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Arualthings

Problema Hormonal Cap 5

Capítulo Cinco: Okum (Porque yo también hablo)


Es tiempo…

La Ceremonia de la Luna comienza dentro de pocas horas.

A lo largo de los últimos cinco días he estado ayudando con los preparativos, corriendo de un lado a otro, preparando ‘esto’, arreglando ‘aquello’, ausentándome a ratos de mi tarea de vigilar a los jión. Hay pocas personas en la aldea en las que puedo confiar, así que me es muy difícil el dejar que otros los cuiden. Por suerte existen algunas personas que están dispuestas a ayudarme.

La seguridad de los jións es algo que me ha tenido muy angustiado desde que llegaron, pero he sabido arreglármelas para mantenerlos vigilados en todo momento, de día y de noche, mientras comen, cuando están en el río, cuando graban…. No es que tema que puedan hacer algo malo – para nada, se ven muy inofensivos y eso es lo que me preocupa –, temo porque les puedan hacer algo malo a ellos. No tienen ni idea, pero son tremendamente frágiles en este lugar. Frágiles por sus personalidades tan extrovertidas, frágiles por su atractivo físico y sobre todo frágiles por su ignorancia con respecto a mi cultura. Quiero que aprendan sólo lo esencial que les sirva para sobrevivir aquí, toda la información que no sea vital la he omitido. Por ende… hay muchas cosas de la tribu que no saben.

Saben que la Ceremonia de la Luna es un evento que efectuamos todos los meses sin falta, justo cuando la luna llena adorna el firmamento. No saben que hace siete años atrás la ceremonia la celebrábamos juntos tanto hombres como mujeres, mas por una situación “X” fue necesario trasladar a nuestras hermanas al otro lado del río, donde los hombres tenemos prohibido ir. Tres años atrás yo aún podía vivir junto a las mujeres que me criaron, pero cuando cumplí trece y estuve “maduro” me desterraron del lugar que fue mi hogar por cuatro años.

En ocasiones recuerdo la ceremonia en la que las cosas se salieron de control. Tenía nueve años y estaba sentado junto a la mujer que me crió, dado que no tenía una madre biológica tangible, sólo la burda descripción de una mujer de piel blanca, cabello de oro y ojos de jade… boberías. No es algo que me tenga triste, siempre me dijeron que mi nacimiento había sido una gran bendición para toda la aldea y que esa mujer que me engendró no era más que una ninfa de no sé qué que me había traído hasta acá. Supersticiones, soy lo bastante adulto para aceptar que me abandonó una gringa al nacer.

En fin, en esa ceremonia en específico el hijo del jefe, a sus 18 años, había sido escogido para ser partícipe activo del “culto a la fertilidad” que se efectuaba cuando la luna llegaba a su tope. No entiendo muy bien que sucedió esa noche, pero al parecer maltrató a la mujer que lo acompañaba y el jefe Solum se enojó por su actitud tan irresponsable. Marot, en un intento muy estúpido e irracional de conservar su orgullo, atacó a un par de mujeres más, entre ellas a la que era como mi hermana mayor. Yo no hice más que intentar defenderla, pero obviamente no le pude hacer frente a Marot, ya que él era el doble de lo que yo era en ese entonces. Me pasaba por más de sesenta centímetros, tenía el doble de mi edad, era dos veces más ancho e infinitas veces más fuerte. Sólo recuerdo que salí disparado hacía algún lado por uno de sus golpes y sus enormes manos me tomaron, arrastrándome hacia la selva. Grité, patalee, peleé, no hubo caso. Nadie me pudo escuchar. Todos estaban distraídos tratando de reparar las cosas de la aldea, ya que se había creado un gran revuelo porque muchos otros miembros siguieron el ejemplo de Marot, atacando a varias mujeres. Nade supo lo que me pasó. Me encontraron llorando al otro día entre los helechos, amoratado, dolorido… pensaron simplemente que me había golpeado. Nunca les dije cuanto me ardían las heridas en mi interior… nunca le dije a nadie.


– Okum, ¿estás bien? – Reaccioné al ser remecido por alguien y centré mi vista en la persona que tenía enfrente. Tenía un par de años más que yo, pero era más bajo, por lo menos cinco centímetros. Su piel era más morena que la mía, sus ojos muy oscuros, su cuerpo era delgado y de poca musculatura, y sus facciones refinadas. Era un poco femenino, sin embargo, algo tenía que lo hacía ver garboso. En fin, Jebo era mi mejor amigo, además de mi supuesto consorte y “profesor de cama”.


Esa es otra cosa que no les he contado a los jións. En esta tribu las cosas son de la siguiente manera: los nacidos en los meses de abundancia son criados para ser padres de la siguiente generación, los que nacen en los meses de escasez… se transforman en eunucos. Yo nací en la estación lluviosa y a mitad de una cosecha, por ende algún día seré padre. Jebo nació en plena sequía y por tal motivo lo castraron a los pocos días de nacer. Un niño que vive su primera infancia con hambre no será un hombre fuerte en su adultez, pero si será una especie de “muñeco de pruebas” con el cual experimentar para los que si lo serán. Es una tradición ancestral que ha mantenido a nuestra comunidad alejada de la miseria, hambruna, enfermedad y violencia en la que vive el resto de los indígenas africanos en sus poblados llenos de niños desnutridos, embarazos precoses y altos índices de mortalidad infantil. Por eso amo a mi aldea.

Aún así no sé en que pensaba el jefe cuando me presentó a Jebo hace tres años como mi “acompañante permanente”, dejándome sin posibilidad de reclamar y con un supuesto prometido de un minuto a otro, mas no me he hecho grandes problemas. Jebo me acompañará de por vida, era su obligación y la mía y esa es una de las razones por la que nunca he hecho nada con él.

Que esté obligado a estar a mi lado, pertenecerme, complacerme y enseñarme no me hace ninguna gracia. Ser obligado a tener sexo con otro hombre no es agradable, puede que él hubiese sido criado para ese papel y esté dispuestísimo a dejarme aprender con su cuerpo, pero no lo haré, así de simple. Jebo se va a quedar virgen de por vida de ser necesario, ya que no tiene experiencia en ése ámbito, sólo kilos y kilos de teorías que le enseñaron desde pequeño y pese a que me presiona a diario para que probemos una de sus tantas teorías me rehusó. Aún hay cosas del pasado que no resuelvo y pese a que estoy al tanto de que soy egoísta, no tomaré su cuerpo porque no me corresponde. Eso lo debe hacer una persona que él quiera, que haya escogido, no el primer tipo que llegó y que al jefe se le antojó ponerle de pareja.


– Estoy bien, Jebo, sólo pensaba. – Me senté junto a la puerta de la choza de los jións, ya que estaba esperando a que terminaran de cambiarse de ropa para ayudarlos con la pintura ceremonial. Jebo se sentó junto a mí, apoyando su cabeza en mi hombro.

– ¿En qué pesabas? ¿En mí? – Preguntó juguetón, restregando sus mejillas lisas contra mi piel. Siempre es así, no deja pasar ninguna oportunidad para coquetear conmigo, pese que lo ignoro la mayor parte del tiempo. Después de todo su único deber es complacerme y hasta ahora, en tres años, no se lo he permitido. Ahora que lo pienso… debe sentirse bastante inútil, después de todo fue criado para una tarea que no estaba haciendo.

– No. Pensaba en la ceremonia. – Le dije en tono neutro, sin expresar realmente que los recuerdos que invadían mi cabeza me estaban partiendo el alma.

– Buu~ que malo, me tenías que decir que pensabas en mí, pero te perdono por ser tan lindo. – Sin ninguna vergüenza besó mi mejilla, para luego quedarse pegado a mi cuerpo. Como suele hacerlo todo el tiempo.

– Jebo ¿Qué quieres? – Pregunté tratando de sonar lo más serio posible, pese a que su cercanía me ponía nervioso desde que nos conocimos. Siempre actúo así, me muestro indiferente e incluso un poco tosco cuando trato con él, pese a que la realidad es que Jebo me gusta mucho. Nunca se lo he dicho y no lo haré tampoco, dudo que corresponda mis sentimientos, ya que sólo está conmigo porque así lo decidió el jefe.

– Ah, que pesado… – Se alejó un poco de mí y levantó algo entre sus manos. – Sólo te traje lo que me pediste. Toma. – Me entregó un conjunto de cuerdas de cuero con cinco bolsitas de piel de jabalí atadas. Tomé una de las bolsitas y la abrí, analizando el contenido. Era una jalea semi translucida, de color amarillento tirado a blanco. Metí mis dedos dentro y restregué algo de la sustancia entre mis yemas. Se sentía fresco, viscoso, algo gelatinoso… – ¿Qué tal quedó? – Me preguntó con curiosidad, ladeando levemente la cabeza.

– Creo que bien… – Llevé los dedos que había usado para probar la textura de la sustancia a mi boca, saboreándola. Mi lengua hormigueó por algunos segundos y sin miramientos la mordí. Sentía la presión, el calor de mi boca, el sabor dulce de esa sustancia, pero no sentía ese dolor intenso que debía sentir. Estaba perfecta. – ¿le pusiste todo lo que te pedí?

– Si, todo, el aceite de coco, el aloe, la esencia de frutas, el anestésico, bla, bla. Todo. Pero aún no me dices para que necesitas tanto, de igual forma será repartido en la noche. – Lo miré de reojo, mientras cerraba la bolsita que había abierto. Su expresión comenzó a cambiar lentamente, desde una de enojo a una de travesura. – No me digas que… ¿lo haremos por fin? – Preguntó con ilusión, abrazando con fuerza mi cintura.

– No, no lo haremos. – Lo obligué a soltarme y me puse de pie. – Esto es para los jión.

– ¿Para el quinteto de amarillos? Acaso tú… – Evité mirarlo, seguramente me saldría con alguna escena de celos muy tonta. – ¿planeas acostarte con esos chinos sucios antes que conmigo, tu consorte desde que tienes trece? – Me preguntó, totalmente indignado.

– No me voy a acostar con ninguno de ellos y no son chinos sucios, son coreanos… y bastante limpios. – Agregué al final. Los jión se la pasaban aseándose en el río por lo menos dos veces por día, mucho más de lo que yo mismo estaba acostumbrado a bañarme, así que eran en exceso pulcros.

– Si, si, defiéndelos. ¿para que van a querer todo eso? ni que fuesen un montón sexópatas.

– Les hará falta hoy, recuerda que en la ceremonia las cosas siempre se ponen un poco… candentes. Van a necesitar esto y más.

– No sé porqué te gusta tanto la méndiga ceremonia, ni siquiera quieres practicar conmigo y aún no llegas a la edad para ir con las mujeres.

– Sabes que no me gusta le ceremonia para “practicar”, si no porque cada mes que pasa estoy más cerca llegar a la edad en la que podré ir al otro lado del río y así ver a mi mamá y a mi hermana.

– Si, y también podrás revolcarte con cuanta tipa se te atraviese. Eres un puto. – Se cruzó de brazos, indignado. ¿yo puto? ¿era acaso yo él que me andaba lanzando encima suyo pidiéndole que me poseyera a cada rato?

– Jebo. – Lo llamé, serio.

– ¿Qué? – Contestó de mala gana.

– Sólo guarda silencio. – Resentido me mostró su lengua y luego se quedó de brazos cruzados en el suelo, apoyando su espalda contra la choza de los jión. A veces soy cruel con él, lo sé, pero es la única forma de mantenerlo lo bastante lejos de mí para no terminar cometiendo una locura. – ¿Jión? ¿Puedo yo entrar?– Pregunté en coreano tras dar un par de golpes en la puerta. Me he esforzado al máximo para aprender la lengua de los jión, aún digo algunas palabras mal, pero es más por costumbre, sé que debería pronunciarlo “hyung” y no “jión”, sin embargo, “jión” suena más bonito.

– ¡Pasa Okum! – Escuché que me decía YooChun desde adentro. Metí los saquitos dentro de un bolso más grande que traía conmigo y en que estaban los implementos necesarios para pintarlos. Ya se las daría luego, cuando lo estimase conveniente. Empujé la puerta y entré, encontrando a mis cinco jión ya vestidos con sus respectivos taparrabos, junto con las plumas y los dientes, además de unas capuchas de piel que traían en la espalda y que se usaban para esta ceremonia, ya que se hacía de noche y refrescaba un poco. – ¿Qué traes ahí? – Me preguntó, curioso, apuntando la bolsa de piel que tenía en las manos.

– Pinturas. Yo deber… no… debo, sí, debo. Debo preparar jións para ceremonia de lo… no… la luna. – Respondí lentamente, hilando las palabras en mi cabeza antes de decirlas para que tuvieran coherencia. Se me confunden las preposiciones, las conjugaciones de los verbos y se me olvidan algunos conectores, pero hablo mejor cada día.

– Se dice “Debo prepararlos”, no “Debo preparar jións”, recuerda lo que te dije sobre los verbos. – Me corrigió amablemente JunSu, mitad en Kenyan y mitad en coreano. No sé como maneja tan fluidamente mi idioma, me esperaba que, como cualquier extranjero, llegara hablando inglés. De igual forma le entendería – el Kenyan es mi lengua nativa, pero el inglés es una necesidad –, mas sorprendió a toda la aldea con su soltura al hablarlo casi a la perfección, si no fuera por ese particular acento que tiene no sabrían que es extranjero sino hasta verlo, ya que de sólo escucharlo hablar fácilmente lo confundes con un compatriota. Espero poder hacer lo mismo algún día, eso si con el coreano y más adelante planeo hacerlo con el japonés y el chino, no sé, el español se me hace tentador también, sobre todo desde que escuché a YooChun jión cantar una canción que él llamó “La Macarena” en ese idioma tan gracioso.

– Debo prepararlos para la ceremonia… ¿Quién primero? – Y la ola de “Yo primero” casi me hace caer sentado al suelo. Los jión están muy entusiasmados con participar, pese a que saben que llegada la luna a su punto más alto las cosas se saldrán de mi control y tendré que llevármelos a las orillas del río para que no les pase nada. Si nos los llego a encontrar a los cinco, será mejor que los deje preparados para que mañana puedan seguir caminando correctamente. – ¡Jión, tranquilos! – Obviamente no me hicieron caso, todos querían ser pintados y de ser posible también poder pintar. JaeJoong y YunHo parecían particularmente interesados en ayudar con los diseños que irían en el cuerpo de ChangMin, entre tanto YooChun y JunSu no parecían muy conformes con la idea de tener que participar activamente pintando al otro. En cuanto a mí me pasé el resto de las horas que quedaban para la ceremonia pintando los cuerpos de mis jión, intentando hacer líneas rectas, pese a que se me distorsionaba a la vista a ratos. Tengo un poco de sueño y las líneas en sus cuerpos parecen bailar.


Hace exactamente 10 amaneceres que los jión cantantes llegaron y son los 4 crepúsculos en los que no he podido pegar un ojo. No es que tenga insomnio, tampoco soy un noctámbulo – me quedo despierto por voluntad propia –, pero no dormir es realmente agotador. No me quejo más que en mi mente, todo sea para que los jión cantantes estén bien. Entrando a ser sincero, hacer guardia nunca ha sido lo mío, siempre se han hecho cargo de esa tarea los guerreros del jefe, mas no he querido descuidarme. Con Marot aquí cualquier cosa puede pasar, pese a que se le nota muy tranquilo y trabajador, no me puedo fiar de él, sobre todo porque los guerreros le siguen ciegamente en todo lo que el manda.

Hace dos años se fue de la aldea, en auto exilio. Nunca entendí el verdadero motivo de su partida hasta que volvió. Hace siete años, luego del incidente en la ceremonia de la luna Marot fue fuertemente castigado, prueba de eso son las largas cicatrices que marcan su espalda, además se le prohibió volver a ser parte activa del culto. Cuando llegué desde el otro lado del río Marot aún estaba entre los pobladores, más seguía con todas las restricciones que había impuesto el jefe cuatro años antes. Escasas veces crucé palabras con él y me enojaba hasta la ira el que no pareciese ni una pizca arrepentido por lo que me había hecho. Cuando por fin lo confronté unos meses después se rió en mi cara, alegando que yo estaba loco y que eso nunca había pasado, ¡pero si había pasado! recuerdo claramente esa horrible semana en la que no me puede ni sentar, sin embargo, no hubo forma de probarlo y recriminárselo.

Por un tiempo comencé a dudar de mi propia cordura y ya me estaba comenzando a convencer de que esa violación había sido una jugarreta de mi mente, pero siempre fiel a mis pensamientos seguí convencido de que si había pasado. Desde ahí que cada vez que hablaba con Marot terminábamos discutiendo por cualquier cosa y todos en la aldea comenzaban a darse cuenta de los roces que teníamos. Nos insultábamos, empujábamos y obviamente yo terminaba en el suelo, evitábamos estar en el mismo lugar a la vez y al parecer las cosas se le comenzaban a dificultar bastante. El jefe me tenía preferencia en cuanto a permitirme estar en una celebración, obligando a su hijo a quedarse en su choza, ya que estaba al tanto de nuestra enemistad. Al cabo de un año de mi arribo a la aldea Marot se fue “Autoexiliado” yendo a vivir a la ciudad solo, ya que el jefe no le permitió arrastrar a su consorte con él. El tiempo que estaría fuera lo debía ocupar en madurar y reflexionar sobre sus actos, o eso se supone que haría, así que Marot estuvo de acuerdo en marcharse solo.

Ahora, casi dos años después de su partida, vuelve a la aldea con el cabello anaranjado como prueba de su roce con la sociedad civilizada, una sonrisa hipócrita y tanta amabilidad que me hace sospechar. El Jefe Solum está contentísimo y lo recibió como si se tratase del hijo prodigo, le devolvió su consorte el cual lo recibió con un acalorado abrazo, le permitió quedarse en la choza que antes compartían y en pocas horas organizó una gran fiesta de bienvenida, a la que los jión fueron invitados por el mismísimo Marot. Apenas me enteré mi cabeza se llenó de suposiciones y posibles desgracias en las que – aunque odie admitirlo – mi primo, malograba a uno de mis jión como lo hizo una vez conmigo.

No son paranoias mías, lo noto diferente. Es muy servicial con los jión, los acompaña a sus grabaciones, hace de traductor cuando yo estoy ocupado y JunSu no alcanza a entender por completo lo dicho por los aldeanos ¡Les preparó la comida! Eso si que no me lo creía, él, siempre privilegiado y acostumbrado a ser atendido incluso durante su castigo ¡preparándole comida a unos extranjeros! Claro, el jefe no podía estar más contento, su hijo había aprendido a ser humilde y respetuoso por la variedad y una sarta de babosadas que no quise seguir escuchando.

Como odio ser el único que conoce al verdadero Marot y por esa misma razón no puedo legar a nadie mi tarea de proteger a los jión – aunque tampoco lo haría si pudiese –, con suerte la comparto con Jebo, ya que él no les podría hacer nada. No le alcanza la testosterona para hacer tal cosa, con suerte le alcanza para que la voz no le suene aguda. Pero aún así nunca me quedo dormido mientras los jión duermen, por mucha compañía que tenga y por más que Jebo insista en que debo descansar un poco. No sé que me da más miedo, el quedarme dormido y que algo les pase a lo jión o quedarme dormido y terminar siendo ultrajado por Jebo, que cada día parece más entusiasmado con la idea de que tengamos sexo.


– No jión, ese signo en hombro y ese en vientre… no, así no. Puntos, jión, no manchas. – Dije, corrigiendo a JaeJoong jión que hace rato estaba haciendo garabatos con pintura sobre ChangMin. Por su parte ChangMin parecía entre entretenido y resignado, mientras jugaba con un pincel sobre la piel de YunHo jión, quien solo reía por las leves cosquillas que le producía.

– Pero si es lo mismo, yo los veo iguales. – Se quejó JaeJoong.

– No Yeión jión, no mismo, ese signo… – Apunté el símbolo su hombro, cerca de su clavícula, haciendo que torciera el cuello para intentar mirarlo. – es Luna y ese… – Apunté el dibujo que descansaba alrededor de su ombligo. – es Sol.

– Oh~ ya entendí. Ven Minnie, te dibujaré un sol en la pancita. – Con el pincel hizo un círculo, que más bien parecía un triángulo, en el vientre de ChangMin, para luego comenzar a jugar con el por toda la piel que había a su paso. ChangMin pegó un salto, terminando por esparcir bastante pintura en la cara de YunHo.

– ¡Hey! ¡Mi cara! – Alegaba YunHo, limpiando la raya que atravesaba de forma diagonal toda su rostro.

– ¡No JaeJoong, cosquillas no! – Suspiré resignado al ver como ChangMin se retorcía en el suelo, estropeando toda la pintura que tenía ya puesta. En fin, sólo eran garabatos, al igual que los que YunHo tiene en el cuerpo, así que los tendré que mandar a bañarse antes de pintarlos yo mismo.

– ¿Así está bien, Okum? – Me preguntó JunSu, terminando de trazar una línea en el antebrazo de YooChun. Levanté el pincel de sus gruesos muslos y observé la parte del cuerpo de YooChun que me mostraba, orgulloso. Estaba bastante bien para alguien que nunca pintó un cuerpo en su vida.

– Si Chunsú, muy bien, ahora en Michún piernas. – Apunté las extremidades inferiores YooChun, quien sólo sonreía. Creo que me equivoqué al hablar otra vez.

– “En las piernas de YooChun”. – Me corrigió YooChun, con tono amable.

– Eso, ahora en las piernas de Michún. – JunSu hizo lo que le indiqué y tratando de no entorpecer mi trabajo comenzó a pintar las pantorrillas de YooChun.


Para con los jión he hecho hasta lo imposible con tal de que no se den cuanta de cómo son las cosas realmente aquí, no es que sea algo malo, para cualquier miembro de la tribu es normal, pero por su bienestar mental es preferible que no se enteren de ciertas costumbres que tenemos. Entre ellas esto de que yo tenga un “consorte” y que la mayoría de los hombres que participan en la ceremonia aprenden a tratar a una mujer acostándose con un hombre antes. Para mí eso es algo irracional, raro, pero por lo que sé es muy útil para transmitir conocimientos de uno a otro. Lo mismo pasa con las mujeres, ellas se enseñan mutuamente como atender a un hombre y buscar un embarazo con mayor facilidad.

A los jión he intentado también explicarles en que consiste una Ceremonia de la Luna más o menos normal, en donde los elegidos van a la aldea de las mujeres y los que nos quedamos debiésemos “practicar” para perfeccionarnos. Yo me salto la práctica y haré que ellos se la salten también… bueno, haré que YooChun, JunSu y ChangMin se la salten, ya que intentar sacarles de la cabeza a mis jión mayores que “el sexo en público” es normal en la ceremonia me suena imposible, por suerte para ellos su staff no está en la aldea hoy, al parecer se pusieron de acuerdo para ir por provisiones, implementos extras y cosas en general que para mi no sirven, pero que para ellos son imprescindibles: como el “desodorante-antitranspirante” que a mis cinco jión cantantes se les está por terminar y que los hace oler muy chistoso, o esa bebida amarga que llaman “Cerveza”, que marea mucho y hace que el piso se tambalee, que mantienen en grandes contenedores muy fríos y que estos días se acabó por completo.

En resumen, espero poder manejarlo todo como corresponde en la ceremonia, pese a que siempre pasa algo que se escapa de control y que no tengo forma de prevenir. Además no confío en la estadía de Marot en la aldea, mucho menos en su desconcertante amabilidad ¿o será que soy muy desconfiado, algo obsesivo o maniático?

Mmm… nah, que quede mejor como “Sumamente Precavido”.

Después de todo, con la llegada de mi primo las cosas en la aldea se agitaron mucho, de poco me he dado cuenta de lo extraño que actúan los miembros de la tribu, como se pierden junto con mi primo en pequeños grupos en las selvas o sabanas aledañas y vuelven un par de horas luego. Al principio pensé que lo hacían para cazar, pero poco tardé en darme cuenta de que no era así, ya que no llevaban ningún tipo de arma con ellos.

Es por esa razón que estoy seguro de que planea algo, pero no he tenido la oportunidad de averiguar que es, ya que cuidar a los jión consume gran parte de mi tiempo. Por suerte han estado bastante ocupados con las grabaciones de ese… eh… “video musical” o como sea que se llame. Estando juntos los cinco, además de los jión más viejos que los acompañan, no corren peligro. Sin embargo, dificultan las cosas para mí cuando se separan, sobre todo JaeJoong y YunHo jión, que hace muy poco descubrí que eran pareja.

Pese a que me encantaría dejarlos disfrutar de su intimidad en pleno (cosa que hacen igual), los he tenido que seguir cuando se escapan al río para estar juntos. Evito espiarlos, oírlos, y si pudiera evitar seguirlos lo haría también, pero en medio de esa… acción, son muy vulnerables. Por ahora esa experiencia física la he estado retrasando todo lo que he podido, mas verlos a ellos disfrutarlo tanto, como que… no sé… me da mucha curiosidad. Ya veré como le hago para preguntarle a YunHo qué se siente, ya que con Jebo ése es el papel que me tocaría desempeñar.

YooChun, JunSu y ChangMin no dan tantos problemas para vigilarlos, no tienen el tipo de acercamientos que practican mis dos jión mayores, pero aún así se les nota extraños ¿Cómo decirlo? Incómodos, confusos, inquietos… excitados. En fin, se les nota de muchas formas, sobre todo a YooChun y a JunSu, que desde unos días a la fecha los veo tímidos cuando tienen algún tipo de contacto físico, aunque sea un simple roce de sus manos. ChangMin por su parte si no es asediado con abrazo y caricias por YunHo y JaeJoong, anda todo el día pensando y se pasea por la aldea con esa expresión graciosa de . ¿Qué será eso que tanto medita? Mmm… se lo preguntaré luego, cuando tenga un tiempo libre de mi constante tarea de vigilarlos, cosa que es muy necesaria desde que llegaron.


– No, deja que tu umma te limpie, ChangMinnie. – Dijo JaeJoong, tomando un paño húmedo que estaba por ahí y comenzando a limpiar algo de la pintura rojiza que tenía ChangMin desparramada por todo su torso.

– JaeJoong, no es necesario. – Comentó ChangMin, intentando escapar de esas atenciones.

– Cierto, mejor vamos al río a bañarnos ChangMin, appa te ayudará a quitarte esa pintura. – Sugirió YunHo, quitándole el trapo de las manos a JaeJoong y lanzándolo a un rincón de la choza, junto con los otros que ya habían sido usados en las continuas correcciones que hemos tenido que hacer en las líneas.

– Gracias hyung. – Puede que yo alucine, pero fue inevitable notar ese débil tono de sumisión y vergüenza que tenía la voz de ChangMin.

– YunHo, me quieres quitar al hijo. – Se quejó JaeJoong

– No es cierto, ChangMin es hijo de los dos ¿Qué te pasa? – Alegó YunHo, poniéndose de pie.

– Minnie es más hijo mío que tuyo. – Le recriminó JaeJoong, poniéndose de pie al igual que YunHo y acercando mucho su cara al jión líder.

– Los dos aportamos lo mismo para hacerlo. – YunHo apunto a ChangMin, quien los miraba a ambos desde el suelo con cara de no creer lo que estaba pasando. YooChun y JunSu estaban al otro lado de la choza, riendo “disimuladamente”.

– Hyung… – Llamó ChangMin a los jión mayores, pero estos lo ignoraron.

– No es cierto ¡yo lo llevé 9 meses en mi interior! – Me quedé pensando por dos segundos en lo que acababa de decir JaeJoong ¿cómo era eso que él había tenido a ChangMin en su interior? ¡Era ridículo!

– Oigan, hyung… – ChangMin intentó llamarlos una vez más, pero nuevamente los jión lo ignoraron.

– ¡Tú no tienes interior en el cual llevarlo! ¡Minnie es mío!

– Hyung.

– ¡No, Minnie es mío!

– ¡Hyung, me iré a bañar solo! – Y de cierta forma me esperaba que ChangMin terminara por irse solo al río, después de todo con tanta de esa atención extra que recibía de los jión mayores… cualquiera se sofoca.

– Changuín, yo acompaño, peligroso ir solo al río hoy. – Salí de la choza rápidamente, diciéndoles un “vuelvo pronto” al resto de los jión antes de seguir a ChangMin.

– Pero debes seguir pintando a los chicos. – Intentó convencerme de que no lo siguiera, pero él no iba a ir al río solo, mucho menos el mismo día de la ceremonia.

– Yeión y Chunsú listos, Michún casi listo y Chunsú terminará pintura en pecho, sólo quedar tú y I-Uno, con ayuda de jións terminar rápido muy.

– Se dice “terminaremos muy rápido” y bien, acompáñame. – Lo seguí hasta el río y lo observé despreocupadamente mientras se quitaba la poca y casi nula ropa que traía encima. Estaba lleno de pintura, tenía líneas chuecas en sus piernas, manchas deformes en sus brazos, garabatos en el torso y una que otra mota de pintura en la cara. Necesitaba bañarse entero si quería eliminar todo eso.


Me quedé en silencio, pensando en las reacciones tan extrañas de JaeJoong y YunHo jión, quienes no pueden ocultar este extraño interés que desarrollaron por el menor de mis jións. No sé que tengan mis jión cantantes, pero sea lo que sea altera mucho a los miembros de la tribu (y como ya es obvio, a ellos también). A veces pienso que tienen algún afrodisíaco en la piel, ya que son absurda y peligrosamente atrayentes, pero al no sentir nada, y darme cuenta de que a Jebo no le pasa nada tampoco, lo descarto. Sé, por experiencia propia, que nunca es bueno llamar tanto la atención dentro de la tribu y eso es lo que ellos están haciendo sin siquiera darse cuenta. En los diez días que llevan aquí he evitado varios intentos de acercamiento por parte de los guerreros onolu, que parecen particularmente interesados en ellos.

Tengo la suerte de que el jefe me tiene en mucha consideración cuando de tomar decisiones se trata y al llegar los jión inmediatamente avaló mi petición de acompañarlos. El jefe Solum es muy perceptivo e inteligente, no por nada es el cabecilla de la tribu, y detectó al instante esa cosa peculiar y curiosa que hace que los jión cantantes sean tan irresistibles. Creo que me dejó a cargo de ellos también porque sabe que yo no les haré nada, a pesar de tener todas las posibilidades y las ventajas, pero los jión no llaman mi atención como a los demás. Para mí son iguales que el resto de los asiáticos que andan dando vueltas por la aldea. Puede que sea inmune a eso que tienen o posiblemente aún soy muy joven para darme cuenta de que es lo que le ven los demás miembros de la tribu, lo que sé es que sin mí a su lado desde el primer día su viaje se abría transformado en un infierno. Un infierno mucho peor que el que decía vivir ChangMin jión.

Les he tomado mucho cariño a los cinco. En primer lugar a JaeJoong y a JunSu, quienes pasan conmigo mucho tiempo enseñándome sobre su país y costumbres. YunHo y YooChun jión, en sus ratos libres, me enseñan técnicas de pelea… no sé como se llaman los estilos que ellos practican, pero si me serán muy útiles cuando valla de cacería. ChangMin jión es un caso particular. Me agrada mucho, pero al parecer algo malo hice, ya que parece que no le caigo muy bien, siempre me trata de “Lagartija” o “Enano Bobo”. Cuando le pregunté a JaeJoong jión del porqué ChangMin me trataba así, me dijo que eso significaba que me quería y no lo iba admitir, además de que estaba celoso. ¿Pero celoso de qué? A veces no entiendo a los coreanos, son todos raros y los japoneses son peores, creo que nunca sabré a ciencia cierta si Haru nuna era realmente una nuna o un jión que parecía mucho una nuna, como JaeJoong cuando lo vi por primera vez.

Desde que esa persona tan peculiar de pelo rojo se fue han pasado cuatro días, y las cosas en la aldea se ponían más tensas a medida que la ceremonia de la luna se acercaba. Hace cuatro días, cuando fui de cacería aprovechando que todos los jión estaban juntos, traje de vuelta a la aldea a dos de ellos, que terminaron antes de los otros tres.

…se día dejé a JunSu y YooChun jión en el río como me lo pidieron. Se veían muy acalorados e incómodos, así que no pregunté y los llevé hasta allá con elefante y todo. Supongo que todo ese malestar que sentían era culpa de “Nuna Rara”, que los había hecho hacer muchas cosas que no entendí, sin embargo, me parecieron demasiado sexuales para la cultura tan conservadora que ellos me describen que tienen. Me devolví a la aldea tras cerciorarme de que estaban bien, tenía asuntos importantes que atender, pero por otro lado dude mucho en dejar solos a ese par. Sin mi supervisión constante algo les podría suceder, no obstante, para mi suerte, Tilo se quiso quedar con ellos, el los sabría cuidar bien, pese a ser un elefante es mucho más inteligente y consiente que muchas de las personas de la aldea. Sin él mis jión pasarían mucho tiempo solos, y en estos días eso sería potencialmente peligroso para su integridad física.

Fui a la aldea a hablar con el jefe, pero antes de poder entrar a su choza la irritante voz de Marot me dio en el oído, golpeándome con su aliento caliente en la nuca. “Salúdame”, me exigió, extendió su mano hacia delante y abajo, esperando a que le correspondiera. No lo hice, nunca lo hago, ni con él ni con nadie. A mi no se me saluda de esa forma. Tuve una discusión con él seguido de eso, como siempre, no hay vez que nos veamos y no peleemos. …se día el tema de la discusión fue su arribo a la aldea, siendo que no había venido en dos años. Que llegase justo cuando estaban los jión en la aldea y cuatro días antes de la ceremonia no era buena señal, sobre todo porque uno de sus comentarios me dio a entender que sabía quienes eran los jión.

Seguido de eso hablé con el jefe para asegurarme de que todo estaría bien para la ceremonia y de paso preguntarle qué rayos hacía su hijo en la aldea. Su promesa de que todo estaría bien me tranquilizó un poco, pero estuve por un par de horas con los nervios de punta cuando mencionó que Marot se quedaba y que haría una fiesta de bienvenida para su hijo. Los jión cantantes serían invitados de honor, siendo una petición especial de mi primo.

Me devolví lo más rápido que pude al río, con Marot dando vueltas por ahí era muy peligroso dejar a los jión solos y YooChun y JunSu son particularmente vulnerables, sobre todo JunSu, que es tan ingenuo que creería cualquier costumbre inventada. YooChun no está tan alejado de esa posibilidad, me he dado cuenta de lo extremadamente curioso que es y posiblemente se meta en problemas por eso.

Al llegar a la cascada me quedé unos segundos mirándolos desde lejos. Tilo jugueteaba en el río, arrojando agua sobre su espalda sin quitarles la vista de encima, mientras mis jión estaban ya en la orilla, vistiendo esos… eh… “trajes de baño” creo que se llamaban… eso. Para mí no tiene sentido, debería llamarse “ropa para agua”, pero es cosa de suya, si necesitan un traje especial para ir al baño, pues allá ellos. Es lo mismo con muchas de las cosas que usan, como la “ropa interior” que no es más que un taparrabo de tela, pero no sé que tiene que ver el “interior” ahí metido, si no queda dentro de nada, queda debajo de las demás cosas que se ponen. Su idioma es tan… relativo y sujeto a interpretaciones.

Me supera.

En fin, además de lo absurdo que me parecen los nombre de sus prendas, me parecen mucho más absurdos sus retos, como ése día, que JunSu jión estaba parado de cabeza mientras YooChun parecía mirar su reloj. Me explicaron que estaban haciendo una apuesta y que si JunSu no duraba cinco minutos de cabeza, YooChun ganaba, pero si lo hacía, JunSu ganaba. Creo que de por medio tenían algo de dinero y lo encontré ridículo, para mí esos coloridos papeles no tienen valor y pareciese que para ellos tampoco representaba mucho, se les veía más entusiasmados en conservar su orgullo intacto en frente el otro y aceptaban cualquier reto con tal de no ser menos. La apuesta de estar parado de cabeza la ganó YooChun, ya que uno de los comentarios que hizo distrajo a JunSu “Debo encontrar algo divertido que hacer hasta que ChangMin se de cuanta de que es gay.” y eso pareció impresionar mucho a JunSu, por lo que cayó sentado al suelo.

Discutieron por esa apuesta y los interrumpí al no saber como traducir la palabra “gay”. YooChun me respondió que ese término se utilizaba cuando a una persona le gustaban las de sus mismo sexo, dudoso le pregunté si a ChangMin le gustaban los hombres y su respuesta fue afirmativa “Sólo que no se ha dado cuenta”, concluyó. Que jión sea gay no es muy buena señal, no digo que sea malo, mas bien es normal, pero… ¿tenía que ser gay justo esos días? No sé como llegamos al tema, pero le pregunté a YooChun si el también era gay como ChangMin, JaeJoong y YunHo jión, pero no supo responderme. Al parecer quería probar si el contacto físico con otro hombre se le hacía agradable para poder responderme.

JunSu retó a YooChun, según él jamás se atrevería a besar a un hombre y por orgullo YooChun aceptó. No entendí que pasó luego, pero al darme cuenta YooChun tomó a JunSu de la mano, lo jaló contra él y le plantó un beso en los labios. Me quedé mirando en lo que continuaban el contacto, intrigado… ¿No que la apuesta era para YooChun? ¿Por qué JunSu parecía tan de acuerdo con eso? Le resté importancia, si se querían besar era cosa de ellos, yo no tenía porqué meterme.

Me comenzaba a alejar para darles algo de privacidad, en una de esas terminaban haciendo cosas que yo no estaba preparado para observar, pero no pude hacerlo, ya que los pasos pesados de un animal se dejaban escuchar en el húmedo suelo de la selva que colinda al río. Los llamé un par de veces para que se separaran y estuvieran alerta y al tercer llamado se despegaron. Sus caras rojas me hubiesen dado risa en otra oportunidad. El animal que escuché no era más que Boki, el león del jefe y que Marot había criado hasta su primer año, y obviamente Marot que venía con él. Saludó a los jión en inglés, idioma que maneja bastante bien desde que se mudó a la ciudad, y YooChun le respondió con soltura. Invitó a los jión a su fiesta y luego se retiró.

No pasó nada relevante hasta la noche, cuando la fiesta de bienvenida de mi primo comenzó. No hubo disturbios, todo avanzó muy normal, tal vez demasiado normal teniendo en cuanta que era una fiesta del raro hijo del jefe, pero nada pasó. Los jión cantantes mostraron sus habilidades en canto y baile, ofreciéndoles un espectáculo especial a los aldeanos que hasta ahora no los habían visto realizar su trabajo. Los jión más viejos se paseaban de un lado a otro, algunos con cámaras, otros con luces, el último grupo controlando esos raros equipos de sonido. Todo lo que se hiciese esa noche les serviría para su video musical, así que no perdían detalle de nada. Bailé “FORCE” junto a los jión por petición de JaeJoong y me divertí mucho, sólo que para el final de la fiesta, cuando todos se iban a descansar a sus chozas, yo me tuve que quedar despierto. JaeJoong y YunHo jión se salieron de su choza cerca de las cuatro de la mañana y entre risas cómplices se escabulleron hasta el río.

Seguirlos no fue un problema, estaba más preparado que ellos para atravesar la selva de noche, así que no choqué contra ningún árbol como lo hicieron ellos. No consentí que me vieran, ya que al parecer lo que estaban haciendo era un secreto, así que les permití seguir pensando que lo era. Lo que pasó a continuación hubiese preferido no verlo nunca, así que me escondí tras una roca, tapando mis orejas para no escuchar y miraba de vez en cuando para saber si ya habían terminado.

El sexto día fue más tranquilo, los jión estuvieron casi todo el día grabando, así que me pude tomar la libertad de dormir cortas siestas en los alrededores del set en lo que Jebo los vigilaba. Todos actuaban raro, JaeJoong caminaba extraño y YunHo jión andaba como lapa con él, ayudándolo en todo. JunSu y YooChun casi ni se hablaban, o tocaban… o miraban, y ChangMin estuvo de muy mal humor, todo lo irritaba. Marot no molestó… mucho. A veces llegaba a los puntos de grabación y se quedaba rondando el lugar, ayudaba a mover luces o cosas así, para luego irse y no volver si no horas más tarde.

En la noche la rutina de quedarme despierto y seguir a JaeJoong y YunHo fue la misma, sólo que esa vez tuve mucho miedo de dejar a los otros tres durmiendo en la choza, ya que yo no era él único onolu despierto. Jebo se quedó con los jión menores, mientras yo seguí a JaeJoong y YunHo. Me encontré con un par de guerreros dando vueltas por el lugar y los mandé a dormir. No sé porqué me hicieron caso, tal vez lo hicieron porque no debían estar en pie o porque los descubrí, no lo sé, sólo se fueron.

El séptimo día fue casi igual, sólo que se notaba a los jión más tensos. Poco pudo hacer JaeJoong en sus escenas, sobre todo en las que se debía mover mucho. Convenció a los jión viejos que su incomodidad se debía a una pequeña lesión en la columna que supuestamente se había hecho la noche de la fiesta, así que pospusieron un día sus grabaciones. Para mí no era un secreto que esa incomodidad al caminar se la había ganado en uno de sus encuentros con el jión líder. YunHo jión nuevamente andaba muy pegado a JaeJoong, haciendo todo lo que estuviese a su alcance para reconfortarlo, lo llevaba en brazos casi a todos lados, y al principio a todos les pareció raro, pero al final lo dejaron pasar. El staff decidió que eso no era necesario para el “Making Off” o “detrás de cámaras” del video, así que no los grabaron. YooChun y JunSu se comenzaron hablar un poco, nada importante, pero por lo menos se dirigían la palabra. ChangMin nuevamente estuvo de mal humor y no hubo caso en que sus escenas salieran bien, así que también fueron pospuestas.

Para el octavo día no hubo mayor panorama que quedarse dentro de la choza. Una sorpresiva e intensa lluvia se dejó caer todo el día, así que los jión permanecieron bajo techo. Los acompañé y dormí un poco en lo que ellos jugaban con cartas y apostaban su ropa, creo que el juego se llamaba “Stripper Poker” o algo parecido. Fue un juego estúpido. Me quedé dormido cuando JunSu jión quedó en ropa interior y ChangMin alegaba, cuando tenía que entregar la suya, que el juego que había propuesto YooChun era tonto. Cuando me desperté ya era de noche, había un montón de latas vacías de cerveza y ellos jugaban a “Penitencias”. Nuevamente encontré que era un juego tonto. JaeJoong tubo que salir a la lluvia y tirarse de cara al lodo, YunHo imitó a no sé qué persona – Creo que a Haru Nuna –, pero todos se reían por lo agudo que hablaba y lo afeminado que se movía, JunSu hizo algo llamado “Samba” moviendo en trasero para todos lados, YooChun cantó “La Macarena” mientras bailaba una coreografía muy graciosa y ChangMin se tuvo que poner y permanecer toda la noche en taparrabo. Esa noche JaeJoong y YunHo no salieron, pero no pude dormir ya que el sonido de la lluvia podría fácilmente ocultar los pasos de alguien.

En el noveno día no pudieron grabar, ya que todo era un gran barrial y nuevamente se quedaron en la choza, ya que el río había crecido y era peligroso que fuesen allá también. Después de los juego de la noche anterior todos parecían más relajados, JaeJoong ya no caminaba raro, YunHo parecía ya no tener cargo de conciencia, YooChun y JunSu se hablaban y le contaban bromas a ChangMin, quién por fin sonreía y aceptaba las atenciones de los dos jión mayores. Yo por mi parte salí un poco para cerciorarme de que todo estuviese en orden en la aldea, en donde los preparativos para la ceremonia de la luna no se hacían esperar, todos estaba ocupados en algo, inclusive Marot, que ayudaba a preparar parte de las comidas, las bebidas y otros que se consumirían.

Nota mental: tener cuidado con lo que coma o beba.

Por la tarde repasamos las partes de la ceremonia de la Luna con los jión, a la que habían sido invitados y no podían faltar, ya que se consideraría una falta de respeto a mi cultura. A mí me da igual, si fuese por mí no permitiría que participaran. Para la noche JaeJoong y YunHo se volvieron a escapar, sólo que no al río, sino a la sabana. Estuve varios minutos debatiéndome entre seguirlos a ellos o quedarme vigilando a los otros tres jión, pero me quedé con los jión al darme cuenta de que JaeJoong y YunHo se subían a Tilo – Por suerte JaeJoong jión aprendió muy rápido a montarlo – y emprendían marcha. Tilo los cuidaría, Tilo no se avergonzaría al mirarlos y Tilo los traería de vuelta sanos y salvos.


– Listo jión, ya todos listos. – Con orgullo observé que mis cinco jión ya estaban listos para la ceremonia, vestidos y pintados. Entre los cinco hicieron su mejor esfuerzo para ayudarme con la pintura de mi cuerpo. No era tan buena como la que solía usar, pero estaba bastante bien.

– Me siento como una maldita obra de arte moderna. – Comentó ChangMin, cruzando los brazos frente a su pecho.

– Yo creo más bien que pareces de esos bastones de dulce que dan en navidad. – Dijo JunSu jión con alegría, apuntando divertido la alargada anatomía de ChangMin.

– ¡JunSu! – Y fue inevitable que las risas invadieran la choza.


Décimo día, luna llena y la ceremonia comienza cuando el crepúsculo de paso a la noche. Estoy muy nervioso, todos los preparativos están hechos y tomé más precauciones de lo debido, los jión están al tanto de lo que va a pasar en cada una de las partes de la ceremonia y los tengo advertidos por si cambia algo. Sólo deben permanecer juntos, nada más, permanecer juntos y cerca de mí.


– Okum, tranquilo, todo va a salir bien. – Miré a JaeJoong, quien estaba parado junto a mí, y su mano tomó la mia, estrechándola. Junto a él está ChangMin, luego YunHo, JunSu y finalmente YooChun, quién inicia la fila justo al lado de la choza del jefe, quien saldría apenas se escondiera el sol.

– Eso espero. – Le contesté, mirando atento el horizonte, en dónde la luz comenzaba a perderse.

– Ya nos preparaste para la ceremonia, nada malo pasará. – Volvió a hablar, tratando de reconfortarme, pero no puedo estar tranquilo, algo pasará, lo sé, algo malo.

– Jión… prometerme que no hacer cosa arriesgada o tonta. – Les pedí, en un coreano más o menos decente o entendible. Gracias a las clases intensivas que me ha dado JunSu, en el tiempo que no se habló con YooChun, he podido aprender a hablarlo más que rápido, pero sigo entendiendo más de lo que sé decir.

– Lagartija, se dice “prométanme que no harán nada arriesgado o tonto” y eso ya te lo prometimos tres veces… – Me reclamó ChangMin, receloso.

– Pero…

– Shh, pequeño… – JaeJoong acarició mi mejilla con la mano que no sostenía la mía, que era la que tenía una pequeña antorcha. – Sabemos cuidarnos y en el peor de los casos nos cuidará YunHo ¿cierto, YunHo? – Pero jión no contestó, estaba más atento en mirar la puesta de sol, hasta que ChangMin lo tiró de la mano.

– ¿Qué? – Preguntó el jión líder, totalmente enajenado de nuestra conversación.

– ¡YunHo! ¡Dile a Okum que me cuidarás!

– Oh, lo siento… – Se disculpó con su pareja y luego me miró, con gesto paterno. – Yo lo cuidaré Okum, a él y a los chicos, ya deja de estar nervioso, todos somos hombres adultos, nada nos pasará. – Dijo YunHo.

– Ya comienza…– Comenté, el sol dejaba ver su ultimo rayo, que se iba a pagando rápidamente. – Jión, recordar lo que enseñé, por favor. – Asintieron los cinco a la vez. Sólo a ellos se les había permitido participar en la ceremonia, ya que estaban dentro de la edad que exigía dicha tradición. El resto de los jión superaban la edad, así que ellos y los aldeanos que estaban en esa misma condición debían sólo observar, o en el caso particular de los jión más viejos, salir de la aldea para comprar.

De la choza salieron dos de los componentes más antiguos de nuestra comunidad, cargando en sus manos dos antorchas, con las que le convidaron fuego a YooChun, que encabezaba nuestra fina, y a Jebo que estaba en la fila del frente. El fuego fue compartido y traspasado por todos los que tenían antorchas, que eran uno por medio, así que YooChun, YunHo y JaeJoong tenían una. El resto de las antorchas se comenzaron a encender a lo largo de las dos filas que iban desde la choza hasta el centro de la aldea, en donde estaba preparada una gran fogata, lista para encenderse en cuanto saliera el jefe.

– ¡Hermanos! – Dijo el jefe Solum saliendo de la choza, justo antes de que fuese encendida la fogata. Vestía las ropas para dirigir: un gran penacho hecho con la melena de un león y varias argollas de metal en sus brazos, tobillos y cuello. Tras él venía Marot, vestido al igual que el resto de los aldeanos con ropas para la ceremonia. El jefe Solum no me lo informó, no sabía que Marot participaría, debió decírmelo. – Luego de dos años en los que mi hijo se autoexilió ha vuelto a la aldea para quedarse. – ¿quedarse? – Hace unos días le dimos la bienvenida y hoy les pido que le den la oportunidad de unirse a nosotros en este culto a la Luna. – Hubo un largo silencio y repentinamente sentí todas las miradas sobre mí. Cierto, debo decir algo.

– ¿Qué papel desempeñará? – Pregunté. Todos esperaban mi opinión, ya que soy el segundo al trono y lo que yo diga influye mucho, sin contar que soy el único que tiene conflictos con Marot en toda la aldea.

– Ningún papel activo, Okum, sólo participará en los bailes y cantos, además de que ser el encargado principal de los alimentos. – Quise decir no, lo deseé más que nada y estuve apunto de hacerlo, pero tendría que haber dado mis razones para no permitir su participación, y además de una violación que no podía probar y un montón de suposiciones, no tenía nada en contra de él. Nada, además de un profundo resentimiento.

– Tiene mi permiso, pero que no intente nada raro. No quiero ninguna interrupción de su parte. – Dije muy serio, pero tratando de sonar neutro para que nadie notara mi resentimiento hacia él.

– El hermano Okum ha hablado ¡Que comience la ceremonia! – Y la fogata fue encendida…

– Okum ¿Qué sucede? – Preguntó JaeJoong, apretando mi mano. Lo había olvidado, todo este tiempo estuve hablando en Kenyan y los jión aún no entienden casi nada de mi lengua, y JunSu no les había traducido nada, ya que debían permanecer en silencio hasta que iniciara la ceremonia formalmente.

– Participa Marot, hijo del jefe. – Dije, para luego soltar su mano y comenzar a marchar en dirección al centro de la aldea.

– ¿El tipo del león? – Asentí levemente, procurando parecer callado y concentrado. – ¿Tienen eso algo de malo? – Preguntó JaeJoong en mi oído. El resto de los jión parecían esperar mi respuesta, ya que de reojo los podía ver con sus caras curiosas.

– Si jión, por favor no confiar en Marot y no acercase a él.

– ¿Es una mala persona? – Me consultó, inquisitivo, tratando de que el resto de los jión no lo escuchasen. – ¿te hizo algo?

– No. – Mentiroso Okum, si le dijeses la verdad sería más fácil. – Pero él ser… no, es extraño… ahora callado, ya comienza. – JaeJoong, YunHo y YooChun arrojaron sus antorchas a la fogata que estaba al centro de la aldea cuando fue su turno, para luego ubicarse en la circunferencia de personas que estaban dispuestas en torno al fuego.


El jefe dio un par de instrucciones que no fue necesario traducirle los jión, ya que se las había dicho hasta el cansancio en los últimos días. JunSu, ChangMin y yo entregamos el “sacrificio” que hace unos años seguía siendo un animal y ahora era fruta, por petición del jefe y su médico. Vi a Marot moverse de un lado a otro preparando las cosas que le correspondían, su consorte lo ayudaba en todo y uno que otro aldeano también.

La ceremonia transcurría con normalidad. Los jión ejecutaron con una perfección imposible de creer los bailes, si incluso lo hacían mejor que muchos de los onolu. También apoyaron en los cantos, haciendo notar sus voces privilegiadas. JunSu fue el único que interpretó los cánticos a la perfección, pronunciando muy bien las palabras en Kenyan que los otros cuatro jións apenas podían decir. La luna se elevaba más rápido de lo que yo recordaba que lo hacía siempre y al rato se quedaba en su lugar sin avanzar nada, poniéndome nervioso al jugar con mi percepción del tiempo.

De alguna forma fue gratificante observar como los jión ejecutaban a la perfección cada una de las partes de la ceremonia y pese a que JaeJoong se fue de cara a suelo en un par de ocasiones (sigo sin entender como le hace para tropezarse en el suelo completamente liso), no fue nada que a los aldeanos les importara. Para ser sincero… todos esperaban que se equivocaran y pensaban ignorarlos, pero al verlos hacer todo bien los alentaban a ser los primeros en cada una de las partes. YunHo jión realmente se lució en las danzas, mostrando su flexibilidad y destreza con su cuerpo. JunSu deslumbró a todos en los cantos tradicionales, dejando muy claro que era un experto en Kenyan. ChangMin dejó muchas bocas abiertas cuando movió fácilmente la silla del jefe hasta el centro de la aldea, él solo, siendo que siempre era movida por dos o más hombres. JaeJoong jión no podía estar más feliz de ayudar con las comidas, impresionando a todos al ya saber preparar muchas de las comidas tradicionales de mi tribu. Y YooChun no fue la excepción, con un desplante único y haciendo uso de su perfecto inglés recitó el discurso de bendición a las mujeres. Nunca en mi vida le había prestado atención a esta parte de la ceremonia, pero por primera vez me sentí tocado por tanta belleza en las palabras de una persona, posiblemente influyó mucho su insinuante tono de voz y la pasión con la que refería a nuestras hermanas: “Seres etéreos de infinitas curvas que nos arrastran a la locura y no elevan hasta alcanzar las más graciosas sensaciones.” Nunca había pensado en las mujeres de esa forma, pero se nota que YooChun Jión así lo hace y se refiere a ellas con mucho respeto y admiración.

Un rato más tarde los cinco jóvenes elegidos se marcharon a la aldea de nuestras hermanas, cuando la luna estaba próxima a alcanzar su punto más alto. Entre tanto permanecimos en silencio, expectantes, agrupándonos en pequeños conjuntos, a la espera de que los tambores de la aldea vecina nos dieran permiso para continuar. Jebo se acercó a mí en ese momento, ya que durante el transcurso de la noche se había mantenido al margen de la situación. Se sentó junto a mí en el suelo, recostando despreocupadamente su cabeza en mi hombro, apoderándose de uno de mis brazos para apretujarlo en su pecho y con esa siempre inquieta mano que dibujaba pequeños círculos en mis muslos. Suspiré antes de resignarme a hablarle, sé que esta es la parte de la ceremonia en la que Jebo siempre intenta convencerme de que practique con él, no creo que hoy sea la excepción.


– Jebo. – lo llamé, a media voz. En esta parte de la ceremonia ya podía hablar, pero era mejor no romper el ambiente.

– Dime.

– Quita tu mano de mi entrepierna, pervertido.

– Eres el hombre más aburrido que conozco, no sabes como se burlan de mí por ser aún virgen a los 18, es casi un sacrilegio. – Se quejó, volviendo a sentarse como lo haría una persona normal, es decir, no sobre mí.

– Pues vas a seguir virgen hasta los 80 si esperas a que yo lo haga, escoge a alguien y pídeselo.

– Sabes que no puedo hacer eso, tú eres mi pareja.

– Entonces vas a ser virgen de por vida.

– Tú… eres un frígido que no entiende nada. – Se puso de pie de repente, empujándome y haciendo que perdiera el equilibrio por unos segundos, y se alejó a paso firme.

– ¿Okum? – Volteé al escuchar a JaeJoong hablarme, me miraba curioso desde su cómoda posición en el musculoso pecho de YunHo jión, quién igual me miraba.

– ¿Decirme, jión? – Me volteé por completo, quedando de frente a mis cinco jións. ChangMin estaba recostado en el suelo, sobre su capucha, apoyando la cabeza en el muslo de JaeJoong, quien estaba casi recostado sobre YunHo, el que se afirmaba con sus manos en el suelo. JunSu jión estaba boca abajo, apoyando parte de su peso en el costado de ChangMin y por último YooChun jión estaba echado en el suelo, usando la baja espalda de JunSu como almohada, apenas podía verlo desde mi posición, pero sabía que estaba ahí. En resumen, los jión eran una gran maraña de cuerpos y extremidades.

– ¿Sucede algo malo? – Me preguntó, con ese todo cálido y algo maternal que usaba a veces. Ahora entiendo porque lo llaman “umma”.

– No jión, nada malo pasa.

– Mulatito, ese chico… ¿es tu novio? – Me preguntó YooChun, asiendo notar su precensia al cambiarse de lugar y apoyarse luego en las caderas de ChangMin. Creo que de no ser porque mi piel es morena y es de noche, los jión hubiesen notado a kilómetros como mis mejillas se teñían de rojo.

– No, jión, Jebo es amigo, no pareja. – Intenté explicarles, o mentirles en realidad, pero no sirvió de mucho. Los cinco me miraban con una combinación de incredulidad, picardía y un pequeño toque de comprensión fraternal.

– Pues no sé que tipo de amistad tengan aquí, Lagartija, pero en Corea los amigos no se manosean y no discuten por perder la virginidad juntos. – Dijo de forma despreocupada ChangMin, entregándose a las caricias que repartía JaeJoong sobre sus cabellos y las que de vez en cuando dejaba caer YunHo sobre su hombro con la mano que tenía libre y que antes sujetaba la cintura de JaeJoong.

– ¡¿Chunsú, por qué les tradujiste lo que le dije a Jebo?! – le pregunté a JunSu, en Kenyan, ya que de no ser porque él les tradujera lo que yo discutía con Jebo, el resto de mis jión no tendrían porqué enterarse.

– No sé, me nació hacerlo. – Me respondió con simpleza, desparramándose sobre ChangMin quien se quejó suavemente por dolor en los… ¿riniones? O eso.

– ¡Jión! – Pronuncié con voz levemente más alta, casi sin darme cuenta.

– Okum, no tiene nada de malo que tengas novio, es normal teniendo en cuanta que vives entre puros hombres. – No sé si eso me sonó a un consuelo o algo parecido, pero no le creí ni una palabra a YunHo.

– I-Uno… Jebo no novio, él amigo.

– Si, tan amigos como YunHo y yo. – Se burló JaeJoong, acomodándose un poco más sobre YunHo jión, quien sonreía de oreja a oreja.

– ¡Yeión jión! ¡Jebo amigo, sólo amigo normal! No… no “amigo” como I-Uno jión y tú.

– Pero si se nota que él te quiere. – Me dijo YooChun, volviendo a perderse por algún lado de la espalda de JunSu.

– No, jión, eso… – Y mi intento de explicación se quedó como eso, sólo un intento, desde el otro lado del río los tambores comenzaron la sonar. Alcé la vista y busqué la luna, la cual brillaba amarillenta y más grande de lo normal en pleno firmamento. – Ya comienza, jión, ya comienza. – Percibí movimientos por parte de todos los miembros de la aldea, los cuales habían comenzado con la celebración. Repartían bebidas y comida, bailaban y cantaban… si no fuera porque de aquí a una hora todo esto se volverá una gran orgía no habría problema en que los jión se queden a ver.

– Ya nos dimos cuenta. – Comentó YooChun, poniéndose de pie e iniciando un efecto dominó en el que todos los jión quedaron de pie al final.

– ¿Nos vamos al río ahora o querer esperar un poco? – Les pregunté, sus ojos brillaban viendo la gran fiesta que se desarrollaba a unos metros de nosotros y se les notaba ansiosos por querer unirse. – Cosas aún tranquilas por un rato más.

– Esperemos, quiero ver que sucede ahora. – Pidió YunHo, tomando cariñosamente le mano de JaeJoong.

– Bien… – Levanté el bolso de piel que había estado toda la tarde atado a mi cadera y de ahí saqué los saquitos de piel de jabalí. De fondo a mis acciones el resto de los aldeanos se había sumergido en una gran euforia y la música de los tambores llenaba el lugar. – Tomen jión.

– ¿Qué es esto? – Preguntó JaeJoong con curiosidad, alargando un brazo para tomar uno de los saquitos.

– Cosa útil, servirá esta noche, tomen. – Le di una bolsa a cada uno. – Llevarlo en taparrabo y atarlo firme.

– ¿Qué es? – Preguntó JunSu, abriendo la bolsita y acercándola a su nariz para tomarle el olor. – Huele a fruta y… – Metió un dedo dentro, sacando una pequeña cantidad para llevársela a la boca. – Sabe a mango ¿se come, no?

– Comerlo si quieres, Chunsú jión, pero lengua sentir hormigas, y garganta y estómago también.

– ¡Mmm! ¡Mi dendua, mi dendua! (Traducción XD: ¡Mi lengua, mi lengua!) – Se quejó JunSu, agitando sus manos frente a su lengua que permanecía fuera de su boca. Seguramente sentía como hormigueaba.

– Parar en segundos, jión, tranquilo.

– ¿Para qué es esto, Lagartija? – Preguntó ChangMin, mirando la bolsita con desdén. Siempre es tan desconfiado conmigo.

– Para nada si no necesitar, Changuín, pero muy útil si llega “cierta situación”.

– ¿”Cierta situación”…? – Consultó YunHo jión con tono de voz gracioso.

– ¿Qué quieres decir con eso? – Completó la frase de YunHo JaeJoong jión. Esto de ser pareja ya se les nota demasiado ¿completan las frases del otro? ¿no será mucho?

– Emoción…eh… calor… ansiedad… – Justo ahora no recuerdo ninguna palabra en coreano para definir lo que quiero explicar. – ¿Necesidad?

– Mmm… ¿quieres decir “calentura”? – Me preguntó YooChun, alzando un poco la vista de la bolsita que ahora ataba a su cadera.

– ¿Ca-calentura? – No creo haber oído esa palabra antes.

– Si, una calentura tiene todo lo que describiste y cuando te da una sientes muchas ganas de tener sexo con cualquier cosa que se mueva. – Si, calentura era una palabra que podría definir lo que intento explicarles.

– Zhun, do de enzenies ezaz padabuas a Otum. (Traducción: Chun, no le enseñes esas palabras a Okum) – Le recriminó JunSu a lo que YooChun sólo comenzó a reír al igual que el resto de los jión. Apenas pude entender lo que quiso decir, ya que aún permanecía con su lengua fuera de su boca. – ¡Do ze dían de mí! (Traducción: ¡No se rían de mí!)


Cuando pararon de reír nos internamos entre las personas que danzaban contentas, y fue inevitable que terminara distanciándome de ellos. Pude divisar a Marot que repartía unos cuencos de greda a los aldeanos y mis jión aceptaron los que él les ofreció, bebiendo el contenido en pocos segundos. Me iba a devolver entre la multitud para evitar que siguieran bebiendo esa cosa, pero Jebo me interceptó a medio camino, cerrándome el paso y alegando que por lo menos debía bailar con él si no lo iba a desvirgar esa noche tampoco. Cuando logré sacármelo de encima – una media hora más tarde y luego de recomendarle que fuese a dormir y no hacerme caso, ya que siguió bailando por ahí –, los jión ya habían comenzado a bailar y cantar, o más bien JunSu cantaba (Una vez que le dejó de hormiguear la lengua) y los otros balbuceaban algunas sílabas del Kenyan.

Iba a ir a reclamarle al jefe que Marot posiblemente estaba drogando a los jión y a los aldeanos, pero lo hice tarde, ya que el jefe parecía estar en el mismo estado de euforia que cada una de las personas que habían probado esa extraña bebida. Volví donde los jión y poco me sorprendió el encontrarlos riendo de forma descontrolada, mientras no paraban de beber lo que fuese que tenían esos cuencos, logré quitarle el suyo a YunHo jión, quien sólo alegaba que eso le pertenecía, y le di una probada. El líquido bajó quemando mi garganta, dejando a su paso un escozor agridulce que molestaba bastante. Definitivamente eso no era el típico jugo de frutas que acostumbrábamos a beber en la ceremonia.

– No jión, no beber más, por favor. – Le pedí a YunHo, quien tenía las mejillas coloreadas de rojo y reía a más no poder. No parecía muy preocupado por su estado ni por el estado del resto de los jión, se veía incluso más preocupado por seguir celebrando.

– Pero si sabe bien, incluso tiene un sabor que me recuerda a algo que bebí hace años. – Sonrió de forma boba. – No pasa nada, te preocupas demasiado. Ven, baila conmigo. – Me tomó del brazo y me arrastró para que bailara con él y el resto de los jión. Empecé bailando con él, luego cambiamos de pareja y de alguna forma me encontré bailando con YooChun y ChangMin a la vez. JaeJoong bailaba con YunHo hyung y se mecían de un lado a otro, peligrando con irse al suelo en cualquier momento. ¿Y JunSu jión?

– Jión, ¿dónde Chunsú estar? – Le pregunté a YooChun, que a mi parecer estaba algo más lúcido, pero posiblemente sólo sea una impresión mía.

– Por allá, bebiendo con el tipo de pelo naranjo. – Sentí como si me hubiesen dado una patada en la cara ¿Chunsú estaba con Marot? ¡Oh, dioses! Logré escabullirme de el baila/tambaleo que estaba haciendo don YooChun y ChangMin y pude llegar hasta donde divisé a el único que veía con la cabeza naranja.

– ¡¿Qué haces?! ¡Suelta a Chunsú jión! – Le recriminé a Marot una vez que me pude acercar a él. Permanecía junto a JunSu jión y lo motivaba a seguir bebiendo esa cosa, mientras lo sujetaba de la cintura y lo acercaba de forma sinuosa a su cuerpo. Mi jión sólo reía y bebía todo lo que Marot le servía, restregándose muy falto de vergüenza contra mi primo. Cuando Marot me vio se apartó un poco de JunSu, quien terminó por ahí bailando con CahngMin, ya que YooChun ahora bailaba con YunHo, en tanto JaeJoong comía algo. – ¡¿Qué le estás dando a los jión?!

– No lo mismo que a ti. – Antes de poder entender lo que me quiso decir con eso bebió algo de una pequeña botella y se lanzó sobre mí. Me besó en la boca con fuerza, obligándome a abrirla al morder con rudeza mis labios. Cuando logré apartarlo de mí un sabor muy desagradable invadía toda mi boca, era mil veces más desagradable que esa bebida que antes había probado, escupí lo que pude y luego lo vi alejarse riendo de forma estridente, yendo nuevamente junto a los jión. ¡Cuanto lo odio! Si incluso me iba a lanzar sobre él para golpearlo, pero me detuve al sentir como toda mi boca se calentaba y ese calor bajaba por mi garganta, mi pecho, todo mi torso… entré en pánico al dejar de sentir las piernas y los brazos, los dedos me hormigueaban y la cabeza me daba vueltas ¡¿Qué me está pasando?! Mi vista se nubla y apenas puedo identificar las siluetas de mis jión que seguían bailando y bebiendo, creo que YunHo y JaeJoong se besaban ¿o eran ChangMin y JaeJoong? Tal vez eran JunSu y YooChun y ya no los reconocía.

– ¿Okum? ¿Qué tienes? – En algún momento Jebo se volvió a acercar a mí cuando me tambaleaba para alcanzar a los jión, y me sostuvo como pudo, teniendo en cuenta sus escuálidos brazos y su poca musculatura le debió costar mucho hacerlo. Sentía como mi cuerpo se escurría entremedio de su abrazo y me dejaba caer al suelo, incapaz de aguantar mi peso.

– Je-Je… bo… – Tenía los ojos abiertos, lo sé, pero ya no veía nada, apenas sentía las manos de Jebo que desesperadas daban manotazos en mis mejillas.

– ¡Okum!


Y no percibí nada más, me desconecté por completo del mundo y para cuando volví a tener conciencia de mí mismo, no había rastro alguno de los jión…

Continuará…




Notas finales del capítulo:

(Corre a esconderse bajo una roca y no sale de ahí nunca más :P)Lo siento, ahora en serio, lamento desde el fondo de mi corazoncito tanta demora, pero este capítulo me trajo más problemas de lo que pensé me daría en un principio. Para empezar tuve que pensar como un personaje que era de relleno y que cobró más peso de que yo tenía planeado, así que tuve que crearle una personalidad y una historia a nuestro pequeño mulato. Segundo, la cultura. Les juro que es horrible crear culturas, nunca lo hagan, hace daño al cerebro. Esto de levar a los ninios a Sudáfrica se supone que no tenía que ser tan complejo, pero a mitad de camino del fic me puse a ver muchos reportajes de África, con la hambruna y los rituales y cosas de africanos, y me di cuenta de que no llevaba nada de eso mencionado en el fic y tuve que ingeniármelas para que tuviera sentido. La ceremonia en si me sacó canas verdes por varias semanas, no encontraba ninguna forma de crearla y cuando por fin pude escribirla (Tras cuatro intentos fallidos) ¡me di cuanta de que me hice problemas pro las puras! Si casi me salió de un puro tirón todo el último tercio del capítulo.No estoy por completo satisfecha con el resultado, pero tenía que subirlo de una vez por todas. Me sentaba todas las tarden pensando “¡Hoy lo termino!” pero me quedaba a mitad de la idea y al releerlo… lo odiaba y lo borraba. Esta es la versión que más me gustó de las cuatro que hice y de seguro me querrán matar por dejarlo así, con ese suspenso tan de “Esta historia continuará” típica de las seriales que dan una vez por semana.Le ruego piedad, en serio que me costo escribir esta vez.



9 Comentarios:

  1. hahaha siii comprendemos...
    bno eso creoo pr lo menos yo comprendoo
    sii es muy dificil creas culturas
    pro te quedo mas que buenaa!!

    yo no tengo tanta imaginacion!!
    animoo esta mas qu genial tu fic!
    y es en serio no soy una barberaa ¬¬
    hahaha

    Junsu corre!!!! alejateee! corre por tu vida mi amor!!! no mires hacia atras!!
    hahaah

    qu?? qu le haran a mi junsu?? qu le haran a su cuerpecito TwT
    no no!! si le pasaa algo me suicido en el
    tecladooo! TwT

    Junsu fighting!! haha
    pr alguna razon me dio risa
    imaginarme al YunJae en el rio y a Okum tapandose los oidos haha
    yo no podria despegar la vista de ellos *¬*

    hahaha ohh! qu pervertida soy...mian!! TwT
    es inevitableee! *¬*

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  2. lo dejaste en intriga... waaa... Junsu Junsu T^T ojala que aunque estuvieran mal los demás lo hayan cuidado...

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  3. Miyu-chan6/20/2009

    Waaaaah!!! D:!!!!! "esta historia continuara"
    asjdhsaj >__>
    A pesar de los problemas que tuviste al escribirlo te quedo excelente xD
    Admiro su imaginacion y redaccion, ya que lograste escribirlo excelentemente... teniendo tanto problema xD

    Me imagino lo dificil que debe ser crear una cultra xD!... esperare ansiosa el proximo capitulo e_e... *convulciones*

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  4. OOOOHHHH!!!
    Gracias por sus comentarios!!
    De verdad que me esforcé por hacer lo mejor posible!
    para mi proximo fic no usaré culturas incçexistente, lo prometo, así no me demoraré tanto de en subir un capo.

    DIDI DE MI CORAZÓN!! preciossa, viste las notas inicales del fic? pues si no las viste el capítulo Okum está recontra dedicado a ti y a tu amabilidad. GRACIAS!!!!!

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  5. moriiiii quiero leer maaaaas
    ojala que no le cueste escribir tanto
    >o<

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  6. Anónimo6/22/2009

    tu fic ez lo mejor! sigele! te ezperamos! zuerte! no importa que tu lo veas feo para mi te esta quedando genial!

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  7. Anónimo6/29/2009

    Hola...waa..me facina el fick...pero no dejes que les pase algo a los dioses waaa...k okum los salve...!!!

    genial...!!

    m voy..!!

    sayonara...!!

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  8. Anónimo5/13/2010

    Me encanta este fic!!! La redacción y la calidad de la historia es asombrosa.... casi siento que leo una libro o algo asi, es tan facil imaginarse todo ^^! Y no te preocupes por demoras, es deber del lector dejar que el autor se inspire para que se explaye satisfactoriamente ^.^

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  9. wowwww debe ser muy difícil escribir d algo q no se conose y se tiene q crear con un ambiente donde las cosas coincidan 0.0 pero t salió Excelente!!!!..... Me encanto todo como lo creaste, tienes una gran imaginación^^

    Ahora solo espero q nada malo le vaya a pasar a mi Junsu Hermoso *^*

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