“Perfección”
Autor: DazedMik
Pareja: HoMin
Género: AU
Advertencias: Lemon, violencia e insinuación de Mpreg
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“El Ser humano siempre buscó la perfección, buscó la pureza de la raza, buscó la evolución y no miró a quien dañaba, ahora son a ellos a quienes dañan”.
Las civilizaciones siempre se han disputado el poder, los Dyr no son la excepción, se consideran perfectos, pero tan solo han repetido los mismos esquemas que sus antecesores los humanos. Son gobernados por el más fuerte y al igual que la selva estos híbridos están divididos y nunca pueden mezclarse, están los que siempre fueron depredadores y los que en el pasado fueron alimento, aunque ahora ya no lo son más, porque existe una raza más que está destinada para ese propósito: los humanos, seres poco capaces e imperfectos. Actualmente las ciudades son autónomas, cada una está gobernada por un líder, un Dyr con genes de algún animal salvaje y poderoso, de amplia astucia mental y física, porque solo de ese modo puede competir con las otras metrópolis. La Urbe con mayor influencia, tamaño, poder y más importante es conocida como “Capital” como los Dyr la llaman, los humanos la llaman Seúl. Estos últimos son los esclavos, la servidumbre y los que proveen el alimento a los de la raza que ellos mismo crearon; si alguno comente alguna falta el castigo es la muerte, y dependiendo la gravedad es como se mide el nivel de tortura que recibirá y que concluirá sin cuerpo al que llorar.
Los híbridos dirigentes de “Capital” son Dyr con genes de tigres, se han mantenido el poder por varias generaciones ya y no pretenden dejar ese puesto, no importa la forma de tortura que deben imponer o todas las atrocidades, porque lo importante es tener la gloria y el poder. Tienen adversarios, otros Dyr con genes igual de feroces, pero que no han conseguido hacerse del poder suficiente para ocupar el lugar de los Dyr tigres, y se han debido mantener bajo el margen, esperando el momento exacto en los que encuentren alguna debilidad para poder atacar y ganar.
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¿Estás listo?- El Dyr frente a él le llamó para captar su atención, pero YunHo no estaba con ánimos de seguir, llevaban más de tres horas encerrados en los laboratorios, él no tenía por qué estar ahí, solamente necesitaba los resultados no saber todo el procedimiento, pero así habían sido las ordenes de su padre y actual líder del clan de los tigres, YunHo nunca desobedecía ninguna orden, al menos las que le convenían. –Sí, supongo que debemos seguir, parece que nunca saldremos de este sitio.- Suspiró con pesar al mirar el cielo naranja, las nubes tenían un tono rosado y el sol parecía pintar todo el exterior de un color naranja suave; dio una última bocanada al cigarro que tenía en sus dedos, aspiro y exhalo el sabor de la nicotina, frunció los labios en una sonrisa y dejó caer al suelo la colilla, dio media vuelta y empujo la puerta de metal con bordes blandos, era momento de seguir supervisando el nuevo proyecto que su grupo tenía entre manos, el experimento que los mantendría por más tiempo en el poder.
El Dyr frente a él vestía pantalón de mezclilla y una camisa sin abotonar que dejaba a la vista una playera con el estampado que lo señalaba como un hibrido tigre. YunHo detestaba que su clan hiciera ese tipo de reglas era obvio, para él, que todos lo diferentes Dyr podían identificarse entre sí, pero los humanos no podían y es así que los notaban con mayor facilidad para saber cómo comportarse y no cometes ninguna falta, él por ser del linaje dominante podía abstenerse de esa vestimenta que consideraba ridícula, porque los humanos y otros Dyr solo debía de ver sus ojos para darse cuenta de la clase de estirpe que poseía. YunHo se detuvo, el pasillo en donde se encontraba ahora era largo de paredes y loza blanca, las luces fluorescentes iluminaban de manera perfecta cada rincón, no existía ni un solo punto que no fuera iluminado, por eso al girar la cabeza hacia uno de los otros pasillos que llevaban al ala de los alimentos le pareció curioso encontrarlo con una luz muy tenue. Las facciones de su rostro denotaron curiosidad y su ceja derecha de arqueo al mismo tiempo que la mano del mismo lado la ocultaba en el bolsillo.- Supongo que mi padre debe ocultarme algo.- Encogió los hombros y volvió a emprender su camino al cuarto donde se realizaban los experimentos. –No es algo que sea de mi incumbencia, al menos hasta que no me hablen de lo que ahí pasa. –Frotó uno de sus ojos antes de entrar y sentarse en el sofá que estaba a unos centímetros de la puerta de aquella habitación.
Los “científicos” eran una mezcla de varias especies: hombres y diferentes Dyr trabajaban en silencio, los primeros traían cada uno de los instrumentos que los segundos necesitaban. Podría decirse que era algo armonioso, los humanos trabajaban bien cuando estaban en silencio y obedecían, aunque estos estaban específicamente entrenados para ser útiles. Los seres que alguna vez gobernaron ahora eran distribuidos en diferentes trabajos que los Dyr no realizaban como limpiar, trabajar en las fábricas o cualquier trabajo que requiera mucho esfuerzo y poco conocimiento, porque los humanos no eran buenos pensadores, alguna vez lo fueron ahora eran solo seres irracionales. YunHo los miraba aburrido, estaba cansado de estar ahí, pero debía esperar a que su padre llegara y le explicara en qué consistía el prototipo que estaban investigando, sabía que tenía referencia con la alimentación de los Dyr, a la mayoría no le apetecía seguir con la forma clásica, al menos no a los carnívoros, porque al tener el poder y considerarse los más poderosos en todo los sentidos, ser salvajes por un momento no estaba en su idea de perfección.
YunHo apoyó el codo en el brazo del sofá para recargar su rostro en su mano, inclinó ligeramente su cuerpo y cruzó la pierna derecha sobre la izquierda, su mirada estaba fija en cada una de las acciones de los humanos, le parecían en especial particulares e interesantes, sobre todo por su “imperfección”. Sus ojos pequeños y típicos de un felino se curvearon, para él eran unas presas, no las atacaría porque eran importantes para su análisis de cómo eran y cuales características debían de salvarse en aquella especie y que podían serles útiles a los Dyr. Esta era otra de las tareas encomendadas por su padre, examinar a los hombres que ahí estaban, no entendía del todo esa labor, pero la cumpliría, porque él deseaba ser el siguiente en gobernar la Capital, ansiaba ese poder y todo lo que con ello llegaba, deseaba aunque fuese extraño que fuera una ciudad más equitativa, al menos entre los Dyr, porque nunca pensó en los humanos, ellos simplemente estaban ahí y siempre estarían ahí. –YunHo.- Le llamarón y esa voz le permitió apartar los ojos de aquellos seres inferiores. Volvió el rostro con gracia y lentitud, irguió la cabeza y después de puso de pie, su padre estaba frente a él.
-Bienvenido, padre, llevo aquí bastante tiempo y he realizado lo que me has pedido, pero aun no entiendo la razón. – Sacudió sus cabellos lentamente con los dedos y miró fijamente al líder de su grupo, era muy parecido a él: cuerpo delgado, fuerte y ágil, pero era más bajo.-Nunca pierdes el tiempo ¿Eh?- Su padre levantó la mirada y YunHo guardó silencio antes de sonreír- Si no fuera de este modo no sería digno del puesto que deseo.- YunHo sabía que su padre tenía dos perspectivas de él; sabía que lo admiraba y hacía cualquier petición que hiciera, pero por el otro lado estaba perfectamente consiente que no dudaría en luchar por su puesto de líder. Pero YunHo era inteligente y esperaría el momento indicado. –Lo sé, YunHo. Eres demasiado perfeccionista.-Dijo aquellas palabras muy lentamente, y con elegancia caminó para después sentarse en el sofá. Su hijo entendió perfectamente la petición de su padre y se sentó a su lado. –Es importante y es más que un sustito de alimentos ¿No? - Ladeó la cabeza y miró fijamente a los ojos del Dyr mayor, este asintió y YunHo guardó silencio, escuchó atento a cada palabra que salía de los labios de su padre.
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“Fallo en el ala sur, pasillo 18, habitación 2”
El edificio completo voceaba aquella alerta, el personal corría a sus puestos, era imposible que existiera un fallo, no estaban permitidos, no para los Dyr. YunHo había terminado de hablar con su padre y se dirigía a la salida de la parte trasera del laboratorio, había escuchado la alarma y deseaba solucionar aquel problema, pero era más importante la misión que su padre le había designado, apretó la mandíbula y empujó la puerta que tenía un letrero con la leyenda ‘salida’, sus pasos eran firmes, sentía como su sangre hervía por la incompetencia de aquellos quienes eran culpables del fallo, a pesar de que sabía que no era del todo un fallo, su clan nunca fallaba, pero era necesario que los demás creyeran que por fin, los Dyr tigre habían cometido un error. –Calma YunHo.-Se dijo a sí mismo y cerró los ojos al estar ya afuera del edificio, respiró profundamente, pero no se calmó las alarmas lo desesperaban, sus instintos le indicaban que debía regresar y arreglar el problema, acabar con lo que tuviera que ser finiquitado. Cerró los puños y se clavó las garras en la palma, el dolor que le confirió esa acción le sirvió como calmante; la afilada y puntiaguda garra se hundía en su carne, el olor a sangre le llegó hasta las fosas nasales, por un segundo pensó que ejerció demasiada fuerza en su mano, pero ese no era el olor de su sangre, era un aroma muy particular, nunca antes lo había percibido. Sonrió y caminó hasta el lugar donde venía ese olor.- Te encontré. -Susurro para sí mismo al mover la cabeza de lado a lado, mirando entre los recipientes de basura y todo aquello que servía de guarida, es así como se fijó en el movimiento de una bolsas en un rincón oscuro.
Respiró profundamente, una vez, dos veces y una última vez para estar seguro que el aroma que percibía era el que buscaba. Sonrió y se acercó hasta las bolsas de diferentes colores y tamaños, empujó algunas con sus zapatos y removió a cajas hasta que dio con un cuerpo aparentemente humano, pero en su esencia había algo más y que era justo por lo que YunHo lo había encontrado, su aroma era único. Se acercó hasta la criatura, y esta giró la cabeza que hasta ese momento había mantenido oculta entre las bolsas; sus negros cabellos revueltos y con algo de papel despedazado enredado en ellos, la piel de su rostro presentaba algunos rostro y estaba algo sucio, pero aquel aspecto poco pulcro no le quitaba la belleza de sus facciones. YunHo estaba sorprendido por la quietud de aquel ser, se supone que estaba huyendo, pero se mantenía sin mover algún musculo. El Dyr movió la cabeza hacia el lado derecho al mismo tiempo que sus ojos se achicaban y su ceño se fruncía, su instinto animal le indicó que se mantuviera alerta y paró las orejas para intentar algún ruido que la criatura hiciera, pero lo único que pudo escuchar fue un intenso y frecuente gruñido que provenía de su estómago. - ¿Estás hambriento? –YunHo habló con la voz más suave que tenía, arrastró cada letra por si no le entendía, pero aquel ser desvalido se limitó a asentir lentamente. Por eso estaba en aquellas condiciones… Sucio y entre bolsas de basura.
-Yo puedo darte de comer… Solo debes venir conmigo.- Extendió una mano hacia el chico, su rostro era casi uno aniñado, por eso se atrevió a ofrecerle tan confiadamente una de sus extremidades, sus instintos estaban despiertos, pero por un momento los dejó de lado, ahora era mejor pensar y actuar. –Soy YunHo, y tengo mucha comida que puedo compartir contigo.-La criatura estaba quieta, sus ojos no denotaban ninguna emoción, tan solo miraba fijamente la mano a él, respiró con mucha profundidad y el mal olor de las bolsas lo hicieron despertar de la ensoñación en la que se encontraba. Parpadeó un par de veces y movió la cabeza de lado a lado, recordaba haber escapado del laboratorio y correr todo lo que pudo, sin embargo el hambre le traicionó y se quedó varado en aquella montaña de basura buscando comida.- ¿En verdad tienes comida? – Su estómago nuevamente rigió y apoyo una de sus manos sobre este, estaba demasiado débil y solo pensaba en comer, con eso en mente se puso de pie ignorando la mano de aquel a quien no conocía.- Dame la comida.- Ordeno al ver fijamente a al Dyr que se limitó a sonreír.- Tienes que seguirme. -Bajo la mano y se alejó unos cuando centímetros de su contrario, lo miro de pies a cabeza, tenía unas zapatillas blancas, pantalón y camisa de algodón del mismo color y era apenas unos centímetros más alto que él.
-¿A dónde debo seguirte? - Entrecerró los parpados y se movió al mismo tiempo que el Dyr, no sentía miedo ni estaba alerta, el ruido que su huida del laboratorio causo ya no le preocupaba e engarba el hecho de que sabía le estarían buscando. Solo pensaba en saciar el hambre que tenía, comida, comida, comida era todo lo que su cerebro procesaba. YunHo se acercó hasta quedar frente al joven y con mucho cuidado llevó su mano hasta sus cabellos para retirar los papeles que allí tenía.- Vivo cerca de aquí, así que no debes preocuparte porque pronto tendrás tu comida.- Volvió a sonreír y bajo la mano para ocultarla en sus pantalones.- Ven- Dio media vuelta y comenzó a caminar hacia donde había estacionado su automóvil. El joven quiso moverse, pero sus pies estaban pegados al piso, apretó los puños y clavo las uñas en la suave piel de su palma, sacudió su cabeza y siguió a aquel ser que se movía delante de él, seguramente no era un humano, los humanos no tenía nada, así que era uno de ellos, con ese pensamiento alcanzó a YunHo.
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El viaje en el coche fue silencioso, al principió la criatura temió y dudo en subirse en el vehículo negro, pero al final las palabras de YunHo volvieron a animarle o más bien tentarle con la palabra comida, estaba más que hambriento, si no era saciado pronto no sabría cómo reaccionaría y por eso durante todo el trayecto estuvo en silencio y no se movió, su mirada permaneció fija en la carretera y solo por momentos sus ojos se perdían en las luces de los postes que iluminaban toda la vía. El Dyr estaba intrigado por aquel ser que estaba como petrificado; no era una cualidad de los tigres, era más bien de los gatos se dijo a él mismo para justificar la curiosidad que crecía en su cabeza; estaba seguro que tenía algo que ver con su padre, pero no lograba hallar el cabo suelto de tan peculiar ser, no tenía aroma a Dyr pero al mismo tiempo algo le indicaba que tampoco era un humano. Al llegar a su lugar de vivienda, detuvo el vehículo, se bajó de él y espero a que el joven estuviera a su lado para poder guiarlo a su guarida.
El joven se bajó con mucha calma y sus movimientos eran cada vez más vacilantes, ahora no solo era su estómago el que gruñía, su pecho se contraía y producía un extraño sonido, uno que le indicaba que era mejor que saciará su hambre antes de que algo pasará. Respiró con mucha profundidad y hundió el estómago al momento de ponerse de pie y caminar hacia el otro individuo, se paró a su lado y lo miró fijamente para saber a donde debería de dirigirse. A YunHo aquella mirada le causó escalofrío, su instinto de tigre estaba muy alerta, sentía el peligro que aquella criatura podría causar, y estaba casi seguro que era por la falta de alimento. –Sígueme estamos cerca ya.- Dicho esto comenzó a caminar nuevamente, sin perder de vista al otro. Le dirigió hacia una calle poco iluminada, pero que para sus ojos híbridos era casi como estar a la luz del día, veía perfectamente y sus sentidos se agudizaban, su instintito de cazador surgía y se entremezclaba con la inteligencia del humano. A diferencia de su acompañante que estaba con los ojos entrecerrados para ver con mayor claridad el camino que debía de seguir, daba pasos hasta cierto punto inciertos, pero muy silenciosos, esas acciones no fueron desapercibidas por el Dyr, aquel era un ser muy particular.
YunHo estaba parado en el umbral de la puerta de su guarida, su mirada estaba fija y atónita, en toda su vida jamás había visto a alguien comer de aquel modo. Aquel chico estaba prácticamente sobre la mesa devorando todo lo que el híbrido puso frente a él, jamón, queso, pan, algunas carnes que eran resultado de las pruebas en el laboratorio y la carne congelada que obtuvo de su cacería pasada. En un momento intento acercarse, gran error, el chico le gruño y enseñó los dientes, pero le asustó, tan solo le causo mucha gracia, porque si lo deseará podría acabarlo muy fácilmente, por eso estaba tan tranquilo en ese sentido, sus habilidades de pelea y estrategia no habían sido superadas por nadie en toda la ciudad e incluso se atrevía a considerarse uno de los mejores Dyr de todas las demás metrópolis.
-¿Quieres comer más? - YunHo habló por fin después de haber permanecido en silencio durante toda la vorágine que el chico cometió y que al escuchar la voz abrió los ojos y miró hacia los lados, buscando al dueño de la voz, cuando lo encontró alejó su cuerpo de la mesa, frunció el ceño y sus ojos fueron capturados por la imagen de todo lo que había roto y despedazado en la mesa, se tocó los labios y descubrió que estaba sucia, pero a cambio sus pensamientos podían enfocarse y trabajar como normalmente harían.- Yo… Estoy satisfecho… Gracias…-Intentó recordar el nombre que sabía el otro mencionó antes, sin embargo no lograba recordarlo.- YunHo, mi nombre es YunHo.-Volvió a recalcar el Dyr al acercarse al joven, se sentó en la silla frente a él y le miró con más curiosidad que antes.- Cuando te encontré te lo dije… ¿No lo recuerdas? - El individuo frente a él lo miró fijamente y examinó sus facciones y movió la nariz en señal de esta olfateando su esencia.- No lo recuerdo, estaba muriendo de hambre y solo pensaba en eso, en alimentarme. Eres un Dyr tigre… además eres de un rango importante, tu esencia y tus ojos me lo dicen.- YunHo sonrió de forma amable, pero en su cabeza estaba trabajando por cualquier inconveniente que pudiera pasar. –No hay que ser muy inteligentes para saber mi linaje. Lo que me causa curiosidad es conocer la tuya… y tu nombre. –
-ChangMin.- Fue todo lo que dijo, las otra pregunta se quedó sin respuesta, sus miradas se mantuvieron fijas una de la otra en una batalla silenciosa y entre dos seres que no estaban dispuestos a ser el primero en admitir una derrota. ChangMin no iba a decir ni una sola palabra sobre su origen, él tampoco estaba del todo seguro de cual era, solo conocía las paredes de su habitación en el laboratorio y que cada cierto tiempo era sometido a diversos experimentos que siempre que terminaban le dejaban con algo diferente en su cuerpo: habilidades que antes tenía o la perdida de alguna de estas, mayor conocimiento sobre un tema o el total desconocimiento de algo elemental. Algunas veces se sentía más como un ser salvaje que uno civilizado, pero sobre todo a veces estaba seguro que su cuerpo tenía formas totalmente extrañas a las que estaba acostumbrado, sus ojos cambiaban de forma, sus labios se deformaban por unos más de bestia que de humano, porque de algo sí estaba completamente seguro, en algún tiempo estuvo con humanos, fue parte de ellos. Ahora era un ser que no sabía cómo denominarse.
La batalla de miradas se vio interrumpida por el repentino sonido del celular de YunHo, que hasta ese momento intentaba descifrar que era lo que su padre había estado haciendo en el laboratorio además de experimentar con el futuro alimento de los Dyr carnívoros. –Ahora vuelvo.- Se levantó de la silla y caminó hasta una cierta distancia donde esperaba que el chico, que sabía su nombre era ChangMin, se mantuviera sin poder escuchar la llamada que por el tono de aviso era el que tenía designado para su padre. –Estoy en mi guarida. - El tono que uso era para hacerle saber a su progenitor que alguien estaba en su compañía.- “Sé que lo encontraste, mantenlo contigo hasta que todo el disturbio cese, los leones sospechan que estamos experimentando y están insistiendo en que debería haber un concilio, cosa que no sucederá, cuando este el campo libre iré en su búsqueda… Debes tener cuidado, puede ser peligroso”. Sin dar más detalles la llamada se cortó.
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ChangMin llevaba tres días en la guarida de YunHo, al principio se opuso a quedarse en aquel lugar, porque además de no confiar en el dueño, también sus pensamientos le indicaban que debía de huir de aquel lugar. Por otra parte YunHo tampoco se sentía del todo cómodo estar con el joven, lo consideraba raro además de que de algún modo peligroso. La primera noche no pegó el ojo por observar a ChangMin que tampoco estuvo quieto, estuvo actuando de una manera poco común, se pegó al lugar más oscuro de la guarida que a pesar de estar en un edificio abandonado poseía todas las comodidades para alguien como el hibrido: un dormitorio, baño, sala de estar y comedor, eran todos los espacios necesarios, pero aquel chico se empeñaba en dormir debajo de la mesa y cerca de la alacena. YunHo se negó al principio, ya que había sofá bastante cómodo, pero no quiso, argumento que en la noche tendría hambre y a eso el Dyr no pudo oponerse, además de que su instinto le decía que si lo asustaba huiría y no podía permitir que eso sucediera, su padre lo necesitaba y como hijo del líder cumpliría con ese deber.
-¿No piensas bañarte?- YunHo estaba parado frente a la alacena y el sutil aroma a sucio le indicaba que aquel joven no se había pasado agua y jabón por el cuerpo en varios días, algo raro porque le había dejado algo de ropa, pero solo se la cambiaba y la dejaba doblada con sumo cuidado en un rincón que ahora parecía la madriguera del chico.- ChangMin…-Volvió a llamarlo para captar su atención ya que se encontraba totalmente concentrado en la puerta ventana de la sala de estar y por la que no había postrado su mirada para ver el exterior, el híbrido que muy a su pesar era más bajo que el chico raro notó hacia donde estaba dirigida su atención.- Puedes acercarte si lo deseas… -Se acercó con mucho cuidado y se inclinó hasta que su rodilla derecha se apoyó en el piso de mármol blanco, esa acción le permitió notar el suave aroma que despedía, uno muy sutil y que se confundía con el olor a sudor y tierra. Su instinto dejó de lado su lado racional para que pudiera disminuir la distancia de su nariz con el cuello de ChangMin, lo olfateó y este último no se movió por unos segundos.- Hueles dulce… Como a miel…-Murmuro el Dyr, pero todos sus pensamientos se borraron cuando unas manos lo empujaron con mucha fuerza al suelo.- Aléjate, ¿crees que soy como tú?- Señalo el más alto.- No soy de tu especie salvaje. –El cuerpo de YunHo con la espalda pegada al suelo miró con asombro al ejemplar frente a él.
Entrecerró los ojos y se puso en dos pies con agilidad, miró fijamente a ChangMin y caminó hasta quedar frente a él, tomó al menor del brazo derecho y lo sacudió sin utilizar mucha de su fuerza, pero para el cuerpo más frágil el dolor del agarré se traspasó de ser solamente en la piel hasta llegar hasta los huesos, el más alto formo una mueca de dolor en su rostro, aunque no emitió ningún sonido que delatara dolor. El híbrido lo libero, pero también empujo el cuerpo hasta que este cayó al suelo.- No vuelvas a hacer eso, te estoy teniendo paciencia.- Para alguien que estaba destinado a ser un líder no podía permitir parar por alto algo como aquello. Sus pupilas verdes brillaron y sus ojos habían cambiado de forma a una más parecida a la de los tigres, pero antes de tener un cambió más notorio pudo contener su enojo y alejar al chico de sí. ChangMin miraba con rencor a YunHo, apretó los puños con fuerza e ignoro el dolor que le causo en el brazo ese acto, se sentó y se quedó quieto nuevamente, en ese momento tuvo claro que no podía estar ni un minuto más en ese lugar, pero sabía que no sería fácil escapar, aquel tipo lo tenía encerrado aunque no lo dijera de forma directa.
El hijo del líder de la Capital respiró profundamente y miró de forma dominante a ChangMin.- No tientes a la suerte.- Con esa última frase, le dio la espalda y caminó hasta el dormitorio, se tiró sin mucha gentileza en la cama y clavo la vista en el techo.- Que hice… Me deje llevar por su esencia.-Apretó los parpados al mismo tiempo que dejaba el antebrazo frente a su pecho, su respiración se calmó lentamente, no podía permitir que la ira le dominara y sus instintos depredadores y de macho dominante surgieran en él. Ese era el principal problema de los Dyr de cualquier especie y por lo que todavía no eran perfectos, las emociones que percibían los influenciaban demasiado y reaccionaban sin pensar. Sus reflejos se convertían totalmente, en el caso de los Dyr tigre, dominantes y protectores de su territorio, además de que ser especialmente orgullosos y ningún Dyr tigre que se orgullecerá de serlo se negaba a una lucha con cualquier otro hibrido. Por el comportamiento que ChangMin había tenido, su intuición le decía que su padre tenía algo que ver con ese dulce aroma y con esa calma tan poco común. No podía olvidar el rostro completamente serio y analítico que el chico tenía, no tuvo miedo, pero tampoco ignoraba el peligro que estaba corriendo y por eso se quedó quieto, porque para los tigres, cualquier ser que se rendía a sus pies se quedaba inmóvil y se dejaba hacer por quien lo estuviera dominado y fue justamente lo que paso minutos antes en la cocina.
Ese día YunHo no volvió a salir de aquellas cuatro paredes, se mantuvo en su cama meditando cada una de las posibilidades si se atrevía a salir, estaba casi seguro que volvería sentir aquel aroma en particular y por el que apostaría cualquier cosa era la razón por la que ChangMin no se había bañado en todo ese tiempo, estaba intentado ocultar esa esencia que volvería loco a cualquier otro híbrido tigre que estuviera cerca de él. Podía describirlo como suave, muy parecido a la miel, pero no a la que ya estaba producida, a la miel que las abejas recién polinizaban en las flores, ese ligero y embriagador aroma que de solo pensarlo le producían náuseas y un intenso deseo de convertirse en su forma animal para poder marcar el territorio donde estaba ChangMin y después reclamarlo como suyo.- ¿Qué has estado haciendo papá?-Recriminó en voz alta, porque su padre había experimentado demasiado. Reuniendo la información que ya tenía del más alto podía hacerse a una idea de lo que progenitor estaba buscando; casi estaba seguro que ChangMin en algún momento de su vida fue un humano, pero también tenía la certeza de que no era completamente un hibrido, podía definirlo como una combinación perfecta entre ambas especies, aunque aún era frágil, quizás ese era el defecto que aún no lograban suprimir y por eso le habían dejado huir, además de la amenaza de las otras razas.
Sin darse cuenta en qué momento se quedó dormido, YunHo despertó sobresaltado y en un instante ya se encontraba de pie para salir de su dormitorio, apenas miro el reloj, pero sabía que ya era bastante tarde porque el sol no se veía y la luna ya estaba en lo alto.- Media noche.- Apretó la mandíbula porque aquel maldito olor embriagador lo dejo tan fuera de sí que su cuerpo se cansó de tanto reprimir la necesidad de correr y volver a aspirar del cuello de ChangMin. Sacudió la cabeza de lado a lado y abrió la puerta de golpe, todo estaba en silencio, ninguna respiración a su alrededor, algo no estaba bien.- ¿ChangMin? -Le llamó, pero no obtuvo respuesta, en la guarida solo se encontraba él.
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ChangMin no tenía idea de donde estaba, había roto la ventana de la sala de estar de la guarida de YunHo, tenía miedo que él hibrido lo escuchará y volviera a atarlo como antes, pero nada sucedió y con toda su astucia posible escapo por la ventana, tenía algunos moretones por la caída tan poco planeada que tuvo, pero una vez que estuvo en sus pies pudo correr hasta que el aire en sus pulmones apenas llegaba y ahora se encontraba en un lugar que desconocía por completo. Siempre estuvo encerrado en el laboratorio o al menos esos eran los únicos recuerdos que tenía. Además tenía el problema con el olor que estaba expidiendo su cuerpo, no podía olvidar la reacción que tuvo YunHo, al que hasta aquel momento nunca había mencionado su nombre a pesar de recordarlo perfectamente algo en su interior le decía que tuviera mucho cuidado de acercarse a él y esa era la razón principal por la que se mantuvo apartado y prácticamente arrinconado en la cocina de su guarida, porque no deseaba establecer ningún tipo de relación con él. Detestaba el olor a sudor y en general se quería arrancar la nariz para nunca jamás volver a sentir esa peste que él había provocado, pero el instinto de supervivencia era más fuerte y para salir vivo de aquella ciudad era necesario ese sacrificio.
-¿A dónde rayos debo ir? - Se hizo aquella pregunta por décima vez, sus pies comenzaban a pedirle que tomará un descanso, si sus cálculos no le fallaban llevaba aproximadamente siete horas desde la última vez que probó alimento y unas cuatro desde que escapo de la guarida de aquel salvaje.- Si no me doy prisa el único salvaje seré yo. - Se lamentó al mirar las calles que poco a poco habían quedado desiertas, aunque realmente nunca vio demasiada gente. En el laboratorio había estudiado sobre como la Capital se dividía y por las características del lugar estaba en la zona de los humanos, aunque raramente podía verse uno ya que estos siempre estaban con sus respectivos amos y muy pocos tenían la libertad de estar en una casa a la que podían llamar propia.
Sus pasos le llevaron hasta una zona que apenas parecía la de los humanos, la vegetación era más densa y dejaba de haber caminos en los cuales un ser de dos pies pudiese andar sin sufrir algún accidente. ChangMin apretó los puños con fuerza y pateó la piedra frente a sus zapatos.- Es la muralla…- Cerró los ojos y se tocó la frente con la diestra, qué debía hacer ahora, si llegaba a una zona de Dyr seguramente lo atraparían y lo usurarían de cena, al menos si se encontraba con un clan de carnívoros, pero sí se encontraba con uno de vegetarianos tenía la oportunidad de vivir como esclavo. Sus opciones no eran muy alentadoras y el maldito aroma solo se hacía más fuerte, era justamente por eso que había escapado, para huir de lo que los científicos tenían planeado para él. Estaba completamente consiente que era una mera rata de experimentos.
ChangMin había permanecido demasiado tiempo parado en una misma posición y no prestó atención al ser que se iba acercando a él, un depredador, un Dyr con forma de tigre se lamía las fauces, el olor que aquella criatura era deliciosa, indicaba copula. Cuando ChangMin notó que algo se acercaba el hibrido estaba apenas unos metros de distancia, correr no era una opción, sería cuestión de minutos para que fuera atrapado y servido para devorar. Trago saliva y su estómago gruño hasta que el sonido se hizo presente en su pecho, sus ojos brillaron y cubrieron todo el globo de un color rojo intenso hasta quedar completamente negros, su nariz se arrugo y unos dientes en forma puntiaguda aparecieron en su boca, su respiración se agito cuando el Dyr se acercó más a él.
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El viento se había llevado prácticamente casi todo el olor de ChangMin, aunque un pequeño rastro iba y venía con la brisa despistando a YunHo. Llevaba una hora buscando al chico, y estaba preocupado de lo que pudiera pasarle; no habían intercambiado muchas palabras durante los días que estuvo en su guarida, pero de algún modo le causó cierta ternura, por llamarlo de algún modo ya que era más atracción sexual lo que sentía debido al olor que se esparció por toda su guarida. –Si no te encuentro estaré en problemas.- Suspiro largamente y siguió su camino por la ciudad, no necesitaba la luz como sí la necesito ChangMin durante su huida, YunHo estaba cómodo con aquella situación porque de alguna manera sabía que el chico no podría ir tan lejos en la noche.- Te voy a cazar. - Amenazó al viento, sus pies se movieron con agilidad y golpearon el pavimento mientras corría.
Avanzó unos cuantos kilómetros cuando el olor a sangre golpeo sus fosas nasales, el metálico aroma estaba mezclado con la esencia a miel que despedía ChangMin, algo malo ocurría y no podía permitir que alguien le hiciera daño, gruño para sus adentros y retorció los dedos de las manos, nadie tocaba lo que de algún modo era suyo, porque al estar tanto tiempo con aquella criatura su instinto protector se había extendido a él, aunado al hecho que su padre le había dejado a su cuidado, el sentimiento de deber era mucho más profundo. Corrió con mayor prisa, sus ojos tenían una forma afilada, sus brillantes pupilas esmeralda eran más intensas que en otras ocasiones. –Está en la muralla- Gruño para sí mismo, aquel sitió siempre era visitado por diversos Dyr, era famosa por ser punto fácil para encontrar comida, algunos humanos siempre huían y eran presas fáciles, a pesar de que existían una ley que prohibía alimentarse de ellos, de ese modo no se alcanzaba la perfección.
YunHo corrió en sus dos pies con toda la rapidez que le era posible, podía cambiar a la forma de tigre, pero necesitaba guardar toda su fuerza para lo que creía que pasaría, tendría que defender a ChangMin de una muerte segura. Pero se llevó una gran sorpresa al llegar a donde el otro tigre y el chico se encontraban, ambos tenían marcas de sangre y se gruñían sin parar, el chico a quien se supone que defendería enseñaba los dientes y simplemente no parecía él, no era el niño temeroso que y desconfiado que encontró entre las bolsas de basura, era la criatura que su padre con sus múltiples experimentos había creado, era su forma de crear la raza perfecta, mezclando la cantidad exacta entre humano y Dyr tigre, porque no se dejaba dominar por sus instintos, era consiente de todo lo que estaba haciendo y radicaba su valor, el experimento había tenido éxito y ahora debían de ocultarlo hasta poder poner en marcha el sometimiento a las otras razas de Dyr.
El tiempo que unió cabos y dio con el resultado fue suficiente para que el otro tigre tomará ventaja de que ChangMin había notado la presencia de YunHo y bajado la guardia. Los gruñidos se emitía de su pecho se hicieron más intensos al estar bajo el pesado cuerpo del Dyr, su cabeza de movía intentando morder el cuello de su adversario y este último hacía lo mismo. Un momento antes de que el tigre le clavara los dientes a la nueva especie, el futuro líder del clan de los Dyr tigre se lanzó contra él en su forma animal, al sentir en peligro a su protegido despertaron sus instintos salvajes. Dio un zarpazo a la espalda del agresor de ChangMin y este gruño por el dolor infringido, cayó al suelo y antes de que YunHo pudiera dar otro golpe para dejarlo fuera del juego, este ya había huido dejándolo con otra criatura de temer y que parecía totalmente alterado.
Parado en sus cuatro patas y con su brillante pelaje a rayas, YunHo sacudía la cabeza y enseñó los dientes porque ChangMin al no bajar la guardia, él como un futuro alfa, se sintió amenazado en su propio territorio. Ambos, que ahora eran machos, caminaban en círculos con la retaguardia alta, se miraban fijamente y gruñían en señal de alerta. ChangMin que no era por completo un tigre y se sostenía entre sus dos pies intentaba luchar con el instinto que hasta ese momento había reprimido, sus brazos estaban completamente cubiertos por un pelaje blanco y que poco a poco se iba extendiendo hasta su espalda, su cuerpo entero comenzó a temblar para terminar el cambio de humano a tigre de un níveo color. El tigre que ahora no se dejaría llevar por la ira como sabía que funcionaban los Dyr, él tenía su inteligencia, y si debía enfrentarse a YunHo para poder escapar no dudaría en clavarle sus afiladas garras.
El ambiente se volvió más denso a pesar de que el viento soplaba con cierta intensidad y movía las hojas de los árboles de la muralla. YunHo estaba completamente perdido ante su único pensamiento, recalcar su dominio ante la otra criatura, porque a pesar de todo no deseaba dañar a ChangMin porque aún debía protegerlo, lo que ahora demostraba era simple testosterona de un macho adulto por denotar su superioridad, pero no ante otro macho porque el aroma a miel que le llegaba a su fauces era el de cualquier otro de su especie en apareamiento e igual que sucedía con las hembras de su especie, ellas peleaban para corroborar que el espécimen frente que las cortejaba era de buenos genes. Sabía que no era la misma situación porque ChangMin también era un macho, sin embargo los instintos le estaban cegando.
Con la intensión de dominar el tigre de rayas se lanzó contra el albino que ya esperaba su ataque, ambos eran del mismo tamaño, pero los músculos de bengala eran más consistentes debido a su linaje y tenían más peso. ChangMin sintió ese poder cuando una de sus enormes patas golpeó su mejilla derecha haciéndolo trastabillar unos cuantos pasos, al tocar su cola con algunas de las ramas de la muralla enseñó más los dientes se sentía atrapado entre dos enormes paredes, una que se mantenía estática y otra que se movía sigilosamente preparándose para lanzar otro ataque. Por su parte YunHo a pesar de estar razonando como lo haría en su forma humana aún tenía muy presente cual era la razón de esa “disputa” y por eso solo lanzaba golpes suaves, porque quería dominar y tomar lo más pronto posible, era una suerte que los de su especie no tuvieran una época como otros para la reproducción, aunque lo que tenía planeado era por deseo puro.
YunHo apoyo las patas delanteras en la tierra y pegó la cabeza entre ellas para preparar su siguiente ataque, un salto que dejaría sin tener a donde moverse a ChangMin quien estaba analizando un plan para escapar en la primera oportunidad. La mejilla le dolía, en toda su vida nunca había experimentado dolor y sentirlo bajo su agresividad y lo reemplazo el temor y los instintos de supervivencia. El tigre rayado después de unos segundos se lanzó contra el blanco que enseñaba los dientes más como un gato asustando que como un tigre con intenciones de matar y fue lo que el Dyr sintió al posar sus patas en su espalda para tirarlo al suelo. Las garras las tenía escondidas para no dañarlo y mostrarse amistoso, y el único ataque que lanzó fue un empujón con su hocico a la cabeza del albino. ChangMin internamente gruño porque sin darse cuenta había caído por su propia cuenta en la situación que estuvo evitando, pero no sería tan fácil daría pelea ahora que sabía que YunHo no tenía intención de matarlo.
El tigre naranja ejerció más presión en sus patas delanteras para que el blanco el enseñará en vientre en sumisión, pero este se retorcía e intentaba morder y arañar, sus garras se clavaron en uno de los costados del tigre de mayor peso y este reaccionó mordiendo cerca del cuello, el pelaje blanco se manchó con lagunas gota de sangre y emitió un sonido de dolor. ChangMin en su interior se retorcía por encontrar una salida: la más obvia era entregarse sumisamente, la otra era pelear, pero no estaba preparado aún. Y la supervivencia gano. Levanto la cabeza hasta que sus orejas tocaron la caliente tierra, enseñó el cuello y desconecto su lado racional para que el de los instintos dominara.
Lo que estaba esperando YunHo sucedió, el cuello de ChangMin estaba frente a él y no porque lo estuviera obligando, lo había aceptado y se rendía ante él. Un profundo ronroneó provino de su pecho al dejar de hacer presión al cuerpo del otro tigre, lamió su rostro y el gestó tuvo como respuesta a un tigre albino recostado sobre su espalda con las patas flexionadas y enseñando el cuello, el tigre dominando y que tomó el rol dominando caminó alrededor de que estaba sumiso, los sonidos guturales no se hicieron esperar y todo aquel espacio salvaje se llenó de la advertencia de que ahí estaba un tigre macho en apareamiento; era la forma en que reclama el territorio y a quien estuviera ahí, y el que en esos momento estaba sus dominios era ChangMin y por eso le pertenecía a YunHo. Este último se acercó nuevamente al otro tigre y olfateó del dulce aroma a miel, mordió su cuello de forma suave y lamió donde antes había clavado sus colmillos y tenían marcas rastros de sangre. Sus grandes brazos rodearon el cuerpo para lentamente perder la forma de animal y volver a ser bípedo junto a su compañero que fue arrastrado al cambio.
-Hueles delicioso.- Dijo YunHo con un ronroneó y los labios pegados a las orejas de ChangMin que pronto comenzó a lamer y morder, eran de un tamaño justo para que pudiera jugar con ellas; a diferencia de su pelaje albino su cabello en su forma era de un castaño que conservaba la suavidad de su forma animal y el Dyr notó esa suavidad y enredo los dedos en sus cabellos, tiro de ellos de forma juguetona mientras el más alto mantenía los ojos cerrados y emitía pequeño sonidos que indicaban que disfrutaba de aquellas pequeñas atenciones. La desnudes que les brindó la transformación fue aprovechada por ambos: ChangMin se recostó boca abajo y froto su miembro contra la tierra al mismo tiempo que YunHo de posaba sobre él y hacía lo mismo pero entre el pasaje que ocultaba su aún cerrada y virgen entrada.
YunHo apoyo las manos en los hombros del joven de apariencia más joven, mordía su cuello muy suavemente hasta llegar a su hombro para después deslizarse por el largo de su espalda hasta llegar a su espalda baja, poso su rostro en la curva donde iniciaba el trasero de ChangMin y se detuvo un momento antes de sacar su lengua y dividir sus nalgas hasta llegar al cerrado botón que inmediatamente tocó con la punta para conducir la saliva que emanaba desde sus papilas gustativas, ya saboreaba el dulce sabor que tendría aquel lugar. ChangMin por su parte mantenía la mejilla derecha apoyada contra la tierra, sus labios estaban abiertos y el aliento que sacaba de traducía en gemidos y jadeos por la humedad que lubricaba su entrada; lentamente encogió las piernas y fue levantando la cadera en dirección al rostro de YunHo que ya presionaba el brote para abrirlo, sus rodillas se apoyaron en el suelo y separo los muslos para brindarle una mayor facilidad a su profanador.-Sabía… Eres dulce.- Gruño el animal en cuerpo de hombre en el que se había convertido YunHo, sus instinto los que ahora dominaban.
El falo del sumiso quedo colgando entre sus piernas, goteaba un líquido transparente que fertilizaba la tierra en donde caía, ChangMin se movió un poco más y alcanzó su miembro con la mano derecha y presionó en su glande para que el olor a miel que este desprendía llegará hasta las fosas nasales de YunHo que inmediatamente gruño y abrió los labios para atrapar la cavidad ajena entre sus labios, raspó la zona que lo rodeaba con sus dientes y apoyo las manos en su cadera para empujar sus nalgas contra su rostro y poder hundirse más en aquel lugar de terminaciones. Ambos cuerpos jadeaban y gemían por diferentes razones, uno por el placer que la humedad de la lengua ajena le brindaba a su cavidad y el otro por la anticipación que ese mismo acto significaba, su pene completamente erecto filtro de su abertura el líquido que usaría para lubricar. El lugar se llenó de un aroma pesado, un perfume de seducción para ambos machos.
La mano izquierda de YunHo se deslizo de la cadera, presionó el muslo de ese lado y se separó de la piel de ChangMin para poder tomar su miembro erguido y frotarlo contra la cavidad apenas abierta, la mojo con la sustancia viscosa y golpeó repetidas veces aquel punto con su glande, pero sin tener intensiones aún de abrirse paso por el pasaje. –Eres tan dócil.- Se burló de la pasividad de ChangMin quien al escuchar aquellas palabas gimió en protesta y arqueó la espalda para que su cadera se alejara de tacto contrario, como respuesta recibió unos dedos presionando el hueso de su cadera que le levantaron las rodillas del suelo para que nuevamente tuviera la fricción de aquella punta mojada. - Así debe ser ¿No? - ChangMin se sorprendió a sí mismo al poder hablar con coherencia cuando minutos antes solo emitía sonidos típicos de un animal en celo.- Los de tu especie solo toman lo que quieren… Yo no tengo voluntad. - Grito antes que sus uñas cambiaran de forma a unas garras que se enterraron en la tierra y sorprendieron al Dyr que también hundió las zarpas en su piel porque ChangMin comenzó a moverse y recurrir a la transformación que lo hacía un igual ante YunHo.
El hibrido dejó de sostener su sexo para atrapar a su presa que tenía toda la intensión de volver a escaparse de sus garras, se lanzó sobre él e inicio una lucha por tomar el dominio de su cuerpo. ChangMin clavó los dientes en el brazo musculoso de su adversario, la sangre que emanó llenaron sus las papilas gustativas de un dulce sabor metálico que le indicaba que si mordía un poco más tendría una deliciosa cena entre sus fauces. Por su parte YunHo gruño de dolor y se lanzó sobre el pecho de la nueva especie que su padre creo, hundió sus colmillos y garras en su suave pelaje blanco que ahora cubría su desnudez al igual que la suya de un color anaranjado. Ambos tigres rodaron sobre la tierra con sus respectivas zarpas clavadas en el cuerpo del contrario y con gruñidos que se escuchaban varios kilómetros a la redonda.
A pesar de encontrarse en una confrontación las erecciones de ambos machos se mantenían presentes y eran golpeadas entre sí y con las pelvis al chocar por el forcejeó que cada vez era más agresivo y ya había manchado los pelajes con la carmesí sustancia que se escondía en sus membranas. YunHo no estaba dispuesto a perder aquel encuentro, ahora sus metas habían cambiado por completo, no solo deseaba dominar aquella noche el cuerpo de ChangMin, doblegaría su razón y lo tomaría como suyo, una posesión que nadie podría arrebatarle ni siquiera su padre. El pelaje de su cuello se erizó cuando mordió el cuello de tigre albino, ya no deseaba jugar más, el juego acabaría pronto y él tomaría su recompensa, la sangre fluyo muy lentamente en sus fauces, el cuerpo debajo del suyo se retorció y chillo de dolor, la mordedura no era fatal, pero sí lo suficiente para que el instinto animal sintiera la derrota. Gruño nuevamente y se levantó lo suficiente para que ChangMin aún en su forma animal se acomodará en la posición más dócil con las patas flexionadas y la cadera levantada.
YunHo gruño de regodeo al verlo acomodarse de aquel modo debajo de él e hizo lo mismo, apoyo las grandes patas a los costados del otro cuerpo acomodo su miembro en la entrada que se estremecía por la cercanía del glande desprovisto de la piel que lo recubría. El macho dominante lamió el cuello de ChangMin en varias ocasiones hasta llegar a su oreja y pasarse por su rostro, hundió la pequeña nariz en el pelaje de su mejilla y por intuición supo lo que quería y lo haría si aún deseaba mantenerse con vida. El híbrido balanceó su cadera de lado a lado con su cola en lo más alto y que también ondeaba ante la cercanía de una abertura de placer. El gruñido que surgió desde su pecho propició el cambio del tigre albino a uno sin aquella nívea capa y quedara expuesta una suave piel color caramelo. ChangMin gimió de miedo al sentir el gran falo que tenía a sus espaldas y los colmillos cerca de su rostro. Con las manos apoyadas en la tierra al igual que sus rodillas, con una larga inhalación levantó las caderas para recibir a quien sería su dueño, porque eso era lo significaba a fin de cuentas.
Aún en su forma animal YunHo comenzó el descenso de su miembro hasta colocarlo en la justa posición en la entraría por aquel pasaje y se hospedaría. La complexión de aquel aparato reproductor era de mayor tamaño en su forma salvaje, pero eso no importaba para el tigre y con la única idea de placer introdujo lentamente el glande mojado y de color rojizo. El rugido de deleite vino desde el fondo de su ser, se mantuvo sin moverse y solo disfrutando de como la abertura luchaba por rechazar la presión que ejercían en ella para abrirla y que produjo un mínimo dolor a ChangMin, el temor era más grande que la sensación de ser profanado por una bestia en forma de tigre, el hueso de este último entro lentamente en la cavidad que se expandía a cada milímetro que se hundía en el interior del cuerpo humano. YunHo primero se aseguraría de que ChangMin no volviera a intentar escaparse antes de cambiar de forma, con esa intensión las membranas en forma púas que recubrían su falo se clavaron en las paredes anales del contrario, arraigándose de ese modo para la copula que no proveería crías.
~O~
Un grito de dolor atravesó por el silencioso paraje, las otras especies que ahí se encontraban, hombres y Dyr se alertaron por aquel sonido, para los primero significaba miedo, para los segundo era una señal que marcaba el territorio de un macho y que reclamaba todo lo que estuviera a su alrededor, hembras u otros machos en ese espacio le pertenecía. Y fue justamente ese grito que alertó al líder de los Dyr tigre que estaba muy cerca del valle donde terminaba la aldea humana, que su plan había dado resultado, aunque para él se había tardado un poco en que pasará. Se bajó del automóvil en el que viajaba y se recargo en la portezuela, olfateó el viento y para otra especie de Dyr no sería percibido, pero para él que era el progenitor de YunHo conocía perfectamente su olor, su hijo sin darse cuenta había cumplido con los planes de su padre. - ¿Cuándo ira por él? - Un humano salió de la parte trasera del vehículo y se paró a un lado del alfa de los tigres.- Dejemos que disfrute el momento, no tenemos prisa, además, YunHo no dejará que me lleve al chico, ahora lo verá como si fuera suyo, y cuando se dé cuenta de que paso con menos razón, mi hijo siempre ha tenido esa aura protectora, pero hasta ahora siempre la ha puesto de lado para complacerme.- El Dyr se movió y saco un cigarro del bolsillo de su pantalón lo prendió y dio una larga calada para después sacar el humo, sonrió y miró a la dirección de la muralla.
-Nunca pensé que diría esto, pero después de todo haberte mantenido con vida ha dado frutos, nunca paso por mi cabeza crear un ser que tuviera todas las características de un humano y Dyr al mismo tiempo, un nuevo hibrido al que pudiera aparear con otro macho y tener una cría con todas las características deseadas de las diferentes razas. La inteligencia y raciocinio de un humano que no sé deje llevar por los instintos de la bestia; la fuerza, agilidad y habilidades que los Dyr poseemos al poder cambiar de forma, y todo ese aunado a las capacidades superiores que tienen los machos en comparación de las hembras. Debo agradecerte. - Dicho esto último miró de frente al humano y este se limitó a bajar la cabeza y ofrecer sumisión ante su dueño.
-Dejemos que YunHo disfrute un poco más y después veremos. -El híbrido tiro la colilla y le dio la espalda al hombre que trabajaba en los laboratorios, este noto el descuido de aquella bestia que le había maltratado y marcado en lo más profundo de su alma. En silencio se acercó al vehículo y miro fijamente al Dyr que ya estaba frente al volante.- ¿Qué pasa? Sube ahora. - El hombre temeroso y con el cuerpo completamente vibrando por el miedo y la desesperación accionó el dispositivo que tenía en las manos: un pequeño botón que al ser oprimido dio con una gran explosión que voló por los aires al automóvil del líder de Capital. La guerra había comenzado o al menos un intento de rebelión por parte de los humanos para buscar su libertada, tuvo su primer paso con la muerte del Dyr tigre líder de la ciudad más importante de la región.
~O~
YunHo gruñía por el placer que iniciaba en la punta de su glande al rozarse con la próstata de ChangMin, la empujaba con suavidad porque su cuerpo aún era el de un tigre, todas las sensaciones se extendían hasta la punta de sus patas que lentamente fueron cambiando para ser reemplazadas por dedos y pies humanos. ChangMin suspiro de alivio al sentir que la presión que sentía en su espalda disminuyo notablemente, ya no había pelo que se rozara por su espalda, ahora sentía piel con piel y cierta humedad por el esfuerzo. El dominando bajo la cabeza y hundió la nariz en el cuello de ChangMin, sus manos se aferraron a su cintura y sus rodillas buscaron la seguridad de la tierra ahora que no eran tan fuertes como en su forma animal. –Espero… Que te hayas acostumbrado.-Gimió con la voz gutural y empezó a empujar su cadera contra el trasero de ChangMin que estaba siendo arrastrado por el placer a pesar de que no desearlo, instintivamente abrió más las piernas y volvió a apoyar el pecho sobre la tierra para que pudiera penetrarlo con mayor facilidad.
Sonidos obscenos y húmedos provenían de los dos cuerpos que se apareaban sobre la tierra, el pene entraba y salía de la ahora húmeda cavidad que lo absorbía por completo y lo aprisionaban de tal forma que se aferraba con más intensidad aquellas paredes. YunHo se movió para apoyar las manos en los huesos de la cadera de ChangMin y empujar de dos formas ya que este último estaba completamente cegado por el placer y casi no se movía, YunHo deseaba más intensidad y la consiguió al empujar contra su sexo las nalgas túrgidas que pedían ser golpeadas sin piedad y con su propia pelvis moviéndose con más prisa para que su estocada fuera más larga y profunda. Los penetraciones se intensificaron cuando un hormigueó subió desde su glande que desprendía liquido pre seminal hasta el último de sus cabellos. Su diestra se deslizó hasta presionar los dedos en el miembro erecto de ChangMin que hasta ese momento se había estado golpeando son su abdomen y muslos e inició un movimiento ascendente sobre él, sentía las venas saldadas cada vez que apretaba más, su víctima gritaba de placer al grado de mojarse los labios con la saliva que se escurría por la comisura de sus labios, YunHo inclinó la cabeza y mordió el cuello de ChangMin como si se tratara de una hembra con la que estuviera apareándose, no había necesidad de eso o eso pensó.
Con aquella mordida en su cuello ChangMin gritó por última vez y expulso un líquido transparente de su pene, un aroma a miel inundo el lugar donde había caído la sustancia: su pecho y la mano de YunHo, quien al propiciar la contracción del cuerpo que poseía atrapo de la forma más deliciosa su erección y la hizo explotar en la cavidad que atrapo todo el código genético en el interior de ChangMin. Ambos cuerpos cayeron al piso, sudados y agotados, la sonrisa en los labios de YunHo creció al seguir moviendo las caderas y sentir la humedad en las paredes anales que succionaban aún extremidad sexual. Suspiró largamente y jugo un poco más con el miembro que perdía la dureza en su mano.- Ya… Deja de hacer eso.-Susurro ChangMin con la frente pegada a la tierra.- Por un momento pensé que no hablabas correctamente.
Aquellas palabras hicieron reaccionar al joven que hasta ese entonces era virgen, se levantó con mucha prisa y empujó el cuerpo del Dyr macho.- No soy retardado, solamente utilice lo que estaba a mi alcance para que esto que me acabas de hacer no sucediera, pero al final no funcionó.- Su cuerpo desnudo cautivo a YunHo que hasta ese momento no se había percatado de la perfección que poseía.- ¿Por eso estuviste sucio tantos días?-Murmuro al sentarse y apoyar la mano que antes tuvo el pene del muchacho frente a él y lo olfateo antes de pasar la lengua y probar la esencia a miel. Sin darse cuenta había creado una conexión con él, eso no sucedía con los Dyr, al menos no con los tigre, ellos tenía innumerables parejas, pero ahí estaba él, con sus pupilas verdes mirando con asombro al joven que se sentó a su lado y suspiro al apoyar la cabeza en su hombro.- ¿Qué haces? - Lo miró asombrado y el interpelado encogió sus hombros.- Tu sangre tiene buen sabor, así que debes cuidarte… En algún momento puedo clavarte los dientes y comerte para la cena… YunHo. - El hibrido sintió un escalofrío recorrerle su cuerpo, pero no por la mención de su sabor, sino por la manera en que le había llamado.- Es la primera vez en todos estos días que dices mi nombre… Pensé que no lo sabías o recordabas.
ChangMin rodó los ojos y le miró.- Te dije que fingí. - Dicho esto le miró antes de cerrar los ojos y dejarse caer al suelo completamente cansado y YunHo no tardo en acompañarlo.- Sabes que ahora me perteneces ¿verdad? -Murmuro el Dyr, pero no recibió respuesta y tan solo se quedó mirando el cuerpo frente a él.
Epílogo
La raza humana inició una rebelión que al poco tiempo de haber estallado se apaciguó cuando YunHo, el actual líder de los Dyr tigre y dirigente de la Capital asumió el mando. Era un ser muy temido que guardaba un secreto muy importante y que por su causa había comenzado a permitir que los hombres tuvieran más derechos de los que antes gozaron, tenía un cachorro resultado de aparearse con un experimento de laboratorio que su fallecido padre inició, que conservaba como pareja.
Fin.
OMG!!! Me encanto el fic!!! Nunca leo homin, pero fue tan asdghj y tuvieron un cachorrito jaja muy lindo!
ResponderEliminarMe gustó el pesado rol de los personajes y lo detallado que fue el comportamiento animal al momento de la dominación. En como se conservó la fiereza del animal. No me gusta cuando ukean a Changmin, pero estuve tan metida que hasta me lo creí y fue de fácil aceptación el que lo ukearan jajajaja y que además tuviera mpreg.
ResponderEliminarJesús Bendito -Se le sale la baba de a montones-. Esto es hermoso, puedo decir que es hasta perfecto (para mi gusto, claro esta).
ResponderEliminarTodo pero absolutamente todo de este one-shot me fascinó. Me gusta leer HoMin y tu tienes una forma genial de escribir, creo que te haré un altar (?)
Me gustó mucho el panorama en donde sucedía todo y el hecho de que Changmin fuera un experimento me dejo sorprendida.
Mi lado HoMin shipper(?) casi sufre de un infarto al leer la escena de sexo rudo (?) pero luego un aura de ternura se apoderó de mi al leer el pequeño epílogo y ver que Yunho tenía un cachorro... asjishdjskis que lindo <3 no se si eso los haga una familia pero bueno~....
Muchas gracias por la historia
Interesante esa descripción de los Dyr y el olor que desprendía Changmin lol. Estuvo entretenido y salvaje, y como también me gusta el HoMin, no fue nada incómodo el lemon (hahaha) ^-^
ResponderEliminarwow que interesante esta historiade los dyr y los humanos y se que daron juntos el humin gracias por compartir
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