-¿Qué es lo que tienes ahí? –Junsu luchaba con Changmin para que le mostrara la hoja que tenía en sus manos (y que en ese momento la alejaba del otro).
-Ya te dije que nada. No seas molesto y deja de intentar de verla. –Junsu lo vio molesto con un puchero y dejo de intentar.
-Siempre eres cruel conmigo. Apuesto a que ya le has enseñado eso a alguien más… -se cruzo de brazos y le dio la espalda.
-No se lo he enseñado a nadie. No seas infantil, Junsu… -comenzó a meter todo a su mochila. –Vámonos, tenemos clases aún. –empezó a caminar.
-¡Espérame! –Junsu, apurado, tomó sus cosas y corrió hacia él.
Junsu y Changmin se encontraban cursando su último año de secundaria. Y al terminarla, seguirían (juntos también) en una escuela de música. A Junsu le apasionaba demasiado el canto, y en varias ocasiones le había comentado a Changmin su deseo por participar en musicales. Changmin, en cambio, pensaba seguir alguna carrera que le proveyera trabajo, y gracias a Junsu, pudo ver las dotes que tenía para el canto, que si los pulía, podría tener una de las mejores voces en el país, así como con Junsu.
Las clases transcurrían aburridas (según Junsu), Changmin sólo prestaba atención, o lo que podía, ya que Junsu siguió pidiéndole que le mostrara lo que estaba haciendo minutos atrás.
Junsu veía con ojos suplicantes a Changmin. Y éste se encontraba más concentrado en la comida que su alrededor.
-¡Hay chicos! ¿Qué pasa? –Jaejoong llegó al lado de Yunho, y los dos se sentaron con ellos.
-Changmin está siendo malo conmigo –respondió infantilmente Junsu, mientras les daba una mirada de niño herido a los mayores.
-¿Qué te hizo esta vez? –preguntó entre sonrisas Yunho. Él sabía muy bien como eran “las peleas” entre esos dos.
-¡No quiere mostrarme algo! –chilló y Changmin colocaba sus cubiertos sobre la mesa.
-Ah~ hola, Yunho hyung… Jaejoong hyung –dijo, ignorando el berrinche que Junsu tenía.
-¡Changmin! –Junsu gritó y de no ser por Jaejoong y Yunho, el otro le hubiera dado un fuerte golpe para que así tuviera un motivo para gritar su nombre con tanta desesperación.
-Ya, los dos, tranquilícense, por favor. –pidió Jaejoong en un tono demandante.
-¿Por qué no pueden estar un momento en paz? –Yunho sobaba sus cienes, tratando de calmarse. Esos dos siempre lo sacaban de quicio.
-Es él quien nunca está tranquilo. Si no fuera por él, muchos no sabrían de mi existencia –dijo cruzándose de brazos y girando su cabeza hacia otro lado.
-Eres malo… muy, muy malo. –pataleó Junsu. Jaejoong y Yunho se giraron para darles las espaldas a los menores.
-100 a que terminan juntos –susurró Jaejoong.
-200 a que se casan y tienen hijos. –Yunho extendió su mano para cerrar el trato, pero Jaejoong lo vio extrañado por lo que acabada de decir. -¿Qué?… está claro que terminaran juntos.
-Bien… en todo caso. No es necesario hacer esto. –bufó y se incorporaron a la “conversación” topándose con un Junsu llorando por la atención de Changmin. –O puede que no… -suspiró. –Bien chicos. Los dejamos, ustedes deben de arreglar sus malos entendidos.
-No seas muy cruel con él. Vamos, son amigos, llévense bien –animó Yunho a Changmin. El otro respondió con un resoplido de incredulidad.
Los mayores se fueron, dejando a unos “enojados” amigos.
-Entonces… -tiernamente, Junsu intento comenzar una charla, normal.
-Tengo clase. Quizá nos veamos luego. –se levantó y se fue.
-Se aprovecha porque soy el menor –dijo para si con un puchero.
Y sí. Junsu también se tomaba que Changmin era 10 meses mayor a él, por lo que se comportaba como un niño a su lado. Y Changmin también lo aprovechaba. Vaya que si sacaba ventaja a veces con ello.
Junsu rápidamente se fue a seguir a Changmin, y grande fue su enojo cuando el mayor se dirigió hacia los jardines de la escuela.
Changmin se sentó en una de las bancas y saco un cuaderno color negro y comenzó a escribir en él, así como también tachaba algunas cosas. Junsu sabía que ahí tenía la hoja que tiempo atrás no quiso darle.
Changmin se puso de pie y comenzó a irse.
-Ya puedes salir de tu escondite. Ya has escuchado demasiado. –dijo fríamente, al girar un poco su cabeza y así Junsu supiera que hablaba con él.
-¿Cómo… cómo supiste que te observaba? –salió de su escondite, teniendo su mano cerca de su boca, con miedo.
-El pasar desapercibido no es tu fuerte. –y se fue.
-¡No es como si hubiera escuchado todo lo que decías! –gritó inútilmente, ya que el otro ya no se encontraba ahí. –Tonto Changmin. –Junsu se fue furioso a su clase de inglés.
Las clases de ese día terminaron. Junsu fue a buscar a Changmin a su clase de guitarra. Vio como todos los alumnos salían, menos Changmin.
-Me gustaría que recibieras esto –una chica extendía una pequeña carta a Changmin. –Aunque no me correspondas… mírala por favor. –la chica tomo sus cosas luego de que Changmin tomara la hoja, y se fue.
-En estos últimos días has recibido varias cartas. –Junsu se puso a un lado de Changmin, mientras este último arreglaba sus cosas.
-Tómala si quieres. A mí no me importa. –le extendió el papel.
-Eres un tonto… al menos deberías leerla. No seas tan malo. –Junsu, pese a lo que dijo, tomo la carta y comenzó a verla.
-¿Por qué debería verla? Tú lo haces en mi lugar. –comenzó a salir del salón, siendo seguido por Junsu, muy concentrado en la carta.
-Dice que ha estado en el cuadro de honor 2 veces… es la mejor de su clase y va a clases de ballet. –acomodo la cinta de su mochila en su hombro. –Su familia es muy acomodada también… ¿Quién pone eso en una carta de amor? –Junsu lo vio extrañado.
-Ella. Queriendo ser perfecta para mí. –dijo sin importancia. Pasaban por la puerta principal del instituto.
-Oh~ -asintió para seguir viendo la carta. –Tampoco tenía mala apariencia. Aun así no te conviene –le extendió la carta al mayor, para que la guardara.
-La tiraré. –se acercaron a un bote de basura.
-¡No lo hagas! Es muy cruel. –lo detuvo cuando estaba a punto de tirarla.
-¿Por qué no? Tú mismo dijiste que no me conviene. ¿Por qué conservar este papel con miles de halagos hacia ella misma? –tenía en la mano la carta, como esperando la autorización de Junsu.
-Haz lo que quieras. –se fue a paso veloz. Changmin tiro la carta y siguió a Junsu.
-Me gustaría saber que diría una carta tuya confesando tu amor hacia mí. –susurró en el oído del otro cuando lo alcanzo. Junsu se detuvo en seco.
-¿Estás loco? –frunció el ceño. -¿Por qué debería de escribirte una carta de amor?
-No lo sé… amor oculto debe estar dentro de ti. Estás todo el día conmigo, de un lado a otro ¿Qué puedo pensar? –se puso frente al otro, casi intimidándolo.
-¡Tonto! Somos amigos, los mejores amigos. ¿Cómo puedes pensar siquiera en eso? –se cruzó de brazos enfadado.
-Como digas~ -Changmin se alejó de él y siguió caminando hacia su casa. Junsu suspiró.
-Tonto… -bajó la mirada y comenzó a caminar lentamente hacia su casa, que para mala suerte de él, quedaba a un lado de la de Changmin.
Junsu se dirigió a su habitación nada más entro a su casa. Ignoro la petición de su madre para que le ayudara en algunas cosas, pero su mente estaba más perdida que otros días.
Se acomodó en la mesa de estudio que tenía en su habitación, miro por un momento hacia la ventana que tenía frente a la mesa y luego dejo caer su cabeza sobre la mesa.
-Te dañaras más el cerebro si haces eso. –Changmin dijo desde su ventana, frente a la de Junsu.
-¡Cállate, tonto! –le gritó y puso sus cortinas para ya no verlo. Changmin rio ante eso y se puso a hacer sus tareas.
-Junsu, cariño, ven a ayudar a tu hermano a colocar la mesa. –pidió su madre desde la puerta.
-Ya voy mamá. –pesadamente se levantó y fue a ayudar.
~Something~
-Junsu, ya es hora del show. –un señor de una edad avanzada le informaba a Junsu desde el marco de la puerta del camerino de este.
-En dos minutos salgo. –respondió Junsu, para que luego la chica que lo estaba maquillando, terminara.
Junsu se levantó de su silla, agradeció a la chica y se dirigió hacia el escenario. Junsu desde hace cuatro años que es actor de musicales. Gracias a su hermosa voz, ha logrado un gran lugar en la industria de los musicales, pese a aún ser un novato para la mayoría.
Junsu se encontraba vocalizando para poder salir al escenario. Cuando el telón se abrió, varios de los demás actores salieron a escena, dejando a Junsu de último.
-Nuestro Minkyung no lo permitirá –dijo una chica del reparto, dando paso a la escena donde Junsu salía.
-Deberían de irse de una buena vez, su lugar no es aquí. –dijo Junsu, recitando todo lo del guión.
-No eres nadie para ordenarnos eso. –otro chico del reparto se colocó más cerca de él.
-Yo soy el hombre de Iseul. Por lo tanto, tengo todo el derecho de pedirles que se marchen –se colocó delante de la chica, quien se acercó más a él y con sus dos manos tomo su brazo.
Los hombres se giraron a ver confundidos y se fueron de escena.
-Minkyung… -dijo levemente, pero audible para la audiencia. Junsu se giró para verla y tomarla del rostro.
-Nunca más te vuelvas a ir de mi lado ¿Bien? –y la abrazo. Para dar paso, a la primera canción de esa presentación.
-Te he encontrado… -susurro para si un chico de la audiencia.
Al terminar la presentación, los calurosos aplausos no se hicieron esperar, despidiendo así a todos los actores, pero en especial a Junsu.
Cuando todos los actores ya se encontraban en el salón principal, se dieron un enorme aplauso, para así dar inicio a la celebración por ser la última presentación de ese musical.
-Queremos dar un enorme agradecimiento a Junsu, por dar todo en cada presentación. –hablo el actor mayor de todos.
-No es nada, sunbaenim –un tanto sonrojado dijo Junsu.
-¡Vamos! Levántate y dinos algunas palabras. –le pidió, mientras lo levantaba también.
-Yo… me alegro de poder terminar este proyecto, junto con mis cuatro años de ser ya un actor de musical. Gracias a todos por guiarme siempre –dio una leve reverencia y todos aplaudieron en respuesta.
Todos comenzaron a comer lo que había delante de ellos, y entre charla y bromas, los chismes no se hicieron falta.
-¿Escuchaste que Max empezará a realizar musicales? –una chica al lado de Junsu le comento a su amiga.
-Si… eso he visto. Siendo sincera, su voz es buena. Pero no genial. Y menos si hablamos de su actuación. No le irá muy bien. –comento la otra, para luego dar un mordisco a lo que sus palillos tenían.
-Tienes razón… aun así, vendería mucho. Tiene gran reconocimiento ya. –volvió a hablar la otra.
-Aun así, si viniera a tocar puertas aquí, yo le haría ver que no tiene lo necesario para creerse un actor de musicales. –encaro. Junsu bajo levemente su cabeza, mientras seguía comiendo.
De pronto, se escuchó como el director de aquel musical, hablaba amigablemente desde atrás de la puerta de aquel salón.
-Chicos, necesito su atención por favor. –pidió el hombre mayor cuando entro. Todos lo miraron, menos Junsu, que se encontraba en su propio mundo. –Déjenme presentarles a una gran persona. Que desde ahora, será parte de un nuevo proyecto, y… compañero de ustedes.
Todos se giraron para murmurar un sinfín de cosas. El director hizo una seña con su mano hacia la puerta, y de pronto, un hombre más alto que él se dejó ver.
-Hola a todos, soy Max. Espero puedan guiarme bien desde ahora en adelante –se presentó y dio una leve reverencia. Cuando levanto su mirada, se encontró con Junsu, que lo miraba perplejo, o casi asustado.
Al terminar la reunión, todos se dirigieron a sus casas. Junsu paso a su camerino, pues aún tenía cosas que arreglar sobre su vestuario. Al salir del lugar se topó con el chico que había llegado de último a la cena de ese día.
-Buenas noches. –dijo levemente, para irse al lado contrario de donde este se encontraba.
-Hace tanto que no nos vemos. No has cambiado nada. –lo siguió, mientras metía sus manos entre las bolsas de su enorme abrigo.
-No sé de qué habla. –Junsu apresuro su caminar.
-Junsu. –lo detuvo sosteniéndolo del brazo. -¿No me recuerdas? –Junsu giro para verlo.
-¿Debería? –hablaba nervioso, tratando de zafarse del agarre.
-Soy yo, Changmin… ¿Recuerdas? –y Junsu cerro sus ojos, tratando de ocultar todo lo que sentía al volver a escuchar ese nombre. Pero especialmente, de volver a tenerlo en frente de él.
Quedé encantada con este primer capítulo. La historia se me hizo muy interesante y me dejó con la intriga del siguiente, por suerte ya está terminado así, que podre leerlo todo de zopeton.
ResponderEliminarEstá bellamente narrado y con una prosa muy amena al lector. Repito, me encantó.
Que habrá sucedido, que distanciara a los amigos? Junsu parecía tan apegado a ChangMin y ahora, al parecer , lo que menos quiere es estar cerca de el.
Leeré el siguiente!