Del autobús baja Changmin enfadado y limpiándose la boca con el puño de su camisa del colegio. Detrás de él camina su hyung sonriendo cándidamente, feliz, sería la palabra indicada. Definitivamente hace una noche hermosa, la brisa y la temperatura son perfectas, camino a casa y Changmin ahí, justo delante de él sin otro lugar al que ir que no sea a su lado, su hábitat. Se cubre la boca, si vuelve a reírse, el menor le arrancará la cabeza con las manos. Pero iba más allá de lo que cabía en las barreras del hyung, verlo así, caminar y moverse sólo hacen pensar que un niño de cinco años está atrapado en el cuerpo de un adolescente.
“GATA, PERRA SUCIA Y DESGRACIADA, SE CREE QUE POR QUE ESTÁ ABURRIDO YO LE VOY A SERVIR DE CONSOLADOR DE CILICONA, ESTÁ MUY EQUIBOCADO, NO HAY NADA EN ESTE MUNDO QUE ME HAGA CAER POR SU CULPA DE NUEVO”
Pero lo que Changmin no sospechaba, era que su sentencia ya estaba dicha desde antes de que Yochun y su madre viajasen. Al llegar a la maldita esquina el semáforo está en verde, pero le vale y cruza de todos modos ya que no hay un alma en la calle. Desde atrás su hyung corre para alcanzarlo, lo jala del brazo paras encararlo.
_no hagas eso, es peligros…
El ánimo no estaba en retarlo ni nada, pero Changmin le envió una mirada asesina . Se liberó del agarre de su hyung y siguió su camino sin detenerse hasta llegar a casa. Enfrente de la puerta, sin pensar, se palpó los bolsillos del pantalón en busca de la llave sin recordar que esta no es su casa y nadie le ha dado ninguna llave. Ahora extraña no estar en la suya, quiere su llave con el llavero de un Kiba bebé (Wolfs rain). Así, y puteándole mentalmente hasta el último rincón del código genético, Changmin sonríe falsamente para pedirle la llave a su hyung.
_ ¿hyung, podrías darme la llave?
Jaejoong le mira con una expresión de “este se piensa que yo nací ayer”. Changmin es un maldito comprador, sólo se comporta de ese modo cuando quiere algo de él. Jaejoong lo sabe y no piensa someterse a este feto de un modo tan barato; si Changmin lo quiere, será mejor que se esfuerce un poco más.
_no…
Contestó secamente sacando de sus jeans la llave de casa. Y la próxima vez le costará más caro que sólo un beso para poder entrar a esta casa. Jaejoong le curará toda esa inmadurez en estas semanas, aunque para eso tenga que ser rudo.
Como siempre al llegar a casa, cada uno arroja sus útiles en diferentes direcciones, todo sigue igual ya que nadie entra para llevar a cabo la limpieza diaria. Así, es el mismo Jaejoong que luego de ponerse su ropa cómoda de casa empieza a recoger todo el desorden. Mientras tanto, Changmin se encierra en su cuarto, es decir el cuarto que antes era de JAEJOONG pero el cual ya no ocupó desde que empezó a dormir con Yunho en la misma habitación. Claro que eso nadie se molestó en acláraselo al niño.
_mamá… Yochun…. Vuelvan, por favor.
Arrojado en la cama se siente fuera de lugar. Esta después de todo no es su cama, no son sus sabanas ni sus colchitas. Además, aquí no tiene lámpara de noche y no puede leer sus comics antes de dormir. Perezosamente empieza a quitarse la ropa del colegio, está sucia en verdad, tendrá que sacar a lavar todo ahora ya que necesita tenerlo seco para mañana en la mañana. Pedirle a esa perra que se lo lave, sería algo humillante, nada de eso señor, él no es ningún bebecito que no pueda hacer la colada con sus propias manos. Salió de la habitación con su uniforme escolar hecho un bollo en su mano derecha, paso de largo por la cocina y vio a Jaejoong preparando la cena, en la sala la TV estaba encendida, a esta hora su hyung escucha un programa de cocina ya que no puede mirarlo porque él mismo se encuentra cocinando. Changmin no sabe qué sentido tiene hacer eso ¿acaso Jaejoong luego recuerda todo lo que registra su oído? Si puede hacerlo, es un genio. Para él eso sería imposible, su atención es muy dispersa, no recuerda el rostro de alguien si sólo lo ha visto una vez y en clases cualquier cosa lo hace perder el hilo de la lección, y ni hablar si se topa con alguien conocido en la calle, al menos que esa persona lo golpee en la cara, él no la verá.
Ahora, sí. Qué tan difícil puede ser lavar su propio uniforme, pone un poco de jabón, abre el agua, sumerge primero la camisa y deja el pantalón en otro recipiente con agua y jabón ya que si el pantalón destiñe, la camisa absorberá el color negro y se volverá marrón. Particularmente, él en casa nunca hace esto, su mamá siempre lo hace por él, aunque ha visto a Yochun maldecir cada vez que tiene que hacerlo. No es tan malo después de todo, aunque claro, hacerlo todos los días debe ser terrible. Pero los lavarropas automáticos han facilitado esta labor. La modernidad sí que tiene sus beneficios.
_aja… Yochun es un llorón….jajajaja…
La espuma empieza a formarse entre sus manos, se debe al jabón y esto se pone divertido así que agrega un poco más de jabón como quien hace la cosa más interesante. Jaejoong por su parte estaba muy concentrado en lo que hacían sus manos, al tiempo que controlaba la cocción de los alimentos se alejaba otros segundos para observar su programa de cocina. Así iba y volvía entre el plato mediterráneo que preparaba el chef en TV y su modesto plato local coreano. La mujer de la Tv movía esos afilados utensilios de un modo magistral entre sus manos, la textura de los ingredientes y los colores, cautivaban al joven estudiante de cocina irrealizable, por el momento. Exactamente en el segundo en que el programa concluyo, la comida de Changmin estaba lista y dispuesta sobre la mesa. Jaejoong fue a buscar a su huésped a su habitación pero allí no lo encontró, luego dio vueltas por donde había venido pero tampoco lo encontró, pensó que quizás había salido pero eso era imposible a la hora de la cena. El único lugar que quedaba por revisar, era el lavadero. Efectivamente allí lo encontró, pero Jaejoong no comprendía qué demonios estaba haciendo mojado de pies a cabeza y con espuma hasta los codos.
_Changmin ¿qué intentas hacer?
El aludido giro con una enorme sonrisa de diversión en su rostro, se reía dejando a su hyung pasmado. El enojo de su niño se había evaporado por completo.
_estoy lavando ¿no lo ves?
Sí que lo veía. Pedirle que no se acercase en estos momentos, era una crueldad además de un pecado. Jaejoong se acercó. Sus brazos rodearon a Changmin sin tocarlo y tomo de entre las manos del niño la prenda que éste supuestamente estaba lavando, con experiencia comenzó a hacer el enjuagado y el lavado más rápido y más eficientemente que Changmin. El niño se quedo quieto en medio de los brazos del hyung, sólo miraba impresionado las manos del mayor, le recordaban a las de sus mamá, ella también las mueve así al lavar la ropa. Por ese momento y hasta que Jaejoong tendió la camisa a secar, Changmin permaneció con los ojos pegados al mayor, como hipnotizado y al mismo tiempo adormilado por su manera de moverse, tan firme y al mismo tiempo suave. Cada vez que Jaejoong hacía algo, Changmin sentía una caricia sobre sus pupilas, si es que es posible sentir una caricia sobre las pupilas. Se sintió triste mientras su hyung lavaba su pantalón, se sentía además patético por necesitar su ayuda, y sobre todo, por dejarse embelesar tan fácilmente por esa persona. Esto era triste, era tristísimo en verdad. Era peor que el cáncer, que el sida, para esto no había defensa en el mundo. Nadie le enseño como crear esos anticuerpos que precisaba su existencia para no extinguirse a la sombra de algo tan magnífico. Claro está que Jaejoong no es así de magnifico, que todo eso es producto de su subjetividad, ya que de serlo, sería imposible que Jaejoong saliera a la calle. Si el mundo entero viese a su hyung como él lo ve.
Quiere llorar, pero se va a aguantar.
_listo…-dice el mayor feliz de haber terminado la labor.
Changmin ahora tiene más ganas de llorar, su cuerpo se endurece y si Jaejoong le sonríe una sola vez más sus ojos empezaran a desagotarse.
_ahora lávate las manos y vamos a comer-dice sonriendo cálidamente, y hasta ahí Changmin pudo haberse esforzado en aguantarlo, pero cuando esa mano fue a acariciar su mejilla, ya no lo soporto y cerró los ojos con fuerza, como si lo que lo tocase fuera el filo de una navaja.
Jaejoong no lo interpretó como realmente debía interpretarlo, entonces retiró rápidamente su mano pensando que el gesto resultaba desagradable para Changmin. No dijo nada y salió camino a la cocina, tomó su lugar y comenzó a comer sin esperar al menor. Los minutos pasaban y no venía, la comida se enfriaba y justo cuando planeaba ir a buscarlo, el niño entraba arrastrando los pies a la cocina, aún llevaba su ropa mojada.
_estas empapado, ve a cambiarte…
Changmin no lo escuchó y con desgano tomó los palillos entre sus dedos para comenzar a comer con su nivel de energía igualada a menos veinte. El niño parecía arrollado por cinco locomotoras y un shinkanzen sin frenos. Jaejoong no podía comer viéndolo así y ya no sabía qué pensar, quizás ese beso en verdad le dio asco, quizás le molesto que lavará su ropa por él, quizás en verdad le paso algo malo en la escuela hoy, quizás está enfermo, quizás Changmin lo odia con todo su corazón. Hay muchos “quizás” que no morirán a menos que se anime a preguntar.
_Min… ¿qué ocurre?
Fueron sólo sus ojos los que se redireccionaron al pálido rostro del hyung.
_no ocurre nada…
Y esa fue la mentira más grande que pudo articular el día de hoy. Era una mentira de dimensiones tan estratosféricas que se le salía por los ojos. Se cegó por unos segundos y cuando volvió a ver y sentir, Jaejoong estaba a su lado con los ojos llorosos y las manos acunándole el rostro, le estaba preguntando algo pero Changmin no podía escucharlo, el ruido en su cabeza era muy fuerte y no podía hacerlo. Cada vez que la boca de su hyung hablaba ese ruido se volvía más estruendoso. El aturdimiento le hizo cerrar los ojos otra vez. Jaejoong desesperó pensando que todo era odio, que Changmin no soportaba verlo porque todo lo relacionado a él le daba demasiado asco.
El mayor hablaba y hablaba sin parar y sin acertar con ninguna de sus aseveraciones, hasta que los delgados brazos se anclaron a su cintura para callarlo, cubriéndose los ojos en su cuello, era mejor llorarle a su cuerpo que a su cara. Apretó los ojos, necesitaba sentir mejor a su bebé, necesitaba gozar de sus manos en su totalidad. Changmin hipaba y lloraba contra su cuello. Intentaba pensar en Yunho, recurría como último recurso a su casi inexistente conciencia, pero le costaba mucho más que cordura el no dejarse llevar. Las advertencias de Yochun rondaban en su cabeza, tocar a este niño, ir más allá de sólo un beso implicaba perder sus capacidades reproductivas. Era algo tácito ese acuerdo, Yochun sólo cuidaba de su hermano, pero dejárselo en casa todo este tiempo era ponerlo al borde de la locura.
_Changmin…dime ¿qué ocurre?-acaricia su espalda para calmarlo.
_hyung…
La situación era muy incómoda, principalmente para el que se sentía más vulnerable. Jaejoong había visto llorar muchas veces a Changmin, lo curioso es que la mayoría de las veces que lo ha visto llorar fueron por su culpa. Una de las que más recuerda es aquella vez cuando Changmin lo vio de la mano de su novia dos días después de él habérsele declarado, la segunda vez más dramática que la primera, fue cuando Jaejoong tuvo su primer novio, todo esto se dio en el mismo año. Para cuando cumplió los catorce años Changmin ya había sufrido demasiado por amor. Debería vengarse, debería hacerlo, es justo, pero mejor si esa idea nunca se le pasa por la cabeza. Jaejoong no es tan fuerte como el niño, Jaejoong se volverá completamente loco de amor, de rabia y todo al mismo tiempo. Porque hay una gran diferencia entre la gente que acepta su dolor y la que no lo tolera. Changmin es de las primeras, quizás no nació así, pero la vida no le dejo otra opción, Jaejoong no le dio nunca a elegir. Si Min era lo que era, en buena medida se lo debía a su hyung.
_creo que mejor me voy a la cama, me duele mucho la cabeza…-por sus mejillas rodaban sin parar.
_mentira…-no importa cuántas veces las seque, siempre vuelven a salir.
_ya…-detiene las manos de su hyung, no quiere que siga haciendo eso.
_pero…
_ya…
El mayor está pasmado, no puede creer que Changmin le diga que no. ¿Es rencor a caso lo que no lo deja ser consolado por su hyung? Podría ser, pero no. Bastaba mirarlo para saber que ahí no había rencor. Sólo tristeza.
Al comenzar la primavera, el paisaje de la escuela siempre es igual. Las malditas parejitas de enamorados que pululan por todos los pasillos y por todo el patio e incluso el gimnasio (deberían buscarse un motel, tsk) Pero el año pasado, este paisaje había pasado inadvertido por Changmin quien sólo se dedicaba a jugar con Junsu a nada en especifico, sólo correteaban de aquí para allá sin parar, erráticamente y no se detenían hasta agotarse por completo. El circuito de sus persecuciones los llevaba por todos lados, incluso por los pisos superiores donde estaban los chicos más grandes, donde el resto de sus compañeros jamás se aventuraban, salvo las niñas que querían coquetear con los mayores.
_ ¡¡¡¡¡maldito Freeza ven aquí, te destripare y jugare con tu cerebro muajajajajaja!!!!!
Era cierto, eran raros y más aniñados que el resto de los chicos de su edad, pero eso los hacía muy únicos. Al menos ellos se veían así. Mientras la mayoría de sus compañeros ahora se la pasaban babeando por las piernas de alguna chica, ellos seguían babeando por esos comics y animes que les habían cambiado la infancia. En el razonamiento de estos amigos, ver a una chica mayor con una micro falda no era para nada entretenido, todos los seres humanos tenemos piernas, ellos también tienen piernas y si se ponen una micro falda nadie los mirará. En fin, estos niños estaban haciendo que su infancia se extienda al máximo. Ellos no planeaban dejar de jugar hasta que el primer pelo de sus barbas creciera.
_ ¡¡¡¡¡nuncaaaaa, seré yo el que juegue con tus intestinos, mujajajajaja vuelve a tu miserable planeta Goku!!!!!
Yochun no sabía dónde meterse, todos en la escuela sabían que ese niño era su hermano, el ama a su hermano pero Changmin en verdad sabe cómo hacerle pasar vergüenza. En la cafetería eran el hazmerreír, sólo ellos dos no lo notaban, o mejor dicho no les importaba. En la fila todos los alumnos de la escuela esperan para que les sirvan su almuerzo, esos dos siempre hacían la espera bastante divertida, nunca nadie sabín con que juego podían salir la próxima vez.
_jajajaj…-Jaejoong estaba muy divertido.
_no te rías, carajo, tú no.-Yochun se escondía detrás de su amigo mientras esperaban por su almuerzo en la cola.
_ah… pero Yochun, Min es adorable, cómo puedes sentir vergüenza- había cierto sarcasmo en sus palabras en son de burla para su amigo.
_aish, cállate!
Changmin no entendía que su hermano se avergüence de él por eso. Pero su hyung, no. Jaejoong hyung era genial, era diferente a Yochun, Jaejoong no era tímido y tampoco tenía los típicos complejos de todo adolescente. Sí, si, después de Obi wan y Yoda, Jaejoong era su favorito, aunque a veces tenía mucho de Anaquin, pero qué más da.
_espera, espera, Junsu, sostén mi bandeja, en seguida vengo
Salió corriendo a ver a su hyung que lo estaba saludando desde la otra fila, donde se colocan los chicos mayores.
_awww ahí viene, míralo, ¿no es todo lindo en su uniforme?
_pervertido
_awww…-se muerde el labio- qué puedo decir, tú hermano es un ángel.
_si, si, como sea, pero será mejor que se lo digas.
La cara sonriente de Jae se desvaneció, no quería pensar en eso ahora. Changmin había superado bastante bien el rechazo, el niño seguía siendo prácticamente igual. Qué tanto le dolió que Jae le dijera que no, sólo lo saben el mismo MIN y su hermano. Los alcanza agitado y con una enorme sonrisa en su rostro. Definitivamente era un ángel, tan puro…que era malo.
_hyung ¿por qué te escondes ahí atrás?
_es por tu culpa Changmin, deja de jugar con la comida ya no tienes cinco años, por dios, compórtate. Te lo advierto, todos pensaran que tienes problemas.
Pero esas advertencias poco podían importarle cuando tenía ese rostro delante de él sonriéndole de esa manera, cuando era su Jae hyung el que le sostenía la mirada coquetamente robándole el aliento. Su hermano era un agregado, el resto de los seres humanos en ese sitio eran sólo unos agregados.
_ ¿me estas escuchando?
Yochun se dio por vencido al ver la carita de su hermano menor, Jaejoong miraba hacia adelante en la fila del almuerzo pero cuando volvía su rostro hacia Min desplegaba todo el encanto que tenía en el cuerpo para engatuzarlo aún más, si es que eso era posible. Lo tenía comiendo de su mano.
_ah…Min, tienes que cuidar más tu apariencia sino las niñas no te mirarán.-acerca una mano para acomodar el flequillo desordenado del menor. Changmin cierra los ojos y se adormece en ese roce.
Jaejoong le sonríe a Yochun, de verdad su amigo es cruel. Porqué se comporta así si no puede corresponderle. Al menos en ese tiempo, Yochun pensaba que Jaejoong nunca podría corresponder a Changmin, en ese sentido.
_mmm…cielo ¿qué haces aquí?
_aay no…-Yochun maldice por lo bajo y automáticamente pasa a tomar de un brazo a su hermanito alejándolo de Jaejoong.
_ah…-a Jae las mejillas se le tornan rojas y retira rápidamente sus manos de Min.
Yochun quería salir corriendo con Changmin, pero el tipo ese fue más rápido.
_ ¿no me presentas a tu amiguito?
Jaejoong ahora lucía más bien preocupado, su novio había envuelto sus brazos alrededor de su cintura de modo posesivo mientras Changmin estaba mirándolo todo. Presenciando, no sólo su propio desmoronamiento sino también su primera GRAN desilusión, mucho más grande a la de ser rechazado. Nada se comparaba a esto, nada se comparaba a la negra inmensidad que empezaba a formarse alrededor suyo. Entonces, si, ahora en ese sitio no había nadie más que JAEJOONG Y ese tipo, sólo ellos dos, ni siquiera Changmin podía verse a sí mismo en esa oscuridad.
La verdad es que Changmin jamás olvida nada, y a pesar del tiempo y de ahora estar rodeado por los brazos que más deseaba que lo abrazaran en el mundo, la tristeza no se va y no se irá a menos que en esta estúpida guerra sólo quede uno. Se ha tranquilizado y el llanto ha cesado, una extraña sensación de pesadez le invade el cuerpo y se deja estar ahí, sin más. Pensado ya en nada porque su cuerpo estaba aquí pero su cabeza estaba fundida y su corazón anestesiado. Los controles superiores no mandaban ningún impulso eléctrico a las extremidades, la visión estaba nublada, sólo la respiración mecánica, lo más mecánica que se pueda, sin suspiros, sin jadeos, sin pausas y sin ritmo. Una nada.
_ ¿Changmin?
Los ojos del mayor se abren como platos, tanto que su carita se vuelve puro ojos. Toma entre sus palmas el delgado rostro del menor, la mirada estaba pérdida, los labios entreabiertos y a penas uno podía decir que respiraba. Las manos del hyung se deslizaron por la piel, la temperatura era la correcta, volvió a chequear los ojos, nublados, seguían nublados.
_ ¡Changmin!
Intentó llamar su atención, pero sólo fue en vano. Por más que lo llamase y por más que lo jaloneará, Changmin no respondía y tampoco dejaba ver nada de lo que tenía adentro. No estaba empacado, Jaejoong conoce muy bien cómo luce cuando lo está, no, Changmin estaba “descompuesto”.
_¡¡Min, vamos te digo!!
De repente era su hermano jalándolo para que dejaran el lugar. Todo daba vueltas a su alrededor, la derecha estaba en la izquierda y la izquierda en la derecha, arriba ya era abajo y del resto ya no se acuerda. No era literatura, era su mundo a cinco milímetros del averno.
Yochun empujaba las personas, se abría paso sin importarle nada más que salvar a su hermano. Changmin no lucía nada bien, una vez que dejaron la cafetería tomándolo por los hombros hizo que lo mirará al rostro.
_Changmin, no te vayas, soy Yochun, estoy aquí
Su hermano lo sujetaba de las orejas, acariciaba sus tímpanos en movimientos circulares, como cuando Changmin era un bebé y no podía dormir, era curioso verlo conciliar el sueño sólo si le acariciaban las orejas. Ahora es lo mismo, ahora eso también debe quitarle el susto.
_Min, no tengas miedo, estoy aquí contigo…
Los alumnos que pasaban por el pasillo los miraban sin entender. Changmin no reaccionaba, pero su hermano no desistió, este era el único modo de hacerle bajar cable a tierra.
_vamos, niño, no me hagas esto, mamá me matará…
Los intentos parecían no funcionar, hasta que por fin Changmin pudo levantar los ojos y encarar a su hermano.
_hyung…tengo algo que confesarte…
Changmin en ese minuto envejeció unos cinco años y lucía como un hombre joven y no ya como lo que era, una criatura. Claro que su hermano lo entendía, no era necesario confesar nada a nadie, eran hermanos y la sangre hablaba aquí por ellos. Yochun conoce los ojos de Changmin de memoria, conoce sus tonalidades y que tanto pueden cerrarse sin dejar de ver, el largo de sus pestañas e incluso el color que empiezan a tener cuando algo fatal esta por atropellar el corazón de su hermano. Por eso, antes que este tren de amor, desprecio y rencor, le corte las arterias del pecho, Yochun debe atajarlo, estrujarlo contra su corazón, hacer que la sangre en el cuerpo de Changmin vuelva a acompasarse a la suya, que sienta el imán filial, que se calme y vuelva a encauzarse por donde vino para que así llegue a donde tiene que llegar.
_ya pasó pequeño, ya pasó…
Hasta hoy, Changmin siempre ha sido atajable para Yochun; en estos momentos no hay más que verdad pero ya no la quiere porque ya no le sirve.
_Estoy bien, hyung…
Despacio, para que nada se mueva de su lugar, Changmin se pone de pie, las manos de Jaejoong caen atónitas a los costados, no lo puede creer. Al pasar, por su lado CHangmin desprende el olor del jabón que emplea para lavar la ropa. Jaejoong planea detenerlo, sí, eso está pensando. Los minutos pasaron y sólo después notó que no había nadie junto a él en la cocina, de los cuencos la comida ya no desprendía vapor porque todo estaba frío. Dio varias vueltas, de la cocina al sofá, de la televisión a su laptop y de ahí a la puerta de Changmin. Tomar tanto valor para ahora quedarse parado, con el puño cerrado, gravitando sin poder llamar a quien su boca no puede nombrar, a quien no ha podido darle el nombre que merece en todos estos años. La única persona que él no se merece. Después de pensarlo y re pensarlo, la cobardía le estaba ganando al valor, Jaejoong empezaba a amainar su intento de socorro, porque si aquí había alguien desesperado, ese no era otro que el mismo.
_mi vida…
¿Qué lamentabas? ¿Lamentabas que tu vida fuese así? O… ¿estabas llamando a alguien? Como sea, cumples 23 y nadie va a venir a decirte: hey, despierta, ya creciste. Entonces violentamente recordaste, abriste tus ojos llenos de furia. En todos estos años te la has pasado escapando, corriendo a pulmón desagotado lejos de Changmin. Es que da pavor, ese niño con su lengua sólo da pavor. Y el pulso te tembló, tu cuerpo te lo estaba advirtiendo, esto estaba fuera de tu liga ¡vete a tu lugar!; pero no escuchaste, mandaste tu propio raciocinio a callar y a tu corazón le metiste una patada hasta mandarlo a parar detrás de tus costillas. Tocarías porque esto era más que un querer o no querer, esto pasó así porque tenía que pasar, Changmin era como tenía que ser y tú eras la mierda que tenías que ser, no había opción. No hay coincidencias, sabes bien que los seres humanos somos el resultado de una multitud de factores, sabes que tú no eres el culpable exclusivo del Changmin petrificado que viste en la cocina, no eres así de importante, no te creas tanto. La imagen se te dibujo a chorros en la mente, y no lograbas disiparlo de su lugar, se volvía como un hijo malcriado hacia ti y te reclamaba todo este tiempo que lo habías olvidado, tenía odio en los ojos.
_ ¿….hyung…?
Dos parpadeos y al frente era Changmin mirándolo extrañado y con sus manos intentado alcanzar sus mejillas, no supo que estaba llorando sino hasta que el calor de esas palmas le acunaron el rostro. Jaejoong se entregó y se sintió de repente como un recién nacido que experimenta por primera vez lo que es tener una piel. Sabe que existe sólo porque la criatura lo está acariciando.
_hyung…-lo llama- ¿qué paso?
Era inútil, Jaejoong licuaba sus emociones de un modo extraño. A penas chilla un poco, el enojo se evapora del cuerpo de Min y unas ganas estúpidas y suicidas le llenan por entero. Quiere correr y escalara el Kilimanjaro y luego volver a Seúl trayéndole algo maravilloso para su hyung, un tesoro y decirle que esto no era nada que si él quería podía esta vez ir más alto y hacerlo ver cosas que no alcanza a imaginar.
Pero la verdad era que Changmin no entendía bien porque su hyung estaba llorando, entonces todo eso de darle la vida y la muerte, parecía pequeño y tonto. No era lo que Jajeoong necesitaba, Changmin sabía lo que necesitaba su hyung, a Yunho. Pudo tragarse su dolor una vez más, después de todo ya no era casi ni dolor, cuando éste se vuelve rutinario llega la peor parte, que es no sentirte ni dulce ni amargo. Son cosas que pasan, te dices.
_Jaejoong…-sostiene su mano, quizás esta vez necesite que lo guíen-ven…
El que iba siendo arrastrado esta vez era otro, no sólo Changmin se sentía pequeño en estos momentos, el hyung estaba desinflado y con la conciencia de un niño de cinco años. Les quedaba grande a ambos, intentaban vestirse de adulto cuando todavía no aprendían a jugar bien a los quemados. El tono serio y marcial de la situación sólo estaba en la mente de Jaejoong, quien esperaba a que Changmin lo insultara o le dijera una gran verdad filosófica sobre la vida, tal como solía hacer de niño. Esta vez no, nada de eso pasaría.
Changmin hizo sentar en el sofá a su hyung que lo miraba moverse sólo como Changmin sabe hacerlo. Por un lado arreglaba el equipo de video y audio, encendió la televisión y se dirigió a los estantes donde sabe que puede encontrar lo que busca.
_ ¿cuál fue la última película que viste, hyung?
De espaldas parece un chico mayor, tiene los hombros definidos y una cintura delgada delata que aún no termina de crecer, aunque quizás esa parte de su cuerpo nunca crezca.
_ La mirada invisible…
_ ¿y eso?-se volvió un poco sin darse la vuelta- nunca escuche de esa película.
_no… no estuvo en los cines…
_mmm…
Probablemente diría que la había visto con Yunho, así que el niño no quiso indagar demasiado en la cuestión; en realidad, en ninguna que implique saber de otro sujeto que no sea su hyung. Había sido un día de lo más anormal, a esta hora sólo quería relajarse sin estarse preguntando nada más complicado. De por si la vida de sencilla no tiene nada y nosotros tampoco la hacemos más fácil.
_ ¿Changmin está?
Deja la taza de café sobre el cinc de la cocina. La mirada que recibe de Yochun hiela la sangre.
_perdón-dice y baja la mirada.
Yochun detesta que después de hacer lo que hizo pregunte por su hermanito. Esa conducta en Jaejoong parece estar volviéndose una costumbre que nada tiene que ver con Changmin.
_está arriba, durmiendo…-Yochun toma asiento a su lado.
Hay silencio por unos momentos y Jaejoong luce nervioso. No debe Yochun preguntar nada, su aspecto lo delata todo. Esta vez desconoce qué criatura accedió a acompañarlo hasta los baños, pero eso no importa, Jaejoong nunca repite, no cuando es un niño que guarde algún tipo de parecido con su Changmin.
_ ¿cuándo vas a parar?
_no lo sé…
_ ¿qué hay de ese tipo que te anda rondando?
_ ¿Yunho?
_si, él ¿Por qué no sales con él?
Jaejoong le sonríe agotado. La verdad no era que no le gustase Yunho, pero no podía salir con él mientras su vida siga siendo el desastre que es.
_ ¿puedo subir?
Yochun lo mira un poco entristecido por el cuadro.
_sube… pero no hagas ruido. Se pondrá como una fiera sino.
Jaejoong se pone de pie. La noche ha sido movida, cuando salió en la mañana de su casa no esperaba terminar metido en un baño de dos por dos con una criatura que generosamente le abría sus piernas para ser tomado en nombre de otro. Entonces con la camisa aún húmeda por el sudor y mal abrochada, el hyung gira con cuidado el picaporte de la puerta, respira contra la madera, apoya la palma izquierda de su mano sobre la superficie y entra.
La habitación estaba obscura, al principio no se sentía nada, pero luego, ahí estaba. Changmin respiraba y el sólo sonido invadió todo. Jaejoong se acercó a la ventana, corrió la cortina para no tener que prender la luz. Dio media vuelta y a sus espaldas pudo encontrar nuevamente lo que buscaba. Se sentó, Changmin no sintió el nuevo peso que se incorporaba en su cama. Entonces se quedo ahí y no hizo nada más, ya había hecho demasiado por hoy.
Changmin se acerca con una película en las manos, se la muestra a su hyung y ahora está explicándole de que se trata. Jaejoong sonríe porque no puede escuchar nada. Sólo le observa y sonríe otra vez, lleva sus dedos a la nuca del niño, este se calla, se sonroja, mira a un costado y a medida que su hyung lo atrae hacia sí, Changmin puede predecir lo que vendrá. Estando frente a frente, con la punta de la nariz tocándole, Jaejoong no volvió a pensar.
_me gustas, Changmin, me gustas muchísimo.
Los ojos cafés que tenía en frente se dilataron pero en sus mejillas no había rubor. Tenía que ser una broma, pero lo que sí no era broma era el beso que de repente le estaba dando su hyung. A Changmin le tomó menos de tres minutos entregarse y rendirse. No estaba seguro de lo que pasaría luego, no sabía qué pasaría con Yunho ni con nadie. Pero…pero…esos recuerdos se agolpan en su mente justo ahora, cuando Jaejoong lo está tomando como hombre y no ya ¿como un niño? Changmin pensaba que su cabeza era una pésima ama, no era justo que recordará cosas terribles cuando ahora su hyung lo recostaba principescamente sobre el sofá colocándose sobre él como un sueño de belleza, tratándolo con tanta suavidad que lo hacía temblar.
_hyung…-exhaló.
Era diferente, y era genial. Esto no se parece en nada a los arrebatos que tuvo antes. Jaejoong lo estaba acariciando en verdad, estaba siendo suave ¿se dará cuenta de que lo está siendo? Changmin lo duda, su hyung no puede ser así de cruel.
_hyung….
Las manos de Jaejoong llegaron a su cintura y Changmin no pudo evitar cerrar los ojos y encorvarse ante el tacto. Su hyung lo miro sin entender, parpadeó unos momentos, se detuvo en el rostro del menor para averiguar qué le ocurría y no tardo tanto tiempo en notarlo. Pero para asegurarse, decidió ser un poco malvado y llevo sus manos debajo de la camiseta del chico. Changmin abrió sus ojos de par en par y exhalo con fuerza.
_no…
_tranquilo…
El mayor se cernía sobre él como una ceda. Changmin a estas alturas se sabía perdido. No dejaba su boca en ningún momento. Todo su cuerpo chocaba con el de u hyung, sus piernas se enredaban y sus respiraciones se acompasaban a medida que el mayor tomaba el ritmo que Changmin podía seguir. Jaejoong siempre terminaba siendo su guía en todo, manejaba su cuerpo como si lo conociera, lo tocaba y sabía cuál era su punto exacto, el ritmo y la presión de sus manos eran las justas. Pero a medida que Jaejoong tomaba más y más de él, ese pensamiento se tornaba difícil de reprimir.
Jaejoong había hecho esto muchas veces, era obvio. Se nota por cómo baja sus manos por su cintura, por cómo sabe la intensidad justa con la que debe abrir y cerrar su boca en la de Changmin. Era dulce porque sabía que debía ser dulce con alguien como él. Jaejoong sabía todas estas cosas porque ya las había hecho con un montón de personas antes. Y mientras su hyung seguía jugando el papel de príncipe y trataba a su Min como a una princesa, los pensamientos del niño llevaban a éste muy lejos de sus manos. Jaejoong lo notó y fue un poco más allá para traerlo de vuelta aquí. Entonces abandonó sus labios y bajo su lengua al cuello del menor, todavía olía a jabón de ropa, olía a propiedad suya y el placer lo invadió.
_hyung…
Él no lo escuchaba, seguía besando aquí y allá, yendo y viniendo sin remordimientos ni miramientos. Acomodaba el cuerpo de Min a su gusto. Jaejoong no estaba pensando en Yunho, Jaejoong no estaba pensando en nada. Era el colmo de su fantasía, mejor que en esos baños era tenerlo acostado en el sofá de su casa. Tan buen niño, tan obediente, tan suyo y único.
Sí, tuviste varios antes que él. Fueron ellos quienes te enseñaron a besar así, a tocar así. Lo valía ya que tu amado Changmin era el que gozaba del resultado de tu arduo entrenamiento. Pensabas que lo tenías, estabas excitado y podrías jurar por dios que Changmin también ha de estar muriendo por ti.
Te alejaste, le miraste y sólo quisiste meterte en un hoyo.
_ ¿q…qué ocurre?
Le preguntaste con tus labios rojos e hinchados, húmedos. Él no te miraba, algo en el vacío parecía más importante que tú. ¡Esto era el colmo! Yunho jamás te había hecho algo así, él te idolatraba y sabías que Changmin mucho más que idolatrarte, te amaba. Sabías que no podía rechazarte, Changmin sólo está fingiendo su indiferencia.
_hyung…-observaste sus labios, estaban rojos por tu culpa, tu saliva brillaba sobre la piel morena- ¿qué haces?
Enarca una ceja y toma con un poco de brusquedad el rostro del menor para que lo mirase.
_lo que tú deseas.
La seguridad desbordaba en él, hasta que Changmin se incorporó, le miró de un modo extraño de arriba abajo. ¿Qué tramaba?
_así que… te gusto, eh.-se relamió los labios mentalmente.
Jaejoong desvió su mirada y río irónicamente. Eran el colmo las ínfulas de las que se había llenado el mocoso.
_ Sí, eso fue lo que dije.
_mmmm…
Changmin se detuvo en la alfombra, pero continuó pensando muy comprometido todo lo que pasaba. Este era su momento, este era su turno. El pantalón de Jaejoong no podía esconder la excitación de quien lo miraba expectante, sólo esperando a que Changmin sea suyo, se le entregue y adore sobre todas las cosas, que acepte todo de él y que sea su puddle sediento de amor, de un amor que le fue negado por tantos años. Sin embargo, existe una balanza que intenta equipararse: por un lado estaba lo ocurrido en todos estos años, y por el otro, la reacción del mayor justo ahora.
Para Min, la única verdad, es aquel Jaejoong que sonreía cálidamente entre los brazos de su novio. Aquel que sólo le miraba con ternura esperando que todo lo que hacía no fuera importante para Min, que no doliera como, de hecho, dolió. Ahora, está en frente, agitado y hermoso como siempre, no puede ocultar el deseo que siente, le mira como si fuese un pedazo de carne, como si fuese su último vaso de agua en el desierto. Si te movías sólo un poco, Jaejoong se iría sobre ti y lo tendrías para ti toda la noche, quizás toda la semana.
_ ¿q…qué pasa?-dice tenso, al borde de su paciencia.
_nada…
Se avergüenza, a diferencia de él, Changmin está fresco como si nada, salvo por el desastre que es su ropa y su cabello. El celular llamaba, pero Jaejoong no se movía, permanecía con los ojos clavados en el menor, intentado descifrar que tramaba. Afortunadamente su excitación estaba cediendo. Suspiró y se calló, definitivamente esta vez no encontraría nada inteligente para decir a Min. En vistas de que el silencio se haría más incómodo, Jaejoong se puso de pie y alcanzó su celular, era un mensaje, lo leyó, miró a Changmin de soslayo pero no dijo nada hasta después de pasados unos minutos.
_creo que será mejor ir a la cama. Es tarde y mañ…
Cuando el menor empezó a caminar hacia él, su discurso se cortó. Changmin lo examinaba con la mirada, no lograba entenderlo. No lograba entender cómo es que podía cambiar de actitud y de tema tan fácilmente.
_no…no te entiendo, Jaejoong.
Él mismo no se entendía, desvió la mirada pero intentó focalizarse de nuevo lo más rápido que pudo. Después de todo, es Changmin, no hay motivos para reaccionar como si fuese un completo desconocido. El cuerpo del niño estaba muy cerca, quizás a diez centímetros del suyo. Esa cintura esbelta que goza de ser estrujada parecía llamarlo desde debajo de esa ropa. Ante su propio pensamiento sonríe. Changmin no parece muy divertido y frunce el seño, lleva las manos a su cintura esperando por una respuesta. Jaejoong sólo lo adora más y no puede disimularlo, ya no.
_no tienes que entender nada. Esta vez, te estoy diciendo que tienes una ventaja sobre mí, Changmin. Depende de ti el cómo usarla. Depende de ti…-acerca su rostro para que su niño no pierda de vista ni un momento su mirada- qué quieras hacer conmigo.
De algún modo, esto no era para sorprenderse. Jaejoong era el de antes, estas propuestas son típicas de él.
_ ¿haces todo esto porque quieres dormir conmigo?
Jaejoong sonríe y lleva sus manos a la cintura del menor, Changmin se tuerce un poquito ante el contacto de las anchas palmas sobre sus costillas bajas.
_ ¿quieres tú dormir conmigo?
A pesar de que Jaejoong fingía inocencia, el menor nada de eso creyó.
_si…
_ ¡¿eh?!-se alejo y no lo pudo creer, no se suponía que el menor contestase eso, debería haberle gritado que no. Aunque esta respuesta tampoco estaba mal.
_claro que quiero dormir contigo…-Min se acerco y quedo pegado a él- cuando…-respira y besa dulcemente los labios de su hyung, justo como acababa de aprender- cuando…-su hyung estaba hecho un cubito de miel después de semejante beso- cuando Kim Jaejoong hyung vuelva a ser virgen.
_ ¡¡¡¡¡¡ ¿QUÉ MIERDAAAAAAAAAAAA?!!!!!!!!!
Continuará…
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_ ¡¡¡¡¡¡ ¿QUÉ MIERDAAAAAAAAAAAA?!!!!!!!!!
ResponderEliminarESO DIGO YO...LO TIENES AHÍ MIN QUE ESPERAS.
POR SIENTO ESE MI VIDA ME QUITO LA RESPIRACIÓN LITERALMENTE HABLANDO.
woooow¡¡¡ genial ya quiero saber que va a pasar tal vez ahora le toca a changmin jugar???? aaa¡¡¡ vamos changmin tu puedes.
ResponderEliminaresperaba con ansias actu de este fic >.< waaaa porque le dejas ahi? estuvo genial el cap, espero que no tardes mucho en actualizar porque muero por leer la contii
ResponderEliminarPor favor, no tardes en actualizar!! sería una crueldad ó0ò sería... sería... insoportablemente cruel
ResponderEliminar>0<
Amo tu fanfic *¬*
waaaaaaa jaja que genial ahora chagnmin se la esta volteando adoro a ese niño n.n conti plis
ResponderEliminarA+
ResponderEliminarwow!!!! me encanto el cap al fin le toca jugar a changmin ya nbo pudo esperar pliss continualo no seas cruel Y_Y
ResponderEliminarJajajaja!!!! ^ o ^
ResponderEliminarMin eres un genio kekeke : ), perdon se supone que no deberia estar leyendo y deberia estar en silencio pero leer lo ultimo me hizo reir que hasta mi madre me acaba de regañar pero la espera valio la pena a mi la mera verdd me encanta este fico y mas por que planteas a Min que esta casi casi babeando por Jae pero wow en el ultimo para que saliera asi digo si fuera Jae tambien gritaria lo mismo kekekeke : ), estubo genial ^ o ^ conti. conti ......
jajajajajajaja Min niño del demonio... en qué piensas? jajajajaa está bien es una buena venganza, pero luego no andes lloriqueando por todos lados, porque todo lo que ha hecho Jae es para alejarte y no aprovecharse de ti... quién te dice que él no sufrió por eso... claro que también lo disfrutó..pero bueno...
ResponderEliminarNiño aprovecha ahora, no tienes otra oportunidad.. aprovéchala!
waaaa estube esperando tanto este fic quevalio la pena y la parte final me dejo sin palabras eres la mejor aaaaah eswtoy tan emocionada porfa please conti
ResponderEliminarwoooo dios mio este fic esta buenísimoel final de cap me dejo O.O jamas me imagine que changminie iba a decir algo asi eres super me encato conti plissss la esperare
ResponderEliminarJAJAJAJA AHORA ES EL TURNO DE MIN!!!! TANTO Q LO HIZO SUFRIR JAE Y POCO DE VENGAZA NO CAERIA MAL JAJAJAJAJAJA VAMOS MINNIE!!!
ResponderEliminarPLEASE!!! EL SIEGUENTE CAP SI?? :3
Sigo esperando por la continuación de este precioso fic.. u///ú
ResponderEliminar¿Min se vengara?.. Aigo~ realmente, podrían dejar de ser tan inmaduros ambos, y amarse de una vez por todas u//ú Dios! eh sufrido como una loca con este fic, realmente siento ganas de golpearlos XD asdfhf
ResponderEliminarPor favooor!~ Continualo!~~