Al Mejor Postor - Cap. 6

Esa maldita voz...la causante de mi amargura

Traté de deshacerme del agarre, pero no me fue posible. En ese momento ese imbécil estaba empleando demasiada fuerza.

-Eso a ti no te importa- respondí de forma agresiva

-Claro que me importa. Me importa porque tú estás casado conmigo, y con esto estás manchando mi imagen- dijo entre dientes

-Tú eres el único que mancha tu imagen. La manchas al ser tan imbécil. Y deja Dr tratarme como si yo fuera de tu propiedad. Yo puedo bailar, besarme o acostarme con quien  me dé la gana- Le Sonreí ante esto último

-Deja de decir tantas estupideces, si no quieres que te dé un golpe- agarro mi brazo con más fuerza

- Ah miren al señor-alcé la voz para que todos me escucharan- mírenlo, me quiere pegar. Miren al matón que tienen frente a ustedes

Para ese momento,todos ya tenían puesta su atención en nosotros. Habían logrado escucharnos a pesar de la música.

Él solo les sonrió con nerviosismo a todos los invitados que se encontraban a la expectativa de todo lo que estaba pasando

-Por favor, no le hagan caso- volvió a sonreír mientras iba soltando mi brazo, para pasar a coger mi mano- ha tomado de más y no está muy consciente

Todos nos miraron con duda, pero prefirieron volver a sus actividades. Claro...eso era normal en ese tipo de gente. Siempre que miraban algo, así fuera incorrecto, preferían no meterse.

-Vámonos de aquí- jaló de mi mano, subiendome por las escaleras, rumbo a la habitación.

-Sueltame!- exclamé con rabia

Al entrar, cerró la puerta con pestillo para que no pudiera salir. Al parecer este tipo pretendía tenerme encerrando toda la vida.

-Qué mierda pretendías al hacer todo ese show? - ya me había soltado, pero seguía cerca de la puerta para evitar mi huida

- Tú qué pretendes al  amenazarme y prohibirme que me divierta con alguien? Esta es mi vida, y por lo tanto, puedo hacer con ella lo que yo quiera

-Pues te recuerdo que, aunque te guste o no, tú estás casado conmigo y viven en mi cada, así que tienes que adaptarte a mis normas, al igual que lo tiene que hacer tu hermamo...aunque veo que él ha sabido obedecer mejor que tú.

-Con mi hermano no te metas, o vas a ver de lo que soy capás se hacer- sentía toda la ira recorrer mi cuerpo

-Pues eso no deberías decírmelo a mí, sino a mi hermano... Mira que le puede hacer muchas cosas- esbozó una sonrisa de lado

-A qué te refiere? - dije en tono demandante

-Pues eso lo vas a tener que averiguar tú. Yo no te voy a decir nada, porque hoy te portaste muy mal- tocó mi rostro en un gesto me dio asco- pero si sigues así,pronto vas a aprender por las malas. Ah, y cuida mucho a tu hermanito.

Luego de eso salió de la habitación. Quería decirle algo más, pero ya se había ido. Giré la perilla de la puerta para poder salir, pero me fue imposible

Ese maldito me había encerrado...

Pov Changmin

Caminé con Junsu hacia cada grupo de invitados que había. Mientras los saludaba, aprovechaba para presentarlo como mi esposo, porque eso era lo correcto y lo que correspondía. A pesar de no ser de mi agrado, era lo que debía de hacer.

Todo esto no era lo que yo quería. Nada de esto había estado en mu planes para el futuro. Todo había sido culpa de mi hermano...ahora por él no podría llevar mi vida como siempre la quise.

Por lo que me había podido dar cuenta, Junsu se esta enamorando de mí, y eso era lo que menos quería. No quisiera que Junsu saliera lastimado con todo esto. Él era muy inocente aun, y no me gustaría romper su corazón con una ilusión como la que él tenía.

Por culpa de mi hermano iba a terner que estar casado por siempre a alguien a quien no amaba. No es que Junsu no me pareciera bello y de muy buenos sentimos, pero no era a quien yo amaba. Él no era al que mi corazón había elegido para amar.

-vamos a sentarnos, que ya me cansé de estar de pie- dije mientras pasaba una de mis manos por la parte de su cintura.
Él solo me sonrió de la forma encantadora que siempre lo hacía. Fuimos hacía un sofá que se encontraba cerca.

-quieres que te sirva algo de tomar?- le pregunté

-no gracias- sonrió algo sonrojado- así estoy bien

-bueno-me puse de pie-yo sí iré por algo. Ya regreso

Caminé hacia la barra de tragos, y le pedí al que atendía que me sirviera un poco de wisky. El hombre estaba tardando un poco debido a la cantidad de pedidos que tenía que atender.

Me apoyé en la barra mientras aprovechaba para ver con un poco más de detenimiento el ambiente de la fiesta. Pasé mi vista por todas partes, hasta que algo llamó mi atención en la puerta de entrada...

Era él...Ahí estaba el ser más hermoso de este mundo, ese a quien yo amaba con todo mi corazón, ese con quien hubiera querido casarme y tener un futuro juntos. Ese muchacho de cuerpo delgado, pelo oscuro y bellos ojos... Sí, él...mi Minho.

Rápidamente caminé hacia él para darle la bienvenida.

-Hola!- lo saludé mientras en mi cara se formaba una sonrisa algo boba...esas sonrisa que solo él era capás de sacarme

-hola!- se sonrojó un poco- tu hermano me invitó- dijo algo tímido

-sí, lo sé. Él me lo dijo- mi sonrisa se hizo más amplia- te estaba esperando