Compartimos el mismo silencio.
Más rápido de lo que esperábamos, el
sol salió e iluminó todo a nuestro alrededor. No hablábamos de nada y el
ambiente era un poco incomodo a causa de todos los problemas familiares que
enfrentábamos, aún sí esa había sido la mejor noche. Al menos para mí.
Cuando llegó el momento de
separarnos ni siquiera nos miramos a los ojos. Ambos sabíamos que era tiempo de
volver a la realidad, y abandonar mi estúpida fantasía.
Eran aproximadamente las 6:30 de la
mañana, había poca gente en las calles. La noche había sido muy fría, pero
afortunadamente nos tuvimos el uno al otro para compartir algo de calor. Tomamos dos autobuses para llegar a mi casa,
donde vimos dos o tres autos que me parecieron familiares. Cuando abrí la
puerta Han Soo, Seung Ho y Yoorin permanecían sentados en la sala de estar.
Esta última corrió hacia mis brazos con los ojos llenos de lágrimas y golpeó
con suavidad mi pecho.
-¿Dónde estabas…? ¿Qué debería de
hacer sin ti? Pensé que nos habías dejado.
-Tonta…-susurré mientras me aferraba
a ella fuertemente- yo nunca las dejaría. Mírame –le pedí mientras tomaba su
pequeño rostro entre mis manos y secaba sus lágrimas de este- yo jamás las
dejaré. ¿Entendido?
-¿Lo prometes…?
-Lo prometo. ¿Dónde está Hyorin?
-Acabo de conseguir que se durmiera.
–Dijo Ji Sung bajando las escaleras- creo que tú también deberías ir a dormir
–le aconsejo con delicadeza a Yoorin.
-Está bien. Gracias Sunbae.
Sonrió levemente a todos y subió las
escaleras.
-Gracias por venir…-les dije a
todos.
-¿Dónde estabas? –preguntó molesto
Seung Ho.
-¿Cómo se enteraron?
-Yoorin me llamó a las tres de la
mañana preguntando por ti. –Dijo Ji Sung- Me dijo lo que pasó y llamé a los
demás. Pero no pude encontrar a Jaejoong –aclaró mirándolo- supongo que te
estaba buscando.
-¿Estaban juntos? –preguntó Han Soo.
Nos miramos por un momento.
-Sí.
-Que bueno que lo encontraste. –Dijo
Han Soo a Jaejoong con una pequeña sonrisa saliendo de sus labios. Este asintió
en respuesta incomodo por la atención tan repentina que recibía.
-No pensaba irme.
-Al menos podrías haber avisado.
–Contestó Seung Ho molesto- ¿Qué no sabes lo mucho que las asustaste? Cuando
desapareces de esa forma. ¿Qué supone que deberíamos de hacer? En este momento
eres todo para ellas.
-…Tienen razón. Lo siento. Muchas
gracias por venir aquí, no tienen idea de cuanto significa para mi…pero ahora
mismo tengo que regresar al hospital y…
-No te preocupes –Dijo gentilmente
Jaejoong- yo me quedaré aquí.
-Me quedaré contigo. -interrumpió
Han Soo- Si eso esta bien para ti.
-Claro… -Contestó confundido- está
bien. Gracias.
Lo único que pude preguntarme en ese
momento fue si toda esa amabilidad se debía a la promesa que me hizo, porque me
parecía algo exagerado, casi llegando a ridículo. ¿Será que simplemente estaba
celoso?
Creo que ahora lo entiendo. Al fin
lo entiendo, pero no importa. He entendido muchas cosas últimamente. Sin
embargo, ya es tarde…. ¿Por qué siempre fui tan estúpido como para lastimarme a
mi mismo? ¿Por qué lo abracé esa noche? Si yo sabía que él lo negaría todo al
día siguiente. O quizá solo el simple hecho de que aquella noche significara
todo para mí. Esa noche entendí que lo quería. Sin embargo, para él no fue
absolutamente nada.
Tal vez esa era la razón por la que
siempre cerré mi corazón: Para evitar que fuera roto. Estúpido, lo sé. Inútil,
sin duda. Pues él, que logró pasar esa barrera, incluso ahora me sigue
lastimando. Con tanta facilidad… como si no fuera gran cosa.
¿Por qué en vez de detenerme seguí y
seguí hasta convertirme en esto? Tal vez si las cosas hubieran sido diferentes,
y hubiera parado, no estaría pasando por esto justo ahora.
Incluso después de todo este tiempo,
no estoy seguro de qué es lo que me gusta tanto de él. No obstante, eso no
elimina el hecho de que, como ya lo he mencionado antes, lo amo.
No sé por qué me molesté en amar
desde un principio. Si ya sé…que no existen los finales felices.
…
Mamá pasó una semana en el hospital
y Han Soo pasaba cada vez más tiempo con Jaejoong.
-Y ¿Cómo te sientes ahora?
Le pregunté a Jae mientras bebía un
poco de su soda.
-¿De qué hablas?
-Ahora que tienes a Han Soo pegado a
ti ¿Cómo te sientes?
-Al principio fue algo raro
–sonrió- Pero ya me acostumbré. ¿Sabes?
No es como si su actitud cambiara mucho. En realidad no lo entiendo. Pero se
esfuerza.
-Me pregunto si debería hacer lo
mismo.
-¿Qué cosa?
-Pasar más tiempo con él. A decir
verdad casi no hablo con él. Siempre estoy contigo.
-Como tú quieras. –Dijo sonriendo- Pero,
a decir verdad…me pondría celoso.
Giró su cabeza y me miró
directamente a los ojos. Mi corazón latió rápidamente e incluso sentí mis dedos
temblar un poco. Lo quería tanto que me pregunté si debía solo besarlo. Pero de
igual manera lo quería tanto, que no me permití hacerlo.
-¿A qué te refieres…?
-Yo soy tu mejor amigo, no él. Me
perteneces. Nadie más en este mundo puede tenerte. ¿Me entiendes? Eres mío. Y
ni siquiera Eun Ji puede cambiar algo como eso…
Lo miré confundido por un segundo…la
idea de besarlo cruzó de nuevo por mi mente. Después de todo, estábamos solos
en la casa. No le haría mal a nadie comenzar un juego…del que ninguno de los
dos pudiésemos escapar. Pero giró su cabeza al lado contrario antes de que
pudiera hacerlo.
-Pero…Eun Ji-ah…
-¡Sé que es tu novia, no es un
secreto para nadie! Pero lo siento, me perteneces a mí, no a ella. –Me miró de
nuevo con un leve gesto de molestia en el rostro- Eres mío.
Entonces, volví a vivir el mismo
sentimiento de la primera vez que nos conocimos. Todo a nuestro alrededor
desapareció repentinamente. Se me dificultó el respirar. Sentía un enorme nudo
en mi garganta. Y estuve a punto de creer…que no existía nada más en el mundo
salvo él. Esos ojos oscuros…que muero porque sean míos también.
-Yunho-ah yo…
El timbre de la puerta sonó y fue
suficiente para hacerme reaccionar. Desvié mi mirada sintiéndome un poco
avergonzado y me levanté para atender la puerta, que justo en ese momento,
parecía ser mi única salvación de cometer algo estúpido.
Han Soo permanecía en la puerta con
una mirada distante, tan frio y de gestos ilegibles como siempre.
-¿Han Soo-ah?
-Hyung…lo siento, pero necesito
hablar contigo….
Sin que pudiera hacer nada, entró
inquieto.
-Hyung…no sé lo que me pasa….
-Han Soo, no creo…
-Si no lo digo ahora, siento que
quizás pueda morir. Hyung yo…
-Han Soo? –preguntó con curiosidad
Jaejoong mientras llegaba al recibidor.
-Oh, Jaejoong, estas aquí…
El ambiente de alguna manera parecía
ponerse más incomodo al pasar de los segundos. Jaejoong con sus extrañas
palabras y Han Soo con sus raras noticias, me decían que teníamos que hablar lo
antes posible, sin importar que tanto quisiera salir corriendo de ahí.
-Creo que los estoy molestando, así
que regresaré después. –Dijo Han Soo irritado.
-No, no hagas eso –dije- quédate.
Antes de que pudiera contestarme,
aunque ya imaginaba cual sería su respuesta, fue interrumpido por el sonido de
su celular. Después de una corta conversación con su hermana cortó la llamada y
volvió a mirarme con enojo ¿Qué había hecho mal esta vez?
-Lo siento, me tengo que ir. Mi
padre acaba de llegar de Estados Unidos.
Dicho esto, salió por la puerta. Me
quedé con la mente en blanco por un momento preguntándome a qué se debía cierto
comportamiento de su parte. Cuando reaccioné salí a buscarlo. Lo vi a unos
cuantos metros de mí y grité su nombre. Giró calmadamente, sus facciones eran
más suaves esta vez. Su rostro puede cambiar drásticamente con cualquier gesto.
-Han Soo-ah. ¿Te gustaría venir a mi
casa mañana?
-¿De verdad…?
-Sí. –Sonreí- Necesitamos hablar.
Entonces dibujó en su rostro una
hermosa sonrisa para mí.
-…Lo siento, hyung.
-Saluda a tus padres y tu hermana de
mi parte ¿de acuerdo?
-De acuerdo, hasta mañana.
-Hasta mañana.
Miré su espalda alejarse de mí y
suspiré. Quizá tendría problemas con su padre como siempre ha ocurrido. Giré y
pude ver a Jaejoong en la entrada de mi casa.
-Jaejoong…
Algo en mi me dijo que teníamos que
hablar seriamente. Con toda la rabia fluyendo por su mirada, se comenzó a
alejar de mí. Lo llamé por su nombre varias veces, pero no conseguí alguna
respuesta y, finalmente, se fue.
Cuando se marchó decidí entrar a la
casa de nuevo con una extraña fuerza presionando la parte superior de mi pecho.
No estaba de ánimos para pensar en nada, así que solo subí las escaleras
dispuesto a darme una larga ducha y después dormir todo lo que pudiera. Pero al pasar junto a la puerta del cuarto de
Yoorin pude notar que solo estaba ahí, acostada mirando el techo, cosa rara en
ella, la distraída siempre había sido Hyorin. Puedo imaginar lo difícil que
debió haber sido para ella, al igual que para nosotros, saber que de los tres,
sólo ella había heredado la enfermedad de mamá, especialmente cuando ella tiene
sólo dieciséis años….
-¿Te vas a quedar mirándome todo el
día? –dijo desinteresadamente sin desviar la mirada.
-…Hola.
En reacción a mi extraña respuesta
giró su rostro y me miró confundida.
-¿Hola? ¿Eso es en todo lo que
puedes pensar?
-Justo ahora…sí.
-Ven aquí. ¿Sucedió algo? ¿Te
peleaste con Eun Ji?
-No, no es eso. –Le dije mientras me
acostaba a su lado- Es simplemente que estoy algo distraído esta tarde.
-Has estado muy distraído
últimamente.
Miré el techo por unos segundos
pensando en qué responder y toqué mi pecho con la mano izquierda mientras
respiraba hondo. Estúpido secreto.
-Mi corazón…parece estar muy
inquieto últimamente….
-¿A causa de Eun Ji?
-mmh? Sí, claro…a causa de Eun Ji.
Fingí decir la verdad y ella fingió
creerme, a pesar de que en nuestro interior, ambos sabíamos que mentía con
todas mis fuerzas. Una de las cosas buenas de Yoorin era que no insistía en
saber mucho sobre los asuntos de las demás personas.
-¿Qué opinas de ella? –Pregunté.-
-¿De Eun Ji? –Asentí.-…me da miedo.
-¿Miedo? –Sonreí- ¿Hablas en serio? ¿Por qué?
-Olvídalo, no tiene importancia.
-Dímelo. –Insistí.-
-Está bien. Es solo que algunas
veces…siento que su “amor” hacia ti va más allá que eso. Como si estuviera
obsesionada contigo. ¿Nunca has sentido eso?
-Muy pocas veces.
-He desconfiado de ella muchas veces
por eso.
-… ¿Qué te sucede?
Miré su rostro inexpresivo mientras
la luz del atardecer entraba por la ventana. Sus pensamientos son tan difíciles
de entender, su mente es tan lejana a cualquiera de nosotros. Yoorin es alguien
increíblemente interesante. Solo que pocas personas entienden, o saben eso.
-¿A mí? Nada….
-No parece nada. Verte distraída de
esa forma me llamó la atención.
-…Tengo miedo. La verdad es que
tengo miedo. No sé cuándo acabará mi vida, aunque no tengo miedo de morir, no
quiero que acabe tan rápido. Quiero graduarme, estar con mis amigos,
enamorarme, dar mi primer beso, casarme…. Me gustaría hacer todas esas cosas,
así que…tengo miedo de morir antes.
-…Tú no vas a morir. –Susurré.-
-¿Cómo estás tan seguro de eso? –Me
miró de igual manera.-
-Por que yo no dejaré que eso
ocurra. Vas a vivir. Todas esas cosas que quieres hacer se harán realidad por
que yo no voy a dejar que mueras. Así que no tengas miedo….
Mientras hablaba, cada palabra que
salía de mi boca parecía como una espada clavada en el pecho de Yoorin. Y
mientras avanzaba, sus ojos se llenaron de lágrimas inconscientemente. Quizás
esas eran todas las palabras que necesitaba escuchar. Aunque fueran de gran
peso para los dos. En ese momento juré que eran sinceras.
Mientras comenzaba a oscurecer,
Yoorin se quedó dormida poco a poco mientras acariciaba su cabello. Decidí
dejarla descansar y bajé a la cocina por un poco de agua. Era el último
despierto en casa cuando tocaron la puerta. Extrañado, fui a atender.
-Han Soo-ah…
Su mirada de alguna manera lucía
diferente a la cual estamos acostumbrados a ver a diario. Su expresión
preocupada, molesta, triste y tal vez lastimada me tomó por sorpresa y a la
vez, me preocupó a mí también. Tuve miedo de decir las palabras equivocadas y
romper la mascara de su orgullo.
-¿Puedo dormir aquí esta noche?
…
-Mi padre me corrió de nuevo. Tendré
que regresar mañana en la tarde, cuando se haya ido.
-¿Qué sucedió?
Sonrió y bufó mientras acomodaba las
sabanas como queriéndole restar importancia al asunto, cuando en realidad tenía
el efecto contrario.
-No es nada…en realidad. Siempre me
he esforzado y trabajado duro para ser el ejemplo de hijo, para convertirme en
alguien de quien mi padre pudiera estar orgulloso. Pero…no importa lo que haga,
mi padre siempre tendrá un problema conmigo. Él…piensa que soy demasiado
afeminado, y eso lo molesta. Lo molesta mucho ¿sabes?
-Me parece algo estúpido….
Se metió bajo las sabanas y no
contestó si no algunos segundos después, como si las palabras le hubiesen sido
arrancadas de la boca. Algo muy extraño de él tomando en cuenta su personalidad
alegre y su desesperante costumbre de hablar de más.
-Hyung…somos amigos, ¿verdad?
-¿Qué clase de pregunta extraña es
esa? Por supuesto que sí.
Me miró fijamente con una profunda
tristeza en los ojos, rodeado con un aura de suplica. Como si estuviera a punto
de pedirme algo.
-No me juzgues Hyung…no tú.
-…no lo haría, ¿Por qué lo haría?
-Yunho hyung…yo…estoy enamorado de
Jaejoong.
Mientras veía sus ojos llenarse de
lágrimas sentí por un momento… que no estaba solo….
ohhhh y ahora que hará Yunho???
ResponderEliminarPero lo más importante... Jae que??? Esta o no enamorado de Yunnie??
Please actualiza pronto ^^
¡Yah! ¿Cómo es posible que todos se enamoren de Jae? ;____;
ResponderEliminar¡Quiero más! ;__________;
hermoso siguelo
ResponderEliminareres increible
sigue no me dejs cn las
ganas
simpliss actualizalo si es posible terminalo plisssss
ResponderEliminarHola waaaaaa este fic lo deje de leer por que no habia actu ..pero hoy entre por casualidad y lo encontre , la verdad es que me queede muy enganchada con esto ...siguelo por favor ooooo
ResponderEliminarMe encanto! espero que lo sigas! Estare al pendiente!
ResponderEliminarY CUANDO LO ACTUALIZAN MMMMMMMM
ResponderEliminarcuando lo van a actualizar?????
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