Detrás de estos ojos
—¿Te vas
a quedar callado?
—Solo
estoy sorprendido.
Yunho
movió poco sus manos, apenas levantó una vez la mirada, incluso sus
respiraciones se podía escuchar. Era ese silencio de sus bocas la que le
permitía hundirse un poco más en el sillón. Era el cerebro de Junsu procesando
la información, y Yunho decidiendo que su alma preocupada no tenía salvación.
—¿Estás
seguro de lo que sientes? —Junsu ahora lo miraba, con sus ojos fijos en él,
como si esperara ansioso una respuesta de él—. ¿En serio es la persona
indicada?
—Yo, creo
que sí.
Sin
embargo Junsu negó de inmediato, y el pecho de Yunho sufrió un doloroso
apretón.
—No basta
con creer, debes estar seguro. Tú puedes estar con muchas personas en el camino
de tu vida. Pero elegir a un chico, por encima de la novia que tus padres han
aceptado, es una decisión por la cual debes estar seguro. Si no lo amas entonces
detén esa relación, pero si amas a este chico, entonces piensa bien lo que vas
a hacer.
—Y eso es
lo que me tiene loco… No saber qué hacer con todo esto que siento por él.
—Yunho…
—De repente Junsu se escuchaba más maduro de lo normal—, deja a Namin y piensa
correctamente sobre este chico al que dices querer.
—No
quiero dejar a Namin…
—Deja de
usarla como tu barco salvavidas, deja de ser cobarde y esconderte tras su
protección y su cariño seguro. Deja de ser un cobarde de una buena vez por
todas.
Otra vez
sintió el golpe en su estómago, infame y acalorado.
—Ella es
lo más importante que he tenido en estos años, si la dejo ir, mi vida pierde
equilibrio.
—¿Entonces
la amas? ¿La quieres más que a él?
Yunho
negó de inmediato, como si la sola idea quemara en su cabeza.
—Lo
quiero a él, pero no sé hasta qué punto es amor y hasta qué punto es necesidad.
A veces pienso que solo es esta sensación de nunca haber podido tener una
relación de verdad con él como la que tengo con Namin.
—…Y
tienes miedo que al escogerlo, al descubrirse como pareja, al final del día
Namin se convierta en la persona adecuada para ti.
—¿Cómo
sabes tanto de esto?
Junsu
sonrió.
—Yo
también he vivido Yunho, yo también he amado y me he equivocado.
—¿Qué
harías tú?
—Lo
escogería a él. —Los ojos de Yunho se abrieron de par en par—. Porque Namin
debe estar cansada de ti, de tu amor a medias. Y si al final de todo no
resulta, al menos podrás haber amado por completo a la persona que elegiste.
No llegues al final de tu vida habiendo amado a medias a todas tus
parejas.
Yunho
esta vez exhaló, con un poco de cansancio y la mirada de Junsu puesta en él
todavía.
—Hablas
como un anciano.
—Hablo
con la experiencia. Si él es, él es. No hagas a todos sufrir. Solo ve hacía la
persona que guía tu vida, si te equivocas aún te quedan muchos años por vivir.
Nadie muere por amor, sino por sus decisiones.
…
…
Abrazó
con fuerza ese cuerpo delgado a su disposición, el cuerpo menudo de Jaejoong
que Yunho no había podido notar antes se encontraba menos liviano que ahora.
¿En qué momento había perdido tanto peso? ¿Desde cuándo su piel era tan suave
que podía fácilmente perderse entre caricias de horas?
El
cabello castaño de Jaejoong estaba cerca de su boca, el cuerpo de Kim acomodado
al suyo en medio de ese abrazo que habían formado sobre las sábanas mientras
veían una película que hace varias horas terminó, que venció a Jaejoong y
mantuvo a Yunho pendiente hasta el último minuto.
Pero la
película había terminado y los pensamientos de Yunho volaron tan apresurados
como sus recuerdos, como la voz de Junsu haciendo eco dentro de él, ¿qué hora
podía ser? ¿Por qué Namin no había llamado?
Odiaba el
silencio abrumador, se llenaba de pensamientos que no quería tener, así que
apresó con más fuerza el cuerpo de Jaejoong, un quejido apenas audible lo tomó
desprevenido y Yunho solo besó su cabello, con los ojos todavía abiertos y el
murmullo de Jaejoong muy cerca.
—¿Estás
dormido?
Sabía que
el mayor no abría los ojos todavía, por eso apenas se removió, con un quejido
bajito y abrazándolo un poco más.
—¿Mmh?
Jaejoong
interpretó aquel sonido como un no, por lo cual únicamente se movió
un poco más junto a él y Yunho pretendió cerrar los ojos. Intentar conciliar el
sueño al menos por un par de hora, antes de que el sol de la mañana lo
regresara a la realidad.
…
…
—¡Eso es
una fiesta, diablos!
—¡Shh!
—Namin de inmediato sacudió sus manos, con los zapatos de taco alto en las
manos—, haz silencio Yoona, los vecinos se van a molestar.
—¡Pues
que me oigan! ¡Que sepan que somos jóvenes y aún nos sabemos divertir!
El cuerpo
de Yoona giró en un par de vueltas infructuosas que terminó con la mujer
cayendo aparatosamente en el suelo y con las piernas abiertas, Namin corrió
preocupada hacía la mayor, pero cuando llegó Yoona ya reía escandalosamente y
su cabello atareado por la pulsera de su muñeca la hacían ver como una niña
pequeña e indefensa.
Para
Namin no fue difícil reír de nuevo, como una contestación y una liberación
propia que el alcohol ingerido esa noche les parecía ofrecer.
—Esto… es
molesto —Yoona continuaba peleando con su cabello— ¡Ayúdame!
—Ya voy…
Para ese
momento Namin ya se encontraba luchando contra su propia embriaguez intentando
liberar el cabello de la más alta que pareció quedarse quieta un instante.
—Tus
manos son muy suaves —susurró repentinamente Yoona y Namin sonrió.
—Lo sé.
—Es
injusto, yo tengo que usar muchas cremas y aun así mis manos no son así de
suaves.
—A lo
mejor es porque casi no bebo, ni fumo. Al menos no todas las semanas.
—¿Estás
asumiendo que yo sí?
—No
pongas palabras en mi boca Yoona.
Yoona la
miró un instante, un largo rato que hizo a Namin demorarse más de lo debido en
su tarea debido al profundo escrutinio de la mayor, cuando finalmente pudo
liberar su cabello, el brazo de Yoona cayó diligentemente en el suelo y un
suspiró fue lo único que se pudo escuchar.
—Tendrías
que vivir lo que yo, para saber porque lo hago.
Namin
apenas se pudo mover incómoda, sin querer profundizar en el tema ahora, así que
solo se levantó con dificultad y estiró sus manos a ellas una vez más.
—Vamos a
dormir, mañana te vas a sentir horrible.
—Ni lo
creas —bromeó Yoona— mi cuerpo ya está acostumbrado al malestar.
La mayor
tomó su mano y se apoyó en ella. Namin no supo cómo interpretar esas palabras.
A veces sentía que hasta el más ínfimo tema de discusión parecía despertar ese
pasado de dolor y maltratos que la mujer vivía en su hogar. Un pasado, que
parecía presente todavía.
—Yunho
sigue siendo muy apuesto —Namin ignoró el tiempo de aquella oración y abrió la
puerta de la habitación mientras Yoona hablaba muy cerca de su oído— ¿Es bueno
en la cama?
Las
mejillas de Namin se colorearon de inmediato.
—No creo
que sea un buen tema para hablar.
—¡Oh,
vamos! Ni que fueras una niña de quince años, y ni así… —Namin la dejó caer en
la cama y Yoona sonrió— ¿Lo es?
—Sí, y ya
deja el tema ¿de acuerdo?
—¿En
serio? ¿Cuándo fue la última vez que lo hicieron?
Se movió
incómoda, quitándose los aretes y demás joyería que le pudiera molestar,
sintiendo la insistencia de Yoona perseguirla por toda la habitación, a pesar
de que no se moviera de la cama, su mirada pesaba incluso más que sus palabras.
—Hace
unas semanas.
—¿Semanas?
¿Cuántas exactamente?
No quería
responder, no quería que una mujer como ella ahondara en esa vida privada que
desde hace tanto se venía cayendo en pedazos.
—No lo
sé… Dos o tres.
—Pues por
tu voz no parecen solo dos o tres.
Yoona rió
bajito y Namin se sintió inmediatamente humillada y el alcohol como compañía no
fue su mejor opción.
—¿Te
divierte? ¿Humillarme así te divierte?
—Yo nunca
he querido eso…
Los ojos
grandes de Yoona la miraron fijamente, justo como una niña pequeña que no acaba
de entender su equivocación, repleta de una inocencia increíble que hizo a
Namin desviar la mirada otra vez y apoyarse en la pequeña mesita frente a la
ventana de la habitación.
—…Tal vez
ha sido un mes. No lo sé, ya no lo puedo recordar bien. —Sus puños se apretaron
ligeramente y Yoona seguía ahí, persiguiéndola con la mirada mientras su voz
apagada se esparcía por el lugar—. Últimamente las cosas con él se han puestos
raras.
Los pies
desnudos de Yoona deslizándose sobre el piso del departamento fue lo único que
escuchó antes de sentir esos brazos delgados abrazándola por la cintura y
apoyando su rostro desnudo sobre su espalda.
—Sé cómo
se siente… No sentirse querida, o dudar de él todo el tiempo. A veces no se
sabe que es peor: saber o dudar.
Namin
calló, porque por primera vez estaba hablando con alguien sobre aquello, por
primera vez estaba recibiendo un abrazo, recibiendo consuelo.
—Vamos a
dormir.
Fue lo
único que pudo decir luego de unos minutos cuando agarró a Yoona del brazo y la
guio hasta la cama otra vez, Yoona ya bostezaba y caminaba autómata. Namin
debió sospechar que cuando regresara de cambiarse de ropa la mujer ya se
encontraría completamente dormida.
Por un
instante se sentó en el piso junto a la cama baja que tenía, observando a Yoona
ocupar inexplicablemente la cama entera. Sonrió apenas, abrazando sus piernas y
con el cabello tapando un poco su rostro. Recordar el abrazo de Yoona, le hizo
percatarse que hace mucho no se sentía amada por alguien más, ni querida, ni
protegida. Ni abnegada, ni respetada.
Y la
ausencia de Yunho pesaba al igual que esas imaginarias imágenes confusas que se
le presentaban a diario cuando él desaparecía y ella se quedaba sola en aquel
lugar.
…
…
A Namin
nunca le gustaron los ruidos bruscos, por eso cuando el golpeteó incesante y
agresivo que su puerta principal sufría la despertó, un escalofrío impertinente
recorrió su espalda, y aturdida abrió los ojos, viéndose recostada a medias en
la cama, con su cabeza mal apoyada y los brazos sobre la cama, con las piernas
mal dobladas sobre el suelo, apenas miró a Yoona dormir acurrucada cuando
nuevos golpes la hicieron despertarse entre asustada y molesta.
Sus pasos
fueron veloces hasta el recibidor, tenía el cabello alborotado y ni siquiera
podía imaginarse a la persona tras la puerta. Por eso abrió la puerta sin
reparo, con su pantalón corto y la blusa blanca dos tallas más grandes de lo
habitual.
Pero ese
hombre apenas la miró, su estatura evidentemente la sobre pasaba, su mirada
filuda y su traje ostentoso la hicieron rememorar a alguien que le parecía
haber visto antes, pero no pudo asimilar quien. La presencia abrumadora del
mayor la hizo apretar el pomo de la puerta y después de unos segundos parpadear
confundida.
—¿Qué
desea?
Trató de
sonar molesta, que se evidenciara lo mucho que le molestaba la falta de
educación de aquel hombre lleno de lujos por fuera.
—¿Dónde
está Yoona?
Sus ojos
se abrieron de par en par y los pasos de la mayor tras de ella la hicieron
girar. Yoona estaba encogida al verlo ahí, con el vestido que había llevado la
noche anterior todavía puesto y sus piernas retrocediendo repentinamente.
—¿Qué…
haces aquí?
Y Namin
no necesitó más palabras para saber de quien se trataba.
…
…
Yunho
despertó temprano, luego de dormir casi nada abandonó el departamento de
Jaejoong con una pequeña nota que no explicaba nada y que lo hacía esclavo a
esa palabra vacía que algún día empezaría a odiar: nada.
Recorrió
velozmente las calles de Seúl, fue a cambiarse de ropa y vigiló que su estado
de ánimo estuviera completamente bien o que al menos fingiera que era así,
cuando llegó al edificio donde vivía Namin respiró profundo varias veces antes
de entrar al ascensor, la charla más importante de todas se estaba a punto de
dar.
Sin
embargo en cuanto las puertas se empezaron a abrir nuevamente para dejarlo
salir de ahí, los gritos eufóricos de Namin fueron lo primero en recibirlo ahí.
—¡Déjala
en paz! ¿No ves que no se quiere ir? ¡SUELTALA!
La escena
era por demás extraña, aquel hombre alto y sin emociones en su rostro jalaba
del brazo de Yoona que reacia intentaba soltarse con su mano libre y su vestido
mal acomodado no hacían juego con aquel maquillaje desordenado en su rostro.
Namin en cambio intentaba con sus piernas y manos que el hombre soltara a la
mayor; vociferaba y se sacudía ante una temblorosa Yoona que apenas se podía
defender.
—¡Déjala!
Yunho
llegó para sostener con fuerza el brazo de aquel hombre, miró esos ojos oscuros
con fijeza y desnudó velozmente las intenciones del hombre que pareció
reconocerlo con presta ironía. Yunho solo apretó el agarre en cuanto sus
recuerdos volaron veloces dos años atrás. Aquel empresario correcto e
intachable que parecía ser el esposo de su antiguo amor, de la hermosa Yoona
que solo sollozaba mientras Namin hacía lo que podía porque la soltara al fin.
—No creo
que le convenga hacer este tipo de espectáculos.
El mayor
pareció analizar a Yunho durante varios segundos, y automáticamente el mayor
soltó a Yoona, Yunho lo hizo con él, fue un despiste de miradas atravesadas
mientras Yunho escuchaba a Namin y Yoona refugiarse en el departamento y una
vez estuvieron solos, lejos de las miradas de los pocos vecinos que se habían
asomado, Kang tomó la palabra.
—No es
bueno que se involucre en cosas como estas abogado.
—Lo mismo
le digo señor Kang.
Fue
breve, el hombre solo acomodó mejor su traje y subió al ascensor dejando a
Yunho sumido en los gritos de desesperación que Namin arrojaba hace un instante
y la destrozada Yoona que apenas podía reaccionar ante el tacto ajeno que no
quería tener.
Cuando
ingresó en el departamento Namin abrazaba con fuerza a Yoona en el suelo, la
mayor tapaba su rostro envuelta en lágrimas y su cabello largo y sedoso ahora
estaba despeinado e irreconocible, Namin susurraba cosas, trataba de calmarla,
pero Yoona se sacudía, parecía más nerviosa que antes y sumida en la
desesperación.
Yunho
solo cerró la puerta tras de él y se sintió atrapado por él, por su mundo
revuelto y el acabose que representaba tener que enfrentar a ese hombre más
peligroso que poderoso.
…
…
Ahora
todo lo que queda de mí, es lo que pretendo ser
Las
partes de mí parecen haberse quedado juntas, pero en realidad estoy rompiéndome
por dentro.
aahhhhh y sigue la duda en la cabecita de yunho... esta dividido entre la razon y el amor.. lo bueno es que al menos esta vez sabe que jaejongie ya se enlistó!! y lo que me preocupa es que ese tal kang puede traer una enorme tragedia a la historia para cualquiera de los perosnajes... ojala y esta vez yunho escoja bien... y no termine perdiendo por completo a jaejoongie porque su vida no será vida.
ResponderEliminarMar de confusiones siguen en la mente de Yunho, haber que consecuencias trae este caso de Yoona.
ResponderEliminarJae al ejército.
Gracias!!!