¿Un fantasma?
Los leves rayos del sol entrando por la ventana con la cortina ligeramente abierta lo despertaron, por un momento de desorientación pensó que se había quedado dormido, pero en seguida recordó que era sábado e intentó seguir durmiendo, pero al darse vuelta en la cama se percató de que Junsu ya estaba despierto y con una sonrisa en sus labios.
- Buenos días, ¿Cómo dormiste?- Le preguntó, dándole un beso en la frente como todas las mañanas.
- Bien, pero desperté hace un rato y no pude seguir durmiendo, ¿y tú?
- Bien, si quieres intenta dormir un poco más y yo prepararé todo, así cuando despiertes podrás tomar desayuno aquí, ¿qué te parece?- Terminó de decir esto, con una sonrisa.
- Pues me parece que soy el hombre más afortunado del mundo. - Devolviéndole la sonrisa, a quien había sido su novio por más de un año. Changmin no tardó en levantarse para preparar el desayuno y comenzar con las tareas cotidianas.
Pero Junsu no quiso intentar dormir, sino que continúo pensando. Después del accidente que lo dejó en sillas de ruedas, creyó que el mundo se le venía encima, en esos momentos solo quería cerrar los ojos y no volverlos a abrir jamás, pero nunca se imaginó que con la paciencia, apoyo y sobre todo el cariño que le hacía sentir su amigo de infancia y ahora novio, lograría salir adelante y recuperar las ganas de vivir. Pero sobre todo no lo imaginó, porque Changmin también había resultado con su vida destrozada en ese fatídico día, pero esa capacidad de resiliencia es lo que siempre había admirado de él.
Cuando eran niños siempre se sintió querido y protegido por su mejor amigo, cuando se metía en problemas en casa o en el colegio siempre lo ayudaba a salir de estos, también con las materias en que le iba mal o no le gustaban porque eran muy aburridas, Changmin siempre con la mayor paciencia del mundo le intentaba enseñar y explicar lo que no entendía, por lo que desarrolló un cariño muy especial, que naturalmente con el tiempo se transformó en algo más. Se asustó mucho cuando se dió cuenta de sus sentimientos, porque estaba seguro que su amigo nunca lo vería con otros ojos, ya que Changmin nunca mostró indicios de que le gustaran los hombres, y además en la época escolar comenzó a tener citas, las cuales no comentaba mucho con Junsu, ya que éste no preguntaba, por obvias razones. Junsu lo agradecía secretamente, ya que le dolía mucho cuando le contaba que lo habían invitado a salir o cuando él quería invitar a alguien -estas ocasiones eran muy pocas- ya que recuerda unas dos o tres veces en las que Changmin quiso invitar a alguna chica a salir, ya que era muy exigente, lo que más le interesaba es que la chica fuera divertida e inteligente y según Changmin las mayoría de las chicas de su colegio no cumplían con esos requisitos. Por su parte Junsu, tuvo una nula vida amorosa en su época escolar, las chicas nunca lo atrajeron y no conoció a ningún hombre que le gustara aparte de Changmin, por lo que su primera pareja la tuvo recién en la universidad, después le siguió una sucesiva cantidad de hombres que nunca pudieron interesarle lo suficiente, por lo que ya estaba resignado a que siempre estaría enamorado de su mejor amigo. Por eso, hasta el día de hoy, a pesar de estar juntos todo este tiempo, sigue creyendo que su mejor amigo y novio, no le corresponde de la misma manera. Es inevitable pensar así, ya que lo conoce por muchos años y puede ver en sus ojos la culpa y el dolor que solo en contadas ocasiones, por accidente ha mostrado. Además su relación, si lo piensa bien, no ha cambiado mucho desde que eran amigos, porque a pesar de ser pareja, nunca han podido llevar la relación al nivel físico, ya que Junsu además de la movilidad, también perdió sensibilidad en su tren inferior. Por esta razón, Junsu le propuso un día, que él podía ayudar a Changmin con sus necesidades, pero después de un momento de estupefacción Changmin se negó rotundamente, le dijo que era muy injusto que solamente él pudiera disfrutar si llevaban su relación a un nivel más íntimo, por lo que nunca más volvieron a hablar del asunto. Esto le preocupa mucho, porque Changmin es un hombre muy joven y viril, por lo que se siente culpable de quitarle este aspecto tan importante en una relación de pareja, a un hombre tan lleno de vida.
Desde un principio, no quiso aceptar lo que le ofrecía Changmin, porque estaba convencido que lo hacía por culpa y remordimiento, aunque no tenía por qué sentirlo, pero conociéndolo, era obvio que se iba a sentir responsable por el accidente y sus consecuencias, además de eso, no quería atarlo de por vida a alguien que nunca le podría dar lo que se merecía y por último, todo lo que implicaba cuidar a un discapacitado, por lo que le tomó muchos meses aceptar la propuesta de Changmin. Éste también habló con sus padres, quienes al principio se opusieron, ya que ellos querían cuidar de su único hijo, pero Changmin insistió tanto, hasta que finalmente los convenció y terminaron aceptando, además sabían hace tiempo lo que Junsu sentía por su mejor amigo, así que lo apoyaron y le agradecieron enormemente a Changmin por querer tanto a su hijo.
Junsu no se arrepiente del rumbo que tomó su vida y a pesar de todo, está más que contento por la decisión que tomó y estaba seguro de que Changmin lo quería a su manera y que tampoco se arrepentía de los sacrificios que hizo y hasta ahora hace para ayudarlo y cuidarlo. Un poco agotado por tanto pensar, Junsu finalmente logra conciliar el sueño, para descansar un poco más.
Luego de la rutina diaria del fin de semana, que incluía el desayuno en cama, ayudar a Junsu a realizar ejercicios pasivos en sus extremidades inferiores, asearse, vestirse y acomodarse en su silla de ruedas, estaban en la cocina, disfrutando el delicioso almuerzo que solía preparar Changmin los fines de semana, uno especial que se caracterizaba principalmente por ser muy abundante, cuando sintieron unos ruidos de motor y descarga en las afueras de su casa.
-¿y esos ruidos?-Preguntó Changmin, levantándose de su asiento.
Junsu seguía masticando y en cuanto terminó pudo contestar- Nuestra vecina iba a recibir una visita.
-¿Qué visita?- Preguntó Changmin desde la ventana no logrando ver mucho a esa distancia, solo un camión y algunas personas descargando unas maletas.
-Creo que te conté, su nieto que vive en Seúl la viene a visitar por un tiempo, le quería dar una sorpresa así que le avisó ayer.
-¿El nieto del que siempre habla?-Pregunta Changmin regresando a su asiento.
-Sí, ese mismo – Contesta Junsu con una sonrisa. – Estaba muy feliz cuando me lo contó.
- Según ella, tú lo conociste cuando eran muy pequeños y me dijo que en cuanto se conocieron, se odiaron –Continúo Junsu, riéndose.
-Ehh ¿y porque nos llevábamos mal?- Pregunta con mucha curiosidad Changmin. Ya que las veces que su amable vecina habló de su nieto con él, nunca mencionó algo como eso.
-Lo confundiste con una niña y él se enojó tanto que te hizo la ley del hielo y jamás quiso jugar contigo, y por lo mismo tú lo odiabas. En esa época habían muy pocos niños por estos lados, así que cuando ella te contó que su nieto llegaba de vacaciones, estabas muy feliz de conocer a alguien de tu edad, pero cuando lo viste, primero te sentiste estafado, porque según tú no era un niño si no una niña y luego de eso te enojaste aún más, porque no quería jugar contigo.- Siguió riéndose Junsu.
-¡Vaya! No tenía idea, porque nunca me lo habrá contado. -Dijo Changmin también riéndose.
-Bueno, ella habló ayer conmigo y se acordó de esa historia, además que cuando habla de él, es siempre de lo lindo que es, como le va en el trabajo y de cómo le manda cartas a la antigua cuando ya nadie hace eso, ella se dedica a contar cuanto lo quiere, aunque a veces ni se dé cuenta, ¿sabes?, hasta siento que lo conozco desde hace tiempo.-Mientras Junsu hablaba, no podía quitar la sonrisa de su rostro.
Al ver esto, Changmin no pudo evitar sentirse tremendamente agradecido de su encantadora y amable vecina, por la compañía, ayuda y cariño que le ha brindado a Junsu desde el primer momento que llegaron a su hogar.
Esa casa, que actualmente se encuentra equipada y acondicionada para facilitarle el acceso y entregarles más comodidades a Junsu, fue el hogar de su infancia, dónde vivió con sus padres y hermanas. Pero para comenzar sus estudios universitarios tuvo que mudarse a la capital, una vez terminó su carrera, obtuvo de inmediato un trabajo importante en la empresa del padre de unos de sus amigos de universidad. Esto no duró mucho porque tuvo lugar el accidente que cambió sus vidas para siempre. Sus padres ofrecieron esta casa, ya que ellos ahora vivían en el extranjero por el trabajo de su padre y la casa estaba casi abandonada y aceptaron todas las remodelaciones sin ningún problema, por lo que una vez estuvo todo listo comenzaron su nueva vida.
-Pero, porque trae tantas maletas si viene de visita no más.- Preguntó Changmin, luego de ver lo que parecía más una mudanza que una simple visita.
-No lo sé, pero cuando venga a invitarnos para presentárnoslos lo sabremos. Ahora acompáñame al patio, quizás logremos ver algo desde ahí.
-Desde cuando eres tan curioso.- Dijo Changmin, de todas formas igual ayudó a Junsu con la silla y se dirigieron al patio, porque en el fondo también tenía curiosidad de conocer al adorado nieto de su vecina. Las casas estaban separadas por muy pocos metros, pero la entrada principal quedaba más cerca al área lateral a su entrada por lo que no se lograba ver mucho desde su posición.
De todas formas fue en vano, porque ya habían terminado, por lo que volvieron a entrar a la casa para terminar el almuerzo que dejaron olvidado.
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-¡Qué feliz estoy de verte! Estás cada día más lindo.-Dijo su abuela abrazándolo fuertemente y con una enorme sonrisa, que no se la quitaba nadie desde que recibió la llamada de su único nieto contándole de que la iba a visitar.
-Como que lindo, ¿no querrás decir más guapo y atractivo?- Dijo el adorado nieto de la amable mujer, mostrando un puchero que definitivamente lo hacía ver más lindo.
-Por supuesto, lindo, hermoso y atractivo. –No se detenía en alabarlo la adorable anciana, pero con un dejo de travesura en sus halagos
-Así está mejor, pero Abue, ¿hermoso?
-Sí, el hombre más hermoso del mundo.
-Está bien, lo acepto pero si tu aceptas que eres la abuela más hermosa también.
-Por supuesto que lo soy, para tenerte a ti como nieto, tengo que ser la abuela más hermosa.-Dijo la abuela, causando la risa de ambos.
Jaejoong volvió a abrazar a su abuela sin querer soltarla, la había extrañado muchísimo, ya que hace más de un año no la veía y definitivamente el teléfono y las cartas no eran suficientes.
Como su único nieto, de pequeño su abuela lo consentía mucho, pero a pesar de eso Jaejoong nunca fue un malcriado, principalmente porque sus padres lo educaron muy bien, así que cuando iba dónde su abuela, le encantaba escuchar sus historias y comer todo lo que le preparaba, sobre todo le encantaban las historias de su abuelo, ya que a pesar de su muerte prematura hace muchos años, su abuela adorada aún lo extrañaba. Por esto es que Jaejoong, siendo un soñador, cuando fue adolescente, se propuso encontrar a alguien que lo amara de la misma forma en que se amaron sus abuelos. Primero tuvo novias, pero no lograba sentirse del todo bien con ellas, no lo entendía muy bien, hasta que un día conoció a un compañero de universidad, quien sería su primer novio, todo fue nuevo e increíble, realmente se sintió enamorado, pero finalmente se tuvieron que separar, porque él era extranjero y tuvo que regresar a su país. Desde ese momento comenzó a tener parejas pasajeras y no pudo conocer a nadie que le gustara de verdad, hasta que apareció la peor decepción amorosa que ha tenido en sus 27 años de edad. Por lo tanto se puede decir que no ha tenido mucha suerte en el amor, de hecho ya está creyendo que el amor no existe y que lo de sus abuelos fue sólo la excepción que confirma la regla, por lo que el romance en estos momentos definitivamente se encuentra fuera de su vida.
Así que esta visita además de ser una oportunidad de disfrutar de la más tierna abuela - y hermosa por supuesto - del mundo, también aprovecharía para relajarse y liberarse de todo lo malo que le ha ocurrido en estos últimos meses.
-Tu cuarto está listo, así que te instalas y bajas de inmediato para que comas algo, veo que estás muy flaco.-Dijo su abuela tocándole sus abdominales.
-No me acabas de decir que estoy más guapo.- Reclamó Jaejoong aguantándose las cosquillas que le estaba provocando su abuela.
-Claro que sí, pero te conozco y estoy completamente segura que no te estás alimentando bien.- Pues su abuela sí que lo conocía, porque estaba con menos apetito estos días, realmente su abuela lo asustaba cuando se mostraba preocupada y sabía que pronto lo comenzaría a interrogar del porqué de sus pocas ganas de alimentarse y sabía que más temprano que tarde le contaría todo y realmente no quería hablar de su fallida y patética vida amorosa, al menos no todavía, finalmente con un suspiro se dirigió a su habitación.
Le encantaba que su abuela mantuviera su cuarto igual, tenía la misma decoración de cuando era niño, el mismo color en las paredes, las mismas fotos, su estante de libros, las lámparas, todo en conjunto, le traía muy lindos recuerdos. Se dió cuenta que faltaban las cortinas, pero seguramente su abuela compró unas nuevas y por eso aún no las coloca o bien quería que él la ayudara con eso. Comenzó a sacar su ropa de las maletas y acomodarlas en el armario, siempre fue un amante de la moda, por esa razón, siempre que salía de viaje llevaba consigo casi todo su armario, lo que implicaba acarrear muchas maletas, una de las cosas que siempre su ex le criticaba.
- ¿Por qué me tengo que acordar de él ahora?- Se propuso dejar de pensar en él, así que eso iba a hacer. Como había sido un viaje largo, prefirió tomar una ducha rápida antes de bajar a comer con su abuela, por lo que tomó un par de toallas y se dirigió al baño.
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Luego de terminar su almuerzo, Changmin se dirigió al taller del segundo piso, el que acondicionó luego de las remodelaciones, ese era un lugar especial para él, ya que cuando se siente muy agobiado, cuando siente que no puede más con el peso que lleva en sus hombros, va a esta especie de refugio y logra a través de unos de sus pasatiempos favoritos –la pintura-liberar sus emociones y transmitirlas en sus lienzos, o a veces le bastaba con dibujar en sus cuadernos, siente que si no fuese por esta especie de liberación que consigue al desconectarse del mundo y la realidad, se volvería loco. De todas formas esta siempre ha sido su forma de “superar” sus problemas, evadiéndolos y dejando que todo pase solo y ni siquiera a las personas que ha dejado entrar a su vida, incluyendo a su familia, han conseguido entrar en este muro que ha creado entre el resto y él. Sus padres lo atribuyen al accidente y han dejado que sane a su manera, no queriendo agobiarlo y tratando de estar siempre presentes cuando los necesite, en cuanto a Junsu, quien al parecer lo conoce mejor, sabe que esta parte de él, de querer aislarse la ha tenido siempre, por lo que intenta no molestarlo cuando se encuentra en ese lugar.
El taller tiene todo para ser un sitio placentero, un sillón grande y cómodo, un estante con libros y un pequeño equipo de música, con los materiales muy bien ordenados-ya que Changmin es un maníaco del orden- y una calefacción adecuada, lo hacen un refugio perfecto.
Al acercarse a la ventana para correr las cortinas y que entre el hermoso sol de este primer día de verano, Changmin cree tener una visión en la casa vecina, justo en la ventana observa una silueta de un hombre delgado y de torso perfecto, o eso es lo que a él le parece desde esa distancia, abdominales delicadamente delineados, cintura estrecha y de un color blanco como la nieve, Changmin pestañeo varias veces, antes de acercarse y comprobar que no era una visión fantasmal, cuando se acercó, un par de ojos lo miraron directo a los suyos, no supo cómo reaccionar, se paralizó y definitivamente creyó que era una especie de fantasma, desde esa distancia no podía distinguir sus ojos pero si sentía su mirada, no sabía cómo. Finalmente se asustó y cerró la cortina lo más rápido que pudo, no supo si todo pasó en unos segundo o en minutos, pero no sabía porque su corazón latía tan rápido, lo más probable es que sea por el susto que le causó la aparición, pero no se movió de la ventana, quería volver a mirar, porque aunque fuese un fantasma era uno muy ¿atractivo?, pero su parte racional le decía que lo normal sería correr y no volver a mirar ¿no?
Por su parte Jaejoong, no estaba seguro de haber visto algo, luego de salir de la ducha con sólo una toalla en su cintura, mientras se secaba el cabello, se sintió observado, fue cuando de inmediato miró por la ventana y pudo ver a alguien entre las cortinas de la ventana de al frente, podía distinguir una silueta de hombre, alto y con una mirada muy penetrante, pero de inmediato las cortinas se cerraron por completo.
-¿Quién sería? Hasta el año pasado no vivía nadie en esa casa, le preguntaré a la abuela, no puede ser una fantasma ¿o sí? –Se preguntó Jaejoong, que sintió un leve aumento de los latidos de su corazón y un calor en su cuerpo, que atribuyó al hecho de haber presenciado una posible aparición y a la ducha reciente.
Al parecer Changmin ama a Junsu como su amigo, pero no parece como que lo ama como a un compañero de vida, Junsu lo sabe y parece también que Cangmin esta a su lado no solo por el cariño sino que hay una conciencia que lo hace sentir responsable
ResponderEliminarAnsiosa por conocer el papel de Jaejoong en esta historia, me pareció muy tierna su abuelita que lo adora y Jaejoong le devuelve el sentimiento también
arte. Alexi
Son unos fantasmas.muy, pero muy guapos, asi ni miedo dan miedo, al contrario que se aparescan todo el tiempo.
ResponderEliminarGracias!!!