TE DETESTO!
Los días soleados en Seúl durante sus cálidos veranos atraían cantidades importantes de turismo, y eso por supuesto era bueno para la cadena hotelera más importante de toda Corea, la Franquicia Park, presidida por la elegante Jo Nang Park, heredera líder de personalidad imponente, sagaz e inteligente. Su esposo falleció hace cuatro años en un accidente automovilístico, del cual ningún miembro de la familia ha hablado más.
Un joven de 22 años corría a toda prisa por su habitación, vistiéndose con unos jeans, playera y calzado cómodo, guardando en su bolso el pulcro uniforme de su trabajo. Es alto, delgado, de facciones atractivas, ojos color marrón y su cabello de color castaño lleva un corte moderno que resalta su personalidad juvenil.
- hyung, quieres darte prisa, llegaremos tarde… - una voz masculina vino desde la estancia…
- ya voy… - y un minuto después salió a encuentro de su hermano menor… - vamos, vamos… - apuraba con una sonrisa…
- hijo, ni siquiera desayunaste… - una mujer de 40 años, estatura promedio y cabello oscuro, con el semblante cansado le sonreía de medio lado….
- mamá, no te preocupes, siempre puedo comer algo en el restaurante del hotel… - le besó la mejilla después de que su hermano lo hiciera, y luego ambos chicos salieron y montaron en la moto del mayor de los dos… - no hagas nada que requiera esfuerzo, Syana debe estar por llegar (una joven que ayuda en los quehaceres domésticos y cuida de ella cuando ellos no están), y Min volverá por la tarde, cierto?...
- sí, no queremos un susto como el del mes pasado, mamá… - el joven de 20 años, más alto que su hermano, cabello negro corto, ojos oscuros y porte intelectual, apoyó la petición del otro hacia su progenitora…
- sí, sí, lo prometo, ahora váyanse ya o llegarán tarde… - despidiéndolos con una sonrisa, So Lyn Kim vio partir a sus hijos, ellos quienes son su motivo para luchar contra ese mal congénito de su corazón… - Junsu, ChangMin, estaré con ustedes lo más que me sea posible, pero sé que mi corazón es cada día más débil… - su mano en su pecho, una lágrima resbalando por su mejilla…
Junsu, ése es el nombre del mayor de los Kim, hace cuatro años le detectaron a su madre una enfermedad cardíaca que ha ido consumiendo lentamente su vida, los tres saben que si no le dan un trasplante pronto, un día simplemente su corazón dejará de latir. Por eso es que desde entonces So Lyn está en la lista de espera de donación, y también desde aquél fatídico día el castaño ha estado trabajando arduamente y ahorrando con la fe de que la donación se efectúe y le pueden realizar la operación a su madre.
Sintiéndose responsable por su hermano mejor, Junsu no le ha permitido abandonar los estudios, aún cuando él mismo tuvo que hacerlo años atrás. Pero ha asumido el rol de cabeza de familia, y que Min termine la carrera de medicina está entre las prioridades a cubrir. Por ello es que él trabaja todo el día, cubriendo dos empleos, uno en el Hotel Park, perteneciente a la Franquicia Park.
El castaño frenó en la entrada de la Universidad de Seúl.
- que tengas buen día… - sonriendo alegremente, deseó a su hermano…
- tu también, hyung… - el casco dejado… - procura no enfadarte tanto hoy…
- enfadarme, con quién?...
- tu sabes bien de quién hablo… - y antes de que el mayor pudiera decir nada, el menor dio la vuelta con el bolso al hombro y se dirigió a donde un compañero lo esperaba…
- yo no me enfado, soy todo carisma y simpatía…- se decía a sí mismo, en tanto ponía en marcha su moto y emprendía camino a su trabajo… la imagen de un chico en su mente… - ay, ojala enferme de gripe y no le vea hoy, hace que me duela el estómago nada más verlo.
……………………………
- debes estar ahí a las 4 de la tarde…
- madre, con cuántas mujeres más piensas citarme… - cuestionó con una sonrisa socarrona y una ligera molestia hacia su madre… - ya te dije que no me interesa… - el joven de 23 años, alto, delgado, ojos oscuros como la noche, labios sensuales, cabello azabache ligeramente largo y porte seductor; estaba sentado al otro lado del escritorio desde donde Jo Nang dirige los negocios familiares…
- no cuestiones mis decisiones, Park Yoochun, hasta que no tengas una relación formal, seguirás teniendo citas así sea a diario… - habló con voz fuerte, dejándole claro a su hijo que aún es ella quien manda…
- no importa cuántas chicas hermosas me presentes, nada cambia lo que soy… - haciendo caso omiso de las palabras soltadas con molestia por parte de su madre, el pelinegro abandonó la oficina en lo más alto del Edificio, prefiriendo dar inicio a su aburrida rutina de supervisión…
Subió al ascensor y pulsó el botón de la planta baja, cuando llegó y las puertas se abrieron salió hacia el elegante vestíbulo con un piso impecable de mármol, algunos muebles a disposición para confort de los clientes y personal amable que saludaba y atendía según fuera el caso, ya que en ese Hotel la planta baja se trata de un Restaurante, uno de los más afamados de la ciudad. Y fue justo ahí a donde se dirigió en primer lugar, pasando por entre las mesas donde comensales conversaban de quién sabe exactamente qué cosas, había personas locales, pero también extranjeros, lo que remarcaba la popularidad de que goza la Franquicia Park; y en tanto él saludaba cordialmente con una reverencia a todo aquél que le miraba y dedicaba una sonrisa; el chico de cabellos castaños batía la mezcla para un cake en la cocina del restaurante…
- hoy ha sido una buena mañana, y será un día estupendo si no lo veo… cómo puede un chico tan ególatra como él tenerlo todo en bandeja de plata, ni siquiera creo que lo merezca, seguro que nunca ha tenido que trabajar por nada, o sea, qué de complicada o agotador puede ser pasearse por todos los negocios de su familia solo para ver con sus propios ojos que todos hacemos nuestro trabajo…
- eh, Junsu, yo creo que la mezcla está más que uniforme… - lo interrumpió un chico de linda sonrisa, alto, atractivo, cabello castaño y ojos claros, un año menor que él, trabaja medio tiempo ya que está terminando sus estudios, su nombre: Lee Seung Gi.
- ups… - sonrió el castaño enseñando la lengua en tono infantil, mirando la mezcla más uniforme de toda su carrera como repostero. Vació el contenido en un molde y lo metió al horno…
- es realmente curioso… -
- el qué…
- que nadie haga postres tan exquisitos como tú, pero seas un fracaso en los platillos… - el castaño simplemente se encogió de hombros, él tampoco se podía explicar eso, pero era verdad… - supiste la nueva?
- creí que estudiabas medicina, no periodismo… - bromeó el castaño…
- oye, no es que yo ande por ahí de chismoso… - se defendió el chico de ojos claros…
- si tú lo dices… - le sonrió con sorna, realmente Lee siempre conseguía enterarse fácilmente de todo, en ocasiones aún antes que el resto del personal… - bueno, qué nueva… - cuestionó con interés, terminando de decorar un pastel…
- el hijo menor vuelve a la ciudad y se integrará a la administración del hotel…
- Park Yoo Hwan, el hermano menor del patán?
- shh… - le mandó callar, mirando hacia todos lados, esperando que sus compañeros no hayan escuchado, o peor aún, que el propio Yoochun ande por ahí… - que no temes que un día te escuche, podrías perder el empleo…
- pero si rara vez pasa por aquí, se limita a ver la gente en las mesas y luego pasa de largo hasta la oficina del chef en jefe, nunca se involucra con el resto de los empleados…
- sí, pero…
- puedo perfectamente decir que Yoochun es un… - se agachó en busca de los ingredientes que necesitaría para seguir en su labor… - ególatra, engreído, creído, manipulador…
- Junsu… - Lee trataba de callarlo, pues veía venir al pelinegro por el pasillo observando a los demás trabajar…
- patán, hijo de mami, todos los sinónimos que encuentres para lo que acabo de decir, es más… - sus manos dejando algunos recipientes e ingredientes en la mesa, pero aún sin levantarse… - te apuesto que es incapaz de hacer algo por sí mismo…
- Junsu, cállate ya… - el chico de ojos claros bajó las manos para tratar de taparle la boca, pero el castaño se paró dando la espalda hacia el pasillo, el pelinegro estaba a cosa de un metro de distancia de ellos…
- deja, Park Yoochun es un cretino mujeriego que tiene citas todos los días con una chica diferente… - el chico de ojos claros le miró con espanto…
- si quieres te puedo dar el número de alguna… - el castaño brincó en su lugar cuando escuchó esa voz, conoce bien ese tono seductor… - porqué, tal vez ni él lo entienda aún… -
- mierda!... – soltó por lo bajo mientras se daba la vuelta y ponía su mejor sonrisa, o arreglaba eso o se quedaba sin empleo, y no podía darse ese lujo… porqué no se había quedado callado?
- así que crees que soy un cretino mujeriego… - el pelinegro llevó su vista a la placa de identificación a la altura del pecho de lado derecho para leer el nombre de ese atractivo chico que todos los días observa de reojo durante sus recorridos… - Kim Junsu… -
- esto, yo… - aclaró la garganta… - no hablaba de ti, de usted… - se corrigió rápidamente… - Señor, hay muchos Park Yoochun, sabía, y el otro día conocí a uno en un bar, y… se puso a contarme de sus conquistas como si fuera una cosa extraordinaria y… - obligaba a su mente a pensar en algo creíble que le salvara el pellejo…
- olvídalo, eres malo mintiendo…
- eh?... – ahora sí, la había hecho buena, dónde demonios encontraría un buen empleo como ese?
- pero no voy a despedirte… - el castaño suspiró… - tus postres son muy populares entre los comensales, sin embargo, no quiero volverte a escuchar hablando de mí, realmente no me conoces… - mirándolo con seriedad, el pelinegro agregó… - limítate a hacer tu trabajo y habla menos… - dio la vuelta y siguió su recorrido, sintiendo una molestia extraña en la boca de su estómago, sí, le molestaba que ese chico en específico pensara así de él…
- ay, como lo detesto, y todavía se ofende, como si fuera mi culpa que sea como es… - volviendo a su trabajo, el castaño pensaba, con el ceño fruncido y un dolor de estómago que solo Yoochun era capaz de generar en su persona…
- en una de esas realmente perderás el empleo, y no puedes darte ese lujo, Junsu… - señaló con seriedad el chico de ojos claros…
- tienes razón… - suspiró… - es solo que… - gruñó, amasando con fuerza la harina… - no lo puedo evitar… lo envidio tal vez… -murmuró, sus ojos adquiriendo una opacidad que solo pocas veces se permitía expresar…
- por tu mamá?...
- sí, supongo que quisiera poder disponer de dinero en grandes cantidades como él, así no estaría tan preocupado por conseguir dinero para la operación de mi madre…
- y qué hay sobre la donación?
- aún nada, la lista es larga, los donadores pocos…
……………………………
Aeropuerto de Boston, Massachusetts.
Dos chicos a bordo…
- qué harás llegando?... – un joven de 24 años, cabello teñido en rubio, rasgos orientales, cuerpo de modelo y ojos oscuros que en ocasiones parecen muy fríos, se sentaba de lado de la ventanilla…
- supongo que instalarme en el departamento…- un chico de 23 años, tez morena clara, cuerpo atlético, rasgos orientales, ojos oscuros muy cálidos, sonrisa segura y cabello castaño oscuro corto, terminó de colocar un pequeño bolso en los cubículos a disposición, luego se sentó a lado de su amigo…
- y después lo buscarás?...
- no lo sé, Jae, es lo que más quisiera, pero temo que no quiere verme ni en pintura… - respondió con voz triste, jugando con un medallón en su mano…
- Yunho, si aún amas a Yoochun, no dudes en buscarlo… - el rubio observó el pequeño medallón en manos del moreno, donde una foto del rostro de su amigo y del pelinegro se encontraba.
- cuatro años, Jaejoong, durante cuatro años ni siquiera le llamé una sola vez…
- pues hay entonces mucho de lo que hablar… - sonriendo, trató de animarlo, aunque en su pecho su corazón lloraba en silencio…
- eres muy optimista… - el moreno guardó el medallón en una cajita que colocó dentro de un maletín… - tienes razón, lo mínimo que puedo hacer es darle una explicación…
- exacto… - murmuró el rubio, mirando por la ventanilla, una lágrima rebelde corrió por su mejilla e inmediatamente la apartó con su mano, fingiendo que se acomodaba el flequillo en la frente…
El avión despegó, rumbo a Seúl, Corea…
……………………….
Lee Seung Gi llegó corriendo a la Universidad, tenía suerte de que le permitieran continuar sus estudios dedicándole medio tiempo solamente, considerando que la Medicina prácticamente exige las 24 horas de cada día. Pero era solo un trato especial por parte del Consejo Administrativo de la Facultad para que el chico pueda seguir costeando su carrera. El chico de ojos claros contaba además con un apoyo muy importante, su mejor amigo, ChangMin…
- cinco minutos tarde… - le recibió el menor Kim en el pasillo del segundo piso del edificio de laboratorios… - el profesor Song Ki ya te advirtió que….
- ya lo sé, ChangMin ah… - interrumpió caminando a toda prisa al Laboratorio de Anatomía… - el tráfico está fatal, la avenida principal está cerrada porque hubo un accidente…
- y ya te daban ganas de quedarte a ayudar, no?... – comentó con una sonrisa…
- me conoces… - y por un momento cuando sus miradas se encontraron y sonrieron, un ligero carmesí se apoderó de las mejillas de ambos chicos…
…………………………….
Yoochun llegó a su casa, una Mansión ubicada en la zona residencial de Seúl, una vez más había ido contra los planes de su madre, y aunque había asistido a la cita en que conoció a una linda chica, se limitó a saludar, decirle claramente que no tenía interés alguno en ella, pagar el café no tomado y salir a pasear por la ciudad antes de volver a casa…
- tu hermano llega al aeropuerto en una hora, ve y recíbelo… - la Sra. Park estaba en la estancia revisando algunos papeles…
- es que temes que Yoo Hwan se pierda en el camino?... – dijo en tono sarcástico, tomando un sorbo de vino que acababa de servirse…
- haz lo que te digo y no discutas conmigo… esa chica era perfecta… - tomo molesto…
- voy por Yoo Hwan… - prefería eso a tener una conversación más con Jo Nang acerca de su vida amorosa (prácticamente nula desde hace cuatro años… tal vez nula sea correcto en realidad)
La relación de los hermanos Park es extraña, como han sospechado acertadamente, cambió desde el accidente de hace cuatro años en el que el Sr. Park murió. Yoochun es rebelde con su madre en algunas cosas, pero es muy responsable con el cumplimiento de sus deberes en la empresa familiar. Yoo Hwan, por otro lado, puede olvidar toda responsabilidad si hay una buena oportunidad de divertirse a rienda suelta.
El pelinegro aguardaba en la Sala de Espera por el arribo del vuelo de su hermano, muchas chicas que lo veían sonreían coquetamente hacia él, y por mera diversión, éste correspondía con seductoras miradas y guiños.
Yoo Hwan llega desde París, Francia, en donde estuvo estudiando Administración y Economía… por el simple gusto de estudiar en el extranjero. Tiene 21 años, alto como su hermano, delgado, cuerpo varonil, cabello lacio color negro que llega hasta sus hombros, ojos del color de las penumbras y un brillo pícaro que atrae las miradas de propios y extraños, llegó con una maleta al hombro, pantalón oscuro, camisa blanca, chaqueta oscura deslavada con hilachas en el borde, lentes negros de estilo y un caminar relajado…
- mamá pensó que iría a un antro o un bar antes que llegar a casa?... – el morocho estrechó la mano de su hermano…
- supongo que eso quiso decir cuando me pidió que viniera y te recibiera… - los hermanos caminaron rumbo a la salida, donde el auto del pelinegro está estacionado… - qué no tuviste graduación?
- los actos académicos son aburridos, y las fiestas en París ya me parecieron rutinarias, así que decidí que no valía la pena hacer movimiento alguno, además, mamá tal vez habría dicho que está ocupada en el trabajo y tú no creo que hayas ido feliz de la vida…
- cualquiera que te escuche pensará que no somos una familia unida… - subieron al auto…
- porque no lo somos… -
El camino a la Mansión Park fue bastante incómodo, el silencio se había instalado entre los dos, para ambos recordar, solo mencionar, que todo en sus vidas cambió cuatro años atrás era tema difícil de abordar. El accidente aquél había marcado sus vidas… y aún en ocasiones pensaban que ello no deberían de estar ahí.
La reunión familiar fue… simplemente como si no hiciera más de un par de horas que se habían visto. Jo Nang inmediatamente asignó a Yoo Hwan sus actividades que debía comenzar al día siguiente, más no hubo un emotivo reencuentro.
- mañana es el aniversario luctuoso de Won Jin, iremos a visitar su sepultura, rezaremos y tendremos una cena en su honor, no hagan otro planes… - actuando con esa frialdad que rayaba en la indiferencia hacia sus hijos, la Sra. Park subió a su recámara sin siquiera desearles buenas noches.
- bueno, no puedo decir que extrañaba esto… - el morocho subió a su recámara simplemente a cambiarse para salir a divertirse al centro de la ciudad.
Yoochun simplemente salió a caminar al Parque en donde muchos recuerdos de su exnovio le hacían añorar los buenos tiempos vividos y que desde hace cuatro años no ha vuelto a sentir.
………………………
Jung Yunho llegó a su nuevo departamento en los suburbios de Seúl, el viaje había sido agotador, pero finalmente estaba de regreso. Apenas había respirado el aire de la ciudad se había dado cuenta de lo mucho que su corazón extrañó ese lugar, y del deseo que tenía de recuperar parte de la felicidad que él mismo truncó tiempo atrás, yéndose a Estados Unidos de pronto… con un amargo adiós de por medio.
- quieres que me quede a ayudarte a desempacar… - ofreció el rubio, de pie en el pasillo de la entrada…
- no Jae, gracias pero estoy cansado y tú debes estarlo igual, ya mañana me encargaré de eso… - desistió sutilmente, regalándole una amigable sonrisa…
- bueno, te veré mañana… o prefieres no verme algunos días… - medio bromeó el rubio, aunque claro está quería saber si ahora que han llegado a la ciudad ellos seguirán siendo tan amigos como en Boston.
- no seas tonto, claro que nos veremos mañana… - sacó su móvil, pero luego cayó en cuenta de algo… - no tengo señal… - ambos rieron por eso… - iba a pedirte un taxi y ni siquiera recuerdo el número de la central… - inconscientemente se rascó la nuca, desordenando un poco su cabello…
- caminaré a la avenida, no está a más de cinco minutos, ahí tomaré uno rápidamente… - resolvió el rubio…- hasta mañana…
- te acompaño… - tomó las llaves y salió con Jae, caminando un par de calles hacia el sur hasta la avenida… - no sé dónde diablos tengo la cabeza!...- exclamó de pronto…
- porqué… - conociendo a su amigo, seguro que había olvidado algo…
- cómo voy a llamarte si no tengo señal y tú tampoco, nuestros celulares no funcionan aquí y…
- fácil, nos ponemos de acuerdo para vernos en algún lugar, no es como si no recuerdes cómo moverte por la ciudad, o si?... – se burló…
- que gracioso estás, Jae, ya me las cobraré… - olvidándose del cansancio, a media acera y sin importarles los pocos transeúntes que andaban por ahí cerca de medianoche, comenzó a hacerle cosquillas al rubio, hasta que éste le suplicó lo dejara en paz… - entonces, nos vemos mañana en el Parque del Centro, a las dos, podemos ir y comprar móvil nuevo y luego nos vamos a comer, o algo, qué te parece?
- bien, nos vemos mañana, Yunho… - le hizo la parada a un taxi…
- descansa, Jae… - cerrando la puerta, vio al auto partir, sonrió pensando en que desde que conoció a ese chico la soledad no ha tocado a su puerta… - casi tres años de amistad…
………………….
Kim Junsu llegó a su casa a esa hora, acababa de salir de su segundo trabajo. Estaba cansado y le dolía la cabeza, entró con sigilo para no despertar a nadie. Esta nueva rutina desde hace un mes era agotadora de verdad, pero las cuentas de los medicamentos de su madre y la colegiatura de ChangMin absorbían todo su salario del hotel, y había otros gastos que cubrir y ahorros que hacer, por lo que no tenía otra opción. Se asomó a la habitación de su progenitora y se acercó para besar su frente y susurrarle un buenas noches; luego fue a la de su hermano, encontrándole dormido sobre un libro en el escritorio, la lamparita de noche encendida…
- Min, Min… hermano, vete a la cama… - sacudiéndolo suavemente por el hombro, el castaño despertó al menor…
- hyung… hace cinco minutos estaba despierto… - incorporándose y tallando sus ojos, acomodó los anteojos en su rostro… - necesito terminar este reporte…
- estás cansado, se te nota, duerme y despierta temprano para que lo termines… - sabía que su hermano dedica tiempo no solo a sus estudios, sino también al cuidado de su madre…
- creo que te haré caso, tú también descansa, hyung… - en su tono de voz el castaño pudo notar que se sentía culpable por no trabajar como él y apoyar con los gastos…
- buenas noches, Min… - sonrió como suele hacer, besó la frente de su hermano y se fue a su habitación…
- buenas noches, Junsu…
…………………………
Yunho y Jae llegaron al Restaurante del hotel Park, más por insistencia del rubio, que estaba decidido a apoyar a su amigo para que se reencuentre con Yoochun… porque creía que tal vez viendo feliz al moreno si el pelinegro le da una segunda oportunidad, él estará contento y podrá seguir adelante con su vida sin esperar a que ese guapo chico sentado a su lado en un taxi repare un día en él sin verlo como el mejor amigo.
- el amor verdadero puede incluso con el tiempo, la distancia y algunos errores, no? Si Yunho y Yoochun se aman, volverán a estar juntos… hago lo correcto, soy su mejor amigo y como tal debo ayudarlo… quiero conocer sus sonrisas, sus miradas, sus suspiros por amor y no por tristeza, culpa o arrepentimiento… no importa que mi corazón no sea el destinatario de tan puro sentimiento…
- no puedo… - soltó de pronto el moreno, sacando al otro de sus pensamientos… - Jae, no puedo presentarse así como así, y ahí… no puedo…
- claro que puedes, no es momento de dejarse dominar por el miedo… - el alto edificio del hotel se erguía con elegancia de entre los otros alrededor…
- es solo que, es muy pronto…
- pronto? Hace años que quieres hablar, no puedes dejar pasar más tiempo… -el valet parking con la puerta del taxi abierta esperaba a que los pasajeros bajaran… pero Yunho solo miraba hacia las elegantes puertas de grandes vitrales del hotel…
………………………..
En tanto, dentro del Hotel…
- puedes darme una rebanada de pastel… - el morocho se había presentado ante el personal, y ahora estaba donde el castaño…
- seguro Señor, algún sabor en particular… - preguntó sonriendo ampliamente, aunque a su manera de verlo, el menor Park es como un adolescente que juega a ser adulto pero que solo ve diversión en todo a su alrededor…
- dime… - leyó el nombre en la placa… - Junsu, cuál es el tuyo… - sonrió coquetamente…
- eh… todos los sabores son buenos para mí… - respondió comenzando a sentirse incómodo con la manera en que Yoo Hwan lo observa…
- ven conmigo… - apareció de pronto el pelinegro, y no se le veía contento… y no, tampoco se dirigió a su hermano, sino a Junsu, a quien tomó por la muñeca y llevó casi a rastras hacia su oficina…
- y ahora a éste qué le pasa. Ok que sea mi jefe, pero, me trata como si fuera de su propiedad o algo así, y, tiene que agarrarme tan fuerte? Casi siento que me va a cortar la circulación, y por qué esa cara de pocos amigos, bueno, realmente no debe tener muchos amigos en el medio que vive, ricos, ricos y más ricos que se comportan como sanguijuelas esperando la oportunidad de ensañarse del otro… - pensó el castaño en el camino, siendo observados por alguno que otro compañero de trabajo…
- aléjate de Yoo Hwan… - le dijo con tono golpeado apenas cerró la puerta…
- eh?... – confusión…
- no quiero que te involucres con mi hermano…
- involucrarme? De qué estás hablando?
- en primera, no me hables de tú que soy tu jefe… - el castaño frunció el ceño… - y en segunda, simplemente aléjate de mi hermano, te lo digo por tu propio bien…
- eso es todo, Señor…- se mostró sereno, aunque por dentro estaba que trinaba de coraje, no entendía a qué venía ahora esa advertencia, es decir, Yoo Hwan solo le pedía una rebanada de pastel!
- no, tendré una cena especial esta noche, quiero que prepares tu mejor postre para mí, es solo para unas pocas personas, no necesito nada demasiado dulce ni amargo, lo recogeré a las siete… - finalmente tomó asiento en su cómoda silla tras su escritorio. El castaño no dijo nada más, porque sentía que si abría la boca terminaría por decirle unas cuantas cosas desagradables al pelinegro…
- no puedo perder el empleo, no puedo perder el empleo…- se repitió mentalmente hasta que volvió a su área de trabajo… - te detesto Park Yoochun! – murmuró mordazmente mientras estrujaba entre sus manos una masa…
En tanto…
- cuál es tu problema, creí que era Yunho por quien sigues esperando… - espetó con molestia el morocho al entrar a la oficina de su hermano…
- no sé de qué estás hablando… - pero su mirada oculta estaba inyectada de ira y tristeza…
- Junsu te gusta?... – cuestionó con firmeza… el pelinegro seguí con la vista en el monitor de su computadora, pero el morocho notó como abría los ojos con sorpresa ante su cuestionamiento…
OMG!
ResponderEliminares bastante interesante!
pork soy la primera??
weno
me gusta!!
habra yunjae mas adelante?
kiero averiguarlo!!
wow la curiosidad me mata!!
ResponderEliminarcontinuacion!continuacion! este fics se esta poniendo super interesante (como todos los demas obvio XDD)
espero la continuacion con ansias...saludos :3
ahh que interesante..
ResponderEliminarpobre Jae enamorada de Yuhno en secreto T_____T
espero que lo puedas continuar cuando puedas^^
animo para los proximos
Q buen fic!
ResponderEliminarpobre jae enamorado de yunho pero aun
asi lo ayuda =/
hahhaah
muy bueno(:
omoooo mereces un comment *w* wooooo me gusta el inicio ¬w¬ me encantó, bueno, tengo k seguir con mi dosis diaria *se va emocionada al siguiente cap*
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