"El cáncer ha invadido casi toda el área pulmonar, no responde ni a la quimio ni a la radiación..." Una enfermera me pasó un escanograma TC, que mostraba porciones verticales del órgano envueltas en rasa blancura. Necesité menos de dos segundos para saber lo trágico de su estado.
Devolví la foto tras una mirada. "¿Su pariente ha venido?"
"Su hermana llegará mañana. Espero que pase de esta noche."
"Oh..."
"Bien, te dejaré con ella."
La enfermera abandonó la habitación al mismo tiempo en que yo arrastraba una silla junto a la cama y renuentemente me sentaba en ella, observando a Anhee, mi paciente alguna vez tan llena de energía la cual había terminado inconsciente sobre una cama, desnutrida y sin esperanza. Su cuello se repliega en una honda y anormalmente lenta respiración con la cánula nasal enganchada por debajo de su nariz y la infusión de sedantes por goteo, brindándole una falsa paz. Siempre he pensado que una persona moribunda debería escuchar el placentero sonido de la música en lugar de los deprimentes e intermitentes sonidos, los pitidos provenientes del monitor de signos vitales que en estos momentos está funcionando. Pero entonces de nuevo, ¿puede ella siquiera oír?
"Vamos Ahjuma, no tiene idea de cuánto me esforcé en conseguir esta foto..." Yo ni siquiera tenía el corazón para sacar la foto del bolsillo de mi traje
"Esta vez estoy seguro él se veía genuinamente feliz..."
Una lágrima resbaló por el rabillo del ojo. Hace unos cuantos años yo aún creía por los dramas de la TV que esto sucedía debido a que la persona nos oía, pero luego una clase de neurología me enseñó que la escena como de llanto era el mero resultado de alguna esporádica respuesta fisiológica...o de un reflejo espinal. Gracias a eso, mi apreciación hacia el milagro se desvaneció en un instante.
Traté de pensar con todas mis fuerzas en que esto era de esperarse; una anciana, con un cáncer en estado avanzado, en coma, muerta. Un patrón predecible, ¿o no? Ella no era ni mi pariente ni alguien cercano a mí, o alguien a quien hubiera conocido por un largo tiempo. Si ella moría, esta no sería la primera muerte que yo presenciara.
Así que ¿cuál es el problema? Esto es un hospital, el mundo médico. Vidas humanas vienen y van. No es la gran cosa, ¿o sí?
"Ahjuma...deme un respiro. ¿No ha tenido suficiente frustrándome antes? No termine así. En serio no está tan vieja."
Por supuesto ella no respondió.
"Debe ver esa foto, ¿okay? La tomé especialmente para usted. Debe mirarme con respeto y admirar mi talento primero, al menos hacerme comprender esa bobada a la que llamaba sonrisa sincera…"
Sigo parloteando, importándome un reverendo pepino si ella está escuchando o no. En primer lugar me quejé por cómo me había tratado, cómo había sido peor que una patada en el culo y prácticamente imposible de comprender. Cuánto su presuntuosa sonrisa me molestaba. Satisfecho de aquellos tópicos, proseguí con la historia de Yunho. Cuánto me había fastidiado ese superior mío con su estoico rostro e impredecibles órdenes, cómo me había hecho suturar un cadáver y cuán raro es que un Yeti como él pueda ser popular, aunque cómo mi odio hacia él está como que evaporándose últimamente es aún más extraño.
Y hasta le hablé casualmente sobre el ángel de mi vida Yoochun, descaradamente admití que ella estaba en lo cierto acerca de mí siendo gay. También le hablé de Hunsu y de mi madre.
Y por supuesto le hablé de Changmin.
Teniendo la boca adolorida de tanto hablar, leí un libro, salí a comer, conseguí más libros y volví a su lado. En efecto me turbaba cómo tenía que pasar por sus últimos momentos sola sin embargo no podía dejar de esperar a que abriera los ojos, y así poderle mostrar las fotos. Debió haberme dicho algo primero. Cualquier cosa, aunque fuera sarcástica.
Pasé la noche en el sofá de su habitacióncomo el sustituto de su hermana.
Bueno, nada sobre ella había sido nunca convencional. Cuando nos conocimos no tuvimos una presentación apropiada, ella no se veía ni la mitad de vulnerable que la mayoría de gente con cáncer terminal, en su lugar y de lejos más severa e ingeniosa que la mayoría de saludables Ahjumas que caminaban por la plaza del mercado. Creí que la conmovedora imagen mostrada en las series de TV me había estafado completamente; por lo que debí haberlo supuesto. Las despedidas tampoco, eran siempre tan perfectas como las de la TV.
Ella dejó de respirar a la segunda noche. Llamé a una enfermera y eso fue todo, así de simple.
Ni alentadoras últimas palabras, ni un pariente que llorara a su lado, ni siquiera su último deseo siendo concedido.
Como si su vida nunca hubiera tenido lugar.
*
*
Lentamente arrastro mis pies por el pasillo de hospital, dirigiéndome a mi residencia con la mirada fija en un punto inexistente sobre el suelo. El cuerpo de Anhee había sido entregado al cuidado de las enfermeras –yo no las seguí. Ya era lo suficientemente extraño ver esa sábana blanca cubriendo su rostro, y no digamos ya cualquier cosa aparte de eso. Ni hablar del proceso de conservación o el refrigerador. Mi mente está en blanco; probablemente tan caótica que se sintió como la nada misma en su lugar, si eso tiene siquiera sentido.
El timbre de mi teléfono ha sido ignorado por un rato hasta que por fin me rindo y lo cojo solo para que la pantalla me muestre ‘Umma’ identificando la llamada entrante.
“¿Cielo…?” Su voz está llena de preocupación como de costumbre.
“Ah, hola Umma. ¿Qué pasa?”
“No sé, de la nada me preocupé por ti…”
“Umma, tú siempre estás preocupada.”
“No, esta vez es en serio…te encuentras bien, ¿cierto?”
Dejo caer mis hombros. Ahí va de nuevo. “Claro.”
“Lo siento cariño…ya conoces a tu Umma. Solo quiero asegurarme de que siempre estés contento ahí…”
“Ya te dije que estoy contento aquí…la escuela de medicina es divertida y está llena de gente cool.” En serio, es como si lo tuviera escrito. No es nada difícil narrar esa línea, incluso ahora.
“Ah, qué bien se siente oír eso…simplemente temo que te sientas solo, no sé por qué.”
“Por qué debería sentirme solo, siempre estoy rodeado de gente día y noche.”
“Pero tú odias estar con mucha gente…”
“Seee, y ese es el por qué quejarse sobre mí sintiéndome solo es extraño, ¿no? Pero no hay demasiada gente tampoco, es simplemente perfecto.”
“Ah…pero aún así, si algo sucede por favor avísame, ¿sí?”
“Por supuesto.”
“En fin¿Yoochun ha vuelto?”
“Todavía no, aún faltan siete semanas…”
“¿Cómo es tu nuevo compañero de habitación?”
“Está bien. Y se preocupa demasiado al igual que tú.”
“¿En serio?”
“Seee, creo que te agradará…”
“Oh, me alegra escuchar eso…”
“Así que solo confía en tu único hijo y deja de preocuparte, ¿por favor? ¡Envejecerás más rápido!”
Ella se ríe a través de la línea y dice algo sobre mí siendo un niño cruel. Después de eso intercambiamos dulces sobrenombres, lenguaje de bebés y colgamos. Es solo mi rutina una vez a la semana. En realidad mi casa está en Seúl por lo que ella continuamente se queja sobre mí rara vez volviendo a casa aún cuando siempre puedo utilizar mi apretada agenda como disculpa. Bueno, quiero ir a casa, la extraño. Pero cada vez que voy es tan difícil regresar. Eso no es bueno.
Cuando por fin llego a la residencia estudiantil voy directo a mi dormitorio en el tercer piso, haciendo lo previsible: ducharme, ponerme un buzo y una camiseta sin mangas, tirarme sobre la cama, intentar dormir. Y fallo. Hasta ahora nunca he tenido ningún problema con estar solo, así que no comprendo por qué esta noche me molesta. Quizá porque me he acostumbrado a tener un compañero de cuarto o solo resulta ser emocionalmente perturbador debido a la muerte de Anhee. De cualquier forma la cama vacía de Changmin enfatiza el vacío y el hecho de que soy la única persona que queda en todo el tercer piso solamente lo empeora.
He tratado de suavizar el pesado ambiente con aromaterapia de menta, escuchando mi iPod, leyendo cómics y jugando videojuegos, pero eso no logra distraerme. Las horas pasan conmigo cambiando de postura sin tregua sobre la cama; al final salgo de la habitación y bajo las escaleras, con la esperanza de encontrar a la única salvadora en la que puedo pensar a esta hora de la noche.
Después de un rato llamándola con un prolongado silbido mientras recorro todo el jardín de la residencia, finalmente la encuentro, sus ojos brillantes como dos fluorescentes, maullando y acercándose lentamente en dirección mía.
"Fuwa, allí estás..." La llevo en mis brazos y acaricio su cuello. "Solo esta vez, ¿okay? Está tan silencioso y aburrido allá arriba. No tengo anchoas, pero..." Trayendo a Fuwa conmigo regreso a mi habitación, esperando que este otro ser vivo me haga sentir mejor. Tras obligarla a tomar una ducha con mi champú humano no-hipoalergénico (eso no está bien pero ah bueno), la seco con mi secadora de pelo y la pongo sobre mi cama.
Siendo la gata amante del lujo que ella es, se restriega, al parecer disfrutándolo. "Mantente lejos de mi cara. No quiero toxoplasmosis..." La empujo hacia mis piernas y me acuesto con un dedo del pie acariciando su cuello. Ella cae dormida en casi nada de tiempo, más rápido de lo previsto. Espero que ella ronque pero no lo hace así que la habitación aún se siente vacía. Sobre todo la cama desierta con su almohada desierta y la manta doblada son lo que me molesta más. Por lo que me escabullo de entre las frazadas lentamente, no queriendo despertar a Fuwa. (Creo que ella sabe que me muevo pero está demasiado somnolienta como para que le importe). Abro mi closet, en busca de algo que encienda el foco de mis ideas.
Afortunadamente lo encuentro refundido en un rincón entre mis bolsos sin estrenar y demás posesiones. Un verde, calvo, de enormes ojos, cabeza grande, boca ancha, y aparentemente contento peluche de alienígena, llevando un traje de color plateado encima, con el doble del tamaño de una pelota de básquet. Seee. Mi madre vino a visitarme cuando yo todavía estaba en segundo año; la llevé a un centro de juegos y acabamos obsesionados con una de esas máquinas atrapa peluches por horas antes de finalmente conseguir esta cosa en lugar del adorable peluche de pato al que apuntábamos. Me reí tanto de la lastimosa cara del extraterrestre que ella pensó que me gustaba la cosa y decidió dejarla a mi cuidado. Bueno, supongo que ahora me viene a pelo.
"Eres Yoochun.” El peluche no parece objetar a mi llamado. “Caray, te extraño tanto, Chunnie. Tu último e-mail fue demasiado corto ¿sabes?" Estrujo al alienígena por ambos lados de su cara. Y me siento como un completo idiota. Ah bueno, como sea nadie me ve. Dejo al peluche en la cama de Changmin, colocando su cabeza justo sobre la almohada antes de alzar la manta por encima de él, hasta la altura de su cuello. Justo como si fuera mi compañero de cuarto Yoochun.
Después de acariciar la cabeza del extraterrestre doy unos pasos hacia atrás, me siento al filo de la cama y lo observo desde allí. No satisfecho, me pongo de pie y cambio al peluche de posición, inclinándolo en dirección mía. Ahora su mirada se dirige hacia mi cama en lugar de al techo.
"Yoochun." Mi voz suspendida.
Bueno...no se asemeja del todo; quizá porque Yoochun nunca se ha visto así de tonto y lamentable. Él no sonríe mansamente. 'Yoochun' no va con esto.
"Changmin.Changmin-ah." Me encuentro a mí mismo sonriendo complacido al pronunciar el nombre. Le va.
"Okay, durmamos." Hablo con el aire y vuelvo a la cama; deslizándome por debajo de la manta, accidentalmente empujo a Fuwa mientras lo hago. Ella no parece muy afectada y continúa durmiendo. Se siente menos vacío con la figura de alguien en la otra cama, incluso si es solo un Changmin alienígena de muy fea traza. Supongo que mi mente está muy jodida para pensar de ese modo, pero me siento más calmado y en realidad logro caer en un profundo sueño.
No sé por cuánto tiempo he estado durmiendo pero el maullido de Fuwa seguido de una cálida y áspera superficie siendo ligeramente rozada contra mi pómulo trae la mitad de mi conciencia de vuelta. Al abrir los ojos veo a Changmin sentado a la orilla de la cama, sonriendo débilmente, un dedo acariciando mi mejilla en tanto Fuwa suplica por atención en torno a su cintura.
Al comienzo pensé que era un sueño.
Pero tras mirarlo fijamente por un buen rato él no desaparece.
"¿Por qué estás aquí...?" Pregunto con voz ronca, luchando por mantener los ojos abiertos.
"Para mañana solo queda diversión por todo el pueblo así que volví hoy." Responde al mismo tiempo que remueve algunos mechones de pelo de mi rostro.
"¿Cómo?"
"Tren."
Suspiro y musito con los ojos cerrados, "No te has cambiado de pantalones aún y te sientas en mi cama. El tren es sucio..."
"Bueno, estaba a punto de sentarme sobre mi cama pero alguien está ocupando el lugar." Él señala al Changmin alienígena y sonríe divertido. Mi temperatura aumenta un grado, jurando que no le haré saber el nombre del extraterrestre no importa qué.
"Mmm...no es mío, ¿okay? Se supone que sea de mi madre."
"Está bien, está bien." Se ríe. "No me importa compartir la cama con él."
Finalmente logro vencer a mis pesados párpados; me levanto para tener una mejor vista suya y me siento con las piernas flexionadas.
“Entonces...¿tu paciente...?" él pregunta con vacilación.
"Tal y como se esperaba."
"...Lo siento mucho..."
"Está bien. Como dije, era de esperarse."
Él asiente con lentitud, dejando que Fuwa se extienda cómodamente sobre su regazo en tanto él acaricia su lomo.
"¿Te conoce?" Pregunto.
"Ella solo está siendo amigable creo."
"Okay. Ahora ve a la ducha." Lo empujo y me tumbo de vuelta sobre la cama, clavando mi mirada en el Changmin alienígena entretanto pienso en cómo su cara no es una muy agradable de ver por la mañana. No es que la cara del Changmin real sea muy atractiva tampoco, pero al menos él no es verde o tiene exoftalmia* ocupando la mitad de su rostro.
Mientras saca algo de ropa de su closet Changmin suspira, sonando aliviado. "Me alegra estar aquí esta noche, Hyung.
Honestamente yo debería ser el que dijera eso.
*
*
Hasta ahora, el sábado nunca ha sido un día productivo para ambos, no importa cuán constantemente ha estado la mamá de Changmin (¿recuerdan a la hiperactiva dama con mochila? Seee, ella) fastidiándonos para que vayamos a una cita en sábado. Por alguna plática fugaz del otro día tuve la impresión de que a la Sra. Shim no le importaría incluso si Changmin saliera con un chico; a diferencia de mi madre, quien probablemente se bañaría en lágrimas y depresión pero me ama demasiado como para darme un ‘no’ por respuesta a algo que yo quiero. Mmm, sorry Umma.
Como sea, debo admitir que la pesadumbre por la muerte de Anhee no parece abandonarme. Estaría mejor si tan solo pudiera llorar por ello pero no puedo, con sinceridad probablemente porque apenas puedo creerlo menos aún aceptarlo. No puedo dejar de cavilar; preguntándome tantas cosas que nadie puede responder. Todos aquellos por qués estaban sofocándome e impidiéndome hacer algo más que parecer estúpido sobre mi cama, mirando al techo.
“Hyung…vayamos a algún lugar.” Changmin expresa la idea al cerrar el libro que ha estado leyendo y quitarse las gafas.
“Nah, no tengo ganas de ir a ningún lado.”
“Vamos, todos se están divirtiendo en Iksan. Deberíamos divertirnos también, al menos salir por algo de aire fresco.”
Yo suspiro y me envuelvo más profundamente dentro de mi manta, resguardándome de su voz. Inesperadamente él es lo suficientemente persistente como para acercarse a mí y tirar de mi manta. Lo he dicho antes cierto; últimamente él se está volviendo más atrevido como si cualquier cosa que yo haga no le fuera a hacer ningún daño.
“Nooo…” Gimoteo.
“Vamoooooosss…” Él lloriquea de vuelta, imitando mi tono. Fastidiado por su actitud, cojo una almohada y la estampo contra su cara.
“¡¡Eres molesto!!” Grito, pero no soporto hacerlo con la suficiente crueldad como para que se oiga creíble.
Él ocupa un lugar en la cama, frente a mí. “Hyung, odio verte así.”
“¿Verme cómo?”
“Bueno…apagado y…uhm…¿lerdo?”
Me quedo boquiabierto ante el término que ha utilizado antes de golpearlo más fuerte con la almohada. “¿¿¡¡L-L-L-Lerdo!!??”
“P-perdón Hyung, ¡¡pero no puedo pensar en una palabra más adecuada!!” Él me esquiva y utiliza sus brazos para defenderse de mi ataque.
Después de que uno de mis golpes aterrice con éxito sobre la parte posterior de su cabeza yo me detengo. “¿A dónde vamos?”
“Con una amiga de mi madre. Ella es chef pastelera, así que le pedí que hiciera galletas como regalo para el cumpleaños de Kibum el otro día, y hoy--”
“PASO.”
“¿Pero por qué?”
“Si quieres llevar ese presente para Kibum, ¿por qué mejor no vas tú con él?”
“Bueno ya no será sorpresa si él lo sabe.” Él se encoge. Ah. Tiene razón.
“…como sea, paso.” Insisto irrazonablemente.
“Pero Hyung, también le pedí que hiciera cheesecake de coco para ti. Creo que te gustará. E iremos a cualquier sitio que quieras después de eso, lo prometo.”
No sé si es la palabra ‘cheesecake de coco’ o sus suplicantes ojos de cachorrito, pero finalmente cedo y me dirijo al closet para cambiarme. Él sonríe felizmente mientras yo refunfuño algo acerca de él siendo insufriblemente obstinado y se cambia también.
“Estoy listo.” Le digo. No sé qué hay de malo con mi apariencia pero Changmin se ahoga a carcajadas.
“¿Qué?”
“Tu polo…” Se ríe de nuevo.
Noto que estoy usando una camiseta con la imagen de Changmin el alienígena impresa en ella. Bueno, es una larga historia la de cómo mi madre terminó comprando esta cosa para mí.
“Agh…me cambiaré.”
“No lo hagas, es lindo. Jejeje.”
Ah, no me gusta la manera en que se ríe. Así que me cambio de todos modos.
Hecho todo, alimento a Fuwa con golosinas por última vez antes de llevarla de regreso al jardín y disculparme por no tener algo mejor como soborno por acompañarme durante toda la noche. Ella se encamina perezosamente hacia los arbustos mientras nosotros nos abrimos paso fuera de la residencia, andando lado a lado bajando por el camino que se pierde a la distancia. A diferencia de mí Changmin parece de muy buen humor. Él ágilmente se mueve, casi como flotando a cada paso y canturrea una melodía. Yo lo sigo a donde sea que él vaya y respondo a la plática muy pocas veces a lo largo del trayecto, en su mayoría con 'mmm's y 'ah ya veo's. En serio no tengo ganas de hablar.
Indudablemente la acusación de Changmin sobre mí siendo lerdo es correcta. A diferencia del usual yo, no me vuelvo loco cuando él coge los autobuses incorrectos y nos conduce por el camino equivocado, haciéndonos perder horas dando vueltas por toda la ciudad en ciega expedición. Aparentemente han pasado varios años desde la última vez que visitó este lugar. Sintiéndose culpable, él se disculpa una y otra vez y eventualmente se queda sin habla cuando yo únicamente palmeo su espalda como réplica.
"Hyung..." Él me abraza de repente. Pensé que él iba a decirme algo como 'todo va a estar bien', pero entonces dice, "Realmente necesitas comer ese cheesecake de cocopronto."
Ahí es cuando pateo su espinilla. "Te odio.", Yo respondo bruscamente. ¿Cómo puede hacerme ver como un niño abrazándome y hablando sobre un pastel en frente de tanta gente?
Tras horas extraviados finalmente encontramos la casa. Él chilla de emoción al ver la conocida dirección y trota alegremente pasando la verja de metal abierta.
Frente a la puerta presiona el timbre y llama, "Seonbin Nuna..."
Nadie abre la puerta. Pulsa el timbre de nuevo y aún nadie contesta.
"Quizás no esté en casa. ¿Le dijiste que vendrías?" Yo pregunto y bostezo.
Él pospone respirar. "Ah..."
"¿¡No le dijiste!?"
"Yo...lo olvidé..." Él agacha la cabeza.
Nos encogemos débilmente, rememorando todos nuestros esfuerzos por llegar a este lugar.
"IDIOTA." Maldigo.
"L-Lo siento..."
"Te romperé el cuello..." En un rápido movimiento su cuello es doblegado, estrangulado entre mi brazo y mi axila mientras yo con afán hundo mis nudillos en su fontanela. Él suelta risitas histéricas e implora misericordia sin hacer ningún esfuerzo por devolver la brutalidad.
"¡¡Siempre eres tan estúpido!!" Exploto.
"S-sí..."
"¡La gente normal llamaría antes de hacer una visita!"
"¡Perdóname Hyung!"
"Rayos, ahora mismo quisiera--"
Mi protesta es cortada por el crujido de la puerta siendo lentamente abierta, revelando la vista altamente impactante de una pálida mujer embarazada, sudando y jadeando por el dolor, sosteniendo su hinchado vientre. "Oh, Changmin-ah..." su voz es apenas un susurro.
Por algunos milisegundos, nos quedamos fríos.
"N-N-¡¡Nuna!!" cuando su cerebro por fin reacciona Changmin con rapidez extiende sus manos para servir de apoyo al inestable cuerpo mientras que yo necesito de más tiempo para registrar lo que está sucediendo. Changmin pregunta cuánto tiempo lleva de embarazo y después de que ella menciona un cierto número me doy cuenta de que probablemente nosotros estemos encarando uno de los eventos más aterradores en la vida de un ser humano.
"Dios, ¡Nuna! ¿dónde está tu esposo?" entramos en la casa, la recostamos en el sofá más cercano y estamos demasiado aterrorizados como para aunque sea echarle un vistazo a nuestro nuevo entorno.
La dama se estremece, botando aire por la boca. "No puedo localizarlo...también he llamado a una ambulancia pero no sé por qué—“ Ella cierra los ojos. OH ESPERA YA VIENE."
"¿¿¡¡QUÉ VIENE!!??" Yo grito, temeroso de que ella dé a luz ahora mismo.
"H-Hyung C-CCreo que ella se refiere a las contracciones..."
Nos quedamos pasmados como idiotas cuando la dama chilla de dolor.
"Nuna, ¿cuánto tiempo has estado así?" Changmin pregunta, frotando el dorso de su mano para calmarla y haciéndome señas para que yo haga lo mismo. Tomo un lugar a su lado con torpeza, fracasando en evitar que mi nariz se arrugue debido a cierto olor desagradable proviniendo de ella.
"Tres horas..." responde, masajeando su vientre.
"Bueno, supongo que aún tenemos-"
"¿Cuántas veces ha dado a luz antes?" Pregunto, cortando la declaración de alivio de Changmin.
"C-Cuatro..."
Por una razón obvia yo odio esa respuesta.
"Multíparaaaaaa."* Susurro, tirando de la manga de Changmin y sacudiéndola ansiosamente.
"C-Cálmate Hyung, cálmate...la ambulancia llegará...Nuna, respire profundo, ¿sí?"
"¡¡¡OH DIOS AHÍ VIENE DE NUEVO!!!" la dama grita en tanto Changmin y yo nos miramos el uno al otro sin poder hacer nada, al borde del ataque.
"¿Las contracciones ya son intensas...?" Changmin me susurra mientras observa su reloj de pulsera.
"Seee, llevémosla al hospi- " Me detengo al ver una gota de sangre escurrirse por toda la pierna de la dama. "OH MIERDA ¿¿¡¡POR QUÉ ES ESO!!??"
"H-Hyung, sangrar así es normal, ¿verdad? N-Nuna, ¿sangraste más antes?"
La señora niega con la cabeza a la vez que lucha por respirar con regularidad, echándole un vistazo al reloj, en espera de la ambulancia. "¿Por qué demora tanto...?" ella casi llora.
"Hyung. ¿P-puedes hacer esto?" Changmin renuentemente forma un signo de pistola con su pulgar y dos dígitos oponibles, implicando examen vaginal.
"¿¿¡¡CÓMO DIABLOS PODRÍA!!??" Dejo escapar. Después de todo nosotros solo somos scuts de 4to año y ninguno ha pasado por el internado de obstetricia.
Para empeorar las cosas, ¡nunca he visto otro nacimiento que no sea el de ese video que nos vimos forzados a ver en el tercer año! Y cerré los ojos aquella vez.
Changmin mira a la mujer retorciéndose con horror y se muerde los labios antes de preguntar, "Nuna, siento mucho hacer esto..." Él descubre su traje de maternidad de una sola pieza y flexiona sus piernas, exponiendo su sangrante vagina. Ensangrentada, goteante de mucosa, protuberante vagina.
Por reflejo doy un paso atrás, cierro mis ojos y me aferro al escritorio más cercano en busca de apoyo, tratando con todas mis fuerzas de no desvanecerme al ver la escena de gráfica violencia. Aprieto la mandíbula y gruño desde las profundidades de mi garganta, "¿¿¿¿¿¿Cccchhhaaaaaanngminnnquéestáshaciendo??????"
Supongo que Seonbin Nuna sabe que somos estudiantes de medicina porque si yo fuera ella me daría un ataque y lanzaría utensilios de cocina sobre nosotros, y desde luego berrearía sobre la falta de ambulancias de calidad que tenemos en este país. Pero entonces de nuevo ¿podría ser que la ambulancia se perdiera en el camino, justo como nosotros hace poco?
"H-Hyung, creo que la ambulancia no llegará a tiempo..."
Changmin siempre es lamentable, pero te garantizo que mi rostro ahora se ve de lejos más digno de compasión.
"Agh...Changmin-ah, puede que necesites saber que no logré obtener una A en la clase teórica de obstetricia en el tercer año..."
"Yo tampoco, Hyung..."
"¿Cuánto obtuviste?"
"B. ¿Tú?"
"...B más."
Oh, cómo de desagrada esa mirada de adoración cruzando su rostro, no esta vez.
"Hyung, cuento contigo."
"¿¡Estás demente!? Es altamente peligroso aquí y nosotros-"
"¡¡¡Oh Dios oh Dios oh Dios el bebé ya viene!!!" La dama grita de nuevo en tanto nuestras mentes aún están lejos de ser coherentes.
"Seonbin Nuna, ¡¡no pujes!! ¡¡No pujes, aguanta!!"
"Changmin-ah ya es hora, ¡¡ya es hora!!, ¡¡¡b-b-balde!!! ¡¡¡co-co-cocina!!!“ Ella ruega en estado de pánico y apunta en una dirección.
En ese momento lo único que hace eco en mi cabeza es un gran y sonoro, 'NOOOOOOOO'
Changmin asiente, obligándose a ser más valiente. "Está bien, espera aquí, Nuna."
"¡¡¡¡Oye, no me dejes!!!!" Chillo aterrorizado cuando él se precipita hacia la cocina.
Yo rápidamente corro tras él.
"¡¡H-Hyung, no la dejes sola!!" Me lanza una cara de absoluto pavor mientras coge dos pares de guantes amarillos de látex del lavaplatos de la cocina. ¿¡Él va a usar eso!?
"¡Min, no quiero una madre muerta por infección, hemorragia posparto y desgarro de perineo!"
"¡No tenemos opción, si la sacamos ahora ella podría soltar al bebé de camino!"
"¡¡Pero yo no sé cómo hacer esto!! ¡¡No puedo hacer esto!!"
"E-Ella ha dado a luz antes…ella sabrá qué hacer, ¿no…?"
Descorazonado por el argumento, me apresuro de vuelta a la sala donde la dama está dispuesta sobre el piso en la posición de litotomía*. Oh, mierda mierda mierda mierda yo ni siquiera puedo mantener los ojos abiertos, la vista es demasiado horrible.
En seguida Changmin regresa de la cocina. "Hyung, usa esto." Él me pasa un delantal de cocina rosa con estampado de flores y un par de guantes de látex. Las mismas cosas ya están puestas en él.
Seguidamente mis globos oculares casi se salen cuando él asiente una disculpa e introduce dos dígitos en la vagina de la dama.
Está loco, te lo digo. Está loco.
"¿¿Q-Q-Qué encontraste??" Pregunto, aprensivo.
"Uh...¿era una cabeza?" Murmura con vacilación, retirando sus dedos cubiertos de sangre y una sustancia amarillenta.
"¿¿¿¡¡¡¡D-D-Dilatación completa!!!!???"
"Creo...que...sí. ¿D-Debería comenzar a pujar?"
Okay, yo ni siquiera estoy seguro de si él en realidad sabe qué superficie acaba de tocar con aquellos dedos. Ninguno de nosotros ha hecho exámenes obstétricos a mujeres de verdad antes, pero sé que la mayoría de scuts solo podrían reportar ‘estrecho y cálido’ tras su primer intento de touché vaginal.
“¿Estás seguro de que es una cabeza?” No puedo dejar de poner en duda su capacidad.
“¿Qué otra cosa dura hay dentro de una vagina?”
“…¿El hueso púbico?”
“No no, definitivamente no es un hueso.”
Cabeza.
“…NUNA, ¡¡PUJA!!” suelto un chillido.
“Se supone que puje solo cuando venga el dolor de las contracciones…justo ahora no lo siento…” La dama sonríe débilmente.
Ambos Changmin y yo únicamente podemos formar una gran ‘O’ con nuestras bocas.
“¡Changmin! ¿Cómo puedes no saber algo tan simple como eso?” Lo culpo irresponsablemente para salvar mi reputación, antes de devolver mi atención hacia la dama.
Unos cuantos segundos pasan sin las contracciones.
“Nuna, ¿dar a luz siempre es así?” Pregunto estúpidamente.
Ella sonríe de nuevo. “Solía ser más aterrador, pero ya que ustedes chicos son tan graciosos…”
Nosotros bajamos nuestras cabezas.
“En los dramas de la TV no hay tiempo muerto como ahora…“ susurro al oído de Changmin.
“Bueno, el tiempo al aire se agotaría para cuando llegara la escena del parto…” Él razona.
“OH YA VIENE.” La dama anuncia antes de comenzar a pujar. Changmin se sobresalta por algo que él casi olvida; un trozo de paño para proteger la parte posterior de la cadera de la dama. Después de eso él se encuentra tan perdido como yo en decidir qué hacer.
“¡¡¡¡¡¡¡Eeeeeerrrrrgggggggghhhhhhhh…!!!!!!!” La dama coloca ambas manos detrás de sus rodillas, flexionando las piernas y atrayéndolas más cerca de su cuerpo al mismo tiempo que da un largo, e ininterrumpido esfuerzo, tan arduo que su rostro se torna completamente rojo y sus venas se dilatan en sus sienes y frente. Changmin presiona un pedazo de tela en el espacio entre su vagina y ano para evitar que la piel se desgarre demasiado.
Dios lo bendiga porque yo me olvidé por completo de eso.
Entonces yo extrañamente me emociono cuando el canal de parto se proyecta hacia afuera mientras una oscura, viscosa y peluda superficie fuerza su camino al exterior.
“¡¡Tú puedes Nuna, ya veo la cabeza!!” Acaricio su rodilla como muestra de apoyo. Toda ella se estremece, gritando, luchando contra el dolor con todas sus fuerzas a fin de permitir que el desconocido ser revele sus ojos, nariz, y boca, pulgada tras pulgada de un modo depresivamente horripilante. La cosa mira a un lado, la dirección más común, pero aún no puedo estar tranquilo.
Escuchamos la sirena de la ambulancia pero ninguno de nosotros puede abandonar este tipo de situación.
Ignorando la llamada de la gente a la puerta, Changmin asegura la cabeza del bebé entre sus palmas. Yo extiendo otro paño por encima del vientre de la dama a la vez que la aliento y observo a la cosa aparentemente sin vida con preocupación; temeroso de que no se mueva, temeroso de que Changmin pudiera hacer algo mal, incluso temeroso de que la cosa sea succionada de vuelta al útero.
El último esfuerzo es el más agotador; este expele al bebé junto con galones de sangre y líquido amarillento. No mentiré esto es increíblemente asqueroso pero la húmeda bola de pelos se siente extraña al sostener yo su cuerpo por las axilas con el fin de depositarlo por encima del vientre de su madre –un largo, pálido, viscoso cordón umbilical todavía conectando al bebé a su lugar de procedencia.
Estoy aturdido, todos los vellos de mi cuerpo se yerguen en tanto la cosa llora fuertemente mientras Seonbin Nuna la sostiene, la seca y sonríe felizmente.
Se mueve. De verdad se mueve.
¿Cómo…?
¿Todos nacemos asi?
“¡¡¡Oh Dios, por Dios santo, Seonbin-ah!!!”
O estoy bajo un hechizo o mi nivel de glucosa y adrenalina en la sangre ha caído estrepitosamente a causa del frenético proceso; yo únicamente puedo observar y quedarme mudo en tanto un hombre se precipita sobre ella y la besa en la frente lleno de júbilo. Junto con él está una tropa de gente proveniente del hospital y los otros miembros de la familia, finalmente vienen a sacarnos de esta desesperada situación.
“Hyung…”
Volteo hacia un costado solo para encontrar los ojos de Changmin mirándome fijamente, ternura pintada en ellos.
“¿S-Seee..?”Mi voz tiembla.
“Estás llorando…”
*
*
Finalmente los refuerzos continuaron con el caótico evento, gracias a Dios ya que obviamente ambos estaríamos en graves problemas si hubiéramos tenido que ayudarla a expulsar la placenta, por no mencionar tratar el desgarro y el sangrado con tal falta de instrumentos.
Ellos rápidamente toman el control de la situación y llevan a Seonbin al hospital mientras que su suegra se queda para cuidar de nosotros, ofreciéndonos comida, agua y ropas para cambiarnos. Era gracioso cómo se inclinaba hacia nosotros agradeciéndonos una y otra vez después del descuidado proceder que tuvimos.
Volvimos a casa en silencio después de eso; demasiado conmocionados y exhaustos como para hablar de más, y ni siquiera recordamos la razón por la que fuimos allí en primer lugar.
Trato de pensar que es obra de un nervio parasimpático después de la tensión la causa de que ahora las lágrimas no dejen de caer por mis mejillas sin importar que he puesto mi rostro más adusto tanto como puede serlo e intento no proferir sonido alguno. Es vergonzoso cómo los pañuelos se apilan en torno a mi almohada mientras yo trato de actuar imperturbable sentado sobre la cama, jugando un videojuego estridente en la laptop y dando la espalda a Changmin.
Para ser sincero realmente no estoy jugando el juego de 'dispárale al zombi', solo hago click en puntos al azar para mostrarle a ese compañero de habitación mío que no soy un lerdo. Bueno, no hace falta decir que mi mente está divagando por algún otro lugar. La escena que presenciamos únicamente se suma a mis enajenadas y caóticas emociones.
Una madre agonizando sola espera a que su hija venga, la misma hija cuyo nacimiento una vez celebró tan dichosamente…imágenes y cuestionamientos colisionan dentro de mi mente.
El 'Game over' en la pantalla se burla de mí con un 'booo'. Rápidamente cierro la laptop y la guardo bajo mi cama.
"Siempre eres tan honesto cuando estás enojado...¿por qué no puedes ser honesto cuando estás triste?" Changmin interrumpe mi silencio.
Yo suspiro, junto los pañuelos acumulados cerca a mis pies y me levanto para tirarlos al cubo de la basura junto a la puerta.
"Hyung, mírame..." Él dice. Me detengo frente al closet por una chaqueta a la vez que me abstengo de responder ya que simplemente no sé qué decir en ese momento.
Es entonces que siento un par de brazos envolver mi cuerpo desde atrás, unas manos se pierden hasta encontrar las mías, entrelazando nuestros dedos, lleva mis brazos cruzados por encima de mi cintura con los suyos sobreponiéndose a los míos. Su pecho hace presión contra mi espalda.
Tiernos besos dejan un rastro desde mi hombro, por mi cuello, barbilla; suaves como algodón. El último en mi mejilla es más lento y firme.
"Ahora no, Changmin-ah..."
"Yo no..."
"¿Qué quieres?"
Él me abraza más fuerte, apoyando su frente sobre mi hombro. "Háblame ¿sí?"
Tras algunos milisegundos me doy cuenta de que estoy cerrando los ojos y recostándome contra él, aspirando el olor de su cabello, casi perdido en la comodidad.
"Dios, esto es embarazoso." Me despego y vuelvo a la cama, deslizándome dentro de la manta.
Parece dudar entre asediarme o dejarme ir, pero finalmente escoge la primera opción. Sin decir palabra él se sienta junto a mí, acariciando mi cabeza como una maestra de jardín haría con su alumno llorón.
"Ya basta." Aparto su mano de un manotazo justo cuando las lágrimas rezuman. Esa forma de actuar solo me hace más débil. Él no parece herido, más bien como expectante a lo que voy a decir.
“¿Por qué no…me cuentas un chiste?”
Parece sorprendido ante mi repentina petición. “¿Te refieres a esos que llamabas malos?”
“Seee.”
“Ah ah, tengo uno.”
“Cuéntamelo cuéntamelo.” Me levanto.
Él aclara su garganta antes de empezar.“En la víspera de Año Nuevo, un nieto que amaba mucho a su abue vino a visitarla. ‘Abue, cómo estás.’ Dijo. ‘Bien, corazón. ¿Me trajiste algo?’ La abue preguntó. Entonces el nieto le dio un almanaque nuevo. ‘Aquí traigo el almanaque de este año para ti.’ Dijo. La abue respondió, ‘Omo, no era necesario. El almanaque del año pasado todavía se encuentra en buen estado.’”
Él me mira fijamente con anticipación y yo froto su espalda como respuesta. “Ese es gracioso.” Comento, provocando que sus ojos se ensanchen de emoción.
“¿¡De veras!?”
Yo asiento y fuerzo una sonrisa pero mis lágrimas amenazan con caer. Rápidamente bajo la vista e intento coger mi laptop para hacerlo menos obvio.
“Por favor, estoy aquí, escucharé.” Toma la laptop de mis manos y la deja otra vez en el piso. "Compártelo conmigo, te sentirás mejor, Hyung…”
Yo me acuesto en la cama mientras él permanece quieto, sentado a un costado.
"No es que no quiera sacarlo…” Finalmente confieso. “Es solo…que no doy con las palabras. Hay tantas cosas dentro de mi pecho ahora y no puedo sortearlas...Está en la punta de mi lengua, pero...no sale."
Él no dice nada y yo solo tengo el valor suficiente para mirar mis dedos.
"Tal vez la próxima vez pueda hablar de ello…” Prosigo. “Pero ahora es solo una emoción confusa y difícil de llevar.”
“…Comprendo.”
“No lo haces. Como sea solo soy yo siendo extraño.”
Siento una cálida mano tomar la mía y envolverla con firmeza. "No, conozco ese sentimiento muy bien...exactamente igual…cada palabra.” Él dice.
“¿De verdad?
“Seee.”
“Bien." Tiro de él para tumbarlo a mi lado. "Ahora dame otro chiste.”
Él entusiastamente narra otra lamentable historia y si bien es tan mala como siempre, no sé por qué esta vez me río tan alto por causa de ella.
[CONTINUARÁ]
*exoftalmia: globos oculares un poco saltones.
*Multípara: una madre que ha dado a luz a más de uno/o muchos hijos; mientras más hijos, el proceso del parto se hace más rápido pero este puede tener complicaciones.
*posición de litotomía: acostada con las piernas flexionadas, la posición de una mujer dando a luz.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
estuvo real mente bueno y interesante el fic pobres min y jae no saber que hacer a la hora del parto me gusto mucho y pobre jae no saber como sentir o como decirlo por la muerte de la paciente que lo hacia enojar esperare el siguiente gracias.
ResponderEliminarSe me hizo demasiado corto lo último ;A;, ya los quiero más juntos. Changmin lo quiere tanto para soportarlo o mas bien dicho entenderlo, porque JJ es demasiado complicado ;^;
ResponderEliminarEste es uno de mis fics favoritos, gracias por seguir traducciendolo ^^