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Arualthings

Amor - Cap. 9

La venganza, relega al amor

Yunho subió corriendo las escaleras.


Y al abrir la puerta, dentro de la habitación de Namin, el doctor terminaba de vendar el pie de la muchacha, que según palabras de la madre. Mañana tendrían que llevar a enyesar. Arrugó el entrecejo confundido.


—Namin… ¿qué te pasó?
—Yo… tropecé, Oppa. Lo siento mucho, me hubiera gustado acompañarte al baile.


Namin bajó la mirada, y los ojos de Yunho, prestos intentaron buscar esos ojos sinceros. Que no volvieron a encontrarse otra vez con los suyos.


Goongsu miró el perfil de su amigo.


Ambos sentados en el borde de la calle de Namin. Con su corbata entre las manos, tratando de saber si algo pasaba o no por la cabeza de Yunho en esos momentos. Pero Yunho solo giró hacía él, con el ceño fruncido.


—¿Qué?
—Pareces pensar en algo Yunho, ¿qué es?


—Namin me mintió, estoy seguro. Nunca me miró a  los ojos. Y no creo que sencillamente se haya caído, es muy…
—¿Torpe?


Yunho negó suavemente, y Goongsu suspiró. La bella acompañante de Goongsu salió del auto, con su rostro fastidiado.


—¿Hasta que hora tenemos que esperar a la acompañante de Yunho Oppa?


Goongsu rodó los ojos y Yunho solo suspiró.


—Será mejor que te vayas con Yoohee al baile. Ya veré que hago.
—¿Qué estás pensando, Yunho?
—Cómo vengarme, tú tranquilo.


Vio a Goongsu arrugar el entrecejo, confundido y contrariado por lo que le acababa de decir, pero Yunho solo sonrió, empujando a su amigo al auto para que empezara a conducir.


Cuando Yunho llegó al baile eran cerca de las diez de la noche.


Cuando anunciaban al Rey y la Reina del baile.


Su paso decidido, atravesando a la gente que había afuera y que en cualquier momento se acumularían para ingresar. Mientras que el resto de las parejas seguramente se encontraban bailando y disfrutando del día.


—¿Yunho?


La terciopelada voz de Yoona lo hizo detenerse y girar. Asombrado por el hecho de verla ahí. Completamente hermosa, en aquel vestido rosa y con una expresión encantadora que hizo que su corazón incluso palpitara emocionado.


—Yoona… ¿qué haces aquí?
—Goongsu me llamó, me contó lo que había pasado, y pensé que te sería bueno un poco de apoyo moral.


Caminar hasta ella fue fácil. Caer hipnotizado ante su belleza, la nostalgia, los recuerdos de sus sonrisas, sus besos, lo enamorado que aún estaba de ella.


—No tenías por qué molestarte.
—Quiero estar contigo, aún… somos amigos, ¿no?


Ella sonrió, y él sacudió su cabeza. No tenía tiempo para rendirse ante ella, no cuando sus planes iban por otro camino, y eran más placenteros y crueles. No, por que ella no merecía estar involucrada.


—Yoona, de verdad muchas gracias. Pero no es necesario. Ve a casa, si quieres llamo a un taxi. Pero no quiero importunarte. Esta es mi batalla. Mis problemas.


Yoona abrió los ojos sorprendido. Ante la repentina madurez y determinación en los ojos de Jung. Al querer afrontar sus problemas solo. Pero sobre todo por que Yunho antes, jamás la dejaba ir de su lado.


—Está bien, traje mi auto. Suerte con tu noche, Yunho.


Sintió los dulces labios de Yoona en los suyos, en sutil contacto de confianza antes de girar e irse caminando hasta el estacionamiento. Se quedó anclado en algún lugar de sus pensamientos, hasta que ingresó a la pista de baile. Ahí dónde todos se encontraba, incluso Jaejoong.


—¿Y Yoona? La llamé para…
—Sé para que la llamaste, y no puedo creer que lo hayas hecho.— Goongsu borró la sonrisa de su rostro. –Pero hablamos luego de eso. ¿Trajiste tu cámara?


—Creí que venir con Yoona te haría feliz, además es la chica más bonita que he conocido. Supera a cualquiera en el baile y por mucho.


Yoohee golpeó el hombro de Goongsu ofendida, y optó por alejarse un rato, mientras los muchachos discutían un rato más.


—Como digas, préstame la cámara.
—¿Para qué?


—Para vengarme de Jaejoong, por muchas cosas y entre otras por lo que le hizo a Namin.
—¿Crees que él le causó esa herida? Es una acusación grave, Yunho.


—No, lo creo. Estoy seguro. — Yunho tomó la cámara que le era ofrecida y sonrió. –Nos vemos luego.


Goongsu solo vio marcharse, con esa sonrisa peligrosa en el rostro y distraídamente deslizó su mirada hacía Sunha, la hermosa muchacha que bailaba con Jaejoong sin preocupaciones a mitad de la pista mientras esperaban por el anuncio del Rey y la Reina del baile.


Ajenos, completamente, a la llegada de Jung Yunho en ese instante.


“Como una rosa carmesí.
Apuñalas con palabras que son como espinas.”


2 Comentarios:

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