Cuando los alumnos llegaron a la institución los autobuses ya esperaban en el estacionamiento. Era el día de la excursión. El profesor Kang, otro de los profesores de deportes daba indicaciones a todos los oyentes: la excursión terminaría al día siguiente, pasarían la noche en el campamento mientras llevarían a cabo numerosas actividades deportivas y de convivencia.
Yunho escuchaba a un lado de brazos cruzados. Irían dos profesores con sus respectivos grupos, los suyos y los del profesor Kang. No sabía qué tan bueno era aquel profesor pues nunca había presenciado una de sus clases, pero sus alumnos no parecían muy interesados en lo que decía, mientras que sus grupos ponían atención, podía notarse su emoción. Sonrió orgulloso, había transformado a sus alumnos en personas competitivas.
No pudo evitar buscar a Min entre los presentes, y algo revoloteó en su estómago al verlo junto a su mejor amigo, ambos comentaban algo sobre las indicaciones. Llevaban su uniforme de deportes que por alguna razón ese día se le veía especialmente bien al joven alumno.
Al terminar de hablar, Yunho llamó a sus grupos quienes llenaron dos autobuses, un tercero se llenó con los pocos alumnos que llegaron del grupo de Kang.
-Bien, jóvenes –alzó Yunho la voz al ser el último en subir al autobús –a partir de ahora inicia nuestra aventura –todos sonrieron emitiendo exclamaciones de emoción –por supuesto que la idea principal es reforestar, pero como ya escucharon, habrá otras actividades… ya sabemos quién va a ganar ¿verdad? – Guiñó un ojo y todos vitorearon enérgicos.
El camino no fue demasiado largo, una hora después los autobuses entraron a la reserva, recorrieron alrededor de 10 kilómetros y se estacionaron antes de iniciar el bosque. Un guía los esperaba en las faldas de la montaña. Ante los dos grupos presentes dio indicaciones que a Yunho le sonaron obvias –no alejarse, no separarse, no acercarse a los animales peligrosos, etc. -pero que ante el “es muy importante que recuerden bien estas reglas” de parte del otro profesor, Yunho asintió hacia sus alumnos, pero su gesto indiferente hizo sonreír a los otros.
Caminaron por más de 20 minutos en pendiente, entre terreno resbaloso y unas que otras espinas, muchas quejas se escucharon a lo largo del camino, pero con orgullo Yunho podía presumir que ninguna de ellas era de sus grupos. Y no por falta de accidentes, sino por el espíritu de ganadores que había implementado en cada uno.
-Sus alumnos vienen con todo ¿no, profesor Jung? –expresó Kang al notar que aquellos chiquillos mantenían la serenidad en todo momento, hasta parecía que lo que para sus alumnos resultaba tortuoso, para el otro grupo era incluso disfrutable.
-Ellos están siempre preparados –Contestó con una sonrisa de satisfacción.
Llegando a la zona de campamento, un grupo grande ya ocupaba la mitad del terreno, eran estudiantes de una preparatoria varonil al sur de Seul, quienes al ver llegar a Yunho y a los demás se incorporaron. Yunho pudo notar que eran de un curso mayor a sus alumnos, debía ser una escuela semi-militarizada a juzgar por sus cuerpos.
Su profesor definitivamente debió haber pertenecido a la milicia, pensó Yunho al observarlo dirigirse a él. Llevaba el cabello corto casi a rape y sus músculos prominentes se marcaban a través de la ajustada camisa, seguro para dar el efecto “Max Still” o alguna clase de soldado estadounidense. Alejando todos esos pensamientos sonrió por cortesía al tenerlo de frente.
-Dong-Yul –Se presentó extendiendo la mano hacia Yunho, quien confundido la estrechó -oficial del primer regimiento de las fuerzas armadas y… -hizo una pausa señalando con los ojos al grupo a sus espaldas –profesor de deportes de estos mocosos.
Sus sospechas resultaron acertadas, no era del tipo de sujetos que apoyaba a sus alumnos a ejercitarse por salud física; si no que seguramente exigía más de lo que podían dar. Bien, a él también le gustaba el esfuerzo. Sonrió –Jung Yunho –sólo dijo, y el apretón de manos se volvió algo personal.
Changmin cruzó miradas con sus compañeros, podía ver el fuego en la mirada de su profesor y en la del contrario también, esto seguramente se convertiría en una zona de batalla. Lo que se visualizaba como una pacífica expedición altruista, cuyos únicos rivales a vencer serían los perezosos alumnos del profesor Kang había dado un giro. Esas centellas en los ojos de Yunho eran fácilmente identificables en las de cada uno de sus compañeros, sin embargo no parecían compartidas en los rivales.
“Qué miradas más apagadas” pensó Min. Con rostros serios e inescrutables, los alumnos de Dong-Yul observaban a sus rivales. Su lenguaje corporal sólo evidenciaba su desinterés.
Al cabo de una hora los grupos de Kang y Yunho intentaban levantar en equipos sus tiendas de campaña, en eso ninguno era especialmente bueno. Yunho se recriminó por no habérsele ocurrido enseñarles, ahora debía acercarse a cada equipo para ayudarles a levantarlas. Para su sorpresa el equipo de Changmin llevaba más de la mitad del trabajo y eso gracias al mencionado. Con los brazos cruzados y una sonrisa satisfactoria, Yunho recordó que Changdoll-ah había mencionado más de una vez que en su infancia había asistido a los boy scouts.
Changmin trabajaba con plena concentración, al descubrir a su profesor a un lado de su tienda observando con orgullo su trabajo para después dedicarle una sonrisa le hizo bajar la vista apenado. “Concéntrate” pensaba. Temía que debido a la presencia de Yunho sus manos se volvieran torpes y terminara ridiculizándose. Dio un pequeño salto al escuchar a su profesor en cuclillas a su costado.
-Mucho tiempo con los boy scout ¿eh? –A pesar de que no fue un susurro, la voz de Yunho se escuchó peligrosamente cerca.
Min apenas dirigió una rápida mirada hacia Yunho, pero suficiente para hacer conexión y que las mariposas en su estómago hicieran fiesta. Sin poder evitarlo una tímida sonrisa bailó en su rostro mientras asentía con la cabeza.
Yunho observaba el movimiento de las manos de Changmin al trabajar, notaba que el más joven se sentía cómodo con lo que hacía y contaba con suficiente conocimiento, eso emocionó a Yunho. Miró su rostro, parecía muy concentrado, con el ceño medio fruncido, de vez en cuando mordía su labio inferior y soltaba un suspiro. “Que bonitos labios” pensaba perdido en ellos, recordando lo bien que se había sentido al besarlos, al acariciar su cabello y sentir el aliento de Changmin en su cuello. La repentina presencia de Yoon sacó a Yunho de su trance, inconscientemente cerró sus manos en un puño ante la necesidad de controlarse. Se incorporó y sonrió al otro alumno quien lo observaba suspicaz.
Changmin alzó la vista al sentir que Yunho se levantaba, y entonces notó la presencia de su amigo, sin duda le reclamaba en silencio. Fingió no notar nada, esperando que Yoon le quitara importancia.
-Es muy bueno su trabajo, estoy sorprendido –decía Yunho examinando la tienda –Necesitaré un apoyo para que me ayude organizar al grupo. –Los dos chicos lo miraron procesando la información –Serás mi asistente –indicó a Changmin –algo así como mi mano derecha.
-Ah… claro –contestó sorprendido.
-Creí que su asistente era el profesor Kang –señaló Yoon armándose de valor.
Los tres le echaron un vistazo al obeso profesor, a quien en esos momentos se le venía abajo una carpa quedando sepultado.
-Es que… -volvió su atención a sus dos alumnos –creo que necesitaré más ayuda.
Los otros dos no pudieron debatir nada, era obvio que Kang no era el indicado para ese trabajo, mucho menos como asistente de Yunho si no querían que este último explotara.
-Haremos buen equipo –le guiñó el ojo a Changmin y éste sonrió.
-Por supuesto –Contestó. Segundos después Yunho se dirigió a otros grupos. Min intentaba no mirar a su amigo, sentía que en cualquier momento le reclamaría esa cercanía con Yunho. Sin embargo el regaño únicamente fue con una mirada, acto que Changmin agradeció.
Como asistente de Yunho, Changmin tuvo que ayudar a los grupos con problemas para armar su tienda, esto les llevó un tiempo considerable. Al terminar, Yunho llamó a Min para que le ayudara a anotar a los grupos correspondientes a cada tienda. Un par de horas después estaban preparados para iniciar con la reforestación.
Continuaron por un sendero que poco a poco se volvió más desértico. En un terreno árido, entre dos personas, debían ayudarse para plantar un pequeño árbol siguiendo las instrucciones del guía. Yunho y Kang supervisaban mientras sus alumnos hacían el trabajo.
Changmin, junto con Hyun Jong apoyaban a los equipos en lo que hiciera falta, tanto en la modalidad de plantación, como en facilitarles abono y agua, actividades que realizaban a la par de sus profesores.
Ya avanzada la tarde, y con todavía unas horas de luz, regresaron al campamento donde se encontraron con un área adaptada para competencias. Los de la otra escuela habían alzado una red de boleybol, colocado obstáculos para carreras, banderillas y demás objetos, ante la sorpresa de los recién llegados.
-¡Hey Jung! –lo llamó Dong Yul desde el centro de actividades, señaló el no tan improvisado terreno.
-Veo que han estado ocupados –contestó Yunho -no imaginaba que en este sitio habría espacio suficiente para todo esto –dijo sorprendido.
-Hay que trabajar con lo que hay, si hubieras estado en el ejército lo sabrías –dijo orgulloso de su aparente sabiduría.
Yunho sonrió retadoramente, era muy joven aún, todavía tenía tiempo para presentar su servicio militar, debido a sus actividades con TVXQ lo había pospuesto, lo cual fue una pena, no tenía con qué debatir, dejaría que las acciones hablaran por él y su equipo.
Poco después de comer inició la competencia. Yunho mantuvo a Changmin y HyunJong cerca como su apoyo. El profesor Kang se mantuvo sólo como espectador al igual que sus alumnos, sólo unos cuantos aceptaron entrar al equipo de Yunho. Se armaron varios grupos que competirían en determinadas actividades.
Cuando el primer silbato dio inicio ya no existió silencio hasta ya entrada la madrugada. Con antorchas encendidas alrededor del área de actividades, la competencia continuó hasta que uno de los dos equipos saliera victorioso. Finalmente Yunho y sus alumnos terminaron vencedores ante el enojo de Dong Yul.
***
-Esa es la diferencia entre actitud y fuerza bruta –les dijo Yunho a sus alumnos mientras asaban malvaviscos en la típica fogata.
Todos se encontraban aún muy emocionados, compartiendo opiniones y recordando los momentos más excitantes o graciosos. No dejaban de reír y sentirse orgullosos. Mientras que del lado contrario todo era distinto. Los alumnos de Dong Yul debían soportar el mal humor de su profesor con ejercicio pesado y gritos, poco pudieron dormir esa noche, al día siguiente fueron los primeros en levantarse para continuar con un entrenamiento militar.
Poco después de iniciar la mañana, los campistas levantaron sus tiendas, el guía se ofreció a darles un recorrido por el bosque, era un sitio con acantilados, ríos y tierra suelta que fácilmente podría hacerlos resbalar, pero con las precauciones suficientes no habría peligro.
Después de aproximadamente setenta minutos llegaron a la sima desde donde el paisaje se antojaba exquisito: un terreno enorme de frondosos árboles le hizo recordar a Changmin los manojos de brócoli que prefería mantener alejados. El aire soplaba tan fresco que los cansados campistas coincidieron en que esa era la razón por la que estaban vivos.
Hicieron un receso para beber agua y comer (en caso de que alguien llevara algo). Dong Yul no perdió oportunidad para acercase a Yunho, tenía curiosidad por saber cómo inspiraba a sus alumnos a trabajar con dedicación, así que se lo preguntó al más joven, lo pensó unos segundos convencido de su respuesta “apoyo”.
-¿Apoyo? –Preguntó confundido, ¿eso era todo? ¿Su secreto era apoyo? – ¿Quiere decir que el hecho de que cada uno de sus alumnos trabaje con tanta fuerza sólo se debe a eso?
Yunho sonrió conmovido, el secreto de todos sus logros en la vida tenía como base el apoyo y de nadie lo había sentido tan fuerte como el de Changminie, su compañero de grupo. Nunca importó cuán duras fueran las pruebas, ellos sabían que al necesitar a alguien se tenían el uno al otro. Observó al otro y soltó un risa suave –no, por supuesto que eso no es lo único, también el reconocimiento, el alentarlos, el respetarlos… -inclinó levemente su cabeza a un costado al recordar cuando se ensañaba en ocasiones con sus alumnos –sea su amigo.
-¿Eso es todo? – expresó escéptico.
Yunho alzó lo hombros asintiendo.
***
-¿Qué tan profundo crees que sea ese río? –preguntó Changmin a Yoon al asomarse por un acantilado de mediana altura, debajo el río corría bravo entre aparentes rocas filosas.
-¿Qué importa el río? Me preocupa más la altura de este barranco. Con que sigas asomándote así terminaremos descubriéndolo –lo jaló del brazo apartándolo de la orilla.
-Hey, tú, el consentido –escucharon de un estudiante de la escuela contraria, venía con dos amigos tan grandes y fuertes como él. Se acercaron a Min y Yoon –debes estar orgulloso de haber ganado ayer ¿no?
Los dos amigos se tensaron, a juzgar por el gesto de los contrarios y la tonalidad en su voz, era evidente que no se trataba de una felicitación.
-Mira sus caras –dijo socarrón otro de los presentes.
-Antes estaban festejando con fogata y bombones burlándose de nosotros –dijo el primero sin dejar de observar a Min, quien le mantenía la mirada intentando no mostrar su incomodidad.
-Oigan amigos, no se confundan, no nos estábamos burlando de ustedes… -Yoon intentaba calmarlos, colocó su mano en el brazo del primer sujeto, pues éste, sin apartar la mirada de Min comenzó a acercarse de manera amenazante. Apartó el brazo del agarre de Yoon con brusquedad.
-¿Estás feliz estúpido? –ante la risa de los compinches, Changmin sonrió confundiendo al agresor.
-¿Feliz? ¿De qué hablas? Derrotarlos no significó nada –la sonrisa de Min se intensificó con burla –fue tan sencillo que quedamos decepcionados, esperábamos algo mejor.
Yoon se quedó paralizado, mientras los otros dos sujetos iniciaron una tanda de insultos contra Min, uno de ellos lo tomó del cuello de la camisa “¡dilo de nuevo imbécil!”. Los presentes más cercanos miraron a los cinco chicos. HyunJong supo que había problemas cuando descubrió a sus compañeros rodeados de aquellos gigantes.
-Oye ¿por qué no te calmas? –Yoon intentó empujar a quien sostenía a Min.
-¡Tú cálmate! –Lo empujó a su vez el tercer sujeto.
-¡Ya suéltame! –Changmin empujó los brazos de su agresor con los suyos logrando zafarse e inmediatamente usó todas sus fuerzas por empujarlo, sin embargo no vio venir el empuje de su primer rival, que con el calor del momento no midió su fuerza contra alguien delgado como Min.
HyunJong, quien se acercaba al grupo para poner orden, vio la mirada aterrada de su compañero al no sentir el piso y poco después desaparecer ante la sorpresa de todos. Los tres sujetos de la otra escuela quedaron desconcertados, mirándose entre sí y corriendo lejos de ahí mientras Yoon no alcanzó a reaccionar a tiempo para impedir su caída viéndolo perderse en las profundidades del río.
HyunJong llegó corriendo posicionándose a un lado de Yoon quien comenzaba a hiperventilar, no veía rastro de Changmin. Sus ojos se movían inquietos por la extensión del río intentando entrever a su compañero.
-Se cayó, se… cayó –repetía Yoon aterrado, sin poder moverse. –profesor Jung… -temblaba trabándose con las palabras -¡profesor Jung! ¡Profesor Jung! –de pronto comenzó a gritar, se puso de pie y corrió buscando al profesor, todos los presentes comenzaron a llamarlo.
Los tres profesores que mantenían una conversación en ese instante escucharon los llamados. Yunho se acercó a ellos de inmediato -¿qué pasa? –de pronto sintió una angustia que le oprimió el pecho.
-¡Changmin se cayó! –gritó Yoon con los ojos llorosos.
Aún no terminaba de procesar la información cuando su mirada inconscientemente se dirigió a la orilla del peñasco donde HyunJong y otro jóvenes más seguían buscando a Changmin.
“Yunho encontramos a Changmin” recordó con claridad “él está muerto”. Su cuerpo sintió un hormigueo recorrerle de la cabeza a los pies, su mundo se venía abajo al imaginar que la historia se volvería a repetir. “No esta vez”, pensó “no volverá a pasar, sin él estoy muerto”.
Corrió hacia la orilla, en el trayecto escuchó decir a HyunJong –la corriente se lo llevó –y sin pensar en más saltó al vacío ante la sorpresa de todos, segundos después su cuerpo resintió el golpe contra el agua mientras se sumergía. El río era profundo y muy activo, apenas salió a la superficie la corriente lo arrastró contra unas rocas que le causaron daño en las costillas. Dejando de lado el dolor se afianzó de una de ellas para buscar a Min, no había rastro de él y sin poder sostenerse más la corriente lo jaló sumergiéndolo una y otra vez.
***
Los alumnos, con el apoyo y compañía de Dong Yul, buscaron un camino para bajar a pesar de la negativa del guía y de Kang. Sin embargo, por más que intentaran hacerlo rápidamente, la distancia era muy larga, y los árboles y frondosa maleza obstaculizaban su bajada; la tierra del terreno en algunas áreas era muy resbalosa, si no tenían cuidado podría ser muy peligroso.
***
El cuerpo de Yunho se estaba cansando, los golpes, raspones y arrastres le estaban quitando la energía, estar dentro del río no estaba resultando un buen plan. Una fuerte corriente lo sumergió impidiéndole la salida por desesperantes segundos en los que la constante actividad revolcaba su cuerpo hiriéndolo al grado de no poder luchar por mucho tiempo más. Tomando toda la fuerza que aún podía reunir salió a flote y sujetándose con furia de la rama de un sauce que descansaba al lado del río luchaba contra la fuerza que lo jalaba, era tanta que en sus manos se abrían heridas debido a los contantes roses contra la aspereza de la rama. A punto estuvo de soltarse, pero dando un último esfuerzo se sujetó de un nudo de ramas entre las que introdujo su cansado brazo poniendo toda su fuerza a la altura del codo resultando doloroso. Poco a poco comenzó a ayudarse con pies y manos hasta que sintió todo su cuerpo sobre tierra.
Tirado y a salvo respiraba muy agitado y cada parte de su cuerpo ahora se sentía pesada y adolorida. Cerró los ojos que amenazaron con quedarse dormidos, pero él no podía dejar de pensar en Changmin y se entristeció. Él había pasado el peor de los momentos en aquel río y apenas seguía vivo, si Changmin no había logrado salir, si siguiera aún dentro de la corriente... Se puso de pie de un salto, no tenía tiempo de recuperar energía, caminaría y buscaría a Min con la poca que le quedara, hasta que lo encontrara o en el peor de los casos, hasta terminar derribado.
***
El atardecer estaba cayendo y el grupo de Yunho junto a Dong Yul y sus alumnos no habían logrado encontrar a ninguno de los dos. El profesor observó al cielo, y soltando un suspiro de frustración ordenó regresar a la zona de campamento, la noche estaba por llegar y sin artículos de búsqueda no había manera de encontrarlos en las penumbras.
-No podemos irnos –alzó HyunJong la voz.
-Va a anochecer, es imposible buscarlos así.
–Ellos podrían estar cerca de aquí.
Dong Yul observó alrededor, todos los presentes gritaban sus nombres sin recibir respuesta, observó a HyunJong con un claro mensaje en su mirada “ellos no están aquí”.
-¡Changmiiiiiin! ¡Changmin aaaaaaaah! ¡¡¡¡¡Chaaaaangmiiiiiiiiin!!!!! –Gritaba Yoon –su voz se estaba volviendo ronca y en ocasiones se quebraba. Se sentía triste, desesperado, ansioso y muy enojado; enojado con esas tres personas, con él mismo por no haber reaccionado con rapidez, con Changmin por haber provocado a esos estúpidos, por no contestar a sus llamados, por no esforzarse para gritar y que él, su mejor amigo, quien no podía evita llorar ante la situación, pudiera escucharlo.
-Hey –se le acercó HyunJong –tenemos que regresar al campamento –ante la negativa del otro prosiguió –mañana seguiremos buscando.
Yoon negó con la cabeza y continuó gritando apartándose de HyunJong, éste último lo tomó con fuerza del brazo –¡Te digo que no tiene caso seguir buscando, seguiremos mañana!
Yoon intentó soltarse, pero el agarre de su compañero era mayor y él sintió un miedo terrible, no paraba de imaginar a Min luchando en la corriente, siendo golpeado con alguna roca en cuyo caso sería sólo cuestión de segundos para salvarlo, ésas y más horribles posibilidades se le venían a la cabeza.
-Suéltame –posó su mano sobre el brazo que lo sujetaba empujando sin fuerza.
HyunJong pudo ver el miedo en sus ojos descolocándolo, mirándose a los ojos por largos segundos intentando leer el pensamiento del otro, HyunJong negó en silencio. -¿Qué vas a hacer?
Yoon tardó en contestar –Seguiré buscando –dijo mordiéndose el labio inferior para evitar que se le quebrara la voz.
El otro guardó silencio, observó su mano sujetando el brazo contrario, pensando, analizando sus opciones. La voz de Dong Yul le provocó un sobresalto, ordenaba regresar, todos accedieron sin replicar nada. HyunJong tragó saliva –En cuanto amanezca te ayudaré a seguir buscando –después miró los ojos húmedos del otro, como sellando su promesa.
Yoon asintió con pesar. Era cierto, no había manera de encontrarlos en la oscuridad, no contaban con linternas y aunque así fuera, no ayudarían mucho, incluso podría ser muy peligroso.
HyunJong bajó su mano hasta la muñeca de Yoon y lo jaló en dirección al grupo, todo el camino lo llevó sujeto temiendo que pudiera arrepentirse y regresar a buscar a Min.
***
La noche había caído y sus piernas ya no podían sostenerlo, dio un paso en falso y terminó cayendo. Su cuerpo temblaba por el frio clima calando sus huesos, la ropa mojada intensificaba el malestar y sus heridas ardían demasiado. En el río perdió sus zapatos, cada paso que daba con sus pies descalzos se sentía como el infierno, pero el recuerdo de Changmin era lo que más le dolía. Si no logaba encontrarlo… él no lo soportaría esta vez.
Tirado boca abajo sin poder mover un músculo perdió su mirada en la oscuridad del bosque. Era muy poco lo que alcanzaba a iluminar la luna, apenas podía ver sus dedos cerca de su rostro. Hace sólo unos días esos dedos acariciaban el cabello de Changmin. Entrecerró sus ojos conmovido al recordar el rostro de su alumno sonrojado, pero mirándolo con esos hermosos ojos decididos a declararse.
“Jung hyung, me gusta”
“Hyung, dígalo de nuevo”
“Dígame que le gusto”
Yunho soltó un fuerte suspiro acompañado de un quejido, oprimió fuertemente su mano en un puño y no pudo evitar llorar. La oportunidad de encontrarlo se volvía menor a cada segundo, sentía una terrible angustia que asfixiaba su corazón. Quería gritar y sin embargo su cuerpo estaba muy débil para eso. Todo había terminado, se sentía vacío, sin vida.
No muy lejos de ahí vio aparecer una luz, tan evidente en aquella penumbra. Posiblemente era parte de su imaginación. ¿Estaba muriendo y era la luz que debía seguir? Era una pena que no fuera tan brillante como había imaginado. La luz continuaba ahí, no parecía desaparecer.
Haciendo fuerza con sus brazos logró ponerse en cuclillas, se quedó ahí cinco segundos, continuó con la pierna derecha y después la izquierda. Nunca se había sentido así de débil físicamente en toda su vida, ni siquiera en los tours con TVXQ. Una vez incorporado avanzó poco a poco apoyándose de los árboles, soportando el dolor en sus pies a cada paso y temiendo volver a caer, no estaba seguro de que pudiera volver a levantarse.
La luz se veía cada vez más cerca, “un último esfuerzo será suficiente” se repetía a cada paso. “Por favor que sea Changmin”, si era él, nunca más volvería a pedirle un favor a Dios.
Los árboles que obstaculizaban su visión se despejaron y se reveló una fogata y una persona calentándose junto a ella.
-Changmin –dijo Yunho en voz baja, pero audible. No podía reconocerlo, pero su deseo le aseguraba que era él.
Aquella persona reparó en él y segundos después se levantó. Estaba desnudo, fue lo primero que pudo notar Yunho antes de caer.
-¡Profesor Jung! –La persona corrió hacia él y Yunho sintió un soplo de vida al reconocer esa voz.
Yunho se dejó caer boca arriba, el fuego apenas iluminaba los rasgos de Changmin, pero era él, estaba preocupado, se veía en sus ojos ahora tan cerca. Yunho sonrió aliviado, aunque su cuerpo seguía cansado podía asegurar que ahora flotaba debido al gran peso de encima que se había ido. “Qué feliz se sentía”.
***
El grupo de campistas llegó a un área de cabañas donde los esperaba Kang y unos cuantos alumnos que se quedaron. No era el sitio que las personas perdidas conocían y eso volvió a inquietar a Yoon quien jaló su mano aún sostenida por HyunJong. Éste último lo observó con muda interrogación.
-Dijeron que iríamos a la zona de campamento.
El otro observó las cabañas. Era cierto que eso se había dicho, pero las tiendas no estaban armadas y ellos estaban muy cansados para hacerlo, además la cabaña era más cálida, no entendía el problema.
-Sí ¿y qué con eso?
-¿En dónde está la zona de campamento? –miraba a su alrededor. HyunJong notó cómo Yoon comenzaba a alterarse nuevamente -¿Está cerca de aquí? –retrocedió sobre sus pasos –si vuelven no nos van a encontrar.
-¡Yoon! –Estaba a punto de correr hacia su compañero cuando lo observó detenerse repentinamente, miraba fijo a unos sujetos. HyunJong los reconoció, eran dos de aquellos tres que habían empujado a Changmin. Venían de una dirección distinta a la suya, por un momento se había olvidado de ellos.
El rostro de Yoon se pintó de rojo y su cuerpo se llenó de ira. Intuyendo lo que se avecinaba HyunJong corrió hacia su compañero logrando sujetarlo antes de que se lanzara contra aquellos dos sujetos.
-¡Bastardos! ¡Todo es su culpa! –gritaba con rabia mientras se retorcía en los brazos de HyunJong.
Los dos hombres retrocedieron un par de pasos. En todo ese tiempo se habían escondido sin saber qué hacer, se les había pasado la mano y pudieron haber ocasionado la muerte de aquel chico, si así era, no sólo cargarían con ese peso en su consciencia toda la vida, si no que serían detenidos y enviados a un reclusorio, antes de eso su profesor los castigaría con fuerza y todos sabrían que ellos lo habían hecho.
Después de tanto hablarlo, dos de ellos, los que sólo iban de compañía, decidieron que lo mejor era regresar y cargar con la responsabilidad, ayudarles a buscar al chico y con suerte enmendar su error, el tercero no estuvo de acuerdo, sería él quien llevara la peor parte y no pensaba pasar por eso, así que tomaron rumbos distintos.
“¡Van a pagar!” Dong Yul escuchó los gritos y salió al instante, había varios alumnos fuera de la cabaña apoyando a Yoon con acusaciones hacia los recién llegados, otros hablaban entre ellos y otros más únicamente eran observadores.
-¡Nosotros no lo hicimos! –se defendió incómodo uno de ellos.
-¡¿Qué, maldito mentiroso?! –seguía gritando intentando librarse de su compañero.
-Todos lo vimos –Habló tranquilamente HyunJong apoyando a Yoon –No tiene caso que lo nieguen, el que se hayan escondido lo dice todo.
-¡Estábamos asustados, fue un accidente! Volvimos para ayudar. –Se quedaron callados cuando vieron salir a su profesor.
Dong Yul entendió rápidamente lo que estaba sucediendo, y con gesto molesto se acercó a los recién llegados y les dio una fuerte bofetada –Cobardes – Y reinó el silencio. –Lo peor no es lo que cometieron, si no que no den la cara y se escondan como maricas –dijo con desprecio. -¡Si fue un accidente debieron ir a buscar a ese joven, se hubieran lanzado al río después de él! ¡Que ya cometieron la estupidez, arréglenlo, carajo! ¡¿No son hombres?! ¿Quién fue?
Los dos alumnos se mantuvieron callados unos segundos hasta que volvieron a escuchar la pregunta acompañada del mal humor de su profesor.
-B… Bae Hyun–dijeron.
-¡¿Dónde está Bae Hyun?!
-No lo sabemos –dijo uno de ellos tomándose la mejilla.
Dong Yul le apartó la mano con fuerza -¿Cómo que no sabes? ¿No estaban juntos?
-Se fue –contestó el otro.
La molestia de Dong Yul creció más y alzó el brazo contra los dos alumnos, dejándolo en el aire, lo bajó y dio media vuelta dirigiéndose al interior de la cabaña haciendo un ademán para que los dos chicos lo siguieran.
-Los alumnos se miraron entre sí y con temor entraron siguiendo los pasos de su profesor.
***
Yunho jaló aire profundamente y abrió lentamente los ojos, el sol ya alumbraba las hojas de los árboles. No recordaba en qué momento se había quedado dormido, pero haciendo a un lado la somnolencia, su cuerpo se sentía descansado.
-¡Oh! Profesor Jung, despertó.
Yunho no supo de qué lado llegó Changmin, pero en un segundo ya lo tenía acuclillado a un lado de él revisando su temperatura corporal con la mano sobre su frente. “Que bella imagen” pensó Yunho sonriendo, que hermoso lucía Changmin con ese gesto de concentración.
-Parece que está bien –dijo para sí mismo.
Yunho volvió a cerrar los ojos quedándose dormido por cinco minutos. De un momento a otro se sentó asustando a Changmin quien cargaba entre sus brazos algunas prendas de ropa. Yunho miró hacia abajo y notó que estaba desnudo, sólo cubría su entrepierna la sudadera del otro que le cobijaba, pero que ahora había resbalado hasta sus piernas.
-¡Changmin! –Expresó apenado, extendiendo la sudadera para cubrir su miembro -¿Por qué… por qué…?
-No… vi nada –le extendió las prendas que llevaba cargando, era la ropa de Yunho ahora seca. Se sonrojó –No mucho.
Avergonzado, Yunho comenzó a vestirse y pudo notar que tenía rastros de alguna masa parecida al lodo de color verde. Palpó sobre éstas produciéndole un ligero dolor, estaban cubriendo sus heridas.
-Tenía muchas heridas profesor, eso sirve para desinfectarlas, mire –le mostró parte de su brazo, él mismo tenía muchas de ellas sólo en esa parte.
Yunho no pudo evitar pensar en todos los golpes que había sufrido Changmin y eso le dolió. Pero se sintió orgulloso de que fuera un niño tan fuerte, él necesitó la ayuda del más joven y no al revés. Aun así, no se arrepentía de haber saltado, lo haría de nuevo sin dudarlo.
-¿Lo aprendiste en los boy scout? –preguntó comenzando a vestirse sin apartar la mirada de Min.
-Sí –Changmin no podía evitar observar el cuerpo de su profesor, se había imaginado muchas veces que debido a su gusto por el baile y su trabajo debía tener un buen cuerpo, y no se equivocó. Cuando terminó de ponerse la playera, Min sabía lo que seguía así que se dio media vuelta para darle privacidad al otro –lo he practicado muchas veces –prosiguió –unas cuantas con mi escuadrón y en otra ocasión con mi papá.
-¿Vas de campamento con tu papá muy seguido?
Min negó con la cabeza –sólo fuimos una vez –me caí al río… otra vez y él me sacó, como tenía muchos cortes, me dijo “hagamos esa masa que te enseñaron”, fue la primera vez que realmente la necesité, a partir de ahí mis papás me pagaron clases de natación –rio avergonzado.
Yunho sonrió enternecido –Debes tener una buena relación con tu papá.
Changmin alzó los hombros y tomó asiento en una roca de frente a Yunho manteniendo el rostro agachando mientras jugaba con una hoja entre sus dedos –Supongo, él a veces es estricto.
-Pero ese día puso su vida en juego para salvar la tuya ¿no? –expresó inquisidoramente.
Changmin lo observó, asintió dejando ver una ligera sonrisa.
El recuerdo de los padres de Changmin en el cementerio sacudió su cuerpo. El hombre de temperamento fuerte no pudo evitar derrumbarse; su madre no encontraba consuelo en los pésames de nadie. Si Yunho sentía que su alma se partía ¿qué terrible dolor podrían sentir aquellas personas que lo habían amado desde su primer día de vida?
-Profesor, ¿por qué está aquí? –Sonrió más evidentemente -¿También lo empujaron?
Ahora que lo peor había pasado, Changmin podía darse el lujo de reírse de lo sucedido. Yunho negó –No, por supuesto que no.
-¿Entonces? Estaba tan mojado que temí que le diera hipotermia o algo así.
-Bueno sí, tuve que cruzar el río –sonrió avergonzado. Se acercó a Changmin un poco ansioso tomando asiento en el piso frente a él –obviamente te estaba buscando.
Eso ya lo intuía, lo que no le quedaba claro era el porqué de su ropa mojada –Pero… ¿por qué…? –calló dejando que su gesto de confusión hablara por él.
-Bueno ya sabes –con su mano derecha dibujó en el aire el movimiento de su salto hacia el río dejando a Changmin desconcertado, provocando la risa avergonzada de Yunho. Ahora sí se reía, de eso sí podía reírse y sentirse feliz porque había hecho todo lo que estuvo en sus posibilidades para salvarlo.
-Pero… -después de unos segundos sin poder pronunciar una palabra coherente debido a la sorpresa, expresó –Pero ya lo sabía ¿no? –Ante la clara expresión de duda del otro por no entender a qué se refería, prosiguió –sabía que estuve en los boy scout, y… que tenía conocimientos de supervivencia…
-Sí –dijo pensativo mirando hacia el cielo –pero en ocasiones como esa no tienes mucho tiempo para razonar.
Changmin no dejaba de asombrarse, imaginar a su profesor lanzándose sin más desde aquel peñasco era sorprendente. No se decidía si imaginarlo como un super man, pues en la imagen mental de su lanzamiento parecía más bien un loco. –Pero… sabe nadar –dijo con la pregunta implícita en su tono.
Yunho rio incómodo agachando su cabeza y apoyándola en la rodilla del contrario, su cuerpo no dejaba de temblar a causa de la risa hasta que se quedó callado por un par de segundos sin levantarse.
-¿Profesor?
Suspiró dejando salir un sonido de resignación. Recostó su mejilla derecha en la pierna de Changmin –Me… sé defender –dijo tranquilamente.
También soltó un suspiro y con timidez deslizó un pequeño mechón del cabello de Yunho entre sus dedos. Nervioso, movió apenas un poco su pierna de manera inconsciente, pero eso no apartó a su profesor quien ya se había acomodado de mejor modo apoyando su cabeza en la pierna de su alumno, al sentir los dedos de Min, cerró los ojos.
Changmin comenzó a deslizar sus dedos por el cabello de Yunho de forma delicada, poco a poco lo hacía con más confianza hasta que ese suave y tímido toqueteo se convirtió en caricias.
-La próxima vez que suceda, recuerde que sé nadar, no será necesario que se arroje detrás de mí.
El profesor negó con la cabeza, segundos después contestó –Lo haré cuantas veces suceda, así que por mi bien, mantente alejado de los problemas –terminó con una sonrisa.
-… ¿Es porque soy su alumno?
Yunho levantó la cabeza y lo miró fijamente a los ojos –No…- las manos de Min descendieron hasta su rostro acariciando sus mejillas con delicadeza. El rostro de ambos se encontraba sonrojado –porque eres Changmin –las palabras salieron en voz apenas audible, como dichas a un cómplice. Pudo notar el momento exacto en que un suspiro brotó por los labios de Min y los ojos de éste descendieron hasta perderse en los labios de su profesor al igual que sus dedos se deslizaron hasta ellos rosando con adoración.
-¿Aunque estuviera en riesgo su vida? –lo miró a los ojos profundamente.
-¿Qué te digo?... Me gusta ser el héroe. –Sonrió ligeramente -…pero…
-¿Pero?
Yunho inclinó la cabeza posando su mejilla contra la mano contraria, sintiendo con agrado cómo era acariciada con el pulgar –Al final el héroe fuiste tú.
-¿Yo?... ¿qué hice yo?
Yunho besó la palma de su mano –Me salvaste la vida.
-¿Por haberlo desnudado? –bromeó Changmin sin romper el ambiente caldeado que poco a poco parecía intensificarse.
El mayor respondió con una sonrisa ante su comentario. Recargó la barbilla en la rodilla del menor mirándolo con devoción –Sí… por desnudarme, por brindarme calor, por curar mis heridas… por continuar vivo… me devolviste la vida.
Min se mordió el labio inferior, sólo Yunho había logrado hasta el momento electrificar su cuerpo de forma exquisita.
El mayor sujetó la tela del pantalón de Min a la altura de sus rodillas con sus dos manos, cada una en la pierna correspondiente y se alzó hasta hincarse frente a él, estirando el cuello en su dirección a la vez que entrecerraba los ojos perdiendo su mirada en los labios contrarios.
Changmin entendió y su corazón latió desbocado. Tomando el rostro de Yunho entre sus manos se agachó ligeramente hasta sentir el calor del otro. Ambos cerraron los ojos y entreabrieron la boca para recibir los labios contrarios.
Los labios de Changmin temblaban nerviosos, ansiosos, disfrutaba cada caricia de parte del otro centrándose en el movimiento de sus labios. Le gustaba la suavidad con que era besado, su sabor, su calor. Sus dedos descendieron deslizándose lentamente por el cuello del mayor con el tacto delicado de sus yemas. Buscó la lengua de Yunho con la suya siendo recibida con el más dulce y erótico rose.
Yunho estaba perdido en cada sensación, los sentimientos se arremolinaron en su interior como una bomba que estaba por hacer explosión. El terror de creerlo muerto de nuevo; el enojo de la acción en sí a manos de sujetos aprovechándose de una situación en donde Changmin fuera el único que saliera perdiendo, igual que aquella vez; la alegría de encontrarlo vivo, algo que no pudo aquella vez; el amor que sentía por él y hacía su cuerpo vibrar de emoción, de excitación; el deseo de reclamarlo suyo, de fundirse en él, de protegerlo contra el mundo entero. Soltó un gemido y el beso se intensificó.
Tomándolo de los brazos lo jaló hacia él, el menor se dejó guiar bajando de la roca. Con las piernas abiertas a los costados de las de Yunho se sentó sobre su profesor, de frente a él rodeando su cuello con el brazo derecho mientras su mano izquierda acariciaba su cabello. Soltó un suspiro y el beso se volvió aún más intenso, sin temor a explorar la boca del contrario.
Yunho rodeo entre sus brazos el delgado cuerpo de Min de manera aferrada. Amaba perdidamente a Changmin, de forma tan inocente como carnal, posesiva y protectora y ya no quería retener sus sentimientos.
La intensidad del beso fue disminuyendo hasta que se detuvieron. Duraron unos segundos con los ojos cerrados, respirando agitadamente uno cerca del otro. Changmin, con su necesidad a flor de piel de seguir sintiendo a Yunho juntó su mejilla izquierda con la del contrario por un momento, le dio un beso en la mejilla y ocultó su rostro en el cuello del otro hasta que lograran normalizar su respiración.
Yunho lo abrazó con profundo afecto sintiendo la respiración de Min en su piel ser reemplazada por unos labios suaves y tibios que besaban como el tacto de una mariposa. Posó sus labios contra el hombro izquierdo del menor perdiéndose en su olor mientras se concentraba en los besos de Min, los cuales iban siendo más ardientes. Besaba su hombro, cuando la sensación se intensificó tomó entre sus dientes la playera de Min y soltó un gemido que se vio ahogado.
-¿Profesor Jung? –Escuchó la excitada voz de Changmin cerca de su oído.
-Dime –Aprovechando que Changmin había levantado la cabeza, fue el turno de Yunho para ocultarse en el cuello del contrario. Era tan cálido, y le gustaba su olor.
Changmin acarició sus cabellos con la mano izquierda, empujándose contra su profesor en busca de sentir en su cuello la caricia de sus labios, el otro no se hizo esperar brindándole delicados besos húmedos, lo que hizo a Changmin cerrar los ojos y soltar un suspiro. -¿Cómo… se les llama a las parejas del mismo sexo?
-¿Qué? –contestó sin desconcentrarse.
-Sí, ¿cómo se les llama?
-¿Gays?
-No… ya sabe… cuando son novios ¿se les llama novios?
Yunho descubrió su cabeza mirando confundido a Changmin, éste también lo observó expectante.
-¿Cómo es? –Volvió a preguntar Changmin con cierta inocencia.
Yunho pensó un poco –No lo sé… creo que sí –contestó no muy seguro de su respuesta, tendría que investigarlo.
Changmin sonrió alegremente dando un vuelco en el corazón de Yunho. El más joven abrió la boca para hablar pero de pronto guardó silencio sorprendido. A lo lejos se escuchó una voz. Se quedó estático intentando escucharla de nuevo, poco después Yunho también la escuchó y se levantaron rápidamente.
-¡Aquí estamos! –Gritó Changmin.
Yunho se desepcionó, había sido muy poco el tiempo que había estado a solas con Changmin, si no se hubiera quedado dormido… tal vez… Su rostro se enrojeció avergonzado por la idea que inundó su cabeza.
-¡Profesor, es Yoon!
-¿Eh?
-¡Vamos! –Lo tomó de la muñeca para jalarlo, poco después lo soltó para buscar a quienes gritaban sus nombres. -¡Yoon, aquí estamos!
-¡¿Changmin?!... ¡Changmin! –Cada vez se escuchaba más cerca. -¡Profesor Jung! –Se escuchaba también una segunda voz.
Ambas parejas llamaban a los contrarios (a excepción de Yunho, el habría preferido continuar perdido con Changmin) guiándose por sus voces haciendo cada vez más corta la distancia. Cuando Yoon vio a Changmin no dudo en correr rápidamente y abrazarlo con fuerza. Min se sorprendió por tan efusivo abrazo, pero lo devolvió sin problemas. HyunJong soltó un suspiro de alivio al ver a Changmin, después vio a Yunho quien se acercaba caminando con dificultad, sonrió y el profesor sonrió a su vez.
Yoon se inclinó frente a su profesor después de soltar a Changmin, agradeciéndole por haberlo cuidado, el profesor sonrió y se inclino ligeramente en respuesta.
***
Los grupos de búsqueda se estaban organizando fuera de la cabaña para continuar con lo que habían dejado inconcluso el día anterior. Unos alumnos vieron venir a los cuatro y emocionados, pero expectantes por reconocerlos, comenzaron a intercambiar comentarios “¡Mira! ¿No son ellos?” “Son ellos ¿verdad?” o simplemente señalaban u observaban.
Al estar más cerca fueron fácilmente reconocidos. Los alumnos de Yunho estaban felices, gritaban alegres; Kang y sus alumnos suspiraron aliviados; Dong Yul y los suyos sonrieron satisfechos, éste dirigió una dura mirada a los dos culpables y éstos asintieron temerosos, al instante cortaron la distancia entre los recién llegados y haciendo una reverencia pronunciada ofrecieron disculpas a ambos.
Yunho contestó a la reverencia haciendo una más ligera, pero con mirada molesta, si no fuera un profesor, en ese mismo momento les daría unas bofetadas que les dejara la piel ardiendo, sin imaginar que eso ya lo había hecho Dong Yul. Changmin los miró con enojo, e ignorándolos continuó su camino hacia dentro de la casa, sólo podía pensar en que tenía mucha hambre.
Apenas sentirse más tranquilo y que la adrenalina se había evaporado, Yunho comenzó a sentir los dolores causados por golpes y cortes en su cuerpo. El dolor en la costilla se intensificó, era soportable, pero temió que tendría que ir a ver a un doctor. Tenía moretones y cortadas por todos lados, así que sin perder tiempo, decidieron emprender camino de regreso a la ciudad.
***
Changmin se encontraba en su habitación intentando leer un libro, pero el recuerdo de su hyung quejándose por el dolor en su costilla no le dejaba concentrase. Fueron atendidos por paramédicos en la reserva, pero debido al insistente dolor de Yunho temieron que se tratara de una fractura.
Tuvieron que informar a los padres de familia sobre lo sucedido, esperaba que el sujeto que lo había empujado obtuviera un buen castigo. Yunho, a pesar de no haber podido hablar con los padres debido a que fue llevado al hospital, fue reconocido como una figura admirada y respetada.
Min ansiaba regresar a clases para hablar con su profesor y asegurarse que estaba bien. Se sonrojó al recordar que su conversación había sido interrumpida, en ese momento se sintió muy feliz de que los hubieran encontrado, aunque seguramente entre los dos habrían encontrado el camino de regreso sin mucho problema, pero esa fue la causa de no haber podido hacerle la pregunta que quería.
***
A penas regresando a clases corría el rumor de que el profesor Jung se ausentaría de la escuela por un tiempo, pues el golpe en la costilla y otras partes del cuerpo habían sido muy fuertes. Se encontraba en casa reponiéndose con ayuda de Han, ella misma se lo había dicho después de que él le preguntara por Yunho, pues sabía de su amistad, además los celos se lo habían sugerido.
-¿Puedo ir a visitarlo? –preguntó Min.
Han sonrió enternecida, no podía pensar en otra razón que en el agradecimiento que podría tenerle Min al verlo como su salvador.
-Seguro que no le molestará, por qué no les dices a tus compañeros, podrían ir todos juntos o mandarle una carta.
“¿Esta mujer cree que somos de primaria?” pensaba, mientras por fuera asentía con gesto inescrutable. Hizo una inclinación y sin esperar más salió de la sala de profesores.
Han se sintió triste, Changmin era su alumno favorito, se sentía apoyada por él cada vez que había un concurso. Creyó que le gustaba cantar y ella estaba feliz de ser su profesora porque él amaba su clase y ella amaba su voz, pero ahora las cosas parecían haber cambiado, Changmin ya no la miraba con admiración, su mirada se veía sombría cuando se la dedicaba a ella; sus palabras ya no eran dulces y llenas de emoción; ya ni siquiera la buscaba para practicar o le dirigía un saludo; su relación se convirtió en mero formalismo y ella no sabe el porqué.
Varias veces intentó hablar con él y sabía que la rehuía, no era tonta, se daba cuenta de esas miradas de indiferencia, incluso sus maneras de contestar iban inyectadas de desprecio; pero ella seguía esperanzada en que las cosas podían llegar a ser como antes, para Han, Changmin era un tesoro que no quería perder.
***
Yunho estaba aburrido, pasaba los canales de su televisor sin ninguno que le interesara, prefirió apagarla, estar tirado en la cama todo el día era lo peor que le podía pasar, pero sólo pararse al baño resultaba doloroso. Suspiró derrotado. A su lado, a la altura de la cadera, se encontraba el pequeño Max enroscado como un camarón, lo observó enternecido, sus orejas parecían gritar “¡moléstame!” quién era él para decir “no”. Con su índice le tocó la oreja derecha sonriendo cuando el minino la agitó con molestia. Se detuvo cuando Max alzó la mirada llena de rencor hacia el humano “si no dejas tu jueguito me voy”, leyó en sus ojos ambarinos, así que dejó de hacerlo enfadar, el gato volvió acomodarse después de estar seguro de que Yunho se detendría.
Entró Han a la habitación, hacia una hora que había llegado, había tardado en hacer la comida, pero ya estaba listo el plato que le ofreció a su protegido. Yunho le sonrió correspondiendo a la sonrisa de la chica.
-Ya llegó la comida –dijo ella cargando cuidadosamente un plato sobre una servilleta de tela, lo dejó sobre el buró al lado de la cama –ten cuidado, está muy caliente –Salió de inmediato.
Se asomó al plato, parecía un caldo, comenzó a menearlo con la cuchara, el humo que despendía hablaba de la intensidad de la temperatura.
Pocos segundos después volvió a entrar Han con un vaso con agua de frutas. Yunho le extendió las manos y la chica le pasó el vaso. El profesor bebió hasta terminar casi con la cantidad total de bebida.
-Gracias, tenía sed –dijo agitado.
Ella sonrió –Se ve –tomó asiento en la cama.
-¿Cómo estuvo el trabajo?
Han alzó un hombro restando importancia –Nada digno de contar… ¡ah, por cierto! Tus alumnos me preguntaron por ti, dicen que si pueden venir a visitarte.
-¿Y qué les dijiste?
-Que seguro estarías muy feliz de recibirlos a todos –rio ante el gesto de incomodidad de Yunho mientras asentía no muy convencido. –Ellos te aman.
-Sí, pero no estoy seguro de querer recibirlos.
-Changmin se ve muy agradecido.
-¿Changmin? -Mostró una sonrisa discreta -¿por qué dices eso?
-Me preguntó si podía venir a verte, le dije que te veías horrible, que mejor esperara a que regresaras.
-No, pero… bueno –Se rascó la cabeza avergonzado, había hablado por impulso –creo que si ellos quieren venir, está bien, mientras no sean todos al mismo tiempo.
-¿Entonces les digo que sí?
-Ajá…
El timbre les interrumpió.
-Ya vengo –se puso de pie –no dejes enfriar mucho tu comida.
Yunho se volvió hacia el plato revolviendo con la cuchara sin investigar si seguía caliente, su atención estaba en intentar escuchar quién llamaba a la puerta.
“Buen tardes” escuchó una voz masculina, seguida de una femenina, le eran familiares. “¡Oh, buenas tardes!, adelante, por favor” esa era la voz de Han “soy Han, profesora de Changmin” ¡¿Changmin?! Rápidamente dejó la cuchara en el plato y se peinó un poco con los dedos. “Claro, Changmin nos ha hablado mucho de usted, su profesora de música.” “Así es”. “¿Puedo entrar a ver al profesor Jung?” ¡Esa era la voz de Min! algo interior subió y bajó por todo su cuerpo en un segundo, estaba ansioso por que el joven alumno pasara esa puerta. ¿No olía mal? ¿Cómo se veía su cara?, no quería parecer un muerto. “Esperen, voy a avisarle”. Poco después la puerta se abrió asomándose Han por la ranura.
-Changmin y sus papás vinieron a verte.
Yunho asintió y después lo hizo ella en contestación.
-Adelante.
Segundos después entró Changmin vestido formalmente con un pantalón de vestir color gris oscuro, una camisa blanca de la que apenas podía verse el cuello en el que iba amarrada una corbata y encima un sueter cerrado de un gris claro, ramataba con zapatos negros. Llevaba una caja en las manos ¡se veía encantador! Detrás entraban sus papás haciendo una reverencia. Yunho se incorporó cuanto pudo inclinando la cabeza con mucho respeto.
Pasaron alrededor de quince minutos hablando sobre lo agradecidos que estaban con Yunho por haber cuidado de Changmin y que algo como eso no eran capaces de pagarlo nunca. La madre de Min llegó a conmoverse ante el acto del profesor asegurando que de no haber estado él seguramente su hijo ahora ya no estaría con ellos. De ahí pasaron a anécdotas sobre Changmin que hicieron enrojecer a éste quien apenas había hablado algo, hablaron de las hermanas de Min, del trabajo de Yunho, de Max, hasta que se les acabaron los temas.
Las visitas anunciaron su despedida deseándole a Yunho una buena recuperación.
-Changmin le trajo un regalo en agradecimiento –dijo la mamá observando a su hijo.
Los tres pares de ojos se dirigieron al más joven quien se intimidó un poco.
-Vamos, dáselo a tu profesor.
Otra vez ahí estaba, le hablaban como si fuera un niño, sólo faltaba que lo dirigieran hasta él tomado de la mano.
-Pero salgan –pidió Changmin -me da pena hacerlo frente a ustedes.
-¿Por qué te da pena? –preguntó su papá, a lo que su esposa sólo le dio unos toquecitos discretos en la mano.
-Está bien, te esperamos aquí afuera, no tardes ¿bien? –Se volvió hacia Yunho y él automáticamente le dirigió una sonrisa –Nos vamos, fue un gusto verlo y gracias otra vez.
Después de que el papá de Min se despidiera también salieron de la habitación dejando la puerta entreabierta. Changmin se acercó a ella y la cerró. Al volverse hacia su profesor, él ya lo recibía con una mirada de adoración.
Sonrió avergonzado observando la caja entre sus manos. Se acercó a la cama y alzó la caja mirando a Yunho –Son chocolates, mis papás insistieron en que se los trajera –se los dio a su profesor quien los aceptó feliz. –Cuando les dije que quería venir a verlo mi mamá fue a la tienda por ellos, no esperaba que vinieran conmigo. –se sentó en la cama.
Yunho abrió la caja y comió uno relleno -¿quieres? –le extendió uno a Min a la altura de su rostro.
El menor lo tomó con la boca tocando parte de los dedos de Yunho, éste sonrió embelesado.
-Me hace muy feliz que hayas venido –dijo sinceramente, pero Changmin le mostró un gesto serio -¿Qué pasa?
El más joven alzó la vista al techo pensando en sus palabras –Tuve que preguntarle a la profesora Han por usted –ante el silencio de Yunho prosiguió –ella… -no supo cómo continuar – ¿le gusta su compañía?
Yunho soltó un suspiro cayendo en razón de lo que quería decir Min –Sí –dijo tentando el terreno –me gusta su compañía, es muy divertida, somos amigos. Además es la única que se ofreció a ayudarme.
Changmin se quedó callado mirando sus manos que se entrelazaban apoyadas en sus piernas.
-Changmin –le sujetó una de sus manos provocando que lo mirara –ya estuvimos juntos ella y yo ¿te acuerdas? Y no funcionó, no nos queremos de esa forma –comenzó a jugar con sus dedos –si yo pudiera elegir a quien se quedara conmigo… no sería ella.
El alumno entendió la indirecta y sonrió apenado, pero feliz. Era triste no poder estar en el lugar de Han, con esa libertad de estar siempre presente en la vida de Yunho sin ningún problema.
Changmin se concentró en escuchar las voces de fuera, sus padres aún parecían mantener una conversación con Han, se escuchaban algo alejados, eso le daría tiempo. Se estiró sobre Yunho ante la confundida mirada del otro y le dio un beso en los labios suave y corto.
A Yunho se le subieron los colores al rostro, era muy peligroso que hicieran eso ahí, con los padres de Min al otro lado de la puerta y con Han teniendo toda la libertad de entrar sin apenas anunciarse, pero aun así, con esos pensamientos en la cabeza, no pudo rechazar el segundo beso que fue más largo y que parecía la mejor medicina para cualquier malestar.
A Changmin le gustaba darle a su profesor besos húmedos, no dejaría pasar la oportunidad de acariciar su lengua con la contraria, la sensación le excitaba, no pudo evitar pensar en la frase “los placeres de la vida”. Yunho subió sus manos a la espalda del más joven oprimiendo su suéter, respondiendo a aquel beso con la misma intensidad con que era besado. Rompió el beso debido a que no podían arriesgarse a ser sorprendidos y fue ahí cuando odió su suerte más que en otras ocasiones. Ojalá sus papás lo hubieran dejado venir solo y que Han se hubiera tenido que quedar a clases vespertinas; ojalá su hyung no se encontrara en tal estado y no tuviera que preocuparse por hacer un movimiento que pudiera lastimarlo.
Yunho gruñó de frustración, el otro entendió que debía sentirse igual que él, así que sonrió observando sus labios, quería volver a besarlos. El mayor se mordió el labio inferior soportando las mismas ganas que aquejaban al más joven.
“¡Changmin!” era la voz impaciente de su mamá “¡Ya vámonos, despídete de tu maestro!”.
Min gruñó y Yunho compuso un gesto de decepción, ninguno quería separarse del otro, ¿por qué no sólo desaparecía el resto del mundo? “¡Changmin!”
-¡Ya voy mamá! –Su gesto mostraba lo frustrado que se sentía –Profesor –se concentró en poner en orden sus ideas, ante la muda pregunta del mayor y la ansiedad que comenzaba a sentir lo soltó de golpe –sea mi novio.
Yunho sintió sus orejas arder, era obvio el amor que sentía por Min y las ganas que tenía de que fuera todo suyo, pero no había pensado en que necesitaran un título y la propuesta de Changmin lo descolocó.
“Changmin” se escuchó la llamada a la puerta.
Aceptar representaba formalizar un desastre. Mantener su relación en caricias y besos escondidos podía ser más llevadero, sin el peso del título y lo que vendría con él.
El menor ya se estaba alejando de Yunho, pero sin dejar de mirarlo con ese gesto de súplica -¡Profesor!
Jung sentía que estaba a contra reloj, si su alumno salía de esa habitación podría perder su oportunidad -¡Sí! –dijo sin razonarlo.
Changmin procesaba la respuesta cuando se abrió la puerta suavemente asomándose por ella su mamá. Los otros dos apenas repararon en ella, observándose intensamente uno a otro, ya se había dicho todo, el trato se había cerrado y entonces Changmin sintió algo explotar por dentro llenándolo de satisfacción. Sonrió y Yunho sonrió a su vez en complicidad.
***
De camino a casa los reclamos de sus padres eran apenas audibles. Changmin sonreía en ensoñación, ya quería volver a ver a Yunho de preferencia en su casa, cuando ya nadie pudiera interrumpirlos.
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Me quedé toda emocionada, por qué lo dejaste ahí? xD jajajaja
ResponderEliminar"A Changmin le gustaba darle a su profesor besos húmedos, no dejaría pasar la oportunidad de acariciar su lengua con la contraria, la sensación le excitaba..."
Me encantó ♥
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEste fic es super hermoso, ya quiero saber que pasa con Min y Yun, me tiene emocionada!!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Hola! Por Alguna razón la página no me deja responder de manera individual, así que lo haré acá :P
ResponderEliminar-¡Gracias por leer Arashi!
Me alegra que te haya encantado :D. Es satisfactorio conocer las reacciones de los lectores.
Espero que nos sigamos leyendo.
Saludos :)
-¡Hola Cassie Bigeast! Gracias por leer, me alegra que te haya gustado.
Pronto sabrás lo que sucederá con estos dos, espero me sigas leyendo.
Saludos :)