Reencuentro.
No sabía cómo había llegado otra vez a ese mismo lugar después de esos largos meses. Ese tiempo que había parecido una eternidad y también una tortura.
Con un suspiro se da cuenta que no está lo suficientemente borracho como para echarle la culpa a esa condición, pero no lo puede evitar. En noches como aquella era muy difícil resistirse.
Recuerda como si fuese ayer el día que por accidente terminó en ese lugar y como su vida dio un vuelco tremendo para terminar donde comenzó, con su vida de regreso, pero con un corazón roto y un futuro muy incierto.
“-Jae… vamos.
-El auto está repleto, ya no entró ahí…
-Si entras, vamos. –Insiste uno de sus amigos.
Habían salido a celebrar el ascenso de uno de sus compañeros de trabajo y ahora se querían dirigir a un lugar para bailar toda la noche, pero Jaejoong no estaba entusiasmado con la idea. Había tenido una semana de mucho trabajo y quería ir a dormir lo antes posible.
-Me voy caminando.
-Pero tienes que venir con nosotros, la estamos pasando muy bien.
-Los alcanzo. –Les dice finalmente. Con un suspiro decide aceptar, se quedaría un rato más con ellos y se iría cuando sus amigos estuvieran lo suficientemente borrachos para notarlo.
-Pero entra.
-Tomaré un taxi y los alcanzo, nos vemos en el lugar.
-Está bien… -Le dicen sus amigos y se despiden haciéndole señas con las manos y con gritos cuando parten.
Jaejoong riendo comienza a caminar para coger un taxi. No le toma mucho tiempo, ya que era fin de semana y la actividad nocturna estaba en su apogeo a esa hora de la noche.
Una vez llega al barrio donde se encuentran los lugares de moda, comienza a recorrerlo. Revisa nuevamente su celular para leer el nombre del local nuevamente, se lo habían enviado por mensaje.
Ve como en algunos sitios hay filas para ingresar y cuando está llegando a una esquina nota un lugar algo escondido pero extrañamente luminoso. Con curiosidad se acerca un poco más. Ve como la gente que entra está elegantemente vestida. Jaejoong piensa que debe ser un club muy exclusivo.
-¿Vas a entrar? –Le pregunta un hombre de aproximadamente dos metros, con músculos notorios debajo de un traje elegante. Sin duda era un guardia del lugar.
No se había dado cuenta lo mucho que se había acercado y no sabía que contestar.
-Vamos, puedes entrar. –Le dice el guardia.
-Está bien. –Le dice Jaejoong cuya curiosidad pudo más. No iba elegantemente vestido, pero al parecer su apariencia era suficiente para poder ingresar. Bebería una copa y se iría. Después de todo tenía que juntarse con sus amigos.
Se sorprende cuando el guardia le dice que separe las piernas y comienza a registrarlo, en ese momento está a punto de arrepentirse, pero la revisión fue breve y profesional. Se sorprende más aún cuando ve a otro guardia igual de intimidante dentro, quien lo registra de la misma forma no sin antes mirarlo de pies a cabeza.
-Adelante. –Es lo único que le dice.
Jaejoong algo atemorizado, pero con su curiosidad intacta se acerca al bar. Toma asiento y cuando ve al barman desocupado pide un whiskey. Durante la espera aprovecha de observar con detención el lugar. Definitivamente muy elegante y exclusivo. No era muy amplio pero no lo necesitaba.
No pasan muchos minutos cuando el primer sujeto se le acerca.
-¿Te puedo invitar un trago?
-No gracias. –Le dice rápidamente.
El siguiente que se atreve es más insistente.
-¿Por qué no?, déjame invitarte.
-No gracias, estoy bien.
-Vamos, sólo un trago, sin compromisos. –Le dice ahora acercándose.
Jaejoong puede sentir su aliento al alcohol e intentando no hacer una mueca se aleja un poco.
-¿Por qué mejor no te vas a molestar a alguien más? –Jaejoong se voltea al escuchar una voz desconocida. Un hombre alto se le había acercado al molestoso.
Jaejoong puede notar como las facciones de éste último cambian y entre un tartamudeo severo pide disculpas y se larga de ahí.
-Dos de lo que está tomando él. –Dice el extraño al barman.
-No gracias. –Vuelve a decir Jaejoong, casi por reflejo.
-Aunque eres totalmente mi tipo, este trago que pedí extra no es para ti. –Le dice sonriendo el extraño.
-Oh… lo siento… -Jaejoong avergonzado sonríe también. Al ver al hombre detenidamente se da cuenta que es muy atractivo. Del tipo que sólo ves en televisión y tragando fuerte vuelve a mirar a su trago.
-¿Qué?, ¿soy tu tipo también? –Le pregunta con una sonrisa más amplia el atractivo hombre.
-¿Qué? –Le pregunta confundido Jaejoong.
-No soy ciego.
-No sé…
-Contéstame. –Le dice el hombre amablemente, pero algo en su voz y mirada le decía a Jaejoong que el hombre no estaba jugando.
-No. –Le miente.
El otro hombre se ríe. –Eres muy exigente, ¿por qué no lo soy?
-La arrogancia no es mi tipo. –Le dice Jaejoong sin poder evitar una sonrisa.
-¿Aunque esta sea justificada?
Jaejoong ahora no puede evitar reír. En ese momento Jaejoong sintió una breve y pequeña alarma muy en el fondo de su cerebro y quizás le hubiera hecho caso, si no hubiera visto en ese momento desde más cerca la seductora sonrisa del extraño, atractivo y misterioso hombre, quien ahora abiertamente estaba coqueteando con él. Jaejoong con una sonrisa similar le acepta un trago y sin saberlo en esos momentos, acepta algo mucho más importante y para lo cual él no estaba preparado.”
-Tanto tiempo. –Le dice el mismo guardia de esa noche, dándole una sensación de deja vú. Pero esta vez el imponente hombre le sonreía.
-Hola Choi, ¿cómo estás?
-Bien, ¿y tú?, el jefe se va alegrar de verte.
-¿Está aquí?
-Sí, llegó temprano, pero… -Se queda callado de repente.
-¿Pero qué?
El hombre duda unos momentos antes de responder. –No vino solo.
Jaejoong hace una mueca que intenta ser una sonrisa. –Está bien… él y yo ya no…
-Lo sé… -Dice el guardia algo incómodo.
Jaejoong intenta sonreír otra vez antes de finalmente ingresar. Saluda al otro guardia amistosamente también.
Como aquella vez se dirige primero al bar para después observar el lugar. Como si sus ojos fueran atraídos por un imán se dirigen de inmediato al hombre seductor de aquella noche. Estaba con sus cuatro guardaespaldas. Sonríe amargamente otra vez, recordando cómo se los había presentado como sus amigos y además había un joven a su lado, muy junto a él, prácticamente encima de él. Jaejoong tiene que desviar la vista cuando el barman le entrega su trago y lo bebe hasta la mitad. Siente su garganta arder y lo agradece. Vuelve su vista al hombre, pero esta vez sus ojos se topan con los profundos y penetrantes ojos del otro. Lo miró por un segundo más antes de tomar con una mano la cabeza del joven a su lado y besarlo profundamente. Jaejoong resiste el espectáculo por un segundo solamente y vuelve a desviar su mirada para beberse lo que restaba del contenido de su vaso. Siente su estómago revolverse y se da cuenta que necesita ir al baño de inmediato. Se levanta con prisa y se dirige al lugar sin mirar para ningún lado.
Changmin al verlo se levanta rápidamente de su asiento y con la misma prisa sigue al otro hombre.
-¿Qué…? –Alcanza a decir Junsu, quien ve con la boca abierta como el otro se levanta rápidamente sin avisar.
-¿Qué le pasó? –Les pregunta ahora a los otros hombres.
-¿Qué no lo sabes?
-¿Saber qué?
-¿No te ha hablado de ese hombre?
-No me pagan para hablar. –Dice Junsu con una mueca causando la risa de los guardaespaldas.
-Tienes razón, se fue siguiendo al hombre que estaba en el bar, ¿lo viste?
-Claro, no dejaba de mirarlo.
-Fueron pareja.
-Eso no es extraño, Max ha salido con cientos, ¿qué es lo fuera de lo común?
-Lo extraño es que no salía con nadie más cuando estuvo con él.
-¿Bromean?, ¿me están diciendo que Max le era fiel? –Les pregunta Junsu con incredulidad.
-Así es, además nunca lo habíamos visto como cuando estuvo saliendo con él, ¿recuerdan? –Les dice Seung uno de los guardaespaldas al resto.
-Tienes razón, el jefe siempre fue serio y sólo en muy pocas ocasiones sonreía sinceramente, pero en esa época sonreía todo el tiempo, realmente estaba feliz. Todos creíamos que había encontrado a su mano derecha, ya sabes.
-¿Y qué paso? –Pregunta Junsu muy curioso. No se podía imaginar al poderoso e intocable Max de esa manera.
-Nadie sabe.
-¿Cómo?
-Eso, nadie sabe, de un día para otro el hombre desapareció, pero lo más probable es que se enterara que el jefe no era lo que creía y huyó antes de meterse en este mundo.
-¿No sabía a lo que se dedica Changmin?
-No.
-Tiene que ser muy estúpido, porque es obvio a lo que se dedica. –Dice Junsu rodando los ojos.
-El jefe se esmeró en ocultarlo. Lo traía a este lugar un par de veces al mes, pero se iban muy temprano, ya sabes, se iban pronto a un lugar más tranquilo.
Esta vez, todos rieron incluido Junsu. –Ahora entiendo algunas cosas. –Dice Junsu más para sí mismo que para el resto.
-¿Qué cosas?
-Bueno… a veces dice un nombre que no conozco cuando se corre y me pide que le diga de otra forma también cuando estamos haciéndolo.
-¿De qué forma? –Le preguntan curiosos los otros hombres.
-Pfff, como si les pudiera decir, me mata si les digo, además si quieren recibir el mismo tratamiento de su jefe ya saben lo que tienen que hacer.
-No podemos pagar. –Dicen ahora riendo. Junsu ríe también junto con ellos, pensando en la razón del regreso del otro hombre.
Jaejoong en cuanto entra al baño se moja la cara. Se siente enfermo y siente cierto alivio al refrescarse con el agua helada. Cuando se endereza puede ver a través del espejo como Changmin saca del lugar al par de hombres que se encontraban dentro y no deja entrar a otro cerrando con seguro la puerta del baño.
-¿Regresaste por algo que se te quedó? –Le pregunta Changmin acercándose. -¿Olvidaste algo?
-No… -Intenta decir Jaejoong, pero le ocurre lo que siempre le pasa cuando el otro hombre invade su espacio personal, deja de pensar.
-¿No?, entonces a qué se debe tu visita… -Changmin no pierde tiempo y pasa sus manos por la delgada cintura del otro hombre, tampoco se demora en meterlas por debajo de la camisa y acariciar esa suave y caliente piel que había extrañado tanto. No importaba cuantas prostitutas mujeres u hombres, había tenido que contratar. No lograba el mismo placer que obtenía de ese hombre y la insatisfacción lo tenía al borde de la locura. Por lo que no fue extraño que sus manos prácticamente barrieran en su caricia el torso del otro hombre. Con la misma rapidez lo voltea y captura sus labios en un beso hambriento.
Jaejoong no se resiste, como podría, estaba deseando volver a ver al hombre, volver a besarlo y volver a sumergirse en el placer que sólo el otro lograba darle. Responde al beso con la misma intensidad que la del otro hombre y ya ambos estaban perdidos en el deseo por el otro.
En su corta pero intensa relación compartieron muchas cosas. Jaejoong más que Changmin, éste último ocultó la parte más importante de su vida, pero a pesar de no querer mostrarla intentó ser lo más honesto en todo lo demás. Realmente quería que Jaejoong lo aceptara tal cual es y estuvo esperando por mucho tiempo el momento ideal para contarle. Pero cuando finalmente la ocasión llegó no fue planeada y el resultado fue el peor. Jaejoong atemorizado huyó de su lado. Lo abandonó sin mirar atrás. Al menos eso es lo que creía. Había pensado incontables veces en ir a buscarlo y había llegado hasta la puerta de la casa del otro, pero él jamás ha rogado a nadie y no iba a comenzar ahora. No le iba a pedir que volviera, él otro hombre tenía que regresar por su propia voluntad. Por esa razón en estos momentos se sentía algo eufórico. Ya había desabotonado parcialmente la camisa de Jaejoong y se encontraba succionando y probando la piel del cuello y clavícula del otro.
Jaejoong se estaba odiando un poco en esos momentos. Cuando se enteró de la vida oculta de Changmin no tuvo que pensarlo mucho. Tenía que huir, no podía estar al lado de un hombre como ese. Un criminal que estaba en constante peligro. Tuvo pistas desde el mismo momento en que lo conoció. El terror en el rostro del hombre que atemorizó con su simple presencia. Luego de esa ocasión hubo muchísimas más, pero siempre Changmin lograba que se olvidara de sus dudas y para que mentirse, él quería creer que no había nada extraño y fue así como su relación duró más de lo que debería haber sido.
En ese tiempo separado del otro hombre se dio cuenta que la mayoría de sus peleas siempre fueron por la extraña y desconocida naturaleza de los negocios de Changmin y como éste en cada ocasión lograba a través de sus besos y caricias distraerlo. Usaba el sexo a su favor y Jaejoong como un hambriento caía una y otra vez. Odiaba esa parte que se sometía tan fácilmente al otro. Nunca le había ocurrido y por lo mismo no sabía cómo resistirse. Tal como le estaba pasando en esta ocasión.
-¿A qué viniste? –Le vuelve a preguntar Changmin, quien no detenía sus besos, al contrario, estos aumentaban en intensidad y número. Tenía a Jaejoong pegado a la pared y ya estaba tocando la erección del otro con la suya propia ocasionando una deliciosa fricción y Jaejoong ya no podía contener los gemidos de placer que escapaban de su boca aunque lo intentara.
Tenía que detenerlo sino no habría vuelta atrás y él no podía estar sometido nuevamente al hombre que le mintió tanto y que no era para nada la persona que creyó en un momento que era. Un ruido en la puerta fue su oportunidad. Alguien quería entrar. Esto logró distraer a Changmin por un segundo y Jaejoong no lo desaprovechó. Logró soltarse y corrió hacia la puerta, la abrió y con la velocidad que iba, casi lanza al hombre que intentaba entrar al suelo.
Changmin aturdido reacciona unos tres segundos después. Corre detrás del otro. No le iba a permitir tan fácil esta vez desaparecer.
En su carrera Jaejoong pasó a llevar a un camarero y eso fue fatal para su huida. Su corazón da un vuelco cuando siente una fuerte mano sujetar su brazo izquierdo, intenta infructuosamente soltarse moviendo el brazo, sin atreverse a mirarlo al rostro.
Sólo una vez lo vio realmente enojado y esa fue cuando le dijo que se iba y ahora estaba seguro que el otro hombre tendría la misma expresión y si lograba evitar verla por unos segundos más, lo haría.
-¿A dónde vas? – Le pregunta Changmin en voz baja y con una clara amenaza en su voz.
Y ante de que Changmin arrastrara a Jaejoong fuera del lugar es interrumpido por unos de sus guardaespaldas.
-Jefe, tiene una llamada importante.
-No ves que estoy ocupado, atiende tú.
-Pero dicen que es importante.
-Ya me escuchaste, encárgate tú.
Y sin esperar más, aprieta más su agarre en el brazo de Jaejoong y lo arrastra hasta la salida trasera del club.
N/A: Tengo que hacer dos aclaraciones; primero, como ya se deben haber dado cuenta, los flashbacks están entre comillas y en cursiva y segundo, existe una relación de Changmin y Junsu, pero no es romántica. Finalmente, espero les guste ^^
Me encantó 😍
ResponderEliminarOh por Dios! no imaginaba una trama así, seré tu lectora, me encantan este tipo de historias
ResponderEliminarGracias por sus comentarios ^^ les cuento que está historia está muy avanzada, he actualizado hasta el capítulo 15, si lo desean pueden darse una vuelta por mi blog, ahí están los links :) Saludos!!
ResponderEliminarhttps://allmielmisfanfictions.blogspot.cl/2017/02/master-post.html