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Arualthings

Love is a Force of Nature. Cap 45

“Sangre de Fuego”

En sus ojos, un fuego distante
Arde brillante […]
[After Dark, Tito and Tarantula]


“¿Heechul, puedo pasar?” la abrupta voz de Dakho lo trajo de vuelta a la realidad. Heechul gruñó, cansado y con el calor del cuerpo de Yunho como almohada arrullándolo, él aun dormitando. Debatió si pedirle que volviera más tarde…realmente no quería despertar a Yunho cuando dormía tan pacíficamente, pero podía ser importante y estas cosas no se podían postergar. Heechul subió más las pieles para cubrir ambos cuerpos y luego finalmente le habló.

“Pasa, estoy despierto” Heechul suspiró, fijando los ojos en la entrada de la madriguera hasta que observó la figura de Dakho caminando en su dirección. Dakho se detuvo cuando pudo percibir ambas figuras en la cama…y Heechul pudo jurar que vio el color subir a su rostro al percatarse de que no estaba solo…

“O-Oh…” murmuró, ojos abriéndose de par en par al observar los brazos de Heechul que rodeaban el fornido torso desnudo de Yunho.

“Lo siento, no sabía que tenías compañía”

Heechul tuvo que reprimir la risita que quiso escapar de sus labios al observar el rostro compungido de Dakho y tan sólo le sonrió.

“Sólo te pediré que hables bajo, mi líder está muy cansado…” Heechul enterró el rostro en el cuello de Yunho, dándole un suave beso antes de volver a fijar la vista en Dakho.

“¿Venias a decirme algo?”

“S-Si” Dakho no pudo evitar notar como los brazos de Yunho estaban aferrados a la cintura de Heechul cual verdaderas enredaderas, un gesto que chorreaba posesividad; las pieles que cubrían sus cuerpos apenas permitiéndole ver algo de piel humana.

“Hina quiere verte, hay algo que tiene que hablar contigo que es de suma importancia”

“De acuerdo” Heechul suspiró, no queriendo levantarse de su refugio en el pecho de Yunho. “¿Tiene que ser ahora o…?”

“Chul…” la súbita voz de Yunho lo sorprendió y sus manos de pronto cobraron vida. Dakho abrió los ojos de par en par cuando las manos de Yunho se perdieron por las pieles, descendiendo por su cintura y llegando a un lugar que hizo que Heechul lanzara una especie de gimoteo…

“Yunnie, no estamos solos” Yunho despertó por completo con sus palabras, pestañeando reiteradamente y volteando el rostro para mirar a Dakho que tan sólo podía observarlo con expresión sugestiva.

“Dakho” murmuró, el color rápidamente subiendo a su rostro mientras intentaba cubrir lo máximo de la desnudez de ambos con las pieles. Dakho simplemente le sonrió.

“Buenos días líder, tan sólo pasaba por aquí para dejarle un mensaje a Heechul” Dakho tuvo que contener las ganas de reír ante lo ruborizado que parecía estar Yunho, definitivamente no se esperaba que su relación fuese expuesta de aquella forma, pero Hina y él ya sabía que eran amantes y latentes uniones. Esto…era de esperarse.

“Si, iré en breve” Heechul suspiró, asintiendo.

“Nos vemos allá entonces” y sin decir más se dio la media vuelta, desapareciendo de la madriguera tan rápido como había llegado.

“Debiste haberme despertado” Yunho murmuró, lanzando un suspiro.

“Te veías cansado…no pude hacerlo. ¿No estás molesto porque nos ha visto, o sí?” Heechul le arqueó una ceja, alzando el rostro para contemplarlo pero Yunho negó con la cabeza.

“Claro que no. Hina ya lo sabe…sé que percibe lo que pasa entre nosotros, de hecho…tengo la impresión de que lo ha sabido siempre. No veo por qué mentirles ahora que estás a mi lado”

“Mm” Heechul articuló, juntando sus labios en un breve beso. “Creo que tendremos que dar un millón de explicaciones…”

“¿Acaso te importa?” Yunho le arqueó una ceja, sus ojos encontrándose con los suyos.

“¿Acaso alguna vez me ha importado?” Heechul contrarrestó, lanzando una risita y volviendo a enterrar el rostro en el pecho de Yunho.

“Supongo que sabes que ya hice mi elección” Heechul le dijo, subiendo la cabeza para mirarlo a los ojos, la sonrisa incrementando cuando Yunho lo estrechó con fuerza.

“Lo sé, y te estoy…infinitamente agradecido por ello”


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“¿Querías verme, Hina?” Heechul irrumpió en su madriguera, su buen humor prácticamente chorreando de su cuerpo y la sonrisa plasmada en el rostro como si no fuesen tiempos de guerra. Hina le sonrió; el joven prácticamente irradiaba luz, pero era de esperarse…realmente no podía imaginar lo exhaustivo que tiene que haber sido para ambos los años de separación, y la constante lucha contra un vínculo asi de fuerte.

“Pasa, por favor” le hizo un gesto con la mano para que se acercara al centro, al futón junto con ella. Dakho se encontraba fuera paseando a Chungho por lo que estaba sola en la madriguera. “¿Yunho ha despertado ya?” pretendió que no sabía que Yunho había pasado la noche en su madriguera cuando estaba perfectamente consciente de ello. Ya tendrían el momento para hablar.

“Si, y ha salido a la superficie, va a avisar al norte para reunir las tropas. Con la amenaza de la Resistencia no se puede perder tiempo” Heechul avanzó los pasos restantes, llegando más cerca de ella y mirándola cono ojos curiosos.

“Lo entiendo, y como el tiempo lo tenemos en contra quiero hablarte de algo” sus ojos magenta lo escudriñaron con la mirada antes de proseguir.

“Sé que tú…eres la verdadera unión de Yunho, tu sangre me lo ha mostrado” Heechul le abrió los ojos de par en par, pero luego las palabras de Yunho llegaron a su mente. Era evidente…que la mujer maldita lo sabría; trabaja con energías y su percepción era mucho más sensible que la de una mujer mortal. Mordió su labio inferior y le asintió.

“Pasó hace muchos años atrás, ya casi se va a cumplir una década. No pudimos concretar el marcaje porque Changmin me obligó a cumplir en la colonia del sur pero…aún así soy Sangre de su sangre” su voz bajó apenas un decibel y Hina comprendió que estaba tocando un tema delicado, lleno de dolor. Suspiró antes de volver a hablar.

“Yunho ya me había comentado algo, pero nunca reveló tu nombre. Estaba en conflicto porque su lobo interno no aceptaba a Junsu y cuando yo quise entrenarlo para ver si podía despertar la influencia de Yunho sobre él…no funcionó”

“¿Entrenarlo?” Heechul arqueó ambas cejas y ella le asintió. “¿Pero…cómo?”

“Porque lo siento, las energías de Yunho latentes dormidas en tu cuerpo. Con un poco de práctica podrías usarlas a tu favor” Hina le señaló, sonriendo al ver la expresión pasmada en él. Heechul abrió y cerró la boca, ambas cejas arqueadas en expresión de sorpresa.

“Espera…” murmuró, algo atónito aún. “¿Estás diciendo que…las energías de Yunho, esas oscuras energías que utiliza cuando aparece el fuego, están dentro de mí también?”

“Si, y responderán a tu llamado. Estoy dispuesta a enseñarte a escucharlas, si quisieras…pero será duro porque no tenemos tanto tiempo. Pienso hacer algo extremo…pero necesito tu consentimiento”

“De acuerdo” respondió, sin dudarlo. Si realmente era cierto lo que ella estaba diciendo, entonces no podía estar más agradecido. Era la prueba viviente, la confirmación de que sus lazos habían sido verdaderos y que todo el dolor y sufrimiento de la separación finalmente estaba siendo compensado.

“Lo que sea que tengas que hacer…” su voz sonó insegura mientras la observaba alzarse del futón. La toga que llevaba (parecía más toga que vestido, según Heechul) era de un vibrante color escarlata y caía libre sobre su cuerpo, un hombro descubierto y su cabello plateado cayendo cual cascada sobre su figura. Era…realmente majestuosa, tuvo que admitir para sí mismo.

“Te advierto que será duro, doloroso sobre todo…pero son situaciones extremas las únicas capaces de activar algo dormido dentro, y ya no hay tiempo” sus palabras lo aterraron un poco…pero fue el despertar de su energía la que le puso el vello de punta. Sus ojos magentas centellaron el luz; el cabello plateado comenzó a alzarse en torno de su figura, y sus manos se encendieron con energía del mismo color de sus ojos. Parecía una verdadera mujer demonio con los ojos dilatados y la vibrante fuerza en el cuerpo…pero no fue hasta que Heechul sintió la descarga de energía que se percató del verdadero terror. Gritó, un agudo y gutural alarido al doblarse entero, llevando las manos a su abdomen para tratar de contener la descarga eléctrica que estaba tensando y friendo sus miembros. Era como si un millar de agujas se hubiesen clavado a cada fibra de su piel; los gritos abandonando su garganta al sentir que la descarga se incrementaba y más energía maléfica lo torturaba por dentro. Trató de hacer contacto con su lobo interno en la desesperación, el lobo gimoteando y aullándole dentro ante el dolor, pero las fuerzas lo estaban abandonando, y sus adoloridos músculos ya no reaccionaban. El tiempo se acababa, la oscuridad estaba allí, reptando por su cuerpo con miembros magenta que tensaban sus nervios, pero no…tenía que luchar, tenía que salir…de lo contrario Yunho…’Yunho…’

En toda su desesperación y lucha, dentro, muy dentro…percibió un hormigueo interno cuando la visión de sus ojos comenzó a nublarse; reiterados puntos negros intermitentes bloqueando su visión. Estaba a punto de caer desvanecido, lo sabía…pero el hormigueo se incrementó, contraponiéndose a la descarga y entonces Heechul pudo sentir algo ardiendo en sus venas. Comenzó con tan sólo un cosquilleo pero luego se expandió por su cuerpo con verdaderos tentáculos de fuego. Hina lo percibió a su vez cuando Heechul agachó la cabeza y su largo cabello castaño rojizo le cubrió el rostro. El ardor tronó por su sistema y su lobo interno gruñó, aceptándolo dentro. Los ojos de Heechul se encendieron y cuando subió el rostro el blanco intenso de sus iris la sorprendió: se habían teñido por completo hasta formar ojos claros como diamantes, pero más oscuros que la piedra. Su energía salió disparada directo hacia ella cuando las vibraciones surgieron desde el cuerpo de Heechul; blancas ondas de luz irradiando por su piel que en un instante se transformaron en vibrantes llamaradas albas, corriendo por sus venas y cantando por su torrente. Hina tuvo que reaccionar a tiempo para contrarrestar, disipando el ataque con una nueva ola de energía y sorprendiéndose con la fuerza…pero era de esperarse; las llamas corrían a su vez por su sangre…

“E-Esto…” murmuró Heechul al incorporarse, observando las llamas que emergían alrededor de su figura, danzándole en torno y cantándole por la sangre.

“E-Es…impresionante. Me…hablan, me escuchan…y-yo—” alzó la mano derecha, el destello de sus ojos brillando al concentrar sus energías allí; las vibraciones naciendo y rodeando su piel cual verdaderas enredaderas de fuego albo.

“D-Dios…”

“Aprendes muy rápido. Estoy sorprendida” Hina le reconoció, ojos magentas encontrándose con los suyos, iris blancos resplandeciendo al contemplarla.

“¿Practicamos más, entonces?” le preguntó y Heechul chasqueó los labios.

“Ataca con todo lo que tengas” sonrió, poniéndose en guardia cuando otra onda de energía lo amenazó…

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Yunho regresó más rápido de lo esperado. El mensajero del norte que iba a encontrarse con él a las afueras del bosque no había aparecido y tan sólo lo había hecho perder el tiempo. Parado frente a la frontera debatió si recorrer el arduo camino personalmente…pero quizás el mensajero tan sólo había tenido algún percance en el camino, después de todo…el camino al norte era el más arduo y tortuoso de todo y a veces las tormentas de nieve aislaban incluso a los lobos más fieros. Volvería más tarde a dar una nueva ronda, tenía un poco más de tiempo antes de las horas de oscuridad y la posible amenaza de chupasangres. Era el momento perfecto para entrenar un poco junto a sus hermanos de ojos plateados.




El grupo de híbridos lo siguió con ánimos y Yunho inmediatamente los hizo pelear en parejas. Les habló de las debilidades de los licántropos, y los puntos frágiles, a dónde podían atacar para hacerlo más rápido. Habló también de las armas y de la sangre que se utilizaba para paralizar vampiros en las antiguas guerras. La velocidad debía de ser su mejor amigo, los híbridos debían ser silenciosos como sombras, precisos con golpes letales, y rápidos en la matanza. Evocó las llamas a su cuerpo y comenzó a bombardear a un grupo con ellas, evaluando cuán rápido podían esquivarlas. El fuego se crispaba y les lamía los ropajes ante los saltos abruptos que daban para esquivarlos, las figuras prácticamente enredándose en torno al moverse por los alrededores. De un segundo a otro Yunho sintió algo cantando por sus venas…y observó que en torno a sus llamas oscuras surgían enredaderas blancas; el fuego danzando e entrelazándose alrededor de la energía. Giró el rostro y lo vio, a pasos de su cuerpo, con los iris de los ojos encendidos de un blanco incandescente…

“Sangre de mi sangre” Yunho articuló, desasiendo el fuego y mirándolo completamente fascinado. Heechul caminó hasta su figura, la sonrisa adornando su rostro al contemplarlo.

“¡Mi gente!” Yunho exclamó y su voz restalló en la quietud bajo la tierra. Los híbridos que no estaban entrenando comenzaron a salir de sus madrigueras y de los alrededores, reuniéndose en torno a la pareja ante el abrupto llamado de su líder. Heechul le arqueó una ceja a Yunho, modulando un: ‘¿qué pasa?’ pero él tan sólo le siseó, incrementando su curiosidad.

“Quiero presentar oficialmente ante ustedes a la Sangre de mi sangre, Kim Heechul. Nosotros formamos nuestros lazos cuando éramos apenas unos adolescentes, y él fue forzado a abandonar mi lado por la tiranía del líder del bosque. Sé que…he perdido mi condición de igualdad ante ustedes, pero no piensen que me he olvidado, ahora voy a hacer valer su voz con aún más fuerza. Muéstrales, Sangre de mi sangre, las llamas que proclaman el nuevo orden”

Yunho entrelazó una mano a la suya y Heechul miró con inseguridad a su audiencia. Tenía más de un millar de ojos plateados centellantes escudriñando su figura con desconfianza, y no era para menos…si ellos ya habían conocido al vampiro y ahora llegaba un lobo…casi como un usurpador. Pero no era un usurpador…era la Sangre de su sangre y llevaba el ardor por dentro. Les demostraría.

Yunho dio el primero paso, Heechul pudo percibir las vibraciones de su cuerpo al hacer contacto con su oscura energía. Sintió las llamas emanar de la mano que yacía entrelazada a la suya y se petrificó por un segundo…pero luego sonrió al percatarse de que no sentía nada de dolor, las llamas lo reconocían; lamiendo sus nudillos y acariciándole la piel. Escuchó suspiros de asombro y admiración…y finalmente, Heechul dejó que el cantar de su sangre vibrara y lo llenara por completo. Su lobo interno aulló cuando sus ojos se encendieron en luces blancas y de su mano comenzó a irradiar la energía en forma de pequeñas llamas blancas que se entrelazaron a las llamas negras, ambas luces danzando en torno, fundiéndose en un vaivén de pertenencia.

Los híbridos se quedaron prácticamente boquiabiertos al ver los nuevos dotes del licántropo que ahora era proclamado como la Sangre de su líder, su unión verdadera. Bajaron la cabeza en reconocimiento, y Heechul imitó el gesto a su vez.

“La gente quiere escucharte, Heechul” Yunho le sonrió, su sonrisa cálida y reconfortante, asegurándole que ya tenía todo el respaldo ganado. Heechul asintió.

“Bueno…realmente no sé qué decir” lanzó una entrecortada risita y las llamas blancas de luz chisporrotearon en torno a las llamas oscuras de Yunho. Esto tan sólo provocó más murmullos y miradas de asombro. Heechul aún estaba procesando que venían de adentro y reaccionaban junto con sus emociones.

“Sé que piensan que soy un usurpador o algo” su tonó bajó un decibel y Yunho lo miró, impactado a su vez. “Pero tengo esto dentro…al igual que lo tiene mi Sangre, y es por algo: para apoyarlo, y unir nuestras fuerzas para realizar los cambios. Sé que no soy un híbrido, y quizás les cueste confiar en mi…pero yo también he sido reprimido y exiliado por una autoridad tirana y simplemente ya no lo voy a tolerar más”

A pesar de que su rango como líder había quedado en el pasado Heechul hablaba como un verdadero monarca, digno de ovación de súbditos. Y como era de esperarse, la gente reaccionó a su llamado y comenzaron a vitorearlo. Lo bautizaron ‘Esposo del Fuego’, o eso pensó Yunho porque escuchó a la multitud gritando así por él. Heechul estaba emocionado y bajaba una y otra vez la cabeza, murmurando las gracias mientras sus llamas blancas subían y bajan en torno a las llamas oscuras de Yunho, otorgando un espectáculo pirotécnico de aquellos. Yunho lanzó una risita y desasió el fuego. Al instante observó que Heechul hacía lo mismo con sus energías, sus ojos volviendo a retomar el dulce color avellana.

Luego de nuevas felicitaciones y conversaciones con algunos de los híbridos que se acercaban para saber más de ellos, la multitud comenzó a disiparse y Yunho y Heechul lograron retomar un poco más de calma.

“No tenías por qué hacer eso…” Heechul susurró, apenas un tenue rubor adornando sus mejillas, y Yunho volvió a sonreírle, su mano libre posándose en su rostro en apenas una caricia.

“Claro que tenía que hacerlo. Esta vez voy a hacer las cosas bien”

“Lo sé, pero aún así—”

“No quiero que pienses que eres un usurpador, Heechul” Yunho lo miró a los ojos, sus dedos posándose en mandíbula para hacer el contacto más fijo.

“Sabes que nuestra situación fue…distinta”

“No lo pienso” Heechul le contestó, su expresión suavizándose para tranquilizar a Yunho. “Ese fue mi lugar siempre”

“La sangre tira” Yunho comentó, suavemente inclinándose hasta su nivel hasta dejar rozar su frente con la suya. “Cómo tira…”

“Todo el mundo lo sabe” Heechul le sonrió y juntó sus labios en apenas un roce. Luego, su rostro volvió a iluminarse al recordar su hazaña con Hina y se separó de su nivel para hablarle.

“Hina me ayudó. Es gracias a ella que pude despertar las energías dentro” Heechul le dijo, su tono emocionado divirtiendo un poco a Yunho. “Y es…increíble, yo…jamás pensé que podría sentirme así”

“Así que eso quería” Yunho suavemente jaló a Heechul de la mano para que comenzaran a caminar. “¿Y te costó mucho poder...despertarlo?”

“Me dolió como los mil demonios, porque ella me azotó con su energía. Pensé que moriría chamuscado o algo pero en ese entonces lo sentí” lanzó una risita, volviendo a recordar el dolor entumecedor que lo atacó cuando ella lo consumió con su energía. Todo había sido muy rápido y violento, pero por lo menos había dado resultado.

“Hina me contó…” Heechul prosiguió, mordiendo su labio inferior algo inseguro. “Que ella había entrenado a Junsu antes, pero sin ningún éxito alguno” observó las facciones de Yunho. Él lo miró a los ojos y lanzó un suspiro, asintiendo.

“Yo lo sabía, lo he sabido desde siempre. Es en el lobo donde recae mi fuerza y tú…eres Sangre de mi sangre, por tus venas mi lobo ha elegido verter su fuerza. Tus energías que parecen llamas blancas se complementan a las mías, al igual que nuestras bestias”

“Creo que…siempre lo supe” Heechul le sonrió, consciente de todo y ya sin ninguna duda. Había retomado el lugar al lado de Yunho, el lugar que le perteneció siempre por derecho, y ahora el lazo se los demostraba. ‘Cuando encuentres a tu loba u lobo lo entenderás, Heechul. La sangre tira…’ había escuchado susurrar a su madre cuando apenas era un niño, sollozando porque no quería abandonar su lado a tierras desconocidas. Era su naturaleza después de todo.

“¿Vamos a la superficie?” Yunho le preguntó cuando estaba a pasos de las escaleras que conducían a la grieta. “El mensajero del norte no se presentó, y temo que le haya pasado algo. Volví a la colonia para darle algo de tiempo pero debo estar alerta”

“Claro, Yun” Heechul posó las manos en su rostro, juntando sus labios en tan sólo un delicado roce. Yunho gruñó bajo con el contacto, acercando a Heechul a su figura para profundizar. Heechul sonrió con la caricia, entreabriendo los labios para dejar rozar la lengua a la suya y rozándola con suavidad. Yunho se separó muy a pesar de sus labios con las pupilas de Heechul encendidas, brillando.

“Más tarde…” le susurró, volviendo a dejar descansar su frente contra la suya, el dejo de malicia adornando en sus ojos. “Por ahora, vamos”

Heechul lanzó una risita, entrelazando sus manos nuevamente y sonriéndole ampliamente. Ambos comenzaron a caminar por las escaleras; el remezón de la grieta abriéndose para revelar la luz del sol de la superficie.

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“Lamento haberlo hecho esperar, líder. Le ruego que me perdone” el licántropo inmediatamente balbuceó sus disculpas, bajando la cabeza en un gesto abrupto. Yunho suspiró, poniéndole una mano en el hombro; el joven prácticamente saltando al sentirlo.

“Descuida, está bien” Yunho esbozó una sonrisa ante el rostro avergonzado del lobo. “El camino es largo, lo entiendo” él se incorporó, mirándolo a los ojos, y esperando expectante sus palabras.

“Necesito que le informes al Alpha Siwon que venga a visitarme cuánto antes. Hay una amenaza latente de la Resistencia, quieren volcar una revuelta en mi contra por lo que tenemos que estar listos. Lo necesito a mi lado para coordinar las estrategias”

“No se preocupe, líder, no lo defraudaré lo juro. Voy a viajar sin interrupciones directo a la colonia” el licántropo lo miró con ojos decididos, y Yunho le asintió.

“Confío en tu rapidez, joven lobo y que transmitas mi mensaje a todos mis lobos del norte. Difunde la palabra en mi nombre, y en el de la Sangre de mi sangre, Kim Heechul” el lobo hizo una abrupta reverencia a ambos y se transformó, su pelaje gris ceniza desapareciendo de su vista con rapidez. Yunho le había comentado a Heechul que tenían que usar la diplomacia frente a todos, sobre todo con la amenaza de la Resistencia pudiendo llegar en cualquier momento, después de todo…los rumores eran los primeros en viajar.

“Yun, ¿Por qué no vamos a la metrópolis un rato? Despejémonos un poco de todo. Aún hay luz del sol y las sanguijuelas están bajo tierra. A qué no te mueres por un buen trago de absenta…” le sonrió de lado a lado, pupilas resplandeciendo y su rostro iluminándose. Yunho suspiró…realmente no podía negarle nada, y sabía que Heechul podía ser tan insistente como él. Asintió con las risitas de su compañero, sonriéndole a su vez.

“De acuerdo, pero sólo una copa que ahora tenemos una imagen que mantener” Heechul lanzó una risita, murmurando que sería tan sólo un trago. Luego Yunho lo observó transformarse, su pelaje rojizo resplandeciendo en destellos de colores tan similares al atardecer y echando a trotar por la frontera, rumbo directo a la metrópolis. Yunho se transformó a su vez, siguiendo el dejo de su rastro, y sintiéndose tan libre como un ave…como no se había sentido en años.


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Una mañana temprano, aproximadamente dos semanas después de la visita de Changmin a la Resistencia, Changmin esperaba su aparición parado a la salida de la colonia, paseándose de un lado a otro en espera por la apertura del portal que traería a la dimensión a Kyuhyun, líder de la Resistencia. La luz de la mañana atravesaba las ramas de las interminables corridas de árboles, colándose por los alrededores y llenando de vida a la vegetación. El licántropo que lo atendió cuando asistió a la sede había aparecido días atrás, aullando y solicitando su presencia. Le comunicó que Kyuhyun había acogido su solicitud de ayuda y que iría a visitarlo personalmente para comentarle de la situación.

Sus sentidos se alertaron cuando pudo percibir un cambio en el ambiente; el aire se tornó denso y se le erizó el vello de la piel al sentir el quiebre entre los dos mundos. La grieta se abrió con oscura fuerza; centenares de partículas brillosas revoloteando alrededor. Reconoció la mata de cabello de Kyuhyun saltando por el agujero junto a otra persona. Al incorporarse se hicieron visibles a sus ojos: Kyuhyun y Taemin, el Lobo Mayor. Kyuhyun llevaba el torso descubierto, como era costumbre en la dimensión oculta, y unos vaqueros oscuros que hacían juego con el color de sus ojos. Taemin también llevaba el torso descubierto, su figura era más menuda que la de Kyuhyun, y llevaba pantalones de tela negra.

“¡El Malvado ante mis ojos!” Changmin lanzó una risita, acercándose para estrechar a su viejo amigo. Kyuhyun se rió a su vez y correspondió el abrazo, rodeándolo con sus brazos.

“Min-ah, ha pasado mucho tiempo” sonrió contra su figura, Changmin estaba más macizo de lo que recordaba. Los recuerdos de su persona eran tan sólo de un muchacho lánguido y callado, pero el tiempo había fortificado y pulido sus habilidades.

“Me alegra verte de nuevo, a pesar de las circunstancias”

“Claro, hay que verle el lado positivo a pesar de todo” Changmin le sonrió, separándose de su cuerpo, haciendo contacto con los ojos de Taemin y bajando la cabeza en reconocimiento.

“Lobo Mayor” saludó. “De ante mano agradezco toda su cooperación”

“Era necesario, Líder del bosque” Taemin reflejó su sonrisa, acercándose a Kyuhyun para tomarlo del brazo.

“Más que necesario” añadió y los tres asintieron en acuerdo. Changmin le lanzó una mirada inquisitiva a Kyuhyun, diciéndose a sí mismo que le haría las preguntas en privado acerca de su relación con Taemin…y luego se volteó, haciéndoles un gesto con la mano para que los acompañaran a las entrañas de la colonia. Atravesaron el largo túnel de piedra que los conducía al otro lado, directo al centro de su gente. Changmin los guío, raudo y con pasos firmes, hacia su madriguera central. Kyuhyun y Taemin no pudieron evitar notar la perfecta coordinación que Changmin había ejercido sobre su gente: había grupos de lobos entrenando por sectores, otros trabajando la tierra fértil y algunos acarreando agua. Todos los lobos andaban en grupo y los saludaban bajando la cabeza apenas los veían pasar. Era evidente que Changmin había ejercido el mando con mano de hierro…pero Kyuhyun siempre pensó que sería un buen líder, con voz tajante e inexorable.




La madriguera de Changmin era vasta, apenas con las comodidades suficientes talladas en madera. Los hizo sentar en la gran mesa redonda, su lugar favorito para trabajar, y ordenó que les trajeran un poco de vino caliente para conversar.

“Me encanta el vino especiado” Changmin comentó al sentarse. “Pero no demasiado saturado, con una pizca de canela, miel, limón y un dejo de frutos secos. Es…relajante” Kyuhyun y Taemin tomaron asiento al frente de su figura, acomodándose.

“Hace mucho que no bebo nada” Kyuhyun le dijo, sus labios apenas curvándose en el atisbo de un puchero. “El vino especiado es típico de las cacerías y excursiones, después de todo. Los lobos solían llevarlo en pucheros de cuero grueso que colgaban cruzados en el pecho. Cuando te transformabas quedaba incrustado en el pelaje y era muy conveniente” Kyuhyun se perdió en los recuerdos de cuando era apenas un cachorro, y se perdía en los bosques para cazar junto con las manadas. En ocasiones Changmin venía también en el grupo, y apostaban quién podía correr más rápido o asestar la primera mordida al vampiro rehén. Aquellos eran tiempos muchos más fáciles, tiempos en que ni siquiera paraban a pensar en el futuro y sólo les importaba la caza.

“Eran tiempos más fáciles” agregó finalmente y Changmin suspiró, asintiendo.

“Estamos en tiempos negros, ahora. O tiempos…de fuego, mejor dicho” se aclaró la garganta, sus manos comenzando a tamborilear sobre la mesa de caoba.

“Por suerte, el Lobo de Fuego aún no ha reunido a todas sus tropas pero los cambios han sido evidentes. Ahora…hay híbridos paseándose a la luz del día. Están por todas partes, plagan la metrópolis y vagan de un lado a otro como si esta tierra les perteneciera. Hasta la última criatura que habita en estas ocultas tierras está murmurando el nombre de Yunho…prácticamente lo aclaman como rey, dicen que traerá un nuevo orden y que con él al mando cada ser sobrenatural que llegue tendrá que rendirle cuenta y no habrá represión. Esto…es serio, Kyuhyun. Si el respaldo de Yunho crece y traspasa fronteras…podría incluso llegar a tomar control de la Resistencia y de la Orden de vampiros…ambas a la vez. Necesitamos a Espíritu Santo”

Kyuhyun suspiró, la arruga de su entrecejo volviendo a hacerse visible. Llevó su mano al mentón, masajeando la piel mientras trataba de visualizar todas las complicaciones de la situación.

“Estoy consciente” dijo, haciendo un ademán de resignación con la mano. “De la magnitud del problema. De hecho, pude conversarlo con mis pares cuando estaba rastreando en Transilvania. Espíritu Santo yace en Jerusalén, en la sede de la Resistencia local de Israel. Dejé tramitada las conversaciones, les he hablado del Lobo de Fuego…y de la amenaza que podría convocar si su poder se expande y promueve las aberraciones que atentan con nuestra sangre. La traerán, tengo certeza de que en este mismo instante está viajando hacia la sede de Seúl, pero Changmin…debo decirte que el precio para reavivar su poder es abismante”

“¿Cuánta…sangre?” Changmin resopló, su rostro tornándose sombrío al estar consciente que la vida sólo puede pagarse con la muerte…y viceversa.

“Mil” dijo en apenas un murmullo. “La sangre de mil licántropos que lleven el honor por delante”

“Un precio razonable para controlar el fuego de la bestia” añadió, pero Kyuhyun lanzó un bufido.

“Tendré una baja tremenda en mis tropas” dijo con brusquedad. “¿Quién va a contener a los vampiros de la ciudad si mis lobos están de baja? Hay que dividir el costo de la sangre con tus lobos”

“Imposible” Changmin replicó, frunciendo el ceño. “Mis lobos ya están reducidos por la pelea, muchos de ellos murieron en el incendio provocado por la bestia. El costo debe ser pagado por cada sede de la Resistencia del mundo, es lo más justo…después de todo estamos evitando una catástrofe, es lo menos que pueden hacer”

Kyuhyun meditó la situación y lanzó un suspiro de derrota. Suponía que podría volver a interceder…era lo más justo considerando la situación.

“Veré lo que puedo hacer. Un acuerdo razonable que nos beneficie a todos”

“Sin duda alguna” Changmin asintió. Un joven licántropo los interrumpió, trayendo el vino caliente en vasos de madera. Changmin cogió la taza de la bandeja del joven, probando un sorbo del vino y dando su aprobación con un gesto brusco de cabeza. El joven inmediatamente se apresuró a servir el brebaje a Kyuhyun y Taemin, quienes les agradecieron con un murmullo.

“¿Qué hay de las sanguijuelas? ¿Están al tanto de la amenaza?” Kyuhyun cuestionó, dejando la taza de vino en la mesa. Changmin lanzó un resoplido.

“Por lo que tengo entendido, habían vampiros tratando de cazar híbridos pero fueron la minoría. La Orden está encerrada bajo sus muros de piedra y tan sólo están preocupados del tráfico. Mis lobos espías me comunicaron que el jefe de tropas, Kim Jaejoong ha sido ascendido a líder en la Orden, pero se ha encerrado en su mansión y nadie lo ha visto desde la batalla. No creo que nos den problemas, piensan que es una disputa entre lobos y no se imaginan que esto podría quemarnos a todos por igual. Qué más da, ocupémonos de un problema a la vez” la voz brusca restalló y fue apagada por un nuevo sorbo de vino que dejó un atisbo oscuro en sus labios. Kyuhyun le asintió, llevando la taza de la mesa hasta sus labios.

“¿Y qué más has averiguado del Lobo de Fuego?” preguntó luego de darle un sorbo a su vino. El sabor era más relajante de lo que pensaba y de pronto desvaneció la tensión de la conversación.

“Al parecer ya no es un híbrido, o eso comentan” Changmin le contestó, rechinando los dientes. “Los que lo han visto dicen que se pasea con los de la tribu de ojos plateados por el bosque, pero sus ojos son tan oscuros como la noche. Quién sabe, probablemente terminó incinerando a su vampiro o algo” el vino le endulzaba la boca y dejaba que sus preocupaciones se fueran disipando ante el sabor y el calor. Sí que había extrañado un buen trago…

“¿Y aún así quiere apoyar a las aberraciones?” Kyuhyun arqueó ambas cejas en asombro, volviendo a tomar otro sorbo. “No me hace ningún sentido”

“Sabemos que esa gente lo venera, Kyuhyun” Changmin replicó secamente. “Cualquiera que se designe como un nuevo soberano debe mantener el respeto de su gente. Si Yunho decidiera irse perdería absolutamente todo, y lo conozco demasiado bien. Siempre tuvo…ansias de poder, además que ésta es la ocasión perfecta que tiene para vengarse de mí. Aún me guarda rencor porque no lo dejé tomar una unión oficial, aunque jamás me lo haya manifestado”

“Así que lo separaste de otro par…y quisiste tenerlo sólo para ti” Kyuhyun le lanzó una mirada inquisitiva, sus labios curvándose en una media sonrisa contra la madera de la taza.

“Y ahora lo tienes en tu contra. Qué trágico… ¿No lo crees, Taemin?” Kyuhyun giró el rostro para mirarlo y el joven lanzó una risita, asintiendo.

“Terrible, terrible” Taemin llevó la copa a sus labios, el vino dejando un dejo de color oscuro en su labio inferior.

“Pero yo me pregunto, Señor del bosque… ¿Será posible que el Lobo de Fuego haya estado unido antes de atentar contra su raza?”

“¿Por qué lo preguntas?” Changmin lo miró con expresión curiosa. Comenzaba a pensar que el jovencito no era tan estúpido como parecía. Quizás se había equivocado y si era una lumbrera después de todo.

“Pues, porque para deshacer un ritual como el hibridaje se requieren razones muy fuertes para repudiar. Todo el mundo lo sabe”

“Todo el mundo lo sabe” repitió a su vez Kyuhyun, haciendo eco de su voz.

Changmin frunció el ceño, tratando de evocar recuerdos y pensar en la situación. Recordó aquella noche, cuando Yunho era apenas un adolescente y estaba cursando para postular al cargo de Alpha. Changmin lo había observado durante todos sus años en la colonia, había visto la fuerza que poseía y la facilidad que tenía para dañar y matar. Pero también lo había visto siempre al lado de ese lobo al que llamaban Princesa, por su largo cabello y sus dulces facciones: Kim Heechul. No se separaban nunca, y con los años la cercanía tan sólo confirmó sus sospechas: Tenían una relación y querían formalizar. Yunho le explicó que quería postular a lobo de la Resistencia y llevar a Heechul consigo. Sintió tanta cólera al pensar que perdería a semejante máquina de combate e inmediatamente se lo negó, y fue entonces…cuando Yunho le reveló que su lobo interno había escogido a Heechul y se habían unido. Se le iluminó el rostro al recordar.

“H-Heechul” murmuró de súbito. “Heechul es Sangre de su sangre”

“¿Quién es Heechul?” Kyuhyun lo cuestionó.

“El líder de la colonia de lobos del sur. Yo lo obligué a separarse de Yunho y lo mandé al exilio al sur para evitar que Yunho abandonara la colonia. Quería unirme a Yunho para fortalecer a la colonia, él…poseía una fortaleza extraordinaria. Sabía que Heechul era Sangre de su sangre, pero con mi marca sobre el cuerpo de Yunho yo también obtendría algo de beneficios con el vínculo. Por lo visto las cosas tomaron un rumbo completamente distinto”

“Esto es mal presagio. La sangre tira más que cualquier otro vínculo, todo el mundo lo sabe” Taemin volvió a articular, dejando la taza vacía sobre la mesa.

“Debemos averiguar” Kyuhyun giró el rostro para mirar a Taemin y él asintió. Luego Kyuhyun volteó el rostro hacia Changmin.

“Vamos a ir a la metrópolis. Allá no nos conocen y podremos introducirnos en alguna taberna a escuchar lo que comenta la gente. La única forma de conocer más a un enemigo es con sus mismos aliados”

“Hay que tener más miedo a los amigos que a los enemigos, porque los amigos pueden afilar los cuchillos a tus espaldas” Taemin advirtió, sus palabras llenas de sabiduría. A Changmin le pareció increíble que luciendo tan joven pudiera hablar con tanta solemnidad.

“Bueno, están en su casa. Voy a esperar ansioso su regreso para concretar nuestros movimientos”

“Volveremos en cuánto tengamos la información” Kyuhyun se paró de la silla y Taemin imitó sus movimientos. Changmin se paró a su vez, haciéndoles un gesto con la mano para guiarlos a la salida. Salieron de la madriguera y Changmin los escoltó nuevamente hacia la salida. Cuando atravesaron el túnel de vuelta, Kyuhyun y Taemin se transfomaron a sus formas de lobo. Kyuhyun poseía un pelaje que era una mezcla entre negro y blanco, con manchas negras que se entrelazaba con mechones de pelo blanco, su hocico y cabeza estaba cubiertos por pelaje mas oscuro mientras que su barriga era completamente alba. El pelaje de Taemin en cambio era homogéneo y resplandecía con dejos de un amarillo claro, muy claro y tenue. Se perdieron de la vista de Changmin en un suspiro; Kyuhyun ya conocía el rumbo y Taemin lo seguía de cerca, atisbos de su pelaje resplandeciente internándose en la oscuridad del bosque, directo hacia la frontera del bosque y luego hacia la metrópolis.

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