Título: Special Needs [Necesidades Especiales]
Autor: Fanny YS
Pareja: MinSu
Género: Lemon
Extensión: Oneshot.
NA: Ok,
mi corazón extraterrestre MinSuniano gay y raro me traiciono, me puede más de
lo que quiero el amor de estos dos.
JunSu es un hombre con muchas
cualidades.
Es atractivo –increíblemente atractivo-, carismático en demasía, sumamente apasionado
en su arte y extraordinariamente lindo, lindísimo rayando el colmo. Es un
hombre bello, casi como un sueño, un ser mágico y maravilloso. Es encantador
hasta lo inimaginable. JunSu es todo eso
y más. Todo lo que pueda imaginar cualquier persona hasta cualquier punto.
Hasta cualquier extremo…
Lo es para YooChun. Lo es hasta lo
inimaginable para ChangMin.
-¿Quién es la
puta JunSu?...
El chico
frente suyo le tenía suspendidas las muñecas sobre su cabeza. Su cabello de tan
intenso rojo se confundía con la pared detrás suya, como una flama creciente y
violenta moviéndose lentamente ante la música ligera de la voz que le hablaba
en susurros, ante el aliento caldeado que se expandía sobre su rostro, que
salía de su boca y él respiraba mientras gemía quedito, casi murmurando para
sus adentros. Reprimiendo cada sonido, tan frustrado, tan enojado, tan
extasiado. -¿Quién es la puta?- repitió el joven con voz severa. Su figura
centímetros más grande y alta que la suya le tenía acorralado al igual que sus
muñecas, entre esa pared fría de azulejos naranjas y rojos.
El pelirrojo
gimió por fin. El sonido le salió tan agudo de sus regordetes labios, cuando la
cálida y elegante mano subió por su miembro y con el dedo pulgar rozo la punta
dejándola desnuda, ahí donde la dulce hendidura chorreaba de a poco su pre
semen dulzón.
*
-¿Donde está JunSu?- YunHo a su lado
negó con la cabeza sin dejar de hablar y ser protagonista de la conversación
con ese hombre ya entrado en años frente suyo.
YooChun se había percatado de la ausencia
de JunSu ya hace varios minutos. Intento con la mirada enfocarle en algún punto
del enorme salón, pero nada descubrió de su paradero o rastro. Con su copa de
vino recién servida, decidió que esperaría unos minutos más. Quizá JunSu
llegaría a su lado en un momento a otro con esa sonrisa tan bonita, tan suya, así
que bebió des estresándose un poco por la ausencia del pelirrojo.
*
-¿No quieres
hablar? – El joven apretó el agarre sobre su carne con la más pura saña, provocándole un dolor y una corriente aguda
de excitación que le hicieron temblar, como pudo y en el poco espacio que tenía
se removió bruscamente. Una sensación tan frustrante, tanto que le ahogaba en
cólera y alucinación. -¿No quieres jugar conmigo?- su voz divertida sonaba
feroz en sus oído al igual que su tacto
sobre uno de sus pezones poniéndolo tan…duro -¿No vas a jugar conmigo JunSu?...
–de un momento a otro su voz y su boca fueron
hasta sus labios de flor, retándole. Advirtiéndole. –Más te vale…que…-su
mano volvió a hacer presión sobre la punta de su miembro al cielo, esta vez
sacándole un gemido lastimero.
-Yo…- hablo
por fin el pelirrojo ahogándose en su éxtasis y el dolor colándose a sus
emociones.
-¿Tu…que
JunSu?-susurro divertido el joven castaño.
-Yo… ¡AH!-
Sin presentirlo y esperarlo, un ágil dedo se entrometió entre sus nalgas de
ensueño dando vueltas en su diminuta cavidad, sintiendo cada pliegue de piel a
su alrededor ceder. JunSu quiso dejar salir las pocas palabras altisonantes que
sabia y gritar cuando un segundo dedo hizo compañía al primero y enseguida un
tercero.
Los tres
dedos se movían con rapidez dentro, con ayuda del pre semen que derramaba y que
el alto castaño había usado para facilitarse la acción. El joven rio maliciosamente
mientras miraba el rostro de JunSu extasiado y perdido; con las mejillas
sonrojadas y gimiendo bajito, reprimiéndose frustradamente como susurros
prohibidos. Fue entonces que los ojos
del castaño brillaron en la más pura diversión.
JunSu sentía,
muy a su pesar y a una rabia extraordinaria que le aplastaba la mitad del
cerebro, que en cualquier momento seria presa del orgasmo, presa de la mágica y
perversa pericia de esas largas manos, se estaba volviendo jodidamente loco,
tan insoportablemente loco… Loco y excitado. Tan pronto como ese sentimiento
fue presente en sus pensamientos y en su cuerpo, las manos del joven le
abandonaron el cuerpo dejándole frio… contrariado y perdido. JunSu enfoco su
vista nublada y aguada en la figura alta y esbelta al frente suyo.
El
elegantísimo pantalón negro que hacia un perfecto juego con la camisa color
vino y el carísimo saco del mismo color que el pantalón estaban intactos.
ChangMin estaba alucinantemente atractivo, tan limpio y elegante. Su sonrisa ladina
y la malicia reflejada en su rostro. JunSu sintió un escalofrió aterrador
recorrerle la columna vertebral en pellizcos eléctricos cuando el alto, de
cabellos castaños, se quito el saco lentamente con maestría y elegancia. Lo
deposito en algún lugar para
resguardarlo y lo mismo hizo con la
corbata y los primeros botones de su camisa.
Un abrumador
calor ahogo al pelirrojo y le hizo nubes en la garganta. Le hizo estremecerse
casi agotado del debate mental que llevaba a cabo minutos atrás cuando se
habían colado al baño. Cuando ChangMin le había arrastrado al último cubículo
de éste; cuando ChangMin había comenzado a masturbarle deliciosamente… Siempre
el mismo debate mental.
La camisa del
castaño termino completamente desabrochada, pero nunca la retiro. JunSu sabía
lo que seguía, y sabía lo que ChangMin quería. El pelirrojo tembló cuando el
castaño dejo a la vista la imponente erección que escondían esos negros pantalones
y sin dejar de mirarle, lo masturbo con parsimonia.
-¿Quién es la
puta… JunSu?-repitió ansioso y ladino.
JunSu le miro
unos segundos con el cólera subiendo a su cerebro y el calor expandiéndole los
nervios. –No…, aquí no. Nos pueden atrapar… Se van a dar cuenta. Por favor
ChangMin… -rogo lastimeramente tratando de convencer al castaño de lo peligroso
de la situación, pero ¿para que se engañaba? Al alto no le importaba una mierda
ser atrapado follando en el baño de la enorme recepción del salón de ese hotel.
No, no le importaba en lo absoluto. A Park ChangMin le daba igual que le
encontraran follandose a alguien en el baño, o peor aun a JunSu.
-ChangMin,
porfavor… -rogo una vez más en vano con los ojos cristalinos y temblando de
pura angustia. ChangMin simplemente le ignoraba, mientras tomaba asiento en el
retrete, sobre la tapa de éste y usando el saco de JunSu como alfombra – que
minutos antes, portaba encantadoramente el pelirrojo-. Las manos de JunSu
cubrían torpemente su caliente erección y la protegían de la vista feroz del
joven, del muy joven ChangMin. Su camisa blanca, desordenada y abierta al igual
que la del castaño le cubría aun el cuerpo, una parte cayendo por uno de sus angelicales hombros y dejando a la vista
su virginal y blanquecina textura, la piel del abdomen y el vientre, tan
diferente a la de ChangMin y su color tostado. Canela…
-No quiero.-
JunSu desvió apenadamente la vista de la piel apenas visible de ChangMin, quien sentencio con sus ojos escrutadores y
la mandíbula tensa marcando el camino perfecto de su rostro, delineando cada ángulo varonil que poseía y
que hacían que JunSu se sintiera mas chiquito, más indefenso, más vulnerable,
más caliente, mas….excitado. El
pelirrojo cerró los ojos jadeando, peleando consigo mismo, el moreno lo tomo de
las manos y tiro acercando el cuerpo de Junsu a sus labios, para susurrarle tan
cerquita a su oreja, a su cerebro, a su alma…-¿Sabes que quiero?-la sonrisa
perversa volvió a los labios del castaño.-Quiero que mi puta me monte aquí y
ahora - ChangMin rio. ¡El muy descarado e idiota rio!, sin embargo JunSu sintió
que el piso se le movía, que sus piernas eran gelatina, que el oxigeno había dejado de llegarle al
cerebro y en cambio una sustancia toxica, enfermiza y alucinante se había
instalado en su sistema. –Venga JunSu… o
¿querrás que YooChun…- el pelirrojo simplemente tembló de horror cuando los
labios de ChangMin volvieron a abrirse mientras sonreía-…se entere de cómo te
gusta que te folle? Quieres que le diga…
JunSu se
movió sin pensarlo con los labios entreabiertos, con la cabeza gacha, las
mejillas rojísimas, los ojos aguados,
los poros de la piel ardiendo y la ansiedad consumiéndole jodidamente
cada terminación nerviosa. Giro su cuerpo dándole la espalda al castaño y tomando asiento lentamente sobre la caliente
erección, mientras abría las piernas y se apoyaba sobre las del alto… No quería que YooChun se enterara, no quería
que el nombre de YooChun estuviera presente. No quería simplemente pensar ahora
en YooChun. Pronto ChangMin le tomo el trasero abriéndole las nalgas, JunSu
gimió de puro gozo y angustia. Y cuando de un sentón se penetro solo sobre las
caderas del castaño, sintió que su cabeza flotaba y se intoxicaba, que su
estomago estaba a punto de salir por su boca de un golpe, que se estaba
partiendo en dos y las lagrimas se le saltaron solas de agobiante dolor. Sintió
el cuerpo de ChangMin estremecerse por una milésima de segundo cuando estuvo
completamente dentro y luego su voz, tan grave y ronca le hablaron al oído ordenándole.
–Muévete…- Una ligera mordida llego al hombro desnudo del pelirrojo, apenas y dejaría
una marca…mañana.
Una orden.
Una orden…Y JunSu la obedeció sin refutar, pese al dolor. Pese a su enojo. Pese
a su culpa. Con ayuda de una de las rojas paredes encendidas, como la sangre,
como su cabello, como sus ojos llorosos, como las marcas que seguramente se
quedarían en su cuerpo después de salir del baño y marcharse a casa, decidió
apoyarse para comenzar a cabalgar sobre el miembro del que años más joven que
él, era el chico más astuto y mas…el mas cabrón con el que había podido
imaginar toparse. Con la otra mano, apoyándose del mismo retrete se dio impulso
para levantarse
…y así estaba
a punto de culminar el juego. ChangMin sonriendo satisfecho consigo mismo al
comprobar nuevamente la influencia que tenia sobre JunSu y el pelirrojo dejándole el culo a su disposición.
*
-Quizá debería ir a buscarlo…-YooChun
de verdad había comenzado a preocuparse.
-Debió haber bebido de más y fue a
tomar algo de aire. –YunHo trataba de tranquilizarle y darle opciones.
-Por eso mismo debo ir a buscarle,
JunSu no bebe, si lo hizo debe sentirse…mal. –miro por última vez el salón sin
encontrar nada. Iría a buscarle a donde fuera que estuviera.
*
JunSu sentía
que iba a volverse loco. Literalmente loco; gemía desesperadamente, se ahogaba
deliciosamente. Se estremecía, jadeaba, se mordía.
Con piernas y
manos se daba impulso de donde podía para montarle al castaño casi con
maestría, con la más pura desesperación y ganas. Con la adrenalina llenándole
el sistema sanguíneo, límbico… Sus labios regordetes estaban abiertos y
respiraba a través de la boca; estaban siendo cubiertos por la mano de
ChangMin, callándole los sollozos alucinantes y gemidos desesperados. Con la
mano libre y los largos dedos, ChangMin
sostenía su miembro masturbándole ferozmente.
-A que…te
mueres… cada vez que te follo… ¿cie e..rto?-La voz de ChangMin, ronca y
entrecortada le rozo la oreja y JunSu
dejo salir el aliento quemante de su garganta en un fuerte jadeo. – ¿Entonces…
porque…?
*
-Sr. Park, ¿puedo ayudarle?- un hombre
trajeado al igual que él, pero no tan elegante se acerco al verle perdido.
-Sí em,… estoy buscando a mi amigo. Un
chico pelirrojo…delgado, no muy alto… - bufó – quizá está perdido.
*
Las gotitas y
chorritos blanquecinos dieron de lleno con la puerta del lujoso cubículo del
baño. El sonido agudo de su boca y el dolor de su garganta por reprimir su
agudo orgasmo en un monosílabo apenas fue perceptible afuera del servicio para
caballeros. El pasillo estaba desierto y a penas a unos metros del salón donde
todos se encontraban. Su cuerpo fue embestido algunas veces más y sintió como
su entrada se mojaba cálidamente, al igual que su oído del aliento y el gruñido
gutural de ChangMin en su nuca.
-¡JunSu! ¿Acá estabas? Llevo horas
buscándote.
JunSu miro a YooChun con la culpa en
los ojos y en cada pensamiento, entrando al elegante salón. YooChun miro a éste
con alivio. A lado de su pelirrojo novio,
estaba YunHo con una copa nueva de vino y posiblemente un poco más ebrio
de lo que lo había dejado minutos antes. Y al otro lado…su hermano, su muy
joven hermano ChangMin, tan sereno y apacible como siempre.
ChangMin simplemente sonreía a YooChun
y a JunSu… con copa en mano.
*
-JunSu…
El nombrado dio un respingo tan grande
al escuchar su voz, que provoco indudablemente la risa del castaño quien
entraba a la sala de la enorme casa de la familia Park.
El andar de ChangMin elegante y sobrio
por la sala le atrapo la mirada comenzando a ponerle nervioso. Tomo asiento en
el sillón pequeño y perpendicular al que se encontraba el pelirrojo. Clavo su
mirada en JunSu, y éste incomodo volvió la mirada a cualquier lado. ChangMin
sonrió complacido y con parsimonia cruzo
sus largas piernas. JunSu estaba en la misma posición y trataba de mantener la
compostura. El moreno lleva puestos unos jeans de mezclilla, una camiseta y un sweater, la sonrisa sobre
los dientes blanquísimos y ese
desesperante aire de suficiencia y superioridad mezcladas en su fragancia
carísima.
-Mi hermano salió por la tarde. ¿Qué
haces aquí? Es que a caso vienes a verme a m-m…-
El pelirrojo bufó cortando a ChangMin
con fastidio e incredulidad. –Ni en tus sueños…- Le miró y los ojos de ChangMin
se volvieron oscuros. El brillo de diversión le ilumino la mirada.
JunSu podía llegar a ser tan adorable
como desesperante, incluso necio o altanero. Era guapísimo y encantador.
Delicado y hermoso. Una completa belleza andrógina. Claro que lo era… le había
parecido a ChangMin cuando su hermano YooChun se lo presento como su novio. Kim JunSu, le había dicho, el chico que
quería ser un actor musical. Vaya personalidad… pensó ChangMin, y desde entonces quedo extasiado de todo lo que
Kim JunSu representaba. Quedo tan encantado, que poco tardo en hacer que ese
peculiar gusto e interés se hiciera más y cada vez más intenso. Adictivo. Tan
inmenso, casi insano y necesario. ChangMin simplemente le quería para él.
ChangMin quería todo de JunSu. Todo; de la forma que fuera, como fuera.
ChangMin solo… quería un poco de lo que JunSu daba a YooChun… Solo un poco, una
minúscula parte aunque así fuese.
-Respuesta equivocada. – ChangMin
chasqueo la boca reprobatoriamente mientras negaba con la cabeza. –Nuestro
JunSu quiere jugar. –pronto ChangMin se levanto del sofá en el que se
encontraba sentado.- ¿Quieres jugar JunSu?- esta vez el cuerpo de ChangMin y su
voz sonaban amenazantes y duros. Así entro su voz en los oídos de JunSu entre
mas se acercaba a él, entre mas pasos daba.
El pelirrojo dio un respingo
comenzando a ponerse nervioso. –Déjame ChangMin…-JunSu no pudo contenerlo, y la
voz se salió temblorosa –Estamos en tu-u casa…-
¿Cuántas veces había usado ese
razonamiento en contra de ChangMin? Muchas. Muchas, y esas mismas veces le
habían valido al castaño nada, y se lo había follado en esa misma sala y en
varios ya conocidos lugares, además de por supuesto la habitación del menor de los hermanos Park.
JunSu se lleno de calor y su rostro se sonrojo cuando cayó en cuenta de las
veces que habían follado en esa casa, y de la última vez que lo habían hecho
justamente en ese sillón. Tembló. Era tan cierto, habían cogido en muchos de
los lugares silenciosos o concurridos de la casa, que por bendita suerte nadie les había
atrapado y que para desgracia de JunSu, le habían tenido con el alma en un
hilo, pero al mismo en un paraíso prohibido y tormentoso.
-Si yo quiero, te follo en la misma
habitación de mi hermano. –afirmo el castaño mientras se cernía sobre el cuerpo
de JunSu sin dejar de mirarle, y éste se sumía en el sillón queriendo
protegerse y resguardarse del contacto de ChangMin. –Si yo quiero, te fóllo en
la misma cama en donde él duerme. Si yo quiero, te fóllo en sus putas narices y
tú… –llego a la altura de sus labios apenas rozándolos para luego morderlos
levemente con ferocidad. Tan carnosos y dulzones.-… obedeces.- El corazón de
JunSu dio un salto dentro de su pecho. Tanto que pudo escuchar el latido
tremendo chocar con la caja torácica. La sangre espesa y cálida fluyendo,
bombeando rápidamente a su cabeza y a cada extremidad de su cuerpo.
-¿Hay alguien
en casa? ¿JunSu estas acá?
Era la voz de YooChun en la entrada, a
unos metros de la sala. Un latido más hizo retumbar su pecho. YooChun acababa
de llegar a casa y ChangMin simplemente no se movía en lo absoluto. El castaño
se encontraba empotrado sobre su cuerpo. ChangMin no iba a moverse, no hasta
recibir una reacción satisfactoria.
-ChangMin… - murmuró desesperado
intentando quitárselo de encima inútilmente.
- JunSu… quiero jugar. –los ojos del
pelirrojo temblaron. Y la sonrisa de ChangMin se ensancho aun más.
-Juguemos…pero no ahora, por favor…
-JunSu quería llorar. Si YooChun entraba y les veía así, ahí… JunSu de verdad
quería llorar. –ChangMin, por
favor…-rogó una vez más con angustia desbordándole en la voz. El castaño
simplemente sonrió divertido por la modesta preocupación de JunSu y enseguida
se levanto caminando en dirección a la entrada de la estancia sin mirarle en lo
absoluto, ---JunSu tiene rato esperándote. Me he tomado el placer de hacerle
compañía…- YooChun sonrió grandísimo a ChangMin quien le hablaba y avisaba de
la presencia del pelirrojo. Se apresuro a ir a donde JunSu.
Tan pronto como JunSu y YooChun se
quedaron solos en la sala, el pelirrojo simplemente respiro con tranquilidad y
la tan conocida culpa le embargo.
YooChun le miraba con la más pura ternura y amor. Con tanta dulzura… Y
JunSu no podía negar que se sentía amado y enamorado, y tan jodidamente mal.
Una sensación tan acida, tan amarga que le sabía mal hasta en esos momentos.
-Perdóname JunSu –Yoochun deposito un
dulce beso sobre sus labios- Olvide avisarte que saldría. ¿Tienes mucho
esperándome? –YooChun sonrió apenado. JunSu quizo llorar nuevamente.
YooChun entonces decidió ir por algo
al mini-bar. JunSu se trago esa
piedrecilla en su garganta y justamente en ese momento el teléfono móvil
dentro de su pantalón vibró. No quería
siquiera verlo, pero aun así…lo hizo, aprovecho que YooChun estaba aun ocupado
buscando las bebidas del agrado de ambos, para darle una mirada al mensaje de
texto.
<<Hoy
te voy a joder tanto que no podrás estar con mi hermano
sentado
encantadoramente en ese sillón dentro de las próximas semanas.>>
El
corazón de JunSu volvió a dar un brinco, tuvo que apoyarse en el respaldo del sillón
para que no se fuera de bruces al suelo. Sus mejillas se tiñeron de rojo,
inesperado e intenso. Cuando se percato de que YooChun regresaba al sillón, tecleo
rápidamente y envió la respuesta, y al instante recibió un nuevo mensaje de
texto.
<<Respuesta
correcta. Buen chico ;) >>
YooChun le extendió un jugo de naranja
de botella roja, esos que tanto le
gustaban y JunSu algo torpe lo acepto. ¿Cuánto más podría seguir esto?
JunSu no podía. JunSu no sabía.
*
El nuevo color de su cabello le encantaba. El reflejo
en el espejo le mostraba su cabello ahora tan rubio y casi blanco. Con los ojos
puestos en ello pasos sus dedos entre los cabellos. Simplemente le encantaba.
Luego mirando aun su reflejo se topo con otro par de ojos marrones que lo
miraban igual de encantados.
-Te va muy bien ese color JunSu. Te va muy bien…
Ahí estaba ChangMin mirándole complacido. Ahí estaban
sus palabras. Sus miradas. Su sonrisa; su malditamente encantadora sonrisa.
JunSu intento esquivar esas palabras y esos finos labios fracasando en el
intento. Intimidado y embelesado como siempre.
-Te ves increíble Su~. Es perfecto para tu obra.
Ahí estaba YooChun a un lado de ChangMin. Ambos
hermanos le miraban y JunSu intentaba mantener los ojos fijos en su novio
solamente. Sonrió.- Gracias Chunn.
Era la oportunidad de JunSu de debutar en una obra
musical. No cavia en el albornoz y alegría. Tenía un papel importantísimo; “La
muerte” - Tod. Había decidió cambiar el color de su cabello, adecuarlo al
papel, había dicho en sus propias palabras.
Y ahora se encontraba con ambos hermanos Park en aquel
salón de belleza. Ambos mirándole.
*
La obra había sido
un total y rotundo éxito.
YooChun le sonreía enormemente, YunHo acompañado de
JaeJoong habían estado a punto de perdérsela por llegar tarde. Su madre le
abrazaba fuertemente y ChangMin… simplemente le miraba.
-Muchas felicidades Susu~ -YooChun tuvo su oportunidad
para felicitarle y darle una brazo asfixiándole. Enseguida se separo y le miro
con reproche- …nunca me dijiste que tenias que besar a un chico… -YooChun hizo
un enorme puchero y JunSu quiso alegar algo.
-Ah~ YooChun…
Pero.
-Ni que lo digas hermano. Jamás me lo hubiera esperado
tampoco… No. -ChangMin y su oportuna boca. ChangMin y su oportuna mirada.
ChangMin y su oportuno reproche escondido. ChangMin y sus ojos, ChangMin y su
enojo… ChangMin y sus celos… ChangMin y su todo.
Ahí estaba ChangMin y su todo. Un puño cerrado.
*
El mensaje de texto era claro.
<<Te
veo donde siempre. No llegues tarde, no me gusta esperar. >>
Volvió a leer las letras en la
pantalla de su teléfono móvil. Había llegado 30 minutos antes.
¿Pero qué…? Pensó después de un momento
cuando caminaba hacia la puerta de esa gran casa, pequeña pero lujosísima.
Recibiendo y acatando ordenes de un mocoso perverso. Era imposible concebirlo…
Le provocaba cólera, mucha, pero aun más la sentía por sí mismo, por ser tan… “obediente”. Sumiso.
¿Tenía otra opción? No. ¿No…?
Estaba en casa de ChangMin. El mismo
ChangMin que se lo follaba cada vez que le daba la gana. El mismo ChangMin que
le hostigaba, que le envenenaba. Que humillaba en muchas ocasiones. Le trataba
de tonto y le hacía malas bromas. El mismo que traicionaba a su hermano, con
él… El mismo ChangMin que si, le…gustaba.
¡Joder…! Si lo negaba, estaba seguro
que era la mentira más grande que hubiera existido en el mundo. Le gustaba y
también hastiaba hasta lo inimaginable. Era un cabron el hijo de púta, pero un
cabron que… le gustaba. Y Odiaba.
*
JunSu de pronto comenzó a sentirse
muy, muy nervioso.
Había follado con ChangMin, -correccion-. ChangMin le había
follado muchas, muchas veces…
Aun recordaba la primera vez, cuando
todo había comenzado un muy inoportuno día. JunSu totalmente ebrio hasta los dientes
y ChangMin en su compañía, aprovechándose de ese hecho. Luego los chantajes del
castaño con contarle a YooChun y JunSu llorando como niño porque no le dijera.
JunSu pronto se acostumbro a los chantajes… Pero nunca pudo hacerlo con la culpa. Le aterraba que YooChun se
enterara. Le aterraba perder a YooChun. Le aterraba…todo.
Era un cobarde. Y se odiaba por ello.
Lo más lógico sería que odiara a
ChangMin por “obligarle” a hacer cosas que él no quería. Por traicionar a su
hermano de la manera más vil y baja. Lo lógico sería que le hubiera contado a
YooChun lo que había pasado con ChagnMin
la primera vez y como éste había comenzado a jugar con él desde entonces. Pero
no lo hizo.
¿Entonces YooChun le creería? ¿Le
creería cuando paso una segunda y una tercera vez?
Cuando estuvo atrapado en la cuenta de
las docenas de veces que ChangMin y el habían “jugado”, fue que decidió que
YooChun no le creería. Y JunSu se odiaba. Se odiaba por ser tan cobarde, por
ser un idiota cobarde, el más grande que pudiese existir. Era un cobarde… por
no tener el valor de salir del juego que ChangMin le proponía cada vez que se
encontraban a solas, entre murmullos y miradas oscuras. En acciones y roces que
le intimidaban el corazón y le consumían las ganas. Se sentía abrumadoramente culpable,
pero no arrepentido…“No del todo”
Pensó y se maldijo por milésima vez,
pensamientos como esos se hacían cada vez más frecuentes en su cabeza.
Se miro nuevamente en el espejo frente
suyo, frenando sus pensamientos y culpa. Dejándose perder en su reflejo. Vaya
que el castaño estaba planeado algo, y JunSu no quería enterarse demasiado
pronto. Levanto una mano, la enorme manta negra que le cubría el cuerpo desnudo
solamente, se levanto con ella dejando al descubierto sus esbeltas piernas.
La puerta sonó.
*
Voy a proponerle matrimonio a JunSu.
–YunHo y JaeJoong abrieron muy, muy grande los ojos, pero pronto se suavizaron
mientras se miraban.
-Es muy prematuro, pero acertado.-
YunHo sonrió. Estaba seguro que esos dos estaban destinados, así de simple. JunSu y YooChun como un complemento
necesario. Tan natural. Una necesidad especial que les hacia únicos; era amor.
*
JunSu gimió ronco.
El aparato entre sus dedos se movía
lento, con minúscula fuerza, solo la necesaria,
y el sudor hacia acto de presencia sobre su cuerpo. Sus labios gordos volvieron
a apretarse apenados, callándose. Sus piernas temblorosas y totalmente abiertas
sobre la enorme cama daban un espectáculo magnánimo y despiadadamente erótico,
arrebatador para cualquier espectador que le mirase.
-¿quién diría que la obra fue todo un
éxito?... –La voz de ChangMin ronca pero
tranquila llego a los oídos del rubio. Este no dejo de mover el aparato en su
entrada contraída, ni dejo de apretar los labios o morder su boca, no dejo de
meterlo hasta dentro y su mano temblar al igual que las piernas. No, JunSu no
dejo de follarse con el consolador que tenía en sus manos. -… ¿Cuántas veces le
besaste?- De nuevo la voz de ChangMin. De nuevo sus celos, de nuevo su
aprehensión a él. De nuevo le quería
joder por ello. –De YooChun nunca tengo problema…es mi hermano, pero… - JunSu
con el rostro perdido en placer, los
ojos excitados, y las mejillas rojas volvió a gemir tan agudo cuando por dentro
se dio exactamente en el punto correcto. - …de alguien más. No lo tolero. – el
castaño sentencio. JunSu tembló ante sus palabras, pero continúo. Mantenía los
ojos cerrados, y la cabeza gacha. No podía mirar al castaño, no quería hacerlo.
Estaba jodidamente avergonzado de verse tan débil y vulnerable, tan excitado y
encantado fallándose…
El orgasmo se le veía pronto. – ¿Te
gusta tanto…?- La voz de ChangMin se
escucho lejana de pronto. JunSu no
contesto. –Te gusta tanto esa cosa dentro… ? –JunSu abrió los ojos como pudo y
ChangMin, en una esquina de la cama, muy cerca,
le miraba divertido y con una ceja alzada. Idiota, pensó de inmediato con odio. Había sido ChangMin quien le
había obligado a meterse eso, y había sido él quien le había dicho que le
quería ver así. Pero… no estaba dispuesto a sacarlo, no por ahora…no hasta que
terminara. El castaño volvió a abrir la boca para decir algo, pero en lugar de
eso regreso al sillón frente a la cama en el que había permanecido sentado
disfrutando el espectáculo que JunSu le ofrecía.
-Eres una puta… JunSu. Pero… -JunSu
seguía en lo suyo sin mirarle siquiera. Estaba a punto de correrse, no quería
escucharle más… Solo quería venirse. Solo quería ese orgasmo ya… De pronto sus
piernas fueron jaladas con fuerza. Con fuerza brutal, arrastrándole el cuerpo
extendido, dejando su espalda blanca sobre la cama y las piernas largas
suspendidas en el aire por las manos del castaño. Poco a poco ChangMin se
inclino sobre el rubio, entre sus cremosas piernas, mordiendo sus labios
superficialmente y hablándole claro. Tan caliente. –Quiero que seas solo mi puta.- El rostro
tostado de ChangMin le cubrió enseguida
el suyo en un beso feroz. JunSu volvió a gemir con el aparato aun dentro suyo,
con la lengua de ChangMin rozando la suya. El castaño volvió a separarse
mirándole apenas unos segundos con seriedad extrema. –Ni se te ocurra
acostumbrarte a esta mierda…- sus manos estaban ya sosteniendo el aparato entre
las nalgas de JunSu, y sin piedad lo metió hasta donde alcanzo. Hasta el fondo
de forma brutal. JunSu sollozo y gimió
al mismo tiempo. Sus ojos se llenaron de lágrimas y sus mejillas se mancharon
aun más de rojo.
*
-Quizá lo
haga esta misma noche.- YooChun sonrió radiante. - Ya lo tengo todo planeado.
Incluso ChangMin accedió a ayudarme.
-¿Y cuando
pensabas decirnos de tus planes?- JaeJoong le miro con rencor fingido. – ¿Pensabas
hacerlo sin decirnos nada?
-Justamente
por eso están aquí. –YooChun les miro más y cada vez más emocionado.- Ustedes
son parte del plan. Verán…- el pelinegro busco nerviosamente en sus pantalones
una pequeña caja negra, cuando dio con ella, sonrió. -…el plan es éste…- y la
abrió frente a sus amigos.
*
La piel de ChangMin era color
caramelo. Su cuerpo entero pintado de canela, incluso el mismo olor. Era
fascinante. Alto, largo, muy masculino y
tan elegante. Un abdomen de dios griego, manos finísimas, nariz perfecta. Boca
de labios delgados. Ojos mágicos, y absorbentes. Oscuros y brillantes al mismo
tiempo. Sus caderas fuertes y huesudas. ChangMin era… perfecto. ChangMin era
perfecto, perverso, un tirano puro. Caprichoso, y malvado. ChangMin era
egoísta, arrogante. Altanero, despiadado, ChangMin era simplemente perfecto…
-¿En qué piensas…?
La ropa interior de ChangMin termino
por caer al suelo dejando al aire y envuelto en esa atmosfera su cuerpo
tostado. JunSu no quiso dejar de mirarle y apartar la mirada. No cuando se
moría de calor por lo que veía. No esta
vez… Había algo diferente en esta ocasión. En todo lo que estaba sucediendo.
ChangMin seguía siendo posesivo, seguía humillándole, seguía siendo autoritario
con él, pero pese a ello…había algo distinto.
-Nna-daa. En-n nada.
Su voz temblorosa no dejaba su boca,
aunque realmente lo que quería en ella, era la lengua y los labios de ChangMin.
Ese cuerpo tostado cerca. Esos ojos mirándole y esas manos tocándole.
-Sácate eso…- dijo el castaño mientras
volvía a posarse entre las piernas del rubio fuera de la cama, sin tocarle, sin
hacer amago de ello. Manteniendo la distancia y mirándole simplemente. La cara
de ChangMin hoy no brillaba como todas las veces, estaba más seria que de
costumbre cuando le gustaba jugar…
El castaño tomo el consolador, de un simple y rápido movimiento húmedo y viscoso lo saco. JunSu
jadeo bajito y tan torpemente ansioso. Quiso cerrar los ojos un momento y
respirar algo de aire que necesitaba urgentemente, pero no pudo hacerlo cuando
las manos de ChangMin le hicieron levantarse rápidamente de la súbita comodidad
de la cama. De pronto se sintió mareado, con tan pocas fuerzas.
-Colócate ahí… agárrate. -Changmin le
señalo el minúsculo pilar clásico de su cama. Ésta contaba con cuatro pilares
finísimos en cada vértice. Una cama un poco anticuada había pensado JunSu
cuando la vio esa tarde. Era nueva. Muy nueva. Atolondrado por el repentino
movimiento JunSu tomo el pilar con ambas manos y ChangMin acelerando las
acciones de ambos le inclino el cuerpo, dejándole las nalgas en completa disposición.
JunSu jadeo nuevamente mientras el castaño se restregaba débilmente contra su
trasero. Se le aguaron mas los ojos, y su respiración se agito gravemente. Una
estocada superficial y violenta sobre ellas le hizo jadear, hizo que el
estomago se le contrajera de puro éxtasis. El castaño dejo escurrir sus manos
entre las nalgas del rubio y más abajo, por entre los muslos internos hasta levantarle
una pierna y mantenerla en el aire.
-JunSu… hoy hay algo importante… -La
voz ronca de ChangMin se escucho deliciosa en sus oídos. JunSu cerró los ojos
agitado, babeando como un vil y sin pudor. Parándole el culo con necesidad y
ganas. –JunSu… yo les voy a ayudar-
¿Qué cosas
decía ChangMin? El rubio no entendía, no quería entender. Por primera vez en la vida no
quería entender, no quería pensar, no quería debates mentales, no quería pensar
en nada, solo en ese momento, en su sentir, en nada más. El miembro de ChangMin
rozo apenas la entrada punzante del rubio, y éste gimió aun mas perdido y
ronco. Jadeo, jadeo muy fuerte, tanto que la garganta le ardió un hilillo y la voz se le perdió.
-Yo le voy a ayudar a darse cuenta… y
a ti también.- ChangMin le penetro de una sola estocada, profunda, abrumadora,
tan ardiente y punzante. JunSu chillo de gozo. Se le habían saltado las
lágrimas de un placer abrumador. De un calor aplastante, casi insoportable.
Magnifico…
La forma en cómo ChangMin se movía era
mágica. Deliciosa, jodidamente deliciosa. JunSu estaba perdido en un limbo
llamado ChangMin. Un increíble y excitante limbo oculto y oscuro. Tan maravilloso
y prohibido. ChangMin se movía con tanta pericia que le volvía loco. Le hacía
hasta querer llorar sin remedio, sin soportarlo. Tan insoportable era lo que
Changmin provocaba…Tan insoportable. Tan necesario…ahora.
Tan necesario.
Sus estocadas certeras. Llenado cada
espacio, llenando cada rincón. Era simplemente insoportable tanto sentir.
-ah mnh.. ah.aa a ha~m n~a
La voz de JunSu ronca y aguda llenaba
el lugar de a bombazos. Una música caldeada y esplendorosa a los olidos del
castaño. Un música bellísima y excitante. Tan erotica… ChangMin quería eso y
más, quería todo de JunSu, todo, todo…
Quería más.
*
Las llantas
del automóvil giraban sin cálculo, el automóvil corría a gran velocidad. Un YooChun dentro de él, con cinturón
ensartado tenía el volante bien sujeto entre sus manos. Estaba muy nervioso y
emocionado.
Tenía que
llegar cuanto antes a la casa de ChangMin.
Esa era su
noche. Miro de reojo la cajita negra sobre el asiento del copiloto,
perfectamente ubicada.
Necesitaba
ver ya a JunSu. Le necesitaba como nunca en la vida.
*
-ha ma ng. ..mm ah a a.. a
ng ma.. a.~ ma—as.
La garganta le dolía, el aire que
entraba por ella le raspaba dolorosamente. Tenía la boca seca, los labios rojos
y resecos. Sus ojos semi abiertos y llorosos no miraban absolutamente nada, de
a ratos se blanqueaban perdidos en el placer candente, otros más regresaban a mirar la nada. Sus
manos aferradas a ese pilar se resbalaban de tanto en tanto con cada agresiva
penetración escurriéndose en su entrada. Le empujaba el cuerpo bruscamente. Su
pierna flotando y bien sujeta por la mano del castaño se ayudaban a no caerse y
mantenerse con el trasero en lo alto. Su hombro apoyado en ese pilar también le
impedía caer al frente. Le dolía el hombro,
le dolía el agarre en su pierna, le dolía el miembro que se agitaba en
cada embestida. Le dolía el cerebro de tanto éxtasis. De tanto placer puro.
-¿JunSu… que deseas? –la pregunta que
salió de los labios de ChangMin llego de la nada y éste le abandono soltándole
y alejándose del cuerpo del rubio. JunSu de verdad sintió que iba a caerse
cuando ChangMin salió de él. El castaño respiraba con dificultad, sonrojado y
sudoroso. Muy, muy ronco. Sus ojos brillantes sin malicia se escurrían y le
miraban atentamente. -¿Por qué sigues acá?... –hablaba casi en susurros.
El rubio se incorporo atolondrado, húmedo y excitado. Inspiro
profundamente con la nariz y los labios semi abiertos, como dos perlas
brillantes mojándose por su lengua. -¿Qué…?- JunSu no entendía. ¿Qué estaba pasando? Se acerco unos
centímetros al cuerpo de caramelo de ChangMin.
-Tú no deberías estar conmigo, ¿no?
¿Por qué sigues acá conmigo…? ¿Por qué sigues jugando? – esa noche en ningún
momento hubo ese sentimiento oscuro y perverso en el rostro y ojos del castaño,
solo había algo mas…. Algo que no había visto antes JunSu, algo que no conocía,
que no entendía.
El rubio no supo que contestar, tan
excitado como se encontraba, solo mordió sus labios y bajo la mirada esperando
algo más. Palabras conocidas que salieran de la boca de ChangMin; órdenes que
obedecer. Humillaciones ocasióneles. Pero no hubo nada de eso. Sintió el calor
de ChangMin aproximarse a su cuerpo y con ambas manos levantarle el rostro. El
castaño se inclino apenas un poco y levanto lo necesario el rostro del rubio
para así conectar sus labios. Un suave beso, luego sus lenguas jugando y
encontrándose de a poco, sus respiraciones acelerándose, labios mordidos,
dientes chocando en cada accidente. Mucha ansiedad abordándoles las bocas.
JunSu sentía los labios mallugados por
la fuerza con la que el alto le besaba. Con tanta fuerza y necesidad que tenían
a JunSu perdido. ChangMin le sostenía el cuerpo con ambos brazos. Ambos
jadeaban.
-Me encanta tu cabello…. Tu inmaculada
voz, soy amante de tus manos, tu cuerpo entero… Me fascinan tus gemidos, me
vuelven loco tus caderas, JunSu me tienes loco…- El castaño hablo con la más
pura sinceridad que en el alma tenia. Devoto, en susurros y simplemente tan
sincero. Sus manos fueron directo a la nuca de JunSu repasando el camino de esa
curva hasta el nacimiento de las hebras de sus rubios cabellos. El tacto de
ChangMin era húmedo y cálido. JunSu se estremeció bajo sus manos, bajo su
aliento chocando con su rostro. Y sus frentes conectadas. JunSu se sentía
embriagado, perdidamente embriagado. Y protegido…
- ¿JunSu… -los labios de ChangMin buscaron el
camino a los del rubio, y éste cerró los ojos instintivamente. -…quieres jugar
conmigo…para siempre?. –el cuerpo del JunSu se agito. Su cuerpo entero agonizo
al escuchar las palabras de ChangMin. ¿Qué
estaba diciendo? – JunSu, juega conmigo para siempre…sin YooChun. Sin nadie,
solo nosotros dos.
JunSu quería derretirse. Literalmente.
El castaño se aproximo a sus labios lamiéndolos. A ChangMin, los labios de
JunSu le parecían tan dulces y sabrosos. Siempre dos pedacitos de cerezas
jugosas y carnosas. ChangMin quería devorarse esas cerezas, tragarlas hasta que
no quedara nada. Morderlas y saborearlas en la lengua, con los dientes, con su
todo. –Deja a mi hermano.- le hablo otra vez.
¿JunSu quería? Si. ¿Era lo que
realmente quería? Quizá sí, y era consciente de ello desde…hace unos, un tiempo
atrás. ¿JunSu podía? No… No podía. ¿Qué pasaría con YooChun?
¿Qué era lo justo, que era lo que
quería, lo que necesitaba…? Lo justo; quedarse con YooChun. Él lo amaba. Lo que
realmente quería; era sentirse lleno de ChangMin, en todos los sentidos, desde
todas las perspectivas, de todas las formas.
Y lo que necesitaba también… Necesitaba salir de ese abismo de alguna
forma. No podía con ello.
¿Podía salir de ese precipicio?
*
El automóvil
de YooChun aparco despacio y silenciosamente a la entrada de la casa de su
hermano. Salió tan aprisa del auto que casi olvida aquella cajita negra. Casi
corrió a la puerta de la entrada y con la llave que ChangMin le había dado fue
que la puerta se abrió.
*
Si, si podía, y lo necesitaba.
Necesitaba hacerlo…
Volvió a temblar entre los brazos de
ChangMin. -Juguemos… - susurro - Juega conmigo….- Sus ojos estaban cerrados y
su boca se movía lentamente.
El castaño volvió a besarle con fuerza.
Y JunSu se dejo perder en ChangMin y ChangMin en JunSu. Si era una orden, una
sumisión, que mas daba, si no era acertado tampoco.
Si era amor, quizá. Si lo era. Si no,
que más daba.
El tenerle por parte de ChangMin, el
dejarse caer y perder por parte de JunSu era una necesidad. Una necesidad
especial. Quizá era algo más. Quizá si era amor…Un amor enfermizo, pero amor al
fin y al cabo. O una necesidad especial. Nada más.
Quizá… Quizá era todo eso.
Quizá.
*
Cuando YooChun
entro a la casa de ChangMin.
Las luces se
encontraban casi extintas, a excepción de la lámpara sobre una mesilla, en la
sala. Sobre ésta había un sobre blanco. Era obvio que alguien quería que lo
encontrara. YooChun se aproximo
extrañado y lo tomo.
Era una carta. Una carta que tenía una
despedida de JunSu. Un Adiós para siempre.
FIN.
Me ha encantado *_* El MinSu me encanta y la manera en como lo escribiste simplemente me ha fascinado *-* se me hizo corto ojalá lea más fics tuyos muchísimas gracias por esta maravilla *O*!
ResponderEliminarpor dios, por un momento pense q los iba a encontrar en plena O.O
ResponderEliminarmenos mal xDDD
me encanto el fic, tan... retorcido, xq no puedo decir amoroso
ahh!!!!!
ResponderEliminarconti por que tenia que ser one-shot?????? muy buena ^ u ^ y Yoochun que fue de el? el YunJae aigo!~ son tantas cosas que quiero saber : $ bueno de todos modos esta genial
Ou;3; MI POBREE YOOCHUNCITO ;U;!
ResponderEliminarPero el Minsu te quedo perfecto;3; Al principio como odiaba a Changmin*-* Pero todo fue por que se amaban ;3; 'Amo el Minsu <3 Y Te quedo realmente hermoso ;333;!! Gracias por tu perfecto Fic *-*
Felicidades!!!!!!!!! has ganado pero estuvo muy aceptada la pareja minsu, 88 votos entre las dos, wow harta gente q lee a esta pareja, estoy feliz y bien hechoooo!!!!
ResponderEliminarAw~ Gracias Kiimmiko <3 !!!, realmente no esperaba ganar, me habia costado mucho hacerlo, pues no tenia idea de que escribir, pero me siento muy contenta y feliz. Me gusto mucho experimentar y al final termine encantada con el genero.
ResponderEliminarFue un placer haber participado contigo jasdjsadg <3 Me siento aun mas feliz por eso :D! Esque amo, como amas tanto el MinSu >33<!
Ajhsadjkgasg!! <3 Gracias Kiimi y espero que podamos hacer algo juntas ;D! [Una colaboracion(?) MinSuniana] <3
Mucho amor y besos :) a todos!
Gracias por sus coment a tod@s <3 >3<! Yo tambien senti mucha pena por YooChun ;3;~ Al final, solo Junsu y ChangMin supieron que paso con su historia. D:!
ResponderEliminarSi gustan leer un poco mas (no tengo mucho en blogspot, asi que apenas comienzo.) Aca http://night-flight-x.blogspot.mx/ me pueden visitar ^^.
De nuevo besos y abrazos a tod@as.
una colaboración minsuista me parece de maravilla xDDD A MITAMBN ME ENCANTO COMPETIR CONTIGO!!!
ResponderEliminarMe siento mal por el ratón, pero me encanta en MinSu en estas situaciones retorcidas y candentes...
ResponderEliminarYEAHHHH!!!!
Queremos más MinSU como este. *-*