Novio secreto - Cap. 1

Aunque sea a escondidas

Miró su reloj por undécima vez antes de determinar que estaba desesperado, habían pasado más de veinte minutos y aquel a quien esperaba no llegaba. Ok, veinte minutos quizás eran nada, pero él que siempre era tan puntual no admitía ni siquiera un solo minuto. Si no fuera porque se moría de ganas por estrecharlo entre sus brazos se rendiría de una vez por todas

No había visto a su novio "secreto" en más de un mes y eso ya era una tortura, pero sabía que era imposible verlo más seguido de lo que quería, sus actividades no se lo permitían, las de él sí, pero las suyas no, su compañía solía atiborrarles de actividades, claro que no se quejaba, le gustaba trabajar incansablemente y recibir halagos por ello, el único inconveniente era no poderlo ver más seguido de lo que le habría gustado siempre

La treceava vez que miró su reloj escuchó el timbre de su puerta y sonrió extrañamente, con una media mueca que dejaba ver una pequeña parte de sus dientes. Se dio la vuelta bruscamente y caminó hacia la puerta, abrió enseguida. Ahí estaba él, sonriendo avergonzado, se había quedado atrapado en el tráfico por culpa de unas sasaengs que se habían atravesado inconscientemente causando un pequeño choque que afortunadamente él salió bien librado, aprovechó y se escapó del ojo de aquellas curiosas, ahora por fortuna llegó a casa de su novio "secreto" sin ser descubierto por nadie

—Vaya, creí que no llegabas —dijo sarcásticamente, lo dejó pasar y cerró fuerte la puerta. El otro sintió la mirada dura y penetrante que le observaba

—Ese recibimiento no me gusta —se quejó con un inocente puchero

—Ajá, y entonces ¿qué esperabas? —preguntó indolente, cruzándose de brazos

—Algo como esto —respondió enseguida, acercándose la poca distancia que los separaba y le echó los brazos al cuello, atrayéndolo con fuerza. El otro no se negó al beso que le ofrecían, descruzó los brazos y le rodeó la cintura

Se abrazaron y besaron con pasión, un mes sin haberse visto o tocado había sido una terrible tortura. Al separarse el más bajito sonrió, regalándole un último beso en la mejilla antes de bajar sus brazos y separarse un poco

¿Algún día me recibirás sin que haya algo que reclamar? —preguntó haciendo puchero, el otro sonrió forzadamente, siguiéndole el juego

—Sí, el día que te comportes como se debe, el día que no hagas estupideces, el día que no me hagas enojar —respondió indignado, más no estaba molesto, era parte del juego que siempre tenían esos dos

—Changmin eres malo ¿lo sabías? —torció la boca en un gesto infantil, el aludido sonrió nuevamente, se acercó a él y sujetó su rostro entre sus grandes manos

—Y aun así me amas —respondió dulcemente

—Y con todos mis errores también me amas, así que no soy el único tonto —dijo para defenderse, causando en el otro una carcajada

—Así es, te amo —dijo con algo de vergüenza, no solía ser expresivo, pero más de un mes sin decírselo se le estaba estrujando el corazón

Se abrazaron y compartieron otro beso, menos apasionado que el anterior, pero no por eso menos entregado. Se besaron largamente hasta que la falta de aire los obligó a separarse, se miraron a los ojos

—Y entonces… —dijo Jaejoong pícaramente, haciendo circulitos con su dedo índice sobre el pecho de Changmin — ¿Vas a tomarme o tengo que pedirlo? —preguntó divertido, Changmin hizo una mueca como si lo estuviera pensando

—Yo creo que puede esperar —dijo casi enseguida —Tengo hambre, compré los ingredientes para que me hagas pasta, extraño tu comida —dijo infantilmente, Jaejoong enarcó una ceja y lo miró con incredulidad

—No nos hemos visto en un mes y solo piensas en mi comida, ¿Qué debo de pensar? ¿Quieres un novio o un cocinero? —preguntó indignado, cruzándose de brazos le dio la espalda

—Vamos —dijo con tono cansino, se acercó a él por la espalda y lo abrazó por la cintura, hundiendo su rostro entre el hombro y el cuello de Jaejoong, le dio un beso ahí, haciéndolo estremecer —No eres ningún cocinero, y claro que quiero hacerte mío, es solo que de verdad extraño tu comida, desde la mañana no comí para poder solo llenarme de tu comida… y de ti, claro —dijo con un susurro lo último, comenzando a besarle el cuello

Jaejoong cerró los ojos y suspiró, descruzó los brazos y levantó uno, moviéndolo un poco hacia atrás le sujetó la cabeza a Changmin, atrayéndolo, hundiendo más su cabeza sobre su piel

—Tu ganas —jadeó Jaejoong cuando Changmin chupeteó su piel antes de detenerse

El menor sonrió, siempre funcionaba, su novio era débil con los besos en el cuello, aquella era la zona más erógena que tenía, Changmin conocía muy bien donde podía causar más placer en el mayor. Se separó de él y Jaejoong se giró para verlo de frente

—Eres un tramposo —dijo sonriendo, luego le dio la espalda para avanzar hacia la cocina, Changmin aprovechó para darle una nalgada antes que se alejara, Jaejoong sonrió traviesamente, luego lo miró fingiendo enojo mientras se alejaba

Changmin miró a su novio "secreto" con ternura, realmente lo había extrañado mucho, agradecía al cielo que ese día de descanso Yunho no le hubiera dicho que lo acompañara a los bolos con sus amigos o algún otro lado, después de todo su compañero no sabía nada de su relación con Jaejoong, así como ni Yoochun ni Junsu sabían que él salía con su compañero. La relación de Changmin y Jaejoong era un secreto para el mundo, sus únicos testigos eran aquellos lugares donde se veían a escondidas, los testigos mudos de su amor y su pasión, de su tristeza y desesperación

¿Qué sucedería si fueran descubiertos? ¿Superarían la presión de sus respectivas agencias? ¿Las críticas de la sociedad? ¿Las de sus propias familias? ¿Sus amigos? ¿Sobreviviría su amor a todo eso?.

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