Siempre estuve solo, completamente solo; y después de mi renacimiento esa soledad se volvió mi compañera.
Han pasado años desde que ese vampiro me mordió, y por puro capricho suyo me transformo en uno de ellos
Total para que…para volver a dejarme en el abandono cuando me hubiese usado, cosa que no tardo en hacer.
Me pregunto que habrá sido de mi familia casi todos los días, se que al principio me buscaron sin descanso, día y noche, pero un tiempo después dejaron de hacerlo; supongo que se cansaron y lo entiendo, prefiero mil veces a que no den conmigo y que sigan manteniendo el bonito recuerdo de lo que una vez fui.
Ahora como el resto de los condenados de esta ciudad me paso la noche en ese club nocturno, viviendo de fiesta en fiesta, esperando con los brazos abiertos mi cena, esa que como yo no volverá a ver a sus seres queridos, pero a diferencia de mi, no lo sufrirá toda la eternidad.
El día se oculta y la noche lo remplaza una vez más; las luces se encienden de toda la ciudad, parece mágica.
Me encanta observar Seul en la noche desde mi lujoso apartamento, que no se muy bien como conseguí…recuerdo que dos días después de mi nacimiento me entregaron las llaves, un coche y una cuenta con yo no se cuanto dinero…ni me preocupe en preguntar por que todo eso.
Tome una buena ducha y me puse uno de esos trajes que colgaban en mi armario. Instintivamente me peine a mi gusto y me eche mi mejor perfume; tenia que estar irresistible esa noche para poder conquistar a mi comida, porque si algo había seguro eran vampiros atractivos y las victimas se esfumaban rápido.
Algún que otro vampiro llevaba días sin probar sangre…como el pequeño JunSu…sabia que su transformación había sido un caso extraño, extremo en su persona, pues era un joven al que no le quedaba nada…
Salí del apartamento y baje hasta el garaje para subir en mi coche e ir una vez más de fiesta, para poder cenar.
El camino se me hizo mas largo de lo que recordaba la noche anterior, llegue y el enorme portero me saludo como cada día, solo lo hacia con nosotros, a los mortales simplemente les sonreía y les dejaba entrar sin problemas…una estrategia para conseguir mas victimas…
Entre como si estuviese en mi casa y fui directo a la barra.
- Buenas noches YunHo, te pongo lo de siempre? – el camarero me preparo sin esperar lo que tomaba todas las noches cuando asentí con la cabeza – todavía no hay mucha gente
- Es pronto – mire por alrededor y vi algo que me dejo un poco confundido – Oye, quien es ese que esta con JunSu??
- El? – el camarero miro y luego se giro hacia mi – es nuevo, se llama YooChun.
- Vaya, parece que el pequeño tiene ahora un amigo, jeje
Me levante de la barra para ir observando un poco el lugar, sin poder evitar que se me escapase alguna que otra mirada furtiva hacia donde JunSu estaba abrazado a ese chico nuevo; le envidiaba, en tan poco tiempo hacia conseguido lo que yo llevaba intentando tantos años…un compañero.
A medida que la noche avanzaba el lugar se fue llenando y casa vampiro escogía a su victima con cuidado, algunas saldrían vivas, no podíamos levantar muchas sospechas, pero otras no volverían nunca.
Yo había perdido las ganas de cazar esa noche, quizás las ganas de compartir mi soledad me estaba marcando demasiado y estaba perdiendo las ganas de hacer cualquier cosa…
Ya cansado de tanta vuelta decidí ir a dar una vuelta por la ciudad, estaba seguro que no cenaría esa noche, pero no me importaba.
Salí del local dejando allí mi coche, necesitaba caminar un poco.
Calle tras calle llegue a un parque, la oscuridad lo ocultaban casi todo exceptuando alguna que otra farola que le daba algo de luz.
Me senté frente una fuente, a la que empecé a contemplar en silencio.
Mis ojos estaban cerrados, concentrándome en el tranquilizador sonido del agua, cuando note que el banco en el que estaba sentado vibro un poco por el peso de un desconocido.
Lentamente mire hacia mi lado y hay mi mente se quedo completamente en blanco, nunca había visto así, su piel blanca como la misma porcelana, unos labios carnosos y rosados, cabello negro ligeramente crecido, los rasgos de su cara delicados.
No podía decir bien que sentí cuando le vi.
El poco a poco se giro para mirarme.
- Lo siento – me dijo con la mirada apagada – me senté aquí…sin permiso…
- No importa – dije volviendo a la realidad.
- Como te llamas? – pregunto directamente – Yo soy JaeJoong, el incomprendido.
- Que? – pregunte extrañado a su presentación – Yo soy YunHo, porque dices que eres un incomprendido? – no pude evitar preguntarle.
- Sencillo, porque nadie me entiende – sonrió y yo me quede boquiabierto.
Casi sin darme cuenta empezamos a entablar una conversación, sin sentido alguno, que nos estaba matando a carcajadas durante horas; y sin que tú lo supieses, me ayudaste a volver a ser humano, a notarme una vez mas vivo.
Y hubiese sido así toda mi vida si no llega a ser porque mi realidad volvió a mí de manera aplastante, recordándome que me quedaban menos de dos horas para que saliese ese rey que me mataría sin piedad.
Quería salir corriendo, coger mi coche y entrar en mi apartamento, pero me detuviste.
Y te mire
Y en tus ojos vi tristeza.
- No te voy a preguntar porque te vas corriendo – me dijo con una voz muy triste, totalmente diferente a la que había utilizado en todas las horas anteriores - ¿vendrás esta noche? – y entonces vi también que debajo de toda esa tristeza, había un pequeño brillo de esperanza, esperando por mi respuesta.
- Esta bien – sonreí – mañana en la noche.
No dijiste, ni dije nada, solo nos separamos, yo corrí para la discoteca en busca de mi coche y salí disparado a la seguridad de mi apartamento.
Donde nada mas entrar lo note de nuevo…la soledad…
Todo se encontraba en silencio, como siempre, aunque ahora me pareciese aun más evidente.
Me metí en mi cuarto donde se encontraba mi ataúd, no vacile y entre, cayendo en un profundo sueño.
Una vez mas cayo la noche, yo ya estaba completamente arreglado y salí decidido al parque ha encontrarme contigo, como te había dicho.
Al contrario de la noche anterior el camino se hizo muy corto y cuando me di cuenta ya había aparcado mi coche y me encaminaba hacia el lugar de la fuente, donde te encontre sentado, esperándome, bajo la luz de una farola.
Me senté a tu lado y me sonreíste.
- Buenas noches YunHo – dijiste tranquilamente
- Hola JaeJoong, q tal estas? – pregunte
- Bien, ahora mejor que estas aquí – me sonrió tan calidamente, que notaba mis mejillas cambiar de color conforme pasaban los minutos – estas rojo, jejeje.
Su sonrisa me estaba matando por dentro, mi pecho quemaba, cuando me tocaba, aunque solo fuese un simple rocé.
No se si fue por puro capricho o por instinto; pero en ese momento me acerque, uniendo sus labios con los míos, dejando que algo que hacia años no notaba, fluyese una vez mas dentro de mi.
No note reacción alguna por su parte, por lo que me preocupe y empecé a separarme lentamente, cuando note como me cogía por los hombros y volvía acortar la poca distancia que yo había creado al terminar el primer beso.
Paso sus manos alrededor de mi cuello, incitándome a seguir con lo que había empezado, cosa que hice sin dudar, atreviéndome a abrir los ojos, descubriendo que los suyos estaban cerrados, relajados y sobretodo entregados a ese nuevo beso.
¿Cómo?
No lo se, pero llegamos a mi apartamento en poco tiempo…
Besándonos…
Perdiendo la noción del tiempo en el ascensor.
Abrí la puerta a duras penas, casi no podía concentrarme en algo tan sencillo, mientras tu besabas mi cuello, sin dudarlo; pasando tus manos por debajo de mi camisa.
Atravesamos las habitaciones y fuimos directos al salón, donde me sentaste en el sofá, subiéndote encima de mi, liberándome de mi camisa. Volviste a besarme. Ahogando los leves gemidos que emitias
Te ayude a desprenderte de tu camiseta y te observe con la unica luz que desprendia la luna; tu piel brillaba y se me antojo tu pecho, al que ataque sin consideración, lamiendo uno de tus pezones que se levantaban ante mi presencia.
Cree un sendero un sendero desde tu pecho hasta tu cuello con mi lengua.
Gemias mas fuerte, y solo conseguias excitarme mas, en un movimiento rapido volviste atrapar mis labios, devorandolos con toda la pasion que tu ser escondia y que conseguia dejarme sorprendido por momentos.
Mi excitacion estaba llegando a un punto que yo habia olvidado, que no lograba controlar...
Mis colmillos aparecieron.
Tentados por provar el sabor de tu sangre.
Lami una vez mas tu cuello y te note girar la cabeza un poco para darme paso libre; tu ahora me seducia mas, mi autocontrol se perdia y tus gemidos no ayudaban ha calmarme.
Y te mordi...
Nada mas tu sangre llegara a mis labios, me sobresalte y te solte.
Agache mi mirada avergonzado por lo que habia hecho, no podia mirarte; estaba seguro que no habia bebido nada, pero tu saber seguia muy presente.
- Lo siento - balbucee en lo que parecio un susurro - JaeJoong, perdoname.
Me acariciaste, cosa que no me hubiese imaginado en la vida. Me obligaste a mirarte y vi unas de tus manos, tapaba tu cuello, algunas gotas de sangre caian por tu pecho.
Aparte la vista, no podia creer lo que habia sido capaz de hacerte
- YunHo - dijiste suavemente - no pasa nada - volviste acariciar mi mejilla - no te preocupes.
- Como no me preocupo? - te dije confundido por tu tranquilidad - Casi no te mato...y yo no quiero hacerte ningun daño.
Me abrazaste con fuerza, destapando tu cuello sin importarte que la sangre fluyese una vez más.
- Escucha, no me importa lo que hayas intentado, no le tengo miedo a morir - besaste ese lugar oculto entre mi oreja y mi cuello - y menos si es en tus brazos.
- No digas tonterias, soy un maldito vampiro - suspire y hable mas tranquilo - pero no quiero matarte, tu tienes una vida por delante... - me besaste, interrumpiendo mis palabras.
- No es verdad - dijiste y te mire extrañado - no me queda mucho; estoy muy enfermo...por lo que moriré pronto...
- Que estas diciendo? - pregunte asustado en cierto modo
- recuerdas que te dije que era un incomprendido? - me pregunto, haciéndole caso omiso a mi pregunta.
- Si - respondí seguro ya que lo recordaba perfectamente.
- Yo tengo mucho por vivir...quiero ver cosas nuevas...pero no me dan esperanzas...me niegan la vida, por eso te dije que era un incomprendido.
- JaeJoong, no puede ser - no podía creer que a una persona como el, le negasen la vida.
No lo pensé y le volví a besar.
Le comprendía...
Alguien que como a mi le negaron la vida sin poder defenderse
Abrace con fuerza, su cuerpo que empezaba a temblar. le escuchaba sollozar.
Y entonces fue cuando lo entendi, al principio no lo había visto, pero ahora era claro como el agua...su soledad...al igual que la mía, su sufrimiento y la necesidad de ser comprendido.
- JaeJoong, quédate conmigo por favor...
Cerro sus ojos, quedándose a mi merced, abandonando su pena.
Lo lleve a mi habitación y lo acosté en mi ataúd.
Le bese una vez más, feliz por lo que había hecho.
- Ya no tendrás impedimentos para vivir...ni estaremos solos...nunca mas...
Sonreí y salí del mi cuarto, dejándolo descansar, para poder luego enseñarle una vez mas a vivir...
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waooo es que que sean vampirtos me ponen los dientes largos jajajajaja
ResponderEliminarWOW ...q lindos!!!!!!!!!! aaa esa pareja es genial!!!!!!
ResponderEliminarlos AMO!!!!!!!!!
BESOS n_<
increíble!!! de verdad te luciste !!!
ResponderEliminarme encantó!! Yunho vampiro YAY!!
uaa q lindo yunho
ResponderEliminaryo tambn me dejaria morder si fuera jaejoong
xDD
Owww. El destino los juntos que cosa tan tierna
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