Never
La casa estaba por fin limpia, salvo la habitación principal. Yunho terminó de guardar las cosas que compró, dejando fuera lo que necesitaría para preparar la cena, no tenía nada en mente para hacer, se guiaría por su fallido instinto. Mientras lo hacía, no sentía emoción alguna por su próxima cita, quizás era demasiado pronto para comenzar a ver a otras mujeres, pero estaba cansado de solo pensar en ella, que su respiración se agitara al ritmo del recuerdo de Boa, quería aprender de las palabras de Changmin y seguir adelante
Changmin…
Pensar en él le hizo sentir inquieto, por alguna razón que desconocía, el saberlo novio de Jonghyun no le dejó el mejor sabor de boca, quizás porque se sentía culpable de que su consejo hubiese influido en la decisión del cantante
-Qué tontería – sonrió burlonamente - ¿Cómo puedo pensar eso de mi propio consejo? – bufó divertido, ni siquiera lograba comprender porque aquello estaba en su mente ¿desde cuándo la relación amistosa-amorosa de esos dos tenía que ser su problema?
Decidió no pensar más en eso y se concentró en elegir los ingredientes correctos de su extraño experimento, después de todo era su primera cita desde que pasó todo el embrollo con su ex novia y la reaparición del amor de su vida. Se encargaría de regalarle a su nueva conquista la mejor de las noches y de paso despejar la mente de los recuerdos que no dejaban de torturarle
Por recomendación de Donghae, Jonghyun llevó a Changmin a un restaurante del pueblo, el único que podría considerarse de “categoría”, aunque no se parecía a los de las grandes ciudades, a los dos los dejó satisfechos. Luego de la sobremesa, salieron de ahí y se dirigieron al auto, eran cerca de las cinco de la tarde, antes de encender el auto, Jonghyun miró hacia su nuevo novio, sonriendo, en todo el rato había estado de un excelente humor
-¿Qué quieres hacer ahora? Recuerda que tenemos la noche libre – dijo con entusiasmo, el más alto lo meditó unos momentos
-No es como que haya mucho que hacer aquí – respondió decepcionado – ¿Y si vamos a la ciudad vecina? – propuso casi indiferente
-Pudimos haber ido allá para comer – contestó un poco contrariado
-Se me acaba de ocurrir – respondió Changmin encogiendo los hombros
-Está bien, vayamos allá – complació con una sonrisa y encendió el auto, Changmin lo miró de reojo y sonrió, Jonghyun estaba tan entusiasmado que él se sintió culpable por no sentir lo mismo, aunque a Donghae le dijo lo contrario, seguía pensando que aquella no fue la mejor de las decisiones
Entre conversaciones poco profundas llegaron a la ciudad vecina, eran cerca de las seis de la tarde, pasaron por un cine y Changmin miró la cartelera con interés
-¿Hay algo interesante? – preguntó Jonghyun y el más alto asintió, luego miró su reloj y comprobó la hora, mirando hacia su novio
-En veinte minutos empieza una que quiero ver – respondió con entusiasmo. La película lo emocionaba más que el hecho de que aquella era su primera cita
-Tú mandas – asintió Jonghyun y se dirigió a la entrada del cine, Changmin sonrió con triunfo, le gustaba aquella expresión, le agradaba saber que tenía el mando
Su cita llegó unos minutos antes de las nueve, la hora acordada, para ese entonces Yunho tenía todo bajo control, estaba vestido para la ocasión, la desastrosa cena estaba lista, la ambientación también. La chica mostró una amplia sonrisa y Yunho la hizo pasar, cerrando la puerta tras su entrada
-Así luce la famosa casa de la seducción – comentó la chica mirando hacia su anfitrión de esa noche, Yunho sonrió avergonzado
-Por favor dime que no crees que soy el lobo que se come a Caperucita – preguntó intrigado, en tono burlón, la chica negó enseguida sin borrar su sonrisa
-Pienso que eres la clase de lobo que finge demencia esperando que Caperucita se lo coma – contestó sin pensarlo, haciendo reír a Yunho
-Me has atrapado – consintió, divertido – ¿Vino? – preguntó acercándose a la mesa donde una botella de vino tinto esperaba por ser abierta, ella asintió
-¿Puedo usar tu tocador? – él asintió y señaló donde se encontraba, ella se alejó
Mientras abría la botella de vino le llegó a la mente de nuevo la imagen de Changmin y Jonghyun alejándose dentro del auto, se preguntó a dónde habrían ido, instantes después le llegó una loca idea, esos dos decidían dejar el pueblo y volver a Seúl, sintió un nudo en la garganta y se quedó quieto unos momentos
-¿Estás bien? – preguntó la chica preocupada al acercarse y verlo tan pensativo. Yunho se exaltó, había perdido la noción del tiempo, volteó hacia ella y asintió
-Solo pensaba – respondió tranquilo, terminó de sacar el corcho y sirvió, indicando con su mano que por favor se sentara, ella obedeció
-¿Puedo saber en qué? – inquirió la chica, Yunho sonrió amablemente
-Es una idea extraña – contestó mostrando un gesto de confusión
-¿Idea extraña? – preguntó curiosa y él la miró de reojo, luego asintió
-¿Alguna vez…? – pausó, dudando si decirlo o no, no sabía cómo plantear la pregunta – ¿Alguna vez diste un consejo pensando que era muy bueno pero cuando sucedió de alguna forma te hizo sentir incómodo? – cuestionó como si de un niño se tratase, la chica no entendió la pregunta, aunque dentro de la cabeza de Yunho fue la mejor forma de plantear su más reciente problema existencial
Ella inclinó la cabeza pensativamente, meditó aquella pregunta y luego tan solo negó, como si no le importara en lo más mínimo, Yunho sonrió ligeramente y agitó su cabeza en negativa
-Olvídalo, tonterías mías… - volteó hacia la cocina y luego hacia ella – Serviré la cena
-Sí – contestó tajantemente. La idea que le vino a la mente no fue más allá de creer que de alguna forma estaba hablando de Boa, eso la hizo sentir un poco molesta. Bebió de un solo trago todo el contenido de la copa.
Después de haber salido del cine fueron a un modesto café en el centro de la pequeña ciudad, estuvieron ahí hasta casi las diez de la noche. Changmin se estiró antes de abrir la puerta del automóvil, Jonghyun aún no se subía
-¿Nos vamos a casa? – preguntó un poco triste, Changmin sonrió y luego se mordió el labio inferior, negando después
-Tengo una mejor idea – guiñó su ojo derecho y Jonghyun sonrió – Yo manejo – avanzó hacia el lado del conductor y se postró frente al otro, estiró su mano hacia él e intentó quitarle las llaves del auto, Jonghyun se aprovechó y besó sus labios, se sonrieron
-Eso huele a que me va a gustar – dijo en tono perverso y el más alto asintió
Subieron al auto y como bien predijo Jonghyun se detuvieron frente al Motel donde en alguna ocasión también estuvieron juntos. El encargado en recepción los miró adusto pero no dijo nada, tan solo recibió el pago y entregó la llave
-Es un envidioso – expuso Changmin restándole importancia, aunque siempre había detestado ese tipo de miradas ante su preferencia, a Jonghyun le era más indiferente, así que solo sonrió
Entraron en la habitación y Changmin aventó la llave sobre la cómoda, se giró hacia Jonghyun y se encontró con sus brazos atrapando su cuerpo. Se besaron con urgencia, como si todo lo que hicieron durante el día no fuera nada, un simple preámbulo a ese momento, volver a tener sexo tras semanas de no haberlo hecho, precisamente había sido ese Motel la última vez. Caminaron hacia la cama mientras se comían a besos
Las manos de Jonghyun no tardaron en despojar a Changmin de su camisa y besarle por todo el pecho, haciéndolo jadear, el más alto aprovechó para comenzarle a desabrochar los pantalones al guitarrista, los que cayeron enseguida al suelo. Sonrieron sobre sus labios en una pausa de dos segundos antes de volverse a devorar las bocas
Changmin se sentó sobre la cama y estiró sus manos hacia las caderas de Jonghyun, lo jaló al frente, acariciándole la entrepierna por encima de la ropa interior, mientras su otra mano se colaba por debajo de la camisa, miró hacia arriba y le sonrió, Jonghyun se mordió el labio inferior, esperando que Changmin no se contuviera, él estaría a su merced para lo que quisiera hacerle
Pero el más alto se puso de pie, se besaron mientras le comenzó a subir la camisa, soltaron sus labios para que esta pudiera salir de su cuerpo y retomaron el beso, la mano de Changmin buscó de nuevo acariciarle la entrepierna, esta vez introduciéndose por debajo de la tela
-Changmin – suspiró Jonghyun, entrecerrando sus ojos al sentir las caricias, pero de pronto el aludido se detuvo, haciéndolo abrir los ojos por completo, sin entender que pasaba – ¿Qué sucede? – aunque terminó de formular la pregunta, se dio cuenta del porqué
Changmin le miraba las marcas del pecho, no eran dos o tres, el chico de la otra noche se encargó de marcarlo como si fuese una res, lo miró a los ojos con recelo, Jonghyun suspiró con cansancio, a pesar de que hubo un gran silencio
-Vamos, no te detuviste por esto ¿o sí? – preguntó con fastidio, Changmin lo empujó sutilmente para alejarlo de él – Por favor, no éramos nada formal – excusó, pero el aludido negó varias veces
-Lo sé, perdón… aun así, no puedo – pausó unos segundos, pasándose el cabello hacia atrás – Solo de recordar que hiciste eso por coraje – negó de nuevo – Lo hiciste con el afán de hacerme daño, es lo que me lastima
-Me pongo la camisa, no puedes dejarme así – dijo avergonzado, mirando discretamente hacia abajo, su erección lo delataba, Changmin hizo una mueca en silencio
Nadie conocía mejor a su nuevo novio que él, así que de antemano sabía que no cambiaría de parecer, sin remedio se fue al baño, tras lanzar un gruñido, cerró la puerta del baño con un portazo que hizo sentir culpable al otro
-Yo también debo ocuparme ¿sabes? – respingó por lo bajo, el otro pareció no haber notado que él también logró excitarse con aquellos besos y caricias
Su primera cita como novios terminó de aquella forma tan patética, Jonghyun masturbándose en el baño y Changmin también pero en la habitación, cada uno con distinta culpa sobre la situación, sí así sería el resto del mes de prueba, tal vez era mejor dejarlo en ese momento.
Tras terminar la cena Yunho no permitió que la chica hiciese nada, recogió los trastos y le pidió esperarlo en la sala, la casa esa pequeña, así que la chica no tuvo más que caminar pocos metros hasta el sillón, se sentó en él, cruzando la pierna, la falda que apenas llegaba a la rodilla se subió y debido a la abertura en ella mostró gran parte de su pierna
Yunho se acercó al sillón con dos copas de vino tinto, entregó una a la chica y se sentó a su lado, con pocos centímetros separándolos
-¿Y bien? No has dicho nada de mi cena – comentó decepcionado, mostrando un pequeño puchero, haciéndola sonreír por compromiso
-Esperaba que no preguntaras – contestó avergonzada, Yunho conocía sus pocas habilidades culinarias, así que no se ofendió, sonrió tranquilamente
-Temía que dijeras eso – negó un par de veces, luego alzó su copa, dirigiéndola hacia ella
-Salud – secundó la chica, chocando sutilmente su copa con la de Yunho, luego ambos bebieron – El vino es muy bueno – halagó para compensar su fallo anterior
-Para eso sí soy bueno – presumió con arrogancia
-¿Y hay algo más en lo que seas bueno? – preguntó provocativamente, aquellas palabras, tan llenas de magia para alguien como Yunho le hicieron sonreír
Aprovechando la pequeña gota de vino sobre el labio de la chica, Yunho estiró su mano y con el pulgar la limpió, pasando el dedo suave y lentamente, mirándose a los ojos, acercándose un poco más, él le pasó una mano por la mejilla y atrajo su rostro, dispuesto a besarla, pero cuando ella cerró los ojos recordó a Boa días atrás, justo en ese sillón le pidió matrimonio y al recibir su Sí sintió que fue el mejor día de su vida, pero aquel no era ese momento y aquella no era su Boa
Se detuvo a un escaso centímetro y tragó saliva, ella abrió sus ojos y lo miró desconcertada
-¿Qué sucede? – preguntó confundida, Yunho sonrió insatisfecho, enojado con él mismo porque no lograba entender lo que le pasó
-¿Me permites tantito? – inquirió preocupado de hacerla enojar, la cara de ella no era de satisfacción, sin embargo asintió en silencio, Yunho dejó su copa sobre la mesita junto al sillón y se levantó
Entró al baño y se dirigió enseguida al espejo, mirándose en él
-Reacciona Yunho, una chica linda y sexy te espera – regañó a su reflejo – Tal vez fue muy pronto – suspiró, generalmente sus etapas de duelo tras un abandono de Boa duraban mucho, pero en esta ocasión la intervención de Changmin le ayudó a sentirse mejor pronto, por eso creyó que estaba listo, pero ahora se daba cuenta que no
Echó sobre su rostro un poco de agua para despejarse, luego acomodó su cabello, finalmente se armó de valor y salió de ahí, la chica seguía en el sillón, con su copa vacía sobre la mesa, junto a la de él. Yunho sonrió aparentando normalidad, ella sonrió por compromiso
-¿Todo bien?
-Perfecto – respondió Yunho enseguida – Perdón – se disculpó sinceramente, volviendo al sillón, sentándose junto a ella – ¿En qué estábamos? – preguntó con su amplia sonrisa seductora, ella se relajó de nuevo
-Estabas por demostrar tus habilidades – contestó sin pudor alguno, para Yunho fue la mejor señal, así que se acercó de nuevo, abrazándola con el brazo derecho, la atrajo y se besaron, mientras su otra mano bajó hasta la falda, tocándole la pierna por la abertura
Se supone que debía desear sus labios, pero el único sabor que percibió de ellos fue el del vino tinto, se sintió un canalla miserable, sabía que no era la culpa de ella, la chica era linda, sexy y le resultaba de carácter simpático, pero es que él no tenía el apetito sexual voraz de siempre, besarla solo le supo insípido y se culpó por ello
Detestaba comparar, lo odiaba, pero en esos momentos no pudo evitar compararla con Boa, sus besos, el calor de su cuerpo, lo que ya no tendría de la mujer que amaba, lo que ya solo podía sustituir con fríos reemplazos de una noche. Sin embargo continuó besándola, su mano siguió explorando la tersa piel, subiendo luego por la cintura hasta buscar uno de sus senos, tocándolo con suavidad y el beso se profundizó
Apenas sintió cuando ella comenzó a subirse en él, en menos de lo que pensó estaba atrapado en el brazo del mueble, con ella besándole apasionadamente, la rodilla derecha en medio de sus piernas, abrazándole por el cuello. Yunho la besó por inercia y sus manos atrapándole la cintura buscaron la parte baja de la blusa, comenzándola a subir pese a su casi muerto deseo sexual, la despojó de ella y no tardó en dirigir su mano derecha a la espalda, con una sola mano y con gran habilidad desabrochó el sostén…
Con el pezón de la chica en medio de sus dedos le acarició el seno derecho, mientras sus labios se aventuraron a besar su cuello, escuchándola jadear. El aroma de su cabello hizo fusión con el de sus recuerdos y la soltó
-¿Ahora qué? – preguntó exasperada, mientras respiraba agitadamente, Yunho volvió a besarla en los labios, esta vez apartándola
-Aquí no – respondió avergonzado, haría un esfuerzo por no hacerle el desplante y lograr excitarse aunque sea un poco. Nunca le había pasado, el no poder concentrarse
Se besaron mientras se dirigían a las habitaciones, pero cuando ella pensó que entrarían a la principal, la de la derecha, Yunho rechazó la idea discretamente, llevándola a la otra. Desde la partida de Boa no había cambiado las sábanas, ni siquiera tendía con ellas, el colchón estaba revuelto tal como ella lo dejó, con el aroma de su cabello, con la esencia de su cuerpo, aquello ayudaba a Yunho a conciliar el sueño y no despertar aterrado sabiendo que no volvería a verla jamás en su vida
Cuando la acostó en la cama, semi desnuda, miró sus ojos y se perdió en ellos, mientras intentaba inútilmente de continuar acariciándola. Si quería demostrar sus dotes de excelente amante estaba destinado al fracaso, simplemente no podía y ella se dio cuenta, permitiéndose rechazarlo ella antes que él definitivamente le dijera que mejor podía irse
Lo apartó bruscamente y se sentó sobre la orilla de la cama, Yunho ni siquiera se atrevió a verla, sintiéndose ridículo por primera vez en su vida. La chica pasó su cabello hacia atrás de la oreja y sonrió con burla
-¿Acaso soy yo? – preguntó desconcertada, Yunho reaccionó enseguida, lo que menos habría querido era destrozar su autoestima, así que se apresuró a contestar
-No… - dijo con urgencia – Es que…
-No puedes olvidarla – le interrumpió antes que escucharlo de sus propias palabras. El silencio de Yunho le dio la razón, suspiró resignada y se levantó de la cama, sin mirarlo a él salió de la habitación con parte de su ropa en mano
Cuando Yunho salió, completamente avergonzado, ella se había vestido, le miró la espalda y se quedó sin habla, ¿acaso había algo que pudiera decir para mejorar la situación? Sabía que no…
-Sé que no debo pedírtelo para que lo hagas, pero no me vuelvas a buscar – exigió con voz seca, se colocó los zapatos y agarró su bolso, sin mirar atrás simplemente salió de la modesta casa, tras ella cerró con suavidad la puerta, sin dirigir siquiera una última mirada
Al cerrarse la puerta, abatido y derrotado Yunho se dejó caer sentado en el sillón, cubriéndose el rostro unos momentos, era la primera vez en toda su vida que se sentía así y estaba harto, si iba a permanecer encerrado en sus recuerdos prefería mejor morir ¿Qué clase de vida le esperaba con la sombra de Boa tras él?
-¿Por qué? – se preguntó molesto, fue a su habitación y agarró las sábanas sobre la cama, revolviéndolas en una gran bola, sin pensar siquiera en doblarlas. También quitó las fundas a las dos almohadas
Yunho se encaminó a la puerta y salió de la casa, dirigiéndose al Bar, entró por la puerta principal aunque sabía que había una puerta lateral por la que Donghae sacaba la basura cada dos noches, pero no le importó. Los clientes miraron extrañados la rara figura de Yunho atravesar el Bar, Eunhyuk y Donghae compartieron una mirada de desconcierto
-Eunhyuk ven – pidió el barman a su novio y él se acercó, Yunho ni siquiera los saludó – Cuida la barra y que Junsu atienda – ordenó y el otro acató sin chistar
Donghae se quitó el mandil y fue hacia el interior de la casa, el Bar se quedó en un extraño silencio, Eunhyuk entró al otro lado de la barra
-Una ronda gratis para todos – informó para limar asperezas y el buen ánimo entre los clientes se repuso. Ambos meseros compartieron una mirada y se encogieron de hombros, nadie entendía nada
Donghae escuchó ruidos en el cuarto de lavado, entró y vio a Yunho buscar el detergente, este estaba frente a la llave del agua, pero en su desesperación no lo vio
-¿Qué pasa? – preguntó preocupado, hacía mucho tiempo que no veía a su amigo en semejante condición y eso lo tenía angustiado
-¿Y el detergente? – cuestionó molesto, Donghae se acercó y se lo entregó, Yunho lo dejó a un lado y abrió la tapa de la lavadora, miró fijamente el bulto de sábanas que llevó con él y se paralizó, los brazos le temblaron, sus pupilas estaban dilatadas
-Yunho – susurró Donghae con tristeza
-¿Por qué tuvo que acabar así? – razonó para sí, pero en voz baja, Donghae miró ante él la imagen de un hombre derrotado y sintió deseos de llorar
Sin embargo fue Yunho quien se le adelantó, abrazándose a lo único que le quedaba. Ahí de pie lo miró soltar su frustración, sin nada que pudiera hacer, pidió a Changmin consolarle porque tenía miedo de sentir lo que sentía en esos momentos, ver a Yunho caído era peor que todo cuanto pudiera imaginar
Pero esta vez Donghae no corrió a cubrirlo con sus brazos, quería ser congruente con sus amenazas de aquella vez que discutieron, él ya no sería su paño de lágrimas, incluso aunque se moría de ganas por mostrar su cariño, el amor que aún sentía por él. Mordió con fuerza sus labios y tan solo pudo verle llorar, de pie frente a la lavadora, despidiéndose del último de sus recuerdos.
Changmin miró de reojo el semblante serio de Jonghyun mientras conducía camino al pueblo. En pocos minutos sería media noche y desde el incidente en el Motel no habían hablado más que lo indispensable, el más alto se sintió culpable, pero no se arrepentía de haberlo hecho retroceder, aquellas marcas en el pecho eran una prueba de su actitud infantil y no la dejaría pasar por alto, si quería que aquello realmente funcionara, debía aprender a respetarlo
Llegaron por fin al pueblo, Jonghyun estacionó el auto frente al Bar, pero ninguno de los dos salió del vehículo, Changmin se quitó el cinturón de seguridad y giró su cuerpo hacia el lado del volante, el otro no trató de encontrarle la mirada, observaba al frente, con las manos caídas a los costados
-Jonghyun – llamó Changmin con voz suave – No quiero esta distancia contigo, estamos empezando – expresó con sinceridad
El aludido no respondió con prontitud, más sin embargo esbozó una sonrisa, aun mirando exclusivamente al frente
-Tú la pusiste, pudimos haber terminado esta cita de la mejor forma – alegó indignado
-Sabes por qué lo hice – contestó inquieto
-No, tú crees que lo sé – quitó su cinturón y giró también levemente el cuerpo hacia el lado del copiloto – Pero la verdad es que fue un pretexto tuyo – echó en cara
-¿Pretexto? – Jonghyun asintió, convencido
-Para que no tuviéramos sexo – explicó, al oír aquello Changmin enarcó ambas cejas, estaba más que sorprendido
-¿De qué hablas? – preguntó burlonamente – Yo te llevé al Motel, fue mi idea, claro que quería hacerlo – se defendió rápidamente – Además fue también mi idea esto – señaló tanto a su novio como a él
-Estoy confundido Changmin, no sé lo que quieres, lo que esperas… Esta “oportunidad” ¿Fue por lástima? – indagó cabizbajo, el mayor entornó los ojos con fastidio
-¿Sabes qué? Hablamos mañana – contestó rápido y abrió la puerta, salió y la azotó, caminando hacia la entrada del Bar
Jonghyun cerró los ojos y suspiró, apoyando la espalda sobre el respaldo
-Estoy siendo muy dramático – recriminó en su mente, pero se sentía contrariado.
Changmin entró al Bar, hubo algunos cuchicheos, Eunhyuk lo vio desde la barra y sonrió, el menor buscó con la mirada a Donghae, confundido
-¿Cómo les fue? – preguntó con sonrisa traviesa, Changmin contestó con una mueca y eso fue suficiente para que el mesero entendiera
-Buenas noches – dijo Changmin tras eludir el tema y se alejó hacia la entrada de la casa, dejando a Eunhyuk confundido
La puerta del Bar se abrió y esta vez entró Jonghyun, acercándose a la barra, a diferencia del otro no se fijó en detalles y no reparó en la ausencia de Donghae. Se sentó en uno de los bancos frente a la barra
-Whiskey con hielo por favor – pidió con naturalidad, pese a que no solía beber eso
-Algo fuerte ¿eh? Creo que tienes mucho que platicarme – observó el mesero comenzando a atender el pedido, Jonghyun sin mirarlo tan solo asintió, observando hacia la barra con los brazos cruzados sobre esta.
Changmin pasó por la cocina cuando Yunho y Donghae salían por ahí, ya que está conectaba con el cuarto de lavado. El más alto se detuvo el seco y los miró, los ojos de Yunho estaban hinchados y compartió mirada con Donghae, el barman se dirigió a Changmin
-Debo volver al Bar ¿te lo encargo? – preguntó en voz baja muy cerca de su oído, Changmin estaba cansado y fastidiado, pero aceptó la encomienda – Estaré allá si me necesitas – secundó dirigiéndose esta vez a Yunho, él no lo miró, tan solo asintió
Donghae se retiró con tranquilidad aunque seguía preocupado, pero necesitaba curar su roto corazón, hacía bastante tiempo que no veía así a su mejor amigo y fue agotador sentimentalmente. Changmin miró la figura alta y atractiva de Yunho y se acercó a él unos pasos, estiró su mano y le sujetó la muñeca, Yunho volteó hacia él
-Ven – sin decir mucho lo jaló y caminó hacia la sala, donde estaba un sillón a pie de la escalera y lo sentó, sentándose él después, soltándole la mano - ¿Qué te pasa?
-Lo hice Changmin – contestó agobiado, como si hubiese cometido un crimen – Lavé las sábanas… lavé su olor, nuestros recuerdos – confesó sin fuerzas, aún le costaba creer que había hecho eso
-Era necesario – trató de animar aunque sabía que no era la mejor respuesta – Tú sabes que fue lo mejor, en el fondo lo sabes – explicó con toda calma, colocándole una mano sobre el hombro, Yunho lo miró a los ojos y asintió
Fue extraño, pero se sintió mejor, la mirada aprobatoria de Changmin le mostró la realidad, ese día había tomado la mejor decisión en mucho tiempo, deshacerse del recuerdo más fuerte que aún tenía de ella, aunque quedaba la memoria, pero esa no podía solo vaciarse o lavarse como acababa de hacer con las sábanas, aun así aquello fue un avance y las palabras de Changmin nuevamente eran como un acto de magia, Yunho sonrió y levantó su mano
-Gracias – habló con verdadera gratitud, tocándole la mejilla con la tibia mano, Changmin se estremeció por completo, era raro pero agradable, asintió pese al nerviosismo que le causó la caricia, pero no alcanzó a sentirse incómodo, Yunho la bajó antes que dijera algo
-No tienes porqué – negó sintiendo la garganta seca, pasó saliva y sonrió
-Debo volver a casa – habló por lo bajo y se puso de pie, Changmin también
-¿Te acompaño? – preguntó preocupado, pero Yunho negó
-No quiero que vuelvas a discutir con Jonghyun por mi culpa – hizo una mueca de incomodidad, Changmin se sonrojó – Si se puso celoso de vernos juntos sin ser novios, ahora que lo son no quiero imaginarme – explicó sonriendo levemente
-Entiendo – fue todo lo que respondió, luego sonrió tímidamente – Entonces que te vaya bien – el aludido asintió – Descansa
-Tú también – contestó seriamente, el menor mostró de nuevo una sonrisa antes de darle la espalda, Yunho lo observó – Changmin – el aludido se giró hacia él desde el primer escalón y compartieron una mirada – Felicidades, me alegra por ustedes – mintió
Ni siquiera sabía por qué era una mentira o por qué tenía importancia, pero él también quería mostrar su apoyo y sabía que Changmin lo necesitaba, porque entendía que a su nuevo novio no lo amaba, que aunque su mejor amigo era importante para él, ese noviazgo no era más un distractor, para ya no sentirse culpable, para Changmin era dejar en claro un “Al menos lo intentamos aunque no funcionó” así por lo menos tendría una excusa para rechazarlo definitivamente. Yunho lo comprendía mejor que nadie, él también solía buscar esa clase de salidas fáciles, en eso el cantante y él eran iguales
-Gracias – respondió a la felicitación, mostrando su mejor sonrisa falsa
Luego ambos se dieron mutuamente la espalda y se alejaron, Changmin hacia arriba, Yunho hacia la salida del Bar, al pasar por la barra se detuvo junto a Jonghyun y le sonrió, él levantó su segunda copa de whiskey para saludarlo
-Me voy, gracias por todo – dijo a su mejor amigo sin prestar atención en la mirada desaprobatoria del mesero – Mañana recojo las sábanas – informó. Luego se despidió de los tres y se marchó, Jonghyun terminó su vaso de alcohol
-Una más – pidió a la pareja que estaba tras la barra, Donghae le quitó el vaso
-No más para ti, es mejor si te vas a descansar – regañó el barman como si fuese su padre, el otro no respingó y se levantó del alto banco
-Está bien – expresó a regañadientes - ¿Tienen algún ungüento? – preguntó a la pareja que compartió una mirada de confusión – Algo que reduzca moretes – explicó señalándose aunque le cubría la camisa, Eunhyuk que escuchó la historia entendió enseguida, en cambio Donghae no entendió un carajo
-Creo que hay en el baño – reveló tras meditarlo, Jonghyun sonrió y caminó hacia la puerta que conectaba al bar con la casa – Descansa – dijo Donghae en voz alta, Jonghyun escuchó y solo levantó su mano para decir que escuchó y adiós
La pareja compartió una mirada en silencio, el barman sabía que eso significaba que su novio lo pondría al tanto en cuanto estuvieran solos…
Changmin estaba ya acostado en su cama, vistiendo solo ropa interior pues tenía calor, llevaba mucho sin poder conciliar el sueño, toda clase de sentimientos se arremolinaban en su mente hasta que finalmente sintió remordimientos por haber rechazado a su novio en el Motel, pero una buena parte de él le decía que fue lo correcto, lo que hizo el otro día en el antro con el otro chico para molestarlo no estuvo bien, además que la tomó contra Yunho y eso fue peor
Ese era otro maldito tema, Yunho, era confuso ahora pensar en él y esa caricia que le hizo momentos atrás, fue extraña, la mirada de él también lo fue, la forma en la que Yunho miró fijamente sus ojos lo hizo sentir incómodo, si ahora lo veía como un nuevo íntimo amigo para él comenzaría a ser difícil. Aunque no estaba enamorado, podía comprender el terrible predicamento al que se enfrentaba Donghae día con día
-Se supone que nos quedamos porque era más simple aquí ¿En qué momento mi vida se volvió tan complicada? – se quejó agobiado, no había pensado en ello desde que cambiaron a esa vida, porque al inicio todo fue tan fácil, ahora tenía un novio que no quería tener y le gustaba un tipo con el que jamás llegaría a nada porque era heterosexual
Changmin bufó mientras golpeaba con las palmas de ambas manos la cama, por primera vez extrañó su vida tranquila y simple en Seúl, tenía un novio al que adoraba con el que era feliz, los dos mejores amigos que podía pedir y un trabajo reconfortante… Claro que todo fue una farsa, una vida de telenovela con secretos que él jamás imaginó: Un novio infiel y descarado, un mejor amigo que lo amaba en secreto y otro supuesto mejor amigo que le quitó al novio por el simple placer de hacerlo, además que su trabajo no era tan reconfortante como pensó en aquel entonces si lo comparaba con el que tenía ahora
-Vaya mierda – suspiró cancinamente y volvió a cerrar los ojos, con la esperanza de esta vez poder dormir, sin éxito, desgraciadamente sería una noche larga.
Después de cerrar el Bar y hacer las cuentas del día, la pareja cerró todo y apagó las luces, subiendo al segundo piso, entraron en su habitación y tiraron los zapatos donde se pudo, había sido una noche pesada, aunque la falta de música en vivo disminuyó clientes, pero los viernes siempre eran pesados, claro que no tanto como los sábados
-¿Y entonces qué le pasó a Yunho? – preguntó el mesero, no se aguantó las ganas. Su novio al oír aquella pregunta suspiró levemente, Eunhyuk se tiró sobre la cama en calzoncillos, colocando los brazos tras la nuca
-Estaba deshecho, hace tiempo que no lo veía así – respondió con pesar, quitándose los pantalones, luego los dobló y aun con ellos entre las manos se giró hacia la cama – Está tan mal – suspiró de nuevo, dejó los pantalones sobre el sillón, luego se quitó la ropa interior y la camisa, caminó desnudo hacia el ropero
Eunhyuk no dijo nada, siguió a su novio con la mirada, lo observó poniéndose ropa interior limpia y otra camisa
-Siento mucha pena por él – continuó hablando ante el mutismo de Eunhyuk, luego apagó la luz y fue hacia la cama, acostándose al lado de su novio, de frente a él – Pero ¿sabes? Cumplí mi promesa – dijo orgulloso – No fui su paño de lágrimas – se acercó más a su novio y le abrazó por la cintura, acostando la cabeza en su pecho
-¿De verdad? – inquirió el mesero, sintiendo un agradable cosquilleo, sonrió aunque Donghae no pudo ver su sonrisa, pero en compensación quitó un brazo de atrás de su nuca y lo abrazó por el hombro, luego besó su frente – Me alegro por ti – dijo sinceramente, aunque también se alegraba por él mismo
-Gracias – sonrió emocionado
-Te amo – expresó Eunhyuk sin poderse contener, era doloroso decirlo porque nunca recibía la misma respuesta, pero quería decirlo, era el momento más oportuno. Entendió la respuesta cuando el barman lo abrazó con más fuerza, sin hablar, no obstante el momento fue agradable y ambos quedaron profundamente dormidos poco después
Changmin abrió los ojos y lo primero que vio fue la puerta entreabierta, aguzó la mirada y a su lado vio a Jonghyun, le sonreía, eso lo desconcertó, estaba sentado a su lado en la cama
-Hola dormilón – saludó con voz dulce, Changmin se talló los ojos y luego se sentó
-Hola – contestó adormilado, junto a la cama sobre el buró estaba un plato con fruta y un vaso con jugo de naranja, Changmin sonrió – No te hubieras molestado
Se sintió conmovido porque justo la noche anterior discutieron, pero el otro tenía completa voluntad de hacer las paces y él también quería contentarse con él. Jonghyun le tocó el rostro con suavidad y luego le besó los labios, mirándolo después a los ojos
-¿Me perdonas? – preguntó con voz de cachorro necesitado de cariño, Changmin asintió – ¿Jugo? – contento agarró el vaso con jugo y se lo dio a Changmin, él lo agarró y bebió
-Gracias – entregó de vuelta el vaso tras otro trago, luego se acercó para abrazarlo por el cuello con ambos brazos, posteriormente se separó, Jonghyun entregó el plato con fruta y lo observó comer un par de piezas – Deja de mirarme – demandó avergonzado, llevándose a la boca otro pedazo, masticó mientras sonreía
-Lo siento, es la primera vez que tengo un novio tan guapo – explicó con adulación, haciéndolo sonreír aún más
-Y yo es la primera vez que tengo un novio tan cursi – remató para defenderse. Agarró otro pedazo de fruta y esta vez lo ofreció a Jonghyun, él lo aceptó con gusto y comieron en silencio hasta que se vació el plato – ¿Sabes? Todos los días deberías hacer esto – dijo convencido, señalando el vaso con jugo, el otro entendió y le pasó el vaso para que terminara el contenido
-No, definitivamente no – respondió también con convencimiento, arrebató el vaso antes que Changmin se lo acabara y él bebió el último trago, el más alto hizo un pequeño puchero y se cruzó de brazos, pero Jonghyun se acercó a él y lo besó – Por cierto – habló mientras dejaba el vaso vacío sobre el buró – Ya estoy poniéndome algo – informó, el mayor lo miró, confuso
-¿De qué hablas?
-Para los chupetes – señaló su pecho – No quiero que verlos te lastime – confesó, pero el otro sonrió incrédulo
-Querrás decir para que acceda a acostarme contigo – contradijo, luego ambos se rieron – Todos son iguales, solo te quieren llevar a la cama – dijo indignado, en broma y volvieron a reír – Gracias – retribuyó sinceramente, sabía que su amigo se estaba esforzando para que ese noviazgo funcionara
-¿Qué te parece si al rato realineamos las canciones de la noche?
-¿Por qué? – preguntó extrañado, generalmente hacían eso los miércoles para el resto de la semana, Jonghyun se encogió de hombros
-Elegimos algunas tristes y yo me siento muy contento, quiero transmitirlo – respondió con simpleza, Changmin lo miró fijamente y sonrió
-Definitivamente, eres cursi, muy cursi – echó en cara – Me gusta – concedió tranquilo y se agachó, acostando la cabeza sobre las piernas del otro – Tú me gustas – besó centímetros arriba de la rodilla y se abrazó a él cerrando los ojos, Jonghyun lo miró con cariño y le comenzó a acariciar los cabellos. Compartieron varios minutos en silencio
La peor noche que pasó Yunho tras la partida de Boa no fue la de ese preciso día, si no la noche anterior, darse cuenta de lo tóxico que era aún mantener su esencia en la casa fue agotador, además que su fracasada cita fue lo peor que vivió con una mujer, le quitaba parte de su estatus del mejor amante del pueblo, eso le incomodaba, así que tomó una acelerada pero bien atinada decisión: Nada de mujeres por un tiempo, renunciaba a ellas hasta que su proceso de Boadesintoxicación hubiese concluido
-No queda más – dijo resignado, luego miró hacia su entrepierna – Lo superaremos, juntos – dijo ridículamente, pero él y su amigo se tomarían unas vacaciones, no sabía cuánto tiempo le duraría la abstinencia pero esperaba que resultara
El segundo paso tras la lavada de sábanas sería una limpieza general, pues aunque limpió para su cita de la noche anterior, en el baño aún había cremas que dejó Boa, además sacudiría y voltearía el colchón, no es como si Boa tuviera ácaros, pero igual quería borrar el aroma, así fuera un pequeño porcentaje el que aún se percibiera
Abrió los clósets y buscó algo que hubiese dejado por ahí, encontrándose algo que lo dejó helado, la camisa que le prestó el primer día, la misma que usó tras su primera vez, cuando ambos perdieron la virginidad. Miró atento el pedazo de tela, desde lejos podía percibir el aroma, el que lo embriagaba, aquel que lo hacía desear más y más su regreso, el mismo que en esos momentos lo estaba desarmando y él no se lo podía permitir, debía deshacerse de eso y no caer en lo mismo
Caminó a la cocina y tiró la camisa en el bote de la basura, sacó la bolsa a medias y la amarró, encaminándose a la salida, fue directo hacia el gran contenedor donde se juntaba la basura de la cuadra y desechó la bolsa, sonrió satisfecho y volvió de prisa a la casa, cerró la puerta y tras eso apoyó la espalda en ella, luego la cabeza
-No ¿Qué hice? – preguntó angustiado, se giró y agarró la perilla, pero no la giró, esta vez estrelló su frente contra la puerta, luego golpeó la misma con el puño izquierdo, sin soltar la manija – No Yunho… basta – recriminó enojado
Nuevamente aquellos recuerdos, Boa cubriendo su desnudez con aquella camisa por primera vez, cuando vio aquellas mejillas rosadas y los ojos brillantes, devolviéndole una sonrisa tímida, el principio de su obsesión por aquellos labios que eran su vida… el recuerdo se esfumó, si se lo permitía se destruiría, y él estaba cansado de desvanecer sus defensas, de que ella lo dejara débil y acorralado, en un callejón sin salida donde solo existían sus obsesiones, terminaría volviéndose loco.
Llegó la hora de la comida, Yunho sintiéndose mejor decidió hacerles una visita, aunque ahora resultaba un poco más incómodo, esos cuatro ya estaban acomodados en parejas y él estaba más solo que nunca. Resignado a ello les comunicó su decisión, Donghae y Eunhyuk se rieron sin consideración, no le creían ni un poco, eso lo ofendió
-¿Por qué la duda? – preguntó indignado, su mejor amigo le devolvió una mirada burlona
-Yunho pene inquieto en abstinencia de mujeres para olvidar a Boa, si claro – sonrió – Es tu método infalible para dejar de pensar en ella – su novio lo apoyó asintiendo - ¿Con qué la olvidarás esta vez? – curioseó, sin creerle una sola palabra
-Dándome importancia a mí mismo ¿verdad? – miró hacia Changmin y le guiñó un ojo, él le correspondió con una sonrisa
-¿Qué? – preguntó confundido el barman
-Cuando estaba en depresión – comenzó a hablar Changmin – Yo creí que sin Kyuhyun no valdría nada y quería morir – miró hacia su nuevo novio y le agarró la mano, compartieron una mirada – Jonghyun me abrió los ojos y comprendí que Kyuhyun no era mi mundo, que ante todo estaba yo – sonrió más amplio, en verdad estaba agradecido
-Y Changmin me lo hizo ver a mí – completó la explicación, ahora la otra pareja comprendía de qué diablos estaba hablando
-Bueno sí – consintió su amigo – Pero Changmin no es como tú – bufó irritado – ¿De verdad soportará tu amiguito la falta de acción? – cuestionó incrédulo
-Para algo ha de servir – contestó levantando su mano derecha
-Eres un descarado – regañó su amigo ante las risas de los demás
-Hay otras cosas para las que sirven tus manitas Yunho – contradijo el mesero, enojado – Prometiste arreglar el auto – recordó
-¿Cuál auto? – inquirió pronto Donghae, suponiendo bien que se trataba del suyo
-Amor, es una carcacha inservible – alegó Eunhyuk – O la repara o te deshaces de ella – sentenció firmemente, su novio hizo una mueca de disgusto
-Es el primer auto que compré con mi propio dinero, no lo tiraré – a regañadientes miró hacia Yunho – Déjalo bien – suplicó mansamente, su novio se sorprendió que no le alegara más el asunto
-No te prometo mucho, es casi una chatarra – respaldó la idea del otro – Pero desde hace tiempo he querido hacerlo – sonrió emocionado, eso también lo pondría a ocuparse de otras cosas que no fueran la mujer que lo abandonó
-Yo iré a bañarme, ¿al rato vemos lo de las canciones? – dijo Changmin a Jonghyun y él asintió contento
-Bañémonos juntos – propuso aunque todos le escucharon, su novio se sonrojó
-Pudiste solo seguirme – reconvino avergonzado – Ahora menos – se fingió indignado y luego le sonrió, despidiéndose después de los demás se marchó
Jonghyun no podía ocultar su felicidad, su sonrisa de oreja a oreja lo delataba, los otros tres lo miraban fijamente, Eunhyuk era el único que parecía estar igual de feliz, Yunho seguía sintiéndose incómodo con el asunto y Donghae sabía que ese noviazgo estaba destinado al fracaso, que tarde o temprano esos labios estarían curveados hacia abajo
-El amor ronda en esta casa, estoy tan celoso – expresó Yunho mientras se levantaba de la silla – Comenzaré con ese auto viejo – informó a la otra pareja y ambos asintieron, luego salió de ahí
-Hoy será una noche muy cansada – dictaminó Donghae y su novio lo apoyo, los sábados siempre eran la muerte.
Yunho tenía trabajando sin parar en el auto alrededor de dos horas, el calor que se sentía en el ambiente era mucho más elevado del que supuestamente marcaba el termómetro, así que se quitó la sudada camisa, amarrándosela en la cintura del pantalón, limpió el sudor de su frente y continuó probando la correa de distribución, pero esta continuaba atascándose cuando echaba andar el motor y estaba un poco harto, quizás estaba perdiendo práctica
-Ahora ni siquiera enciende, Donghae va a matarme – pensó confundido, se creía bueno en lo que hacía, pero tenía meses sin ocuparse del taller
Dentro del Bar, Eunhyuk preparaba una bebida refrescante sin alcohol para Yunho, su novio se lo había pedido al verlo quitarse la camisa, luego el barman se metió en la casa, a regañadientes el mesero terminó la bebida, Jonghyun entró en el Bar, iba por la guitarra acústica, pero se detuvo a medio camino al ver a Yunho a través de la ventana, agachado hacia el auto, con aquellos pantalones ajustados que no dejaban a la imaginación esos perfectos muslos y el trasero bien proporcionado
Se quedó embobado ante la vista y como si de película erótica se tratara, Yunho se irguió para acomodar un poco los omóplatos, sus músculos tensados mostraron su mejor atributo, aquella deliciosa espalda, la que cualquier homosexual estaría dispuesto a frotar mientras se follaba semejante pieza de hombre. Las gotas de sudor que resbalaban por la zona complementaban aquella visión
A su lado se postró Eunhyuk, bebiendo embobado lo que preparó para el otro, chupando sin darse cuenta la pajilla que acompañaba el vaso. Sin darse cuenta que lo miraban de aquella forma tan lujuriosa volvió a entrar al auto para probarlo, entonces Jonghyun salió del trance y tragó saliva
-Changmin tiene razón – suspiró – Los hombres así no deben ser heteros
-Si – resopló también y terminó la bebida ajena, luego mordió su labio inferior. Ambos cayeron en la cuenta de lo que estaban diciendo y sobre quien, después de tanto negar ante sus novios que Yunho estuviera bueno o algo parecido
Se miraron disimuladamente y se apartaron el uno del otro, aquel sería su secreto. Jonghyun salió del Bar con su guitarra y Eunhyuk tuvo que preparar otra bebida, él también se había sentido acalorado por semejante cuadro.
Yunho dejó en pausa el auto por ese día, regresó a su casa cuando el Bar estaba por abrir, tomó una ducha, descansó un poco y luego volvió para pasar la noche en el lugar, Changmin y Jonghyun ya estaban sobre la tarima tocando una canción alegre de rock, no sabía mucho de música pero le pareció que era algo de los noventas. Se acercó a la barra y pidió algo a su amigo, él lo atendió como si fuese la mayor prioridad, luego preparó lo de la última nota que le dejó su novio
-¿Qué tal el auto?
-Es todo un reto ¿eh? Además tendré que ir a Seúl – informó tranquilamente, pero el otro al oír esa ciudad se exaltó, ya no quería meterse en ese asunto como antes, así que solo hizo una seña con la cabeza para que le explicase por qué tenía que ir – Refacciones ¿por qué más? – respondió en tono irónico – No pienses mal, no la buscaré – dijo antes que oyera algo por parte del otro, aunque no parecía que esa fuera la intención de Donghae
-Déjalo así, si es por el auto…
-Pienso quedarme allá unos días – notificó sin pesar, sonriendo – Quiero distraerme y allá sobra en qué, pero claro que cumpliré lo que dije, nada de mujeres – levantó la mano como si lo estuviera jurando, su amigo sonrió
-Espero sea para bien tu viaje – deseó de corazón, Yunho levantó su vaso para brindar, luego se acercó Eunhyuk por más pedidos, alejándose poco después
Tras otra canción el par de músicos tomaron su primer descanso de la noche, como siempre ambos pidieron cerveza, Changmin se sentó al lado de Jonghyun y éste junto a Yunho. Salió el tema del auto nuevamente, el más alto estaba muy curioso en sí realmente Yunho era capaz de reparar aquel pedazo de chatarra, entonces Yunho mencionó lo mismo que a su amigo, sobre su viaje a Seúl
-Yunho tienes que hacerme un favor – dijo enérgicamente, tanto su novio como el mencionado lo miraron fijamente – Ve a casa de mi Ex
-¿Qué? – preguntaron al mismo tiempo ambos, Donghae puso atención también
-¿Para qué? ¿Quieres que le rompa la cara? – inquirió Yunho chocando su puño derecho con la mano izquierda, haciéndolo sonreír, Changmin negó
-Le pedí a mi mamá que fueran por mis pertenencias, pero no han recogido todo, necesito un par de cosas por favor – rogó haciendo una seña juntando las palmas de las manos – De paso lo pones celoso – guiñó el ojo
-¿Le digo que somos amantes? – sonrió divertido y Changmin asintió con infantil emoción, su novio entornó los ojos hacia arriba
-¿Y eso cómo para qué? – preguntó algo irritado, mirando a su amigo, quien le respondió con otra sonrisa y un beso en la mejilla
-Es broma – aclaró con fastidio, luego miró hacia Yunho y volvió asentir creyendo que su novio no se daría cuenta, finalmente Jonghyun sonrió – Solo para que sepa que ya no pienso en él – esta vez fue sincero
-Si ya no piensas en él no debería importarte ¿no? ¿Para qué darle celos? – cuestionó Jonghyun, seguía sin parecerle la idea
-Ya pues – agitó su mano – Solo vas por mis cosas por favor – retomó su mirada hacia Yunho y este asintió – Así este no cree que sigo enamorado de Kyuhyun
-¿Cómo que “Éste”? – reclamó Jonghyun
-Yunho – sonrió mirando al aludido – Para que mi amado y cariñoso novio no crea que aún suspiro por mi Ex, por favor solo ve por mis cosas – rectificó irónicamente – ¿Mejor?
-Mucho mejor – respondió orgulloso el guitarrista, dándole un beso en la mejilla, Changmin sonrió
-Solo dame una lista, me voy mañana – indicó mirándolo al rostro, el más alto asintió, observándolo también
Donghae los observó detenidamente mientras limpiaba el interior de un tarro, Jonghyun bebía tranquilo mirando al frente sin darse cuenta, pero él sí lo notó y no supo explicar cómo es que Yunho miraba así de fijo a Changmin, como si tratara de estudiar su rostro, ¿y es que acaso el menor se daba cuenta de ello? A los pocos segundos el cuadro se deshizo, su amigo bebía mientras miraba detenidamente una de las pantallas y el otro conversaba con su novio
-Figuraciones mías – pensó el barman para tranquilizarse
La locura espontánea de que tal vez, remotamente, a Yunho le gustara Changmin acudió al barman y un destello de molestia lo atacó, miró con recelo al cantante, aunque solo fuera una extraña idea que le vino de repente, el solo pensamiento de que eso pudiera suceder lo invadió de celos. Estimaba a Changmin, pero si su mejor amigo de quien estaba perdidamente enamorado se fijara en otro hombre, muy posiblemente eso pasaría a segundo plano, ningún hombre podía tener la fortuna que durante años a él le fue negada
Notas de autor: Espero les haya gustado, nos leemos en el próximo capítulo :D
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