KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

You are for me cap 2

HUELLAS DEL PASADO

Jung Yunho bebió de un solo trago un líquido blanco que el barman llamó “tequila”, lamió la sal en su mano y luego chupó un poco de limón. Era la segunda copita que se llevaba a la boca, y era raro pero delicioso ese ardor que le quemaba la garganta, sentía también como un golpecito en el cerebro que comenzaba a marear sus sentidos. Lo más interesante del caso era estar embriagándose cuando apenas si eran aproximadamente las 2:30 de la tarde, después de no haber tenido el valor de bajar del taxi y entrar en ese maldito edificio donde se encontraba el amor de su vida…

- soy patético, no Jaejoong… - el barman llenando por tercera ocasión el “caballito”…

- es normal que temas enfrentarlo… - el rubio sorbió de su tarro de cerveza… - pero te repito, dejar pasar más tiempo no es la solución, quieres hablar con él, hazlo…

- sí, ya lo sé, pero… no es fácil… - sorbió la tercera copa de tequila, otra vez el ardor en la garganta, un nuevo golpecito en el cerebro, sus sentidos más aturdidos… - mala combinación, primero tomar cerveza y luego éste… - miró la copa llena una vez más…- tequila…

- nadie ha dicho que sea fácil… - observó al moreno sorber la cuarta copa… - no piensas tomar valor embriagándote, verdad?

- no… - respondió sonriendo con un dejo de ironía… - no me permitas buscarlo cuando me haya emborrachado, porque eso si lo voy a hacer… - tomó una quinta copa de tequila, probó la sal y el limón, comprobando que eso le daba un mejor sabor, pero también sentía sus mejillas ardiendo y sus sentidos completamente aturdidos…

- de acuerdo… - el rubio hubiera intentado persuadirlo, pero… hasta él tenía deseos de embriagarse… - salud!

- salud!... – y su sexta copa de tequila sonó con el ruido del cristal al golpear suavemente contra el tarro del rubio…

……………………….

Yoochun no respondió el cuestionamiento que su hermano le hiciera más temprano, pero sin duda había dejado a su mente pensando al respecto. Después de todo no puede negar que desde que lo conoció llamó fuertemente su atención, sobre todo por esa risa suya tan peculiar, y sus recorridos son amenos siempre por el simple hecho de verle sonriente haciendo su trabajo.

Eran las 7 en punto, y la hora de salida del castaño había sido hace ya media hora, pero esperó por la llegada de su Jefe, no fuera a ser que le reclamara por no estar cuando llegara en busca del encargo que tan “amablemente le hizo”…

- y ni siquiera sé porqué le he puesto tanto empeño… - miró la caja en la que guardó el delicado postre más exquisito que recuerda haber hecho, no entendía porqué, pero últimamente cuando cocinaba y pensaba en el pelinegro (así fuera solo para insultarlo) le salían con un sabor único y delicioso…

- sigues aquí? Creí que lo habrías dejado simplemente con mi nombre sobre la mesa… - apareció el pelinegro, logrando con sus palabras el castaño frunciera el ceño…

- es el colmo de los colmos… - pensó con molestia… - no vuelvo a preocuparme por éste ingrato hijo de mami…

- gracias por el… - miró al otro y se dio cuenta de la forma en que fruncía el ceño, y por alguna razón se supo único causante de tal gesto, que en realidad le parecía adorable… - postre… - tomó la caja entre sus manos…

- es mi trabajo, que lo disfruten, ahora si me disculpa, tengo que irme… - tomó su bolso y lo cruzó por su pecho dejándolo en su hombro izquierdo… - buenas tardes…

- hasta mañana… - el pelinegro lo observó partir, después dirigió su vista a la caja que desprendía un aroma exquisito que invitaba a probarlo… - no cabe duda que es uno de los mejores reposteros…

En la puerta principal ya esperaba la limousine de la Familia esperando por él, Yoo Hwan y Jo Nang (su madre) ya estaban a bordo. Tomaron rumbo hacia el Templo del Eterno Descanso donde reposan las cenizas del difunto padre y esposo Won Jin Park. Hicieron sus reverencias y elevaron sus rezos por el espíritu del hombre, pero estaba incrustado en sus corazones un pesar del cual ninguno ha querido hablar desde aquél fatídico accidente que se llevó la vida del Sr. Park, y dejó secuelas físicas, pero sobre todo emocionales en los hijos principalmente.

Volvieron a la Mansión y cenaron lo de cada año luctuoso, los platillos favoritos de Won Jin. Nunca antes Yoochun había siquiera pensado en llevar nada, mucho menos un postre, pero esa noche acercó el pastel que Junsu preparara, y cuando hubieron degustado su porción de pastel pudieron sentir la delicia, la suavidad de la textura, una sensación indescriptible e inexplicable de alegría, como viajar en los recuerdos hasta un momento de contentura.

Pero luego de eso, cada integrante de la familia simplemente se fue a dormir, o en caso de Yoo Hwan, salir a disfrutar una noche más de la vida nocturna de Seúl. Yoochun por su parte, aunque hubiera querido salir también, se quedó en su recámara, porque las memorias del pasado habían vuelto a su mente cual tornado impetuoso desordenando todo en su interior.

Primero la reminiscencia aquella en la que vio por primera vez a Junsu, el día que llegó al Hotel a pedir empleo. Llevaba unos jeans formales de color oscuro, una camisa blanca y una chaqueta café, sonreía todo el tiempo y era muy educado. Desde ese momento algo en el pelinegro se había estremecido y por ello le gustaba verlo a diario.

Después, memorias de su relación con Yunho comenzaron a bombardear sus pensamientos, hasta que el sonido de su móvil lo interrumpió, eran pasadas las 10 de la noche, y el número de la llamada entrante le resultaba desconocido, aún así contestó motivado por un presentimiento…

- hola?...

- buenas noches, Yoochun ah… - reconocería esa voz aún si mil años de tiempo transcurrieran… - siento molestarte, yo… quería saludar… - notoriamente nervioso, suspiraba al otro lado de la línea…

- Yunho, hace tiempo que no sé nada de ti… - mil veces imaginó su reacción cuando un momento así llegara, pero ésta tranquilidad con la que hablaba no estuvo en ninguna de sus cavilaciones, siempre creyó que dejaría ver perfectamente su molestia, su rencor, su inconformidad, su dolor…

- lo siento… yo… estoy en Seúl… - el corazón de ambos latiendo apresuradamente… - me pregunto si, podríamos vernos y hablar… -

Silencio…

- no, estoy muy ocupado… - y sin esperar o dar tiempo para nada más, el pelinegro colgó y en un impulso apagó su móvil. Ahora comenzaba a sentir varias emociones corriendo por su cuerpo… y no era el único.

Como quiera que fuera, era un dolor compartido por un amor interrumpido cuatro años atrás…

…….flashback……

Nunca un día tan hermoso le pareció al pelinegro tan triste, no podía admirar el brillo del sol, ni disfrutar del aire que soplaba con suavidad, o sonreír al escuchar las aves que cantaban en las copas de los árboles del jardín de la Mansión. Era un día opaco para sus percepciones, acababa de haber sido dado de alta del Hospital donde permaneció por varios días después de haber sido intervenido quirúrgicamente de una lesión acaecida del accidente en que su padre murió. Yoo Hwan había tenido más suerte, apenas unos rasguños y el hombro dislocado, pero nada grave. Yoochun no se sentía nada cómodo acostado o sentado las 24 horas del día, aún no le permitían caminar, naturalmente, la pierna fracturada de tal manera que por poco la perdía, le obligaban a meses de rehabilitación, donde la primer etapa es reposo absoluto. Le dolía además no haber podido estar siquiera en el entierro de su padre…

- dónde estás, Yunho… - murmuró, viendo por la ventana el cielo azul bordeado por esponjosas nubes… - ni siquiera te he visto desde… - su voz se ahogó por el nudo en su garganta al recordar el fatídico accidente… -

………………….

Yunho subió la última maleta al auto, tenía tiempo suficiente para una sola cosa antes de partir al aeropuerto. Condujo con los nervios a flor de piel, haciéndolo transpirar un poco, llegó a la Mansión Park, un moño negro adornaba las puertas eléctricas de acceso a la propiedad, el guardia le permitió entrar, dirigiéndose hasta la elegante glorieta a pies de la entrada principal. Una empleada le abrió indicándole que Jo Nang quería hablar inmediatamente con él. Siguió a la mujer hasta la oficina de la Sra. Park…

- siéntate, por favor… - ordenó, indicándole la silla frente al escritorio tras el cual está ella sentada… - has decidido por fin presentarte, cuando Yoochun ya pasó lo peor… - al moreno le pareció justa la reacción de la madre de su novio…

- lo siento, Sra. Park… - siendo sincero, ni siquiera tenía palabras para el pelinegro, menos las tenía para ella… sobre todo cuando le han estado ocultando su noviazgo desde hace ya varios meses…

- sentirlo no es suficiente… supe que tus padres se mudan a Estados Unidos, y que tú te vas con ellos porque fuiste aceptado en la Facultad de Leyes de Harvard, así que supongo has venido solo a despedirte…

- así es… - la mujer le miró con tal profundidad que el muchacho se sintió intimidado…

- has sido el mejor amigo de Yoochun siempre, prácticamente dieron sus primeros pasos juntos, sabes que no fue justo que no vinieras antes, cierto? Sabes lo complicado que es la situación de la familia ahora, verdad. Preguntó por ti en cuanto salió de la cirugía y después de ella cada día durante dos semanas…

- Sra. Park, yo… - intentó explicarse…

- no me interesa escucharte… - cortó con tono autoritario… - puedes ir y despedirte de mi hijo, pero no quiero volver a verte en mi casa nunca más, Jung Yunho… - dicho lo cual, la mujer se puso de pie y caminó con orgullo fuera de la oficina, dejando al moreno con un sentimiento de miseria ante lo que estaba a punto de hacer.

Suspiró tratando de controlar el ritmo de sus latidos, pero era inútil. Sentía el corazón en la garganta y todo el cuerpo le temblaba. Se paró, salió de la oficina, caminó hasta las escaleras, subió a la segunda planta, viró a la izquierda y llegó hasta la segunda puerta, la habitación de su novio. Llamó y cuando escuchó la voz del pelinegro permitiéndole acceso, una parte de él quiso salir corriendo a toda prisa. Giró la perilla y por fin vio a su pareja después de poco más de dos semanas…

- Yunho… - una sonrisa de alegría se curvó en los labios del pelinegro. Finalmente sentía que algo agradable pasaba en su vida, tan oscura y cruel en las últimas semanas… - me da tanto gusto verte… -

- no hagas eso… - se apresuró hasta él cuando notó que intentaba incorporarse… - debes tener cuidado con tu operación… - cuando estuvo frente a su novio, ligeramente inclinado puesto que el pelinegro estaba recostado en su cama con varias almohadas en su espalda para dejarlo en una inclinación aproximada de 45º, sintió los brazos de Yoochun aferrarse a él y comenzar a sollozar contra su hombro…

- me has hecho tanta falta, Yunho, me sentía morir, yo… - lágrimas mojando la camisa del moreno… - no pude hacer nada, y papá murió, por mi culpa, fue mi culpa, Yunho, mi culpa…

- shh, shh… Yoochun ah, no digas eso, no fue tu culpa, fue un accidente… - el chico se sentó en la orilla, regresando el abrazo, acariciando tiernamente la espalda de su novio… algunos minutos después el pelinegro dejó de llorar…

- Yoo Hwan está molesto con todos, no habla conmigo, y su mirada me parece tan fría como el hielo; y mamá, ella solo lloró cuando nos dieron la mala noticia, y ahora se comporta como si papá se hubiera ido de vacaciones, tomó el mando de la Franquicia un día después de la sepultura, parece inmutable, fría y distante, Yunho, eres lo único que me queda…

- Yoochun, yo… - el pelinegro se separó y lo besó profundamente, uniendo sus labios en un desesperado contacto que le permitía sentir cariño, calidez, seguridad… amor. El moreno correspondió porque es lo que siente… aún cuando sabe que tiene que despedirse.

- Te Amo, Yunho ah…- el pelinegro volvió a abrazarlo con fuerza…

- Yoochun… - su corazón se sentía apretujado, como si algo helado lo atravesara… - tengo que irme…

- porqué, acabas de llegar, no puedes quedarte un rato más… - sus orbes oscuras se clavaron en los ojos cafés del moreno, viendo en ellos un reflejo de algo que inquietó su corazón… - qué sucede…

- me voy a Estados Unidos… - evadió la mirada de su pareja poniéndose de pie…

- qué, porqué ahora, por cuánto tiempo…- su voz salió temblorosa y la ansiedad corría por sus venas, ya antes el moreno le había contado que sus padres planeaban mudarse, pero él había jurado que se quedaría con él….

- voy a estudiar en Harvard… - algo en su interior se rompió cual cristal quebrantado por la crueldad invasora de la inercia… - mis padres se quedarán a vivir allá, el negocio de mamá es próspero en tierras americanas, y la Universidad le ofreció un proyecto de investigación muy importante a mi padre, yo, volveré cuando termine la carrera, lo prometo…

- y esperaste hasta el último momento para decírmelo… - interrumpió con molestia… - ni siquiera pudiste venir en los días anteriores, cuando más te necesité, tú… tú ni siquiera fuiste al hospital una sola vez… cómo puedes hacerme esto… - espetó con brusquedad, sintiendo la sangre hervir de coraje, pero el moreno no tenía respuesta para tal cuestionamiento… - dijiste que me amabas, prometiste que estaríamos juntos siempre, hemos salido por casi un año, y ahora vienes y me haces esto; mi padre acaba de morir, mi hermano tiene ideas suicidas, mi madre actúa con indiferencia, yo casi pierdo una pierna. Cómo puedes dejarme en un momento así!!... – soltó con violencia, gritando sin importar quien lo escuche, golpeando el colchón con impotencia e ira…

- lo siento… - atinó a decir el moreno, sus manos empuñadas con tal fuerza que sus uñas comenzaron a enterrarse en su piel y los nudillos blanquecer, sentía frustración e ira contra sí mismo…. Se sentía como un maldito desgraciado que está a punto de dejar a quien considera el amor de su vida…

- eso es todo lo que vas a decir? Lo siento?... – risa sarcástica con un dejo de dolor… - solo así, no hay siquiera una razón de fondo lo suficientemente buena como para dejarme, es que acaso vale más estudiar en Harvard que quedarte a mi lado, te necesito Yunho, que no te das cuenta… es que ya no me amas?

- estarás bien, Yoochun… adiós… - sin dar respuesta a las preguntas del pelinegro, sin haber propiamente roto con la relación, el moreno salió de la Mansión Park con el corazón destrozado, maldiciéndose a sí mismo.

Subió a su auto y cuando volvió a la carretera, gruesas lágrimas hicieron un camino húmedo en sus mejillas, golpeó con frustración el volante, gritó hasta desgarrarse la garganta… pero el dolor, la desazón y el rencor consigo mismo lo acompañaría por largo tiempo. Era un cobarde y lo sabía, no había sido capaz de enfrentar a sus padres, y por ello renunciaba a su novio y le dejaba atrás en el momento más duro de su vida…

………flashback…….

Yunho estaba recostado en su cama, la habitación en completa oscuridad, el móvil en la mesita de noche, una dolorosa punzada en el corazón. Aun cuando esperaba, de hecho juraba por una reacción así por parte de Yoochun, dolía. El mismo Jae se lo había advertido, y de igual manera le dijo que no importaba que le dieran una negativa, él debía intentar una y otra vez hasta que el pelinegro le permita la oportunidad de hablar y explicarle aquello que no fue capaz cuatro años atrás…

- una explicación… - habló a la nada, su vista clavada en el techo… - cuanto mas lo pienso, más convencido de mi cobardía me siento… te dejé por estúpido, Yoochun, por intentar protegerte a ti y a tu familia, porque te quiero tanto como desde hace más de cinco años… lucharé por tu perdón, contra todo y quien sea, tu familia, contra ti mismo si es necesario…. – unos instantes de silencio… - Jae, hago lo correcto, cierto?... – y aunque el rubio no estaba presente, el moreno podía evocar su imagen sonriente animándole a seguir… - JaeBoo… - murmuró con una sonrisa…

……………………….

El correo matutino llegó con malas noticias para la familia Kim, el préstamo solicitado había sido negado una vez más por el Banco Nacional, las mismas palabras de siempre: crédito insuficiente.

- pero quiten esa cara, hijos míos…- So Lyn les miró con una sonrisa que no ocultaba a los chicos su propia decepción… - tal vez la próxima vez tengamos más suerte, ahora, seguiremos todos adelante, nada se logra preocupándose y maldiciendo por algo que no se obtiene…

- mamá, si un donador llega pronto, debemos… - pero el castaño fue interrumpido…

- sé eso, Junsu, pero no quiero que te preocupes, si las cosas no salen como esperamos, el destino siempre puede tener algo mejor para nosotros…

- tu corazón no aguantará demasiado tiempo, mamá…- el menor, siendo estudiante próximo a graduarse, solía ser el más objetivo, suficiente ha investigado el tema de la enfermedad de su madre, recordándoles cada que es necesario los pormenores de la misma, que deben preocuparse… - y el Hospital ya ha dicho que eres la siguiente en la lista, en cuanto un corazón compatible llegue deberemos tener estar listos para pagar el costo de la operación…

- ChangMin, cariño, no olvido ningún detalle al respecto, pero no podemos exigirle al Banco el dinero, nadie que conozcamos tiene siquiera esa cantidad para prestárnosla, y preocuparse es casi como gastar energía… solo quiero que entiendan que soy consciente de lo que puede pasar si no se tiene ése dinero, y aceptaré mi destino si así es como debe culminar…

Más nada se habló, ChangMin y Junsu partieron rumbo a sus respectivas actividades, cada uno pensando en alguna solución crediticia para su necesidad económica, la posibilidad de que en cualquier momento el Hospital llame es alta, y los ahorros con que cuentan insuficientes.

El castaño había solicitado incluso un préstamo en la Franquicia, pero éste había sido poco dado su puesto laboral y sólo se había sumado a la cantidad con que cuentan hasta el momento. Estaba muy preocupado por la situación, es su responsabilidad ver que su madre pueda tener esa operación, recuperar la salud… pero realmente pocas las opciones para alcanzar el monto económico.

- Junsu?... Junsu!... – Lee Seung chasqueó los dedos frente al rostro del castaño, logrando por fin que el muchacho le preste atención…

- qué pasa?...

- ChangMin me llamó, tu madre tuvo una crisis y está en el hospital… - el castaño ya había tomado su bolso para salir…

- yo… puedes… - trataba de hablar, pero las ideas se atoraron en su cabeza, estaba asustado, una crisis ahora era muy malo…

- no te preocupes, ve, yo te cubro…

- gracias… - ya en el camino (fue una suerte que no se accidentara él mismo por conducir tan rápido) se puso a pensar en que el tiempo era cruel con ellos, no tenía el dinero y… - diablos! Necesito conseguir esa cantidad… cuando llegó a la clínica…

- te estuve llamando, porqué no contestabas… - le recibió el menor, tenía los ojos rojos pero se notaba que no ha llorado, seguro ha sido fuerte por su madre…

- lo siento, estaba distraído pensando justamente en todo esto, cómo está…

- estable, pero… - el menor no pudo más y se derrumbó, abrazando a su hermano, sollozando en su hombro… Junsu no necesitaba más palabras, sabía lo mismo que Min, sin un transplante, So Lyn tal vez no salga con vida del hospital…

- vamos… - los hermanos se dirigieron a la habitación donde su madre está conectada a varias máquinas que son ahora soporte de sus funciones vitales, su corazón demasiado cansado para latir por si solo…

- disculpen, Kim Junsu?... – preguntó un doctor que acababa de llegar…

- soy yo…

- soy el Dr. Sang Doo, estoy a cargo del caso de la Sra. Kim So Lyn, madre de ustedes, cierto?... – los jóvenes asintieron… - sé que usted… - el castaño… - es tutor legal de toda decisión médica respecto a la enfermedad de su madre, como ya debe saber el corazón de su madre está muy débil ahora, y a menos que se transplante un corazón nuevo… bueno, no necesita que le diga más. Se también que su seguro no cubre una cirugía de éste tipo, y créame que no quisiera ponerlos en éste dilema, pero, necesito saber si pueden continuar con el procedimiento…

- por supuesto que sí… - respondió sin dudar, el menor le miró un poco confundido, pero su hermano tenía razón, no podían decir que no, tendrían el dinero de una u otra forma… - tendremos el dinero y haremos el pago a la Clínica, ustedes solo cumplan con su trabajo y hagan que mi madre mejore, que pueda recibir el trasplante antes de… - tragó luchando contra el nudo en su garganta… - antes de que sea tarde para mi madre, por favor…

- necesito que me acompañe para que llene algunas formas…

………………………..

Hotel Park.

- sabes a quién vi esta mañana mientras corría en el Parque… - Yoo Hwan se sentó al frente de su hermano en la oficina de éste…

- no… - respondió con sequedad, pero conocía bien esa mirada divertida y suficiente de su hermano menor…

- a Jung Yunho… - soltó como si de algo casual se tratara, pero notó la tensión en la expresión de Yoochun… - pero claro, seguro ya sabías que está en Seúl, no?

- y qué si así era… -

- nada, no te pongas a la defensiva conmigo, hyung, yo solo quería decirte que lo vi, y que se ve más atractivo de como lo recordaba, creo que los años y el ambiente americano le favorecieron…

- puedo saber qué diablos te traes… - interrumpió con tono molesto, sobre todo porque no pudo evitar el deseo de haber sido él quien viera al moreno…

- yo? Nada, solo quiero saber si vas a volver con Yunho para poder acercarme a Junsu sin que te pongas como energúmeno… - el pelinegro abrió la boca listo para replicar, pero el morocho no se lo permitió… - el otro día no me respondiste si te gustaba o no, pero me queda claro que te mueve el piso, sin embargo tendrás que decidirte y pronto, Yunho volvió y todavía lo quieres, y yo no te la voy a poner fácil si intentas algo con Junsu… - y sin dar tiempo a su hermano de decir más, salió con un solo pensamiento en mente… conquistar a Kim Junsu.

- no quiero volver con Yunho… - murmuró sintiendo como su corazón palpitaba acelerado de solo recordar el tono de su voz la noche anterior. Confundido también por la molestia que quema en la boca de su estómago cada que ve a su hermano cerca del castaño…

……………………………..

En la Clínica…

- voy a volver al Hotel, trataré de tener una entrevista con la Presidenta Park y hablarle sobre la situación, con algo de suerte puede que ella nos haga el préstamo…

- hablar con la dueña de la Franquicia? Hyung, eso en verdad sería un milagro, y no lo digo por ser pesimista, es solo que esa Sra. no es precisamente la mujer más caritativa del mundo…

- lo sé, pero es lo único que se me ocurre ahora… vuelvo más tarde, cualquier cosa, llámame, estaré al pendiente del móvil… -

- de acuerdo… - vio a su hermano mayor partir y luego volvió a la habitación de su madre. Le dolía el alma de verla en esa cama conectada a tantos aparatos, y aunque es algo a lo que él debe acostumbrarse, jamás es lo mismo tratándose de la familia. Su móvil sonando… - Lee, hola…

- hola, cómo van las cosas?... – cuestionó su compañero de carrera al otro lado de la línea…

- pues… como imaginas, mamá está estable solo por los aparatos, esperamos que haya un donador pronto…

- yo quisiera poder hacer más por ustedes, Min, lamento no serles de mucha ayuda, sobre todo por la cuestión económica…

- descuida, haces más que suficiente por el simple hecho de estar con nosotros, de hablarme ahora… -

- sabes que te quiero mucho, Min… - en el hotel, el chico de ojos claros se sonrojó al decir tales palabras…

- gracias, yo también te quiero, Lee… - ambos sonrieron contra el teléfono. Y siguieron hablando unos minutos más…

………………………………..

Yunho bajó de un taxi a las afueras del Hotel Park, y justo cuando dio el primer paso decidido a entrar por fin y hablar con el pelinegro, éste venía saliendo, engalanado en su traje negro se veía extremadamente guapo. Yoochun venía platicando por el móvil de negocios, su auto esperaba por él, pero el moreno no estaba dispuesto a dejarlo ir sin que supiera que estaba ahí por lo menos…

- Yoochun… - llamó con voz varonil, acercándose al pelinegro, quien al voltear hacia esa voz que le erizó los vellos, se quedó impresionado al verlo. El moreno lucía realmente atractivo, vestido con ropa casual, el cabello desaliñado y un caminar tranquilo con su mirada clavada en él…

- Yunho… - murmuró lentamente a la vez que guardaba el móvil en su bolsillo, sintiendo su corazón a punto de explotar de emoción, casi quería devorarlo en un beso, pero… recordó cómo lo dejó años atrás y la ira creció en su interior, cómo podía presentarse así, con aquel semblante tranquilo, se creía en verdad que saltaría a sus brazos y perdonaría todo lo pasado?

El moreno notó en esas orbes oscuras que antes tanta calidez desprendían al verlo un brillo rencoroso que lo hizo detener toda intención de acercarse más, un metro de distancia entre ellos. Junsu llegó estacionándose distraídamente al frente del auto del pelinegro, apenas bajó de su moto cuando sintió un agarre en su muñeca, y cuando miró para ver de quién se trataba se sorprendió al ver al pelinegro…

- Junsu ah, dónde has estado… - le habló con una enorme sonrisa en los labios…

- eh… yo… - balbuceó confundido… porqué le miraba con esa… ternura?

- vamos, estaba esperándote, Susu ah… - lo instó a subir al auto del lado del copiloto, el castaño estaba demasiado contrariado como para negarse, y cuando logró reaccionar, el auto ya había arrancado, Yoochun conduciendo.

Yunho no pudo más que observar la escena, sintió enormes celos al ver cómo su Yoochun trataba a ese chico de cabellos castaños, la forma tan confiada con que lo trató, como si ellos fueran, pareja. Sintió como una puñalada en su corazón al pensar en eso, y tuvo deseos de golpear algo hasta el cansancio, de gritar y pedir mil veces disculpas con tal de tener una segunda oportunidad…

- a dónde vamos, yo, tenía algo muy importante que hacer… - cuestionó el castaño, se sentía ansioso porque su objetivo era hablar con la Sra. Park, no ir con Yoochun a quién sabe dónde…

- tenemos un importante evento la semana entrante, quiero que los bocadillos y la repostería sean los mejores, así que visitaremos algunos locales para que eches a volar tu imaginación y pienses en algo aún mejor de lo que comas…

- pero, ahora, no puede esperar?

- porqué no estabas en el trabajo?... – preguntó, ignorando las cuestiones del otro…

- yo… -

- no importa… - dijo al notar la mirada acongojada del castaño, por alguna razón sintió que tal vez no debía presionarlo en ese momento… - qué es eso importante que tienes que hacer…

- quisiera hablar con su madre… -

- con mi mamá? – el castaño asintió… - sobre qué…

- es algo… muy personal… - respondió, porque tenía la impresión de que si le contaba al pelinegro, terminaría por no tomarlo con la seriedad debida…

- en verdad crees que solo soy un chico mujeriego, caprichoso y patán, verdad… - normalmente poco o nada le interesa lo que otros piensen o digan de su persona, pero el que Junsu piense así de él, le incomoda, le hace sentir que debe demostrarle lo contrario…

- yo no… no lo dije por eso, es que… - se mordió el labio inconscientemente mientras miraba por la ventana… - no sé si le interese ayudarme, Señor… - volviendo al trato formal…

- eres uno de los mejores empleados de la Franquicia, y si hay algo que te preocupa como veo que es… - dirigió su mirada por unos instantes al castaño, su expresión corporal, su mirada, su semblante en general denotaba tensión… - tus postres no te saldrán tan deliciosos como siempre, así que si quieres, dime lo que te pasa y si te puedo ayudar…

- necesito un préstamo de 15 mil dólares… - soltó el castaño, adelantándose incluso a la frase del pelinegro… (n/a no me culpen si la cantidad no es apropiada, solo hice una aproximación de acuerdo a los pocos conocimientos que poseo del tema u_u)

- de acuerdo, yo te los presto…

- en serio?... – le miró con incredulidad…

- por supuesto… - aparcó fuera de un local dedicado exclusivamente a la repostería…

- así nada más, no me preguntará para qué lo quiero… - se desabrochó el cinturón de seguridad y bajó, imitando al pelinegro…

- si quieres decírmelo, hazlo, pero dado que dijiste que era algo muy personal, está bien si no quieres hacerlo… - entraron al local, tomaron asiento en una de las mesas y pidieron algunos postres…

- yo… no podré pagarte inmediatamente, y… - en ese momento el castaño se sentía avergonzado por la forma en que ha estado pensando del pelinegro antes… - tampoco podré hacerte grandes pagos…

- te diré algo…- interrumpió… - sal conmigo por un mes y no tendrás que pagarme nada…

……………………………..

Yunho había vuelto a su departamento en cuanto vio a Yoochun partir con Junsu. Se sentó en el sofá, tomó el medallón entre sus manos y observó la cara sonriente de ambos…

- me olvidaste, Yoochun. Él te ha tocado como solo yo podía, te ha hecho el amor como solo conmigo podías? Olvidaste la promesa que hicimos de estar siempre juntos, sin importar los problemas por los que tuviéramos que pasar…

……….flashback……….

La habitación de Jung Yunho era amplia y bastante sencilla, al centro está la cama tamaño matrimonial, con un cubrecama color beish y grandes almohadones de relleno de plumas, una mesita de noche a cada lado. Una cómoda a lado izquierdo, un escritorio a lado derecho, junto a éste una computadora moderna color negro. En la pared frente a su cama, un mueble con televisión de plasma, DVD, equipo de sonido y varios cd’s de música y películas de su agrado. Una ventana que da a un pequeño balcón se ubica en el extremo de esa pared; afuera, las copas de un árbol ondean suavemente movidas por el viento…

Yunho y Yoochun entraron sonriendo, la puerta cerrada con el pestillo les recordó la intención por la que se encontraban ahí en ese momento…

- seguro que tus padres no llegarán… - cuestionó el pelinegro, mientras su novio desde hace un par de meses lo conducía lentamente hacia la cama, uno frente al otro, por lo que Park caminaba hacia atrás…

- completamente… - el moreno devoraba su cuello con sugestivos besos que activaron la temperatura de ambos…

- llevas prisa?... – cuando sus piernas sintieron el borde de la cama, se zafó del agarre de su pareja, sonriendo seductoramente se apartó un paso de él, comenzando a desabrocharse su camisa tan lentamente que el moreno tenía el impulso de arrancársela de un tirón…

- es nuestra primera vez, lejos del sexo oral, no me culpes por estar impaciente por hacerte el amor, Yoochun ah… - le tomó de cada extremo de la camisa y tiró de ella para acercarlo a su cuerpo, fundiéndose en un fogoso beso en el que ambos luchaban por tener el control…

Las manos de Yunho deslizaron la camisa del otro por sus hombros, sintiendo bajo su tacto la piel del pelinegro ya ardiendo de deseo, la prenda fácilmente resbaló y cayó al suelo. El moreno comenzó a palpar la piel expuesta, dejando que sus dedos acaricien furtivamente desde el cuello, pasando por la clavícula trazando sigilosamente los huesos de esa parte de su cuerpo, bajando hacia los pechos, pasando con gentiles roces por sus pezones. El pelinegro jadeando con excitación, sintiendo corrientes eléctricas viajar por su espina dorsal mandando sensaciones a su cerebro que nunca antes experimentó, tal vez solo por el hecho de saber que ahora esas caricias que su novio deja en su cuerpo son el preámbulo de la memorable primera vez.

Yunho ya estaba delineando los pectorales de su pareja, grabando en su memoria cada centímetro de su piel, cada jadeo y suspiro escapando de labios del pelinegro. Y se entretuvo en ese reconocimiento de la parte superior del cuerpo de su novio, hasta que Yoochun sintió su propia necesidad de tocarlo y le sacó la camiseta blanca que fue arrojada con ansiedad hacia un lado, recostando al moreno sobre la cama. Park le siguió entre besos y sonrisas, en parte por nervios, sobre todo por excitación…

- esto me estorba… - curvando una sonrisa arrebatadoramente provocativa, el pelinegro comenzó a desabrochar el cinto del pantalón del moreno…

- a mí también… - devolviendo la sonrisa con la mirada llena de deseo, el moreno llevó sus propias manos al pantalón de su novio…

- espera, no seas impaciente… - le detuvo, apartando esas traviesas manos que ya intentaban filtrarse en su ropa interior… - primero nos deshacemos de esto… - le sacó los pantalones…

- luego esto… - imitándole, Yunho invirtió posiciones dejando al pelinegro abajo, y sacándole en el proceso sus pantalones…

- mh, estaba mejor arriba… - sus bóxers apartados también…

- te aseguro que igual lo vas a disfrutar… - sus manos masajeando la erección del pelinegro…

- mmhhh, aahhh, Yunho… aún faltas tú… - aprovechando su fuerza, volvió a invertir posiciones, deslizando la ropa interior del moreno hasta quedar ambos en la completa desnudez…

- supongo esto de quién arriba y quién abajo será cosa de habilidad para ver quién cae primero, no?... – mirada lasciva, un par de intercambio de posiciones más, sonrisas, besos, caricias, roces de erecciones, piel ardiente, gemidos… él abajo otra vez…

- vamos, Yunho ah, prefieres esto… - colocó sus rodillas a cada lado de la cintura del moreno, inclinó su cuerpo hacia delante, levantó el trasero y con una mano tomó el miembro de su pareja colocando la punta en su entrada, deslizándola haciendo círculos a su alrededor, simulando una penetración pero sin llegar a hacerlo; ambos gimiendo por las oleadas de incontenible deseo… - o tal vez esto… - se incorporó apartando el caliente miembro de su entrada, se colocó al medio del moreno, abriendo sus piernas y flexionándolas para tener acceso a su intimidad, llevando su erecto y palpitante erección ahí, empujando suavemente sin llegar a penetrarlo realmente…

- mmhhh, tú qué crees… - se incorporó, quedando sentado, y devoró la boca del pelinegro en un beso candente en el que sus lenguas se debatían por tener el dominio, enredándose y empujando una contra otra en embestidas salvajes de pasión… - ambos queremos sentirnos dentro del otro, así que… - otro beso, manos acariciando el cuerpo del otro… - podemos hacerlo los dos, primero uno y luego el otro…

- buena idea… - sonriendo triunfante, apoyó sus brazos en los hombros del moreno recostándolo nuevamente sobre la cama. El moreno supo entonces que le tocaba ser segundas, por lo menos esta primera vez… - dónde lo dejaste…

- está en el bolso izquierdo de mi pantalón… - el pelinegro ya estaba por bajar de la cama cuando el moreno le detuvo sujetándolo del brazo… - pero no lo necesito, quiero que lo hagas, digamos que al natural… - se llevó tres dedos de una de las manos de su novio a su boca para humectarlos con su salida…

- mmhhh, te dolerá más así que con el lubricante… - la boca de su novio estaba caliente, y su lengua se paseaba entre sus dedos con lujuria…

- no importa… - liberó los dedos del pelinegro…

- como tú quieras, entonces… - llevó sus dedos a la entrada del moreno, introdujo uno tal vez con algo de brusquedad porque Yunho gritó, cerró los ojos y apretó el cubrecama con sus manos… - lo siento… - y siguió moviendo suavemente su dedo, descubriendo que era menos dolorosa la preparación si movía sus dedos en círculos.

- aahhh, Yoochun, mmhhh, creo que ya, aahhh, puedes hacerlo… - y es que esos dedos entrando y saliendo de su interior ya le hacían sentir gozo…

El pelinegro apartó sus dedos, llevó su miembro a la intimidad del moreno, tomó sus piernas y las colocó sobre sus hombros, se introdujo lentamente en ese estrecho pasaje a la vez que se recostaba un poco sobre Yunho, y dado que las piernas de éste estaban en sus hombros, deslizarse en su interior fue más fácil y menos doloroso. Una vez que llegó a lo más profundo se quedó quieto, dándole tiempo a su novio de que se acostumbre a su invasión, dedicándose mientras tanto a besarle y acariciar las partes de su cuerpo que quedaban a su alcance. Instantes después comenzó a moverse embistiendo con un ritmo medio, en algún punto una pierna del moreno quedó abajo mientras la otra permanecía sobre su hombro, ese ángulo hacía de la postura algo que le daba mayor comodidad y placer a ambos.

Yunho admite que ser el uke tiene sus ventajas, porque se obtiene placer doble, por un lado las embestidas rápidas y profundas que el pelinegro deja en su intimidad; por otro, la atención que da a su erección, masturbándola procurando el ritmo de sus estocadas. Po lo que ni siquiera se molestaba en reprimir gemido alguno, grito o palabra naciendo desde su garganta, pidiendo más y más hasta que el éxtasis llegó a ellos arrastrándolos al primer orgasmo. Yoochun se corrió en su interior con un ronco gemido, mientras Yunho dejó su esencia en la mano del pelinegro al tiempo que arqueaba la espalda…

- y… te gustó… - el pelinegro se recostó a lado del moreno, su respiración intermitente… una sensación de plenitud recorriendo cada fibra de su ser…

- claro que sí, porque lo hice contigo, y Te Amo, Yoochun ah… - recuperándose de los espasmos, el moreno bajó de la cama en busca de sus pantalones…

- no me dejarás descansar?... – advirtiendo la intención de su novio, el pelinegro se incorporó quedando sentado en la cama, sus manos ligeramente hacia atrás apoyadas en el colchón…

- somos sementales, no necesitamos descansar… - con el tubito de lubricante en la mano, el moreno volvió a la cama colocándose a horcajadas sobre su pareja…

- seguro que no necesitas descansar… - enarcó una ceja dirigiendo su mirada hacia el dormido miembro de su novio…

- verás cómo reacciona con unas cuantas caricias de tus expertas manos… - provocándolo, el moreno tomó una de las manos de Yoochun llevándola a su miembro instándolo a estimularlo…

Tiempo después el pelinegro estaba a cuatro patas sobre la cama, Yunho embistiéndolo con lujuria, arrancando sonoros gemidos de su novio, quien le pedía más, más rápido, más fuerte, más profundo… y sus deseos eran concedidos. Yoochun se agarraba con fuerza a los barrotes del respaldo de la cama, sintiendo el delicioso choque de su trasero contra el miembro del moreno, disfrutando de esa forma morbosa en que sus glúteos son tocados por Yunho.

El moreno se sentía verdaderamente completo ahora, disfrutando de ese vaivén de caderas que él mismo impuso, sintiéndose delirar cada que su erección entra y sale en un ritmo desenfrenado del estrecho pasaje del pelinegro. Le tomaba las caderas con firmeza chocando una y otra vez contra su trasero, escuchando el húmedo sonido que ese movimiento genera, gimiendo y pronunciando el nombre de Yoochun con voz excitada, ronca, varonil.

Una vez más sintieron el calor en el bajo vientre, luego la tensión en cada músculo, Yunho aceleró un poco más y en las últimas y más profundas estocadas su semilla se esparció en el interior del pelinegro, alcanzando su orgasmo. Más cuando salió de Yoochun y éste se recostó boca arriba, notó que él aún no terminaba, había olvidado atenderlo y se había corrido sin él; por lo que sin pensarlo dos veces, llevó su miembro a su boca y succionó de él hasta que su esencia se perdió en su garganta tragándola a la vez que el pelinegro gemía alcanzando su propio orgasmo.

- magnífico, no crees?... – comentó el moreno una vez que se recostó a su lado, ambos recuperándose del orgasmo…

- sí… estaremos siempre juntos, Yunho?...

- siempre, no importa qué, o contra quién, te prometo que estaremos siempre juntos…

- es una promesa, Te Amo, Yunho ah… - y con un beso sellaron un juramento que años después enfrentaría su mayor prueba…

…….flaschback……..

3 Comentarios:

  1. MARITZA9/29/2009

    PORFAVOR YUUKI SIGUE ME GUSTO MUCHO EL FIC Y GRACIAS.

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  2. me gustó muchooooo!!!!!!!!!!!

    animo para la escritora, me a gustado mucho y es muy interesante^^

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  3. minato-chan11/02/2011

    waaaa dios que emocionante historia que locura es muuuy buena realmente al principio no me llamo la atención ya que leí que había 2yoo y pues mis parejas son siempre yunjae por supuesto y de segundo lugar el yoosu pero una vez que vi que tu la habías escrito me dije.. debo leerla que de seguro es genial (me he leído todas las historias tuyas que hay en este hermoso blog y déjame decirte que para mi son las mejores me encantan!!! y realmente admiro la forma que escribes es sin lugar a dudas genial) bueno volviendo al tema me estraño ya que siempre en tus hisrotias el protagonismo se lo lleva el yoosu y el yunjae jeje (lo mejor!) y pues de verdad que no me arrepiento de la decision es maravillosa esta historia simplemente me encanta mushsisisismas gracias por tu aporte y de verdad espero siempre poder seguir disfrutando de muchas mas historias escritas por ti
    ATT: tu gran fan y seguidora jeje =D

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