L'instant X ~eXtraño~

Titulo: L'instant X ~eXtraño~
Autor: Jesús de Hamasaki
Pareja: MinJae
Género: Lemon, Humor crudo, Drama
Extensión: One-shot
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A petición de las chicas que me pedían una segunda parte pues aquí la tienen, jeje.
Es la continuación directa de “L'instant X ~eXcesos~”. Traté de que tuviera más o menos lo mismo que la anterior.
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Changmin seguía sonriendo.

-¿A esto se referías con “misterio”?- Le pregunté. -¿Ya me habías visto?-
-Llegamos ayer por la tarde, te vi saliendo de tu casa- Contestó. -Tal vez tú no nos viste porque estabas ocupado preparándote para salir a...-
-¡Cállate!- Le dije fuerte, más nunca gritando. -Mi mamá no sabe donde anduve-
-Vaya, jajajaja. ¿Tú mamá no sabe que su “buen muchacho” sale nada más a ver con quien se acuesta?-
-Idiota, eso no me hace gracia. Además lo que haga o deje de hacer es mi problema-
-Jeje, no llevamos ni una hora de conocernos cuando ya empezaste a ser un mal vecino-
-Pues eso es una ventaja, haber si con eso tienes para que te alejes de mí-

Me di la vuelta para regresar arriba a mi habitación. El muy maldito me detuvo jalándome del brazo y poniéndome contra la pared. Se acercó pegándose totalmente a mi cuerpo.

-Me temo que eso no va a ser posible- Deslizó su mano por mi estomago hasta meterla por debajo de mi pantalón. Mordía el lóbulo de mi oreja.
-Deja de hacerlo o te romperé la cara- Le amenacé.
-Mmm... me gustan los adolescentes rebeldes como tú, mi querido Joongie- Seguía tocándome. -Lástima que este no sea el momento para hacértelo- Se despegó bruscamente de mí.

Le miré con enojo, sudaba, pero en serio cómo no sudar si había logrado ponerme caliente en segundos. Maldita sea.
Corrí a mi habitación y me encerré en ella. El ardor de mi entrepierna no dejaba moverme bien, caí al suelo. “Maldito Changmin. Maldito seas”. Me volví a incorporar como pude y me dirigí al baño, me quité la ropa y abrí la regadera dejando caer agua helada sobre mí.

-No está funcionando- Renegué. Las ganas de tocarme estaban más fuertes que nunca.

No pude más, me fui resbalando por los azulejos hasta caer sentado en el piso. Lentamente acerqué mis manos hasta mi pene que rogaba por atención. Empecé a tocarlo y a masajearlo, toqué la punta y se desató toda mi adrenalina. Las imágenes en la que pensaba, todas ellas, eran de Changmin. La noche anterior con él, recordarlo desnudo, todo eso me hacía todo más fácil.

Después de un rato sentí que me venía, me acomodé más hacía al suelo y derramé mi semen en mi propio pecho. Respiré agitado, hacer esto me dejaba sin fuerzas por unos momentos.
Me puse de pie, cerré la llave de la regadera. Suspiré, tomé una toalla y me la puse alrededor de la cintura.

Me dirigí de nuevo a mi habitación y comencé a vestirme. El hambre ya me empezaba a molestar pero tenía miedo de bajar y ver todavía a Changmin ahí, con su sonrisa de idiota... Con su linda sonrisa de idiota.

Tomé valor y bajé, para mi alivio ya se habían ido.
-Jae, la comida está lista- Dijo mi mamá.
Me senté en una de las sillas y ella hizo lo mismo.
-Pensé que se quedarían a comer- Dije.
-De hecho les dije que podían quedarse, pero dijeron que tenían todavía que arreglar su casa-
-Mmm...- Me odié por contradecirme, primero quería que se fuera pero ahora me hubiera gustado que se hubiera quedado a comer.

Acabando de comer llevé los trastes al fregador y mientras mi madre veía la televisión en la sala yo lavaba los trastes.
Mi vista se mantenía en cada traste que fregaba, y así la debí de mantener y no voltear por ninguna circunstancia hacía el patio, pero lo hice.
El maldito pervertido de Changmin se asomaba por la cerca que separa su casa de la mía. De la impresión se me cayó un vaso asiendo estruendo.

-¡¿Jae?! ¡¿Qué paso?!- Gritó mi mamá.
-¡Nada! ¡Tiré un vaso! ¡Nada grave!-
Salí al patio a enfrentarme a este maldito acosador.
-¿Ahora me espías?-
-Mmm... no, digamos que sólo te estoy cuidando-
-Maldito enfermo- Susurré.
-Ya empezamos de nuevo con las descortesías- Sonrió burlón.
-¿Qué quieres? ¿Por qué no me dejas en paz?-
-Esta bien- Dijo como si nada. -Te dejaré en paz- Y desapareció de mi vista.
No creía que hubiera sido tan fácil, pero después de unos momentos de no volver a aparecer me giré y me dirigí adentro. Pero siento como me sujetan de los hombros y me hacen girar.
-Lo siento, lo intenté pero no puedo hacerlo, es imposible- Dijo y me besó.
Y estaría mintiendo si les dijera que no me dejé.
-Mi querido Joongie- Dijo. -No sabes las ganas que tengo de que vuelvas a ser mío- Bajó sus manos de mi espalda a mi trasero, apretándolo.

Lo alejé de mí como pude.

-Estás loco- Dije. -Mi mamá nos puede ver-
-¿A si? ¿Y que crees que haga la señora Kim? ¿Moler a su yerno a escobazos?-
-No- Contesté con tono burlón. -Tal vez llame a la policía y diga que un pederasta está acosando sexualmente a su hijo MENOR DE EDAD- Hice énfasis en las últimas palabras.
-Jajaja- Me soltó bruscamente. -Eres muy simpático-
-Vete antes de que te vea-
-¡Jae!- Escuché a mi mamá llamarme de nuevo. -¡Voy a salir! ¡Por favor avísame si también vas a salir!- Escuché el ruido de la puerta cerrarse.
“Oh no” Pensé.
-Guau- Expresó Changmin. -Creo que esto es una oportunidad, la cual no voy a desperdiciar-
Abrí de más los ojos e intenté correr al interior de la casa pero Changmin me siguió atrapándome de nuevo contra una pared.
-¡Déjame! ¡¿No sabes que no me acuesto con el mismo tipo dos veces?!-
-Que lástima, creo que ya vas a romper esa costumbre- Dijo. -Además ¿por qué hablas así?. Hablas como una puta-

“¡Hijo de...! ¡¡Me llamó Puta!”

Dejé de moverme, me volteé y le empuje con furia. Él comprendió que esto iba en serio pero no dijo nada, se quedó serio. Bajé la cabeza.

-¿En serio crees eso?-
-¿Qué cosa?- Me preguntó confundido.
-¿En serio crees que soy... una puta?-
-...- Se me quedó viendo fijamente. -Solo dije que hablaste como una. No dije que lo eras, ni siquiera eres mujer-
-¿Y tú?- Le dije. -¿Piensas que lo soy?-
Suspiró y se acercó a mí.
-No. Aunque no se por qué te acuestas con el primero que te lo proponga-
Empecé a llorar. Eso que dijo era verdad. De pronto sentí sus cálidos brazos alrededor de mis hombros.
-No llores, Joongie. Perdón si dije algo que no te agradó-

Negué con la cabeza y le miré a los ojos. Una sensación extraña me recorrió todo el cuerpo y por impulso le besé, me pegué más a él. El correspondió mi acto.
No me di cuenta cuando todo eso dejó de ser afectuoso y pasó a ser otra cosa...
Después de un rato de estar jugando con nuestras bocas, bajé lentamente hasta la altura de su entrepierna la cual empecé a estimular. Desabroché su cinturón y el botón de su pantalón bajándolo lentamente y dejando libre su ya notable erección.

Lo masturbé lentamente antes de metérmela a la boca. Le gustaba eso, pude notarlo por el sudor en su frente, sus ojos cerrados y sus ahogados gemidos.
Me tomó con suma delicadeza de mi cabello e hizo ponerme pie, me volvió a besar y empezó quitar mi ropa, no como anoche, esta vez fue sin prisas y sin que yo lo guiara a hacerlo.

Y de nuevo empiezo a sentir ese extraño sentimiento en el cual me siento feliz... y querido.
Me dirigió hasta la sala donde nos dejamos caer sobre uno de los sillones, allí terminó de despojarme de mi ropa, que hasta ese momento la sentía estorbosa. Con sus manos empezó a recorrer mis piernas, mi pecho, mis brazos.

Comenzó a jugar con mi cuello y mis orejas, haciendo que me excitara más. Sus manos bajaron hasta mi entrada y con sus dedos la rosaba. Era una deliciosa sensación. Levanté un poco mis piernas dejándome a merced de él. Sentí como se acomodaba entre ellas, ahora una de sus manos subió hasta mi miembro empezando a masajearlo para luego empezar a masturbarme. Sentía mi rostro muy caliente, por lo que deduje que debería estar rojizo.

-¿Preparado?- Escuché.

Sabía a lo que se refería y solo asentí.
Sentí la punta de su erección haciendo presión para entrar en mí hasta que lo logró. Un poco de dolor me atravesó la espalda pero desapareció casi al instante. Las embestidas empezaron lentas pero luego tomaron ritmo. A decir verdad, me sentía como si de mi primera vez se tratara... Pero no la era, mi primera vez había sucedido hace dos años y no había sido nada agradable.

El primero en venirse fui yo, derramando parte de mi semen en el abdomen de Changmin y lo demás sobre mí. Al poco tiempo él se vino dentro de mí, salió con delicadeza, estaba exhausto por la forma en como respiraba. Todo terminó como la noche anterior, primero me besó tiernamente y luego se desplomó sobre mí, con la diferencia de que esta vez lo vería irse, aunque no quería que eso pasara.
Después de algunos momentos de estar así se levantó y empezó a vestirse. Yo hice lo mismo.

-Changmin...- Le dije. -¿Esto es de verdad?-
-¿A que te refieres?-
-A que esta vez fue diferente de ayer. Nunca había sentido esto con ningún otro hombre- Me interrumpí yo mismo y suspiré, me atreví a preguntarle. -¿Me amas?-
Él me miró serio. Se hizo el cabello para atrás y se sentó junto a mí.
-Joongie- Habló y empezó acariciar mi nuca. -Esto acaba de empezar. Así que es muy pronto para decir “Si” o “No”. Nuestras edades son uno de los problemas, te llevo 12 años-

“28 años...” Pensé desanimado pues sabía que era verdad. Ladeé mi cabeza aguantando no llorar de nuevo. Changmin tomó mi mentón y me hizo girar para con él de nuevo.

-Mírame a los ojos, Joongie- Sus palabras eran como cuchillos hiriéndome, tan tiernas, tan serias. Obedecí y le miré. -Quiero que me veas como un amigo, un amigo en el que puedes confiar, un amigo que siempre va a estar para lo que necesites, para ayudarte-
-...- No supe más que decir, solo asentí.
-Me tengo que ir- Se levantó y se dirigió a la puerta. Lo acompañé. -Ven a verme, quiero platicar más contigo-
Asentí y antes de que se fuera le di un abrazo.
-Gracias, Changmin- Correspondió mi abrazo. Sacudió mi cabello.
-Nos vemos luego-

Le miré irse, a pesar de que vivía en la casa de junto sentía que se iba lejos. Las ganas de llorar habían desaparecido y empecé a darme cuenta de que era la primera vez que alguien me ofrecía su amistad sincera, mi primer amigo de verdad.
Suspiré y regresé adentro donde comencé a ordenar el desastre que habíamos hecho y preparé la cena para mamá y para mí.
Al final del día, me fui a dormir deseando que llegara mañana para volver a ver a Changmin, el idiota de esa linda sonrisa... Mi idiota de linda sonrisa.