decía con un tono de voz similar al que usaban las personas para dirigirse a niños de kínder – ¿No quieres? – el cobrizo asentía mientras aplaudía felizmente.

- ¡Sí! ¡Si quiero! – el castaño se los dio y el chico risueño torpemente empezó a abrirlos – Yummy… –  uno por uno los chocolates iban siendo devorados por el pequeño borracho mientras era observado por el más alto. Cuando los chocolates desaparecieron por completo, el pequeño empezaba a verse más tranquilo.

- ¿Mejor? – el más bajo asintió – ¿Ahora que hare contigo? – alzo los hombros en señal de no saber. Empezó a bostezar captando la atención del más alto – creo que ya me diste la respuesta – entonces duerme, ya nos veremos mañana cuando estés más cuerdo (bueno, un poco más…lo “normal” para Junsu)  – su compañero asintió mientras se recostaba en la cama y el más alto cubría su cuerpo con las colchas.

Apago las luces y se regresó a su habitación. Él también se sentía cansado, después de todo había tenido que lidiar con su ebrio amigo. Recordó a sus otros compañeros, “¿Qué Junsu no era amigo de ellos también? ¿Por qué tenían que dejármelo a mí?” el castaño dejó de maldecir a sus irresponsables compañeros cuando sintió que sus ojos lentamente empezaban a cerrarse por el cansancio hasta que finalmente se quedó dormido.


No supo por cuanto tiempo había  dormido. Despertó cuando sintió algo moverse en su cama. Ese “algo” se estaba acercando a él. Sintió el calor de unas manos que descaradamente hacían un recorrido por su cuerpo. No podía distinguir bien al intruso debido a la oscuridad que reinaba en la habitación. Llevo una mano hacia el cuerpo que se encontraba arriba suyo y sujeto lo que parecía ser la camisa. Con su otra mano encendió la lámpara que se encontraba en aquella mesita al lado de su cama.
- ¿Junsu? ¿Qué demonios estás haciendo?


El chico de cabellos cobrizos jadeaba como si estuviera sediento y el más alto pudo notar aquellas gotas de sudor en el rostro del más bajo. La mirada de su compañero se mantenía fija en su rostro, descolocando a Changmin por completo.

- Junsu… ¿Te sientes bien? – volvió a preguntar

- Minnie…

Y fue allí cuando el más bajo empezó a atacar los labios de su compañero. Los succionaba y lamia a la vez que se acomodaba sobre el cuerpo del más alto. El cuerpo de Junsu se movía de forma en que su trasero rozaba con la entrepierna de Changmin. El más alto no reaccionaba, estaba en shock. ¿Cómo era posible que su amigo le estuviera haciendo esto? ¿Acaso este era otro de sus alocados sueños? No. Se sentía demasiado real como para serlo. Cuando el más alto reacciono, saco fuerzas para quitarse al cobrizo de encima. Este cayó de espalda a la cama y el más alto aprisiono sus muñecas fuertemente con ambas manos.

- ¿En qué carajos estás pensando Junsu? Viniendo a mi habitación y trepándote encima de mí, ¿Qué acaso intentas violarme?

- Demasiada calor…mierda…me siento tan… jodidamente… caliente – las palabras del más bajo lo hacían sentir como si una corriente eléctrica pasara por su cuerpo, incluso podía sentir como este llegaba a cierta parte sensible de su anatomía – Minnie… ayúdame… – No sabía qué hacer en esa situación. Una parte de su cerebro todavía se encontraba lo suficientemente cuerdo para recordarle que quien se encontraba debajo de él era su hyung, pero la otra parte estaba borrosa.

- ¿Junsu…?


El más bajo al ver que el más alto se encontraba distraído pensando en que hacer, aprovecho para tomar fuerzas e invertir las posiciones haciendo que Changmin quedara debajo de él. Antes de que el menor pudiera replicarle, de nuevo junto sus labios junto con los de su compañero. Los ojos de Changmin se abrieron como platos al sentir como su compañero, su gran amigo del alma, se encontraba besándolo otra vez. Podía sentir como la lengua de su compañero delineaban sus labios e inconscientemente Changmin abrió un poco la boca a lo que el más bajo aprovecho para introducir su lengua. El sabor mezclado de alcohol y chocolate hicieron que se diera cuenta de que el cobrizo no se encontraba consciente de lo que estaba haciendo debido a las bebidas que había ingerido hace rato. Las palabras: “Junsu está borracho y no sabe lo que hace” se repetían una y otra vez en su mente mientras seguía sintiendo como el más bajo seguía degustándose con el sabor de su cavidad bucal. Una mano de Junsu se encontraba hábilmente abriendo uno por uno los botones de la camisa del menor hasta dejar el pecho de este al descubierto. Lentamente pasó a marcar su cuerpo con besos y dejando una que otra marca en su camino hacia la zona más sensible de Changmin. Paso a insertar una mano en los pantalones del más alto, frotando su miembro por encima de su ropa interior. El menor intentaba resistirse pero su cuerpo no obedecía sus órdenes, al contrario, lo traicionaba haciendo que empezara a sentirse cada vez más excitado por las caricias que le proporcionaba su hyung.
- Jun…su… por…favor… detente…


El mayor hizo caso omiso a la petición de su dongseng y rápidamente se deshizo de los pantalones de este. Acomodándose mejor en la cadera de su compañero, empezó a restregarse sobre aquel bulto que empezaba a crecer adentro de la ropa interior de este. El menor cerró los ojos al sentir aquella deliciosa fricción que le regalaba el trasero de Junsu por encima de su necesitado amigo aun siendo bloqueado por una molestosa prenda. En eso el mayor aprovecho para deshacerse de su propia camisa ya que los pantalones y ropa interior se los había quitado antes de ingresar a la cama de su dongseng. De nuevo el más bajo acercó su rostro a la de Min para probar de nuevo sus labios a lo que este respondió tomándolo por la nuca para profundizar aquel dulce contacto.


“¿Cómo puede algo  sentirse tan bien y tan mal la vez?”


Sus lenguas hacían su propia guerra entre ambas cavidades. El menor con cuidado de no romper aquel delicioso contacto con su compañero, empezó a levantarse hasta recostar al cobrizo en la cama. Las manos de Changmin iban recorriendo el cuerpo de Junsu hasta llegar a donde se encontraba el origen del placer absoluto. Tomo el miembro de Junsu entre su mano y empezó a masturbarlo haciendo que de la boca de su compañero salieran gemidos, reflejos del placer proporcionado por su dongseng.


“Porque lo prohibido… siempre resulta ser más tentador”


Retiro su mano del miembro de Junsu recibiendo un quejido de disconformidad por parte del cobrizo. Antes de que Junsu pudiera decirle algo rápidamente retomo su labor de masturbarlo pero ahora era su boca quien se encargaba de la tarea. Los dedos de Junsu se enredaban en la cabellera de su dongseng para indicarle la velocidad que quería. Se detuvo cuando sintió el sabor del pre-semen comenzar a hacerse presente. Fue entonces que llevo tres de sus dedos a la boca de Junsu quien los recibió gustosamente, lamiendo cada uno de ellos como si de una paleta se tratase. Cuando estuvieran lo suficientemente húmedos, lentamente empezó a ingresar uno de ellos en la entrada del más bajo. El cobrizo dejo salir un quejido de inconformidad con el intruso. Un segundo dedo también penetró lentamente en aquella delicada zona, uniéndose con el primero. El tercero tampoco tardo mucho en hacerse presente en el cálido cuerpo del mayor, sacando un quejido de dolor por parte del cobrizo. Una vez que los tres dedos se encontraran adentro, el dueño de estos comenzó a moverlos en círculo para dilatar la entrada de su compañero y así facilitar un poco el siguiente paso.
- Ya Changmin, hazlo ya


El más alto retiro sus dedos y se acomodó mejor entre las piernas de su hyung. Tomo su miembro y comenzó lentamente a introducirlo en la entrada del cobrizo mientras que este se sujetaba con fuerza de la espalda del más alto intentando soportar aquella dolorosa intromisión en su parte baja. Una vez adentro, el menor se inclinó  sobre el cuerpo del más bajo, pasando sus brazos por debajo de su espalda, limitándose solamente a inhalar el aroma de su hyung.
- Changmin…ya…


Changmin tampoco se hizo de rogar, comenzó con las embestidas, empezando por golpearlo con delicadeza y a la vez con determinación aquella zona tan íntima de su compañero. Su mente ya no podía pensar en otra cosa que no fuera perderse entre las piernas de su hyung mientras ambos eran llevados al tan ansiado éxtasis con sus cuerpos aperlados por el sudor, resultado de tan íntimo contacto. Sus miradas se conectaron compartiendo las emociones que ambos sentían. El menor se acercó al rostro del más bajo para unir sus labios de nuevo. Llego el momento en que ambos cuerpos pedían a gritos un poco más de contacto por lo que el castaño le aumento la velocidad a las embestidas, dándole inicio a un concierto de gemidos producido por ambas bocas. Cansado de la posición en la que se encontraba, el cobrizo poso su mano en el pecho del menor indicándole que parara. Changmin así lo hizo y sospechando las intenciones de su hyung salió del cálido interior de este y ahora él era quien se encontraba debajo. El cobrizo se sentó sobre el miembro del menor y empezó a saltar sobre este mientras que Changmin lo sujetaba de la cintura para ayudarlo a impulsarse. Las palabras sobraban en este momento, lo único que se podía escuchar en esa habitación eran los gemidos y las respiraciones agitados de ambos. Changmin se enderezo un poco para poder sujetar mejor a su hyung. El menor jamás había visto algo más hermoso que las expresiones faciales del mayor al ser embriagado por el placer. No aguantándose más, empezó a morder y succionar el pecho desnudo del mayor, ganándose con ello un concierto de gemidos por parte del cobrizo. El tan deseado final se sentía cada vez más cerca y el castaño tomo el cuerpo de su hyung y lo recostó nuevamente en la cama, retomando la posición inicial pero ahora con embestidas más rápidas y más certeras.  El menor tomo el miembro de su hyung, comenzando a masturbarlo para que llegara más rápido a su orgasmo. Sintió ese característico cosquilleo en su parte baja y unas embestidas más fueron suficientes para que terminara por derramar su esencia dentro del interior del cobrizo. Momentos más tarde, el castaño también se vino entre ambos vientres. Con cuidado el menor salió del interior de Junsu y se  recostó a un lado de él.


El cobrizo comenzó a quedarse dormido ante la atenta mirada del castaño. Froto su mano contra la mejilla de su hyung, mientras una mezcla entre tristeza y culpa llenaban su interior. “¿Por qué deje que esto se me saliera de las manos? ¿Tan débil soy que no pude esforzarme un poco más y detenerlo?” “Por más que quisiera, sé que aquel momento tan íntimo entre ambos jamás lo voy a olvidar. Probablemente tú si lo harás.” Recordando el sabor a licor que obtuvo cuando se besaron. “¿Por qué de pronto me siento triste de pensar en que lo olvidaras?”


Sin previo aviso, un cacho de uno sus sueños se hizo presente en su mente. Recordó aquella conversación que tuvo con aquella ajuma.


FLSHBACK DEL SUEÑO

- ¿Sabe joven? No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas. Si no estás dispuesto a luchar, no te enamores” – miro con sorpresa a la ajuma – si en verdad te gusta esta persona, tienes que hacer hasta lo imposible por él.

- No puedo amarlo, él no me pertenece y es por eso que no tengo derecho sobre él.

- Para llegar a la felicidad a veces tenemos que hacer sacrificios.

- No quiero que nadie salga lastimado.

- Entonces no lo amas. Si lo amaras, si en verdad sintieras que su nombre fue grabado  con fuego en tu corazón, serias capaz de vivir en el mismo infierno con tal de tenerlo como recompensa – él la miraba sin saber que decir, aquella mujer estaba en lo cierto. Si él quería a Junsu, dejaría de lado sus miedos y se arriesgaría – sé que tengo razón y veo decisión en tus ojos. Confío en que lo harás bien. Ahora tienes que despertar.


FIN DEL FLASHBACK DEL SUEÑO


Recordó que después de eso Jae lo había despertado. ¿Qué significado tenía ese sueño? ¿Por qué justo ahora tuve que recordar eso?


“No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas. Si no estás dispuesto a luchar, no te enamores” – era lo que me decía la ajuma.


“¿Qué no me enamorara si no estuviera dispuesto a luchar?”… Aquella platica con su hyung Yunho…


FLASHBACK CON YUNHO

- A pesar de tener una exitosa carrera, miles de fans maravillosos, compañeros que se han vuelto tu segunda familia… aun así sientes que te falta algo – el menor lo miro sorprendido, era como si su hyung hubiera leído su mente – o más bien alguien

- ¿Alguien? – el líder asintió

- Tú sabes, ese alguien especial con el que tendrás una relación más íntima, más allá de una amistad.

- ¿Cómo sabré cuando llegue esa persona?

- Siendo un hombre, cuando aprendas a diferenciar entre una atracción física y una sentimental – el líder revolvió sus cabellos y le dio una última sonrisa antes de irse y dejar al menor con un sentimiento de confusión en su pecho.

FIN DEL FLASHACK CON YUNHO


Fue entonces que pensó que sus supuestos sentimientos con el menor era pura calentura. ¿No había sido así? Entonces el flashback con su amigo Minho también ingreso en su cerebro…


FLASHBACK CON MINHO

- ¿Chocolates? – el más bajo asintió – son para que… los uses con Junsu…

- ¿Cómo que “usarlos”?

- Yo se… que el culonsito ese te gusta…y como eres mi amigo… quería ayudarte…

- Solo estaba confundido, Junsu no me gusta. Me es atractivo pero no en esa forma – su amigo se rio y le negaba con el dedo

- No…es eso…a ti… te…te gusta…a mi…no…m-me engañas…tú…tampoco…deberías…n-negar…lo que…es…obvio…


FIN DEL FLASHBACK CON MINHO


Demasiadas coincidencias, demasiadas señales. Le dolía la cabeza con todo esto, pero hacia que se diera cuenta de lo que su corazón trataba de decirle a través de su mente. No podía seguir negándolo más, no podía hacerlo con tantas pruebas culpándolo de este sentimiento que había intentado rechazar. Porque en efecto el amor es algo del que no tenemos control y termino por inundar cada rincón de mi cuerpo. Ahora veía todo más claro, cualquier duda que haya tenido al respecto se había ido. Porque me di cuenta que “calentura” no era lo que sentía por Junsu, sino amor.


A pesar de ser un sentimiento tan hermoso, en vez de sentirse feliz de haber encontrado a ese alguien especial, se sentía impotente ante la situación. Sabia de los sentimientos de su amado por Yoochun. Bastaba con ver la forma en cómo se miraban, sus muestras de efecto entre ambos, la forma en cómo se cuidan el uno al otro cuando se enferman… Eso era algo que por más que quisiera no podía cambiar. No estaba en sus manos decidir quién mandara en el corazón de Junsu. No tenía más opciones, tenía que guardarse sus sentimientos para sí mismo y asegurarse de que el cobrizo jamás se enterara de ellos. Por ti Junsu, sacrificare el amor por amistad. Para preservar esa felicidad que tienes con la persona que amas y no atormentarte con mis sentimientos, elijo este sacrificio. Yoochun es mi amigo, aún más que eso, es un hermano. Si intentara llegar a Junsu, sería como traicionar a quien considero de mi familia. No quería ser el causante de algo que se puede evitar si se mantiene callado. Tengo que renunciar a lo que nunca tuve… a ti.


Changmin se vistió y aprovechando que el cobrizo aun dormía, empezó a limpiarlo y a vestirlo con las ropas que encontró regados por el suelo. Con más cuidado todavía, lo tomo entre sus brazos y lo llevo hasta su habitación. Suavemente lo recostó en su cama y  lo cobijó con una manta. Pasó su mano una vez más por la suave mejilla de su hyung y le dejó su corazón en un último beso en aquellos labios que no volvería a probar. Camino hasta la puerta de la habitación y después de darle una última mirada, salió por está cerrando la puerta tras de sí.

“Aún si lo olvidas… ¿Estará bien para mi recordarlo?”

2 Comentarios:

  1. Nooooooo, xq changmin, no debe dejarlo, debe recordarse lo opio
    Buuu changmint tonto, tiene q luchar x junsu, además ni sabe si realmente ama a yoochun
    Muy buena la historia, ojala la sigas pronto, me encanto C;

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  2. Anónimo6/07/2016

    excelente changmin se que es doloroso y me siento como tu pero si tienes una pequeña esperanza haz que Junsu se enamore de ti

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