KINGDOM TVXQ!

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I believe we can be together again - Parte 2



–Y-Yun-Yunho… –tartamudee, mirándolo aun sin creer que él estuviera aquí.

–En serio, lo siento, Jae Joong, no pude detenerlo –dijo Junsu rápidamente.

–Te dije que me iría si Boo me lo pedía –un escalofrío recorrió mi piel al que me volviera a llamar así–. Jae Joong ¿quieres que me vaya? –En mi shock no pude hacer más que mirarlo abriendo un poco los ojos–. Sólo quiero platicar, por favor –suplicó– quiero que al fin entiendas todo eso que paso cuando nos separamos.

–¿Por qué hasta ahora? –Balbucee–. ¿Por qué hasta ahora si ha pasado un año? Igualmente… creí que todo estaba a demasiado claro.

–Nunca me dejaste explicarte nada –repuso él– además –dio un suspiro– ya no puedo, no aguanto estar un segundo más sin ti– de pronto, en su cara se pudo ver toda esa angustia y desesperación que él decía. No llevaba casi nada de maquillaje hoy, por lo que podía distinguir claramente unas ojeras que había en sus ojos, los cuales estaban algo hinchados y rojos, como si hubiera llorado por mucho tiempo; vestía una simple sudadera y unos pantalones deportivos, como si de verdad no se hubiese enterado que era lo que escogía de su closet–. Por favor.

–Bien, Junsu –voltee a verlo y él solamente asintió y salió, cerrando la puerta tras de sí– habla.

–Escucha, yo sé perfectamente lo que debe de haber parecido lo que sucedió con ella esa noche –comenzó a caminar de un lado para otro a tal grado que me mareo, por lo que me acerque a la mesita de noche y saque una cajetilla de cigarros–. Y puede que no me creas, pero... ¿qué haces? – pregunto de repente cuando encendí uno y di una larga calada.

–¿Qué parece que estoy haciendo? –Inquirí con sarcasmo, después de que exhalara todo el humo–. ¿Quieres continuar? –Pregunte, acercándome con temor a la ventana, al parecer había dejado de hacer esa tormenta eléctrica por lo que abrí un poco la ventana para que saliera el humo.

–Bueno, pero –sentí su mirada–, apaga eso ¿quieres? –Inquirió con su carita de perro apachurrado que en otros años funcionaba conmigo, yo solo le dirigí una mirada seca –ella… ella si era una amiga, nada más que una amiga y yo le estaba enseñando.

–¿Si sabes que no está mejorando las cosas verdad? –Lo interrumpí con molestia–. ¿De qué se trata todo esto entonces?, ¿de sólo hacerme sufrir?, ¿es acaso un tipo de broma?, ¿dónde está la cámara escondida? –Di otra profunda calada al cigarro– no es gracioso, Yunho.

–¡Ella es la novia de Changmin! –Grito de pronto y yo fruncí el entrecejo– se llama Alejandra –me enseño una foto de la chica y si, en definitiva ella era– es mexicana y Changmin la conoció por ese tiempo. ¡Aunque él no te haya dicho nada, es verdad! Él es lo bastante tímido como para compartir con su madre su primera novia, pero a mí si me dijo para que le ayudara con ella y Alejandra también me pidió ayuda. –Elevó un poco la voz antes de que yo lo interrumpiera de nuevo con mi cara de incredulidad, ¿en serio se estaba esforzando por recuperarme?– Yo le estaba enseñando como conquistarlo –se sonrojo ligeramente, en realidad no sabía cuando fingía–y como hablar en coreano… para que él le entendiera cuando… si… –No podía creerlo, el poderoso líder U-Know Yunho tartamudeando– tú sabes… gemidos y esas cosas… porque… –su sonrojo iba en aumento.

–¿En serio crees que me tragare esa? –Inquirí incrédulo, pero aun así, sin poderlo evitar, la herida en mi corazón se había hecho un poco más profunda.

–No... no, Boo –se notaba desesperado– esto es serio, Jae Joong, por favor –de nuevo iba con su carita de perro apachurrado, caminó ligeramente hacia mí y yo me pegue contra la pared ante su súbito movimiento –se que suena trillado, pero es verdad, nunca quise que nos separáramos, siempre... siempre yo –hizo una pausa­­– no soy bueno con esto, maldición –mascullo –Jae Joong…

–¿Una mexicana que te pide ayuda para que...? ¡AAAH! –Mi frase se vio interrumpida de pronto por el súbito corte de energía que hubo en el departamento, ocasionando un grito de verdadero terror ante la opresora oscuridad que me envolvió–. Yun-Yunho –tartamudee, comenzando a jadear.

–Aquí estoy, siente mi mano –susurró y su cálido tacto envió corrientes eléctricas a todo mi cuerpo ¿hace cuanto que no teníamos contacto piel con piel? –Voy a encender la luz del celular –y dicho esto una pequeña luz blanca lleno la habitación–. Malditas tormentas.

–Dímelo a mí –jadee, aún con la taquicardia por el susto ¿o era porque aún tenía fuertemente agarrada la mano de Yunho?

–Espérame aquí.

–¡NO! –grite con terror ante la sola idea de quedarme sólo en esa habitación oscura.

–Te dejo la luz, iré a ver qué paso. –dijo comenzando alejarse de mí, pero por instinto yo le apreté más su mano.

–No me dejes, por favor –supliqué, viéndolo fijamente a los ojos.

–De-de acuerdo –tartamudeo, volviendo acercarse a mí, con el rostro iluminado a media luz era difícil de saber su expresión, pero por lo menos estaba ocultando mi sonrojo masivo ¿por qué mis padres me hicieron con esta piel tan blanca? –Sólo espero que no vuelva a llover –dijo, aunque pude notar un ligero tono de esperanza.

–Eso sería mucho –alcancé a decir en mi falta de aire.

Y después de eso hubo un incomodo silencio, no se escuchaba nada más que el lejano murmullo de los autos en la calle, el sonido desbocado de mi corazón y el acompasado exhalar de nuestras respiraciones. Tenía la mirada gacha, evitando verlo fijamente, pero por lo que veía él también estaba nervioso, movía un pie sin parar y rechinaba los dientes. Ocho años juntos no habían pasado en vano, nos conocíamos lo suficiente.

–Realmente te extraño, Jae Joong, fui un estúpido al dejarte ir de esa manera –borbotó, rompiendo el silencio, con esa agilidad que bien le conocía entrelazo sus dedos en los míos, al mismo tiempo su mano libre acaricio mi mejilla –por favor, créeme y vuelve a mi lado.

–Yunho –jadee al sentir de nuevo su piel contra la mía, estaba casi seguro que él era capaz de oír mi corazón latiendo frenéticamente contra mis costillas–. No –sentía su rostro demasiado cerca al mío.

–Por favor –suplicó apenas en un susurro audible, delineando con su pulgar la línea de mi labio inferior mientras que su cuerpo me empujaba contra la pared, un pequeño gemido salió de mi garganta al tener su cuerpo tan bien formado de nuevo a esa peligrosa distancia–. Jae Joong, por favor –susurró al fin, contra mis labios.

Lentamente, casi en cámara lenta sus tiernos y dulces labios besaron los míos, era una lentitud que casi me mato en el intento, pero al mismo tiempo me dejo inmóvil. ¿Qué se supone que tenía que hacer?, ¿mover los labios?, ¿darle entrada a mi boca?, ¿golpearlo y salir corriendo?, ¡él me había engañado por todos los pantalones ajustados!

Pero una vez más, U-Know Yunho me había dejado inmóvil y sin palabras.

–No… no, por favor no –solté de pronto, separando mis labios al sentir que empezó a buscar por más contacto– no puedes venir simplemente un día de la nada y besarme como si nada hubiese pasado –le dije algo confundido, intentando moverlo para poder escapar de ahí, pero simplemente él era mucho más fuerte que yo.

–Jae Joong, no te dejaré ir otra vez –dijo Yunho con firmeza– fui lo demasiado estúpido como para no hacer que te entrará en la cabezota que no estábamos haciendo nada– me dio un ligero golpe en la frente– pero ahora no te dejare ir así de fácil. Ahora quiero que de verdad lo entiendas.

–¿Quieres que crea que la chica con la que te encontré esa noche te pidió ayuda para aprender palabras de ligue, sucias en coreano y que ahora es la novia de Changmin? –le pregunte con incredulidad–. ¿En serio crees que soy tonto como para tragarme esa?

–Quizá tu sentido racional no te deje asimilar bien eso, pero –como si fuese la escena del drama con el que me empecé a dar cuenta de lo que sentía por él, puso una de mis manos en su corazón y la otra en el mío– pero tengo la seguridad que aun me amas, lo veo en tu mirada y en el hecho de que tu corazón esta latiendo con fuerza en estos momentos; este mismo corazón que esta latiendo tan fuerte te dirá que yo estoy diciendo la verdad–. La voz se le quebró, me mordí el labio al sentir que las lágrimas estaban formándose en mis ojos– Jae Joong, te conozco tan bien, los mejores años de mi vida son contigo –hizo una pausa– con ustedes, pero en especial contigo. No he podida dejar de recordar todas esas noches de tormenta en la que dormías tranquilo entre mis brazos, mi primer beso contigo –soltó una ligera risita y el nudo en mi garganta se hizo más potente– era tan mágico sentir tus labios sobre los míos; ¡ni que pudiera olvidar la primera noche en que te hice mío! –cerró los ojos, suspiro de nueva cuenta– mi corazón latía tan fuerte en ese momento por querer que todo fuera perfecto y en no hacerte daño, contigo fue mi primera vez; no me importan las demás veces que hubo con chicas, nada supero a esa magnífica sensación de nuestras pieles juntas, siendo uno solo, amándonos, no solamente teniendo sexo sin sentido. Realmente haciendo el amor –las lágrimas comenzaron a caer por nuestras mejillas casi al mismo tiempo, agache la vista mordiéndome el labio. No queria que continuara con esa perorata, porque simplemente me estaba haciendo recordar lo mucho que lo amaba y lo mucho que extrañaba estar con él–. Todo, simplemente recuerdo todo lo que pase especialmente a tu lado, cuando éramos “los padres” de DBSK.

Y sin poderlo evitar, me colgué de su cuello en un arranque de locura estampando mis labios contra los de él con fuerza, callando de inmediato todo discurso que pudiese seguir. Ya no me importaba nada, solo lo quería a él, lo queria lo más cerca a mí posible. Lo amaba, lo amaba tanto que ya no podía estar más tiempo sin él. ¿En qué parte de mi cabeza se me ocurrió que él me podía llegar a engañar?, ¿qué acaso no estaba más que obvio que realmente me amaba? El más pequeño ejemplo eran todas esas veces que nos habíamos arriesgado a ser atrapados en los vestidores, o en las entrevistas con esos ligeros roces que siempre me sonrojaban a más no poder, esas veces que nos agarrábamos de la mano sin soltarnos hasta llegar al lugar de las cámaras y tantos ejemplos más que podía recordar; en ese momento, la lengua experta de Yunho comenzó a buscar entrada en mi boca.

Separe lentamente mis labios, aun debatiéndome entre si eso era lo correcto o no, sin embargo de inmediato supe que había sido mi mejor idea en mucho tiempo ya que al instante nos fundimos en un beso de aquellos. Un beso lleno de amor y deseo contenido por mucho tiempo. Un beso con el que gritábamos en silencio cuanto nos amábamos, cuando nos extrañábamos. El beso fue profundo y lento, pero nos dejo sin aliento al poco tiempo, por lo que nos despegamos jadeando, sus tiernos ojos encontraron los míos, con esa sola mirada basto para decir dos simples palabras.

“Te amo”

Y tras esos varios segundos que me parecieron días, me perdí en la oscuridad de sus ojos apenas iluminados por las luces de la calle, tome su cara entre mis manos volviéndolo a besar, esta vez con más desesperación de todo el sentimiento reprimido al no poder tenerlo. Yunho me empujo con todo su peso contra la pared, posicionando una pierna entre las mías, agarro mis manos y las acomodo en cuello, yo lo abrace fuertemente intentando estar más cerca de él si acaso era posible.

Un gemido choco contra sus labios cuando las cálidas manos me abrazaron por la espalda, juntando nuestras pelvis en el intento de rodearme bien con sus brazos. Vaya, lo que pensaba debía ser romántico se estaba poniendo más sensual de lo planeado y se estaba poniendo mucho más ardientes aquellos besos apasionados con él, según recordaba, fueran así. Nuestra sincronización era perfecta, yo sabía responder a cada uno de los suaves movimientos de sus labios sabiendo que hacer exactamente con mi lengua cada vez que él la movía. Ohh si, extrañaba esos besos demasiado.

Mi cuerpo de pronto pareció arder, nuestras respiraciones se elevaron hasta un punto que creí que Yoochun y Junsu podrían escucharlas desde la sala, no obstante me importo un comino, era más importante como MI Yunho succionaba fuertemente mi labio inferior y se separaba jalándolo un poco.

–No pares –le reproche haciendo un puchero, en cuanto su cálido aliento se hubo separado de mí, sentí el típico calor en las mejillas al estar sonrojado a tal punto de parecer una manzana.

–¿Quién te dijo que tenía planeado parar? –inquirió, en una sonrisa burlona con un tilde maléfico a la vez, paso su pulgar por mi labio inferior, ¡maldita sea! Capaz y ya me lo había dejado todo rojo he hinchado. Demonios, era de esperarse. Yunho siempre me había marcado de alguna manera cada vez que tenia oportunidad, como si faltara más para que se notara de quién realmente era, también como si necesitase que las maquillistas me regañaran por arruinar “mi siempre perfecta piel” con hinchazones y chupetones bastante sospechosos–. Tengo planeado parar… otras cosas.

–Deja de jugar y bésame –lo volví a atraer a mí, soltó un ligero gruñido y me beso.

Duramos otro buen rato con ese beso, hasta que se separo, de nuevo con esa agilidad característica de él, me hecho sobre su hombro como un costal de papas. Tal acción me mareo un poco, sin embargo me solté riendo alegremente, con mi risa tan característica nos podrían escuchar los otros dos desde la sala, pero de nuevo, me importaba un soberano cacahuate. En estos momentos era la persona más feliz del mundo por haber recuperado a la persona que mas amaba.

Me dejo caer sobre la cama, la cual estaba iluminada por la luz de la luna, me senté mirándolo expectante, con ojos brillosos de felicidad, él también sonreía ampliamente tomando asiento a mi lado; tras varios segundos de tener esa sonrisa brillante su rostro se torno serio, me tomó las manos y beso delicadamente mi frente.

–Te amo –dijo con firmeza y yo me sonroje un poco. Bajo a mis labios en un camino de besos dulces, soltó mis manos para luego aferrarse a mi cintura, recostándome lentamente.

Un temblor comenzó a sacudir mi cuerpo al saber lo que estaba a punto de pasar, Yunho lo sintió, sin dejar de besarme comenzó a acariciar mi cabello, mi mejilla, bajo su mano por mi cuello hasta llegar al pecho donde comenzó a rasguñar por encima de la tela de mi camiseta, hasta llegar al borde de esta e introducir su mano para tocar mi firme abdomen. Arquee la espalda ligeramente al sentir su mano un poco fría, no obstante de inmediato mi piel comenzó a arder en cada parte que él tocaba, sus dedos trazaban caprichosos diseños en mis abdominales, subían un poco hasta rozar uno de mis pezones para después descender hasta el borde del pantalón, ocasionando que ligeros jadeos y gemidos salieran de mi boca perdiéndose en sus labios.

Cuando nos hizo falta el aire, empezó con un camino de húmedos besos que bajaron por mi mandíbula hasta llegar a mi oído, donde él bien sabia era mi parte más sensible, voltee hacia un lado para darle más acceso a esa área, cerré con fuerza los ojos, mis manos comenzaron a aferrar las sábanas al sentir como mordisqueaba, olfateaba, lamia y succionaba el lóbulo de mi oreja junto la piel debajo de ella.

Como tenía una de sus piernas entre las mías, logré abrazar con mi pierna derecha su pierna izquierda, sin pensarlo mis caderas habían comenzado a empujar contra las de él, sintiendo como su erección se estaba haciendo presente contra la mía que apenas comenzaba a aparecer. Gimió alto cuando al fin sintió aquel firme bulto en su entrepierna, también en parte porque su erección había comenzado a dolerle.

Aprovechando su distracción invertí papeles sentándome a horcajadas sobre él, descendí para ser ahora yo el que torturase su oreja, erizando su piel; al no poder soportar más aquellos besos cortos y lengüetazos tipo gatito se irguió, tomo el escote de mi camiseta, lo jaló para dejar al descubierto mi hombro y clavícula, solté un gruñido de desaprobación al escuchar ese clásico sonido de ropa al romperse pero me olvide de que había roto una de mis camisetas con escote en V favoritas al sentir sus labios besando, lamiendo mi cuello, mordiendo levemente el hueco entre la clavícula y el cuello, succionando con fuerza la blanca piel de mis hombros.

Eche la cabeza hacia atrás, alcé los brazos por encima de mi cabeza al sentir que empezó a subir la camiseta para deshacerse de ella, la arrojo en cualquier lado de la habitación; como tenía muy abandonados mis labios volvió a ellos con desesperación. ¿Realmente alguien se podía morir de placer? Bueno, si nunca había ocurrido, creo que estaba por pasar conmigo.

Con mi torpeza usual yo del mismo modo comencé a desvestirlo, saque una risita de sus labios al sentir mis manos torpes subiendo su camiseta por la espalda, hice un puchero y me ayudo, negando levemente con la cabeza, pellizcó levemente mi mejilla.

–Te ves adorable con esos pucheros –le di un leve golpe en el hombro– eres tan hermoso, Jae Boo –susurró, admirándome como si fuese la estrella más brillante. Su mano recorrió mi pecho, trazando cada uno de mis músculos, observando atentamente mi tatuaje y sonriendo al leerlo– no sabes ocultar muy bien que me extrañabas ¿eh? Ese tweet, esa canción, ese tatuaje… y eso que las últimas palabras que me dijiste en la corte fue que me odiabas, que no querías volver a verme nunca.

–¿Quisieras dejar de hablar y continuar con lo que estabas haciendo?, ¡o te juro que te dejo así y no dejo que me vuelvas a hablar en tu vida, tendrás que lidiar con “eso”… –señalé su erección, la cual ejercía una placentera presión sobre mi trasero– tú sólo!

–En serio que no soportas ni una broma –murmuró antes de besar levemente mi hombro, se recostó, como me tenia fuertemente abrazado me jalo con él– así es como me gusta más –sonrió sarcásticamente y se giro para cambiar posiciones.

Estaba realmente molesto, lo necesitaba tanto. ¿Y él aun así se ponía a chacharear como viejita?, ¿qué acaso no se daba cuenta que estaba teniendo un serio problema dentro de mis pantalones? Humph, típico de Yunho, hacerme esperar, para que según “disfrutará más”; al muy maldito solo le interesaba verme rogando.

Después de hacerme una muy notoria marca en el cuello, prosiguió en su camino hacia esa parte que tanto ansiaba, se entretuvo un rato jugando con mis pezones y en especial el arete que había en el izquierdo, lo jalaba, después succionaba con fuerza, causándome ese placer rico que sientes con el dolor… tiempo ¿placer rico que sientes con el dolor? Bueno, creo que es cierto lo que dicen, tanto placer nubla tus sentidos.

Cerré los ojos y me dedique a disfrutar alegremente de aquellas caricias hasta que de repente se detuvieron; en ese micro segundo antes de que pudiera abrir los ojos, unas manos subiendo por mis muslos me hicieron gemir fuertemente.

Yunho comenzó a acariciar mi erección aun por encima de aquellos endemoniados pantalones, en estos momentos era cuando realmente odiaba mi elección de ropa. Escuchaba su respiración emocionada y un ligero gruñido ¿estaba ronroneando o era Jiji? No, Jiji no lo hacía tan… grave. Deje de pensar en el gato justo cuando desabrochó el botón y cierre. Comenzó con un tortuoso deslizamiento hacia abajo.

–¡Por favor, Yunho, deshazte de eso de una buena vez! –gemí, exasperado por la lentitud con la que estaba removiendo la más incomoda de las prendas.

–Sabia que en cualquier momento me ibas a empezar a rogar –dijo con altanería y atendiendo mis órdenes se deshizo del pantalón, se relamió los labios con lujuria al ver como mi bóxer se tensaba en esa área en específico.

–¿Qué estas esperando? –lo urgí.

Ya ni siquiera pudo hacer una broma al respecto de eso, los dos estábamos tan necesitados del otro que no dudo ni espero otro segundo. Agarró el elástico de los bóxers con los dientes y removió la pendra, tomando casi de inmediato entre sus manos mi miembro que ya se encontraba un poco mejor al ser liberado de esa presión.

Comenzó a masajearlo rápidamente, aunque si seguía a ese ritmo no soportaría mucho tiempo por lo que me soltó, él mismo se deshizo de sus ropas faltantes, no escucho mi grito de reproche, el cual se quedo atorado a la mitad de mi garganta. Yunho había perdido totalmente esa mirada de amor de momentos anteriores, la había cambiado por una que realmente daba miedo, estaba oscura y llena de lujuria, deseo, desesperación por poseer un ser tan frágil como yo.

–Ven aquí –me llamo, al tiempo que se recostaba sobre su espalda y entendí lo que queria, de pronto el sonrojo se hizo presente de nuevo. Pero aun así, ligeramente cegado por ese licuado de sensaciones me acerque a él, casi con miedo tome su miembro entre mis manos comenzando a masajearlo verticalmente, me anime un poco más al escuchar su suave gruñido y su cara siendo totalmente vencida de placer. Pero eso no era lo que él estaba esperando de mí, por lo que inspirando fuerte comencé a succionar la punta de aquel miembro que bien sabía que estaba amaestrado, usado y reutilizado por mí; lentamente fui descendiendo un poco más y más, escuchando sus palabras inteligibles que alababan mi habilidad bucal.

De nuevo me volví a concentrar en respirar y relajar mi garganta para que todo aquello pudiera entrar, vaya que nuestro ex líder estaba bien dotado. Claro, no tanto como sabía que Yesung estaba debido al notorio bulto en sus pantalones en cada concierto, entrevista o programa, pero, en comparación con la medida estándar de un coreano saludable, él y yo teníamos bastante de que presumir.

Me aleje jadeando un poco y Yunho no perdió tiempo, me atrajo hacia el tomándome por la cintura, devoró mis labios como si fuese una bestia hambrienta al tiempo recostaba sobre la cama, aprisionando mi cuerpo contra el de él y colocándose entre mis piernas ¡si, al fin el momento que tanto esperaba!

Yunho llevo tres de sus dedos a mi boca, cegado por ese placer y esa lujuria que no me dejaba pensar bien comencé a lamerlos y succionarlos fuertemente, lubricándolos perfectamente para que el ya terminara de una vez con mi martirio de sentirlo dentro de mí. Sus labios reemplazaron a sus dedos, besándome de la misma desesperada manera, con su rodilla separo más mis piernas, llevo sus dedos hacia mi entrada y lentamente fue introduciendo el primero, arquee la espalda en mi desesperación por buscar más contacto y más profundidad.

Al sentir el segundo dedo no mucho tiempo después me mordí el labio y sentí la sangre correr por él, llenando mi boca con su amargo sabor, sin embargo, no me importo en lo más mínimo o más bien el dolor que pude haber sentido, lo nublo completamente por el placer que los dedos de Yunho al moverse en mi interior causaban.

En un arranque mas de esa locura placentera tome mi propio miembro entre mis manos y comencé a masturbarme rápidamente, enviando mas placer a cada terminación nerviosa de mi cuerpo, sintiéndome morir en esos instantes ya que el tercer dedo estaba dentro de mí, entrando y saliendo lentamente mientras que los labios de él besaban mi vientre, deteniéndose de nuevo en jugar con una perforación, esta vez la de mi ombligo ¿Tenía este hombre un fetiche con los piercings o qué?

Yunho saco sus dedos de mí y jadee fuertemente, sosteniéndome de las sábanas con anticipación, ansiaba tanto sentirlo dentro de mí, amaba ese sentimiento al ser uno solo, simplemente lo necesitaba a un punto de casi morir. Él parecía estar en una situación parecida, porque no tardo mucho en penetrarme rápida y precisamente, llegando hasta lo más profundo de mi ser, ocasionando que rasguñara levemente su espalda en mi intento de atraerlo más hacia mí.

–Por todos los… escotes… –gemí, arqueando la espalda al sentir sus estocadas rítmicas y fuertes. Realmente había olvidado lo buen amante que mi novio era, que se jodieran todas las demás chicas que llegaron a experimentarlo. Él era mío, y solamente mío, siempre lo había sido y por siempre lo seguiría siendo.

El ritmo se hizo bastante rápido, lo sentía entrar y salir de mi con delirio, con necesidad; escuchaba sus gemidos roncos en mi odio o contra la piel de mi cuello, todo eso me acercaba cada vez un paso más a rozar el cielo con los dedos. Bese sus labios entre gemidos y él me respondió de manera frenética, al igual que el ritmo de sus estocadas se hizo incluso aún más rápido.

Sus manos se aferraron a mi cintura y rodo para que yo quedará sobre él, coloque las manos sobre su pecho, comencé a subir y a bajar sobre su miembro a un ritmo un poco más calmado que el de él, cosa que pareció derretirlo por la cara que puso, sus ojos brillaban con demasiada intensidad y supongo que los míos también debían de estar algo parecidos.

–Dios ¿es normal esta cantidad de amor? –dijo incorporándose y abrazándome fuerte por la cintura.

–Hmn… Yun-Yunho –fue todo lo que alcancé a decir, escondiendo mi cara en su cuello, la opresión en mi vientre se estaba haciendo bastante fuerte –te amo –gemí ante una estocada especialmente certera– ya... ya… no… puedo –jadee y el tomó mi miembro entre sus manos, masturbándome lentamente hasta que al fin explote.

Fueron los segundos más maravillosos en el ultimo año, mis ojos se nublaron, mi corazón se detuvo, esa sensación inexplicable recorrió desde la punta de mis dedos hasta el lugar más recóndito de mi cuerpo, me quede sin aire por unos momentos y mi cuerpo quedo totalmente a merced de Yunho, el cual al sentir como mis paredes se aprisionaban contra su miembro se vino dentro de mí, llenando mi interior con su cálido líquido; me hizo emitir un último gemido que armonizo completamente al de él.

Mi cuerpo quedo totalmente desmadejado encima de él, mis miembros no tenían la fuerza suficiente como para poder incorporarme y recostarme a su lado, pero él no se quejo, simplemente se quedó recuperando el aliento, acariciando mi cabello y mi espalda lentamente, acompasando nuestros corazones a un mismo ritmo.

–Te amo… –susurre quedamente, lentamente sintiendo como mis ojos se iban cerrando debido al cansancio por todo ese choque de emociones–. Te amo tanto.

–¿Te estás desmayando o quedándote dormido? –preguntó él inocentemente y yo me reí a un paso de ser absorbido por Morfeo– hmph… descansa, Boo –beso levemente mi frente y deje que la oscuridad me absorbiera al quedarme dormido entre sus brazos.

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–¡Cállate, Changmin, los vas a despertar! –la voz delfinesca de Junsu me atrajo lentamente al mundo real de nuevo ¿había dicho Changmin o era mi imaginación? de seguro ese magnifico sueño que tuve acerca de que Yunho y yo nos reconciliábamos me había afectado los oídos.

Con un gran suspiro estire cada parte de mi cuerpo, aún sin abrir los ojos y me abracé fuertemente de nuevo a la almohada, esperando volver a conciliar el sueño, sentí a Jiji subirse a la cama maullando levemente, de seguro tenía hambre pero ya habría tiempo de que le diera de comer. Escuche silencio del departamento de nuevo. Tal y como lo supuse, el sueño había afectado mis oídos. Aunque había sido un buen sueño, muy buen sueño, lástima que nunca se haría realidad.

–Hmn… -escuche un murmullo a mi lado y eso me hizo abrir los ojos de golpe– ¿Qué es est?... AAAAHHH.

Brinque de la cama como si algo me hubiese quemado ¡había alguien en mi habitación! Ante mi rapidez de levantarme me enrede con todas las cobijas y caí al suelo, típico de mí, me incorpore resoplando y me asome por el borde de la cama. Jiji había salido disparado también para otro lado, y me quede con la boca balanceándose estúpidamente. U-Know Yunho si estaba en mi cama, con ojos de sueño, despeinado, con varias marcas de rasguños en su pecho y… por toda la ropa interior Calvin Klein, estaba con todo su glorioso cuerpo desnudo.

–¡Tu maldito gato me beso!– me grito de inmediato.

–Yunho –susurre, entonces de verdad nada había sido un sueño, la noche anterior se me vino de golpe y el ligero dolor en mi trasero me confirmo que nada era un sueño.

–¿Ya se te había olvidado que estaba aquí o qué? –dijo con una sonrisa burlona y yo me sonroje.

–Claro que no, pero… ammm ¡por qué gritas así a tan tempranas horas en la mañana! –me defendí, subiéndome a la cama, cubriéndome infantilmente con las sábanas.

–Por que tu gato pervertido me beso –respondió– aunque –cerró la boca por unos instantes– si él te despierta de esa manera, déjame hacerlo ahora yo –y antes de que pudiera reaccionar ya me había tumbado en la cama y atrapado mis labios en un simple beso.

–¡Hyungs, hyungs, hyungs… kyaaa! –La voz de Junsu entro en la habitación sorprendiéndose al vernos a los dos así– ¡lo siento! –se disculpó de espaldas, tapándose los ojos.

–¡HEY, XIAH JUNSU, TE DIJE QUE NO ENTRARAS TODAVÍA! –grito Yoochun y también asomó la nariz por la puerta, riéndose nerviosamente –Hola, Jae Joong, Yunho ¿durmieron bien? –preguntó pícaramente y el sonrojo invadió mis mejillas una vez más.

–Pues a juzgar por todo el ruido que hicieron ayer supongo que bien –dijo Junsu y yo le lance una almohada.

–Pues quizá fue para vengarse de todas esas veces que tú no nos dejaste dormir con tus gemidos de delfín apachurrado –terció la voz de Changmin apareciendo en la puerta, con una sonrisa de oreja a oreja, tocándole ahora a Junsu y a Yoochun sonrojarse–. Hey, Micky, nuestro plan si funciono –le guiñó el ojo y los dos chocaron las manos.

–¿Plan? –preguntamos Yunho y yo al unísono.

–¿Crees acaso que iba soportar tenerte lloriqueando en la casa, sin tener tiempo para mí y para Ale? –Dijo Changmin –aparte, me dolía verte sufriendo tanto, más sabiendo que todo fue por culpa de mi novia –bajo la mirada–. ¡Pero de haber sabido eso antes!...

–El punto es que el YunJae ya volvió –lo interrumpió Yoochun abrazándose del aún muy sonrojado Junsu.

–Ustedes… aish… son… –balbucee.

–Nos amas, Jae Joong, sabes que nos amas –dijo Changmin con arrogancia lanzándole otra almohada, pero no pude evitar reírme.

–Si, es cierto, los ama, pero me ama más a mí –dijo Yunho, abrazándome por la espalda y buscando mis labios de inmediato, sin importarle que los demás estuviesen ahí.

De verdad amaba a DBSK, sin embargo más amaba a su líder, a U-Know Yunho ¿qué nos habíamos peleado en el pasado? Hmn… no lo graba recordarlo, que duré un año lamentando todas mis acciones, llorando todas las noches hasta quedarme sin lágrimas ¿era cierto eso? Parecía que de pronto todo había sido borrado de mi mente y reemplazado por la noche anterior, una noche de tormenta en la que pude disfrutar de las más maravillosas sensaciones del mundo, sobre todo en esta mañana, donde los más tiernos y dulces labios se encontraban besando los míos.

Si, “Always keep the faith” fue un lema demasiado acertado, y si… siempre crei que podríamos estar juntos de nuevo.

Las letras que las estrellas crearon en el cielo oscuro aún creo que no fue sólo una casualidad


En la misma oscuridad, a la misma distancia estamos dibujando una W de la misma forma Brillaremos aún más y más, así podrás encontrarnos nunca olvides que te quiero Mi deseo…


Algún día nuestros caminos se volverán a cruzar, cada vez que cierro mis ojos pienso en ti, eres mi todo. aún ahora es natural sentirte a nuestro lado… Sólo podemos pedir que seas feliz, escalaremos nuestras escaleras una por una mientras imaginamos nuestro futuro, te estamos esperando… Mi deseo…


Algún día nuestros caminos se volverán a cruzar, cada vez que cierro mis ojos pienso en ti, eres mi todo aún ahora es natural sentirte a nuestro lado. Hasta el día en que podamos encontrarnos de nuevo protegeremos tu lugar aquí,porque confiamos en que podremos volver a reír juntos una vez más.


Eres mi amor Por favor espera Eres mi amor Por favor espera


Incluso aunque pasen los días, y pueda haber más dolor siempre serás nuestro orgullo… Las palabras que murmurabas a las estrellas brillando en el cielo oscuro incluso ahora creemos que no fue “adiós”


Bajo el mismo cielo, añorando el mismo sueño aún buscamos la “W” siempre brillaremos con la misma formanunca olvides que te quiero.


Quiero verte, quiero verte, quiero verte, quiero verte… es mi deseo…


Algún día nuestros caminos se volverán a cruzar, cada vez que cierro mis ojos pienso en ti, eres mi todo. Aún ahora te sentimos a nuestro lado hasta el día en que podamos encontrarnos de nuevo, protegeremos tu lugar aquí porque confiamos en que podremos volver a reír juntos una vez más.



(Una vez más tu sonrisa)

1 Comentarios:

  1. hermoso hermoso hermoso que bueno que todo fue un mal entendido y yo que ya estaba odiando a yunho pero todo paso y ya están de nuevo juntos amándose con todo

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