Servicio Militar - Cap. 1

Estaba a solo minutos de recibir los resultados del SAT, para ser sinceros, Junsu no esperaba una nota extraordinaria, estudiar nunca ha sido su fuerte, algo que su mamá aún no lograba entender. Aunque no era el último en su clase tampoco poseía notas sobresalientes, para Junsu siempre había estado claro, su pasión era el futbol, y no, no es que fuera un joven soñando en convertirse en Messi, no, Junsu tenía los pies en la Tierra y sabía que aunque quizás no era el mejor jugador, era lo suficientemente bueno como para desarrollar una carrera profesional como futbolista, no por nada era el capitán del equipo del colegio y formaba parte del equipo juvenil del Ulsan Hyundai FC, este chico de sonrisa angelical solo esperaba que su mamá comprendiera su sueño y lo dejara ser.

Finalmente, después de haber esperado junto sus compañeros por alrededor de media hora, los resultados fueron entregados, como era de esperarse su nota estaba apenas sobre el promedio, bastante decente pero jamás lo suficiente para entrar a ninguna de las tan prestigiosas universidades SKY (el sueño de su madre). Era increíble ver cómo lo que era alegría para unos se convertía en una cruel realidad para otros, pudo ver rostros felices, satisfecho del resultado de sus esfuerzos, porque vamos, obtener una buena calificación en los SAT no se lograba con tan solo ser listo, requería de largos meses de estudio, para algunos incluso años.

En eso se acercó su amigo Eunhyuk, en su rostro pudo ver claramente que su nota no podría haber sido muy buena –Así que ¿te fue mal Hyukie?

Le miró un tanto triste- Con esta nota tendré que ir a un instituto, ni soñando entraría a alguna universidad.

-Bueno anímate un poco al menos el infierno de la secundaria ha acabado.

-Si supongo, pero… Su ¿qué hay de ti?, ¿qué piensas hacer después de graduarnos?

-Bueno el entrenador ha sido muy claro ahora que terminé los estudios es hora de que me enfoque en el futbol, ha dicho que con mis habilidades en poco tiempo podré hacer mi debut , pero siempre está mi mamá y los “planes” que tiene para mí, no sé cómo hacerla entender qué es lo que quiero.

-Ella de un modo u otro tendrá que aceptarlo, después de todo ¡nuestro Junsu es el mejor jugando!

-Aish no exageres Hyukie

-No lo hago, de todos los chicos de nuestro distrito tú fuiste el único que entró al equipo. Sé que solo es cuestión de tiempo para verte jugar.

-Eso espero, pero ya conoces a mi mamá si no hay nada por escrito no cuenta. Pero no hay otra opción tendré que enfrentarme a ella si quiero seguir en esto.




Después de un largo discurso sobre lo que quería para su futuro y muchos “soy lo suficientemente capaz para elegir por mí mismo” “el fútbol es todo para mi” “puedo ser responsable de mí mismo”… sus padres (es decir su mamá, pues el Sr. Kim siempre apoyaba a su hijo menor fuese lo que quisiera) aceptaron el deseo de Junsu de intentar su sueño como futbolista.

Las primeras semanas fueron agotadoras, para ser un profesional debía estar en forma, los entrenamientos empezaban a las 6 de la mañana hasta la tarde, eran poco los descansos pero los resultados se echaban notar, en tan solo un par de meses Junsu había mejorado no solo su condición física sino su tiro a marco, el joven empezaba a sobresalir entre sus compañeros de equipo y esto solo significaba que estaba cada vez más cerca de incorporarse al equipo mayor, el entrenador sabía que el chico se convertiría en una ficha muy valiosa, su desempeño como mediocampista era formidable y solo esperaba que este ganara un poco de madurez para hacerlo entrar de lleno en el dichoso equipo.

Lo que nunca nadie esperó, empezando por Junsu, seguido del entrenador, su familia, amigos ni incluso los compañeros con los que poseía más rivalidad era que un jueves 15 de mayo, una mala caída al realizar un salto en el entrenamiento acabara con su carrera, y por ende, con todos sus sueños de convertirse en jugador profesional. Según las palabras del médico terapeuta: “jugar ya no estaba entre las posibilidades del joven Kim, al menos no de forma profesional”.

Junsu no se había rendido a la primera, después de su recuperación ante la cirugía a la que fue sometido, el intentó volver a las prácticas, pero su cuerpo ya no era el mismo, si bien era normal que su condición física no estuviera al 100% su principal problema era el tobillo, su pie no respondía como él quería, realizar un simple pase con la bola incluso suponía de cierto esfuerzo físico y ni de qué hablar de los tiros a marco, tanto la precisión como la fuerza se habían ido, fue en ese instante en el que Junsu pudo darse cuenta que de verdad era el fin de su carrera.

Durante las siguientes semanas Junsu entró en una fuerte depresión, su vida se había reducido a una lesión en su tobillo derecho, una lesión que le costaría todo lo que había luchado así como lo que faltó demostrar. Pero la realidad era inminente, ahora tendría que encontrar una nueva dirección, sin embargo el ex futbolista no parecía tener intenciones de superarlo.

No importaba los esfuerzos de su padres, las visitas de sus amigos, principalmente de Eunhyuk quien prácticamente lo obligaba a salir de su casa, incluso su hermano mayor Junho, había vuelto a casa unos días pues estudiaba en la universidad, todo con tal de que su hermano volviese a ser el niño risueño que siempre había sido, sin embargo, Junsu se encontrar sumergido en la desolación y pesimismo. Fue entonces cuando su madre fue clara:

-Hijo sé que todo esto ha sido muy duro para ti, lo ha sido para nosotros también. Ver a uno de tus hijos sufrir de esta manera te rompe el corazón, pero cariño ya ha sido suficiente, aunque no quieras debes despejar tu mente, hacer algo, lo que sea, entiendo si no quieres estudiar en este momento pero al menos busca algo que hacer ¿sí? No quiero verte todo el día dentro de la casa, te está destruyendo tanto tiempo libre.

Y a pesar de que a Junsu no le hacía mucha gracia la idea, estuvo de acuerdo. Empezó a trabajar por un par de semanas en un café hasta que un día lo decidió, si bien era cierto solo estaba perdiendo el tiempo, y aún no parecía tener la mínima idea de qué paso tomar, así que hizo lo que cualquier chico coreano de su edad que no sabe qué hacer con su vida haría.

-Papá te lo digo primero a ti porque sé que a mamá no le gustará mucho la idea, haré el servicio militar. Ya hice todo los trámites empiezo dentro de una semana.

El Sr. Kim lo pensó por unos instantes luego dijo- Pues supongo que es una decisión muy razonable, ya verás como cuando vuelvas serás todo un hombre- sonrió al decir lo último, se acercó y lo abrazó, algo muy raro en él- Te voy a extrañar pequeño.

-Y yo a ti papá, ahora ayúdame a decírselo a mamá.

****

-Así que Sr. Park, su campaña hace frente a la corrupción y asegura un cambio de ser electo, esto encierra entre muchas cosas terminar con los sobornos, los fraudes y la malversación de fondos en los que gobiernos pasados se han visto expuestos, y por su puesto deberá usted ser ejemplo a seguir para la sociedad.

-Es correcto como mínimo lo que haré será mostrar transparencia hacia el estado y hacia el pueblo cumpliendo así con mis deberes como ciudadano y funcionario.

-Esto me lleva a un caso que se ha venido dando durante los últimos años, según los datos cinco de cada ocho políticos o hijos de estos han evadido el servicio militar obligatorio de nuestra nación con excusas vagas como lesiones, problemas respiratorios inexistentes e incluso problemas de vista, y a esto se le suma que aquellos que asisten poseen ciertos “privilegios” con respecto a los demás, ahora bien tengo entendido que su hijo menor aún no cumple el servicio militar y dentro de poco estará en sus treintas.

-Si es correcto señorita Lee, entiendo que como reportera hace llegar la preocupación de Corea a nuestros oídos pero yo, más que como candidato sino como padre coreano aseguro que mi hijo Park Yoochun estará realizando el servicio militar durante los próximos dos años sin ningún tipo de preferencias e igual que cualquier otro ciudadano. Mi padre desde pequeño nos enseñó el valor de representar a la nación y es algo que deseo transmitir a mis hijos- una sonrisa de revista dibujaba el rostro de aquel astuto hombre, su campaña llevaba todas las de ganar, y si tenía que enviar a su hijo lejos o al mismísimo infierno poco le importaba, después de todo quizás el ejército le ayudara a madurar.

****

Su teléfono estaba sonando, miró el reloj que descansaba en la mesa al lado de la cama 9:13 am, quien putas le llamaba a esa hora. La chica desnuda a su lado (no recordaba su nombre, ni le interesaba saberlo) empezaba a despertarse.

-Oppa tu teléfono-dijo con una voz aperezada intentando volver a dormir

-¿Siwon?..¿Tienes idea de la hora que es?

-Si son las 9:14, por lo general a esta hora las personas como mínimo están en el baño.

-Pues ese no es mi caso y lo sabes… en fin ¿qué es tan importante como para que me levantes?

- Solo quería ser el primero darte la gran noticia.

-¿Qué noticia?

-Pues parece que tus días de fiesta van a darse por terminados.

-¿De qué estás hablando?

-No te pregunto si has visto las noticias porque sé que no lo has hecho, así que solo busca la entrevista de la noche pasada de tu padre.

- déjate de rodeos y dime de una vez lo que dijo el viejo.

-Jaja! Como disfruto tu humor matutino, en resumidas cuentas dijo que harás tu servicio militar durante los próximos dos años.

-¿Me estás jodiendo?

-Ya quisieras, no te preocupes no es tan malo como parece, solo levantarse a las 6 cada día, comer lo que sea que te sirvan, hacer ejercicio en exceso, no puedes beber, ni tener sexo, ni siquiera usar el celular.

-¡Maldito Siwon, jodete!

-También te amo Chun!

Y así su día estaba arruinado, él ¿yendo al ejército?, de ninguna manera, era demasiado esfuerzo físico para él.

-Levántate - le dijo a la chica a su lado

-¿Oppa vas a salir?

-Sí y no te quiero ver para cuando regrese.

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