Nombre: Without Love
Autor: Rose
Pareja: Hosu
Extensión: Oneshot
Genero: Lemmon
Advertencia: Vampirismo
Secuela: Without Memories
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Autor: Rose
Pareja: Hosu
Extensión: Oneshot
Genero: Lemmon
Advertencia: Vampirismo
Secuela: Without Memories
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¿Cuánto… tiempo ha pasado ya? -Aquella pregunta clandestina de repente inundo su pensamiento, mientras observaba perdido el paisaje detrás de aquellos rectángulos de cristal. Era algo que simplemente no comprendía, pues la palabra “tiempo” jamás había existido en su vocabulario. Pensar en el tiempo era inútil, porque el tiempo jamás se le agotaría y era tan eterno que simplemente pasaba desapercibido ante sus ojos, un día, una semana, un mes, transcurrían y el ni siquiera se percataba cuando finalizaban una hora y comenzaba la otra.
Absorto, miro aquel objeto que sostenía en sus manos y mojo sus labios un instante echando la cabeza hacia atrás, como si estuviera preparándose mentalmente para hacer algo.
Para alguien eterno como el ¿el tiempo podía agotarse?...
-Tal parece que… para mi si- se respondió a si mismo en un susurro, y la sensación de no querer terminar su, ya de por si, agotadoramente larga vida, lo estremeció en ese instante.
No aceptaba morir, no de aquella forma tan miserable y tortuosa en la que estaba muriendo.
Tomo el objeto un sus manos, un recipiente plateado que rebosaba en el vital liquido que le proveía de vida, y lo llevo a sus labios mientras luchaba para retenerlo en su garganta. Rogó, imploro el poder absorberlo, tragándolo duramente, esperando que su cuerpo no lo rechazara… pero, al poco tiempo, no pudo resistirlo y bajo una tos intensa su cuerpo lo hizo deshacerse del liquido, mientras caía al piso completamente exaltado como si hubiese intentado tragar veneno.
-¿Cuanto tiempo más… podre sobrevivir así?-pensó completamente agitado-
Nuevamente la palabra “tiempo” le asustaba, y se sentó en el piso completamente perdido sin saber que hacer.
Tal vez por sus mas de ochocientos años, cualquiera pensaría que ha tenido suficiente vida, pero no es el deseo de ningún ser el morir, y el no era una excepción.
Hacia algún tiempo su raza se había fraccionado en clanes, luego de los muchos problemas internos y la extinción masiva de muchos por enfermedades o a manos de los humanos, la idea de evolucionar y seguir adelante en paz empezó a resonar en los oídos de los líderes.
Uno de ellos, uno de los mas poderosos se levantó valientemente y estableció un método para poder convivir y sobrevivir sin asesinar a los humanos, aunque fuese ridículo para muchos de sus allegados, el vio en los ojos de aquel líder la respuesta a sus preguntas y le siguió en su camino sin pensarlo mas.
Aunque también pertenecía a la rama principal, incluso en aquella rama existían fragmentaciones que dependían del poder, y el se encontraba en un rango menor de aquel líder. Su clan fue entonces formado con los líderes más poderosos que creyeron en la idea y colocaron en marcha el plan para vivir entre los humanos en paz.
Aunque fue difícil en un principio, todos empezaron a adaptarse a los cambios en su alimentación, sangre de animales mientras los humanos les tomaban confianza y, luego de algunos años -muchos, en realidad- la sangre que era donada como pago por protección.
Pero, el no se adapto tan bien como el resto, aunque en un principio pudo tolerar la sangre de animales y de recipiente, hacia algunos meses su cuerpo automáticamente la rechazaba. No había podido alimentarse, y estaba empezando a perder la noción de muchas cosas.
Era extremadamente peligroso para un vampiro llegar a un estado de inanición, pues el lado crudo y sanguinario brotaba como una forma de sobrevivir, buscando desesperadamente su alimento sin importarle nada. Absolutamente NADA.
Temía lastimar a alguien, temía que por su estado el pacto con los humanos se viera en riesgo, pero por sobre todo temía decepcionar al ser que más admiraba en este mundo, y que confiaba en el:
-¿Estas bien, Yunho?-le llamo moviéndolo un poco-
-Estoy bien… solo un poco distraído…-sonríe forzado-
-Diría que es normal en ti si en verdad lo fuera… luces somnoliento todo el tiempo.
-Estoy bien, Yoochun, estoy perfectamente bien, no te preocupes…
No podía permitirse el preocuparlo con su situación, y mucho mas arriesgar su permanencia en el clan, pues una vez los ancianos notaran su estado, lo expulsarían sin remedio y no deseaba aquello. Amaba su vida en aquel lugar, pero por sobre todo deseaba permanecer al lado de aquella persona:
-Alguien llegara aquí, un líder de otro clan que ha decidido seguirnos –Menciono Yoochun para hacerlo de salir a Yunho de sus pensamientos-
-¿Alguien de otro clan?
-Si, se ha negado a seguir asesinando humanos, y ha llegado a un estado de inanición total. Preocupados por el, los lideres de su clan decidieron cumplir su voluntad y dejarlo a nuestro cuidado. Tiene tu mismo rango… espero que se lleven bien.
-E-Es así…
-asiente- Ha estado recibiendo sangre de recipiente por algunos meses, y al parecer la tolera completamente por lo que, una vez se recupere lo traeré al castillo. Cuida de él Yunho. Cuanto contigo –sonríe ampliamente-
-Así lo hare.
¿Cuidar a alguien? Como iba ha ser posible el cuidar a alguien si estaba demasiado ocupado tratando de salvarse a si mismo. Estaba a punto de colapsar, solo sostenido tal vez por su propia voluntad y temía que su instinto le llevara a asesinar a un humano y todo lo que habían construido con tanta dedicación se viniera al piso. Con tantas preocupaciones no podía agregarse una mas a su lista.
-Me alegrar contar siempre contigo –le palmea la espalda-
Con el paso de las semanas el estado de Yunho empeoro, ya estaba empezando a alucinar y su garganta ardía causándole un terrible dolor permanente, pero aquella mañana, al ver su reflejo pudo notar el peor indicio de que estaba a punto de perder la cabeza… sus ojos, en aquel color ámbar empezaban a denotar la aparición de su naturaleza pura amenazándole con salir. Ya se le hacia difícil el suprimir sus instintos. Pero en este instante empezaban a brotar sin que el pudiera hacer nada para controlarlos.
-¿Qué se supone es lo que hare?...
Aquella mañana, el misterioso miembro del clan del sur finalmente llego, y en honor a su llegada se celebro una pequeña ceremonia de bienvenida en el salón principal del castillo.
Yunho aguardaba a un lado de la chimenea, completamente distraído observando el fuego quemar la madera con atención, mientras sorbía un poco del vino tinto en su copa, que poco contribuía a apagar el incendio que hacia hervir su garganta.
-Yunho –le llama Yoochun tocando su hombro- Quiero presentarte a alguien.
Ante la voz del líder de su clan, se dio la vuelta observando con el menor interés posible al invitado a su lado, que le miraba de la misma forma que él lo hacia. Sus ojos dejaban ver un vacio profundo y su expresión sin vida le agregaba un poco más de lúgubre y seriedad:
-El es Junsu –mira a Junsu- El es Yunho, uno de los mas importantes miembros de la rama principal de este clan y el dueño de mi absoluta confianza.
-Bienvenido –se inclina levemente-
Junsu, se limito a inclinarse y no decir ninguna palabra, pero mientras sus ojos se cruzaron, hubo algo que hizo que Yunho se sintiera intranquilo, pero no pudo saber el porque, pues Yoochun se llevo al invitado lejos al poco tiempo de haberlo presentado.
-Fue como si… como si… viera a través de mi –susurro nuevamente para si mismo, a lo que observaba desde la lejanía a Junsu, que permanecía con su rostro sombrío saludando al resto de integrantes de la rama principal.
-¿Qué fue eso? –pensó mientras volvía la vista a la chimenea-
La noche llegaba a su tope máximo, mientras todos departían en el salón, Yunho, regreso a su habitación mientras prensaba entre sus manos con determinación una vez mas el recipiente plateado, estaba en su limite, y si su cuerpo seguía rechazando el liquido, debía huir cuanto antes del castillo o perdería el juicio completamente. Prefería huir antes que mostrarle su estado deplorable a todo el clan.
Nuevamente, trago el líquido forzosamente y uso sus manos para cubrir su boca, pero una vez mas, la fuerza con la que su cuerpo lo rechazaba le hizo regresarlo. Era horrible, la sensación tan aberrante que sentía y la impotencia al no poder encontrar una solución que le permitiera seguir con vida, ya no podía soportarlo mas, no mas.
-¡Maldición!
Golpeo el piso con fuerza repetidas veces para tratar de alivianar la frustración que sentía, mientras tomo su rostro en sus manos completamente agotado, hasta que se percato de la luz que entraba en una línea a la penumbra de su habitación, dándole indicios de que alguien había estado observándolo todo este tiempo.
-¿Por cuánto tiempo mas pretendes torturarte así? –Aquella voz aguda le hizo sorprender, mientras le miro anonadado tratando de pensar rápidamente en una excusa para explicar aquella situación-
-J-Junsu-sshi…
Junsu entro completamente a la habitación cerrando la puerta a su paso y acercándose a Yunho, que se levanto del piso en aquel instante, su corazón empezó a latir rápidamente, y sus ojos se encendieron completamente demostrando que había llegado a su límite y que atacaría en cualquier momento. Dio varios pasos hacia atrás tratando de alejarse del que se le acercaba, a partir de su transformación ya no seria consiente de sus actos.
Junsu le tomo por el brazo impidiendo que siguiera alejándose, y le miro sin ningún temor directo a los ojos:
-Has llegado al punto más bajo al que un vampiro puede llegar, estas a punto de convertirte en un monstruo e insistes en huir…
-A-Aléjate –logra decir- por favor aléjate…
-Se lo que sientes –lo agarra con mas fuerza- La sensación ardiente en tu garganta que te atormenta cada noche y te impide dormir, el latido incesante de tu corazón que retumba en tus oídos, los pensamientos dispersos e incoherentes que te incitan a enloquecer…
-¿Cómo… como lo sabes?-le mira confundido-
-Soporte por muchos meses eso mismo que estas sintiendo… y se exactamente que hacer para aliviarte.
Junsu desabotono el cuello de su gabardina gris mientras dejaba al descubierto la blanca piel de su cuello, en ese instante los ojos de Yunho brillaron y su respiración entrecortada hizo evidente su estado de desesperación.
-Tómala…-dijo ladeando un poco su cabeza para dejar completamente expuesta la piel de su cuello-
No se dio tiempo para meditar, cuando ya había tomado a Junsu entre sus brazos y sus colmillos que brotaban filosos atravesaban su piel, mientras aquel liquido se abría paso a su garganta llenándolo de la placentera sensación de alivio, cuando el fuego que la invadía comenzaba a mermar.
Se prendió de aquel cuello con ansiedad, apretando a su presa de forma asfixiante. Termino de quitar la gabardina exponiendo el resto de su piel, devorando su cuello como un buitre engulle a su presa. Junsu no se movió, solo permaneció callado y tranquilo mientras Yunho seguía limitando el espacio entre sus cuerpos, sin siquiera lanzar el mínimo sonido de queja.
El ardor en su garganta desapareció, y sintió como la vida corría de nuevo a través de sus venas, mientras comenzó a deshacer la unión abrasiva con el cuerpo del otro y desenterró sus colmillos al tiempo que relamía sus labios absorbiendo los últimos restos de sangre.
Yunho levanto su mirada hacia Junsu, que se limito a colocarse la gabardina de regreso, mientras las dos pequeñas cicatrices de la mordida se desvanecían de su piel. Luego miro a Yunho quien aun parecía consternado por lo que acababa de pasar:
-Existen varios tipos de vampiros, el que no puedas tolerar la sangre de recipiente no debería ser motivo para intentar suicidarte –le reclama serio- Si no quieres preocupar al líder del clan con tu estado… te ayudare…
-¿Por qué…?-pregunta titubeante- ¿Por qué habrías de ayudarme?
-No deseas llegar al estado al que yo llegue… no le deseo a nadie repetir mi historia –le mira- No tengo nada que recibir de ti y además de esto tu no deseas nada mas de mi, solo tómalo como una solución temporal mientras buscas otra forma de resolver tu problema.
Dicho aquello, Junsu se dio la vuelta y salió de la habitación de Yunho, mientras este último completamente desubicado se quedo pasmado observando la puerta, mientras la penumbra volvía a inundarlo. Alguien al que acababa de conocer sabia exactamente lo que le ocurría, y con solo pensar un poco pudo adivinar exactamente de que se trataba, su actitud, fría y su mirada vacía, su desdén al hablar, conocía a alguien con la misma actitud, hacia muchos siglos convivía con esa persona, y podía adivinar el porque…
-¿El poder de Junsu? –Le pregunta Yoochun- ¿Por qué preguntas?
-Solo por curiosidad, el me recuerda a alguien… así que si mi hipótesis es cierta…
-¿Qué hipótesis?... ¿Acaso tú y Junsu hablaron de algo?…
-No, pero… por su actitud…
–le mira- sé hacia donde vas… así que te daré tu respuesta –se sienta- no al mismo nivel, pero Junsu tiene afines con el poder de Jaejoong…
-Lo sabia… ¿Puede manipular la mente?
-No ha ese extremo, pero puede leer los pensamientos… aun mas haya del subconsciente, conocer todo acerca de ti con una mirada. Es ciertamente extraño porque puedes sentir que con su mirada te perfora… Justo como…
-Jaejoong…
-Cuando lo vi por primera vez se encontraba en un estado horrible, y cuando levantaba la mirada estado, desconociendo todo a su alrededor… tomo mucho tiempo restaurarlo y se que esta experiencia fue muy difícil para el –hace una pausa- Aun cuando pueden parecerte similares, no hay punto de comparación entre esos dos, Jaejoong es un caso critico sin remedio, pero… Junsu solo es un poco distante al principio, una vez te hagas mas cercano a el, se que te agradara.
-E-Entiendo…-sonríe forzado-
Las palabras de Yoochun le calmaron un poco, pero aquello no le restaba incomodidad cuando de aquel nuevo integrante se trataba, por sobre todo, era el único que conocía su secreto y momentáneamente su único apoyo, por lo que confiar en el era mas una obligación que una opción.
Sabia, antes de que Yoochun se lo dijera, que Junsu y Jaejoong eran completamente diferentes, el solo echo que le ayudase apenas conociéndolo era prueba suficiente para el.
Aun así… se sentía intranquilo… no sabia que esperar de esta situación.
*******
Las semanas transcurrieron con tranquilidad, desde entonces, su contacto con Junsu era constante, después de todo era miembro de la rama líder del clan como el. Conversaban de forma normal, Junsu más que callado era elocuente, y descubrió en sus largas conversaciones cuanto tenían en común.
Era tranquilo incluso al hablar, algunas veces sonreía pero mayormente gracias a Yoochun, que trataba en todo lo posible de hacer que se acostumbrara al ambiente nuevo.
Aunque la conversación se extendiera, ni Junsu ni él mencionaban para nada lo sucedido tiempo atrás, pero sabia que en algún momento tendrían que charlarlo sobre todo cuando llegase a necesitar de el nuevamente, pues, por mucho que se esforzara no podría contener su necesidad para siempre.
Aquel momento llego muy pronto, esa misma noche, su garganta nuevamente estaba pidiéndole a gritos que se alimentase. Se retorcía de dolor en su cama mientras comenzaba a sudar frio, su respiración entrecortada le impedía tomar el aire de forma correcta, su pulso a reventar, presionado por la necesidad inminente que le carcomía.
Sintió la presencia de alguien mas en su habitación, que se aproximaba en silencio hasta su cama en medio de la total obscuridad, pudo adivinar de quien se trataba en un instante, mientras luchaba por que el aire no se le escapase de los pulmones:
-J-Junsu-sshi –respira con dificultad-
-Te pedí que no te contuvieras hasta este punto –le susurra suavemente-
Junsu se aproximo hasta la cama y se acerco hasta Yunho gateando hasta que pudo hallarlo, Yunho lo tomo por los brazos, prensándolo con fuerza y lo hizo quedar debajo de su cuerpo inmediatamente. La fina tela de su ropa de dormir ya se encontraba entreabierta, permitiéndole acceder a aquel cuello con facilidad, lamio aquella tersa piel sin poder resistirse demasiado al grito desesperado de su organismo y clavó los colmillos sintiendo nuevamente aquella sensación de alivio dándole calma a la presión en su interior.
Se abrazo al cuerpo de Junsu, buscando con sus manos deshacerse de la fina prenda que lo cubría, pues de aquella naciente necesidad de alimentarse surgía una necesidad distinta, que gritaba en su mente… Quería tocarlo, su piel, lo que ocultaba detrás de aquella frialdad, quería sentirlo verdaderamente… no sabia como expresarlo, pero deseaba tenerlo.
Una vez libero su cuello de la presión de su mordida, se alejo levemente y luego regreso para lamer las pequeñas gotas de sangre que brotaban de los dos pequeños orificios, que no tardaron demasiado en sellarse. Siguió lamiendo su cuello, y sus manos temerosamente se deslizaban a través de su pecho, esperando un rechazo o una aprobación, pero no obtenía nada más que la calma característica de Junsu.
Se arriesgo a seguir incitándolo, bajando de su cuello a sus pezones, atrapándolos entre sus dientes, sintiendo como se despertaban debajo de su lengua.
Yunho se acomodo, y se acerco hasta el rostro de Junsu, admirándolo por unos segundos. Sus ojos permanecían cerrados y respiraba tranquilo manteniendo los labios entre abiertos, dejando escapar entre respiraciones una cálida ráfaga de aliento, lo que incitó a Yunho a acercarse con cautela y a posicionar los suyos sobre aquellos abultados y suaves músculos.
No hubo respuesta alguna, solo los labios de Yunho se movían, pero aun así este continúo en su labor, saboreándolos, sintiéndolos hincharse y subir de temperatura con sus movimientos. Finalmente, obtuvo una leve respuesta venir de Junsu, cuando aquellos labios se movieron, dejándose atrapar por aquel beso. Y sus brazos le rodearon por el cuello, mientras él le abrazo por la cintura y se pego aun mas, sintiendo la piel denuda de su pecho.
Sus lenguas se encontraron y se enredaron, se acariciaron entre si, saboreándose mutuamente, hasta que ambos se sintieron en completa libertad, explorando la cavidad del otro mientras sus cuerpos comenzaban a encenderse al ritmo de aquel beso. Los dedos de Junsu, suavemente se enredaron en el cabello de Yunho, y las manos de este último se deslizaron hasta encontrarse con las caderas del otro, deslizando suavemente la ultima prenda de dormir que cubría su desnudez.
El beso se detuvo, en ese momento, Yunho se separo un poco de Junsu y comenzó a deshacerse de su propia ropa mientras volvía a acariciar sus labios y sentir el contacto de sus pieles libres de vestiduras.
Sus pieles matizadas en aquel brillo producto del sudor y sus besos indetenibles y largos, Yunho se ocupaba de acariciar el pecho de Junsu, de besar su cuello, lamer sus pezones. De los labios de Junsu solo se escapaban suspiros que se perdían en el silencio, Yunho no podía hacer lo mismo, contrario a Junsu el gemía sin contenerse sobre aquellos labios, completamente cegado ya por las pulsaciones de pasión que recurrían su interior.
Tomo aquella extremidad palpitante que hervía en necesidad, y la engullo mientras con su lengua le brindaba el placer para hacerlo soltar los gemidos que estaba conteniendo, y finalmente obtuvo lo que deseaba, aquellos gemidos roncos que resonaban con eco en sus oídos y golpeaban contra las paredes de aquella habitación. Lo estaba haciendo perderse en una espiral de sensaciones, solo para obligarlo a liberarse de aquella frialdad, y sentir la calidez de su voz agradeciéndole el placer que le estaba haciendo sentir.
Volvió a su boca sintiendo aquel aliento hervir sobre sus labios, mientras sus manos se encargaban de terminar lo que había empezado con su boca…
¿De que se trataba todo esto? Este profundo placer revolverse de su interior, de donde nunca había existido, y que ahora estaba succionándolo de forma tremenda, como si siempre hubiese estado allí. Esa necesidad de tenerlo, ese deseo impasible que lo hizo llegar hasta este punto ¿Qué era todo esto?... Pero por mucho que tratase de detenerse a pensar en sus propios cuestionamientos, el cuerpo bajo el suyo parecía estar completamente envuelto como el, también se había dejado atrapar por aquel repentino arrebato.
Junsu abrió sus piernas y rodeo las caderas de Yunho, que detuvo el beso pausadamente y le miro a los ojos, viendo ese hermoso color ámbar rojizo que los inundaban, estaba completamente en su limite y le pedía algo fácil de reconocer con aquella acción.
Yunho no tardo en abrirse paso a través de aquella entrada con sus dedos, mientras las uñas de Junsu se enterraban en su espalda y de su boca escapaban los más excitantes sonidos que había soltado hasta ahora:
-H-Hazlo rápido –pudo decir en un gemido- ¡Rápido!
Ante aquel llamado, Yunho dejo a un lado la preparación y se abrió paso con su despierto miembro, Junsu gemía prácticamente en un grito y Yunho sentía la fuerza de aquel interior succionándolo.
-ah... estas… muy… ah… estrecho…
En una embestida apresurada entro completamente, nuevamente las uñas de Junsu le avisaban que no estaba satisfecho, y sin esperar mas comenzó a moverse con dificultad sintiendo toda la presión en su miembro, atrapado por aquellas paredes, sintiendo aquel enloquecedor placer que recorría sus venas y alimentaban su deseo.
Embestía con fuerza, gimiendo sin contenerse, con el sudor empapando sus cuerpos. El miembro de Junsu se hallaba atrapado entre sus vientres, y la fricción de las embestidas le hizo terminar con un gemido ronco y sonoro. Yunho no tardo en venirse en el interior de Junsu, cayendo como piedra sobre el cuerpo del otro, saliendo de su interior, y buscando de alguna forma recuperar el aire que le estaba faltando.
Un último beso, calmado y pausado, fue lo que recibió de Yunho antes de que cayera preso de un profundo y pesado sueño, acomodándose a un lado del cuerpo de Junsu, cerrando sus ojos y sintiendo como todo alrededor se desvanecía.
Junsu se quedo quieto, mientras la calma volvía, y su respiración se hacia normal, dirigió su mirada a un lado, observando a Yunho completamente dormido, como si hubiera sido noqueado por algo, y no pudo evitar llevar una mano a su rostro cubriéndolo, mientras prensaba las sabanas con su otra mano:
-¿Qué… estoy haciendo? –Se pregunto así mismo en un susurro-
*******
La luz de la mañana se abrió paso en la penumbra, cubriendo de claridad toda la habitación, Yunho se movió al sentir aquella luz sobre su rostro y estiro su brazo moviéndolo a través del espacio a un lado de su cuerpo, esperando encontrar allí lo que anoche había estado, pero solo había eso… espacio vacio.
Se levanto en un salto mirando alrededor de la habitación, pero no encontraba lo que estaba buscando, estaba vestido con su ropa de dormir, y por aquel instante pensó que todo lo que había pasado no había sido más que una maquinación de su cerebro. Pero podía sentirlo, aun impregnado en las sabanas y toda la habitación, el suave y melancólico olor de Junsu… Aquel olor trajo a su mente todas las imágenes de lo que había sucedido, y todas las sensaciones se agolparon en su cuerpo de nuevo, sintiéndolas vivas, encendidas, cada parte de su cuerpo aun tenia grabado el contacto de su piel.
Se apresuro a vestirse y a salir de su habitación, con aquel deseo impasible de ver su rostro, de escuchar su voz, de estar cerca, era una necesidad tan extraña e inusual que lo hizo sorprender, al ver su cuerpo moverse con rapidez esperando encontrarlo.
Entró al salón donde siempre se encontraban cada día, vio a Jaejoong en el ventanal perdido en su propio mundo como siempre, miró alrededor tratando de hallarlo y le vio finalmente sentado en el medio del salón, pero el sentimiento que acompaño aquella mirada… jamás lo había sentido hasta ahora.
El brazo de Yoochun rodeaba sus hombros, ambos sonreían de forma tranquila mientras se mantenían sobre aquel sofá, conversando de algo que no podía escuchar desde donde se encontraba. Había visto aquella imagen incontables veces desde que Junsu había llegado al castillo, pero, esta era la primera vez que sentía como todo en su interior se revolvía.
Al que había sido su líder, el único dueño de su total admiración y respeto, el único dueño de su mirada hasta ese instante… pero, al que ahora veía como un enemigo, deseando solo apartarlo, empujarlo de su lado… y solo pudo pensar en algo mientras se aproximaba hacia ellos y halaba a Junsu con fuerza del brazo para atraerlo a si mismo: “El es MIO”
Yoochun se levanto ante la sorpresa, mientras Yunho sujetaba a Junsu por el brazo con fuerza, y sus miradas se encontraban enfrentadas:
-¿Qué esta pasando? –Pregunto Yoochun alterado- ¿Sucede algo Yunho?
-Quiero hablar con el –respondió retante Yunho-
-¿Es necesario hacer esto para hablar con el? –Replica Yoochun- ¿Hay algún problema entre ustedes dos?
-Hablemos –responde calmado Junsu- pero primero suéltame…
Yoochun se acerco a ambos e intento liberar a Junsu del agarre, encontrándose con un manotón por parte de Yunho, que lo miro de forma intimidante:
-¡No lo toques! –Grita-
-Y-Yunho… -mira desconcertado- ¿Qué rayos… te pasa?
Yunho se llevo a Junsu a rastras dejando a Yoochun con la palabra en la boca, mientras caminaban rápido por los pasillos hasta que llegaron a la biblioteca, donde finalmente libero a Junsu:
-¡¿Por qué tuviste que desaparecer?! –pregunta alterado-
-¿De que estas hablando? –Le mira- ¿Por qué estas tan histérico en primer lugar?
Yunho no sabía como explicarlo, tampoco entendía lo que estaba pasando, ni los sentimientos que lo estaban carcomiendo:
-¿Desde hace cuanto estas sintiéndote así?
-¿De que… -le mira- No leas mi mente en un momento como este…
-¿Cómo puedo entender lo que te pasa entonces?
-Si yo no lo entiendo… como tu…
Junsu camino algunos pasos hasta quedar frente a Yunho, estirando su brazo y alcanzando su mejilla con sus manos, Yunho se entrego por completo a aquella caricia, cerrando sus ojos y tomando la mano de Junsu entre las suyas para luego besarla:
-Junsu…
-No te dejes afectar por esos espejismos –dice alejando la mano que Yunho mantenía atrapada- Los sentimientos que crees sentir no son mas que eso, un espejismo… este es el extraño “lazo” de los compañeros de sangre…
-¿Compañeros de sangre? –le mira confundido-
-Es una práctica de emergencia cuando no todos en el clan pueden alimentarse, habrá un vampiro que se alimentara de la sangre de un humano y otro vampiro que se alimentara de ese vampiro.
-Lo se, este clan aplica esa practica desde hace mucho… pero…
-Tu y yo actuamos como unos –le responde- el que eses usándome como fuente de alimento porque no toleras la sangre de recipiente es lo mismo. Al ser miembros de la rama principal del Clan jamás necesitamos de un compañero porque naturalmente la sangre se nos será dada, pero debido al pacto con los humanos no puedes tomarla de un cuello, eres uno de esos extraños casos en los que un vampiro debe tomar la sangre del torrente. Necesitas uno… es la única solución a tu problema.
-¿Eso que quiere decir?
-Naturalmente se forma un vinculo entre nosotros, cada vez que absorbas mi sangre lo sentirás mas fuerte, por eso la primera vez no te sentiste así, y cada vez empeoraras hasta el punto en el que no podrás tomar otra sangre que no sea la mía –hace una pausa- pero… yo no soy tu compañero, así que piensa en otra solución antes de que eso suceda… Una vez dejes de alimentarte de mi, eso que sientes desaparecerá -camina hacia la salida-
-lo toma del brazo- ¿Por qué tomas lo que siento como…?
-¿Y que crees que es? –se voltea- ¿Amor? –Sonríe- no te engañes a ti mismo, es solo una maldita manipulación –se zafa del agarre-
-¡Junsu! ¡Espera! -lo detiene-
-Es cierto que… una vez te atas a un compañero será eternamente, y ya que será así, al menos es mucho mas conveniente que albergues sentimientos verdaderos por ese ser –mira amargamente- será una tortura estar con alguien solo por un espejismo…
-¿De que estas hablando?
-Ya que tu corazón pertenece al líder del clan –le mira a los ojos- pídele a el que salve tu vida… esta fue la ultima vez Yunho... Mi bondad llega hasta aquí.
Junsu se alejó, dejando a Yunho con un cumulo de dudas en la cabeza ¿Espejismos? ¿Amor? ¿Cómo podía hallarle una explicación clara a todo esto?... ¿Qué era lo que Junsu podía entender que el mismo no podía?, quería detenerlo, pero algo en su interior le decía que no era conveniente. Mientras peleaba con sigo mismo, Yoochun salía de su escondite y se mostraba ante Yunho, que le miro sorprendido:
-Yoochun…
-Ya escuche todo eso… pero quisiera escuchar de ti mismo una explicación de lo que esta pasando.
-Lo lamento… -hace una pausa- pero todo esto…
-¿Desde hace cuanto no la toleras?
-Varios meses –le responde- empeoro hasta el punto en el que no puedo si quiera tragarla.
-¿Hace cuanto Junsu…?
-Esta es la segunda vez –interrumpe- la primera vez fue el día que llego aquí…
-suspira pesado- ¡¿Por qué no me lo dijiste?! –grita fuertemente-
-¿Qué podías hacer por mi, Yoochun?
-¡Algo pude haber echo! –Grita- ¡Soy el líder de este clan! ¡Maldita sea!
-¡Lo se! Se que lo eres, y se que pudiste solucionarlo, pero no quería ser una carga…
-¿De que rayos estas hablando? Has arrastrado a Junsu hasta aquí, obligándolo a revivir su propia desesperación ¿solo para no decirme lo que estaba sucediendo? ¡He estado contigo por tanto siglos! ¡¿Cómo puedes ignorar mi autoridad de esa forma?!
-Se que fue mi culpa… pero aun así…
-Deja a Junsu en paz –le mira con molestia- No te acerques a el, hasta que el efecto haya pasado… -hace una pausa- te conseguiré otro compañero… o yo seré tu compañero… pero Junsu no…
-Yoochun…
-Yunho, eres como un hijo para mí y jamás dejaría que algo te pasase, seria feliz de estar a tu lado, pero lo que hiciste me decepciono… También quiero proteger a Junsu, solo yo fui testigo de todo lo que sufrió al torturarse de esa forma y se que se ve reflejado en ti… no quiero que se siga haciendo daño, solo aléjate de el y ven a mi cuando necesites alimento.
Yoochun le abrazo y le susurro al oído que todo estaría bien, luego salió de la biblioteca dejándole solo, confundido y afectado. No quería esto, y por primera vez en toda su vida, no quería que fuera Yoochun, no el, no quería depender de el… Y luego de sentarse, mirando perdido el alto techo de la biblioteca, reconsidero lo que ambos le habían dicho, tal vez, si se tratara de un efecto, tal vez estos sentimientos de angustia que querían matarlo, se pasarían si solo se alejaba de Junsu.
Obedeció las palabras de Yoochun y se aparto de Junsu, pero aun con todo ello, seguía deseando estar a su lado, y aun estando apartado muchos metros su mirada incesante era demasiado notoria. Yoochun se percato de ello, y como ultimo recurso, se llevo a Yunho a un extremo del castillo y lo mantuvo prácticamente encerrado. Sabia, que se estaba acercando el momento en que necesitaría alimento, y quería asegurarse de mantenerlo alejado o las cosas empeorarían y ya no podría separarlos.
Yunho estaba conteniéndose, aun cuando Yoochun estuviese a su lado, esperando el momento en el que no se resistiría y probaría su sangre, pero aun con todas aquellas medidas, Yunho parecía empecinado en no hacerlo, y las semanas siguieron transcurriendo y su estado empeorando.
-Tarde o temprano te darás por vencido –le acaricia el cabello- Por favor, deja de torturarte, me duele verte así Yunho… -lo abraza por la espalda- para ya, te lo imploro.
Yunho ya no le hablaba al líder, se sentaba en el mismo lugar en silencio, todo el día, como si hubiera perdido el alma y se encontrara vacio y no se percatara de nada a su alrededor. Al verlo así, Yoochun comenzó a preocuparse, le estaba doliendo su estado, pero solo un poco más, aunque sabia cuan doloroso era para Yunho todo esto, pronto su instinto lo liberaría del dolor.
Esa tarde, Yunho empezó a perder el control, respiraba con dificultad, sudaba frio, temblaba. Yoochun lo sostenía con fuerza en sus brazos, con toda la disposición, ofreciendo su cuello, pero Yunho seguía rechazándolo y retorciéndose del dolor.
-¡Yunho! ¡Por favor, ya basta! ¡Tómala!
Yunho lo prenso con fuerza y mordía sus labios hasta el punto de hacerlos sangrar, balbuceaba por el dolor y en uno de aquellos balbuceos, pronuncio su nombre, alterando completamente a Yoochun, era la primera vez que Yunho hablaba en semanas:
-Ju…Junsu –balbucea- Ju-Junsu… Junsu…
-¿Cómo… es posible?
Yoochun alcanzo el rostro de Yunho y lo coloco cerca de su cuello, pero lo único que Yunho hacia era repetir aquel nombre, tan doloroso, casi sentía el crujir de su garganta cuando lo hacia, sabia que estaba a punto de perder la cabeza y podía ser peligroso si se salía de control:
-¡Yunho! –Le grita- ¡Ya basta!
Yunho siguió mordiendo sus labios con fuerza, para evitar dejarse llevar por los instintos, para ignorar el sonido de la sangre recorriendo las venas del Líder, solo con la imagen del rostro de Junsu en su mente, tratando de invocarle con sus llamados, rogando porque viniera a desaparecer todo el dolor… como siempre lo hacia.
El líder del clan vio a Yunho a punto de desvanecerse, esto era malo, si perdía el conocimiento, una vez volviera, seria un monstruo… Yoochun hizo lo posible por incitarlo, hasta mordió una de sus muñecas para dejar brotar su sangre y que sintiera el olor, pero aun así, Yunho siguió ignorándolo.
Si Yunho se convertía, no había regreso, perdería todo de si y no le quedaría más remedio… que matarlo… Yoochun no podía más, aquella última posibilidad le aterraba…
Hasta que sintió aquella presencia y la puerta de aquella habitación abrirse y le vio en el umbral:
-Junsu –le miro-
-No puedo dejar que lo mates –entra a la habitación- también es mi culpa… me hare responsable.
Yunho levanto la cabeza lentamente y sonrió al verlo, como un niño, Junsu le correspondió la sonrisa y camino hacia el, hasta que Yunho se lanzo a sus brazos, abrazándolo con fuerza:
-Todo esta bien –susurra Junsu en su oído- ya estoy aquí, puedes tomarla…
-Junsu… -lo prensa con fuerza- sabia que vendrías –susurra- sabia que vendrías…
Junsu cerro sus ojos al sentir aquellos colmillos perforarlo al poco tiempo, y abrazo a Yunho para sostenerlo, estaba tan débil, tan indefenso que se arrepintió de haberlo dejado solo todo este tiempo.
Si, tal vez no era amor lo que sentían, tal vez ambos cayeron victimas de un embrujo, tal vez ambos se arrepintieran de esto algún día, pero ya no había salidas… no podía apartarse de el y Yunho tampoco podía dejarlo. Estaban atados aunque no lo quisiesen, victimas de su propio riesgo.
Yoochun se levanto de su lugar y salió en silencio, y estando en la puerta se recostó sonriendo mientras regresaba a su habitación, dejando que aquellos dos se encargasen de su propio problema.
El tiempo que Yunho se prendió de su cuello fue mucho, y luego, solo permanecieron abrazados sin separarse, se sentía algo inestable, luego de toda la sangre que había perdido, pero cada vez que trataba de apartarse, Yunho le abrazaba con más fuerza:
-Esta bien, no me iré –le susurra- solo déjame recostarme un poco…
-Perdóname –logra decir- por arrastrarte conmigo, por hacerte responsable…
Junsu sonrió, luego se alejo un poco de Yunho y miro sus ojos, acariciando con suavidad su mejilla:
-Yo soy el que debería pedir perdón –le besa la frente- te obligue a estar conmigo, y te aleje de la persona que amas…
-Yo te amo a ti –dice con seguridad-
-No me mientas –le acaricia la mejilla- No a mi, yo puedo ver a través de ti –sonríe- esta bien, estaré a tu lado por siempre me ames o no y se que tu permanecerás conmigo aunque no sienta nada por ti.
Junsu llevo a Yunho hasta la cama y lo hizo recostar, intento abrazarlo mientras se acostó a su lado, pero Yunho lo empujo y luego le miro con un profundo dolor contenido en sus ojos:
-¿Cómo puedes decir algo así tan fríamente? –Molesto- Me haces sentir como que esto es una obligación –baja la mirada- no quiero sentirme así, me siento un perdedor.
-Eso es…
-Aunque sea mentira, dime que me amas, aunque no me amas fíngelo –le mira con tristeza- no me hagas sentir tan miserable, ya que esto es solo un espejismo ¿Puedes hacer que la fantasía continúe por el resto de nuestras vidas?... No me digas la verdad, no quiero enfrentarla.
Yunho se abrazo a su cuerpo con temor, inseguro y temblando, y repitió ‘te amo’ hasta que su voz se apago por el sueño, Junsu sintió un profundo dolor nacer de sus entrañas y le abrazo de vuelta mientras revolvía su cabello un poco y acariciaba con sus dedos el rostro de Yunho. Vio como las lagrimas empapaban su hermoso rostro, mientras sollozaba dormido susurrando su nombre, y el dolor punzante en su pecho aumentó:
-No me alcanzara la eternidad para recompensar lo que estas sufriendo…-susurra suavemente- pero yo también le estoy entregando mi vida a alguien que no me ama –dice con dolor- esta es la ultima vez que te hare llorar, solo por hoy… prometo hacerte feliz a partir de mañana.
Beso los labios de Yunho con ternura y los sollozos de este pararon automáticamente, se abrazo a su cuerpo y cerro los ojos dejándose vencer por el sueño. A partir de ahí, cada día de su eterna vida estaría a su lado, y su tiempo para enamorarse correría a partir de esa noche.
Cuando no se da amor y no hay amor de vuelta, duele, sea un espejismo o una fantasía dolorosa ya estaban atrapados y no podían escapar. Fue su error y fue error de Yunho, ambos accedieron a este laberinto sin salida y ya no había posibilidades para salir de el.
-Lo siento Yunho… en verdad lo siento…
La mañana ilumino el comienzo, mientras ambos se sonrieron al verse uno al lado de otro, se unieron en un beso suave y cálido mientras volvían a abrazarse. Prometieron olvidarse de las dolorosas palabras del pasado y juraron empezar de cero con aquella unión.
El amor verdadero vino con el tiempo y completo lo que habían formado, haciéndolos sentir completos solo al mirarse a los ojos, como si siempre hubieran estado hechos el uno para el otro.
No es tan trágico no amar y no ser amado, porque el amor nace y se forja con el tiempo y con voluntad, no es la suya tal vez una historia de amor perfecta, pero el destino quiso que así fuera, un error llevo a otro error y ese error los llevo a estar juntos, al estar juntos se conocieron y al conocerse se enamoraron.
Sin esperar que nada los separase a partir de entonces…
QUE LINDO¡¡¡lo ame
ResponderEliminarque bueno que yunho y junsu se enamoraron despues de todo*.*
Me encanto. AMO este FIC!!
ResponderEliminarEsta GENIAL!!!
Gracias. amo el HOSU!!!!!!!!!!!!!
Me encanto ver como Hosu se unieron. De verdad que me gusto este oneshot^_^
ResponderEliminarMe encantó!!! Sufrí a la par de Yunho ><
ResponderEliminarEsto de te amo y no te amo. De está mal pero no lo puedo evitar, I like this :D
La escena de celos fue amor XD porque Yunho es muy celoso y en verdad podría actuar así :3
Entiendo a Junsu, entiendo a Yoochun... En fin, me encantó ^^
Toda la serie de Without me fascinó. Quería pedirte permiso para publicarlos en mi blog :3 Todos, Memories y Love, también me gusta el JaeMin y tu Jae vampiro fue wooo *O* Mi blog es este http://mery-se-hizo-un-blog.blogspot.com
Si me das permiso *ojitos* en qué orden los publico? JaeMin primero, luego HoSu y último el Extra?
Si no quieres no hay problema ^^ Sigue escribiendo! ♥
Hola Mary, pues eres bienvenida de publicarlo, el orden es WM/WL/EXTRA exactamente como lo tienes y yo feliz n-n gracias por el apoyo...
ResponderEliminarGracias!!! Lo publicaré y puedes pasar por mi blog cuando gustes ^^ Esperaré otro fic tuyo :D
ResponderEliminarAweeeeeee!!!! Que hermosa historia de amor tiene Hosu. ^__^ Me gusta que crecieron a enamorarse y no fue algo que paso pronto. Pero ahora tengo preguntas de lo que paso con Junsu que no vimos y tambien de si se habia enamorado de algien antes de Yunho y por eso sabia de lo del espejismo.
ResponderEliminarMe encanto este relato del pasado. Muchas gracias por haberlo escrito! ^___^