Título: “Latch”
Autor: DazedMik
Pareja: HoMin
Género: AU
Advertencias: Incesto, Lemon
Resumen: Yunho era el hermano de mayor de Changmin, un niño caprichoso que siempre pedía algo a cambio. Yunho quería una fiesta y la única condición impuesta por sus padres era el de llevar al menor que iría, pero no gratis.
----
—¡Quiero eso! —.
Yunho miró fijamente a su hermano menor y después al último trozo de postre que tenía su plato, era pastel y una enorme fresa, se relamió los labios sintiendo el dulce del merengue y azúcar. Él siempre dejaba para lo último su parte favorita, la fresa, que relucía de un rojo brillante, volvió a mirar al frente donde los ojos color chocolate no se apartaban de los suyos del mismo tono, pero diferente intensidad —Lo siento, Changmin, este es mi último trozo y quiero comerlo yo, además tu devoraste tu porción—. Sin más se bajó de la silla alta, trastabillo antes de poder tomar el trozo entre sus pequeños dedos y corrió al mismo instante que el otro comenzó a llorar de forma ruidosa.
Detuvo la huida cuando su madre vestida elegantemente le bloqueó el paso, el niño miró al suelo de azulejo blanco y suspiró largamente, sin esperar a que la mujer dijera palabra, caminó hasta donde un ansioso infante de tres años con el rostro rojo y las mejillas mojadas extendía el brazo para tomar el preciado último trozo de pastel. De él no salió un gracias, solo lo devoro entusiasmado con la mirada fija en los almendrados ojos de su hermano mayor, le había ganado y después de lamer sus dedos sonrió. Yunho nunca olvidaría ese momento, lo tendría en su mente, no como un recuerdo de infancia en donde fue obligado a dar algo que deseaba, se grabaría como una declaración de guerra, nunca, al menos cuando pudiera correr más rápido, cedería ante los caprichos de su hermano menor o al menos eso juró.
~o~
— ¿Por qué debo ir con él? —Yunho tenía la mirada fija en el rostro de su madre, aquella condición que le impusiera para poder salir de casa el sábado por la noche a la mejor fiesta que se daría en su preparatoria, y su progenitora le condicionaba el permiso. Estaba harto de esa situación, siempre había sido de esa forma desde que tenía memoria: juguetes, dulces, ropa, la bicicleta los patines y una vez hasta la novia, pero eso debería detenerse y quería que fuera en esta ocasión. Yunho detestaba compartir y ceder por su hermano menor que cada día era más caprichoso.
— Mamá por favor solo esta vez. Es una reunión muy importante, irán algunos compañeros de clase y también algunos chicos de universidad. Por favor…— Suspiró bajando la mirada al piso que seguía siendo el mismo desde que diera sus primeros pasos, sabía que la batalla estaba perdida, sus padres saldría de casa ese fin de semana y él debía cuidar a ChangMin, dolor de cabeza ChangMin.
No odiaba a su hermano en realidad lo quería mucho y en repetidas ocasiones salían a “por cosas de chicos”, pero también estaban esas ocasiones en las que deseaba ser hijo único, que solo duraba un segundo porque no soportaba la idea de no tener a su hermano menor, al fin y al cabo era su hermano y a la familia no se le elige. Yunho sabía que no tenía otra alternativa, debería de ir con ChangMin, sabía que este no se negaría a ir, prometería comida para él, ya se inventaría una excusa frente a los demás, era una suerte extraña que el parecido que tenían entre los dos era el de poseer dos ojos, nariz y boca.
Golpeó un par de veces a la puerta de madera y no tardó en escuchar la voz de su hermano —Un momento por favor—. Esperó un minuto y la puerta seguía sin abrirse, giró la perilla impaciente, pero esta tenía seguro —Changmin abre, soy yo, necesito hablar de algo muy importante—. El sonido de pasos, cajones abrir y cerrarse es lo que escuchaba, Yunho frunció el ceño golpeando nuevamente con los nudillos para hacerse notar y también tiró de la manija con impaciencia — ¡Abre ya, tengo prisa!— Pateó la puerta con la punta del pie hasta que por fin esta se abrió y el chico le recibió con una enorme sonrisa en los labios y una pequeña capa de sudor en la frente — ¿Qué hacías?— Cuestionó Yunho con las cejas elevadas al ingresar y recostarse en la cama con pereza sin perder los ojos en rostro del menor.
Changmin no se apresuró en responder, acomodó la sudadera que usaba y se sentó en la silla de su escritorio, la pantalla estaba apagada, pero Yunho supo que solo estaba suspendida —Estaba leyendo un nuevo manga que Kyu me prestó hoy en la escuela ¿Tiene algo de raro, hyung? —Rodó los ojos y exhalo como si fuera algo demasiado obvio, cruzó los brazos sobre su pecho y flexionó la pierna derecha para reposar el pie en la rodilla izquierda — ¿Si? Yo creo que estabas haciendo otra cosa— Respondió el mayor reposando la cabeza en la almohada con las piernas estiradas y las manos descansando sobre su abdomen, pero siempre con su atención en el contrario —No tengo porque darte explicaciones si no me crees —. Se alzó de hombros y giró la silla para mirar pantalla del portátil, pero solo tocó las teclas y miró la pantalla, había recordado un pequeño detalle, así que girando por el resorte que tenía la silla volvió a dirigir su atención al invitado a su habitación — ¿Qué era eso importante? —. A Yunho no le sorprendía la manera de comportarse de su hermano, estaba acostumbrado y también necesitaba de él en ese instante, así que dejó el interrogatorio para después — ¡Ah, cierto! Mi asunto. El sábado por la noche habrá una fiesta en casa de Donghae y quiero ir, invitara a algunos amigos mayores y promete ser algo muy divertido —. El mayor formó una enorme sonrisa en los labios con unos dientes perfectos, tratados apenas unos meses atrás, tratando de sonar lo más entusiasta posible.
Por su parte ChangMin se mantuvo con los pies en el piso, pero girando y mirando el techo como si se tratara del mejor espectáculo galantico jamás antes visto, en Star Wars por su puesto. A pesar de que aparentar ignorar al mayor su atención estaba en la voz de este y al mirar hacia arriba imaginaba cada gesto que hacía cuando hablaba, por eso tardo en responder — Mamá te dijo que yo debería ir o los dos nos quedaremos en casa ¿No? —Detuvo la silla y mantuvo la atención en su hermano —Ajá, mamá dio esa condición, estoy seguro que lo pasaras bien, ella pensó que irían muchas personas, pero será algo más privado, así que esta es tu gran oportunidad para conocer personas y ser sociable, Changdollie — Yunho se sentó en la cama y extendió los brazos en ofrecimiento de esa excelente ocasión al menor que era un poco tímido en cuanto a conocer nuevas personas, Kyuhyun era su único amigo desde la guardería.
— ¿Qué me darás a cambio? Porque eso de “gran oportunidad” es basura, yo quiero algo más valioso—. Elevó los hombros y apretó los brazos cruzados sobre su pecho con una sonrisa que se curvaba hacia el lado derecho. Era algo común entre ellos negociar; en ocasiones Changmin quería algo de Yunho y el primero debía en su mayoría, limpiar la habitación del mayor, este en cambio siempre pedía ropa, accesorios, libros o cualquier cosa que su hermano poseía. Yunho bajó los brazos ante la respuesta que había recibido y suspiró largamente, cerró los ojos y despeinó sus cabellos con la mano derecha —Dime que quieres porque dudo que si ofrezco algo lo aceptes.
— ¡Respuesta correcta, hyung! —Changmin sonrió y se levantó de la silla, pero no salió de su habitación como acostumbraba hacer cuando “cobraba”, caminó hasta la cama y ladeó la cabeza señalando las piernas del otro — ¿Mis pantalones? —Preguntó Yunho, adoraba ese nuevo par que su abuela le había comprado la última vez que salieron los tres de paseo y no quería darlos, pero si ese era el precio por ir a la fiesta… exhaló con resignación y asintió al ponerse de pie —No quiero eso—Anunció el menor con una sonrisa, perversa, sus ojos almendrados se hicieron pequeños y la asimetría que poseían se marcó en su rostro —El bóxer que usas, lo quiero—. Sentenció extendiendo el brazo derecho y hondeando los dedos para recibir su pago —Eso es raro… — Susurró el mayor, pero era un buen intercambio y no diría nada o podría cambiar de parecer el más alto.
A pesar de ser el mayor de los dos, Changmin era unos centímetros más alto que su hermano, a simple vista era un detalle que pasaba desapercibido, pero en la atenta mirada del menor era un tema que no podía dejar de lado cada vez que se debía parar junto al mayor. Sin embargo Yunho tenía una mejor complexión física por el hapkido que practicaba casi a diario por las tardes —Si no quieres…— Musitó el menor al notar la lentitud contraría, pero Yunho no tardó chocar la mano del menor frente a él para cerrar el trato —Cuando mamá lo regrese después de lavarlo es todo tuyo —. Sonrió caminando a la salida, pero la voz algo baja del menor lo sobresalto —No es necesario, cuando te lo quites yo lo tomaré del cesto de ropa sucia —. Yunho giró el rostro con la mano en la perrilla y a punto de salir, era algo muy, muy raro ya que Changmin era un compulsivo de la limpieza —Lo lavaré yo o mamá lo pondrá de nuevo en tu cajón —Respondió y sin más se recostó en la cama y tomó un libro de la mesa de noche por lo que Yunho salió, se encogió de hombros y olvido el asunto.
~o~
— ¡Yunho! — Gritó desde el interior de la casa Donghae, la sonrisa en su rostro era amplia, se hizo a un lado para que el mencionado entrara, pero notó la presencia de alguien más —Oh… ¿Trajiste a alguien? —. Changmin no podía creer que el otro preguntara eso, era obvio, él estaba unos pasos atrás de su hermano, elevó la mirada y rodó los ojos para evitar que saliera una risa — ¡Ah! Sí, es un amigo… Vive a un lado de casa—. Mintió esperando que su mejor amigo hubiera olvidado todas las veces que habló sobre su hermano menor y en especial de su nombre. El amigo del mayor entrecerró los ojos porque recordaba haber visto ese rostro en algún lado, pero no podía, estaba bajo los efectos del alcohol desde hace un rato y solo podía reconocer a unos pocos; se encogió de hombros y asintió —Tener más gente lo hará divertido.
Unos minutos antes de salir de casa Yunho le explicó a Changmin de que iba la fiesta, estaban invitadas apenas unas 20 personas aproximadamente, prácticamente se besarían, tocarían y todo lo que se pudiera hacer sin pensar en las consecuencias —Pero tú te quedarás sentando sin decir o hacer algo ¿De acuerdo? No quiero te involucres en esto—. Sin embargo no podía entender como ahora ambos estaban sentados en el suelo con vasos de algo extraño en las manos y sin dejar de mirar la botella que era girada por cada uno de los invitados que aún estaban despiertos. El típico juego de verdad y reto que poco a poco se había convertido solo en reto y reto en el armario.
— ¡Ahora le toca girar a Siwon! —. Exclamó Donghae derramando la bebida café sobre la ropa de Changmin quien lo miró con más repudio de lo normal, estaba cansado ya de que el amigo de su hermano se la pasara colgado de éste hasta casi besarlo, se supone que Yunho debía de cuidarlo. Bebió un largo sorbo de la cerveza que le quemó la garganta y que le dejó un sabor amargo en la boca, si su madre se enterara de que estaba bebiendo lo castigaría de por vida además de tirar toda su colección de legos a la basura, pero no estaría solo, seguramente también castigarían a Yunho y mucho peor, era el mayor. Sonrió ampliamente y comenzó a reír de forma tonta sin hacer mucho ruido siempre mirando a su atractivo hermano —Se nota que te gusta—. Una voz aguda le susurró al oído, el castaño se sobresaltó y giró el rostro para ver de quién se trataba, era lógico que no lo conociera, pero esa persona acertó en que por muy extraño y también enfermo para la mayoría se sentía atraído por su hermano.
— ¿Lo conoces? Le he visto un par de veces y debo admitir que si tuviera la oportunidad le abriría las piernas para pedirle que me folle—. El chico se relamió los labios y dejó escapar un suspiró. Sus rasgos eran bastantes finos, incluso parecía una chica, no muy bonita para sus gustos, pero lo suficiente atractivo como para mantener la atención en él —Soy Heechul, unos de los sunbae que vino esta noche a divertirse y a enseñar unas cuantas cosas ¿Tú eres?— Dijo todo eso con sus finos labios en un murmullo que producían vibraciones en las grandes orejas de Changmin —Soy Changmin—. Respondió cortante y sin mostrar interés en lo que otro decía, bebió toda la cerveza que quedaba en la lata que tomo de la mesa llamando por fin la atención de Yunho que frunció los labios —Changmin es un bonito nombre —. Comentó apoyando el mentón en el hombro del contrario que sintió el fuerte aroma a cerveza que salía de la boca de este, no se apartó por simple respeto al mayor, pero lo deseaba demasiado.
Durante toda la charla y movimientos de Changmin con Heechul, Yunho no apartó la mirada desde que el segundo se acercó demasiado a su pequeño hermano; pensaba en las diversas formas de levantarse y sentarse entre ellos porque sabía que el menor odiaba tener a personas extrañas tan cerca de él, que le dejó con la boca abierta y parpadeando cuando el más pequeño de cuerpo apoyó el mentó en Changmin. Tomó aire, miró a los demás y se dispuso a levantarse, pero en ese momento la botella le apuntaba a él. Donghae explotó en una risa escandalosa, él ya había pasado dos veces al armario, primero con una chica que no conocía y con Siwon, compañero de escuela de un curso menor, ambos tenían los labios hinchados —Te toca. Elige a alguien—. Yunho miró a todos los presentes, debía elegir a alguien pronto o tendría un castigo, no estaba permitido titubear — ¡5, 4, 3…! — La cuenta regresiva y sin tener opción mejor, miró a su hermano que estaba en las garras de Heechul — ¡Tú, Changmin, ven! —. Apuntó al mencionado con la izquierda para que los demás supieran a donde mirar.
Changmin no dudo en levantarse y caminar directo al armario, el tipo aquel se le había estado restregando más y más, incluso le pellizco el abdomen y colocó una mano en su muslo, era algo desagradable porque él no era su tipo. Yunho no tardo en ir tras de él, cerró la puerta y apoyó la espalda en la madera — ¿Qué se supone hacías?— Le habló al mayor conteniendo el alzar la voz —Se supone que te mantendrías alejado de todo esto y Heechul hyung estaba prácticamente violándote con la mirada—. Los brazos del mayor se agitaban por el aire al mismo tiempo que se acercaba al más alto, pero no pudo decir ni una palabra más porque fue callado con un beso cortó y seco —Deja de hablar, hyung, estamos aquí para besarnos ¿No? —Se encogió de hombros —Besarte a ti o él no hay mucha diferencia para mí—. Yunho lo miró por segundos interminables con los labios sin moverse, había sido una declaración extraña porque no sabía si Changmin admitió ser gay o no sentir nada extraño con besarlo a él, su hermano.
—Hora de irnos a casa—. Exhaló profundamente con los ojos cerrados en su interior se sentía defraudado por dos cosas: la fiesta no estaba siendo tan genial como pensó. En segunda instancia su hermano le había besado, muy rápido, pero beso al final y dijo que no era nada. Tenía sentimientos contradictorios porque había sido como besar a un perro o a cualquier otro y eso no le gustaba, su ego dolía — ¿Tan pronto? Creí nos quedaríamos hasta el amanecer —. Suspiró Changmin sonriendo en sus adentros, había arruinado la noche de fiesta del mayor. Tomó su rostro entre sus manos con facilidad y dejó un beso un poco más largo, en esta ocasión con los labios entreabiertos antes de soltarlo y caminar hacia la puerta. Yunho tenía una expresión de perplejidad que se notaba en la oscuridad de aquel espacio. Al reaccionar se limpió los labios con los nudillos y salió ya que Changmin le dejó la puerta abierta. Se sentía humillado por un niño de 16 años y que era su hermano, se debatía entre tomar venganza u olvidarlo y fingir que nunca pasó nada.
~o~
Al llegar a casa Yunho apoyó la cabeza en el respaldo del conductor, le rogó a Dios que le perdonara por haber bebido alcohol, sobre todo porque tomó sin permiso el auto de su padre y condujo con su hermano menor también alcoholizado como copiloto. Pero no pediría perdón por los pensamientos insanos que estaban en su mente y que prácticamente eran un boleto seguro para entrar al infierno. Ambos guardaron silencio durante todo el trayecto a casa, tener sus sentidos lo más concentrados posibles en llegar completos y sin problemas era la prioridad. Yunho se quitó el cinturón de seguridad y se movió para mirar al menor que hacía lo mismo después haber liberado una larga respiración — ¿Por qué me besaste? — Soltó colocando las manos en las llaves para sacarlas sin quitar el seguro de las puertas, acción que pasó desapercibida de los ojos atentos de ChangMin. Este último encogió los hombros sin dar una respuesta, logrando que Yunho apretara los puños — ¿Recuerdas que somos hermanos? —Yunho gritó y golpeó el claxon por accidente, obteniendo por fin una reacción, no la deseada porque solo saltó de su lugar, pero era un avance.
—Sí, lo recuerdo como también el que te gusta mirar paginas gay, tomar duchas largas después y eyacular en la pared—. Musitó lentamente Changmin con el semblante enojado por la sorpresa que el otro tenía en los ojos — ¡Ah! No lo puedo creer ¿Pensabas que no lo notaría? Estoy seguro que hasta mamá lo sabe… Siempre terminó limpiando los restos de tu juego. Y debo admitir que eres un asqueroso por no limpiar —Yunho tenía las mejillas y todo el rostro rojo, por el alcohol y la vergüenza, abrió los labios para decir algo sin embargo fue detenido —Se supone que sin importar que fuera tu hermano debiste haberme besado. En ese momento era tu vecino o lo que sea, no tu hermano —Changmin se cruzó de brazos y el mayor sintió miedo de aquellas palabras —Mamá siempre dice que eres demasiado bueno conmigo, pero yo sé que no es verdad. Me llevaste a la fiesta solo para poder ir, y sí me dijiste que esa era su condición, pero ¿Podrías haber olvidado que compartimos genes? Estoy cansado de ser la carga, estoy harto de ser el hermano menor y sobre todo de que tenga poner un precio a todo—El menor estaba exaltado, apoyó las manos en la parte delantera del vehículo y miraba el interior de la chochera con la respiración agitada, Yunho no entendía nada.
El mayor de los dos estaba dolido por las palabras que dijo el otro en el armario, su ego fue lastimado, sabía que no debía sentirse de ese modo, sin embargo había sacrificado tanto por Changmin que no podía creer que lo tratara así — ¿Quieres calmarte? Porque no entiendo nada de lo que dices y solo me confundes —Sugirió Yunho acercando una mano para tocar el hombro del menor que se sobresaltó ante el tacto —Nunca entiendes nada…— Suspiró cerrando los ojos y apartando el contacto ajeno, apoyó la espalda en la puerta y miró a su hermano —Le diré a mamá que tomaste el auto de papá, bebiste alcohol, permitiste que yo lo hiciera y estuviste al volante para regresar a casa ebrio…- La sangre de Yunho se bajó a sus pies, algo que aprendió con los años es que Changmin siempre iba tras su madre y padre acusando cada travesura que hacía, incluso un año atrás le delató cuando escapó de una clase —A menos que tengamos sexo—. Sin embargo Changmin nunca dijo que se había saltado la clase para besarse con su novio, un chico de su mismo curso.
— ¿Estás loco? No voy a tener sexo contigo, eres mi hermano, ChangMin, ¡Mi hermano, se supone que los hermano no tienen sexo! —Gritó sin apartar los ojos del rostro del menor que solo se cruzó de brazos con los labios fruncidos en un ¿puchero? ¿Eso era? Yunho no podía creerlo, un capricho más del menor, igual que la última rebanada de pastel que le había pedido de niños —Somos hombres, se supone que no está permitido porque la descendencia podría tener problemas, pero ambos tenemos penes, no quedaré embarazado, solo con semen en mi interior, ¿Así que cuál es el problema? —Cuestionó con una voz que rozaba en línea de ser aniñada, pero las palabras que salían de su boca no eran las de un niño —Estas loco—. Yunho se tocó el puente de la nariz con una mano y con otra buscó la manija para abrir la puerta, pero antes tocar el plástico los labios del menor habían mordido su hombro con fuerza — ¡Yah! —Gritó por el dolor colocando ambas manos en los hombros del otro para alejarlo — ¿Eres un salvaje? ¿Eres un perro para morderme?
— ¡Sí, soy un animal! ¡Soy una perra en celo y quiero que me folles ahora! —Changmin dijo cada palabra sin titubear, las había practicado cada noche desde que descubrió cómo entrar a sitios porno, las mujeres ahí las decían y también los hombres, pero él solo quería repetirlas a su hermano, por el que sentía atracción desde que tenía doce y él catorce. La admiración se había convertido en algo más. Miró a Yunho con los labios temblorosos y la mirada fija en los ojos color chocolate que ambos compartían, que no eran diferentes a los de otros —Sí, estás completamente loco— Musitó el mayor halando la camisa de su hermano menor para chocar sus labios en un beso húmedo y violento que no tardo en recibir respuesta. Changmin abrió la boca para hacer que el sonido de sus dientes al chocar se escuchara en el interior del vehículo, rodeó el cuello ajeno y apretó los dedos en sus cabellos para empujarlo y tener más cerca su respiración. La réplica fue que Yunho lo tomó por la cintura y lo empujó más contra la puerta que no cedió. Era incomodo besarse por lo pequeño del lugar, pero era perfecto para estar tan cerca el uno del otro.
— Una perra en celo ¿Eh? —Susurró sobre los labios del más alto entre los dos — ¿Tu primer celo? —Cuestionó recordando todo lo que había visto en su habitación sobre el sexo entre hombres y dejó en segundo plano que al que besaba y hablaba “sucio” era su hermano menor, su pequeño hermano. Jaló la palanca para reclinar el respaldo del asiento a toda su capacidad. Se colocó encima de Changmin para frotar su joven e inexperto pene en él, exhaló por la fascinante descarga de adrenalina que corría por sus venas y empujó las caderas como cada vez que se masturbaba. No podía creer que estuviera excitado con la idea de follarse a un miembro de su familia, ambos provenían del mismo sitio al nacer y podía ser enfermo, pero tener a Changmin con las piernas abiertas y frotándose sobre las propias mientras sus labios se devoraban entre sí, era simplemente delicioso —¡Ah, Yunho! ¡Hyung, hyung, hyung, hyung, hyung! —Musitó Changmin al mover la pelvis para sentir el miembro del mayor sobre su erección que con solo unas caricias y besos estaba liberando pre-semen.
Aquella voz y sobre todo el significado de las palabras, hicieron que Yunho hundiera el rostro en el cuello del menor para morderlo con fuerza, sintió la piel marcarse y no le importó. Recargó todo su peso sobre el cuerpo bajo el suyo, desabotonó su pantalón y bajó el cierre al igual que su bóxer, sacó su miembro erecto además de grueso. El almizclado pene hizo salivar al menor y emitió un gemido agudo y desesperado porque el otro lo liberara también —Hyung…—Musitó relamiéndose los labios, empujando las caderas y abriendo las piernas lo posiblemente permitido en el asiento del vehículo de su padre —Ah~ Ahora soy tu hyung—. Respondió el mayor bajando los pantalones del contrario hasta los tobillos y tomando el falo entre sus manos para frotarlo entre sus dedos entre risas. Changmin asintió con las mejillas y orejas rojas, los labios secos y la respiración entrecortada, por fin estaba experimentando su fantasía sexual de adolescencia —Basta… Suficiente…—Susurró en un ronco gemido, miró a Yunho y pegó sus frentes —Fóllame o me voy masturbar—. Sentenció con el gesto cariñoso, una muestra de afecto poco común en el menor, pero no apartó el rostro hasta que el otro lo tomó por las caderas y lo giró con dificultad.
Changmin apoyó las rodillas en el asiento con el trasero arriba y el torso apoyado en el respaldo fue esa imagen que hizo titubear a Yunho ¿Estaba seguro de lo que haría? ¿Lo haría bien? El menor estaba tan dispuesto que lo ponía nervioso. Pero no esperó más y llevó sus labios cerca de los glúteos ajenos, los tomó con ambas manos y los separo para encontrarse con la cerrada entrada de su hermano. Sus rodillas temblaron sus dedos también, y Changmin se burló de eso — ¡Ésta perra se cansa!— gritó frotando su pene contra el recubrimiento sintético del auto —Zorra—. Masculló Yunho, tomó nuevamente las nalgas y dejó a su vista su objetivo, empujó al menor hacia adelante para tener espacio. Cerró los ojos y abrió los labios para cubrir la cavidad con su boca, la mojó con saliva y estimuló con la lengua. En respuesta el castaño se removió del asiento y mordió sus labios, estaba caliente, por fin notaba el calor y sudor que cubrían sus cuerpos bajo la ropa. El hermano mayor estuvo unos minutos penetrando la entrada del menor con la lengua antes de meter tres dedos en su interior de golpe que lo hicieron gemir de dolor y placer.
Sin palabras Yunho se alejó de parte baja de Changmin, dejando un rastro de saliva que se escurría por sus testículos y erección hasta mezclarse en el glande del menor que llevaba todo ese tiempo entre gemidos roncos y agudos. El más bajo lo tomó por la cintura y tratando de no golpearse con el techo del vehículo lo alzó y sentó sobre su cadera, estaba cansado y ahora solo quería disfrutar —Ah… Muéstrale a hyung lo perra que eres—Susurró estimulando su pene con los dedos pasándolos por su punta para lubricarlo con sus propios fluidos antes de tomar al menor —Ah…—Fue el único sonido que salió de los labios de Changmin antes de que apartara la mano del miembro del mayor y sin esperar un segundo más se penetro con un grito de dolor. Se sintió como si se hubiera clavado un cuchillo porque ardía y dolía, pero también se sentía demasiado bien cuando el glande tocó desde el principio su próstata.
—Un… Un momento—. Pidió tomando aire, llenó sus pulmones y apoyó una mano en el pecho del mayor y la otra en techo como un recordatorio de que podía golpear, quería un orgasmo no fracturarse el cráneo. El dolor no disminuía y Yunho lo sabía, tocó el miembro del menor y lo masturbo lentamente al mismo tiempo que colocaba una mano en su cadera porque ya no podía más, necesitaba moverse y si Changmin no lo hacía lo haría él —Muévete, Changdolla—. Ordenó empujando su pelvis hacia arriba, cerró los ojos y gimió porque no era como masturbarse, era caliente, húmedo y apretado, no tardaría mucho, ya había durado mucho para ser su primera vez. Su hermano menor no tardó más en moverse, fue lento y errático unas veces y otras rápido, ambos gemían, el placer era más grande para uno, pero ambos estaban disfrutando del momento y en algún lugar de su consciencia les decía que estaba mal, pero solo Yunho lo pensó más tiempo, porque Changmin estaba ya cavilando en repetirlo pronto.
Yunho ayudó a los movimientos y cuando el cosquilleo en su abdomen se hizo presente apretó los músculos de sus muslos y tensó los brazos al penetrar con más fuerza al menor, sus parpados se apretaron al momento que una gota resbalo por su frente y le lastimó el ojo derecho por el ardor que pronto fue opacado por el orgasmo más dulce y placentero que podía jurar le hizo ver estrellas, las paredes apretadas de Changmin succionaron todo su semen y lo sintió derramarse cuando continuó moviéndose hasta sacar la última gota. Su hermano menor todavía no se venía y con una sonrisa complacida además de tonta movió la mano en el pene ajeno hasta que su propio miembro fue presionado por las paredes del castaño. Ambos suspiraron largamente y se miraron a los ojos unos segundos antes de besarse con desesperación. Yunho tocó la mejilla del menor y la acarició mientras la otra mano, la manchada con semen tomaba su aún estimulado órgano reproductor y lo libero de aquel pasaje que ya lo estaba rechazando.
Changmin se quejó cuando ya no sintió a su hermano en su interior, había dolido casi tanto como cuando entro, pero se sentía flotando en una nube —Yunho hyung—. Susurró con su voz más inocente sobre los labios del mencionado que no respondió y solo lo besó sin la insistencia de momentos atrás. Le había quitado la virginidad a su hermano menor, pero podía alegar igualdad de condiciones porque él también era virgen, y bueno, Changmin tenía razón, ninguno podía embarazarse, así que no había problemas con eso, al menos en ese momento. Las manos de mayor de los dos acariciaron la espalda baja para masajearla, porque suponía que le dolía mucho, habían dejado de besarse en los labios, sin embargo sus labios seguían en contacto con la piel del otro. Después de lo que pareció una eternidad y cuando Changmin se sintió listo pidió a Yunho que le ayudara a recostarse en el asiento. Ambos hermanos acomodaron sus prendas y miraron el techo en silencio.
— ¿Ahora qué? — Preguntó Yunho mirando a Changmin que cerró los ojos y encogió los hombros —No me arrepiento, lo volvería a repetir una y otra vez, y leí que después de unas veces de experiencia la penetración se reduce en dolor y con la lubricación correcta, será perfecto—. Changmin por fin abrió los ojos y miró a su hermano —Mamá y papá estarán fuera un día más —. Y con esa afirmación tiró del mango del vehículo para descender, pero la puerta no se abrió y volvió el rostro al contrario —Le pusiste seguro—. Yunho movió los dedos y el chasquido de las puertas se escuchó y encogió lo hombros —Entonces no me sentiré culpable —. Masculló el joven de dieciséis años y descendió del auto. Por su parte Yunho solo lo miró antes de imitarlo minutos después porque desde el momento que quitó las llaves tenía muy calo lo que quería.
—Sí, Changmin, ambos queríamos esto, solo que yo obtuve mi revancha por el pastel de fresa—Sacó la lengua en un gesto infantil. Corrió para alcanzar a su hermano menor y rodear su cintura con los brazos antes de que ingresara a su hogar. Ambos sabían que se repetiría, ambos sabían que estaba mal, pero Yunho creía que iría al infierno y Changmin pensaba que lo acompañaría, porque al final de todo son hermanos, en las buenas y en las malas.
Fin.
Wtf... Mi primer homin o.o
ResponderEliminarDebo admitir que me gustó!!! Y eso q soy fiel al yunjae.... Este homin no está mal al contrario :3
Lo ameeee
Oh... muy bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo, me gustó :)
afdjafa me encanto, simplemente hermosos mis homin <3 gracias!
ResponderEliminarMe gusto ese Min berrinchudo, caprichoso y hot, logro todo lo que quere de su hermano Yunho.
ResponderEliminarGracias!!!
Me gustó todo el contexto, la narrativa, hasta como se dieron las cosas, menos el acto sexual xD estuvo un poco rebuscado, o sea, un día de repente te follas a tu hermano mientras lo tratas como puta me pareció un poco exagerado :p pero repito, solo la parte del sexo, todo lo demás es perfecto, te felicito
ResponderEliminarEncantador...casi ingenuo! BELLÍSIMO!!!!!
ResponderEliminar