Two Hearts cap 9

-¿Q—que estás haciendo aquí? ¿Dónde estoy…?- Preguntó nervioso.
- ¡Cuidado!- Le dijo Jaejoong ignorando las preguntas del menor- No te levantes tan bruscamente.- Cálmate….
-¿C—como me pides que me calme?- Preguntó echándose para atrás. De pronto sintió un fuerte dolor de cabeza- Argg…- Se quejó llevándose una mano a la nuca.
- ¡Con cuidado!- Le dijo preocupado, y lo ayudó a recostarse.
- ¿Qué me pasó?- Preguntó ya más tranquilo. Aunque eso se debía más que nada al dolor insoportable que sentía.
- ¿No recuerdas nada?-
- Pero, si yo estaba entrando contigo a clases de Física, y…-
- Changmin, te desmayaste-
- ¿Qu—que?- Preguntó con asombro, tuvo que hacer un gran esfuerzo por no moverse mucho.
- Si, y yo te cargué hasta la enfermería. Si te das cuentas, esta es tu pieza, y aún estamos en horario de clases.- Respondió el moreno.
- Pero, entonces tú, Hyung…- Iba a re`prochar el castaño, cuando de pronto notó que su Hyung tenía el costado derecho de la cara bastante hinchado. Y cerca del ojo, una horrible marca morada.- ¿Qué te pasó en la cara Hyung?
- Oh, este, digamos que por despistado me llegó un pelotazo en clases de Gimnasia.- Rió un poco.- De ahí me pasé directo a tu casa a dejarte unos cuadernos y a ver como seguías.

Las mejillas de Changmin enrojecieron. ¿Su Hyung estaba preocupado por él? Por su parte, Jaejoong le miraba de forma extraña, casi maternal. Con cuidado, el moreno acarició la cabeza del menor, y le sonrió dulcemente.

- Apuesto mi vida a que tienes hambre- Le dijo Jaejoong soltando una risita.
- Este…Un poco….- Respondió disimulando la verdad. Si estaba muriendo de hambre, y encima las caricias que le propinaba el mayor lo hacían estremecerse.
- Ok, tu espérame aquí. ¿Te molesta si uso un poco tu cocina?

Changmin asintió y con una sonrisa su Hyung desapareció tras el marco de la puerta de su habitación. Se sentó en la cama como pudo, y se tomó la cabeza con una mano. Le dolía a mares. Pero eso no era lo que lo tenía más preocupado en esos momentos. Más bien, eran esas molestas mariposas que sentía cada vez que Jaejoong lo rozaba si quiera.
Justo cuando pensaba que había superado los nervios que le causaba aferrase a la cintura del mayor cuando este lo traía en motocicleta después de sus clases, tenía que pasarle esto. Para que ahora además de sentir molestias en el estómago con cada cuidado que le hacía, sus mejillas se sonrosaran cada dos por tres.

<<.Está preocupado por mi….>>

Pensó. Y no es por nada en particular. Es sólo que nunca nadie, además de su familia claro, lo había venido a visitar a su casa cuando había estado enfermo. Era por eso que se sentía tan raro. No era nada más. ¿Verdad?

Over every night, ando ver every day….. El sonido del timbre de su celular lo sacó de sus pensamientos. Buscó en su mesita de noche, y efectivamente estaba allí. Llamada entrante, “Junsu Hyung”.

- Si Hyung- Contestó el menor.
- ¡Minnie, estás vivo!- Gritó Junsu desde el otro lado del teléfono.- Me tenías preocupadísimo. Te quise pasar a ver, pero, creo que no es muy buena idea aún.- Rió un poco para si.- ¿Cómo sigues?
- Ah. No lo sé, me acabo de despertar.- Respondió.
- Ah ya veo, ¿estás sólo en casa? No se escucha ni un alma.
- No, este no estoy solo…- Dijo con un dejo de nerviosismo.
- ¿Eh?
- Jae Hyung me vino a visitar.- Respondió
- ¿En serio? Genial. ¿Dónde está ahora, está por ahí?-
- No, está en la cocina…-
- Ya está preparando comida. Es una de las cosas que más ama. No es muy masculino por cierto.- Se burló.
- No creo que sea malo…-
- Lo dices porque amas comer.- Lo molestó el mayor.
- Oye Min, ya me enteré de algunas cosillas tuyas eh…No me parece bien que las ocultes, en especial a Jae…Me perec…- Iba a decirle algo, cuando una angelical voz los alertó a ambos.

“Minnie, ojala te guste el Kimchi”

- Ahí viene Jae Hyung, te tengo que cortar.- Le dijo aliviado Changmin, que ya se imaginaba para donde iba el comentario de Junsu.
- Te salvas por ahora, pero te voy a llamar más tarde. Pero esto queda entre nosotros. ¿vale? Cuídate mucho pequeñín.-

La llamada se cortó. Changmin tragó saliva. ¿Se referiría Junsu a la causa de su desmayo? Probablemente. Sólo sabía una cosa. Necesitaba contarle a alguien todo lo que le estaba pasando, y no podía ser a Jaejoong. Quizás Junsu si era una buena opción, de todos modos solían ser lo mejores amigos…

- ¿Estabas ocupado?- preguntó Jaejoong entrando al cuarto con una bandeja en las manos.-
- No, era sólo un compañero- Mintió.
- No jodas, tu mamá me dijo que nunca te llama nadie- Le dijo con sutileza, pero aún así mostrándole que era serio.
- Ah, no llamó para preguntar por mi, si no para saber sobre la tarea de Química que nos dieron para mañana- Sonrió como pudo.
- No deberías dejar que se aprovechen así de ti.- Hizo un puchero y se sentó en el borde de la cama.- Y tu eres tan bueno Minnie…-
- Gra…Gracias…- Dijo, y sus mejillas se sonrosaron otra vez.
- Bueno, aquí te tengo comida. La preparé yo solito.- Todo esto lo decía sonriente, de forma muy infantil.- Ojala te guste el Kimchi…-
- Claro que me gusta. Amo comer.- Confesó.

Dicho eso, Changmin se dispuso a comer. Y apenas probó la comida calentita que le había preparado su Hyung, quedó maravillado. ¿De verdad lo había preparado él? Fuera como fuese, estaba delicioso.

- ¡Hyung, esto está demasiado bueno!- Le halagó el castaño casi en un grito- Es lo mejor que he probado en mi vida. Muchísimo mejor que lo que prepara mi mamá.-
- ¿De…De veras te gusta?- Preguntó el moreno que ahora también sentía sus mejillas calentarse.
- Si, me gusta mucho –

Así pasaron los minutos. Jaejoong se dedicaba a mirar a Changmin comer muy a gusto la comida que le había preparado especialmente a él. No se cansaba de mirar al pequeño, y no tenía ni menor idea del porque. Cuando el castaño hubo terminado, el mayor tomó la bandeja y la hizo a un lado.

- Gracias por la comida- Sonrió Changmin.
- Bueno Min, ¿Te sientes mejor? ¿Necesitas algo más?- Preguntó el moreno.
- No…Yo estoy bien…- Dijo para luego bostezar. Le había bajado el sueño.-
- ¿Tienes sueño…? ¿Te dejo dormir tranquilo…?
- No…Sólo…- Empezó, y tomó la mano de Jaejoong con cuidado, entrelazando sus dedos con los del otro.- Quédate conmigo Hyung…-

Y eso hizo. Pasaba el tiempo y el menor ya estaba profundamente dormido. Fue mientras los ojos del moreno pasaban por el rostro de Min, que este soltó un leve suspiro. Sus labios quedaron entreabiertos, como invitándole a besarlos. Su corazón entonces se aceleró. No lo pensó dos veces, y lentamente acercó su rostro al de Changmin. Respiró profundamente, cerró sus ojos, y juntó sus labios con los del joven durmiente.

<<.¿Habrá sido su primer beso…?.>> Se preguntó al separarse del menor.

Pasaron horas, y horas, pero Jaejoong no soltó jamás la mano del castaño. Había leido, mandado mensajes de texto desde su celular, y también se había dedicado a observarle dormir. Sin saber como, el reloj ya marcaba las ocho, y el sueño lo invadió. Iba en la página 133 del libro “Harry Potter” que había encontrado en el mueble de Changmin, era muy interesante la historia, el problema…Estaba en inglés. Le costaba un poco leerlo y eso le traía sueño…Aún así, el sabor de los virginales labios de Changmin seguía presente en su boca.


- Por fin estamos en casa- Dijo una cansada señora de cabellos castaños mientras buscaba las llaves de su apartamento.- Niñas, entren en silencio su hermano está enfermo y tiene vista ¿vale?
- Si mamá.- Dijeron al unísono.
- Muy bien, adentro que ya está haciendo frío aquí afuera.-
- Oye mami, como mañana es feriado ¿Me dejas ir a quedarme a casa de Yoona?- Preguntó la mayor de las hermanas
- Está bien, arregla tus cosas que ya te llevo.- Le sonrió la señora.

Las dos chicas corrieron al cuarto que compartían, mientras que la mujer se quedó, examinado la casa. Al parecer el joven amigo de Changmin no había hecho ningún desorden. Caminó hasta la pieza de su hijo mayor, y abrió la puerta – que estaba junta- para encontrarse dentro con su hijo cómodamente dormido, y a un moreno, también dormido, con su cabeza apoyada en el borde de la cama. Impactada la Sra. Shim sonrió ante la escena. Luego fijó su vista en una bandeja con platos vacíos. El chico había preparado Kimchi para Changmin, eso era seguro.

- Jaejoong….- Lo llamó dulcemente- Chico despierta…- Lo hacía en tono angelical, moviéndolo un poquito para despertarlo.
- Mmm….- Pronunció levantando la cabeza.- Oh, me quedé dormido, lo siento…-
- Claro que te quedaste dormido cielo, ya son las ocho y apostaría a que despegaste tus ojos de mi niño…Encima le preparaste comida, que encanto-
- Oh…- El moreno se sonrojó.
- Gracias, en serio. Eres un muy buen amigo, me alegro que mi hijo te haya conocido.- Le dedicó una sincera sonrisa, la cual Jaejoong devolvió al instante.- Ahora deberías volver a casa.-
- Si, gracias…- Dijo, la mujer lo ayudó a levantarse.- ¿Puedo volver mañana? -Preguntó
- Claro que puedes, cuando quieras eres bienvenido.
- Gracias- Volvió a decir.

<<.¿Kim Jaejoong, eh? Me parece un buen chico…>>

Pensó la Sra. Shim cerrando la puerta de entrada de su casa. Luego llamó a su hija para ir a dejarla luego donde su amiga. Pero antes de salir, volvió a la habitación de su primogénito y se encontró con que estaba despertando.

- ¿Mamá, y Jaejoong hyung?- Fue lo primero que preguntó el castaño
- Se fue hace un ratito. – Respondió
- Ya veo…-
- Muy lindo el amigo que tienes, te estivo cuidando todo el día, incluso se llegó a quedar dormido-
-…- Changmin no sabía que decir, sólo pudo resignarse a sentir esas ya comunes mariposas en el estómago.
- Me dijo que volvería a verte mañana- Lo animó- Ahí le aprovechas de agradecer. Ahora descansa.
- Si.-

El chico hizo caso, y se durmió profundamente pensando en su Hyung, y en todo lo que había hecho por el, el día hoy. No supo más del mundo terrenal hasta que sintió una extraña canción cerca de su oído. Ya debían ser la doce del día o algo así, pero aún siendo así, no tenía intenciones de ser despertado. Necesitaba esas horas de sueño que había perdido durante las últimas dos semanas.

Over every night, ando ver every day…..

No se molestó en ver quien llamaba. De mala gana y aún medio dormido buscó el celular en su mesita de noche, y lo contestó.

- ¿Diga…?- Preguntó dormitando
- Tú y yo tenemos una conversación pendiente.- Dijo una aguda voz del otro lado del teléfono.
- ¿Junsu Hyung?

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