Ya era domingo. Changmin se había pasado los últimos dos días estudiando como loco, y terminando trabajos que eran para fin de mes. Jaejoong hoy día iba salir de paseo con unos amigos de la escuela, por lo que estaba corriendo de aquí para allá buscado sus cosas, o cambiándose de ropa. El castaño pensaba que se veía bien con todo lo que se ponía.
Ding, dong. Llamaron a la puerta. El rubio salió disparado a atender. Eran sus amigos. Estaba dispuesto a salir cuando notó que le faltaba algo.
-Lo siento chicos, se me queda el celular.- Dijo y subió corriendo a la habitación.
-Yo te acompaño.- Dijo un castaño.
-Esta bien, pasa Yunnie.- Lo invitó a pasar, y subieron rápidamente las escaleras.- Ustedes espérenme aquí que ya vengo.
Cuando llegó a su pieza, entró apresurado y divisó a Changmin sentado en su cama haciendo la tarea como siempre. Entonces cerró la puerta, ni iba a dejar que nadie lo viera, lo reconocerían en la escuela.
-Mocoso, voy a salir, cualquier cosa que me llamen al celular.-
-¿A dónde vas?- Preguntó despacio, con miedo a la reacción del mayor.
- No es asunto tuyo.- Lo cortó con frialdad mientras tomaba el teléfono.- No me quites más tiempo, Yunho debe estar ya aburrido de esperarme allí afuera.
- Oh…Lo siento. – Se disculpó, mientras veía salir al chico. Y por alguna razón, ese nombre le sonaba muy pero muy familiar.- C—Cuídate…-
- Si, si, adiós.-
La puerta se cerró dejando a un solitario Changmin adentró.
-¿Con quién hablabas?- Preguntó su amigo.
- Con nadie Yunnie.- Le dijo- Bajemos rápido que Yoochun nos espera en el auto.
- Jae, había alguien allí adentro.-
- OK, es mi primo ¿sí? El chico ahora vive conmigo, gran cosa.
Fue lo único que el pequeño alcanzó a escuchar antes de el rubio se fuera de la casa. Sólo estaba él. El día se le pasó rápido, a pesar de que no tenía nada que hacer más que terminar trabajos e intentar aprender algo de lo que había apuntado en sus cuadernos. Jaejoong no llegó hasta pasadas las once de la noche, y para esa hora Changmin ya estaba durmiendo, y nuevamente, marcas de lágrimas adornaban su lindo rostro.
Lunes después de clases
El día de hoy había sido desastroso, pero de sobre manera. A lo largo de su vida, había tenido malos días, pero este se llevaba, sin dudas, el premio al peor día de su vida hasta ahora. Partiendo por deportes, se le había olvidado meter las zapatillas, y el entrenador no lo dejó realizar la clase. Otro 2.0 más a su extensa lista de malas notas – aunque la nota que debían ponerle era un 1.0, el entrador lo valoraba por su gran desempeño en baloncesto, algo bueno que rescatar en este oscuro día.-
Luego, le robaron su dinero para el almuerzo, perdió su líquido corrector, su calculadora se le cayó de las manos y se rompió, y lo peor de todo: Les entregaron sus informes de notas, y debían traerlos firmados el martes. ¿Lo malo? Sólo tenía cuatro notas sobre el 4.0, una sobre el 5.0, y dos 7.0 (Sin contar ese 2.0 en proceso que le habían dado hoy) en deportes y música- que no aportaban mucho a la hora de sacar el promedio, y tampoco eran ramos en los que se diera examen.-
Y ahora estaba parado frente a la gran puerta de roble que conducía a la oficina de su tío. Tomó aire, y golpeó a la puerta.
-Adelante.- Dijo una voz grave desde dentro, el pequeño obedeció y entró.- Oh, eres tú. ¿Qué se te ofrece?
- Mi…Mi informe de notas.- Respondió nervioso.-
-Ah, tengo que firmarlo ¿no?- Dijo el hombre. Changmin asintió- Ojala que tus notas hayan mejorado.- Dijo tomando el papel que el castaño le entregó.
- Y—Yo lo siento mucho…Tío…
- ¿Qué es esto, niñato inútil?- Gritó enojadísimo, levantándose de su asiento. - ¡JAEJOONG, BAJA EN ESTE INSTANTE!
El rubio apareció por la puerta en un instante, como siempre con mala cara.
-Oye, me estaba por ir a trab—
- Kim Jaejoong- Lo cortó el caballero.- Si, “Kim” porque no me pareces digno de llevar mi apellido.- Le dijo, el rubio lo miró con odio.- ¿Me puedes explicar qué pasó con las notas de tu hermanastro?
- ¿Qu—qué?- Respondió incrédulo, y se giró para mirar a Changmin, con odio también.- ¿Y yo que mierda tengo que ver en todo esto? ¡El de las notas es él, no yo!
- Te pedimos con tu madre que por favor le enseñaras. ¿Esto es todo lo que pudiste hacer?- Preguntó, aún gritando- ¿Cuándo fue tu última prueba?- Preguntó mirando al castaño ahora.
- H…Hoy…De Biología.- Respondió temeroso.
- ¿Lo ayudaste a estudiar ayer?- Preguntó mirando a Jaejoong ahora.- Oh no, se me olvidó que ayer saliste sin mi autorización a pasear con tus amigos. Me lo dijo la madre de Junsu. ¿Qué tal eso?
- ¡Mi madre si me dio el permiso!- Se defendió.
- No me importa tu madre, lo que me importa es por qué demonios no haces lo que te pido.- Se acercó al rubio para golpearle en la cara.
- Yo—
- ¡SI LO HIZO!
Un incómodo silencio se formó cuando de pronto, Changmin interrumpió al mayor, gritando a todo pulmón. Jaejoong se giró para mirarle, sorprendido, y el Sr. Shim lo miraba expectante.
- ¿Si?- Preguntó recobrando la compostura.-
- Jae…Jaejoong Hyung si me ayudó a estudiar ayer. Siempre lo hace.- Dijo cabizbajo-
- Pero ayer salió…-
- Si, pero fue porque yo se lo dije…- Mintió, lo bastante bien como para que el hombre le creyera.- Me preguntó si estaba bien, y yo le dije que lo estaba…No es su culpa que yo tenga malas notas. El problema soy yo… Y yo lo siento mucho…
- De todos modos, Jaejoong, estás castigado. Sin celular, sin salidas. A su habitación.
- ¿Y el traba—?
- Oh si, sube a buscar tu teléfono, me lo entregas y luego te vas.
El rubio subió apretando los puños, mientras que el castaño subió corriendo. Eso no era la peor parte del día. Cuando llegó a su habitación, se sentó en su cama, y de su velador, sacó una foto. Eran sus hermanas. Y hoy, era el cumpleaños de su hermana menor. Quería llorar, como lo había estado haciendo todos los días. Porque si no hubiese sido tan débil, ahora ellas estarían vivas. Si hubiese marcado antes al hospital, seguramente las habrían atendido antes.
Todo era caos. Los bomberos llegaron y lograron sacar a sus padres, pero no alcanzó a ver nada más, aunque ya sabía cuál era su estado. Estaban muertos. Los doctores que venían en la ambulancia lo tomaron por los brazos y lo subieron al vehículo, y no dejaron de hacerlo curaciones hasta que legaron a la cuidad.
- ¿Mi hermana…?- Preguntó llorando.
Los médicos estaban aún intentando reanimar su corazón. La pobre estaba rodeada de gente, en un camilla con miles de tubos conectados a ella, miles de parches y curaciones en su pequeño y delgado cuerpo… Era lo único que le quedaba. La otra chica ya estaba muerta cuando llegó la ayuda a la carretera. Esto era un infierno.
- Tranquilo, hijo, estamos en eso.- Le dijo uno de los hombres que la atendían. - ¿Cuánto queda para llegar a la UTI? La estamos perdiendo. Necesitamos llegar a un hospital.
Pip…Pip…La máquina que registraba la actividad cardiovascular de la menor era todo lo que Changmin podía escuchar. A pesar de que le dolía todo, su cabeza daba vueltas, y sólo quería cerrar los ojos y no despertar hasta dentro de unos días, debía mantenerse despierto, al menos hasta saber que su hermana estaba viva. El desagradable pito que emitía la máquina se hacía cada vez más lento, y las borrosas líneas que mostraba aquella pantallita eran cada vez más alargadas. Pip.Pip.Pip……
-La perdimos….-
Cerró sus ojos con fuerza, tratando de borrar aquellas dolorosas imágenes. Pero los recuerdos seguían vivos en el. Estuvieron vivos siempre. El accidente, el traslado al hospital, los dos días que estuvo postrado en una camilla en la UCI. [Unidad de cuidados intensivos]…
De pronto, el ruido de la puerta lo sacó de su ensimismamiento.
- ¿Eres estúpido o te haces, eh?- Preguntó el mayor tomando su celular de mala gana.- ¿Porqué mierda no te puedes aplicar en la escuela?
- Yo…Hyung, yo…- Iba a decir algo, aunque realmente no sabía que decir.
- Oh, no empieces a tartamudear mocoso. Y por favor deja de mirar esa foto, ya supéralo.-
- Lo siento…-
- ¿Qué fue eso que hiciste abajo? ¿Porqué le dijiste eso?- Preguntó con enojo.- Yo podía defenderme solo. ¿A qué juegas, eh?
- Es que, sé que soy una molestia, y sólo quería ayudarte…Hyun—
- ¿Querías ayudar?- Soltó sarcásticamente- Pues gracias.
- Yo no sabía que…
- Mira, ¿quieres ayudarme?- Preguntó enojado, el pequeño asintió.- Entonces desaparece, mátate. ¿Sí? Desde que llegaste a esta casa nunca me has caído bien. Molestas. Estorbas. Adiós.
Salió de la habitación dejando al pequeño llorando desconsolado. Sabía que no había sido culpa del pequeño, en parte. Pero lo odiaba, le molestaba su presencia y no sabía por qué. Le molestaba de sobremanera saber que lo odiaba y la vez sentirse mal por hacerlo. ¿Por qué era tan fácil con sus compañeros? No lo entendía y eso lo frustraba más.
Caminó hasta la oficina y dejó su celular, para luego salir a trabajar. Si. Kim Jaejoong tenía un trabajo de medio tiempo, nada más y nada menos que el famoso restaurante del Sr. Shim. Y no trabajaba porque le gustase- a pesar de que la cocina era algo que le encantaba, ese lugar era un castigo del cielo.- Trabajaba porque el vejete ese que se hacía llamar su padre ahora, lo había obligado. A pesar de que tenía los medios, y de que el rubio sacaba buenos promedios, el hombre le decía que no pagaría su colegiatura, que tenía que ganársela. Vil excusa, sólo quería un empelado a que no tuviese que pagarle y que pudiera controlar fácilmente.
- Llegaste tarde hoy Jae.- Le dijo la voz de su mejor amigo apenas entró a la cocina.
- Si…Mal día Yunnie.- Respondió agotado, dejando sus cosas a un lado para luego poner el delantal.
- ¿Qué pasó? Ayer estabas de maravilla.-
- Arg. Estoy castigado. Sin teléfono, sin salidas, y ah, tengo dos horas extra de trabajo.
- Tranquilo, mira. Yo me quedo a ayudarte ¿Vale?
El rubio le sonrió. Jung Yunho era su mejor amigo desde que tenía memoria. Su madre era muy amiga de la familia de Yunho. Lo graciosos es que se encontrasen en la misma escuela, luego de haber estado unos años sin verse ni saber nada del otro. Y lo aún más gracioso, fue encontrarse con que el chico trabajaba en el restaurante desde mucho antes que él.
- Y dime Joongie… ¿Qué hiciste esta vez?- Le preguntó, Jaejoong hizo un puchero.- Oye, no te castigan por nada, al menos no a ti-
- Que gracioso.- Se quejó, de broma.
- OK, tranquilo. – Se disculpó Yunho entre risas.
- Lo que pasa es que el niñito ese que está viviendo conmigo ahora tiene malas notas, y me echaron la culpa a mí- Explicó, mientras se subía las mangas para comenzar a lavar los platos-
- Oh… ¿Pero eso porqué?-
- Me pidieron que lo ayudase, aunque a decir verdad…
- No lo hiciste – Terminó la frase por él, y pudo distinguir un dejo de culpa en sus oscuros ojos. Jaejoong asintió.- Entonces ¿Te mereces el castigo? ¿Por qué te cae tan mal?
- Yunnie, no quiero seguir hablando de esto. ¿De acuerdo?-
El día de trabajo se le hizo largo. Seguía pensando en el castigo que le habían dado. Changmin lo había defendido. Eso no le gustó, hirió su orgullo. O de eso quería convencerse. La verdad, es que él no era tan malo como aparentaba. Odiaba por sobre manera ser un problema para los demás. También odiaba que mintiesen por él. El podía hacerse cargo de sus problemas solo, sin ayuda. Yunho no tocó más el tema, por respeto a la petición que le había hecho su amigo. Generalmente cuando el rubio se ponía así, era para reflexionar.
- Ufff, ya terminé ponerlo todo en la bodega- Soltó Yunho agotadísimo, cuando el reloj ya marcaba las 9 y pasadas.- ¿Mañana es feriado, no?
- Ni me lo recuerdes, planeaba salir con Junsu y Yoochun pero ahora estoy castigado.- Se quejó terminando de secar los platos- Ahora tendré que pasar todo el día encerrado con el mocoso, mientras mi mamá y el tipo ese salen a celebrar no se qué.
- ¿No se iban hoy en la noche?- Preguntó el castaño.
- Oh, demonios. ¡Tenía que estar en casa a las 7 para alimentar al mocoso!- Casi tiró el último plato que le quedaba por secar al recordar aquello.
- ¿Por eso te castigaron la otra vez? ¿No sabe cocinar solo?- Preguntó Yunho
- No puede, el otro día casi quema la casa….Tiene un extraño problema con el fuego…-Respondió terminando de ordenar, para luego salir corriendo, y casi dejando olvidadas sus cosas.
Había olvidado por completo que su madre le había pedido que por favor llegase a casa a las 7 y algo, ya que ella y el Sr. Shim pasarían la noche afuera. Aunque, si tenía que echarle la culpa alguien, se la echaría al hombre de la casa. Él lo castigó con dos horas extra y le prohibió el celular. De todos modos se apresuró a llegar a su casa. No porque le importase Changmin, claro que no, era porque le importaba su casa, y no quería más castigos.
- ¡Ya llegué!- Gritó a penas entró por la puerta principal, su voz haciendo eco en la gran casa. - ¿Mocoso…?- Lo llamó, cerró la puerta, pero no hubo respuesta alguna.
<<.¿Qué pasa aquí…? ¿Por qué no me respondió…?.>>
Jaejoong estaba extrañado. Siempre que llegaba del trabajo, el mocoso bajaba corriendo hasta la mitad de las escaleras, lo saludaba y le preguntaba algo, lo que fuese. Siempre estaba tratando de hablar con él, nunca lo evitaba al menso que el mismo se lo pidiese – que era más o menos todos los días y cada momento.-
- Mocoso.- Gritó de nuevo, subiendo las escaleras un tanto asustado.- ¿Estás? Oye, no me está gustando esto, respóndeme o te voy a dar una paliza.
Llegó al segundo piso, sólo estaba a unos metros de su habitación. El silencio era aterradoramente extraño. Si, el castaño siempre era callado, pero nunca, nunca, lo había ignorado cuando él lo llamaba. Probablemente estaba enojado con él por lo mal que lo había tratado…O…Quizás estaba tomando una ducha. Error, las luces del baño estaban apagadas, pero… ¿Era eso agua?
- ¿Niño, te duchas a oscuras?- Preguntó, y se acercó a paso seguro al baño. – Oye respóndeme.
Cuando llegó al baño, lo primero que notó fue que no estaba húmedo, no había vapor, y aquel negro charco que divisó desde el pasillo, al lado de la bañera, no era negro… Más bien, era… Sacudió la cabeza. ¿Por qué esa ‘agua’ no salía de la bañera? Era extraño, y el menor no respondía sus llamados. Se adentro un poco más en el baño, hasta llegar al interruptor. Prendió la luz, sólo para comprobar lo que temía, el extraño charco que veía era rojo.
Sangre Abrió sus ojos con sorpresa, al mirar a la derecha del espeso líquido.
-¡Santo cielo, Changmin!
Era una de las imágenes más impactantes que había visto en sus cortos 18 años. Allí, sentado con su espalda en la pared estaba Shim Changmin, inconsciente. Sus mejillas ya casi no tenían color, y de sus muñecas brotaba un hilo de sangre, proveniente de una gran corte. El su mano derecha, a penas y se sostenía un pequeño cuchillo cartonero con el filo manchado de rojo. No lo pensó dos veces, tampoco se detuvo a pensar que había llamado al chico por su nombre. Sólo estaba concentrado en una cosa. Que el chico estuviese con vida. Corrió, y lo tomó en sus brazos, sorprendiéndose a la vez de lo liviano que era, y lo llevó lo más rápido que pudo a su habitación. Habiendo llegado allí, lo recostó sobre la primera cama que se le cruzó- que para su desgracia era la del rubio, y se mancharía con sangre, pero sinceramente le daba igual-
- Dios Santo…- Murmuró y se dirigió a su closet, buscando desesperado un botiquín de emergencias. - ¿Dónde mierda están las vendas? Maldición. Se está muriendo….Ashhh.
Se quejó, sus ojos estaban derramando lágrimas. Finas lágrimas de arrepentimiento. Por fin, encontró lo que buscaba, y corrió, se arrodilló a un lado de la cama y comenzó a presionar las heridas, deteniendo la hemorragia.
- Está cálido todavía…- Suspiró aliviado. Hizo un breve cálculo mental, y dedujo que, gracias al cielo, sólo había perdido un litro y algo más de sangre.- Por fin se detuvo.
Luego de lo que le pareció una eternidad, terminó de curar las muñecas del menor. Se le quedó mirando unos minutos. Estaba medio pálido, marcas de haber estado llorando en sus mejillas, y una herida en su labio inferior, probablemente por haberse mordido para no gritar de dolor. Jaejoong se dio media vuelta, y se sentó apoyando su espalda en el costado de la cama.
Se sentía la peor persona sobre la maldita faz de la tierra. Y ese tonto… No podía enojarse con él sin golpearse mentalmente primero. ¿Por qué le había dicho que se matase? Gran idea, sabelotodo, el chico le hacía caso en todo. No podía ser más insensible. El pequeño Minnie lo había perdido todo. Casa, familia, amigos, todo… Lo único que quería era sentirse útil en un casa llena de extraños…Lo único que quiso hacer mintiéndole a su tío era defenderle… A él, Kim Jaejoong, que no merecía tanto cariño. El “mocoso” lo quería… Podía sentirlo…
-Hy—
Escuchó un quejido detrás de él. ¿Cuánto tiempo estuvo pensando? ¿Y en qué momento se había largado a llorar? No importaba. Rápidamente se dio vuelta, se apoyó en sus rodillas, y miró al joven que se intentaba abrir sus ojos.
-Hyung…- Fue lo primero que salió de los finos labios de Changmin cuando diviso el rostro del rubio.- ¿No…No estoy muerto?- Preguntó intentando incorporarse.- Arg…Me duelen las muñecas…
-¡Claro que no estás muerto, estúpido!- Soltó sin pensarlo- Cortarte las venas no te va a matar tan fácil, menos conmigo cerca.-Dijo, y se sentó en la cama para ayudar al pequeño a sentarse también.
- Jaejoong hyung…- Pronunció otra vez, su voz quebrándose de dolor, encima estaba mareado.- Estás…Estás llorando….
- Yo… ¡Pues claro que sí!
- Lo siento…Yo estaba deprimido, mis notas no son buena, mi hermana estaba de cumpleaños hoy y yo no la pude salvar….Y además yo…No quería ser una molestia, mi vida es inútil y sólo se causarte problemas y hacer que te den castig—
-¡Cállate estúpido!- le dijo tomándolo con los hombros, sin embargo teniendo un poco de cuidado de no dañarlo ni zarandearlo mucho.- ¿No piensas en ti mismo alguna maldita vez?
- Yo…-
- Me preocupaste… ¿Crees que fue muy lindo encontrarte medio muerto en el baño?
- Pero tú me dijis—
- Al diablo lo que dije. No lo decía en serio, sólo estaba enojado… Nunca más vuelvas a hacer algo tan tonto como intentar suicidarte ¿Vale?-
Sin pensarlo dos veces, lo abrazó con fuerza. Changmin se sorprendió ante la inesperada caricia. Su Hyung jamás había sido cariñoso con él, y menos lo había abrazado. Pero no quejaba, le gustaba. Podía sentir el latir del corazón del rubio, su calor, sus fuertes brazos alrededor de su cuerpo. De pronto se sintió protegido y somnoliento.
- Hyung… -Murmuró a punto de entregarse a los brazos del Dios Morfeo.- Hueles bien…-
- ¿Pe—Pero qué dices mocoso?- Preguntó sonrojado, dándose cuenta de lo que estaba haciendo.- Mírate ya estas mareado y delirando. Se…Será mejor que te duermas de una vez, venga.
- Si…
El pequeño le obedeció, y con su ayuda se levantó para poder ponerse el pijama. Jaejoong insistió en ayudarle- aunque eso fuese en contra de sus principios- pero Changmin no quiso recibir ayuda, el se lo puso solo, pero no sin antes pedirle al rubio que se diese media vuelta, porque le daba vergüenza que lo viese sin ropa. Luego, el mayor lo ayudó a meterse a su cama, no sin antes poner una toalla sobre las sábanas interiores, para que no se manchasen con sangre si es que se le abría una herida o algo así.
- No se te ocurra levantarte, ni intentar hacer nada tonto de nuevo. ¿Quieres? Mañana tendremos que levantarnos temprano a lavar el piso del baño.
- Está bien…Lo siento, de verdad yo nunca más voy a—
- Oh Changmin, ya para con eso. Tú tranquilo, es mi culpa… Sólo no lo vuelvas ni a pensar. Por muy molesto que seas…. Creo que no sería lo mismo…- Decía mientras él se daba media vuelta para sacarse su camiseta. El no dormía con Pijama, sólo usaba sus bóxers y nada más que sus bóxers.- Ya voy a apagar la luz.- Dijo metiéndose a su cama y apagando la luz.
- Buenas noches Hyung. Gracias por todo.
Hubo un breve silencio, Changmin jamás esperaba una respuesta, sólo veía en la oscuridad como el mayor se daba la vuelta para quedar de espaldas a él, y luego se dormía.
- Buenas noches, mocoso.-
Y entonces el castaño sonrió, cerrando sus ojos para dormirse el también.
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wooo que penita me dio Min...
ResponderEliminarpobresito mi renito, y ese Jae tan insencible que es...
pero ya vera como mi renito se le mete en el corazon...
mas mas mas mas
gracias
hola
ResponderEliminartanta tragedia que le pasa a min y encima jae que lo trata mal,lo bueno es que ahora jaecito ya esta tomando mas encuenta a min
muy bien la historia
espero pacientemente el siguiente capitulo
saludos!!!!!!!
oooh por Dios ... que triste!!! T__T
ResponderEliminarno pude evitar ponerme emocional XD
muchas gracias por el capítulo y el fic!!
es verdaderamente estupendo!!!
-Sol-
awwwwwwwww pobre de mi Min T_T cuando menos me lo imgaine sabia yo k trataria de matarse T_T se me salieron las lagrimas T__T
ResponderEliminarawwwww jae no lo merece quedate con yunho o yoochunn T0T aunk veamos como sigue, waa toy igual que anonimo fan T-T
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