Maze- Capitulo 13

Junsu no podía creer que Jaejoong, su ídolo, su vida, en verdad lo estaba besando. Mil mariposas volaron en su estómago. Su corazón latía descomunalmente, y su piel se sentía como si estuviera en llamas y frío como hielo a la vez.

Los labios de Jaejoong eran tan suaves y sabían tan bien, Junsu nunca pensó que podía sentirse así, tenía esa urgencia, ese impulso de hacer más, de dar el siguiente paso, corriendo por sus venas.

El beso se interrumpió cuando ambos necesitaron aire, Junsu alzo la mirada y vio que Jaejoong aún seguía con los ojos cerrados, sus labios entreabiertos y sus manos en la cintura de Junsu.

Como si estuviera bajo algún hechizo, Junsu se inclinó hacia adelante, tocando los labios de Jaejoong con uno de sus dedos, lo frotó por su labio inferior, haciendo que el otro abriera lentamente sus ojos. Junsu jadeó al ver la intensidad de la mirada de Jaejoong, llegando hasta lo profundo de su alma, enviando un escalofrío a través de su columna vertebral.

“Jaejoong ah…” Junsu susurró ardientemente en los labios de Jaejoong mientras él se le acercó, reduciendo la distancia entre sus cuerpos, casi inexistente.

Los parpados de Jaejoong volvían a cerrarse, pesados como si tuvieran que estar cerrados, para saborear cada sensación mejor.

“Tómame, haz conmigo lo que quieras…” Junsu dijo entre dientes apoyándose en el cuerpo de Jaejoong.

Los ojos de Jaejoong se abrieron de golpe, y tragó saliva sintiendo un nudo en su garganta, ¿en qué estaba pensando? ¿Cómo podía él…? Se apartó de Junsu haciéndolo gruñir de objeción.

“Junsu, las cosas no funcionan así, simplemente no podemos…” Jaejoong suspiró frotando el lugar entre sus ojos.

“Entonces, ¿no me deseas?” Junsu preguntó, sintiendo formarse lágrimas en las esquinas de sus ojos.

“¡Para! No presumas cosas sin quiera comprenderlas.” Jaejoong vocifero al principio y luego se calmó. Los ojos de Junsu se abrieron de par en par de desesperación.

“Por favor, no me dejes, estaba equivocado, siempre estoy equivocado, lo siento, simplemente no te vayas, ¡por favor!” Junsu se lanzó hacia adelante, abrazando a Jaejoong, llorando con todas sus fuerzas.

“Junsu, cálmate…” Jaejoong frotó su espalda.

“Por favor dame otra oportunidad…” Junsu sollozó. Jaejoong cerró sus ojos y suspiró en derrota.

“Necesito pensarlo… pero no aquí… no puedo pensar contigo mirándome así, ¿me entiendes?” Jaejoong agarró a Junsu por sus hombros, el otro seco sus lágrimas con el dorso de su mano y asintió de acuerdo.

“Bien, ahora debes darme un poco de tiempo, no me llames, te llamaré hasta el final de la semana, por favor no me llames o quizás yo…” Jaejoong inhaló profundamente.

“Te entiendo.” Junsu se veía más calmado ahora. “Esperaré por tu llamada.” Dijo mientras le abría la puerta a Jaejoong.

Jaejoong se marchó de la casa de Junsu con un dolor de cabeza, necesitaba caminar un poco para pensar mejor.

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Yunho se prepara para dormir luego de otro exhaustivo día de trabajo – pero un grandioso día por lo menos había visto a Jaejoong- cuando su teléfono empezó a sonar, se paró en busca de él.

“Espera, ¡ese no es mi tono de llamada!” Yunho se dio cuenta luego vio el teléfono de Jaejoong en la alfombra de su habitación.

“Oh, debió haberlo dejado aquí.” Lo levantó listo para contestar, seguramente era Jaejoong llamando cuando se dio cuenta de que no tenía su teléfono y Yunho lo haría venir a buscarlo claro, sonrió ladinamente ante ese pensamiento.

Pero su sonrisa se desvaneció repentinamente cuando miró la pantalla y vio que aparecía el nombre de Yoochun en ella. Yunho regañó, recordaba a Yoochun, el chico con el que Jaejoong estaba en el club, no le agradaba ese sujeto desde el momento que había puesto sus ojos en él.

Lo iba a dejar sonar nomas, pero no sería divertido de esa manera, ¿no verdad? La sonrisa de Yunho volvió a su rostro cuando contesto la llamada.

“Hola.” Dijo fingiendo una voz adormilada. Hubo un momento de silencio antes que el otro hablara.

“¿Quién habla?” Yoochun preguntó, estaba seguro que había marcado el número correcto.

“Yunho… y ¿a quién estás buscando?” Yunho, Yoochun también lo recordaba, aquel hombre ignorante que Jaejoong había conocido, ¿qué estaba haciendo él con el teléfono de Jaejoong?

“Jaejoong…” Yoochun respondió, fastidiado.

“Oh, claro Jaejoong.” Yunho bostezó. “Él está durmiendo ahora… a mi lado… puedes llamar mañana o quieres dejar un mensaje?” Yunho sabía que era algo malo mentir sobre eso pero simplemente no podía soportar a ese sujeto Yoochun, lo quería fastidiar.

La sangre de Yoochun hirvió cuando escuchó eso, no podía creerlo, él simplemente estaba llamando para hacerle saber a su Jaejoong que estaba en camino de regreso, de que finalmente estarían juntos… que… tuvo una urgencia de gritar cuando sus ojos ardían rojos, oh estaba a punto de llorar y no podía dejar a Yunho escucharlo, así que solo colgó, el teléfono golpeó contra el piso con un ruido sordo sus ojos se volvieron piscinas saladas mientras respiraba dificultosamente, adentro y fuera… no podía creer esto.

Yunho escucho nada más que un sordo llanto y la llamada había terminado. Se sintió un poco mal por hacer aquello pero a la vez no. Miró el historial de llamadas en la pantalla y presionó borrar.

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Jaejoong estaba extremadamente confuso ahora solo necesitaba a alguien con quien poder hablar sobre ello, luego pensó en Heechul, pero llegando a su casa el otro abrió la puerta con el cabello alborotado, jadeando y con los labios hinchados, Jaejoong entendió el punto y dijo que volvería a visitar otro día.

Luego fue hasta lo de Hangen, quien insistió que debía quedarse allí a pesar de la reunión familiar que estaban teniendo en aquel momento. Jaejoong no se siente cómodo para hablar de sus problemas en ese ambiente familiar y decide solo bañarse y descansar hasta el día siguiente.

A mitad de la noche, cuando empieza a llover, Jaejoong despierta, es alrededor de la 1 a. m. y parece no poder cerrar los ojos, sus pensamientos se preguntaban sobre Yoochun, piensa en llamarlo e inmediatamente busca su teléfono, pero no puede encontrarlo por ninguna parte, luego lo recuerda, lo había dejado en la casa de Yunho.

Sabe que es tarde pero también sabe que no será capaz de dormir si no revisa su teléfono por alguna llamada perdida, así que se levanta sin avisar a nadie, solo dejando una nota, hasta olvidándose de llevar un paraguas.

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Yunho despierta con el sonido de su timbre; echa un vistazo al reloj que marca la 1:46 a.m., se coloca sus sandalias (flippers) y ve a abrir, encontrándose con un muy mojado Jaejoong en su puerta.

“Necesito mi celular.” Dice cubriendo su ya empapada cabeza con su brazo.

“Oh… De seguro te lo daré, pero primero debes salir de la lluvia.” Yunho lo invita.

Jaejoong se está congelando, así que Yunho le ofrece secar sus ropas en la secadora. Jaejoong asiente quitándose solamente su remera, ya que era la pieza de ropa más empapada.

“Debería empezar a cobrar por mis servicios de lavandería.” Yunho sonríe, Jaejoong le sonríe de vuelta. “Por favor, siéntete en casa; te traeré una agradable taza de té.” Finaliza dejando a Jaejoong en la sala. Él observa que hay una puerta de balcón y lentamente la abre, dejando que la fresca brisa y el aroma a lluvia entrasen, luego se sienta entre las afelpadas almohadas descansando en el piso al otro lado del balcón.

Yunho regresa con el té, y se une a Jae en el piso. Se quedan allí observando la lluvia y hablando sobre cosas al azar.

“Me recuerdas a alguien que conocía.” Dice Jaejoong mirando a Yunho.

“Por favor no digas que es tu abuelo.” Yunho frunce el ceño.

“¿Por qué diría eso?” Jaejoong ríe, cubriendo su boca con la palma de su mano, Yunho sonríe ante ese gesto.

“Alguien dijo eso una vez, justo luego de decir que me veía como alguien que conocía. ¿Acaso parezco viejo?” Yunho explica.

“No para nada…” Jaejoong aún sigue riendo.

“Como sea, por favor continua…” dice Yunho, poniéndose más cómodo entre las almohadas, estaba recostado sobre ellas, apoyándose sobre su codo, mirando a Jaejoong, mientras el otro se inclinaba en la pared, en una posición de sentarse.

“Me recuerdas a mi viejo-“

“¿Viejo?” Yunho lo corta, incrédulo. Jaejoong vuelve a reír.

“No quería decir eso, quiero decir que él ya no lo es, era mi antiguo profesor.”

“Ohh… ¿qué enseñaba?”

“Piano.”

“Genial, ¿era más guapo que yo?” Yunho pregunta.

“Bastante.” Jaejoong responde.

“¿Qué?” Yunho finge recibir un disparo en el corazón.

“Estoy bromeando, en verdad eres más guapo que él, y deberías estar orgulloso de eso porque él era un buen partido.” Jaejoong le guiña un ojo.

“Bueno, te lo agradezco.” Yunho asiente.

“Él fue mi primer amor.”

“¿En serio? Qué bueno.”

“Amaba sus manos, mirarlas mientras tocaba el piano, eran tan hermosas. Tienes manos como las de él.”

“Oh, gracias.” Yunho dijo, Jaejoong sonrió. “¿Tuviste algún tipo de romance con él?” Yunho pregunta, curioso sobre la historia.

“Bueno, más o menos… digamos que no aprendí piano con él, fui a su casa a hacer algo más…” Jaejoong soltó una risita.

“Oh, chico travieso.” Yunho sonríe.

“Me enamoré completamente de él en un corto periodo de tiempo… era perfecto a mis ojos…” Jaejoong continúo.

“Me estoy poniendo un poquito celoso aquí…” Yunho hizo un puchero. “Entonces, ¿por qué terminó? Asumo que fue así.”

“Sí, él estaba viendo a otro estudiante de su…” Jaejoong suspiró.

“¿Por qué en este mundo el necesitaría a alguien más que a ti?” Yunho se veía sorprendido.

“Nunca podría ser lo que él quería que fuese, lo que en verdad le gustaba…”

“¿Qué?” Yunho se apoyó en ambos codos, poniéndose realmente interesado en la historia de Jaejoong.

“Una chica.” Jaejoong susurró.

“Ninguna chica es un partido para ti; solo puedo decir este profesor tuyo era un estúpido tonto, ¡loco! Eres más hermoso que cualquier chica que haya visto, eres como un ángel-“

“Eres justo como él…” Jaejoong corta la oración de Yunho, haciéndolo sentirse avergonzado.

“La buena parte de él… me refiero.” Jaejoong sonríe, Yunho suspira aliviado.

“Mejor te cuidas o podría enamorarme…” Jaejoong bromea.

“No me importaría…” Yunho dice mirando fijamente a los ojos de Jaejoong.

Se sienta, haciendo la distancia entre ellos acortarse, Jaejoong solo lo mira con la mirada vacía.. YunHo sonríe cuando acaricia la mejilla de Jaejoong y el otro se inclina por la caricia, así que no pierde tiempo antes de capturar sus labios en un dulce beso.

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