Jueves por la noche.
“Entonces, ¿Yoochun Hyung estará aquí para la próxima semana?” Changmin pregunta al tiempo que garabatea algunas notas mientras ocasionalmente acomoda la posición de sus gafas, siendo el gran trabajador que siempre es considerando que yo he estado cambiando de tareas al azar desde tumbarme muy relajado sobre la cama hasta sentarme sin hacer nada sobre la silla, simplemente siendo disfuncional.
“Lo más pronto puede ser eso, dijo. Así que no estoy seguro.” Respondo.
“Ya veo…¿entonces, debería sacar mis cosas ahora?”
Giré mi silla solo para encontrarlo demasiado ocupado con su libro para siquiera charlar atentamente. Suspiro. Durante este corto tiempo me he acostumbrado tanto a su presencia que su pregunta se siente rara de alguna manera. “No hay necesidad de apresurarse, Yoochun ni siquiera está seguro de si habrá una nueva rotación o no.”
“Si es la próxima semana él puede ir a forenses o a medicina interna, al igual que yo. O a oftalmología…en realidad, muchos departamentos comienzan con las rotaciones.”
“Ah, olvidé que mañana son tus finales. Pues buena suerte.”
De pronto sintiéndome curioso del objeto que acapara tanto su concentración, yo arrastro mi silla a su lado. Aparentemente ha estado leyendo páginas y páginas sobre los estados de descomposición, acompañados de ilustraciones. Yo suelto un ‘eew’ ante las aterradoras fotos de partes mutiladas del cuerpo humano y le arrebato el libro, pasando las páginas hasta llegar a una imagen más agradable (de balas con diferentes calibres) y lo coloco de vuelta frente a él.
Riendo con nerviosismo por la interrupción sin propósito alguno, pregunta, “Aún falta mucho para que cirugía termine, ¿no?” Al parecer nota mi estado privado de atención.
“Todavía cerca de un mes, ¿por qué?”
“Es…” Hace una pausa. “Ese residente Siwon…”
“¿Es porque tienes dos hermanas?” Me reclino sobre su hombro, actuando todo mimado solo porque me provoca. Sus hombros se sienten siempre tan acogedores –en realidad cada parte de su cuerpo lo es. No obstante de alguna forma yo recién acabo de enterarme.
“¿…qué quieres decir?”
“Tu excesiva e irracional ansiedad.”
Frunce el ceño a modo de desaprobación, y rápidamente ubica un dedo en el medio de sus gafas para zanjar el tema.
“Bien, tendré cuidado.” Asevero.
Él sonríe y emprende otro intento de leer el libro de texto forense.
“Así que, ¿Kibum ha vuelto a tu antiguo cuarto?” Comienzo con otro tema.
“Seee, su habitación temporal tenía tres personas más así que estaba algo apurado.”
Yo asiento con un ‘Ooo’ antes de preguntar otra vez, “¿Cómo está tu madre?”
“¿Umma? Ella está bien, como que perdiendo peso últimamente. ¿Por qué?”
Aparentemente él es bueno en multitareas. Sus ojos están fijos en el mismo libro aburrido mientras responde.
“Solo quiero saber. ¿Tus hermanas?”
“Una de ellas tiene enamorado ahora.”
“Ooh, estupendo. ¿Tú tienes enamorado?”
“¿Hyung?”
“¿Sip?”
“¿Pasa algo malo?” Pregunta preocupado.
Si él no hiciera esa pregunta yo probablemente no caería en la cuenta de que he estado apoyándome más y más en él al punto en el que casi es echado de su propia mesa.
“Estoy tan aburridoooo…” Lloriqueo finalmente, estampando mi cabeza en su bícep como un retrasado mental.
Él suelta una risita mientras no hace intento alguno por detenerme (o arrancar su mirada fija del libro). “¿No tienes un mini examen este lunes?”
“Sí sí, pero estoy harto de libros.”
El mismo brazo sobre el que estoy apoyando todo mi peso se dobla para peinar los mechones que ocultan un lado de mi rostro. “¿Estás sintiéndote inquieto porque Yoochun ya viene?”
Ah. Talvez tenga razón. Estoy alterado debido a que Yoochun está en camino mientras Changmin no puede mantener el ritmo de mi bio energía. Yo supongo que es por la falta de nutrición nocturna.
“Rara vez te he visto comer últimamente, ¿por qué?” Enderezo mi espalda y examino su rostro en busca de una señal de pérdida de peso.
"Mmm...a causa de los finales no estoy haciendo nada para conseguir dinero en estos días, así que..."
"¿¿Así que no comes??"
"No no, solo me salto la cena para ahorrar un poco...pero bueno eso también te da un vientre plano ya sabes."
Mofándome ante su patética razón, me dirijo al closet para cambiarme, poniéndome jeans apropiados y chaqueta. Además, tomo algunos billetes y meto el celular en mi bolsillo. (Solo porque he descubierto que Changmin se pondría frenético si no llevo el teléfono)
“¿A dónde vas?” Changmin pregunta justo cuando estoy frente a la puerta.
"Ya estás demasiado plano para empezar. Voy a comprarte bocadillos."
"¿¿Eeeh?? No-no-no Hyung no tienes--"
Yo ya estoy de carrera hacia la salida como para oír el resto de sus quejidos.
*
*
Caminar solo, envuelto por la brisa nocturna y tener una tienda de abarrotes (mejor si es una 7eleven) saludándome con su pálida brillantez siempre ha sido uno de mis pasatiempos. Afortunadamente he olvidado esa espeluznante portada de Una llamada perdida (Changmin en serio sabe como hacerla salir de mi campo visual) o de otro modo ya no podría disfrutar más de la caminata nocturna.
Como sea, los finales son una mierda.
Me siento así de aburrido gracias a que Changmin ha estado pegado a sus libros todo el día, ignorándome por completo. A decir verdad yo quiero que miremos algo juntos (puesto a pensar en ello, no hemos tenido oportunidad de hacerlo), aunque sea solo usando una laptop. Algo como South Park o Los Simpsons. Me pregunto si el cerebro de Changmin es lo suficientemente ágil como para entender sus bromas. ¿Consideraría él la escena de un niño quemándose con el gas de un pedo como gracioso?
Pensando en las posibles preferencias de Changmin, recorro los exhibidores de las tiendas, escogiendo gaseosa, pan, papas fritas y leche al azar antes de con rapidez dirigirme al cajero.
Terminando de pagar, salgo de la tienda a un ritmo más que rápido, deseando estar en casa tan pronto como sea posible. Sin embargo, solo después de unos cuantos pasos una voz que reconozco me llama por mi nombre, haciendo que me detenga y mire a mi alrededor.
"Wow, qué buena suerte tengo esta noche."
Es Siwon, agitando sus manos con suavidad.
Al parecer también acababa de salir de la tienda; me pregunto por qué no lo vi. Como sea, empiezo a pensar que es de alguna forma un murciélago ya que siempre aparece por la noche, sin mencionar que sale de la nada. Quizá tenga colmillos.
"Oye Hyung... “ Inclino la barbilla a modo de saludo. “Tú de veras estás…por todas partes, ¿no es así?"
"¿Talvez porque he estado siguiéndote?"
"Oh wow."
A diferencia de lo normal, no estoy de humor para lanzarme sobre él como un admirador, en lugar de eso lo saludo como despedida y sigo caminando.
“Oye, ¿por qué la prisa, Joongie?” Él desliza un brazo alrededor de mi hombro.
El amigable gesto es suficiente para tornarme cauteloso si este proviene de Siwon, y así me las arreglo para apartarlo a tiempo antes de que su mano explore aún más abajo de mis caderas.
"Okay, eso es todo. Dame mi espacio." Yo gruño.
Él se encoge de hombros. "¿...Y eso por qué?"
"Después de meterme un stripper por los ojos, emborracharme, verme masturbar y terminarla de acabar con esa mamada fallida en el almacén de urgencias, te concluyo como peligroso y si algo más que eso sucede tendré un novio echando humo y cortándome el cuello llegando a casa, no gracias."
Es un insulto aunque la respuesta que obtengo es una risilla divertida. "¿Te refieres al forense lameculos que nos vigilaba en urgencias?"
Entrecierro los ojos, no apreciando su comentario. "Changmin no es un lameculos"
“Tampoco es tu novio.”
“Sea como sea, te concluyo como peligroso Y molesto. Hasta mañana.” Apresuro el paso.
“¡¡Jaejoong, espera!!” Él me alcanza por un costado. “Vamos, rara vez nos encontramos en sala.”
Pretendo no escuchar y sigo caminando.
“Jae…” Él toca mi hombro.
“¡Dije que me dieras espacio!”
"Okay, okay, talvez me pasé un poco. No puedo evitarlo, estoy interesado en ti. E…Me equivoque contigo, creí que te iban los actos temerarios y el abordaje precipitado..."
Wow, interesado en mí, ya eso es nuevo. "Bueno no estás del todo mal, pero dejando eso de lado, justo ahora tengo prisa. Debo alimentar al lameculos.” Replico a manera de insinuación.
Pero él resulta ser más persistente de lo que pensé.
"Jaejoong, por favor…¿al menos déjame que te lleve de vuelta?” Él toma mi mano y la estrecha entre las suyas, suplicando. De aquí a la residencia son menos de diez minutos a pie así que el coche realmente no es necesario, pero supongo que él no se detendrá hasta que haya accedido a su petición.
“Quiero pasar un poco más de tiempo contigo. Quiero conocerte mejor, Jae…” Añade.
Suspirando, alzo la mano, diciéndole que hiciera lo que quisiera con el gesto. Victorioso él forma un puño con la mano y me dice que espere mientras trae el coche.
Vuelve en menos de tres minutos. Tras dejarlo abrirme la puerta, entro y me dejo caer sobre el cómodo asiento.
“¿Sabes?, iré muy despacio y así tengamos más tiempo para estar juntos.” Él dice y comienza encendiendo el coche.
Yo suspiro de nuevo, frotando mi nariz. “Haz lo que quieras.”
Él se ríe alegremente y me ofrece café en un vaso desechable. “Y aquí traigo la cafeína. Después de esto necesitas estudiar para el examen que viene ¿cierto?”
Tomo la oferta y bebo el contenido mientras él sigue hablando acerca de cada cosa aleatoria que piensa sobre mí. Sin embargo, es en serio no sé que pasa conmigo esta noche, es como si no pudiera concentrarme en prácticamente nada; mi mente está divagando por algún otro lugar.
Gradualmente, se me hace más difícil comprender su parloteo; se me dificulta escucharlo.
Se me hace complicado tan solo permanecer despierto.
*
*
Me despierto en la oscuridad, percibiendo un aroma familiar, contando la entrañable frecuencia de ritmo respiratorio. Dentro de la proximidad que se siente extrañamente reconfortante en lugar de asfixiante.
Es solo una de nuestras noches juntos en su cama. ¿No es tonto, dos hombres compartiendo una cama cuando ya habían dos para empezar?
Como si oyera mi pregunta dentro de su sueño, él murmura incoherentes palabras. No me importa lo que estas palabras sean, el hecho de que mi nombre esté entre ellas es suficiente para hacerme sonreír, aún más ampliamente cuando su brazo se mueve inconscientemente hasta mi cintura, implicando ambas dependencia y posesión.
Suavemente, llamo su nombre. Más como para mi propia satisfacción. El nombre se siente perfecto en mi lengua, igual de perfecto como su cabello entre mis dedos, su piel sobre mi piel.
Tan perfecto como sus labios sobre los míos.
Desearía que este momento fuera interminable; momento para adorarlo todo sobre él. Nosotros estamos hechos el uno para el otro, así es como se supone que sea, ¿verdad?
Entonces ¿por qué su presencia parece cesar cada vez que lo beso, cada vez que llamo su nombre?
Aún así lo llamo de nuevo.
“Joongie, ¿cómo puedes decir el nombre de otro hombre cuando estoy aquí a tu lado?”
La vista se descompone.
Yo abro los ojos de golpe, desconcertado.
Se necesita tiempo para adaptarse al modificado paisaje y advertir que la dulce curvatura de sonrisa junto a la mía se ha convertido en una ladina propia de las de Siwon.
"¿Qué dia..?"
Mis extremidades están impedidas de moverse con libertad. Estoy vergonzosamente sujeto a una cama, las manos en alto, largas tiras de gaza están atadas desde ambos lados de la cama y cabecera hasta mis piernas y muñecas. Cuando ya pienso en esto como bastante malo, resulta que mi pantalón está holgadamente pendiendo en torno a la parte inferior de mi cadera, exponiendo mi indefenso miembro.
Apenas puedo pensar con claridad.
"¿Dónde...estoy...?"
Junto a mí Siwon está tumbado sobre su costado, apoyado sobre su codo y me observa con diversión.
"¿Hyung...?"
Recuerdo que se suponía estuviera en mi camino de vuelta a la residencia, en el coche de Siwon…
Ese café.
"¡¡Me drogaste!!" Grito tan pronto el sentido común regresa, lanzando patadas como un fútil intento por ser libre. "¿¡Qué demonios quieres!?"
"He estado deseando esto por tanto tiempo, Joongie…no puedo creer que finalmente lo consiga..." dedos fríos de sudor se curvan sobre mi cuello.
Yo me aparto con miedo y repugnancia. "¡¡Suéltame, Hyung!! ¡¡Esto no es divertido!!"
El sudor cae a gotas por su frente, sus ojos echan chispas de excitación, su pecho sube y baja al punto en el que puedo oír peligrosamente roncas e inquietantes respiraciones.
"Kim Jaejoong. Siempre con la barbilla alzada. Tan orgulloso, tan esnob."
Ya sea que la anterior droga ha interferido con mi agilidad o él simplemente es así de escurridizo yo fallo en notar todo a tiempo. Su taimada sonrisa permanece al tiempo que algo duro se abre camino y a la fuerza a través de mis deshechos pantalones, incrustándose profundamente entre mis piernas y provoca una sacudida en mi interior, haciendo que me arquee en un grito.
"H-hyung...qué es...¡¡¡Quítalo!!!" No importando cómo me mueva eso está adherido a mí de manera persistente.
"S-sácal...¡¡¡Sácalo!!!
"Oh Dios...así, Joongie...sacude tu cuerpo otra vez, haz que baile así..."
"¡¡Para con esto!! ¡¡Estás enfermo!!"
"Ya sabes eso...y aún así te mantienes cerca...ingenuo o descarado, como sea es sexy."
Cuando se toca a sí mismo disfrutando de la vista mía retorciéndome caigo en la cuenta de que este no es otra más de sus arriesgadas perversiones, no precisamente una de la cual puedas reirte después.
Él tira de sus jeans más hacia abajo.
"Me gusta jugar con mi plato un poco antes de...ya sabes..."
"¡¡¡Tú hijo de perra!!!" Hago otro amago de patada en su dirección pero esta cosa dentro de mí está interfiriendo con la capacidad de controlar mi cuerpo. Odio cómo Siwon lo disfruta, cuán fácilmente sujeta mis piernas y empuja el objeto más profundamente.
"Una boca que requiere modales, me gusta..."
Lamiendo sus labios con una sonrisa lasciva, se sube encima mío y me atrapa entre sus piernas antes de empujar sus caderas desnudas contra mi rostro. Suelto una secuencia de maldiciones mientras lo evado desesperadamente solo para tener una entretenida risilla y una verga colmada de venas, dura como la roca, restregándose ferozmente contra mi cara, la cual está cubierta de sudor y lágrimas de rabia. En casi nada de tiempo se las arregla para acomodar mi cabeza entre sus manos y sé que abrir mi boca para protestar solo le dará la oportunidad de meter su cosa en tanto yo no estoy en la posición de defenderme.
"Abre la boca, Joongie...te gustará esto por la garganta..." Él toma un puñado de pelo con una mano mientras con la otra está tirando de mi barbilla hacia abajo, intentando abrir mi boca herméticamente sellada. "Oh bueno, no vamos a apresurarlo..."
De vuelta a mi lado y todavía estrujando su propio pene, él momentáneamente detiene la humillación y extrae un ovalado vibrador, color negro de mi cuerpo.
“¡¡¡Maldito seas te mataré Choi Siwon!!!" Grito vengativamente.
"¿Oh? No es necesario que te enfades tanto, tan solo dime si quieres el vibrador de vuelta..." él se regodea. Yo aprieto los dientes, deseando molerlo a golpes hasta que solo queden cenizas.
"¿¡Qué quieres!? ¡¡Simplemente alquila a un puto para que alimente tus enfermas perversiones y déjame ir!!"
"Bueno sí los uso...pero ya sabes, después de cientos de veces se vuelve aburrido. Ellos no maldicen como tú, no lloran ni suplican como Ryeowook..."
Mi pulso se detiene ante el familiar nombre.
"...Y definitivamente no pueden actuar como Kyuhyun. En serio, su exasperado y agudo llanto cuando lo estrangulé hasta la muerte mientras me lo cogía, cómo su agujero apretaba y vibraba alrededor mío...era algo que los putos no siempre pueden dar..."
Se necesitaba tiempo para registrar lo que acababa de escuchar.
"¿T-tú...tú...lo mataste...?"
Siwon hizo una pausa, fingiendo una expresión como si no se suponiera que lo soltara. "Bueno yo tampoco quería, estaba haciéndoselo por detrás y me dejé llevar...creí que finalmente lo estaba disfrutando, pero...omo, estaba muerto."
Ni siquiera intento saber lo que hizo con el cuerpo después de eso. El miedo comienza a arrastrarse por toda mi columna vertebral.
"Para con esto...sácame de aquí..."
"Ves, eso me confunde...cuando maldices eso me excita, cuando te acobardas también me excita...¿cómo puedes hacer eso? Talvez si me hubieras incordiado por más tras esa noche en la discoteca yo habría perdido el interés en ti, pero tú no lo hiciste...tú de manera perfecta no lo hiciste...y perfectamente te hiciste de rogar, justo y tal como lo había predicho..."
Una sonrisa se curva en sus labios. Una sobrecogedora que me pone la piel de gallina. Su mirada parece deshollarme vivo.
Se me tuerce la boca del estómago.
"Tú, Kim Jaejoong. Tú. Hermoso, arrogante, inalcanzable...terminas suplicando misericordia debajo mío...empapado en mi sudor y mi semen...jadeando, retorciéndotete, tensándote...Dios, ¿no puedes comprender cómo ese único pensamiento me abrasa cada noche?"
"Ya basta...Eres un lunático..." Cierro los ojos al tiempo que infructuosamente tiro de mis atados miembros con más fuerza.
"¿Qué tan pronto el calor abandonará tu cuerpo, Joongie? ¿Qué tan violentamente convulsionarás...tú ya eres tan pálido...¿Cómo puede ser más pálida?"
Yo no sé de qué rayos está hablando hasta que saca un cuchillo del cajón al lado de la cama.
"Q-qué estás--"
"Relájate, no es como si fuera a apuñalarte como un bárbaro criminal cualquiera..." Él deja el cuchillo junto a mis piernas. "Te amo demasiado como para hacer eso..."
"¿¡Estás loco!? ¿¡Llamas amor a esto!?"
"Te amo Joongie...te amo...lo probaré..."
Él se remueve y otra vez se sube encima de mí.
"¡M-mierda...! ¡¡¡Aléjate de mí!!!" forcejear únicamente lo hace reír de excitación como si estuviera en algún tipo de montaña rusa. Con ambas manos sujeta bien mis brazos me doblega con su peso más firmemente y comienza a mordisquear mi pecho, su lengua asaltando mis pezones.
"¡¡Quítate mierda!! ¡¡Eres repugnante!! ¡¡Vete a la mierda, Siwon!!"
"Incluso estas las partes más pequeñas en ti son absolutamente preciosas..." sus uñas escarban en mi piel, fieras y lacerantes.
"¡¡Ya basta!!"
"Mmm...seee...sigue gritando, ponme más duro que nunca..." Alcanza el anteriormente olvidado cuchillo.
"¿Q-qué estás haciendo...!?"
"Necesito hacer esto, Joongie...no has gritado lo suficientemente alto."
Y yo hago exactamente lo que él quiere, gritando a todo pulmón mientras él roza la punta del cuchillo contra mi vientre, tan solo con suavidad pero lo suficientemente doloroso.
"¡¡¡Deténte!!! ¡¡Solo deténte!!"
Sangre rezuma de la herida. Como si no estuviera lo suficientemente herido incrementa el dolor mordisqueando el arañazo con brusquedad, desgarrándola aún más.
"Ya basta...d-duele...."
Cómo desearía perder el conocimiento justo como lo hice antes, en lugar de rebajarme al llorar y suplicar de esta manera.
"Ahora vamos por el plato fuerte..." Sus labios manchados de sangre se apoderaron de mi flácido miembro. Me muerdo los labios y cierro los ojos con fuerza, intentando por todos los medios no sentir la tortura de su boca o de sus dedos que me exploran a profundidad.
"Sigue en silencio, y tendré que hacerte más cosas."
Oigo sonidos de telas siendo desgarradas. El cuchillo hace contacto contra mi muslo. Contra mi pecho. Mantengo la boca cerrada –ni siquiera una mueca, solo las profundidades de mi garganta exteriorizando reprimidos sollozos mientras libero lágrimas para luchar contra el dolor.
El vibrador es introducido más profundamente que antes, sus dedos se abren camino dentro y fuera de mi cuerpo, su lengua se pasea alrededor de mi entrada, provocando que salte y me estremezca contra mi voluntad.
Talvez sea preferible que él en serio me apuñale así yo pueda perder la conciencia, pero las heridas que él me está infligiendo no son ni siquiera lo suficientemente profundas como para traspasar más que la superficie de la piel.
Por lo tanto no hay nada que yo pueda hacer más que tratar de ignorar el hecho de que un psicópata está ultrajándome. Trato de pensar en algo más aparte del frío filo del cuchillo o la saliva o la sustancia viscosa. Cualquier cosa agradable y buena.
La sonrisa bobalicona de Changmin. Los chistes nada graciosos de Changmin.
"Tu agujero es tan bonito, ¿sabes eso? Me gusta como aprieta..."
Los ojos dispares de Changmin. La dulce voz de Changmin.
Justo cuando pensaba que mi patética vida acabaría en las manos de un psicópata, el bip de un tono suena.
Este proviene de un teléfono celular en algún lugar de la habitación y absolutamente se siente como una súbita bendición al hacer que Siwon se detenga con un bufido. "Juraría que es él de nuevo..." Frunce el ceño y se quita de encima mío.
Aspiro bocanadas de aire en busca de oxígeno tanto como me sea posible mientras él rastrea la fuente del sonido. Justo antes de que tenga uno de mis pulmones completamente expandido él gira sobre sus pies con una sonrisa más amplia todavía, haciendo que se me corte la respiración.
Es mi teléfono en su mano.
"’Hyung...¿dónde estás? He revisado todas las tiendas de abarrotes de por aquí...por favor no me hagas esto...’." Lee el siguiente mensaje con una cara burlona y el tono desdeñoso. "Es el séptimo, ¿sabes? Este lameculos no sabe cuando parar."
La voz ha abandonado por completo mi garganta. Ni siquiera puedo notar las lágrimas corriendo por mi rostro con más fuerza que antes.
"¿Debería responder a este? Oh-oh, escucha. Este es gracioso, el tercer mensaje de su parte. 'Si no coges el teléfono ahora destrozaré el peluche de alienígena de tu mamá...'"
La carcajada de Siwon retumba por toda la habitación.
Me duele el pecho. Sé que Changmin está preocupado por mí ahora. Cómo quisiera verlo tanto tanto, decirle que deje de preocuparse. Yo no lo merezco.
"Suficiente. Hora de proseguir con el interrumpido plato principal...con más cosas interesantes." Deja el teléfono sobre la mesa y desaparece por la puerta al tiempo que tararea una melodía. "¿Anillo para el pene o consolador dentado, cariño??" él grita desde fuera del dormitorio.
Por un instante, lloro con más fuerza. Miedo, ira, vergüenza, remordimiento, esas emociones me vuelven loco. Realmente prefiero la muerte a esta clase de humillación.
Entonces justo cuando empiezo a creer que un escape es imposible, noto que las ataduras alrededor de mis muñecas se sienten un poco sueltas probablemente y debido a los forcejeos de antes. Sin tiempo que perder me esfuerzo tan rápido como puedo por desatar los nudos con el movimiento extremadamente limitado de mis dedos. Mi corazón late más deprisa por el miedo y la agitación cuando logro liberar una de mis manos. Usando el cuchillo que dejó a mi lado corto el resto de las ataduras y salto de la cama presa del pánico, aún sosteniendo un cuchillo para defenderme.
Acomodo mis pantalones, tomo mi teléfono celular y lo meto apresuradamente en mi bolsillo antes de abalanzarme hacia la puerta, todo mi cuerpo temblando. La descarga de adrenalina parece estar ayudándome a soportar el dolor.
De alguna manera estoy anticipándome a que no será tan fácil.
Y estoy en lo correcto. La puerta se abre de golpe justo cuando estoy a punto de escapar por ella, revelando los cínicos ojos de Siwon destrozándome los nervios.
"Sabes que el castigo será más duro para un mal chico ¿verdad?" Él camina acercándose más, obligándome a dar un paso atrás.
Alzo el cuchillo hacia él. "¡¡Muévete o te mataré!!"
“Seee, seee…” Él bosteza. “Ahora vamos a tirar de verdad.”
Harto de su actitud, lo ataco con el cuchillo, pensando seriamente en asesinarlo. Créanme estoy ansioso por hacer esto justo aquí, justo ahora. Sin embargo él me sortea fácilmente y atrapa mi muñeca en un movimiento rápido, tira de ella, y me lanza con fuerza contra el piso. El cuchillo se desprende de mis manos.
“Joder a un Kim Jaejoong molesto. Sexy.” Se lame los labios y me agarra por la nuca, asegurando mi espalda entre sus rodillas y sujetándome por los brazos; mi rostro se encuentra con el frío piso de madera. Entonces voltea mi cabeza con brusquedad, casi rompiéndome el cuello, solo para abofetearme repetidamente.
Justo cuando la palma de su mano pasa por mi boca la muerdo tan fuerte como puedo.
“¡¡¡¡MIERDA!!!!”
Él aparta ambas manos, soltando temporalmente mis brazos, y yo aprovecho esa oportunidad para darle un puñetazo en la nariz con todas mis fuerzas. Para mi buena suerte él retrocede y maldice, proporcionándome la remota posibilidad de tomar el anteriormente olvidado cuchillo y clavárselo.
“¡¡¡PERRA!!! ¡¡ME COJERÉ TU CARA HASTA QUE SANGRE LO JURO!!”
Creo que no logra dar en una parte vital, pero no me importa. Huyo de la habitación, frenéticamente en busca de una salida mientras pienso que que si escojo la puerta equivocada este será el fin. El grito de Siwon resuena por todo el apartamento pero yo no quiero perder la oportunidad por mirar atrás.
La puerta que elijo es una salida. No puedo ver nada a mi alrededor, no veo nada más que un oscuro y lúgubre recibidor de apartamento. Yo solo corro, corro y sigo corriendo. Bajo por la primera escalera que puedo encontrar. Yo solo sigo corriendo.
*
*
No sé qué tanto me he apartado de Siwon. Comienzo a alcanzar una parte de la ciudad que reconozco, aunque no muy bien. Hileras de tiendas han cerrado, únicamente las farolas y unas cuantas tiendas de 24 horas mantienen las luces encendidas. Debe ser muy tarde. Algunos coches y gente pasando por ahí pero demasiado pocos como para darme una sensación de seguridad. ¿Qué tal si son aliados de Siwon? ¿Qué pasa si me encuentro a Siwon entre ellos?
No tengo el valor para siquiera hablarle a alguno de ellos y pedir su ayuda. ¿Y si me llevan de vuelta con Siwon?
Carcomido por el miedo, yo únicamente puedo desmoronarme en uno de los callejones, encontrando un gran bote de basura que parece ser demasiado grande como para que yo me esconda. Me hago un ovillo detrás de este, me envuelvo en mis temblorosos brazos y lloro. Mi mente se encuentra demasiado confusa como para funcionar apropiadamente. Las heridas se sienten dolorosas y entumecidas a la vez, afortunadamente no sangran tanto como pensaba.
Después de un rato llorando mi sentido de alerta está de regreso gracias a un tono de llamada, haciéndome recordar que aún tengo un medio de comunicación.
Saco mi teléfono apresuradamente del bolsillo.
Es Changmin.
“¿¡Hyung…!?” Se le escucha desesperado, casi gritando.
“¿…Chang…min…?”
¡¡¡Oh Dios Hyung!!! ¿¿¡¡¡Qué estás…por favor…no me hagas…QUÉ ESTÁS HACIENDO!!??”
No tengo fuerzas para responder a su interrogatorio. “Min…yo…Siwon…” Es duro seguir hablando sin recordar las cosas que ese psicópata había hecho. Me ahogo en lágrimas.
“¿…Dónde…a dónde…?”
Su voz flaquea. Lloro más fuerte.
“H-Hyung…yo…he estado yendo y viniendo sin rumbo en un taxi, buscándote. Yo…estaré contigo pronto, muy pronto…¿P-puedes…puedes decirme dónde estás…?”
Me esfuerzo por describirle los edificios y tiendas más cercanas, y las características del callejón en el que me encuentro, inclusive el color del bote de basura, a pesar de los sollozos interfiriendo una y otra vez.
“…Está bien…ya veo…he pasado ese lugar hace un rato. N-no cuelgues y sigue hablando, ¿lo harás? ¿Estás…a salvo? ¿Estás oculto en algún lugar?”
Yo asiento pero tras percatarme de que él no puede verlo, contesto, “…seee…”
Parece como si de vez en cuando hablara con el taxista acerca de mi ubicación.
“¿…sigue hablando Hyung, me oyes?”
“S-seee…”
“Piensa en…piensa en algo gracioso,…c-cualquier cosa, estaré allí pronto, lo prometo…”
Después de un momento que parece un siglo (o quizá es solo una impresión mía) me dice que se ha detenido en algún lugar que sé no está tan apartado del lugar en el que estoy.
Me dice que está pasando por un callejón al lado de cierta tienda que anteriormente vi y continúa diciéndome que piense en cosas divertidas, y que no me preocupe, y que debo estar tranquilo. Aunque él tampoco suena demasiado tranquilo.
Finalmente escucho su voz, no a través de la línea.
“…Changmin-ah…” Yo me levanto, poniéndome al descubierto desde mi escondite por detrás del cubo de la basura. Él está a solo unos cuantos pasos de distancia.
Corre hacia mí. Sé que un abrazo va a darse y yo lo quiero, aunque no me esperaba que fuese tan abrumador.
Quiero disculparme, quiero decirle que tengo miedo, pero entonces de nuevo yo no esperaba que él interrumpiera mis palabras con su boca.
Mi mente se pone en blanco.
“¿¡ÉL TE LASTIMÓ!? ¿¿¡¡TE TOCÓ!!??”
Sube mi camisa ferozmente solo para lanzar una maldición al ver los moretones y las heridas dejadas sobre mi cuerpo.
Ni siquiera puedo creer que él realmente articule la palabra. Pero es entonces que la grita una y otra vez.
“¡¡MIERDA!! ¡¡MIERDA VOY MATAR A ESE BASTARDO!!”
Me abraza más firmemente, presionándome fuerte contra el muro de piedra, sopesando mi cuerpo con el suyo, aprisionando mi nuca y cintura mientras fuerza ásperos besos una y otra vez como un ser poseído.
“NADIE PUEDE TOCARTE, ¿¡ME OYES!?”
“C-Changmin…deténte…” él no me escucha o me deja espacio para respirar. Sus dedos se encuentran poderosamente asidos; sus uñas empiezan a causarme un punzante dolor sobre la piel. Mi espalda se siente adolorida al tiempo que él me estampa contra la dura superficie.
Incluso después de que mis piernas se fatiguen tanto como para soportar el peso de mi cuerpo él únicamente me apresa más estrecha y profundamente entre sus brazos, su boca en la mía, labios y lengua asaltando fervientemente y con avidez.
“B-basta...estás…estás lastimándome…”
Solo después de que yo con timidez diga eso él para. Sus hombros se elevan y descienden, los ojos enormes, como si recuperara el momentáneamente ausente sentido común.
No me esperaba esto de él.
Jae esta herido esta muy buena la traducción siguelo
ResponderEliminarSigue por favor el fanfic me encanta
ResponderEliminarGracias por traducir el capitulo!!
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